Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Dios ha puesto dentro de cada uno de nosotros un enorme valor, un enorme significado y
una gran importancia.
Lo importante es su actitud, su forma de pensar y su dialogo interior.
Eres la sal de la vida, has sido creada para dar acento y sabor al mundo que te rodea.
No sólo marcas la diferencia en tus relaciones personales sino que tienes una enorme
influencia en el trabajo.
Puedes superar las decepciones, las palabras negativas y las situaciones injustas siempre
que no pierdas de vista tu propio valor.
¿Para qué esforzarme? Jamás saldré de esta situación. Nunca alcanzaré mis sueños. Pero no
creas esas mentiras. Has sido elegida por Dios. Cuando experimentas reveces o cuando
alguien te abandona, recuerda que Dios está actuando tras bambalinas.
Aprende a felicitarte.
Valórate como Dios te valora.
Tu vida va pintando un cuadro.
Llenaré mi caja de recuerdos de cosas buenas, reconociendo mi importancia, viviendo mi vida con
mentalidad de triunfadora. No me aferraré a los errores del pasado ni permitiré que me impidan ser
aquello para lo que fui creada.. No esperaré a que otros me feliciten, me centraré en mis buenas
cualidades y me felicitaré. Me doy cuenta de que he sido elegida por Dios. Viviré con confianza,
consciente de que soy valiosa y de que tengo algo magnífico que ofrecer. Reconozco que todo lo
que hago produce una semilla y continúa viviendo. Daré lo mejor de mí cada día y plantaré semillas
de bendiciones y amor para mis hijos y para las generaciones futuras.
Creo que Dios me hizo exactamente como quería que fuera y me dotó de todo lo que necesito para
vivir una vida plena y abundante. Cuando las cosas parezcan imposibles y no vea la salida,
mantendré una actitud positiva de esperanza, consciente de que las manos de Dios nunca están
atadas.
Seguiré esforzándome, seguiré creciendo y seguiré aprendiendo sin permitir que el miedo me
detenga. Aprovecharé todo lo que Dios ha puesto en mí. No me dedicaré a pensar en mis
decepciones y errores del pasado. Me centraré en las cosas buenas que Dios ha hecho en mi vida,
reviviendo mis victorias y recordando mis logros. Me mantendré enfocada y decidida sabiendo que
días tras día me fortalezco y adquiero más confianza. Reconozco que Dios me ve como una
triunfadora. Ya me ha destinado a triunfar y mis mayores victorias están en mi futuro. No me dejaré
desanimar por los inconvenientes, los fracasos o las demoras. Sé que Dios tiene el control. Está
trabajando en mi vida y terminará todo lo que ha iniciado. Ama tu vida.
Tenemos que estar dispuestos a dejar algo para acoger otra cosa mejor.
La opción de Dios.
Te animo desde ya a que estés dispuesta a ver más allá de donde te encuentras en este
momento y a que te abras a lo que Dios puede hacer en tu vida.
Si te aferras al pasado o a las viejas formas de pensar, estarás cayendo en la trampa diseñada
para impedirte cumplir tu destino.
Siempre está la opción de Dios. Recuerda, la vida tiene sus momentos. Hay un momento
para llorar una pérdida, pero también hay un momento para esforzarse por alcanzar las
nuevas cosas que Dios quiere hacer.
Va a ser emocionante ver cómo Dios convierte esto en algo bueno. Me sorprende cómo
Abraham dejó atrás algo bueno previendo algo mejor.
La clave está en buscar el potencial y abrirte a lo positivo.
Si estás pensando, Mi vida hubiera sido distinta si hubiera tenido esto o si hubiera ocurrido
aquello, deja a un lado esos pensamientos. Olvídate de los si hubiera. No caigas en la
trampa.
Dar cabida a tus relaciones.
Recuerda que Dios nunca te dejará sola; eres demasiado importante para Él.
Me mantendré flexible y abierta al cambio para acoger las cosas nuevas que Dios tiene reservadas
para mí. Procuraré ver más allá de donde estoy ahora, para encontrar nuevas posibilidades, estaré
abierta a las nuevas ideas y esperaré grandes cosas en mi futuro. No viviré mi vida lamentándome.
A partir de hoy tomaré la decisión de abandonar las palabras si hubiera y todo aquello que me aparte
de lo mejor de Dios. Acepto que aunque los retos y las dificultades parecen estar en mi contra, si
mantengo mi fe, en último término redundarán en beneficios para mí.
Capítulo 4. Mantener la perspectiva correcta.
Los pensamientos negativos hacen que los problemas pequeños se agranden fuera de toda
proporción.
La diferencia en quienes pueden sobreponerse a la adversidad y los que se quedan
estancados en ella es su actitud.
Cuando se amplifica algo, no cambia realmente el tamaño del objeto, sólo cambia la
perspectiva desde la que se ve.
No hay que añorar el pasado. El presente se convertirá pronto en el pasado, por lo tanto
¡más vale que cuente!
Tenemos que abarcar todo el panorama para no perdernos de la belleza del momento.
Evitar los pensamientos exagerados.
¿Con cuánta frecuencia dejamos de hacer cosas porque pensamos que son más difíciles de
lo que son realmente?
No todo tiene que ser perfecto antes de que podamos disfrutar la vida.
Capítulo 5.
Aprovechar al máximo lo que tenemos.35