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MÉXICO Y EL PROYECTO NEOLIBERAL

CAPITULO 3: DOS PROYECTOS DE DESARROLLO


Las coordenadas donde se ubicará México será en dos proyecciones muy
marcadas. Los empresarios dominados por el gran capital, y los sindicatos
obreros (CTM) y el Congreso del Trabajo. Estas coordenadas encuentran
acomodo coherente los cuales guardan afinidad con los esquemas de
reestructuración capitalista que promueven las cúpulas económicas y políticas
llamadas Neoliberales.
El proyecto elaborado por los patrones guarda afinidad con el capitalismo y que
han recibido genéricamente el apelativo de neoliberales. Por su parte, los
planteamientos de los trabajadores organizados se ubican con toda legitimidad
en la matriz estratégica de lo que puede denominarse un proyecto nacionalista
de desarrollo. Los proyectos neoliberal y nacionalista se presentan como las
coordenadas de las cuales sedará el desarrollo del país. Ninguno de ellos parece
tener posibilidades ciertas de realizarse de manera absoluta.
Remodelación económica neoliberal y/o revisión nacionalista son líneas
extremas por las que transitara el desarrollo del país, ambas arraigadas en la
historia contemporánea y que han adquirido una consistencia social presente en
los contingentes más organizados.
Los proyectos Nacional y Neoliberalista son las coordenadas donde se dará el
desarrollo del país, el peso que cada proyecto alcance en la realidad social serán
el producto de la lucha de clases. Su concreción se percibirá en la política
económica y social.

EL PROYECTO NEOLIBERAL.
Se ha hecho notorio la reestructuración del capitalismo en una dirección
neoliberal dentro de los países del cono sur de América Latina, al implantar su
política económica dominante además de sus gobiernos autoritarios y
antiliberales en lo político. La motivación del regreso al liberalismo económico ha
sido de los países centrales, de las elites del capital financiero y el monopolio
transnacional.
Se trata de limpiar a la economía y a la política capitalistas de todas aquellas
adiposidades y trabas que impiden el despliegue libre y dinámico de
las potencialidades productivas que se concentran en las grandes empresas
transnacionales cuya fluidez, además, depende de la libertad con que puedan
actuar aquellos agentes financieros cuyo tamaño les permite acompañar la
expansión del gran capital productivo. El proyecto neoliberal es un proyecto
metropolitano. Aspira a una restructuración a fondo del sistema internacional
capitalista en función de un diagnóstico y unas perspectivas que en lo
fundamental corresponden a la forma como los perciben las cúspides del capital
financiero y transnacional. México y el proyecto neoliberal.

De acuerdo con lo anterior, el proyecto neoliberal para México tiene como


proposición maestra la de que los intereses a largo plazo de las sociedades
norteamericana y mexicana pueden ser mejor satisfechos si ambas economías
se abocan conscientemente a la construcción de un sistema global de mutua
complementación. El proyecto neoliberal pretende ser una respuesta integral a
la crisis del capitalismo. Dicha crisis, condensada en la pérdida del poder
adquisitivo del salario, el desempleo y la inflación rampantes, es también una
crisis de la política económica que acompaño al auge capitalista dela posguerra.

La doctrina neoliberal se propone como un cuerpo integral para resolver la crisis


y regular el crecimiento económico a largo plazo. De acuerdo con el diagnostico
neoclásico, la inflación sólo puede combatirse restituyendo los
equilibrios básicos en y entre la oferta y la demanda, que la dilatación estatal y
la indisciplina laboral han deteriorado. Ni en los países ricos ni en los países
pobres la política neoliberal contra la inflación ha alcanzado sus objetivos
declarados. La política monetaria, por su parte, la mayoría de las veces resulta
en un control selectivo, aunque en apariencia neutral, del circulante y del crédito,
que obliga a las empresas menos

poderosas a sacrificar sus fondos de acumulación a favor de su operación


corriente, con lo cual no hacen sino ahondar la distancia que las separa de las
unidades económicas más concentradas y desarrolladas. La liberalización del
mercado. En el terreno de las relaciones económicas con el exterior el discurso
neoliberal también aboga por una menor intervención del Estado, dejando al
libre juego de las fuerzas del mercado la división internacional del trabajo.
Los argumentos que hoy en día se utilizan a favor del libre intercambio entre
naciones, aunque en apariencia más refinados, siguen siendo esencialmente los
mismos que David Ricardo utilizo a principios del siglo XIX. Se trata de que los
países se dediquen a producir solamente, o casi, lo que esté en condiciones de
competir internacionalmente, sin que importe mayor cosa quesean productos
agrícolas, industriales o mineros.

La presencia del capital monopólico nacional y extranjero en la economía


nacional y la influencia que ejerce sobre la política económica y social han
acompañado crecientemente el desarrollo de México. La orientación de
la producción agrícola hacia cultivos de explotación y materias primas
industriales y el uso de los instrumentos de política de fenómeno agrícola en
función de esos propósitos, definen el proyecto neoliberal en las actividades
agrícolas.

Las exportaciones masivas de petróleo mexicano significan para Estados


Unidos:
1) posponer, e incluso cancelar, los problemas relacionados con el
racionamiento en el consumo de energéticos en la sociedad norteamericana;
2) contar con una fuente de abastecimiento de petróleo cercana y segura;
3) ampliar el mercado para los productos norteamericanos gracias a un reciclaje
acelerado de los fondos petroleros, que tendrían lugar en un contexto de intensa
integración, comercial y de todo tipo, entre México y Estados Unidos.
México, podría a su vez:
a) acelerar su tasa de crecimiento económico al disponer de cantidades cada
vez mayores de divisas;
b) reducir, hasta llegar a cancelar, su deuda externa
c) ampliar de modo expedito el consumo de la población, mediante la adquisición
masiva e indiscriminada de bienes en el exterior
d) convertirse incluso en un país inversionista en el exterior, sobre todo en
actividades relacionadas con la producción de insumos que actualmente importa.
Los abogados del proyecto neoliberal proponen otro esquema para la
continuación del proceso de industrialización en México. De acuerdo con el, la
industrialización del país debería descansar en aquellas ramas y productos que,
prácticamente desde el principio, pasaron la prueba del mercado internacional.
El proyecto neoliberal repercutirá, necesariamente, en la política que se pusiera
en practica en materia laboral, campesina, educativa y de bienestar social, entre
otros.

El programa educativo, incluyendo el universitario, se ajustaría a los requisitos


de capacitación que la sociedad mexicana necesita hoy y los que necesitará
en el futuro de acuerdo con el proyecto neoliberal. Junto con los inversionistas y
ejecutivos mexicanos vinculados al capital extranjero, otros grupos importantes
de la burguesía promoverían el proyecto neoliberal: banqueros, grandes
comerciantes, terratenientes e industriales monopolistas.

EL PROYECTO NACIONALISTA.
La lucha por mantener y ampliar el control de la nación sobre las condiciones
generales en que se desenvuelve la producción; el manejo nacional de los
recursos, sobre todos lo naturales; el fortalecimiento de la independencia
económica, y el ejercicio pleno de la soberanía nacional en materia de política
económica y social constituyen el núcleo de principios que definen y orientan el
proyecto nacionalista de desarrollo.

En México, puede afirmarse que el nacionalismo no deriva del sustantivo nación


sino del verbo nacionalizar; por eso el nacionalismo no aparece entre nosotros.
El proyecto nacionalista parte de la hipótesis general de que, en esta etapa del
desarrollo nacional, las necesidades del país pueden ser mejor satisfechas si
se recogen y actualizan los planteamientos y demandas populares que dieron
Orión a la Revolución mexicana.

El proyecto nacionalista tiene como punto de partida el cumplimiento de la ley.


Este proyecto promovería el desarrollo acelerado de la economía, pero
respondería a un esquema de prioridades centrado en el objetivo principal de
una más amplia y vigorosa interacción interna de la economía y en general de
las relaciones políticas y sociales. El proyecto nacionalista encuentra apoyo en
todos aquellos desarrollos teóricos que privilegian el examen de la producción,
por encima del de la demanda.

Es obvio de que la producción y el consumo están íntima e indisolublemente


ligados. Las condiciones generales en que se ha desenvuelto la producción en
México, han propiciado el surgimiento de una economía sumamente polarizada,
volcada a la producción de mercancías y servicios esencialmente superfluos y
dependiente de su dinámica de una permanente concentración del excedente
económico, todo lo cual no hace sino reproducir las desigualdades sociales que
además se concentran en niveles muy generalizados de pobreza absoluta.

Tres cuestiones que el Estado tiene ineludiblemente que enfrentar y resolver


para estar en condiciones de acometer las tareas de reordenación económica y
social que supone la mencionada estrategia.

En primer lugar, su propia crisis fiscal, que tendrá a ampliarse a medida que se
estimule la actividad económica a través del gasto público, el Estado tiene que
afrontar su deterioro institucional-administrativo.

En segundo lugar, el despliegue de una actividad estatal que vaya más allá de
las acciones complementarias y correctivas que lo caracterizaron en los años
sesenta, y se encamine a la ampliación de la base productiva, la apertura de
nuevos campos de inversión y, a la vez, el esfuerzo de la legitimidad del sistema.

En tercer lugar, el que el Estado retome su papel de rector efectivo y dinámico


del proceso de desarrollo implica entrar en contradicción con la tendencia
objetiva a la desestructuración delos estados nacionales propia del capitalismo
como modo de producción, exacerbada en la presente crisis en la que de manera
abierta los grandes monopolios de alcance internacional son los actores
principales.

Este cauce le otorga al Estado un papel predominante regulador, tanto en lo


económico como en lo político, busca hacer de la empresa pública una entidad
disciplinada en lo financiero y básicamente circunscrita a la producción de
insumos estratégicos. El proyecto nacionalista tendría implicaciones en el futuro
desarrollo de actividades clave y definitorias del México de los años por venir,
este proyecto persigue una mayor interacción dela economía nacional bajo un
esquema de prioridades distintas.

Las carencias de alimentación, empleo y bienestar de la población rural son de


los grandes problemas a resolver. Alimentos, educación, salud y vivienda
constituyen elementos sin los cuales difícilmente se pueden ejercer los derechos
individuales. Son todos ellos, derechos sociales que definen y determinan
prioridades dentro del proyecto nacionalista.

El problema central de la política económica hoy en día consiste en absorber a


la creciente fuerza de trabajo en empleos productivos y permanentes. El
proyecto nacionalista implica transformar la estructura del servicio educativo
para asociarlo a los grandes objetivos, productivos y sociales, del desarrollo
nacional. Es imprescindible unificar los diversos servicios médicos y seguridad
social existentes y establecer normas comunes de operación para la acción
del Estado. Hay que ampliar su cobertura e incluir a los grupos y sectores
marginados.

En México toda reforma socioeconómica ha descansado en una política de


masas por parte del Estado. No hay reforma socioeconómica sin política de
masas. No hay política de masas sin reforma socioeconómica. No hay
consolidación del Estado sin reforma socioeconómica y política de masas.

La aceptación y el despliegue de posiciones o actitudes tecnocráticas dentro del


Estado mexicano es una realidad que no se puede negar. Esta situación se
manifiesta sobre todo en grupos de técnicos ligados al núcleo financiero. Para
ellos, la economía y la sociedad deben sujetarse a los valores supremos de las
variables económicas tradicionales. La política como la ciencia del Estado y
como el arte de resolver y canalizar los conflictos sociales, el elemento que
define los grandes derroteros y marca las pautas básicas a la administración.
Para el proyecto nacionalista este es un principio rector. Los fines más
importantes del proyecto son: la justicia social y el fortalecimiento del desarrollo
nacional. Por ello, y sobre todo cuando se le piensa como una opción de
largo alcance, se insiste en el papel estratégico que para este proyecto tienen la
democracia y la libertad

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