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T E S IS SO B R E F E U E R B A C H

El materialismo anterior, globalmente considerado (sin excep­


tuar el de Feuerbach), concibe el elemento objetivo, la realidad,
la sensorialidad, bajo la forma, exclusivamente, de objeto o de
visión, nunca como actividad sensorial humana, nunca como prácti­
ca, nunca, en suma, subjetivamente. Y ésa es su insuficiencia bási­
ca. Insuficiencia que explica, por otra parte, que el lado activo no
haya sido desarrollado sino de manera abstracta, y en oposición
al materialismo, por el idealismo — que, naturalmente, no conoce
la actividad real, sensible, como tal— . Feuerbach postula objetos
sensibles, objetos realmente diferentes de los objetos de pensa­
miento: pero tampoco concibe la actividad humana en cuanto a
tal como actividad objetiva, material. De ahí que en La esencia del
cristianismo asuma el comportamiento teórico como único genui-
namente humano y conciba y determine, a un tiempo, la práctica
en su sola y sucia forma fenoménica judaica. No alcanza, pues,
a percibir la importancia de la actividad «revolucionaria», de la
actividad «crítico-práctica».

El problema de si a propósito del pensamiento humano puede o


no hablarse de verdad objetiva no es un problema teórico, sino
práctico. El hombre ha de acreditar la verdad, esto es, la potencia

Traducción: Jacobo Muñoz. Fuente: M E W m , págs. 5-7.

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406 Textos selectos

y realidad, la cismundaneidad de su pensamiento en la práctica


misma. La disputa acerca de la realidad o irrealidad del pensa­
miento — un pensamiento aislado de la práctica— es una disputa
netamente escolástica.

3
La teoría materialista de la transformación de las circunstancias
y de la educación olvida que las circunstancias son transforma­
das por los hombres y que el propio educador ha de ser educado.
De ahí que en su análisis se vea obligada a dividir la sociedad en
dos partes — de las que una viene a quedar por encima de ella
misma.
La coincidencia de la transformación de las circunstancias y
de la actividad humana o autotransformación no se puede captar
y entender racionalmente más que como práctica revolucionaria.

4
Feuerbach parte del hecho de la autoextrañación religiosa, de la
duplicación del mundo en dos, uno religioso y otro terrenal. Su
trabajo viene a limitarse a la reducción del mundo religioso a su
base terrenal. Pero que la base terrenal se alce sobre sí misma y
cristalice en un reino autónomo en las nubes es cosa que sólo a
partir del autodesgarramiento y de la autocontradicción de esta
base terrenal puede resultar inteligible. En sí misma ésta ha de ser,
pues, tanto comprendida en su contradicción como revolucionada
prácticamente. Una vez descubierto, en suma, y a título de ejem­
plo, el secreto de la Sagrada Familia en la familia terrenal, ésta
última ha de ser anulada teórica y prácticamente.

5
No dándose por satisfecho con el pensamiento abstracto, Feuerbach
postula la visión; pero no concibe la sensorialidad como actividad
práctica humano-sensible.
Cuestiones de metodología y epistemología

6
Feuerbach reduce la esencia religiosa a la humana. Pero la esencia
humana no es algo abstracto subyacente a cada individuo. En su
realidad, la esencia humana es el conjunto de las relaciones so­
ciales.
Feuerbach, que no entra en la crítica de esta esencia real, se ve,
por tanto, obligado:

i. Al hacer abstracción del proceso histórico y fijar el sentimiento


religioso para sí, presuponiendo un individuo humano abstracto
— aislado.
2. La esencia no puede, por tanto, ser concebida sino como «gé­
nero», como una generalidad interna, muda, en virtud de la que
los numerosos individuos vienen a ser naturalmente unificados.

7
Feuerbach no percibe, en consecuencia, que el «sentimiento reli­
gioso» mismo es un producto social y que el individuo abstracto
que él analiza, corresponde a una determinada formación social.

La vida social en su conjunto es esencialmente práctica. Todos los


misterios que predisponen la teoría al misticismo encuentran su
solución racional en la práctica humana y en la comprensión de
esta práctica.

9
Lo máximo a que llega el materialismo contemplativo, esto es,
el materialismo que no concibe la sensorialidad como actividad
práctica, es a la visión de los diferentes individuos y de la sociedad
burguesa.
408 Textos selectos

10

El punto de vista del viejo materialismo es la sociedad burguesa,


el punto de vista del nuevo, la sociedad humana o la humanidad
socializada.

II

Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de maneras


diferentes; ahora lo que importa es transformarlo.

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