Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AÑOS
(COPIA DE FORMAS GEOMÉTRICAS)
Por Hilda Santucci1
A. EL MATERIAL
1. Nueve tarjetas blancas numeradas del 1 al 9 (de 7,5 cm. x 11 cm.), que
muestran el modelo a reproducir, y una tarjeta marcada con la letra A, que
sirve para iniciar al niño y que, por ende, no está comprendida en la notación.
2. Un lápiz negro número 2
3. Hojas de papel de 21 cm. X 13,5 cm., que se numeran del 1 al 9 para poder
identificar la copia (que a veces se parece muy poco al modelo); vale decir, una
hoja para cada modelo a reproducirse.
B. TÉCNICA E INSTRUCCIONES
1 Tomado de Manual para el examen psicológico del niño. RENÉ ZAZZO Y COL. Ed. Fundamentos. Págs. 443-479
2
Puede ser aplicada útilmente a los niños de más de 6 años que presentan retardo mental o a los que
obtienen, con el test adaptativo de Bender un resultado inferior a los 6 años.
3
El codo del niño debe hallarse a la altura de la mesa
le diremos que comience de nuevo, pero siempre sobre otra hoja, a la cual se le
colocará el número con bis o tre, según el número de repeticiones. Sin embargo,
anotamos siempre la primera copia, reservándonos la valoración de las demás para un
análisis cualitativo de las posibilidades del niño y su utilización.
Decimos al niño:
“Te voy a mostrar unos dibujos que vas a copiar, vas a hacer un dibujo igual en la hoja
de papel que te voy a dar”
“¿Ves este dibujo? Vas a hacer otro igual en tu papel.” (No hay que decir “ves este
redondel, esta circunferencia”, porque la denominación verbal de la forma podría
ayudar al niño indebidamente a hacer la copia.
“¿Ves que en el modelo se ha dibujado un redondel? Tú también vas a hacer uno, y será
igual que el modelo.” Pero en el transcurso del examen ya no mencionaremos las
formas de las figuras.
Si el niño fuere del todo incapaz de reproducir el modelo y no se puede ir más del
garabateo, puede interrumpirse el examen en ese punto, ya que la prueba rebasa sus
posibilidades.
En los demás casos pasamos a los modelos siguientes, cambiando cada vez la hoja y
colocando sus dibujos, a medida que los termine, fuera de la vista del niño, para evitar
que se distraiga su atención y se contamine con los modelos anteriores. Cada vez le
diremos:
“Está bien. Pero no es del todo igual. Estoy seguro de que puedes hacerlo mejor. Vas a
empezar de nuevo y entonces saldrá bien.”
Cada copia se acota con + o ‒, según criterios que ya definiremos. A cada dibujo
logrado se le atribuye una nota, teniendo en cuenta el grado de dificultad que
presenta el modelo.4
N° Figura Nota
1 1
2 2
3 4
4 3
5 4
6 3
7 5
8 6
9 6
4
La notación ha sido ponderada estadísticamente teniendo en cuenta el porcentaje de éxito de cada
edad. La nota 1 se atribuye al modelo más fácil (Fig. 1) y logrado por más de un 75% de los sujetos de
cuatro años. La nota 6, a los modelos más difíciles (figs. 8 y 9) logrados por menos del 75% de los niños
de seis años. Las notas intermedias, en función de los éxitos logrados en las tres edades.
Nuestros criterios de éxito están determinados, no por la exactitud perfecta de la
copia, poco frecuente incluso a los seis años, sino según las mejores performances de
los niños de seis años.5
Figura 1
Figura 2
Figura 3
Criterio de éxito: los cuatro ángulos son aproximadamente rectos (ejemplos a y d).
No se tiene en cuenta la equilateralidad (ejemplos b y c)
Figura 4
Figura 5
5
Damos más adelante ejemplos de éxito y de fracaso de cada una de las nueve figuras.
Criterio de éxito: correcta orientación del cuadrado abierto (abierto hacia arriba): la
recta es tangente, aunque no en su extremo, al ángulo inferior derecho: se admite que
esté levemente secante (ejemplo c) o levemente separada (ejemplo d).
No se toma en cuenta:
Figura 6
Citerior de éxito: Los dos círculos dibujados uno encima del otro; se admite que estén
levemente secantes o separados (ejemplos c y d).
No se toman en cuenta:
Figura 7
Criterio de éxito: el cuadrado se apoya sobre la punta, los cuatro ángulos son nítidos
No se toma en consideración:
- La equilateridad
- La igualdad de los ángulos
- Ninguna de las copias dadas como ejemplos (correctos) tiene sus ángulos y
lados iguales.
Figura 8
Criterios de éxito: el rectángulo correcto (sus lados horizontales netamente más largos
que las verticales); las dos cruces ejecutadas de una manera lo suficientemente
correcta para que la estructura permanezca reconocible.
No se toman en consideración:
Figura 9
No se toman en consideración:
El que no sea así se debe a que no es fácil establecer para todas las figuras una
progresión netamente genética.
Figura 1
Cuatro años
4 años, a
Cinco años
Seis años
Ya el fracaso no se presenta.
Figura 2
Cuatro años
4 años, b
- Un tercio dibujan líneas que no se cruzan pero que, contiguas, forman otras
figuras distintas a las del modelo (tipo c).
4 años, c
Cinco años
5 años
Seis años
Los fracasos, poco frecuentes, provienen de una falta de ajuste de los cuatro brazos de
la cruz.
Figura 3
Cuatro años
La mitad de los niños que fracasan dibujan un círculo. Los demás tratan en vano de
sobrepasar el círculo: hay un solo ángulo, o bien dos o tres. Además, los lados son muy
a menudo harto sinuosos.
4 años
Cinco años
Seis años
Figura 4
Cuatro años
La gran mayoría de los fracasos se deben a una separación muy nítida de los dos
círculos. A veces, aunque raramente, los círculos son tangentes (no secantes); otras
veces el dibujo no es más que un garabateo.
Cinco años
Ya no hay garabateo. Los fracasos consisten, ya sean, como a los cuatro años, en la
separación de ambos círculos, ya sea, y esto es mucho más frecuente, en la tangencia
de los mismos.
Seis años
Prácticamente ya no hay fracasos. Los casos, muy pocos, se deben a la tangencia entre
los dos círculos.
Figura 5
Cuatro años
Para esta edad, la figura presenta grandes dificultades. El éxito es la excepción. Casi la
mitad de los fracasos consisten en un garabateo que no permite siquiera la
identificación de los diversos elementos que componen la figura.
- En parte (25%) de una inversión (casi siempre a 180º) del cuadrado abierto; la
recta respeta o no esa inversión (tipo a).
4 años, a
4 años, b
Cinco años
Seis años
Prácticamente ya no hay fracaso (10%). Los pocos casos provienen de un mal ajuste de
la recta con relación al cuadrado abierto, siendo correcta la orientación. Ya no hay
inversión del cuadrado.
Figura 6
Cuatro años
La figura es bastante difícil para esta edad, pero el garabateo es del todo excepcional.
La dificultad aparece sobre todo en la reproducción de la orientación vertical del
conjunto. En un 60% de los casos de fracaso, lo círculos están reproducidos uno al otro,
y generalmente separados (tipo a).
4 años, a
La otra parte de los fracasos (37%) consiste en un mal ajuste de los círculos entre sí; a
veces están demasiado secantes o, más a menudo, netamente separados (tipo b).
Cinco años
Seis años
Los fracasos han desaparecido prácticamente (6%); los que subsisten se deben a la
dificultad de reproducir ambos círculos uno sobre otro.
Figura 7
Cuatro años
La figura es muy difícil para esta edad. El éxito es muy excepcional (5%). Los fracasos
pertenecen principalmente a tres tipos, que se presentan casi en partes iguales:
-segundo tercio: figura cerrada, aún muy cercana al círculo por sus lados curvos, pero
marcando un esbozo de ángulos (tipo b);
-tercer tercio: figura cuya orientación se acerca mucho más a un cuadrado que reposa
sobre un lado, pero sin que se lo pueda considerar como un cuadrado bien hecho (tipo
c).
Cinco años
En la mayoría de los niños existe una tentativa de reproducir los ángulos. Los fracasos,
sin embargo, aún ascienden a un número muy importante.
El tipo más frecuente corresponde al tipo c de cuatro años, aunque con muy
frecuentes éxitos en la figura reproducida en esa orientación (la copia es un buen
cuadrado).
6
Este tipo de fracaso se encuentra a menudo en los niños de más edad (siete, ocho y hasta nueve años)
que nos consultan por dificultades específicas en el aprendizaje de la lectura y la escritura.
Seis años
Un tercio de los niños de esta edad fracasan aún con esta figura, pero se nota en todos
la percepción correcta de la orientación.
Figura 8
Cuatro años
-un tercio de los fracasos, más o menos: garabateo, pero que muchas veces tiene en
cuenta el modelo (tipo a);
-La mitad de los fracasos: figuras cerradas (círculo o esbozo de rectángulo) que
incluyen una serie de trazos horizontales, verticales o que irradian desde un punto
central que él mismo está, a veces, representando en forma de círculo (tipo b);
Los éxitos siguen siendo poco frecuentes, aunque más numerosos que a la edad de
cuatro años (13%);
-una cuarta parte de los fracasos; rectángulos (a menudo logrados) que incluyen trazos
horizontales verticales u oblicuos (tipo a);
-casi la mitad de los fracasos son del tipo c de cuatro años, aunque con el rectángulo
mejor logrado (tipo b);
-una tercera parte de los fracasos más o menos: falta de ajuste de las diagonales con
relación al punto central (tipo c).
Los garabatos son del todo excepcionales.
Seis años
-el mayor número de fracasos (más de la mitad) son del tipo c de los cinco años;
Cabe señalar un tipo de fracasos poco recuentes pero presentes a todas las edades y
que consiste en un desdoblamiento de la figura por repetición de la vertical mediana.
Figura 9
Cuatro años
Los fracasos son aún muy numerosos (alrededor del 80%). El garabateo persiste en un
10% de los fracasos aproximadamente:
-un tercio de los fracasos: dos figuras dibujadas una encima de la otra: la inferior
adoptando una forma alargada en sentido horizontal (tipo a);
-un 40% de los fracasos: esbozos de éxito; cada una de las dos figuras (el triángulo y el
cuadrado) pueden incluso resultar correctas; el error consiste en su posición relativa
(tipo b);
Seis años
Más de la mitad de los niños logran la figura de esta edad. Los fracasos pertenecen en
gran parte al tipo b de los cinco años, aún cuando se logra el éxito, en forma más
frecuente y nítida, para cada una de las dos formas.
Los niños fueron examinados en la escuela. Damos a continuación la tabla por edades
(Tabla I)
Tabla I. Distribución de sujetos por edad y sexo
Contrastación
La tabla II indica el número de figuras logradas a cada edad (valor mediana y valores
cuartiles).
La tabla III presenta la contrastación de nuestro test. Se comprueba, tanto en una tabla
como en la otra, un progreso muy nítido con la edad, no solo respecto a los valores de
mediana, sino también en cuanto a las curvas de distribución que se sobreponen
apenas de una edad a otra.
A los cuatro años, el éxito de los varones se refiere a las figuras números 1, 2, 3, 4 y 6;
un 72% de ellos logran por lo menos dos y a lo sumo cuatro figuras. Solo un 52% de las
niñas logran un mínimo de dos y un máximo de cuatro figuras; sus éxitos se refieren a
las figuras números 1, 2, 4 y 6, es decir, las dos figuras más fáciles (números 1 y 2) y las
dos que representan círculos. El logro del cuadrado es sólo excepcional (7%).
A los cinco años, seguimos encontrando en las niñas esta combinación (números 1, 2, 4
y 6) en un 75% de los casos en que solo cuatro o cinco figuras se logran, mientras que
ésta se da tan solo en un 50% de los casos en que el éxito abarca cuatro o cinco figuras
cuando se trata de los valores (es muy frecuente entre ellos el éxito en las figuras
números 3 y 5).
A los seis años, la diferencia entre varones y niñas se atenúa netamente; los fracasos
se refieren a las tres últimas figuras, las más difíciles.
Además del estudio de los éxitos diferenciales de varones y niñas –número y forma de
los modelos logrados a cada edad- habrá que investigar si existe un tipo de fracaso
más característico para cada sexo en cada edad. Pensamos abordar la interpretación
de la superioridad de los varones sobre las niñas a través de la confrontación de estos
datos.