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INTRODUCCIÓN

Probablemente para muchos, José Carlos Mariátegui no fue más que un


escritor de ideología comunista que se dedicó a criticar los problemas de
nuestra sociedad. Por lo cual, la finalidad de este trabajo es ampliar esa
errónea idea y aclarar la importancia que tuvo este excepcional hombre
para la sociedad, la cultura peruana y para la literatura nacional. Mariátegui
pertenece a la generación del '20, la cual es considerada una de las más
brillantes en la historia del Perú.
"Siete ensayos de la interpretación de la realidad peruana" presenta el
pensamiento marxista de Mariátegui y es la primera aplicación del
materialismo dialéctico al estudio de la historia del Perú; Mariátegui publicó su
obra cumbre en el año 1928 y, a partir de su estudio se empezó a profundizar
sobre el desarrollo cultural del Perú, así como sobre la situación jurídica, social
y económica, tanto de las comunidades indígenas como de los centros
urbanos. Dichos ensayos permitieron, tanto a nativos como a extranjeros,
conocer a fondo los cambios y cuestionamientos por los que atravesaba
nuestro país a comienzos del siglo XX.
La presente monografía pretende demostrar que José Carlos Mariátegui
fue uno de los primeros escritores que reflexionó sobre la necesidad de
una literatura peruana auténtica y que contribuyó, con sus escritos e ideología
política expresados en su obra cumbre "Siete ensayos de la interpretación de la
realidad peruana", a forjar la identidad cultural de los peruanos.
I. DATOS GENRALES:
1. .
1.1. DATOS BLIOGRÁFICOS
1.1.1. TITULO DE LA OBRA : : 7 Ensayos De La Interpretación De
La Realidad Peruana
1.1.2. AUTOR : José Carlos Mariátegui
1.1.3. EDICIÓN : En 1928, por Biblioteca Amauta,
1.1.4. LUGAR : Lima - Perú.
1.1.5. EDITORIAL : Minerva

1.2. DATOS DEL AUTOR


1.2.1. DATOS ESENCIALES DE SU VIDA:
José Carlos Mariátegui nació el 14 de junio de 1894, en Moquegua
(Perú). Sus padres fueron Francisco Javier Mariátegui Requejo y María
Amalia La Chira Ballejos. Desde 1899 vivió y estudió en Huacho, pero un
accidente en 1902 hizo que lo internaran en un hospital de Lima. Desde
entonces sufrió cojera en su pierna izquierda. El no poder correr y jugar
como otros niños, le hizo amar la lectura y le permitió cultivarse de forma
autodidacta.

En 1909, ingresó como ayudante de linotipista y en 1914 como articulista


del diario La Prensa. De 1916 a 1919 fue redactor del diario El Tiempo.
Paralelamente, escribió para las revistas Mundo Limeño, Lulú, El
Turf y Colónida. En estos años juveniles hizo amistad con importantes
intelectuales y escritores como Abraham Valdelomar. Junto a César
Falcón editó Nuestra Época (1918) y La Razón (1919), donde criticó a la
oligarquía, apoyó las movilizaciones obreras y defendió la Reforma
Universitaria. En 1919, ganó una beca y estuvo cuatro años en Europa.
En Italia se casó con Anna Chiappe y abrazó la ideología marxista.
Al regresar al Perú dictó conferencias en la Universidad Popular
González Prada y asumió la dirección de la revista Claridad. En 1924,
sufrió la amputación de su pierna izquierda, pero continuó trabajando por
sembrar la doctrina socialista en obreros y estudiantes. En 1925, fundó
la editorial Minerva y en 1926 la revista Amauta. También escribió para
las revistas Variedades y Mundial. En 1928, fundó el Partido Socialista
Peruano y publicó su célebre Siete Ensayos de Interpretación de la
Realidad Peruana. En 1929, fundó la Confederación General de
Trabajadores del Perú.

A fines de marzo de 1930, fue internado en un hospital por


complicaciones derivadas de su pierna enferma. Al agravarse, falleció el
16 de abril de 1930. Sus restos fueron enterrados en el Cementerio
Presbítero Maestro de Lima.

1.2.2. OBRAS:
1. La escena contemporánea.
2. 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana
3. El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy.
4. La novela y la vida. Siegfried y el profesor Canella.
5. Defensa del marxismo.
6. El artista y la época
7. Signos y Obras.
8. Historia de la crisis mundial.
9. Peruanicemos al Perú.
10. Poemas a Mariátegui
11. José Carlos Mariátegui
12. Temas de nuestra América.
13. Ideología y política.
14. Temas de educación.
15. Cartas de Italia.
16. Figuras y aspectos de la vida mundial. ( 3 tomos)
17. Amauta y su influencia
18. Mariátegui y su tiempo, por Armando Bazán y otros.
1.2.3. EPOCA : CONTENPORANEA
1.2.4. MOVIMIENTO : INDIGENISMO
1.3. DATOS SOBRE LA OBRA
1.3.1. GENERO : Narrativo (cuento).
1.3.2. ESPECIE : Ensayo
1.3.3. TRASCENDENCIA LITERARIA : Política
1.3.4. ILUSTRACIÓN: Primera Tapa Del Primer Libro
II. ANÁLISIS IDEOLÓGICO O DE CONTENIDO
2. .
2.1. TEMA O IDEA CENTRAL:
Ensayos de interpretación de la realidad peruana desde los tiempos de los
incas hasta la etapa en la que vive. En diversos aspectos de controversia.

2.2. TEMAS SECUNDARIOS:


Dentro de sus temas de análisis que son siete tenemos:
19. Esquema de la Evolución Económica
20. El Problema del Indio
21. El Problema de la Tierra
22. El Proceso de la Instrucción Pública
23. El Factor Religioso
24. Regionalismo y Centralismo
25. El Proceso de la Literatura

2.3. ARGUMENTO
2.3.1. ESQUEMA DE LA EVOLUCIÓN ECONÓMICA:
En este ensayo analiza el proceso socio-económico peruano partiendo
de la economía colonial a la que percibe como una compulsiva escisión
histórica que tuerce antinaturalmente la espontánea y fecunda economía
incaica. El incario desarrolló una economía socialista, el trabajo colectivo
tenía un carácter agrario, con fines sociales en su realización. La
economía feudal implantada por los conquistadores resulta ajena al
devenir histórico de estos pueblos, iniciándose una dualidad entre lo
oficial impuesto y lo natural indígena negado. La colonia utilizó el trabajo
colectivo como trabajo forzado en las minas, descuidando el agro y las
obras de carácter público. El esquema virreinal sofrena las inquietudes
comerciales de las colonias; la independencia surge como una respuesta
a las necesidades del desarrollo capitalista de la civilización occidental.
La República no logra articular la escisión producida por la conquista. La
dependencia con el capital extranjero no cede ni siquiera ante la
aparición de nuevos rubros de riquezas naturales; por el contrario, con
ello se ahonda el carácter centralista, costeño y dependiente de la
economía peruana.

2.3.2. EL PROBLEMA DEL INDIO:


«Todas las tesis sobre el problema indígena, que ignoran o eluden a
éste como problema económico-social, son otros tantos estériles
ejercicios teóricos, y a veces sólo verbales, condenados a un absoluto
descrédito. No las salva a algunas su buena fe. Prácticamente, todas no
han servido sino para ocultar o desfigurar la realidad del problema».
Mariátegui concibe el problema del indio no como un asunto racial,
administrativo, jurídico, educativo o eclesiástico, sino como un problema
sustancialmente económico cuyo origen está en el injusto régimen de
propiedad de la tierra, en el gamonalismo; mientras subsista esta forma
de propiedad todo intento por solucionar el problema del indio quedará
disuelto en el estéril denuncia lírica o en la prédica oportunista e
inconsciente. Terminar con el gamonalismo, con la feudalidad, significa
de- volver más que tierras; significará para la raza desposeída su
rendición histórica, la recuperación de su esencialidad moral y su
auténtica integración a la vida nacional. «La solución del problema del
indio tiene que ser una solución social. Sus realizadores deben ser los
propios indios.
Este concepto conduce a ver en la reunión de los congresos indígenas
un hecho histórico. Los congresos indígenas, desvirtuados en los últimos
años por el burocratismo, no representaban todavía un programa; pero
sus primeras reuniones señalaron una ruta comunicando a los indios de
diversas regiones. A los indios les falta vinculación nacional. Sus
protestas han sido siempre regionales. Esto ha contribuido, en gran
parte, a su abatimiento.»

2.3.3. EL PROBLEMA DE LA TIERRA:


Mariátegui estudia la cuestión agraria unida ineludiblemente a la del
indio, reivindicando el derecho de éste a la tierra, para lo cual era
necesario sacarlo del estado de servidumbre que suponía el feudalismo
de los gamonales. Luego, muestra cómo el colonialismo que destruyó y
aniquiló la economía incaica de tipo "comunista", no supo reemplazarla
más que con el feudalismo. ¿Qué le pasó a la comunidad agraria del
ayllu? A pesar de las leyes escritas, de las Leyes de Indias, la
comunidad indígena fue despojada por el feudalismo, cuyas expresiones
eran el latifundio y la servidumbre. Mientras que Europa, por el siglo
XVIII, tomaba otro rumbo al fortalecerse y ascender al poder la clase que
desplazó y liquidó el feudalismo: la burguesía (la revolución francesa fue
una revolución burguesa). Pero revolución de la independencia hispano-
americana «encontró al Perú retrasado en la formación de su
burguesía...» Si bien se abolieron las mitas, se dejó en pie la aristocracia
terrateniente, la que si bien ya no conservaba «sus privilegios de
principio, conservaba sus posiciones de hecho. Seguía siendo en el Perú
la clase dominante». Esta clase, apoyada por el militarismo gobernante,
retardó el surgimiento de una vigorosa burguesía urbana. Y recién se
intentó una reorganización gradual de este problema cuando se
promulgó el Código Civil (1852), que favoreció la formación de las
pequeñas propiedades, en desmedro de los grandes dominios
señoriales y de la comunidad indígena, al mismo tiempo. No obstante, la
pequeña propiedad no prosperó, y por el contrario el latifundio se
consolidó y extendió, siendo la única perjudicada la comunidad indígena,
la misma que, pese a todo, logró sobrevivir.
El latifundio de la costa difería del latifundio serrano; el costeño
evolucionó hacia modos y técnicas capitalistas, en tanto que el de la
sierra conservó íntegramente su carácter feudal, resistiendo a la
transformación industrial y capitalista; aún así no logró destruir la
comunidad indígena. El latifundio costeño cada vez más ligado al capital
extranjero prefirió desplazar los tradicionales cultivos alimenticios por el
cultivo de algodón de exportación, generando un círculo vicioso de
importación de alimentos y exportación de materias primas.
Indistintamente del tipo de latifundismo, éste impedía el desarrollo del
capitalismo nacional, ya que los terratenientes obraban como
«intermediarios o agentes del capitalismo extranjero»; como una barrera
para la inmigración blanca; se oponían a la renovación de métodos,
cultivos, etc.; era incapaz de atender la salubridad rural; particularmente
en la sierra el feudalismo agrario se mostraba del todo inepto como
creador de riqueza y de progreso. En una palabra, agrega Mariátegui,
«que el gamonal como factor económico, está, pues, completamente
descalificado».
Como a Mariátegui más le importaba seguir (y proyectar para el Perú
futuro) la "comunidad agraria indígena", estudia el destino de ésta bajo el
régimen republicano. A pesar de la absorción feudalista, la comunidad
ha subsistido por el espíritu del indio: a pesar de las leyes de cien años
de régimen republicano, no se ha tornado individualista.

2.3.4. EL PROCESO DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA:


Lo analiza estrechamente ligado al económico-social, como no podía ser
de otro modo. Reconoce y analiza las tres influencias en la educación
peruana: la española, la francesa y la norteamericana, estas dos últimas
injertadas en la primera. La educación en la colonia tuvo «un sentido
aristocrático y un concepto eclesiástico y literario de la enseñanza», en
otras palabras, una educación elitista y escolástica. El desprecio por el
trabajo, por las actividades productivas fue alentado por los claustros
universitarios incluso luego de producida la independencia. La
República, que heredó las estructuras coloniales, buscó luego el modelo
de la reforma francesa, ya en las postrimerías del siglo XIX. Hasta que la
reforma de la segunda enseñanza de 1902, empezó a reflejar la
influencia creciente del modelo anglosajón: sería el primer paso para
adoptar el sistema norteamericano, coherente con el embrionario
desarrollo capitalista del país. Preconizador del modelo yanqui fue el Dr.
Manuel Vicente Villarán, cuyas prédicas triunfaron con la reforma
educativa de 1920, por ley orgánica de enseñanza dada ese año, pero
como no era posible, según Mariátegui «democratizar la enseñanza de
un país, sin democratizar su economía, y sin democratizar, por ende, su
superestructura política» la reforma del 20 devino en fracaso.
La reforma universitaria merece también la atención de Mariátegui.
Hasta el Perú alcanzaron los movimientos reformistas que se iniciaron
en Córdoba, en el año 1918, producto de la «recia marejada post-
bélica»,
Aunque en ese país, en un principio, la ideología del movimiento
estudiantil careció de homogeneidad y autonomía. Los estudiantes de
América, querían sacudir el medioevalismo también de sus casas de
estudio. Sus reclamos se basan en la necesidad de que los estudiantes
intervengan en el gobierno de las universidades y el funcionamiento de
cátedras libres, al lado de las oficiales, cátedras de limpios y nuevos
conocimientos. En una palabra, querían que la Universidad dejara de ser
un órgano de casta, cesara ese divorcio entre su función y la realidad
nacional y tomara el verdadero rumbo que le era asignado. Con relación
a este problema, Mariátegui nos hace un extenso estudio sobre la
reforma en el Perú y la reacción en su contra, las ideologías que
intervinieron en esta pugna: los conceptos civilistas burgueses de
Villarán, el aristocratismo idealista de Deustua, etc. Para Mariátegui, «el
problema de la enseñanza no puede ser bien comprendido en nuestro
tiempo dice si no es considerado como un problema económico y como
un problema social. El error de muchos reformadores ha estado en su
método abstractamente idealista, en su doctrina exclusivamente
pedagógica». No se puede desconocer la injerencia del factor
económico en la estructuración de planes y programas de enseñanza,
en todos los tiempos.

2.3.5. EL FACTOR RELIGIOSO:


La religión incaica fue un código moral antes que un conjunto de
abstracciones metafísicas. Su iglesia (por llamarla de algún modo) fue
una institución social y política, cuyo culto estaba subordinado a los
intereses sociales y políticos del imperio; la iglesia era el estado mismo.
Es lo que se llama Teocracia. Producida la conquista, se impuso el culto
católico más que la prédica del evangelio, de modo que el culto pagano
de la religión incaica subsistió bajo el culto católico, fenómeno al que se
conoce como sincretismo religioso. El rol de la iglesia católica durante el
virreinato fue de aval del estado feudal y semifeudal instituido. Si bien es
cierto que hubo choques entre el poder civil y el eclesiástico, éstos no
tuvieron ningún fondo doctrinal, sino que fueron meras querellas
domésticas. Con el advenimiento de la República no hubo cambio en tal
sentido. La revolución de la Independencia, del mismo modo que no tocó
los privilegios feudales, tampoco lo hizo con los eclesiásticos. El
radicalismo gonzalez-pradista surgido a fines del siglo XIX constituyó la
primera agitación anticlerical surgida en el Perú, pero careció de eficacia
por no haber aportado un programa económico-social. De acuerdo a la
tesis socialista, las formas eclesiásticas y doctrinas religiosas son
peculiares e inherentes al régimen económico-social que las sostiene y
produce, y por tanto, su preocupación es cambiar ésta y no aquellas.

2.3.6. REGIONALISMO Y CENTRALISMO:


Este problema, en cierto modo, viene vertebrando todos los demás.
Aunque reconoce que existe, sobre todo en el sur peruano, un
sentimiento regionalista, dicho regionalismo no parece ser más que «una
expresión vaga de un malestar y un descontento». En realidad, el
problema se plantea entre Centralismo y Federalismo. El Centralismo se
apoya en el caciquismo y gamonalismo regionales (dispuestos, no
obstante, a reclamarse federalistas de acuerdo a las circunstancias),
mientras que el Federalismo recluta sus adeptos entre los caciques y
gamonales en desgracia ante el poder central. Ciertamente, uno de los
vicios de la organización política del Perú es y sigue siendo su
centralismo. Pero entiende Mariátegui que toda descentralización que no
se dirija a solucionar el problema agrario y la cuestión indígena, «no
merece ya ni siquiera ser discutida», porque, advierte, no es este
problema meramente político, ni desde este solo punto de vista ella
alcanzaría para solucionar los problemas esenciales. Por otra parte es
difícil definir y demarcar en el Perú regiones existentes históricamente
como tales. No obstante Mariátegui estudia las tres regiones físicas: la
Costa, la Sierra y la Montaña (que no significan regiones en cuanto a la
realidad social y económica), afirmándonos que la Montaña carece aún
de significación socio-económica; en cambio, «la actual peruanidad se
ha sedimentado en tierra baja» o Costa, y la Sierra es el refugio del
indigenismo.
«Las formas de descentralización ensayadas en la historia de la
República, han adolecido del vicio original de representar una
concepción y un diseño absolutamente centralistas», dice Mariátegui, y
como la descentralización a que aspira el regionalismo, no es legislativo
sino administrativo, el problema ha permanecido en pie. ¿Qué opina
Mariátegui sobre la descentralización? Primero, clarificar el propio
concepto del regionalismo, para evitar el gamonalismo regional. Luego
una definitiva opción entre el gamonal o el indio: «no existe un tercer
camino». Porque, lo más cierto es que «ninguna reforma que robustezca
al gamonal contra el indio, por mucho que aparezca como una
satisfacción del sentimiento regionalista, puede ser estimada como una
reforma buena y justa». También estudia el problema de la capital,
concerniente a todas las capitales de América, y sostiene que la suerte
de Lima está subordinada a los grandes cambios políticos, como enseña
la historia de Europa y la propia América.

2.3.7. EL PROCESO DE LA LITERATURA:


En éste su último ensayo, Mariátegui renuncia a ser un crítico imparcial:
«Declaro sin escrúpulo, que traigo a la exégesis literaria todas mis
pasiones e ideas políticas...». Desde su punto de vista analiza la
literatura de la Colonia, «de irrenunciable filiación española», en espíritu
y sentimientos, y este colonialismo mental supervive al Virreinato, dando
como resultado una literatura mediocre por falta de raíces propias, no
habiendo podido «eludir la suerte que le imponía su origen». Explica las
razones socio-económicas por qué ha subsistido ese colonialismo
literario, y agrega: «el literato peruano no ha sabido casi nunca sentirse
vinculado al Pueblo». Aunque destaca en Garcilaso, más Inca que
conquistador, el primer destello de "peruanidad", y rescata a Ricardo
Palma y a sus
Tradiciones de las pretensiones del colonialismo, pues estas Tradiciones
tienen «política y socialmente una filiación democrática». Hay que
esperar hasta la llegada de González Prada para ver anunciada la
posibilidad de una auténtica literatura peruana. González Prada significa
la ruptura con el virreinato; uno de los últimos reductos del colonialismo
intelectual es la universidad, de allí emerge la «generación futurista». En
tales circunstancias el Movimiento Colónida, encabezado por
Valdelomar, surge como una insurrección, como una actitud
antiacadémica reclamando sinceridad y naturalismo, esa sinceridad que
no se encuentra en los versos de José Santos Chocano por su excesiva
egolatría pero que si aparece en los ensoñados versos de José María
Eguren.
Son también analizados por Mariátegui: Mariano Melgar, Magda Portal
(a quien llamó la primera poetisa del Perú), Alberto Guillén, Alberto
Hidalgo y César Vallejo de quien dice es el poeta de una estirpe, de una
raza, creador absoluto, nostálgico pero no retrospectivo. «No añora el
imperio como el pasadismo perricholesco añora el virreinato. Su
nostalgia es una propuesta sentimental o una protesta metafísica.
Nostalgia de exilio; nostalgia de ausencia».
Y, finalmente, analiza las corrientes de su actualidad, en especial la
indigenista, que llena una función histórica en la sociología peruana en
evolución y cuyo más amplio sentido lo lleva a consubstanciarse con «la
reivindicación de lo autóctono», que, no obstante, no paraliza los otros
elementos vitales de la literatura peruana. Y es literatura "indigenista" y
no "indígena" —aclara Mariátegui— porque aún no puede dar una
versión verista del indio, sino que tiene «que idealizarlo y estilizarlo.
Tampoco puede darnos su propia ánima. Es todavía una literatura de
mestizos...» Mariátegui confía en la suerte del mestizaje, el que debe ser
analizado como cuestión sociológica, no étnica.

2.4. EPOCA : Contemporánea.


2.5. ESCENARIO : Lima Contenporanea
2.6. VALOR DE LA OBRA
2.6.1. VALOR LINGÜÍSTICO:
En este ensayo el autor introduce términos quechuas, así como
algunas palabras latinas.

2.6.2. VALOR LITERARIO:


En la obra podemos resaltar la introducción del ensayo en nuestra
literatura.
Mediante 7ensayos, que son movidos con la influencia del
marxismo. Haciendo un recuento de lo pasado y presente de
nuestra realidad.
2.6.3. VALOR GEOGRÁFICO:
En los ensayos nos muestran como análisis al Perú completo en
sus tres regiones, también nos habla de cómo llegan a su estado
países europeos.
2.6.4. VALOR SICOLÓGICO:
En este valor podemos resaltar el modo en el que influye en el
pensamiento de los peruanos en esta época, haciendo resaltar los
problemas que suscitaba nuestro país desde hace mucho tiempo y
que aun seguía aquejándolo

III. ANALISIS ESTILISTICO


3. .
3.1. ESPECIE : Narrativo (cuento).
3.2. ESTRUCTURA :
3.2.1. FORMATO: LIBRO
3.2.2. PAGINAS: 292
3.2.3. DIVIDIDO EN:

 Esquema de la evolución económica


 El problema del indio
 El problema de la tierra
 El proceso de la instrucción pública
 El factor religioso
 Regionalismo y centralismo
 El proceso de la literatura

3.3. LENGUAJE Y ESTILO :


4. El lenguaje es armonioso y dúctil, el estilo fresco y cargado de humor e
ironía. La lectura del texto no desmaya en ningún instante (partiendo,
obviamente, de la premisa que el lector posea conocimientos básicos de
cultura general, en los rubros de historia, filosofía, literatura, religión, etc.)
3.4 POSICION DEL NARRADOR :

IV. ANALISIS LEXIOGRAFICO O FRASEOLOGICO:


4.1. . VOCABULARIO:
1. Frugal: sencilla y poco abundante
2. Ayllu: Cada uno de los núcleos comunitarios de la sociedad inca,
constituidos por miembros de un mismo clan o linaje, unidos por lazos
familiares y religiosos
3. Lisonja: Adulación interesada que se hace a una persona para ganar su
voluntad u otra cosa.
4. Animismo: Término que denota la creencia general de que todos los
seres y objetos de la naturaleza están animados o tienenespíritu
5. Taumatúrgica: maravilloso, prodigioso, milagroso, mágico.
6. Molicie: Comodidad o regalo excesivos.
7. Mimetismo: Disposición de una persona para cambiar sus opiniones y
conducta y adaptarse a las del entorno
8. Grey: Congregación de fieles cristianos bajo su sacerdote.
9. Verbigracia: Texto que se cita para ejemplificar
10. Fetichista: Idolatría, veneración excesiva hacia Cualquier objeto que se
cree que trae suerte.

4.2. ORACIONES:
1. Juan Tiene una Casa Frugal
2. Cuenta la Leyenda que los Ayllu, eran una clase social inca muy
trabajadora
3. Carlos tienes una Hermana ¡Muy Lisonja!
4. Las plantas de mi Jardín se ven tan bien que diría que hay Animismo
en su ser.
5. El futbol es un deporte Taumatúrgico
6. Mi abuela siempre me engríe con Molicie.
7. El gerente de la Empresa Society Start está en un estado de
Mimetismo.
8. Hoy habrá una Reunión de Grey
9. Siempre uso mucha Verbigracia en mis apuntes.
10. En Palestina existe mucha la Fetichista.

V. APRECIACIÓN CRÍTICA
5.
5.1. ¿LE AGRADA COMO EL AUTOR CUENTA LA HISTORIA?
Claro por qué el autor se muestra muy fresco y claro, dando a conocer
como estaba nuestra realidad peruana en esa época, y nos incitaba a
cambiar el modo de pensar para mejorar como nación, siendo siempre muy
irónico en todo.

5.2. HECHO MÁS IMPORTANTE


6. En este libro de ensayos José Carlos Mariátegui nos muestra la
investigación que él hace acerca de diversos temas, en estos ensayos
podemos notar la introducción de algunas citas de personajes que
influyeron es su investigación.
7. Me gusto mucho los factores de gran importancia que se centra en estudiar
temas muy importantes que todo peruano debe conocer; en su ensayo se
puede notar la gran labor que Mariátegui realizo, en contrastar realidades
pasadas con las presentes. También en la obra podemos ver la advertencia
que nos hace al inicio, con frases muy resaltantes como “no soy un crítico
imparciales y objetivo mis juicios se nutren de mis ideales, de mis
sentimientos y de mis pasiones”.

7.1. CITAR ALGUNAS APRECIACIONES


 Este libro destaca por el abundante contenido de cada uno de sus
capítulos, la fuerza analítica del pensamiento y las citas bibliográficas
con los que el autor se esfuerza encuadrar toda la obra, intentando así
darle un carácter erudito.
 Sin embargo, el autor peca muchos veces por su sentido unilateral, por
exceso de esquematismo, por personales afectos y simpatías (muy
visibles en el ensayo sobre literatura), por el carácter tendencioso de su
propaganda, o, simplemente, por deficiente información. Como
queriendo anticiparse a los ataques, el autor advertía en el prólogo que
no se proponía ser un crítico objetivo e imparcial, y que ninguno de sus
ensayos estaba terminado (es decir, que estaba consciente de sus
limitaciones).
 Pese a todo, esta obra ha tenido mucha importancia y trascendencia, ya
que tuvo el mérito de iniciar en el Perú el estudio de los asuntos
nacionales de manera seria y metódica, vinculando los problemas
actuales con los antiguos y mostrando verdades lacerantes que otros
no querían ver.

VI. COMPOSICIÓN LITERARIA

6.1 APORTE FOLOSÓFICO DE LA OBRA:


8. El pensamiento de José Carlos Mariátegui
9. Hasta 1919, fecha en que volvió al Perú después de permanecer tres años
en Europa, duró lo que él llamó su "edad de piedra" para referirse a la
evolución de su pensamiento. De regreso a Lima, inició la ya relatada
campaña de proselitismo ideológico, hasta declararse "marxista convicto y
confeso": en esa época fundaría la Confederación General de Trabajadores
y el Partido Socialista.
10. Un hito fundamental de su trayectoria fue la fundación de la famosa revista
Amauta (1926-1930), que contribuyó a difundir no sólo el ideario socialista,
sino también las principales manifestaciones de la vanguardia, y que
propició la discusión de los problemas más sensibles del Perú de entonces,
como la cuestión indigenista, en la que tomó partido concibiendo el
indigenismo dentro de un contexto más amplio, alejándose de la ortodoxia
de considerar a este movimiento la única vía posible de expresión para el
arte y la literatura peruana.
11. Sus ideas en esta etapa tienen dos claros referentes doctrinarios: el
materialismo histórico y el socialismo marxista; con ellos, articuló de manera
sólida y coherente una visión del Perú que hasta hoy sigue siendo
referencia obligada. En ese sentido, uno de sus libros más difundidos, Siete
ensayos de interpretación de la realidad peruana (1928), representa un
auténtico paradigma de análisis político, social y cultural, y coloca a
Mariátegui como iniciador del ensayo como materia y estructura en la
literatura nacional.
12. En el primer ensayo de los contenidos en dicha obra, se estudia
brevemente la evolución de la economía peruana, subrayando la influencia
negativa que para el desarrollo de la economía capitalista en el Perú ejerce
el régimen feudal imperante. En el segundo se ocupa del problema del indio
y propugna un nuevo planteamiento que lo vincule al de la propiedad de la
tierra. El régimen de propiedad agraria es el tema del tercer ensayo. En él
se hace un profundo y minucioso examen de la situación de la economía
agrícola en las diversas regiones del Perú y de los problemas jurídicos y
sociales ligados a ella. El cuarto, titulado "El Proceso de la Instrucción
Pública", constituye una contribución al análisis de los problemas que
plantea la educación peruana, desde la perspectiva del socialismo.
13. El quinto de los Siete ensayos de interpretación de la realidad
peruana estudia la función que la religión ha tenido en la vida peruana. En
el sexto, titulado "Regionalismo y Centralismo", el autor toma posición en el
debate entre los defensores de la organización central y los federalistas.
Frente a ellos, defiende un nuevo regionalismo, opuesto tanto al centralismo
que olvida los intereses de las provincias, cuanto al regionalismo de cepa
feudal. En el séptimo y último ensayo se hace una revisión del proceso de la
literatura peruana. Mariátegui señala la dependencia de ésta respecto a la
organización económica del Perú en sus diversas etapas históricas y
destaca, como rasgos característicos de la literatura de la época, la
liberación del espíritu colonial, la tendencia creciente a aproximarse a la
vida nacional y la influencia del espíritu cosmopolita.
14. Su posición marxista decidida y apasionada lo llevó con frecuencia a la
polémica, y fruto de ella fue su trabajo titulado Defensa del marxismo, frente
a la posición revisionista del político y teórico belga Henri de Man. Cabe
anotar un rasgo peculiar de su pensamiento marxista, al que él consideraba
no calco ni copia, sino "creación heroica": su heterodoxia, especialmente en
el terreno del análisis literario.
15. En efecto, Mariátegui rebasó las fronteras del historicismo positivista y los
límites que imponía el marxismo al arte, y al mismo tiempo concibió la
literatura como un fenómeno estético, histórico y social. Asimismo, es
valiosa su periodización de la literatura peruana en tres fases: colonial,
cosmopolita y nacional. Fue por tanto un agudo crítico de la cultura de su
tiempo y mantuvo siempre una sensibilidad despierta y entusiasta ante las
nuevas formas artísticas surgidas entre las décadas de 1920 y 1930. Su
prematura muerte truncó su obra.
16.
6.2 MENSAJE DE LA OBRA:

- En esta obra el autor nos muestra el modo de cómo Mariátegui


contribuye a la publicación de de los asuntos nacionales.
- Hace una vinculación o relación entre la historia con los sucesos del
presente y con una vista interrogante ante lo que vendrá.
- Así también habla sobre los problemas que desde el pasado nos
aquejan y hasta ahora no se pueden resolver. Señalando realidades que
muchas personas de esa época no vieron, pasaron por alto o no
quisieron ver.
- El nunca escribió en sus ensayos algo que en el fondo creyera una
falsedad. Intenta dar una diagnostico de nuestro país al cual le
encuentra muchas relaciones con otros países de América andina.

6.3 ILUSTRACIÓN:
CONCLUSIONES

Este trabajo demuestra que José Carlos Mariátegui contribuyó a forjarla


identidad nacional de los peruanos a través de sus cátedras y discursos,
como de su obra fundamental "Siete ensayos de la interpretación de la
identidad peruana". Los ensayos representan el pensamiento marxista y
socialista comprometido del autor, sus ideas más originales del movimiento
indigenista del cual fue difusor y su intensa preocupación por la cultura y la
literatura auténtica de los peruanos que contribuyera a formar una nación
integrada que rescatara a las diferencias y asumiera los retos de la
modernidad.
BIBLIOGRAÍA
http://www.monografias.com/trabajos82/ensayos-realidad-peruana/ensayos

- realidad-peruana2.shtml#ixzz3a8msbbSq

- https://www.marxists.org/espanol/mariateg/1928/7ensayos/

- http://www.revistavelaverde.pe/los-7-ensayos-de-jose-carlos-mariategui/

- http://es.wikisource.org/wiki/7_ensayos_de_interpretaci%C3%B3n_de_la

_realidad_peruana:_El_proceso_de_la_literatura

- http://actitudps.blogspot.com/p/resumen-de-los-siete-ensayos-de.html
ANEXOS

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