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GOTT MIT UNS: LA ORGANIZACIÓN DEL REICHSHEER DURANTE LA


REPÚBLICA DE WEIMAR (1919-1933) GOTT MIT UNS: THE ORGANIZATION OF
REICHSHEER DURING THE WEIMAR REPUBLIC (1919-1933)

Chapter · November 2016

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1 author:

Roberto Muñoz Bolaños


Universidad Camilo José Cela, Universidad Francisco de Vitoria, Instituto Universitario General Gutierrez Mellado (UNED)
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GOTT MIT UNS:
LA ORGANIZACIÓN DEL REICHSHEER DURANTE
LA REPÚBLICA DE WEIMAR (1919-1933)
GOTT MIT UNS:
THE ORGANIZATION OF REICHSHEER DURING
THE WEIMAR REPUBLIC (1919-1933)

ROBERTO MUÑOZ BOLAÑOS

Resumen:

El objetivo de esta investigación es explicar como se organizó el Ejército alemán –Reichsheer-


entre la derrota de la Primera Guerra Mundial y la llegada de Hitler al poder en 1933. Este intervalo
de tiempo que se corresponde políticamente con la República de Weimar, se caracterizó desde el
punto de vista militar por las limitaciones establecidas en el Tratado de Versalles (1919). Pero
también por la figura del general Hans von Seeckt, quien fue capaz de superar esas limitaciones y
crear una eficaz fuerza militar bajo la forma de “Escuela de Mandos”. Fue este Ejército el que
permitiría a Hitler desencadenar la Segunda Guerra Mundial a partir de 1939.

Palabras claves:

Ejército alemán, Estrategia, Periodo de Entreguerras, Táctica.

Abstract:

The objective of this research is to explain how the German Army -Reichsheer- was organized
between the defeat of the First World War and Hitler's rise to power in 1933. This time interval
corresponds to the politically Weimar Republic, it was characterized from the military point of view
the limitations established in the Treaty of Versailles (1919). But also by the figure of General Hans
von Seeckt , who was able to overcome these constraints and create an effective military force in the
form of “School of Leaders”. Was this Army that Hitler would trigger World War II from 1939.

Keywords:

German Army, Interwar period, Strategy, Tactics.

1
INTRODUCCIÓN

El que fue, según el tratadista británico Basil Liddell Hart, el mejor táctico alemán de la Segunda
Guerra Mundial (1939-1945), el Generalfeldmarschall Erich Von Manstein1, escribió2:

Cuando el 9 de noviembre de 1918 el Emperador y Rey renunció a ambas coronas y se fue a Holanda, el
efecto de aquello fue muy distinto en los militares que en los civiles, no pudiéndose limitar a un mero cambio de
la forma de Estado. Era, o al menos lo fue para el Ejército prusiano, el derrumbamiento de todo su mundo. Aquel
Ejército había sido “monárquico”. Esto es, estaba indisolublemente ligado con la persona del Rey. Un vínculo
que, a través del juramento a la Bandera, prestado ante el Rey, tenía mucho más de ético que de político, y que
quizá solamente podría ser comprendido mediante el concepto germánico del vasallaje. Sin el Rey, aquel Ejército
no era concebible.

Las palabras del brillante soldado reflejaban el impacto que para los oficiales del Ejército
Prusiano (Preußischen Heer) –principal componente del Ejército Alemán (Deutsches Heer)3- supuso
el fin de la monarquía porque pensaban que también moría una tradición militar, cuyo origen se
remontaba a los tiempos de Federico Guillermo I (1640-1688) El Gran Elector. Sin embargo, esos
temores serían infundados. Durante el periodo comprendido entre 1919 y 1933, conocido como la
República de Weimar, la tradición militar alemana se mantuvo intacta gracias al entonces General
der Infanterie –posteriormente Generaloberst- Hans von Seeckt (1866-1936), quien fue capaz de
organizar un nuevo Ejército llamado Reichsheer sobre las bases limitadas establecidas por el Tratado
de Versalles (28 de junio de 1919), manteniendo la totalidad de la tradición castrense alemana,
plasmada en la divisa monárquica Gott mit uns (“Dios con nosotros”), grabada en las hebillas de los
cinturones.

El objetivo de esta investigación es estudiar esta organización militar. Para ello, utilizaremos
como fuentes fundamentales las leyes militares alemanas del periodo; las memorias de los
protagonistas y la ingente bibliografía que sobre este tema se ha escrito.

1
Equivalencia entre los empleos actuales del Ejército español y los del Ejército español anterior a 1945.

EspañaAlemaniaGeneral de BrigadaGeneralmayorGeneral de DivisiónGeneralleutnantTeniente


GeneralGeneralGeneral de EjércitoGeneraloberstCapitán GeneralGeneralfeldmarschall
2
MANSTEIN, E. v.: De la vida de un soldado. 1887-1939, Barcelona, Luis de Caralt, 1961, p. 43-4
3
Los otros tres componentes era el Ejército de Baviera (Bayerische Heer), el de Sajonia (Sächsische Heer) y el de
Württemberg (Württembergische Heer).

2
LAS BASES DEL REICHSHEER. EL GENERAL HANS VON SEECKT.

La derrota en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) hizo que el antiguo Imperio Alemán
(Deutsche Reich) quedara en manos de los vencedores en el plano exterior y en una situación de
gran inestabilidad en el interior, como consecuencia de la Revolución Espartaquista, de ideología
comunista. Revolución producida no sólo por la derrota en el conflicto, sino sobre todo por las
graves tensiones sociales existentes en el Imperio con anterioridad a 1914, y que se habían
incrementado durante el conflicto por la carestía existente. Consecuencia fundamentalmente de la
principal causa de la derrota alemana: el bloqueo marítimo al que le había sometido la Royal Navy4.

En estas condiciones, el nuevo régimen republicano, encabezado por el líder del Partido
Socialdemócrata de Alemania (SPD, Sozialdemokratische Partei Deutschlands), Friedrich Ebert, y
con el político del mismo partido Gustav Noske como ministro de Defensa, se ganó la confianza del
antiguo Ejército. Y, con el apoyo de sus líderes, fundamentalmente el Generalmajor Walter
Reinhardt (1872-1930), jefe de la Dirección del Ejército (Chef des Heeresleitung), y el empleo de las
unidades paramilitares nacionalistas denominadas “Cuerpos Francos” (Freikorps), pusieron fin
mediante el empleo de la violencia, al proceso revolucionario5.

Sin embargo, en el plano exterior, la situación se deterioró mucho para Alemania. Las presiones
de Francia, unidas a las negativas de Gran Bretaña y Estados Unidos de crear un sistema de
seguridad colectivo que impidiese un nuevo ataque terrestre alemán contra este país, hicieron que las
condiciones establecidas en el Tratado de Versalles, firmado el 28 de junio de 1919, fueran
especialmente duras. En este sentido, destacaba el Parte V titulado “Cláusulas militares, navales y
aéreas” (artículos 159-213)6:

 Tamaño y organización

 El Ejército sólo tendría como misiones la defensa del orden interior y la protección de las
fronteras (art. 160).
 El servicio militar obligatorio quedaba abolido, y era sustituido por un servicio por vía de
enganche voluntario y un periodo de permanencia mínimo de 12 años (art. 176).
 El tamaño del Ejército no podría superar los 100.000 hombres, entre generales, jefes,
oficiales, clases y soldados (art. 160).
 El número de grandes unidades no podría exceder de siete divisiones de Infantería y tres
de Caballería (art. 160).

4
Este planteamiento, ya clásico, aparece recogido por primera vez en la obra de Fritz Fischer. FISCHER, F.: War of
Illusions: German Policies, 1911-1914, New York, W. W. Norton, 1975.
5
La obra más completa y reciente sobre este proceso histórico es la de Kuhn. KUHN, G.: All Power to the Councils!: A
Documentary History of the German Revolution of 1918-1919, Pontypool, The Merlin Press, 2012.
6
Tratado de Versalles. http://www.dipublico.org/1729/tratado-de-paz-de-versalles-1919-en-espanol/ [Consulta: 5 jun.
2015]

3
 Las divisiones de Infantería no podría exceder de los 10.830 efectivos, y las de Caballería
de 5.250 (art. 160).
 La organización debería limitarse a un Ministerio de Defensa, y dos planas mayores de
cuerpo de ejército (art. 160).
 El Cuerpo de Estado Mayor, el Gran Estado Mayor (Grosser Generalstab) y la Academia
de Guerra de Berlín –Escuela del Cuerpo de estado mayor- quedaban disueltos (art. 160).
 Las academias militares existentes quedaban abolidas, autorizándose sólo un centro de
enseñanza por Arma y Cuerpo (art. 176).

 Funcionarios y auxiliares

 El cuerpo de empleados civiles se reducía a la décima parte del existente en 1914


(art.161).
 La Policía, y los cuerpos de guardabosques, de guardacostas, de aduaneros y de toda
clase de funcionarios de índole similar, quedaron fijados de acuerdo con las plantillas de
1913, para evitar que pudieran convertirse en auxiliares del Ejército (art. 162).

 Oficiales
 Los oficiales tendrían la obligación de servir en el Ejército hasta una edad mínima de 45
años (art. 175).
 Los nuevos oficiales incorporados tendría la obligación de servir en el Ejército un
mínimo de 25 años (art. 175).
 Los antiguos oficiales no incorporados al nuevo Ejército tenían prohibido participar en
ejercicios militares de cualquier tipo (art. 175).
 Los oficiales que se retirasen anualmente no podrían exceder nunca del 5% del total
(200) (art. 175).

 Armamento y material
 Se prohibía la existencia de todo material y armamento aéreo, incluyéndose aviones,
hidroaviones y dirigibles (art. 198).
 Se prohibía la fabricación e importación de carros de combate y vehículos blindados (art.
171).
 Se prohibía la existencia y fabricación de gases y armas químicas (art. 171).
 Se establecían las dotaciones de armas y municiones del Ejército (arts. 164-167).

 Limite temporal
 Estas cláusulas entrarían en vigor el 10 de enero de 1920, y no deberían ser aplicadas con
posterioridad al 31 de marzo de ese mismo año.

4
El canciller Gustav Bauer (1870-1944) se vio obligado a firmar el tratado, a pesar de que no
estaba de acuerdo con él. Sin embargo, estas cláusulas provocaron una fuerte tensión en el seno del
Ejército alemán, contrario a las mismas, e incluso partidario de continuar la guerra para evitar su
cumplimiento. Máxime cuando se veía obligado a reducir sus fuerzas de 350.000 miembros a
100.000 –considerados insuficientes para garantizar la defensa del territorio nacional-, además de
verse obligado a desmovilizar a los 250.000 integrantes de los Freikorps7.

En estas circunstancias, y sumando a las duras cláusulas del Tratado de Versalles, la situación de
caos existente, el director general de Provincias, doctor Wolfgand Kapp (1858-1922) –un alto
funcionario de ideología monárquico conservadora8 que llevaba defendiendo la necesidad de una
intervención militar que pusiera fin al régimen republicano democrático- entró en contacto con
militares de tendencias golpistas como el General der Infanterie Walther von Lüttwitz (1859-1942).
Se trataba de más alto rango del Ejército; estando al mando de todas las tropas regulares en los
alrededores de Berlín (Gruppenkommando I) y de numerosos Freikorps, acuartelados en los
alrededores de Berlin9. El general Luttwitz incorporó a la trama al General der Infanterie retirado
Erich Ludendorff (1865-1937) y al capitán de Caballería Waldemar Pabst (1880-1970) –miembro de
la extrema derecha nacionalista y responsable directo del asesinato de los líderes espartaquistas Karl
Liebknecht (1871-1919) y Rosa Luxemburgo (1871-1919)-; así como a miembros del Partido
Nacional Popular Alemán (DNVP, Deutschnationale Volkspartei), una organización de la extrema
derecha monárquica10.

La excusa para desencadenar el golpe de Estado fue la orden del ministro de Defensa Noske de
disolver dos de los más importantes Freikorps –el Marinebrigade Loewenfeld y Marinebrigade
Ehrhardt-, dada el 29 de febrero de 1920. Luttwitz se opuso a la misma, y como cabeza del Ejército
en ese momento, exigió –en una reunión que sostuvo con Ebert y Noske el 10 de marzo- la
inmediata disolución de la Asamblea Nacional –parlamento-, nuevas elecciones para el Reichstag, el
nombramiento de tecnócratas (Fachminister) como secretarios –ministros- de Relaciones Exteriores,
Economía y Finanzas, la destitución del General Reinhardt, su nombramiento como jefe de la
Dirección del Ejército, y la anulación de las órdenes de disolución para los dos Freikorps

7
Los oficiales del Ejército alemán estaban a favour de desmovilizar los Freikorps; ya que los consideraban un ejemplo
de indisciplina. CARSTEN, F. L.: The Reichswehr and politics: 1918 to 1933, Berkeley, University of California Press,
1975, pp. 75-76.
8
Sobre la figura de Wolfgang Kapp y las causas que le llevaron a dar el golpe de Estado, se pueden consultar las
siguientes obras: SCHEMANN, L.: Wolfgang Kapp und das märzunternehmen vom jahre 1920: ein wort der
sühne, München, J.F. Lehmann, 1937, que proporcionó una visión positiva, publicada por un editor del Partido
Nacional Socialista Obrero Alemán (NADP, Nationalsozialistische Deutsche Arbeiter Partei), y JACKISH, B.:
The Pan-German League and Radical Nationalist Politics in Interwar Germany 1918-1939, Burlington, University
of Sant Francis, 2012, que recogió una vision más académica. El mejor análisis del Putsch Kapp-Luttwitz el mejor
trabajo sigue siendo el de Hünter. HÜNTER, H.: Der Kapp-Putsch als Wende: Über Rahmenbedingungen der
Weimarer Republik seit dem Frühjahr 1920, Düsseldorf, Opladen, 1989.
9
CARSTEN, op. cit., p. 77.
10
STURM, R.: Weimarer Republik, Informationen zur politischen Bildung, Bonn: Bundeszentrale für politische Bildung,
2011, p. 25. HAFFNER, Sebastian (2002). Die deutsche Revolution 1918/19 , Berlin, Kindler, 2002, p. 219.

5
citados. Ebert y Noske rechazaron estas demandas, y dijeron a Lüttwitz que esperaban su dimisión al
día siguiente11.

Luttwitz, ante la negativa del Ejecutivo republicano de aceptar sus exigencias, desencadenó un
golpe de Estado el 13 de marzo con el apoyo del Marinebrigade Ehrhardt; cuyo jefe el capitán de
corbeta Hermann Ehrhardt (1881-1971) ordenó a sus tropas que ocuparan Berlín 12. El Gobierno
intentó oponerse con la Policía y el Ejército a la intentona golpista. Sin embargo, en una reunión que
sostuvo Noske con los principales jefes militares, éstos se mostraron contrarios a utilizar la fuerza
contra sus compañeros, salvo el general Reinhardt, jefe de la Dirección del Ejército. Especialmente
contrario fue Seeckt, entonces jefe del Departamento de Tropas (Chef des Truppenamts), quien
declaró13:

Las tropas no disparan contra las tropas. ¿Quizá la intención del señor ministro es que se libre una batalla ante
la Puerta de Brandenburgo entre los soldados que pelearon juntos en contra de un enemigo común? Cuando el
Ejército dispare contra el Ejército, toda camaradería dentro del cuerpo de oficiales habrá desaparecido.

Ante esta tesitura, el Gobierno tomó dos decisiones. La primera huir de Berlín. Y la segunda,
declarar una huelga general para combatir a los golpistas. Por su parte, éstos se adueñaron de Berlín,
y establecieron un Gobierno autoritario, con Kapp como canciller, y Luttwitz como jefe de la
Dirección del Ejército y ministro de Defensa. Este nuevo Ejecutivo recibió inmediatamente el apoyo
de la marina de guerra, a través de su jefe, el vicealmirante Adolf von Trotha (1868-1940); así como
de los principales mandos del Ejército. Sin embargo, la gran huelga general desencadenada por los
partidos y sindicatos de izquierda, provocaron el colapso del Gobierno golpista, cuyos líderes fueron
obligados a renunciar el 18 de marzo. Sin embargo, no serían procesados porque se consideró que
tras el desencadenamiento de la huelga general, la principal amenaza era “el comunismo” 14. El
Gobierno regresó a Berlín dos días después. No obstante, ya nada sería igual. Noske fue obligado a
dimitir por los sindicatos el 24 de marzo y el general Reinhardt renunció por solidaridad con él y
sobre todo porque fue forzado a hacerlo por sus compañeros que consideraron que había quedado
desautorizado al no haber logrado que las tropas se enfrentaran a los golpistas, el día 25 15. Seeckt,
que durante el golpe de Estado había tenido una actitud ambivalente, se convirtió en jefe de la
Dirección del Ejército, el cargo que había perseguido en todo momento16.

Tras el Putsch Kapp-Luttwitz, los aliados entendieron que las cláusulas establecidas en el Tratado
de Versalles podían traer como consecuencia el establecimiento en Alemania de una dictadura
derechista o lo que era aun peor, de un régimen comunista. Ante esta tesitura, decidieron suavizar
sus condiciones. En la Conferencia de Spa (9/21 de julio de 1920), se permitió a Alemania mantener

11
Ibidem, p.77.
12
Ibidem, p.78.
13
RABENAU, F. V.: Seeckt: Aus seinem Leben 1918-1936, Leinen, Hase & Kohler, 1940, p. 221.
14
CARSTEN, op. cit., pp. 79-91.
15
MULLIGAN, W.: The Creation of the Modern German Army: General Walther Reinhardt and the Weimar Republic
(1914-1930), New York-Oxford, Berghahn, 2005, p. 167.
16
Así lo reconoció el propio Noske. NOSKE, G.: Aus Aufstieg und Niedergand der Sozialdemokratie, Stanford: Stanford
University, 2009, p. 158.

6
una reserva de 50.000 fusiles, para cubrir las pérdidas que se produjeran por los disturbios de orden
público. Igualmente se autorizó un aumento de 39 ametralladoras pesadas y 284 ligeras para que
todas las unidades del Ejército estuvieran dotadas de estas armas; extremadamente útiles en los
combates callejeros. También se permitió añadir 300 oficiales médicos y 200 oficiales veterinarios 17.
Poco después, la Comisión Militar Interaliada de Control (CMIC) decidió, el 13 de agosto de 1920,
que el número de pistolas se podría incrementar en 50.000, y se permitió un aumento de las
municiones18. Estas modificaciones tenían un único objetivo: mejorar la dotación de armas del
Ejército y la Policía para enfrentarse con el “enemigo interior”.

Sin embargo también hubo otras modificaciones cuyo objetivo era reducir la capacidad defensiva
y ofensiva de Alemania frente a un enemigo exterior. Así, la Conferencia de Embajadores (24 de
diciembre de 1920) y la Conferencia de París, redujeron el artillado de las bases terrestres y
marítimas. Igualmente, la Nota de Bolonia (22 de junio de 1920) limitó la Policía a no más de
150.000 efectivos, sin artillería ni morteros. Finalmente, el Ultimátum de Londres del 5 de mayo de
1921, redujo el número de oficiales de 4.000 a 3.727, los 300 oficiales médicos a 295, los 96.000
clases y soldados a 94.807, y obligó a que los 1.396 empleados del Ejército quedaran integrados
dentro de las plantillas de éste –203 con la categoría de oficial y 1.193 con la de tropa-19.

Estos cambios establecieron las bases definitivas sobre las que construir el nuevo Ejército
alemán. Y esta función iba a corresponder al general Seeckt, considerado “el militar más importante
de los años veinte”20.

Nacido el 22 de abril de 1866 en Schleswig, Schleswig-Holstein (actualmente Dinamarca), Hans


von Seeckt pertenecía a la vieja aristocracia de Prusia Oriental –Pomerania- vinculada al Ejército.
De hecho, su padre también alcanzó el grado de Generalleutnant21. Alumno brillante de la Academia
de Guerra de Berlín, formó parte del Gran Estado Mayor –el cerebro del Ejército imperial-, y
durante la Primera Guerra Mundial, se desempeñó como jefe del Estado Mayor del
Generalfeldmarschall August von Mackensen (1849-1845), hasta el extremo de que se decía “donde
está Mackensen está Seeckt, y donde está Seeckt está la victoria”22; surgiendo así la leyenda del
rígido oficial, bajo, delgado y delicado, al que comenzó a llamarse “la esfinge con monóculo” 23. Fue
también durante este periodo cuando surgió su enemistad con el Generalfeldmarschall Paul von

17
MÜHLHAUSEN, W.: “Hans von Seeckt und die Organisation der Reichswehr in der Weimarer Republik“ en LUTZ,
K.-H., RINK, M. und SALISCH, M. V.: Reform - Reorganisation – Transformation: Zum Wandel in deutschen
Streitkräften von den preußischen Heeresreformen bis zur Transformation der Bundeswehr, München, R. Oldembourg
Verlag, 2010, p. 253.
18
GANDARA, L. d.: El moderno Ejército alemán: Organización-Instrucción-Doctrina. El Cuerpo de oficiales, Madrid,
Talleres del Depósito de la Guerra, 1927, p. 11-12.
19
Ibidem, pp. 12-15.
20
WISKEMANN, E.: La Europa de los dictadores 1919-1935, Madrid, Siglo XXI, 1994, p. 56.
21
CITINO, R. M.: The path to Blitzkrieg: Doctrine and Training in the German Army, 1920-1939, Mechanicsburg,
Stackpole Books, 2008, p. 8.
22
LIDELL HART, B.: El otro lado de la colina. Ascenso y caída de los generales alemanes, Madrid, Ministerio de
Defensa, 1993, p. 37.
23
MITCHAM, S. W.: The Rise of the Wehrmacht: The German armed Forces and World War II, London, Greenwood,
2008, vol. 1, p. 10.

7
Hindenburg (1847-1934) y el general Ludendorff. Y fue precisamente esa enemistad la que le
impidió actuar en el Frente Occidental, permaneciendo durante todo el conflicto en el Oriental,
donde el Imperio alemán si alcanzó la victoria sobre Rusia. Este triunfo incrementó el prestigio de
Seeckt ante sus compañeros, a diferencia de lo ocurrido con los generales derrotados en el Oeste24.

Tras el Putsch Kapp-Luttwitz, se convirtió a partir de 1920 en jefe de la Dirección del Ejército,
cargo que mantendría hasta el 8 de octubre de 1926, cuando se vio obligado a dimitir 25. Su periodo
del mando presentó cuatro características:

 La primera que no se sintió incomodo con la pequeña fuerza bajo su mando, ya que
consideraba que los grandes ejércitos de masas utilizados durante la Primera Guerra Mundial
estaban ya anticuados26. De ahí que iba a utilizar el Reichsheer como una “Escuela de
mandos” sobre la que crear los pilares de un poderoso Ejército27.
 La segunda, como buen idealista28, alejó al Ejército de cualquier influencia política, limitando
su competencia a la preparación de la guerra, asunto que consideró competencia exclusiva de
los militares. De hecho, convirtió el Reichsheer en un “Estado dentro del Estado”29.
 La tercera que, a pesar de la prohibición del Tratado de Versalles, mantuvo el Gran Estado
Mayor, aunque bajo el nombre de Oficina de Tropas (Truppenamt)30; ya que entendía que sin
su existencia era imposible asegurar la operatividad del Ejército.
 La cuarta, que desarrolló una nueva doctrina militar denominada de “las armas
combinadas”31.

24
LIDELL HART, op. cit., pp. 37-38
25
Seeckt tuvo que dimitir cuando se hizo público que el príncipe Guillermo de Hohenzollern, nieto del Kaiser Guillermo
II, había sido invitado a asistir a las maniobras de otoño del Ejército –los miembros de la antigua Familia Imperial tenían
prohibido entrar en Alemania si previamente no habían renunciado al Trono-. Es curioso que tras la dimisión de Seeckt,
se manejo la posibilidad de que el ya teniente general Reinhardt volviera a ocupar la Dirección del Ejército. Sin
embargo, se decidió finalmente que el puesto fuera ocupado por el teniente general Wilhem Heye (1869-1947).
MULLIGAN, op. cit., p. 189.
26
MITCHAM, op. cit., p. 10.
27
CITINO, op. cit., pp. 73-101.
28
El Ejército alemán se dividía desde finales del siglo XIX en dos escuelas: idealistas y tecnócratas. MUÑOZ
BOLAÑOS, R.: “Griff nach der Weltmacht: Hacia el poder mundial. El desarrollo de la doctrina militar alemana (1808-
1945)” en VV. AA.: Perspectivas y Novedades de la Historia Militar: una Aproximación Global, Madrid, Ministerio de
Defensa, 2015, tomo II, pp. 1475-1482.
29
SEECKT, H. v.: “The Political Conditions in the German Army: November 6, 1923”, in United States Military
Intelligence Reports: Germany, 1919-1941, Frederick: University Publications of America, 1983, pp 2-3. Sobre el papel
de Seeckt en relación con la República de Weimar existen dos teorías. La primera fue la de Carsten, en la obra ya citada,
que insistió en que su papel fue negativo para la consolidación del régimen democrático. CARSTEN, op. cit., pp. 103-
252. Por el contrario, Gordon afirmó que la posición de Seeckt no perjudicó a la República. GORDON, H. J.: The
Reichswehr and the German Republic 1919-1926, Princeton, Princeton University Press, 1957. La misma postura
sostuvo el historiador alemán Hürten. HÜRTEN, H.: Reichswehr und Ausnahmezustand, Opladen, Westdeutscher Verlag,
1977.
30
GORLITZ, W.: El Estado Mayor alemán, Barcelona, AHR, 1954, pp. 203-210.
31
SEECKT, H. v.: “Comments of the Commanding General of the German Army in Regard to His Inspections in 1922”,
in United States Military Intelligence Reports: Germany, 1919-1941, Frederick, University Publications of America,
1983; “Comments of the Commanding General of the German Army regarding His Inspections in 1923”, in United
States Military Intelligence Reports: Germany, 1919-1941, Frederick: University Publications of America, 1983.

8
La labor de Seeckt, como afirma Lidell Hart, sería la base sobre la que se forjaría el Ejército de
Hitler32

EFECTIVOS, EMPLEOS, ARMAS Y CUERPOS

Tras los cambios operados en el Tratado de Versalles, las plantillas del Reichsheer quedaron
establecidas en 100.500 generales, jefes, oficiales, clases, soldados y empleados civiles; de acuerdo
con la siguiente distribución33:

 Oficiales
o Combatientes: 3.797
o Médicos: 293
o Veterinarios: 200
o Total: 4.280
 Empleados militares
o Superiores: 203
o Farmacéuticos: 7
o Subalternos (clases de tropa): 1.193
o Total: 1.403.
 Tropas
o Suboficiales: 17.941
o Cabos y soldados: 76.866
o Total: 94.807
 Empleados civiles: 1.637
 Total: 100.500

El límite impuesto en el tamaño del Ejército, afectó a la jerarquía del Ejército alemán, que quedó
establecida de acuerdo con el siguiente escalafón34:

 Generales (Generalität)
o Generaloberst
o General der Infanterie, der Kavallerie y der Artillerie
o Generalleutnant
o Generalmajor
 Jefes (Stabsoffiziere)

32
LIDELL HART, op. cit., p. 37.
33
La mejor obra para conocer la estructura del Reichsheer es la de Reinicke. REINICKE, A.: Das Reichsheer,
1921-1934: Ziele, Methoden der Ausbildung und Erziehung sowie der Dienstgestaltung, Osnabrück: Biblio
Verlag, 1986. En español, la mejor obra es la del comandante De La Gándara. Los datos están sacados de la
obra de De La Gándara. GÁNDARA, op. cit., p. 34.
34
En español aparecen los empleos equivalentes de nuestro Ejército actual a los del Reichsheer, que aparecen en alemán.

9
o Coronel (Oberst)
o Teniente coronel (Oberstleutnant)
o Comandante (Major)
 Oficiales (Offiziere)
o Capitán (Hauptmann)
o Teniente (Oberleutnant)
o Alférez (Leutnant)
 Suboficiales (Unteroffiziere)
o Suboficial (Oberfeldwebel)
o Sargento mayor (Feldwebel)
o Sargento 1º (Unterfeldwebel)
 Clases de tropa (Manschaften)
o Cabo 1º (Obergefreite)
o Cabo 2º (Gefreite)
o Soldado de 1ª
o Soldado de 2ª

Por tanto, desapareció del escalafón el empleo más alto del generalato: el Generalfeldmarschall.
Este empleo sería restablecido por Adolf Hitler posteriormente.

En relación con las Armas y Cuerpos, se mantuvo la estructura existente en 1914, y la


distribución de sus unidades se ajustó a la organización territorial del Reichsheer, que estudiaremos
a continuación. Estas Armas y Cuerpos eran35:

 Armas
o Infanteria (Infanterie): 21 regimientos
o Caballería (Kavallerie): 13 regimientos
o Artillería (Artillerie): 7 regimientos y 3 grupos a caballo
o Zapadores (Pionniere): 7 batallones
 Cuerpos
o Enlaces (Nachrichtentruppen): 7 grupos
o Tren hipomóvil (Fahrtruppe): 7 grupos
o Tren automóvil (Kraftfahrtruppe): 7 grupos
o Sanidad (Sanitätstruppe): 7 grupos

ORGANIZACIÓN

35
GÁNDARA, op. cit., p. 46.

10
La organización de la Armada (Reichsmarine) y del Ejército (Reichsheer) de la República de
Weimar estaba regida por la Ley de Defensa del 23 de marzo de 1921, promulgada de acuerdo con
las cláusulas del Tratado de Versalles36.

Dado el carácter civil que los políticos quisieron dar al nuevo Estado, y con objeto de subordinar
las Fuerzas Armadas (Wehrmacht) al poder civil, el presidente de la República, de acuerdo con el
artículo 47 de la Constitución, era el jefe supremo de la Armada y el Ejército, cuyo mando ejercía
por intermedio del ministro de Defensa (Reichswehr Minister), cuya competencia era la
administración de ambos Ejércitos37.

No obstante, a la cabeza de cada uno de las dos fuerzas militares, se encontraba un militar. En el
Reichsheer tenía la categoría de General, y recibía la denominación de jefe de la Dirección del
Ejército, que ejercía el mando en representación del ministro. Esta dirección se articulaba de acuerdo
a la siguiente organización38:

 Plana Mayor: Formada por un jefe, cuatro oficiales, nueve empleados y 10 escribientes.
 Sección de Personal (Personalamt): Formada por un jefe, 13 oficiales, 19 empleados y seis
escribientes.
 Sección de Tropas e Instrucción (Truppenamt): Era sin duda el departamento más importante
porque sustituía –como ya hemos indicado- al antiguo Gran Estado Mayor, prohibido por el
Tratado de Versalles. Sin embargo, es curioso que, a pesar de que el general Seeckt trató de
enmascarar su verdadera función e historiadores contemporáneos han alabado esa capacidad
para hacerlo, sus contemporáneos se dieron cuenta enseguida de la misma 39. Así, el
comandante De La Gandara no dudaba en escribir en 1927: “Puede observarse que los
asuntos a cargo de este organismo, son en su mayoría los correspondientes al disuelto Grosser
Generalstab”40. Sus negociados eran:
1. Empleo del Ejército.
2. Organización.
3. Estadística y Ejércitos Extranjeros.
4. Instrucción.
5. Defensa.
6. Transporte.
 Inspecciones (Inspektionen): Bajo la dependencia directa del Chef des Heeresleitung. Eran
ocho:

36
Wehrgesetz vom 23. März 1921. http://www.documentarchiv.de/wr/1921/wehrgesetz.html [consultado el 20 de octubre
de 2015]
37
Constitución de la república de Weimar. http://www.zum.de/psm/weimar/weimar_vve.php [consultado el 20 de
octubre de 2015]
38
MÜHLHAUSEN, op. cit., pp. 257-262.
39
Ibidem, p. 250. CITINO, op. cit., p. 43.
40
GANDARA, op. cit., p. 19.

11
- Seis Inspecciones de Armas y Servicios: Infantería, Caballería, Artillería, Zapadores, Tren
y Cuerpo de Enlaces.
- Una Inspección de Educación e Instrucción.
- Una Inspección de Armamento y Material.

Esta organización centralizada en la Dirección del Ejército, chocaba con la que había existido
durante el II Imperio (1870-1918), donde Baviera, Sajonia y Württenberg tenían su propio
Ministerio de Defensa y su propio Ejército. Durante la República de Weimar, y para evitar tensiones
con esos Estados, se permitió que los Estados federales principales tuvieran el mando propio de su
región (Landeskommandanten). Pero este mando era meramente simbólico porque quienes lo
ejercían no sólo no pertenecían a la jerarquía del Ejército propiamente dicha, sino que además eran
nombrados por el presidente de la República a propuesta del Estado interesado. Las únicas
excepciones era Baviera, Sajonia y Württenberg, cuyos Landeskommandanten ejercían el mando de
las divisiones de Infantería acuarteladas en su territorio; siendo especialmente importante en
Baviera41. Estos mandos regionales eran cinco:

 Baviera (Munich): general jefe de la 7ª división de Infantería.


 Sajonia (Dresden): general jefe de la 4ª división de Infantería.
 Württenberg (Stuttgart): general jefe de la 5ª división de Infantería
 Baden (Konstanz): un coronel
 Hessen (Giessen): un coronel

Junto a la organización central, el Reichsheer se organizó territorialmente en dos niveles.

El primero era el de las Regiones Militares (Wehrkreise), correspondientes a cada una de las siete
divisiones de Infantería, cuyo general-jefe era a su vez, comandante general de la región respectiva.
Eran42:

1. (Könisberg): Englobaba Prusia Oriental.


2. (Stettin): Integrada por Pomerania, Meklemburgo, Schleswig, Holstein, Lubeck y Hamburgo.
3. (Berlin): Abarcaba Brandemburgo y Silesia.
4. (Dresde): Sajonia
5. (Stuttgart): Formada por Turingia, Hessen, Württemberg y Baden.
6. (Münster): Compuesta por Hannover, Brunswick, Oldenburgo, Bremen y Westfalia.
7. (Munich): Baviera.

41
SCHULZ, G.: Deutschland seit dem Ersten Weltkrieg: 1918-1945, Gottingen, Vandenhoeck & Rupprecht, 1982, p.
123.

42
MITCHAM, op. cit., p. 11.

12
Las divisiones de Caballería tenían sus planas mayores en Frankfurt (1ª), Breslau (2ª) y Cassel
(3ª)43.

Estas siete regiones militares se organizaban en dos grupos (Gruppenkommandos), que


constituían los dos cuerpos de ejércitos que permitía el Tratado de Versalles. Cada uno de los
Gruppenkommando estaba bajo el mando de un general, teniendo como jefe de Estado Mayor (EM)
a un Generalmajor y un EM de 10 jefes (coroneles y tenientes coroneles). Estos
Gruppenkommandos eran44:

1. (Berlin): Abarcaba las divisiones de Infantería 1ª, 2ª, 3ª y 4ª, y la 1ª y 2ª de Caballería.


2. (Cassel): Abarcaba la 5ª y 6ª división de Infantería y la 3ª de Caballería.

Dado el carácter autonomista y particularista del Estado de Baviera se decidió que la 7ª división
de Infantería y el 17º regimiento de Caballería, acuartelados en su territorio, quedaran bajo el mando
directo del Chef des Heeresleitung45.

GRANDES UNIDADES

Las 10 divisiones citadas anteriormente eran las únicas grandes unidades de las que dispuso el
Reichsheer durante el periodo de la República de Weimar; ya que el Tratado de Versalles en su art.
178, prohibía la existencia de unidades de reserva y cuadros de mando complementarios. Su
organización era la siguiente:

 División de Infantería46.
 Plana Mayor: Formada por un Generalleutnant, 20 jefes y oficiales y 70 individuos de
tropa. La figura clave era el jefe de Operaciones (IA) que actuaba como jefe de Estado
Mayor de la división47.
 Comandancia general de Infantería: Integrada por un Generalmajor de Infantería, dos
jefes, un oficial y 30 individuos de tropa.
 Comandancia general de Artillería: Compuesta por un Generalmajor de Artillería, dos
jefes, un oficial y 30 individuos de tropa.
 Tres regimientos de Infantería. Cada uno de ellos estaba compuesto por:
o Plana Mayor
o Tres batallones de línea. Cada uno compuesto por tres compañías de línea y una de
ametralladoras. Una de las compañías del regimiento estaba dotada de bicicletas. Y
uno de los batallones de la división era de cazadores de montaña.

43
Ibidem, p. 13.
44
REINICKE, op. cit., pp. 449-450.
45
GÁNDARA, op. cit., p. 23.
46
REINICKE, op. cit., pp. 102-103. GÁNDARA, op. cit., p. 47-60.
47
MITCHAM, op. cit., p. 12.

13
o Un batallón de instrucción, donde se instruían durante seis meses los reclutas, de
acuerdo con las especificaciones del Tratado de Versalles.
o Una compañía de lanzaminas.
 Un regimiento de Artillería compuesto por:
o Plana Mayor
o Tres grupos de tres baterías. Cada batería constaba de cuatro piezas.
- Cinco baterías dotadas de cañones de campaña
- Tres baterías de obuses.
- Una batería de autocañones.
o Una batería de instrucción.
 Un batallón de Zapadores compuesto por:
o Plana Mayor.
o Dos compañías de zapa.
o Una sección de puentes.
o Una sección de iluminación.
 Un escuadrón de Caballería compuesto por seis oficiales y 150 individuos de tropa.
 Un grupo de Enlaces.
 Un grupo de Tren hipomóvil.
 Un grupo de Tren automóvil.
 Un grupo de Sanidad.
 En total 425 generales, jefes y oficiales y 10.850 clases de tropa y soldados.

 División de Caballería48.
 Plana Mayor: Compuesta de un Generalleutnant y 10 jefes y oficiales.
 Seis regimientos de Caballería (Reiter Regimenten). Cada uno de ellos está compuestos
por:
o Plana Mayor.
o Cuatro escuadrones, compuesto cada uno de ellos por cinco oficiales, 121 clases y
soldados y 190 caballos.
o Un escuadrón de instrucción.
o Una sección de ametralladoras pesadas.
 Un grupo de Artillería a caballo compuesto por tres baterías de cuatro piezas cada una.
 En total 275 generales, jefes y oficiales y 5.250 clases de tropa y soldados.

ARMAMENTO

Los aliados no sólo establecieron el número de los integrantes del Ejército y la Armada, y
prohibieron algunas armas; sino que también limitaron el número de las que podían disponer, su
48
REINICKE, op. cit., pp. 135-136. GÁNDARA, op. cit., pp. 60-61.

14
munición y su calidad. Las principales armas de las que dispuso el Ejército alemán entre 1920 y
1933 fueron las siguientes49:

 Artillería: 240 piezas


 Cañón de campaña Krupp (modelo 1916) de 77 mm. Fue la principal pieza de Artillería del
Ejército alemán. Su peso era de 1.400 kg. Disparaba un proyectil de 7, 2 kg. con un
alcance máximo era de 10.700 m. El número de piezas era de 168.
 Cañón de campaña Krupp (modelo 1896) de 77 mm. Fue la pieza utilizada para apoyar a la
infantería. Su peso era de 1.020 kg. Disparaba un proyectil de 6,8 kg. con un alcance
máximo era de 8.400 m. El número de piezas era de 28.
 Cañón de montaña Skoda (modelo 1915) de 75 mm. Su peso era de 613 kg. Disparaba un
proyectil de 6,35 kg. con un alcance máximo era de 8.250 m. El número de piezas era de 8.
 Obús Krupp (modelo 1916) de 105 mm. Su peso era de 1.475 kg. Disparaba un proyectil
de 14,81 kg. con un alcance máximo era de 9.225 m. El número de piezas era de 36.

 Ametralladoras: 1926
 Ametralladora ligera Mauser MG 08 (modelo 1915) de 7,92 mm. Su peso era de 18 kg. Y
su alcance era de 2.000 m. El número de piezas era de 1134.
 Ametralladora pesada Maxim (modelo 1905) de 7,92mm. Su peso era de 26 kg. Y su
alcance máximo 2.500 m. El número de piezas era de 792.

 Morteros
 Mortero medio Erhardt de 170 mm. Su peso era de 586 kg. Y lanzaba un proyectil de 51,9
kg. a una distancia máxima de 1.040 m. El número de piezas era 63.
 Mortero ligero Erhardt de 75,85 mm. Su peso era de 215 kg. Y lanzaba un proyectil de 5
kg. a una distancia máxima de 1.300 m. El número de piezas era 189.

 Fusiles y carabinas
 Fusil Mauser (modelo 1898/1920) de 7,9 mm. Su peso era de 4 kg. Y su alcance máximo
1.400 m. El número de armas era de 84.000.
 Carabina Mauser (modelo 1898b/1923) de 7,92 mm. Iguales características que el fusil.
El número de armas era 18.000.
 Fusil antitanque Mauser (modelo 1918) de 13 mm. Su peso era de 15,9 kg. Disparaba un
cartucho de 51,5 gr., con un alcance máximo 500 m.

PERSONAL

Todo el personal del Reischheer –soldados, clases y oficiales- se reclutaba de acuerdo con las
cláusulas del Tratado de Versalles de forma voluntaria.
49
Datos obtenidos de De La Gándara. GÁNDARA, op. cit., pp. 10-65.

15
Tropa

Los 94.807 clases y soldados establecidos por el Ultimátum de Londres debían firmar un
compromiso por un periodo mínimo de 12 años. Esto convertía al Reischheer –en contra de lo que
pensaban los aliados- en un auténtico “ejército de mandos” como lo reconoció el propio Seeckt en
una proclama dirigida a las tropas el 21 de enero de 1921: “La elevada misión que nos hemos
tribuido no es la de constituir una fracción reducida de soldados, sino la de formar jefes para el
pueblo en el momento del peligro”50. Por su parte, el coronel suizo Eddy Bauer, autor de una historia
clásica de la Segunda Guerra Mundial, escribió en este sentido: “Los 100.000 combatientes de la
Reischwehr, seleccionados uno por uno, entrenados a ultranza, se convertirían en el mejor Ejército
de Europa”51. Por tanto, el proyecto aliado de reducir el Ejército alemán –obligando a sus integrantes
a servir muchos años en sus filas con objeto de evitar la existencia de reemplazos entrenado-, sólo
sirvió realmente para crear una enorme fuerza de futuros oficiales y suboficiales perfectamente
entrenados que llegado el momento, se desdoblaron para encuadrar un gran número de divisiones.
En el corto periodo de cinco años, estas divisiones comenzarían un nuevo conflicto mundial.

El reclutamiento de los voluntarios se regía por las leyes del 23 de marzo y del 18 de junio de
192152, produciéndose el ingreso de los reclutas entre el 1 de abril y el 1 de octubre de cada año. Se
les exigía una edad entre los 17 y los 23 años, prefiriéndose los comprendidos entre 19 y 20.
Además, su altura debía ser superior a 1,54 m, y presentar cuatro o cinco certificados53:

 Buena Conducta, expedido por la Policía


 Profesional, de los dos últimos años laborales
 Escolar, recogiendo sus últimas enseñanzas cursadas
 Soltería o casamiento
 Consentimiento paterno, si eran menores de 21 años

No obstante, a la hora de seleccionar a los futuros voluntarios, y dado que existían muchos más
que vacantes, los comandantes de las diferentes unidades –que actuaban como reclutadores, pues los
voluntarios debían servir en sus unidades donde sentaban plaza- aplicaron un proceso de selección,
donde se mezclaban criterios objetivos y subjetivos. Como objetivos, primaron la condición física –
que debía ser excelente- y el nivel de estudios. Como subjetivos, optaron por priorizar a los
voluntarios procedentes de las áreas rurales sobre los que tenían su origen en las ciudades, y a
aquellos que habían servido en los Freikorps, o eran nacionalistas, monárquicos o antirrepublicanos.
Con esta selección, los oficiales evitaron sufrir las tensiones y problemas que habían caracterizado al
50
GÁNDARA, op. cit., pp. 30-31.
51
BAUER, E.: Historia controvertida de la segunda Guerra Mundial, Madrid, Rialp, vol. 1940, p. 27.
52
Wehrgesetz vom 23. März 1921. http://www.documentarchiv.de/wr/1921/wehrgesetz.html [consultado el 20 de octubre
de 2015]. El servicio militar obligatorio fue abolido por una ley del 21 de agosto de 1929.
http://www.documentarchiv.de/wr/1920/wehrpflicht-allgemeine-abschaff_ges.html [consultado el 20 de octubre de
2015]
53
GÁNDARA, op. cit., p. 31.

16
Ejército alemán anterior a 1914, cuando la mayoría de los reclutas eran izquierdistas; creando una
fuerza armada extremadamente eficaz, pero escasamente comprometida con la defensa de los ideales
republicanos54.

Además, estos voluntarios presentaron otras dos características que los hacían únicos en Europa.
La primera, establecida por el Tratado de Versalles, era que debían servir durante un periodo de 12
años mínimo. La segunda, establecida por Seeckt, y que se ajustaba a su idea de “Ejército de
mandos”, era que podían alcanzar los puestos más altos del Ejército, si demostraban aptitud para
ello.

La forma de alcanzar estos empleos superiores variaba según la capacidad del voluntario y sus
expectativas. Podría ocurrir que no tuviera capacidad para ascender, que siguiese la carrera de clase
de tropa o la de oficial.

Así, los voluntarios que no querían ascender o que no superaban el examen de aspirante a clase
de tropa, denominado Unteroffizieranwarterprüfung, podían ser nombrados soldados de 1ª, a los dos
años de servicio; cabo 2ª (Gefreite), a los cuatro, y cabo 1ª (Obergefreite), a los seis; permaneciendo
en este empleo hasta que alcanzaban los 12 años de servicio55.

Los que seguían la carrera de clase de tropas, y tras aprobar el citado examen, pasaban a ser cabos
de 1ª a los tres años; sargento (Unterofizier), a los cuatro; sargento 1º (Unterfeldwebel), a los seis
mínimo, y sargento mayor (Feldwebel), a los ocho mínimo. No obstante, si un suboficial, cualquiera
que fuera su empleo –a partir de sargento-, y tras tres años de servicio, demostraba extraordinarias
actitudes y superaba un examen, se convertía en suboficiales (Oberfeldwebel)56.

Finalmente, los que aspiraban a oficial, serán tratados en el epígrafe correspondiente.

Además de hacer carrera dentro del escalafón del Ejército, los voluntarios tenían la posibilidad de
convertirse en clases especialistas, existiendo los siguientes desempeños57:

 Sanitarios: Para acceder a esta categoría precisaban un servicio en las unidades combatientes
de más de dos años y menos de tres, y realizar un curso posterior. El número de alumnos que
podrían acceder a este curso era determinado por los generales jefes de los
Gruppenkommandos a propuesta del inspector de Sanidad. El curso de sanitario tenía una
duración de un año, y finalizaba con la realización de un examen. Si el alumno lo superaba, se
convertía en aspirante a clase de tropa de Sanidad, siendo destinado al mismo cuando hubiese
una vacante en el grupo de Sanidad correspondiente. Era curioso que, como en las otras

54
MITCHAM, op. cit., pp. 16-17.
55
GÁNDARA, op. cit., p. 33.
56
Ibidem, pp. 33-35.
57
Ibidem, pp. 35-37.

17
unidades del Reichsheer, los ascensos posteriores eran potestad del médico divisionario;
pudiendo alcanzar el empleo de suboficial.
 Furriel: Era un nombramiento que se realizaba en los sargentos 2º que habían demostrado
especial capacidad para la administración y la burocracia. Primero, se les nombraba
aspirantes, y cuando había una vacante, se les ascendía a sargento 1º. Y, a los seis años de
haber ascendido a sargento, podían convertirse en sargentos mayores. Estos dos
nombramientos eran realizados por el Ministerio de Defensa.
 Maestros telegrafistas: Se aplicaban las mismas normas que en el caso de los furrieles, pero
dentro de los sargentos del Cuerpo de Enlaces.
 Maestros palomeros: Se reclutaban entre los sargentos de los diferentes grupos de Enlaces
con especial actitud en este campo. Para poder adquirir esta categoría era necesario realizar
un curso denominado Heeresbrieftaubenanstalt. Tras aprobarlo, y tras un mínimo de dos años
en el empleo de sargento, se les nombraba aspirantes a maestros palomeros, del que existían
dos categorías: 1ª y 2ª. Estos nombramientos los hacía sólo el Ministerio de Defensa, oída la
Inspección de Material.
 Otras clases especiales eran las de maestro herradores, maestros armeros auxiliares, músicos,
personal auxiliar de pagadores, artificieros y maestros de Artillería.

Esta estructura que acabamos de describir demostraba las posibilidades que existían en el
Reichsheer para los voluntarios que ingresaban en él, convirtiéndola en una alternativa laboral
extraordinariamente atractiva para los jóvenes alemanes. Especialmente en una época de crisis
económica como fueron la mayor parte de los años veinte.

Oficiales

En 1918, cuando finalizó la Primera Guerra Mundial, el Ejército alemán contaba con
184.051 generales, jefes y oficiales, que pertenecían a cinco categorías58:

1. Generales, jefes y oficiales pertenecientes a la escala activa antes de 1914. Este grupo,
que constituía probablemente la élite militar más preparada y capacitada del mundo
había sufrido una auténtica sangría durante el conflicto. Pues, cuando este comenzó, su
número era de 22.112 miembros, y durante la guerra murieron 11.357. Es decir, más del
50% de sus integrantes59.
2. Oficiales de reserva en 1914.
3. Oficiales de la escala activa formados durante el conflicto.
4. Oficiales de la reserva, promovidos durante la guerra.
5. Oficiales procedentes de la clase de tropa.

58
Ibidem, p. 78.
59
MITCHAM, op. cit., p. 15.

18
Las cláusulas del Tratado de Versalles obligaron a reducir su número a 4.000. La
Conferencia de Spa permitió que se añadieran 300 oficiales médicos y 200 veterinarios. Y
finalmente el Ultimátum de Londres redujo su número a 3.727. Ante esta tesitura, Seeckt
decidió repartirlos en las siguientes proporciones60:

 Un 80% procedía del Ejército de 1914.


 Un 11%, de los oficiales de las escala activa y de la reserva, formados durante el
conflicto.
 Un 5%, de los oficiales procedentes de las clases de tropa, formados en la guerra.
 Un 4% de nueva creación61.

Seeckt, por tanto, dio prioridad a los oficiales del antiguo Ejército imperial. En esto
coincidía con el general Reinhardt. Sin embargo, mientras que el primero quería que la
mayoría de los oficiales procedieran del antiguo Estado Mayor, con objeto de que en un futuro
pudieran ser la base de un gran Ejército; el segundo era partidario de que se priorizaran los
oficiales que habían servido en el frente. Al final, se impuso el criterio de Seeckt –tras la
dimisión de Reinhardt- y la mayor parte de los oficiales del Estado Mayor. No obstante, el
creador de la Reichsheer estableció unos criterios muy claros en la selección de los oficiales,
que se podían dividir en dos categorías62:

 Particulares de cada oficial.


o Formación y preparación.
o Eficacia en el servicio.
o Inteligencia.
o Vida personal y particular. Era necesario que fuera intachable.
o Ideología. Se priorizaba a los monárquicos conservadores.
o Alejamiento de la política.
o Juventud.

 Trayectoria profesional. Se estableció una jerarquía en la elección:


o Pertenencia al Estado Mayor.
o Veteranos de los Freikorps.
o Jóvenes oficiales combatientes, procedentes del Ejército de 1914.

El resultado de estos criterios de selección fue que el Reichsheer mantuvo una composición
social similar al del antiguo Ejército imperial; estando representada la nobleza alemana de
forma sobredimensionada, pues sólo era el 0,74% del total de la población alemana. Así, en

60
GÁNDARA, op. cit., p. 79.
61
Eran los oficiales procedentes de la tropa, ya explicados con anterioridad.
62
MITCHAM, op. cit., p. 15.

19
1927, 27 de los 45 generales eran nobles. Como también lo eran 45 de los 115 generales y 162
de los 724 oficiales asignados al Ministerio de Defensa y a la Dirección del Ejército. Esta
presencia de la nobleza era aún mayor en la Caballería –la más aristocrática de las Armas-
donde 265 de sus 596 generales, jefes y oficiales llevaban la apostrofe von en su apellido. Esta
prioridad dada a la nobleza, a la que Seeckt pertenecía, tenía por objeto mantener la tradición
y el espíritu de cuerpo del Ejército anterior a 191463.

Sin embargo, el hecho de haber sido seleccionado como uno de los oficiales del Reichsheer,
si bien aseguró a los afortunados una fuente de ingresos permanente y una ocupación en la
convulsa Alemania de los años veinte; no significó el origen o continuación de una brillante
carrera militar. Los límites establecidos por el Tratado de Versalles y el criterio de antigüedad
existente, hicieron que los ascensos a los empleos superiores fueran extraordinariamente lentos
en la categoría de oficial, siendo en este sentido la situación muy similar a la del Ejército
español de la época, pero sin que existiera una guerra de Marruecos para conseguir ascensos
por méritos de guerra. Así, el entonces capitán de Infantería Erwin Rommel, con una
brillantísima carrera durante la Primera Guerra Mundial que le permitió obtener la más
preciada condecoración alemana, la cruz Pour le Mérite, no ascendió hasta el empleo superior,
el de comandante (Major) hasta 1932, permaneciendo como capitán 14 años. Sin embargo, en
el caso de los jefes, la situación era diferente. El teniente coronel de Caballería Gerd von
Rundstedt –ascendido a ese empleo en 1920- se convirtió en coronel (Oberst) en 1923; en
Generalmajor en 1927; en Generalleutnant en 1929, y a General der Kavallerie en 193264.

Por su parte, los oficiales de nueva creación se formaban de acuerdo al siguiente procedimiento.
Todos ellos, debían sentar plaza como voluntarios en una unidad, y servir como soldados un mínimo
de quince meses. Una vez concluido este periodo, y siempre que tuvieran el título de Bachiller,
podían realizar el examen de aspirante a oficial llamado Offizieranwarterprüfung. Por el contrario, si
el voluntario no había cursado los nueve años que constituían el Bachillerato, se veía obligado a
servir tres años como soldado; debiendo realizar al finalizar del segundo el examen previo
(Vorprubüng) donde tendría que demostrar sus conocimientos en seis materias65:

 Lengua
 Historia de Alemania
 Geografía
 Aritmética y geometría plana
 Física y química
 Inglés o francés: Dictado y traducción sin diccionario.

63
Ibidem, p. 15.
64
Ibidem, p. 16.
65
Sobre el reclutamiento y enseñanza de los nuevos oficiales, véase GÁNDARA, op. cit., pp. 81-132.

20
Finalizado el tercer año, debían realizar el examen final (Nachpufüng), que consistía en dos
pruebas –escrita y oral- de las siguientes materias:

 Lengua
 Historia de Alemania
 Geografía
 Aritmética y geometría plana
 Física
 Química
 Inglés o francés.

Si aprobaba este segundo examen, el voluntario seguía sirviendo como soldado tres meses más en
su unidad, al cabo de los cuales, realizaba el examen de aspirante a oficial anteriormente citado.

Aprobado este examen, el aspirante a oficial (Offizieranwarter) ascendía a cabo (Gefreiter), lo


que le permite familiarizarse con la tropa. Con este empleo, permanecía tres meses, para pasar a
continuación a la Escuela de Infantería (Infanterie Schule) que era la academia general alemana, y
donde todos los aspirantes a oficial –con independencia del Arma al que pertenecieran- debían
permanecer dos años. La formación que recibían los futuros oficiales, consistente en 37 lecciones
semanales, era fundamentalmente práctica, dándose una importancia extraordinaria a la táctica y a la
historia militar. En el caso de la primera, lo fundamental era que los futuros oficiales aprendiesen a
manejar un batallón reforzado, conociesen el combate con Armas Combinadas y se familiarizasen
con la guerra de movimientos. En el campo de la historia militar, se daba especial importancia al
estudio de las tácticas de Anibal, especialmente la batalla de Cannas (216 a.C.), ya que los militares
alemanes no habían abandonado el concepto de batalla decisiva (Kesselschlacht), que había
alcanzado su máxima expresión en ese gran triunfo cartaginés sobre el Ejército romano. También se
estudiaban las campañas de Federico II (1740-1788) el Rey Soldado, de Napoleón I Bonaparte
(1799-1815), del Generalfeldmarschall Helmuth von Moltke (1800-1891), y sobre todo, las de la
Primera Guerra Mundial. Pues, los oficiales alemanes, como más adelante veremos, estaban
obsesionados por saber que había fallado en la doctrina militar alemana durante este conflicto, para
explicar así su derrota66.

Terminado este periodo, y con el grado de Fähnrich (un grado dentro del empleo de sargento sin
traducción al español), volvía a servir tres meses en una unidad. Una vez finalizado este periodo,
pasaba a la academia especial del Arma o Cuerpo al que pertenecía, donde permanecía un año más.
Estas academias especiales eran:

 Escuela de Caballería (Kavallerie Schule), en Hannover.


 Escuela de Artillería (Artillerie Schule) en Jüterborg.

66
Sobre la doctrina militar alemana y la importancia de la Historia, véase MUÑOZ BOLAÑOS, op.cit. (nota 27, 2015),
pp. 1469-1488.

21
 Escuela de Zapadores (Pionier Schule) en Munich.
 Escuela de Infantería, donde continuaban los cadetes de este Arma.

Finalizado este curso, el Fähnriche sufría el llamado examen de oficial (Offizierprüfung), y si lo


superaba era promovido al empleo de Oberfähnrich, categoría inmediatamente inferior a la de
suboficial. Con este empleo, hacía vida entre la tropa, pero convivía con los miembros del cuerpo de
oficiales: comida, relaciones, etc.

Al cabo de dos meses, se hacía una votación dentro del cuerpo de oficiales de la unidad en la que
servía. Si el resultado era positivo, el aspirante se convertía en oficial, esperando una vacante para
empezar a ejercer sus funciones. Por el contrario, si la votación era negativa, el Oberfähnrich tenía
dos opciones. La primera, era rescindir su contrato con el Ejército; la segunda, servir como
Oberfeldwebel67.

Por tanto, el voluntario podría llegar a oficial, pero se trataba de un camino largo y
tortuoso, donde no sólo se valoraba su aptitud sino también su actitud, ya que de acuerdo con
la tradición alemana, el espíritu corporativo del cuerpo de oficiales era un valor a mantener.
Eso significaba que no podía ingresar en el mismo, ningún individuo que pudiera perjudicar la
convivencia dentro del mismo.

La otra característica de este cuerpo de oficiales fue su extraordinaria y silenciosa eficacia,


de acuerdo con la vieja tradición del Gran Estado Mayor, simbolizaba en la célebre frase “En
el Estado Mayor, los oficiales no tienen nombre”68. El resultado fue que durante los años veinte
y comienzos de los treinta la gran tradición militar prusiano-alemana se mantuvo intacta; lo
que permitiría a Hitler crear un potente Ejército en el corto periodo de menos de cinco años

Finalmente, el hecho de que Seeckt optase por los oficiales del antiguo Ejército imperial no
significó que el resto quedara desamparados. Muchos de los formados en las trincheras
durante la Primera Guerra Mundial, ingresaron en la Policía, permaneciendo como un cuerpo
de oficiales de reserva –a pesar de que este cuerpo estaba prohibido por el Tratado de
Versalles-. En los años treinta, tras el ascenso de Adolf Hitler en 1933, regresaron al Ejército
con el grado de comandante, y algunos de ellos alcanzaron el generalato durante el segundo
conflicto mundial69.

DOCTRINA

La derrota en la Primera Guerra Mundial constituyó un auténtico trauma para el Ejército alemán,
y especialmente para los miembros del Cuerpo de Estado Mayor. Durante los 100 años anteriores, la

67
MITCHAM, op. cit., pp. 16-17.
68
LEACH, B. A.: El Alto Estado Mayor Alemán, Madrid, San Martín, 1974, p. 5.
69
MITCHAM, op. cit., pp. 15.

22
élite militar alemana había estudiado todas las campañas militares históricas y contemporáneas –
salvo la Guerra de Secesión (1861-1865)-, y había realizado juegos de guerra, con el objetivo de
desarrollar una doctrina militar infalible que les llevara a la victoria en el siguiente conflicto. Este
proceso había sido encabezado por dos diferentes escuelas militares –idealistas y tecnócratas- que
habían llevado el pensamiento militar alemán a su máximo nivel. Pero, a pesar de esta extraordinaria
preparación, las fuerzas militares alemanas habían sido derrotadas. Por eso, tras el final del conflicto
y sobre todo, una vez que el país se había estabilizado política y socialmente, se produjo un examen
de la doctrina militar alemana, con objeto de determinar las causas que habían provocado su fracaso.
No obstante, las condiciones impuestas por el Tratado de Versalles, limitaron enormemente ese
examen.

Aun así, las dos grandes escuelas militares alemanas continuaron su desarrollo en este periodo,
destacando del lado de la idealista, Seeckt y el Generaloberst Ludwig Beck (1880-1944), y en el
ámbito tecnocrático, Ludendorff.

Seeckt desarrolló una nueva doctrina militar denominada de “las armas combinadas”, donde
incluyó la aviación y los carros de combate, junto a las armas tradicionales –Infantería, Caballería,
Artillería y Zapadores-. El objetivo era mantener viva la “guerra de movimientos” que había
caracterizado la doctrina militar alemana desde los tiempos de Federico II 70. No obstante, a pesar de
su carácter novedoso dentro del Ejército alemán y de que fue considerada por autores como Lidell
Hart un antecedente de lo que luego será la Blitzkrieg71; era indudable que su planteamiento no
llegaba al carácter novedoso y revolucionario de las teorías que en ese momento se desarrollaban en
Europa. Y donde destacaban el propio Lidell Hart, su amigo el general John Charles Frederick Fuller
(1878-1966)72 y sobre todo los brillantes militares soviéticos Mihail N. Tujachevski (1893-1937) y
Vladimir K. Triandifilov (1894-1931), que se conocería como Operaciones Profundas (Glubokaia
Operatsiia)73. De hecho, Seeckt seguía considerando la Táctica Hutier74 como clave para lograr la
ruptura de la línea enemiga, y permanecía anclado en la idea de la Batalla Decisiva75.

Por su parte, Ludwig Beck, jefe del Estado Mayor del Ejército entre 1933 y 1938, desarrolló con
sus colaboradores un manual llamado Truppenführung donde volvía a la doctrina clásica de una
guerra de movimiento sin desatender los cambios tecnológicos. Ensalzaba a la artillería y a la
infantería, pero sin olvidarse de las fuerzas acorazadas. Es más, se refería a los carros de combate
como el arma reina (tonangebend) del campo de batalla. Cuando estudiaba la situación estratégica
70
CITINO, op. cit., pp. 7-35.
71
LIDELL HART, op. cit., p. 37-40.
72
PARET, P. (coord.). Creadores de la estrategia moderna. Desde Maquiavelo a la Era Nuclear, Madrid, Ministerio de
Defensa, 1992, pp. 615-624.
73
Sobre las tácticas militares soviéticas, véase MUÑOZ BOLAÑOS, R.: Bagration y las ofensivas soviéticas de 1944. La
desintegración del Cuerpo de Ejércitos Centro alemán, Madrid, Almena, 2011, pp. 48-55.
74
La Táctica Hutier, desarrollada por el general der Infanterie Oskar von Hutier (1857-1934), o “tactica de infiltración”,
que consistía en el empleo de pequeñas unidades de infantería –Sturmtruppen o tropas de asalto- ligeramente equipadas,
cuya misión era avanzar rápidamente entre las líneas enemigas, sorteando los puntos fuertes de éste, que serían tomadas
por la oleada siguiente del ataque, más pesadamente armada. GUDMUNDSSON, B. I.: Stormtroop Tactics. Innovation
in the German Army, 1914–1918, New York, Praeger, 1989
75
CITINO, op. cit., p. 12.

23
alemana y las guerras en las que más le convendría involucrarse, proporcionaba una visión inusual y
equilibrada de las ventajas de la ofensiva y la defensiva. Sin embargo, lo más importante era el
enfoque sistemático sobre las operaciones, abarcando todos los niveles de planeamiento y ejecución,
desde una visión profesionalizada de la guerra. La guerra en Europa siempre sería una guerra de
toda Europa y gracias a la capacidad de movilización de las naciones europeas, sería una guerra
multifrente con tendencia a prolongarse mucho en el tiempo. En esta nueva situación, no se daban
las condiciones para repetir los planteamientos de Moltke y Schlieffen. Por el contrario, se hacía
necesaria una combinación de operaciones ofensivas y defensivas, dentro de un planteamiento
estratégico global que tuviera en cuenta las nuevas condiciones de Europa. Esta profundidad de
pensamiento, demostró que los autores de este manual habían resucitado lo mejor de la tradición
militar idealista alemana, pero sin haber desarrollado ideas emprendedoras76.

Si en el campo del idealismo, las aportaciones no fueron novedosas, en el del pensamiento


tecnocrático ocurrió algo similar. La obra de Ludendorff, La Guerra Total constituyó una adaptación
a las condiciones surgidas tras la Primera Guerra Mundial, de las del Generalfeldmarschall Colmar
von der Goltz (1843-1916) y sobre todo del General der Kavallerie Friedrich Adolf Julius von
Bernhardi (1849-1930)77. El único aspecto novedoso fue la consideración de la guerra como un fin
en si mismo, al que debería subordinarse la política, rompiendo así con el pensamiento de
Clausewitz, cuyas ideas, según Ludendorff, estaban desfasadas78.
En todo caso, estos tres teóricos militares escribieron bajo la idea de que las operaciones
militares, la guerra en si, se enmarcada dentro de un planteamiento estratégico general de acuerdo
con los intereses del Estado. Sin embargo, esta posibilidad se vino abajo con el triunfo de Hitler en
1933. A partir de ese momento, la improvisación y el oportunismo presidieron la política exterior
alemana, haciendo imposible cualquier planificación estratégica a medio plazo, y convirtiendo los
planes generales del tipo Schlieffen en una quimera, ya que los militares no sabían realmente cual
sería el enemigo a atacar. En esta situación de destrucción total de la estrategia como concepto, que
acabo tanto con los planteamientos idealistas como con los tecnocráticos, era necesaria una doctrina
táctica que se caracterizara precisamente por su oportunismo y por su inmediatez. Esa doctrina sería
la Blitzkrieg desarrollada fundamentalmente por el Generaloberst Heinz Guderian (1888-1954)79.

LOS PACTOS CON LA UNIÓN SOVIÉTICA

Seeckt, como cabeza del Ejército alemán, si bien era partidario de un Ejército pequeño que se
convirtiera en una “Escuela de Mandos”, también había asumido que las limitaciones impuestas por
el Tratado de Versalles en relación con las nuevas armas –carros de combate, aviación militar y

76
PARET (coord.), op. cit., pp. 578-579.
77
MUÑOZ BOLAÑOS, op. cit. (nota 27, 2015), pp. 1478-1482.
78
“Habiendo cambiado el carácter de la guerra y el de la política, las relaciones entre la política y la estrategia militar
deben modificarse. Todas las teorías de von Clausewitz deben ser reemplazadas. La guerra y la política sirven a la
conservación del pueblo, pero la guerra queda como la suprema expresión de voluntad racial. Por ello es que la política
debe servir a la guerra”. LUDENDORFF, E.: La Guerra Total, Buenos aires, Pleamar, 1964, pp. 21-22.
79
PARET (coord.), op. cit., p. 591.

24
gases tóxicos- impedían convertir al Reichsheer en una fuerza militar moderna, y conllevaban el
peligro de que la hicieran totalmente ineficaz en el campo de batalla80.

Para superar estas limitaciones, Alemania necesitaba un aliado exterior que le permitiese
investigar y desarrollar nuevas armas en su territorio. Por exclusión, este país sólo podría ser la
Unión Soviética, que presentaba unas características que la convertían en el socio ideal para
Alemania.

 La primera, es que se trataba del otro paria internacional en este momento.


 La segunda que, como Alemania, no reconocía la multitud de Estados surgidos en Europa
Oriental, especialmente Polonia, manteniendo sus reivindicaciones territoriales sobre esta
zona del continente.
 La tercera, que, a diferencia de Alemania, tenía una industria militar débil y anticuada, como
se había demostrado en la Primera Guerra Mundial. Situación que sólo podría ser superada
con la ayuda de sus poderosos vecinos.

Por tanto, ambos países se necesitaban mutuamente, y sólo era cuestión de tiempo que “los dos
países marginados unieran sus resentimientos”81.

Ya en 1919, Victor Kopp, viejo amigo y colaborador de Lev Davidovich Bronstein alias Trotsky
(1879-1940) –comisario del pueblo para la Guerra y jefe del Consejo Revolucionario de Guerra-,
había estado en Berlín, negociando la ayuda alemana para crear una industria militar en la entonces
República Socialista Federal Soviética de Rusia (RSFSR). Las negociaciones continuaron en los
años siguientes, con el amparo del máximo líder bolchevique, Vladimir Illich Ulianov, alias Lenin
(1870-1924)82. Pero, la ocasión para oficializarlas se presentaría durante la Conferencia de Rapallo
(1922), convocada por el primer ministro británico David Lloyd George (1867-1945) para discutir el
espinoso tema de las reparaciones de guerra. Aunque no se llegó a ningún acuerdo sobre las mismas,
ya que Alemania argumentó que no podía pagarlas; la Unión Soviética vio la oportunidad de
conseguir un aliado en Europa, acercándose a los alemanes. Así, el 16 de abril, ambas delegaciones,
encabezadas respectivamente por sus ministros de Asuntos Exteriores, el aristócrata convertido al
comunismo Georgi Chicherin y el gran burgués Walther Rathenau –presidente de la poderosa
Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft (AEG)- firmaron un acuerdo por el que ambas naciones
establecían plenas relaciones diplomáticas, renunciaban a sus reclamaciones mutuas, y se otorgaban
recíprocamente, la condición de nación más favorecida83.

El general Seeckt temió inicialmente por la duración del tratado. Pero también trató de
aprovechar las posibilidades que ofrecía, estableciendo un convenio militar con los soviéticos. Así,
demostrando ser un hábil diplomático, se reunió con el agente ruso Rosenblatt (nombre

80
MILLER, A.: Hans von Seeckt: Reformer of the Reichswehr, Kalamazoo, Western Michigan University, pp. 27-29.
81
KISSINGER, op. cit., p. 380.
82
CARSTEN, op. cit.. pp. 135-138.
83
Ibidem, p.380-381.

25
desconocido) y de estas conversaciones surgió el acuerdo por el que el Reichsheer tendría acceso a
bases militares en la Unión Soviética 84. A cambio, el Ejército Rojo podría aprender la doctrina
militar alemana, participando como observadores en las maniobras militares que se celebraban
anualmente85. El acuerdo se concretó el 11 de agosto de 1922, en Moscú. A partir de ese momento,
Seeckt pudo eludir las limitaciones del Tratado de Versalles, preparando así al Reichsheer para
futuros conflictos. Esta preparación se articuló sobre tres programas: Lipetsk, Kama y Tomka.

Lipetsk se convirtió en una “Escuela de Aviación” (Fliegerschule) con nombre en clave Stahr que
entró en funcionamiento en mayo de 1925. Su principal finalidad fue entrenar a pilotos y mecánicos.
También se utilizó para probar equipos aeronáuticos como cabinas presurizadas para actuar en
condiciones de invierno, y experimentar nuevos tácticas, como la coordinación con cortinas de
humo y con la infantería. En su primer año de funcionamiento, fue capaz de formar a 16 pilotos, 45
mecánicos y 40 trabajadores. Al año siguiente, ya fueron 20 pilotos de combate y 24 pilotos
observadores86. En total, entre 1925 y 1933 aproximadamente 120 oficiales regresaron de esta
escuela de vuelo formados como pilotos de combate 87. Para mantener al día la formación adquirida,
la mayoría se incorporaron a la aerolínea Lufthansa, que ya empleaba a los mejores pilotos veteranos
de la Primera Guerra Mundial. Así, ambos conjuntos de pilotos volaron juntos y pudieron
intercambiarse sus experiencias, lo que sería clave para la creación de la posterior Luftwaffe88. Sin
embargo, no sólo los alemanes se beneficiaron de estas experiencias. Los soviéticos también lo
hicieron. De hecho, gracias a la inversión alemana, se crearon fábricas de aviones por la empresa
alemana Junkers cerca de Moscú, y en Samara (Kuibyshev) y Saratow, que constituyeron el origen
de la industria aeronáutica soviética89.

El segundo programa se puso en marcha en 1926 como “Escuela de Guerra Química” (Schule für
Chemische Kriegführung) en Podsinki (nombre de código Tomka). Los experimentos realizados en
esta escuela se centraron en investigar métodos para dispersar los gases (es decir, mediante
proyectiles de artillería, aviones y otros sistemas); así como investigar formas de descontaminación
de regiones gaseadas. Este proyecto fue financiado y dirigido totalmente por militares alemanes, ya
que los soviéticos no tenían la más mínima experiencia en este tipo de guerra hasta el extremo de
que habían sido incapaces de fabricar máscaras antigas90.

El tercer programa fue tal vez el más importante. En Kazan se creó la Escuela de Tropas
Acorazadas (Panzertruppenschule) con nombre en código Kama. A diferencia de las dos anteriores,
esta escuela fue financiada conjuntamente, y en la misma se probaron nuevos modelos de carros de
84
HALLGARTEN, G. W.F.: “General Hans von Seeckt and Russia, 1920-1922“, The Journal of Modern History 21
(1949), p. 32. MUELLER, G. H.: “Rapallo Reexamined: A New Look at Germany's Secret Military Collaboration with
Russia in 1922”, Military Affairs 40 (1976), p. 111. CARSTEN, op. cit., p. 142.
85
DYAKOV, Y. and BUSHEYEVA, T. (eds.): The Red Army and the Wehrmacht: How the Soviets Militarized Germany,
1922-1933, and Paved the Way for Fascism, Amherst, New York, Prometheus Books, 1995, p. 17.
86
Ibidem, pp. 59-62.
87
Ibidem, pp. 150-153.
88
COOPER, M.: The German Air Force, 1933-1945: an anatomy of failure, New York, Jane`s, 1981, pp. 381-383.
89
CARSTEN, op. cit., p. 138.
90
DYAKOV and BUSHEYEVA, op. cit., pp. 68-75.

26
combate y nuevas tácticas. Por la misma pasaron 146 oficiales alemanes, entre ellos el principal
teórico del carro alemán, el coronel Ernst Volckheim (1898-1962), los Generalfeldmarschälle
Werner von Blomberg (1878-1946) –ministro de Defensa de Hitler (1933-1938)- y Walter Model
(1890-1945); el Generaloberst Heinz Guderian (1880-1954), y el teniente general Wilhelm Ritter
von Thoma (1891-1948)91. Fue en esta escuela donde se probaron diferentes modelos de carros de
combate y donde los alemanes comenzaron a poner las bases de Blitzkrieg.

Los acuerdos con la Unión Soviética, forjados por Seeckt, fueron claves para el desarrollo
posterior del Ejército alemán, y para explicar los triunfos militares alemanes en los dos primeros
años de la Segunda Guerra Mundial. Pero, también lo fueron para los soviéticos, que pudieron
innovar sus tácticas y equipos militares. Tácticas y equipos que terminarían derrotando a los propios
alemanes92-

CONCLUSIÓN
El 30 de enero de 1933, Adolf Hitler se convertía en canciller, comenzando el principio del fin del
sistema democrático representado por la República de Weimar. En este proceso, el Reichsheer sería
un pilar fundamental en la naciente dictadura. No sólo porque no defendió el régimen republicano –
como así le exigía la Constitución-; sino porque al jurar fidelidad directa a Hitler como Führer, el 2
de agosto de 1934, se convirtió en el instrumento fundamental de su política expansiva. Instrumento
que, rápidamente engrandecido, gracias al rearme producido a partir de 1935, actuaría de acuerdo
con las enseñanzas de Seeckt: apoliticismo y eficacia. Pero, también con el convencimiento de que
el destino de Alemania era dominar el mundo, tal como se había inculcado a los oficiales del Heer
desde los días del Deutsches Reich. Pues como afirmó Michael Geyer: “La fuente de la estrategia y
la raíz del oportunismo operativo de Ludendorff, Halder, Guderian, Rommel, Manstein y sus
colegas, fue la convicción de que los alemanes podían gobernar a otros en lugar de a sí mismos y
que Alemania debía gobernar o perecer como nación” 93. Quizá porque siempre pensaron que Dios
estaba con ellos… Gott mit uns.

91
La obra más completa sobre la Escuela de Tropas Acorazadas de Kama es la de Johnson. JOHNSON, I.: The Secret
School of War: The Soviet-German Tank Academy at Kama, Columbus, Ohio State University, 2012.
92
STOECKER, S.: Forging Stalin's Army: Marshal Tukhachevsky and the Politics of Military Innovation, Boulder,
Westview Press, 1999, pp. 94-96.
93
PARET, Peter (coord.). op. cit., p. 603

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