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ESCALA DE MADUREZ MENTAL DE COLUMBIA

1. Ficha Técnica

a. Nombre del test: CMMS – Escala de Madurez Mental de Columbia


b. Autor: B. B. Burgemeister, L. Hollander Blum e I. Lorge
c. ¿Qué mide?: La Escala de Madurez Mental de Columbia tiene como
objetivo la evaluación de la capacidad de razonamiento general, la
capacidad mental y apreciación del nivel de madurez intelectual.
d. ¿A quién va dirigido?: Niños entre los 3 años, seis meses y 9 años,
once meses. Este test se aplica de manera individual.
e. Materiales:
- Hoja de respuestas
- Láminas
f. Consigna: “Mira los dibujos. Uno de los dibujos no va bien con los
otros. Señálame el dibujo que es de distinta clase o tipo que los otros”

2. Problemas y limitaciones

La evaluación de la capacidad general de razonamiento, a través de un


test como CMMS, descansa en el supuesto básico de que todos los niños
han tenido aproximadamente las mismas oportunidades de conocer los
objetos que aparecen en el test y que todos están motivador por igual para
realizarlo con el mayor interés. Si estos supuestos no se cumplen en un
determinado niño, se tendrá en cuenta a la hora de juzgar el rendimiento
alcanzado en el test. Estas consideraciones son muy necesarias para la
interpretación correcta de los resultados del niño que haya vivido en un
ambiente cultural muy bajo. La preparación del CMMS se ha llevado a
cabo con gran cuidado para asegurar que los objetos representados
resulten familiares prácticamente a todos los niños. La mayoría de estos,
incluso los pertenecientes a familiares de muy pocos recursos
económicos, han experimentado casi desde el nacimiento la influencia de
la televisión y por tanto conocen muchos objetos que quizás actualmente
no hayan entrado en el campo de su experiencia diaria. Sin embargo el
niño que procede de otro país o de un medio extremadamente aislado,
puede tener dificultades con ciertos elementos. El examinador es
responsable de motivar al niño para que realice el test lo mejor posible.
Generalmente no es difícil, ya que el niño lo toma como un juego o tarea
interesante que le gusta realizar. Si un niño no está rindiendo
adecuadamente en un momento determinado, el examinador deberá
posponer la aplicación a otro día y obtener, así una medida más precisa
de sus capacidades. Si esto no es posible se debería prescindir de la
aplicación del test.

Debe quedar bien claro que el CMMS no mide la capacidad innata d e l


niño. En realidad, ningún test de aptitud mental pretende hacerlo. El
rendimiento alcanzado por un determinado niño es el resultado de
muchos factores complejos, que se interaccionan y afectan al
desarrollo de su capacidad para abordar el tipo de material que
presenta el test. Como ya se ha mencionado, el CMMS mide la aptitud
general de razonamiento, importante para obtener buenos
resultados en el colegio, situación en la que cobra relieve la capacidad
para percibir relaciones entre diversos tipos de símbolos. El
rendimiento en una tarea que mida estas capacidades refleja,
hasta cierto punto, la experiencia que el niño ha tenido en el manejo
de tales relaciones. Las inferencias que se hagan a partir de los
resultados del niño en este test deben basarse en el uso y la
interpretación correcta de los datos normativos que acompañan al
test, así como en la consideración de los factores sociales,
económicos y demás circunstancias ambientales que puedan afectar
a los resultados. La utilización correcta de las puntuaciones
permite una mejor comprensión de la capacidad del niño en un
momento determinado, y la consiguiente disposición pan el
aprendizaje dé tareas relacionadas con esta aptitud.

2.1. Bases teóricas:


El problema que supone lograr unas estimaciones correctas
sobre la capacidad mental en niños afectados de parálisis
cerebral u otros deterioros en el área de las funciones
motoras y verbales ha sido ampliamente reconocido por
aquellas personas que trabajan con tales niños. Los esfuerzos
realizados con anterioridad a 1947, encaminados a adaptar o
modificar los tests de capacidad mental existentes, para
adecuarlos a estos grupos de niños, han dado unos resultados
sólo en parte satisfactorios. Los autores comenzaron en 1947
la tarea de elaborar un instrumento más preciso para medir
la capacidad mental en niños con deterioros, dirigido
particularmente a los de muy corta edad; fruto de ese esfuerzo
ha sido la elaboración del CMMS. La primera edición del test
aparecida en 1954 y l a segunda en 1959 han demostrado su
eficacia no sólo con niños impedidos, sino también con
normales, lo que ha llevado a un uso muy extendido de la
prueba.

El primer problema planteado fue la selección de un prototipo


de elemento que pudiese ser abordado satisfactoriamente por
niños impedidos y, al mismo tiempo, proporcionara un índice
de la aptitud mental general de cualquier niño. Resultaba
evidente que el prototipo de elemento idóneo sería aquel que
requiriese un mínimo de respuestas motoras o verbales y cuya
tarea fuese fácil de comunicar al runo. Tras algunas
investigaciones, se seleccionó el tipo de ejercicios de clasificación
de dibujos, porque reúnen ambos requisitos. Este tipo de
elementos ha sido utilizado con éxito en el grupo de los tests
no verbales de aptitud mental, y tiene la suficiente flexibilidad
como para permitir medir un amplio espectro de la
complejidad del proceso mental, desde lo muy fácil a lo muy
difícil. Se probó una pequeña escala con elementos de este
tipo en muestras de niños impedidos, y los resaltados
confirmaron la hipótesis de los autores sobre la adecuación
de tales elementos.

La edición del CMMS de 1954 apareció después de una


considerable labor de investigación y de aplicaciones
experimentales. Proporcionaba CI basados en la edad mental
derivados de la relación entre las puntuaciones del CMMS,
la edad mental de la Escala de Inteligencia Stanford-Binet y
de varios otros tests de aptitud mental de fama reconocida.
La segunda edición, publicada en 1959, incluía 17 elementos
nuevos. Una extensa investigación, comenzada en 1968, ha dado
como resultado la tercera edición del CMMS (1972). Aunque
el test mantiene muchas de las características fundamentales de
las ediciones anteriores, se han introducido algunos cambios de
importancia siguiendo los procedimientos actuales sobre
desarrollo y normalización de tests.

3. Administración:

Cada elemento consta de una serie de 3 a 5 dibujos, impresos en


una cartulina de 15 X 45 cms. En algunos elementos se utilizan
diferentes colores con el fin de que los niños los encuentren más
atractivos· e interesantes. Las objetos representados pertenecen,
en general, al campo de la experiencia de la mayoría de los niños,
incluso de aquellos que, debido a su entorno, han tenido unas
experiencias limitadas.

Se pide al niño que observe los dibujos de cada cartulina y


seleccione aquel que sea diferente, o no guarde relación con los
otros, y lo señale con el dedo. Para realizar esta selección, el niño
debe extraer una ley que le permita organizar los dibujos de forma
que sólo quede excluido uno de ellos. Las bases de la discriminación
exigida van desde la percepción de diferencias relativamente toscas
en cuanto a colores, tamaños o formas, a la apreciación de
relaciones muy finas en las parejas de dibujos, con vistas a la
exclusión, dentro de cada serie, de uno de ellos. Excepto 'en el grupo
de elementos perceptivos al comienzo de cada uno de los tres
primeros niveles, no hay dos elementos sucesivos basados en el
mismo concepto o que necesiten emplear exactamente la misma ley
; por lo tanto, cada uno presenta un nuevo e interesante "rompecabezas"
que debe ser resuelto. Los elementos están colocados en orden
aproximado de dificultad creciente.

La aplicación del CMMS dura en torno a 15 o 20 minutos e incluye


la preparación del niño para la tarea, utilizando tres elementos de
ejemplo, la presentación de los elementos de la prueba
correspondientes a cada Nivel según la edad cronológica y la
anotación de la respuesta a cada elemento en la Hoja de
respuestas.

Una cualidad importante necesaria para la aplicación del CMMS


resida en una sensibilidad para comprender las necesidades y el
comportamiento de niños pequeños.

3.1. Instrucciones generales:

El examinador debe familiarizarse a fondo con las instrucciones


detalladas para la aplicación del CMMS . Si considera que
necesita adquirir cierta experiencia en la aplicación y anotación
de respuestas, debería practicar con anterioridad a la aplicación
definitiva del test a un niño. Como ocurre en todas las pruebas
individuales, el examinador debe lograr la confianza del niño y,
de esta forma, obtener el máximo de interés y motivación. Las
instrucciones deben seguirse con exactitud. Aunque los términos
para explicar la tarea pueden variarse ligeramente, cualquier
cambio básico en los procedimientos descritos en el presente
capítulo puede invalidar los resultados.

I. Deben mantenerse las condiciones habituales que requiere


una buena aplicación: local bien iluminado, silencioso y
libre de distracciones. Deben tomarse las oportunas
precauciones que eviten cualquier interrupción durante la
aplicación; con este propósito conviene colocar en la puerta
un cartelito con las palabras "Examen. No interrumpan",
antes de comenzar la prueba.
II. El equipo de mobiliario esencial constará de una mesa y
dos sillas que, en el caso del niño, tengan la altura
apropiada, la mesa debe tener la suficiente amplitud para
poder colocar un montón de cartulinas delante del niño y
otro delante del examinador, así como la Hoja de
respuestas. El niño debe sentarse frente al examinador, en
el lado opuesto de la mesa.
III. El examinador ha de asegurarse de que el niño ha
comprendido bien las instrucciones. La mejor manera de
hacerlo es seguir las instrucciones específicas que vienen
a continuación, presentando los ejemplos y repitiéndolos
tantas veces como sea necesario. El examinador puede
contestar a cualquier pregunta relacionada con los
ejemplos, pero nunca a las que se refieran a un
elemento especifico del test ni indicar si una
respuesta ha sido correcta o no.
IV. La cara impresa de las cartulinas ha recibido un
tratamiento que las hace resistentes a la suciedad.
Cuando, a causa del uso, alguna cartulina se manche,
puede limpiarse con un paño ligeramente húmedo. Es
importante mantener limpias las cartulinas, ya que la
suciedad acumulada puede dar una indicación al niño
de qué dibujo ha sido escogido por la mayoría de los
sujetos que han realizado el test anteriormente.

3.2. Preparaciones previas a la aplicación:

I. Antes de comenzar la aplicación, el examinador debe


obtener la edad cronológica del niño en años, meses y
días, restando la fecha de nacimiento de la fecha de
aplicación; cuando para calcular la diferencia sea
necesario transformar un mes en días, se considera
siempre de treinta días. A continuación, consultando la
tabla, con la edad en años-meses (sin tener en cuenta los
días), puede determinarse el Nivel apropiado. Véanse los
dos ejemplos siguientes:
La interpretación de las puntuaciones depende, en gran
parte, de la precisión de esta información. Por lo tanto, es
de suma importancia, que el examinador verifique la fecha
de nacimiento del niño y fije con mucho cuidado el Nivel a
aplicar.

II. El examinador debe rellenar, en la Hoja de respuestas,


los espacios destinados a los datos personales del niño
y rodear la letra correspondiente al Nivel adecuado.
III. El examinador separará el juego de cartulinas o elementos
correspondientes al Nivel seleccionado.
IV. Las cartulinas se colocan por orden numérico de mayor a
menor; de esta forma, al invertirlas siguen la secuencia
correcta. Para facilitar la aplicación, las tres cartulinas de
entrenamiento, así como la primera y última de cada. Nivel,
tienen impreso en el reverso un recordatorio apropiado.
Las cartulinas se colocan delante del examinador
invertidas, con la primera de entrenamiento encima. La
colocación correcta de las cartulinas permite al examinador
leer el recordatorio impreso en el reverso.

V. Las cartulinas se presentan al niño una a una. El


examinador da la vuelta a las cartulinas colocándolas
sucesivamente sobre la mesa delante del niño, cada
una de ellas encima de la anterior siguiendo este
procedimiento se evita que el niño se distraiga al ver
más de una cartulina a la vez, y se mantienen en el
orden adecuado. Cuando se da la vuelta a las cartulinas,
los dibujos quedan en posición correcta para el niño, y el
número indicador del elemento en posición de lectura para
el examinador.
VI. Las alternativas a elegir se consideran numeradas de
izquierda a derecha desde la posición del examinador;
aunque no aparecen sus números sobre la cartulina,
figuran en las Hojas de respuestas.
Cada vez que el niño dé una respuesta, se registra ésta
trazando un aspa o diagonal sobre el número de la
alternativa indicada. Las respuestas correctas a todos los
elementos están encuadradas en la Hoja de respuestas.

3.3. Instrucciones específicas

I. El niño debe señalar el dibujo que no guarde relación con


los otros. Se pueden utilizar distintas frases para
explicárselo, por ejemplo:
II. El CMMS es un test de potencia; no tiene tiempo limitado
de aplicación. El niño dispone del tiempo que necesite; no
obstante, el examinador, de vez en cuando, puede animarle
a que dé una respuesta. Pasados 20 o 25 segundos, si ésta
no se ha producido, el examinador puede hacerle una
pregunta para obtener su respuesta, o bien una indicación
definitiva de su Incapacidad para darla. La pregunta será:
“¿Cuál de ellos crees que es?”

III. Se suele contestar con bastante rapidez en los elementos


más sencillos, y no hace falta repetir las instrucciones en
cada uno de ellos; pero a medida que crecen en dificultad,
la repetición puede hacerse necesaria para recalcar la
naturaleza del problema. El examinador debe estar seguro
de que el niño, antes de dar una respuesta, ha
comprendido bien las instrucciones. Si existe alguna duda,
se dirá antes de cada elemento:

IV. Hay que asegurarse de que el niño mira todo los dibujos de cada
una de las cartulinas antes de hacer su elección. Algunos niños
tienden a señalar en elementos sucesivos el dibujo que se
encuentra en la misma posición. Cuando ocurra esto se le dice:
“Mira todos los dibujos, y después señálame el único que es de
tipo diferente”
V. A veces algunos niños nombran un dibujo en vez de señalarlo.
Conviene desalentar estas respuestas verbales diciendo:
“Señálame el que escojas”
VI. Durante el curso de la aplicación algún niño puede querer
asegurarse preguntando si su respuesta a un elemento es
correcta, en estos casos, se le anima diciéndole: “Lo estás
haciendo muy bien”, sin indicar de ninguna forma si la respuesta
ha sido correcta o no.
VII. Si el niño señala más de un dibujo, se le pide que elija sólo uno:
“Señálame solamente el que es de tipo distinto de los otros”.
VIII. Se comienza el test por el ejemplo 1, se dice: “Mira los dibujos.
Uno de los dibujos no va bien con los otros. Señálame el dibujo
que es de distinta clase o tipo que los otros”. Luego debe de darse
la siguiente explicación, tanto si la respuesta es correcta o no,
para el ejemplo 1,2 y 3.
Ejemplo 1:

Ejemplo 2:

Ejemplo 3:

4. CORRECCIÓN Y PUNTUACIÓN:
4.1. Instrucciones: El examinador señalará, mediante un trazo diagonal o aspa, el
número que corresponde a la respuesta dada por el sujeto, contando siempre
de izquierda a derecha del propio examinador. En la Hoja de respuestas la
contestación correcta aparece recuadrada. La puntuación directa es el
número total de respuestas correctas (exceptuando los ejemplos). Una vez
hecho el recuento, se anota esta puntuación en la casilla correspondiente.

4.2. Conversión de puntuaciones a derivadas: Para convertir las puntuaciones


directas de cualquiera de los Niveles del CMMS en los diversos tipos de
puntuaciones derivadas, se sigue el procedimiento siguiente:

a) En la casilla correspondiente de la Hoja de respuestas se anota la


puntuación directa (número de elementos contestados correctamente)
obtenida en el Nivel aplicado.
b) Si no se ha computado previamente la edad cronológica exacta del niño
(EC) en años, meses y días para determinar el Nivel del OMMS a aplicar,
se hace en este momento antes de utilizar las tablas de conversión a -
PED, y se anota en la Hoja de respuestas en años y meses, sin tener en
cuenta los días.
c) Se selecciona entre las tablas 5A y 5H, la que se refiera al Nivel aplicado,
cerciorándose cuidadosamente de esta selección. Las puntuaciones directas
aparecen en las columnas extremas (derecha e izquierda) de la tabla, y la
edad cronológica (en años-meses) en las dos filas superiores. La
intersección de las filas con la puntuación directa conseguida
proporciona la PED del niño que debe trasladarse al recuadro
correspondiente de la Hoja de respuestas.
d) La tabla 6, a continuación de las anteriores, proporciona la puntuación
centil y eneatipo correspondiente a la PED obtenida previamente, valores
que pueden trasladarse a los recuadros apropiados de la Hoja de
respuestas.
e) A continuación, se localiza en la tabla 7 la columna del Nivel aplicado,
y en ella el intervalo que comprenda la puntuación directa del niño. La
clasificación "número-letra" que figura en la primera columna de la
izquierda es el Índice de Madurez, que se anotará igualmente en la casilla
de la hoja de respuestas.
f) Finalmente, en el espacio destinado a "Observaciones" al dorso de la
Hoja, se registrará cualquier información pertinente (además de notas
sobre la conducta durante el examen) que se considere de interés para
la interpretación de los resultados del niño.

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