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¿DESDE UNA VISIÓN ESTÉTICA, PORQUE HAY UNA EXPRESIÓN

SENSIBLE DEL CARIBE EN LAS OBRAS, DE “VIOLENCIA” (1962), DE


ALEJANDRO OBREGÓN Y LA “HORRIBLE MUJER CASTIGADORA” (1965)
DE NORMAN MEJÍA?

PRESENTADO POR:

GONZÁLEZ HERNÁNDEZ EDWIN ALBERTO

VEGA PANTOJA ANYER ALONZO

PRESENTADO A: CAMILO MORÓN CASTRO

TRABAJO PRESENTADO PARA LA ASIGNATURA DE ESTETICA GRUPO: 1

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

PROGRAMA DE FILOSOFÍA

ESTETICA, GRUPO: 1

BARRAQUILLA/ATLÁNTICO

2018
La horrible mujer castigadora de Norman
Mejía. 1965

Violencia de Alejando Obregón 1962

¿Desde una visión estética, porque hay una expresión sensible del caribe en las

obras, de “Violencia” (1962), de Alejandro Obregón y la “Horrible mujer castigadora”

(1965) de Norman Mejía?

El acto sensible de nuestra cultura caribeña; colorida, fresca y alegre. En la época,

de mitad del siglo XX, iniciando un momento violento, atroz y difícil de La vida en

Colombia que involucro todas las corrientes; artistas, políticos, intelectuales y

sociedad en común. Todo un contexto confuso, sangriento de una época donde los

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artistas, como Alejandro Obregón trascienden la dimensión del silencio y la

violencia, como aquellos que se queda oscuro y que descomponía la sociedad. Por

otra parte esta Norman Mejía donde mantiene en paralelo la línea de Obregón, pero

Mejía le involucra un acto innovador que es la neo-figurativo, a la estética del caribe

colombiano, a continuación entraremos en más detalles sobre la analogía de esta

obras, de estos artistas caribeños.

ANÁLISIS DE LA REALIDAD E IDENTIDAD DE LAS OBRAS

Realizar una analogía sobre estas dos obras de arte es empezar una campaña un

tato riesgosa y te talla bélica y no solo por los autores que las realizan sino por los

conflictos antropocéntricos que se manejan en las pinturas, el juego de colores, los

trazos llenos de estupor y sadismo a relatar dichos acontecimientos. Dos periodos

de las historias lejanas, cercanas y a la vez totalmente diferentes ya que cada autor

expresa sistemáticamente la realidad según su foco de atención. Ambas mujeres

categorizadas con conceptos y concepciones tales como la mujer llamada violencia

y la hermosa belleza de la llamada horrible y apellidada castigadora.

De entrada el concepto de identidad es en principio la particularidad esencial de las

obras que nos hablan por boca de los grandes, Obregón y Mejía sino, por la

fascinación fabulesca de estas. La violencia enmarca imperativamente la

cotidianidad de la vida de los colombianos que viven en marco de guerras y

enfrentamientos, ya no importa donde los hijos son fácilmente puestos a disposición

de la muerte desde su más pequeña forma de ser, y en el peor de los casos no

llegan a ser observables, y para la muestra el que no se sabe que está en el vientre

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de la violencia. Identidad existe a priori en ambas obras y por acuerdo mutuo de los

autores.

La mujer castigadora es la sombra misma del espíritu que la concibió difícil de

analizar y poco fácil de encontrar su rostro lleno de precariedad que no da a luz sino

un grito imposible de ser nominado y más aun de ser observado. Seguramente sería

más fácil comprender lo duro del castigo en parte de contexto tortuoso de guerras y

enfrentamientos, donde los colores son opacos y carentes de vida la aprehensión

de lo oscuro, es la oscuridad de la sangre que derrama la vida en la poquedad de

la luz de este tiempo.

Ahora bien la identidad de ambas obras denota los sistemas estéticos de la zona

caribe que manifiesta la cercanía de únicamente dos periodos cortos de tiempo pero

que objetivamente marca unos conceptos y es la realidad. Dicha realidad dentro de

la expresión sensible tiene a ser más pronunciada de rasgos bruscos y a la vez con

un aire enigmático.

Algo es importante tener presente el contexto histórico, que más importante citar a

Rymond Bayer en la instrucción a su obra, donde dice que los artistas obedecen a

las interpretaciones o concepciones animales, humanas o simbólicas y si se aplica

a las dos obras vemos a simpe vista una concepción triste de la violencia que viven

durante su periodo de tiempo. (Bayer, 1965, pág. 9)

Para los autores de estas obras la realidad tiene dos posturas que son apremiantes

a la vez apoyan su praxis estética, la constitución de lo estético constituye según

Bayer y la violencia y la horrible mujer castigadora el interés y la creación. Pero hay

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que tener en cuenta que la realidad de la creación sustituye la intención de los

autores que crean a partir de esta una bastedad de principios estéticos orientados

a la identidad de lo común o de la realidad que circunda la esfera de sus obras;

existiendo un principio interesado.

Ahora es importante tener presente que tanto para Obregón como para Mejía el

contexto de la década de los 60 y 70 fue un acontecer de eventos que

desencadenaron una serie de problemas en medio de la sociedad, tales como los

enfrentamientos entre godos y liberales, el bogotazo, la dictadura de Rojas Pinilla y

el conflicto armado se combina en el caso de, Norman Mejía un artista de pasiones

extremas nos muestra en su obra titulada “La horrible mujer castigadora”, la mezcla

de colores oscuros en la obra, pero también una formas en sus estructuras con

deformaciones no comunes en una mujer, una nueva forma que es neo-figurativo.

Una mujer con cualidades exquisitas para quien con ojo sádico analiza la situación

de nuestra tierra colombiana es la obra de Mejía. por otro lado y no menos

importante encontramos a obregón obre de pocas y muchas palabras que con gran

sigilo da a luz a su hija esa Violencia, mujer que nace muerta y se mantiene en una

tonalidad que va del rojo al negro y se pasea por los colores tierras que la rodean,

aunque es clara la imagen putrefacta de una mujer asesinada con paquete a bordo

existe vida en medio de la descomposición de esta. Una parte de ella muestra el

horror de la guerra otra el horror de la corrupción humana. En mi concepto la vida

de este hombre es en virtud de los que anhela estéticamente el autor de muerte,

pero no ajeno este mismo piensa, racionalmente ¿Cuál es la concepción principal

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que tiene esta vida de la muerte? Y la facilidad de darle muerte a la muerte misma

ya que vida en ella nunca hubo.

En suma hay un aspecto en cual me gustaría centrarme realizando una analogía de

las obras y es en hecho semiológico que constituye a estas puesto que si

entendemos por hecho semiótico los signos que están contenidos estas se tiene

que tener presente a Jan Mukarovsky cuando dice que:

La obra‐cosa funciona, pues, únicamente como símbolo exterior al

que le corresponde, en la consciencia colectiva, una significación

determinada (que a veces se denomina “objeto estético”)

caracterizada por lo que tienen común los estados subjetivo de la

consciencia, evocados por la obra‐cosa en los miembros de una

colectividad determinada.

El sentimiento que le imprime un autor a sus obras analiza los signos que luego son

materia de interpretación por lo de ojo semiótico, que comprende el Por qué, Para

qué, el Cómo, Cuando el Donde de la obra. Y si aplicamos estas especificaciones

a estas dos obras diremos que la Violencia y la Horrible Mujer Castigadora son fruto

de una precompresión de signos artísticos orientados a una realidad determinada

en este caso la de todo un mundo de miseria que rodea el signo de la Patria como

los es la mujer, no es sin intención sino con intención y creación que estos autores

toman la figura femenina para concebir y a luz su obras de arte. En conclusión

aunque las obras a priori sean distintas de forma, estilo, tamaño, tiempo y autor el

sentido es casi que el mismo a saber que no podemos juzgar la intención primaria

del autor sino tener una opinión subjetiva de las obras de arte puesto que lo objetivo

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de ellos radica en la obscuridad de la muerte y el castigo que se ven el rostro de

estas bellas damas.

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