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EL CONCEPTO DE MARGINALIDAD

FERNANDO G. JAUME

Universidad Nacional de Misiones

INTRODUCCION

El presente
trabajo constituye un apretado l'CSll- bien comparte atributos comunes con otras poblacio-
men algunas reexiones
de teóricas sobre la proble- nes urbanas del país. o de América Latina. presenta
mática marginalidad derivadas de un trabajo de
de la también rasgos peculiares.que devienen de las pro-

investigación más amplio que. de manera no del todo pias características de la ciudad y su entomo regional.
sistemática venimos realizando en los tiltimos cuatro Apenas separada de la República del Paraguay
años en la ciudad de Posadas. como parte de un con- por el río Paraná. y a sólo l00 Kms de la frontera con

vcnio entre la UNaM y la Municipalidad de Posadas. los populosos estados del sur del Brasil. Posadas. ca-

El convenio estuvo inicialmente encaminado a pital dc la provincia de Misiones, es una ciudad de


efectuar diagnóstico
un cuali-ctiantitativo de la pobla- rango medio que cuenta hoy. con aproximadamente
ción 5 Carente casi de industrias
marginal del Departamento Capital de la provin- 160.000 habitantes . ma-

cia de Misiones ¡ . Dado el interés concreto de las nufactureras. Posadas ha ftmcionado tradicionalmente
autoridades municipales por la población de intrusos como centro administrativo. comercial y de servicios
en Escala, el trabajo en esta primera etapa
terrenos para un hinterland regional que abarca el interior de
se orientó únicamente hacia esa fracción de pobres ur- la provincia. los Departamentos del norte de la pro-
banos 1 Incluso .se trabajó desde ima óptica ecolo- vincia de Corrientes y las zonas aledañas de la vecina
gista poniendo énfasis en la ocupación y uso del República del Paraguay.
espacio que hacía la población de los asentamientos La provincia de Misiones presenta una de las más
marginales. Esta denición juridicista y ecológica del elevadas densidades de población del país: 20 habitan-
universo de artalisis condicionó marcadamente la orien- tes por Km2 6 siendo asimismo la provincia más ru-
tación del trabajo. ral: 49% de la población habitaba en 1980 en áreas
A partir del diagnóstico inicial se eligieron dos rurales, o en poblaciones menores de 2.000 habitan-
7
de los asentamientos marginales más poblados de la tes .

ciudad de Posadas. 3 en los que desde comienzos de La economíamisionera. de base agropecuaria. se


1984 se llevan a cabo fundamentalmente tareas de de- apoya en unos pocos rubros productivos,
sarrollo comtmitario. (fundamentalmente yerba mate. té. tung y variedades
Finalmente. a partir de noviembre de i985. se forestales) que se han visto sujetos a crisis periódicas
confonnó en el ámbito del Departamento de Antro- intensicando. sobre todo a partir de la década del 60
pología Social de la UNaM. un equipo de investiga- el éxodo de la población mral hacia las barriadas pe-
ción, al cual pertenezco. que con el aporte financiero riféricas de Posadas 3 . A ello debe agregarse la po-
del CONICET, lleva adelante un Proyecto de Inves- blación migrante tradicional
paraguaya, país expulsor
tigación y Desarrollo orientado hacia la investigación de población, y el ujo
migratorio proveniente del
teórica y empírica de la Pobreza Urbana 4 . El pro- norte correntino. Este fenómeno explica a la vez, cl
yecto POBUR opera como adecuado marco de dis- explosivo poblamiento dc la ciudad. que en el período
cusión de la problemática de la «marginalidad»; ámbito intercensal 1960-80 duplica su población. y el notorio
teórico remanido y por demás confuso, en el que, a crecimiento de las villas miserias periurbanas.
pesar de la extensa producción bibliográca de las úl- El presente trabajo tiene por objeto considerar
timas décadas, no parece que todo estuviese resuelto. parte de la dilatada bibliografía existente sobre la te-
Si bien a lolargo del trabajo. pocas veces se hace mática de la marginalidad. atendiendo a: Ldistinguir
mención de la población concreta. el referente empi- el concepto de «marginalidad» de otros alternativos
rico en cl que se apoyan estas reexiones está cons- con el que suele confundirse. en especial el de
tituido por la población de algunos asentamientos «pobreza»; y. 2. delinear someramente la historia de
marginales de la ciudad de Posadas, hecho que con- sus usos y deniciones en relación con los abordajes
ere un particular a todo el documento.
sesgo Vale dc- teóricos desde los que se lo considera. Hacia el nal
cir, lo que aquí se afirma está referido a la población del trabajo, en témiinos de un modelo interpretativo
marginal especíca de esta ciudad de frontera. que si histórico-cstnictttral. que contextúa la marginalidad en
ela-cs de smwicdzld lcudal. Hoy. los de-
los modos concretos de inserción de la población en con otras su

las exi- nominados «pohres urhantis» «le los países del Tercer
la estnicttira productiva y que tiene en cuenta
gencias y la dinamica de la acumulación (ÍCI tn-ipitzil. Mundo, lo Soi" (‘n relación con las otras clases de las
SUCÍCÉÍBÜCS
capitalistas dependientes que les toca
en vi-
se encara el planteamiento de algunas rucslitincs cs-

la producción y l:i rvsproducción vir. listo, independientemente de que los niveles de


pecícas: la esfera de
de la fuerza de trabajo; las redes dc in. "rambio re- constimt) de los pobres actuales ptiedan ser muy su-

cíproco y las estrategias adaptativas de m» istencia


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periores a pares medievales.
los de sus

Erick Hobsbawm, analiza las diferentes acepcio-


MARGINALIDAD Y POBREZA nes que el término «pobreza» fue adquiriendo histó-
ricamente. Si bien los pobres y la pobreza existían antes

En America marginalidad comenzó a


Latina la de la Revolución Industrial, con ésta, el concepto fue
asociandose la clase obrera. Pobres
y práctico ftmda- paulatinamente
como un problema teorico a
aparecer
los obreros industriales Jrbanos ha-
mentalmente a partir de la Segunda Guerra Mundial. son por entonces
Desde entonces, a la documentación ya existente ha cinados en tugurios. Su condición es ponderada me-

ido sumándose una extensa producción bibliográca. diante indicadores cuali-cuantitativos, relativos sobre
nutrición ¡l la po-
Sin embargo. en temiinos de la «teoría de la comu- todo a y salud .
Hoy sin en.oargo,
nicación», podría decirse que la tematica de la mar- breza, del modo enque vulgarmente sr la distingue,
ginalidad se caracteriza por la existencia de ruido, vale no involucra a la clase obrera, al menos no como el
decir, esa extensa producción bibliográca, no ha re- componente ftmdamental, sino más bien a otros estra-

dundado en ima sistemática acumulación de conoci- tos sociales difusamente descriptos, pero de los que
miento; hay abundancia de monografias que describen se acepta por lo menos. que presentan difusamente des-
situaciones ptmtuales, y un sinnúmero de textos de es- criptos, que presentan parámetros de consumo y bie-
caso nivel de abstracción, resultado de la aplicación, nestar inferiores a los del sector asalariado industrial: l .

en general, de «teorías de alcance medio- (en el sen- pequeños vendedores propia; 2. trabaja- por cuenta
tido que R.Merton da al ten-nino). Conceptos más o dores a destajo; 3. personal doméstico; 4. desocupa-
menos abstractos, extraídos o incorporados a marcos dos; 5. prostitutas; 6. mendigos; etc 12 .

teóricos para los que no fueron pensados aparecen mez- Pobreza es una categoría que pennite calicar
clados de manera heteróclita. Es decir, se utilizan in- la condición concreta de existencia de determinados
distintamente categorías como las de «pobreza», grupos sociales, por contraste o comparación con otros

«pobreza urbana»; «población marginal»; «lumpen- grupos de la misma sociedad que no son pobres. Pero
proletarlatn; «sectores subalternos»; «fracciones pau- por este camino no es posible avanzar dem. isiado en
perlzadas de la población»; «cultura de la pobreza»; la búsqueda de los mecanismos que propicia l la emer-
«asentamientos marginales»: etc. A ello se agrega un gencia de la pobreza y determinan su pemtanencia.
todavía más indiscriminado empleo de indicadores so- Vale decir, apelando a la categoría pobreza podremos
ciales: «ingreso per cápita»; NB]; «calidad de vida-; describir las condiciones de existencia de los estratos
«niveles de nutrición». sociales denidos, indicadores mediante, como pobres.
Por tanto, a n de no sumar más elementos a la Pero nada podremos decir acerca de las causas de la
confusión se hace imprescindible distinguir el campo pobreza, ni de los lazos estructurales que ligan a po-
semántico de la categoría «marginalidad» del corres- bres y rieos de una detcmiinada sociedad ¡3 .

pondiente a otros conceptos, en ocasiones considera- Marginalidad, por su parte, constituye una ca-
dos equivalentes, ftmdamentalmente: «pobreza», o tegoría más abstracta que también reconoce una his-
más acotadamente: «pobreza urbana». toria propia como concepto y que remite a signicados
Pobreza- es una categoría totalmente descriptiva: muy diversos de acuerdo con el enfoque teórico desde
pobre es aquél que en comparación con otros indivi- el que se la defina.
duos de Sll sociedad alcanza, de una serie de rasgos La antropóloga chileno-mexicana Larizza A. de
tomados caracterizadores, los más bajos nive-
como Lonmitz distingue inicialmente la categoría «margi-
les. Pobreza, al igual que detemiinados enfoques de nalidad», «denida estnicturalniente la ausencia
por
marginalidad, connota carencia de los bienes y ser- de tm rol articulado con el sistema de producción in-
vicios minimos sociedad
que una derenninada comi- dustrial», y la de «Pobreza», «que implica mas bien
dem todos ¡o
como indiqxmsabler para sus miembros una situación de escasos ingresos», (Lonmitz, 1985,
Está claro también que se trata de un concepto rela- 17). Siguiendo Richard Lonmitz
pp. a Adams, agrega
tivo, que cada fase histórica la pobreza. correspon- dimensión
en una política marginali- a la definición de
derá a realidades diferentes; por tanto deberá también dad: serán grupos sociales marginados aquellos exclui-
medirse con parámetros diferentes. Así por ejemplo, dos de las fuentes de poder, aún citando el Estado se
el campesino medieval europeo era pobre en relación haga cargo de sti supervivencia sica. Vale deir. en

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los países industriales desarrollados, donde cl Estado MARGINALIDAD, USOS Y DEFINICIONES
ha implementado ecientes sistemas de ayuda social,
se podido superar la pobreza, por lo menos
ha aquella Diversos (Solari, 1976; Germani,l973;
amores,

que implica extrema miseria. No obstante. los grupos Bartolomé, 1982; Kowarick, 1981) reseñan el uso que
sostenidos por el Estado, no vinculados a la produc- históricamente ha ido dándose al témrino marginali-
ción, excluidos de las fuentes de poder. son estmctu- dad. Sin detenernos demasiado tiempo en las diferen-
ralmente nrarginales. En los países latinoamericanos cias que estos autores pudieran mantener entre si,
existen asimismo gnrpos también marginados en el podríamos, a grandes trazos. resumir esta secuencia
mismo sentido estnrctural. pero. dado que los Esta- del siguiente modo:
dos de la región no han logrado articular sistemas de Inicialmente el concepto tuvo connotaciones eco-

asistencia social que garanticen siquiera la superviven- logistas, en la medida en que hacía referencia a los con-
cia biológica de estos sectores. a la condición estmc- glomerados de viviendas precarias, que fueron
tural de marginalidad se suma la situación de extrema surgiendo en las grandes ciudades de América Latina,
pobreza. De este modo Lomnitz constnrye la catego- generalmente por ocupación ilegal de terrenos sca-
ría compuesta: «marginalidad de pobreza», combi- les o privados y en especial luego de la Segunda Gue-
nación de ambos elementos: marginalidad. (en cuanto rra Mundial como consecuencia de tm acelerado
mala inserción en la estructura de urbanización ¡4 Estos
productiva del conjunto proceso .
conglomerados, se-

social) y pobreza, (en el sentido de bajísimos están- gregados en áreas no incorporadas al sistema de ser-

dares de vida). (Lomnitz, i985, pp.l9). vicios, toman diferentes denominaciones según los
«Marginalidad de pobreza» resulta una categoría países: villas miseria, (Buenos Aires); favelas, (Rio
muy apropiada a los intereses de L. Lomnitz; le per- de Janeiro); barriadas, (Lima); cantegriles, jacales,
mite describir la situación existente en América La- (México); callampas, (Santiago de Chile); ranchos,
tina. distinguiéndola de la de los países desarrollados. (Caracas). Pronto se hizo evidente que también con-
donde, si bien existen núcleos irreductibles de mar- ventillos. corralones y otros tipos de construcciones,
ginalidad. no se combinan con condiciones críticas de habitualmente viejas y muy deterioradas, habitadas asi-
miseria. No obstante, «marginalidad de pobreza- mismo por población de muy escasos recursos. reu-

conlleva una equivocada superposición de niveles teó- nían condiciones sucientes como para incorporarlas
ricos, y aporta aún más confusión al tema. Lomnitz bajo la denominación marginales. de
no profundiza demasiado en las causas de la «margi- Posterionnente expresión se hizo extensiva a
la
nalidad de pobreza» que describe. Le basta con enun- las condiciones trabajo de la población asen-
de vida y
ciar que la marginalidad responde a condiciones tada en esos nichos ecológicos urbanos. Se percibió
estmcturales, existencia de sectores sociales no arti- entonces, que la marginalidad, implicaba la segrega-
culados al sistema de producción industrial y exclui- ción de los pobladores de las estructuras de empleo en
dos de las fuentes de poder. el sector productivo y a la vez, la segregación respecto
En denitiva, ambos conceptos, o la combina- de los mercados de consumo de bienes y servicios.
ción que de ellos hace L. Lonmitz son poco precisos. Más tarde, sin por ello abandonar su sesgo eco-

en buena medida debido a la carga semántica que han logista. se profundiza la visión de la marginalidad como
ido adquiriendo con el paso del tiempo. No obstante segregación. La exclusión se hace extensiva no ya a
puede puntualimrse: l. pobreza es un concepto rela- los aspectos residencial o de mercados de trabajo y con-
tivo que describe la situación extrema. fijada mediante sumo, sino que también se la percibe como una forma
parámetros de consumo y bienestar. por debajo de la de rccone en el usufructo del conjunto de derechos ci-
cual se es pobre. pero nada aporta en cuanto a dilu- viles, políticos. económicos y sociales que sufren es-
cidar las condiciones estmcturales, (económicas, so- tos pobladores y que de hecho les impide toda
ciales, políticas) que determinan el surgimiento y posibilidad de participar de los beneficios del desarro-
permanencia de la pobreza. y las relaciones existentes llo o aprovechar las vías del ascenso social.
entre los pobres y los no-pobres de una sociedad; 2. En este sentido G. Germani arma que la mar-

marginalidad, desde sus primeras acepciones, es mas ginalidad aleanm aspectos esenciales tales como c. . .la
que un agregado de bajos estándares de ingresos, nu- participación politica, la sindical, la participación for-
trición y salud. Constituye un intento de explicación mal o informal y en general la ausencia o exclusión
de la situación de pobreza caracteristica de vastos sec- de la toma de decisiones, ya sea en el nivel de co-

tores sociales, partiendo de las condiciones de inser- munidad local, de la situación en el trabajo, o en el
ción, (o la ausencia de ella) en las estmcturas orden de instituciones y estructuras másamplias es-

productivas urbano industriales. tadualcs o nacionales.- (Germani, i973. p-13).


Esta concepción de la lími- cia de dos configuraciones culturales: una tradicional
marginalidad, como

tada participación social, ha marcado la línea predo- y la otra modema, la primera marginal, periférica, su-
minante de la CEPAL (Comisión Económica para bordinada: la segunda. integrada. central. supraordi-
América Latina), donde el concepto fue haciéndose nada.

paulatinamente extensivo al ámbito niral. Si bien los Solari (1976) señala que este modo de concebir
«cinturones de miseria- de las grandes urbes son una la marginalidad adquiere un fuerte predominio entre
del fenómeno investigadores dcl Centro para el Desarrollo de
fonna por demás impresionante de mar- los

ginalidad._no deja de ser igualmente imponantc, aun- América Latina, (DESAL) dirigido por Roger Veke-
la población marginal por:
que sí menos visible, la cara rural de la misma moneda. mans, quienes caracterizan
Incluso más, las condiciones de extrema pobreza en a. su falta de participación pasiva. esto es, se trata de
el ámbito rural revelan nivclcs de vida aún más de- poblaciones no receptoras de los bienes constitutivos
primidos que los urbanos, tal como lo muestra para de la sociedad global; b. su falta de participación ac-
nuestro país, la reciente publicación, «La pobreza en tiva o lo que es lo mismo, no aportan a la solución de
la Argentina», (INDEC, 1984. pp.23) constituyéndose los problemas sociales, ni siquiera en el caso en que
esa situación en uno de los principales motivos del dichos problemas los afecten directameme, únicamente
éxodo niral-tirbano ¡5 . funcionan como clientela política, como masa movi-
lizable en función de objetivos i_nmediatos dictados
LA VERTIENTE CULTURALISTA EN MARGI-
desde afuera; c. carecen de formas de organización
NALIDAD
interna. fimcionan totalmente atomizados y en caso de
marginalidad también es vista desde la óptica
La plantear pautas organizativas, éstas sólo tienen vigen-
cultural. enfoque de mayor trascendencia en aquellos cia coyutitural, disolviéndose una vez superado el mo-
países donde las características de la marginalidad se mento crítico.
asocian espacialmente con distinciones étnico- El enfoque de los investigadores de DESAL, al
culturales muy marcadas. Así por ejemplo: la mino- defmir lo marginal por las carencias, por el grado de
rías negra o portorriqueña en los EEUU han sido es- desviación respecto del conjunto urbano industrial in-
tudiadas mediante este enfoque. Es de destacar la tegrado, persiste en la falacia de los dos sectores re-

estrecha vinculación entre esta concepción de la mar- sultantes de procesos autónomos, regulados según leyes
ginalidad y la llamada «Teoría de la cultura de la po- diversas, para los que únicamente cabe plantear la in-
brezan, del antropólogo Oscar Lewis. En esencia el tegración a ultranza a través de la modernización del
planteo de Lewis, (1970) propone que los pobres, mar- sector retrazado. Se trata de una postura duaiista que
ginados en todas las sociedades contemporáneas, com- a partir de premisas ideológicas sólo estudia la pro-
parten, más allá de diferencias interculturales blemática de la marginalidad en la marginalidad misma
específicas, patrones de comportamiento social y cul- escamoteando del análisis las variables macroestruc-
tural semejantes, esto es: sentimientos fatalistas sobre turales que posibilitan verdaderamente plantear las re-
su vida, orientación económica hacia el consumo in- laciones económicas. sociales. políticas, jurídicas e
mediato, laxas relaciones matrimoniales, ninguna or- ideológicas que detenninan y condicionan el funcio-
ganización barrial o comunitaria, total ausencia de namiento de estos sectores sociales dentro del todo so-

participación política o gremial. escasa afectividad en cial global. «Lo que resulta común a todos estos
el trato con los hijos, una marcada tendencia anómica enfoques es el tratamiento del problema de la margi-
en sus relaciones. etc. Estas pautas, se estructuran en nalidad como una unidad cerrada de análisis. mante-
una matriz
cognitivo-valorativa que condena a los po- niendo la estnictura social global como un dato de
bladores la pasividad impidiendo que se stunen
a al referencia y no como una variable en relación a la cual
y lo que es más grave ¡5
cambio o aspiren al progreso; se defme la marginalidad»
aún. estos patrones de conducta se perpetúan de ge- El modelo de la falta de participación del grupo
neración en generación a modo de círculo vicioso que DESAL, lleva naturalmente a orientar las acciones ha-
congela las posibilidades de revertir la situación de ex- cia la integración, la autogestión, las comunidades ope-
trema miseria.
Vale decir: en un enfoque como el de rativas; vale decir. los cambios a microescala. Si bien
Lewis. independientemente de sus propios deseos, la estas tareas son positivas y necesarias, su alcance es
causa de la pobreza radica enteramente en los propios muy limitado. El modelo tiene
no en cuenta que la pro-
pobres. y poco puede hacerse para ayudarlos ya que puesta de integración no consigue evitar el aoramiento
la rígida matriz cultural en que se socializan dicil- de contradicciones
numerosas propias del proceso de
mente pueda ser alterada. acumulación capitalista que, en ocasiones, requiere de
La vertiente culturalista de la marginalidad se la pemtanencia de la población marginal como con-

apoya en última instancia en la noción de superposi- dición de existencia. La unidad de análisis relevante
ción cultural, vale decir, la vieja idea de la coexisten- el individuo anóniico, socializado la
es en marginali-

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dad guiado por patrones de conducta. denidos por las villas miseria en el conurbano bonaerense arman:
Talcott Parsons particularistas. difusos. atribu-
como: «El fundamento de estos planteos, (se reeren espe-
¡7 El núcleo de la cuestión
radica en conseguir cícamente G. Germani
tivos . a y O. Lewis) es claramente
que la población marginalizada adopte patrones de con- lïmcional-evolucionista. Desde esta perspectiva, las
ducta propios de la sociedad industrial moderna: uni- conductas. roles, valores que dieren de lo normativo
vcrsalistas. especícos. que prioriccn el desempeño de estarían revelando desvíos o anomalías en virtud de
los actores sociales. la persistencia de pautas características de sociedades
Desde el problema del «cambio social-
esta mira ubicadas en etapas evolutivas anteriores a la moderna.
se traduce problema de la «modcmizacíón»,
como el La «marginalidad» se explica. en definitiva, por e

donde la única meta posible de alcanzar es el modelo atraso en la evolución


hacia una etapa superior prr -

de la sociedad desarrollada. Se privilegia el equilibrio totlpica. bien por una evolución


o anomala -por asi x-
como categoría analítica y la marginalidad queda re- cronías y alteración de secuencias de subprocesos que
ducida a una simple cuestión de desfasaje o dismcio- eslabonan el paso de una sociedad s. la otra- lo que ,

nalidad. Los aspectos culturales. las pautas da por resultado la producción de ciertas aberra;io-
tradicionales versus las modcmas. también aparecen nes. cual es el caso de la «marginal idad- en las sr cie-
entremezcladas en un planteo de oposición rural- dades subdesarrolladas de América Latina». (Hen nitte
urbano. La
marginalidad es el resultado de la escasa er al. i983, pp.68).
integración de los migrantes rurales en las modemas
MARGINALIDAI) Y DEPENDENCIA
ciudades latinoamericanas. de la deciente asimilación
de los patrones de comportamiento urbano-industriales. Hacia la década del 60 se i": Aumentan ei ¿mé-
(cf. Kowarlck. l98l,pp. 43). rica Latina las investigaciones que. agradeel ma‘ co ¿ua-
La integración, amia Kowarick. es asimismo un lítico del Materialismo Histórica. abordan la tema ica
supuesto implícito del modelo, dado que incrementa del «subdesarrollo» en el Tercer Mundo. construyer io
la estabilidad del sistema social total al desmontar po- el paradigma de la llamada «Teoría do la Dependt 1-

sibles conictos; favoreciendo además la expansión cia». Centran la discusión en tomo a ias condicion "s

económica al incorporar nuevos estamentos a los mer- históricas concretas que las sociedades
en del subco -

cados de consumo de bienes y servicios. No obstante, tinente encaran su industrialización, señalando las d.-
podría decirse que el planteo es muy mecanicista; esto ferencias existentes
con el proceso de constitución del
es, nada garantiza que la obligada búsqueda de mayor capitalismo europeo, que desde la «teoría de la mo-
estabilidad y más población consumidora lleve nece- demización- se había tomado como modelo y meta.
sariamente al sistema social a resolver el problema de El capitalismo de las que son hoy sociedades de-
'

la marginalidad. sarrolladas se expande en una primera etapa apelando


La idea misma de dualidad estructural, entendida en buena medida a la incorporación directa de nuevos
como contraste entre estructuras cuyas dinámicas son obreros calicados o semicalicados. Es recién en un

diferentes y autónomas escamotea la posibilidad de exa- segimdo momento en que el crecimiento se sustenta
minar el problema. El modelo no explicita los víncu- en la reconversión tecnológica que incrementa la pro-
los existentes entre el atraso y la modernidad. no ductividad del trabajo pero a la vez genera pocos nue-

contempla la presencia de fonnas de exclusión intrín- vos puestos laborales. Además, una vez desplazadas
secas y necesariasal proceso de acumulación capita- enonnes masas de población niral. desarraigadas de
lista y que pudieron, en consecuencia. oponerse a la sus condiciones de producción, los países europeos
propuesta integración fonnulada desde la Teoría de
de apelan al recurso de la emigración masiva. fundamen-
Ia Modemización. La marginalidad no es producto de talmente hacia América. Estos mecanismos -

renova-

la disftmción del sistema, sino más bien de las con- ción tecnológica paulatina, existencia de colonias de po-
tradicciones propias de una sociedad capitalista de cla- blamiento pemiiticron palear coyunturalmeme el pro-
-

ses esencialmente orientada hacia la búsqueda de la blema de la marginalidad derivada de la desocupación.


mayor rentabilidad y la acumulación de capital. Es ne- Desde un comienzo. los países latinoamericanos
cesario comprenderla, no ya en tómiinos de atraso, ca- deben competir con la avanzada tecnología desarrollada
rencias o desajustes. sino a partir de las fomias particu- en el Viejo Continente. además, ingresan al industria-
lares de inserción de la población originadas en la diná- lismo más en función de las necesidades de inversión
mica concreta de creación del excedeme económico. de los capitales extemos que por propia vocación. La
El dualismo estructural es a la vez «evolucio- incorporación de tecnología avanzada se efectúa de ma-
nlstan. en el sentido en que plantea la marginalidad nera distorsionada: algunas ramas industriales crecen

como una fase atrasada. a superar por el crecimiento mientras otras siguen produciendo a nivel casi ane-
de la sociedad industrial. Hermitte er al: en un tra- sanal. Las grandes empresas trasnacionales. con ele-
bajo de reciente factura referido a la problemática de vada composición orgánica de capital, no generan

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una deruanda laboral acorde con la cantidad de viejas excepciones, particularmente grande.
lnclirso. re- Nun, retomando la problemática planteada por
ocupaciones artesanales que desarticulan.
mesan a sus países de origen buena parte de las ga- Marx, arma que si bien en la etapa del Capitalismo
nancias de modo que tampoco colaboran en la creación Competitivo, cl «ejército de reserva». cumplía ima clara
de un mercado local de capitales que garantice un cre- función dentro del sistema, hoy su número en Amé-
cimiento armónico y autosostenido de las economías rica Latina es excesivamente grande, al punto tal que
sudamericanas. La orientación
que sigue cute proceso una variaciónen el no afecta el precio de los salarios.
no es azarosa, por el contrario,
muy el gran capital Las empresas monopólicas, de capitales transnacio-
se benecia de los
desfasajes de precios y producti- nales, con elevada composición orgánica destinan a sa-
vidad que fomenta entre países centrales y periféricos. larios una cantidad relativamente baja de su inversión.
Los teóricos de la Dependencia trabajan el nivel En este sentido, en la relación con sus obreros ma-

político, los condicionantes que hacen posible el do- ximizan más la pennanencia y compromiso del obrero
minio neocolonial de las metrópolis industriales sobre con (es la continuidad
la industria, de la producción
los países atrasados. dejando en cierto modo de lado la que garantiza la acumulación) de modo tal que sue-
el problema especíco de la explotación de una clase len pagar salarios considerablemente superiores a los
social el de acelerado ofrecidos en plaza. Una vez descartada
posibilidad la
por otra, en marco un proceso
de acumulación tales de que la mayor pobla- de esta
capitalista. Sin embargo. en con- siquiera remota parte
diciones. uno de los efectos eatastrócos de la indus- ción excedente pueda ser incorporada algtma vez al
trialización rápida aparición de
latinoamericana es la aparato productivo industrial. y jada la estrategia de
la marginalidad urbana, fenómeno
este que despierta las grandes empresas con respecto al salario sobre el
el interés de los cientícos, políticos y técnicos hasta eje de la pennanencia más que el bajo sueldo, Nun de-
el punto tal que se constituye en objeto privilegiado duce que buena parte del excedente de población no
de estudio. En este contexto la problemática de la mar- será ya ejército de reserva en el sentido jado por Marx
ginalidad, se traduce en ténninos de la funcionalidad sino «población sobrante», a la que denomina «masa

o no de dicha población en las economías globales. So- marginal», a-funclonal al sistema o, incluso, dis-
bre este aspecto sólo habremos de referimos breve- funcional. En otros témtinos. en esta fase monopo-
mente a algunos conceptos desarrollados por José Nun lista del capitalismo ya no habría compatibilidad entre
en un conocido artículo, publicado en la Revista La- procesos de acumulación y excedente de población, ¡ma
tinoamericana de Sociología en 1969. clara manifestación de lo cual está constituida por las
anna
Marx que en la sociedad capitalista están ingentes masas de población urbana en condiciones de
dados los mecanismos para el surgimiento y persisten- extrema pobreza, sin perspectivas de incorporación al
cia de una población excedente indenidamente per- sistema.
petuada, generada por el propio proceso productivo y Desde un punto de vista puramente intuitivo
útil a la acumulación en la medida en que: l. optimiza cuesta asimilar una armación como la de Nun. que
la ocupación de la fuerza de trabajo en relación con llevada a sus últimas consecuencias signica por ejem-
ciclos económicos; 2. aporta a la baja de los salarios plo que, si por arte de magia desapareciera de un plu-
a través de la competencia que desata por los escasos mazo ese 30 o 40% de población marginal, las econo-
puestos de trabajo. Como resultado del proceso eco- mías latinoamericana no sifrirían cambio alguno!
nómico, se fomia un «Ejército industrial de Raerva- El planteo de Nun desató una intensa polémica
“¡totalmente funcional a la dinamica de acumulación. que no es el caso reseñar aquí. Entre las críticas po-
Resulta que históricamente
evidente el capitalismo no sibles Kowarick (op-cit) discrepa con Nim, minimi-
logró ninguna de sus etapas proveer pleno empleo.
en zando las diferencias monopolística y
entre las fases
En el primer desarrollo industrial, Europa y los EEUU competitiva del región: en ambas per-
capitalismo en la
durante el siglo pasado, la emigración masiva de po- sisten las contradicciones
capital y trabajo entre
blación facilitó una salida coyuntural. En la actuali- (esencia del sistema capitalista de producción), en am-
dad. y particularmente después de la Segunda Guerra bas. el objetivo del capital es la búsqueda de la mayor
Mundial, los mecanismos de seguridad social, (seguro ganancia. Kowarick discute asimismo, el planeo de
de desempleo) y la concertación de clases con la me- Nun sobre el comportamiento de las empresas en re-
diación del Estado garantizan un buen nivel de ocu- lación al pago de salarios. obviamente este no es un

pación junto con una elevada tasa de acumulación; al dato sin importancia frente al que la empresa se mues-
menos así fue hasta nes de los 60 que la economia
en tre indiferente. Numerosas huelgas en el sector lndus-
mundial realizaba un ciclo fuertemente expansivo. En trial más desarrollado que tienen por eje las mejoras
lospaíses periféricos no se pudo prácticamente nunca salariales atestigüan que los obreros disputan el pre-
garantizar crecimiento económico con pleno empleo, cio de la fuerza de trabajo ¡9.
de modo tal que el «ejército de reservan ha sido, salvo Desde otro punto de vista, Adriana Marshall, cri-

30
tica el planteo de Nun a partir de un análisis referido producto de la explotación directa de la clase traba-
a nuestro país donde contrasta el crecimiento de todos jadora. sino también de gran parte del producto del tra-
los sectores de la economía en las ¡’rltimas décadas con bajo organizado según formas no-capitalistas, importa
el comportamiento de la población, (crecimiento na- destacar que esa apropiación es una constante. es ade-

tural. migraciones intemas y externas) tratando de he- más en este plano, donde debe buscarse la «raciona-
char alguna luz sobre la funcionalidad de los lidad» de ciertas conductas que aparecen como

componentes del sector terciario. habitualmente aso- estrategias libremente concebidas y ejecutadas por los
ciados al origen de la marginalidad. Concluye que di- individuos.
cilmente se encuentren sectores realmente superuos A modo de resumen podría citarse el intento de
para el sistema. Vale decir, contraviniendo algunos en- Luis Machado da Silva. (cap.4) de clasicar las dife-
foques teóricos en que se vincula marginalización so- rentes propuestas relativas a la marginalidad en tres
cial y económica con «sobre-terciarización», modelos típicos de interpretación:
«sobre-urbanización», desocupación disfrazada o mi-
por aquellos enfoques que sitúan
l. constituido
graciones excesivas, A. Marshall muestra que en la
ha existido cierta mi-
la investigación en el nivel del Modo de Producción,
Argentina compatibilidad entre intentando aprehender las repercusiones que las rela-
graciones y crecimiento del aparato productivo. Den-
ciones capitalistas de producción ejercen sobre las es-
tro terciario el fuerte crecimiento
del sector de salud,
tructuras de clases. Básicamente la economía urbana
educación. fmanzas, servicios, radiofonía, comtmica-
ciones, empleados de comercio, etc. no engloba de-
es concebida
como cobijando dos fases del Modo de
Producción Capitalista. «monopólica- y «competi-
socupación disfrazada. (A. Marshall, 1978, pp.83-84).
tiva». La expansión de la primera lleva al colapso a
Resulta asimismo funcional el crecimiento del empleo la segunda generando una creciente masa disftmcional.
doméstico femenino que hace posible la incorporación de
mujerm de otros sectores sociales al mercado laboral. 2. da Silva agnrpa aquellos enfoques que loca-
No obstante, podría criticarse la propuesta de la lizan el análisis en el nivel de la «organización técnica

«masa marginal» desde un punto de vista más abar- de la producción». Al igual que en el caso anterior aquí
cador. Nun confunde dos cuestiones diferentes: esca- se identican dos sectores económicos. uno modemo
sas posibilidades de inserción en el aparato productivo y el otro tradicional, el primero constituido
por la ma-
capitalista con a-ftmcionalidad o dis-ftmcionalidad de yor parte del sector secundario y los servicios bási-
la llamada población marginal. Esto, porque remite la cos: el segimdo por el sector artesanal, los servicios
actunulación únicamente a la explotación directa de la y el terciario en general.
fuerza de trabajo en relaciones de producción media-
3. los enfoques contenidos bajo este tercer mo-
das por el salario, desconociendo la existencia de for-
delo de análisis enfatizan el «proceso de modemiza-
mas productivas no necesariamente capitalistas pero
ción- remarcando sus aspectos socioculturales, vale
subordinadas al capitalismo dominante al que. de un
decir, señalando la falta de integración, el desajuste
modo u otro, transeren sus excedentes. Tampoco con-

sidera Nun, los mecanismos de transferencia de ex-


campo-ciudad. Así, las favelas de Rio de Janeiro no

son simplemente indicadores de la pobreza, sino que


cedente vinculados a la reproducción de los productores
3° donde por denición, son receptáculos de la población no in-
en buena medida los costos de producción
de los de las
tegrada. Desde un enfoque ecológico son considera-
trabajadores adultos corren por cuenta
dos como entidades, (Machado da Silva. 1971, cap.4).
unidades domésticas. Es en el análisis de los comple-
jos mecanismos de articulación entre Modos de Pro- Los tres modelos, si bien pertenecen a vertientes

ducción y formas de organización de la producción y teóricas contrapuestas, el primero al Materialismo l-lis-


de la reproducción de la fuerza de trabajo donde se tórico los restantes al Funcionalismo, presentan si-
hará visible la funcionalidad de la población marginal. militudes. Aparecen por ejemplo como evolucionistas
La articulación entre Modos de Producción no unilineales en extrenro, con un sesgo dualista más o

aporta nada nuevo si no se avanza más allá de las ar- menos explícito: «capitalismo monopólico versus ca-

maciones generales. Pero al menos nos pemiite su- pitalismo competitivo»; «sector modemo versus sec-

gerir que por debajo de los mecanismos que podamos tor tradicional»; «patrones de conducta modernos
observar, aquellos que nos llevan a ponderar la «racio- versus tradicionales». Vale decir. aún partiendo del en-
nalidad» o la «funcionalidad- de los comportamientos foque marxista, donde las estructuras explican la gé-
observados, deberemos siempre buscar los resortes de nesis y orientación de los procesos, se corre el riesgo
la transferencia de capital, siempre ocultos tras el va- de recaer en el callejón sin salida del dualismo estmc-
riado ropaje con que se viste la acumulación origina- tural, en este caso no ya deniendo la población mar-
ria. Esto es, más allá de los mecanismos por los cuales ginal por sus carencias, (de participación u
una clase dominante capitalista se apropia. no sólo del organización), sino como la población que en deter-

31
minado estadio del desarrollo capitalista ha dejado de tructural más explicativo. donde esas conductas ad-

ser funcional a la dinámica de la acumulación 2' .


quieran nuevos signicados. (Ver: S.Torrado. l982)
Esta tarea está por hacerse. aquí sólo iremos adelan-

LOS ESTUDIOS DE COMUNIDAD tando algunas conjeturas. a modo de ilustración y con

el único propósito de abrir la discusión.

Más allá de los modelos señalados en la ilustra-


FORMAL v SECTOR INFORMAL DE
tiva categorización de Machado da Silva ÏCK a‘ ‘ntemeute SECTOR
en nuestro país. en buena medida a través del aporte LA ECONOMIA
de antropólogos. 22 o de cientícos sociales que adop-
técnicas de abordaje. una línea de El planteo dualista estructural de las sociedades
tan sus investiga-
ción, de «microescalan. la tradición subdesarrolladas se reinstala en el centro del análisis
que recupera
del «estudio de comunidades». través de los llamados: «sector formal-
etnográfica Los estu- a del enfoque
dios de este tipo, (M.Fci_ioo, I983; S.Ramos. l98l; y «sector lnfonnal- de la economía.
L.Baitolomé, l982; Hemiitte er al, l983; Jaume- Sector informal es una categoría analítica inicial-
Rombo. 1983-84) retoman. y en ocasiones reformu- mente denida por Keith Hart un economista que tra-
lan. una serie de categorías analíticas propias del m- baja desde comienzos de los 70 sobre economías
cionalismo: articulación social, redes de intercambio africanas contemporáneas. Según el planteo de Hart
recíproco, estrategias adaptativas de subsistencia. pau- (citado en L.Bartolomé. 1986, pp.23) las principales
tas matrifocales de organización familiar. etc. Por esta características de estos sectores serían aproximada-
vía se ha podido avanzar considerablemente. aportando mente las siguientes:
una visión fresca e inmediata de la vida cotidiana del
poblador marginal enriqueciendo. con las técnicas an- SECTOR INFORMAL:
tropológicas de abordaje. (entrevistas abiertas. obser- l. fácil acceso; 2. basado en recursos locales; 3.
vación participante, trabajo de campo prolongado), los
clásicos estudios sociológicos basados mayormente en
propiedad familiar de las empresas; 4. operación a pe-
infonnación secundaria. Se han efectuado excelentes
queña escala; 5. uso intensivo de la fuerza de trabajo
y tecnología apta; 6. capacitación adquirida fuera del
cetnografías- aprovechando la más rica experiencia sistema educacional; 7. mercados no regulados y com-
teórico-metodológica de los estudios de conumidad. en-
fatizando tales como: modos infomtales de
petitivos.
aspectos
organización social; contrastación
patrones nor- entre SECTOR FORMAL:
mativos de conducta y comportamientos reales; mo-
l. acceso dicil; 2. depende de insumos impor-
dos de apropiación y uso del habitat urbano;
tados; 3. propiedad corporativa; 4. operación en gran
composición del ingreso y organización del presu-
escala; 5. utilización intensiva de capital y tecnología
puesto doméstico. Estos trabajos muchas veces preo-
las del dualismo
importada; 6. capacitación adquirida fomtalmente: 7.
cupados por impugnar propuestas
mercados
estnicrural orientan esfuerzo la exis- protegidos por tarifas licencias de importa-
su a demostrar
ción y de intercambio.
tencia. en todos los
planos, de mecanismos articula-
torios entre pobladores marginales y sociedad global. Sin embargo esta emmieración de rasgos no per-
De este modo, analizan: redes sociales intra e extra- mite una clara distinción entre ambos sectores. Por
comunitarias; los modos en que se impugnan. o al mc- ejemplo se confunden producción y co-
las esferas de
nos se cuestionan. los estereotipos que sobre los po- mercialización; además si bien es posible distinguir la
bres constniye la sociedad; la manipulación de las gran empresa de la pequeña empresa. algunas de esta
normas de legalidad y propiedad de la tierra. ¡’iltimas también pueden integrar el sector formal. Por
No obstante. los estudios de este tipo trabajan casi otra parte, no todo cl sector informal se caracteriza por
exclusivamente sobre conductas ohservables, y si bien la pobreza. ni todo el sector formal está exento de ella.
en ocasiones se propone un encuadre describiendo el Quizás la crítica mas importante que puede hacerse al
contexto barrial o metropolitano, los macro- planteo inicial de Hart es que nada dice respecto de
detemiinantes sociales, económicos y políticos no jue- las relaciones de producción mediante las que operan
gan papel alguno en el momento de explicar el por qué ambos sectores.
de la existencia de las poblaciones marginales. En todo Keith Hart afirma «la distinción entre
que opor-
caso. sabemos que las conductas maniestas no pue- tunidades de ingreso formal o informal. se basa esen-
den niostrarnos las leyes del sistema. que si bien se cialmente en la distinción entre asalariado y
trata de nivel
descriptivo necesario y enriquecedor,
un
auto-empleado». Sin embargo. esta distinción anula la
se impone un replanteo teórico-metodológico
que haga posibilidad de que existan trabajadores remunerados
posible su incorporación en un modelo histórico es- por los operadores del sector informal. y en consecuen-

32
cia no constituye una base adecuada para el análisis mismo formas de cucntapropismo); 4. formas salaria-
del sector. Más aún. no nos provee de criterios para les de trabajo a destajo: lavado y planchado de ropas
distinguir a los auto-empleados dc los sectores fomial en propio domicilio. confección
el de prendas de ves-
e informal. tir por tanto; S. fonnas en las que aparece la gura
De modo altemativo es posible distinguir los sec- del salario directo únicamente: trabajo doméstico men-
tores de la economía efectuando un listado de ocupa- sualizado, trabajo en la industria de la construcción con

ciones que caracterizan al sector informal. remuneración semanal; 6. toda una serie de activida-
discriminando entre asalariado y auto-empleado. o. aún des legales o semi legales de dicil categorización: con-
considerando el modo en que se insertan las activi- trabando homiiga desde el Paraguay, apuestas ilegales,
dades. Por ejemplo, un albañil puede pertenecer a uno prostitución, formas de mendicidad, robo.
u otro sector en tanto posea benecios sociales y g- Así, más que hablar del sector informal como un

ure como ocupado en esa rama de la producción para Modo de Producción subordinado, cabe referirse a for-
los registros estatales. (estando en consecuencia pro- mas inversas de organización productiva que adoptan
tegido por la leyes). o todo lo contrario. algunos elementos esenciales del capitalismo combi-
Rob Davies (s/fecha) considera que «Una ade- nandolos con otras formas pre-capitalistas, recuperando
cuada denición del sector informal debe reconocer en cierta medida tradiciones de contratación y orga-
que diere del sector fonnal. porque representa un di- nización técnica del trabajo que provienen, para el caso
ferente Modo de Producción» El sector formal de la misionero. de Fonnaciones Sociales anteriores. En lu-
economía se caracteriza por l. gran desarrollo de las gar de la situación polar: -sector formal versus sector

fuerzas productivas; 2. los medios de producción per- infomial- la economía aparece conformada por una es-

tenecen a una clase reducida y son operados por una pecie de continuo que conduce desde la producción do-
clase trabajadora asalariada para benecio de sus pro- méstica de subsistencia, no mediada por relaciones
pietarios. 3. la división del trabajo se halla altamente monetarias. donde no es posible muchas veces cuan-

desarrollada. Por el contrario. el sector infomial. es ticar de lo producido, hasta fonnas esencial-
el valor
mano de obra intensivo, los escasos medios de pro- mente capitalistas que operan en «negro» recreando
ducción pertenecen a sus operadores. la división del fonnas capitalistas más propias de fases históricas an-

trabajo es simple y horizontal. _Desde este punto de teriores: trabajo domiciliario. trabajo a destajo. tra-
vista formal. este sector subaltemo no estaría carac- bajo infantil 23 Algunas de las empresas
. del sector
terizado por elementos substanciales especícos sino infonnal, o aquellas que están a medio camino de lo
por la FORMA en que se relacionan esos elementos fonnal, alcanzan cierto poder de acumulación y trans-
dentro del sistema conjunto. eren valor a las empresas capitalistas del sector for-
Rob Davies conere al sector infonnal estatus de ma] a las que proveen. a bajo precio. tanto productos:
Modo de Producción, a nuestro entender no lo es por por ejemplo una fábrica de perchas instalada clandes-
diversos motivos: l. es intemamente heterogéneo es- namente en la Villa miseria. que emplea mano de obra
condiendo diferentes tipos de relaciones de producción; infantil en condiciones laborales de elevada peligro-
2. aparece como un conjunto heterodoxo de fonnas de sidad. produciendo exclusivamente para una multina-
organización del trabajo que en ningún momento his- cional de alta costura: como servicios: empresas de
tórico podrían haber constituido un Modo de Produc- limpieza donde se «blanquea- uno o dos empleados y
ción independiente. se contrata a la mayoría en «negro». En este continuo.
En función de la infomiación obtenida para la ciu- las empresas del sector fomial también recurren a me-

dad de Posadas pueden señalarse las siguientes for- canismos de sobreexplotación a n de incrementar su

mas organización de la producción y la comer-


de acumulación. así por ejemplo es comúnque un obrero
cialización que integrarían este denominado «sector in- de la constnncción rote muchas de empresa
veces en

formal» de la economía: l. pequeña producción ¡ner- empresa. en ocasiones porque las obras y los contra-
canril simple: a. familias que fabrican comestibles para tos son a término. Si bien las empresas descuentan ha-
la venta callejera, b. formas itinerantes de comercio beres jubilatorios que no aportan al Estado. en la
en pequeña escala. c. la propia venta de los productos n1ayoría de los casos no hay reclamos porque el obrero
fabricados en el hogar, u otros comprados en comer- dicilmente reuna los años y comprobantes sucien-
cios mayoristas. todas ellas variantes del cuentapro- tes como para solicitar su jubilación; en los casos en

pismo; 2. fonnas domésticas de producción para la que sí ocurre. la empresa paga al Estado. con mucho
autosubsistencia: huertas. animales de gallinero; 3. retraso y multa. sólo los haberes de ese individuo, pero
prestación de servicios personales sin relación de de- luego de regatear y reconocer una relación de depen-
pendencia, y en ocasiones pagados en especie: lim- dencia inferior a los años reales en que el obrero prestó
pieza de jardines. lavado de vehículos. trabajo servicio.
doméstico serie de mecanismos
por horas, «changas» (que constituyen asi- Rob Davies enumera una por

33
los cuales las actividades del sector informal favore- tlcmográcti. la explicacion ntás acabada se logrará
cen al sector posibilidad de etnpleo infor-
fomtal. La descubriendo las leyes de poblacion de cada Modo de
el rol de producción, ctIlNÍdCrZlndU que el proceso poblacional
mal otorga al sector seguridad social que no
asume ni el Estado ni el sector fonnal: el ingreso re- está histórica "y sticialmente determinado. (L. de Riz,
1973, pp.8) Desde cl marxismo, las leyes qtre regulan
lativamente seguro en el sector infomral constituye una
segunda vía para la baja salarial, espeti: le subsidio la población crr una sociedad se vinculan con la estruc-

para el sector capitalista. vale decir, el e; ¡to de rc- .


tura soeioecoutínrica, vale decir. cada sociedad ten-

serva se autosustenta. no requiere un costo.- o sistema drá susleyes demográcas particulares; por tanto no
de seguridad social; los servicios y bienes baratos que existe regulación biológica.
hacen bajar el salario mínimo, produciendo incluso mc- El proceso poblacional forma parte de algo más
nor presión sindical por los salarios. constituyen una amplio que el proceso de reproducción de la fuerza de
tercera fomia. Concluye que para el sector capitalista, trabajo, que comprende no sólo el crecimiento de la
la opción más rentable es mantener al sector informal población sino también la capacitación de los pobla-
en su nivel adecuado, ni demasiado grande ni derna- dores como fuerza laboral. (reproducción compleja)
siado chico. Tanto en sociedades coloniales como neo- y la ubicación de la fuerza de trabajo en aquellos lu-
eoloniales, la esencia es la misma, el Modo de pro- gares donde se la ha de utilizar, (disponibilidad). Este
ducción Capitalista subordina a otros Modos de Pro- conjunto de procesos y subprocesos implica entre otras
ducción, los que conuyen en el sector infomial, no cosas: nupcialidad, fecundidad. socialización, morbi-
importando la fomia político-institucional en que se ar- mortalidad. educación formal y no-fonnal, migracio-
ticulen: nes. ingresos y salidas de los mercados de trabajo, cam-
«En esencia, el papel del sector lnl'orrna| es in- bios de rama de ocupación, etc.
crementar el excedente realizado por el sector for- L. de Riz plantea la autonomía relativa de este
mal. Que ese excedente sea absorbido baio la forma proceso de reproducción de la fuerza de trabajo. en
de acumulación capitalista ampliada, de un au- tanto no forma parte del proceso ideológico. ni del
mento del consumo por la elite, de un aumento de jurídico-político, ni_del de circulación, ni, aún del pro-
los benecios exproplados por las empresas extran- ceso directo de producción. Esto último, en virtud de
jeras, o de cualquier otra fonna, dependerá de la que la fuerza de trabajo es una mercancía muy espe-
naturaleta de la formación social particular que se cial, producida en un prolongado período de tiempo.
analice» (Davies. s/d). en el marco de la economía doméstica, y no con el ob-
jeto de obtener plusvalía. Vale decir. la fuerza de tra-
LA REPRODUCCION DE LOS PRODUCTORES bajo se reproduce fuera del circuito capitalista de
producción.
La temática reproducción de los agentes de
de la
producción es harto
compleja. en el presente trabajo MODO DE PRODUCCION CAPITALISTA Y
sólo nos a la reproducción social
referiremos en tér- FORMA DOMESTICA DE PRODUCCION
minos de la organización de la producción. y no a la
reproducción ideológico-jurídica de la población. En tomo al concepto MDP (Modo Doméstico de
(Borsotti. 1981; L.de Riz, i973; C.Meillassoux, Producción) ha discutido
se mucho, (Sahlins, 1977;
i982). Meillassoux, i978) pero quizás resulte exagerado asi-
La población. en la teoría económica clásica. apa- milar la organización domestica de la producción de
rece como ima variable endógena al sistema; siguiendo bienes y servicios como un Modo de Producción más.
la Ley de Malthus puede decirse que la oferta de tra- Ello en mayor ruedida aún en las sociedades
capita-
bajo determinará los niveles de población. Así, Smith listas actuales. donde la esfera prácticamente
domestica
y Ricardo preveen una adecuada relación entre oferta nunca constituye un circuito autónomo de producción,
de mano de obra y necesidades de acumulación, srr- operando de manera subordinada en un sistema regido

jeta únicanrente desfasajes temporales. La regula-


a
por las leyes de la producción y la reproducción ca-
ción es de orden biológico-demográfico. pitalistas.
La demografía. por su parte ofrece explicacio- Sin ubicación subordinada
embargo, esta no
nes incompletas. en la medida en que constituye más quiere decir que la esfera doméstica carezca de im-
bien una tecnica que una ciencia. Aún cuando se enr- portancia, muy por el contrario, en el caso especíco
plean variables «explicativas», queda sin re-
externas, de la población marginal la esfera doméstica tiene a
solver el último
que. Vale decir. mediante el
por su cargo importantes funciones tanto productivas
recurso a niveles educativos,
tipo de asentamiento, re- (autoproduceión para constmro, producción de articu-
ligión. ocupación de las nrujeres. etc no se logra es- los para la venta empleando exclusivamente fuerza de
tablecer una explicación adecuada del comportamiento trabajo domestica, ete). como reproductivas, (crianza

34
de los futuros productores, sostenimiento de los pos- ductivo capitalista asalariado, la intennitencia de la
productores. todo ello, muchas veces enteramente al ocupación con prolongados períodos de desocupación.
margen de los ingresos provenientes del trabajo asa- el gran tamaño de los hogares, todo ello lleva a la arn-
lariado). pliación del período productivo de los individuos. tanto
En los sectores medios de la población la esfera hacia la infancia cuanto hacia la vejez, y a la incor-
doméstica restringe su acción a lo mínimo, no obstante poración de mujeres a la producción. Por esta vía, gran
la crianza y socialización de los hijos sigue en gran parte de los costos de reproducción se ven trasladados
medida constituyendo una tarea esencialmente domés- a la esfera doméstica, y dcscontados de los costos ca-

tica. y sus funciones son transferidas


agencias o ins- a pitalistas.
tituciones estatales o privadas: sistema previsional, Desde este punto de vista, lanzar simultáneamente
escuelas y jardines de infantes, sistema de seguridad al campo productivo varios miembros del grupo do-
social. seguros de vida, escuelas especiales para dis- méstico no constituye simplemente una «estrategia»,
capacitados, sistemas mutualizados de recreación y va- en el sentido de acciones individualmente desarrolla-
caciones, etc. lncluso el confort de que se ven dotados das para incrementar el nivel de subsistencia, sino irn-
los hogares de clase media minimiza las tareas do- posiciones del sistema global, que obliga a estos
mésticas en considerable medida. Entre la población sectores a insertarse en el sistema en condiciones de
marginal. por el contrario la esfera doméstica adquiere superexplotación, garantizando así, una tasa de acu-

una importancia considerable. (o la retiene si consi- mulación originaria paralela a la tasa nomtal de ex-

deramos que la mayoría de los marginales urbanos pro- plotación.


vienen del sector del campesinado nrral) en la medida
en que las agencias estatales no llegan a incluirlos en- EL VALOR DE LA FUERZA DE TRABAJO
tre sus beneciarios. Así, la ausencia de sistemas mu-

tualizados de salud obliga al empleo de la medicina Siguiendo a Marx, Liliana de Riz. (1973) anna
casera. o del alicaído sistema hospitalario cuando no que el valor de la Fuerza de trabajo se determina por
queda más opción; la no inclusión en el sistema pre- tres componentes: l. valor de los medios de vida para
visional. condena a los ancianos a trabajar hasta muy asegurar la subsistencia al trabajador, 2. valor de los
avanzada edad y
a depender exclusivamente de la ayuda medios de vida para los substitutos. «hijos», 3. valor
familiar pueda proveerle su parentela. La casi ine-
que del aprendizaje, hasta tornar a un individuo en un

xistente estructura de guarderías infantiles estatales, agente de producción. El salario normal ha de incluir,
origina estrategias altemativas para el cuidado de los en consecuencia. esos costos de reproducción, que si
niños pequeños: quedan a cargo de otros hennanos. no se pagaran. temiinarían por hacer desaparecer del
o de abuelos. o vecinos, en el caso en que sean las ma- mercado el trabajo humano en tanto mercancía 14 .

dres las principales proveedoras del sustento diario. Puede decirse entonces que la cantidad de fuerza de
Por lo tanto. reproducción del ci-
además de la trabajo de un individuo, así como su valor. serán pro-
clo productivo, que compete al sistema global, debe porcionales al tiempo de trabajo empleado en su pro-
resolverse el problema de la reproducción de los pro- ducción, incluyendo, la reproducción poblacional:
ductores, que para el caso de la población marginal mantenimiento de la unidad doméstica, hecho que in-
queda en buena medida a cargo de las células fami- cluye a los productores en estadios pre y pos produc-
liares. Se requiere en consecuencia. un cierto equili- tivos; y la reproducción compleja: que involucra el
brio entre sexos y edades. entre miembros productivos entrenamiento y calicación del productor.
e improductivos. Obviamente no se trata de un equi- Claude Meillassoux apunta el error de plantear
librio demográco sino socioeconómico, vale decir, la problemática del subdesarrollo en términos de in-
una vez establecidas las tendencias demográficas de tercambio desigual. dado que por esa vía se ocultan
25
la población marginal. (casamiento y matemidad pre- las relaciones concretas de explotación del trabajo
coz. numerosos hijos. elevada mortalidad infantil) que . Las explicaciones sobre Estados víctimas y Estados
tienen que ver con las condiciones generales del Modo victimarios sirven para ver la transferencia de las ga-
de Producción. los hogares así constituidos, deben re- nancias pero no su generación. (Meillassoux C., 1978.
solver el problema de la reproducción de sus miem- pp.l34-135). Durante el período colonial el recluta-
bros. Equilibrio, signica garantizar una relación miento forzado de mano de obra obligaba al Estado

productores-no productores que asegure un ingreso mí- administrador a mantener una fuerza de cohersión.
nimo al conjunto. teniendo en cuenta que dicilmente ahora, en la etapa pos-colonial, con el predominio de
estatales las relaciones sociales capitalistas, las empresas
existan estnrcturas que, distribuyendo recur- pa-
sos proveniemes de los impuestos abonados por las em- gan un salario. sigue existiendo cohersión.
pero re-

presas capitalistas. provean bienes o servicios. Los presión y corrupción, elementos esenciales al

bajlsimos salarios, la no inserción en el sistema pro- funcionamiento del capitalismo dependiente que son

35
solvcntados por el Estado. Sueldos y represión son cle- tes hasta tanlu organizó sus propias relaciones de

mcntos esenciales al Modo de producción Capitalista. producción y pudo garantizar la acumulación soste-

no fomias extraeconómieas. Meillassotix encuentra im- nida. constituye un proceso que aún continua en la me-

posible explicar el subdesarrollo mediante las leyes de dida en que sc cxpropian campesinos. se ¡abran nuevas
la oferta y la demanda. aún la teoría dc la plusvalía tierras. o se destruyen otras formas productivas pre-
resulta insuciente. Por tanto, propone rc‘ ‘¡sar los con- capitalistas. Tanto el éxodo rural-u rbano, como el tra-
ceptos de salario y acumulación originaria. Encuen- bajo infantil o las migraciones temporarias aportan al
tra la causa del subdesarrollo en la combinación de Modo de Producción Capitalista mano de obra pro-
Modo producción Capitalista y Modo de Produc-
de ductiva sin costo alguno: su reproducción ha tenido lu-
ción doméstico. que permite al imperialismo transfe- gar fuera de la esfera capitalista. En este sentido el
rir recursos hacia el sector capitalista. Este proceso de Modo de Producción Capitalista se cuida de conser-
var al campesino parcelario latinoamericano en la me-
reproducción es para C.Mcillassoux causa fundamen-
tal del subdesarrollo. Podría decirse, sin embargo, que dida en que se abarata su reproducción y produce para
entre las formas de generación del excedente, el tra- el capital de fomia tanto directa como indirecta: c...de

bajo asalariado. pagado cn su precio nomial, manera general, cuando un trabajador está com-
(explotación) o por debajo de ese precio, prometido simultáneamente en la agricultura de
(sobreexplotacíón) es quizas la fuente principal. Pa- subsistencia y en un trabajo remunerado del sector
ralelamente aparecen otros mecanismos que no se ba- capitalista. produce a la vez una renta en trabaio
san en el trabajo productivo capitalista, (es decir, el y una plusvalía. La primera procede de la trans-
trabajo asalariado que en parte es capitalizable) pero ferencia gratuita de una fuerza de trabaio produ-
que igualmente generan excedente: por ej. el MDP que cida en la economía doméstica hacia el sector de
abarata el trabajo necesario para producir la fuerza de producción capitalista, la otra de la explotación de
trabajo, y las formas de trabajo organizadas según re- la fuerza de trabaio del trabaiador comprada por
laciones de producción no capitalistas. El Modo de pro- el eapltallstaa-(Meillasoux. 1978, 99.163)
ducción Capitalista articula esta otras formas
productivas, lirnitándolas. subordinándolas pero per- ESTRATEGIAS DE SUBSISTENCIA: LAS RE-
mitiendo a la vez su permanencia, en la medida en que DES DE INTERCAMBIO RECIPROCO
favorezcan sus intereses esenciales.
Meillassoux plantea la diferencia entre lo que de- En los estudios de comunidad el recorte
nomina salario directo e indirecto. El primero cons- ecológico-residencial de la población marginal posi-
tituldo por el dinero entregado por el capitalista para bilita el estudio de las redes de intercambiorecíproco,
compensar el simple gasto de energia efectuado por que siguiendo las líneas del parentesco, la amistad o

el obrero. calculado estrictamente en función de las la vecindad, dan sustento a la trama social intrace-
horas de trabajo; el segundo, no pagado directamente munitaria. Desde este punto de vista, la detección. se-

por el capitalista individual, sino por un ente institu- guimiento y caracterización de estas redes sociales. ha
cionalizado, (habitualmente el Estado) y calculado in- servido ftmdamentalmente de prueba
como elemento
dependientemente de las horas trabajadas. en función para: l. demostrar la existencia.
poblacional mar- en la
de la composición familiar, destinado a afrontar la re- ginal, de niveles suprafamiliares de organización, y,
producción doméstica de los productores, Este segundo 2. como mecanismos que pennitirían explicar la su-
salario es convertido en consumo no en capital. pervivencia de aquellos gnipos domésticos cuyos in-
En los países subdesarrollados. donde el obrero. gresos no alcanzan el nivel mínimo de supervivencia
excepto en los casos en que trabaje en el denominado
biológica. Cuando el examen de las redes sociales se
«sector fonnal de la economía». recibe un salario por hace extensivo a las que los pobladores marginales es-
sus horas de trabajo que sólo compensa su esfuerzo tablecen con individuos extemos a la comunidad. como
directo. y donde, todos
aquellos productores encua- ser patrones. médicos. políticos. el mecanismo per-
drados en otras formas productivas no totalmente ca- mite visualizar las formas de articulación de la pobla-
pitalistas. tampoco reciben atención de las agencias ción con los otros estratos de la sociedad.
estatales de seguridad social. la reproducción y el man- Al respecto. y en base a los datos de campo ob-
tenimiento de la fuerza de trabajo no están asegurados tenidos en la ciudad de Posadas cabe puntualizar lo si-
en la esfera de la producción capitalista sino remiti-
guiente:
dos necesariamente a la esfera doméstica. Es así que Veíamos que ame la ausencia de Instituciones es-
Meillassoux considera en alguna medida la «acu- tatales. (que en los paises desarrollados
que constituyen for-
mulación originaria», que Marx
conceptualizaba mas indirectas de salario. que administran los Estados
los mecanismos los que el capitalismo trans- pero que nancian
como por las empresas con el pago de sus im-
firió desde Modos de Producción
recursos
preexisten- puestos), como guarderías, asilos de ancianos. seguro

36
de desempleo, obras sociales. jubilaciones, escuelas xima interacción social de estos sujetos, ocupa el lu-
para discapacitados, etc. la esfera doméstica es la en- gar de otras formas institucionales más fonnalizadas,
cargada de afrontar esas tareas a n de sostener a los que en general no aparecen con asiduidad ni se sos-
individuos pre y post productores, y a los no produc- tienen facilmcnte. Esta «solidaridad mecánica» parece
tores por razones de salud. Las redes sociales, el pa- predominar sobre formas más institucionalizadas de or-
rentesco extenso, y su ampliación por el parentesco ganización, y es lo que suele achacarse como falencia
ritual son en ese sentido absolutamente funcionales para de las poblaciones marginales. esto es, como dirla G.
cumplir indispensables para el sostenimiento
esas tartas Gerrnani. no existe organización por encima de la fa-
del grupo. Vale decir. la esfera domestica asume en- milia, y ctrando se confonna alguna estructura sólo es
tre los pobladores marginales tareas esenciales a la re- temporal. para enfrentar situaciones críticas, desapa-
producción social, que disminuyen ese costo de reciendo junto con la causa que les dió vida.
reproducción, estructurando a ese fm amplias redes de Por de pronto, la existencia de una o varias re-

reciprocidad. des que intervinculan personas más allá de los lazos


Sin embargo. la existencia de relaciones de re- domésticos, si bien infonnalmente conformadas, mues-
ciprocidad generalizada no implica sostener que el tran que existe, entre los pobladores marginales, ca-
«asentamiento» marginal constituye una unidad donde pacidad de organización. Ahora bien, por qué el
el ujo total de recursos que ingresa se socializa y con- poblador deposita todos sus empeños en establecer re-

sume en condiciones de absoluta igualdad. Muy por des de estetipo, volcando luego en ellas toda su con-

el contrario el asentamiento constituye una unidad re- anza para la provisión de los recursos vitales.
sidencial, en ocasiones bien delimitada, y para algu- Creemos que estas redes son la fomta más adecuada
nos aspectos es asimismo pero una unidad interactiva, de resolver las cuestiones de la supervivencia cotidiana,
a la vez se ve fracturado internamente por la existen- aún aquellas situaciones críticas o inesperadas como

cia de marcadas diferencias. socio-económicas y en de- la enfennedad y la muerte. Esto, en buena medida, por-
terminadas circumtancias también «étnicas», que los que el escaso monto de los intercambios, así como su

pobladores utilizan como demarcadores sociales. cotidianeidad hacen imposible montar estmcturas bu-
Los intercambios siguen canales bien denidos. rocratizadas. difíciles de mantener. Las redes se or-

aunque muy cambiantes. de acuerdo con la capacidad ganizan enderredor del marco normativo más
de cada uno para establecer y ampliar sus contactos. «natural», el del parentesco. El parentesco, institución
y diferentes, según los bienes o servicios que involu- social por excelencia, al margen de los aspectos bio-
cren. La relación de parentesco entre miembros de una lógicos que conlleva, se flexibiliza incrementando su

red parece ser una condición primordial para garan- capacidad operativa a través de instituciones rituales
tizar un ujo continuado e importante de recursos. Aún como el compadrazgo, (bautismos, casamientos, agua
entre parientes, los intercambios que hemos podido ob- de socorro, etc.)'que penniten extender las alianzas.
servar, a diferencia de lo señalado por L. Lomnitz para El ritual amplia el parentesco hacia individuos que se
la ciudad de México, sólo alcanzan cierto equilibrio ven asi sujetos a la estructura de prestaciones y reci-
si se consideran simultáneamente
varias generaciones. procidad que ello signica.
Esto es, penniten que las unidades domés-
las redes No obstante, otros sectores sociales incursionan
ticas que perciben ingresos más elevados garanticen en la confomiación de redes: qué son las oligarquías,
la supervivencia de aquellas unidades virtualmente ca- sino redes de pares, estmcturadas enfunción de la con-

rentes de fuerza de trabajo. y por tanto de ingresos. servación de privilegios. El rasgo defmitorio. en el caso

Ello implica que los hijos casados y en edad produc- de la población marginal quizás radique en una cues-
tiva sostendrán a los padres en edad pos-productiva. tión de grado e importancia de esas redes; parecería
con la expectativa de ser a su vez mantenidos en la ve- que la condición límite en que sobreviven los pobla-

jez por sus propios hijos. dores marginales lleva a extremar el mecanismo de las
En ocasiones se da a entender, que las redes de redes como recurso de supervivencia. Podría postu-
intercambio constituyen un mecanismo especíco de larse también que ello esta fuertemente relacionado con

este tipo de sectores sociales por tanto


y que podría- el hecho de que es la estructura doméstica la encar-

noperar como elemento caracterizador fundamental. gada de resolver los complejos problemas de la repro-
No obstante, qué hay por detrás de la tendencia a con- ducción de los productores.
fonnar estructuras de red. entre los pobladores mar- El seguimiento de redes entre pobladores con ca-
ginales? racterísticas de marginalidad, nos muestra que habi-
Resulta obvio que estas redes de relaciones tualmente involucra hogares. que no constituyen
afectivo-instrurnentales por donde circulan bienes y unidades autosucientes. Podríamos postular que la
servicios, donde se establecen las alianzas, donde se mínima estructura económica aurosuciente estará
localizan los conictos, y, donde tiene lugar la má- constituida por una cierta red de parientes y algunos

37
no parientes. Esta armación es demasiado fuerte rrollo de estrategias o patitas de comportamiento
Desde cl punto de
vaya apoyada de un riguroso aná-
como no adecuadas al nuevo medio urbano.
para que
vista del sistema global se trata de mecanismos nece-
lisis y aporte pnrcbas. Pero lo cierto es que per-
de
mitiría justificar la presencia de «redes desde un punto sarios a la dinámica de acumulación, debidos a espe-
de vista más estructural, no como producto de con- cicidades locales o regionales que tienen que ver con

ductas observables, de estrategias concientes estable- cuestiones tan variadas como: características del pa-

cidas por los individuos, sino como necesidad objetiva sado colonial, población campesina, mo-
existencia de

detemrinada el sistema social en su conjunto que dalidades de incersión del gran capital transnacional.
por
condena a sectores importantes de lapoblación a car- experiencia política y gremial de los sectores popula-
gar con los costos de reproducción de losproductores. res, etc. Vale decir. con componentes especicos de
cada Fonnación Social momento histórico con-
Desde este punto de vista. la producción de ali- en un

mentos destinada al autoconsumo no sólo constituye creto. Entre esos que pone en juego la ar-
mecanismos
el traslado al ambito urbano de pautas culturales de ori- ticulación lo doméstico
capitalista pueden citarse:
en lo

gen rural, sino que es también un mecanismo domés- movilidad geográca. (traslado rural-urbano, interur-

tico por el cual se produce una parte de los productos bano, intraurbano); posibilidad de existencia de un cir-
de la subsistencia que los ingresos laborales no garan- cuito doméstico de producción, (autosubsistencia del
tizan 7-5. campesino, producción para autoconsumo del villero
De la notoria rapidez urbano), exibilización de los lazos jurídicamente es-
igual modo, con que se en-
tra y sale de los mercados laborales tanto fonnales tablecidos de parentesco. (ia. matrifoeal y otras for-
como infomiales. más allá de la expectativa explíci- mas de contratos matrimoniales particulares), alte-
tamente fonnulada por los infonnantes de aspirar a un ración dentro de márgenes pennitidos por el sistema,
«trabajo joc 27
puede asociarse con diversas circuns- de principios jurídicos de propiedad de la tierra, (la
tancias: ciclos económicos recesivos. pautas cultura- pennanencia tolerada en el espacio urbano en calidad
les. modalidades actitudinales de trabajo. ete. que de intrusos). Estas estrategias. llevan a veces a la re-

detenninan que habitualmente ese trabajo jo sólo se distribución de los hijos que son entregados a parien-
conserve durante cortos periodos. Asl dicilmente al- tes o vecinos y aún a desconocidos. cuando las
gunos pobladores marginales alcanzan a completar los condiciones de mínimo equilibrio ingreso-insumo no

aportes y trámites necesarios para lograr una jubila- se ven cubiertas. Por supuesto que el doloroso trauma
ción. debiendo recaer en la estructura de parentesco de la separación se ve revestido de formas ideológico-
la obligación de mantenerlos una vez superado el pe- rituales que lo disimulan: padrinazgo. adopción. ayuda
ríodo productivo. o compañía para los abuelos. etc. No obstante. lo que
De igual modo las estrategias adaptativas que las debe quedar claro. es que por detrás de estas «estra-
unidades domésticas montan en el plano ocupacional: tegias» que se observan y describen siempre están pre-
trabajo femenino, incorporación al trabajo de mujeres sentes las condiciones histórico-estructurales que las
y niños, más de una ocupación por individuo, acep- explican.
tación de contratos laborales que implican pagos en es- A modo de resumen podemos armar que, a par-
pecie, etc. puede ser analizada como producto de esa tir de los enfoques de la marginalidad desde un mo-

misma obligación impuesta por el sistema de no - delo dualista se hacía imposible encontrar los
nanciar los costos de reproducción de los producto- mecanismos intemos y necesarios a la sociedad que
res 13. La prolongación de la jornada laboral, expliquen el surgimiento en su seno de fonnas de ex-

(«changas de los domingos, levantar la propia vi- plotación y sobreexplotación del trabajo. una de cu-

vienda); prolongación del período productivo. (trabajo yas manifestaciones fenoménicas es la masa de
infantil, no jubilación), incorporación del trabajo fe- población marginal que apiña en tugurios urbanos
sc

menino (fuera del hogar, o dentro del mismo pero sin miserables. y cuya principal razón de ser deviene di-
los elementos de confort que facilitan las tareas: ne- recta o indirectamente de la dinámica de acumulación
cesidad de buscar el agua. de cocinar con leña, ausen- del capital. Ctralqtiiera sean los mecanismos observa-
cia de artefactos
electrodomesticos, tareas de bles de exclusión-marginación. que siempre compor-
producción para el autoconsumo ctc.), volcado al mer- tan elementos idcológicos. jurídicos, políticos, sociales
cado de trabajo de varios trabajadores por familia. todo y por stiptiesto económicos, por debajo de ellos, la
conduce a bajar los costos de la fuerza de trabajo. transferencia de plusvalía es el rasgo esencial a no per-
Esta dinámica de articulación de la organización der de vista. No obstante. desde el encuadre del Ma-
domestica de la producción y la reproducción de los terialismo Histórico se produndizó demasiado
tampoco
trabajadores en el proceso capitalista de acumulación en esos mecanismos generación y transferencia
dc de
requiere de mecanismos especicos que son analiza- excedente. Las investigaciones recientes, vuelven a la
dos desde la óptica de la «adaptación» como el desa- microcscala, al estudio de comunidades al aban-
pero

38
donar el marco social global pierden toda posibilidad rica Latina es un emergente del proceso de acumula-
explicativa. Desde el planteo económico de los secto- ción de capital su dinámica
que expansiva articula
en

res fonnal e infonnal tampoco se supera una visión modos producción y reproducción, adop-
diferentes dc
dual de la sociedad a no ser que la oposición se tra- tando formas productivas preexistentes (capitalistas o
duzca en ténninos de modos de Producción. Es ne- no) y generando nuevas formas. a veces precapi-
cesario categorías del Materialismo
retomar las talistas. de organimción de la producción. Desde esta
Histórico. en«marginalidad» es un agregado
donde la óptica no caben los planteos duales: rural-urbano.
reciente y poco compatible. a n de profundizar y re- monopólico-competitivo. tradición-modernidad. masa

fonnular teorías sectoriales tan importantes como la disfuncional-sistema global. La articulación de las par-
del salario, la de acumulación originaria, la de la po- tes dentro del todo es un axioma. En todo caso es aquel
blación. Más que hablar de marginalidad (que nece- que sostiene planteos dualistas quien debería probar
sariamente instala la oposición dual con el resto de la la coexistencia en el sistema de una masa considera-
fonnación social) debería denirse a los sujetos so- ble de población no articulada. Ahora bien, la articu-
ciales en función de su insersión real (y compleja) en lación no debe únicamente remitir al plano super-
el aparato de producción y reproducción de la socie- estnrctural, sino atender a los mecanismos especí-
dad, en términos de propiedad-posesión de los medios cos de explotación de la fuerza de trabajo. a las com-

de producción y de su capacidad de control técnico de plejas relaciones de producción que el capitalismo


la producción, dejando de lado los listados pondera- dominante genera y ensambla. Un modelo de estas ca-
dos de atributos socioeconómicos constituidos en [n- racterísticas escapa obviamente a los límites de la An-
dice. o la articulación de conductas supuestamente tropología Social como disciplina, constituyéndose
racionales adaptativas.
o necesariamente en transdisciplinario.
Marginalidad, tal como la conocemos en Amé-

NOTAS

1 El
Departamento Capital incluye los municipios de Posadas y de Garupa, ambos, de población mayoritariamente urbana.

2 del universo de analisis


Quedaron fuera pobladores marginales de las zonas costeras
los afectados por el emprendimiento
Yacyrcta, así como aquellos pobladores cn iguales condiciones de marginalidad que habitan, en caracter de intrusos,
terrenos privados.

3 Se trata «San
del barrio de emergencia conocido como Jorge: compuesto por unas 250 familias, y del asentamiento de
Chacra 181, que agrupa en terrenos scales unas 300 familias.

4 El denomina: «Detenninantes Estructurales la Pobreza Misiones».


proyecto se y Estrategias Adaptativas en Urbana,
(POBUR -PlD 0259).

5 De acuerdo el último de Población tenía


con Censo Nacional y Viviendas en 1980: 139-941 habitantes.

5 Censo de Población
Nacion! y Viviendas 1980. Serie B, Privincia de Misiones. INDEC, Buenos Aires, 1982.

7 Censo de Población
Nacional y Viviendas 1980. op. cit, pp. xvrrr.

3 Si tenemos en cuenta que, de acuerdo con el Censo Agropecuario de i969, el 92 % de los productores contaban con menos

de 100 has., siendo el 62% poseedores de menos de 25 has; y que no toda la tierra es cultivable, es posible imaginar
hasta que ptmto es extremadamente labil la supervivencia del pequeño productor misionero.

9 Las annaciones sólo


vertidas en el documento son apenas preliminares y tienen por objeto abrir la disctmión. En la

mayoría de los casos requieren de una mayor investigación empírica que las fundamenta.

¡o El Instituto de Estadísticas
Nacional y Censos, (INDEC) cn una reciente publicación, apuntada a cuanticar la pobreza
en el país en base a los datos del Censo 30 de Población y Viviendas, adopta una denición dc pobreza en los siguientes
terminos: «se considera pobre a quien no obtiene o no puede procurarse recurso: srcientes para llevar ¡ma vida mí-
nimamente decorosa, de acuerdo con las estándares implícitos en el estilo de vida predominante en la sociedad a la que

pertenece». La Pobreza en la Argentina, Buenos Aires, lNDEC, i984, pp. 9.

39
¡Í Ver, Ilohsbnwm Eric, Pobreza, en la Enciclopedia Internacional de Ciencias Sociales.

¡2 Pobreza analítica teóricos dcl Desarrollo, cambio desde el Matcrialismo Histórico


constituye una categoría para los en

practicamente no se la emplea.

¡3 Pobre7a analítica los teóricos dcl Desarrollo, cambio desde el Materialismo Histórico
constituye una categoría para en

practicamente no se la emplea.

¡4 No urbanas condiciones de marginalidad desde mucho


obstante, señala Morse, existían en latinoamerica poblaciones en

tiempo antes. Las primeras favelas surgen en Río hacia i890, en el Mexico del siglo XVI la población indígena se aglo-
meraba en chozas y refugios como reserva de trabajo pra las clases acaudaladas de la ciudad, (Morse, 1976, pp. 255-56).

¡5 Al Bartolomé 32 y ss.
respecto ver Leopoldo, 1986, op-cit, pp.

¡6 sobre el concepto de la marginalidad social, Santiago de Chile, CEAL, pp. 17 (citado


Quijano Obregon Anibal, Notas
por Kowarlek, 1981, pp. 43).

¡7 Ver Talcott Parsons, El Sistema Social. España, Alianza, 1984.

18 Marx Carlos, El capital, u, Cap. 6 (inédito), Buenos Aires, ed. SIGNOS, 1971.

19 A. Canitrot, señala industriales


argentino que, dada la relativa libertad con que los sectores
para el caso componen sus

precios en relación agropecuario, sujeto a los valores internacionales


a.l sector de sus productos; los empresarios indus-
triales pueden conceder mejoras salariales, que trasladan luego a1 precio nal de sus manufacturas, articulando de este
modo una continua trasferencia de recursos desde el sector agropecuario al industrial donde el capitalista se benecia
con un abaratamiento del costo de la rem de trabajo. dado el menor precio relativo de los alinaentos. Canltrot Adolfo,
Buenos Aires. Rev. Desarrollo Económico, N°., 198.

2° Este tema,
que desarrollamos con algún detalle mas adelante, en buena medida ha sido
'
planteado por Claude Meillassoux.
en la 2da. parte de Mujeres, graneros y capitales.

21 El
propio Machado da Silva hace suyo el planteo de Nun aceptando en consecuencia la falsa oposición entre «Formación
Económica» y amasa marginal»

12 En este sentido el cieno modo «clasico» de Larlzza «Cómo sobreviven los ha


trabajo en Lomnltz, marginados- ejercido
considerable inuencia.

13 En la ciudad de Posadas hemos podido comprobar la presencia de pequeñas industrias clandestinas productoras de per-
chas, textiles, escobas, etc., que operan con trabajo femenino, e infantil en condiciones infrahumanas, con pago a destajo.

24 No la discusión «histórico
pretendemos aquí considerar en tomo al elemento moral- que enciena el valor de la fuerLa
de trabajo, si se tiene en cuenta las condiciones históricas concretas en que tienen lugar la reproducción. Ver Marx Car-
los. Libro l, Capítulo Vl, (inédito) de El Capital. Buenos Aires, Ed. SIGNOS, 1971.

25 Ver Liliana de Riz. op.-cit, donde se discuten diferentes propuestas teóricas para explicar las marcadas diferencias entre
los salarios pagados en los países centrales y en los periféricos.

25 En la muestra de hogares estudiada para la ciudad de Posadas, pudo ponderarsc que la autoproducción de alimentos aJ-
canzaba al 30% del presupuesto de la cuarta parte de los hogares, y que en el 10% de los casos constituía practicamente
el único ingreso. -

37 En determinadas
coyunturas el mercado informal resulta mucho mas atractivo: cuando el sector fonnal efectúa pagos
a destajo, la posibilidad de roturas, o de enfennedades, etc. hacen mas seguros y constantes losingresos informales;
en paises como el nuestro. con una elevada tasa de inación mensual, el sector informal provee ingresos mas facilmente
ajustables y, en consecuencia, mas elevados.

33 La muestra examinada indicó promedio dc dos trabajadores por hogar, muy elevado si se tiene en cuenta
un
que existen
hogares unimembrcs y hogares donde no cuentan con trabajadores. No obstante, en promedio, los ingresos totales por
unidad domestica no alcanzaban el valor de un sueldo mínimo de ese momento.

ti!!! I! ¡Útil

40
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