¿Quién fue San Antonio exactamente?

San Antonio, o San Antonio Abad, es patrón de los imposibles, y su vida tiene
mucho que ver con ésta circunstancia. San Antonio fue uno de los mayores
representantes de la vida recta y santa en tiempos de la primera cristiandad, unos
doscientos años después de la muerte de Jesús.

En su camino para difundir las enseñanzas de Jesús, definidas en el Evangelio,

San Antonio fue tentado numerosas veces por el demonio pero respondió ante
todas ellas, como se esperaba de un buen cristiano.

Incluso ante la inanición y la muerte por deshidratación en el desierto, consiguió

mantenerse fiel a las enseñanzas de Jesús.

En su vida obtuvo muchos seguidores al extenderse su fama de santo. De allí, el

surgimiento de varias órdenes de monjes en la Edad Media, por lo que siempre se
asociará a San Antonio como el fundador de la imagen clásica del monje ermitaño.

También San Antonio es considerado patrón de los animales, puesto que en

su vida estuvo acompañado del cuervo y en el entierro de San Jerónimo fue
asistido por leones y otros animales. A veces se conoce la forma de San Antonio
patrón de los animales con el nombre de San Antón.

Resulta imposible de creer que San Antonio por medio de su fe, lograra sortear
todas las tentaciones que el demonio colocó en su camino y cuesta aceptar que
un león, depredador nato, ayudara a un ser humano a dar sepultura a otro, pero
esa es la historia de San Antonio.

Cabe destacar que en el santoral cristiano se pueden encontrar otras figuras

con el nombre de Antonio, como San Antonio de Padua, San Antonio María
Zaccaria y San Antonio de Santa Ana Galvao, primer santo de Brasil.

En los países de tradición cristiana, se celebran numerosas festividades que

honran la existencia de este santo y buscan invocar su protección. Es un culto
importado desde España a los países de Latinoamérica, y suelen involucrar
animales en los festejos, con bendiciones, oraciones, penitencias y peregrinajes.

¿En qué consiste la oración a San Antonio

para el amor?
La plegaria de San Antonio para el amor se centra en invocar el poder de Dios
para lograr aquello que parece irrealizable. Se suele emplear para abogar por
los amores que tienen una gran oposición en las familias.
También se aconseja para pedir por amores separados por grandes distancias,
cuando el entorno pareciera conspirar en contra y en los casos en que recuperar a
un amor parece imposible.