Está en la página 1de 24

PALO MAYOMBE

PALO MAYOMBE buscar

LOS CAMINOS DE LUCERO


CAMINOS DE LUCERO

ºLucero Mundo: Nace de una figura de palo de 2 caras, o de una masa o piedra de 2
caras.

ºlucero Cuyo Malongo: Es un lucero diabolico que nace de una masa solamente de
quillisos y cuyo humano. Este puede ser remolino, mayombe (volador), o rastrero que
se monta en restos de culebra o serpiente, preferiblemente venenosa.

1. Lucero Kunanbembe; dueño de las cosas buenas y malas.

2 . Lucero Prima; Que quiere decir, Amanecer, este nace de un caracol, un cobo o de
un quiconte dueño del crepúsculo.

3. Lucero Endaya; dueño de las profundidades.

4. Lucero Pitalanga; dueño de la orilla del mar.

5. Lucero Madruga; El nace de una piedra de caracol blanco, de un chino ( piedra)


de río o en un plato tallado. el que vive cerca de la luna.

6. Lucero Aprueba Fuerza; el que vive en la línea de los rieles.

7. Lucero Vence Guerra; el que vive dentro de los problemas.

8. Lucero Vira Mundo; el que vive en las puertas del cementerio.

9Lucero Monte Oscuro; el que vive en los trillos.

10. Lucero Busca Buya; el que vive en la estación de la policía.

11. Lucero Mundo Nuevo; el que vive en las cárceles.

12. Lucero Rompe Monte; el que vive en el techo de las casas con otras entidades y el
único lucero que hay que darle de comer arriba de una teja consagrada.

13. Lucero Sabicunangusa; es el que vive en la orilla de rió y es el único lucero que
puede comer gallina negra al pie del rió.

14. Lucero Talatarde; dueño de las enfermedades vive en los hospitales.

15. Lucero Catilemba; trabaja con Kobayende.

16. Lucero Casco Duro; el que vive y come en las lagunas.


17. Lucero Tronco Malva; el que vive en las cuatro esquinas.

18. Lucero Patasueño; el que vive en las encrucijadas.

19. Lucero Jagüey Grande; el que vive en las montañas.

20. Lucero Kabanquiriyo; el que vive en las tinieblas.

21. Lucero Siete Puerta; el que vive en la oscuridad


Escrito por palomayombe el 29/08/2008 18:40 | Comentarios (8)

LOS CHAMALONGOS O CHAMALONES

El Chamalongo
Nsala malekum mpanguis… El chamalongo es uno de los métodos u oráculos con los que
el palero consulta a sus fundamentos… Aquí tienen las cinco caídas básicas de este
oráculo

SA NTEMBO
Si, bien, tranquilidad, felicidad, pero se pregunta por segunda vez para mayor seguridad.
Es si con bendiciones. SON LOS 4 VIENDO HACIA ARRIBA

SA NTOTO
Si, pero como es dubitativo se vuelve a preguntar, es inseguridad en lo que esta
haciendo, si vuelve a caer en la confirmación dice que si. SON TRES HACIA ARRIBA
Y UNO HACIA ABAJO
SA MANSA
Si con mucha firmeza y no se vuelve a preguntar más. Dice que lo que se sabe no se
pregunta. SON 2 PARA ARRIBA Y DOS PARA ABAJO

SA TIA
No, simplemente no. SON TRES BOCA ABAJO Y UNO
BOCA ARRIBA

SA MBASI
Si es respuesta a la pregunta que se hizo, nos dice que no, Si sale al comenzar la
consulta anuncia desgracia o que esta siendo trabajado con muerto, debe preguntarse
quien si usted o el consultado, pero antes se debe tirar un vaso de agua a la calle. Si sale
muy varias veces en la misma consulta se debe refrescar los chamalongos con Agua de
coco, agua florida o con agua y manteca de cacao. SON TODOS HACIA ABAJO
Este es el mismo sistema de adivinación que utilizan los
santeros y babalawos al dar coco (obbi) a algún orisha o
muerto. Solo que los nombres de las caídas cambian:
SA NTEMBO…… ALAFIA ………………... 4 CHAMALONGOS BOCA ARRIBA
SA NTOTO………… ITAGUA U OTAWA …….. 3 CHAMALONGOS BOCA ARRIBA
SA MANSA……… ELLEIFE O MELLIFE …. 2 CHAMALONGOS BOCA ARRIBA
SA TIA….… OCANA U OCANASORDE …... 1 CHAMALONGO BOCA ARRIBA
SA MBASI…. OLLECUM U OLLECANA …. 4 CHAMALONGOS BOCA ABAJO

En la primera letra hablan tiembla tierra, patinllaga


(kobayende), kikiroko, y se dice que nsambi da sus
bendiciones.

En la segunda; siete rayos, lucero mundo, chola nquenque,


y madre de agua (kalunga).

En la tercera; zarabanda, cabo ronda, tiembla tierra y los


ntala nsamba

En la cuarta letra hablan lucero madrugada, centella y los


nfumbis

Y en la última letra hablan centella ndoki, los nfumbis,


ngonda (la luna), y malala (la muerte).
Escrito por palomayombe el 17/08/2008 04:11 | Comentarios (14)

HISTORIA DE MAMBE, EL PRIMER NKISE


HISTORIA DE MAMBE, EL PRIMER NKISE
En la tierra de Brullumba nació Mambe hijo de Murabanda, de tierra Enkita. En
Brullumba vivía la tribu lumboma.

Murabanda cazador y leñador, recorrían con su hijo el monte, enseñándole


todos los secretos de su faena, ya que se encontraba viejo y alguien debería
ocupar su lugar de brujo en la tribu. Pensando en Mambe lo preparaba para el
futuro, enseñándole la naturaleza y sus secretos, cosa que aprendió de su
difunto abuelo Mambele, en memoria a este bautizó a su hijo con el nombre de
Mambe. Otro hijo tenía, del cual no se sabía su rumbo ni paradero, se decía
que este hijo llamado Barabanda vivía errante en el monte, debido a que le
gustaba la soledad.

Barabanda era guerrero fuerte y en combate dentro de su tribu dio muerte a


Mayiquiri, también guerrero y esposo de Mariwanza, que a escondidas tenía
amoríos con Barabanda cuando murió Mayiquiri.

Una junta de ancianos y guerreros formó un tribunal, para juzgar a Barabanda.


El conociendo el peligro huyo a la selva sin dejar rastros, repitiendo estos
homicidios cada vez que alguien lo encontraba en la selva, mataba para que
nadie delatara su paradero. Cada vez que su tribu combatía con caníbales, él
peleaba a su lado vistiendo piel de leopardo, cosa que lo hacía irreconocible
para la gente de su tribu.

Peleaba duro y no podían contra él ya que poseía la empaka del difundo


Mambele su abuelo por medio de la misma podía orientarse y conocer lo que
ocurría además de protegerse. La alimentaba con sangre de leopardo, animal
que cazaba con frecuencia.

Murabanda, su padre, utilizaba diferentes claves en toques de tambor para


localizar a cada uno de sus hijos, pero desgraciadamente había olvidado la
clave de Barabanda, lo que hacía imposible su comunicación. Esta clave de los
sonidos la tenía Lowanda, Marocuto y Gangalawga que se hallaban en misión,
para el sacrificio y ofrenda de Ngo (tigre) de un prisionero blanco.

El difunto Mambele, cuando joven encontró bajo una tormenta de rayos a


pequeño Ngo que yacía tiritando de frío al lado del cuerpo exánime de su
madre muerta por la descarga de un rayo.

Mambele recogió a Ngo y lo crió en su cueva donde creció a su lado. Ngo era
su predilección a la cual adoraba, atribuyéndole la protección de la tribu ante
los fenómenos de la naturaleza.

En la cueva de Mambele, Ngo se relaciono con Murabanda al cual nunca


atacó. Siempre recibía de ello un buen trato y en las ofrendas anuales en
tiempo de cuaresma, se le ofrendaban seres humanos. Nadie podía ver esta
ceremonia porque era de sumo secreto.
El rugido de Ngo se escuchaba en la tribu con gran potencia y claridad,
causando un enorme pavor entre sus integrantes, pero a partir de un día se
empezó a percibir con menos fuerza y rigor.

Mambele que estaba muy enfermo y que sabía que moriría irremisiblemente de
un momento a otro, urgió a su hijo Murabanda que reuniera a los más sabios
de la comunidad para acudir ante Ngo pues presentía que algo terrible le
estaba sucediendo.

Murabanda llamo a Mbako, Sakilanbe, Enkarime, Wariani, Entumbirona y a


Mambe, el cual ya era un hombre fuerte, así participaría de la investigación. Se
entendía que si algo le pasaba a Ngo, la tribu podía tener problemas.

Se dirigieron a la cueva y encontraron a Ngo en estado moribundo. Allí rezaron


:

NGO NDUANA NPUNGO


NTARE LUMBOMA
MUNI KIAMBOTO MUTAMBRE
MUNA MUNALONGO

NGO BACUNANCHECHE

KIMBANZA KIMPUNGUELE
KIMBANZA KIMPUNGUELE

FUIRI NPAMBIA MIOKA


KATUKANDO NFINDA KARIRE
NKELE LUTETE NKULIO
TAMAKUENDA AKUTARA
LUMBOMA NGO BRILLUMBA

y prosiguieron cantando:

MUNFINDA NGO
MAYIMBE ....

Mayimbe conociendo su estado en antesala de la muerte, daba vueltas en el


aire haciendo su ceremonia fúnebre, para después comer la carne putrefacta
de Ngo.

BONA KELE BONGA SAURA


MAYIMBE NKATIQQUE URIA
MASIMENE GANGA SUALO NSULO
TEVERINA NSULO YALULA
SIMANGOLLA
NGO MI LEMBA GUALLALA
MAYIMBE TONDELE
SUAMBEKO
NGO NDIAME SANGARA
KINDIAME LONGO
YATANSO MPUNGO NGO BRILLUMBA ....

Prepararon KUNALONGO, brebaje para dárselo al tigre que desde cachorro


adoraban y continuaron cantando sus tratados para salvar a Ngo:

WA KUNANGONGO NTANGO MUINI


NPUNGO MALONGO MUYAMBE
KIMBANZA YAMTUBA
YARI YARI NGO MANFINDA
KUNALONGO NKANSA NFUNA
KARIRE YAMBONGO NKATIKE
MPUNGO WANSO ANABATU
NFINDA MAMBA
WA KUNANGONDO NSULO
TENDUNDO KIMPIM NGUELE
MUMBA BRILLUMBA.

Y cantaron :

BRILLUMBA NGO MOILE


MOILE.

Pero todo fue en vano y aquel adorado animal murió al igual que Mambele.

Entonces Murabanda decidió no dejar rastro ni carroña de los restos de Ngo, el


cual decapitaron, la cabeza, el corazón, las patas y la piel la guardaron de
reliquias.

Las vísceras fueron introducidas en una caña brava, el hígado y la hiel fueron
dadas a mayimbe, así Mayimbe estuvo complacida ya que tendría su
YAMULENKE, que era el derecho de Mayimbe por haber participado del velorio
de Ngo.

Depositaron los restos de Ngo en un güiro o calabaza y lo taparon con una


piedra. Ngo había muerto pero debería seguir siendo adorado para la
prosperidad lo que demostraría la fidelidad de ellos a la naturaleza y a su gran
hijo. Para lograr esto debería hacerle una ofrenda muy valiosa de uno de los
presentes que perpetua: la vigencia de Ngo.

El más joven y fuerte era Mambe, que comprendió y voluntariamente se


ofreció, aún así se realizo el sorteo, fueron al río y trajeron siete piedras, el
portador del que tuviera la piedra que más se pareciera a la lengua de Ngo
sería la víctima.

La que llevo Mambe fue la que se eligió por ser la más parecida, Murabanda su
padre le vendo los ojos y fue Ntubiona el verdugo al que designaron para
ejecutar el sacrificio, Nbako se opuso por ser amigo inseparable de Mambe, él
no quería que muriera su amigo, su ruego no fue escuchado, Malongo quería a
Mambe y Mambe.

Por lo que había que hacer Nkisi.

Enkarime y Guariere cuidarían el camino para que nadie interrumpiera la


ceremonia, ya que en la tribu desconocían lo que se iba a efectuar.
Skilande hizo los trazos, para situar a Mambe y rezara Malongo que harían
Nkisi así se realizan tres trazos de sacrificios, vida y muerte de Mambe.

Skilande el cual era el mensajero, trajo el palo de ébano que endureció al


fuego. Los derechos serian ENTUBIRONA que consiste en una cabeza de
caimán, cera, agua de manantial, miel, pájaro RUMANDIO (canto divino),
cocos, 21 corojo, el matari Nsasi, 7 piedras de río, el palo encendido que haría
las veces de velas (RUÑAN KUNIA), una ñoca de mayimbe, un huevo de
mayimbe, los tres tambores (símbolo de alegría y voluntad), las armas del
guerrero, las conchas de caracol marino (dinero), agua de mar como símbolo
de grandeza y misterio, agua de pozo como símbolo de profundidad y seno de
la tierra, ñames, maíz, plátanos, estos fueron los 21 derechos que presentó
Mbako, luego lo rezo por el amigo inseparable de la infancia.

Rezo de la Ejecución.

SIMBIRIKO KIMBANZA
KIMBANZA SIMBIRIKO
NUMALO ENSE MI BRILLUMBA
MONIKIAMBOTO MUMBA.

KUTENQUERE MUNALONGO
KONYOSE BRILLUMBA MAMBE
ENTIMA KUNAKONGO
ATERERE NODOKE SABRABANU
EMDEMBO ENTULO SENSENUO
SIKI LLANGAMA WANSASIMBIRI
WANSA SIMBANDANDO MANGA

KULANGA-KAGUETO MAMBE
MAMBE NKANO MONIKIAMBOTO
SESE NKISI MALONGO
SESE SONGOROKO MSIMENE
ENDIAME SANGARA KINDIAME
SINBIRILOÑO MUTAMBRE
FUIRE ENGOMBO URIA
MUYAMBE TEVERINA NSARA
KIMPESO SUAMEBO MUNIO
ZUFIAN KANU
MALONGO ALULA NGO
BRIYUMBA YALULA MAMBE.
Después de Nbako pronunció esto, Murubanda procede a hacer una limpieza
en el cuerpo de Mambe para que fuera purificado al reino de Munalongo.

Sakilande busco Jurubbona, yerba que significa vida eterna y con ella
Murabanda dijo :

KUSUMA BITITI ENGOMBO


KIMBANZA KOSUMA
ENDEMBO NUMAYANTIMA
KIANKO-NSILA-ÑOKA TENDUNDO
KIMPUNGUELE-ENTUBIRONA
SAKILANDE-MBAKO-AGUARIENE
ENKARIME-MURABANDA
NDIMBO MAMBE MUANA
BAKUNANCHECHE BROKOMONE
MBONGO KUENDA NGO KUENDA
MALONGO.
ENTARE BANGO-LUMBOMA
BRIYUMBA NKISI MPAGUE
TAKONE-NARIGUALLARO NFUMA
BOTOTO BANGO.

Diciendo esto arranco un mechón de pelo de la cabeza de su hijo para


guardarlo de recuerdo y le presento todos los derechos y dijo :

MAMBE YAMULEMBE-MAMBE
GANDO NDUANA SESE SESE
MAYIMBE ENKANVILLAMA
VILLAMA
MAGAMBA MAMBE WANZA
MATARI MATARI NSASI
NKUMA MAYAMBE
MAMBA KALUNGA
ENTUMA SALAMANTUMA
MAYIQUIRI ENSILANBAMZA
NDINGA NSUSO LEMBA
RUMIA NSILA ÑOKA
GUARIENE MINGONGO
CHECHE SAMBRIKO
MASANGO MASANGORIA
MAKONDO MAMNE
MURANDE NDIMBO NDINGA
YAMULEMBE NSIME ERO MAMFINDA
ENGOMA GUAGUARA BAFIOTE
SIMBIRIKOLLO.

Se aparto de Murabanda y Entubiroma hizo su entrada portando unos bejucos


para ligar a Mambe y así mitigar su dolor, este comenzó el ligamento diciendo:

KATUKANDO-EMPABIA
KUKAMBA TONDELE ATERERE
MURABANDA ATERE
MUNALONGO SENSEKU
KUANI NIOCO ENTUBIRONA
YARI KIBONDA NGO
MAMBELE KUBONDA
MABE SESE NUMA
NKISI MALONGO EMPUNGO
ENFUA FUIRI NFUMBE
MASIMONE PAGUIAME
MAMBE KUTARA BANGO
YALULA MONIKIAMBOTO YANTANSO
YIMBULA BANGO BRIYUMBA
GUANGUARA.

Comenzó la ligadura y terminada. Entubirona pidió a Nbako para la ejecución


que sería estrangulado por los bejucos y decapitado por la Nkunia (Mambele) y
cantaron:

NKISI MAMBE ERO


MABELE NTUBIRONA
ERO-MAMBELE KUBONDA
MENGA KIANGANA KISIA
ENYILA ENKANGRE NFUA
MUANA CHECHE KUAME
ZUFIAKANU YAFIAKANO
SIRIKI MAMBELE NKUNIA
YAMULEMBE MISI MUYAMBE
MUNALONGO YAMULEMBE
NGO GUARANDOYA ENDEMBO
KRIYUMBA ORUMBO NKERE
VENO VENO NERO MENGABE
DUN DUN NKUNIA MAMBE
WANSA KALUNGA BALUANDE
TENDA NSULO-NGORO
KUNASANDI SINATO KISINDIAKO
ENDEMBO.

Lentamente la sangre fue fluyendo, las primeras 7 gotas de sangre cayeron en


la tierra, para que la madre naturaleza tuviera derecho primero que nadie y
cantaron:

ENKANDIA SIKIRI MAMBELE


FIOTO MENGA-MUMBA NSARA
(CANTO)
HO YAYA MAMBELE MALEMBO
HO YAYA NFUMBE NSAURE
NGO NTIE KRiYUMBA MAMBE
KUMA.
Estos cantos NAINGAS le expresaban a la madre naturaleza lo que se estaba
realizando y a su vez le estaban comunicando que no eran ellos culpables de lo
que se estaba realizando, sino que los bejucos fueron los que estrangularon y
la Nkunia lo decapito. Después de la ceremonia de ejecución, Entubirona con la
ayuda de Guariere decapito el cuerpo sin vida de Mambe.

Separaron la cabeza del resto del cuerpo. Sacaron el corazón, los genitales, los
pies, las manos, las tibias y las chocozuelas. El hígado y parte de las tripas se
le entrego a Sakilande, para que lo pusiera en un lugar donde Mayimbe
comiera, así le pagaban el derecho por participar en esta ceremonia. Como
desde que Ngo presento síntomas de muerte, Mayimbe siempre rondo el lugar,
era necesario esconder el cuerpo del tigre muerto y darle de comer a Mayimbe
fuera de allí para que se alejara y no descubriera el lugar con su presencia.

La cabeza o Kriyumba la tomaron todos en las manos envueltas previamente


en miel y tierra, así no serian manchadas de sangre. Solo las manos de
Ntumbirona y Guariani Nitubirona Rezo:

NTUBIRONA KRIYUMBA
YA NSAURE ERO KONYOSE
GUARIRIONGA, NSULO
MAYIMBE KARIRE, ZUTETE
CHIQUIRIMATO, KARAIRE KUTENGUERE
ENTIE AHULLERE
MAMBE KISENGUERE LIFAN KULE
KIGUAGUA, ENSISAURIA
MAYIMBE, GANDO ENTIMA
MENGA YAMULEMBE.

Depositaron la cabeza junto a la de Ngo, que yacía en el güiro que fue envuelto
en cera, junto al huevo de mayimbe que también fue sacrificado para que
pagara un derecho por su presencia inoportuna y el huevo como símbolo de la
vida y nacimiento.

Sus vísceras van dentro de la caña brava junto con las de Ngo, y la otra parte
en la Nkunia que ahora será un atributo sagrado pues sirvió como tal.

En la decapitación de Mambe y la muerte de Ngo, las lenguas fueron


adjudicadas al tambor la de Ngo, para que Brame y Ruja y la de Mambe a las
conchas marinas las cuales servirían para conversar (CHAMALONGOS),
cuando fueran consagrados con la lengua y la cabeza del GLEN GLEN (pájaro
hablador)

Los pies de Mambe fueron enterrados por Sakilande al pie de la piedra donde
descansa en güiro con la Kriyumba de Ngo junto a la de Mambe. Entubirona
corto las puntas de los dedos de los pies y se los entrego a Sakilande para que
los llevara a enterrar a distintos caminos en relación con los cuatro vientos y
cantaron:

DUN DUN KANGRA NSILA.....


Así se amarro por vez primera, para que nadie llegara al lugar donde se había
sacrificado Mambe y a su vez el espíritu caminaría en cualquiera de los cuatro
vientos, las tibias o KISENGUERE se cargaron y puesto en cruz para que el
Nfumbe del hombre tigre caminara solo cuando le fuera autorizado, puesto que
con ellas en cruz tendría los pies enredados y no podría caminar.

REZO PARA EL AMARRE DE LOS CUATRO VIENTOS


ENTUKIAKO NTULA NUMALO KUENDA
YAMPEMO NSILA ENDULAKO NDUMBA
MUANA TONDELE VICA VIOCO ENSE
SAUKENDE.

SARABANU BITITI MUNALONGO


MUANA NTANDA SIQUIRI NKISI
MUMBA FINDA VENO NFUMBE
KUNANSO NSAURE NTARE
SIMANGOLLA AGUARUERE MI
LEMBO MURAMBE WA KUNANKONGO
KANGRA NDUMBA KANGRA MUANA
MAMBELE NFIOTO ENTUBIRONA
KI BONDA GUARI NBOVA DINGA MALENSO
NKISI MAMBE NGO BRIYUMBA.

LUMBOMA MUMBA TEVERINA


TEVERINA NKISI TEVERINA YAYA.

.............. y cantaron:

TEVERINA NKISI TEVERINA YAYA.

Con un pedazo del corazón del difunto los demás derechos se prepararon un
ANKUTA, se le dieron de comer al caimán y a la ñoka. Como el caimán no
habla y la ñoka no duerme, guardarían el secreto elementalmente del
fundamento, que ya estaba formado y que se llamo: NIKISI MAMBE NGO
BRILLUMBA TEVERINO.

El caimán también cuidaría y guardaría el secreto ya que cuando Sakilande fue


al río que estaba manchado de sangre, así comería el secreto y no lo divulgaría
pues no tiene lengua. También fue ofrendado como acompañante del sacrificio,
porque es NGANDO NDUANA NGANDO BATALLA y prehistórico, el primer
Ngandode ofrenda que por antigüedad reservada y fuerza, además de ser
dueños del río y primer Ngando, porque cercano se fue a buscar los derechos
para el sacrificio.

Había que pagarle a la tierra y a la naturaleza, preparando un escolta para que


el más tarde seria sacrificado, eran veintiuno los derechos entregados y Nbako
estaba cansado de caminar y al primero que vio y capturo fue al caimán, no
continúo buscando los otros derechos y regreso, cuando llego Guariere que
custodiaba el camino de los derechos a lo que Nbako contesto:

YASINA NGANDO NDUANA.


(no hay más Ngando que batalla)

Cuando ya todo estaba prácticamente concluido, se unieron las seis restantes y


con la sangre juraron no contar a nadie sobre la suerte que Mambe había
corrido y lo que había realizado, así se hizo el primer SIMBIRlCULLO con
juramento de sangre de la tribu, habían salido siete y ahora regresaban
solamente cinco. Mambe murió y Guariere y Nbarime se quedaron cuidando el
lugar, hasta que Murabanda regresara de la tribu y dijera lo que se realizaría
cuando llegaran a la tribu.

Mariwanza quiso saber que había sido de Mambe y Guariere y Enkaríme, nada
le dijeron.. pero ella presentía algo, Nsasi un guerrero que vestía piel de león
también se interesó .... nada supieron, el tiempo transcurría y nada se sabía de
Barabanda, hijo de Murabanda y hermano de Mambe el primer Nkisi.

COMO SE PREPARA UNA ZARABANDA


Aunque muchos paleros viejos (sobre todos matanceros) no admiten que
zarabanda sea una piedra genuina de Palo Monte (pues la considera como una
mezcla) diremos que zarabanda es asiento de la Habana donde con este
nombre se conoce una prenda muy eficaz en la que actúa principalmente
zarabanda (un mpungo equivalente al Orisha Oggun y Gú de dajoma), otra
divinidad del monte y señor de los hierros, como sabemos, cristianizado como
San Pedro (portador del cielo), y por lo que zarabanda también define como
Legua, la puerta de su protegido.

A estos efectos ofrecemos las opiniones de muy respetables paleros que dicen
lo siguiente: para ligarlo con sangre, se mezcla o se mete en una piedra a San
Lázaro o a Obatalá, o a Oshún y Yemayá que son brujeras en gran medida, o a
San Pedro o a cualquier Santo. Los congos en el legítimo Palo Monte entierran
las piedras en el cementerio para darle camino al muerto, para que venga a la
piedra el espíritu del muerto y no el de un Santo. Se liga el muerto con un palo,
pero no se liga Nganga con Santo.

Para otros zarabanda es un influencia, una prenda muy antigua muy respetada
y tan conga como el mismo rey Melchor, o como San Antonio, que se llama
Bambán di Ongola, abanga tongue Yaya, y maddiema, Mpunga jicorete, San
Francisco, Nuestro Señor Jesucristo, que lo conocieron bien el Congo.

Zarabanda cabalmente es Oggun por camino congo, y como el Lucumí, es


hierro y cabeza de perro negro.
En definitiva, para hacer una zarabanda, lo importante es tener un muerto (o en
su defecto tener su espíritu), al que se llamará hasta atraerle y se arreglará el
brujo con él.

Se irá al pie de una Ceiba a jagüey a las doce de la noche y se llevará un


caldero donde se colocaran lo siguientes ingredientes: los huesos, la cabeza de
un perro negro, la tierra, una herradura, una cadena, una bola de hierro, dos
velas, una botella de aguardiente, vino seco para rociarlo, tabaco y pólvora. Se
llamará a Dios y a Mayimbe (el espíritu del aura tiñosa, mensajero de la
muerte) Dio, mayimbe, mayimbe, mayimbe, se prepara un huevo con polvo de
júcaro y otros ingredientes fuertes. Se lleva el huevo al monte; y de seguro que
lo primero que encontraremos al entrar en la manigua, es un Oggun Matari (la
piedra de zarabanda que es negra con vetas grasosas). En ese matari, el
espíritu de Oggun (San Pedro, que en palo se dice zarabanda) se va del monte
con uno. Uno se lleva a Oggun en la piedra, pues con el huevo se le conquista
y ya él estaba allí esperado, llamado por el huevo.

Se prepara entonces un brasero y se forrará la matari con hilo negro, se mete


dentro de la candela para probarla, para saber si el espíritu está en ella y
después de llamar a: Dio, Dio y Nfumbi, Nfumbi, Nfumbi, se dirá tres veces: ya
cortamos luwuanda, tu cuanda menús, mambo que yo bebba kindin Isasi (mal
raro parta lo ngangulero candela que indica yo bebba congo cunambansa). Si
de verdad usted es vrillumba que manda sambiampunga nsasiré, candela que
yo quema, a usted no le puede quemar, esta misma nganga que ngando-
guerra, ya van nfuirí, pero mboba luweña va Isasi, nguiwirixo matimbe no leca
hasta que uría nkumbo y uría nsúsu.

Ya matari está en el brasero; entonces se coloca en el caldero lo que tiene un


Oggun, un verdadero zarabanda, zarabanda lleva palos, jiqui, quiebrahacha,
palo hueso, malambo, yayas; lleva alrededor del caldero una cadena de hierro,
una bola, una herradura, un cuchillo, un imán, un real de azogue. Por fin lo
último que se le pone encima es la piedra ( a matari) que la hemos sacado de
la candela sin que se hayan quemado los hilos y que corona toda la obra,
porque si el hilo no ardió ni se chamuscó es que el espíritu verdaderamente
está en la piedra y es la prueba que nos da.

En cuanto se saca del brasero y antes de meterla en el caldero, se le tiene un


rato en un plato blanco, para que beba aguardiente y vino seco, luego ya
colocada en el caldero, se le mata una jutía y un gallo y si puede también un
chivo. Comió zarabanda se tapa con un trapo negro y blanco y se deja
enterrada bajo una Ceiba.

Allí bajo la Ceiba se tiene 21 días y al cabo de ese plazo se le pagan los
derechos, tanto a la ida como a la vuelta al monte y al cementerio, pues si no
se paga no se podrá hacer nada.

Cuando se regresa a la Ceiba para sacarlo, se llama a sambia, con su fabor


(favor) se sacará el caldero y al recibirlo se dirá: "Yo mismo cheche, que
kuenda ntoto, tu kuenda la finda, tu kuenda kunambansa, nedki que yo bebba
tu mismo son mi pare, tu mismo son mi mare, tu mismo talankan moco
kunansén biyumba". Y se coge el caldero y se presenta a quien va a ser dueño,
y puede ser que ahí mismo lo tumbe y lo revuele que zarabanda.

Debemos exponer que también existe la opinión que no es matari (la piedra)
quien debe rematar la estructura mágica de la cazuela, sino que primeramente
se tendrá buen cuidado de untarle al caldero de hierro que ha de recibir a
zarabanda, una buena cantidad de manteca de corojo, que es muy grata a
Oggun y a todas las divinidades africanas del templo de Oggun. Después se
trazará en el fondo del caldero la firma o sea el emblema de zarabanda, que es
una cruz formada por dos flechas que dividen el espacio en cuatro y en medio
de cada espacio una cruz pequeña.

La redonda es la tierra y la cruz son los vientos. Todas ngangas se asientan en


medio de la cruz, que es la base de la firmeza.

El vrillumbero, como de costumbre rociará los trazos con aguardiente, y en la


línea central coloreará, siete, catorce o veintiún montoncitos de pólvora que
hará explotar.

Tras esto comienza a confeccionar su prenda, colocando primero que nada el


fundamento (en este caso es al matari en que se asienta Oggun, San Pedro),
que es la piedra donde ya está Oggun. Las tierras se depositarán alrededor de
la piedra y sobre esta se asentarán la kiyumba que actúa con zarabanda, que
no siempre es un cráneo humano, pues el espíritu del muerto viene aunque no
se tenga el cráneo; y alrededor del cráneo o los huesos se ponen los palos (en
trocitos pequeños), y sobre los palos los hierros de Oggun; una llave, una
herradura, un imán, una bola de hierro, un martillo, una cadena en torno al
caldero, y arriba, como remate, un cuchillo o machete de Oggun, tras esto un
caldero se engalana con plumas de mayimbe (aura tiñosa), de murciélago, de
gallo, de loro, de carpintero, de arriero o tocolero (esto a elección del
mayombero), pero se recomienda la de carpintero, y mucho mejor que el
zarabanda tenga una hermosa y variada colección de plumas.

Por último, cuando el dueño de una Nganga muere, y ha expresado su


voluntad de que ésta la acompañe en el viaje a la eternidad o cuando por algún
motivo se ve imposibilitado de tenerla consigo o le conviene deshacerse de ella
definitivamente, se le da camino a la Nganga, o sea, se despide pagando un
último derecho, y se lo entierra. En el primero y segundo caso, esto será a la
sombra de un jagüey, de una Ceiba o de un laurel.

Quien necesita apartarla de sí solo por un tiempo contando en llevársela en


cuanto le convenga, conservará su fundamento bajo una palma, una yaya o
una Ceiba. A veces las Ngangas pasan largas jornadas (años) enterradas, todo
se pudre, naturalmente, pero lo importante, el espíritu queda allí afincado en la
piedra (matari) que hemos visto colocar en la cazuela, porque es indestructible,
no se desintegra como los palos y los huesos, y al muerto no lo abandona, a
ellas también como instrumento de acción espiritual que se ejercita para el bien
o el mal se lleva la energía de un mpúngu, de una divinidad; a mpúngu wanga
o kosimbi masa a choyo wuéngue, a dibbode, a topda, etc. Matari continuará
siendo el asiento de la fuerza del fumbi, del muerto esclavizado que duerme
durante ese tiempo hasta que el brujo lo recupere y reanime y aquel vuelva a
servirlo como antes, con los palos y demás componentes que se renueven
cada cierto tiempo.

Para aniquilar definitivamente una Nganga se le entierra en un bibijaguero, por


última vez se le hace el sacrificio de un gallo, se le riega aguardiente y se
ofrece tabaco, las que se despiden se van para siempre, muchas a la muerte
de su dueño. espontáneamente quieren volver a su palo, pero como son llaves
del mundo y no pueden morir, pasan generalmente a manos de un hijo del
padrino.

Escrito por palomayombe el 13/08/2008 03:56 | Comentarios (4)

LOS CAMINOS DE ZARABANDA

LOS CAMINOS DE ZARABANDA


1. Zarabanda Premañongo: el portero del monte.
2. Zarabanda Siete Empaca; dueño de los astros.
3. Zarabanda Vence Batalla; dueño de las guerras.
4. Zarabanda Abraca Mundo; come en el monte firme.
5. Zarabanda Ceja Monte; vive en la esquina de la
séptima puerta del monte.
6. Zarabanda Corta Lima; buena criyumba buen
candongo vive en los ingenios.
7. Zarabanda Sun Sun Vira Vira; come al pie de la
palma.
8. Zarabanda vititi congo; dueño de la empaca menso.
9. Zarabanda Ndoki Yaya; dueño de las fortalezas.
10. Zarabanda Verdugo Enfinda; come perro negro.
11. Zarabanda Saca Empeño; come en los lugares
pantanosos.
12. Zarabanda Ego la Finda; come en una de las cuatro
esquinas del cementerio.
13. Zarabanda Siete Loma; vive en los árboles de espina.
14. Zarabanda Siete Puerta; come en la Ceiba gato.
15. Zarabanda Guinda Vela; come en las casas
destruidas.
16. Zarabanda Siete Legua; come en las orillas de las
lagunas.
17. Zarabanda Patasueño; come en la oscuridad.
18. Zarabanda Busca Mundo: protector de los enfermos
de la sangre.
19. Zarabanda Insunso Carire; come cuando no hay
mujeres presentes.
20. Zarabanda da Lebankita; come venado, gato balsino
y cochino a las doce de la noche.
21. Zarabanda Gierve Gierve; come toro, lechuza y es el
único que come jicotea.

Escrito por palomayombe el 13/08/2008 03:44 | Comentarios (2)


RELIGIONES AFRICANAS

TRATADOS, OFRENDAS, EBBOCES, TRABAJOS MAJICOS, ETC.

Archivo
 Agosto 2008 (4)
 Junio 2008 (1)
 Abril 2008 (2)
 Febrero 2008 (2)
 Enero 2008 (2)

Suscríbete

RSS | Atom

Contacto

Contactar

Albergado en:blogspot.es

Eleguá aqui boru aqui boi a boi bochiche oluami omatielli olua atacasorde alacomaco
mani bata adoridale jolo yaguna eleku unsuku ubeleku sukun a la róyo usu eye.
(Salutación lucumí al oricha Elegua) Un mulato de aspecto feroz, con el cuerpo
decorado con llamativos tatuajes, firmas de los orichas, colocó ante mi el cuenco con la
sangre del carnero que acababan de sacrificar.

Poco antes había arrancado la cabeza de un gallo con los dientes y todavía tenía los
labios enrojecidos por la sangre que le caía por la comisura de los labios hasta el pecho.
A mis pies se encontraba la cabeza y las cuatro patas que acababan de arrancar del
cordero sacrificado. Todos los ojos estaban clavados en mi. Rosa, la palera que nos
había invitado a asistir al ritual me taladraba con su poderosa mirada. Vieja amiga, sólo
me había puesto una condición para permitirnos asistir y fotografiar la celebración:
"Tienen que participar con nosotros en todos los actos".

Y como uno sólo tiene una palabra, tomé el cuenco con las manos cruzadas como es
rigor en Palo Monte, después inspiré, cerré los ojos y bebí la sangre. Y cuan Santo
Sacramento de la comunión, la sangre del cordero nos "bautizó" permitiéndonos
acercarnos un poco más a los secretos de la poderosa Regla de Palo Monte.

Los imprevisibles acontecimientos que se suceden en toda investigación son los que
llevan a uno a estas situaciones.
Días atrás, y a más de 350 kilómetros de distancia, en Guanabacoa (la mata de la
brujería cubana) habíamos tenido el privilegio de poder asistir a un ritual de tambor que
iba a celebrarse ese día. A pesar de la entrañable amistad que nos une con el santero
Esteban Valdés, nuestro padrino en la Regla de Ocha, no nos fue permitido fotografiar
el secreto ritual.

No es bueno que los secretos sean divulgados indiscriminadamente, y los tambores, tan
sagrados en santería como lo son en el vudú, el ñañiguismo u otros cultos africanos, no
debían ser fotografiados. Como tampoco debían serlo los nuevos creyentes que se
iniciaban esa tarde. Habría otros rituales, y otras celebraciones que podríamos
fotografiar y filmar, como ya lo habíamos hecho en anteriores viajes a Cuba. Pero la
diferencia entre un santero o un palero auténticos, como Esteban Valdés, y un falsario,
es que el primero respeta los secretos de su religión, y el segundo no duda en vender
esos secretos a cualquier turista curioso por un puñado de dólares.
Durante más de seis horas, hasta bien entrada la noche, los tambores bramaron sin cesar,
mientras casi un centenar de espíritus libres, descendientes de esclavos africanos,
cantaban y bailaban en honor de los orichas (dioses del panteón yoruba). Y solemnes
letanías en dialecto lucumí, la lengua de los antiguos negros arrancados del continente
negro en nombre de un dios blanco y "civilizado", homenajeaban a Eleguá, Changó,
Yemayá, Ochún, Babalé Aye, etc.

Uno a uno los neófitos desfilaron ante el altar de Esteban Valdés, y después ante los
tambores sagrados, a los que saludaban reverentemente echándose al suelo
completamente, cuan sacerdote que recibe su ordenación.

Los espléndidos trajes rituales de Oya, Changó y Obatalá desfilaron ante nuestros ojos
vestidos por los nuevos iniciados, cuyas edades oscilaban entre un niño de 11 años y
una mujer de unos sesenta. En la santería afro-cubana no hay edad mínima ni máxima
para abrazar la religión.

De pronto, entre la muchedumbre, alguien grita y comienza a moverse


espasmódicamente. Ha sido cabalgado. Los orichas se comienzan a dejar sentir su
presencia. Los animales que les habían sido sacrificados anteriormente, y cuyo
sacrificio no nos fue permitido presenciar en esta ocasión, habían sido de su agrado.

Una de las iniciadas, tocada con las ropas del temible Changó, Señor del Fuego y de la
Guerra, había sido iniciada anteriormente en la Regla de Palo Monte o Palo Mayombe,
una religión afro-cubana más dura y rígida, a ojos europeos, que la santería. Aquella
mujer, perteneciente a la clase social más acomodada de La Habana, y cuya identidad
obviaremos por propia petición, no tubo inconveniente en mostrarnos su "rayado". El
"rayado" es el rito de iniciación por excelencia en la Regla de Palo Monte, durante el
cual el neófito es herido con un cuchillo en varias partes de su cuerpo. Las profundas
cicatrices en el pecho, brazos y piernas de aquella aparentemente frágil burguesa
cubana, resultaban temibles.

Afortunadamente para ella, tras tan dura prueba, que había superado sin un lamento de
dolor, como ha de ser entre paleros, había conseguido permiso para hacerse la cirugía
estética y disimular así parcialmente las heridas del "rayado". No podía suponer yo en
ese instante que pocos días más tarde podría asistir personalmente a algunos de los
legendarios ritos secretos del Palo Mayombe, como el "baile de cuchillos", la suelta de
palomas o la "alimentación" de una Nganga.

Pero eso sería una semana más tarde. Ahora estábamos sumergidos en un ritual santero
de tambor en Guanabacoa. Y de pronto me descubrí a mi mismo, absolutamente
inmerso en el rito. Rodeado de docenas de negros, trigueños y mulatos, literalmente
sumergido en la masa, me sorprendí siguiendo el lenguaje de los tambores. Mas de cien
personas, apiñadas en un cuarto de no más de 20 metros cuadrados, nos movíamos al
unísono conducidos mágicamente por la música. Y lo que más me fascinó es que,
cuando quise darme cuenta, estaba flanqueado por montones de niños. "Pioneros" de 7 o
9 años que vibraban con los tambores entre risas, como si solo estuviesen jugando. Para
ellos la santería no tenía nada de morboso o terrible, una imagen a la que estamos
habituados en Europa. Para los niños la santería, la religión, es tan alegre, sana y
divertida como la música o la danza caribeña, pero mucho más trascendente. Y así,
bailando en espiral, como si fuésemos una gigantesca serpiente, nos dejamos llevar por
los orichas.

Palo Monte en Trinidad


Ochosi achó nifuwew iyá-n iyeguire odemata ode baru baroliyo akiko mosiere kama -r-
Ikú kama arene kama areyo kama arofo. (Salutación lucumí al Oricha Ochosi)

Rosa Sánchez es una de las paleras más importante de Trinidad, una hermosa villa
colonial ubicada a unos 350 km. al sur de La Habana. Cuando nos dio su permiso para
asistir y fotografiar un ritual de Palo Monte nos entusiasmamos. Muy pocos europeos
han tenido la fortuna de presenciar, y menos aún de fotografiar, los ritos paleros. La
condición para asistir a la reunión era que participásemos activamente en todos los
actos, y tan solo se nos prohibió fotografiar a Rosa Sánchez al lado de su "prenda", la
poderosa nganga (caldero mágico confeccionado con restos humanos y otros
elementos), durante los sacrificios de los animales. Por razones que no podemos
comprender eso, según Rosa, podría perjudicar su energía (?).

Y a la hora establecida nos personamos puntualmente en el lugar acordado.


Además de nuestra querida amiga, aproximadamente dos docenas de paleros y paleras,
con los cuerpos decorados con pinturas rituales, aguardaban nuestra llegada para iniciar
la ceremonia. Entre los presentes ancianos de 60 o 70 años, y niños que no pasaban de
los 12. Siempre impresiona encontrarse niños de tan corta edad participando
activamente en ritos tan duros, a nuestros ojos, como la Regla Conga, o Regla de Palo
Monte. Pero la sonrisa de sus labios dejaba claro que no se sentían impresionados por
aquel mágico contexto que, al fin y al cabo, es el mundo en que están acostumbrados a
vivir.

Por fin, Rosa reclamó la atención de todos, y desapareció tras una puerta. Había
comenzado la celebración.
En pocos minutos comenzaron a desfilar, uno por uno, todos los paleros frente a esa
puerta que, al llegar nuestro turno, averiguaríamos que daba a un discreto patio trasero
de la casa. Tres golpes en la puerta y seña y contraseña suenan respectivamente a un
lado y otro de la puerta. Cada palero debe responder correctamente al rito cuya
antigüedad se pierde en la noche de los tiempos, una noche oscura como la piel de los
africanos esclavos que llegaron a cuba a bordo de los cargueros negreros trayendo como
único equipaje permitido por los traficantes su religión. Mas tarde, bajo la opresión de
"ministros de Cristo", se vieron obligados a disfrazar sus dioses con el santoral católico,
convirtiendo al travieso Eleguá -Guardian de los caminos- en el Niño de Atocha; a la
sensual Ochun en la Virgen de la Caridad del Cobre; al temible Changó en Santa
Bárbara; a el sabio Babalu Aye en San Lázaro; a la maternal Yemayá en la Virgen de
Regla, y así un sinfín se orichás que tuvieron que ser sincretizados con los santos
católicos a golpe de látigo.

Pero en ese instante ya no hay látigos, ni torturas, ni asesinatos en el nombre de Dios, y


los orichás podían descender libremente sobre los creyentes sin necesidad de sus
disfraces católicos. Y los paleros comenzaron a cantar en dialecto lucumí, al son de los
tambores, los himnos y salutaciones para sus dioses. Cánticos yorubas heredados de
generación en generación, desde los primeros esclavos arrancados de África hace casi
500 años, hasta sus descendientes, los paleros que nos rodeaban.
Apenas a un metro de mí, tronada en una especie de altar lleno de ofrendas, se
encontraba la temible nganga de Rosa Sanchez, su "caldero de poder". Según me había
contado la veterana palera en un anterior viaje a Cuba, su nganga tenía extraordinarias
facultades y mucha energía y, según afirmaban, había llegado "a mover pesados objetos
sin que nadie los tocase". Nganga, prenda, caldero, aquella especie de cacerola
presentaba, desde su presidencia del ritual, un aspecto inquietante. Y más inquietante
aún cuando se conoce su contenido: plantas y raíces, piedras mágicas, huesos de
animales, fórmulas mágicas... y restos humanos...

Había llegado el momento de "dar de comer a la prenda". La nganga "tenía hambre", y


antes de continuar la invocación a los orichas había que contentar al "señor". Eso
significaba que la sangre de los sacrificios estaba a punto de correr, y abundantemente.
Algún desdichado animal estaba a punto de morir...

Muerte y posesión en Palo Monte


Oba kosó kisi ekó akama sía okuni buburu buburuku ki ton lo oguo oba chocotó ka`guó
cabo si illé. (Salutación lucumí al Oricha Changó)

Con ánimo de conseguir algunos planos generales en el reducido recinto crucé el patio,
entre los paleros que bailaban ya agitadamente al son de los tambores. Y allí atrás, atado
a un árbol, estaba el cordero cuya sangre alimentaría la nganga, y a nosotros, poco
después. Balaba desesperadamente, como si adivinase la suerte que le aguardaba.

Casi instantáneamente llegó Rosa quien, sin ápice de duda en sus manos, desató al
animal y se lo colocó sobre los hombros. Con el desconcertado cordero en volandas, y
bailando al son de la música, la palera cruzó todo el patio para depositar la víctima del
sacrificio ante la nganga. Lo más sorprendente es que el cordero se quedó quieto,
acostado en el suelo ante la prenda, sin mover un músculo, esperando la muerte.

Poco a poco, casi imperceptiblemente, el ritmo de los tambores se acelera, y los cánticos
en lucumí siguen ese ritmo, igual que los pies de los paleros que bailan cada vez más
frenética. Nosotros, torpes europeos, no estamos acostumbrados a ese ritmo. Además el
calor nos empapa las camisetas. Hemos pillado la estación seca en Cuba, y estamos al
borde de la deshidratación.

El ron comienza a rodar. Mezclados con los paleros, tarareando al ritmo de las letanías
lucumis que no entendemos, intentamos mantener la mente despejada para no perder
detalle de la celebración. Sin embargo el ron de caña es fuerte. Duro de tragar. Al
menos para nosotros. Los paleros, sin embargo, engullen del cuenco el ron como si
fuese agua.

Por supuesto, la nganga también "bebía" ron, escupido por los paleros sobre ella. Y
"fumaba". Rosa "fumeaba" la nganga con un gran cigarro puro. Metiendo en la boca la
parte encendída soplaba con fuerza proyectando una gran nuve de humo -y con ella, en
teoría, su energía- sobre la nganga. El humo del tabaco, y el ron, se sumaban al
trepidante ritmo de tambores y al agobiante calor para crear una atmósfera casi onírica a
nuestro alrededor.

Por fín uno de los paleros tomó al cordero en brazos sobre la nganga, y otro sacó de
algún sitio un largo y afilado cuchillo. Con habilidad de carnicero el improvisado
matarife atravesó el cuello del animal rajando las venas. La sangre comenzó a manar a
borbotones regando la nganga. Una vez había "bebido" la prenda, se llenaron unos
cuencos de madera con la sangre que seguía manando del moribundo cordero.

Primero bebió la "madrina", y después nos pasaron el cuenco a los "invitados de honor".
Vacilantes, pero obligados por el compromiso contraído, llevamos el cuenco a los
labios. Y sentimos el dulce, y por dulce inesperado, sabor de la sangre.

El ritmo de los tambores acelera aún más. La danza es frenética. El ron y el tabaco
siguen corriendo, y por fin los orichas hacen su aparición. Uno de los paleros es poseído
por los dioses. Con bruscas contracciones se revuelve por el patio. Toma un gallo y le
arranca la cabeza con los dientes. La sangre le resbala por el rostro y cae sobre la
nganga.

El poseso no es un campesino, ni un ignorante lugareño. Se trata de Jesús Pérez


Sánchez, un doctor en medicina que poco antes había estado examinando la mano que
me había roto durante la visita a una zona selvática repleta de cuevas, que fueron
utilizadas por Che Guevara y Fidel Castro durante la revolución contra el dictador
Batista, y siglos antes por los indios tainos, que en sus paredes reflejaron con pinturas
rupestres, sus leyendas sobre dioses blancos llegados del cielo... pero esa es otra
historia.

Es un tópico incierto, como casi todos los tópicos, afirmar que las religiones afro-
cubanas están relegadas a la clase más humilde y menos culta, y la posesión del Dr.
Pérez, a la sazón padrino de un conocido pintor y artista de Trinidad, es un buen
ejemplo.

Y mientras el médico-palero era poseído por los orichas, otro gallo es tomado por el
matarife que le corta en dos la cabeza clavándole la hoja del cuchillo dentro de la boca.
En medio del frenesí el poseído es izado sobre los hombros de algunos paleros entre
gritos de alegría. Están contentos de poder saludar a los dioses. A diferencia de las
grandes religiones en la Regla de Palo, como en el vudú, la Santería o el Candomblé, no
hay un intermediario entre la divinidad y los creyentes. No hay un ministro, un
sacerdote o un pastor que condicione el contacto con lo trascendente. El palero puede
enfrentarse cara a cara con los dioses, e incluso puede llegar a recibirlo en su propio
interior. Eso es la posesión.

Sangre, sudor y sonrisas


Aguanillí irebeyo ama kan oke aguana ashe irisha oké oló moforibale oké. (Salutación
lucumí al Oricha Ogún)

Para un observador extranjero, ante lo expuesto, el Palo Mayombe puede parecer un


credo primitivo, sangriento y cruel. Y lo es. Pero es mucho más. Algo que nos
sorprendió sobremanera fue observar la alegría y las sonrisas de los paleros. No había
expresiones sobrias ni feroces durante los cánticos. Tan solo nosotros parecíamos
sorprendidos, o hasta incómodos, por la sangre derramada. El baile, la música y la
fiesta, que en definitiva es lo que supone toda celebración de Palo Monte, derrocha
alegría. Y veíamos esa alegría reflejada en los ojos de los paleros, especialmente de los
niños, que a pesar de su corta edad no se sentían impresionados por la crudeza del rito, y
disfrutaban de él plenamente.
Y ese carácter alegre y vital del Palo nos sería mostrada en otra etapa del ritual. Dando
un giro de 180 grados la apariencia tenebrosa del rito se torna luminosa durante la
celebración de la "suelta de las palomas".

Varias palomas son repartidas entre los paleros. El ritmo de los tambores varía, adquiere
otro tono más sereno. Y al ritmo de la percusión se va formando una fila constituida por
los paleros que portaban paloma y por nosotros. De esta forma, moviéndonos como una
larga serpiente, cruzamos el patio y luego toda la vivienda, hasta salir a la calle. Siempre
al ritmo de los tambores. Una vez fuera, y a una voz de Rosa Sánchez, todas las palomas
son soltadas llevando en su vuelo las peticiones de los creyentes hasta los cielos donde
moran los orichas. Y seguimos su vuelo hasta perderse en el cielo entre aplausos y
gritos de júbilo. Todas las palomas han echado a volar y ninguna se ha quedado en tierra
o en los tejados, y eso es un buen augurio. Ailín, la palera más joven, que no alcanzará
los 11 añitos, da saltos de alegría gritándole a las palomas que vuelen, que vuelen hasta
Yemayá, hasta Ochún y hasta Oya, hasta el trono del mismísimo Obatalá, y les
trasmitan los saludos de los paleros de Trinidad.

Pero la ceremonia no había terminado, nos quedaba todavía un último acto de la


obra: el "baile de los cuchillos".
No todos los paleros pueden celebrar esta operación, por el peligro que radica. Rosa nos
invita a que uno de nosotros, concretamente mi compañero Miguel Blanco, vende
firmemente los ojos del bailarín. Y así lo hace. Mientras Miguel procede al vendado de
los ojos, asegurándose de que resulte imposible ver nada a través de la venda, el bailarín
escucha los consejos de Rosa. La veterana palera le pide absoluta concentración en los
que va a hacer. Después se encara con el responsable del tambor, un atlético prieto, y
con dureza en el tono le recuerda su responsabilidad en este rito. "Si tu dejas de tocar, o
aflojas él se va a cortar. Si tu te cortas el se corta". La escena se antoja casi absurda para
el extranjero, pero así es el Palo Mayombe. El bailarín caería en una especie de trance y
comenzaría a golpearse el cuerpo con dos afilados cuchillos -uno de los cuales había
servido para matar a los animales del sacrificio. Si los tambores atraían a los orichas, y
estos protegían al bailarín, este no se cortaría. Y no se cortaría ni al golpearse con los
cuchillos ni al blandir un temible machete en una frenética danza que también
presenciaríamos.

Sin embargo, en un momento determinado, el esfuerzo requerido era mayor que las ya
escasas energías, y el ritmo del tambor aflojó un poco. Tal vez los nervios de saberse
observado por ojos extranjeros, los nuestros, hizo que el ritmo del tambor se alterase. Al
final de la celebración me acerqué al bailarín que presentaba una herida en su brazo
izquierdo. Por primera vez en su vida -según me dijo- se había cortado durante el "baile
de los cuchillos".

Las afiladas hojas del "baile de los cuchillos" son reales y auténticas, como los
sacrificios rituales, la sangre que bebimos, las sonrisas de los niños, o la energía que se
desprende del ritmo de los tambores sagrados. No hay hipocresía ni fabulación
conformista. El Palo Mayombe es así; duro, vital, cruel, alegre, impecable... como la
mezcla genética que llevan en la sangre los paleros cubanos. Mezcla de la salsa o el
merengue, la esclavitud, el sol del Caribe, y la rememoranza de una patria africana
perdida en la memoria, y en las cicatrices heredadas en el alma de los hijos y nietos de
los guerreros congos que llegaron a las plantaciones de algodón hace 500 años. El Palo
Mayombre es dulce y amargo, alegre y temible, vital y mortal... como la vida misma.

Escrito por Manuel Carballal

También podría gustarte