La primera palabra. La búsqueda de los orígenes del lenguaje:
Durante mucho tiempo, la explicación científica de la evolución del lenguaje no fue muy diferente a la de la versión popular. Los investigadores esquematizaron solo un panorama de ciclo amplio, en el que lo complejo de alguna manera había surgido de lo simple. Algunos pensaban que antes del homo sapiens, con su brillantez de palabras, existía un protolenguaje, una forma inteligente de comunicación que nos distinguía de los primates. Pero, ¿cómo apareció este protolenguaje y los sistemas que los sucedieron? De todos los obstáculos para resolver esta incógnita, el primero radica en la naturaleza de la palabra hablada, ya que el habla es nuestra creación más efímera. No hay verbos preservados en ámbar, no hay hombres osificados ni gritos prehistóricos perpetuados en la lava que los tomo por sorpresa. La escritura es un tipo de fósil y nos puede decir un poco sobre las lenguas que fueron grabadas desde que ella fue inventada. Si bien comparte bastante con el habla, esta no puede considerarse el esqueleto del habla, porque es algo enteramente distinto. La escritura es estática, está estructurada por convenciones de puntuación y el uso del espacio. Los tipos de oraciones de la escritura comparten solo una relación indirecta con las escrituras del habla, que son más libres y complejas. La escritura no tiene calanes adicionales para evitar la ambigüedad, a diferencia del habla, que tiene la entonación y los gestos. La escritura tiene solos síes mil años de antigüedad. Ante la ausencia de la palabra petrificada, la evidencia de cambio en partes del cuerpo relacionadas con el lenguaje ofrece una clava convincente del curso de la evolución lingüística, el cerebro, la lengua, la laringe, pulmones y nariz (pero el tejido blando no se conserva, salvo casos excepcionales). Por mucho tiempo, lo más cercano que tuvimos en lo que respecta a los fósiles vinculados al lenguaje fueron rastros dejados por los huesos de ancestro lejanos. Los científicos obtenían alguna información al interpretar restos craneales, dado que el tamaño del cráneo es una medida indirecta del volumen del cerebro. Sin embargo el tamaño de un cráneo o un fémur no dice cuando fue pronunciada la primera palabra, los huesos no pueden decir quien dijo la primera palabra o quien fue el primero en escucharla. ¿Empezó el lenguaje como un soliloquio o la naturaleza fundamental del lenguaje es ser comunicativo? El lenguaje es parte de nuestra identidad, como individuos y como especie. La búsqueda del origen del lenguaje fue formalmente prohibida desde la torre de marfil en el siglo XIX y por más de un siglo tuvo mala reputación. La Sociedad de Lingüística de Paris instalo una moratoria sobre el tema, estos declararon que buscar el origen del lenguaje era un esfuerzo inútil, porque era inútil probar como se produjo. Se prohibió publicar sobre el tema. En áreas tan diversas como el daño cerebral, el modo en que hablan los niños, el modo en que los chimpancés y en los genes de los ratones se han encontrado claves sobre el origen y el desarrollo del lenguaje. Se pueden diferenciar dos posturas diferentes sobre el lenguaje y el ser humano. La primera perspectiva, sólidamente aceptada en la teoría lingüística popular, sostiene que le lenguaje es un fenómeno privativo humano, distinto a las adaptaciones de todos los otros organismos del planeta. Los investigadores de esta tradición han buscado un “órgano del lenguaje”, una parte del cerebro destinada solo a habilidades lingüísticas. Buscaron las raíces del lenguaje en el genoma humano, sosteniendo, que podrían existir ciertos genes con el solo objeto de codificar la gramática. Desde esta perspectiva, un escenario evolutivo mantiene que el lenguaje moderno apareció de golpe en el planeta con un big bang genético, que es el resultado de una mutación que bendijo a nuestros antepasados con el regalo de la lengua. En la mirada alternativa, el lenguaje no es un fenómeno singular o una cosa específica. Es multidimensional e interdependiente y esta interconectado con otras habilidades humanas y otras tareas cognitivas. Consiguientemente, el lenguaje es una función cognitiva superior que emerge de sitios y operaciones múltiples en el cerebro. Desde esta perspectiva el lenguaje no es una cosa que tenemos, sino más bien, es una cosa que hacemos. Surge de la coordinación de varias estipulaciones genéticas que se expresan como un conjunto de predisposiciones físicas, perceptivas y conceptuales que subyacen a ciertas habilidades y comportamientos, todas las cuales permiten aprender el lenguaje. Según esta perspectiva, los seres humanos no somos especiales, lo que nos hace no tanto una especie superior, somos brillantes de manera limitada y accidental. La primera perspectiva domina la lingüística y la ciencia cognitiva desde mitad de siglo XX. Desde la década de 1990. El autor plantea que el lenguaje mismo uno de los mayores obstáculos para claridad en estudio de la evolución del lenguaje. Autores como Kirby y Christianse arguementa que una de las maneras más útiles de pensar el lenguaje es que es un virus que crece y evoluciona simbióticamente con los seres humanos, lo que significa que el lenguaje cambia y se adapta con el fin de desarrollarse y sobrevivir. Parte 1: el lenguaje no es una cosa: Rousseau invirtió un tiempo considerable en pensar de donde venía el lenguaje y en cómo eran los seres humanos antes de adquirirlo. Imagino un bosque virgen en el que las personas deambulaban solas. Si un hombre y una mejer se cruzaban en el camino, hacían una pausa para tener relaciones sexuales y luego cada uno seguía rumos separados. Cuando estas criaturas aisladas e itinerantes se comunicaban, usaban gritos y gestos rudos que imitaban las vocalizaciones animales. El léxico estaba limitado al conjunto de sonidos que podían ser copiados, de manera que Rousseau sugirió que el lenguaje original era mayormente gestual. La mano y los movimientos corporales no solo complementaban el lenguaje, sino que formaban un tipo impreciso de lengua de señas que trabajaba en conjunto con la pantomima vocal. Finalmente debemos haber perdido ese lenguaje corporal (teoriza el autor), porque los gestos son menos versátiles que la palabra hablada. El siglo XVII fue un siglo de conjeturas enérgicas sobre la evolución del lenguaje. Herder creía que los humanos en sus orígenes imitaban los sonidos de los animales para comunicarse. Tambien que imitaban los sonidos de la naturaleza. Estos dos autores se pueden encasillar en la “Las teorías del guau guau” de la evolución. La facilidad con la que los humanos producen y entienden estas señales cuando las palabras no funcionan parece innata. Los que proponen esta teoría argumentan que no solo es innata, sino que es como nos comunicábamos antes de que tuviéramos lenguajes y que esto fue crucial para la evolución del lenguaje. Otras ideas que generales sobre la evolución del lenguaje que han circulado y en que realmente explican muy poco, comprenden la teoría del “yo-he-ho” (representa los guiños rítmicos y el canto de las personas que trabajan juntas y, a partir de esta cooperación social surgió el lenguaje); y la teoría poooh- poooh (propone que el lenguaje se originó en gritos de emoción) Rousseau en un representante clave de un periodo importa en la evolución del lenguaje, situado en los límites del pensamiento moderno y la teorización. Pero su época no fue la primera en la que se indago el origen del lenguaje. Mucho miles de años antes, el faraón Psametico creía que una lengua única tenía que haber sido fuente de todas las lenguas humanas. La cuestión de la lengua materna de la humanidad recorrió siglos y culturas. Los investigadores creían que había existido una era monolingüistica. De manera inseparable de la noción de una única lengua original esta la idea de que el lenguaje es exclusivamente un atributo de los seres humanos y que se originó con la vida. Antes de la revolución darwiniana se creía que no había una existencia pre- humana n una experiencia pre-lingüística. Consecuentemente los primeros actos o expresiones lingüísticas se consideraban universalmente como inspirados por divinidades. Rousseau y sus colegas imaginaron un mundo antes de las palabras, un periodo prolongado de génesis de la lengua. En lugar de ser una propiedad mágica de la humanidad, el lenguaje era algo que nuestra especie había adquirido con el paso del tiempo. Este nuevo modelo de evolución cambio el foco, desde una primera lengua perfecta de la cual descendían las demás al lenguaje originado a partir de un desarrollo en etapas, parecido a los sistemas de comunicación de otros animales. Aunque Darwin menciono muy poco de lenguaje en “El origen de las especies” el libro es una pieza clave en toda discusión posterior. No solo introdujo el concepto de evolución sino que inicio el estudio de la biología evolutiva. El autor focalizo más sobre el lenguaje en “el descendiente del hombre”. “El lenguaje no es una invención consiente, sino que se fue desarrollando de manera lenta e inconsciente en varios pasos”. Al mismo tiempo observaba que los humanos no hablaban hasta que no se les enseñaba a hacerlo, con esto sentenciaba que “el lenguaje no es un instinto”. Darwin creía que el lenguaje era mitad arte, mitad instinto, consideraba que usar el sonido para expresar pensamiento y ser entendido por otros no era una actividad única de los humanos. Esta incluyo los gestos y las expresiones faciales como lenguaje. Tomo en cuenta las habilidades de compresión y la cognición de los animales. Comparo a los perros con bebes pequeños que comprendes una gran cantidad de habla pero que no pueden expresarse por sí solos. Darwin traza paralelos entre el lenguaje humano y el canto de los pájaros, y llega a la conclusión de que en lo único que diferimos los humanos de los animales es en nuestra mayor capacidad para combinar sonidos con ideas, lo cual es una función de nuestros poderes mentales superiores. Lo que nos llevó a este nivel es el amor, los celos, el triunfo, el sexo. Así como las especies se dividen para formar nuevos grupos, las lenguas se dividen para formar dialectos y nuevas lenguas. Ej: el latín se ramifico a lo largo del tiempo dando lugar a las lenguas romances modernas, que incluyeron el italiano, el francés y el español. Esta etapa la podemos englobar en “la teoría del cambio lingüístico”. Los lingüistas del siglo XIX preocupados por su estatus de científicos genuinos, vieron con buenos ojos explicar el cambio lingüístico en términos de la biológica y la historia natural les concedió el deseado sentimiento de credibilidad. La evolución biológica resulto ser una analogía excelente del cambio lingüístico y los lingüistas tomaron con tal entusiasmo la teoría de la evolución que comenzaron a considerar la selección natural como una explicación literal del cambio lingüístico más que como una analogía útil, explicando la idea de la supervivencia del mejor a fenómenos tales como la manera en que los sonidos del lenguaje cambiaban a lo largo del tiempo. El disgusto por la especulación sobre el origen de lenguaje termino en una extraordinaria acción de la sociedad de Lingüística de Paris en el siglo XIX: prohibió toda discusión sobre el tema. La evolución del lenguaje fue considerada de lama reputación por más de un siglo. Capítulo 1: Noam Chomsky: Chomsky ha funcionad como una constante geográfica en las mentes de científicos y lingüistas desde inicios de la década de 1960. Cualquiera que haya estudiado el lenguaje o la mente desde entonces tuvo que involucrar en algún nivel con su definición del lenguaje. La afirmación que a la que suscribe sostiene que Todos los seres humanos “comparten una gramática universal”, a la que se denominan GU, u conjunto de reglas que pueden generar la sintaxis de todo lenguaje humano. Esto significa que, fuera de la diferencia en unas pocas especificaciones mentales, son en esencia en la misma lengua. Tradicionalmente, los investigadores comprometidos con la lingüística chomskiana crean que la gramática universal existía en alguna parte de nuestro cerebro, en un órgano del lenguaje que todo ser humano, pero ningún otro animal, poesía. Para Chomsky, la estructura sintáctica es el núcleo del lenguaje humano, una búsqueda de décadas de la gramática universal, el santo grial de la lingüística, ha dado forma a la lingüística desde la primera presentación de sus ideas. En 1957, Chomsky publico las notas de su primer curso de lingüística, con el título de Estructuras sintéticas. En dicho libro, seguía su examen del leguaje en abstracto, discutiendo las gramáticas de la lengua de una manera totalmente nueva, el sostenía que se trataba realmente de una teoría de esa lengua. Como una teoría, una gramática debía ser juzgada de la misma manera que todas las teorías científicas: debía explicar lo más posible con lo menos posible (debía ser simple y elegante). Estructuras sintácticas, por ejemplo, contrastaba dos métodos de escritura de una gramática. El mejor método, decía Chomsky, colapsaba de toda una lengua en un conjunto de reglas. Y en muchos sentidos de la misma manera en el que el software generaba resultados en una computadora, dichas reglas generan lenguas enteras. Chomsky también señalaba que el conjunto de reglas de una lengua podía hacerse más pequeño y más simple si se incluían maneras de relacionar algunas oraciones con otras. A esto lo llamo transformación. Desde esta perspectiva, una lengua es, un conjunto de oraciones. Y la tarea de una gramática, o teoría del lenguaje, es en generar todas las oraciones posibles de una lengua, pero ninguna de las imposibles. Una gramatica genera todas las posibles emisiones de una lengua, dice Chomsky “de la misma manera que una teoría química genera todos los posibles componentes”. Chomsky Vs Skinner (conductista): Skinner planteava que el lenguaje era un comportamiento simple, una noción que Chomsky rechazo como absurdo. Skinner está acostumbrado a tratar con ratas de laboratorio, pero presionar una volita para obtener comida no es análogo a producir lenguaje. Para hablar la gente usa una gran creatividad y, al mismo tiempo, obedece muchas reglas complicadas. La idea clave del conductismo de Skinner (si uno conduce a alguien o algo en el sentido correcto, responderá de una manera predecible) se denominó estimulo-respuesta. Pero cuando se trata del lenguaje, dice Chomsky especialmente cuando los niños aprenden su lengua por primera vez, el estímulo respuesta no es un modo pertinente. Lo que es interesante en relación con el lenguaje es la increíble velocidad con que los niños aprenden cientos y cientos de palabras y muchas reglas que las combinan. De hecho, no hay suficiente información en la lengua que los niños oyen en sus vidas cotidianas para que adivinen todas las reglas que sabrán usar. Chomsky denomina a este fenómeno “pobreza de estímulo”. Los niños deben llegar a esta tarea preparados de alguno modo, concluye. Deben de haber nacido con un componente mental que les ayude a que aprendan la lengua. La teoría de Chomsky se expandió y su reputación se volvió más solidad con Aspectos de la teoría de la sintaxis, publicado en 1965. Todas las ideas de Aspectos descansan en la noción de que el lenguaje puede dividirse por una parte en todo lo que se relaciona con el hecho de hablar realmente en una situación determinada y, por otra, en todo lo que es estable y universal. Chomsky establecía esta diferencia entre competencia y actuación. La competencia, que incluye la sintaxis, es la base innata del lenguaje y es la misma para todos los hablantes. La actuación comprende todo lo individual o especifico del contexto. Lo que importaba en cuanto al lenguaje no era que proviene de una región particular, sino que venía de nuestra cabeza. Con la lingüística generativa, el terreno que el lingüista explotaba cambiaba de los rincones más alejados del planeta a las profundidades de la mente humana. La gramática universal especificaba cada regla de cada lengua y esto controlaba una capacidad infantil para desarrollar las reglas correctas de la sintaxis de cada lengua. Cualquiera nacido con la GU, todo el mundo estaba equipado con la posibilidad de aprender cualquier lengua. La lingüística degenerativa temprana todavía dividía el lenguaje en el cerebro en gran medida del mismo modo que los lingüistas de campo de los años “50 dividían las lenguas”. Los lingüistas generativos buscaban evidencia de un módulo que controlaba la sintaxis, un módulo que controlaba el significad y un módulo que procesaba el sonido. Se pensaba que esos módulos eran independientes y que el lenguaje se producía por una interacción no refinada entre ellos. Además, los sistemas separados del lenguaje tenían sus propios subsistemas. Por ejemplo, el módulo sintáctico estaba compuesto por una red de módulos más pequeños, cada uno de ellos consagro a una parte diferente de la sintaxis y, a su vez, autónomo. En este modelo, cuando alguien escucha lo que se dice, los módulos separados dividen la señal. El modulo sintáctico extrae de la onda sonora toda información relativa a la sintaxis, el módulo de la entonación analiza todas las variaciones e todo y así sucesivamente. Una vez que cada módulo ha analizado suficientemente el componente del que es responsable, el cerebro los une como lenguaje. También se ha considerado que la labor que emprende el órgano del lenguaje está completamente separada de otras partes del cerebro. Los gestos eran algo periférico y nada interesante. Es más, el lenguaje humano era totalmente diferente de la comunicación que se establece entre otros animales. Este modelo de lenguaje era coherente con las teorías generales de la época sobre el funcionamiento del cerebro, concebido como una serie de cajas separadas, cada una de las cuales computa diferentes partes del mundo. Los críticos decían que el modelo era meramente una nueva versión de la frenología, una ciencia del siglo XIX que sostenía que cada inclinación en un individuo se correspondía con un lugar del cerebro que la controlaba. El cerebro podía sobresalir o retroceder en esas áreas, según cuan desarrollado estuviese el rasgo. Los frenólogos incluso crían que el cráneo reproducía la forma del cerebro, de manera que el carácter de una persona podía leerse según las protuberancias y huecos de su cabeza (la frenología es actualmente el prototipo de ciencia tonta). La deconstrucción chomskiana del lenguaje era, por su parte, contra intuitiva. Pero el enfoque de Chomsky satisface otro tipo de intuición: dividir un objeto en sus partes esenciales y secundarias. En el lenguaje, los lingüistas generativos intentaron eliminar todo lo que era periférico, todo lo que podía ser quitado. Otra idea clave que Chomsky aporto a los estudios del lenguaje fue su infinitud. Si bien gran parte del lenguaje es repetición, consiste en cosas que uno ha oído antes, no tenemos que ir muy lejos para encontrar palabras unidas de una manera que nunca habíamos oído antes de esa manera. Chomsky describió esto como el uso infinito de medios finitos, y lo denomino la “infinitud discreta”. Detractores de Chomsky: a fines de los 60 y a comienzo de los 70, un grupo de lingüistas autodenominados “semióticos generativos”, sostuvieron que separar la lengua de la manera en que se usaba era ridículo. Este grupo creía que el principio organizativo fundamental era el significado (semántica), no la manera en que el lenguaje se estructuraba (sintaxis), como creían los teóricos transformacionales de Chomsky. Los semanticos generativos se definían a sí mismos en oposición al Chomskysmo, sus críticas a Chomsky abarcaban desde la manera en que segmentaba el lenguaje hasta su estilo ascético. Chomsky no dejaba de repetir que realmente no entendía las teorías con las que se le oponían. Existe un patrón claro en los diferentes conflictos. Una y otra vez, los críticos de Chomsky han sostenido que eligió datos para dar fundamento a sus teorías, pero los dejo de lado cuando no se adaptaban más y que intencionalmente interpreto mal a sus adversarios y, entonces, lanzo un ataque contra su propia malinterpretación. La gente también lo acusó de haber abandonado las ideas que alguna vez había promovido sin dar a conocer su cambio de posturas. Otra queja era sobre la manera en que Chomsky encaraba las evidencia en contra de sus teorías, la mayoría de las cuales, según el, simplemente había de dejar lado. Si las estructuras profundas realmente existían, había que prever que la gente tarda más en comprender las estructuras más complicadas y transformadas de una determina oración que las de su forma más básica. Rápidamente las voces que habían criticado la lingüística chomskiana desde el principio aumentaron estrepitosamente. Como los investigadores encontraron que la noción de órgano innato del lenguaje no contaba con evidencia en el mundo real, se interesaron por la idea de los fundamentos generales del lenguaje y el pensamiento. Incluso en la prensa no académica hubo artículos sobre la revolución chomskiana a la que se declaró terminada. Por su parte, Chomsky sin presentar atención a las objeciones a la lingüística generativa, en tanto no las consideraba interesantes ni serias y siguió afirmado que no lo habían comprendido. Por cierto la terminología del autor cambio considerablemente a lo largo de los años, y esto debe haber contribuido a que no se lo comprendiera. Algunos de los cambios de nombres marcaron grandes modificaciones de las ideas. Por ejemplo, e las teorías más tempranas de la GU, los niños nacían con reglas de lenguaje innatas y muy específicas. En la teoría de principios y parámetros, los niños nacían con un conjunto finito de parámetro lingüísticos que s modificaban a partir de la experiencia de sus lenguas particulares. Chomsky enfatizo repetidamente tanto la naturaleza completa el lenguaje como el hecho de que el cerebro imano está especialmente diseñado para adquirirlo y ponerlo en práctica. Como escribió en 1975: “un lenguaje humano es un sistema de considerable complejidad. Llegar a conocerlo sería un logró extraordinario para una criatura no específicamente diseñada para realizar esta tarea. Un niño normal adquiere este conocimiento con una exposición relativamente leve y sin un entrenamiento específico. Casi sin esfuerzos puede usar una estructura intrincada de reglas específicas y principios guía para comunicar sus pensamientos y sentimientos a los demás, despertar en ellos ideas novedosas y percepciones y juicios sutiles. Declarar que la revolución había terminado fue algo prematuro y la declinación de la suerte de la lingüística generativa no era más que un problema pasajero. Unos pocos años después de que se había supuesto que se había acabado la lingüística chomskiana, casi nadie recodaba que había estado en peligro. La influencia de Chomsky se reafirma. Fue la leyenda de Chomsky y no alguna justificación que el haya propuesto lo que reprimió la investigación sobre la evolución del lenguaje durante la segunda mitad del siglo XX. En la década de 1980, Chomsky reconoció que el lenguaje debe de habernos brindado algún tipo de ventaja evolutiva, pero que sus orígenes probablemente hayan sido accidentales y no el resultado de un cambio evolutivo lento. Ciertamente que ninguno sabe si el lenguaje fue una función más de la física que un comportamiento o algo biológico. En lugar de ser el resultado de la adaptación y de la selección, el lenguaje debe de hacer surgido como un subproducto de una maquina mental muy compleja. Habiendo dejado de lado todo lo poco metódico del lenguaje, como “actuación”, Chomsky definió el lenguaje como un sistema idealizado, perfecto y elegante. El cerebro, por otra parte, es un lio, decía. ¿Cómo algo tan embrollado podía desarrollar algo tan perfecto? Es un misterio, decía, un misterio imposible de resolver en estos tiempos. Si fuese verdad que el lenguaje es perfecto y que simplemente emergió de nuestra organización mental altamente compleja, también dice Chomsky, dicho desarrollo no adquiere mucho sentido con lo que sabemos de los sistemas físicos. Simplemente la biología no funciona así. En realidad, la evolución biológica es un tipo de proceso poco sistemático y de desguace, en el que las característica no están diseñadas desde el inicio, sino que se construyen nuevas herramienta a partid de las viejas. Desde el punto de vista de Chomsky, este acertijo tenía que resolverlo los biólogos, lo los lingüistas. De manera que, en tanto Chomsky discutía la utilidad del lenguaje, en cuanto se mencionaba la teoría evolutiva, mayormente desalentaba su valor como solución a los orígenes del lenguaje. Decía, bastante razonablemente, que no se podía suponer que se había seleccionado todos los caminos. En una de sus declaraciones más concretas sobre este tema, se preguntaba en voz alta si una mutación genética había sido responsable de la propiedad de infinitud discreta, que consideraba fundamental en el lenguaje.
Capitulo 2: Sue Savage-Rumbaugh: Los simios, sociales, afectivos, emocionales e
inteligentes, necesitan a otros simios, igual que los humanos necesitan a otros humanos. Esto parece obvio en el siglo XXI, pero es un conocimiento relativamente reciente, fruto de observaciones meticulosas de primatólogos. La noción de que la inteligencia humana era un fenómeno único empezó a romperse en pedazos con el nacimiento de la perinatología. Los años en que los Goodall y sus colegas pasaron observándolos pacientemente en estado salvaje proporcionaron idas muy interesantes, no solo sobre la vida de otros primates, sino también sobres cuán parecidos a ellos somos. Estas similitudes, según Darwin, fueron probablemente heredadas de un ancestro en común. En efecto, el sostenía que los rasgo que tenemos en común con una especie cercana son una cuestión de herencia compartida más que una evolución independiente o paralela. De manera que si queremos atender a los primero estadios del desarrollo lingüístico, tiene sentido que examinemos a nuestros primos que se cuelgan de los árboles y que generalmente son menos inhibidos que nosotros. Sue Savage-Rumbaugh es la investigadora que de manera más exitosa ha relacionado la brecha entre especies al enseñarle a un simio a producir y comprender aspectos dl lenguaje. Ella y su colega Duane Rumbaugh tomaron material en bruto, como un chimpancé o un bonobo, con su arquitectura neural familiar, y vieron hasta qué punto podían evitar unos pocos millones de años de evolución. El problema era, como señalo Savage, que aun cuando criaturas como Washoe pudiran usar con éxito el lenguaje para pedir comida u obtener objetos o satisfacer algún deseo, o eran buenos en el otro rol en proceso de comunicación. Para la primera generación de simios entrenados para el lenguaje, este era un camino de una sola mano. Solo funcionaba como herramienta para lo que querían, no había una escucha. Uno de los primero y más importantes descubrimientos para la investigación del lenguaje de los simios fue intentar enseñarles directamente el lenguaje no era la manera de lograrlo. La ALR comenzó en la década de 1970 y dio un salto evolutivo cuando Savage comprendio que los simios aprendían mejor de manera indirecta que de manera explícita. Durante mucho años estos dos simios aprendieron como manipular teclados que contenían imágenes visuales, sea de leche o de un perro, en lugar de letras. También aprendieron a comprender el inglés hablado, llegando a entender cientos de palabras únicas construcciones más largas. Las pruebas han mostrado que kanzi en particular es capaz de comprender correctamente ciento de oraciones que nunca ha oído antes. Así como desarrolla capacidad de comprensión del nivel de un niño de tres o cuatro años, los bonobos demuestran creatividad en su manipulación del lenguaje. Combinan espontáneamente palabras únicas que ya saben para crear nuevas palabras, como unir “agua” y “pájaro” en “pájaroagua”, para decir “pato”, También se sabe que crean oraciones en respuesta a situaciones nuevas. A fines de los 60 y comienzo de los 70 la investigación sobre el lenguaje animal se convirtió en un boom. Los primeros intentos para lograr que los simios se comunicaran como seres humanos fracasaron, sobre todo porque los investigadores intentaban inducirlo a que hablaran. Esto cambio cundo Allan y Beatrix Gardner, un matrimonio que trabajaba en equipo en la universidad de Nevada, se dieron cuenta de que a los simios los gestos le resultaban más fáciles que la comunicación humana. Los Gardner criaron a Washoe, una chimpancé, y le enseñaron una versión modificada de la lengua de señas americana. Washoe lo logro muy bien: aprendió cientos de símbolos diferentes. ¿El fin del estudio del lenguaje en los simios? En los años 70 un académico llamado Herb Terrace se interesó por estos estudios y obtuvo un chimpancé al cual llamo Nim Chimpsky. Parecia que le había enseñado a Nim palabras y algo de sintaxis. Pero cuando realizo los análisis del video cuadro por cuadro se dio cuenta que lo que Nim estaba haciendo era más imitativo que simbólico: Nim no estaba usando el lenguaje independientemente, sino que, por el contrario, respondida a pistas que Herb o algún cuidador le estaban proporcionando. Terrace también realizo el análisis de videos de otros simios y concluyo que ellos también estaban sin darse cuenta, atendientdo a las peisntas que le proporcionaban sus adiestradores y que ni pensaban ni se comunicaban. Publico los resultados de su investigación en 1979. El Daño que produjeron los hallazgos de Terrace fue inmediato y devastadores La prensa difundió el articulo y rápidamente se creó el consenso a nivel popular y científico de que los simios no hacen nada que sus cuidadores no le hubieran enseñado a hace. El financiamiento para la investigación del lenguaje animal cayó bruscamente. A partir de este momento fue muy complicado que se lograra publicar datos sobre el lenguaje animal. Terrace realizo contribuciones importantes, al señalar que o había habido controles científicos en los estudios que evaluaban la capacidad sintáctica de los simios. En su mayor pare las observaciones sobre la sintaxis se basaban en observaciones naturalistas y no se habían probado rigurosamente. Felizmente para Savage, se le renovó el subsidio por cinco años. Junto antes de la aparición del artículo de Terrace. Durante esos años, produjo hallazgos de valor. Descubrio que existe un periodo crucial de aprendizaje para los seres humanos en el que deven estar expuestos al lenguaje. Incluso si son neurológicamente normales, nunca adquirirán por completo el lenguaje si sus fundamentos no se establecen en este primer periodo de desarrollo del cerebro. Genie, el mas famoso de estos casos permaneció encerrada en una habitación, no mantuvo una comunicación humana normal y nunca hablo una lengua, y cuando la rescataron, no pudo adquirir mucho mas que habilidades lingüísticas básicas. Su experiencia demuestra que si a una persona se le niega el acceso al lenguaje, no lo produce espontáneamente. Desde que se estudio el caso de Genie se ha establecido con bastante adecuación que el lenguaje no es innato del mismo modo que nuestro instinto de respirar y llorar. Los experimentos con simios demostraron que la memoria es un componente vital del uso del lenguaje, incluso en un nivel rudimentario. A veces los errores lingüísticos pueden ser tan útiles como la respuesta correcta. La elicitacion de errores en el habla de los ser humanos es uno de los principales métodos e usan los psicolingüistas para exponer las estrategias mentales que subyacen al uso del lenguaje. Ej: El transtrueque de palabras, no es simplemente un trueque de sonidos “buen berro” (buen perro) “valarropas” (lavarropas) sugieren que el habla no es totalmente espontanea. Si el hablante accidentalmente empieza una palabra con el primer sonido de la próxima palabra, debe estas planificando lo que esta por decir, aun cuando no sea consciente de estar haciéndolo. Al igual que los seres humanos, los simios realizaban sustitución de categorías, como un color equivocado, como rojo en lugar de negro. Cometian errores de asociación de palabras, confundían los nombres de lugares con artículos que habían encontrado en esas ubicaciones. Y cometían errores fonológicos (sonidos), como usar una palabra porque rimaba con la palabra previa. Lyn y sus colegas encontraron que Panbanisha y Panpazee tenían mas reglas de ordenamiento de los símbolos en común entre ellos que con el cuidador. Es posible que el último antepasado en común entre simios y humanos tuviera la capacidad de comprender estrategias de orden basadas en el significado- Los bonobos adquieren el lenguaje hasta el nivel de los cachorros humanos. Por ejemplo, pueden comprender oraciones de un solo verbo y sintagmas de tres sustantivos, pero tienen problemas para unir oraciones que implican dos acciones separadas. No hablan con palabras en inglés, aunque intentan hacerlo. Su memoria a corto plazo parece tener solamente la mitad de la capacidad de la de los niños humanos, de manera que no son buenos imitando una serien de oraciones sin un montón de repeticiones. Cuando más complicada es la Sintaxis más les cuesta. La investigación del lenguaje de los simios llevo a Savage y a sus colegas a concluir que el lenguaje consiste en “una gran cantidad de partes componentes y funciones de interacción”. Actualmente los académicos que trabajan en lenguaje animal suelen ser considerados como tontos idealistas o fraudes absolutos. La herencia que dejo el articulo de Terrace ha dificultado encontrar financiamiento para estos tipos de estudios. Una de las contribuciones más importantes de la investigación en lenguaje de los simios es el desafío frente a la idea tradicional de que los otros animales tienen una bolsa de trucos mentales fijo y que los seres humanos somos diferentes porque tenemos lenguaje y que esto nos vuelve mentalmente flexibles. Si asi fuera, Kanzi no habría sido capaz de adquirir las habilidades lingüísticas que logro. Claramente, estos simios que tenían rudimento de lenguaje también pueden ser flexibles y creativos en su comunicación. La investigación del lenguaje de los simios, abrió una ventana fascinante hacia los problemas de la evolución de lenguaje.