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EL ENCUADRE EN LA ENTREVISTA CON EL ADOLESCENTE

El encuadre permite delimitar el campo particular de la entrevista y consiste en hacer


funcionar un conjunto de variables que se fijan como constantes. Es importante que
el entrevistador sea consciente de que debe controlar flexiblemente esas variables de
la entrevista. Estas variables se definen de la siguiente manera:
a) Tiempo: marca el horario y el limite de tiempo que durará la entrevista
b) Espacio: es el lugar físico en el cual se realiza la entrevista.
c) Rol técnico de entrevistador y entrevistado: el entrevistador no debe entrar
en otra relación que no sea la profesional y no debe actuar frente al rechazo o
cualquier otro tipo de actuación del entrevistado. El adolescente debe saber que
la entrevista responde a una consulta sobre su salud y sus problemas, tiene
derecho a reprimir sus cosas –además de que lo hace inconscientemente- aunque
el entrevistador debe intentar averiguar a qué se debe.
d) el objetivo de la entrevista: el entrevistador debe tener claro si el objetivo de
la entrevista es de diagnóstico, es de acompañamiento, de intervención, si es
psicopedagógica, de orientación vocacional, etc.

El contrato en la entrevista psicoterapéutica con el adolescente


El contrato con adolescentes incluye ciertas consideraciones especiales, ya que
el joven aun no estructura en su mente la idea de ayuda y hay que apoyarlo para
que la pueda crear a través de la imagen de él mismo, de la frecuencia de las
sesiones, el lugar, el costo y horario y, por supuesto, la forma de trabajar.
Lugar
Se debe considerar que si el adolescente le queda muy retirado el consultorio del
terapeuta, esto se volverá resistencial. El lugar de la entrevista y del futuro
tratamiento puede gustarle o no y esto puede favorecer que se sienta a gusto
al/asistir o, de plano, que prefiera no hacerlo.
El horario
El entrevistador o psicoterapeuta es quien determina el horario de las sesiones y
procura que sean fijos para poder planificar el tratamiento y así darle continuidad.
Al Inicio del tratamiento se debe tener en cuenta que las necesidades del
adolescente como las de sus padres o quienes lo lleven a consulta, pueden
ocasionar cambios de horario; el terapeuta debe estar flexible si considera que un
cambio es benéfico para el paciente siempre que pueda hacerlo. La flexibilidad no
debe llevar a desorden.

La duración de la entrevista o sesión


Para muchos adolescentes bastan dos veces y a veces hasta una sesión por
semana. Todo esto se determina en función del diagnóstico y del pronóstico del
caso y estos dos realizan tomando en cuenta las funciones yoicas, para determinar
el grado de integración de la personalidad del adolescente, así como su grado
patológico. Esto se le debe explicar al propio adolescente y a sus padres.
El pago
 El pago aun cuando no se asista, representa esa continuidad.
 Establecer cuánto se cobrará: si por sesión, por adelantado o al
vencimiento (esto se debe tener en claro desde las primeras entrevistas
para anticiparse a los atrasos en el pago.
 El tema del pago debe poder hablarse libremente y ya esto en sí mismo se
puede volver terapéutico para el adolescente y sus padres.
 Es importante que el tema del pago no se convierta en tabú para el
entrevistador.
La confidencialidad y sus límites
El equivalente del secreto profesional en el tratamiento de adolescente –como en los
preadolescentes que todavía juegan, dibujan o pintan- y adultos, es el cajón que se
les asigna para que guarde sus dibujos o lo que él quiera y que no quedará expuesto
para ser visto por nadie, ni por los padres. De ese cajón no se deben sacar cosas
para llevárselas a casa.
La duración del tratamiento
 Se debe establecer una fecha probable de terminación (la duración del
tratamiento a veces es impredecible).
 Hay que explicar que el tiempo que requiere un joven para evolucionar queda
determinado por él mismo.
 La modalidad cara a cara con el adolescente ira cambiando en la medida que
haya progresos, y se utilizara el diván. Esto se debe mencionar en el contrato.
Las enfermedades del paciente
Algunas enfermedades son resitenciales o no, es que el adolescente que asiste a
tratamiento puede enfermarse para no ir a trabajar, algo que es conflictivo. Esa
enfermedad es resistencial.
Las vacaciones
Hay que dar aviso al paciente y a sus padres del (los) períodos de descanso que vaya
a tomar el entrevistador. En caso de que surgiera una suspensión no planeada.
Las entrevistas con los padres
En el contrato se establece si los padres van a participar de alguna forma en el
tratamiento: si acudirán a entrevistas de orientación con el terapeuta de su hijo; a
sesiones de pareja, a sesiones individuales, a pláticas de orientación, etc. Si el
adolescente ya va sólo y éste paga su tratamiento, se puede trabajar con él sin llamar
a los padres.
BIBLIOGRAFÍA: Nahoul, Vanessa: Técnicas de entrevista con adolescentes.
Editorial Brujas.

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