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UNIVERSIDAD

ANDRES BELLO
FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS BIOLÓGICAS

MATERIAL DE APOYO SOBRE TEMAS DE BIOLOGÍA


CELULAR PARA CURSOS DE FISIOLOGÍA
INSTRUCCIONES

El material que se le está entregando es solo una guía de algunos conceptos de Biología
Celular necesarios para afrontar sus cursos de Fisiología de mejor forma. Es importante destacar
que este material es una reseña muy superficial de los conceptos que usted debe manejar, si usted
no domina a cabalidad los temas expuestos en este documento es indispensable que repase y
profundice la materia utilizando como apoyo los libros recomendados a continuación:

• Alberts, Bray, Johnson, Lewis, Raff, Roberts y Walter, (2011). Introducción a la Biología
Celular. Barcelona, Ediciones Omega.

• Alberts, Johnson, Lewis, Raff, Roberts and Walter. Quinta Edición, (2010). Biología
Molecular de la Célula. Barcelona, Ediciones Omega.

TEMARIO

1. Estructura de la Membrana Celular



2. Permeabilidad de Membranas Celulares

3. Transporte a través de la Membrana

4. Osmosis

5. Cascada de Señalización Intracelular

6. Bioenergética

1. ESTRUCTURA DE LAS MEMBRANAS CELULARES (Capitulo 11, Alberts. Introducción a la


Biología Celular)

Las funciones que cumplen las membranas celulares están en directa relación a su estructura,
es así como la membrana plasmática tiene principalmente tres funciones:

• Aísla selectivamente al citoplasma del ambiente exterior.


• Regula el flujo de materiales hacia fuera y hacia adentro de la célula
• Permite la comunicación con otras células.

Figura 1: Estructura de la Membrana Plasmática.



La membrana plasmática está compuesta por: (Figura 1)
- Bicapa lipídica: conformada por fosfolípidos
- Proteínas integrales: embebidas directamente dentro de la bicapa lipídica.
- Proteínas periféricas: están asociadas con la membrana indirectamente, generalmente a
través de interacciones con las proteínas integrales de membrana.
- Colesterol: desempeña un papel importante en la determinación de la fluidez de la
membrana.

Tanto los lípidos como las proteínas pueden tener carbohidratos unidos, conformando los
glicolípidos y las glicoproteínas respectivamente. Los carbohidratos siempre se exponen hacia el
medio extracelular formando lo que se conoce como glucocáliz. Sus principales funciones son
proteger y lubricar además de permitir el reconocimiento célula-célula.



2. PERMEABILIDAD DE LA MEMBRANA (Capitulo 12, Alberts. Introducción a la Biología
Celular)

La permeabilidad de la membrana se entiende como la mayor o menor facilidad que


tienen las moléculas para atravesarla. Esto depende principalmente de la carga eléctrica y, en
menor medida, de la masa molar de la molécula. Moléculas pequeñas o con carga eléctrica neutra
pasan la membrana más fácilmente que moléculas grandes y elementos cargados eléctricamente.
Además, la membrana es selectiva, lo que significa que permite la entrada de unas moléculas y
restringe la de otras. La permeabilidad selectiva permite a la célula controlar y mantener su
composición interna.

The Cell: A Molecular Approach. 2nd edition.Cooper GM.

Figura 2: Difusión a través de la Membrana

La bicapa lipídica, debido a su interior hidrofóbico, actúa como una barrera altamente
impermeable a la mayoría de moléculas polares, impidiendo que la mayor parte del contenido
hidrosoluble de la célula salga de ella (Figura 2). Pero por esta misma razón, las células han tenido
que desarrollar sistemas especiales para el transporte de moléculas polares a través de sus
membranas.

3. TRANSPORTE A TRAVÉS DE LA MEMBRANA (Capitulo 12, Alberts. Introducción a la


Biología Celular)

Para entender cómo se lleva a cabo el transporte a través de las membranas, antes vamos
a definir algunos conceptos:

Soluto: componente o molécula que se encuentra disuelto en un solvente.


Gradiente de concentración: diferencia de concentración de moléculas entre la región externa y la
región interna de la membrana.
Gradiente electroquímico: es la fuerza neta que impulsa un soluto cargado a través de la
membrana. Es la resultante de dos fuerzas, una debida al gradiente de concentración y la otra
debida a la diferencia de potencial eléctrico que hay entre ambos lados de la membrana (voltaje
de membrana) siendo relativamente negativo en la cara citoplasmática y positivo en la cara
externa de la membrana.

Como ya hemos explicado la membrana se comporta como una barrera que permite el
paso de moléculas selectivamente. Entendiendo esto, los tipos de transporte a través de la
membrana se pueden dividir según el mecanismo utilizado para este transporte y si el traslado de
la molécula requiere de gasto de energía o no. De esta forma tenemos los siguientes tipos de
transporte (Figura 3):


Figure 16-4 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 3: Mecanismos y tipos de transporte a través de la membrana.

DIFUSION SIMPLE: Paso de un soluto a través de la membrana desde una zona de alta
concentración de solutos hacia una zona de baja concentración de solutos.

DIFUSION FACILITADA (TRANSPORTE PASIVO): Transporte de un soluto a través de la membrana
a favor de su gradiente de concentración o su gradiente electroquímico, usando la energía
almacenada en el gradiente, a través de una proteína integral de membrana que reciben el
nombre de transportador o de canal iónico dependiendo del mecanismo que utilizan para hacer el
transporte.
Las proteínas transportadoras se unen a un soluto en una cara de la membrana y lo
liberan en la otra cara, a través de un proceso mediado por un cambio en la conformación de la
proteína transportadora. Los solutos transportados de esta forma pueden ser pequeñas moléculas
orgánicas o iones inorgánicos.
En contraste, las proteínas de canal forman minúsculos poros hidrofílicos en la membrana
a través de los que los solutos pueden pasar por difusión. La mayoría de las proteínas de canal sólo
permiten el paso de iones inorgánicos, por lo que reciben el nombre de canales iónicos.


TRANSPORTE ACTIVO: Movimiento de moléculas o iones que cruzan una membrana en contra de
su gradiente de concentración o su gradiente electroquímico, usando la energía proporcionada
por otra reacción acoplada, a través de una proteína integral de membrana (cotransportador o
bomba). En este tipo de transporte encontramos:
• El TRANSPORTE ACTIVO PRIMARIO: la reacción acoplada que aporta la energía necesaria
para transportar la molécula en contra de su gradiente de concentración es la hidrólisis de
ATP. Las proteínas de membrana que participan en este tipo de transporte reciben el
nombre de bombas.
• El TRANSPORTE ACTIVO SECUNDARIO: no emplea energía directamente derivada de la
hidrólisis de ATP, sino de acoplar el transporte de una segunda molécula en la dirección
favorable energéticamente es decir a favor de su gradiente de concentración. Las
proteínas de membrana que participan en este tipo de transporte reciben el nombre de
cotransportador.

Las bombas iónicas, son las responsables de mantener el gradiente iónico a través de la
membrana plasmática. Un ejemplo es la bomba Na+/K+ ATPasa.

La bomba Na+/K+ ATPasa es esencial para la vida ya que mantiene las concentraciones
adecuadas de Na+ (mayor concentración el extracelular) y K+ (mayor concentración en el
citoplasma), para así generar y mantener el potencial de reposo de la membrana plasmática, de
aproximadamente -70 mV. Además, al mantener el Na+ en el extracelular este ión se puede utilizar
para cotransportar al interior de la célula otras moléculas como la glucosa. El funcionamiento de
esta bomba es cíclico es decir se unen 3 Na+ a la cara citoplasmática de la bomba, esta unión del
Na+ estimula la fosforilación dependiente de ATP de la bomba generándose un cambio
conformacional de la proteína que expone los iones de Na+ hacia la superficie celular, esta
disposición de la bomba hace que tenga una menor afinidad por el Na+ liberándolo al exterior de la
célula. Al mismo tiempo dos iones K+ se unen a los sitios de alta afinidad que quedan expuestos,
esta unión estimula la defosforilación de la bomba y con esto vuelve a la conformación
tridimensional original liberando el K+ al interior de la célula (Figura 4).

























Figura 4: Funcionamiento de la bomba Na+/K+ ATPasa.

El transporte de iones a través de las membranas celulares es de enorme importancia en
biología. Las células mantienen una composición iónica interna muy diferente de la del fluido que
las rodea, siendo estas diferencias cruciales para la supervivencia y la función celular. Los iones
inorgánicos como Na+, K+, Ca2+, CI- y H+ (protones), son los solutos más abundantes del entorno
celular y sus desplazamientos a través de las membranas celulares forman parte esencial de
algunos procesos celulares.
Las concentraciones de iones en el interior y en el exterior de una célula típica de
mamífero, son diferentes. En el exterior de la célula el ion con carga positiva (catión) más
abundante es el Na+, mientras que el más abundante del interior es el K+ (Figura 5). Si una célula
no está perturbada por fuerzas eléctricas, la cantidad de cargas positivas del interior de la célula
debe estar equilibrada por una cantidad casi exactamente igual de cargas negativas, y lo mismo
ocurre en relación al contenido de cargas del fluido extracelular. Es posible que exista un pequeño
exceso de cargas positivas o negativas concentradas en los alrededores de la membrana
plasmática, lo cual tiene importantes efectos eléctricos, como comentaremos más adelante.



Figura 5: Concentración de iones en el intra- y el extra-celular.


Todas las células del organismo presentan una diferencia de potencial (voltaje) = potencial
de membrana. Cuando una célula está en reposo, el potencial de membrana se conoce como
potencial de reposo. Por convención se toma el potencial externo como cero, por lo que teniendo
en cuenta que el interior tiene un exceso de carga negativa, el potencial de membrana en este
caso toma un valor negativo de -60 a -70 mV.
La separación de carga a través de la membrana, y por lo tanto el potencial de reposo, se
modifica cada vez que ocurre un flujo neto de iones hacia o desde el interior de la célula. Cuando
se produce una disminución de diferencia de carga se denomina depolarización de membrana. El
caso contrario, un aumento en la diferencia de carga se conoce como hiperpolarización de
membrana.
Por otro lado, la excitabilidad es la propiedad de algunas células (neuronas, células de
músculo estriado y liso, glándulas) de modificar el potencial de membrana y de conducir estos
cambios de potencial eléctrico, como resultado de cambios transitorios de la permeabilidad de
membrana en respuesta a un estímulo.




















4. OSMOSIS. (Capitulo 12, Alberts. Introducción a la Biología Celular)

Es la difusión de agua, pero no de solutos, a través de una membrana semipermeable. El agua


se mueve a través de la membrana desde una solución de baja concentración de solutos a una de
alta concentración de solutos. Esta diferencia de concentración de solutos crea una diferencia de
presión osmótica a través de la membrana que es la fuerza impulsora para el flujo osmótico del
agua.
La tonicidad de una solución se define exclusivamente en términos del efecto que tiene ésta
sobre el movimiento de agua y, por ende, sobre el volumen celular.











Figura 6: Tonicidad de las soluciones.

• Una solución ISOTÓNICA no altera el volumen celular. El flujo neto de agua a través de la
membrana es 0, ya que es la misma cantidad de agua que entra y sale (Figura 6).
• Una solución HIPOTÓNICA es aquella que produce un aumento del volumen celular. La
entrada de agua provoca el aumento del volumen celular (Figura 6). Una solución
hipotónica puede provocar lisis (ruptura) celular que en el caso de células animales recibe
el nombre de citólisis (Figura 7).
• Una solución HIPERTÓNICA es aquella que reduce el volumen celular por la salida de agua
desde el medio intra- al extra-celular (Figura 6), que en el caso de células animales recibe
el nombre de crenación (Figura 7).


Citólisis Crenación

Figura 7: Efectos que se producen en el volumen de un eritrocito en soluciones de distinta


tonicidad.
5. CASCADA DE SEÑALIZACION INTRACELULAR. (Capitulo 16, Alberts. Introducción a la
Biología Celular)

La cascada de señalización intracelular también conocida como transducción de señal, es
el conjunto de procesos o etapas que ocurren de forma concatenada por el que una célula
convierte una determinada señal o estímulo exterior, en otra señal o respuesta específica.

TIPOS DE RECEPTORES

Cada tipo de célula muestra un conjunto de proteínas receptoras que son capaces de
responder a un conjunto específico de señales extracelulares producidas por otras células. Existen
dos tipos de proteína receptoras, los receptores de superficie o de membrana y los receptores
intracelulares (Figura 8).













Figure 16-8 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 8: Tipos de receptores celulares.


Algunas moléculas de señalización extracelular son pequeñas e hidrofóbicas, por lo que
pueden difundir a través de la membrana plasmática de la célula diana, estando adentro pueden
activar directamente RECEPTORES INTRACELULARES que se encuentran en el citosol o en el
interior del núcleo (Figura 8). Este tipo de receptores son generalmente factores de transcripción
que, al unirse con su ligando, se activan aumentando la transcripción de ciertos genes (regulación
génica). Un ejemplo de esto es el cortisol (hormona esteroidal) que difunde a través de la
membrana plasmática y se une a un receptor que se localiza en el citosol activándolo. Este
complejo activado es transportado a través de los poros nucleares para unirse a secuencias
específicas del ADN (regiones reguladoras) activando o reprimiendo genes diana (Figura 9).



Figure 16-10 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)
Figura 9: La hormona esteroídea cortisol actúa activando una proteína reguladora de la expresión
génica.


La mayoría de las moléculas de señal extracelular son grandes e hidrofílicas por lo que son
incapaces de atravesar la membrana plasmática directamente, por lo tanto se unen a RECEPTORES
DE SUPERFICIE O DE MEMBRANA que a su vez generan una o más moléculas de señalización al
interior de la célula blanco. Estos receptores pueden ser de tres tipos:

1. Canales iónicos ligando dependientes: al unirse el ligando al receptor lo activa; éste al ser
un canal iónico se abre y permite el eflujo o influjo de iones a través de la membrana
plasmática, a favor de su gradiente electroquímico (Figura 10).













Figure 16-15 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 10: Canal regulado por ligando en su estado abierto y cerrado.

2. Receptores con actividad enzimática: al unirse el ligando al receptor activa el dominio
intracelular que tiene actividad catalítica. Cuando un receptor acoplado a enzima se une a
su molécula señal extracelular, la actividad enzimática se activa al otro extremo del
receptor, dentro de la célula. Muchos receptores acoplados a enzima tienen su propia
actividad enzimática (a la izquierda), mientras que otros se basan en una enzima que se
asocia con el receptor activado (derecha) (Figura 11).













Figure 16-15 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 11: Receptores acoplados a enzimas.



Puede tener actividad tirosina-quinasa o treonina-quinasa, autofosforilarse y
posteriormente fosforilar otros sustratos, desencadenando una cascada de señalización
intracelular. La unión de la molécula de señal cambia la conformación de las moléculas
receptoras de tal manera que dimerizan, la formación del dímero hace que los dominios
quinasa de cada cola del receptor intracelular entren en contacto; esto activa las quinasas
y les permite fosforilar la cola adyacente en varias tirosinas. Cada tirosina fosforilada sirve
como un sitio de unión específico para una proteína de señalización intracelular diferente,
que a continuación, ayuda a transmitir la señal al interior de la célula (Figura 12).












Figure 16-30 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 12: La activación de un receptor tirosina quinasa (RTK) permite la formación de un
complejo de señalización intracelular.

Los receptores tirosina quinasa (RTK) activan Ras a través de una proteína adaptadora que
recluta a una proteína activadora de Ras, que estimula el intercambio de su GDP unido por
GTP. La proteína Ras activada ahora puede estimular varias vías de señalización río abajo
(Figura 13).


Figure 16-31 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 13: Los receptores tirosina quinasa (RTK) activan Ras.



Una proteína Ras activada activa un módulo de señalización de tres quinasas, que
retransmiten la señal. La quinasa final en el módulo, la MAP quinasa, fosforila diversas
proteínas de señalización o efectoras río abajo. Estas proteínas pueden incluir otras
proteínas quinasas y, más importante, reguladores de la transcripción que controlan la
expresión génica. Los cambios resultantes en la expresión génica y la actividad de proteína
conducen a cambios complejos en los comportamientos celulares, tales como la
proliferación y la diferenciación celular (Figura 14).

















Figure 16-32 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 14: Ras activa un módulo de señalización de MAP-quinasa.
Otra vía de transducción de señal mediada por este tipo de receptores es la
activada por una señal de supervivencia extracelular tales como IGF. Esta señal activa a un
receptor tirosina quinasa (RTK), que recluta y activa la PI 3-quinasa que fosforila un
fosfolípido inositol asociado a la membrana. El fosfolípido inositol fosforilado resultante
atrae a las proteínas que tienen un dominio especial que reconoce esta señalización
intracelular. Una de estas proteínas de señalización es Akt, una proteína quinasa que se
activa en la membrana por la fosforilación mediada por otras dos proteínas quinasas (aquí
llamadas proteínas quinasas 1 y 2); proteína quinasa 1 también es reclutada por inositol
fosforilado. Una vez activada, Akt se libera de la membrana plasmática y fosforila diversas
proteínas río abajo (Figura 15).














Figure 16-33 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 15: RTK puede activar la vía de señalización PI-3-quinasa-Akt.

Akt activada promueve la sobrevivencia celular mediante la fosforilación e inactivación de
una proteína llamada Bad. En su estado no fosforilado, Bad promueve la apoptosis (una
forma de muerte celular) mediante la unión y la inhibición de una proteína llamada Bcl2
(que suprime la apoptosis). Cuando Bad es fosforilada por Akt, Bad libera Bcl2, que ahora
bloquea la apoptosis, promoviendo así la supervivencia celular (Figura 16).











Figure 16-34 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 16: Akt activada promueve la sobrevivencia celular.





Además de estimular la sobrevivencia celular esta vía
también estimula el crecimiento celular mediante la
activación de Tor. La unión de un factor de crecimiento a
un RTK activa la vía de señalización de PI-3-quinasa-Akt.
Akt activa entonces indirectamente Tor (por fosforilación
y la inhibición de una proteína que ayuda a mantener Tor
inactivo). Tor, es una serina/treonina quinasa, que
estimula la síntesis de proteínas e inhibe la degradación
de proteínas (por fosforilación de proteínas clave en estos
procesos). La rapamicina es un medicamento, que frena el
crecimiento y la proliferación celular mediante la
inhibición de Tor. De hecho, la proteína Tor deriva su
nombre del hecho de que es un objetivo de la rapamicina
(Figura 17).




Figure 16-35 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 17: Akt estimula el crecimiento celular mediante la activación de Tor.






3. Receptores acoplados a proteína G: son receptores que al unirse su ligando se activan y
activan una proteína G asociada a ellos. La porción citoplasmática del receptor es la
responsable de unirse a la proteína G. Un gran dominio extracelular es el que se encarga
de unir la molécula señal. Además de este dominio el receptor consta con 7 segmentos
transmembrana (recuadro izquierdo). La proteína G está formada por tres subunidades. La
subunidad α (alfa) que se encuentra unida a un GDP (estado inactivo) y las subunidades β
y γ (beta y gama) que forman un complejo. Las subunidades de la proteína G se encuentra
ancladas a la cara citoplasmática de la membrana y una vez que la molécula señal se une
al receptor este activa la proteína G, fomentando que la subunidad α reemplace el GDP
por GTP (Figura 18).



























Figure 16-17 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 18: Mecanismo de activación de la proteína G a través de la activación del receptor de
proteína G (GPCR).



Existen dos tipos de Proteínas G: (Figura 19)
• Las proteínas G estimuladoras (Gs y Gq)
• Las proteínas G inhibitorias (Gi)













Figura 19: Tipos de proteínas G.

• La Proteína Gs (s, stimulatory G protein) unida a GTP activa a la AC (adenilato ciclasa)
aumentando la cantidad de AMP cíclico (AMPc) en el interior de la celula. La unión de la
molécula de señalización extracelular al receptor asociado a proteína G (GPCR, G protein-
coupled receptor) puede llevar a la activación de la adenilato ciclasa y al aumento en la
concentración intracelular de AMP cíclico. En el citosol el AMPc activa a la proteína
quinasa A (PKA), la cual ingresa al núcleo y fosforila a reguladores transcripcionales
específicos. Una vez fosforiladas estas proteínas estimulan la transcripción de todo un
conjunto de genes blancos. Este tipo de vía de señalización, controla muchos procesos en
la célula que van desde síntesis de hormonas en células endocrinas a la producción de
proteínas involucradas en la memoria a largo plazo en el cerebro. La PKA activada también
puede fosforilar y por lo tanto regular otras proteínas y enzimas en el citoplasma (Figura
20).




















Figure 16-24 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 20: Cascada de señalización asociada a proteína Gs.



• La Proteína Gi (i, inhibitory G protein) unida a GTP inactiva a la adenilato ciclasa,
reduciendo indirectamente la cantidad de AMPc intracelular o puede también abrir
canales iónicos, lo que permite la entrada o salida de estos iónes a favor de su gradiente
electroquímico.
Por ejemplo la unión del neurotransmisor acetilcolina a su GPCR en células del miocardio
activa la proteína Gi. Luego el complejo βγ activado abre un canal de K+ de la membrana
plasmática de la célula cardiaca, lo que permite la salida del K+ con la consiguiente
disminución de la excitabilidad. La desactivación de la subunidad α por la hidrólisis del GTP
unido a ella, revierte a la proteína Gi a su estado inactivo, lo que permite el cierre del canal
de K+ (Figura 21).




























Figure 16-19 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 21: Apertura de canal de K+ mediado por la activación de una proteína Gi.





• La Proteína Gq unida a GTP activa a la fosfolipasa C (PLC), aumentando la cantidad de
diacilglicerol (DAG), inositol trisfosfato (IP3) y Ca2+ intracelular. Dos moléculas mensajeras
(IP3 y DAG) se producen cuando un fosfolipido inositol de membrana (PI 4,5-bifosfato) es
hidrolizado por la fosfolipasa C activada. El IP3 difunde a través del citoplasma, se une y
abre un canal especial de Ca2+ ubicado en la membrana del retículo endoplasmático
gatillando la liberación de Ca2+ intracelular, debido al gradiente electroquímico para este
ión sale del retículo endoplasmático, aumentando la concentración de Ca2+ citoplasmático.
Por otra parte, el DAG se mantiene unido a la membrana plasmática y junto con el Ca2+
ayuda a activar la enzima proteína quinasa C (PKC), que fue reclutada desde el citoplasma
a la membrana plasmática. Luego la PKC fosforila un grupo de proteínas intracelulares que
propagaran la señal (Figura 22).



















Figure 16-25 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)
Figura 22: Cascada de señalización asociada a proteína Gq.














6. BIOENERGÉTICA. (Capitulo 13 y 14, Alberts. Introducción a la Biología Celular)

Para que una célula pueda sobrevivir necesita realizar múltiples reacciones metabólicas,
muchas de las cuales necesitan un suministro continuo de energía para que puedan llevarse a
cabo. Esta energía debe estar en forma que se pueda utilizar, por lo general esto significa que
debe estar contenida en enlaces de moléculas portadoras de energía siendo adenosina trifosfato
(ATP) la más utilizada. Al interior de las células, las reacciones que transfieren energía desde
moléculas que la almacenan, como la glucosa o los ácidos grasos, hasta las moléculas portadoras
de energía como el ATP, son de vital importancia. Para llegar a descomponer la glucosa en CO2,
agua y energía química, ocurren una serie de reacciones que se pueden dividir en dos grupos, la
glucólisis y la respiración celular. La descomposición de la glucosa comienza con la glucólisis que
se lleva a cabo en el citoplasma y no requiere de oxígeno (anaerobia), transforma la glucosa, una
molécula de 6 carbonos, en dos moléculas de piruvato de tres carbonos cada una, captando la
energía liberada en dos moléculas de ATP (Figura 23).

Figure 13-3 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 23: Glucólisis.


Si no hay oxígeno presente (condición anaerobia), la glucólisis va seguida de la
fermentación, que no produce energía química adicional. Durante la fermentación, el piruvato se
convierte ya sea en lactato, o bien, en etanol y CO2 dependiendo del tipo células en donde esta
ocurra (Figura 24).

Figure 13-5 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 24: Dos vías anaeróbicas para la descomposición del piruvato.

En condiciones aeróbicas la mayoría de las células utilizan la respiración celular para


descomponer el piruvato hasta llegar a dióxido de carbono y agua. Estas reacciones se realizan
para obtener toda la energía almacenada en los enlaces de las moléculas de piruvato. Estas
reacciones de oxidación ocurren en la mitocondria. La matriz mitocondrial contiene una gran
cantidad de enzimas dentro de las cuales se encuentran las encargadas de oxidar el piruvato y los
ácidos grasos hasta obtener acetil CoA, y las enzimas que oxidan el este acetil CoA hasta CO2
(Figura 25). En la oxidación del acetil CoA se obtiene una gran cantidad de electrones reactivos que
son transportados por el NADH y FADH2 hasta la membrana interna de la mitocondria, para ser
utilizados en la cadena transportadora de electrones. Estos electrones cargados entregan la
energía necesaria para bombear protones hacia el espacio intermembrana, generando un
gradiente electroquímico de protones, que se utiliza tanto para sintetizar ATP y como para
impulsar el transporte de metabolitos a través de la membrana mitocondrial interna. Todo esto
hace posible la síntesis e intercambio de ATP-ADP entre la mitocondria y el citoplasma, de forma
que el ATP pueda ser utilizado para que ocurran las reacciones metabólicas que requieren de
energía dentro de la célula (Figura 26).









Figure 13-13 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 25: Representación simplificada de cómo el ciclo del ácido cítrico consume O2 y libera CO2 a
medida que los intermediarios moleculares se oxidan.


Figure 14-7 Essential Cell Biology (© Garland Science 2011)

Figura 26: Obtención de energía a partir de la descomposición de los ácidos grasos y piruvato al
interior de la mitocondria.

















BIBLIOGRAFÍA

• Alberts, Bray, Johnson, Lewis, Raff, Roberts y Walter, (2011). Introducción a la Biología
Celular. Barcelona, Ediciones Omega.

• Alberts, Johnson, Lewis, Raff, Roberts and Walter. Quinta Edición, (2010). Biología
Molecular de la Célula. Barcelona, Ediciones Omega.

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