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uno de los progenitores, o el rechazo al mismo debido a la influencia del otro, a esto se le
padres y dirigido hacia los hijos, para que estos rechacen al otro progenitor sin justificación
alguna.
Estadio leve
Estadio severo
Campaña de denigración contra el progenitor que está siendo excluido. Es decir, criticarlo,
unas veces de forma explícita (diciéndole al niño lo malo que es su padre o su madre y
perjuicios que les está haciendo) y otras de forma sutil (mediante una conducta no verbal que
el hijo sepa decodificar perfectamente).
Racionalización y justificación débil o absurda del desprecio. Es decir, las razones que da el
niño para rechazar al progenitor excluido no son lógicas, sino ridículas, contradictorias o
inexistentes.
Falta de ambivalencia. Los mensajes hostiles del niño son directos y perseverantes; el
Insistencia del niño en la independencia de sus opiniones. Éste repite que piensa por sí
datos sobre noviazgo de los padres, etc.), evidentemente todo en sentido negativo. Extensión de la aversión hacia
el entorno familiar y social del excluido. Por tanto no se excluye sólo al
¿Qué síntoma clave pone en alerta sobre la posibilidad de que estemos ante un caso
de SAP?
Hay que distinguir entre el primer síntoma de SAP en el alienador y en el hijo alienado:
progenitor tenga a los niños. Por lo tanto, hay que valorar de qué manera muestra esa
incomodidad y cómo pone en práctica su rechazo a tal situación. Si es posible, hay que
los hijos con el otro progenitor: por ejemplo, mediante continuas llamadas de teléfono en
la ropa que puedan necesitar los niños durante la visita. Es decir, hay que dilucidar cómo
que presente durante el intercambio de visitas (como muchas personas creen), puesto que,
decir, el primer síntoma que puede llevar a pensar en un problema de alienación parental es
el cambio en la comunicación verbal del niño, y no tanto en su comunicación no verbal.
En el caso el niño no permite que el padre le ayude con las tareas de la escuela o en sus
actividades diarias, constantemente rechaza su ayuda y se muestra distante. Por otra parte, la
los dos progenitores y los menores en el estudio pericial, o al menos los haga partícipes de
sus hallazgos. Si se trata de una pericial de parte, el perito debe comunicarse con el otro
metodología debe permitir observar el tipo de relación que existe otro aspecto importante
separación y del cumplimiento del régimen de visitas desde el momento en que quedó
que el perito recoja los informes hechos por profesionales que hayan sido testigos de los
Son importantes los informes o testimonios de los profesores de los centros escolares a los
que acuden los niños, que ayudarán a saber cómo se enfrentan a la separación, cómo hablan
del progenitor excluido, si se refieren a él con resentimiento y, más importante aún, cuál es
la conducta del posible progenitor alienador. Deben valorarse también las intervenciones
terapéuticas que se han realizado hasta el momento: si la familia ha pasado por un servicio
de mediación familiar, de terapia familiar, de terapia infantil, etc. Es preciso que se recojan,
además, los resultados obtenidos y las causas del abandono de tal servicio, ya que es muy
frecuente que en los casos de SAP exista un agotamiento de las medidas terapéuticas sin
que éstas hayan aportado solución. Esto se debe a que el alienador no es un buen
colaborador en las terapias y sólo escucha a aquellos profesionales que le dan la razón,
incluidos los juristas en el pasado y existe en el presente con el progenitor excluido y los
hijos.
¿Qué contenidos precisos debería indagar una investigación pericial sobre el SAP?
en durante esos dos meses, ¿qué relación ha tenido dicho progenitor con sus hijos?
régimen de visitas desde que se cuenta con una sentencia que lo regula.
Realizar una historia de las denuncias realizadas por parte de un progenitor hacia el
cuántas han sido falsas y cuál de los dos progenitores las ha llevado a cabo.
presuntamente excluido va a recoger a sus hijos, puede encontrarse con que estos
casi no lo reconocen y mantienen una actitud fría con él o ella, hasta el punto de que
pueden llegar a ignorar su presencia. Esta situación puede durar unas horas o varios
días, hasta los niños vuelven a ser ellos mismos. El tiempo que transcurre desde que
el progenitor los recoge hasta que los niños se muestran espontáneos es el llamado
psicólogo. Esto es muy importante porque, generalmente, nos encontramos con que
las respuestas y conductas que muestran los niños están condicionadas por el
progenitor que los acompaña. Como quien suele llevar a los niños al psicólogo de
custodio es el alienador, hay que tener en cuenta que las respuestas de los menores
estarán mediatizadas por el presunto alienador y por las consignas que éste les ha
Conocer los estados de ánimo del presunto alienador cuando los menores están con
Es posible encontrar casos en los que no se observe una alienación parental desde un inicio,
sobre todo cuando, durante una primera época, el régimen de visitas se realiza sin muchas
interferencias y se va cumpliendo. En esos casos, pueden pasar meses, o incluso años, hasta
que el régimen de visitas deja de cumplirse y los niños manifiestan un rechazo No siempre
Normalmente, la alienación parte de una única mente directriz, mientras que los
aliena, encargada de involucrar a todo aquel que considere necesario para llevar
cabo su fin.
Como pensamiento absoluto que es el SAP (Todo el que no está conmigo, está
motores del SAP, ya que es la que permite lograr la coherencia general del proceso.
Eso hace que el progenitor alienador ate todos los cabos desde el principio y no deje
inmediato. Hay cierto paralelismo entre este estilo de crianza y los sistemas de
del progenitor.
los niños con una actuación protectora en exceso, que acaba por hacerlos
dependientes de él o ella
de sentencias que tienen por objeto condicionar al menor (como, por ejemplo,
mentiras acerca de lo mala persona que es el otro progenitor). Algunas de ellas son
quieren ahora sólo es descrito mediante innumerables defectos. Existen también las
mentiras acerca de la conveniencia de que ese progenitor quede excluido, algo que
objeto de exclusión sea cada vez más percibido como extraño a la propia familia.
Así, se hacen frecuentes las críticas desaforadas concentradas en lo mal que cría y
educa al hijo. A este desprestigio del progenitor excluido se suma que el progenitor
Mentiras dirigidas al entorno. En este terreno, queda claro que la persona que aliena
precisa de nuevas adscripciones, de modo que también dirige sus mentiras hacia
otras personas. La programación debe ser del todo eficaz para que ofrezca una
el bienestar que va a proporcionar la nueva vida, que será mejor porque protegerá
más los derechos del niño. Hay mentiras de todo tipo, pero la mayor parte de ellas
Las acusaciones que efectúa el alienador hacia el excluido suelen ser superficiales,
una mente guiada de forma inexorable por una manera propia de ver las cosas, lo que
determina la creación de una historia paralela a la realidad, que luego acabará por
sustituirla.
Injustas, porque las acusaciones son efectuadas en el seno de la pareja pero con el punto
de mira puesto fuera de ella, y, por tanto, son susceptibles de tener una entidad desigual
entre quien las ejecuta y quien las recibe (sólo el primero conoce su finalidad). Dichas
acusaciones son injustas porque no se trata más que de una manera de interpretar los
Como miembro de la pareja. Estas acusaciones tienen como objetivo intentar demostrar la
incapacidad de quien va a ser excluido de seguir formando una pareja, o incluso de amar y
ser amado. De hecho, se intenta demostrar que no es que el excluido haya hecho la vida
imposible al otro en concreto, sino que habría perjudicado a cualquier pareja. Por lo general,
Contra la propia pareja. Estas acusaciones tienen como objetivo intentar sacar a flote la
causa de los conflictos. Como se trata de aspectos que hasta ahora habían pasado, es preciso
hacer un esfuerzo y destapar el tarro de las maldades del otro, lo que a veces obliga incluye
decir, atacar el punto nuclear básico que son los menores y que van a producir la exclusión
completa.
Existen tres tipos de alienadores según los intereses o móviles que llevan a la alienación, y
dos tipos de alienadores según la manera o forma en que alienan. Según los intereses que
Alienadores cuyo interés es básicamente monetario, que llegan a negociar las visitas
permanecer en el grado leve o moderado de SAP pues le basta con conseguir los
separación: actúan por odio, por sed de venganza, etc. Lo que pretenden es que el
otro progenitor fracase, que se hunda, de modo que son muy destructivos. Su
intención no es hacer daño sólo a través de los hijos, sino en todos los ámbitos.
Alienadores cuyo interés o móvil está en la propia patología sus prejuicios. Son
alienadores que no tienen móvil ni motivo, sencillamente piensan que así debe ser
según sus creencias acerca de con quién deben estar y por deben ser cuidados los
hijos.
Por otra parte, según la forma de programar a los niños que tienen los alienadores, podemos hacer
la siguiente división:
víctimas. Los hijos cuyo alienador es de este tipo se convierten en protectores de ese
progenitor. Dichos niños intentan ser responsables de sus padres, cosa que puede generarles
escolar.
Alienadores autoritarios, que se sirven de una conducta enfadó o rabia. Los hijos de estos
alienadores que programan a través de generación del temor, se convierten en niños muy
Es un dilema emocional del niño que siente que debe elegir entre el afecto hacia su madre
y el afecto hacia su padre, como si ambos afectos fueran incompatibles. Los principales
Resistencias del niño en los intercambios de las visitas. En ocasiones el niño puede
El niño alienado ha vivido una etapa en la que ha cambiado de forma abrupta de campo
Los efectos de este tipo de programación mental son básicamente tres y podemos observarlos
Dependencia emocional, que en los niños más pequeños puede cursar en ansiedad por
separación hacia el progenitor alienador. Con o sin ansiedad por separación, la dependencia
creérselos. El niño alienado es capaz de confundirse con lo que le explica el alienador, e incluso llegar a creer que
ha estado en lugares que nunca visitado o ha visto cosas que realmente nunca
ha conocido.
Fobia, en el caso del SAP severo, no sólo hacia el progenitor excluido sino hacia todo lo que
directa o indirectamente tenga que ver o proceda de éste, sea esto realmente así o producto de
la imaginación del niño. El niño se vuelve especialmente quisquilloso o maniaco con objetos,
colores y lugares, por no mencionar personas, que tengan que ver con los gustos, preferencias
o amistades del excluido. El rechazo es radical y sin opción a la reflexión, pero es extraño que
el niño verbalice la razón y, si lo hace, es con cierto cinismo y en compañía del alienador: Qué
asco, las manzanas, le encantaban a mi padre, Que pueblo más asqueroso, donde nació mi
madre, No me gusta la gente de pelo rubio, como mi padre, que era muy feo
Problemas de conducta o agresividad. Es fácil can indicios de depresión infantil, que muchos
niños, se manifiesta con conductas agresivas, del diagnóstico debe considerar esta
característica.
Somatización. Puede tener enuresis incontinencia de orina en la cama cuando ya no tiene edad
para sufrí problemas de tipo digestivo, vómitos, diarreas o problemas óseos, en los excluido
Crisis de ansiedad acompañada de crisis existencial. Los niños con SAP pueden tener conflictos
para definir su identidad. Les cuesta tomar decisiones, se sienten confundidos consigo mismos, tienen
sentimientos de culpabilidad si han sido capaces de hacer una relectura del pasado y