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“Los saberes en la práctica pedagógica y las teorías del aprendizaje”

Las sesiones de aprendizaje que desarrollo de manera intencional y recurrente en el área de


ciencias sociales la inicio con la problematización de un hecho social histórico, para definir el
propósito hermenéutico de la información, con la motivación permanente a través del recojo de
los saberes previos con la gestión del acompañamiento a los estudiantes refrendadas con la
evaluación y la metacognición, todos estos procesos pedagógicos están corroborados con la
valoración de juicios en una matriz de análisis documental, una lista de cotejo y una ficha de
observación donde casi he descartado las pruebas de alternativa múltiple evidenciando las
dimensiones del conocer, hacer, ser y desaprender en mi praxis cotidiana que en ciertos casos y
circunstancias no se cumplen todos estos procesos por diversos factores y frente a ello debo
advertir que tome la decisión de diseñar organizadores visuales gráfico esquemáticos para innovar
y hacer más interesante y atractiva la naturaleza de un área que cada vez “pierde” mentores por
no poner la esencia de la naturaleza en la construcción de nuestra identidad y en el análisis de las
interpretaciones históricas, y que gracias a los aportes de las teorías del aprendizaje nos invitan a
reflexionar y estar al tanto de la realidad sociocultural cognoscible de la práctica pedagógica para
tener en cuenta que el constructivismo se traduce en un modelo pedagógico que pone toda la
atención en el aprendizaje, considerándolo como un proceso interno, de “re - invención” de todo
aquello que sea objeto o contenido a conocer, con todas las implicancias sociales y afectivas que
donde el proceso del conocimiento es activo y se caracteriza por la unión de la conciencia y los
sentimientos del sujeto que aprende, en el socio constructivismo nos involucra a aprender la
experiencia social y colaborativa vinculando el lenguaje, la sociedad y la cultura con la interacción
social que juegan un papel en el proceso del conocimiento, en la teoría del procesamiento de la
información vincula al aprendizaje cognitivo con el conductual como desarrollo interno de una
persona en este enfoque no abandona al conductismo de estímulo y respuesta en la mecanización
que no toma en cuenta las emociones. En esta disyuntiva el rol del docente de educación superior
como facilitador, mentor y procesador de información está obligado a “romper” sus “esquemas”
para aprender a solucionar problemas comprendiendo el concepto de la zona de desarrollo
próximo, las TICs en la manera en que intervenimos socialmente en la realidad cuyas decisiones
hoy son nuestro gran reto profesional y con respecto a las dos lecturas nos invitan a la reflexión de
cómo las interacciones con el entorno social y físico dan forma a nuestras estructuras de
conocimiento donde las teorías constructivistas nos dan un marco psicológico global de
referencia que viabilice la explicación holística del know-how del aprendizaje a través de los
sistemas de símbolos socialmente compartidos como el idioma, los pictogramas y diagramas que
son los requisitos precedentes en el aprendizaje para el acercamiento y el dominio de la realidad
virtual con la aldea global que nos proporciona nuevos escenarios para el intercambio de la
información haciéndonos repensar que muchas veces nuestra práctica docente se ha dejado
llevar por el mismo camino y que en definitiva no hay una sola forma de enseñar sino que nos
sugiere al cambio actitudinal en el panorama de romper ese dogmatismo pedagógico que se ha
hecho practica continua que no logra desarrollar los criterios de desempeño en la enseñanza
aprendizaje de los estudiantes, es más nos sugiere vincularnos y acercarnos a la emoción, vivencia,
complejidad, dinamismo, gentileza y a la transdisciplinariedad si la meta es sobrepasar las
exigencias de un docente 2.0 para incrementar nuestra capacidad de comunicación y motivación
en el aula.

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