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LA TEOLOGIA CARISMÁTICA DE SAN LUCAS: SÍNTESIS Y DESAFIO

1. RESUMEN DEL TEXTO

Lucas es más que el historiador de la época del Nuevo Testamento; también es teólogo
por derecho propio. Los temas de la salvación y la actividad carismática del Espíritu
Santo dominan Lucas-Hechos.

En Lucas, la difundida actividad del Espíritu Santo tiene su clímax en el descenso del
Espíritu Santo sobre Jesús en su bautismo por Juan (Lucas 3:21-22); En Hechos la
narrativa se enfoca en el don del Espíritu a los discípulos en el día de Pentecostés
(Hechos 2:4). Ambas narrativas más adelante subrayan que el don del Espíritu Santo
cumple la profecía. En Jesús se cumple el oráculo del profeta Isaías: “Hoy se ha
cumplido esta Escritura delante de vosotros (Lucas 4:21)”. En Pentecostés cumple el
oráculo de Joel: “Mas esto es lo dicho por el profeta Joel (Hechos 2:16)”.

Según informa Lucas, Jesús está lleno del Espíritu Santo, es guiado por el Espíritu y
ministra en el poder del Espíritu (Lucas 4:1,14). Después de llegar a ser el ungido del
Señor o el único portador del Espíritu en su bautismo, Jesús se convierte
 en el dador
del Espíritu a los discípulos el día de Pentecostés. Esa transferencia del Espíritu del
Señor resucitado y exaltado a sus discípulos es sorprendentemente similar a la
transferencia del Espíritu de Moisés a los ancianos. En los dos casos hay una
transferencia del Espíritu de un individuo
 a
 un
 grupo. 
 Además, en ambos

casos 
 la transferencia
 del Espíritu resulta en un torrente de profecía. Esa
transferencia del Espíritu a los discípulos el día
 de
 Pentecostés cumple en

potencia el deseo
 de Moisés de que todo el pueblo de Dios sean profetas, pues con
el don del 
 Espíritu 
 a los discípulos 
 ha surgido la era de la función profética de
todos los creyentes. El énfasis 
 repetido 
 de 
 Lucas 
 en 
 "ver"
 y 
 "oír"

demuestra el predominio
 del motivo 
 de 
 la 
 señal
 para 
 su 
 teología
 del

 Espíritu 
 Santo. En su terminología, los fenómenos visibles 
 o 
 audibles 
 "dan


 testimonio"
 del 
 don
 del 
 Espíritu. (Hechos 2:33)

En la época del Antiguo Testamento, y aun en la era del
 evangelio, la actividad del
Espíritu se limita
 a 
 líderes 
 escogidos.
 Desde Pentecostés en adelante, sin
embargo, el don
 vocacional 
 del Espíritu es potencialmente 
 universal. Las
narrativas de Lucas de Samaria, Cornelio y Éfeso ilustran el carácter universal del don
vocacional del Espíritu.

El don del Espíritu siempre resulta en
 misión.
 Ya que Lucas 
 describe 
 el 
 don

 del Espíritu
 a 
 los 
 samaritanos, a
 la
 casa
 de
 Cornelio
 y 
 a 
 los 

efesios
 en términos parecidos, el resultado
 vocacional es implícito
 aquí 

también.
 Aunque podamos buscar 
 en
 vano 
 en los
 escritos de Lucas

directivas para la llamada experiencia cristiana normativa,
 sí encontramos un modelo
invariable para el
 don del Espíritu en
 la 
 historia que
 se desarrolla
 de
 la

inauguración y extensión
 del evangelio: 
 el don
 del
 Espíritu siempre precede

a 
 la
 misión 
 o 
 la
 vocación y las lleva a cabo.
 Hasta 
 el 
 punto
 que 

Lucas
 lo
 menciona
 de
 manera
 explícita
 el don 
 carismático del
 Espíritu

 Santo
 en 
 Lucas‐Hechos
 es
 siempre
 un
 fenómeno
 experimental.
Despreciar
 la
 dimensión
 experimental 
 del 
 don 
 del Espíritu 
 es, 
 en 


la 
 terminología de
 Pablo, apagar 
 al Espíritu
 (1
 Tesalonicenses 5:19).

El testimonio del Evangelio según San Lucas es que mediante
 la capacitación 
 del
Espíritu
 Santo
 Jesús
 fue
 un 
 carismático.
 De
 un
 modo
 parecido, el
testimonio de Hechos de 
 los 
 Apóstoles
 es
 que
 los 
 discípulos
 fueron


una
 comunidad carismática.


La
 iglesia
 contemporánea 
 está 
 actualmente
 en 
 un punto muerto
 en 



lo concerniente a la doctrina del Espíritu Santo. Los Anti‐carismáticos deben reconocer
que Lucas enseña principalmente una teología carismática, y que esa es una
experiencia 
 válida para
 la iglesia
 contemporánea. Por 
 otra 
 parte, los
pentecostales
 y
 carismáticos deben
 recordar que
 el 
 don 
 del
 Espíritu


no
 es sólo 
 una bendición
 espiritual; es
 una responsabilidad.

La 
 literatura revela tres dimensiones principales de la actividad del Espíritu Santo: 1)


salvación, 2) santificación, y 3) servicio. Esas dimensiones son interdependientes y
complementarias. Sin embargo, en el desarrollo de la teología protestante, la tradición
reformada ha subrayado la actividad del Espíritu en iniciación‐conversión, la tradición
wesleyana posteriormente ha recalcado la actividad del Espíritu en santidad o
santificación, y la tradición pentecostal por fin ha hecho hincapié en la actividad
carismática del Espíritu en adoración y servicio.

2. EL TEXTO Y EL LECTOR

A. ¿Encuentra deficiencias en el texto? ¿Cuáles son?

No se encuentran deficiencias en el texto

B. ¿Tiene opiniones diferentes a las afirmaciones que hace el autor? ¿Cuáles? ¿Por
qué?

El autor hace la siguiente afirmación: “La
 iglesia
 contemporánea 
está 
actualmente


en 
un punto muerto
 en 
lo concerniente a la doctrina del Espíritu Santo”. Agrega:
“la sospecha, la hostilidad y la intolerancia caracterizan la relación entre los que tienen
puntos de vista opuestos sobre la validez de la experiencia carismática para hoy”.

Mi opinión:

En los grupos protestantes (de postura reformada), que por lo general tienen un punto
de vista opuesto al punto carismático de la obra del Espíritu, se tiene un gran respeto y
celo por defender la obra del Espíritu. Si existen diferencias en este tema, es debido al
profundo respeto por la doctrina concerniente al Espíritu Santo. Entonces no creo que
la iglesia de hoy esté en un punto muerto en cuanto a la doctrina del Espíritu y que las
palabras correctas sean hostilidad y sospecha en los grupos con un punto de vista
opuesto al carismático.

C. ¿Para qué y cómo usaría usted el texto en su trabajo en la iglesia y la sociedad en


general? Es decir en los contextos en los cuales participa regularmente.

Para el trabajo en nuestra congregación de carácter pentecostal, es de vital


importancia trasmitir con firmeza las doctrinas características del pentecostalismo
como lo es la obra del Espíritu. El propósito al usar lo aprendido en el texto es pasar la
antorcha a las siguientes generaciones de líderes, que puedan comprender el
empoderamiento que es otorgado por medio de la experiencia pentecostal del
bautismo del Espíritu Santo; proporcionando bases doctrinales para dicha experiencia.

D. ¿Cuáles elementos o aspectos de este texto aportan a una mejor comprensión


del tema del presente curso?

El aspecto más relevante que nos presenta el doctor Roger Stronstad en su teología
Carismática de Lucas, es la tesis que el don del Espíritu era vocacional en lugar de
soteriológico. Argumentando de manera extraordinaria acerca de ver a Lucas no
solamente como historiador sino también como Teólogo, lo que constituye la base
doctrinal para el pentecostalismo.

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