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Suma Psicológica

ISSN: 0121-4381
sumapsi@konradlorenz.edu.co
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Colombia

Piqueras Rodríguez, José Antonio; Ramos Linares, Victoriano; Martínez González, Agustín Ernesto;
Oblitas Guadalupe, Luis Armando
EMOCIONES NEGATIVAS Y SU IMPACTO EN LA SALUD MENTAL Y FÍSICA
Suma Psicológica, vol. 16, núm. 2, diciembre, 2009, pp. 85-112
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=134213131007

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Suma Psicológica, Vol. 16 No 2
Diciembre 2009, 85-112
ISSN 0121-4381

Emociones negativas y su impacto


en la salud mental y física

Negative emotions impact on mental physical health

José Antonio Piqueras Rodríguez*,


Universidad Miguel Hernández de Elche
Victoriano Ramos Linares,
Servivios Sociales de Callosa de Segura
Agustín Ernesto Martínez González,
Clínica Neuropsicológica Mayor
Luis Armando Oblitas Guadalupe
Universidad Intercontinental

Resumen

El miedo, la tristeza, la ira y el asco son estados emocionales que, cuando son intensos y habituales,
afectan negativamente la calidad de vida de las personas. En consecuencia, las emociones negati-
vas constituyen actualmente uno de los principales factores de riesgo para contraer enfermedades
físicas y mentales. Este artículo pretende, en primer lugar, delimitar los conceptos y las caracterís-
ticas principales de cada emoción; y segundo, sintetizar los hallazgos científicos que avalan la in-
fluencia de las emociones negativas clásicas en el proceso salud-enfermedad. Estos fenómenos psi-
cofisiológicos se han asociado a las enfermedades mentales y físicas como variables influyentes en
su inicio, desarrollo y mantenimiento. Por lo tanto, se revisan algunos de los vínculos entre las cuatro
emociones negativas y los trastornos mentales. También, se repasan las evidencias que respaldan
la influencia de las emociones negativas en el desarrollo de comportamientos de riesgo para la salud
física. Por último, se describen algunos datos que apoyan el impacto de la activación psicofisiológica
emocional en los sistemas orgánicos, como la inmunidad, los procesos tumorales, etcétera.

Palabras clave: miedo, tristeza, ira, asco, emociones negativas, salud física, salud mental, trastor-
nos mentales, calidad de vida.


*
Correspondencia: José Antonio Piqueras Rodríguez, Ph. D. Universidad Miguel Hernández de Elche, Área de Personalidad, Evaluación y Tratamien-
to Psicológico, Departamento de Psicología de la Salud, Edificio Altamira, Avda. De la Universidad, s/n 03202, España. Correo electrónico:
jpiqueras@umh.es.
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Abstract

Fear, sadness, anger and disgust are considered affective states, that when they become frequent
and intense, adversely affect the quality of life. Consequently, negative emotions are regarded as
one of the key risk factors in physical and mental illness. Firstly, this article aims to define precisely
concepts and key features of each emotion. The second objective of this paper is to show a synthesis
of scientific findings supporting the influence of emotional factors, especially classic negative emo-
tions in the process of health and disease. These psychophysiological phenomena have been asso-
ciated with mental and physical illness as influencing variables in its initiation, development and
maintenance. Therefore, the paper reviews some of the links between these four negative emotions
and mental disorders. It also reviews the evidence supporting the influence of negative emotions
in the development of risk behaviors to physical health. Finally, we describe some data supporting
the impact of psychophysiological activation of emotions in organic systems, such as, for instance,
immunity, tumor processes and so on.

Keywords: fear, sadness, anger, disgust, negative emotions, physical health, mental health, mental
disorders, quality of life.

Las emociones son reacciones psicofisiológicas fermedad. Estas reacciones tienen una función
de las personas ante situaciones relevantes preparatoria para que las personas puedan dar
desde un punto de vista adaptativo, tales como una respuesta adecuada a las demandas del am-
aquellas que implican peligro, amenaza, daño, biente, por lo que se consideran respuestas emi-
pérdida, éxito, novedad, etc. Estas reacciones nentemente adaptativas para el individuo. Sin
son de carácter universal, bastante indepen- embargo, en ocasiones encontramos que algunas
dientes de la cultura, producen cambios en la de ellas pueden transformarse en patológicas en
experiencia afectiva (dimensión cognitivo-sub- algunos individuos, en ciertas situaciones, debi-
jetiva), en la activación fisiológica (dimensión do a un desajuste en la frecuencia, intensidad,
fisiológica-adaptativa) y en la conducta expresi- adecuación al contexto, etc. Cuando tal des-
va (dimensión conductual-expresiva). Además, ajuste acontece y se mantiene un cierto tiempo,
desde un punto de vista psicológico, emociones puede sobrevenir un trastorno de la salud, tanto
tales como la alegría, el miedo, la ansiedad o la mental (trastorno de ansiedad, depresión mayor,
ira son emociones básicas que se dan en todos ira patológica, etc.) como física (trastornos car-
los individuos de las más diversas culturas, diovasculares, reumatológicos, inmunológicos,
poseen un sustrato biológico considerable, son etcétera).
esencialmente agradables o desagradables, nos A pesar de estas afirmaciones, existe cierta
activan y forman parte de la comunicación con controversia en relación con qué entendemos por
los demás y a su vez, pueden actuar como po- emociones negativas y positivas, cuál es la ver-
derosos motivos de la conducta (Cano-Vindel & dadera naturaleza de las relaciones entre estas
Miguel-Tobal, 2001). emociones negativas y las diferentes condiciones
Entre las emociones podemos distinguir al de salud-enfermedad. Por ello, es preciso profun-
menos dos grupos: las positivas y las negativas. dizar en el conocimiento de estas cuestiones. El
El miedo-ansiedad, la ira, la tristeza-depresión y objetivo del presente trabajo es hacer una revi-
el asco son reacciones emocionales básicas que sión no sistemática descriptiva (Day, 2005) sobre
se caracterizan por una experiencia afectiva des- el estado de la cuestión en la actualidad. Prime-
agradable o negativa y una alta activación fisio- ro, trataremos el concepto de estrés y emoción; a
lógica. Las tres primeras son las emociones más continuación, se abordará cuáles son las princi-
estudiadas en relación con el proceso salud-en- pales características de las emociones negativas;

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luego, abordaremos la cuestión de la relación frente a cualquier estresor. Por el contrario, mie-
entre emociones negativas y salud-enfermedad, do/ansiedad se refiere a una emoción, es decir,
para finalizar con algunas ideas que sinteticen lo una de las etiquetas cognitivas que recibe esta
tratado a lo largo del artículo. activación fisiológica generada cuando se pone
en funcionamiento el mecanismo adaptativo de-
Concepto de estrés nominado respuesta de estrés (Ramos, Rivero,
Piqueras & García-López, 2006). Otras emocio-
Una cuestión previa que ha de tenerse en cuenta nes serían la ira, la sorpresa, el asco, la alegría y
a la hora de abordar el estudio de las emociones la tristeza. De ahí que es muy importante tener
es el concepto y los modelos del estrés. La litera- en consideración que el estrés no está implica-
tura sugiere que la perspectiva transaccional, o do únicamente en las emociones negativas. Una
ajuste persona-ambiente, es una de las más im- revisión con mayor profundidad sobre los mode-
portantes y útiles en el estudio del estrés, y por los transaccionales del estrés y su relación con
extensión, de las emociones (Escamilla, Rodrí- las emociones podemos verla en Escamilla et al.
guez & González, 2009). Desde este marco teóri- (2009) y Lazarus y Lazarus (1994).
co se ha asumido que el estrés implica tres ele-
mentos a los que hace referencia el modelo tran- Concepto de emoción
saccional: a) la valoración o apreciación que la
persona hace de los estresores, b) las emociones Las emociones básicas constituyen patrones in-
y afectos asociados a dicha apreciación y c) los dividuales de conducta expresiva, cada una aso-
esfuerzos conductuales y cognitivos realizados ciada a un patrón específico de activación fisioló-
para afrontar dichos estresores. Este enfoque gica, a una experiencia cognitiva-subjetiva o sen-
tradicionalmente se ha centrado en las reaccio- timiento específico y con un substrato neuroa-
nes ante una situación de estrés y los resultados natómico específico (Piqueras, Martínez, Ramos,
patológicos. En relación con nuestro objetivo en Rivero & García-López, 2006).
este trabajo, la teoría de las emociones basada El miedo, la ira, la tristeza, la alegría, la sor-
en el modelo transaccional del estrés, desarro- presa y el asco son las emociones básicas para
llada por Lazarus (Lazarus & Lazarus, 1994) las que existe un mayor consenso respecto a su
implica fundamentalmente dos conceptos, el de definición conceptual, características definito-
estresor y el de respuesta de estrés (Amigo, Fer- rias, etc. Desde Darwin hasta autores más con-
nández & Pérez, 2003; Sandín, 2002). El prime- temporáneos, entre ellos Tomkins, Izard y Ek-
ro de los conceptos hace referencia a cualquier man, se ha resaltado la importancia de las emo-
agente externo o interno causal primariamente ciones en cuanto a su función adaptativa para la
de estrés. El segundo término, la respuesta de supervivencia del individuo y de la especie. Todos
estrés, se refiere a un mecanismo de activación estos autores asumen la existencia de emociones
fisiológica y de los procesos cognitivos que fa- básicas que son producto de la evolución filoge-
vorece una mejor percepción y posterior eva- nética y ontogenética y que están relacionadas
luación de las situaciones y sus demandas, así con estados biológicamente significativos como la
como a un procesamiento más rápido y eficaz procreación, la cría y la amenaza a la integridad
de la información disponible con la consiguiente de los individuos y de la especie.
búsqueda de soluciones y consecuente selección Por tanto, podemos entender como emoción
de las conductas adecuadas para hacer frente a una experiencia multidimensional con al menos
la situación (Lazarus, 1993), también denomi- tres sistemas de respuesta: cognitivo/subjetivo;
nado “Sistema de adaptación general” por Selye. conductual/expresivo y fisiológico/adaptativo.
Por ello, durante este capítulo nos referiremos Para entender la emoción es conveniente atender
al estrés como esta respuesta o mecanismo ge- a estas tres dimensiones por las que se manifies-
neral de activación fisiológica y de los procesos ta, teniendo en cuenta que suele aparecer cierta
cognitivos que le permite al organismo hacer desincronía entre los tres sistemas de respuesta.

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Además, la predominancia de cada una de estas que todas las emociones tienen alguna función
dimensiones varía en función de la emoción en que les confiere utilidad y permiten que el sujeto
concreto, la persona en particular o la situación ejecute con eficacia las reacciones conductua-
determinada. Es más, en la mayoría de ocasiones les apropiadas y ello con independencia de la
las diferencias entre los distintos modelos teóri- cualidad hedónica que generen, al menos desde
cos de la emoción se deben únicamente al papel un punto de vista exclusivamente biológico, de
que otorgan a cada una estas tres dimensiones supervivencia o salvaguarda de la integridad fí-
(Chóliz, 2005). sica. Incluso las emociones más desagradables
Por otra parte, se han hecho muchos intentos tienen funciones importantes en la adaptación
por analizar la emoción en sus componentes o social y el ajuste personal. A continuación se
dimensiones principales para facilitar tanto su describen brevemente cada una de estas fun-
clasificación, como la distinción entre ellas (v. ciones, siguiendo en parte a Chóliz (2005).
gr., Engen, Levy & Schlosberg, 1958; Spencer,
1890; Woodworth, 1938; Wundt, 1896; etc.). A Función adaptativa
pesar de ello, las únicas dimensiones acepta-
das por prácticamente todos los autores son la Una de las funciones más importantes de la
de agrado-desagrado y la intensidad de la re- emoción es la de preparar al organismo para
acción emocional (Zajonc, 1980). No obstante, ejecutar eficazmente la conducta exigida por
atendiendo únicamente a éstas no puede esta- las condiciones ambientales, movilizando la
blecerse una clasificación exhaustiva y exclu- energía necesaria para ello, así como dirigien-
yente de todas las reacciones afectivas, puesto do la conducta (acercando o alejando) hacia un
que emociones como la ira o el odio pueden ser objetivo determinado. Plutchik destaca ocho
desagradables e intensas y no se trata del mis- funciones principales de las emociones y abo-
mo tipo de emoción. Por tanto, la experiencia ga por establecer un lenguaje funcional que
emocional, lo que pensamos y sentimos duran- identifique a cada una de dichas reacciones
te una reacción emocional, se suele clasificar con la función adaptativa que les correspon-
según estos dos ejes o dimensiones. En otras de. La correspondencia entre la emoción y su
palabras, las emociones suelen provocar sen- función son las siguientes: miedo-protección;
saciones agradables o desagradables y pueden ira-destrucción; alegría-reproducción; tristeza-
ser más o menos intensas (Chóliz, 2005). Aun- reintegración; confianza-afiliación; asco-recha-
que, como ya hemos dicho, es difícil lograr una zo; anticipación-exploración; sorpresa-explora-
clasificación exhaustiva de todas las emociones ción. Relacionada con esta función adaptativa
posibles con base en dimensiones independien- se encuentra la evidencia de que bajo ciertas
tes, la dimensión agrado-desagrado es exclusi- circunstancias (predisposición, recurrencia, in-
va y característica de las emociones, de forma tensidad) la activación del sustrato fisiológico
que todas las reacciones afectivas se compro- de cada emoción puede tener consecuencias
meten en dicha dimensión en alguna medida. sobre la salud de los individuos y en general
Esta dimensión de placer-displacer sería la ca- juegan un papel importante en el bienestar/
racterística definitoria de la emoción respecto malestar psicológico de los individuos, que no
de cualquier otro proceso psicológico. deja de ser un indicador del grado de ajuste/
Otra forma de clasificar las emociones es adaptación del individuo (Plutchik, 1980).
haciendo referencia a sus funciones propias.
Parece relevante el hecho de que desde Darwin, Función social
pasando por James, Cannon, Selye, etc., se ha
venido reconociendo que la expresión de las Las emociones también cumplen una función
emociones en los animales y en el hombre cum- importante en la comunicación social. Según
ple una función universal adaptativa, social y Izard (1993) existen varias funciones sociales de
motivacional. En este sentido, es bien sabido las emociones, como son: a) facilitar la interac-

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ción social, b) controlar la conducta de los de- la alegría la atracción interpersonal, la sorpre-
más, c) permitir la comunicación de los estados sa la atención ante estímulos novedosos, etc.
afectivos y d) promover la conducta prosocial. Por otro lado, la emoción dirige la conducta, en
Por ejemplo, una emoción como la felicidad fa- el sentido de que facilita el acercamiento o la
vorece los vínculos sociales y las relaciones in- evitación del objetivo de la conducta motivada
terpersonales, mientras que la ira puede gene- en función de las características de agrado-
rar respuestas de evitación o de confrontación. desagrado de la emoción. La función motiva-
Es decir, las emociones juegan un doble papel cional de la emoción sería congruente con lo
en su función comunicativa. En primer lugar, que hemos comentado, la existencia de las dos
la expresión de las emociones podría conside- dimensiones principales de la emoción: agrado-
rarse como una serie de estímulos discrimina- desagrado e intensidad de la reacción afectiva.
tivos que indican la realización de determina- En resumen, si bien algunas de las prin-
das conductas por parte de los demás. Así, en cipales discusiones teóricas actuales giran en
muchos casos la revelación de las experiencias torno a si existen emociones básicas y si el re-
emocionales es saludable y beneficiosa, tanto conocimiento de éstas es universal, lo cierto es
porque reduce el trabajo fisiológico que supone que existen ciertos patrones de reacción afecti-
la inhibición, como por el hecho de que favore- va distintivos, generalizados y que suelen mos-
ce la creación de una red de apoyo social para trar una serie de características comunes en
la persona afectada. Sin embargo, en ocasio- todos los seres humanos. Se trata de las emo-
nes los efectos sobre los demás pueden llegar ciones de alegría, tristeza, ira, sorpresa, miedo
a ser perjudiciales, hecho éste constatado por y asco. Podemos defender incluso que se carac-
la evidencia de que aquéllos que proveen apoyo terizan por una serie de reacciones fisiológicas
social al enfermo, como por ejemplo los cuida- o motoras propias, así como por la facilitación
dores primarios informales, sufren con mayor de determinadas conductas que pueden llegar
frecuencia trastornos físicos y mentales (Losa- a ser adaptativas. Por último, tradicionalmente
da, Márquez-González, Peñacoba, Gallagher- se suelen diferenciar dos grupos de emociones
Thompson & Knight, 2007). En segundo lugar, en base a la dimensión de agrado-desagrado.
la represión de las emociones tiene una función Por una parte, nos encontramos con las emo-
social, por cuanto puede ser socialmente nece- ciones positivas, que se caracterizan porque
saria la inhibición de ciertas reacciones emo- generan una experiencia agradable. Ejemplos
cionales con capacidad de alterar las relaciones de este tipo de emociones son la alegría, la feli-
sociales y afectar incluso la propia estructura y cidad o el amor. Por otra parte, existe una serie
funcionamiento de grupos y cualquier otro sis- de emociones cuya experiencia emocional es
tema de organización social. desagradable y que han sido profusamente in-
vestigadas en su relación con la salud mental y
Función motivacional física. En el siguiente apartado vamos a repa-
sar algunas de las características principales
La relación entre emoción y motivación es estre- de las emociones negativas.
cha, ya que se trata de una experiencia presen-
te en cualquier tipo de actividad que posee las Emociones negativas (miedo, tristeza,
dos principales características de la conducta ira y asco)
motivada: dirección e intensidad. La emoción
energiza la conducta motivada. Una conducta A pesar de la pujante aparición de la psicolo-
“cargada” emocionalmente se realiza de forma gía positiva en los últimos años, el estudio de
más vigorosa, de manera que la emoción tiene las “emociones negativas”, miedo-ansiedad, ira
la función adaptativa de facilitar la ejecución y tristeza-depresión, tuvo durante todo el siglo
eficaz de la conducta necesaria en cada exigen- XX, y sigue teniendo, mucha fuerza en la in-
cia. Así, la ira facilita las reacciones defensivas, vestigación psicológica. También añadimos el

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asco, que en los últimos 15-20 años ha sido un continuo entre la ansiedad adaptativa y la
objeto de interés por parte de la comunidad ansiedad clínica, ambas tienen la misma feno-
científica. Un concepto relacionado es el de menología: cogniciones, neurofisiología y res-
afectividad negativa, que puede ser entendida puestas motoras de defensa o ataque. Sabemos
como un estado emocional transitorio o como que una cierta cantidad de ansiedad es nece-
una diferencia persistente en el nivel general saria para realizar ciertas tareas, para resolver
de afectividad. La afectividad negativa es un problemas de un modo eficaz. Existe además
rasgo que refleja la tendencia a experimentar una relación simétrica entre nivel de ansiedad
emociones negativas a través del tiempo y de (visto como nivel de motivación) y rendimiento
situaciones (Watson & Clark, 1984). Este ras- (desarrollo de una tarea, mecanismo de reso-
go se solapa con el neuroticismo y la ansiedad, lución de problemas). Así, la relación entre an-
incluyendo sentimientos subjetivos de tensión, siedad y rendimiento viene expresada por una
preocupación, ansiedad, ira y tristeza. No obs- curva en forma de U invertida. Según la ley de
tante, parece necesario describir brevemente Yerkes-Dodson, formulada en 1908, un défi-
cada una de estas emociones. cit de ansiedad conlleva una eficacia de acción
baja, mientras que una ansiedad óptima ante
Miedo determinados problemas propicia el aumento,
de forma deseable, de la ejecución o eficacia.
El miedo y la ansiedad son las emociones que Sin embargo, la ansiedad excesiva o clínica ac-
han generado mayor cantidad de investigación túa interfiriendo el rendimiento en todos los
y sobre las que se ha desarrollado un arsenal ámbitos del ser humano y se torna en clínica
de técnicas de intervención mayor desde todas en las siguientes situaciones:
las orientaciones teóricas psicológicas. La ex- 1. Cuando el estimulo presentado es inofen-
presión patológica del miedo son los trastornos sivo y conlleva una compleja respuesta de
por ansiedad, que están relacionados con una alerta.
respuesta de ansiedad desproporcionada e irra- 2. Cuando la ansiedad persiste en el tiempo,
cional ante un peligro inexistente. Es una de las superando lo meramente adaptativo, y los
reacciones que produce mayor cantidad de tras- niveles de alerta persisten.
tornos mentales, conductuales, emocionales y 3. Cuando los niveles de alerta y la ansiedad
psicosomáticos. La distinción entre fobia y mie- interrumpen el rendimiento del individuo y
do podría concretarse en que la reacción de mie- las relaciones sociales.
do se produce ante un peligro real y la reacción Como ya hemos dicho, se han empleado di-
es proporcionada a éste, mientras que en la fo- versos términos para designar la ansiedad clí-
bia la respuesta de ansiedad es desproporciona- nica, tales como miedo, fobia, etc. Sin embargo,
damente intensa (o innecesaria) con la supuesta existe cierto consenso a la hora de considerar
peligrosidad del estímulo. Para nuestro fin, no estos términos como reacciones equivalentes
distinguiremos entre ambos términos. en cierto modo, si bien por ejemplo, en el caso
El miedo-ansiedad se define como una res- del primero, este fenómeno se produciría ante
puesta del organismo que se desencadena ante una situación de amenaza real, mientras que
una situación de amenaza o peligro físico o en el del segundo las fobias serían ante un peli-
psíquico, cuyo objeto es dotar al organismo de gro no real o sobredimensionado. En cualquier
energía para anularlo o contrarrestarlo median- caso, a nivel operativo numerosos autores en-
te una respuesta (conducta de huida o de agre- tienden que dichos términos tienen mucho en
sión; Sandín & Chorot, 1995). común (Martínez Sánchez, 2008; Reeve, 2003;
Este mecanismo funciona de forma adap- Sandín & Chorot, 1995).
tativa y pone en marcha dicho dispositivo de El análisis de las características principales
alerta ante estímulos o situaciones que son po- de la ansiedad como emoción negativa viene re-
tencialmente agresoras o amenazantes. Existe sumido en la tabla 1.

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Tabla 1. Características del miedo (tomado parcialmente de (Chóliz, 2005).

- Situaciones potencialmente peligrosas o estímulos condicionados (EC) que producen respuestas condicionadas de miedo. Los EC pueden ser
variados y carecer objetivamente de peligro.
- Situaciones novedosas y misteriosas, especialmente en niños.
Instigadores
- Procesos de valoración secundaria que interpretan una situación como peligrosa.
- Dolor y anticipación del dolor.
- Pérdida de sustento y, en general, cambio repentino de estimulación.

- Sistema nervioso autónomo (división simpática adrenal): activación rápida al identificar cualquier amenaza de un modo automático e involuntario.
Elevación de la frecuencia cardiaca (taquicardia) y de la presión arterial, dilatación de los bronquios, aumento de la tensión muscular, incremento
Actividad
de la conductancia y de las fluctuaciones de ésta.
fisiológica
- Sistema neuroendocrino (hipotálamo-hipófiso-suprarrenal): activación más lenta, de efectos más duraderos que en el sistema nervioso autónomo,
y que requiere una exposición más prolongada a amenaza.

- (Lazarus & Folkman, 1986): valoración primaria de amenaza y valoración secundaria de ausencia de estrategias de afrontamiento apropiadas.
Procesos - Reducción de la eficacia de los procesos cognitivos, obnubilación. Focalización de la percepción en el estímulo temido.
cognitivos - Pensamientos negativos automáticos (Beck et al., 1983) y creencias irracionales (Ellis y Grieger, 1990) antes y durante la situación,
implicados interpretándola como peligrosa o bien valorando la propia incapacidad para afrontarla.
- Preocupación, anticipación, hipervigilancia, temor, inseguridad, sensación de pérdida de control y la percepción de fuertes cambios fisiológicos,
etcétera.

- Facilitación de respuestas de escape o evitación de la situación peligrosa: procedimientos de reforzamiento negativo.


- Al prestar una atención casi exclusiva al estímulo temido, facilita que el organismo reaccione rápidamente ante él.
Función
- Moviliza gran cantidad de energía para ejecutar las respuestas de manera mucho más intensa que en condiciones normales. Si la reacción es
excesiva, la eficacia disminuye, según la relación entre activación y rendimiento de Yerkes y Dodson (1908).

- Se trata de una de las emociones más intensas y desagradables. Genera aprensión, desasosiego y malestar.
Experiencia
- Preocupación, recelo por la propia seguridad o por la salud.
subjetiva
- Sensación de pérdida de control.

- Confrontación (acciones dirigidas hacia la acción como el contraataque, la reacción agresiva, es decir, la ira); distanciamiento (evitaciones,
Expresión escapes); autocontrol; búsqueda de apoyo social, etcétera.
conductual - Objetivo de las conductas: mitigar o aliviar el malestar físico o psicológico generado (evitación, escape) que pueden derivar en conductas no
saludables tales como beber, fumar, llevar una mala dieta, etcétera.
Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física
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Tristeza no son los mismos en todos los individuos. La


mayoría de sujetos dejan de tener interés por las
Tradicionalmente se la ha considerado como actividades cotidianas; sienten fatiga o sensación
una de las emociones desagradables, aunque no de lentitud; tienen problemas de concentración,
siempre se puede decir que es negativa. Sobre trastornos del sueño, sentimientos de culpa, in-
ella existe gran variabilidad cultural, e incluso utilidad o desesperanza, aumento o pérdida de
algunas culturas no poseen palabras para defi- apetito o de peso, disminución del deseo sexual,
nirla. No obstante, la tristeza-depresión, al igual ideación suicida, pensamientos negativos sobre
que cualquier otra emoción, tiene una función sí mismos, etc. (Beck et al., 1983; Ellis & Grieger,
filogenética adaptativa para recabar la atención 1990).
y el cuidado de los demás, constituir un modo Por lo tanto, la depresión es el resultado final
de comunicación en situaciones de pérdida o de la interacción de múltiples factores constitu-
separación, o ser un modo de conservar “ener- cionales, evolutivos, ambientales e interpersona-
gía” para poder hacer frente a ulteriores proce- les, que modifican las pautas de neurotransmi-
sos de adaptación (Whybrow, Akiskal & McKin- sión entre los hemisferios cerebrales y el sistema
ney, 1984). Desde el punto de vista de la relación límbico. En la tabla 2 se muestran las caracterís-
entre las emociones negativas y la respuesta de ticas principales de esta emoción.
estrés, la experiencia de estado de ánimo triste
dependería de la evaluación cognitiva realizada Ira
sobre la demanda situacional y los recursos que
posee el sujeto para afrontar la situación, que en La ira es considerada una emoción negativa por
tal caso sería negativa y con frecuencia predo- la mayoría de los teóricos de la emoción. Esta
minaría cuando el/los estresor/es se cronifica/n emoción puede ser concebida atendiendo a tres
(Beck, Rush, Shaw & Emery, 1983). tipos de definiciones de la valencia emocional
Otro hecho bastante común es que la ansie- (Lazarus, 1991), es decir, las emociones se pue-
dad suele aparecer asociada al cuadro depresivo. den entender como positivas o negativas en base
En estos casos los síntomas de tensión suelen a: 1) las condiciones que evocan la emoción, 2)
interferir en la capacidad de disfrute del sujeto las consecuencias adaptativas de la emoción o
con respecto a las actividades agradables y se 3) la experiencia subjetiva de la emoción. Así, en
intensifican las desagradables. En tal caso, al primer lugar, la ira puede verse como negativa
igual que la ansiedad en su forma clínica, estos debido a las condiciones que evocan la emoción,
sentimientos podrían por su duración, frecuen- ya que suele ser evocada por acontecimientos
cia e intensidad transformarse en una depresión aversivos. En segundo lugar, la ira se puede cali-
clínica e interferir en la capacidad adaptativa de ficar como positiva o negativa cuando es entendi-
la persona que los padece. Todo ello resulta cohe- da desde el punto de vista de sus consecuencias
rente con la idea bastante aceptada en la actua- adaptativas, dependiendo del resultado de una
lidad de que el estrés tiene un importante papel situación particular. Finalmente, la ira se podría
en la génesis de la depresión (Lewinsohn, Gotlib ver como positiva o negativa en función de la sen-
& Hautzinger, 1997). sación subjetiva o evaluación de la emoción, de-
En su forma clínica, la depresión es un tras- pendiendo de si un individuo siente placer/gusto
torno del estado de ánimo caracterizado por una o displacer/aversión tras la experiencia subjetiva
sensación de tristeza intensa superior a dos de ira. Respecto de otras características típicas
meses. Se produce por diversas causas: acon- de la ira, la tabla 3 muestra un resumen.
tecimientos de la vida diaria —relacionados con
pérdidas o incapacidad para hacerles frente (in- Asco
defensión)—, cambios químicos en el cerebro,
efecto secundario de medicamentos, trastornos El asco es una de las reacciones emocionales
físicos o médicos. Los síntomas de la depresión en las que las sensaciones fisiológicas son más

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Tabla 2. Características de la tristeza (tomado parcialmente de (Chóliz, 2005).

- Separación física o psicológica, pérdida o fracaso; decepción, especialmente si se han desvanecido esperanzas puestas en algo; situaciones de
Instigadores
indefensión, ausencia de predicción y control; ausencia de actividades reforzadas y conductas adaptativas; dolor crónico.

- Sistema nervioso central: disfunción central de la neurotransmisión (descompensación de las monoaminas neurotransmisoras noradrenalina y
serotonina, y posiblemente, también de la acetilcolina y de las endorfinas).
Actividad
- Sistema neuroendocrino (hipotálamo-hipófiso-suprarrenal): actividad fisiológica elevada y sostenida con ligero aumento en frecuencia cardiaca,
fisiológica
presión sanguínea y resistencia eléctrica de la piel (perfil bioquímico similar al propio de situaciones de estrés: activación eje hipotalámico-
hipofisiario-córticosuprarrenal; perturbación de los ritmos circadianos de cortisol, etcétera.

- Valoración de pérdida o daño que no puede ser reparado.


Procesos - Focalización de la atención en las consecuencias a nivel interno de la situación.
cognitivos - Proceso cognitivo característico de la depresión (tríada cognitiva, esquemas depresivos y errores en el procesamiento de la información —teoría
implicados de Beck— (Beck et al., 1983).
- Teoría de la desesperanza, de Abramson (Abramson, Seligman y Teasdale, 1978) y teoría de la indefensión aprendida, de Seligman (Seligman y
Aguado Aguilar, 1981).

- Cohesión con otras personas, especialmente con aquéllas que se encuentran en la misma situación.
- Disminución en el ritmo de actividad. Valoración de otros aspectos de la vida a los que antes no se les prestaba atención.
Función
- Comunicación a los demás de no encontrarse bien; ello puede generar ayuda de otras personas, así como apaciguamiento de reacciones de
agresión por parte de los demás, empatía, o comportamientos altruistas.

Experiencia
- Desánimo, melancolía, desaliento; pérdida de energía.
subjetiva

- Reducción generalizada en la frecuencia de las conductas y pérdida de reforzadores positivos contingentes a la conducta.
Expresión - Pérdida en la efectividad de tales reforzadores (o la incapacidad de hacer frente a una situación —indefensión aprendida—).
conductual - Pérdidas/incapacidades debidas a factores ambientales (rupturas de pareja) o intrapersonales (déficit de habilidades sociales).
- Evidencia sobre antecedentes de sucesión de eventos vitales estresantes o una historia previa de adversidades y estrés psicosocial.
Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física
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Tabla 3. Características de la ira (tomado parcialmente de Chóliz, 2005).

- Estimulación aversiva, tanto física o sensorial, como cognitiva.


- Condiciones que generan frustración, interrupción de una conducta motivada, situaciones injustas, o atentados contra valores morales.
Instigadores
- Extinción de la operante, especialmente en programas de reforzamiento continuo.
- Inmovilidad, restricción física o psicológica.

- Elevada actividad neuronal y muscular.


Actividad fisiológica
- Reactividad cardiovascular intensa (elevación en los índices de frecuencia cardiaca, presión sistólica y diastólica).

Procesos cognitivos - Focalización de la atención en los obstáculos externos que impiden la consecución del objetivo o son responsables de la frustración.
implicados - Obnubilación, incapacidad o dificultad para la ejecución eficaz de procesos cognitivos.

- Movilización de energía para las reacciones de autodefensa o de ataque.


Función - Eliminación de los obstáculos que impiden la consecución de los objetivos deseados y generan frustración. Si bien la ira no siempre concluye en
agresión, al menos sirve para inhibir las reacciones indeseables de otros sujetos e incluso evitar una situación de confrontación.

- Sensación de energía e impulsividad, necesidad de actuar de forma intensa e inmediata (física o verbalmente) para solucionar de forma activa
Experiencia subjetiva la situación problemática.
- Se experimenta como una experiencia aversiva, desagradable e intensa. Relacionada con impaciencia.

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- En general, aproximación al estímulo, objeto o situación.
- Tres estilos de expresión de la ira:
1. Supresión de la ira (anger-in). Afrontamiento de la situación reprimiendo la expresión verbal o física, aunque persista activación alta.
Expresión conductual Expresión de la ira (anger-out). Afrontamiento de la situación manifestando conductas airadas verbal o físicamente, hacia otras personas u
objetos, aunque sin intención de producir daño.
Control de la ira (anger-control). Afrontamiento de la situación canalizando la energía emocional y proyectándola hacia fines constructivos, tales
como maximizar la posible resolución positiva del conflicto.
José Antonio Piqueras Rodríguez, Victoriano Ramos Linares, Agustín Ernesto Martínez González, Luis Armando Oblitas Guadalupe
Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física 95

patentes. La mayoría de las reacciones de asco hábitos saludables, higiénicos y adaptativos


se generan por condicionamiento interoceptivo. (Chóliz, 2005; Phillips et al., 1998). Por último,
Está relacionado con trastornos del comporta- tiene un papel motivador fundamental ya que
miento, tales como la anorexia y la bulimia, pero induce conductas que implican la necesidad de
puede ser el componente terapéutico principal de evitación o alejamiento del estímulo, siendo ca-
los tratamientos basados en condicionamiento racterísticas las sensaciones desagradables, tales
aversivo, tales como la técnica de fumar rápido, como la náusea, cuando el estímulo es oloroso o
así como en el tratamiento para reducir las náu- gustativo (Tabla 4).
seas y vómitos anticipatorios a la quimioterapia
(Chóliz, 2005). Emociones negativas y salud-enfermedad
Esta reacción emocional suele darse ante es-
tímulos desagradables (químicos, fundamental- Hasta aquí se ha hablado de las emociones como
mente) que son potencialmente peligrosos o mo- reacciones básicas adaptativas, pero tanto la an-
lestos. Suele ser muy proclive a los condiciona- siedad y la depresión, como la ira y el asco (si
mientos aversivos, siendo los estímulos condicio- bien ninguna de ellas tiene su propia categoría
nados mayoritariamente olfativos o gustativos. diagnóstica en los manuales psiquiátricos, aun
La actividad fisiológica típica de esta emoción siendo condiciones con claras implicaciones clí-
suele ser el aumento en la reactividad gastroin- nicas), pueden evolucionar hacia condiciones clí-
testinal y la tensión muscular. No obstante, las nicas, donde se pierde el carácter adaptativo de
dos reacciones fisiológicas más características y éstas y se convierte en un problema que interfie-
distintivas de esta emoción son las sensaciones re y genera malestar significativo. Estas formas
de náusea y el aumento de la salivación. Por otra se corresponderían aproximadamente con los
parte, a diferencia de emociones como el miedo y trastornos de ansiedad y afectivos del eje I del
la ira, donde predomina la respuesta simpática DSM IV y de la CIE-10, cuando nos referimos a
del sistema nervioso autónomo, en el asco se ha los trastornos psiquiátricos, así como también a
contrastado una mayor predominancia de la res- algunos de los factores psicológicos propuestos
puesta parasimpática (Rozin, Haidt & McCauley, por las más recientes ediciones del DSM bajo la
2000). denominación de “Factores psicológicos que afec-
Entre las funciones reconocidas se encuen- tan a la condición médica” (American Psychiatric
tran la generación de respuestas de escape o Association, 2000) o con la categoría “Factores
evitación de situaciones desagradables o poten- psicológicos y del comportamiento en trastor-
cialmente dañinas para la salud. Aunque los es- nos o enfermedades clasificadas en otro lugar”
tímulos incondicionados suelen estar relaciona- en el CIE-10 (Organización Mundial de la Salud,
dos con la ingesta, de manera que la cualidad 1992), cuando nos referimos a las manifestacio-
fundamental es olfativa u olorosa, los estímulos nes emocionales desadaptativas asociadas a las
condicionados pueden asociarse a cualquier otra enfermedades físicas.
modalidad perceptiva (escenas visuales, soni- En resumen, siguiendo a Cano-Vindel y Mi-
dos, etc.). Además también parece claro que no guel-Tobal podemos afirmar que las emociones
se puede restringir la emoción de asco a estímu- influyen sobre la salud-enfermedad a través de
los relacionados con alimentos en mal estado o su relación con diversos sistemas fisiológicos que
potencialmente peligrosos para la salud, ya que forman el proceso “salud-enfermedad”, en espe-
esta reacción emocional también se produce ante cial cuando se convierten en trastornos clínicos,
cualquier otro tipo de estimulación no relacio- así como por medio de sus propiedades motiva-
nada con problemas gastrointestinales (Chóliz, cionales para modificar las conductas “saluda-
2005; Phillips, Senior, Fahy & David, 1998). Es bles” (ejercicio físico moderado, dieta equilibra-
más, incluso puede producirse reacción de asco da, descanso, ocio, etc.) y “no saludables” (abuso
ante alimentos nutritivos y en buen estado. Otra de alcohol, tabaco, sedentarismo) (Cano-Vindel
de las funciones reconocidas es la de potenciar & Miguel-Tobal, 2001). Pero no sólo la ansie-

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Tabla 4. Características del asco (tomado parcialmente de Chóliz, 2005).

- Estímulos desagradables (químicos, fundamentalmente), potencialmente peligrosos o molestos.


Instigadores
- EC condicionados aversivamente. Los estímulos incondicionados, EI, suelen ser olfativos o gustativos.

- Aumento en reactividad gastrointestinal.


Actividad - Tensión muscular
fisiológica - Náusea e incremento de la salivación.
- Mayor predominancia de la división parasimpática del sistema nervioso autónomo frente a otras emociones como el miedo y la ira.

Procesos
- Experiencia subjetiva de repulsa, de corta duración.
cognitivos
- Puede provocar reacciones de humor en determinados contextos que elicitan sensaciones de asco.
implicados
- Generación de respuestas de escape o evitación de situaciones desagradables o potencialmente dañinas para la salud. Los estímulos suelen
estar relacionados con la ingesta, de forma que la cualidad fundamental es olfativa u olorosa, si bien los EC pueden asociarse a cualquier otra
modalidad perceptiva (escenas visuales, sonidos, etcétera).
Función - A pesar de que algunos autores restringen la emoción de asco a estímulos relacionados con alimentos en mal estado o potencialmente peligrosos
para la salud, lo cierto es que esta reacción emocional también se produce ante cualquier otro tipo de estimulación que no tenga por qué estar
relacionada con problemas gastrointestinales. Incluso puede producirse reacción de asco ante alimentos nutritivos y en buen estado.
- Potenciar hábitos saludables, higiénicos y adaptativos

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Experiencia - Necesidad de evitación o alejamiento del estímulo. Si el estímulo es oloroso o gustativo aparecen sensaciones gastrointestinales desagradables,
subjetiva tales como náuseas.

- Expresión facial: retracción del labio superior de la boca y arrugamiento de la nariz.


Expresión
- Distanciamiento del objeto, evento o situación.
conductual
- Rechazo.
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Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física 97

dad, la depresión, la “ira patológica” o el “asco Los trastornos de ansiedad presentan la ma-
patológico” pueden afectar adversamente a una yor prevalencia entre los trastornos mentales;
condición médica, sino que la evidencia empírica concretamente, un 16.4% de la población esta-
nos muestra que, ya sea de forma específica o dounidense sufre algún trastorno de ansiedad al
asociadas a enfermedades físicas, existe una alta cabo de un año (Barlow, 2002). La cronicidad de
prevalencia de problemas de ansiedad, depresión su curso se halla por delante de la de los trastor-
e ira que evidentemente han de ser tenidos en nos del estado de ánimo y de las adicciones. Por
cuenta (Martín, 2005). Por ejemplo, un estudio lo que se refiere a España, la cifra de personas
de la Asociación Psiquiátrica de América Latina que en el último año han tenido algún trastorno
indicó que la prevalencia de trastornos psiquiá- de ansiedad asciende a 2 millones 400 mil perso-
tricos en la población con enfermedades médicas nas (5.9%) (Cano-Vindel, 2004).
crónicas varía entre el 10.4% y el 59.8%, siendo Para una revisión de los trastornos de an-
la prevalencia media del 27.2% (Florenzano et al., siedad recomendamos al lector acudir al dsm-
2006). iv-tr (American Psychiatric Association, 2000)
En primer lugar, atenderemos a la relación o al cie-10 (Organización Mundial de la Salud,
entre emociones negativas y salud mental, para 1992). No obstante, al margen de las catego-
posteriormente abordar la relación de las pri- rías diagnósticas incluidas en estos manuales,
meras con la salud física, aunque somos cons- la ansiedad como síntoma aparece relacionada
cientes de que esta diferenciación obedece a un con la mayoría de trastornos afectivos, psicóti-
intento por facilitar las descripciones más que a cos, etcétera.
una separación real entre los aspectos de salud
mental y física. Depresión

Emociones negativas y salud mental La depresión es un trastorno del estado de áni-


mo o trastorno afectivo. El estado de ánimo de-
Ansiedad primido es una de las condiciones psicopatoló-
gicas más frecuentes de los seres humanos (C.
Cuando la frecuencia, intensidad o duración de Vázquez, 1990). El estado de ánimo puede en-
la ansiedad como respuesta emocional es excesi- tenderse como la tendencia básica del ser huma-
va puede dar lugar a la aparición de afectaciones no para aportar a los estados psíquicos un tono
a la calidad de vida. En estos casos hablamos de agradable o desagradable (Villagrán, 1996), o
ansiedad patológica o de un trastorno de ansie- como el estado emocional subjetivo del individuo
dad. (Friedman & Thase, 1995). Evidentemente, en la
La presencia de fuertes reacciones o estados depresión el estado de ánimo estaría asociado al
de ansiedad no solamente va a estar en la base polo desagradable, la tendencia a la negatividad.
de los denominados trastornos de ansiedad, sino La depresión, por tanto, debe entenderse como
también asociada frecuentemente a la depresión un trastorno del estado de ánimo que se mani-
y en general a los trastornos considerados tradi- fiesta mediante un conjunto de síntomas carac-
cionalmente como neuróticos, a buena parte de terísticos. Una de las características principales
los psicóticos y a una amplia variedad de los psi- es el descenso del estado de ánimo, aunque el
cofisiológicos (American Psychiatric Association, estado de ánimo deprimido no debe ser el úni-
2000). Como puede observarse por esta amplia co criterio a tener en cuenta para diagnosticar
gama de problemas relacionados con la ansie- depresión. “Esta distinción es muy importante
dad, podríamos afirmar que ésta va a ser un ele- porque la depresión-síntoma está presente en la
mento central en psicopatología y en buena parte mayor parte de los cuadros psicopatológicos” (C.
de otros problemas relacionados con la salud, Vázquez, 1990, p. 902).
dando lugar a un considerable costo emocional y La depresión como trastorno clínico es des-
económico para cualquier sistema sanitario. crita comúnmente por las sensaciones de tris-

Suma Psicológica, Vol. 16 No 2: 85-112, diciembre 2009, Bogotá (Col.)


98 José Antonio Piqueras Rodríguez, Victoriano Ramos Linares, Agustín Ernesto Martínez González, Luis Armando Oblitas Guadalupe

teza, desesperanza, vacío y pérdida de interés aunque limitada, sugiere que es legítima la exis-
y placer en actividades cotidianas durante más tencia de un trastorno de ira por sí mismo, sin
de dos semanas (American Psychiatric Associa- la necesidad de otros diagnósticos psiquiátricos
tion, 2000). asociados, y que los problemas de ira están fre-
cuentemente asociados con otros trastornos del
Ira comportamiento, o sociales como dificultades en
la escuela o en el trabajo, uso de alcohol y otras
La ira es un estado de malestar que puede ir drogas, dificultades financieras, afugias legales
desde una intensidad equivalente a la irritación y baja autoestima (Gorenstein, Tager, Shapiro,
suave, hasta la denominada cólera intensa. Se Monk & Sloan, 2007). Igualmente, la evidencia
da en respuesta a un mal percibido que amenaza indica que la ira se puede asociar también a tras-
el bienestar de uno mismo o de los seres signi- tornos psiquiátricos específicos (Suls & Bunde,
ficativos o con los que el individuo se identifica. 2005). Los estudios psiquiátricos de comorbilidad
No obstante, existe un gran acuerdo acerca de la encuentran cierta confusión entre trastornos de
variabilidad intra e interindividual en el nivel de ansiedad, conflictos depresivos y problemas de
intensidad emocional y activación fisiológica que ira: un paciente que experimenta cualquiera de
se experimenta al enfadarse (Nicholson, Houle, estas alteraciones corre el riesgo aumentado de
Rhudy & Norton, 2007). experimentar los otros (Gorenstein et al., 2007).
La ira está ampliamente reconocida como pro- En resumen, aunque la ira persistente no está
blema de salud mental significativo. A diferencia reconocida en el dsm-iv-tr como un trastorno
de lo que ocurre con la ansiedad y la depresión, psiquiátrico, es indudablemente un problema
la ira persistente todavía no está reconocida clínico significativo. La ira persistente causa ma-
como una categoría diagnóstica en ninguna cla- lestar emocional, se confunde con la ansiedad y
sificación psiquiátrica oficial (véase dsm-iv-tr, la depresión, puede conducir a la violencia y es
2000 o cie-10, 1992). Además, la ira persistente un factor de riesgo para diversos trastornos mé-
tiene ramificaciones psicológicas, conductuales dicos como la enfermedad cardiaca (Krantz et al.,
e incluso médicas significativas, ya que causa 2006). Pero este último aspecto lo veremos en un
sufrimiento emocional significativo tanto en la apartado posterior.
persona que experimenta la emoción como en las
personas implicadas. También puede representar Asco
un peligro desde el punto de vista de la seguridad
pública, ya que puede conducir a la violencia do- Como ya se dijo, el asco no ha sido estudiado con
méstica u otras formas de violencia (Norlander & la dedicación que han tenido la ansiedad, la tris-
Eckhardt, 2005). teza o la ira. Sin embargo, ya existe un corpus
Finalmente, la ira a menudo es un compo- científico en relación con las asociaciones entre
nente de otros trastornos emocionales, como los esta emoción y los trastornos mentales.
de ansiedad y los afectivos. Es más, en muchas Los primeros trabajos señalaron la existen-
ocasiones el tratamiento exitoso de estas condi- cia de vínculos entre el asco y la psicopatología
ciones reduce o mejora el control de la ira per- general, especialmente con la ansiedad. Varios
sistente (Suls & Bunde, 2005). Desafortunada- estudios de revisión (Cisler, Olatunji & Lohr,
mente, como fenómeno clínico la ira persistente 2009; Rozin et al., 2000) han sintetizado los es-
no es tan bien conocida como otros constructos tudios que demuestran relaciones significativas
psiquiátricos. La ausencia de una categoría diag- entre ambos aspectos. Así, algunos estudios
nóstica oficial en el eje I para un “trastorno de sobre diferencias individuales en sensibilidad
ira” por sí mismo ha obstaculizado el progreso al asco hallaron que éste era mayor en pacien-
en esta área, haciendo difícil llegar a estimacio- tes psiquiátricos que en la población general,
nes fiables sobre los índices de prevalencia de así como que se relacionaba con puntuaciones
este problema. La evidencia empírica disponible, mayores en varias medidas de psicopatología

Suma Psicológica, Vol. 16 No 2: 85-112, diciembre 2009, Bogotá (Col.)


Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física 99

(incluyendo neuroticismo y obsesividad). Otros rabilidad en el desarrollo o el mantenimiento de


estudios han informado que entre los univer- las aversiones fóbicas (Tolin et al., 2006).
sitarios la escala de asco de Haidt (Haidt, Mc- Para finalizar, una hipótesis a desarrollar es
Cauley & Rozin, 1994) estaba positivamente que así como en el miedo la conducta de evita-
correlacionada con la personalidad tipo obse- ción o el escape representan la adaptabilidad del
sivo-compulsiva y con la personalidad tipo de- individuo a una situación concreta, el asco po-
pendiente. También se han hallado relaciones dría ser considerado como una variante, el sujeto
conceptuales entre las obsesiones y compulsio- no huiría del peligro sino que el asco en este caso
nes de limpieza y la sensibilidad al asco y al actuaría como un revulsivo para expulsar o alejar
contagio. Otras investigaciones recientes indi- el peligro del organismo.
can que hay un déficit en la detección de expre-
siones faciales de asco entre los pacientes con Emociones negativas y salud física
trastorno obsesivo-compulsivo. Por su parte, se
ha hallado que las fobias hacia animales depre- En la actualidad existe consenso acerca de que
dadores (tiburones o leones) provocan miedo, los factores psicológicos pueden desempeñar un
mientras que las asociadas con animales que papel esencial en la historia natural de las enfer-
no amenazan con un daño físico significativo medades médicas. Factores como las conductas
(ratones, arañas, serpientes, cucarachas, gu- relacionadas con la salud, nuestros estados psi-
sanos, etc.) están motivadas fundamentalmen- cológicos o emocionales, las características per-
te por el asco. También se ha encontrado un sonales y los modos de afrontamiento, han de-
nexo entre el asco y las fobias a la sangre/in- mostrado ser de especial relevancia en este senti-
yecciones/heridas, así como entre el asco y la do (Oblitas, 2004). Esta afirmación es coherente
depresión y entre el asco y los trastornos de la con la evidencia científica actual que indica que
alimentación (Cisler et al., 2009; Rozin et al., cualquier trastorno denominado físico u orgánico
2000). suele implicar igualmente, y a distintos niveles,
En resumen, en los últimos años la investi- alteraciones psicológicas, y viceversa (Oblitas &
gación sobre los trastornos de ansiedad se ha Becoña, 2000). Entre estos factores psicológicos
centrado cada vez más en el papel potencial del se encuentran el miedo, la tristeza y la ira como
asco como variable explicativa en los modelos reacciones emocionales negativas, y sus diferen-
de ansiedad (Cisler et al., 2009; Tolin, Woods & tes formas clínicas: la ansiedad, la depresión y la
Abramowitz, 2006). La función evolutiva que se ira persistente.
presume es la de prevenir la contaminación y la En tal sentido, tradicionalmente las teorías
enfermedad (Izard, 1993), por lo que los modelos del estrés psicosocial se han centrado más en las
de trastornos de ansiedad se han desarrollado emociones negativas como la ira, el temor, la an-
alrededor de esta función. En ese sentido, según siedad, la vergüenza, la culpabilidad, la tristeza,
Tolin et al. (2006), la evitación de la enfermedad la envidia, los celos y el asco, que en las positivas.
parece estar implicada en las fobias específicas a Hoy en día hay datos suficientes para afirmar que
animales pequeños y a la sangre, las inyecciones y las emociones negativas tienen un efecto negati-
las heridas. Además, el asco, como muchas otras vo sobre la salud (Kiecolt-Glaser, 2009; Sandín,
emociones, puede ser conceptualizado como es- 2002; Sirois & Burg, 2003). Así, algunos auto-
tado y como rasgo. La exposición a los estímulos res afirman que las emociones positivas poten-
fóbicos puede evocar sensaciones de asco (Saw- cian la salud, mientras que las emociones nega-
chuk, Lohr, Tolin, Lee & Kleinknecht, 2000; Saw- tivas tienden a disminuirla (Fernández-Abascal
chuk, Lohr, Westendorf, Meunier & Tolin, 2002); & Palmero, 1999). Por ejemplo, en periodos de
los individuos con fobias también demuestran estrés en los que tenemos que responder a unas
un predisposición general al asco (llamada sen- altas demandas ambientales, desarrollamos re-
sibilidad al asco) (Sawchuk et al., 2000), la cual acciones emocionales negativas, y cuando nos
puede servir como factor subyacente de la vulne- encontramos bajo la influencia de estos estados

Suma Psicológica, Vol. 16 No 2: 85-112, diciembre 2009, Bogotá (Col.)


100 José Antonio Piqueras Rodríguez, Victoriano Ramos Linares, Agustín Ernesto Martínez González, Luis Armando Oblitas Guadalupe

emocionales negativos es más probable desarro- palmente el peso de la interacción como elemen-
llar enfermedades relacionadas con el sistema to de predisposición del individuo a padecer una
inmune, o adquirir determinados hábitos poco determinada enfermedad, es el gran mérito de la
saludables, que a la larga pueden minar la salud investigación psicológica actual en este campo
(Becoña, Vázquez & Oblitas, 2004; Ramos et al., (Kop et al., 2002).
2006). En cambio, las emociones positivas, como Se han hipotetizado diversas vías para expli-
la alegría, ayudan a mantener, e incluso recupe- car las interrelaciones de los factores emocionales
rar, la salud (Nezu, Nezu & Blissett, 1988). en el proceso de salud-enfermedad (Cano-Vindel
Las emociones negativas que más se han es- & Miguel-Tobal, 2001):
tudiado en cuanto a sus relaciones con trastor- 1. Las reacciones desadaptativas de ansiedad,
nos de salud son la ansiedad, la depresión y la de tristeza-depresión y de ira que alcanzan
ira. Una de las reacciones emocionales más in- niveles demasiado intensos o frecuentes,
vestigada es sin duda la de la ansiedad, como es- cuando se mantienen en el tiempo, tienden a
tado emocional asociado a múltiples trastornos, producir cambios en la conducta, de mane-
especialmente los psicofisiológicos. Otra emo- ra que se incrementa la probabilidad de que
ción negativa bastante estudiada es la ira, por el sujeto adopte conductas perjudiciales para
su relación con los trastornos cardiovasculares la salud (como las adicciones) y de que olvide
(Miguel-Tobal, Casado, Cano-Vindel & Spielber- los hábitos saludables (ejercicio físico, etc.).
ger, 1997). La tristeza-depresión, como emoción Por ejemplo, existe una relación positiva entre
básica, se considera que es precursora de la de- ansiedad y consumo de tabaco, así como en-
presión como patología, la cual cursa por lo ge- tre tabaquismo y cáncer. En definitiva, estos
neral con altos niveles de ansiedad. Por último, el estados y necesidades emocionales concretos
asco es una emoción muy poco estudiada en este pueden desempeñar un papel primordial en
sentido, pero ya existen algunas evidencias de su las prácticas de salud, como por ejemplo, el
implicación en los procesos salud-enfermedad malestar emocional no ayuda a que la gente
(Cisler et al., 2009). se implique en la realización de hábitos que
Estamos preparados para desarrollar reaccio- favorezcan su salud tales como el no fumar,
nes emocionales intensas, e incluso para repetir- hacer ejercicio, desayunar, etc. (Leventhal,
las cuando sea necesario, sin que ello suponga un Prochaska & Hirschman, 1985).
problema, pero a mediano plazo se pueden ago- 2. Estas reacciones emocionales mantienen ni-
tar nuestros recursos físicos, comportamentales, veles de activación fisiológica intensos que
sociales o materiales, o alterarse algunas funcio- podrían deteriorar nuestra salud si se cronifi-
nes asociadas a las reacciones emocionales, o en can. Las disfunciones fisiológicas consecuen-
definitiva surgir algún problema asociado a las tes serían arritmias, aumento crónico de la
emociones. Lejos de la opinión mantenida por la presión arterial, dispepsias, dermatitis, dolor
investigación psicosomática en sus inicios res- muscular, etc. Así, los pacientes con arrit-
pecto del carácter causal de las emociones en las mias, hipertensión esencial, cefaleas cróni-
enfermedades, en la actualidad se admite que los cas, o diversos tipos de dermatitis, presentan
factores psicológicos pueden ser causa necesaria niveles más altos de ansiedad, ira y activación
pero no suficiente para la aparición de determi- fisiológica que la población general. En el ni-
nados trastornos. Se señala la multicausalidad y vel fisiológico, la evaluación de respuestas del
la interrelación entre los diversos factores causa- organismo (como la tasa cardiaca) y el estudio
les como la explicación etiológica más plausible de su relación con variables psicológicas ha
(American Psychological Association, 2009; Jose- dado lugar a una disciplina llamada psicofi-
ph, Gierlach, Housley & Beutler, 2005; Suls & siología, que arranca desde finales del siglo
Rothman, 2004). Esta multicausalidad, centrada XIX. A su vez, el estudio de la patología de
en considerar simultáneamente las factores ge- los sistemas fisiológicos que se activan en la
néticos, ambientales, psicofisiológicos, y princi- emoción se inicia en los años cincuenta. Se

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Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física 101

supone que los trastornos psicosomáticos o el diagnóstico significa amenaza para la propia
psicofisiológicos (como algunos dolores de ca- vida, reaccionará con ansiedad; si representa
beza o de espalda, ciertas arritmias, los tipos pérdida de control sobre sí, experimentará de-
de hipertensión arterial más frecuentes, al- presión; y si lo percibe como una agresión y una
gunas molestias gástricas, etc.) podrían estar injusticia, reaccionará con rabia. Además, los
producidos por un exceso en la intensidad y tratamientos mediante agentes quimioterapéu-
frecuencia de la activación de las respuestas ticos producen náuseas y vómitos no sólo por
fisiológicas del sistema que sufre la lesión o afectación neurológica sino también horas an-
disfunción (cardiovascular, respiratorio, etc.). tes del tratamiento o ante situaciones, objetos
Se trataría de una disfunción de un sistema o lugares que les recuerdan la situación, todo
orgánico que está trabajando en exceso y lo cual tiene bastante que ver con las sensacio-
mantiene esta actividad demasiado tiempo. A nes de asco. Se trata de un condicionamiento
su vez, el trastorno produce más ansiedad y, clásico a los efectos asociados al tratamiento
por lo tanto, aumento de la actividad de ese químico que el enfermo generaliza. A medida
sistema, elevando así la probabilidad de desa- que se acerca el día del tratamiento o recibe
rrollar y mantener un mayor grado de disfun- ciertos estímulos (situacionales, visuales, olfa-
ción orgánica. torios, etc.) se desencadenan estas conductas
3. Esta alta activación fisiológica puede estar de manera irresistible. Su prevalencia oscila,
asociada a un cierto grado de inmunodepre- según los estudios, entre el 18%-65% (Aapro,
sión, lo que nos vuelve más vulnerables al de- Kirchner & Terrey, 1994; Roscoe, Morrow, Hic-
sarrollo de enfermedades infecciosas o de tipo kok & Stern, 2000). En el 65% de los enfermos
inmunológico, o bien la supresión o control de las náuseas y vómitos anticipatorios persisten
estas emociones puede acarrear altos niveles a los seis meses. Pero también la relación entre
de activación fisiológica y un cierto grado de el asco y el cáncer ha sido investigada en otros
inmunosupresión. dos sentidos. Por una parte, se ha postulado el
En resumen, el sufrimiento de estados emo- papel del asco en el diagnóstico precoz del cán-
cionales negativos persistentes puede afectar al cer de páncreas y del cáncer de pulmón (Gu-
funcionamiento del sistema inmunológico, del llo, Tomassetti, Migliori, Casadei & Marrano,
sistema endocrino-metabólico y, en general, de 2001). Por otra parte, se ha investigado hasta
todas las funciones fisiológicas (Martín, 2005; qué punto el origen de la fobia a la sangre/in-
Ramos et al., 2006). yecciones, que tiene claros vínculos con el asco,
A continuación señalaremos los trastornos se explica por la experiencia traumática con la
sobre los que existe una mayor evidencia de in- quimioterapia o bien con otras variables (Carey
fluencia de las emociones negativas. Como se ob- & Harris, 2005).
servará, la práctica totalidad de sistemas orgáni- Estas manifestaciones psicológicas se en-
cos aparecen relacionados con factores psicológi- cuentran asociadas a la gravedad de la neoplasia
cos que juegan un papel importante en el inicio, e influyen claramente en la respuesta a la en-
desarrollo y mantenimiento de enfermedades. fermedad y en las expectativas de vida (Alonso,
2006). Así, existen varias hipótesis que intentan
Cáncer explicar la influencia de los factores psicológicos
en el comienzo y la progresión del cáncer, que
Los enfermos oncológicos sufren reacciones van desde su influencia en la función inmunita-
psicológicas negativas ante la enfermedad de ria, pasando por su influjo sobre hábitos como
cáncer, tales como ansiedad, depresión, ira e el tabaco y el alcohol, hasta el peso que estos
incluso asco “patológico”. Así, el impacto del factores psíquicos ejercen sobre el paciente para
diagnóstico producirá variadas reacciones psi- decidir el momento de solicitar atención médica
cológicas en el paciente en función de cómo (Miralles, Otin & Rojo, 2003).
es percibido. Por ejemplo, si para el afectado Por ejemplo, se ha estudiado el grado de

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102 José Antonio Piqueras Rodríguez, Victoriano Ramos Linares, Agustín Ernesto Martínez González, Luis Armando Oblitas Guadalupe

expresividad/represión emocional del enfermo puede verse influida en mayor medida por fac-
oncológico, así como el posible efecto de estas tores psicosociales (Miralles et al., 2003). Ade-
variables sobre su pronóstico. En este sentido, más, desde la psiconeuroinmunología se seña-
se ha descrito el patrón conductual tipo C (en la que cada vez hay más evidencias sobre la
contraste con el tipo A descrito en cardiología) influencia de los eventos estresantes y las emo-
que caracteriza al paciente cooperador y no au- ciones negativas en el sistema inmunológico, y
toritario, que suprime sus emociones negativas, a través de éste, en dicha enfermedad (Kiecolt-
particularmente la ira, y que acepta y sigue las Glaser, 2009). Para una revisión con mayor
instrucciones de las autoridades externas. Sin profundidad recomendamos al lector acudir a
embargo, no se han obtenido resultados homo- Rivero, Ramos, García-López & Piqueras (2006)
géneos, ya que tal como ha sido descrito has- y Kiecolt-Glaser (2009).
ta el momento, el patrón de conducta tipo C
corresponde más a un estilo de afrontamiento Infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH)
posible no sólo en pacientes con cáncer sino
en enfermos crónicos, y no parece relacionar- Los pacientes infectados por el VIH también pre-
se directamente con depresión (Torres, 2006; sentan sintomatología ansiosa, como la excesiva
Vinaccia, 2003). En el momento actual debe- preocupación, el miedo y la obsesión por ser por-
mos concluir que si las situaciones estresantes tador del vih o de presentar alguna de las lla-
u otros factores psicológicos ejercen un efecto madas enfermedades oportunistas, como el sida.
sobre la incidencia del cáncer, este efecto es La persona seropositiva está sometida a numero-
de escasa cuantía y sólo en algunos tipos de sos estresores que pueden ocasionar trastornos
él. Por ejemplo, una de las últimas revisiones de adaptación, de ansiedad y depresión, entre
sobre la relación del cáncer con la afectividad otros. Los síntomas más predominantes son la
negativa y la ira indica que el estilo de ira con- ansiedad generalizada, la hipocondría, los com-
trolada y el afecto negativo no están asociados portamientos obsesivos, los pensamientos depre-
con el cáncer de mama, el melanoma o el riesgo sivos, la culpabilidad y el autocastigo (Tulldrá,
global de cáncer, pero sí es un factor de riesgo Izquierdo, Fumaz & Ferrer, 2003). Las pruebas
menor en el desarrollo del cáncer de próstata, para detectar el vih son un importante estresor.
colon-rectal y de pulmón. Por tanto, la asocia- Se ha descrito una prevalencia alta de ansiedad
ción difiere en función del tipo de cáncer (White y depresión en pacientes en periodos anteriores
et al., 2007). a la realización de las pruebas, y descenso de di-
Estudios psiconeuroinmunológicos han ana- chos síntomas tras efectuarlas. Así, el 25% de los
lizado la influencia del estrés, la ansiedad y la pacientes diagnosticados como “seropositivos”
depresión como factores de riesgo etiológicos en desarrollan tras las pruebas trastornos de adap-
el crecimiento de la neoplasia, no existiendo en tación y trastornos mixtos ansioso-depresivos,
la actualidad consenso acerca de su papel de va- además de existir en ellos un riesgo de suicidio
riable desencadenante pero sí como variable mo- 36 veces superior al de la población no infectada
deradora que influye en la velocidad del proceso (Marzuk et al., 1988). Por su parte, Teva, Ber-
cancerígeno (Amigo et al., 2003, p. 200; Glaser, múdez, Hernández y Buela-Casal (2005) hallaron
2005; Kiecolt-Glaser, 2009). niveles de depresión, ansiedad e ira no expresada
También la relación específica entre de- en pacientes con vih, así como su asociación con
presión y cáncer se ha estudiado desde varias los niveles de carga viral, grado de lipodistrofia y
perspectivas. Aunque no se ha demostrado una el estadio de infección.
asociación clara entre los factores psicológicos Por último, la asociación entre emociones
y el comienzo, exacerbación o la evolución de la negativas y vih-positivo ha sido también abor-
enfermedad neoplásica, estudios más recientes dada al analizar la eficacia de las intervenciones
con mayor solidez metodológica han sugerido cognitivo-conductuales en la mejora de la salud
que la progresión del cáncer, y no su inicio, mental y el funcionamiento inmunológico. Así,

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Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física 103

las intervenciones centradas en mejorar la sinto- pecial el componente de hostilidad. El complejo o


matología depresiva, ansiosa; de ira, estrés, y el síndrome ahi está conformado por la ira, que es
conteo de células cd4, han mostrado mejoras sig- el componente emocional; la hostilidad, que hace
nificativas en depresión, ansiedad, ira y estrés, si referencia al componente cognitivo; y la agresivi-
bien la evidencia es limitada para los efectos en el dad, atinente al aspecto conductual (Fernández-
conteo de células cd4 (Crepaz et al., 2008). Abascal, Marín & Domínguez, 2003).
Aunque el grado que alguien necesita para
Trastornos cardiovasculares enojarse puede influir en el curso y el resultado
de las enfermedades, la manera como se expresa/
Varios estudios han mostrado que la depresión maneja la ira tiene un impacto mucho mayor en el
es un factor de riesgo significativo de enfermedad curso de la enfermedad y en el impacto. Al consi-
coronaria, infarto de miocardio y mortalidad car- derar cómo se manifiesta la ira, los investigadores
diaca, así como también la ansiedad y el estrés han identificado tres estilos: supresión, expresión
(Fernández, 2003, pp. 100-101). y control (anger-in, anger-out y anger-control).
También existe evidencia sobre la alta preva- Anger-in es cuando la persona suele afrontar la
lencia de los trastornos psiquiátricos comórbidos situación reprimiendo la expresión verbal o físi-
con la enfermedad cardiovascular, concretamen- ca pero experimenta activación interna elevada,
te con el episodio depresivo mayor (29%), tras- mientras que anger-out implica manifestaciones
torno dístímico (15%), trastorno depresivo mayor de conducta airadas, verbales o físicas, hacia
recurrente (31%), trastorno de estrés postraumá- otras personas u objetos, pero sin intención de
tico (29%) y trastorno de ansiedad generalizada producir daño. Por último, el control de la ira (An-
(24%) (Bankier, Januzzi & Littman, 2004). ger-Control) es un estilo que se caracteriza porque
Otro grupo de investigaciones han estudiado la persona intenta canalizar su energía emocional
la asociación entre depresión y ansiedad con el proyectándola hacia fines más constructivos, para
pronóstico de pacientes cardíacos. Por lo tanto, llegar a una resolución positiva del conflicto (Spie-
la depresión se ha relacionado con una peor evo- lberger, Reheiser & Sydeman, 1995). Ser capaz de
lución de los pacientes coronarios, ya que predis- expresar ira parece disminuir su impacto negativo
pone a nuevos infartos y a la aparición de tras- en las funciones física y emocional. En cualquier
tornos del ritmo cardíaco (Carinci et al., 1997). caso, expresar ira puede tener consecuencias ne-
Respecto a la ansiedad, no sólo el trastorno de gativas como ser “socialmente inaceptable”, crear
ansiedad generalizada, sino también los tras- conflictos y activar consecuencias negativas per-
tornos fóbicos, se han asociado al aumento de cibidas. Por lo tanto, el estilo de control de la ira
riesgo cardíaco en diversas poblaciones. En re- parece el más adecuado. En este sentido, Krantz
sumen, algunas investigaciones han encontrado et al. hallaron que la relación entre factores psico-
que la depresión está asociada con alta mortali- sociales como la ira y la hostilidad, los síntomas
dad, en tanto que la ansiedad se asocia con baja cardíacos y la enfermedad arterial coronaria (eac),
mortalidad (Herrmann, Brand-Driehorst, Buss & probada angiográficamente en mujeres, consistía
Ruger, 2000), si bien no se ha documentado una exactamente en que la alta expresión de la ira se
relación causal directa (Lespérance & Frasure- asociaba a la presencia de eac, mientras que los
Smith, 2000). rasgos de ira/hostilidad estaban asociados a un
Otro de los factores asociados a los trastornos incremento de síntomas, sobre todo dolor torácico
cardiovasculares relacionados con la “afectividad no asociado a angina en mujeres sin eac (Krantz
negativa” ha sido el complejo hostilidad-ira-agre- et al., 2006).
sión, o síndrome ira-hostilidad-agresión (ahi). Mención aparte merece la hipertensión ar-
Este síndrome ha recibido atención tanto como terial primaria (hta) o esencial, por ser un factor
componente del patrón de conducta tipo A como de riesgo cardiovascular donde la ansiedad juega
de forma aislada, siendo el que más se ha rela- un papel importante. Es una alteración con etio-
cionado con la enfermedad cardiovascular, en es- logía multicausal en la que uno o varios factores

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104 José Antonio Piqueras Rodríguez, Victoriano Ramos Linares, Agustín Ernesto Martínez González, Luis Armando Oblitas Guadalupe

de riesgo están presentes para provocar una ele- de diversos trastornos cutáneos como la psoria-
vación de la presión arterial, siendo esos factores sis, la dermatitis atópica, la urticaria, la alopecia
de riesgo principalmente conductuales. La Orga- areata, etc., se mantiene que existen muchos fac-
nización Mundial de la Salud ha reconocido el re- tores que pueden actuar como desencadenantes
levante papel que puede jugar el estrés en la hta, de los brotes o desempeñan un importante pa-
aunque también acepta la dificultad de cuantifi- pel como factor mantenedor de éstos (Panconesi,
car esa influencia en el desarrollo de esta enfer- 2000). Entre otros se hallan el estrés y alteracio-
medad (Organización Mundial de la Salud, 1986). nes emocionales como la ansiedad o la depresión,
Entre los factores psicológicos que muestran ma- que pueden tanto causarlos como exacerbarlos.
yor evidencia de correlación con la hipertensión se También el acné se ha relacionado con el estrés
destacan la ansiedad y la ira en su desarrollo y emocional, pues es exacerbado mediante la libe-
mantenimiento, ya sea directamente por efectos ración de hormonas como los glucocorticoides y
sobre el sistema cardiovascular, o indirectamen- andrógenos a consecuencia de la respuesta emo-
te por su influencia en los factores conductuales, cional a los estresores (Miralles et al., 2003).
tales como el hábito alimenticio, el ejercicio físico, Por otra parte, diversos estudios han sugeri-
etc. (Amigo et al., 2003). Un perfil de sujeto hiper- do que los trastornos dermatológicos presentan
tenso se caracteriza por su alto rasgo general de alta comorbilidad con los ansiosos y afectivos. En
ansiedad, alta reactividad en los sistemas de res- principio esto estaría relacionado con la desfigu-
puesta cognitivo y fisiológico, y en menor medida ración facial o de otra parte del cuerpo que po-
en el sistema motor; y con reacciones de ansiedad dría generar problemas psicológicos tales como
intensas ante las situaciones de prueba o evalua- sentimientos de inferioridad, soledad y baja au-
ción, las situaciones potencialmente fóbicas, las toestima, así como retraimiento social. Sin em-
habituales en su vida diaria y, en menor propor- bargo, sólo una pequeña proporción de personas
ción, ante las situaciones interpersonales. En ese desarrolla trastornos psíquicos serios como fobia
sentido, estudios recientes han evidenciado altos social, ansiedad generalizada o depresión mayor
niveles de control de la ira y presencia de mecanis- (Folks & Kinney, 1992).
mos de supresión de dicha emoción en pacientes
con diagnóstico de hipertensión arterial (Gaviria Trastornos endocrinos
et al., 2009), así como altos niveles de ansiedad y
depresión entre estos pacientes, que se caracteri- Investigaciones recientes apoyan la existencia
zaron como factores de riesgo posibles de hiper- de una relación entre eventos vitales estresantes
tensión (Han et al., 2008). y el comienzo diabético. Debido a que estos es-
tudios se han realizado con pequeñas poblacio-
Trastornos dermatológicos nes, deben interpretarse sus resultados con pru-
dencia; sugieren que algunas personas son más
Desde el punto de vista fisiológico, la piel es vulnerables que otras a los efectos del estrés. El
uno de los órganos más sensibles a las emocio- estrés crónico en una persona predispuesta a
nes. Probablemente sea responsable de ello el padecer diabetes (obesa y edad avanzada) puede
origen embriológico común ectodérmico de la constituir un elemento coadyuvante para desa-
piel y del sistema nervioso que hace que ambas rrollar la enfermedad (Surwit et al., 2002). Así,
estructuras tengan en común multitud de neu- los factores estresantes pueden precipitar su ini-
romoduladores, péptidos vasoactivos y sistemas cio menoscabando la regulación del metabolismo
bioquímicos de información interna. de los hidratos de carbono en el paciente, tanto
Los trastornos dermatológicos o cutáneos asintomáticamente como produciendo hiperglu-
han sido considerados tradicionalmente como cemias en la fase de estado.
pertenecientes a la psicosomática, pues se co- Otros estudios han señalado que la presen-
noce que pueden ser precipitados o exacerbados cia de síntomas depresivos incrementa el riesgo
por el estado emocional de la persona. Respecto de desarrollar diabetes en un 22% (Arroyo et al.,

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Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física 105

2004), mientras que otros más, como el de Kes- la motilidad esofágica (Handa et al., 1999). Tam-
sing, Nilsson, Siersma y Andersen, no hallan esta bién existen datos a favor de que un trastorno
relación, con lo cual tampoco se puede concluir psíquico ansioso o depresivo puede iniciar otro
categóricamente al respecto (Kessing, Nilsson, esofágico, y a su vez, la anormalidad en la motili-
Siersma & Andersen, 2004). dad del tracto incrementar la ansiedad.
Por último, algunos autores han señalado En cuanto al funcionamiento del estómago,
que los diabéticos presentan una mayor preva- el estrés y los factores emocionales son conside-
lencia de trastornos de ansiedad y depresión en rados factores de riesgo en algunas enfermeda-
contraste con la población no diabética (Peyrot & des de la motricidad gástrica. Según Overmier
Rubin, 1997). (2000), varios estudios han descrito la existen-
En resumen, junto con otros factores, pare- cia de pacientes con manifestaciones típicas de
ce existir un componente psicógeno que influye gastroparesia o retraso de vaciado gástrico en los
en la evolución de la enfermedad al condicionar cuales no se hallaba causa orgánica identifica-
la forma de adaptarse a los estresores sociales ble. Se trataría de personas jóvenes, en quienes
(el primero de los cuales es el propio diagnóstico los factores psicológicos desempeñan un papel
de la diabetes). En este componente psicógeno fundamental, por ejemplo, en las pacientes con
confluyen variadas circunstancias, como son las anorexia nerviosa o en aquellos sometidos a si-
primeras experiencias en relación con la diabe- tuaciones de estrés. Determinadas condiciones
tes, la respuesta de la familia de origen ante el clínicas, como la infección por Helicobacter pylo-
diagnóstico, los rasgos de personalidad (neuro- ri, la dispepsia funcional no ulcerosa o el síndro-
ticismo, dramatismo, dependencia), el soporte me del colon irritable, se han asociado en este
sociofamiliar, el inicio temprano del proceso, las grupo de pacientes con manifestaciones clínicas
hospitalizaciones desde la adolescencia, las con- de gastroparesia (Overmier, 2000).
secuencias familiares de la enfermedad, la res- Respecto a la úlcera péptica, la teoría fisio-
ponsabilidad que comporta la intervención activa patológica más conocida es la de que el estrés
del enfermo en su tratamiento y control, la cer- produce una intensa secreción ácida e hiperse-
teza de cronicidad y de posibles complicaciones creción de peptina, mediada por la estimulación
graves, y la dificultad para mantener un control vagal, que acaba lesionando la mucosa y ha sido
dietético (Surwit et al., 2002). considerada como paradigma de enfermedad psi-
cosomática. Sin embargo, el descubrimiento del
Trastornos gastrointestinales Helicobacter pylori y la evidencia de personas hi-
perestresadas sin lesión, así como la presencia
La función principal del sistema gastrointestinal de úlceras en personas sin psicopatología signi-
es la de acomodar y guardar los alimentos inge- ficativa, han obligado a replantear la cuestión.
ridos para, a continuación, molerlos, triturarlos Aun así, la revisión de Overmier y Murison indica
y, finalmente, liberarlos de una manera coordi- que el estrés es un factor de riesgo independiente
nada a la luz intestinal. Dado que la principal para el desarrollo y la recurrencia de la enferme-
actividad del estómago es el vaciado gástrico, los dad ulcerosa (Overmier, 2000). Concretamente,
problemas motores que se han relacionado con periodos transitorios de estrés se asocian a una
este fenómeno se pueden dar en cualquier parte mayor probabilidad de desarrollar úlceras de es-
del aparato digestivo, tanto en el esófago, como tómago en periodos de estrés prolongados. En la
en el estómago o los intestinos. Por ello, vamos a actualidad, aunque existe controversia acerca del
describir qué papel juegan la ansiedad y la depre- papel de los factores psicológicos, lo que sí parece
sión en el funcionamiento de cualquiera de estos claro es que la úlcera péptica debe ser conside-
órganos. rada como un problema de salud de tipo biopsi-
En cuanto al esófago, algunos trabajos des- cosocial y a partir de ahí abrir un nuevo campo
tacan una mayor comorbilidad entre trastornos de estudio para esclarecer la relación entre los
afectivos, trastornos de ansiedad y trastornos de factores implicados (Tobón, Sandín & Vinaccia,

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106 José Antonio Piqueras Rodríguez, Victoriano Ramos Linares, Agustín Ernesto Martínez González, Luis Armando Oblitas Guadalupe

2005). psicológicos tienen un papel importante. Según


También se llegó a describir una personali- algunos de los trabajos publicados, hasta el 70%
dad “ulcerosa”, la de la persona con necesidades de los pacientes cumplen criterios para algún
intensas de dependencia y deseos íntimos de ser trastorno psiquiátrico, siendo los de ansiedad y
cuidada y protegida, pero la evidencia actual re- los depresivos los más frecuentes, mientras que
chaza este tipo de personalidad. En cambio, pa- otros hallaron en su investigación que, en un no-
rece existir acuerdo en cuanto a que determina- table porcentaje, los trastornos de ansiedad ya
dos factores psíquicos, independientes de la “per- se encontraban presentes antes de la aparición
sonalidad ulcerosa”, podrían influir tanto sobre de los síntomas gastrointestinales (Fernández-
estas conductas de riesgo como en la percepción Abascal et al., 2003).
y valoración de los síntomas ulcerosos por el pa- Por tanto, los aspectos emocionales que se
ciente. Nos referimos a los hábitos de consumo han relacionado con los trastornos gastrointes-
(tabaco, alcohol, etc.), factores emocionales (per- tinales funcionales (combinaciones de síntomas
sonalidad con hostilidad, ansiedad) y anteceden- gastrointestinales que no se explican por altera-
tes familiares (Miralles et al., 2003). ciones bioquímicas o estructurales ni muestran
Otros trabajos muestran una comorbilidad anormalidades en estudios médicos) son muy
alta de la depresión mayor, los trastornos de pá- numerosos. Así, se ha evidenciado que la tenden-
nico y agorafobia, con la dispepsia no ulcerosa cia agresiva y la hipocondría pueden incidir en la
(Handa et al., 1999). enfermedad gástrica, que la ansiedad y la depre-
Por otra parte, parece contrastada la impor- sión aumentan el dolor abdominal, la afectividad
tancia de los factores psicológicos en la caracteri- negativa (tendencia a experimentar ira, disgusto,
zación de los trastornos intestinales. Los datos de asco, culpa, temor o depresión) se relaciona con
numerosos estudios indican que los individuos las quejas físicas, etc. Igualmente, se considera
con síntomas gastrointestinales presentan ma- que las personas con enfermedades gastrointes-
yor prevalencia de trastornos psíquicos que quie- tinales suelen tener niveles más elevados de mie-
nes están libres de estos síntomas (García-Vega, do, enojo, ansiedad y tristeza, así como ansiedad
2003). Dos de los trastornos más estudiados han rasgo y neuroticismo, irritabilidad u hostilidad,
sido la enfermedad inflamatoria intestinal (colitis etc., y viceversa, es decir, aquellas personas que
ulcerosa y enfermedad de Crohn) y el síndrome han pasado por una elevada frustración relacio-
de intestino irritable. nada con sus metas y tienen reacciones de agre-
Existen datos a favor de la influencia de las sividad, o están afectadas en su estado de ánimo,
emociones y los hábitos conductuales en la fisio- fatigados, con sentimientos de culpa, con poco
logía gastrointestinal, más concretamente en la interés por las cosas, tensas o preocupadas ex-
enfermedad inflamatoria intestinal (Anton, 1999). cesivamente, inquietas o irritables, son más pro-
Parece demostrada una clara relación entre el pensas a padecer enfermedades gastrointestina-
estrés emocional y la exacerbación del proceso les (Juárez, Cano & Olarte, 2004).
inflamatorio, así como con la percepción de las
molestias sintomáticas. Incluso se han descrito Enfermedades neurológicas
rasgos de personalidad obsesivo-compulsivos y
alexitímicos característicos. Concretamente, se Las enfermedades neurológicas son las que pre-
ha hallado una elevada incidencia de trastornos sentan una mayor coexistencia con la depresión
depresivos y ansiosos entre los pacientes con en- y la ansiedad (Robertson, 1997).
fermedad inflamatoria intestinal (García-Vega, El dolor de cabeza es el síntoma neurológico
2003). más evidente y uno de los motivos de consulta
Respecto del síndrome del intestino irritable, más frecuentes en general (se estima que entre
es una de las enfermedades más frecuentes del un 10%-20% de los casos es el síntoma princi-
aparato digestivo. Las hipótesis sobre su etiolo- pal). Existen diferentes tipos: cefalea tensional,
gía son variadas, aunque se sabe que los factores migraña, cefalea en racimos y dolores de cabeza

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Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física 107

diversos. Tanto la ansiedad como la depresión como alto riesgo de suicidio en los cinco años si-
son comunes en los dolores de cabeza crónicos guientes a la lesión, especialmente en pacientes
(Maizels, 2004). con epilepsia, esclerosis múltiple o lesiones de la
Respecto de la cefalea tensional, muchas per- médula espinal. Igualmente, se ha documentado
sonas son susceptibles a los dolores de cabeza una incidencia alrededor del 40% de depresión
en épocas de mayor estrés emocional y puede asociada a accidentes vasculares cerebrales agu-
constituir un síntoma importante en síndromes dos (Starkstein, Fedoroff, Price, Leiguarda & Ro-
ansiosos y depresivos (Maizels, 2004). La explica- binson, 1993).
ción a estas cefaleas es la de que el exceso de an- Otra enfermedad muy estudiada es la de-
siedad suele producir contracción de la muscula- mencia. Algunos estudios consideran que esta
tura de la cabeza y el cuello. Si ésta se prolonga enfermedad neurológica desencadena trastornos
varias horas se produce constricción vascular e depresivos (Ballard, Bannister, Solis, Oyebode
isquemia, que sería la causante del dolor. Las & Wilcock, 1996). Otra enfermedad neurológica
personas caracterizadas por patrones de perso- más, como el Parkinson, exhibe altos niveles de
nalidad del tipo A son especialmente proclives a psicopatología asociada, tanto ansiedad como de-
este trastorno. Se ha estimado que hasta el 95% presión. Sin embargo, algunos autores recuerdan
de estos pacientes padecen síntomas de ansiedad que hay que ser cuidadoso con esta asociación
o depresión, bien de naturaleza reactiva o endó- Parkinson-depresión, ya que el estado de ánimo
gena. Además, algunos estudios indican que el del paciente puede deberse a estados transitorios
padecimiento de cefaleas prolongadas puede des- de disforia más propios de las exacerbaciones de
encadenar trastornos psicológicos que, a su vez, la enfermedad neurológica (Richard, 2005).
podrían convertirse en variables mantenedoras Por último, se ha hallado una asociación en-
del trastorno psicológico y potenciar la gravedad tre la ansiedad y la depresión, y la esclerosis múl-
de la cefalea en futuros ataques. Concretamen- tiple. Así, hasta el 75% de personas con esta en-
te, algunos estudios epidemiológicos indican que fermedad lleva asociado problemas psicológicos
estos enfermos se caracterizan por rasgos de an- y psiquiátricos (trastornos de pánico, depresivo,
siedad, neuroticismo y depresión anormalmente bipolar, etc.). Además, la depresión y la ansiedad
altos (Stewart, Shechter & Rasmussen, 1994). influyen en la relación entre la esclerosis múltiple
En cuanto a la relación temporal, según algunos y la calidad de vida, ya que los individuos con
estudios la depresión se inicia después de la cefa- más síntomas de ansiedad y depresión presentan
lea, existiendo una comorbilidad superior al 20% mayor incapacidad física y peor calidad de vida
(Maizels, 2004). (Janssens et al., 2004).
El estrés y los trastornos de ansiedad también
son un precipitante de la migraña. De acuerdo Trastornos respiratorios
con estudios epidemiológicos, los trastornos de
ansiedad preceden a la migraña, aunque pro- Actualmente no se ha podido demostrar la in-
bablemente interaccionan con otros precipitan- fluencia etiopatogénica en la enfermedad respira-
tes que aumentan su vulnerabilidad, pero sin toria de los factores psicológicos, pero sí se acep-
desencadenarla necesariamente. Así pues, el ta la posible influencia de los factores psicosocia-
estrés puede iniciar directamente la migraña en les sobre la evolución del asma bronquial o en el
pacientes biológicamente propensos y potenciar mantenimiento de algunos de los síntomas. Así,
indirectamente o intensificar su desencadena- existen múltiples estudios metodológicamente ri-
miento.Posteriormente las migrañas presentan gurosos que demuestran el importante papel que
mayor riesgo de asociación a crisis de pánico o la ansiedad asociada a las crisis de asma des-
ansiedad. empeña sobre la evolución del asma bronquial y
Existen otras enfermedades neurológicas de la enfermedad respiratoria en general (Bosley,
más graves que también presentan una comor- Corden & Cochrane, 1996). La ansiedad de algu-
bilidad alta con el trastorno depresivo mayor así nos pacientes se asocia a una peor evolución de

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108 José Antonio Piqueras Rodríguez, Victoriano Ramos Linares, Agustín Ernesto Martínez González, Luis Armando Oblitas Guadalupe

la enfermedad, al aumentar la sintomatología y bilización alérgica y, en especial, el síndrome de


transmitir una mayor sensación de gravedad, lo fatiga crónica.
que lleva a tratamientos más urgentes, frecuen-
tes, agresivos y costosos. La depresión también Conclusiones
puede influir negativamente sobre la evolución
del paciente asmático, conduciendo a un auto- En este artículo se ha intentado mostrar una
cuidado pobre, con incumplimiento de las pres- síntesis de la literatura científica relativa a la in-
cripciones médicas y tendencia a la indiferencia fluencia de las emociones negativas clásicas (tris-
ante los síntomas respiratorios (M. I. Vázquez, teza-depresión, miedo-ansiedad, ira y asco) en el
Romero-Frais & Sández, 2003). proceso de salud-enfermedad. Estos factores se
han asociado con las enfermedades mentales y
Trastornos reumatológicos físicas como variables influyentes en su inicio,
desarrollo y mantenimiento. Se han hipotetiza-
Muchas enfermedades reumatológicas cursan de do básicamente dos vías explicativas generales.
forma crónica, produciendo dolor, deformación e La primera hace referencia a la influencia de las
incapacidad funcional. Repercuten directamente emociones negativas en la conducta, de mane-
sobre la calidad de vida del paciente, afectando ra que interfieren en los hábitos saludables y fo-
su actividad laboral, social y familiar. Con fre- mentan el desarrollo de conductas inadecuadas
cuencia los síntomas y signos de la alteración que ponen en peligro nuestra salud. El segundo
músculo-esquelética se solapan con la sintoma- mecanismo se refiere a la repercusión de la acti-
tología propia de una afectación emocional (So- vación psicofisiológica en los sistemas orgánicos,
ciedad Española de Reumatología, 2001). afectando a la inmunidad, por ejemplo. Por últi-
En una enfermedad como la artritis reumatoide, mo, se han descrito algunos de los vínculos entre
el dolor y el deterioro físico pueden causar síndro- las emociones negativas y los trastornos menta-
mes psiquiátricos, de los que el más estudiado es les y físicos. Así, no sólo existe una influencia de
el depresivo. Se estima la prevalencia de depresión las emociones negativas en el inicio y el curso de
mayor en alrededor del 17%, y la de distimia, en un estos trastornos, sino que también se reconoce
40% aproximadamente (Miralles et al., 2003). Estos una alta comorbilidad tanto de los trastornos
factores emocionales han sido implicados en la evo- mentales como de las enfermedades médicas con
lución de la artritis reumatoide de forma desfavora- los trastornos ansiosos y depresivos y con la ira
ble, en el sentido de poca motivación, depresión no y el asco patológico, frecuentemente como conse-
asociada al dolor y mal control de impulsos. cuencia del padecimiento de ellas.
En pacientes con dolor crónico se considera Es preciso señalar algunas de las limitaciones
que la presencia de síntomas de ansiedad es muy del trabajo. Así, este estudio no tiene como obje-
significativa y tanto la ansiedad como la depre- tivo principal ser exhaustivo ni sistemático en la
sión son factores facilitadores de la percepción revisión de la literatura disponible, sino que se
del dolor (Melzack & Wall, 1965). plantea como meta llevar a cabo una síntesis del
En cuanto a la fibromialgia, existe unanimi- estado de la investigación sobre emociones ne-
dad en la literatura con relación a la presencia de gativas y salud, que como se entenderá, es muy
alteraciones emocionales en estos pacientes (Rice amplio. Sin embargo, consideramos que esta re-
& Pisetsky, 1999). Se puede decir que síntomas visión descriptiva puede ser ilustrativa a modo de
como tristeza, ansiedad, fatiga, insomnio, irrita- puesta al día de las relaciones entre las emociones
bilidad, falta de concentración, desinterés, apatía negativas, que siguen siendo de interés para in-
e hipocondría, forman parte del cuadro clínico. vestigadores y clínicos, y los problemas de salud
Es frecuente la concomitancia de la fibromialgia mental y física. Por otra parte, la complejidad y
con otras enfermedades médicas con acreditado amplitud de la temática hace más recomendable
contenido psicológico, como el síndrome del in- renunciar a profundizar en los muchos aspectos
testino irritable, la migraña, problemas de sensi- incluidos en este trabajo, si bien consideramos

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Fecha de envío: 22 de septiembre de 2009


Fecha de aceptación: 20 de octubre de 2009

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