Está en la página 1de 125

1

FILOSOFÍA
ÍNDICE
2
FILOSOFÍA
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

FILOSOFÍA
0. PARA COMENZAR

Amor a segunda vista

Ella es joven y hermosa. Es princesa y lo tiene todo. Pero hace tiempo que su cara no muestra
una sonrisa. Los reyes desean que su hija ponga los ojos en alguien que la haga feliz. Han
fracasado con todos los príncipes conocidos y, como último intento, ya casi desesperados,
organizan una competencia entre los magos solteros del reino: el primero que la haga sonreír se
podrá casar con ella.

Los trucos de seducción que utilizan los concursantes son increíbles. Uno convierte un mazo de
naipes en una bandada de palomas. Otro realiza acrobacias aéreas trepado en su escoba
voladora. Nada. El rostro de la princesa continúa sin el menor gesto de alegría.

El final es inesperado. En contraste con las maravillas mostradas por sus rivales, el último mago,
el más joven y atractivo, extrae de su capa un par de anteojos. Se acerca a la princesa y se los da
a probar. Ella se los pone, sonríe… y lo besa. 5

FILOSOFÍA
Otro modo de ver y de pensar
6
FILOSOFÍA

Hagamos un experimento con imágenes. A ver si logras descubrir qué esconden. ¿Descubriste algo más de lo
que estos logos muestran a primera vista? Cada uno plantea una especie de adivinanza en su espacio negativo
(espacio o dibujo que, dentro o alrededor de otro, significa algo).

Reconocer y llenar vacíos


Dar en el blanco

FILOSOFÍA

Y antes de seguir...

“El efecto principal de la filosofía es suscitar el espíritu filosófico, la crítica, la sinceridad de la


posición mental: la completa sinceridad: saber qué es lo que se ignora, saberlo y sentirlo, y hasta
aprender a ignorar, que es más difícil que aprender a saber.

La discusión para triunfar debe ser proscripta de esta aula más que de ninguna, ha de enseñarse
a cambiar ideas para comprender mejor, para ver más aspectos de las cuestiones: si se quiere
conservar el término discutir, ninguna clase se presta como ésta para hacerlo bien, conservando
2
el espíritu siempre dispuesto y sensible para la comprensión, para el cambio, para la duda.
1. Reunidos en pequeños grupos, lean las siguientes oraciones y, luego, realicen las actividades.
a. En una reunión de trabajo, el gerente de la empresa dice a los otros empleados, con
fastidio: “Basta ya de filosofar. No estamos aquí para filosofar sino para tomar decisiones
que hacen al futuro de la empresa”.
b. El muchacho llegó a su casa desconsolado porque no consiguió el empleo que le habían
prometido. Su hermana trató entonces de animarlo, diciéndole: “No te preocupes tanto,
hay que tomarse las cosas con filosofía”.
c. ”Tengo un primo que estudia filosofía en la facultad. Ya está en cuarto año de la carrera
y dice que ha conocido a muchos profesores de filosofía, pero que sólo algunos
merecen ser llamados filósofos”.
d. ”Los orientales tienen una filosofía de vida muy diferente de la nuestra. Por eso, nos
resulta tan difícil comprender sus costumbres”.
Intercambien opiniones sobre los diferentes significados de la palabra filosofía y sus derivadas, que
aparecen en las oraciones anteriores. Anoten sus conclusiones.

2. En forma individual, escriban al menos cinco preguntas que ustedes consideren fundamentales,
preguntas que, alguna vez, se han hecho y para las que no han hallado aún una respuesta
satisfactoria. Con más herramientas, luego podremos ver si algunas de esas preguntas planteadas
por ustedes pueden ser consideradas preguntas filosóficas.

3. ¿Qué reflexión puedes hacer a partir de esta viñeta?


8
FILOSOFÍA
1. LA PREGUNTA POR EL SENTIDO DE LAS COSAS

FILOSOFÍA
10
FILOSOFÍA

2. LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA

“La historia de la filosofía como pensar metódico tiene sus


comienzos hace dos mil quinientos años, pero como pensar
mítico mucho antes. Sin embargo, comienzo no es lo mismo
que origen. El comienzo es histórico (...). Origen es, en
cambio, la fuente de la que mana en todo tiempo el impulso
que mueve a filosofar. (...). Este origen es múltiple. Del
asombro sale la pregunta y el conocimiento; de la duda
acerca de lo conocido, el examen crítico y la certeza; de la
conmoción del hombre y de la conciencia de estar perdido,
la cuestión de su propio ser. Representémonos ante todo
estos tres motivos.

Primero. Platón decía que el asombro es el origen de la


Filosofía. Nuestros ojos nos ‘hacen partícipes del espectáculo
de las estrellas, del sol y de la bóveda celeste’. Este
espectáculo nos ha dado el impulso de investigar el universo.
De aquí brotó para nosotros la Filosofía, el mayor de los
bienes deparados por los dioses a la raza de los mortales. Y Aristóteles [añade]: ‘Pues la
admiración es lo que impulsa a los hombres a filosofar: empezando por admirarse de lo que les
sorprendía por extraño, avanzaron poco a poco y se preguntaron por (...) el origen del Universo’.

El admirarse impulsa a conocer. En la admiración se cobra conciencia de no saber. Se busca el


saber, pero el saber mismo, no ‘para satisfacer ninguna necesidad común’.
El filosofar es como un desvincularse de las necesidades de la vida: tiene lugar mirando
desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo, preguntando qué es todo ello y de dónde
viene, preguntas cuyas respuestas no sirven para nada útil, sino que resultan satisfactorias por sí
solas.

Segundo. Una vez que he satisfecho mi asombro y admiración con el conocimiento de lo que
existe, pronto se anuncia la duda. Los conocimientos se acumulan, pero ante el examen crítico
no hay nada cierto. Las percepciones están condicionadas por nuestros órganos sensoriales y
son engañosas o, en todo caso, no concordantes con lo que existe fuera de mí. Nuestras formas
mentales son las de nuestro humano intelecto: se enredan en contradicciones insolubles; por
todas partes se alzan unas afirmaciones frente a otras”.

Karl Jaspers, La Filosofía.


México, F.C.E., Breviarios, 1965, pp. 15 y 16.

11

FILOSOFÍA

“Estamos siempre en situaciones. Las situaciones cambian, las ocasiones se suceden. Si no se las
aprovecha, no vuelven más. Puedo trabajar por hacer que cambien determinadas situaciones.
Pero hay otras que son, por su esencia, permanentes aun cuando se altere su apariencia
momentánea: no puedo menos de morir, ni de padecer, ni de luchar; estoy sometido al azar; me
hundo inevitablemente en la culpa.

A estas situaciones fundamentales de nuestra existencia las llamamos situaciones límites.


Quiere decir que son situaciones de las que no podemos salir y que no podemos alterar. La
conciencia de estas situaciones límites es, después del asombro y de la duda, el origen, más
profundo aún, de la Filosofía (...). En la vida corriente, huimos frecuentemente ante ellas
cerrando los ojos y haciendo como si no existieran.

(...) El estoico Epicteto decía: ‘El origen de la Filosofía es percatarse de la propia debilidad e
impotencia’. ¿Cómo salir de la impotencia? La respuesta de Epicteto decía: ‘Considerando todo
lo que no está en mi poder como indiferente para mí en su necesidad, y, por el contrario,
poniendo en claro y en libertad por medio del pensamiento lo que reside en mí, a saber, la forma
y el contenido de mis representaciones'. (...)
Estos tres influyentes motivos –la admiración y el conocimiento, la duda y la certeza, el sentirse
perdido y el encontrarse a sí mismo– no agotan lo que nos mueve a filosofar en la actualidad. En
estos tiempos, que representan el corte más radical de la historia, tiempos de una disolución
inaudita y de posibilidades sólo oscuramente atisbadas, son sin duda válidos, pero no
suficientes, los tres motivos expuestos hasta aquí. Estos motivos resultan subordinados a una
condición, la de comunicación entre los hombres (...). Comunicación que no se limite a ser de
intelecto a intelecto, de espíritu a espíritu, sino que llegue a ser de existencia a existencia”.

Jaspers, K., op. cit., pp. 16, 17 y 21.

Después de leer cuidadosamente el texto, responde y justifica:


e. ¿En qué se diferencia el asombro vulgar del asombro filosófico?
f. Da dos ejemplos que ilustren la afirmación “las percepciones sensibles son engañosas”.
g. ¿Todo ser humano debe enfrentar situaciones límite? ¿Cómo se las puede definir?
h. ¿Qué otras situaciones, no mencionadas en el texto de Jaspers, consideras que son
situaciones límite? ¿Por qué?
i. ¿Qué hace la mayor parte de los seres humanos ante ellas?
j. ¿Qué actitudes comunes en nosotros sirven para olvidar nuestras situaciones límite?

12
FILOSOFÍA

3. LA RESPUESTA:
LOS DISCURSOS INTERPRETATIVOS DE LA REALIDAD

El Mito
Discursos
Míticos La Religión

Discursos interpretativos
de la realidad
La Filosofía
Discursos
Racionales La Ciencia
A. El tipo de discurso mítico: el mito y la religión

El mito

13

FILOSOFÍA

Mito de la sucesión (Mitología griega)

Urano (el cielo) odia a los hijos que tiene con su madre Gea (la tierra) y los esconde en los
abismos de ésta. La madre prepara una emboscada contra Urano y sólo el hijo menor, Cronos (el
tiempo), decide enfrentarse a su padre. Gea le entrega una hoz dentada y cuando Urano se une
a Gea en amoroso abrazo, Cronos corta los genitales de su padre y los arroja al mar.
La castración de Urano produce gotas de sangre que al caer a tierra
originan las Erinias, los Gigantes y las Ninfas Melias. Las Erinias son las
diosas encargadas de castigar a los parricidas, su aspecto es horrible
(cabellos de serpientes y en sus manos serpientes que son látigos) y
son tres: Alecto, Tisífone y Meguera. Los Gigantes son seres colosales,
con poder semejante a los dioses, pero mortales. De las Ninfas Melias
no conservamos sus nombres.

Al caer los genitales al mar, producen una espuma de la que surge la


diosa del amor, la belleza y la pasión, Afrodita (Venus).

Cronos ocupa el poder y se casa con su hermana Rea. Tiene seis hijos
(Hestia, Deméter, Hera, Hades, Poseidón y Zeus). Pero por una pre-
dicción de Gea, Cronos se entera que también él será destronado por uno de sus hijos. Para
evitarlo, según nacían los iba devorando. Este proceder no gustó a Rea y decidió dar a luz a su
último hijo (Zeus) lejos de su padre (en el monte Licto, Creta). En lugar de a Zeus, Rea le dio a
engullir a Cronos una piedra envuelta en pañales.
Zeus crece en Creta amamantado por la ninfa Amaltea con leche de cabra. Al crecer Zeus,
consigue que su padre vomite a sus hermanos y con ellos la piedra que se tragó engañado,
piedra que Zeus llevó a lo que hoy día es el santuario de Delfos, donde aún hoy puede visitarse
(aunque es copia de época romana). Después libera a los Cíclopes (seres monstruosos de un solo
ojo en la frente) y a los Hecatonquires (seres de cien brazos).

Zeus, ayudado por sus hermanos y algunos titanes, se rebeló contra su padre, ayudado éste
último por el resto de titanes. Tras diez años de lucha, Cronos y los titanes que le ayudaron
fueron encadenados en el Tártaro bajo la vigilancia de los Hecatonquires. Los vencedores se
repartieron el poder: Poseidón el dominio del mar, Hades el mundo subterráneo y Zeus el cielo,
siendo éste último considerado a partir de entonces el dios supremo y padre de todos los dioses
y hombres. Zeus ocupa el Olimpo, monte donde se decía que se encontraba la morada de los
dioses.

14
La religión
FILOSOFÍA



B. El tipo de discurso racional: la filosofía y la ciencia


La ciencia

"La ciencia es una compleja actividad social, que se lleva a cabo por parte de las comunidades
científicas establecidas en las universidades y centros de investigación, los resultados de la cual
se presentan en congresos, revistas especializadas y libros de texto.

Estos resultados son, por un lado, descripciones o historias detalladas de ciertas áreas de la
realidad observadas con minuciosidad o provocadas en los laboratorios, y, por otra, teorías
abstractas que pueden ser utilizadas como instrumentos intelectuales en la explicación de los
datos registrados en las historias o en la predicción de futuras observaciones o de los resultados
de futuros experimentos o en el diseño de nuevas tecnologías o aparatos.
Los resultados expuestos por los científicos son públicos y están sometidos al análisis, la crítica y
el control de todo el mundo y en especial de los colegas, deseosos de refutar los resultados de
sus compañeros para aumentar, de esta manera, su propio prestigio dentro de la comunidad
científica".

Jesús Mosterín
Grandes temas de la filosofía actual

15

FILOSOFÍA
La especificidad del saber filosófico
4
1. Realiza la siguiente lectura, del libro “El mundo de Sofía”:

La visión mítica del mundo

¡Hola, Sofía! Tenemos mucho que hacer, de modo que empecemos ya.
16 Por filosofía entendemos una manera de pensar totalmente nueva que surgió en Grecia
alrededor del año 600 antes de Cristo. Hasta entonces, habían sido las distintas religiones las
FILOSOFÍA

que habían dado a la gente las respuestas a todas esas preguntas que se hacían. Estas
explicaciones religiosas se transmitieron de generación en generación a través de los mitos.
Un mito es un relato sobre dioses, un relato que pretende explicar el principio de la vida.

Por todo el mundo ha surgido, en el transcurso de los milenios, una enorme flora de
explicaciones míticas a las cuestiones filosóficas. Los filósofos griegos intentaron enseñar a
los seres humanos que no debían fiarse de tales explicaciones.

Para poder entender la manera de pensar de los primeros filósofos, necesitamos comprender
lo que quiere decir tener una visión mítica del mundo. Utilizaremos como ejemplos algunas
ideas de la mitología nórdica; no hace falta cruzar el río para coger agua.

Seguramente habrás oído hablar de Tor y su martillo. Antes de que el cristianismo llegara a
Noruega, la gente creía que Tor viajaba por el cielo en un carro tirado por dos machos
cabríos. Cuando agitaba su martillo, había truenos y rayos. La palabra noruega «torden»
(truenos) significa precisamente eso, «ruidos de Tor». Cuando hay rayos y truenos, también
suele llover. La lluvia tenía una importancia vital para los agricultores en la época vikinga; por
eso Tor fue adorado como el dios de la fertilidad. Es decir: la respuesta mítica a por qué
llueve, era que Tor agitaba su martillo; y, cuando llovía, todo crecía bien en el campo.
Resultaba en sí incomprensible cómo las plantas en el campo crecían y daban frutos, pero
los agricultores intuían que tenía que ver con la lluvia. Y, además, todos creían que la lluvia
tenía algo que ver con Tor, lo que le convirtió en uno de los dioses más importantes del
Norte.

Tor también era importante en otro contexto, en un contexto que tenía que ver con todo el
concepto del mundo. Los vikingos se imaginaban que el mundo habitado era una isla
constantemente amenazada por peligros externos. A esa parte del mundo la llamaban

4
Midgard («el patio en el medio»), es decir, el reino situado en el medio. En Midgard se
encontraba además Ásgard («el patio de los dioses»), que era el hogar de los dioses. Fuera
de Midgard estaba Utgard (“el patio de fuera”), es decir, el reino que se encontraba fuera.
Aquí vivían los peligrosos trolls (los «gigantes»), que constantemente intentaban destruir el
mundo mediante astutos trucos. A esos monstruos malvados se les suele llamar «fuerzas del
caos». Tanto en la religión nórdica como en la mayor parte de otras culturas, los seres hu-
manos tenían la sensación de que había un delicado equilibrio de poder entre las fuerzas del
bien y del mal.

Los trolls podían destruir Midgard raptando a la diosa de la fertilidad, Freya. Si lo lograban, en
los campos no crecería nada y las mujeres no darían a luz. Por eso era tan importante que
los dioses buenos pudieran mantenerlos en jaque. También en este sentido Tor jugaba un
papel importante. Su martillo no sólo traía la lluvia, sino que también era un arma importante
en la lucha contra las fuerzas peligrosas. El martillo le daba un poder casi ilimitado. Por
ejemplo, podía echarlo tras los trolls y matarlos. Y además, no tenía que tener miedo de
perderlo, porque funcionaba como un bumerán, y siempre volvía a él. He aquí la explicación
mítica de cómo se mantiene la naturaleza, y cómo se libra una constante lucha entre el bien y
el mal. Y esas explicaciones míticas eran precisamente las que los filósofos rechazaban.
Pero no se trataba únicamente de explicaciones. La gente no podía quedarse sentada de
brazos cruzados esperando a que interviniesen los dioses cuando amenazaban las
desgracias -tales como sequías o epidemias- Las personas tenían que tomar parte activa en
la lucha contra el mal. Esta participación se llevaba a cabo mediante distintos actos religiosos
o ritos.

El acto religioso más importante en la época de la antigua Noruega era el sacrificio, que se
hacía con el fin de aumentar el poder del dios. Los seres humanos tenían que hacer
sacrificios a los dioses para que éstos reuniesen fuerzas suficientes para combatir a las
fuerzas del caos. Esto se conseguía, por ejemplo, mediante el sacrificio de un animal al dios
en cuestión. Era bastante corriente sacrificar machos cabríos a Tor. En lo que se refiere a
Odín, también se sacrificaban seres humanos.

El mito más conocido en Noruega lo conocemos por el poema «Trymskvida» (La canción
sobre Trym). En él se cuenta que Tor se quedó dormido y que, cuando se despertó, su
martillo había desaparecido. Se enfureció tanto que las manos le temblaban y la barba le 17
vibraba. Acompañado por su amigo Loke fue a preguntar a Freya si le dejaba sus alas para

FILOSOFÍA
que éste pudiera volar hasta Jotunheimen (el hogar de los gigantes), con el fin de averiguar si
eran los trolls los que le habían robado el martillo. Allí Loke se encuentra con Trym, el rey de
los gigantes, que, en efecto, empieza a presumir de haber robado el martillo y de haberlo
escondido a ocho millas bajo tierra. Y añade que no devolverá el martillo hasta que no logre
casarse con Freya.

¿Me sigues, Sofía? Los dioses buenos se encuentran de repente ante un dramático
secuestro: los trolls se han apoderado de su arma defensiva más importante, lo que da lugar
a una situación insostenible. Mientras los trolls tengan en su poder el martillo de Tor, tienen el
poder total sobre el mundo de los dioses y de los humanos. Y a cambio del martillo exigen a
Freya. Pero tal intercambio resulta igual de imposible: si los dioses tienen que desprenderse
de su diosa de la fertilidad, la que vela por todo lo que es vida, la hierba en el campo se
marchitará y los dioses y los humanos morirán. Es decir, la situación no tiene salida. Si te
imaginas un grupo de terroristas amenazando con hacer explotar una bomba atómica en el
centro de París o de Londres, si no se cumplen sus peligrosisímas exigencias, entiendes muy
bien esta historia.

El mito cuenta que Loke vuelve a Ásgard, donde pide a Freya que se vista de novia, porque
hay que casarla con los trolls. Desgraciadamente, Freya se enfada y dice que la gente
pensará que está loca por los hombres si accede a casarse con un troll. Entonces al dios
Heimdal se le ocurre una excelente idea. Sugiere que disfracen a Tor de novia. Podrán atarle
el pelo y ponerle piedras en el pecho para que parezca una mujer. Evidentemente a Tor no le
hace muy feliz esta propuesta, pero entiende finalmente que la única posibilidad que tienen
los dioses de recuperar el martillo es seguir el consejo de Heimdal.

Al final, Tor se viste de novia. Loke le va a acompañar como dama de honor. «Vayamos las
dos mujeres a Jotunheimen», dice Loke. Si prefieres un idioma más moderno, diríamos que
Tor y Loke son los «policías antiterroristas» de los dioses. Disfrazados de mujeres deben
meterse en el baluarte de los trolls para recuperar el martillo de Tor. En cuanto llegan a
Jotunheimen, los trolls empiezan los preparativos de la boda. Pero, durante la fiesta nupcial,
la novia -es decir Tor-, se come un buey entero y ocho salmones, También se bebe tres
barriles de cerveza. A Trym le extraña, y los «soldados del comando» disfrazados están a
punto de ser descubiertos. Pero Loke consigue escapar de la peligrosa situación. Dice que
Freya no ha comido en ocho noches por la enorme ilusión que le hacía ir a Jotunheimen.
Trym levanta el velo para besar a la novia, pero da un salto del susto, al mirar dentro de los
agudos ojos de Tor. También esta vez es Loke el que salva la situación. Dice que la novia no
ha dormido en ocho noches por la enorme ilusión que le hacía la boda. Entonces Trym
ordena que se traiga el martillo y que se ponga sobre las piernas de la novia, durante la
ceremonia de la boda.

Se cuenta que Tor se echó a reír cuando le llevaron su martillo. Primero mató con él a Trym,
y luego a toda la estirpe de los gigantes. Y así el siniestro secuestro tuvo un final feliz. Una
vez más, Tor -el Batman o el James Bond de los dioses- había vencido a las fuerzas del mal.
Hasta ahí el propio mito, Sofía. ¿Pero qué significa en realidad? No creo que se haya
inventado sólo por gusto. Con este mito se pretende dar una explicación a algo. Ese algo
podría ser lo siguiente: cuando había sequías en el país, la gente necesitaba una explicación
de por qué no llovía. ¿Sería acaso porque los dioses habían robado el martillo de Tor?

El mito puede querer dar también una explicación a los cambios de estación del año: en
invierno, la naturaleza muere porque el martillo de Tor está en Jotunheimen. Pero, en
primavera, consigue recuperarlo. Así pues, el mito intenta dar a los seres humanos
respuestas a algo que no entienden.

Pero habría algo que explicar además del mito. A menudo, los seres humanos realizaron
distintos actos religiosos relacionados con el mito. Podemos imaginarnos que la respuesta de
los humanos a sequías o a malos años sería representar el drama que describía el mito.
Quizá disfrazaban de novia a algún hombre del pueblo -con piedras en lugar de pechos- para
recuperar el martillo que los trolls habían robado. De esta manera, los seres humanos podían
contribuir a que lloviera y a que el grano creciera en el campo.

Conocemos muchos ejemplos de otras partes del mundo en los que los seres humanos
dramatizaban un «mito de estaciones», con el fin de acelerar los procesos de la naturaleza.
Sólo hemos echado un brevísimo vistazo al mundo de la mitología nórdica. Existe un sinfín de
mitos sobre Tor y Odín Frey y Freya, Hoder y Balder, y muchísimos otros dioses. Ideas
mitológicas de este tipo florecían por el mundo entero antes de que los filósofos comenzaran
a hurgar en ellas. También los griegos tenían su visión mítica del mundo cuando surgió la
primera filosofía. Durante siglos, habían hablado de los dioses de generación en generación.
18 En Grecia los dioses se llamaban Zeus y Apolo, Hera y Atenea, Dionisio y Asclepio, Heracles
y Hefesto, por nombrar algunos. Alrededor del año 700 a. de C., gran parte de los mitos
griegos fueron plasmados por escrito por Homero y Hesíodo. Con esto se creó una nueva
FILOSOFÍA

situación. Al tener escritos los mitos, se hizo posible discutirlos.

Los primeros filósofos griegos criticaron la mitología de Homero sólo porque los dioses se
parecían mucho a los seres humanos y porque eran igual de egoístas y de poco fiar que
nosotros. Por primera vez se dijo que quizás los mitos no fueran más que imaginaciones
humanas. Encontramos un ejemplo de esta crítica de los mitos en el filósofo Jenófanes, que
nació en el 570 a. de C. “Los seres humanos se han creado dioses a su propia imagen”,
decía. “Creen que los dioses han nacido y que tienen cuerpo, vestidos e idioma como
nosotros. Los negros piensan que los dioses son negros y chatos, los tracios los imaginan
rubios y con ojos azules. ¡Incluso si los bueyes, caballos y leones hubiesen sabido pintar,
habrían representado dioses con aspecto de bueyes, caballos y leones!”. Precisamente en
esa época, los griegos fundaron una serie de ciudades-estado en Grecia y en las colonias
griegas del sur de Italia y en Eurasia. En estos lugares los esclavos hacían todo el trabajo
físico, y los ciudadanos libres podían dedicar su tiempo a la política y a la vida cultural. En
estos ambientes urbanos evolucionó la manera de pensar de la gente. Un solo individuo
podía, por cuenta propia, plantear cuestiones sobre cómo debería organizarse la sociedad.
De esta manera, el individuo también podía hacer preguntas filosóficas sin tener que recurrir
a los mitos heredados. Decimos que tuvo lugar una evolución de una manera de pensar
mítica a un razonamiento basado en la experiencia y la razón. El objetivo de los primeros
filósofos era buscar explicaciones naturales a los procesos de la naturaleza.

Sofía dio vueltas por el amplio jardín. Intentó olvidarse de todo lo que había aprendido en el
instituto. Especialmente importante era olvidarse de lo que había leído en los libros de
ciencias naturales. Si se hubiera criado en ese jardín, sin saber nada sobre la naturaleza,
¿cómo habría vivido ella entonces la primavera? ¿Habría intentado inventar una especie de
explicación a por qué de pronto un día comenzaba a llover? ¿Habría imaginado una especie
de razonamiento de cómo desaparecía la nieve v el sol iba subiendo en el horizonte?

Sí, de eso estaba totalmente segura, y empezó a inventar e imaginar. El invierno había sido
como una garra congelada sobre el país debido a que el malvado Muriat se había llevado
presa a una fría cárcel hermosa princesa Sikita. Pero, una mañana, llegó el apuesto príncipe
Bravato a rescatarla. Entonces Sikita se pudo tan contento que comenzó a bailar por los
campos cantando una canción que había compuesto mientras estaba en la fría cárcel
Entonces la tierra, los árboles se emocionaron tanto que la nieve se convirtió en lágrimas.
Pero luego salió el sol y secó todas las lágrimas. Los pájaros imitaron la canción de Sikita y
cuando la hermosa princesa soltó su pelo dorado, algunos rizos cayeron al suelo, donde se
convirtieron en lirios del campo.

A Sofía le pareció que acababa de inventarse una hermosa historia. Si no hubiera tenido
conocimiento de otra explicación para el cambio de las estaciones, habría acabado por
creerse la historia que se había inventado. Comprendió que los seres humanos quizás
hubieran necesitado siempre encontrar explicaciones a los procesos de la naturaleza. A lo
mejor la gente no podía vivir sin tales explicaciones. Y entonces inventaron todos los mitos en
aquellos tiempos en que no había ninguna ciencia.

2. Contesta a las siguientes preguntas y coméntalas con tus compañeros:

a. ¿Qué es un mito?
b. ¿Por qué Tor era considerado el Dios de la fertilidad?
c. Explica la concepción del bien y del mal para los vikingos
d. ¿De qué modo participaban los seres humanos de este equilibrio entre el bien y el mal?
e. Resume brevemente el mito de Trym.
f. ¿Que representaba el mito de Trym para la gente y su comprensión de las estaciones del año?
g. ¿Qué tradición se generó en el pueblo a raíz de este mito?
h. ¿Cuál es la crítica que hizo la filosofía a los mitos?

3. Investiga dos mitos de distintas culturas, como por ejemplo: Azteca o Maya, Egipcio, Griego o de
alguna otra cultura que desees. Para esto puedes consultar a profesores de otras asignaturas,
como por ejemplo, Lengua o Historia.

4. SENTIDO Y NECESIDAD DE LA FILOSOFÍA


19

FILOSOFÍA

“Se trata, en primer lugar, de la cuestión de la apreciación justa de todo afán filosófico en el
transcurso de la historia. Con demasiada frecuencia se suele menospreciar su alcance: la
filosofía, se afirma, no es más que un conglomerado de especulaciones abstractas sin
significación alguna para la vida; lo que hace falta es estudiar las ciencias prácticas que nos
suministran la base de la técnica en todos los campos (no sólo la técnica del ingeniero, sino la del
pedagogo y la del psicólogo), también en la ciencia social, la economía y la política. Porque
“Primum vivere, deinde philosophari” y el “philosophari” no tiene importancia mayor para la
vida.

Otros consideran, en cambio, que esta idea, hoy tan extendida, es fundamentalmente falsa y
que, además, representa un error espiritual peligroso. Y defienden que si se pretende limitar el
saber y el conocimiento a su aspecto técnico-práctico, entonces bastará con saber cada vez
cómo hay que hacer esto o aquello. Pero con anterioridad a la cuestión del “cómo”, se plantea la
cuestión del “porqué”. Ahora bien, la respuesta al último porqué sólo la religión y la filosofía nos
la pueden ofrecer. Como ya sabemos ambos son saberes muy distintos, el primero nos da una
respuesta irracional, mientras que el segundo nos da una respuesta racional.
El hombre siempre utilizará su razón y, cuando no lo hace de forma consciente y filosófica, lo
hace, sin duda, en forma inconsciente y con diletantismo. Esto se aplica también, sin excepción,
a todos los que se creen emancipados de cualquier filosofía. La filosofía es un saber inevitable y
necesario; las cuestiones filosóficas están muy ligadas a la existencia y a la vida del hombre”.

L. Kolakovski
El hombre sin alternativa

¿Somos todos filósofos?

"Alrededor de los catorce años mucha gente comienza a pensar por su cuenta en problemas
filosóficos: sobre aquello que realmente existe, si podemos saber algo, si una cosa es realmente
buena o mala, si la vida tiene algún significado, si la muerte es el final…

Se ha escrito mucho sobre estos temas durante miles de años, pero la materia prima filosófica
proviene directamente del mundo y de la relación que tenemos con él, no de los escritos del
pasado. Esta es la razón de que estos problemas se los planteen aquellos que nunca han leído
nada".

Thomas Ángel: ¿Qué significa todo esto?

20
FILOSOFÍA

Pasar del saber común acrítico a la filosofía

"Todos los hombres y todas las mujeres son filósofos; o, permitirnos decir, si ellos no son
conscientes de tener problemas filosóficos, tienen, en cualquier caso, prejuicios filosóficos. La
mayor parte de estos prejuicios son teorías que inconscientemente dan por sentadas, o que han
absorbido de su ambiente intelectual o de la tradición.

Puesto que pocas de estas teorías son conscientemente sostenidas, constituyen prejuicios en el
sentido de que son sostenidas sin examen crítico, incluso a pesar de que puedan ser de gran
importancia para las acciones prácticas de la gente y para su vida entera.
Una justificación de la existencia de la filosofía profesional reside en el hecho de que los
hombres necesitan que haya quien examine críticamente estas extendidas e influyentes teorías.
Este es el inseguro punto de partida de toda ciencia y toda filosofía. Toda filosofía debe partir de
las dudosas y a menudo perniciosas concepciones del sentido común acrítico. Su objetivo es el
sentido crítico e ilustrado: una concepción más próxima a la verdad y con una influencia menos
perniciosa sobre la vida humana.

[…] Todos los seres humanos son filósofos porque, de una manera u otra, todos adoptan una
actitud ante la vida y la muerte".

Karl R. Popper, Cómo veo la filosofía

21

FILOSOFÍA
La música está muy fuerte y ella tiene
que acercarse para hablarle al oído.

TRINITY. –Sé por qué estás aquí, Neo. Sé


lo que has estado haciendo. Sé por qué
apenas duermes, por qué vives solo y
por qué, noche tras noche, te sientas
ante tu computadora. Le buscas a él. Lo
sé porque una vez yo estuve buscando lo
mismo, y cuando él me encontró me dijo
que en realidad no lo buscaba a él. Lo
que buscaba era una respuesta. Es la
pregunta la que nos impulsa, Neo. Es la
pregunta la que te ha traído aquí.
Conoces la pregunta igual que yo…

Poco después, Trinity libera a Neo del insecto rastreador que el agente Smith logró introducir en
su cuerpo. Lo conduce al viejo hotel Lafayette. Entran a la habitación 1313. Una figura oscura se
da vuelta. Sonríe y saluda. Es él.

MORFEO. –Te explicaré por qué estás aquí, Neo. Estás porque sabes algo. Aunque lo que sabes
no lo puedes explicar. Pero lo percibes. Ha sido así durante toda tu vida. Algo no funciona en el
mundo. No sabes lo que es, pero ahí está como una astilla clavada en tu mente y te está
enloqueciendo. Esa sensación te ha traído hasta mí. ¿Sabes de lo que estoy hablando? (…) Por
desgracia no se puede explicar lo que es Matrix. Has de verla con tus propios ojos. Esta es tu
última oportunidad. Después, ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul, fin de la
historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja, te quedas en
el País de las Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda:
lo único que te ofrezco es la verdad. Nada más. Sígueme.

Fragmento del guión de la película The Matrix,


escrita y dirigida por los hermanos Larry y Andy Wachowski (1999)
5. DEFINICIONES DE FILOSOFÍA

Fedro. –¿Cuáles son, pues, los nombres que les destinas?


Sócrates. –El de sabio, Fedro, me parece demasiado grande y adecuado sólo para la divinidad.
Pero el de “amigo de la sabiduría” (filósofo) o algún otro por el estilo, les iría mejor y no
desentonaría tanto.
Fedro. –Y no estaría en absoluto fuera de lugar.
PLATÓN, Fedro,

Cuando nació Afrodita, los dioses celebraron un banquete y entre ellos estaba también el hijo de
Metis (la Prudencia), Poro, (el Recurso). Una vez que terminaron de comer, se presentó a
mendigar, como era natural al celebrarse un festín, Penía (la Pobreza) y quedose en la puerta.
22
Poro, entre tanto, como estaba embriagado de néctar –aún no existía el vino- penetró en el
FILOSOFÍA

huerto de Zeus y en el sopor de la embriaguez se puso a dormir. Penía, entonces, tramando,


movida por la escasez de recursos, hacerse un hijo de Poro, el Recurso, se acostó a su lado y
concibió el amor. Por esta razón el amor es acólito y escudero de Afrodita, por haber sido
engendrado en su natalicio, y a la vez enamorado por naturaleza de lo bello, por ser Afrodita
también bella. Pero como es hijo de Poro y de Penía, el amor quedó en la situación siguiente: en
primer lugar, es siempre pobre y está muy lejos de ser delicado y bello como le supone el vulgo;
por el contrario, es rudo y escuálido, anda descalzo y carece de hogar, duerme siempre en el
suelo y sin lecho, acostándose al sereno en las puertas y en los caminos, pues por tener la
condición de su madre es siempre compañero inseparable de la pobreza. Mas, por otra parte,
según la condición de su padre, acecha a los bellos y a los buenos, es valeroso, intrépido y
diligente; cazador temible, que siempre urde alguna trama; es apasionado por la sabiduría y
fértil en recurso; filosofa a lo largo de toda su vida y es un charlatán terrible, un embelesador y
un sofista.

Por su naturaleza no es inmortal ni mortal, sino que en un mismo día a ratos florece y vive, si
tiene abundancia de recursos, a ratos muere y de nuevo vuelve a revivir gracias a la naturaleza
de su padre. Pero lo que se procura siempre se desliza de sus manos de manera que no es pobre
jamás el amor, ni tampoco rico. Se encuentra en el término medio entre la sabiduría y la
ignorancia. Pues he aquí lo que sucede: ninguno de los dioses filosofa ni desea hacerse sabio,
porque ya lo es, ni filosofa todo aquel que sea sabio. Pero, a su vez, lo ignorantes ni filosofan ni
desean hacerse sabios, pues en esto estriba el mal de la ignorancia, en no ser ni noble, ni bueno,
ni sabio y tener la ilusión de serlo en grado suficiente. Así, el que no cree estar falto de nada, no
siente deseo de lo que no cree necesitar.

–Entonces, ¿quiénes son los que filosofan, Diotima –dije yo–, si no son los sabios ni los
ignorantes?
–Claro es ya incluso para un niño –respondió– que son los intermediarios entre los unos y los
otros, entre los cuales estará también el Amor. Pues es la sabiduría una de las cosas más bellas y
el Amor es amor respecto de lo bello, de suerte que es necesario que el Amor sea filósofo, y por
ser filósofo, algo intermedio entre el sabio y el ignorante.

PLATÓN, El Banquete
Por eso y con razón, se considera como cosa no meramente humana la posesión de esta ciencia.
Pues la naturaleza del hombre es esclava en tantos aspectos, que “sólo Dios”, como dice
Simónides, “debería disfrutar de este precioso privilegio”. Sin embargo, es indigno del hombre
no moverse a buscar una ciencia a que le es posible aspirar.

ARISTÓTELES, Metafísica, Libro I, Capítulo 3

Sin embargo, una existencia así podría estar por encima de la condición humana. El hombre no
vive ya entonces en tanto que hombre, sino en cuanto posee un carácter divino (...) No hay,
pues, que prestar atención a las personas que nos aconsejan, con el pretexto de que somos
hombres, no pensar más que en las cosas humanas y, con el pretexto de que somos mortales,
renunciar a las cosas inmortales. Sino que, en la medida de lo posible, debemos hacernos
inmortales y hacerlo todo para vivir de conformidad con la parte más excelente de nosotros
mismos, pues el principio divino, por muy débil que sea en sus dimensiones, aventaja con mucho
a cualquier otra cosa por su poder y su valor.

ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco, Libro X, Capítulo 7

23

FILOSOFÍA
"Este sentido de la palabra perdura hasta hoy: la búsqueda de la verdad -no la posesión de la
verdad- es la esencia de la filosofía […] Filosofía quiere decir hacer camino. Sus preguntas son
más esenciales que sus respuestas, y cada respuesta se convierte en una nueva pregunta".

Karl Jaspers, Introducción a la filosofía

“De hecho, el valor de la filosofía debe ser buscado en una larga medida
en su real incertidumbre.
El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía, va por la vida prisionero
de los prejuicios que derivan del sentido común, de las creencias
habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en
su espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de su razón.
Para este hombre, el mundo tiende a hacerse preciso, definido, obvio, los
objetos habituales no suscitan problema alguno, y las posibilidades no
familiares son desdeñosamente rechazadas.
Desde el momento en que empezamos a filosofar, hallamos, por el
contrario, […] que aun los objetos más ordinarios conducen a problemas a
los cuales sólo podemos dar respuestas muy incompletas.
La filosofía, aunque incapaz de decirnos con certeza cuál es la verdadera respuesta a las dudas
que suscita, es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos
liberan de la tiranía de la costumbre. Así, al disminuir nuestro sentimiento de certeza sobre lo
que las cosas son, aumenta en alto grado nuestro conocimiento de lo que pueden ser; rechaza el
dogmatismo algo arrogante de los que no se han introducido jamás en la región de la duda
liberadora y guarda vivaz nuestro sentido de la admiración, presentando los objetos familiares
en un aspecto no familiar”.

B. Russell, Los problemas de la filosofía


-

-


24
FILOSOFÍA
6. COMIENZO HISTÓRICO DE LA FILOSOFÍA EN OCCIDENTE

25

FILOSOFÍA
Es afirmación frecuentemente repetida la de que los griegos en un momento determinado se
liberaron de la especulación mítica, característica de todos los demás pueblos de la antigüedad
que los habían precedido en la historia, y emprendieron por vez primera la aventura de
organizar un pensamiento sobre bases racionales. Como tantas otras, es ésta también una
afirmación que requiere ser matizada.

Desde luego que la especulación mítica es más antigua que la filosófica, y en algunos aspectos es
cierto que se produjo una transformación de una a otra en el período que nos ocupa. Pero no es
menos cierto que ambos terrenos se mantuvieron por caminos paralelos durante siglos y que no
se trató en modo alguno de una pura sustitución radical de uno por el otro.

Quizá conviene, antes de nada, que tracemos, siquiera sea someramente, las analogías y
diferencias existentes entre especulación mítica y racional. Ambas son, en efecto, actividades
con algo en común; son obra de un ser pensante, el hombre, que trata de interpretar racional-
mente la realidad y de comprenderla. En ambas se trata de reducir la variada complejidad,
aparentemente caótica, de los acontecimientos del mundo a un esquema ordenado, en el que
son fundamentales las relaciones de causa y efecto. En una y en otra se transcienden, pues, las
limitaciones del aquí, del ahora y de la experiencia personal, para intentar elaborar un marco de
referencia más amplio, en el que se inserta el pasado con el presente, y se considera al mundo
en su totalidad como objeto de consideración. En los dos casos se abordan los grandes temas: el
origen del mundo y la forma en que pasó de ser como era a ser como es, el origen de los dioses y
de los propios hombre y cómo y cuándo nacieron unos y otros. En suma, se trata de dar una
respuesta a cómo fueron y cómo son las cosas y, sobre todo, por qué las cosas son como son y
no de otro modo. Esta coincidencia básica explica que, cuando se emprendió la aventura de
interpretar racionalmente el mundo, el punto de partida fue necesariamente la especulación
mítica anterior.
Con todo, las diferencias entre una forma del pensamiento y otra no son menos considerables
que las analogías. En primer lugar, el mito es concreto y la especulación filosófica es abstracta.
Lo que se narra en el mito es un pequeño conjunto de acontecimientos concretos que se supone
que ocurrieron en un lugar y momento limitado de personajes con un nombre. Así, por ejemplo,
mientras que la tierra para los filósofos es algo similar a lo que es para nosotros, para el mito es
un personaje con sentimientos, que se expresa y habla con otros seres.

De otra parte, el tiempo en que transcurrieron los acontecimientos míticos es también él mismo
un tiempo mítico en el que ya tuvieron lugar todas las cosas, frente a nuestro tiempo profano en
el que sólo cabe repetir lo que ya ocurrió en el tiempo mítico. Es por tanto una pura negación de
la historia, ya que los acontecimientos de cada día no constituyen sino una repetición de hechos
o actitudes ya acontecidas un día para siempre jamás, que nos limitamos a repetir. En la
filosofía, en cambio, el tiempo en que ocurren los acontecimientos es el mismo que el nuestro, y
los hechos que se producen se renuevan de continuo. De ahí que el pensamiento filosófico surja
al mismo tiempo que el pensamiento histórico, en las mismas fechas y en el mismo ámbito
cultural: las colonias griegas de Asia Menor. El primer historiador, Hecateo, es también de
Mileto, como Tales, el primer filósofo.

Pero, volviendo a las diferencias, el mito nunca lo explica todo, no es cerrado en sí mismo. Nos
narra una historia llena de sugerencias y evocaciones que apela sobre todo a nuestra fantasía y a
nuestra imaginación. La filosofía en cambio pretende una lectura única. Apela a la razón y a la
lógica y lo que dice es prácticamente todo lo que quiere decir. Ello trae como consecuencia que
sea asimismo diferente la manera de expresar unos y otros contenidos del pensamiento: el
vehículo normal del mito es la poesía; de ahí que sus términos tiendan a ser expresivos, a
sugerir, a huir de la precisión, para facilitar una lectura múltiple, mientras que la filosofía tiende
a que sus términos sean unívocos, a crear una terminología precisa, un lenguaje en que cada
palabra sólo signifique una cosa, de manera que el contenido expresado sea unívoco.

Por último, y lo que quizá sea fundamental, el pensamiento filosófico trata de explicar cómo es
el mundo. El mito lo que intenta demostrar es que el mundo es como es porque debe ser así; en
el ámbito del mito, el orden actual del mundo, logrado generalmente tras un estado anterior de
confusión, es el único de los posibles, ya que, si algo no fuera como es, las consecuencias serían
26 desastrosas. En tales condiciones, el mito constituye una defensa del orden establecido,
mientras que la filosofía puede contener –aunque no necesariamente ocurre así siempre– un
FILOSOFÍA

fermento revolucionario.

[…] Es en el siglo VI cuando vemos originarse las primeras manifestaciones del pensamiento
racional. Concretamente jonia en Asia Menor, que mantenía amplias relaciones mercantiles con
los más diversos enclaves del Mar Negro, Mesopotamia, Egipto y el sur de Italia. Da idea de su
pujanza el hecho de que de ella, a decir de los antiguos, dependían otras noventa colonias. En
este ambiente cosmopolita, de ciudad ‘nueva’, separada de las tradiciones consuetudinarias, y
abierta al tráfico, no sólo de mercancías, sino también de ideas, y con la suficiente prosperidad y
ocio como para propiciar la afición por la especulación intelectual, aparece la figura de Tales,
primero de una serie de pensadores que pasaron a la historia como los primeros filósofos.

Estos intelectuales fueron abandonando progresivamente las soluciones mitológicas tradiciona-


les e investigaron de forma desacralizada sobre los problemas del origen y naturaleza del mun-
do. La fe religiosa se vio poco a poco sustituida por una fe científica. Aunque se seguía intentan-
do hallar, como hacía el mito, una unidad detrás de la multiplicidad, esa unidad que se buscaba
estaba progresivamente despersonalizada.

Las condiciones históricas en que tales fenómenos se produjeron son sin duda demasiado
complejas para desarrollarlas aquí en detalle, pero cabe hacer mención de los que creo más
importantes. En primer lugar, hubo una condición básica. La religión griega carecía de dogmas y
de una casta sacerdotal encargada de mantener la ortodoxia, como sucedía en otras culturas. De
ahí que cualquier novedad que se produjera en el campo del pensamiento no chocaba, en
principio, con ninguna ideología religiosa intransigente.

En segundo lugar, hay que contar con el enorme número de movimientos migratorios de los
griegos en los siglos VIII y VII a.c. estos traen como consecuencia el desarraigo de las tradiciones
locales al fundarse asentamientos humanos de nuevo cuño. No olvidemos que la filosofía no
surge en las ciudades más antiguas de la Grecia continental, sino precisamente en tierras de
emigrados: las colonias griegas de Asia Menor (Mileto, Éfeso, Colofón) y, en el otro extremo del
Mediterráneo, en el sur de Italia. Por esas mismas fechas comienzan a escribirse las primeras
legislaciones, y ello no es por casualidad. De la misma manera que una ciudad tradicional
administraba justicia de forma consuetudinaria, sin leyes fijas, siguiendo los moldes por los que
lo había hecho tradicionalmente, se guiaba asimismo ante los problemas generales por
presupuestos míticos. Legisladores y filósofos realizan, pues, actividades paralelas. En ambos
casos se intenta hallar nuevas respuestas, ahora sobre bases racionales, a las necesidades de la
vida social.

Esas mismas migraciones provocan que el mundo griego entre en contacto con otras ideas y
enriquezca sus puntos de vista. […] Hay, asimismo, otro motivo, si se quiere menos decisivo,
pero que tiene su importancia: el ensanchamiento del escenario geográfico producido por las
migraciones y las búsquedas de nuevos centros comerciales hace preciso un conocimiento
menos primario de las rutas, de los diferentes lugares y del carácter de sus habitantes. Es
entonces cuando se confeccionan los primeros mapas, que sustituyen la geografía mítica que
aparece, por ejemplo, en la Odisea, por una geografía real, auténtica, progresivamente más
perfecta, para facilitar las navegaciones. Todo ello obliga a una imagen del mundo menos
mitológica, más positiva.

Ahora bien, el hecho de que estos primeros filósofos hayan dado el gran salto de intentar
sustituir la confianza en las viejas respuestas míticas por una nueva forma racional de abordar la
comprensión del mundo, no debe hacernos caer en el espejismo de pensar que Grecia se
convirtió de golpe de una forma de pensamiento a otra. Baste recordar para convencernos de lo
contrario que en pleno siglo V Anaxágoras debió abandonar Atenas acusado de impiedad (por
creer que el sol era una piedra incandescente) y que, ya en el umbral del siglo IV, Sócrates es
condenado a muerte bajo la misma acusación.

[…] Mito y logos no fueron dos estadios sucesivos cuya frontera se cruzó súbitamente y para
siempre con Tales de Mileto, sino dos estadios que coexistieron durante siglos, se interrela-
cionaron y se complementaron. El pensamiento filosófico fue invadiendo poco a poco los terre-
nos del pensamiento mítico, pero siempre hubo unos reductos en los que la sustitución quedó
aún como vehículo indiscutible. Sólo a la luz de esta tensión entre lo mítico tradicional y lo nue-
vo racional cabe entender correctamente a los llamados ‘filósofos presocráticos’.

Alberto Bernabé, Fragmentos presocráticos

27

FILOSOFÍA

7. PROBLEMAS Y DISCIPLINAS FILOSÓFICAS


Completa la siguiente tabla con ejemplos correspondientes a cada disciplina filosófica.

Disciplinas filosóficas Objeto de estudio Ejemplos

Antropología
El hombre considerado como totalidad y su
Filosófica
lugar en el universo
(anthropos: hombre)

El valor belleza, su naturaleza, su relación


Estética
con otros valores y con la actividad
(aisthesis: sensación)
artística

El valor bien, su naturaleza, su relación


Ética
con otros valores y con normas morales
(ethos: costumbre)
que rigen las actividades humanas

Gnoseología o Teoría
El problema del conocimiento: su esencia,
del Conocimiento
su origen, sus límites
(gnosis: conocimiento)

Lógica Los métodos y principios para determinar


28 (organon: instrumento) si un razonamiento es correcto o no lo es
FILOSOFÍA

El problema del ser: las relaciones entre


General esencia y existencia, los principios
ontológicos fundamentales de la realidad

Metafísica

Dios, alma y universo (considerado como


Especial
totalidad)

Origen, esencia, forma (estructura) del


Filosofía del Lenguaje lenguaje y su relación con el pensamiento
y la realidad.

Filosofía de la Ciencia Problemas de fundamentos de las distintas


o Epistemología ciencias, sus métodos y el valor de la
(episteme: ciencia) ciencia como actividad humana.

El sentido y la finalidad del desarrollo


Filosofía de la Historia
histórico

Filosofía de las El análisis racional de los contenidos de


Religiones las principales religiones dogmáticas
El fundamento de las normas jurídicas y su
Filosofía del Derecho
relación con el valor justicia

Origen, valor y esencia del Estado


analizando no sólo sus formas concretas
Filosofía Política
de organización sino también sus formas
posibles (estados ideales o utopías)

8. FUNCIÓN ACTUAL DE LA FILOSOFÍA

29

FILOSOFÍA
1. Lee los siguientes textos:

El porqué de la Filosofía (Fernando Savater)

¿Tiene sentido empeñarse hoy, a finales del siglo XX o


comienzos del XXI, en mantener la filosofía como una asignatura
más del bachillerato? ¿Se trata de una mera supervivencia del
pasado, que los conservadores ensalzan por su prestigio
tradicional pero que los progresistas y las personas prácticas
deben mirar con justificada impaciencia? ¿Pueden los jóvenes,
adolescentes más bien, niños incluso, sacar algo en limpio de lo que a su edad debe
resultarles un galimatías? ¿No se limitarán en el mejor de los casos a memorizar unas
cuantas fórmulas pedantes que luego repetirán como papagayos? Quizá la filosofía interese a
unos pocos, a los que tienen vocación filosófica, si es que tal cosa aún existe, pero ésos ya
tendrán en cualquier caso tiempo de descubrirla más adelante. Entonces, ¿por qué
imponérsela a todos en la educación secundaria? ¿No es una pérdida de tiempo caprichosa y
reaccionaria, dado lo sobrecargado de los programas actuales de bachillerato?

Si se quieren resumir todos los reproches contra la filosofía en cuatro palabras, bastan éstas:
no sirve para nada. Los filósofos se empeñan en saber más que nadie de todo lo imaginable
aunque en realidad no son más que charlatanes amigos de la vacua palabrería. Y entonces,
¿quién sabe de verdad lo que hay que saber sobre el mundo y la sociedad? Pues los
científicos, los técnicos, los especialistas, los que son capaces de dar informaciones válidas
sobre la realidad. En el fondo los filósofos se empeñan en hablar de lo que no saben: el
propio Sócrates lo reconocía así, cuando dijo «sólo sé que no sé nada». Si no sabe nada,
¿para qué vamos a escucharle, seamos jóvenes o maduros? Lo que tenemos que hacer es
aprender de los que saben, no de los que no saben. Sobre todo hoy en día, cuando las
ciencias han adelantado tanto y ya sabemos cómo funcionan la mayoría de las cosas... y
cómo hacer funcionar otras, inventadas por científicos aplicados.
30 Así pues, en la época actual, la de los grandes descubrimientos técnicos, en el mundo del
microchip y del acelerador de partículas, en el reino de Internet y la televisión digital... ¿qué
FILOSOFÍA

información podemos recibir de la filosofía? La única respuesta que nos resignaremos a dar
es la que hubiera probablemente ofrecido el propio Sócrates: ninguna. Nos informan las
ciencias de la naturaleza, los técnicos, los periódicos, algunos programas de televisión... pero
no hay información «filosófica». Según señaló Ortega, antes citado, la filosofía es
incompatible con las noticias y la información está hecha de noticias. Muy bien, pero ¿es
información lo único que buscamos para entendemos mejor a nosotros mismos y lo que nos
rodea?

No solo queremos más información sobre lo que pasa sino saber qué significa la información
que tenemos, cómo debemos interpretarla y relacionarla con otras informaciones anteriores o
simultáneas, qué supone todo ello en la consideración general de la realidad en que vivimos,
cómo podemos o debemos comportamos en la situación así establecida. Éstas son
precisamente las preguntas a las que atiende lo que vamos a llamar filosofía. Digamos que
se dan tres niveles distintos de entendimiento:

a. la información, que nos presenta los hechos y los mecanismos primarios de lo que
sucede;
b. el conocimiento, que reflexiona sobre la información recibida, jerarquiza su importancia
significativa y busca principios generales para ordenarla;
c. la sabiduría, que vincula el conocimiento con las opciones vitales o valores que podemos
elegir, intentando establecer cómo vivir mejor de acuerdo con lo que sabemos.

Creo que la ciencia se mueve entre el nivel a) y el b) de conocimiento, mientras que la


filosofía opera entre el b) y el c). De modo que no hay información propiamente filosófica,
pero sí puede haber conocimiento filosófico y nos gustaría llegar a que hubiese también
sabiduría filosófica. ¿Es posible lograr tal cosa? Sobre todo: ¿se puede enseñar tal cosa?

Volvamos otra vez a intentar precisar la diferencia esencial entre ciencia y filosofía. Lo
primero que salta a la vista no es lo que las distingue sino lo que las asemeja: tanto la ciencia
como la filosofía intentan contestar preguntas suscitadas por la realidad. De hecho, en sus
orígenes, ciencia y filosofía estuvieron unidas y sólo a lo largo de los siglos la física, la
química, la astronomía o la psicología se fueron independizando de su común matriz
filosófica. En la actualidad, las ciencias pretenden explicar cómo están hechas las cosas y
cómo funcionan, mientras que la filosofía se centra más bien en lo que significan para
nosotros. La ciencia desmonta las apariencias de lo real en elementos teóricos invisibles,
ondulatorios o corpusculares, matematizables, en elementos abstractos inadvertidos; sin
ignorar ni desdeñar ese análisis, la filosofía rescata la realidad humanamente vital de lo
aparente, en la que transcurre la peripecia de nuestra existencia concreta (v. gr.: la ciencia
nos revela que los árboles y las mesas están compuestos de electrones, neutrones, etc., pero
la filosofía, sin minimizar esa revelación, nos devuelve a una realidad humana entre árboles y
mesas).

La filosofía suele preguntarse principalmente sobre cuestiones que los científicos (y por
supuesto la gente corriente) dan ya por supuestas o evidentes. Lo apunta bien Thomas
Nagel, actualmente profesor de filosofía en una universidad de Nueva York: «La principal
ocupación de la filosofía es cuestionar y aclarar algunas ideas muy comunes que todos
nosotros usamos cada día sin pensar sobre ellas. Un historiador puede preguntarse qué
sucedió en tal momento del pasado, pero un filósofo preguntará: ¿qué es el tiempo? Un
matemático puede investigar las relaciones entre los números pero un filósofo preguntará:
¿qué es un número? Un físico se preguntará de qué están hechos los átomos o qué explica
la gravedad, pero un filósofo preguntará: ¿cómo podemos saber que hay algo fuera de
nuestras mentes? Un psicólogo puede investigar cómo los niños aprenden un lenguaje, pero
un filósofo preguntará: ¿por qué una palabra significa algo? Cualquiera puede preguntarse si
está mal colarse en el cine sin pagar, pero un filósofo preguntará: ¿por qué una acción es
buena o mala?»

En cualquier caso, tanto las ciencias como las filosofías contestan a preguntas suscitadas por
lo real. Pero a tales preguntas las ciencias brindan soluciones, es decir, contestaciones que
satisfacen de tal modo la cuestión planteada que la anulan y disuelven. Cuando una
contestación científica funciona como tal ya no tiene sentido insistir en la pregunta, que deja
de ser interesante (una vez establecido que la composición del agua es H2O deja de
interesamos seguir preguntando por la composición del agua y este conocimiento deroga
automáticamente las otras soluciones propuestas por científicos anteriores, aunque abre la
posibilidad de nuevos interrogantes). En cambio, la filosofía no brinda soluciones sino
respuestas, las cuales no anulan las preguntas pero nos permiten convivir racionalmente con
ellas aunque sigamos planteándonoslas una y otra vez: por muchas respuestas filosóficas
que conozcamos a la pregunta que inquiere sobre qué es la justicia o qué es el tiempo, nunca
dejaremos de preguntamos por el tiempo o la justicia ni descartaremos como ociosas o
«superadas» las respuestas dadas a esas cuestiones por filósofos anteriores. Las respuestas 31
filosóficas no solucionan las preguntas de lo real (aunque a veces algunos filósofos lo hayan

FILOSOFÍA
creído así...) sino que más bien cultivan la pregunta, resaltan lo esencial de ese preguntar y
nos ayudan a seguir preguntándonos, a preguntar ,cada vez mejor, a humanizamos en la
convivencia perpetua con la interrogación. Porque, ¿qué es el hombre sino el animal que
pregunta y que seguirá preguntando más allá de cualquier respuesta imaginable?

Hay preguntas que admiten solución satisfactoria y tales preguntas son las que se hace la
ciencia; otras creemos imposible que lleguen a ser nunca totalmente solucionadas y
responderlas -siempre insatisfactoriamente- es el empeño de la filosofía. Históricamente ha
sucedido que algunas preguntas empezaron siendo competencia de la filosofía -la naturaleza
y movimiento de los astros, por ejemplo- y luego pasaron a recibir solución científica. En otros
casos, cuestiones en apariencia científicamente solventadas volvieron después a ser tratadas
desde nuevas perspectivas científicas, estimuladas por dudas filosóficas (el paso de la
geometría euclidiana a las geometrías no euclidianas, por ejemplo). Deslindar qué preguntas
parecen hoy pertenecer al primero y cuáles al segundo grupo es una de las tareas críticas
más importantes de los filósofos... y de los científicos.

Dicho de modo más radical, no sé si excesivamente radical: los avances científicos tienen
como objetivo mejorar nuestro conocimiento colectivo de la realidad, mientras que filosofar
ayuda a transformar y ampliar la visión personal del mundo de quien se dedica a esa tarea.
Uno puede investigar científicamente por otro, pero no puede pensar filosóficamente por
otro... aunque los grandes filósofos tanto nos hayan a todos ayudado a pensar. Quizá
podríamos añadir que los descubrimientos de la ciencia hacen más fácil la tarea de los
científicos posteriores, mientras que las aportaciones de los filósofos hacen cada vez más
complejo (aunque también más rico) el empeño de quienes se ponen a pensar después que
ellos. Por eso probablemente Kant observó que no se puede enseñar filosofía sino sólo a
filosofar: porque no se trata de transmitir un saber ya concluido por otros que cualquiera
puede aprenderse como quien se aprende las capitales de Europa, sino de un método, es
decir un camino para el pensamiento, una forma de mirar y de argumentar.
El Principito (Antoine de Saint-Exupery)

VII
Al quinto día y también en relación con el cordero, me fue
revelado este otro secreto de la vida del principito. Me
preguntó bruscamente y sin preámbulo, como resultado de un
problema largamente meditado en silencio:
—Si un cordero se come los arbustos, se comerá también las
flores ¿no?
—Un cordero se come todo lo que encuentra.
—¿Y también las flores que tienen espinas?
—Sí; también las flores que tienen espinas.
—Entonces, ¿para qué le sirven las espinas?
Confieso que no lo sabía. Estaba yo muy ocupado tratando de destornillar un perno
demasiado apretado del motor; la avería comenzaba a parecerme cosa grave y la
circunstancia de que se estuviera agotando mi provisión de agua, me hacía temer lo peor.
—¿Para qué sirven las espinas?
El principito no permitía nunca que se dejara sin respuesta una pregunta formulada por él.
Irritado por la resistencia que me oponía el perno, le respondí lo primero que se me ocurrió:
—Las espinas no sirven para nada; son pura maldad de las flores.
—¡Oh!
Y después de un silencio, me dijo con una especie de rencor:
—¡No te creo! Las flores son débiles. Son ingenuas. Se defienden como pueden. Se creen
terribles con sus espinas…
No le respondí nada; en aquel momento me estaba diciendo a mí mismo: "Si este perno me
resiste un poco más, lo haré saltar de un martillazo". El principito me interrumpió de nuevo
mis pensamientos:
—¿Tú crees que las flores…?
—¡No, no creo nada! Te he respondido cualquier cosa para que te calles. Tengo que
ocuparme de cosas serias.
Me miró estupefacto.
—¡De cosas serias!
Me miraba con mi martillo en la mano, los dedos llenos de grasa e inclinado sobre algo que le
parecía muy feo.
32 —¡Hablas como las personas mayores!
Me avergonzó un poco. Pero él, implacable, añadió:
—¡Lo confundes todo…todo lo mezclas…!
FILOSOFÍA

Estaba verdaderamente irritado; sacudía la cabeza, agitando al viento sus cabellos dorados.
—Conozco un planeta donde vive un señor muy colorado, que nunca ha olido una flor, ni ha
mirado una estrella y que jamás ha querido a nadie. En toda su vida no ha hecho más que
sumas. Y todo el día se lo pasa repitiendo como tú: "¡Yo soy un hombre serio, yo soy un
hombre serio!"… Al parecer esto le llena de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!
—¿Un qué?
—Un hongo.
El principito estaba pálido de cólera.
—Hace millones de años que las flores tiene espinas y hace también millones de años que
los corderos, a pesar de las espinas, se comen las flores. ¿Es que no es cosa seria averiguar
por qué las flores pierden el tiempo fabricando unas espinas que no les sirven para nada?
¿Es que no es importante la guerra de los corderos y las flores? ¿No es esto más serio e
importante que las sumas de un señor gordo y colorado? Y si yo sé de una flor única en el
mundo y que no existe en ninguna parte más que en mi planeta; si yo sé que un buen día un
corderillo puede aniquilarla sin darse cuenta de ello, ¿es que esto no es importante?
El principito enrojeció y después continuó:
—Si alguien ama a una flor de la que sólo existe un ejemplar en millones y millones de
estrellas, basta que las mire para ser dichoso. Puede decir satisfecho: "Mi flor está allí, en
alguna parte…" ¡Pero si el cordero se la come, para él es como si de pronto todas las
estrellas se apagaran! ¡Y esto no es importante!
No pudo decir más y estalló bruscamente en sollozos.
La noche había caído. Yo había soltado las herramientas y ya no importaban nada el martillo,
el perno, la sed y la muerte. ¡Había en una estrella, en un planeta, el mío, la Tierra, un
principito a quien consolar! Lo tomé en mis brazos y lo mecí diciéndole: "la flor que tú quieres
no corre peligro… te dibujaré un bozal para tu cordero y una armadura para la flor…te…". No
sabía qué decirle, cómo consolarle y hacer que tuviera nuevamente confianza en mí; me
sentía torpe. ¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!
2. Debate en grupo las siguientes cuestiones y redacta las conclusiones:

a. ¿Estás de acuerdo con que la Filosofía “no sirve para nada”?


b. Los dos personajes del fragmento de El Principito tienen conceptos diferentes sobre lo que son
“las cosas importantes”. Explica cada una de estos conceptos y ejemplifícalos.
c. Relaciona el texto con los conceptos información y sentido de Savater.
d. El mecánico del relato se preocupa de cosas útiles, mientras que el principito se preocupa por
preguntas de difícil solución. Relaciona esto con la inutilidad de la filosofía y con la eficiencia de
la tecno-ciencia.
e. En relación al texto ¿crees que la filosofía es una “cosa seria”? ¿Por qué?

9. LAS ETAPAS DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

33

FILOSOFÍA
34 1. Lee el siguiente texto:
FILOSOFÍA

El mundo de Sofía

Querida Sofía: Muchas personas tienen distintos hobbies. Unas coleccionan monedas
antiguas o sellos, a otras les gustan las labores, y otras emplean la mayor parte de su tiempo
libre en la práctica de algún deporte. A muchas les gusta también la lectura. Pero lo que
leemos es muy variado. Unos leen sólo periódicos o cómics, a algunos les gustan las
novelas, y otros prefieren libros sobre distintos temas, tales como la astronomía, la fauna o
los inventos tecnológicos. Aunque a mí me interesen los caballos o las piedras preciosas, no
puedo exigir que todos los demás tengan los mismos intereses que yo. Si sigo con gran
interés todas las emisiones deportivas en la televisión, tengo que tolerar que otros opinen que
el deporte es aburrido.

¿Hay, no obstante, algo que debería interesar a todo el mundo? ¿Existe algo que concierna a
todos los seres humanos, independientemente de quiénes sean o de en qué parte del mundo
vivan? Sí, querida Sofía, hay algunas cuestiones que deberían interesar a todo el mundo.
Sobre esas cuestiones trata este curso.

¿Qué es lo más importante en la vida? Si preguntamos a una persona que se encuentra en el


límite del hambre, la respuesta será comida. Si dirigimos la misma pregunta a alguien que
tiene frío, la respuesta será calor. Y si preguntamos a una persona que se siente sola, la
respuesta seguramente será estar con otras personas. Pero con todas esas necesidades
cubiertas, ¿hay todavía algo que todo el mundo necesite? Los filósofos opinan que sí. Opinan
que el ser humano no vive sólo de pan. Es evidente que todo el mundo necesita comer. Todo
el mundo necesita también amor y cuidados.

Pero aún hay algo más que todo el mundo necesita. Necesitamos encontrar una respuesta a
quién somos y por qué vivimos. Interesarse por el por qué vivimos no es, por lo tanto, un
interés tan fortuito o tan casual como, por ejemplo, coleccionar sellos. Quien se interesa por
cuestiones de ese tipo está preocupado por algo que ha interesado a los seres humanos
desde que viven en este planeta. El cómo ha nacido el universo, el planeta y la vida aquí, son
preguntas más grandes y más importantes que quién ganó más medallas de oro en los
últimos juegos olímpicos de invierno.

La mejor manera de aproximarse a la filosofía es plantear algunas preguntas filosóficas:


¿Cómo se creó el mundo? ¿Existe alguna voluntad o intención detrás de lo que sucede?
¿Hay otra vida después de la muerte? ¿Cómo
podemos solucionar problemas de ese tipo? Y,
ante todo: ¿cómo debemos vivir?

En todas las épocas, los seres humanos se han


hecho preguntas de este tipo. No se conoce
ninguna cultura que no se haya preocupado por
saber quiénes son los seres humanos y de dónde
procede el mundo. En realidad, no son tantas las
preguntas filosóficas que podemos hacernos. Ya
hemos formulado algunas de las más importan-
tes. No obstante, la historia nos muestra muchas
respuestas diferentes a cada una de las pre-
guntas que nos hemos hecho. Vemos, pues, que
resulta más fácil hacerse preguntas filosóficas
que contestarlas.

También hoy en día cada uno tiene que buscar


sus propias respuestas a esas mismas preguntas.
No se puede consultar una enciclopedia para ver
si existe Dios o si hay otra vida después de la
muerte. La enciclopedia tampoco nos proporciona
una respuesta a cómo debemos vivir. No obstante, a la hora de formar nuestra propia opinión
sobre la vida, puede resultar de gran ayuda leer lo que otros han pensado.

La búsqueda de la verdad que emprenden los filósofos podría compararse, quizás, con una
historia policíaca. Unos opinan que Andersen es el asesino, otros creen que es Nielsen o
Jepsen. Cuando se trata de un verdadero misterio policíaco, puede que la policía llegue a
descubrirlo algún día. Por otra parte, también puede ocurrir que nunca lleguen a desvelar el
misterio. No obstante, el misterio sí tiene una solución. Aunque una pregunta resulte difícil de
contestar puede, sin embargo, pensarse que tiene una, y sólo una respuesta correcta. O
existe una especie de vida después de la muerte, o no existe.

A través de los tiempos, la ciencia ha solucionado muchos antiguos enigmas. Hace mucho 35
era un gran misterio saber cómo era la otra cara de la luna. Cuestiones como ésas eran

FILOSOFÍA
difícilmente discutibles; la respuesta dependía de la imaginación de cada uno. Pero, hoy en
día, sabemos con exactitud cómo es la otra cara de la luna. Ya no se puede «creer que hay
un hombre en la luna, o que la luna es un queso.

Uno de los viejos filósofos griegos que vivió hace más de dos mil años pensaba que la
filosofía surgió debido al asombro de los seres humanos. Al ser humano le parece tan extraño
existir que las preguntas filosóficas surgen por sí solas, opinaba él. Es como cuando
contemplamos juegos de magia: no entendemos cómo puede haber ocurrido lo que hemos
visto. Y entonces nos preguntamos justamente eso: ¿cómo ha podido convertir el
prestidigitador un par de pañuelos de seda blanca en un conejo vivo? A muchas personas, el
mundo les resulta tan inconcebible como cuando el prestidigitador saca un conejo de ese
sombrero de copa que hace un momento estaba completamente vacío. En cuanto al conejo,
entendemos que el prestidigitador tiene que habernos engañado. Lo que nos gustaría
desvelar es cómo ha conseguido engañarnos. Tratándose del mundo, todo es un poco
diferente. Sabemos que el mundo no es trampa ni engaño, pues nosotros mismos andamos
por la Tierra formando una parte del mismo. En realidad, nosotros somos el conejo blanco
que se saca del sombrero de copa. La diferencia entre nosotros y el conejo blanco es
simplemente que el conejo no tiene sensación de participar en un juego de magia. Nosotros
somos distintos. Pensamos que participamos en algo misterioso y nos gustaría desvelar ese
misterio.

P. D. En cuanto al conejo blanco, quizás convenga compararlo con el universo entero. Los
que vivimos aquí somos unos bichos minúsculos que vivimos muy dentro de la piel del
conejo. Pero los filósofos intentan subirse por encima de uno de esos fines pelillos para mirar
a los ojos al gran prestidigitador.

2. Responde las siguientes preguntas:


a. ¿Cuáles son las principales ideas de esta carta que recibe Sofía?
b. ¿Qué opinas tú acerca de las preguntas que se plantean?
c. ¿Cuáles serían las actitudes que tendría que tener un filósofo?
d. ¿Qué le dirías a un amigo tuyo para que se planteara preguntas de este tipo?
3. Lee el siguiente texto:

Para qué sirve la filosofía

Por Leonardo Rodríguez Duplá


Muy Interesante. Especial “Historia de las Ideas” julio-agosto de 2000

“Uno se vuelve filósofo el día en que descubre que ignora cuál es el sentido de su vida y se
resuelve a buscarlo sistemáticamente por el camino de la razón. Hasta entonces había vivido
de las opiniones recibidas: creía lo que por término medio se cree, hacía lo que se hace,
gozaba como se goza, incluso se rebelaba en ocasiones como y contra lo que uno suele
rebelarse. Arropado por la tradición, sostenido por los valores y las pautas de conducta del
grupo, traído y llevado por las modas, su existencia transcurría con relativa placidez.

Pero un buen día siente con estremecimiento que el suelo de creencias que hasta entonces
le había sostenido se abre bajo sus pies. Sus convicciones de siempre se le han vuelto
repentinamente extrañas. Antes eran tan evidentes que ni siquiera había reparado en ellas.
Ahora se le ha ocurrido preguntar por su razón de ser y, al no encontrar ni una sola respuesta
satisfactoria, esta pregunta ha llevado a otra y ésta a otra, que a su vez lleva a otra más...
¡Pobre, ya no está seguro de nada! El mundo en el que antes vivía ha resultado ser un
gigantesco escenario, un decorado de teatro donde nada es lo que parece.

Son distintas las causas que llevan a las personas a formular la primera y –según parece–
fatídica pregunta. Unas veces se trata de factores ambientales (convulsiones sociales, crisis
de valores, encuentros de culturas heterogéneas) los que nos confrontan con la cuestión del
sentido último de las cosas. Otras veces son experiencias límite que acontecen al propio
individuo las que funcionan como acicate del pensamiento: el tedio, el amor, la conmoción de
la adolescencia, la vecindad de la muerte propia o ajena. En otras ocasiones, en fin, es el
encuentro más o menos fortuito con quienes nos han precedido en el camino de la sabiduría
lo que nos arranca de la inercia del vivir olvidado de sí.

El primer paso para hacerse filósofo consiste en reconocer la propia ignorancia. Uno ya no
puede aceptar los cómodos mitos con que la sociedad procura calmar su ansiedad, pero
36 tampoco está en condiciones de sustituirlos por otros más convincentes.

Sócrates, modelo de filósofos, proclamaba abiertamente aquello de "sólo sé que no sé nada".


FILOSOFÍA

Entiéndase bien, Sócrates sabe en realidad bastantes cosas: por ejemplo, que va descalzo,
que su mujer tiene mal genio o que algunos de sus conciudadanos no le quieren bien. Pero
su profesión de ignorancia no se refiere a estas cosas que él considera secundarias, sino a
las que verdaderamente le importan: no sabe en qué consiste la excelencia humana ni cómo
adquirirla, no sabe en qué consisten la piedad o la belleza, ni sabe, sobre todo, cuál es la
naturaleza de los dioses o qué le espera después de la muerte. Aunque a Sócrates lo
condenaran a beber la cicuta por sabio (es decir, por experto precisamente en estas
cuestiones), nunca pretendió serlo.

Si el primer paso en el camino de la filosofía consiste en reconocer la propia ignorancia en lo


que atañe a las cuestiones más graves, el segundo será advertir que tal situación es
verdaderamente intolerable y, en consecuencia, decidirse a salir de ella. Para el filósofo es
una cuestión de responsabilidad: no puede seguir viviendo a expensas de lo que a su
alrededor "se piensa", no puede fingir por más tiempo que ya tiene respuesta para las
preguntas que más queman. Vivir así sería vivir de prestado, vivir enajenado, vivir en la
mentira; equivaldría a no vivir de veras.

El filósofo quiere conocer el porqué de las cosas, y sobre todo el porqué de su propia
existencia. Adivina que la tarea no va a ser fácil, pero cobra ánimos al advertir que ya ha
logrado un cierto progreso: aunque todavía no posea la sabiduría (ya hemos visto que se
confiesa ignorante), al menos tampoco cree poseerla. Su situación es preferible a la de
quienes todavía siguen sumidos en el sopor de la existencia acrítica, pre-filosófica. Ocupa, en
efecto, una posición intermedia: no es del todo sabio ni del todo ignorante. Y sólo él lleva con
propiedad el nombre de filósofo, "amante de la sabiduría", pues, como ya observara Platón,
no anhelan la sabiduría ni los sabios, que ya la poseen, ni menos aún los completos
ignorantes, que ni siquiera la echan en falta (…).

Todo cuanto llevamos dicho acerca de la naturaleza de la existencia filosófica abona la idea
de que este género de vida exige en quien lo practica una considerable dosis de audacia. La
divisa ilustrada "¡Sapere aude!" (¡Atrévete a pensar!) encierra profunda sabiduría. Hace falta
mucho coraje, en efecto, para entregarse a una tarea de tal magnitud y dificultad; para
superar el vértigo existencial desencadenado por un examen implacable que pone en tela de
juicio hasta nuestras convicciones más arraigadas; para enfrentarse a un medio social
muchas veces adverso, que considera locos o malvados a quienes, atacados por la "funesta
manía de pensar", se atreven a criticar las macizas evidencias en que se funda la existencia
colectiva; para nadar contra la misteriosa corriente que arrastra incesantemente a nuestra
naturaleza en la dirección del olvido, del sopor, de la irresponsabilidad.

Pero no todo es sacrificio en la vida del filósofo. Antes bien, su perseverancia en el amor a la
sabiduría se ve premiada por una honda experiencia de libertad. Y es que la verdadera
libertad, la única que merece ese nombre, es inseparable del conocimiento de la verdad. Sólo
quien abre los ojos y cobra clara conciencia de su situación, quien busca decididamente la
verdad, sólo ése ha tomado las riendas de su propia existencia y es libre, libre de verdad.

4. Responde a las siguientes cuestiones:


a. Pon un título al texto.
b. Resume el contenido del texto.
c. ¿Qué hace que alguien se convierta en filósofo?
d. ¿En qué consiste la actitud filosófica?
e. ¿Qué se gana con la filosofía?
f. Expón tu opinión personal.

37

FILOSOFÍA
1. ¿QUÉ ES LA LÓGICA?

Armando es una persona joven a quien se le ha presentado la posibilidad de cambiar de trabajo.


Le han ofrecido un empleo en otra empresa.
38
Armando está preocupado. Debe tomar una decisión en los próximos días y teme equivocarse.
No quiere dejarse llevar por un impulso. Por eso, trata de evaluar la oferta que ha recibido y de
FILOSOFÍA

compararla con su trabajo actual.

Armando piensa: "En mi empleo actual me siento bien. Tengo buenos compañeros y me siento
cómodo. No es un trabajo muy esforzado aunque a veces tengo que trabajar horas extras. El
sueldo no es muy bueno. Sé que merezco un aumento. Además, tengo que tener en cuenta que la
oficina queda lejos de mi casa y que gasto bastante plata en viajes. En la otra empresa, me
ofrecen un sueldo mejor. No es mucha la diferencia pero puedo ir caminando pues queda cerca
de mi casa. Además, creo que tengo posibilidades de ascender. Parece que es un trabajo más
exigente. Creo que lo puedo hacer bien. Lo que me preocupa es que no conozco a nadie. Parece
buena gente pero, ¡quién sabe!

En definitiva, si me quedo en mi empleo actual, puedo sentir que perdí una buena oportunidad. Si
me cambio de trabajo, seguramente sentiré el gusto por el nuevo desafío, pero, tal vez, no me
sienta cómodo con la gente y extrañe el clima de compañerismo que existe en mi trabajo actual.
No sé, tengo que darme unos días más para seguir pensando”.
“... La razón para abordar algunos temas de lógica es que la reflexión filosófica, en la medida en
que se propone indagar los porqués de muchas cosas que habitualmente damos por supuestas,
debe utilizar todas las herramientas a su alcance para evitar malentendidos y para deslindar
como dilemas filosóficos aquellos problemas que en verdad solo son imprecisiones o trampas que
5
aparecen con el uso del lenguaje...”.

2. ELEMENTOS DEL RAZONAMIENTO

39

FILOSOFÍA

-
40
FILOSOFÍA
3. TIPOS DE RAZONAMIENTO

-
-

41
Razonamientos deductivos

FILOSOFÍA


Razonamientos no deductivos

a. Razonamientos inductivos
42
FILOSOFÍA

Uso y utilidad de los razonamientos inductivos


b. Razonamientos analógicos

43
Uso y utilidad de los razonamientos analógicos

FILOSOFÍA
44
FILOSOFÍA

Verdad y validez en los razonamientos deductivos

-
-

4. LOS ENTIMEMAS

45

FILOSOFÍA

5. LAS FALACIAS
Falacias formales

46
FILOSOFÍA

Falacias no formales
47

FILOSOFÍA
48
FILOSOFÍA
El valor de reconocer y evitar las falacias

49

FILOSOFÍA
6. LAS PARADOJAS



50
FILOSOFÍA
1. ¿QUÉ ES EL CONOCIMIENTO?

51

FILOSOFÍA
2. ¿POR QUÉ CONOCER?

“Las investigaciones del entendimiento tras la verdad son una especie de halconería y caza, en
que la persecución misma de la presa constituye en buena parte el gusto. Cada paso que da la
mente en su marcha hacia el conocimiento, descubre algo que no es solo nuevo, sino lo mejor,
por lo menos por el momento.

Es así, entonces, que quien esté por encima de pedir limosna y no quiera vivir ocioso de las
migajas de opiniones mendigadas, debe poner a trabajar sus propias ideas para buscar y
perseguir la verdad, y no dejará (cualquiera sea el hallazgo) de sentir la satisfacción del cazador.
Cada momento del alcance premiará su empeño con algún deleite...”.

John Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano

52
FILOSOFÍA

3. LOS PROBLEMAS DEL CONOCIMIENTO


Posibilidades y límites del conocimiento

53

FILOSOFÍA


54

FILOSOFÍA

"Igual que el dogmatismo, también el escepticismo puede referirse tanto a la posibilidad del
conocimiento en general como a la de un conocimiento determinado. En el primera caso,
estamos ante un escepticismo lógico. Se llama también escepticismo absoluto o radical. Cuando
el escepticismo se refiere sólo al conocimiento metafísico, hablamos de un escepticismo
metafísico. En el terreno de los valores, distinguimos un escepticismo ético y un escepticismo
religioso. Según el primero, es imposible el conocimiento moral; según el último, el religioso.
Finalmente, hay que distinguir entre el escepticismo metódico y el escepticismo sistemático.
Aquél designa un método; éste, una posición de principio.

Las clases de escepticismo que acabamos de enunciar son sólo distintas formas de esta posición.
El escepticismo metódico consiste en empezar poniendo en duda todo lo que se presenta a la
conciencia natural como verdadero y cierto, para eliminar de este modo lo falso y llegar a un
saber absolutamente seguro.

El escepticismo se encuentra, ante todo, en la Antigüedad. Su fundador es Pirrón de Elis (360-


270 a.C.). Según él, no se llega a un contacto del sujeto y el objeto".

J. Essen, Teoría del Conocimiento, siglo XX.


1. Explica a cuáles de las respuestas a la pregunta por la posibilidad y límites del conocimiento,
corresponde cada una de las afirmaciones siguientes:

a. Según él, no hay ninguna verdad absoluta, ninguna verdad universalmente válida; toda
verdad es relativa, tiene sólo una validez limitada.
b. Esta posición afirma que a la conciencia cognoscente le es imposible aprehender el objeto.
No es posible el conocimiento.
c. Nada puede pensarse como verdadero a menos que pueda analizarse, observarse
minuciosamente y sumarse al conocimiento que ya poseemos hasta el momento, alimentarlo
y hacernos avanzar en la investigación del universo.
d. Mis ídolos son los rockeros, y voy a creerles todo, absolutamente todo lo que ellos digan.
e. Como todo conocimiento es limitado, tenemos que aceptar que la realidad trascendente o
absoluta es imposible de conocer.
f. No todo lo que reluce es oro. A veces las apariencias engañan.

2. Realice un argumento que pudiera pertenecer a un escéptico, a un dogmático o a un relativista


acerca de la posibilidad de que los niños en edad escolar aprendan lo que se les enseña.

3. Lee atentamente el artículo siguiente:

Los primeros escépticos de los que tenemos noticias fueron los sofistas. Protágoras de-
cía que el hombre es la medida de todas las cosas, limitando la validez de la verdad al
sujeto que conoce. Gorgias afirmó: "Nada existe; si algo existiera, no se podría conocer;
si se conociera, no se podría comunicar".

Hubo filósofos como Pirrón quien, por rechazar totalmente la posibilidad del cono-
cimiento, decidió abstenerse de todo juicio y dejó de hablar, ya que era la única manera
de no caer en contradicciones. Un denominador común de los distintos escepticismos
55
sería el ejercicio de la libertad de pensamiento, para crear espacios a la negatividad.
Negatividad respecto del conocimiento. Negatividad respecto de la moral.

FILOSOFÍA
Los escépticos más populares de los últimos años no están relacionados con la filosofía,
sino con la música, específicamente con el rock. El movimiento punk surge en Inglaterra
en 1976, como protesta, entre otras cosas, contra las superestrellas del rock. [...] Los
punk consideran que la podredumbre de los sistemas sociales no admiten ningún tipo
de atenuante. Es como si, por un lado, exaltaran algunos de los elementos que esta
sociedad desecha y, por otro, dijeran algo así como: "Ya que no podemos, ni queremos,
ni vale la pena luchar contra la sociedad, aliémonos con lo peor de ella. ¿Esta sociedad
es tan hipócrita que discursea a favor de la paz y, no obstante, nos violenta? Bien,
devolvamos entonces violencia con violencia".

Los punk manifestarán su repulsión adornándose con tapitas de gaseosa, con alfileres y
con hojitas de afeitar; maquillándose exóticamente; tiñendo y cortando sus cabellos de
manera extravagante; vistiéndose con ropas viejas y de color negro; usurpando, para
vivir, casas abandonadas.

Esther Díaz, Para seguir pensando, Buenos Aires, Eudeba, 1989

a. ¿De qué tipo de escepticismo habla la autora en el texto? ¿Por qué?

b. ¿Cuál es la causa por la cual se llega a un escepticismo como este?

c. ¿Qué manifestaciones de las diferentes posiciones vistas sobre la posibilidad de conocer


reconoces en la realidad en que vivimos? Da ejemplos de cada una.
Los sofistas y los escépticos

Protágoras
56
FILOSOFÍA


57
La incomunicabilidad del conocimiento: Gorgias

FILOSOFÍA

El que El que
comunica recibe esa
o emite comunicación
el mensaje o mensaje


El escepticismo

58
FILOSOFÍA
Posibles refutaciones al escepticismo

59

FILOSOFÍA

El Dogmatismo
60
Platón: El acceso a las verdades inteligibles
FILOSOFÍA



61

FILOSOFÍA

–¿Cuando vemos árboles que son semejantes u otras cosas semejantes entre sí, las encontramos
iguales como la igualdad misma de que tenemos idea, o falta mucho para que sean iguales como
esta igualdad?
–Falta mucho.
–Por consiguiente, es necesario que hayamos visto esta igualdad antes del momento en que
vemos por primera vez cosas semejantes. Antes de que hayamos comenzado a ver, oír y hacer
uso de todos los demás sentidos, es preciso que hayamos tenido conocimiento de esta igualdad
inteligible, para poder comparar con ella las cosas sensibles semejantes. [...] Y si después de
haber tenido estos conocimientos antes de nacer, y haberlos perdido después de haber nacido,
llegamos a recobrar este conocimiento anterior (y a esto llamamos ‘aprender’) ¿no tendremos
razón en llamar a esto ‘reminiscencia’?

Platón, Fedón, 72 e


62
FILOSOFÍA

1. Te propongo que leas esta alegoría, que se encuentra en el Libro VII de La República:

–Y a continuación –proseguí–, te propongo comparar con la siguiente escena el estado


en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza.
Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada,
abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que
están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que
estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ataduras les impiden dar
vuelta la cabeza. Detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos en plano
superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del
cual suponte que ha sido construido un tabique parecido a las mamparas que se alzan
entre los titiriteros y el público.

–Ya lo veo –dijo–.

–Pues bien, imagina ahora, a lo largo de esa mampara, unos hombres que transportan
por encima de la mampara toda clase de objetos y estatuas de hombres o animales
hechas de piedra y de madera y de toda clase de materiales; entre estos portadores
habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.

–¡Qué extraña escena describes –dijo– y qué extraños prisioneros!

–Iguales a nosotros –dije–, porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han
visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el
fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?

–No –dijo–, pues durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las
cabezas.

–¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?

–¿Qué otra cosa van a ver?


–Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose
a aquellas sombras que veían pasar ante ellos?

–Forzosamente.

–¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada
vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra
cosa sino la sombra que veían pasar?

–Claro, ¡por Zeus! –dijo–.

–Entonces no hay duda –dije yo– de que estas personas maniatadas no tendrán por real
ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.

–Así es –dijo–.

–Examina, pues –dije–, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su
ignorancia, y si les ocurriera lo siguiente. Si se liberase a uno de ellos y forzase a levan-
tarse repentinamente y a volver el cuello y marchar mirando la luz, al hacer todo esto su-
friría y a causa del deslumbramiento sería incapaz de ver aquellas cosas cuyas sombras
había visto antes. ¿Qué crees que contestaría si le dijera alguien que antes no veía más
que sombras y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de
cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los
objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno
de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le pare-
cería más verdadero que lo que se le muestra ahora?

–Mucho más –dijo–.

–Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y
que se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que
consideraría qué éstos, son realmente más claros que los que se le muestran?

–Así es –dijo–. 63
–Y si se lo llevaran de allí a la fuerza –dije–, obligándole a recorrer la áspera y escar-

FILOSOFÍA
pada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees
que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los
ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que
ahora llamamos verdaderas?

–No, no sería capaz –dijo–, al menos por el momento.

–Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que
vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y
de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de
esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijan-
do su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es pro-
pio.

–¿Cómo no?

–Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en
otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo
que él estaría en condiciones de mirar y contemplar.

–Necesariamente –dijo–.

–Y después de esto, concluiría que es el sol quien produce las estaciones y los años y
gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas
cosas que ellos veían.

–Es evidente –dijo– que después de aquello vendría a pensar en eso otro.

–¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus


antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado
y que les compadecería a ellos?

–Efectivamente.
–Ahora, fíjate en esto –dije–. Si descendiera nuevamente y ocupase de nuevo el mismo
asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbita-
mente la luz del sol?

–Ciertamente –dijo–.

–Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente
encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asenta-
do todavía los ojos, ve con dificultad (y no sería muy corto el tiempo que necesitara para
acostumbrarse), ¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subi-
do arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar
una semejante ascensión? Y si intentara desatarlos y conducirlos hasta arriba, si pudie-
ran tener las manos libres y matarlo, ¿no lo matarían?

–Claro que sí –dijo–.

–Pues bien –dije–, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que
se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vi-
vienda-prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del sol. En cuanto a la
subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas
con la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a mi
pensamiento. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último
que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que con-
cluir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas.

2. Realiza un gráfico que represente este relato.

3. ¿Recuerdas alguna ocasión en que tomaste por “real” lo que no lo era? (por ejemplo, los Reyes
Magos) ¿Cómo te diste cuenta de tu error?

4. ¿Piensas que la liberación de la ignorancia debe ser forzada, o es posible que por propia iniciativa
64 logremos liberarnos nosotros mismos de ella?

5. ¿Recuerdas algún refrán que tenga que ver con la verdad, o el ver la realidad de las cosas (por
FILOSOFÍA

ejemplo, “Ojos que no ven, corazón que no siente”)?

6. ¿Es posible que, una vez descubierta la verdad, pueda uno renunciar a ella, olvidar lo aprendido y
sumergirse de nuevo en la ignorancia y la mentira?

7. ¿Consideras que esta alegoría puede servir para representar algo de nuestro mundo actual?

8. ¿Crees que la filosofía puede ayudar a vivir mejor o, por el contrario, puede complicar la vida por
dar demasiadas vueltas a las cosas?

Posibles interpretaciones de la Alegoría de la Caverna


65
Escribe otras interpretaciones posibles de esta alegoría, teniendo en cuenta situaciones actuales en

FILOSOFÍA
Argentina contexto o en el contexto mundial.

a. ¿Cuál sería hoy el mundo de las apariencias?

b. ¿Quiénes serían hoy las personas encadenadas?

c. ¿Cuáles serían las verdades que no se reconocen como tales?

Aristóteles: Crítica a la teoría platónica de las ideas


66
FILOSOFÍA

El Racionalismo: Descartes

67

FILOSOFÍA



68

FILOSOFÍA


Hace ya algún tiempo que me he dado cuenta de que desde mis primeros años había admitido
como verdaderas una cantidad de opiniones falsas y que lo que después había fundado sobre
principios tan poco seguros no podía ser sino muy dudoso e incierto, de modo que me era
preciso intentar seriamente, una vez en mi vida, deshacerme de todas las opiniones que hasta
entonces había creído y empezar enteramente de nuevo desde los fundamentos si quería
establecer algo firme y constante en las ciencias. [...]

Ahora, pues, que mi espíritu está libre de toda clase de cuidados y que me he procurado
descanso seguro en una tranquila soledad, me aplicaré seriamente y con libertad a destruir en
general todas mis antiguas opiniones.

Descartes, Meditaciones Metafísicas,


Primera Meditación. De las cosas que se pueden poner en duda, AT, IX, 13

El método de Descartes

69
Y, así como la muchedumbre de las leyes proporciona con frecuencia excusas para los vicios, de
suerte que un Estado está mucho mejor regulado cuando, teniendo sólo unas pocas, son

FILOSOFÍA
observadas muy estrechamente; de la misma manera, en lugar de ese gran número de
preceptos de que la lógica está compuesta, creí yo que tendría bastante con las cuatro
siguientes, con tal de que tomase la firme y constante resolución de no dejar de observarlos ni
una sola vez:

Era el primero, no aceptar nunca cosa alguna como verdadera que no la conociese evidentemen-
te como tal, es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención y no admitir en mis
juicios nada más que lo que se presentase a mi espíritu tan clara y distintamente, que no tuviese
ocasión alguna de ponerlo en duda.

El segundo, dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuera posi-
ble y como se requiriese para su mejor resolución.

El tercero, conducir ordenadamente mis pensamientos, comenzando por los objetos más sim-
ples y fáciles de conocer para ascender poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de
los más complejos, suponiendo, incluso, un orden entre los que no se preceden naturalmente.

Y el último, hacer en todas partes enumeraciones tan completas y revistas tan generales que
estuviese seguro de no omitir nada.

Esas largas cadenas de razones tan simples y fáciles que los geómetras acostumbran a servirse
para llegar a sus más difíciles demostraciones, me habían dado ocasión de imaginarme que to-
das las cosas que pueden caer bajo el conocimiento de los hombres se siguen unas a otras de la
misma manera, y que sólo con abstenerse de recibir como verdadera ninguna que no lo sea, y
con guardar siempre el orden que es menester para deducirlas unas de otras, no puede haber
ninguna tan alejada que finalmente no se alcance, ni tan oculta que no se descubra.

Descartes, René, Discurso del método.


Reglas para la dirección de la mente. Segunda parte: Principales reglas del método.
Lee el siguiente texto y responde:

a) ¿Cuáles son las características que distinguen, según Savater, a la razón?


b) ¿Por qué la razón, bien aplicada, permite llegar a consensos?
c) ¿Por qué el odio a la razón es equivalente al odio a la humanidad?

La universalidad de la razón

La razón no es algo que me cuentan los demás, ni el fruto de mis estudios o de mi


experiencia, sino un procedimiento intelectual crítico que utilizo para organizar las
noticias que recibo, los estudios que realizo o las experiencias que tengo, aceptando
unas cosas (al menos provisionalmente, a la espera de mejores argumentos) y
descartando otras, intentando siempre vincular mis creencias entre sí con cierta
armonía. Y lo primero que la razón intenta armonizar es mi punto de vista meramente
personal o subjetivo con un punto de vista más objetivo o intersubjetivo, el punto de
vista desde el que cualquier otro ser racional puede considerar la realidad.

Si una creencia mía se apoya en argumentos racionales, no pueden ser racionales sólo
para mí. Lo característico de la razón es que nunca es exclusivamente mi razón. De
aquí proviene la esencial universalidad de la razón, en la que los grandes filósofos como
Platón o Descartes siempre han insistido. Esa universalidad significa, primero, que la
razón es universal en el sentido de que todos los hombres la poseen, incluso los que la
usan peor (los más tontos, para entendernos), de modo que con atención y paciencia
todos podríamos convenir en los mismos argumentos sobre algunas cuestiones; y,
segundo, que la fuerza de convicción de los razonamientos es comprensible para
cualquiera, con tal de que se decida a seguir el método racional, de modo que la razón
puede servir de árbitro para zanjar muchas disputas entre los hombres.
70
Esa facultad (¿ese conjunto de facultades?) llamado razón es precisamente lo que
todos los humanos tenemos en común y en ello se funda nuestra humanidad
FILOSOFÍA

compartida. Por eso, Sócrates previene al joven Fedón contra dejarse invadir por el odio
a los razonamientos “como algunos llegan a odiar a los hombres. Porque no existe un
mal mayor que caer presa de ese odio a los razonamientos” (Fedón, 89c-91b). Detestar
la razón es detestar a la humanidad, tanto a la propia como a la ajena.

Fernando Savater, Las preguntas de la vida,


Ariel, Barcelona, 1999, pp. 52-53

El Empirismo: Hume


-
-

71

FILOSOFÍA
-

Empirismo y Escepticismo
Todo el mundo admitirá sin reparos que hay una diferencia considerable entre las percepciones
de la mente cuando un hombre siente el dolor que produce el calor excesivo o el placer que
proporciona un calor moderado, y cuando posteriormente evoca en la mente esta sensación o la
anticipa en su imaginación.

Estas facultades podrán imitar o copiar las impresiones de los sentidos, pero nunca podrán
alcanzar la fuerza o vivacidad de la experiencia inicial. Lo más que decimos de estas facultades,
aun cuando operan con el mayor vigor, es que representan el objeto de una forma tan vivaz, que
casi podríamos decir que lo sentimos o vemos. Pero, a no ser que la mente esté trastornada por
enfermedad o locura, jamás pueden llegar a un grado de vivacidad tal como para hacer estas
percepciones absolutamente indiscernibles de las sensaciones. Todos los colores de la poesía,
por muy espléndidos que sean, no pueden pintar objetos naturales de forma que la descripción
se confunda con un paisaje real. Incluso el pensamiento más intenso es inferior a la sensación
más débil.

[...] He aquí que podemos dividir todas las percepciones de la mente en dos clases o especies,
que se distinguen por sus distintos grados de fuerza o vivacidad. Las menos fuertes e intensas
son llamadas pensamientos o ideas; las de la otra especie [...] llamémoslas impresiones [...].

Con el término impresión, pues, quiero denotar nuestras percepciones más intensas: cuando
oímos, o vemos, o sentimos, o amamos, u odiamos, o queremos. Y las impresiones se distinguen
de las ideas que son percepciones menos intensas de las que tenemos conciencia, cuando
reflexionamos sobre las sensaciones o movimientos arriba mencionados.

[…] Pero, aunque nuestro pensamiento aparenta poseer esta libertad ilimitada, encontraremos
en un examen más detenido que, en realidad, está reducido a límites muy estrechos, y que todo
72 este poder creativo de la mente no viene a ser más que la facultad de mezclar, trasponer,
aumentar o disminuir los materiales suministrados por los sentidos y la experiencia. Cuando
pensamos en una montaña de oro, unimos dos ideas compatibles: oro y montaña, que cono-
FILOSOFÍA

cíamos previamente [...].

En resumen todos los materiales del pensar se derivan de nuestra percepción interna o externa.
La mezcla y composición de ésta corresponde solo a nuestra mente o voluntad. O, para
expresarme en un lenguaje más filosófico, todas nuestras ideas, o percepciones más endebles,
son copias de nuestras impresiones o percepciones más intensas.

David Hume, Investigación sobre el conocimiento humano,


Sección 2, Sobre el origen de las ideas

El Criticismo: Kant
73

FILOSOFÍA
“No hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia. Pues ¿por
dónde iba a despertarse la facultad de conocer, para su ejercicio, como no fuera por medio de
objetos que hieren nuestros sentidos y ora provocan por sí mismos representaciones, ora ponen
en movimiento nuestra capacidad intelectual para compararlos, enlazarlos, o separarlos y elabo-
rar así, con la materia bruta de las impresiones sensibles, un conocimiento de los objetos llama-
do ‘experiencia’? Según el tiempo, pues, ningún conocimiento precede en nosotros a la expe-
riencia y todo conocimiento comienza con ella.

Pero si bien todo nuestro conocimiento con la experiencia, no por eso se origina todo él de la
experiencia. Pues bien podría ser que nuestro conocimiento de experiencia fuera compuesto de
lo que recibimos por medio de impresiones y de lo que nuestra propia facultad de conocer (con
ocasión tan solo de las impresiones sensibles) proporciona por sí misma.

Kant, Crítica de la razón pura,


Madrid, Suárez, 1928, trad. García Morente, pp. 67 – 68
74
FILOSOFÍA

4. EL PROBLEMA DE LA VERDAD
Usos del término “verdad”

Estados de la mente con respecto a la verdad


 75

FILOSOFÍA

Criterios de verdad
76 Teorías de la verdad
FILOSOFÍA

a. La verdad como correspondencia o adecuación

“Decir de lo que es que no es, o de lo que no es que es, eso es falso; decir de lo que es que es y
de lo que no es que no es, es verdadero”

Aristóteles, Metafisica, IV, 7



Críticas a la verdad como correspondencia

77

FILOSOFÍA

b. Verdad es lo que funciona


“[…] la posesión de pensamientos verdaderos significa en todas partes la posesión de unos
inestimables instrumentos de acción, y (...) nuestro deber para alcanzar la verdad, lejos de ser un
mandamiento divino o una “pirueta” impuesta a sí mismo por nuestro intelecto, puede
explicarse por excelentes razones prácticas”.
William James,
Concepción de la verdad según el pragmatismo

78
“[Las] creencias nos hacen actuar y, tan pronto como lo hacen, descubren u originan nuevos
FILOSOFÍA

hechos que, consiguientemente, vuelven a determinar las creencias. Así, todo el ovillo de la ver-
dad, a medida que se desenrolla, es el producto de una doble influencia. Las verdades emergen
de los hechos, pero vuelven a sumirse en ellos de nuevo y los aumentan: esos hechos, otra vez,
crean o revelan una nueva verdad (…) y así indefinidamente”.

Verdad y realidad
c. La verdad como coherencia

La deducibilidad

79

FILOSOFÍA
d. La verdad está en la interpretación

"El lenguaje humano no expresa sólo la verdad, sino [también] la ficción, la mentira y el engaño".

Hans G. Gadamer, ¿Qué es la verdad? (1957)


80
FILOSOFÍA

“La verdad no es principalmente la proposición que describe fielmente, desde el exterior, un


estado de cosas, sino que es evento, respuesta a los mensajes que provienen de una tradición,
interpretaciones de estos mensajes y acaecimiento de un nuevo mensaje transmitido a otros
interlocutores”.

Gianni Vattimo, Ética de la interpretación

e. Verdad es lo que acordamos como verdadero


f. Debates contemporáneos sobre el conocimiento y la verdad

“En algún apartado rincón del universo, donde centellean innumerables sistemas solares, hubo
una vez un astro en el que unos animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto
más altanero y falaz de la ‘Historia Universal’; pero, a fin de cuentas, solo un minuto. Tras breves
respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer”.

81

FILOSOFÍA
Conocimiento y acción

82
FILOSOFÍA
1. LAS PREGUNTAS DE LA ANTROPOLOGÍA

83

FILOSOFÍA


84
FILOSOFÍA
Cuando Hitler se enteró del resultado de las investigaciones de un famoso biólogo alemán sobre
la composición de la sangre de los judíos, lo mandó llamar y le dijo que no podía ser cierto. Pero
el biólogo le aseguró que todos los análisis le habían conducido al mismo resultado: la sangre de
los semitas era igual a la de los germanos.

El biólogo fue subrogado de su cargo universitario. No se volvió a hablar más de él. Pero tuvo la
conciencia de que había terminado su carrera, cumpliendo un inmenso destino: demostrando
que las teorías nazis sobre la superioridad racial de los germanos eran falsas. El biólogo alemán
se atrevió a demostrar que una teoría sobre el hombre era falsa y fue víctima de su audacia y de
su amor por la verdad. No fue la primera víctima. Muchos son los que a través dela historia se
han atrevido a mostrar la falsedad de una teoría sobre el hombre y han desencadenado el furor
de sus contemporáneos, de todos ellos, o de un grupo, o de uno solo.

[...] Cuando se destruye una teoría sobre el hombre, se disuelven todos los órdenes posibles, se
desmorona el universo, se hunde el suelo que se pisa. Porque en último término, todo lo que
el hombre sabe y espera del universo, todo lo que el hombre cree, depende de la manera como
se ve a sí mismo. El hombre no puede concebir nada sino a través de su propia concepción. Por
eso, no puede perdonar a quién de un plumazo cancela todo lo que cree o quiere creer sobre sí
mismo. Porque le quitan su tierra firme. Y nada lo aterra más que dejar lo que con tanto trabajo
ha construido y volver a ser un náufrago en el oscuro "mare tenebrosum".

Miró Quesada, F., El hombre sin teoría,


Lima, Univ. Mayor de San Marcos, 1954, citado en Cátedra de Antropología filosófica
(Fac. de Fil. y Letras, UBA),
Antología de textos de lectura obligatoria para las clases teórico-prácticas,
1° cuatrimestre1968, pp. 31-32

85
2. EL SER HUMANO ES EL ANIMAL RACIONAL

FILOSOFÍA

86
FILOSOFÍA
El alma es aquello en lo cual primero, sentimos y pensamos, por lo que será razón y forma, no
materia o sujeto... La materia es potencia, la forma es acto (entelequia), y como el ser animado
resulta de entre ambas, el cuerpo no es el acto del alma sino que ésta es acto de un cierto
cuerpo... Y por eso está en un cuerpo, y en un cuerpo de este género; porque, de toda cosa, el
acto se engendra naturalmente en lo que está en potencia y en su materia propia.

Aristóteles, De Anima, II, 3, 414

87

FILOSOFÍA


88
FILOSOFÍA
3. ENTRE DIOS Y LOS ANIMALES

a. San Agustín: la Fe es nuestra guía

“No te diferencias del animal más que por el entendimiento; no te envanezcas de otra cosa. 89
¿Presumes de fuerza? Te vencen las bestias ¿Presumes de velocidad? Te vencen las moscas
¿Presumes de hermosura? ¿Cuánta belleza hay en las plumas del pavo real? ¿Por qué eres

FILOSOFÍA
entonces mejor? Por la imagen de Dios. ¿Dónde está la imagen de Dios? En la mente, en el
entendimiento”.

San Agustín, ln Joannis evangelium tractatus, 111,4

b. Pascal: las razones del corazón


“Puedo concebir perfectamente a un hombre sin manos, sin pies, (...). Pero no puedo concebir al
hombre sin pensamiento. Sería una piedra o un animal. El hombre no es más que una caña, la
más frágil de la naturaleza, pero es una caña pensante. No hace falta que el universo entero se
arme para destruirla; un vapor, una gota de agua es suficiente para matarlo. Pero, aun cuando el
universo lo aplastase, el hombre sería más noble que lo que lo mata, puesto que él sabe que
muere y la ventaja que el universo tiene sobre él. El universo no sabe nada. Toda nuestra
dignidad consiste, pues, en el pensamiento”.

B. Pascal, Pensamientos, 200

La Creación del hombre

Dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los
peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, las fieras salvajes y los
reptiles que se arrastran por el suelo”.

Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Varón y mujer los creó.

Dios los bendijo, diciéndoles: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla.
Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que
90 se mueve sobre la tierra”.

Génesis 1,26-28
FILOSOFÍA

4. EL SER HUMANO ES EL ANIMAL TÉCNICO


91

FILOSOFÍA

"la naturaleza parece haber fallado e intentado reparar el defecto otorgando a esa defectuosa
criatura la conciencia de ello. Esa conciencia permite superar ese defecto".
5. EL SER HUMANO ES EL SER MORTAL

92
FILOSOFÍA

“Todas las tareas y empeños de nuestra vida son formas de resistencia ante la muerte, que
sabemos ineluctable. Es la conciencia de la muerte la que convierte a la vida en un asunto muy
serio para cada uno, algo que debe pensarse. Algo misterioso y tremendo, una especie de
milagro precioso por el que debemos luchar, a favor del cual tenemos que esforzarnos y
reflexionar”.
La relación del hombre con el futuro

“Vivimos más, mucho más en nuestras dudas y temores, en nuestras ansiedades y esperanzas
por el futuro que en nuestros recuerdos o en nuestras experiencias presentes. A primera vista,
se podría considerar como una ventaja bastante dudosa, pues se introduce en la vida un
elemento de incertidumbre que es ajeno a todas las demás criaturas.

Parece que el hombre sería más prudente y feliz si pudiera prescindir de esa idea fantástica, de
ese espejismo del futuro. Filósofos, poetas y grandes religiosos han advertido constantemente al
hombre sobre esta fuente de constante defraudación. La religión aconseja al hombre que no
tema el día que ha de venir y la sabiduría humana le advierte que goce el día que pasa sin
cuidarse del futuro [...]. Pero el hombre jamás puede seguir este consejo. Pensar en el futuro y
vivir en él constituye una parte necesaria de su naturaleza”.

Cassirer, Ernst. Antropología filosófica,


México, Fondo de Cultura Económica, 1990, pp. 86-87.

"Recordar que pronto habré muerto


es la herramienta más importante que he encontrado
para tomar las grandes decisiones en la vida.
Porque casi todo (las expectativas externas,
el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso) 93
dejan de importar ante la muerte
y sólo queda lo verdaderamente importante"

FILOSOFÍA
(Steve Jobs)

6. EL SER HUMANO ES EL ANIMAL SIMBÓLICO


94
“Somos, desde luego, parientes de los monos [...]. Pero no somos monos, y si lo fuéramos, cabe
decir que somos los únicos monos que tratamos constantemente de averiguar qué clase de
FILOSOFÍA

monos somos”.

Genovés, Santiago, El mono inquisitivo,


Barcelona, Planeta, 1978, pág. 98

“La razón es un término verdaderamente inadecuado para abarcar las formas de la vida cultural
humana en toda su riqueza y diversidad, pero todas estas formas son formas simbólicas. Por lo
tanto, en lugar de definir al hombre como un animal racional lo definiremos como un animal
simbólico. De este modo, podemos designar su diferencia específica y podemos comprender el
nuevo camino abierto al hombre: el camino de la civilización”.
95

7. EL SER HUMANO ES EL SER LIBRE

FILOSOFÍA
96
FILOSOFÍA

8. EI VALOR DE DISTINGUIR ENTRE NATURALEZA Y CULTURA


1. LOS PROBLEMAS ÉTICOS


97

FILOSOFÍA


98
FILOSOFÍA

1. Reúnanse en grupos y lean el siguiente texto:

Juan se encuentra en una situación difícil. Un tío suyo muy querido está enfermo y
necesita un remedio que es muy caro. Nadie en su familia tiene el dinero suficiente para
comprarlo.

Juan entra en una farmacia y ve en un estante el remedio que precisa su tío para
curarse. Está al alcance de su mano y está seguro de que nadie lo está observando.

2. Pónganse en el lugar de Juan y respondan por escrito las siguientes preguntas:


a) ¿Qué puede estar sintiendo Juan en ese momento?
b) ¿En qué consiste su problema ético?
c) ¿Qué harían ustedes en el lugar de Juan?
d) ¿Qué justificaciones pueden dar para defender lo que han decidido hacer?
e) ¿Qué consecuencias puede tener la conducta que ustedes han elegido?
f) ¿Qué otras alternativas para solucionar el problema se les ocurren?

3. Lee atentamente el siguiente relato:


Giges era un pastor al servicio del rey de Lidia. Un día, después de una violenta
tempestad y de un temblor de tierra, se agrietó el suelo y se abrió un abismo en el sitio
donde Giges hacía pacer sus rebaños. Asombrado, cuentan, Giges descendió al abismo
y allí vio, entre otras maravillas, un caballo de cobre, hueco, con multitud de aberturas
pequeñas, por una de las cuales introdujo Giges la cabeza y alcanzó a ver en su interior
un cadáver de talla superior a la humana, que no llevaba sobre sí más que un anillo de
oro en un dedo. Giges tomó el anillo y se fue.

Los pastores solían reunirse todos los meses para enviar un informe al rey sobre el es-
tado de los rebaños. Giges concurrió también a esta asamblea, llevando consigo el ani-
llo, y tomó asiento entre los pastores. Por casualidad, volvió hacia adentro el engarce
del anillo, y al punto se hizo invisible para los demás pastores, que comenzaron a hablar
como si él se hubiese retirado, lo cual lo llenó de asombro. Entonces volvió con suavi-
dad el engarce hacia fuera, y de nuevo se hizo visible. El hecho despertó su curiosidad,
y a fin de saber si obedecía a una virtud propia del anillo, repitió la experiencia: cuantas
veces volvió el anillo hacia adentro se tornó invisible, y siempre que lo volvía hacia fuera
tornaba a hacerse visible.

Seguro ya de la virtud del anillo, se hizo nombrar miembro de la comisión de pastores


que debía rendir cuentas al rey. En cuanto llegó al palacio, sedujo a la reina, y enten-
diéndose con ella atacó y mató al rey, y se apoderó del trono.

Pues bien, si existieran dos anillos semejantes a éste, y uno se le diera al hombre justo
y el otro al injusto, no encontraríamos a ningún hombre de temple bastante firme para
perseverar en la justicia y resistir a la tentación de apoderarse de los bienes ajenos […]
Y no podría darse mejor prueba que ésta de que nadie es justo de buen grado sino por
necesidad, y que el ser justo no es de suyo un bien, ya que el nombre se torna injusto
desde el momento en que cree poder serlo sin peligro. Como dicen los defensores de
esta doctrina, todo hombre cree, con razón, que la injusticia es más útil que la justicia.

Platón, República, 359d-360d

Este relato contado por Platón, plantea una cuestión que aparece en numerosas obras literarias y
cinematográficas desde El hombre invisible, de H.G. Wells hasta El señor de los anillos, de
J.R.R.Tolkien. Reflexionemos sobre él.

99

FILOSOFÍA
4. Después de la lectura del relato contado por Platón, intente responder por escrito las preguntas
que se encuentran a continuación. Recuerde que debe dar razones que fundamenten sus
respuestas.
Si encontraras el anillo de Giges,
a. ¿Actuarías de manera similar? ¿Por qué?
b. ¿Estás de acuerdo con la afirmación de que ninguna persona sería capaz de resistir a la
tentación de actuar mal, si estuviera segura de no ser descubierta? ¿Por qué?
c. Si fuera cierto que nadie resistiría esta tentación, ¿significa esto que las acciones de Giges
son correctas? ¿Todas ellas? ¿Por qué? ¿Sólo algunas? ¿Cuáles, y por qué?
d. ¿Estaría Giges justificado en matar al rey y apoderarse del trono si el rey fuera un tirano
perverso que tratara injustamente a los pastores y, en cambio, Giges fuera un gobernante
benévolo que hiciera la felicidad de su pueblo? ¿Por qué?
e. ¿Estaría Giges justificado en usar el anillo para seducir a la reina, si estuviera profundamente
enamorado de ella? ¿Por qué?
2. DISTINCIÓN ENTRE ÉTICA Y MORAL


100
FILOSOFÍA


101

FILOSOFÍA

1. Propone tres ejemplos de situaciones que hayas vivido que tengan que ver con un problema moral;
explica cuál es ese problema.

2. Busca un artículo periodístico en el que esté implicado algún problema moral. Explica en qué
consiste.

3. Diagrama una encuesta para averiguar qué considera la gente que te rodea que es lo moral, lo
ético, lo bueno, el deber, la virtud, la conciencia moral. Realizar la encuesta entre tus amigos y
familiares. Analiza sus resultados y discútelos con tus compañeros de clase.
3. LA RESPONSABILIDAD Y LA LIBERTAD

102
FILOSOFÍA

Los seres humanos somos libres


103

FILOSOFÍA
“no somos libres de elegir lo que nos pasa (haber nacido tal día, de tales padres y en tal país,
[...]) sino libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo (obedecer o rebelarnos, ser
prudentes o temerarios, vengativos o resignados [...])”.

F. Savater, Ética para Amador


Nuestros proyectos nos condicionan

104
Todos tenemos la posibilidad de cambiar
FILOSOFÍA
4. ASPECTOS DE LA ACCIÓN MORAL

105

FILOSOFÍA
1. Plantea dos ejemplos de acción moral y luego determina en cada caso cuáles fueron los
motivos, los fines, los medios, los resultados y las consecuencias. Los ejemplos pueden ser
reales o ficticios, extraídos de una película, de un cuento, de una nota periodística, etcétera.

2. Relata una situación personal en la que hayas llevado a cabo una acción de tipo moral.
Determina en esta acción los diversos aspectos de la misma. Al hacerlo, ten en cuenta las
consecuencias grupales y/o sociales de la acción realizada.

5. LOS VALORES COMO CRITERIOS DE ELECCIÓN


“La vida... es un problema que necesitamos resolver nosotros. Por lo mismo que es en todo
instante un problema, grande o pequeño, que hemos de resolver sin que quepa transferir la
solución a otro ser, quiere decir que no es siempre un problema resuelto, sino que en todo
instante, nos sentimos como forzados a elegir entre varias posibilidades”.

José Ortega y Gasset. ¿Qué es Filosofía?

106

FILOSOFÍA


107

FILOSOFÍA
6. ¿QUÉ ES LO BUENO?

108 

FILOSOFÍA

a. Aristóteles: lo bueno es la felicidad


109

FILOSOFÍA

b. Stuart Mill: lo bueno es lo útil


110
FILOSOFÍA
Kant: lo bueno es lo que se hace por deber

111

FILOSOFÍA
7. ¿LOS VALORES MORALES SON SUBJETIVOS?

112
FILOSOFÍA


113

FILOSOFÍA


114
FILOSOFÍA
1. ¿EXISTE UNA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA?

115

FILOSOFÍA
“El hombre moderno es el resultado de un proceso de desarrollo histórico y cada pueblo, en los
orígenes de su existencia, se encontraba en el estado primitivo, igual como los pueblos indios de
América. Los indios tienen una cantidad de virtudes que surgen de su ambiente natural y
sobresalen respecto a los europeos y algunos pueblos antiguos. Ni son inferiores, ni bárbaros,
sino que poseen las mismas condiciones para superar su estado como los pueblos antiguos de
Europa”.


116
FILOSOFÍA
2. LA FILOSOFÍA EN LATINOAMÉRICA:
ORIGINALIDAD Y MÉTODO

117

FILOSOFÍA
118
FILOSOFÍA

3. HISTORIA DE LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA


119

FILOSOFÍA



120
FILOSOFÍA
121

FILOSOFÍA



122
FILOSOFÍA
4. HACIA UNA IDENTIDAD PROPIA

123

FILOSOFÍA
124
FILOSOFÍA
UNA REFLEXIÓN FINAL


125

FILOSOFÍA

También podría gustarte