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PRUEBA GRÁFICA DE ORGANIZACIÓN PERCEPTIVA PARA NIÑOS DE CUATRO A SEIS

AÑOS
(COPIA DE FORMAS GEOMÉTRICAS)
Por Hilda Santucci1

Nuestra adaptación de la prueba clásica de Lauretta Bender es aplicable solo a partir


de los 6 años. La nueva prueba que publicamos ahora ha sido elaborada con una
población de niños de 4 a 6 años.2 Responde a las mismas preocupaciones de
diagnóstico psicológico:

1. Buscar en los niños que presenten un atraso en el habla o dificultades en los


primeros estudios de lectura y escritura, una eventual deficiencia de la
organización grafoperceptiva, de la cual sabemos que se halla relacionada a
menudo con esa clase de problemas.
2. Investigar en los niños que presenten como retardados mentales, si su retardo
no está determinado o ampliado por una deficiencia de la organización
grafoperceptiva.

La prueba se compone de cuatro figuras (números 1, 2, 3 y 8) tomadas de la escala de


Binet-Simon y Gesell, a las cuales se agregaron cinco más (números 4, 5, 6, 7 y 9), que,
al igual que las primeras, ponen en juego relaciones espaciales cuya percepción y
reproducción gráfica están sujetas a una evolución genética.

A. EL MATERIAL

1. Nueve tarjetas blancas numeradas del 1 al 9 (de 7,5 cm. x 11 cm.), que
muestran el modelo a reproducir, y una tarjeta marcada con la letra A, que
sirve para iniciar al niño y que, por ende, no está comprendida en la notación.
2. Un lápiz negro número 2
3. Hojas de papel de 21 cm. X 13,5 cm., que se numeran del 1 al 9 para poder
identificar la copia (que a veces se parece muy poco al modelo); vale decir, una
hoja para cada modelo a reproducirse.

B. TÉCNICA E INSTRUCCIONES

Téngase cuidado de procurar al niño buenas condiciones de trabajo, tanto desde el


punto de vista de su aplicación a la tarea propuesta como de su instalación en la mesa
de trabajo3; utilizar pues, el método habitual de puesta de situación y no dudar en
añadir palabras muy alentadoras, si se trata de niños muy pequeños, aun antes de
comenzar el examen; naturalmente, hay que felicitarlos por su trabajo durante el
examen y comenzar estimulándolos aunque su copia parezca inferior a sus
posibilidades. En tal caso, o si vemos que el propio niño desaprueba su reproducción,

1 Tomado de Manual para el examen psicológico del niño. RENÉ ZAZZO Y COL. Ed. Fundamentos. Págs. 443-479
2
Puede ser aplicada útilmente a los niños de más de 6 años que presentan retardo mental o a los que
obtienen, con el test adaptativo de Bender un resultado inferior a los 6 años.
3
El codo del niño debe hallarse a la altura de la mesa
le diremos que comience de nuevo, pero siempre sobre otra hoja, a la cual se le
colocará el número con bis o tre, según el número de repeticiones. Sin embargo,
anotamos siempre la primera copia, reservándonos la valoración de las demás para un
análisis cualitativo de las posibilidades del niño y su utilización.

Decimos al niño:

“Te voy a mostrar unos dibujos que vas a copiar, vas a hacer un dibujo igual en la hoja
de papel que te voy a dar”

Luego le damos el lápiz. Le ponemos delante la hoja A en sentido longitudinal, y el


modelo A encima de la hoja (no al lado). Entonces decimos:

“¿Ves este dibujo? Vas a hacer otro igual en tu papel.” (No hay que decir “ves este
redondel, esta circunferencia”, porque la denominación verbal de la forma podría
ayudar al niño indebidamente a hacer la copia.

No obstante, si el niño se niega, declarándose incapaz, o si a pesar de repetirle las


instrucciones tenemos la impresión de que no comprende lo que se le pide –lo cual
puede suceder con niños de 4 a 5 años retardados o muy bloqueados-, entonces
podemos decirle:

“¿Ves que en el modelo se ha dibujado un redondel? Tú también vas a hacer uno, y será
igual que el modelo.” Pero en el transcurso del examen ya no mencionaremos las
formas de las figuras.

Si el niño fuere del todo incapaz de reproducir el modelo y no se puede ir más del
garabateo, puede interrumpirse el examen en ese punto, ya que la prueba rebasa sus
posibilidades.

En los demás casos pasamos a los modelos siguientes, cambiando cada vez la hoja y
colocando sus dibujos, a medida que los termine, fuera de la vista del niño, para evitar
que se distraiga su atención y se contamine con los modelos anteriores. Cada vez le
diremos:

“Muy bien. Ahora vas a copiar el que sigue.”

En los casos en que un nuevo ensayo parezca útil, le diremos:

“Está bien. Pero no es del todo igual. Estoy seguro de que puedes hacerlo mejor. Vas a
empezar de nuevo y entonces saldrá bien.”

También si en el nuevo ensayo obtiene mejores resultados como si no, pasaremos de


todos modos al modelo siguiente; sin embargo, podemos hacer un tercer ensayo si
tenemos la impresión de que el niño mismo lo desea, con un impulso de perfección
que se encuentra a menudo. Esto dependerá del juicio del operador, quien se cuidará
de no provocar una actitud de oposición.
N.B.-En cuanto a los niños que nos consulten por un predominio lateral indeterminado
conviene hacer ejecutar la prueba con ambas manos empezando con la mano que el
sujeto mismo elija. Entonces se efectúa la prueba como de costumbre, pero después
volvemos a empezar desde el primer modelo con la mano que el niño no utiliza
espontáneamente. Se debe prestar atención a que el niño no cambie la mano durante
la ejecución.

Aunque no damos aquí ninguna indicación al respecto de la dirección “normal” que


siguen los trazos de los niños, es interesante, sobre todo en esos casos, anotarla para
comparar la dirección de una mano con la otra.

C. NOTACIÓN Y CRITERIOS DE ÉXITO

Cada copia se acota con + o ‒, según criterios que ya definiremos. A cada dibujo
logrado se le atribuye una nota, teniendo en cuenta el grado de dificultad que
presenta el modelo.4

Puntuación por figura acertada

N° Figura Nota
1 1

2 2

3 4

4 3

5 4

6 3

7 5

8 6

9 6

4
La notación ha sido ponderada estadísticamente teniendo en cuenta el porcentaje de éxito de cada
edad. La nota 1 se atribuye al modelo más fácil (Fig. 1) y logrado por más de un 75% de los sujetos de
cuatro años. La nota 6, a los modelos más difíciles (figs. 8 y 9) logrados por menos del 75% de los niños
de seis años. Las notas intermedias, en función de los éxitos logrados en las tres edades.
Nuestros criterios de éxito están determinados, no por la exactitud perfecta de la
copia, poco frecuente incluso a los seis años, sino según las mejores performances de
los niños de seis años.5

Figura 1

Criterio para el éxito: cruzamiento nítido.


No se toman en cuenta:
-La orientación: las líneas pueden ser oblicuas (ejemplo a);
- el lugar del punto de cruce, es decir, que los cuatro brazos de la cruz pueden ser
desiguales (ejemplo b);
-un leve desfase, que se produce cuando el niño dibuja la cruz, dibujando una de las
líneas de un solo trazo, pero la otra con dos rayas que terminen o nazcan en la
primera, sin ajustarlas del todo (ejemplo c);
-el modo de ejecución; en tal caso tampoco se toma en consideración una
deformación debida a una manera de ejecutar por partes (ejemplo d).

Figura 2

Criterio de éxito: cruzamiento nítido


No se toman en cuenta:
-la orientación: el grado de oblicuidad no se considera (ejemplo a)
-el lugar del punto del cruce: los cuatro brazos de la cruz pueden ser desiguales
(ejemplo b);
-la posible discontinuidad del trazado (ejemplo c);
-el modo de ejecución: es indiferente que el niño dibuje las dos líneas de un solo trazo
o que las corte en tres o cuatro segmentos, o que una dos ángulos por el vértice
(ejemplo d).

Figura 3

Criterio de éxito: los cuatro ángulos son aproximadamente rectos (ejemplos a y d).
No se tiene en cuenta la equilateralidad (ejemplos b y c)

Figura 4

Criterio de éxito: La intersección de las circunstancias y la orientación del conjunto, lo


suficientemente respetadas (las dos circunferencias no dibujadas una encima de otra).
No se toma en consideración:
- La imperfección de los círculos: Pueden no ser perfectamente redondos
(ejemplos b, c y d) o no del todo cerrados (ejemplo a);

Figura 5

5
Damos más adelante ejemplos de éxito y de fracaso de cada una de las nueve figuras.
Criterio de éxito: correcta orientación del cuadrado abierto (abierto hacia arriba): la
recta es tangente, aunque no en su extremo, al ángulo inferior derecho: se admite que
esté levemente secante (ejemplo c) o levemente separada (ejemplo d).

No se toma en cuenta:

- La imperfección de los dos ángulos (ejemplos a, b):


- La proporción entre el tamaño de la tangente y el del cuadrado: puede ser
proporcionalmente más corto o más largo que en el modelo (ejemplos a y b);
- El modelo de ejecución: la tangente puede obtenerse partiendo del ángulo,
primero en una, después en otra dirección (ejemplo b). No se toma en cuenta
una leve deformación debida a la ejecución por partes.

Figura 6

Citerior de éxito: Los dos círculos dibujados uno encima del otro; se admite que estén
levemente secantes o separados (ejemplos c y d).

No se toman en cuenta:

- La imperfección de los círculos: pueden ser perfectamente redondos (ejemplos


a, c y d) o no perfectamente cerrados (ejemplo a);
- La desigualdad de los dos círculos (ejemplo a sobretodo)

Figura 7

Criterio de éxito: el cuadrado se apoya sobre la punta, los cuatro ángulos son nítidos

No se toma en consideración:

- La equilateridad
- La igualdad de los ángulos
- Ninguna de las copias dadas como ejemplos (correctos) tiene sus ángulos y
lados iguales.

Figura 8

Criterios de éxito: el rectángulo correcto (sus lados horizontales netamente más largos
que las verticales); las dos cruces ejecutadas de una manera lo suficientemente
correcta para que la estructura permanezca reconocible.

No se toman en consideración:

- La imperfección de los ángulos (ejemplo d)


- La descentración o de falta de coincidencia de los cruzamientos (ejemplos a y b)
- Un ajuste imperfecto de las diagonales en los ángulos
- El modo de ejecución: es indiferente que el niño dibuje las medianas y las
diagonales de un solo trazo o que trace segmentos que se junten en el centro o
que irradien desde un punto central )ejemplos b, c y d)

Figura 9

Criterios de éxito: la figura inferior e un triángulo, la figura superior es un cuadrilátero,


los ángulos son nítidos, las dos figuras están nítidamente superpuestas: el punto de
tangencia está respetado. Se admiten que estén levemente secantes o separadas
(ejemplo d).

No se toman en consideración:

- La desigualdad de los ángulos y lados del cuadrado (ejemplos a, b, c y d)


- La desigualdad de los dos lados iguales del triángulo (ejemplo b)
- El descentramiento relativo de las dos figuras: el centro de una puede estar
desviado con relación al de la otra (ejemplo b)

D. TIPOS DE FRACASO POR FIGURA A CADA EDAD

En la prueba de organización grafoperceptiva la nota se obtiene por una valoración del


tipo “Todo o nada” en cada una de las copias. Evidentemente, se habría podido
graduar la notación en función del grado de éxito obtenido, como sucede en el test de
Bender.

El que no sea así se debe a que no es fácil establecer para todas las figuras una
progresión netamente genética.

 Figura 1

Cuatro años

El fracaso es muy poco frecuente (aproximadamente un 20% de los sujetos) consiste


en:
- Garabateo: la figura no es reconocible
- Líneas más o menos numerosas que no se cruzan o cuyo cruce nos es nítido.

4 años, a
Cinco años

El fracaso es francamente excepcional: Es el mismo tipo que el de los 4 años.

Seis años

Ya el fracaso no se presenta.

 Figura 2

Cuatro años

Casi la mitad de los niños fracasan:

- Una tercera parte de los que fracasan hacen un garabateo (tipo a)


- Un tercio dibujan 2, 3 ó 4 líneas, totalmente separadas de otras (tipo b);

4 años, b

- Un tercio dibujan líneas que no se cruzan pero que, contiguas, forman otras
figuras distintas a las del modelo (tipo c).

4 años, c

Cinco años

Ya no hay más que una cuarta parte de fracasos:


- La mayoría pertenecen al tipo b de cuatro años
- Los demás – muy poco numerosos- provienen de una falta de ajuste de los
cuatro brazos de la cruz.

5 años

Seis años

Los fracasos, poco frecuentes, provienen de una falta de ajuste de los cuatro brazos de
la cruz.

 Figura 3

Cuatro años

La mitad de los niños que fracasan dibujan un círculo. Los demás tratan en vano de
sobrepasar el círculo: hay un solo ángulo, o bien dos o tres. Además, los lados son muy
a menudo harto sinuosos.

4 años

Cinco años

El tipo de fracaso propio de los cuatro años, prácticamente ya no se encuentra.


Siempre hay una tentativa de reproducción correcta, pero no todos los ángulos son
correctamente dibujados.
5 años

Seis años

Los fracasos son poco frecuentes, pero subsisten en una proporción de


aproximadamente un 25%. Son del mismo tipo que los niños de 5 años.

 Figura 4

Cuatro años

La gran mayoría de los fracasos se deben a una separación muy nítida de los dos
círculos. A veces, aunque raramente, los círculos son tangentes (no secantes); otras
veces el dibujo no es más que un garabateo.

Cinco años

Ya no hay garabateo. Los fracasos consisten, ya sean, como a los cuatro años, en la
separación de ambos círculos, ya sea, y esto es mucho más frecuente, en la tangencia
de los mismos.

Seis años

Prácticamente ya no hay fracasos. Los casos, muy pocos, se deben a la tangencia entre
los dos círculos.

 Figura 5

Cuatro años

Para esta edad, la figura presenta grandes dificultades. El éxito es la excepción. Casi la
mitad de los fracasos consisten en un garabateo que no permite siquiera la
identificación de los diversos elementos que componen la figura.

Los demás fracasos provienen:

- En parte (25%) de una inversión (casi siempre a 180º) del cuadrado abierto; la
recta respeta o no esa inversión (tipo a).
4 años, a

- En parte (32%) de un desplazamiento de la recta que está o totalmente


separada del cuadrado abierto, o bien lo toca, pero su orientación no es la del
modelo (tipo b).

4 años, b

Cinco años

Un 43% de los niños logran reproducir la figura. El garabateo prácticamente ya no


existe (menos del 10% de los casos de fracaso). Los fracasos son de los tipos a y b
típicos de los cuatro años, sin que haya predominio de un tipo sobre otro.

Seis años

Prácticamente ya no hay fracaso (10%). Los pocos casos provienen de un mal ajuste de
la recta con relación al cuadrado abierto, siendo correcta la orientación. Ya no hay
inversión del cuadrado.

 Figura 6

Cuatro años

La figura es bastante difícil para esta edad, pero el garabateo es del todo excepcional.
La dificultad aparece sobre todo en la reproducción de la orientación vertical del
conjunto. En un 60% de los casos de fracaso, lo círculos están reproducidos uno al otro,
y generalmente separados (tipo a).
4 años, a

La otra parte de los fracasos (37%) consiste en un mal ajuste de los círculos entre sí; a
veces están demasiado secantes o, más a menudo, netamente separados (tipo b).

Cinco años

El número de fracasos disminuye netamente (30%). Se producen por partes iguales


fracasos de los tipos a y b de los niños de cuatro años.

Seis años

Los fracasos han desaparecido prácticamente (6%); los que subsisten se deben a la
dificultad de reproducir ambos círculos uno sobre otro.

 Figura 7

Cuatro años

La figura es muy difícil para esta edad. El éxito es muy excepcional (5%). Los fracasos
pertenecen principalmente a tres tipos, que se presentan casi en partes iguales:

-primer tercio de los fracasos: círculos (tipo a);

-segundo tercio: figura cerrada, aún muy cercana al círculo por sus lados curvos, pero
marcando un esbozo de ángulos (tipo b);
-tercer tercio: figura cuya orientación se acerca mucho más a un cuadrado que reposa
sobre un lado, pero sin que se lo pueda considerar como un cuadrado bien hecho (tipo
c).

Cinco años

En la mayoría de los niños existe una tentativa de reproducir los ángulos. Los fracasos,
sin embargo, aún ascienden a un número muy importante.

El tipo más frecuente corresponde al tipo c de cuatro años, aunque con muy
frecuentes éxitos en la figura reproducida en esa orientación (la copia es un buen
cuadrado).

Existe a esa edad un pequeño porcentaje de fracasos que provienen de la falta de


coordinación entre la percepción correcta de la orientación y la reproducción de los
ángulos en esa orientación (tipo a).6

6
Este tipo de fracaso se encuentra a menudo en los niños de más edad (siete, ocho y hasta nueve años)
que nos consultan por dificultades específicas en el aprendizaje de la lectura y la escritura.
Seis años

Un tercio de los niños de esta edad fracasan aún con esta figura, pero se nota en todos
la percepción correcta de la orientación.

El fracaso proviene a menudo de una imposibilidad de reproducir los ángulos por


incoordinación perceptivográfica, pero sobretodo de una falta de nitidez de uno o dos
ángulos.

 Figura 8

Cuatro años

La figura se logra muy raramente (3%):

-un tercio de los fracasos, más o menos: garabateo, pero que muchas veces tiene en
cuenta el modelo (tipo a);
-La mitad de los fracasos: figuras cerradas (círculo o esbozo de rectángulo) que
incluyen una serie de trazos horizontales, verticales o que irradian desde un punto
central que él mismo está, a veces, representando en forma de círculo (tipo b);

-finalmente, un 15% aproximadamente de los fracasos: rectángulo (pocas veces


correcto), con mediana vertical, estando la horizontal y las diagonales reemplazadas
por tres o más trazos horizontales (tipo c).
Cinco años

Los éxitos siguen siendo poco frecuentes, aunque más numerosos que a la edad de
cuatro años (13%);

-una cuarta parte de los fracasos; rectángulos (a menudo logrados) que incluyen trazos
horizontales verticales u oblicuos (tipo a);
-casi la mitad de los fracasos son del tipo c de cuatro años, aunque con el rectángulo
mejor logrado (tipo b);

-una tercera parte de los fracasos más o menos: falta de ajuste de las diagonales con
relación al punto central (tipo c).
Los garabatos son del todo excepcionales.

Seis años

Casi la mitad de los niños (46%) fracasan aún en esta figura:

-el mayor número de fracasos (más de la mitad) son del tipo c de los cinco años;

-los otros pertenecen a los tipos a y b de cinco años. Ya no hay garabateo.

Cabe señalar un tipo de fracasos poco recuentes pero presentes a todas las edades y
que consiste en un desdoblamiento de la figura por repetición de la vertical mediana.

 Figura 9

Cuatro años

A esta edad la figura no se logra jamás. No se puede hablar de un tipo determinado de


fracaso, estando presentes todas las formas; hay numerosos casos de garabateo. Un
esbozo de éxito (posibilidad de reconocer el triángulo en la copia) es excepcional (5%).
Sin embargo, se puede señalar un 40% aproximadamente de casos en que el modelo
está reproducido en forma de dos figuras cerradas, dibujadas una encima de la otra,
más frecuentemente separadas que juntas (tipo a).
Cinco años

Los fracasos son aún muy numerosos (alrededor del 80%). El garabateo persiste en un
10% de los fracasos aproximadamente:

-un tercio de los fracasos: dos figuras dibujadas una encima de la otra: la inferior
adoptando una forma alargada en sentido horizontal (tipo a);

-un 40% de los fracasos: esbozos de éxito; cada una de las dos figuras (el triángulo y el
cuadrado) pueden incluso resultar correctas; el error consiste en su posición relativa
(tipo b);
Seis años

Más de la mitad de los niños logran la figura de esta edad. Los fracasos pertenecen en
gran parte al tipo b de los cinco años, aún cuando se logra el éxito, en forma más
frecuente y nítida, para cada una de las dos formas.

E. POBLACIÓN PARA LA CONTRASTACIÓN

La población para la contrastación se reclutó en dos jardines de infancia de París


(distrito 14).

Los niños fueron examinados en la escuela. Damos a continuación la tabla por edades
(Tabla I)
Tabla I. Distribución de sujetos por edad y sexo

Cantidad Edad Q₃ Med. Q₄


de sujetos media
4 años V 39 4; 4; 4; 4;2
H 34 4; 3;11 4;1 4;2
5 años V 38 5; 4;11 5; 5;1
H 35 5; 4;10 5; 5;2
6 años V 35 6; 5;11 6; 6;1
H 29 6; 5;11 6; 6;1

Contrastación

La tabla II indica el número de figuras logradas a cada edad (valor mediana y valores
cuartiles).

La tabla III presenta la contrastación de nuestro test. Se comprueba, tanto en una tabla
como en la otra, un progreso muy nítido con la edad, no solo respecto a los valores de
mediana, sino también en cuanto a las curvas de distribución que se sobreponen
apenas de una edad a otra.

En cuanto a la comparación de los sexos, no se comprueba ninguna diferencia


considerable en la tabla II. En la tabla III, en cambio, se comprueba una superioridad
neta de los varones, que va disminuyendo con la edad.

Tabla II. Número de figuras logradas a cada edad

Edad Sexo Q₃ Med. Q₄


4 años V 2 2 4
H 1 2 3
5 años V 3 5 6
H 2 5 6
6 años V 7 8 8
H 7 8 8
Tabla III. Contrastación

Edad Sexo Q₃ Med. Q₄


4 años V 3 4 11
H 1 3 7
5 años V 8 13 21
H 7 13 18
6 años V 22 28 30
H 20.5 26 29.5

Nos limitamos aquí a la contrastación, reservándonos para un estudio ulterior el


análisis detallado de estas diferencias y su interpretación.
Sin embargo, podemos, ya ahora, dar cuenta de un análisis comparativo de los
resultados de varones y niñas, a cada edad, teniendo en cuenta las figuras logradas.

A los cuatro años, el éxito de los varones se refiere a las figuras números 1, 2, 3, 4 y 6;
un 72% de ellos logran por lo menos dos y a lo sumo cuatro figuras. Solo un 52% de las
niñas logran un mínimo de dos y un máximo de cuatro figuras; sus éxitos se refieren a
las figuras números 1, 2, 4 y 6, es decir, las dos figuras más fáciles (números 1 y 2) y las
dos que representan círculos. El logro del cuadrado es sólo excepcional (7%).

A los cinco años, seguimos encontrando en las niñas esta combinación (números 1, 2, 4
y 6) en un 75% de los casos en que solo cuatro o cinco figuras se logran, mientras que
ésta se da tan solo en un 50% de los casos en que el éxito abarca cuatro o cinco figuras
cuando se trata de los valores (es muy frecuente entre ellos el éxito en las figuras
números 3 y 5).

A los seis años, la diferencia entre varones y niñas se atenúa netamente; los fracasos
se refieren a las tres últimas figuras, las más difíciles.

Además del estudio de los éxitos diferenciales de varones y niñas –número y forma de
los modelos logrados a cada edad- habrá que investigar si existe un tipo de fracaso
más característico para cada sexo en cada edad. Pensamos abordar la interpretación
de la superioridad de los varones sobre las niñas a través de la confrontación de estos
datos.

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