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AQUAFITNESS

Una “nueva modalidad” para el ejercitarse, está dando un “Bom” en los individuos
que buscan algo más novedoso y mas allá de los gimnasios a los cuales quizá les
da pereza asistir y que en el agua encuentran una forma más divertida y
placentera de realizar ejercicio.

Las actividades de “Fitness Acuatico”, se encontraran bajo el ámbito de programas


de mantenimiento-entrenamiento (Moreno y Gutierrez,1998 ; Moreno y cols., 1998)
buscando una forma global en que los practicantes tengan un estado de bienestar
óptimo. Ibañez (1996) nos dice “es un programa destinado a mantener la salud y
la imagen, que permite llevar las tareas diarias con vigor, sin excesiva fatiga, con
energía para disfrutar el ocio y disponer de energías imprevistas, teniendo la
seguridad de poder actuar en circunstancias extrañas”

Estas actividades están abiertas a cualquier sector pues su flexibilidad y


adaptación son primordiales para que el mayor número de personas puedan
tomarla como opción, dando oportunidad para que sectores que se veían
apartados de alguna otra modalidad tengan la oportunidad de estar dentro de ella.

Las actividades que siguen la corriente del “Fitness acuático” se presentan como
una clara alternativa a las gimnasias de mantenimiento terrestres y vienen a
mejorar otros modelos de entrenamiento acuático menos ambiciosos y
desarrollados.

Pero ¿Cuál es la diferencia de realizar estos ejercicios en el agua?

Las propiedades del agua son variadas, algunas no cambian y otras varían en el
cuerpo sumergido según la temperatura de esta, al momento de realizar Fitness
Acuatico, se busca que actúen:

La densidad: que es la relación entre la masa de un cuerpo y su volumen. Cuando


un cuerpo es sumergido, se establece una relación entre densidades que
condicionan fuerzas resultantes, en el caso del agua su densidad es de 1 en agua
dulce y 1,02 en agua salada, el cuerpo humano tiene una densidad de 0,95 y de
aquí que la densidad y flotabilidad están sumamente relacionadas.

Presión Hidrostática: Es la presión que ejerce el agua sobre un cuerpo sumergido.


Es directamente proporcional a la profundidad y densidad. Dándonos esto como
resultado que el cuerpo tenga que hacer un mayor esfuerzo tanto para
mantenerse en una posición vertical como para mantener una adecuada
respiración, proporcionando así a la hora de realizar el ejercicio una resistencia al
movimiento y al mismo tiempo una estabilidad en articulaciones que puedan no
tenerlas, dando pie a que personas con algún tipo de lesión puedan seguir
entrenando o reactivarse en este. Con respecto a este principio, también es
beneficio a la hora de las caídas, pues por la lentitud de movimientos se
experimentará que las caídas son más difíciles pues se tiene mayor tiempo para
reaccionar y no existe un impacto violento.

Favorece los trabajos de propiocepción y mejora la circulación: Por la cont

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