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Historia de la locura en la época clásica (título original en francés: Folie et déraison.

Histoire de la folie à l'âge classique) es un voluminoso ensayo considerado la primera gran


obra del filósofo francés Michel Foucault. Aborda la visión de la sociedad occidental sobre la
locura en diferentes etapas: el renacimiento, la edad clásica (siglos de la Ilustración, finales del
XVI y casi la totalidad del XVIII), y la experiencia más contemporánea. Fue publicado por
primera vez en 1961.12

Índice

 1Temas principales de la obra


o 1.1Una exclusión en remplazo de otra
o 1.2La internación de los locos, los herejes, los delincuentes y libertinos
o 1.3Enfermedad del alma
 2Referencias

Temas principales de la obra[editar]


Una exclusión en remplazo de otra[editar]
Foucault comienza con un análisis de la Edad Media, señalando en particular cómo
los leprosos fueron conducidos fuera de la compañía de los sanos. Existían tal vez 19 000
colonias de leprosos en toda la cristiandad, esta precisión se basa en Mateo de París. Se
plantea el problema de quién se convertirá en el leproso, una vez que la lepra haya
desaparecido: "[...] se mantienen las mismas estructuras. En los mismos lugares a menudo la
exclusión se repetiría, extrañamente similares dos o tres siglos más tarde". A partir de ahí,
Foucault traza la evolución de la historia sobre la idea occidental de la enfermedad mental
desde el siglo XV, donde el loco era considerado como portador de cierta sabiduría, hasta el
momento en que tanto el loco, como el delincuente y todos los marginados de la sociedad van
a ocupar ese espacio dejado por los leprosos, de apestados sociales, llevando al aumento de
las prisiones en la Francia del siglo XVII. Ejemplo de ello es el dictado de un decreto en 1656
para la construcción de un "Hospital General", que serviría como lugar de internamiento no
solo para los tontos, sino también para los pobres y los delincuentes. El lugar será a la vez
centro de represión de lo considerado por la racionalidad como irracional, y que no tiene
cabida en el mundo planteado por el pensamiento racionalista de la Ilustración.3

La internación de los locos, los herejes, los delincuentes y


libertinos[editar]
Existían muchos lugares reservados sólo para los "tontos" como el Hotel Dieu que acogía
solamente los locos, o el Londres Bethlem donde aceptaban una única serie de "locos".
Cuando se internaban tan solo los "locos", es de hecho una prueba de que al menos se
realizaba una determinación médica, lo cual no es el caso de lo que ocurría en otros lugares.
Por otra parte, Foucault sugiere que la confusión que vemos en el internamiento es una visión
que no es "justa", ya que se refiere a la época clásica desde una mirada contemporánea, y es
por lo tanto más entender no un error de la edad clásica, sino una exclusión "experiencia
perfecta", "señales positivas", "conciencia positiva."
Yendo más lejos, Foucault señala que los refugios reservados para los tontos no son nuevos
en la época clásica. La novedad que presenta este tiempo, esos son los lugares que mezclan
loco y otros, la caridad y la represión. De hecho, Foucault afirma la existencia de hospitales
dedicados a la locura: en Fez, en el siglo VII, en Bagdad en el siglo XII, y El Cairo en el siglo
siguiente.4

Enfermedad del alma[editar]


Por último, la locura fue reconocida como una enfermedad del alma, y con Freud, como una
enfermedad mental. Foucault presta gran atención a la manera en que el estatus de un loco
pasa de ser de aceptado si no reconocido en el orden social, al de un excluido, confinado y
encerrado dentro de cuatro paredes.
Foucault examina las diferentes formas y los intentos para tratar los locos, sobre todo la obra
de Philippe Pinel y Samuel Tuke. Muestra claramente los tratamientos aplicados por estos dos
hombres no menos autoritarios que sus predecesores. El asilo y los métodos de Tuke
consistían principalmente en el castigo de los individuos reconocidos como "locos" hasta que
aprendieran a actuar con normalidad, lo que condujo a que se comportasen de manera sumisa
y se ajustaran a las normas aceptadas. Del mismo modo, el tratamiento del "loco" por Pinel
parece haber sido una versión extendida de la terapia de aversión, donde incluía los
tratamientos como la ducha de hielo y el uso de las camisas de fuerza. Para Foucault, este
tipo de tratamiento sólo consistía en brutalizar al paciente repetidamente hasta que quedara
integrado en la estructura del juicio y el castigo.5

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