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El Acta de Talara y el escándalo de la página 11[editar]

Al asumir la presidencia Belaúnde ofreció resolver el problema de La Brea y Pariñas en 90 días. Este era un pleito vergonzoso para la nación y que tenía ya varias
décadas sin resolverse; consistía en que la compañía norteamericana International Petroleum Company (IPC) venía explotando ilegalmente los yacimientos
petrolíferos de La Brea y Pariñas, situados en el norte del Perú, sin aportar al fisco el monto adeudado, que se había venido acumulando al pasar los años.

Belaúnde envió al Congreso un proyecto para declarar nulos los llamados Acuerdo, Convenio y Laudo de París (firmados en tiempos de Augusto B. Leguía y que
favorecían a la IPC) y solicitó que los campos de La Brea y Pariñas pasaran a poder de la Empresa Petrolera Fiscal (entidad estatal). El Congreso dio la Ley Nº
14.696, que declaraba nulo el Laudo, pero no se pronunció sobre el segundo punto. El Poder Ejecutivo promulgó la ley el 4 de noviembre de 1963, quedando
autorizado para buscar una solución al viejo problema.

En julio de 1968, ante las presiones de los grupos de poder económico, se iniciaron tratos con la IPC en Palacio de Gobierno. El 13 de agosto se firmó el Acta de
Talara por el cual todos los campos petroleros pasaban a poder de la Empresa Petrolera Fiscal (EPF), mientras que la IPC conservaba la refinería de Talara, el
sistema de distribución nacional del combustible y las llamadas Concesiones Lima. La IPC se obligaba a comprar todo el petróleo que la EPF le quisiera vender, para
procesarla en su obsoleta refinería de Talara.

El Acta fue firmada por el presidente Belaúnde, por el Presidente del Senado Carlos Manuel Cox, por el Presidente de la Cámara de Diputados Andrés Townsend
Ezcurra y por los altos funcionarios de la IPC. Toda la prensa se hizo eco de este suceso y publicaron en primera plana el fin del "Problema de la Brea y Pariñas",
contentando así a la opinión pública.

Sin embargo, la opinión pública cambió cuando un sector de la prensa (la revista Oiga) dio a conocer las condiciones que había impuesto la IPC para la firma del
Acta. El momento cumbre del escándalo llegó cuando el renunciante presidente de la EPF, ingeniero Carlos Loret de Mola, denunció que faltaba una página en el
contrato de precios de petróleo crudo entre la EPF y la IPC (10 de setiembre de 1968). Esa fue la famosa "Página Once" que sirvió de pretexto para que un grupo de
oficiales del ejército dieran un golpe de estado menos de un mes después, acusando al gobierno de “entreguismo”.

Sobre la "página once" se ha escrito mucho en el Perú. Algunos le atribuyeron una gran importancia pues, al parecer, contenía valiosa información sobre costos;
otros adujeron que sólo era una página en blanco y hubo incluso algunos que negaron su existencia.

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