Está en la página 1de 5

Objetivo General:

Conocer las bases filosóficas sobre las cuales se origina el racionalismo, sus
características, aspectos importantes para argumentarlo con criterios más sólidos
y objetivos a través de la investigación en diversas fuentes de información.

Introducción:
Pertenecemos a un mundo complejo, quizás demasiado complejo para la vida tan
simple de quienes lo habitamos, en donde predominan varias filosofías que se
argumentan bajo un contexto extenso y profundo. Una de estas corrientes
filosóficas es el racionalismo que trata de propugnar la supremacía de la razón
sobre el conocimiento sensible, por ello es importante reflexionar acerca de este
tema ya que hace énfasis a la lógica, que como sabemos está inmersa en varias
disciplinas científicas, analíticas, exactas, entre otras.

El contenido del ensayo trata de enmarcar las bases filosóficas de donde se


originó el racionalismo, haciendo hincapié a las diferentes argumentaciones
enunciadas por el filósofo y científico francés del siglo XVII René Descartés, quien
creía que la geometría representaba el ideal de todas las ciencias y también de la
filosofía. Además de ello se mantendrá un enfoque de reflexión entre el
racionalismo y el empirismo que acentúan pensamientos de los cuales se podría
decir van de la mano el uno del otro.

En lo que respecta a limitaciones en la realización de dicho trabajo se podría decir


que la mayoría de las fuentes de información son similares y no prestan
variaciones significativas en su contenido. Así mismo sobresaliendo la presencia
de René Descartés en el Racionalismo el cual consideraremos como autor
principal del tema en cuestión, que por así decirlo es muy complejo para tratarlo
superficialmente.
Desarrollo:
El Racionalismo (del latín, ratio, razón) es una corriente filosófica que apareció en
Francia en el siglo XVII, formulada por René Descartes que se opone al empirismo
y que es el sistema de pensamiento que acentúa el papel de la razón en la
adquisición del conocimiento, en contraste con el empirismo, que resalta el papel
de la experiencia sobre todo el sentido de la percepción.

El racionalismo junto con el empirismo constituye la filosofía del siglo XVII en


Europa. En ambos movimientos la razón es sinónimo de objetividad, imparcialidad
e inteligibilidad. Pero en el racionalismo la razón es matemática, se desarrolla en
un plano teórico, mientras que en el empirismo se da una razón empírica, que se
desarrolla en un plano práctico. Los grandes temas del Racionalismo son: Dios,
alma y mundo.

El racionalismo ha aparecido de distintas formas desde las primeras etapas de la


filosofía occidental, pero se identifica ante todo con la tradición que proviene del
filósofo y científico francés del siglo XVII René Descartes, quien creía que sólo por
medio de la razón se podían descubrir ciertas verdades universales, evidentes en
sí, de las que es posible deducir el resto de contenidos de la filosofía y de las
ciencias. Manifestaba que estas verdades evidentes en sí eran innatas, no
derivadas de la experiencia. Este tipo de racionalismo fue desarrollado por otros
filósofos europeos, como el holandés Bruch Spinoza y el pensador y matemático
alemán Gottfried Wilhelm Leibniz. Se opusieron a ella los empiristas británicos,
como John Locke y David Hume, que creían que todas las ideas procedían de los
sentidos.

Dentro del racionalismo predominan cinco características; la plena confianza en la


razón humana la cual daba un valor extremo a la razón como la única facultad
susceptible de alcanzar la verdad, oponiéndose ante ella en la Edad Media entre
razón y fe o entre filosofía y religión, es sustituida ahora por la contraposición
entre las verdades racionales frente a los engaños o ilusiones de los sentidos.
Por otro lado se encuentra la existencia de ideas innatas quien se sugería que el
conocimiento verdadero podía ser alcanzado a través del recuerdo, al estar las
ideas de algún modo presentes en el alma humana, contrario a ello los
racionalistas afirman que la conciencia posee ciertos contenidos o ideas en las
que se encuentra asentada la verdad. La mente humana no es un receptáculo
vacío, ni una "tabla rasa" como defendieron los empiristas, sino que posee
naturalmente un número determinado de ideas innatas o naturalezas simples
(como las denomina Descartes) a partir de las cuales se vertebra y fundamenta
deductivamente todo el edificio del conocimiento. La característica fundamental de
tales ideas es su simplicidad, claridad y distinción, es decir, la evidencia. En
Descartes las ideas innatas y en particular la idea de Dios garantizan y son los
pilares desde los que reconstruir con plena certeza todos los saberes, desde la
física hasta la metafísica.

La adopción de un método de carácter matemático y geométrico que los


racionalistas tomaron como modelo enunciando que dicha hay utilidad del método
estriba no sólo en escapar del error, sino que persigue una intención clara: la
unificación de las ciencias e incluso la creación de una ciencia cierta de carácter
universal que pudiera utilizar un lenguaje simbólico matemático con el que analizar
y reducir a lo simple toda proposición compleja de la ciencia.

La Metafísica basada en la idea de substancia y al cual Aristóteles divide a tres


únicos fundamentos: substancia, atributos (esencia o naturaleza de la substancia)
y modos (cualificaciones, afecciones y variaciones de la substancia). Por
substancia entienden los racionalistas "aquello que existe de tal manera que no
necesita de ninguna otra cosa para existir" (Descartes). Ahora bien, no todos estos
filósofos admitieron el mismo número de ellas ni le otorgaron las mismas
características.

El mecanicismo aunque no fue adoptado por todos los racionalistas fue el


paradigma científico predilecto para la mayoría de ellos. Según éste, el mundo es
concebido como una máquina, despojada de toda finalidad o causalidad que vaya
más allá de la pura eficiencia: todo se explica por choques de materia en el
espacio y no existen fuerzas ocultas o acciones a distancia.

Ejemplo:

"el fuego está a una alta temperatura y eso deteriora la piel, ya que el tejido no
soporta esa temperatura".
Conclusión:

Mientras que el Racionalismo se lleva a cabo por una idea determinada, por una
idea de conocimiento, el Empirismo parte de hechos concretos para justificar su
posición acude a la evolución del pensamiento y del conocimiento humano.
Aunque de todo esto podemos concluir que Cualquier experimentación u
observación de las ciencias empíricas (ciencias suaves) requieren de los
elementos lógicos y conceptuales de las ciencias formales (ciencias duras) para
su demostración y la una no excluye a la otra. La adecuada integración de las dos
disciplinas es lo que nos ha permitido construir ese sistema que llamamos ciencia.

Bibliografía:
González, J. H., & González, S. S. (12 de enero de 2010). Racionalismo: La
Filosofía de Descartés. Duererías, 3,4,11,12. Obtenido de
http://guindo.pntic.mec.es/ssag0007/filosofica/Descartes.pdf

González, S. (05 de noviembre de 2015). Wikipedia. Obtenido de


https://es.wikipedia.org/wiki/Racionalismo

Hernán Pérez. (23 de marzo de 2009). IES HPP. Obtenido de


http://departamentos.ieshernanperezdelpulgar.eu/departamentos/filosofia/ce
cilio/moderna/UD_04_TEMA_02_Racionalismo_Descartes.pdf

Muñoz, C. (09 de febrero de 2010). Universidad Complutense de Madrid. Obtenido


de
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/pslogica/filosofia/Racionalismo%20
y%20Empirismo.pdf

También podría gustarte