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20cm
44 cm
65cm
1.65 m
32 cm
30 cm
85 cm
22 cm
20cm
80 cm.
18 cm
54 cm
31 cm
27 cm
Medición de mi wc.
Historia del inodoro.
El historiador toledano del siglo XVI padre Juan de Mariana, cuenta que en las
ciudades importantes del imperio romano hubo orificios practicados en muros o
paredes a modo de caños o saeteras con el fin de que los ciudadanos pudieran
orinar. Pero aún no había nada similar en relación con las aguas mayores. Las
ordenanzas romanas
de aquella época
prohibían “ensuciar
en las escaleras, los
pasillos o los
armarios; orinar en
las paredes o muros
de palacios, iglesias
o casas de uso
público”.
No puede hablarse del retrete moderno hasta 1597, año en que John Harington,
inventor del inodoro, escribió un artículo describiendo el funcionamiento de un
water closet de válvula.
Con este nuevo ingenio de su
invención quería obsequiar con ello a
la reina Isabel I de Inglaterra, que
según sus biógrafos tenía un olfato
muy delicado. Tanto, que aseguran
que nada le atormentaba tanto como el
momento de descargar el vientre, cosa
que demoraba cuanto podía porque
sufría mal los olores.
Este curioso retrete “real”, debía estar a la altura de su Majestad. Por este motivo
se construyó como si fuera un trono. Puedes verlo en la siguiente imagen.
También te puede interesar conocer la historia de la silla.
Este hecho no impidió que John Harington tuviera problemas con todos y
terminara desterrado por escribir una pieza con el título de La metamorfosis de
Ajax, donde aludía con
desparpajo al retrete de la
reina, lo que le valió nuevos
castigos que cumplió en la
ciudad de Bath: curiosa
coincidencia que nada tiene
que ver con el nombre que
posteriormente se dio al
cuartito donde se alojaba el
retrete: bathroom.
Aunque, como anécdota o curiosidad, debes saber que los campesinos del mundo
anglosajón seguían llamando al retrete con un monosílabo, john, en recuerdo de
John Harington, el noble inglés que lo inventó.
Para ir finalizando, te dejamos este vídeo para que puedas ampliar la información
de la historia del retrete o inodoro.
Tipos de wc.
Normalmente, los inodoros suelen fabricarse en porcelana y constan a grandes
rasgos de dos piezas básicas: una taza para sentarse y de un tanque de agua o
cisterna. La cisterna es un conjunto formado por una llave de paso, un racor con
un grifo y una válvula accionada por la varilla de un flotador contenido dentro del
depósito de la cisterna. Las cisternas disponen además de un conjunto de
desagüe formado por un tubo vertedero, una válvula, una tubería de descarga,
una varilla de izado para la válvula mencionada anteriormente, una palanca que
accione dicha varilla y, finalmente, un tirador que active esa palanca.
INODORO SUSPENDIDO
El inodoro suspendido carece de pie y «flota» sobre el suelo. En realidad, el
inodoro cuelga de la pared, en la que se empotra también el tanque de agua de
este inodoro. Esto resulta más laborioso a la hora de su instalación, pero a cambio
aporta ligereza y diseño a nuestro cuarto de baño y además nos resulta más
cómodo a la hora de limpiar puesto que al no tocar el suelo, no quedan recovecos
de difícil acceso. Una duda que
habitualmente surge es: ¿Qué ocurre si se
estropea la cisterna? ¿Será necesario picar
toda la pared?. La respuesta es: no. Todos
los mecanismos susceptibles a estropearse
son accesibles desde el botón de descarga.
Inodoros para discapacitados.
Los inodoros, por ejemplo, están pensados con el fin de permitir el traslado desde
la silla de ruedas o facilitar el movimiento de levantarse y sentarse. Por este
motivo, son más altos que los sanitarios comunes y hay modelos que cuentan con
una apertura frontal con ducha para facilitar la higiene personal (con función bidé).
Los lavabos son de tipo suspendido, ergonómicos, con borde delantero cóncavo
para facilitar el uso, y pueden contar con mecanismos manuales o neumáticos
para la inclinación. La grifería del catálogo posee palanca clínica, electrónica o
temporizada.
Junto con cada equipo higiénico debe instalarse unos pasamanos o asidero
adecuado para permitir el traslado y el uso, incluso por parte de personas con
capacidad motriz reducida o nula.
Las obligaciones establecidas por la norma Española se reducen a pocas
prescripciones que sintéticamente son:
Zona lavabo: El lavabo debe
ser de tipo ménsula, con borde
delantero a 80/85 cm del suelo,
con espacio libre debajo de al
menos 70/75 cm. El espacio de
acercamiento debe ser de 80
cm, el grifo debe ser de “tipo
palanca” y el espejo debe
poder ser utilizado por todos
(niños o personas en sillas de
rueda), por lo tanto, debe estar
bajo, cerca del borde, o debe
ser reclinable.
Zona inodoro: La altura del asiento del inodoro debe ser de 43/47 cm,
preferiblemente de tipo suspendido, debe sobresalir de la pared 75 cm para
aproximar la silla de ruedas y debe estar ubicado a 40 cm de la pared lateral con
un espacio de maniobra mínimo de 100 cm desde el eje del inodoro; deben
colocarse asideros horizontales en un lado y, en el otro, es ideal una barra
abatible, ubicados a 75 cm; el pulsador de descarga y el porta-rollo deben estar en
posiciones cómodas y ágiles – es obligatoria la presencia de un llamador.
Zona ducha: En el caso de la ducha, el plato debe estar a ras del suelo, y se
recomienda un asiento ubicado a 43/47 cm del suelo y prever asideros ubicados a
75 cm.