RENCOR: FICCIONALIZACION DEL DESEQUILIBRIO SOCIAL

En un país como Colombia, con injusticias social, con desigualdad, y la

concentración de poder en manos de unos pocos no es difícil encontrar que todas
las personas hemos tenido un acercamiento estrecho con la violencia. Niños,
jóvenes, adultos ancianos, pobres, ricos, estudiante, trabajador, sin importar
ideología o procedencia, todos han sido tocados por la violencia. Donde en
convocatorias nacionales para dar fin a una guerra, termina imponiéndose el rencor
y el odio, no podemos esperar menos que personas, en estos tiempos de la
masificación de la información y de redes sociales, pidan para mejorar la situación
de una ciudad en particular lo que conocemos como “limpieza social.” ¿Cómo es
posible? ¿Limpieza social? En verdad, ¿es la manera de acabar con los problemas
de nuestra sociedad?

Siguiendo con el tema de la violencia y la desigualdad, el escritor Oscar Collazos

en su obra Rencor nos muestra mediante el personaje de Keyla un recorrido por los
diferentes panoramas de la sociedad cartagenera, particularmente el de la clase de
estrato bajo. Esta novela está narrada de forma testimonial; donde Keyla, una niña
que llega con su familia a Cartagena, desplazada por la violencia, vive una serie
de circunstancias que le irán marcando toda su vida. A lo largo del desarrollo de la
novela, vemos como se hacen presente en la vida del personaje principal otros
personajes, que al igual que ella, dejan entrever las difíciles situaciones que podrían
muy bien ser el reflejo de la sociedad colombiana, sin entrar en el debate sobre la
literatura y la realidad.

En la obra de Rencor de Oscar Collazos, se presentan varios temas que giran bajo
un mismo eje temático: la violencia en la sociedad colombiana. A partir de este eje
encontramos las diferentes formas en que la violencia se da en esta sociedad.
Podemos encontrar temas como los siguientes: violación, delincuencia, trabajo
infantil, explotación sexual, desempleo, deserción escolar, pobreza, explotación
laborar, acoso, muerte, desplazamiento forzado, drogadicción. Una visión bastante
desalentadora de una sociedad.
Rencor es una novela suficientemente basta, donde se pueden abordar muchos
temas, como los ya mencionados; pero en este caso el enfoque que se le dio a su
lectura fue el papel del patriarcado y de la mujer presente en la ideología del
personaje principal. Además de la idea trabajada en las sesiones, que es la
incapacidad de ponernos en el lugar del otro.

Primeramente, se realiza un rastreo del pensamiento del personaje principal sobre

el papel del hombre y el de la mujer. Aquí podemos ver como el hombre siempre
está en un lugar de supremacía, donde la mujer es quien debe ajustarse a las
situaciones que el hombre considere; es así, que vemos que la madre de Keyla
debe soportar los abusos de su marido (alcoholismo, desinteres, soberbia y maltrato
físico) todo esto debe ser soportado porque es su esposo y el hombre de la casa.
Siguiendo con la idea, vemos que Fercho al ver que el padre de Keyla ya está
muerto hace referencia a que se necesita un “hombre en la casa” porque es más
conveniente, para que este protegida, un hombre que una mujer sola. Por otra parte
en diferentes partes de la novela se aprecia como el pensamiento de Keyla esta
permeado y refleja el orden patriarcal, al cual en ocasiones le hace frente, como se
demuestra en este fragmento “si tenía otra mujer, a mí qué, pensaba. Los hombres
pueden tener otra mujer porque para eso son hombres”.

Tenemos también la escena cuando el padre de Keyla regresa a su casa después

de abandonarlos, pide quedarse aludiendo que el construyo la casa con sus propias
manos. O también cuando Fercho se reúne en casa de Keyla con otros malandros
a lo que ella dice: “no dije nada. Eso era cosa de hombres”

Volviendo a la segunda idea, ponerse en el lugar del otro. Mientras nuestros niños
no sean educados en la tolerancia, en la solidaridad no podemos pensar que
tendremos adultos tolerantes y solidarios, contrario a esto, tenderemos adultos
indiferentes y segados por los bienes particulares. Adultos que en redes sociales
aclaman "limpieza social" y no educación. Adultos a los que no les duele la vida de
un ser humano, que básicamente es el resultado de cada situación que ha vivido a
lo largo de su existencia. Ponerse en el lugar del otro no es fácil mientras siga
existiendo una inexistencia del otro como ser humano, y si como rival. “La
reproducción de un sistema de odio y de rencor” eso es lo que tenemos mientras
las humanidades no trabajen como se debe.

Diana Marcela Echeverría