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ANEXOS 01
FUENTE A: Patricia Agosto es egresada de la carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Obtuvo una beca
de posgrado en la Universidad de la Habana (1991-1992). Historiadora de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e Investigadora
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Ha publicadoel libro Wallerstein y el moderno sistema
mundial, entre otros.
ANEXOS 02
FUENTE B: Torres Osorio, l. (2020). Alemania-Nazismo. TOMI.digital. Política exterior
Política exterior alemana, 1933-1945
Después de la llegada de los nazis al poder, el gobierno de Adolf Hitler condujo una política exterior que apuntaba a la
incorporación dentro del Reich de personas de etnia alemana (Volksdeutsche) que vivían fuera de las fronteras de Alemania, a la
dominación alemana de Europa occidental y a la adquisición de un vasto y nuevo imperio de "espacio para vivir" (Lebensraum) en
Europa oriental. Hitler calculaba que la concreción de la hegemonía alemana en Europa demandaría entablar una guerra,
especialmente en Europa del Este. Los eslavos “de raza inferior” deberían ser expulsados hacia el Este de los Urales, o de lo
contrario esclavizados o exterminados. Además de la adquisición del Lebensraum, Hitler preveía que la “expulsión hacia el Este”
destruiría el bolchevismo. De 1933 a 1938, Konstantin von Neurath, diplomático de carrera conservador, se desempeñó como
ministro de Relaciones Exteriores de Alemania. Durante su mandado, Alemania condujo una política revisionista dirigida a vencer
las restricciones impuestas sobre ella por el Tratado de Versalles y a quitarle la iniciativa diplomática a Gran Bretaña y Francia.
Alemania se retiró de la Liga de Naciones, comenzó un rápido rearme, firmó un pacto de no agresión con Polonia, volvió a adquirir
el territorio de Saar mediante un plebiscito, ayudó militarmente a los partidarios de Francisco Franco en la Guerra Civil Española y
volvió a militarizar la región del Rin. De 1938 a 1945, Joachim von Ribbentrop, miembro del partido nazi y ex embajador en Gran
Bretaña, tuvo el cargo de ministro de Relaciones Exteriores. Durante estos años, Alemania afianzó sus vínculos con
FUENTE C: Christian Leitz, historiador especializado en el Tercer Reich, escribe en el libro académico Nazi Foreign Policy, 1933–
1941. The Road to Global War (Política exterior nazi, 1933–1941. El camino hacia la guerra global) (2004).
El objetivo de Hitler de rearmar Alemania continuó sin encontrar oposición. Durante las conversaciones anglo-francesas en
Londres a principios de febrero (1935), el rearme de Alemania había recibido la bendición de las dos potencias occidentales
europeas a pesar de que todavía esperaban convencer a Alemania de que se uniese a un pacto multilateral al estilo del de
Locarno que garantizase las fronteras de los vecinos de Alemania en Europa Oriental. La respuesta de Hitler a estos
planteamientos conciliadores llegó rápidamente. Eliminó una de las principales limitaciones del Tratado de Versalles y, el 16 de
marzo de 1935, aumentó a 300.000 el número de tropas del ejército alemán. Esta vez, sin embargo, Francia, Gran Bretaña e Italia
parecieron estar dispuestas a reaccionar con mayor firmeza ante el preocupante aumento de la fuerza alemana. Se llevó a cabo
un intento en Stresa, en abril, de establecer un frente común contra los crecientes intentos alemanes de revisión [de los acuerdos
de posguerra]. No obstante, la reacción de los tres antiguos aliados siguió siendo endeble [débil]. Para satisfacción del régimen
nazi, el frente común contra Alemania duró poco y tuvo un impacto limitado. En el mes de junio, Gran Bretaña rompió con Stresa
cuando aceptó un acuerdo naval bilateral con Alemania.
SEGÚN LAS FUENTES LEÍDAS, ¿señale cuáles fueron los éxitos o fracasos en el mantenimiento en el poder?
ANEXOS 04
FUENTE D: Impacto del Éxito de la política exterior en el mantenimiento del Poder
FRACASOS: Pero, así como Hitler tuvo sus momentos de gloria, a través de acciones políticas externas acertadas, también tuvo
desaciertos, que lo llevaron a la derrota, para lo cual mencionaremos los más resaltantes a nuestro parecer. Programa
Armamentístico cancelado: Tras la derrota de Francia en 1940 una ola de seguridad recorrió a Hitler, pensando que ya tenía por
ganada la guerra canceló la mayoría de programas armamentísticos, debido a que consideraba que con el armamento que tenían
para aquel entonces eran suficientes, si tenemos en cuenta los pocos enemigos que tenía. Sus expectativas las tenías muy alto, y
consideraba que estaban cerca de alcanzar la victoria. Sin embargo, esto causó repercusión dos años después ya que no se
encontraba en buenas condiciones como para defenderse ante todos los aliados de la nueva generación, por lo que se vio
obligado a reanudar el programa, pero ya era demasiado tarde, ya habían perdido mucho tiempo. Alemania vs Estados Unidos: A
fines de 1941, Alemania tenía que contener el creciente poderío militar de Gran Bretaña y la Unión Soviética, y como si las cosas
no pudieran empeorar Estados Unidos se había unido a este rearme. Durante ese año el presidente estadounidense Roosevelt
comenzó a suministrar a Gran Bretaña grandes cantidades de armamentos y equipos, garantizado por un “préstamo y
arrendamiento”, el cual fue formalizado en agosto por la “Carta del Atlántico”. El 7 de diciembre de 1941: Japón bombardea Pearl
Harbor: Ante este repentino ataque Hitler vio la oportunidad de atacar los convoyes estadunidenses, ya que Roosevelt estaría muy
ocupado contraatacando el ataque japonés desde el pacífico como para preocuparse por los acontecimientos en Europa. Sin
embargo, Hitler no previno que el poder económico estadounidense había aumentado a lo largo de todo este año de neutralidad,
ANEXOS 05
FUENTE E: ROJAS, R. (2015). Historia mínima de la Revolución cubana. Madrid: Turner. pp. 110-111.
A fines de 1961, el gobierno colombiano convocó a una nueva reunión de ministros de Exteriores de la OEA, a celebrarse en
Punta del Este, Uruguay. El gobierno de México se opuso a la convocatoria, ya que partía de la calificación de las relaciones entre
Cuba y la Unión Soviética bajo el concepto de “intervención extracontinental”, sin pruebas suficientes para acreditar la
colaboración militar entre la URSS y Cuba. A pesar de la objeción de México, el encuentro de cancilleres de la OEA en Punta del
Este, a principios de 1962, declaró que el gobierno “marxista-leninista” de la isla era incompatible con el sistema interamericano.
La expulsión de Cuba de la OEA aprobada en enero de ese año, a pesar de las seis abstenciones latinoamericanas, unida a la
Alianza para el Progreso que impulsó la administración Kennedy, buscaron el aislamiento hemisférico del gobierno revolucionario,
en el momento en que los líderes cubanos despertaban mayores simpatías en la juventud de la región. En respuesta a la
expulsión de la OEA, el gobierno cubano lanzó la segunda Declaración de La Habana, en la que llamaba abiertamente a la
colaboración militar entre la Unión Soviética y Cuba para defenderse de una eventual agresión norteamericana. Ése sería el
origen de la crisis de los misiles en el Caribe, que se viviría en los últimos meses de 1962. Con el distanciamiento entre La
Habana y Moscú, que siguió al pacto Kennedy-Jrushov, el proyecto cubano de financiar, adiestrar y diseñar guerrillas en América
Latina adquirió su mayor impulso, provocando la fractura o el congelamiento de relaciones con prácticamente todos los gobiernos
de la región, menos México. En 1963, con apoyo de La Habana, se crea en Venezuela el Frente de Liberación Nacional, una
COLEGIO DE ALTO RENDIMIENTO DE UCAYALI
AUTORIZADO PARA IMPARTIR EL PROGRAMA DIPLOMA DEL BACHILLERATO INTERNACIONAL. DIRECCIÓN: Psi. Huáscar S/N P.J Micaela Bastidas CELULAR: DIRECCIÓN GENERAL.
986971348– SUBDIRECCIÓN ACADÉMICA 961501294– SUBDIRECCIÓN BYDE. 980134431 - E-mail: coarucayali@hotmail.com
“Año de la Unidad, la Paz y el Desarrollo”
alianza de diversas organizaciones (las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria —
MIR—, el Partido Comunista…) y líderes (Fabricio Ojeda, Douglas Bravo, Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff, Américo Martín…)
en un frente guerrillero común, que hostilizaría al gobierno de Rómulo Betancourt en los años siguientes. En Colombia, las
guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Fabio Vázquez Castaño y el cura Camilo Torres, y las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) de Manuel Marulanda Vélez, recibirían también apoyo logístico del gobierno.
ANEXOS 06
FUENTE F: MONTANER, C. A. (1994). Víspera del final: Fidel Castro y la Revolución cubana. Madrid: Globus. pp. 47 - 48
Sin embargo, a las pocas semanas de producirse el triunfo revolucionario, el gobierno de Castro comienza a virar a babor y entra
en franco conflicto con los Estados Unidos. Nada de esto estaba en el programa original de la Revolución. ¿Qué había ocurrido?
La mitad de la izquierda se empecina en atribuirlo a la necesidad que Castro tenía de protegerse de las represalias
norteamericanas, mientras la otra mitad, encabezada por Castro, insiste en que la adopción del comunismo era la lógica meta de
los revolucionarios marxistas. Sin embargo, no parece probable que en la Sierra se haya fraguado un plan secreto para convertir a
Cuba en un estado comunista. En la Sierra existía una tendencia radical, encabezada por el Che y por Raúl Castro –tendencia
francamente marxista y antinorteamericana, que incluso había entrado en contacto con Moscú–, y con la cual Fidel coqueteaba,
pero sin comprometerse decididamente. Castro sabía que en aquel momento la adopción de un programa marxista lo liquidaba
como líder de la insurrección, puesto que el comunismo era una especie de anatema entre los cubanos oposicionistas, incluyendo
a los cuadros urbanos del propio 26 de Julio.
No obstante, Castro tenía ciertos planes personales que inevitablemente acabaría enfrentándolo a Washington y vinculándolo a la
URSS. El primero tenía que ver con los Estados Unidos. Ya en una carta dirigida a Celia Sánchez el 6 de junio de 1958, desde la
Sierra Maestra, y publicada por Carlos Franqui años después, Castro revelaba que su leitmotiv era pelear incesantemente contra
los Estados Unidos, cosa que continuaría haciendo tras revolucionario: «Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una
guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos (los norteamericanos). Me doy cuenta que ése va a ser
mi destino verdadero».
Castro podía o no ser comunista, pero, en cualquier caso, sí era rabiosamente antinorteamericano. Más aún, su innato sentido de
las relaciones públicas le indicaba que el antinorteamericanismo era la perfecta credencial para convertirse en el líder
latinoamericano más importante del siglo. Y ése era su secreto objetivo.
Tal vez si los Estados Unidos hubieran aceptado en silencio las confiscaciones de bienes norteamericanos, y hubiera continuado
las relaciones económicas con Cuba de forma favorable a la Isla, pagando un sobreprecio por el azúcar y concediendo préstamos
en condiciones aceptables, mientras simultáneamente ignoraba los esfuerzos subversivos internacionales en los que Cuba se
embarcaba desde 1959, Castro no se hubiera situado en la órbita soviética, pero era irreal esperar que los Estados Unidos
contribuyeran a financiar una revolución notoriamente contraria a sus propios intereses, mientras se resignaba a comportarse
pasivamente ante la aparición de un gobierno manifiestamente hostil.
Es decir, la revolución acabó entregándose a Moscú y adoptando el modelo de estado que los comunistas preconizan, porque el
antiyanquismo de Fidel y su aventurerismo internacional inevitablemente lo conducían a un enfrentamiento con los Estados
Unidos y con otros países de América Latina, del que sólo lo salvó la protección de Moscú.
Evalúe las consecuencias económicas y diplomáticas de la segunda Guerra Mundial en un país de América entre 1945-1948.
La Argentina de Perón, antes de finalizar la II Guerra Mundial tenía conflictos con EE.UU quien ejercía presión para que declarase
la guerra al Eje. Dado esto, se inicia una campaña de difamación al gobierno argentino, considerándolo como un régimen nazi-
fascista. Sin embargo, esta política de neutralidad se rompe cuando el presidente Truman envía a Braden a poner orden en suelo
argentino y se declara la guerra al Eje.. A continuación, se evaluará las consecuencias diplomáticas y económicas de Argentina.
En un primer momento, los acuerdos que se establecen entre EE.UU Y Argentina desde el plano diplomático son favorables, ya
que se busca consolidar la misión Warren. Este, como señala Gestar (2018) busca llegar a acuerdos de defensa con la venta de
material bélico a la Argentina de Perón. Esta relación se va a dar porque el líder argentino cede por intereses nacionales, más que
por presión estadunidense, país que quería apropiarse del estado latinoamericano, crear un estado de dependencia argentina a
EE.UU y hacerlo un cobeligerante que apoye con materias primas. Pero las visiones peronistas eran el posible inicio de una
tercera guerra mundial entre EE.UU y la URSS que desestabilizaría a Argentina, por lo que comerciar con armamento bélico no
era cuestión de diplomacia, sino de necesidad, a pesar de que eso representara nuevas responsabilidades con EE.UU, se tendría
un respaldo armamentístico que ya reemplazaba el provisto por el Eje. Sin embargo, sucede un impase que va a terminar con el
Acuerdo, que es la muerte fortuita del presidente Roosevelt. Razón por la cual, estos compromisos se ven congelados y días
después varios componentes de la aplicación de la misión Warren renuncian y se retiran del terreo argentino. Ante ello, EE.UU
manda un nuevo Embajador en mayo de 1945 que con un carácter incontrolable e incompatible con el de Perón plantea como
excusa que no permitirá ningún brote nazi-fascista, por ello, se debería destituir a Perón. Braden se convierte, casi a mediados de
1945 en uno de los principales rivales políticos antiperonistas que movilizará a los diferentes gremios e incluso, a las fuerzas
militares. Es así como se realiza la coalición de los partidos opositores al régimen que pugna por desplazar a Perón. No obstante,
el líder argentino aún recibe apoyo popular por parte del pueblo trabajador y de las masas, situación que se refleja en julio del
mismo año cuando se realiza un acto multitudinario contando con la participación de más de 250 000 personas. Este apoyo
demuestra la confianza del pueblo depositada en Perón, quien era de carácter firme y no actuaba por impulsos agresivos como lo
hacía Braden. Por lo tanto, la situación diplomática de la Argentina de Perón con EE.UU al terminar la guerra es de carácter
favorable al buscarse consolidar la misión Warren de respaldo armamentístico ante futuros eventos bélicos. Pero luego del
fallecimiento de Roosevelt y el ingreso del Embajador Braden, la relación friccionada se agrava, pues surge pugnas de poder
donde los partidos políticos y los militares se oponen al gobierno de Perón quien por contar con el apoyo de los pueblos
trabajadores no es desplazado.
En un plano económico, Argentina pasará por dos momentos. El primero incluye un contexto de crisis momentánea como lo
señala Eshay y Thorp (1965) “un serio deterioro del stock de capitales”. Esta escasez de divisas que dependían del control del
BCR debía ser reforzado porque estaba destinado a prevenir posibles fluctuaciones además para el pago de los aranceles por
exportaciones; no obstante, su situación de decrecimiento a finales de 1945 sumirán a Argentina en inestabilidad económica.
Asimismo, esto se verá aunado por el estancamiento en la importación de bienes de capital que en su mayoría estaba destinada a
la adquisición de maquinarias especializadas. Estos componentes hacen que Argentina enfrente escasez de capitales que
terminarán afectando a los sectores de la economía que serán evaluados líneas adelante. Sin embargo, lo favorable es que todo
fue momentáneo y la escasez de divisas y stock de capitales dejaron de ser representados como obstáculos para la economía. En
Eshay y Thorp (1965) también se menciona que el país luego tendría grandes reservas de divisas que a fines de 1945 sumaban
1,5 mil millones de dólares aproximadamente. Este restablecimiento irá coincidiendo con las políticas diplomáticas del país, pues
si bien está en pugnas, es favorable para la figura de Perón, quien dirigirá con mayor astucia la economía para evitar así la
inflación que era lo que todos los países vivían en el periodo de postguerra. La política expansionista de Argentina, en ese
sentido, tendrá dos miradas contrarias. Si bien es cierto a mayor aumento del empleo se generaba mayor aumento de la
producción y con ello, el aumento del salario, el nivel de consumo de los trabajadores que no necesariamente requerían de
productos de primera necesidad producidos en su mismo país. Por lo tanto, se tenía mayor demanda de bienes de consumo que
al ingresar a Argentina lo que hacía era competir con los mercados nacionales, ese fue el gran problema que se aunó con la
En conclusión, tanto en el plano económico como diplomático a fines de 1945, Argentina pasó por dos momentos. Desde lo
diplomático, con la misión Warren se vislumbra mejores relaciones que generarían el respaldo armamentístico de Argentina frente
a las futuras eventualidades bélicas, pero tras la muerte de Roosevelt no se concreta y con Braden, solo se ve una política
agresiva y contrariada al régimen de Perón quien se consolida con el apoyo popular. En lo económico, Argentina vivió una crisis
momentánea que fue parcialmente resuelto por el gobierno para evitar la inflación, aunque se descuidó dos componentes
fundamentales las exportaciones y el sector energético.
Elaborado por la estudiante Romero Álvarez Jhoselin Brillith – promoción COAR Ucayali 2019
DESTACADO
clara comprensión de los conceptos históricos.
Los ejemplos que el alumno elige para analizar son adecuados y pertinentes, y se
utilizan de forma eficaz para respaldar el análisis o la evaluación. La respuesta
establece vínculos y/o comparaciones eficaces (según corresponda a la pregunta).
La respuesta incluye un análisis crítico claro y coherente. Se evalúan distintas
perspectivas y esa evaluación está integrada de manera eficaz en la respuesta. Todos,
o casi todos, los puntos principales se fundamentan y la respuesta presenta un
argumento que conduce a una conclusión coherente.