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En la obra literaria “El hombre que calculaba” (en portugués,O homem que
calculava) es una novela escrita por el escritor y profesor de matemáticas
brasileño Malba Tahan que hizo de el álgebra divertio.
Esta obra puede ser considerada al mismo tiempo como una novela y como
un libro de problemas y curiosidades matemáticas.
El propio autor reconoció que uno de sus objetivos al escribirlo fue el de
contribuir a popularizar las matemáticas, presentándolas para ello no ya de
forma abstracta o en contextos meramente simbólicos, sino integradas a los
acontecimientos y atravesadas por muchos otros aspectos, como
cuestiones morales y de historia.
El libro habla del viaje de Beremiz y Hanak en la gran ciudad de Bagdad,
donde Beremiz, tal vez era un personaje visto de forma extraña por tener un
talento poco común , un gusto y una habilidad por las matemáticas pero se
sabía que esa habilidad tenía muchas aplicaciones en diversos campos de
trabajo y era de gran utilidad para el comercio y otras cosas de la vida
cotidiana; este hombre relacionaba aspectos de la vida cotidiana con
problemas más complicados, obtenía sus conocimientos gracias a
experiencias y le surgian preguntas sobre algunas curiosidades para
ejercitar su habilidad como contar las hojas de un árbol e insectos.
Razonaba las cosas con tal lógica que era capaz no solo de resolver un
problema además lo explicaba de una manera menos complicada. “El
hombre que calculaba” se sigue narrando parte de la vida de Beremiz ó
hombre que calculaba; Beremiz ayudaba a diversas personas como
comerciantes a resolver problemas con respecto a temas matemáticos y
tenía una sorprendente habilidad para analizar los problemas y además
saber explicarlos de tal forma que fueran entendibles para toda persona;
pero además de problemas matemáticos su vida también implicaba otros
tipos de problemas que él sabía que de cualquier manera tendrían cierta
relación con las matemáticas; grandes sabios le plantearon 7 preguntas con
srcen de distintos temas los cuales supo responder de forma correcta
implementan las matemáticas, la lógica y la vida cotidiana.
Desarrollo
En un viaje por las exóticas tierras árabes y centrando la acción en tiempos
remotos, un árabe dotado de una habilidad, fruto de su espíritu atento y
observador, se halla sujeto a distintas pruebas que debe resolver con su
talento matemático.
Unir lo útil con lo deleitable ha sido siempre la máxima preocupación de los
pedagogos. Entre los intentos que se han hecho, ninguno tan feliz como
este libro ameno, repleto de curiosidades que enseñan deleitando.
Problemas que a primera vista parecen insolubles, son resueltos con lógica
deducción por diversos sistemas, que no son en manera alguna trucos,
antes bien se asientan en conocimientos matemáticos fáciles, ciertos e
indiscutibles.
Beremiz Samir, el Hombre que Calculaba, aparece a un lado del camino
que lleva a la ciudad de Bagdad. Allí lo encuentra quien será el narrador de
la historia. Los dos personajes emprenden juntos el viaje.
A través de las palabras con que Hank-Tadé-Maiá relata las distintas
vicisitudes en las que participa Beremiz Samir a lo largo de la travesía, el
lector recibe una clara idea de su talento para dominar la ciencia de la
matemática, así como también de la altura ética de el Hombre que
Calculaba. Los desafíos que enfrenta el calculador tienen como marco las
tierras de un antiquísimo Irak habitado por califas, jeques y visires.
En cada uno de estos relatos, Beremiz Samir demuestra el dominio que
tiene sobre los números; pero ante cada consulta, ante cada historia, esa
sabiduría va acompañada por una reflexión que, por encima de todos los
detalles, busca y siempre encuentra una razón ética, de justicia, para hacer
desaparecer el problema de la no coincidencia entre los hombres por
cuestiones en la mayoría de los casos, casi insignificantes.
Beremiz Samir es un hombre sabio; es un hombre de paz que no busca el
poder sino la tranquilidad de vivir una vida plena. El Hombre que Calculaba
es, en definitiva, un hombre que intenta hablar con su hermano, transmitir
historias en las que los seres humanos entienden que en la vida no todo es
cálculo, y que es en la búsqueda de un equilibrio sincero, real y justo, donde
será posible hallar la felicidad de nuestros días.
“El Hombre que Calculaba” de Malba Tahan, cuyo nombre real es Júlio
César de Mello Souza más conocido como Malba Tahan. Escribió más de
50 libros bajo este seudónimo, incorporado más tarde a su tarjeta de
identidad. Empleó historias orientales para enseñar matemáticas. Su libro
más famoso, publicado por primera vez en 1938, estuvo recientemente en la
lista de los libros más vendidos. Desde la primera mitad del siglo XX, varias
generaciones de brasileros se introdujeron en la cultura Árabe gracias a la
influencia del más Árabe de los Cariocas (nativos de la ciudad de Río de
Janeiro), el profesor de matemáticas Júlio César de Mello e Souza, más
conocido como Malba Tahan.
Su libro más famoso, “O Homem que Calculava” (El Hombre Que
Calculaba), trajo aventuras en escenarios Árabes típicos junto con atractivas
soluciones de problemas de álgebra y aritmética, ha llegado ya a su edición
número 63 de la casa de publicaciones Record de Brasil. El libro ha
alcanzado la hazaña de aparecer todavía en el quinto lugar en las listas de
libros para chicos más vendidos publicada en el periódico O Globo, en mayo
del año 2004. Esta obra consta de 35 capitulos, de género ficcion y
lietratura/matematica, que se trata de todas las cosas que pasan un
calculista matemático, sus aventuras, y las formas de las que la vida lo
recompensa.
El calculista, el Bagdalí, Iezip, el visir Maluf, Tara - Tir, Harim, Hamed,
Telassim, sabios, ulemas, etc. Los actos se realizan el los desiertos de
Bagdad y en la misma ciudad de Bagdad, el la posada, el palacios, castillos,
etc. En resumen la obra trata de: …Un hombre que iba camino a Bagdad se
encuentra con un hombre que repetía constantemente el numero un millón
cuatrocientos veinte tres mil setecientos cuarenta y cinco, el hombre
intrigado preguntó él porque de la repetición de este numero y el hombre le
comenzó a contar su historia que comenzó cuando trabajaba con un rebaño
de ovejas y que mientras pastoreaba podía contar cada cosa que miraba en
su camino y al ver este su habilidad para los números decidió dedicarse a
ser un calculados.
Uno de los episodios más llamativos de esta historia el de los camellos y los
panes nos orienta a actuar con justicia, ese valor tan deseado, tan
pronunciado en el quehacer diario pero tan lejano a la hora de ejercerlo,
merced a su empeño, astucia y sapiencia que debe poseer todo ser
humano, el matemático llega un importantísimo cargo en la corte, jamás
pierde la cabeza, he aquí la sencillez que debe ser la reina de nuestros
actos.
En todos los campos del quehacer diario las matemáticas están al servicio
de la ciencia y la ciencia engrandece al hombre, podemos decir entonces
que las matemáticas son la base de todas las ciencias. Vemos como
gracias a ella el hombre alcanza recompensas como un camello o metas
jamás sonadas como el casarse con una mujer reservada para los príncipes
con lo que alcanzó también la felicidad, esquiva hoy para mucha gente, pero
el logro más significante creo yo fue el convertirse a la religión cristiana
hecho anecdótico por no decirlo imposible siendo ambos de una religión
contraria al catolicismo.