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Leer implica trabajar, un buen trabajo requiere tiempo, por ende “el hombre moderno”
suscitado en el texto está condenado a perecer en medio de un mundo manejado por los
medios de comunicación a causa de ignorar aquello que no pudo ver a simple vista.
Estanislao Zuleta hace alusión a Nietzsche el cual afirma “existe la ilusión de haber leído,
cuando no se ha comprendido nada”. En este sentido, la única forma de trabajar
verdaderamente en la lectura, es olvidar al hombre moderno e interiorizarse lentamente en
la intención que ha tenido el autor al escribir el texto.
No hay obras fáciles, lo que hay son lectores fáciles, que leen con facilidad porque no saben
que no están entendiendo.
Mirar para leer, pero ¿desde que punto de vista debo observar una escritura? Según
Estanislao Zuleta una perspectiva para leer tiene que ser una pregunta abierta, una pregunta
que anhele abastecerse de conocimientos que la satisfagan, consecuentemente trabajar en
esta pregunta nos compromete a nutrirnos con una escritura (sólo se debe escribir para
escritores y sólo el que escribe realmente lee).
Estanisla Zuleta plantea la lectura como un campo de batalla abstracto, esta batalla se
desarrola porque existe un problema, este problema libra sus contiendas a través de
diferentes textos; los problemas son para el lector una esperanza y una sospecha, esa
sospecha nos guiara a la posibilidad de encontrar un acuerdo pero no sin antes haber
recorrido todos los confusos senderos que se articulan en la esperanza de renacer con
nuevos saberes, aquel que no quiera librar esta batalla y aprender abstractamente, solo será
un estudiante, porque los estudiantes solo leen.