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Academia Boyacense de Historia

CARLOSVida,ARTURO TORRES
Época, Pensamiento
PEÑA

Carlos Gabriel Salazar Cáceres


C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

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Vida, Época, Pensamiento
 

CARLOS ARTURO TORRES PEÑA 

Vida, Época, Pensamiento 

Carlos Gabriel Salazar Cáceres

Miembro de la Academia Boyacense de Historia

Docente-Investigador Universidad Santo Tomas,


Seccional Tunja

SERIE ENSAYOS Y SEMBLANZASNº 15

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

Homenaje de la Academia
Boyacense de Historia en los
130 años del natalicio de
Carlos Arturo Torres Peña,
Ilustre Pensador Boyacense.
1867- abril 18 -1997

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Vida, Época, Pensamiento
 

 
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Anderson Joaquín Sánchez Ruiz
Derechos Reservados 

Universidad Santo Tomás 
Vida, Época, Pensamiento
 

AGRADECIMIENTOS

A la Academia Boyacense de Historia

A la Universidad Santo Tomás, Seccional Tunja.

 
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Contenido

Prólogo ...........................................................................9 

Introducción ................................................................ 14 

Antecedentes .............................................................. 16 

CAPITULO I Bismarck................................................... 19 

CAPITULO II América ................................................... 27 

CAPITULO III"La Crónica" ............................................ 31 

CAPITULO IV Guerras y Constituciones ....................... 36 

CAPITULO V Los Imperios ........................................... 45 

CAPITULO VI"El Nuevo Tiempo" ................................. 52 

CAPITULO VII"Liberalismo y Conservatismo" .............. 64 

CAPITULO VIII Estados Unidos Nuevo Imperio ........... 69 

CAPITULO IX La Civilización ......................................... 72 

CAPITULO X Idola Fori ................................................. 77 

CAPITULO XI Hermanos de Ideas ................................ 86 

APÉNDICE .................................................................... 88 

Mensaje del Sentido Común ....................................... 88 

Nariño ......................................................................... 98 

Bibliografía ................................................................ 113 
 

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Vida, Época, Pensamiento
 

 
 

PRÓLOGO 
El Pensamiento de Carlos Arturo Torres

En la obra del Académico Carlos Gabriel Salazar

La investigación de Historia de las ideas americanistas en


los pensadores colombianos, señala al historiador la tarea
de buscar las directrices espirituales a través de los siglos
van proyectando las reflexiones sobre la identidad
colombiana en sus relaciones con Latinoamérica y el
Mundo. En su estudio vamos detectando las diversas
expresiones de la mentalidad colombiana, la cual se va
adscribiendo a una determinada realidad en el tiempo y en
el espacio; pues tenemos en cuenta, que las ideas son
siempre una reacción a una determinada situación de la
vida de los hombres; ellas están adscritas a las
circunstancias, frente a las cuales representan su activo
papel y ejercitan su función.

Uno de los pensadores colombianos de la Transición entre


los siglos XX, fue el escritor Carlos Arturo Torres, el
filósofo y ensayista de Santa Rosa de Viterbo, que estudia
con síntesis y gran visión, nuestro colega académico Dr.
Carlos Gabriel Salazar, en su obra que publica la
Academia Boyacense de Historia.

En ella nos presenta al escritor boyacense, autor de Idola


Fori, Las Supersticiones Políticas, Literatura de Ideas y

 
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otras. Sus ideas fueron fresadas en un ambiente intelectual


en donde el Positivismo Spenceriano era auspiciado
oficialmente y se difundía en las universidades
colombianas; y cuando el marco del pensamiento filosófico
pasaba de la Francia romántica Inglaterra positivisma en
su proyección a Latinoamérica.

Carlos Arturo Torres, como bien lo interpreta el académico


Solazar, fue el Maestro del Idealismo Latinoamericano, en
la misma forma que José Enrique Rodó en el Uruguay y
José Vasconcelos en México. Consideró que la dinámica
social está en la libertad y la tolerancia; por ello siempre
señaló el camino del progreso de la sociedad, Por la ruta
de la tolerancia política y religiosa para llegar a la meta del
bienestar. El escritor santarroseño criticó el despotismo de
los dictadores latinoamericanos y defendió la democracia
como única fuerza socio-política para la estabilidad de
América Latina.

Las ideas de Carlos Arturo Torres surgieron en una época


de guerras civiles y fanatismo político, cuando
conservadores y liberales se disputaban el poder político.
Ello influyó mucho en su actitud ideológica de carácter
antidogmático y de un gran sentido de libertad de
expresión. El académico Carlos Gabriel Solazar, señala
también las influencias del mundo europeo, especialmente
de Alemania, Francia e Inglaterra, en el ideario de los
pensadores latinoamericanos como Carlos Arturo Torres.

Su obra ldola Fori es un ensayo de sociología e historia de


las ideas, el cual considera que el culto fanático a las
ideologías y los hombres, lleva al aniquilamiento colectivo.
Ello se refleja en las polémicas de los ídolos del foro y en
las supersticiones democráticas y aristocráticas. El escritor
santarroseño planteó el mito de la democracia, y con ella,
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Vida, Época, Pensamiento
 

la decisión de las mayorías, expuestas a los extravíos de la


ceguedad y la pasión. Señaló el problema
hispanoamericano de la "demagogia", la aliada aparente
de la democracia y su evidente enemiga. La demagogia
confundida en los debates públicos, ha sido la abanderada
del fanatismo y las guerras civiles. Ella está amparada por
los caudillos o jefes políticos "rapaces del poder".

De los fanatismos políticos surgieron en Colombia las


guerras civiles y la reacción autoritaria de los
regeneradores o contra revolucionarios. La culminación del
enfrentamiento político fue la "Guerra de los Mil Días", que
dejó a Colombia en la desolación y la crisis. Según sus
ideas, Latinoamérica si quiere llegar al progreso, debe
renunciar a la anarquía, el caudillismo y el crepúsculo de
muchos "ídolos del foro". Y en la misma forma, respetar la
libertad, la justicia, la comprensión y la tolerancia, pues son
los ejes del renacimiento idealista y humanitario.

El jurista y escritor Carlos Gabriel Solazar Cáceres, en su


obra sobre el pensamiento y la acción del filósofo y
sociólogo Carlos Arturo Torres, penetra con rigor
académico en el ambiente nacional e internacional que le
correspondió vivir al humanista boyacense; y sus ideas
políticas y jurídicas en una época de crisis, de agitadas
polémicas partidistas y de reflexiones sobre la Democracia
en un continente de regionalistas, caudillismos,
gamonalismos y de fanatismo político.

La obra de Salazar Cáceres está escrita con el modelo de


ensayo histórico-literario, con aporte significativo para el
conocimiento del movimiento de las ideas en los años
finiseculares del siglo XIX y en la transición hacia el siglo
XX. Este ensayo es interpretativo, porque busca las
esencias de los hechos y las ideas de Carlos Arturo Torres;
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y con intuición llega a la síntesis y comprensión histórica


de las ideas que reflejan la situación de Colombia y
Latinoamérica en una época de crisis.

Esta obra presenta una sólida base documental, a través


de las obras y ensayos del escritor Carlos Arturo Torres.
Por ello, su interpretación humanística, jurídica y de las
ideas refleja la formación histórico literaria del autor. Por
ello, es muy significativo para la Academia Boyacense de
Historia la edición de esta obra, cuando la Casa de la
Cultura de Santa Rosa de Viterbo, celebra los 130 años del
nacimiento de su ilustre hijo. La institución académica se
asocia a esta conmemoración y señala a las nuevas
generaciones boyacenses y colombianas, que el
pensamiento político de Carlos Arturo Torres es la
expresión de la colombianidad en sus relaciones muy
directas con América Latina.

La idea de Latinoamericanidad para el progreso de estos


países, como la planteó Carlos Arturo Torres y ese grupo
selecto de latinoamericanistas de los finales del siglo XIX, y
entre ellos: José María Torres Caicedo, Adriano Páez,
José María Vargas Vilo, Juan de Dios Restrepo (Emiro
Kastos), Arcesio Escobar y otros, está relacionada con la
toma de conciencia de identidad de América Latina, como
un bloque de países con problemas c intereses comunes,
que buscan la integración de Suramérica, Centroamérica y
el Caribe, desde la Patagonia hasta la frontera con Estados
Unidos en Norteamérica.

Un aporte de Carlos Arturo Torres, maestro a la política


caudillista y del idealismo latinoamericano, en su crítica a
los dictadores de Nuestra América y su defensa de la
democracia como única fuerza socio-política para la
estabilidad de América Latina. Esta idea se fortaleció como
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Vida, Época, Pensamiento
 

conciencia colectiva después de la Segunda Guerra


Mundial, ante la necesidad de integración contra el poderío
económico de las potencias desarrolladas y
neocolonialistas; y ahora, ante los grandes esfuerzos por el
fomento de la integración cultural, que como lo planteó
Carlos Arturo Torres, debe partir de la educación y de la
formación de las nuevas generaciones que se preparan
para afrontar la dirección de la sociedad. Se considera de
importancia que los latinoamericanos conozcan su cultura
y sus propios valores y se identifiquen ante las demás
culturas del mundo.

Su estudio, como lo señala el académico Carlos Gabriel


Solazar, es necesario, tanto para el conocimiento de
Colombia en sus relaciones con América Latina, como para
la búsqueda de derroteros para su progreso por el camino
del desarrollo, la democracia, la tolerancia, las libertades y
los derechos humanos, que son aún los anhelos y
aspiraciones de los colombianos -en una época de crisis,
como la que vivió el mismo escritor de este ensayo, el
santarroseño Carlos Arturo Torres.

La Academia Boyacense de Historia al publicar esta obra


que ha escrito el académico de número Dr. Carlos Gabriel
Salazar Cáceres, se une a los actos conmemorativos de
los 130 años del nacimiento del ilustre humanista y señala
a la posteridad la trascendencia de su obra que es aún
vigente en nuestro mundo contemporáneo, en las puertas
del siglo XXI que se avecina.

Dr. Javier Ocampo López

Academia Boyacense de Historia

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INTRODUCCIÓN 
El nombre de Carlos Arturo Torres Peña, no es
desconocido en nuestro medio. En su ciudad natal, a
pocos metros de la plaza principal, se levanta aun su casa
natal En la ciudad de Tunja funciona un importante centro
educativo que lleva su nombre y en la ciudad de Santafé
de Bogotá existe una asociación cultural también con su
nombre. Pero su obra es desconocida por las actuales
juventudes, sus libros hace mucho tiempo no se reeditan.

Quiero en esta páginas rescatar, así sea en mínima forma,


el discurso de este pensador que saliendo de nuestro
terruño, con su pensamiento abarcó toda la América y se
colocó a la altura de los mejores pensadores de su tiempo.

Rescatar de su pensamiento, su núcleo principal, su idea


rectora, cual es la tolerancia, base fundamental de la
doctrina liberal y de toda bien entendida democracia.

Tolerancia, que en este momento histórico de nuestra


Patria tiene gran actualidad; recordemos que fue el eje
central del discurso de nuestro Presidente el día que se
promulgó la Constitución de 1991.

El método a seguir en este trabajo, es el de presentar el


pensamiento del autor, dentro del marco histórico en el
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Vida, Época, Pensamiento
 

cual le correspondió vivir; por ello se hará un contrapunto


entre el desarrollo de los acontecimientos tanto mundiales,
como americanos y colombianos, con su vida y lo que en
esos momentos brotaba de su mente; en especial lo que
producía día a día a través de su labor periodística.

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ANTECEDENTES 
 

La obra de Carlos Arturo Torres Peña ha sido poco


estudiada.

Sus Discursos y Obra Poética, tan solo se han editado una


sola vez; los primeros en 1946 por la Biblioteca Popular de
Cultura Colombiana, la segunda en vida del autor;
igualmente los Estudios Ingleses y Estudios Varios; los
segundos se reeditaron en Bogotá en 1951 en la misma
Biblioteca Popular de Cultura Colombiana; en esta última
se encuentra el importante estudio que sobre la obra de su
padre, en especial Idola Fori, hiciera su hija Paulina Torres,
con introducción de Manuel Antonio Bonilla.

En cuanto a su obra capital Idola Fori, o Los ídolos del


Foro, ensayo sobre las supersticiones políticas, tiene una
primera edición en Madrid, posiblemente en vida del autor
con prólogo de Francisco García Calderón; posteriormente,
en 1935 se edita en Bogotá con el prólogo de José Enrique
Rodó que ya había sido publicado en La Civilización; Tanto
Rodó como García y Torres comulgaban en ideas.

En 1969 La Universidad Pedagógica y Tecnológica de


Colombia lo reedita con un estudio preliminar realizado por
Andrés Pardo Tovar.

Y con motivo del centenario de su nacimiento, el


Departamento de Boyacá, le rinde homenaje editando un

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Vida, Época, Pensamiento
 

bello ejemplar con presentación de Vicente Landínez


Castro, con una selección de toda su obra.

Finalmente, en 1987 la licenciada Flor Isabel Duarte


Lizarazo, realiza un importante estudio sobre sus ideas
políticas, como trabajo degrado para optar el grado de
Maestría en Filosofía Latinoamericana en la Universidad
Santo Tomás.

Quiere el autor de este trabajo, que el mismo sea un paso


más en el conocimiento del profundo pensador, que nos
parece de gran actualidad y por ello cree que ya es el
momento de que cristalicen las palabras que hace más de
50 años escribiera Manuel Antonio Bonilla: ''La justicia
vendrá más tarde o temprano, y nuevas generaciones más
comprensivas o más entusiastas o más agradecidas
rendirán homenaje de pleitesía, sin reserva alguna al autor
de Idola Fori".

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Vida, Época, Pensamiento
 

 
 
 
CAPITULO I 
BISMARCK 
Corre la segunda mitad del siglo XIX. El 18 de enero de
1871 es coronado en Versalles Guillermo I de Prusia como
Deutscher Kaiser, o emperador Alemán. Nace así, el
Imperio Alemán, que al poco tiempo se convertirá en la
primera potencia europea.

En el mes de septiembre del siguiente año se reúnen en


Berlín el emperador Guillermo I, ahora de Alemania, el
emperador Francisco José de Austria y el Zar Alejandro
Segundo de Rusia, con el objeto de crear una nueva Santa
Alianza, mediante la cual se comprometen sin firmar
tratado alguno, a mantener la paz en Europa.

Un año después, el Rey Víctor Manuel de Italia, viaja a


Berlín, entrevistándose con Guillermo I; dos años más
tarde, lo hará con Francisco José. Tales visitas le son
devueltas con el viaje que Guillermo I hace a Milán en el
año de 1874, sellándose así el pacto tetrapartito, dado que
Italia se ha adherido a los otros tres imperios.

En Europa, se formarán entonces, dos bloques claramente


delimitados: el de los países marítimos y occidentales con
regímenes parlamentarios y el de los países continentales
con regímenes monárquicos; estos últimos serán

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organizados por la mano férrea del barón Otto Von


Bismarck.

Bismarck, antipapista declarado, quien ante la destitución


de un profesor de teología por parte de Roma, reacciona
violentamente, expulsando a los Jesuitas, destituyendo y
encarcelando al Cardenal Ledochowski, deponiendo a los
obispos y colocando bajo inspección estatal tanto los
colegios como los seminarios católicos. La mayoría de los
religiosos son expulsados, se rompen las relaciones
diplomáticas con la Santa Sede y se implanta como
obligatorio y único válido el matrimonio civil.

Los católicos reaccionan a su vez obrando como partido


político y llega a constituirse en el más fuerte y poderoso
dentro del Parlamento. Bismarck se escuda y reafirma
tanto en el autoritarismo imperial como en el militarismo. A
la desigualdad social, económica, religiosa y política,
responde con las banderas del germanismo, el
nacionalismo místico y el teutonismo, logrando con ellas
unir a los alemanes. Medio Siglo más tarde volverán a
desplegarse dichas banderas.

En Austria, la situación presenta a Germanos, Eslavos,


Checos, Polacos, Servios Ortodoxos, Croatas Católicos,
formalmente unidos tan solo por la dinastía encabezada
por Francisco José.

Por su parte, las provincias adriáticas de Bosnia y


Herzegovina se anexan a Austria y Hungría en tanto que
Rumania y Bulgaria son desmembradas.

El eslavismo se convierte a su vez en instrumento del


imperialismo Ruso, quien en 1877 declara la guerra a
Turquía pasando a su poder los estados Balcánicos.

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Vida, Época, Pensamiento
 

Este es el panorama en el lado este Europeo. Demos una


rápida ojeada al oeste, inicialmente disímil, pero cuan
pronto recitará la lección del ejemplo.

En Inglaterra se robustece el parlamentarismo que se


impone en occidente, procurando garantizar la igualdad de
las personas, el nombramiento de funcionarios por
concurso, la abolición de las penas corporales en el campo
de lo penal, la abolición del servicio militar obligatorio,
permitiendo por ende, que este solo sea voluntario,
unificando los procedimientos judiciales dando así
seguridad a la administración de justicia, consagrando el
voto secreto en las elecciones y reconociendo el derecho a
la huelga. El líder principal de estas conquistas políticas y
sociales es Gladstone, teniendo por base los principios
liberales del laisser-faire. A su vez, en lo relativo a las
políticas exteriores predicaba, acorde con su pensar, la no
intervención en otros pueblos. Pero su política no prospera.
Disraeli, su antagonista, apela al nacionalismo inglés,
reclamando una política expansionista y abogando por la
formación de un Imperio Británico.

Tornemos nuevamente al continente. La Asamblea


Nacional Francesa, el 10 de agosto de 1871 se proclama
Constituyente y nombra a Thiers como Presidente. No
obstante, nueve meses más tarde es derrocado y
sustituido por el mariscal Mac-Mahon, quien busca por
todos los medios instaurar la monarquía. Empero los
monarquistas no comparten un pensamiento unánime, se
encuentran divididos entre los partidarios de una
monarquía constitucional y los de una monarquía
soberana, que tenga como basamento el principio del
poder divino de los reyes.

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En enero de 1875 Francia optará por un régimen


republicano, tripartito, con un poder legislativo conformado
por dos cámaras, la de diputados elegida por sufragio
universal y el senado elegido mediante cooptación por el
senado mismo y los colegios departamentales, poder
ejecutivo con un presidente a la cabeza electo por siete
años y un poder judicial.

Italia y Grecia adoptarán a su vez el sistema parlamentario


liberal.

En la otrora grande España, la Reina Isabel II ha sido


destronada y los liberales españoles ofrecen la corona a
Amadeo I de Saboya, hijo de Víctor Manuel, quien
encuentra la oposición de la Iglesia Católica, dado que su
padre había sido excomulgado, viéndose precisado a
abdicar. Las cámaras se reúnen en 1873 proclamando la
República, designando jefe del poder ejecutivo a Pi y
Margal, político positivista, anticlerical y demócrata quien
es derrocado y reemplazado por Nicolás Salmerón y
posteriormente por Emilio Castelar, quien reanuda las
relaciones con la Santa Sede; no obstante, también pierde
el poder.

Ante esta situación, Alfonso, hijo de Isabel, propone una


monarquía constitucional y en 1874 el ejército le proclama
Rey, como Alfonso XII, gobierna con un poder legislativo
bicameral, un senado de derecha y vitalicio, nombrado por
el mismo Rey, y un congreso de diputados, nombrado por
sufragio, a razón de un diputado por cada 90.000
habitantes.

Los años pasan, el mundo gira y se transforma, las


palabras de Glasdtone en Inglaterra y su liberalismo se
dejan de lado ante las de Disraeli y su imperialismo; por
ello se coloniza la India, bajo una férula imperialista,
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Vida, Época, Pensamiento
 

impidiéndosele su desarrollo, manteniéndola en; una


economía eminentemente agrícola, que tan solo suministra
materias; primas a la metrópoli, tales como algodón,
índigo, yute, opio y té a precios bajos, en tanto que debe
adquirir de Inglaterra productos a altos costos, en especial
los hilados. No obstante, se introduce en estas tierras el
correo, el telégrafo y el tren, pero solo entre las grandes
ciudades; la mayor parte del territorio se encuentra aislado;
amén de ello, no se estimula ni el desarrollo intelectual ni el
económico.

El dominio británico no solo es continental, también lo es


marítimo; pues ejerce control en el Canal del Suez, -recién
inaugurado,- el Mar Rojo, el Golfo de Bengala y el Mar de
Omán, en definitiva, sobre todo el Océano Indico.

Rusia hace lo propio. Su aspiración es convertirse en una


potencia asiática; por ello, coloniza las estepas de Siberia
buscando llegar a las costas de China y así al Océano
Pacífico, al mar; al mar que por occidente le cierran las
potencias europeas. Toma el Turquestán y Samarkanda;
en 1870 es dueña de Alaska y del puerto de Sitka cerca de
California y de las islas Aleutianas - entre Asia y América -
que el Zar Alejandro II años después venderá a los
Estados Unidos.

En 1892 se apodera definitivamente del Turquestán Chino,


su territorio se ha ensanchado notablemente, su imperio
está completamente unificado (no como el de Francia o
Inglaterra que está desperdigado en varias partes)
construye el tren transiberiano que va desde Moscú hasta
el puerto de Vladivostok, de manera tal que se puede viajar
desde el Báltico y el Mar Negro hasta el Océano Pacífico y
el Mar del Japón. En cuanto a su interior la política es
agitada; el Zar Alejandro II pretende democratizar el poder
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y crear una constitución; Australia y Alemania pactan


contra Rusia; el Zar es asesinado el 1 de marzo de 1881 y
su constitución nunca fue promulgada. Su hijo Alejandro III
retorna la autocracia y se recrudece la política de
rusificación (la santa Rusia) inspirada en el paneslavismo y
pangermanismo; por ello en Polonia, Finlandia, Lituania,
Letonia, Estonia, Ucrania y Rusia Blanca se sofocan los
movimientos nacionalistas obligando a hablar el ruso en
colegios y universidades.

Francia desde 1881 se lanza en una política imperialista


convirtiéndose en potencia mediterránea al apoderarse de
Túnez y Argelia; bajo el gobierno de Jules Ferry impone
protectorado a Madagascar, las islas Gambier, y Ton King,
con lo cual arrastra un conflicto militar con la China. Entre
1890 y 1894 crea colonias en Sudan, Guinea, Costa de
Marfil, Gabón, Congo y Dahomey.

Empero las potencias, mejor los imperios, no paran allí,


también se apoderan del continente negro, y es así como
en el congreso de Berlín, que sesiona en febrero de 1885,
Inglaterra, Francia, Alemania y Portugal, firman las pautas
para el reparto de África, llegándose hasta el caso de que
Leopoldo II de Bélgica lega testamentariamente el Congo a
Bélgica (Congo Belga).

Alemania por su lado, organiza su imperio económico, a


través de el "Dumping" se apodera del mercado extranjero
arruinando la competencia; el "Dumping" consistía en
vender fuera de Alemania más barato, aun a pérdida; en
compensación se vendía más caro en Alemania; en la
séptima década del siglo, se disgrega el imperio
Austrohúngaro, los movimientos nacionalistas buscan la
creación de un estado Eslavo, integrado por Croacia,
Dalmacia, Istria, Eslovenia, Bosnia Herzegovina.
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Vida, Época, Pensamiento
 

Gracias a sus alianzas con Austria, Hungría, Italia; sus


convenios secretos con Rusia, Rumania, Servia y su
influencia en Grecia, Turquía y España al igual que Suecia;
Bismarck domina desde 1885 toda la política Europea.

Inglaterra a quien hemos dejado en proceso de expansión


imperialista sufre una agitada vida política en su interior,
por un lado se esgrimen las ideas liberales de Glasdtone
preocupado por las libertades económicas e individuales y
por el otro las ideas conservadoras e imperialistas de
Disraeli tendientes a engrandecer y enriquecer a Inglaterra;
sometiendo la mayor parte del mundo a su autoridad.
Estas dos posiciones igualmente enfocan el problema
Irlandés y en tanto los liberales quieren satisfacer sus
aspiraciones los conservadores se oponen a ello.

En 1875 los conservadores llegan al poder con Disrael, la


Reina Victoria es nombrada Emperatriz de la India;
Glasdtone se opone a estos ímpetus imperialistas
señalando que no son más que un atentado contra la
libertad.

Cinco años más tarde los liberales toman el poder,


Glasdtone coló en segundo lugar las cuestiones coloniales
y se centra en los problemas internos; no obstante no
abandona el engrandecimiento del imperio anexando
Birmania y haciendo de Egipto un protectorado. Durante su
gobierno no se presentó una sola guerra.

En 1884 a través de una reforma electoral impone el


sufragio universal e Inglaterra se convierte así en una
democracia. Igualmente aprueba reformas en favor de
Irlanda, acarreando una división en el partido liberal y un
rompimiento con Chamberlain, quien aliado a los
conservadores echa por tierra la reforma de Glasdtone.

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C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

Los conservadores se toman el poder bajo la dirección de


Salisbury tornándose a la política imperialista. Glasdtone
plantea nuevamente la cuestión irlandesa, al ser derrotado
se retira de la vida pública. Lo planes imperialistas de
Chamberlain y Salisbury son detenidos por los Estados
Unidos.

A raíz de un conflicto fronterizo entre Venezuela y la


Guyana Inglesa, Estados Unidos propone un arbitraje que
Inglaterra rehúsa, los Estados Unidos se preparan
entonces para impedir aún por la fuerza la intervención
inglesa en Venezuela, Inglaterra retrocede y acepta el
arbitraje de los Estados Unidos y su presidente Cleveland,
que defendió no sólo a Venezuela sino principalmente la
doctrina Monroe; quedando] así y muy en claro que
Inglaterra no podrá ampliar su imperio en la América y que
ésta, queda bajo la protección de los Estados Unidos, por
ello su secretario de estado Olney en un cable escribe:
"...Los Estados Unidos son prácticamente soberanos en
este continente y su fíat es ley allí donde extienda su poder
de intervención".1

Se impone así la hegemonía estadunidense sobre toda la


América se abre un nuevo capítulo en la historia.

                                                                 
1
 (Pirenne Jacques, Historia Universal, Volumen VI, Barcelona, Editorial 
Éxito,1973 Pág. 253) 

26   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

CAPITULO II 
AMÉRICA. 
Crucemos el Atlántico, que cuatro siglos atrás surcara
Colón; en el norte de su continente se han apagado los
últimos disparos de la guerra de secesión y se ha sellado
la unidad social y económica, el gestor de esta obra es
Abraham Lincoln, quien continuará hasta su muerte su
labor de reconciliación. La crisis que siguió a la citada
guerra termina con la elección como presidente del
republicano Hayes en 1876; se implanta el liberalismo y se
impulsa el crecimiento económico convirtiéndose Estados
Unidos en el primer productor de hulla, hierro y petróleo,
sus ciudades crecen en dos y hasta tres veces su
población, cada vez se vuelve más cosmopolita. Dada la
mezcla de créditos y nacionalidades que convienen sin
problemas, salvo las diferencias entre blancos y negros.

La plutocracia pronto la convertirá en potencia, en especial


por industriales y banqueros que crean "trust" de
gigantescas fuerzas y capitales, el primero de ellos el
Rockefeller que monopoliza la producción de petróleo. Los
"trust" impulsan el trabajo en serie que incrementa la
producción y abarata los costos convirtiendo en veinte
años a los Estados Unidos en la mayor potencia
económica del mundo, a ello se debe aunar la política de
inmigración que alojó más de 16 millones de Europeos y
27 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

chinos que se extienden por toda la nación; la población


pasa de 30 a 50 millones.

Tornemos la mirada al sur y encontramos a México, que


tras la caída de Maximiliano restaura la República y
proclama a Benito Juárez como Presidente. No obstante
en 1876 asciende al poder Porfirio Díaz quien gobernará
hasta 1911 tras eliminar la oposición. Durante su gobierno
se promueve el desarrollo económico, se fomenta la
inmigración y la inversión extranjera, progresa la minería
(oro, plata, cobre, plomo, zinc); el ferrocarril, se extiende de
600 a 25.000 kilómetros pero todo ello a costa de las
libertades políticas y el favorecí miento de industrias y
capitales extranjeros, en perjuicio de trabajadores e
intereses nacionales. El Brasil, en tanto es gobernado por
Pedro II quien en 1888 concede la libertad a los esclavos
arruinando así a los grandes propietarios. Los militares le
propinan un golpe de estado, obligándolo a abdicar,- con lo
cual se corta el último lazo con las instituciones políticas
Europeas, no quedando ninguna monarquía en América - y
aun cuando se instauró una república, en la práctica solo
hubo una dictadura.

En Argentina en tanto se presenta un gobierno de letrados,


Bartolomé Mitre fomenta una política de unidad nacional,
Domingo Faustino Sarmiento impulsó los ferrocarriles, las
comunicaciones telegráficas y la banca, creó escuelas y
bibliotecas, reorganizó la instrucción pública, fundó el
colegio militar y la escuela naval, abrió las puertas a la
inmigración y al capital extranjero, en 30 años la población
se cuadruplicó y la economía creció.

Entre tanto Perú, Bolivia y Chile luchan por un desierto rico


en guano, salitre, cobre y plata. En 1866 se logra un pacto
entre Bolivia y Chile pero los deseos de Chile son de
28   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

expansión ante los cuales Perú y Bolivia firman en 1873 un


pacto defensivo.

Al año siguiente Chile y Bolivia firman un nuevo pacto


limítrofe, pero Chile avanza hasta ocupar Antofagasta por
lo cual estalla la guerra; dado el pacto habido entre Perú y
Bolivia, hace que aquel, intervenga en ella, es la guerra del
Pacífico que se prolongará desde 1879 a 1883 triunfando
Chile, por lo cual se apropia de Tarapacá, Tacna y Arica;
perdiendo así Bolivia todo su literal y quedando sin acceso
al mar, en tanto Chile goza de gran prosperidad con la
exportación del guano y del salitre.

En 1895 por un lado se desarrolla el conflicto de Venezuela


con Inglaterra, del cual ya hablamos, y la intervención
Norte Americana.

Por el otro estalla la revolución de Cuba que era la


continuación de una lucha libertaria que databa desde
1826 en el congreso de Panamá, convocado por Bolívar. El
alma de este último movimiento fue José Martí; su jefe
militar Máximo Gómez y su lugarteniente Antonio Maceo
Grajales; tanto el primero como el último murieron en la
lucha. Los Estados Unidos envían el acorazado "Maine"
que se hunde en 1898 en la bahía de la Habana, a causa
de una inexplicable explosión, los Estados Unidos declaran
la guerra a España y destruyen su escuadra tanto en Cuba
como en Filipinas -posteriormente Estados Unidos creará
una base en Hawai-.

En diciembre de 1898 se firma la rendición en París,


España renuncia a Cuba y sede a los Estados Unidos
Puerto Rico, las Islas Filipinas, las Islas de Guam y el
archipiélago de las Islas Marianas. Igualmente Cuba
concede a los Estados Unidos la base naval de
Guantánamo.
29 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I

Los Estados Unidos ga


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30   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

 
 

CAPITULO III 
"LA CRÓNICA" 
Bordeado por las suaves colinas, sembradas de frutales y
árboles que más sirven de ornato que para la explotación
maderera se levanta en un rincón del apacible Boyacá, la
Villa Republicana de Santa Rosa de Viterbo, donde, de
vieja data, los Jesuitas regentaban un colegio, que
irradiaba entre los jóvenes lugareños las primeras luces del
espíritu.

Allí el abogado Bonifacio Torres, magistrado del Tribunal


Superior había fundado su hogar con doña Mercedes
Peña; pertenecientes a familias tradicionalmente
conservadoras, que incluso llevaron al doctor Torres a la
ortodoxia y al maniqueísmo de considerar a los suyos
como buenos y a sus adversarios como malos -posición
ideológica que sería decisiva en el pensamiento de su hijo-
. En este hogar, vio la luz prima el 18 de abril de 1867 un
niño que fue bautizado con los nombres de Carlos Arturo -
nombre de emperadores y forjadores de nacionalidad-.

Siendo muy joven, la familia se traslada a la ciudad de


Tunja donde su padre ocupa el cargo de magistrado en el
tribunal de dicha ciudad y Carlos Arturo ingresa a cursar
estudios en el colegio de Boyacá, otrora fundado por Don
Francisco de Paula Santander; por ese entonces su rector
es el Doctor Diego Mendoza Pérez.

31 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

Viaja más tarde a la ciudad capital continuando sus


estudios en el colegio de San Bartolomé obteniendo allí su
titulo de bachiller, tras lo cual se matricula en el Externado
de Derecho, fundado años atrás por quien fuera su
maestro en Tunja, doctorándose en Leyes y
Jurisprudencia.

Sirvió posteriormente a su alma mater desde la cátedra de


Derecho Internacional y después desde la Vice-rectoría.

Para ese entonces sus rasgos físicos que le


caracterizarían están plenamente definidos destacándole
entre los demás: de elevada estatura,; fornido, de sólidas
espaldas aunque tendiente en algo a la obesidad de frente
amplia, nariz aguileña de voz sonora y vibrante que bien
sabia utilizar en sus discursos y en la lectura de sus
poemas, su vestir elegante e impecable, más discreto,
dada su temprana y acentuada miopía calzaba! lentes de
gruesos cristales, de elegante caminar, en su rostro
brillaba una permanente sonrisa, según nos lo retrataron
Raimundo Rivas Sacconi y Carlos Arturo Díaz, quienes le
conocieron y trataron; a los treinta años de edad en asocio
de José Camacho Carrizosa se lanza a las ondas del
océano de la prensa y despliega su velamen el 26 de
enero de 1897 en el diario bogotano "La Crónica" en el
cual según sus palabras: "luchará por la libertad", será su
director desde el 29 de abril de ese mismo año; por esas
calendas Bogotá contaba con 120.000 habitantes y
Colombia con 4'000.000. Ya para ese entonces había
afilado su pluma; 10 años atrás en plena fogosidad juvenil
había escrito el drama en tres actos "El Tirano Lope de
Aguirre" personaje cuasi mítico, de figura fascinante que ha
inspirado actualmente a muchos realizadores
cinematográficos - Herzog, Saura - y su poema "Eleonora"

32   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

y muchos más que dedicara a varias damas bogotanas


entre las cuales valga la pena recordar a María de Jesús
Arias, María Josefa y León, Josefina Suárez, Teresa Tauco
y Lucrecia Pinzón con quien contrajo nupcias, teniendo dos
hijos: Rafael y Carlos Arturo -este último también escritor
como su padre, publicó años después "Prosas y Esbozos"
con un estudio sobre Silva-.

Miremos algunos de estos arrebatos líricos:

"Era tan bella y cándida Eleonora


como la flor que se abre perdibunda
a los rayos amantes de la aurora;
su espíritu era luz; la luz que inunda
la mente excelsa y alta, triunfadora
de lo abierto y ruin que lo circunda.

Entre mujer y entre ángel indecisa,


estaba en esa edad que pasa a prisa
y que mezcla en el rostro placentera
de la niña la última sonrisa,
de la mujer la lágrima primera."
O este otro que dedicara a su esposa:

"Tu nombre dulce ritmo


de innotas melodías
a que mi acento trémulo
tu nombre pronunciar,
es nota en el arrullo,
del ave en lejanía
es luz en el lucero
que riela sobre el mar"

33 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

Cuando ella murió le compuso una conmovedora elegía en


versos alejandrinos de una sonoridad, ternura y
sentimientos conmovedores, titulado "In Memoriam".

En su lucha por la libertad, en mayo de ese año de 1897


ingresa al Club Maceo de Bogotá, llamado así por el héroe
cubano Antonio Maceo Grajales que junto con Máximo
Gómez y José Martí luchaban por la independencia de
Cuba de España.

A raíz de ello escribe: "una de las más hermosas


conquistas de la moderna civilización es, sin duda, el
desarrollo que ha tomado el sentimiento de la solidaridad
de los pueblos y de la confraternidad de las almas.

La idea de la patria, circunscrita antes al cariñoso rincón de


nuestras montañas, vuela, salva hoy las fronteras y abraza
a naciones en asociación jurídica y humanitaria.

Cuba es para los americanos la hermana predilecta: la


admiramos por que lucha y la amamos por que sufre.
Tiene para nosotros la doble aureola del Tabor y del
Calvario, de la Gloria y de la Crucifixión.

El derecho a la caridad, está por encima de todas las


conveniencias, de todos los tratados y de todos los
gobiernos".2

El club maceo o De la viuda de Maceo, desde el cual se


alentaba la lucha de Cuba por su independencia y se
canalizaban aportes económicos para ello, tuvo varias
seccionales en el país, tales como Popayán, Purificación -
en el Tolima-, Sogamoso y Tunja, este último fundado el 15
de agosto de 1897, se caracterizó por ser eminentemente

                                                                 
2
 (La Crónica, mayo 1, número 64, 18 de junio de1897. Bogotá). 

34   

 
Vida, Ép
poca, Pensamiiento
 

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35 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

 
 
 
CAPITULO IV 
GUERRAS Y CONSTITUCIONES 
 

La Generación Romántica Colombiana se ubica entre los


años de 1840 y 1880 sus más destacados representantes
son Ezequiel Rojas, Mariano Ospina Rodríguez, José
Eusebio Caro, José Joaquín Ortiz, Florentino González,
José María Mallarino, Manuel Murillo Toro, Santos
Gutiérrez, Sergio Arboleda, José Caicedo Rojas, Sergio
Camargo, José María Rojas Garrido, Aquileo Parra, Miguel
y José María Samper, Rafael Núñez, Salvador Camacho
Roldan, Santos Acosta, José Eusebio Otálora, Eustorgio
Salgar, José María Vergara y Vergara, Felipe Pérez,
Dámaso Zapata, Ezequiel Uricochea y Jorge Isaacs.

"La generación romántica se enfrentó a los primeros


problemas de una nación recién independizada y a la
ideologización nacional para la consolidación de los
partidos políticos basados en auténticas ideas políticas y
no en el arbitrio de los caudillismos personalistas. Uno de
los problemas de esta generación fue buscar los modelos
más apropiados para la organización de un nuevo Estado y
para ello investigaron los modelos externos, plasmados en
los ejemplos, de Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y
otros países Europeos y Americanos; buscaron soluciones

36   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

a los múltiples problemas educativos, sociales y


económicos y lucharon con ahínco por alcanzar la
consolidación nacional una tendencia romántica del siglo
XIX a nivel mundial. A ellos correspondió afrontar la
revolución socioeconómica de 1850, la organización de los
partidos políticos ideológicos y presentar soluciones a los
problemas constitucionales, económicos, sociales y
educativos. Ellos cumplieron su misión en un momento
histórico de enfrentamiento entre las libertades y la
tradición".3

Algunos de ellos, conformaron el llamado "Olimpo Radical"


pertenecientes al liberalismo, defendieron el sistema
federal, las libertades de pensamiento, empresa y
comercio; atacaron el fanatismo religioso y la intolerancia y
defendieron la educación oficial y laica.

El 22 de mayo de 1858 Mariano Ospina Rodríguez


sancionó la constitución de la Confederación Granadina,
acatada por liberales y conservadores, pero en 1859
Tomás Cipriano de Mosquera, so pretexto que se había
roto el pacto federal, se alzó en armas contra el gobierno e
inició una guerra civil en el estado del Cauca que pronto se
extendió por todo el país.

El 18 de julio de 1861 los revolucionarios se tomaron


Bogotá e hicieron preso al Presidente Ospina Rodríguez y
a su hermano.

Mosquera se declara dictador y convoca a congreso


plenipotenciarios, constituyendo los Estados Unidos de
Colombia; los legitimistas siguen luchando en Santander,

                                                                 
3
 (Ocampo López, Javier, en Historia de Colombia, Salvat Editores, Bogotá, 
1986, volumen 6, Página 1319). 

37 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

Antioquia y Cauca; pero tras el asesinato de Julio Arboleda


deponen las armas en 1862 y capitulan.

En 1863 la Convención de Rionegro, proclama una nueva


constitución liberal y laica, que organizó en forma federal
los Estados Unidos de Colombia, creyendo en la
perfectibilidad del hombre y en el progreso de la
humanidad consagra en forma absoluta todas las
libertades individuales y garantías sociales, se recortaron
las funciones del Presidente y se ampliaron las del
Senado.

Los Presidentes de este período radical fueron: Manuel


Murillo Toro, Tomás Cipriano de Mosquera, Santos Acosta,
Santos Gutiérrez, Salvador Camacho, Eustorgio Salgar,
Santiago Pérez, Aquileo Parra, Sergio Camargo, Julián
Trujillo, Rafael Núñez, Francisco Javier Zaldúa, y José
Eusebio Otálora.

Se preocuparon entre otras cosas y fundamentalmente por


la educación en especial por la enseñanza de artes y
oficios, pues consideraban que la educación era un
instrumento importante en el cambio y la consolidación
nacional; ejemplo de ello fue la Ley Segunda de 1870 cuyo
gestor fue el educador Dámaso Zapata, se fundaron
Escuelas Normales en las capitales de los Estados, se
reglamentaron las Escuelas primarias; por ese entonces
llegó la primera misión Alemana de educación al país. Se
reformaron los métodos de enseñanza, estimulando la
experimentación, reflexión e investigación a fin de erradicar
la memorización, igualmente se estableció la libertad de
enseñanza y se dispuso que no era obligatoria la
enseñanza religiosa en los establecimientos oficiales.
Fomentaron igualmente el desarrollo industrial del país.

38   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

En 1876 estalla nuevamente la guerra, esta vez con


carácter político religioso, pues los conservadores se
levantaron contra el gobierno radical, ante las medidas
laicas que estos habían adoptado; se inicio el conflicto en
el Estado del Cauca extendiéndose a Antioquia y Tolima;
finalmente triunfaron los radicales, llegándose en
Manizales a un acuerdo. No obstante estos se dividieron
en liberales e independientes, entre estos últimos está
Rafael Núñez que canalizará el movimiento de la
Regeneración.

En 1885 el liberalismo radical comandado por Gabriel


Vargas Santos, Ricardo Gaitán Obeso y Daniel Hernández,
se levanta en armas con el fin de derrocar el gobierno de la
Regeneración o de Rafael Núñez que contaba entre sus
mandos militares a Leonardo Canal, Marcelino Vélez,
Manuel Briceño y Rafael Reyes, amén de varios liberales
independientes. La guerra se extiende ahora por Boyacá,
Santander, Antioquia, Cauca, Costa Atlántica, Panamá,
Tolima y Cundinamarca; pero el 17 de junio de 1885 en la
batalla de La Humareda son derrotados los radicales con
gran número de muertos y de jóvenes promesas; se abre
paso así la Constitución de 1886 que fue antítesis de la
Constitución Federal de 1863. La Constitución de Núñez y
Caro es autoritaria, católica, centralista, recortaba las
libertades y garantías individuales, predicaba la
omnipotencia del ejecutivo, al cual hacía muy fuerte, tanto
que hizo exclamar a sus creadores que estaban haciendo
un nuevo monarca, debilitando por ende al Parlamento.

No obstante la creación y existencia de la Constitución, el


gobierno no respetó las garantías constitucionales para los
no adictos al gobierno, se usó y abusó del artículo
transitorio de la constitución que facultaba al ejecutivo para

39 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

prevenir y reprimir los abusos de la prensa, en 1888 se


dictó la Ley 61 conocida como la Ley de los Caballos que
depositó en el gobierno poderes ilimitados para disponer
administrativamente de la libertad de las personas que le
fueran contrarias. El gobierno se convierte así en
autocrítico, se clausuran periódicos de oposición, se
ordenan destierros de adversarios, se encarcelan
periodistas, se confiscan bienes y se aplica la pena capital,
desterrada por la constitución anterior.

Seis años han transcurrido del nuevo gobierno cuando se


comienza a gestar una protesta, incluso en el seno del
conservatismo, señalando que la constitución había sido
convertida en un rey de burlas.

Encontrándose en el poder Miguel Antonio Caro, para


quien política y Estado, solo podían ser vistos desde un
punto de vista teológico, el partido liberal; a quien el
gobierno calificaba como banda de facciosos y cuadrilla de
malhechores, y que además por el viciado sistema
electoral que favorecía el fraude, tan solo tenía un
representante en la cámara y ninguno en el senado,
contrario totalmente a su representación proporcional a la
que tenía derecho; se lanzó a la guerra en 1895, - un año
antes había muerto Rafael Núñez en Cartagena -
abarcando los departamentos de Boyacá, Cundinamarca,
Santander, Tolima, Cauca, Costa Atlántica y Panamá. La
batalla de Enciso en Santander terminó esta guerra con la
derrota de los rebeldes, como les había ocurrido diez años
atrás.

Los conservadores se dividen en históricos y nacionalistas,


y así van a las elecciones de 1898, obteniendo el triunfo
Manuel Antonio Sanclemente -nacionalista de 84 años -
para Presidente y José Manuel Marroquín -histórico de 70
40   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

años- para Vicepresidente; tras manipulaciones que al


particular realizara Caro, quien pretende continuar en el
poder haciéndose elegir como designado, teniendo
presente la avanzada edad de los anteriores. No obstante.
Marroquín toma posesión del cargo ese 7 de agosto, pero
es desplazado por Sanclemente tres meses después;
quien dada su edad y enfermedades' se radica primero en
Buga adonde se trasladó la Corte Suprema de Justicia a
darle posesión, posteriormente a Anapoima y más tarde a
Villeta; el gabinete ministerial se dividió, unos en Bogotá y
otros en la residencia del Presidente; a fin de facilitar los
trámites se faccionaron unos sellos de caucho con la firma
del primer mandatario, de los cuales en algunos casos no
se hizo buen uso.

Los históricos que esperaban que gobernara Marroquín, se


lanzaron a la oposición.

Los liberales; que representaban más de la mitad del país,


solo obtuvieron en esas elecciones 642 electores, ante
3941 conservadores; se preparan para la guerra con el fin
de obtener ayuda extranjera Rafael Uribe Uribe y Fosión
Soto, viajan a Venezuela, Ecuador y Nicaragua.

A su regreso, los ministros radicales en Bogotá y con gran


despliegue militar los toman prisioneros, junto con otros
jefes liberales paseándolos por entre soldados fuertemente
armados al redoblar de tambores por las calles de Bogotá,
ante un pueblo que gritaba "vivas" a los presos y "abajos"
al gobierno; días después este percatándose de su error
les deja en libertad. El 17 de Octubre de 1899 en
Santander, estalla el conflicto, el liberalismo se lanza a él
sin dinero, sin vitualla, sin organización; se había planeado
para nueve meses más tarde, pero un impetuoso jefe

41 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

liberal santandereano del Socorro, se adelanto a las


circunstancias.

Los primeros combates fueron desastrosos, el 24 de


octubre cerca de Gamarra, en el río Magdalena, la flotilla
revolucionaria fue hundida en su totalidad y su tripulación
matada a metralla y ahogada en el río.

El 12 de Noviembre en Bucaramanga murieron más de


1.000 jóvenes liberales, quedaron más de 500 heridos,
muchachos de colegios y universidades, jóvenes
campesinos reclutados y obreros llenos de ideales y coraje
que solo anhelaban combatir por su causa; el gobierno
había reclutado soldados convenciéndolos que lucharían
por el orden y la religión católica, así mientras unos
gritaban "Viva la Inmaculada Concepción" los otros
respondían "viva la revolución".

Pero también se presenta el primer triunfo, la toma de


Cúcuta por las tropas de Benjamín Herrera. En tanto la
revolución se extiende por todo el país abarcándolo
completamente. Es una guerra de montoneras, de
guerrillas, que luchan contra ejércitos regulares.

Ante el caos administrativo por un lado y la prolongación


de la guerra, cada vez más cruel, los conservadores
históricos, deponen a Sanclemente el 31 de julio de 1900 y
los reemplazan por el vicepresidente Marroquín y nombran
ministro de guerra a Aristídes Fernández quien
prácticamente dirigió la administración; encarceló a
quienes no compartían las prácticas del gobierno y a los
revolucionarios les aplicó la pena de muerte sin fórmula de
juicio.

Tras la toma de Cúcuta, los rebeldes se dispusieron a


marchar a Bogotá; ante ello las fuerzas conservadoras

42   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

intentan cerrarle el paso en el río Peralonso, pero una


acción heroica de Rafael Uribe al pasar el puente a pie con
11 soldados lleva al triunfo a los liberales el 16 de
diciembre de 1899. (Recordemos Pantano de Vargas).

Los rebeldes siguen avanzando, toman Gramalote y Terán,


baluartes conservadores, llegan a Pamplona y después a
Rionegro y avanzan hacia el centro del país; el gobierno
les cierra el paso cerca de Bucaramanga y en el campo de
Palonegro, se enfrentan 7.000 liberales contra 18.000
conservadores, luchan denodadamente, con fiereza, día y
noche, durante 15 días, a fuego machete y garrote, sin
tregua, sin tiempo para sepultar los cadáveres al final de
aquellos, los liberales se retiran rumbo a Ocaña, los
conservadores no intentan perseguirlos, los dos
contendientes se encuentran cansados, hastiados,
famélicos, andrajosos, asqueados; fue la batalla más cruel
que se ha librado a través de toda nuestra historia, dejó
más de 3.000 muertos y otros tantos heridos.

La guerra continua pero reducida a guerrillas. Fosión Soto


es aprehendido. Rafael Uribe Uribe se dirige a la costa,
huyendo por ciénagas y pantanos para no ser atrapado,
escapando de la cacería humana que se le ha tendido,
combate en Sincelejo, Corozal, Magangué, Lorica y otras
poblaciones, finalmente marcha a Nueva York en busca de
ayuda, al no encontrarla propone la paz al gobierno pero
su oferta es rechazada; torna al país, integra un ejército en
Venezuela y penetra por los Llanos, llega al Cesar donde
cercado por las tropas del gobierno acepta la paz y
suscribe el tratado de la hacienda Neerlandia el 24 de
octubre de 1902.

Benjamín Herrera tras la derrota de Palonegro, viaja a el


Salvador donde adquiere un barco al que bautiza con el
43 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

nombre de Almirante Padilla, con el cual domina las costas


pacíficas de Panamá, el gobierno con el ánimo de poner fin
a este nuevo brote de insurrección captura el barco chileno
Lautaro lo acondiciona para la guerra y ataca al Almirante
Padilla que hunde al Lautaro, Herrera penetra en el itsmo,
allí organiza un ejército de casi 10.000 hombres, pero al
tratar de tomar las ciudades de Colón y Panamá, son
detenidos por los marines norteamericanos que han
llegado en apoyo del gobierno y por solicitud de este.
Herrera reconoce que todo esta perdido, rompe su espada
y exclama "la patria por encima de los partido" el 21 de
noviembre de 1902 se firma la paz a bordo del buque
Norteamericano Wisconsin.

Se inicia la paz, pero el país quedo en ruinas con un saldo


de más de 80.000 muertos.

44   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

 
 
 
CAPITULO V 
LOS IMPERIOS 
 

En 1888 muere el emperador Guillermo I, le sucede su hijo


Federico III casado con la hija mayor de Victoria de
Inglaterra, pero muere a los tres meses víctima de un
cáncer; subiendo al trono Guillermo II de solo 29 años,
desde un inicio, mal soporta a Bismarck oponiéndose a sus
proyectos y desaprobando su política hasta el grado de
obligarlo a volver a la vida privada en 1890. Tras la
dictadura de Bismarck Guillermo II impondrá la suya.

Francia y Rusia firman un acuerdo con el fin de


contrarrestar la alianzas alemanas, (Pacto bien visto no
solo por los franceses sino también por la Santa Sede) se
señalaron las fuerzas que se pondrán en armas en caso de
guerra, con Alemania, Acuerdo que se ratifica en 1893. Ello
fue base para que Francia depositara sus ahorros en
Rusia, los cuales llegaron a ascender a veintidós mil
millones en 1914 casi el doble de lo que tenía 10 años
atrás y que perdieron tres años después con la revolución
de octubre. Inglaterra, Alemania y Estados Unidos en
tanto, han invertido sus ahorros en desarrollar su industria.

Guillermo II lanza a Alemania a la "wetpolitik", programa


colonial y marítimo, siendo dirigida la economía por el
45 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

Estado, poniendo en jaque al comercio y a la industria


inglesa.

Inglaterra trata con Francia en 1893 la independencia de


Siam, pero se concede mutuas zonas de influencia en sus
relaciones con Rusia, abandona su oposición a la
expansión y firma un tratado de conciliación con el Zar,
Francia se lanza a una política imperialista y agresiva
sobre África, junto con Alemania se oponen a que
Inglaterra construya un ferrocarril, en una faja del territorio
que había arrendado al Congo, y que uniría las posesiones
inglesas del sur y del norte de África. Inglaterra; pierde así
su posición de potencia dirigente y el liberalismo quiebra
en el plano internacional, en las elecciones de 1895 se
votó en favor del imperio; su política externa por ende fue
expansiva, más su problema interno, con la cuestión de
Irlanda; que se agravaba cada vez más, pues la liga
agraria organizaba el boicot contra los Landlords para
obligarlos a parcelar y vender sus propiedades; encuentra
una solución parcial cuando el gobierno en 1903 compre a
los terratenientes y vende a los campesinos más barato.

Buscando la unión sudafricana, declara la guerra a


Transvaal y a la República de Orange, guerra que dura dos
años a un costo de doscientos cincuenta millones de libras,
se movilizaron casi medio millón de hombres y se cobraron
20.000 muertes inglesas, terminó en la paz de Pretoria en
mayo de 1902 las dos repúblicas aceptaron a Eduardo VII
como su soberano de derecho, quedando integradas a la
unión Sudafricana.

El imperio se iba convirtiendo en una realidad política, los


propios dominios se integraban a Inglaterra en una unidad
económica.

46   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

En ese 1902 Eduardo VII es coronado Emperador de la


India y Rey de los dominios Británicos de Ultramar.

La antigua subordinación sería reemplazada por la libre


unión de todos los países del imperio bajo un mismo
soberano, se fomentaba una solidaridad económica que
les aseguraba relaciones comerciales favorables, la flota
mercante inglesa, surcaba los mares, protegida por la
armada británica.

La base del imperio no estaba en la fuerza, sino en el


dominio que tenía sobre las rutas navales y el tener en sus
manos los más importantes estrechos: Gibraltar, Malta,
Suez, Aden, Singapur y en sus bases navales como las de
Santa Elena en el Atlántico, Isla Mauricio en el índigo, el
Cabo en la ruta de la India, Hong Kong en China, Chipre
en el Medio Oriente, abiertas a naves de todas las
banderas pero que podían ser cerradas en caso de guerra.

"De todas formas, al convertirse, gracias al capitalismo


Inglés, en rivales industriales de la metrópoli y adquirir por
retirada de las fuerzas británicas, una independencia más
amplia, los dominios tendieron a establecer tarifas
aduaneras elevadas. Inglaterra no protestó. Las ganancias
industriales que obtenían los dominios volvían en gran
parte a ellas en forma de intereses de los capitales
invertidos y en beneficio del flete. Por su parte, los
dominios comprendieron que la protección que les
dispensaba Inglaterra era la condición previa de su
creciente prosperidad" 4 . Una política imperial que era
totalmente la cara opuesta a la desplegada por España y
Portugal, siglos atrás, en sus colonias Americanas.

                                                                 
4
 (Pirenne Jacques, Historia Universal, Pág. 416 ) 

47 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

En tanto Japón en el otro extremo del mundo, daba igual


ejemplo de imperialismo, había aprendido la lección y es
así como a pesar de tener una población siete veces
menor que la de China contaba con un ejército
modernamente equipado y perfectamente adiestrado,
además una considerable fuerza naval (un acorazado, 21
cruceros, 25 torpederas y 13 unidades más). El reino de
Corea era apetecido por el Japón, quien ya por vías de
disuasión militar y demostración de fuerza, había logrado
un tratado comercial y la apertura de tres puertos.

En 1885 el Japón desembarca en Corea 18.000 hombres e


impone al monarca una serie de reformas que conllevan el
dominio Japonés sobre Corea. Ante ello China acude en
ayuda de su vasallo y declara la guerra al Japón.

Japón responde adueñándose del mar y hundiendo la


mitad de la flota China; se apodera de Puerto Arturo, de la
isla de Formosa y de Wei-Hei-Wei, avanza sobre la
Manchuria y ocupa Pekín, derrotando al ejército Chino, se
pide la paz y se firma el 17 de abril de 1875, China
renuncia a Corea, que se convierte en independiente,
Japón obtiene las islas de Formosa y los Pescadores así
como la península de Liao Tung.

Rusia cuyo deseo es hacer llegar el transiberiano hasta


Puerto Arturo ye entorpecida su aspiración, con la
ocupación Japonesa de la Península de Liao Tung, por ello
se dirige a Inglaterra Francia y Alemania, para gestionar
ante el Mikado, el abandono de dicha Península; la primera
rechaza la invitación, pero es aceptada por las dos últimas,
en agosto de 1895 se logra que Japón devuelva a China la
Península.

La reina de Corea es asesinada y el rey se refugia en


Rusia, donde firman un convenio de condominio de Corea
48   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

para actuar de común acuerdo. China es obligada a


indemnizar al Japón para lo cual ha de recurrir a la ayuda
financiera de occidente, quienes le prestaron la ayuda
solicitada a cambio del arriendo de territorios, zonas de
influencia, concesiones ferroviarias y explotación de minas.

Rusia toma el sur de la Península de Liao Tung que incluía


Puerto Arturo e inicia la construcción del transiberiano
hasta Pekín. Francia e Inglaterra a su vez obtienen la
bahía de Kuang-Cheu-Wuang y la provincia de Kuang-
Tung el primero y el Puerto de Wei-Hei-Wei el segundo y
su zona de influencia frente a Puerto Arturo.

China a la postre resulta así desmembrada por los grupos


financieros Rusos, Ingleses y Franceses.

Un grupo de jóvenes chinos crea un movimiento reformista,


pero son sofocados por la corona, lo cual favorece la
formación de sociedades destinadas a combatir la
influencia extranjera, apoyados por la corona, el más
importante de ellos es el de el "Gran Cuchillo"; sus
miembros se llaman "boxers" que la emprende contra las
misiones cristianas y los chinos conversos, sabotean y
destruyen vías férreas. Las potencias intervienen,
comandadas por Alemania crean un ejército internacional,
en 1900 desembarcan en China, en agosto entran a Pekín,
un año más tarde se firma la paz, China es sometida al
pago de una deuda millonaria viéndose obligada a aceptar
la tutela de las potencias, por ello Rusia ocupa la
Manchuria y con 12.000 hombres custodia su ferrocarril.

Sin embargo los centros docentes fundados por los


misioneros, proporcionaron a China una selección de
jóvenes que en un gran número fueron a estudiar a Europa
y que posteriormente escribirían una nueva página de la
historia.
49 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

La guerra del Japón contra la China, infundió a aquel


pueblo conciencia de su fuerza, con lo cual emprende una
política imperialista, que partiendo de la creencia del origen
divino de su emperador, elaboró una doctrina por la cual
Japón creía encontrarse llamado por la providencia para
imponer su dominio sobre los pueblos menos civilizados;
doctrina, no solo profesada por su gobierno, sino enseñada
en las escuelas, Japón firma alianza de ayuda militar con
Inglaterra y Francia lo hace con Rusia.

Alemania que había visto crecer su población y su


industria, que su ejército y su marina mejoraban
continuamente, que historiadores, artistas y científicos
enorgullecían su raza aria, cimentaba el pangermanismo y
predicaba un protectorado alemán sobre Europa central
basados en el principio predicado por Class; "El apetito
violento de nuevos territorios es la característica de nuestra
época y quiere y debe ser saciada"5, este pangermanismo
se extendió por el Franco Condado la Borgoña, Bélgica,
Suiza, Austria, Istria, Croacia, Dalmacia; exigiéndoles
grandes gastos militares y sociales.

En Francia el caso Dreifus dividió la opinión pública; de un


lado católicos, nacionalistas, antisemitas y el estado
mayor, defendían la decisión del consejo de guerra que
había condenado al capitán Dreifus de origen Judío por el
delito de alta traición con base en documentos falsos y los
radicales socialistas, judíos e independientes por el otro
lado, pedían la revisión del fallo. Este caso enfrentó
definitivamente a católicos y radicales; Se prohibió a los
religiosos ejercer la enseñanza; a obtener autorización
para ejercer sus funciones; se rompió con el Vaticano
separándose iglesia y estado, se derogó el concordato y
                                                                 
5
 (Pirenne Jacques, Historia Universal, Pág. 447) 

50   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

los bienes y edificios de los religiosos pasaron a manos de


asociaciones culturales.

El Zar Nicolás II temiendo una guerra entre Francia e


Inglaterra, convoca a una conferencia internacional de paz
que se celebra en la Haya en 1899 (intervienen 26
estados) que crean un tribunal de arbitraje internacional y
proclama la conveniencia de reducir los gastos militares.

Inglaterra busca una alianza con Alemania que no se


cristaliza, Eduardo VII concluyendo que Guillermo II aspira
a la dominación mundial; crea un entendimiento entre
Francia e Inglaterra, por ello y para ello el Rey viaja a París
en mayo de 1903 y el presidente de Francia a Londres en
julio siguiente. Se firma el convenio en 1904 que entre
otras cosas contemplaba el abandono de Inglaterra de
Marruecos que pasa a Francia, a su vez esta renuncia a
Egipto en favor de Inglaterra. Las dos potencias rivales
renuncian a sus particularismos y se unen ante el peligro
común que las amenaza. A su vez se ve forzado por las;
amistades franco italianas y franco españolas.

Así la Europa que Bismarck logró agrupar en torno de


Alemania se ve dividida en bandos, por un lado Alemania y
el imperio Austrohúngaro y por otro Francia, Rusia e
Inglaterra.

Ellos escribirán la historia de la primera parte del siglo XX.

51 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

 
CAPITULO VI 
"EL NUEVO TIEMPO" 
 

Se da inicio al siglo XX aun cuando las esperanzas son las


últimas en perderse, el panorama nacional e internacional
no es halagüeño, pero hay optimismo.

Carlos Arturo Torres Peña, entrado en su séptimo lustro


de vida, la muerte le ha arrebatado a su esposa quedando
con sus dos menores hijos. Pero el amor toca nuevamente
a su corazón y contrae el 13 de abril de 1905 segundas
nupcias con doña Isabel Peña Sanpedro siendo padrino de
la boda el Presidente Rafael Reyes, de esa unión nacerá la
menor Paulina quien con el transcurrir del tiempo abrazará
la vida religiosa dedicándose al estudio de la Filosofía y de
las letras lo cual le permitirá con el paso del tiempo ser una
de las principales comentaristas y crítica de la obra de su
padre.

En mayo de 1902 había reiniciado su labor periodística, en


"El Nuevo Tiempo" dirigido por Joaquín Pontón. En él
luchará por la paz, recordemos que ayer en "La Crónica"
habían luchado por la libertad. Repasemos rápidamente
estas páginas contentivas de su pensamiento.

Basamento fundamental del mismo fue la libertad que "es


el resultado más alto de la educación civil de un pueblo...

52   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

nace en las escuelas y perece en los cuarteles"6 quienes


aspiran a ella "deben ante todo formar generaciones que
sepan merecerla"7. Veamos ahora como para él libertad y
educación van hermanadas.

"La libertad bien entendida y firme es posible solo en


países aptos para ella y que en países que no están en
esas condiciones, en vano se derrocará al déspota de hoy,
pues mañana surgirá otro más insolente; muerto Cesar,
surgirán los Césares, y los Césares, dice Suetonio,
principian con un Augusto y terminan con un Domiciano.
Hacer apto un país para la libertad, debe ser la tarea y la
aspiración de la doctrina liberal. ¿Cómo se hace? Por
medio de la educación civil, piedra milenaria de la
república; por medio del trabajo que crea la riqueza y de la
moralidad que la conserva. El medio de acción de la
doctrina liberal es la educación civil de los pueblos. La
esencia de la doctrina liberal es la tolerancia [-"el fruto más
maduro de la cultura más completa"- Edmundo. Scherer-]
la aspiración política de la doctrina liberal es la libertad
para el individuo y la seguridad dada por el gobierno"8. Y
concluía: " La alta función del liberalismo es convencer, no
matar, fundar escuelas no fomentar cuarteles"9.

Puesto que "liberalismo y militarismo son términos


radicalmente contrapuesto y mal puede servir a los ideales
doctrinarios la guerra, escuela de violencia y
                                                                 
6
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, número 22, 12 de junio 1902, 
Bogotá ) 
7
 (Torres, Carlos Arturo, Estudios Ingleses, Librería de Ángel San Martín, 
Madrid, S‐F, Pág. 103 ) 
8
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, número 22, 12 de junio 1902, 
Bogotá ) 
9
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, número 161, 25 de noviembre 
1902, Bogotá ) 

53 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

desconocimiento de todo derecho"10 dado que estas son "


germen del cesarismo democrático y del caudillaje vulgar,
retarda la educación civil del pueblo, mira y norte del
liberalismo democrático"11.

"Con la guerra civil no se conquista la libertad civil, en la


escuela de la violencia no se aprende la tolerancia; en los
cuarteles no se ad- quiere la capacidad cívica; en las
matanzas no se aprende a respetar la vida humana"12.

La condena frontal a la guerra se le debe no solo a las


guerras patrias que habían tenido que vivir, sino a un
hecho de ese presente: en ese año de 1902 el 27 de mayo,
Gran Bretaña a través de su Primer Ministro Chamberlain
habían desencadenado la guerra de Transvaal. por
condenar la guerra es censurado y tildado de cobarde por
sus detractores, pero a ellos responde el 4 de junio
señalando que su conducta y su pensamiento marchan y
marcharán en la misma línea que ayer siguieron Manuel
Murillo Toro, Florentino González, Santiago Pérez, Tomas
Cuenca, Felipe Pérez, Miguel Samper, Salvador Camacho
Roldan y Sergio Camargo en la órbita nacional; o Burke,
los Girondinos, Pi, Zola, Morey y Spencer, en la órbita
mundial, quienes a su vez y en sus épocas se opusieron
no solo a la guerra sino también a su partido que la
provocaba, pues se había llegado al concepto " que la

                                                                 
10
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, número 161, 25 de noviembre 
1902, Bogotá ) 
11
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, número 161, 25 de noviembre 
1902, Bogotá ) 

 
12
 (Torres, Carlos Arturo, Estudios varios, Bogotá, Editorial A.B.C., 1951, 
Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, Pág. 246 ) 

54   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

guerra es cañón de partido y oponerse a ella o desear que


cese es hacerse reo de alta traición política" 13 como las
críticas arreciaban por doquiera declaró: "Cuan absurdo es
el odio sistemático al que no piensa como nosotros y a que
14
errores y abismo conduce la ciega intransigencia"
agregando "atreverse a tener razón contra su partido, en
servicio de los grandes intereses y a nombre de las
verdaderas doctrinas de ese partido, es en ocasiones la
más alta expresión del espíritu político y al mismo tiempo la
mayor blasfemia contra el espíritu de partido, siempre
valdrá más quien obedece ante todo a su imperativo
categórico, siquiera hayan de recorrer por eso la ordalía
que tiende a su paso la envidia taciturna y las cóleras de
los partidos" 15 . Dado que "los hombres de vida política
intensa han sido siempre imperfectamente apreciados por
sus contemporáneos"16.

Y rememora que el liberalismo ha condenado siempre la


guerra civil: la condenó Murillo en 1859, Camacho Roldan
en los tres años siguientes, Tomas Cuenca durante la
misma guerra y en el seno propio de ella en 1860;
Santiago Pérez y Felipe Zapata en 1866, Felipe Pérez en
1888, a través de periódicos como "El Tiempo", "El
Mensajero" y "El Relator". Finalmente fue condenado por el
Manifiesto de la Convención Liberal y el directorio unitario
                                                                 
13
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, número 22, 12 de junio 1902, 
Bogotá ) 
14
 (Torres, Carlos Arturo, Estudios varios, Bogotá, Editorial A.B.C., 1951, 
Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, Pág. 244 ) 
15
 (Torres, Carlos Arturo, Estudios varios, Bogotá, Editorial A.B.C., 1951, 
Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, Pág. 245 ) 
16
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, número 161, 25 de noviembre 
1902, Bogotá ) 

55 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

del partido "la guerra civil es, en tesis general, contraria a


la esencia y a la tradición de la doctrina liberal, a los
ideales del partido y a sus antecedentes históricos"17. E|
mismo día que se publicaban las anteriores palabras el
gobierno expedía el decreto 933 concediendo indulto a los
combatientes de la guerra de los tres años.

Como los señalados fueron en su época estigmatizados


como traidores a su partido, por no seguir ciegamente sus
ordenes, didactiza magistralmente sobre la diferencia entre
el espíritu de partido y el espíritu político: "El espíritu de
partido busca el bien del partido, el triunfo de los hombres;
el espíritu político busca el bien general, el triunfo de los
principios. El espíritu de partido sigue en pos de
personalidades o de abstracciones; el espíritu político
busca reformas positivas, confronta cuestiones concretas;
el espíritu de partido busca a los hombres que representan
mejor las pasiones, los rencores o las esperanzas del
grupo, el espíritu político a los que encarnan las ideas
propiamente tal, aun cuando lleven nombres extraños o
evoquen extrañas tradiciones. El espíritu de partido es
estrecho, como un sectarismo, el espíritu político es amplio
como una idea universal" 18 por ello, quien se atreva a
cuestionar a "su partido en servicio de los grandes
intereses y a nombre de verdaderas doctrinas demuestra la
más alta expresión del espíritu político y la mayor
blasfemia contra el espíritu de partido"19.

                                                                 
17
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, número 22, 12 de junio 1902, 
Bogotá ) 
18
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, número 271, 23 de abril de 1903, 
Bogotá ) 
19
 (Torres, Carlos Arturo, Estudios varios, Bogotá, Editorial A.B.C., 1951, 
Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, Pág. 245 ) 

56   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

Por ende se dolía de las múltiples guerras fratricidas que


han herido en nuestra América, a muchas de sus jóvenes
democracias, "han visto desaparecer en el histerismo de
las revueltas civiles, riqueza, vidas, prestigio, honra,
girones mismos de la patria, en fin, cuanto constituye el
bien y la razón de la vida, todo ello inmolado a un
fanatismo desatentado y ciego, a nombre de supuestos
principios absolutos, nunca bien explicados ni
comprendidos; el rebaño humano, la víctima colectiva,
ignara y anónima ha sido conducida al matadero una y otra
vez, sin provecho, sin gloria y sin piedad".20

A mediados de ese año a través de las páginas de su


periódico hace su "Profesión de Fe", su credo político, en
el cual resume así sus ideas:

"En un país de escasa educación política como el nuestro


existe en los partidos la costumbre de calificar o mejor
clasificar a los hombres. No por sus ideas políticas
propiamente dichas. Sino por sus grados de odio al
adversario, por la exaltación de su intransigencia sectaria,
por sus complacencias con los errores y faltas de la
colectividad, por más notorios y odiosos que sean; por la
adulación o la sujeción a las antisociales pasiones de los
más violentos del gremio, y finalmente como cifra y
resumen de todo esto, a la inmolación absoluta del yo
pensante y activo, a esa entidad no por indefinida menos
tiránica que se llama partido.

Ya en su admirable liberty protestaba Sttuard Mili contra la


depresiva tendencia de las modernas sociedades a la
anulación de la personalidad humana en provecho del
guarismo anónimo e inconsciente, odiado las más veces,
                                                                 
20
 (Torres, Carlos Arturo, Estudios Ingleses, Librería de Ángel San Martín, 
Madrid, S‐F, Pág. 111 ) 

57 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

no por los más dignos, sino por los más violentos o por
aquellos cuyo espíritu está más cercano del nivel de los
más que es precisamente el nivel de la mediocridad en
nuestras costumbres políticas la anulación del individuo
llega al envilecimiento y es preciso con noble esfuerzo
reivindicar -contra el partido o el gremio que nos esclaviza,
ora a nombre de la autoridad, ora !oh ironía! de la libertad-
los compulsados frenos de la dignidad personal.

Como por nuestra propaganda en favor de la cesación de


una guerra que consideramos impotente para triunfar y
fecunda en males para el liberalismo y para la patria, se ha
pretendido cancelarnos nuestras humildes ejecutorias
como liberales y arrojarnos a las tinieblas exteriores,
creemos estrictamente oportuno exponer en síntesis y una
vez por todas las doctrinas políticas que forman nuestro
credo y nuestra aspiración, sin que sea dable al hoy o a la
intransigencia hacernos pensar de otro modo.

Nuestro ideal político puede resumirse así: La declaración


de los derechos del hombre en acción, desarrollado en
labores positivas tendientes a que las garantías
constitucionales que se vayan conquistando, sean
verdaderas, y si vale la expresión, estén vivificadas por las
costumbres públicas y por una práctica general. Esto es:

La igualdad de los ciudadanos ante la ley común,


cualquiera que sea su origen o su creencia; no es inútil
hablar de la abolición de castas, porque aun cuando es ésa
ya una conquista definitiva en la teoría, en Colombia
existen varias e ilotas a quienes tratamos como bestias de
carga en la paz y cazamos como fieras en la guerra. El
respeto de la personalidad humana, la autonomía del
individuo y su expansión ensanchada hasta los límites de

58   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

lo posible, hasta el derecho de los demás y jamás


sacrificada a la razón de Estado.

La libertad llevada a su posible máximum, es decir, a lo


que sea indispensable para llenar su objeto primordial: dar
seguridad al individuo y al agregado social; la protección
de la sociedad como resultante de la protección del
individuo.

La libertad del ciudadano en su conciencia religiosa y


filosófica, dueño de creer o de negar sin temor a la
injerencia de ningún poder.

El arreglo de las relaciones de la Iglesia y del Estado, tal


modo que en ningún caso ninguna de estas dos entidades
pueda constituir un peligro o una amenaza para la otra.

La libertad de los ciudadanos en su conciencia política, al


abrigo de toda odiosa exclusión; cualquier individuo tiene
amplio derecho de consignar de palabra o por escrito sus
opiniones, cualesquiera que sea, sin que se les exija
autorizaciones, credenciales ni diplomas, nada hay, a
nuestro juicio, más anti liberal y anti humano ni que revele
un espíritu más estrecho que el exigirle a un ciudadano
títulos o diplomas para exponer o defender sus ideas.

La inviolabilidad de la persona humana, fuera de los casos


previstos por la ley, el habeas corpus como se entiende en
Inglaterra. La implantación, eficaz fomento y difusión de la
instrucción pública primaria, gratuita y obligatoria.

La amplia libertad de la imprenta y de la palabra, y la


fundación de una prensa independiente y proba,
encaminada a ilustrar el juicio público, no a fomentar ni a
explotar las pasiones antisociales de los hombres.

59 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

El sufragio libre, independiente y puro, bajo la salvaguardia


de un poder electoral independiente. Como cuarto poder
constitucional y ejercida por un sistema que asegure en
todo caso la representación de las minorías, sin lo cual no
hay República posible.

La honradez administrativa y la severa fiscalización de los


gastos públicos, ejercida por Cortes de Cuentas
independientes y por una prensa respetable.

El control de los parlamentos, ejercidos sinceramente, sin


que los diputados trafiquen su conciencia con el gobierno
ni con sus comitentes, no se hagan cómplices de los
abusos de aquel o de los extravíos de estos.

La supresión de las prerrogativas e influencias del


ejecutivo, ora eliminando la preferencia de la República, -
residuo monárquico- ora reduciéndola a una entidad cuasi
simbólica por medio de un régimen parlamentario en el
cual los partidos puedan alternarse en el poder sin guerras
civiles.

La centralización y unidad de la legislación y el orden


público, y una amplia descentralización administrativa que
implique la autonomía que las seccione.

La justicia civil imparcialmente impartida, en virtud de las


leyes, por Magistrados íntegros, idóneos e independientes
y ampliamente remunerados, y no por jueces reclutados al
azar o nombrados por favoritismos ocasionados a
prevaricaciones.

En el orden criminal, la gradual suavización de las leyes


penales y las garantías de la defensa asegurados a todos
los criminales.

60   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

En el orden económico, un régimen tan favorable como


sea posible a las iniciativas y a las energías individuales,
en pro de la colectividad entera y no una legislación
destinada a enriquecer, so pretexto de proteger castas o
gremios industriales agrarios o en detrimento de la maza
común de consumidores. Supresión, por tanto de toda
clase de privilegios o monopolios.

Un sistema de impuestos tan ligero y científicamente


distribuido como sea posible, y supresión de todo
funcionario público cuyos servicios no sean estrictamente
necesarios al país.

En el orden de las relaciones internacionales, una política


firme, pacífica, celosa de los derechos y de los intereses
colombianos y respetuosa de los derechos de las demás
naciones, abstención de intervenciones u otros actos
análogos, excepto en el caso de que se trate de poner a
salvo el patrimonio material y moral del país y el honor
nacional.

Simpatía por las naciones oprimidas o que luchan por la


independencia y a los partidos de progreso, sin ir en
ningún caso a actos que contraríen el nivel nacional ni la
honra y decoro de la República.

En lo militar, la supresión del horrendo crimen del


reclutamiento y la fundación de instituciones militares
verdaderamente nacionales, serias, es decir, de un ejército
y de una marina nacional lo menos numerosos posibles,
pero disciplinados y bien armados, sometidos a las leyes
de la república y que sean salvaguardia de la nación y no
de un partido.

La enérgica oposición al implantamiento de un militarismo


opresor, incompatible con las libertades públicas.

61 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

He aquí, pues la profesión de fe honrada y sincera de


nuestras aspiraciones en el campo de la política y de la
administración; ideas es eso tal vez inaccesible por ahora,
pero que es nuestro. Y que no hemos de perder de vista
como meta hacia la cual deben avanzar constantemente
las sociedades humanas.

Llámese esto liberalismo o niégasele este nombre, poco


importa: Esas son nuestras ideas. Cansados estamos de la
superstición de los nombres que encausan a las
sociedades dentro de las paralelas negras del odio y
causas son de la guerra con todo su nefasto cortejo de
horrores.

Esto cuanto al ideal; cuanto a la manera de trabajar por


ese ideal, creemos que debe hacerse por la propaganda
doctrinaria, civilizada y pacífica, dentro de la órbita de la
constitución y de la ley y por los medios que ellas mismas
proveen y establecen para su reforma; esto quiere decir
que el liberalismo civilista a que pertenecemos, debe
formar, en nuestro concepto, un partido constitucional y
legal, y debe, por tanto, obedecer esa constitución y esa
ley mientras alcanza sus reformas - en el sentido de los
principios arriba enunciados - por la propaganda
doctrinaria, repetidos y por la acción política dentro de la
esfera constitucional".21

También en encendidas rimas entre líricas y épicas ha


hecho una "Profesión de Fe" que remata con los siguientes
versos:

'Y del pueblo o del Rey la tiranía

                                                                 
21
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, número 59, 25 de julio de 1902, 
Bogotá ) 

62   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

combato con las armas de la idea"22

Y sobre las ideas cantaba:

"Por el mundo moderno soy! oh hermanos!

como esas hordas que en feral matanza

desbastan los desiertos Africanos"23

"Oh ideal !Oh elación! hora por hora

En pos de ti la humanidad avanza,

de nueva redención eres aurora

y de un mundo mejor

nueva esperanza"24

Es nombrado Presidente de la República José Manuel


Marroquín, quien le llama al gabinete ministerial, primero
como Ministro del Tesoro y después de Hacienda.

Por ello deja la redacción de "El Nuevo Tiempo" y su labor


periodística durante más de un lustro.

                                                                 
22
 (Torres, Carlos Arturo, Obra Poética, Madrid, Librería de Ángel San Martín 
S.f., pág. 66 ) 
23
 (Torres, Carlos Arturo, Obra Poética, pág. 87) 
24
 (Torres, Carlos Arturo, Obra Poética, pág. 14) 

63 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

 
 
CAPITULO VII 
"LIBERALISMO Y 
CONSERVATISMO" 
 

Para mejor comprender su pensamiento, nos parece


saludable señalar el pensamiento político de los dos
partidos Colombianos que por ese entonces se disputaban
el poder, tanto en las tribunas como en los campos de
batalla.

"El primer programa del partido liberal, que redactó el


doctor Ezequiel Rojas, estableció las siguientes líneas
programáticas: defensa de un sistema representativo, real
y verdadero; garantía de las libertades públicas, defensa
de la ley, como expresión del legislador y no de la voluntad
del poder ejecutivo; defensa de una pronta y recta justicia;
necesidad de una administración pública con capacidad y
eficacia; separación entre Iglesia y Estado y la
organización de una economía severa y rigurosa para el
progreso de la nación.

El Liberalismo defendió la libertad en todas sus


manifestaciones: libertad de cultos, libertad de
pensamiento, libertad de cátedra, libertad de imprenta, libre
empresa y libre comercio. Se mostró partidario de la
educación oficial y gratuita para los colombianos, defendió
la inviolabilidad del poder judicial y la necesidad de
64   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

organizar el poder electoral como rama independiente de


los poderes públicos.

Apoyó la filosofía del progreso, la democracia


parlamentaria el espíritu civilista y legalista de la política, la
propiedad privada y la descentralización y el
fortalecimiento de la autonomía local. Se opuso al
militarismo y atacó los privilegios de la iglesia y la
influencia del clero en política, por ello, el anticlericalismo
fue uno de los pilares de sus polémicas.

Entre los ideólogos más representativos del liberalismo


Colombiano en el Siglo XIX hay que destacar a los
políticos: Ezequiel Rojas, Vicente Azuero, Florentino
González, José Hilario López, Manuel Murillo Toro, Aquileo
Parra, Salvador Camacho Roldan, Santiago Pérez, Miguel
Samper, José María Rojas Garrido, Rafael Uribe Uribe y en
general el grupo de "Radicales".

En cuanto al primer programa del partido conservador


redactado en 1849 por Mariano Ospina Rodríguez y José
Eusebio Caro, defiende los siguientes principios: La
legalidad contra las vías de hecho, la moral cristiana y sus
doctrinas civilizadoras contra la inmoralidad y las doctrinas
corruptoras del ateísmo; la libertad racional, la tolerancia
real y efectiva, la igualdad real contra el privilegio, la
seguridad contra la arbitrariedad, la civilización contra la
barbarie, y la propiedad, contra el robo y la usurpación. Los
conservadores condenaron todo acto contra el orden
constitucional, contra la igualdad, contra la legitimidad,
contra la moral, contra la libertad, contra la legalidad, la
propiedad y la civilización. Consideraron que su partido no
se origina en las ideas de Bolívar o de Santander, pues
ellos plantearon en diversas oportunidades ideas
conservadoras y liberales y así mismo recalcaron que no
65 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

tenían por guía a ningún hombre, sino a la doctrina


conservadora. El conservatismo en el Siglo XIX defendió el
poder y las instituciones contra la subversión y la anarquía
como expresiones de la crisis. Defendió también el
principio agustiniano que basa la índole social y justa del
Estado en la necesaria unidad entre este y la Iglesia.
Consideró la moral cristiana como premisa esencial para
mantener la estabilidad de la sociedad y apoyó la tradición
como expresión de la historicidad y de la continuidad.
Según los conservadores la sociedad va conservando las
permanencias que llevan al progreso de los pueblos y en la
misma forma, va eliminando las contingencias que se
oponen al desarrollo, al tiempo que absorbe los cambios
fundamentales en las ideas y en las nuevas estructuras
que llevan al progreso y al bienestar del pueblo.

El partido conservador tubo notables ideólogos en el siglo


XIX figurando entre ellos los políticos Marino Ospina
Rodríguez, José Eusebio Caro, Miguel Antonio Caro,
Sergio Arboleda, Carlos Martínez Silva y otros... En sus
declaraciones políticas en la segunda mitad del siglo XIX,
el conservatismo colombiano se manifestó partidario de un
ejecutivo fuerte, de la necesidad de un concordato entre la
iglesia y el estado y de la doctrina social de la iglesia
católica como plan de acción económica y social para sus
luchas. Su lema fue 'Libertad en la

justicia'."25

Enmarcando su pensamiento político dentro de las


doctrinas del liberalismo es seguidor de Herber Spencer,
nacido el 27 de abril de 1820 y muerto el 8 de diciembre de
1903, y a quien califica de "Aristóteles moderno"; le dedica

                                                                 
25
 (Ocampo López, Javier en Historia de Colombia, Página 1308 ss.) 

66   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

un ensayo en el cual estudia su pensamiento y señala que


su liberalismo "es la refutación del fanatismo jacobino
intransigente y vindicativo"26 "gran principio de un sistema
político es el de que el progreso es la resultante del medio
ambiente y de la tendencia a mantener el equilibrio estable
en la sociedad, según el cual toda ruptura del equilibrio es
una fuerza que reacciona en retroceso... La concepción
Spenceriana de la relatividad de los conocimientos y su
teoría de lo incognoscible, fundaron sobre las bases
inconmovibles de la inducción científica el criterio de la
tolerancia de la inteligencia, precioso fruto de la cultura
moderna y cimiento seguro de toda buena política".27

En su opúsculo "El individuo contra el estado" Spencer


señala que en materia política la fórmula debe ser el
máximo de libertad y el mínimo de gobierno, aquella debe
aumentar y esta decrecer, restringiendo cada vez más sus
atribuciones, hasta limitarse tan solo a otorgar seguridad y
soñaba nuestro autor que "las sosegadas y nobles
conclusiones de su política tengan sus aplicaciones
sociales y gubernativas. Cuando sus nociones más
elevadas y sus generalizaciones más amplias lleguen a ser
patrimonio de todas las inteligencias o al menos de las que
se abroguen las funciones de conductores de pueblos en el
gobierno, o de conductores de almas en la prensa,
veremos que a la persecución, ora venga de arriba, ora de
abajo y al despotismo, ora sea de los gobiernos, ora de los
partidos o de las turbas, sucederán el respeto y la
tolerancia. A más claro concepto de la vida pública ha d
seguir una conducta política mejor; mientras esto no
suceda, mientras las sociedades oscilen entre los dos
                                                                 
26
 (Torres, Carlos Arturo, Estudios Ingleses, Página 101) 
27
 (Torres, Carlos Arturo, Estudios Ingleses, Página 94) 

67 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

extremos igualmente funestos, las repúblicas irán de tiranía


en tiranía, el cambio de los partidos en el poder será el
cambio de ambos, la inversión de posiciones de oprimidos
y opresores con mengua de la justicia y de la civilización"28
"ante nosotros, en el porvenir, se encuentra la ciudad del
derecho y de justicia, el ideal de paz y de normalidad;
detrás de nosotros el estad de guerra en que estamos aún
sumidos... marchemos a nuestro estad final a través de
tremendas fluctuaciones por alternativas de reacción" y de
revolución de guerras y de paz... 'marchemos pues, hacia
un época de libertad, y de igualdad en que estando los
sentimientos humanos mejor adaptados a las condiciones
de existencia de nuestra época, los deseos obedecerán a
la gran ley económica de la oferta y 1 demanda que tomará
entonces el nombre de justicia'."29

No obstante espíritus mezquinos y pequeños no


comprendían el vuelo de su pensamiento ni el de su
maestro, y es así como el arzobispo Sotero Peñuela
manda quemar la obra de Spencer en especial Educación".

                                                                 
28
 (Torres, Carlos Arturo, Estudios Ingleses Varios, Página 102) 
29
 (Torres, Carlos Arturo, Estudios Ingleses Varios, Página 97) 

68   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

 
CAPITULO VIII 
ESTADOS UNIDOS NUEVO 
IMPERIO 
 

En 1903 Venezuela no puede pagar sus deudas a


Alemania, Inglaterra e Italia por lo cual las tres potencias
tratan de proceder militarmente contra Venezuela, pero los
Estados Unidos respaldado por los países de América se
oponen a ello, las potencias se retiran y los Estados
Unidos extienden su influencia.

Desde 1888 se habían iniciado los trabajos del Canal de


Panamá por parte de una compañía Francesa; con la
anexión de Filipinas a los Estados Unidos estos vieron que
el Canal les era muy importante y buscaron adquirirlo por
$40.000.000.

Se suscribe el tratado Herrán - Hey, por el cual se daban a


los Estados Unidos una serie de prebendas sobre el Canal
y su zona a cambio de una indemnización, por ser este
tratado humillante para la soberanía Colombiana, el
parlamento no lo ratifica, lo cual irrita no sólo al gobierno
Norte Americano, sino a los sectores Panameños que
querían el canal a cualquier precio; por ello en los Estados
Unidos se debatieron ideas diversas sobre como
apropiarse del istmo, así el Senador Shelby Cullon,
69 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

insinuaba expropiar la zona por motivos de utilidad


universal. A su vez se insinuaba en Panamá un
movimiento separatista que no era mal visto por el
gobierno Norte Americano que estaría presto a colaborar.
Fue así como se fraguó la separación entre Manuel
Amador Guerrero y Phelip Buneau Varilla, quien conversó
con el propio Presidente norteamericano obteniendo la
promesa de que los Estados Unidos reconocerían
rápidamente el nuevo estado.

En la capital no había claridad sobre lo que sucedía en


Panamá, n obstante enviaron un destacamento de 400
hombres a reforzar la guarnición de Colón. Entre tanto se
acercaba a Panamá el crucero "Nashville". La presencia de
las tropas Colombianas y el anuncio d que varios buques
norteamericanos se acercaban, precipitó los
acontecimientos separatistas, el General Esteban Huertas,
arrestó a los comandantes Colombianos, la noticia se regó
como pólvora y la ciudad estalló en motines callejeros, al
día siguiente 6 de noviembre d 1903 se firmó el acta de
independencia y los Estados Unidos, fieles su promesa, en
el término de 48 horas notificaban a Colombia el
reconocimiento de la nueva República.

E.U. obtiene una franja del territorio de ocho kilómetros a


cada lado del Canal y reanuda la construcción de este que
es inaugurado e 1914. Panamá se convierte en la práctica
en un protectorado estadounidense que da origen a una
política intervencionista en América Central y las Antillas;
así en 1904 ocupa República Dominicana, en 1905 Cuba
permaneciendo allí hasta 1909; en 1911 impone a
Honduras un gobierno que permite que los yacimientos de
oro, plata y cobre sean explotados por sociedades
norteamericanas; en 1912 ocupa Nica ragua y obtiene la

70   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

propiedad del Canal que por allí pudiera construirse


Managua su capital estuvo ocupada por tropas
norteamericanas hasta 1925. Costa Rica fue explotada por
capitales americanos. Toda la América Central quedó así
bajo la influencia Norte Americana.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
71 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

 
 
 
CAPITULO IX 
LA CIVILIZACIÓN 
 

Terminada la guerra dirigió las carteras del Tesoro y de


Hacienda en las cuales supo reconstruir la economía
nacional que había quedado destrozada tras la guerra de
los tres años, siendo Ministro del Tesoro lucha
denodadamente contra la separación de Panamá y para
ello, mediante escritos apela al Senado de los Estados
Unidos, al pueblo Americano, a diversas naciones
extranjeras; no obstante el 26 de febrero de 1910 el
director del periódico conservador "El Republicano" le
señaló como uno de los responsables de dicha separación,
injusta acusación de la cual se defiende a través de su
columna en "La Civilización".

En 1905 viaja a Inglaterra donde se desempeña como


Cónsul en el puerto de Liverpool, allí estudió y comprendió
a sus hombres de letras y de ideas, legándonos sus
apreciaciones en los "Estudios Ingleses" y "Estudios
Varios" en donde encontramos un bello estudio sobre
Shakespeare y algunas de sus obras como "Macbeth",
"Ótelo" y "Hamlet". Así como ensayos sobre importantes
hombres políticos como Bismarck o Desmolins; y varios

72   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

poemas entre los que destaca "La abadía de Westminster"


considerada la obra capital de su poesía.

Regresa al país en 1910 y el 10 de julio es recibido como


miembro de la Academia Colombiana de la Lengua en el
sillón de su otrora maestro Don Santiago Pérez, en tal
ocasión pronuncia su discurso "Literatura de Ideas".

Ocho días después con motivo del concurso poético


"Juegos Florales de Bogotá", lee en el Teatro Colón su
opúsculo "La poesía y la Historia" y el 20 de julio inaugura
la estatua del más transparente y humano de nuestros
héroes: Don Antonio Nariño, en la plaza de su nombre con
una épica oración en la cual leemos: "No igualamos Nariño
a Bolívar en la llamarada del genio, ni a Santander en el
superior sentido administrativo, ni a Sucre en las dotes ni
en la fortuna del soldado, pero nadie la supera en cuanto
es la egregia grandeza del carácter, la generosidad y
nobleza del espíritu, la formidable intuición revolucionaria y
la intensidad del patriotismo"30 remata diciendo "Patria es
cuanto amamos y cuanto nos ama lo menos fugaz y lo
mejor de nosotros mismos: la piedra ennegrecida de
nuestro hogar, la cuna de nuestros hijos y la tumba de
nuestros padres, el valle de nuestro pasado y la ciudad de
nuestro porvenir".3132

Es de anotar que el bronce de la estatua se sufragó con


dineros de una suscripción popular que él mismo había
iniciado años atrás.

                                                                 
30
 (Torres, Carlos Arturo, Discursos, Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, 
Bogotá, 1946, pág. 60) 
31
 (Torres, Carlos Arturo, Discursos, pág. 56)  
32
 (Torres, Carlos Arturo, La Civilización Bogotá, numero 2, 10 de enero de 
1910)   

73 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

En este año de 1910 afirmaba que la patria, terminada la


dictadura de Reyes, no cicatrizada aún la herida de la
separación de Panamá y retumbando aún el eco de los
cañonazos de la guerra de los tres años debía "Rinnovarsi
o Moriré" como cantaba el bardo Italiano; por ello se lanza
a un singular combate desde su nuevo y último periódico
"La Civilización" cuyo primer número ve la luz el 24 de
enero de ese año con estas palabras que encabezan su
editorial: "La Crónica luchó por la libertad, el nuevo tiempo
por la paz. Organizar la democracia; por la libertad primero,
después por la tolerancia y la conciliación y últimamente
por la justicia y por el derecho, es la orientación general de
toda literatura de ideas de nuestra época y el sentido
supremo de la civilización, contemporánea". 33 Su idea
ahora es la confirmación de una Convención Nacional
Constituyente, que dé origen a una nueva carta política,
una convención elegida libremente por voto popular y con
representación proporcional de todos los partidos políticos
y de sus diversos matices; porque para él habían "Dos
cosas absolutamente claras a saber: primero que el país
anhela la reforma de las instituciones; segundo que
conforme a las disposiciones legales vigentes esas
reformas no pueden decretarse por el Congreso"34 además
enfatizaba que "la nación no puede volver a las gastadas
prácticas ni a los tradicionales partidos, ni a los antiguos
hombres, necesita y pide política nueva, nuevos partidos,
hombres nuevos y nueva vida"35; y discurría visionaria, casi

                                                                 
33
 (Torres, Carlos Arturo, La Civilización, numero1, Bogotá, 24 de enero de 
1910)   
34
 (Torres, Carlos Arturo, La Civilización, numero 10, Bogotá, 10 de febrero de 
1910)   
35
 (Torres, Carlos Arturo, La Civilización, numero 16, Bogotá, 22 de febrero de 
1910)   

74   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

proféticamente; "Parece que el pueblo Colombiano resulto


ya a cerrar la era de las generaciones sacrificadas busca la
reforma de su redención y la hallará. No en los gobiernos
ni en los directorios, ni en los profesionales de la política,
sino en la gran masa anónima, en la juventud universitaria,
en todo cuanto es aún sabia vigorosa y sana de la nación.
Se elaboran en estos momentos las fuerzas invencibles,
las grandes corrientes de la salvación. La nación se
salvará así mismo"36 no me resisto a señalar que este texto
bien hubiera haber sido escrito hace solo seis años, su
actualidad histórica es palpitante. Y didactizaba
poéticamente lo siguiente, que es base fundamental para
la paz, la libertad y la justicia: "para fecundar los campos
de la patria necesario es arrancar primero de ellos toda
semilla de odio; porque el odio es consustancialmente
infecundo y devastador, después precisa sembrar, sembrar
mucho, sembrar ideas, sembrar virtudes, sembrar
esfuerzos y sembrar granos, sembrar en la tierra y sembrar
en el espíritu, sembrar para el presente y sembrar para el
porvenir".37

En el año de 1911 es nombrado ministro plenipotenciario


ante el gobierno Venezolano, dadas sus cualidades es
recibido como miembro de la Academia Nacional de la
Historia de Caracas, en cuyo discurso de aceptación
leemos: "El culto a los héroes es la más positiva forma de
la religión de la patria".38

Muere en aquella ciudad el 13 de julio de ese año,


quedándose entre el tintero una obra que pensaba titular
                                                                 
36
 (Torres, Carlos Arturo, La Civilización Bogotá, número 2, 10 de enero de 
1910).  
37
 (Torres, Carlos Arturo, La Civilización, número 2).   
38
 (Torres, Carlos Arturo, Discursos).   

75 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

"La Evolución Política en Colombia" en la cual estudiaría


tanto la personalidad como la obra d Nariño, Camilo
Torres, Bolívar, Santander, Mosquera, Mariano Ospina
Rodríguez, Murillo Toro y Núñez; que imaginamos serían
nuestras "Vidas Paralelas".

Pero la vida es finita.

 
 
 
 
 
76   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

 
 
 
CAPITULO X 
IDOLA FORI 
Entremos ahora a estudiar en forma somera su obra
capital, resumen integración y legado de todo su
pensamiento.

"Idola Fori", fue escrito en la ciudad de Liverpool, en un


estudio desde cuya ventana veía caer la nieve invernal
sobre los árboles del parque cercano. En esta obra, tras
replantear el problema de los ídolos en todos los órdenes,
nos señala sus conceptos sobre la sociedad, el gobierno,
la democracia, los límites del poder, la libertad y los
derechos humanos.

Leamos sus palabras:

Los Idola Fori o ídolos del foro son "aquellas formas o


ideas -verdaderas supersticiones políticas- que continúan
imperando en el espíritu después de que una crítica
racional a demostrado su falsedad" 39"el fanatismo de los
nombres es una de las formas de extravío de criterio que
mayores males a causado en las democracias hispano-
americanas" 40 "por todas partes la estéril y sangrienta
                                                                 
39
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, Publicaciones Universidad Pedagógica y 
Tecnológica de Colombia, Tunja 1969, página 31) 
40
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 32) 

77 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

agitación, la mentira de las frases sonoras, la superstición


de los nombres, los dos fanatismos políticos encerrados en
las paralelas negras del odio" 41 "hay el fanatismo de la
religión y el fanatismo de* la irreligión, la superstición de la
fe y la superstición de la razón; la idolatría de la tradición y
la idolatría de la ciencia; la intransigencia de lo antiguo y la
intransigencia de lo nuevo; el despotismo teológico y el
despotismo nacionalista, la incomprensión conservadora y
la incomprensión liberal"42; "el proselitismo no proviene de
íntima e irreductible convicción, sino del hábito gregario,
del hipnotismo de una palabra de la imitación, del espíritu
de escuela, de la pasión irrazonada de partido"43 de "esa
deidad que llega a sustituirse a todo, a exigirlo todo, a
tomarlo todo; a ella se hace el sacrificio de la familia, de la
patria, de los principios: por ella se mata y por ella se
muere". 44 "En las democracias Americanas el espíritu de
partido ha sido el Moloch ebrio de sangre a quien se le ha
ofrecido a torrentes el rojo licor" 45 ; "las guerras civiles
americanas no han sido ni serán sino la proyección sobre
el campo de batalla de los conflictos de ideas o de
intereses de los profesionales de la política. Es asesinato
de inocentes, organizado en provecho de unos pocos y
aplaudido con pasmosa inconsciencia por los demás" 46 ,
"todas las formas primitivas de esa gran ley de imitación,
han llevado a hombres y partidos, plenos de entusiasmo
generoso, pero desatentado, a la inmolación estéril, al
                                                                 
41
 (Torres, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, Número 22, 2 de julio de 1902)   
42
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 38) 
43
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 33) 
44
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori) 
45
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 157) 
46
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 29) 

78   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

sacrificio colectivo y al aniquilamiento nacional en el


sangriento histerismo de nuestras revoluciones"47.

Como el hombre y la sociedad no son seres estáticos y


acabados, sino por el contrario dinámicos, en proceso de
formación y de perfección, están en continua evolución y
cambio; así lo enseñaba Spencer y lo había demostrado
Darwin. Esta evolución también se encuentra en los
partidos políticos y al particular reflexionaba "quiere el
progreso de las ideas y el constante cambio de posición de
los partidos que el conservatismo de hoy sea el liberalismo
de ayer, así como el liberalismo de hoy será el
conservatismo de mañana. Si concibiéramos un político
militante, absolutamente inconmovible en su credo y a
quien por un milagro de la naturaleza le fuera dado llevar
una intervención activa en los públicos negocios durante
cien años, esa personalidad presenciaría extraños cambios
y sujeta estaría a desconcertantes involucraciones e
inauditas sorpresas; vería en torno suyo como amigos y
correligionarios hoy a los rojos, mañana a los azules, y
seguramente pasaría ante el criterio cambiante de los
partidos - él, el inmutable -como un tránsfuga de todos
ellos, como un político inconsciente y ligero, infiel así
mismo, incapaz de toda unidad de acción o de
pensamiento"48 y agregaba que ese hombre podría escribir
en sus armas el lema del inmortal Florentino "aquel a quien
los Gibelinos llaman Güelfo y los Güelfos Gibelino ese está
en lo cierto"... "es un fenómeno constante en la evolución
de los partidos en que la izquierda absorba a la larga al
centro y a la derecha; el liberalismo fue el ala extrema, la
vanguardia del partido "whig" y lo suplantó; el radicalismo
                                                                 
47
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 33) 
48
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 146) 

79 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

fue la izquierda del liberalismo y se ha sustituido a él, el


socialismo es hoy la división avanzada del radicalismo y
prácticamente dirige las operaciones de todo el ejercito;
más como los principios de ese último partido son la
negación misma, del credo "whig" resulta que en el camino
reentrante de su desarrollo los más avanzados liberales
vienen a ocupar una posición todavía más rezagada que
los retardatarios "tories", y por una interesante inversión de
papeles estos aparecen ya ante los autoritarios socialistas
como los campeones del derecho individual y de la libertad
humana, a lo menos en determinados debates. Se ha
llegado al punto de que una asociación netamente
conservadora haya tomado como lema esta variación del
lema genuinamente liberal de Spencer individualismo
contra socialismo" 49 ; resultando así la política como una
curva reentrante en la cual los más avanzados lindan con
los más retardatarios.

Recuerda también que al lado de los grandes partidos han


surgido otros menores a los que califica de flores de un
día, dado que desaparecen dado lo efímero de sus
intereses que los motivaron a ser; es así como "el
federalismo de abolengo aristocrático y a pesar de su
nombre, de tendencias centralizadoras, desapareció
virtualmente en el primer cuarto del siglo pasado sin dejar
girones de su bandera ni legados de sus ideas".50

Rememorando que la historia nos enseña que a


gobernantes déspotas les siguen gobernantes débiles,
contra los cuales el pueblo se subleva derrocándolos e
incluso ajusticiándoles; aceptan a un Cromwel, pero
decapitan a Carlos I, toleran a Enrique VIII, pero matan a
                                                                 
49
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 145) 
50
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 154) 

80   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

Enrique IV o Alejandro II; soportan a un Luis XIV o a un


Luis XV pero llevan al cadalso a Luis XVI, pues "los
pueblos reservan su altivez para los gobernantes débiles o
benévolos y ceden ante la mano de hierro de los
domadores de hombres" 51 y agrega "la intensidad de las
revoluciones está en razón directa de la bondad del
gobernante a quien se le hace, e inversa de los agravios
que haya recibido del pueblo que las hace. El autoritarismo
y la intolerancia son para la multitud sentimientos muy
claros que comprende y practica y que acepta cuando hay
quien se los impone; respetuosa de la fuerza, desdeña la
bondad, que no es a sus ojos sino una forma de
debilidad"52; "los pueblos no se indignan contra las tiranías
seculares que ellos, las más de las veces han provocado
con sus extravíos o hecho posibles con su pasividad;
reserva su alta indignación para los gobiernos que inician
la era de las reparaciones, para los gobiernos que
escuchan, para los gobiernos que ceden. La vara de hierro
no suscita indignación sino cuando ha sido depuesta; el
despotismo no los subleva sino cuando principia a dejar de
serlo".53 Demostrándonos así que también es un sociólogo
agudo.

Su pensamiento liberal, está de acuerdo con la democracia


y con los parlamentos que son las mejores formas del
momento, de intervención del pueblo en el manejo de sus
propios intereses.

Pero presenta reservas frente a la razón de las mayorías y


aun cuando sin señalarlo en forma expresa, aboga por los

                                                                 
51
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 186) 
52
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 186) 
53
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 186) 

81 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

derechos de las minorías, al particular acota: "el creer que


muchos pueden interpretar una idea política, defender un
sentimiento y comprender los intereses políticos mejor que
unos pocos, es una alucinación de la democracia tan difícil
de creer como el más arraigado de los vicios religiosos"54
"las mayorías parlamentarias, por su especial sicología, por
las circunstancias que presiden a su elección y por la casi
completa irresponsabilidad individual de quienes la
componen, están particularmente expuestas a los extravíos
de la ceguedad y de la pasión"55 y finaliza lapidariamente
"la demagogia es la aparente aliada de la democracia y su
evidente enemiga"56.

Dedica un importante acápite para estudiar los derechos


humanos, que ya hacía más de un siglo habían sido
divulgados por la Asamblea Nacional Francesa, pero con
una mente moderna amplia y abierta como la suya, afirma
que estos derechos no son pétreos, sino dinámicos y que
la misma humanidad los va descubriendo, así nos enseña:
"las leyes de la naturaleza no son el decálogo inmutable y
absoluto gravado en la eternidad del bronce y superior a
toda derogación; nuevos puntos de vista han surgido que,
modifican substancialmente los puntos de vista científicos y
atenúan sus otras implacables conclusiones; aquellas
leyes son más maleables, más elásticas, y, si vale la
expresión susceptibles de más permisivas
interpretaciones" 57 , "el espíritu democrático rectifica esas
mismas leyes naturales. Cuando quiera que la necesidad
se revela de poner a salvo los derechos esenciales de la
                                                                 
54
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 180) 
55
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 175) 
56
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 188) 
57
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 241) 

82   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

persona humana contra las inclemencias de la fuerza y el


abuso, que la naturaleza, impasible y fría como una tumba,
consciente y sanciona. Pero esa actividad modificadora no
es propiamente antifisica, sino una tendencia de
humanización de la áspera hostilidad primitiva de las
cosas; la democracia, en su esencia no es sino la reacción
de la conciencia humana contra la naturaleza, en el sentido
de la justicia. Si la naturaleza niega a los débiles el
derecho a la vida, el espíritu democrático en nombre de
una equidad superior al ciego y brutal fatalismo de las
cosas, ofrece la esperanza de la rehabilitación al caído, y
al paria la posibilidad de la ascensión" 58" el principio del
derecho mínimo de cada uno en el patrimonio colectivo de
la humanidad, representa una de las más nobles
conquistas de la civilización"59. Sobre el derecho vital a la
libertad enfatiza que ésta no es ilimitada, que no es
libertinaje, que su límite se encuentra en el derecho ajeno,
su límite es extrínseco y natural y que el intervencionismo
del Estado en ese fuero es inaceptable "toda limitación de
la libertad personal, toda forma de intromisión del Estado
en el real inviolable de los fueros individuales, venga de
donde viniere, fue y ha sido para el liberalismo el más
intolerable y menos tolerado de los abusos"60.

Y rememorando los principios de su maestro, afirma que


"el progreso político es la resultante de la libertad que
aumenta y de la autoridad que decrece"61.

                                                                 
58
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 242) 
59
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 243) 
60
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 142) 
61
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 141) 

83 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

Pero con esta claridad intelectual que le caracteriza, y con


el conocimiento ídem de la humana naturaleza, previene
contra los idólatras de la libertad "la libertad tiene sus
fanáticos como la opresión y el que mata a un Rey y el que
muere por un Rey, dice Bernard Shaw son igualmente
idólatras. Como todo concepto erigido en dogma es un
principio de tiranía que comienza por ser meramente
ideológico, para trocarse cuando la hora llega, en el
impulso que enciende la hoguera o levanta la guillotina"62.

Al hablar sobre la prensa y el derecho de esta señala que


siendo "institución fundamental de la democracia, no puede
concebirse sin libertad, porque es imposible sin
responsabilidad, y el sentido íntimo de la libertad es la
responsabilidad; el hombre sano y libre es responsable"63.

"La prensa tiene y debe tener una influencia y una


respetabilidad que la equiparan a un cuarto poder
constitucional; en donde esa respetabilidad no existe, ora
por las leyes, ora por las costumbres, tampoco se puede
aspirar a esa libertad y a esa respetabilidad"64 finalmente
hace evocación, que se hermana con las palabras de
Manuel Antonio Bonilla, que destacamos en nuestras
primeras páginas, considerando nosotros que ha llegado
ya el tiempo para ello: "ante los abiertos cauces de la
inmortal corriente de las ideas, ante las perspectivas cada
vez más vastas de la razón, ante la amplitud y
comprensividad de criterio, cada vez mayores, se irá
conquistando, así debemos esperarlo, una suma creciente
de tolerancia y libertad; los ídolos del foro irán

                                                                 
62
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 38) 
63
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 181) 
64
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiori, página 182) 

84   

 
Vida, Ép
poca, Pensamiiento
 

desa
apareciend
do en la medida que ellos sean
n necesarios al
prog
greso del espíritu
e mano"65.
hum

 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
                                                                 
65
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fiiori, página 41 1) 

85 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

 
 
CAPITULO XI 
HERMANOS DE IDEAS 
 

Sus hermanos de pensamiento José Enrique Rodó y


Francisco García Calderón que se emocionaron cuando
salió su obra, se expresan así sobre "Idola Fori".

El primero de ellos "Hay libros de bien, como hay hombres


de bien. Este libro es uno de aquellos"66, "es el libro de un
idealista y es el libro de un hombre que sabe de la realidad
por la cultura y por la acción"67, "el mensaje de sus páginas
llevan es mensaje de conciliación, de armonía, de
evolución racional y orgánica"68.

García Calderón, indica que es el heredero intelectual de


Andrés Bello y Rafael Alberdi, paladines de la educación
como misión fundamental del Estado, como la mejor forma
de gobernar. Sobre Idola Fori, señala que es obra de
síntesis, pues resume todo su pensamiento, expuesto
primariamente en las páginas de los periódicos que dirigió,
acotando que: "es una crítica de nuestras supersticiones
políticas que son también supersticiones mentales,

                                                                 
66
 (Torres, Carlos Arturo, Idola Fori, Biblioteca Aldeana de Colombia, Editorial 
Minerva, S.A., Bogotá 1935, Pág. 29) 
67
 (Torres, Carlos Arturo, Idola fori, Página 25) 
68
 (Torres, Carlos Arturo, Idola fori, Página 18) 

86   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

estrecheces de tradición, deformaciones hereditarias" 69


amén de explicar la existencia de estas supersticiones,
defiende la relatividad de las ideas democráticas,
manteniéndose. Sereno ante las críticas y embates de sus
adversarios.

Termina su comentario con estas palabras que ojalá sean


proféticas:

"Soñemos para que este director laico de conciencias


libres, tenga discípulos de generación en generación,
porque él lleva dones de amor, optimismo y sabiduría,
porque conserva, en celda secreta, los penates de
Colombia y de la América"70.

                                                                 
69
 (Torres, Carlos Arturo, Los Ídolos del Foro, ensayo sobre las supersticiones 
políticas, Madrid, s.f., Editorial Americana, Página 9). 
70
 (Torres, Carlos Arturo, Los Ídolos del Foro, ensayo sobre las supersticiones 
políticas, Madrid, s.f., Editorial Americana, Página 15). 

87 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

APÉNDICE 
MENSAJE DEL SENTIDO COMÚN 
 

Defensio pro populo colombiano

El que escribe estas líneas —movido por el interés


supremo de la patria y de la verdad— años hace que se
halla ausente de Colombia, ora en las viejas civilizaciones
europeas, ora en las civilizaciones paralelas de la América
tropical. Ha vivido en pueblos extraños, no sobrecogido el
espíritu por la novedad, ni por las sensaciones de
obnubilación del extranjero, no como el viajador de placer
que, bien provista la gaveta y sin más finalidad que la de
divertirse y conocer, pasa de largo, dilettante del turismo,
gustando a la ligera el fruto venal y listo para el consumo,
ofuscado por la brillante exterioridad de las cosas, alojados
en buenos hoteles, visitando sólo los lugares de atracción,
deslumbrado por la visión suntuosa de la cultura europea,
pero sin tiempo ni deseo de conocer la ruda urdimbre
íntima de todo aquello, el reverso sombrío, la acerba
menuda, la base soterrada de la aérea fábrica que
explende al sol. No; el que esto escribe pudiera decir que
ha encanecido en la cotidiana convivencia, en el contacto
directo, en la observación de todos los instantes de las
88   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

más altas civilizaciones del viejo mundo y de las más


flamantes del nuevo y ha logrado penetrar algo más allá de
la implacable superficie bruñida de encanto y de
fascinaciones; pleno del recuerdo siempre vivido y siempre
caro de la patria ausente, ha comparado sin pasión, sin
interés y sin perjuicio. En su balanza de equidad, la madre
colombiana —a pesar de todas sus deficiencias y
desmedros, de todos sus pecados, desventuras e
inferioridades— ha sido pesada y no ha sido hallada falta.

La ausencia, como la ingente altura, desvanece, es verdad,


el detalle minucioso del paisaje y esfuma, en penumbras
de azur, la aspereza de la quiebra, la agria arista de la
sierra, la pavorosa boca del abismo: pero, proporciona, en
cambio, la perspectiva vasta, la colectiva y general
observación, vue d'ensemble, la amplitud ilimitada de la
apreciación y al eliminar la obsesionante tortura del detalle
perturbador, acendra, en el espíritu y lo aquilata con gran
virtud de serenidad. El que esto escribe está colocado ante
una noble perspectiva: con respecto a la Colombia de hoy,
es un extranjero, con respecto al extranjero, es un
colombiano. Escápesele, inevitablemente, mucha de la
razón actual e íntimo malestar de que se quejan sus
compatriotas, del propio modo como a éstos se escapan
las necesarias deficiencias de pueblos que reputan
superiores al nuestro y con el nuestro comparan,
encontrando en tal equiparación el argumento máximo
contra la patria y contra la raza. Como la comparación es
una de las bases más generales de la formación del
criterio, de tal suerte que la piel de un caucásico, por
ejemplo, resulta blanca cuando se la compara con la de un
albino, debe correctamente deducirse que quien conoce el
término de comparación mejor que el mismo que está
comparando, puede modificar de modo substancial las
89 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

conclusiones favorables o desfavorables del comparador.


Acontece también que la exacerbación del mal presente,
nos hace olvidar o desdeñar positivos bienes y así quien
está igualmente ajeno a éstos y aquéllos posee más
elementos de juicio, más ecuanimidad y mayor serenidad
para los veredictos equitativos y mayores probabilidades
de acercarse a la Verdad, deidad a quien le ofenden las
injusticias y hacen huir las pasiones exacerbadas y
delirantes.

Por cartas de personas respetables, por el tono general de


la prensa, por la insistencia de un sordo eco que se percibe
ya en toda la prensa hispanoamericana, adviértese en el
ánimo de los colombianos la desolación de un como
contagio nacional de pesimismo. Tan mórbida psicología
ha ido, ¡parece mentira!, hasta contemplar la nefanda
posibilidad de una nueva cesión de la patria. El colombiano
aislado de cierto modo del mundo por las fatalidades
irremediables de la geografía, por los imperativos de la
invencible y eternal naturaleza, suele, en sus horas negras
— lote necesario de todo pueblo como de todo hombre —
considerar el mundo dividido para siempre en dos
hemisferios netamente delimitados: el luminoso y el
sombrío, el de la aventura y el del infortunio, el de la
prosperidad y el del atraso; en una palabra: el Exterior luz y
Colombia noche. Para esos obsesionados de nuestra
desventura: adentro todo es miseria y lobreguez y todo el
sol de oro afuera. Esta es la razón, dicho sea de paso de
ese inquietante éxodo, de ese perenne emigrar del
colombiano, el pueblo más andariego del planeta, de ese
nuestro delirio perambulatorio que arroja una y otra onda
de buscadores del áureo vellocino a las inhóspitas playas
del extranjero en donde, después de convencerse
dolorosamente de que no es Jauja todo lo "extranjís" ni se
90   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

andaba tan mal en la desdeñada tierruca, acuden los


renegados de Colombia a solicitar como supremo favor
que se les repatrie, el de que se les den los medios de
regresar a esa tierra que consideraban el nadir desolado y
ahora ven como la isla venturosa en donde aguarda el
puerto a los náufragos de la vida.

La etiología política de la patria colombiana encuentra en


semejante estado de espíritu extrañas revelaciones: la
apreciación infortunada y álgida que implica, constituye
una deformación del criterio en parte ocasionada por
defectos étnicos y en parte por imperfecta observación, por
histerismo pesimista, por candida superstición de la ajena
superioridad, por la insensata y suicida propaganda de
exageración de nuestros males y defectos; por ese culto
asiduo y desatentado de una como religión de la
desesperanza que encuentra en nuestra prensa,
desgraciadamente, su incansable y plañidero sacerdocio.
Hace poco tropezamos por ahí con una carta de alguno de
esos escritores en quienes el inveterado hábito del libelo
difamatorio ha modelado definitivamente la mentalidad y
dislocado lastimosamente el criterio. Carta ésta en que, so
pretexto de pedir al señor presidente de la república el
reconocimiento de Panamá, se declara Colombia país
definitiva e irremediablemente perdido, sin más porvenir ni
perspectiva que la disolución y el aniquilamiento. Nadie
tomó a lo serio, es verdad, semejantes absurdos
desplantes ni cree que la vanidad ditirámbica y la hueca
retórica puedan suplir con ventajas a las serias condiciones
de información, de rectitud y probidad mental y moral y
anhelo sincero del bien público que requiere la correcta
apreciación de las reales necesidades actuales del país,
pero tales desplantes, por absurdos que sean, sumados a
la actitud general de los espíritus que acabamos de anotar,
91 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

constituye un síntoma de la epidemia reinante, que es


necesario anotar y atacar.

Es necesario tener alguna vez el valor de hacer justicia a


los calumniados y perseguidos inicuamente, sean hombres
o naciones. Si se compara a Colombia con los grandes
países de la moderna civilización, la equiparación resulta
imposible en cuanto con el promedio de la prosperidad
material e intelectual de la riqueza pública y privada; en
inteligencia y moralidad nativas, en el promedio general del
bienestar, en progreso institucional, en riqueza nativa, la
comparación es posible; es la índole nacional la
equiparación es favorable. Si se la compara con alguno de
estos países tropicales a los cuales libelistas del pelaje del
que nos desahucia exaltan y adulan, para mejor
deprimirnos, la equiparación es sin discusión en todos
sentidos, favorable. Si se estudia con ánimo sereno la
inquieta historia de las democracias hispanoamericanas
resulta la nuestra limpia en toda época del deshonor de los
caudillos bárbaros que han oprimido a otros pueblos y
marcado con sus costumbres públicas el imborrable
estigma de la opresión rapaz engendradora del abatimiento
pávido del carácter, de la abyección y de la esclavitud.
¿Dónde, entre nosotros, un Rosas, un Carrera, un Santa
Ana, un Francia, un Melgarejo y un Castro?. ¿Dónde
siquiera uno de esos soberbios magnates que realizan la
fórmula insolente del Rey Sol: "el Estado soy yo", un
Guzmán Blanco, un Porfirio Díaz? El régimen del General
Reyes, fracasada tentativa de venezolanización del
gobierno y de la política colombianos, cayó por la sola
fuerza disolvente de la opinión, pero incontrastablemente
formidable, como habían caído Mosquera y Melo que en
nuestra nación "valiente y orgullosa" hasta la frente cenital
única y luminosa del Libertador alcanza el dardo que vibra
92   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

la cólera de los repúblicos ante el solo temor de la


situación de un hombre al derecho colectivo.

En nuestra historia ha habido errores, gravísimos, errores e


irremisibles pecados, pero desde Nariño hasta Restrepo;
desde los colegios constituyentes hasta las Asambleas
nacionales fue el culto superior y generoso de los ideales
el móvil sustantivo de toda actuación política; acaso un
excesivo desdeño por los intereses positivos y materiales
de la tierra ha sido una de las causas de nuestros
infortunios. Nuestra primera Magistratura en la generalidad
de los casos ocupada por personalidades respetables por
su inteligencia, por su honorabilidad, por sus servicios
públicos, por su posición social y política; nuestras
funestísimas guerras civiles prendiéronse al fuego de los
intereses del partido, no de los caudillos; se ha peleado por
principios o a lo menos por colores políticos, no por
personalismos si por desatentada ambición de un hombre.
Las dos últimas elecciones presidenciales, las de los
señores González Valencia y Restrepo, en las cuales la
oposición triunfó pacíficamente sobre el gobierno, hicieron
al mundo la revelación de una gran cultura política y de
una grande educación pública, "de que no hay ejemplo en
ninguna otra de las naciones latinas de América".

En Colombia es imposible el caudillaje militar: he ahí una


evidente superioridad de ese pueblo; Colombia es un país
definitivamente ganado a la democracia, y a la República,
digan lo que quieran los pesimistas y los vociferadores;
Colombia es un país donde las ideas liberales han tenido
una evolución más segura, más audaz y más avanzada;
Colombia es uno de los países hispanoamericanos en
donde existe en leyes y costumbres una seguridad mayor
para el capital extranjero, un concepto más firme del

93 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

derecho privado, un legalismo verdaderamente


consuetudinario y mayor honradez administrativa; a pesar
de los cargos de la prensa de oposición y con una sola
excepción acaso, todos nuestros presidentes han
descendido del solio más pobres de los que a él han
subido. Al tiempo en que ex-presidentes de otras
repúblicas escandalizan al mundo de "snobs" y de rastas
del París cosmopolita con el desvergonzado alarde de una
riqueza detentada a un pueblo en innoble rapiña fiscal, un
Santiago Pérez o un Miguel Antonio Caro, se extinguían
pobremente cargados de merecimientos y de glorias en
medio del respeto silencioso de los hombres.

Después de los generosos ensayos de 1853 y de 1863, la


república entró en un período de reacción que ritma
necesariamente, en todo el pueblo, las armonías de la
historia. Empero, el Código conservador de 1885 fue, en lo
general, practicado de tal suerte que esas instituciones
reaccionarias dieron a Colombia más libertad efectiva y
más neto concepto del derecho público que los gobiernos
liberales de un Porfirio Díaz, de un Zeleya o de un Castro.
Pero así y todo en el seno mismo del partido conservador
surgió pronto la acción republicana y hoy se han ido
reformando sustancialmente esas instituciones en sentido
liberal y abierta está la puerta para más avanzadas
reformas y más precisas conquistas del liberalismo. Las
prácticas políticas también han progresado: la pureza del
sufragio está penetrando en las costumbres y es justicia
reconocer que bajo el gobierno del General Reyes se
verificaron unas elecciones libres, que dieron mayoría en el
Congreso a los adversarios del gobierno, fenómeno
absolutamente inconcebible entre otras de nuestras
repúblicas.

94   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

Las principales conquistas del derecho público son en


Colombia verdadera realidad: la prensa es libre y los
ciudadanos, libres y dignos, disfrutan de amplias garantías
en sus derechos intelectuales y colectivos. Tales progresos
institucionales no han sido impuestos por la fuerza de un
partido triunfador, son el resultado de una modelación, ya
definitiva, del espíritu nacional y es uno de los fenómenos
más altamente interesantes que puede registrar la
sociología americana, ese de la liberación incontenible del
conservatismo colombiano. El que esto escribe es liberal,
aun cuando más bien en el sentido filosófico, abstracto,
universal y católico del concepto que en el sectario y de
bandería o partido. El llamado liberalismo, flamante y
tropical, de algunas repúblicas más o menos sujetas al
caudillo insolente, le inspira muy pocas simpatías, tampoco
comulga con el jacobinismo violento y absolutista;
absolutismo por absolutismo, encuentra más lógico y por lo
tanto más respetable el absolutismo conservador:
comprende la intransigencia, la intolerancia, la violencia y
la persecución en nombre de la autoridad, no las
comprende en nombre de la libertad. Desligado de interés
de partido, ve sólo el fondo de las cosas y puede afirmar
que, a pesar de estar gobernando el partido conservador,
es Colombia uno de los países de instituciones y
costumbres políticas más genuina-mente liberales de la
América latina, y encuentra que existe allí una vigorosa
legión, una guardia de honor que mantiene sagrado el
fuego de los ideales democráticos. Esa teoría de la
república es, aun cuando parezca paradoja, la juventud
conservadora.

La explicación se impone: la juventud conservadora de


Colombia ha demostrado su real culto de las concepciones
de la república, de Derecho y de Democracia, por las ideas
95 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

mismas, no por la. superstición y sonoridad de los nombres


ni el prestigio de las fórmulas, sin que en su valor influyan,
para empequeñecerlo y bastardearlo, prejuicios
hereditarios de partido ni el sello o marca que a manera de
rótulo traemos al mundo los hispanoamericanos y que nos
clasifica en política más por afinidad de familia, y por el
automatismo de las costumbres y hábitos, que por real
convicción y comprensión intensa; el amor que en
ocasiones solemnes ha demostrado la juventud
conservadora a la esencia del concepto Eberal no
comporta hábito gregario ni está emponzoñado por el odio
ancestral de adversario godo ni por la incomprensión de
ningún fanatismo; es el momento de evolución mental
necesario, desinteresado y rico, por tanto de suficiente
eficacia para afirmar definitivamente entre nosotros los
principios del liberalismo universal, aun cuando no se
llamen liberales los hombres que rigen materialmente los
destinos del país.

La cuestión religiosa —grave problema y punto oscuro, en


verdad de nuestra organización social y política, que ha
sido parte a engañar con la mácula de clericalismo, el juicio
superficial de algunos extranjeros sobre nuestra política—,
es en su misma algidez, una patente demostración del
doctrinarismo colombiano y de nuestra preocupación por
los problemas trascendentales sobre la grosera pugna de
apetitos de los caudillos; más que todo de ese espíritu
liberal que es el exponente de nuestro carácter como
pueblo. En efecto, ¿por qué en Cuba y en Venezuela por
ejemplo, no existe la cuestión religiosa que en Colombia
asume la inquietud de un problema vital? Por dos razones
a nuestro parecer: por una razón histórica. Los pueblos de
regiones montañosas y frías —lo ha estudiado Buckle—
confrontan de modo más intenso las cuestiones morales y
96   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

del eterno misterio, que los de climas suaves y paisajes


risueños. El puritanismo feroz de John Knox, natural de
Edimburgo, sería inconcebible en Nápoles. En Santafé, en
Pasto, en Pamplona, en Tunja, no puede haber la misma
concepción de la vida y del misterio que hay en la Habana
o en Caracas. Esa es la razón psicológica. La razón
histórica es más patente aún; el liberalismo colombiano
llevado de la más generosa de las utopías, renunció en
1853 a la secular conquista de los reyes católicos, el
patronato y de la Iglesia, subordinada al Estado: imperium
in imperio. Venezuela y Cuba menos liberales y menos
alucinadas por la fórmula de Cavour: "La Iglesia libre en el
Estado libre", han mantenido el Patronato y en sus ámbitos
el problema religioso no existe. En Colombia existe, pues,
el clericalismo por el generoso exceso de doctrinarismo
radical.

En conclusión: por su historia, por su carácter y educación,


Colombia es un país hispanoamericano en donde el
progreso político y las libertades modernas han hecho más
hondo arraigo y rayado a mayor altura. La anotación,
varias veces repetida de que allí está hundida la conciencia
nacional en una edad media de fanatismo religioso y
reacción clerical, acusan la más indigente mentalidad y una
ligereza indignas de toda consideración. No existe, pues,
desde el punto de vista político, justificación alguna de
pesimismo ni razón para que se nos señale al mundo como
un país irremediablemente perdido y, por el contrario, todo
colombiano bien nacido debe estar por ello orgullo de su
patria y proclamarlo así ante el mundo.

97 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

Caracas; 199171

NARIÑO 
En la inauguración de su estatua en la Plaza de Nariño de
Bogotá, el 20 de Julio de 1910. Centenario de la
independencia de Colombia.

Señores

La Comisión organizadora de las festividades del


Centenario ha tenido a bien designarme para que la
represente y hable a nombre suyo en la inauguración del
monumento con que la gratitud nacional honra al Precursor
de nuestra Independencia. Debo, sin duda, honra tamaña a
mi conocida admiración por el héroe y a la circunstancia de
haber pedido para él este monumento en un opúsculo
escrito en Europa y del cual han de ocurrir, naturalmente,
reminiscencias en las palabras que ahora diga y en las
glorias que aquí evoque.

En la sociedad mundial de los pueblos, dije entonces, una


nación puede medir el derecho que tiene al respeto y a la
consideración de las demás, tal vez no tanto por la
imposición abrumadora de su entidad o el exponente de su
potencia material, cuanto por los grados de capacidad de
amor a ella que se acendren en el corazón de sus propios
hijos. Ante el criterio superior de la razón, un ciudadano de
Ginebra tiene mayor derecho a enorgullecerse de su patria
que no un súbdito del Czar de todas las Rusias y Grecia
afirma en la historia una virtualidad civilizadora que el
mayor de los imperios no ha poseído jamás. El sentimiento
de amor patrio debe, pues, cultivarse con tenaz esmero y
                                                                 
71
 (Torres, Carlos Arturo, Discursos, Biblioteca Popular de Cultura Colombia, 
Bogotá, Editorial Centro,1946, Páginas 5‐16) 

98   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

nimio como un elemento moral de eficiencia irrecusable,


como un factor de fértil realidad en todo empeño
encaminado al desarrollo las fuerzas vivas de un país. Ni
puede transitorio desmedro alegarse como una razón para
que ese amor descaezca y amengüe, puesto que es
precisamente el cultivo de tal sentimiento, el reencender de
tal amor, uno de los agentes más poderosos a levantar de
postraciones y a restaurar abatidas fierezas. Es, pues,
necesario regresar al optimismo, es necesario creer en la
patria, en su potencialidad, en su porvenir y en la alteza de
sus destinos. El concepto de patria no es ni un prejuicio
desdeñable*ni una vacua abstracción; ni señuelo de
candidos ni urdimbre de patrioteros. Es algo muy real:
comunidad de muy tangibles y positivos intereses humanos
y al propio tiempo vinculación ideal de tradición, de
sentimientos y de aspiraciones. Es cuanto amamos y
cuanto nos ama, lo menos fugaz y lo mejor de nosotros
mismos: la piedra ennegrecida de nuestro hogar, la cuna
de nuestros hijos y la tumba de nuestros padres, el valle de
nuestro pasado y la ciudad de nuestro porvenir. La
exaltación de esa religión de la patria, comporta también la
más pura enseñanza ética, como que es la natural
ampliación, la proyección luminosa en el tiempo y en el
espacio, de aquel precepto de elemental equidad y de
sacrosanta y eterna sabiduría que nos previene ante todo,
sobre todo y a pesar de todo: "honra a tu padre y a tu
madre".

Se ha observado ya que todos los pueblos comprenden la


necesidad y la importancia de una gloriosa tradición
nacional y cuando la tienen escasa, la magnifican, y
cuando no la tienen, la inventan: de ahí el deificar a un
Washington y el de crear a un Guillermo Tell: el héroe
engrandecido por la veneración nacional y el héroe forjado
99 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

por la tradición popular. El General de milicianos, probo y


patriota, pero desprovisto de genio, se transfigura, por la
alquimia milagrosa del amor y de la gratitud, en el héroe
epónimo de un continente: el cazador legendario, el
arquero fantástico, perdura, con acción de presencia que la
crítica corrosiva que le niega no ha podido destruir, como
el símbolo sacramental de una idea. La adoración
colectiva, auténtica manifestación de una colectiva
necesidad, erige así, en el vértice de las tradiciones de
cada pueblo, el superhombre representativo en quien se
encarnan las condiciones superiores de la raza: la surgente
milagrosa y única de donde las naciones, con generosa
superstición, hace brotar su origen, su carácter, su historia
y su gloria, como de un inviolado Horeb.

Nosotros, a dicha, no habernos menester de la lámpara de


Aladino de la leyenda para hacer surgir nuestros Héroes a
la existencia y a la glorificación: los tenemos muy reales y
de una excelsitud que se antojaría legendaria si no
estuviese ahí la historia para afirmarla. A esas efigies
egregias sólo falta un pedestal digno de ellas — La
grandeza nacional — para que sean visibles desde todos
los puntos del horizonte. Levantémosle.

El Evangelio de la Patria, integración excelsa del evangelio


de la justicia y del amor, impone hora por hora el deber de
preservar para la creación de nuestros padres, el sentido
íntimo que tuvo en la mente de quienes la concibieron:
entidad de fortaleza, de dignidad y de justicia, solar
hospitalario y fértil heredad, albergue inviolable de nuestra
vida moral y ara de nuestras adoraciones sacrosantas.
Para fecundar los campos de la Patria necesario es
arrancar primero de ellos toda semilla de odio, porque el
odio es consubstancialmente infecundo y devastador:

100   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

después cumple sembrar, sembrar mucho, sembrar ideas,


sembrar virtudes; sembrar esfuerzos y sembrar granos:
sembrar en la tierra y sembrar en el espíritu, sembrar en el
presente y sembrar en el porvenir. Cuando venga la
cosecha que sembró nuestra buena voluntad —que
vendrá, de ello estad ciertos, por la óptima casualidad de
toda expansión de vida— será una cosecha de bendición,
como la del sembrador de la parábola: entonces tendrán
nuestros héroes un pedestal digno de su estatura. Tal es el
examen de conciencia que determina y el pensamiento que
evoca la fecha del centenario, pregonera de que la
República ha llegado ya a su mayor edad. Mas del propio
modo como en las religiones positivas se discierne un
elemento esencial y otro formal, el dogma y las prácticas,
en el amor patrio, que es también una religión, hay doctrina
y hay culto externo, necesario éste como manera de
exteriorización de sentimientos sociales: es la dedicación
de los emblemas visibles y objetivos con que el respeto
público honra nuestro mejor blasón y la más pura de
nuestras tradiciones: Tal es el alto sentido de las
festividades cívicas, de las apoteosis y de las estatuas.

Tarde llega para Nariño la sanción del bronce, pero llega al


fin. Bogotá glorifica hoy, en su mejor día, a aquel hijo
preclaro suyo que cuando se proclamó la independencia,
en esta misma hora una centuria hace, ya llevaba diez y
siete años de esfuerzos y de cadenas por esa causa
suprema: que fue su verbo inflamado y su brazo poderoso,
su numen y su mártir, su Precursor y su realizador: que
desde la publicación de Los Derechos del Hombre en
1794, hecha por él y por él impresa, hasta la proclamación
de la independencia absoluta, verificada por su iniciativa y
con su sanción, en la inquieta parábola que describió su
existencia, ora filósofo, ora soldado, ora conspirador y ora
101 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

Dictador, condensa y simboliza, como exponente auténtico,


todos los esfuerzos de pensamiento y de acción de un
agregado colonial para convertirse en pueblo: que, en una
época de sopor intelectual, que fue nuestra edad media,
tuvo de la libertad un concepto tan alto y una visión tan
intensa y tan moderna, que la comprendió no sólo como
una aspiración ineluctable del alma humana, sino como
una consagración de superioridad moral que implica la
previa labor de merecerla y por eso, antes de independizar
pueblos, comenzó a emancipar espíritus!

No iguala Nariño a Bolívar en la llamarada del genio, ni a


Santander en el superior sentido administrativo, ni a Sucre
en las dotes ni en la fortuna del soldado, pero nadie le
supera en cuanto es la egregia grandeza del carácter, la
generosidad y nobleza del espíritu, la formidable intuición
revolucionaria y la intensidad del patriotismo.

Concentraba Nariño en su alma, como potente foco, el


movimiento de ideas de su época, que la Revolución
francesa esparcía a la sazón, en forma de lenguas de
fuego, por el mundo y su espíritu inquieto presidía y
estimulaba, de esa suerte, en plena adormida noche de la
Colonia, un formidable despertar intelectual, preñado de
las más fecundas germinaciones. Bienhallado y aun
distinguido durante el Gobierno español, fueron sus
opiniones y militante actitud no determinación de
condiciones personales, ni brotes de mal regida ambición,
sino férvida surgente de una intensa visión interior de
patria y de un altivo concepto de dignidad humana; tales
caracteres quedaron impresos en la revolución que brotó al
calor de su iniciativa. Si, en vez de la fatalidad que le
detuvo en los Ejidos de Pasto, hubiera una estrella propicia
llevándole a coronar la última etapa de su marcha

102   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

triunfadora y entrado a Quito como Libertador, según el


vasto propósito de su campaña del Sur, se habría
anticipado diez años nuestra Independencia y el destino
del país variado singularmente. No lo determinó así la
misteriosa ley que rige la historia de las Naciones, y el
prócer sin ventura hubo de extinguirse como sol apagado
por turbios cendales de bruma antes de alcanzar la pompa
gloriosa de un ocaso en el mar.

No llegó en la epopeya americana a la eminencia única de


donde erigida está la efigie de Bolívar, de Washington, de
Sucre, de San Martín: pero aparece en esta otra cumbre
más lejana, velada por las evanescencias melancólicas de
lo que pudo ser, pero siempre muy alta, en donde una
equidad retrospectiva e incorruptible venera a los
precursores y a los mártires y lo reúne para los propósitos
de la rememoración y de la gloria, con Hidalgo, con
Miranda y con Martí.

La actuación política de Nariño en los primero días de la


República calificase al propio tiempo de inexperta y
extremosa, como lo es siempre en los períodos caóticos de
formación de los Estados. Mas ¿qué mucho que los
hombres de 1810 no acertasen desde el principio con la
verdadera fórmula de nuestra rendición, si quienes le han
sucedido y después de un siglo de dolorosos ensayos no
han dado con ella todavía? Hoy —digámoslo en honor de
nuestros padres— se exhibe al buscarla la misma dolorosa
inexperiencia que en 1810, sin aquel sello de sinceridad y
desinterés ennoblecidos e irrecusablemente garantizados
por la anticipada aceptación del sacrificio, que fue como la
constante en el carácter de los hombres de la
Independencia y que los redime de toda sombra de error y
los consagra a la admiración del porvenir. Centralista en

103 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

1811, federalista en 1821, exhibió, empero, el ilustre


cundinamarqués en esta aparente inconsciencia un sentido
político profundo y una alta compresión de las necesidades
de un país que, si para resistir a España había menester
de aquella vigorosa centralización de esfuerzos que dio tan
formidable eficacia a los revolucionarios franceses al favor
de su fórmula adamantina "La Francia una e invisible", en
cambio, después de construido exige de los imperativos
mismos de su topografía y de su etnografía aquella amplia
descentralización bajo cuyo imperio la República vio sus
mejores días. El valor de sus opiniones que le llevó a
separarse dos veces de las ideas en boga, condensó sobre
su cabeza caliginosas nubes que ni la muerte ni el tiempo
han sido parte a disipar. Los extraviados lo perdonan todo,
menos la irrefutable comprobación de su error: haber
tenido razón contra todos es un pecado que la expiación y
la tumba no alcanzan a redimir. En la vida de las naciones
las ideas más avanzadas y generosas, como sol naciente,
iluminan sólo las cimas más altas y aquel grupo profético
de que nos habla Quinet, destinado a recibir, a elaborar y a
prorrogar las ideas que han de ser más tarde la fórmula
salvadora de una sociedad y el lote común de los pueblos,
tiene que pagar al precio de la incomprensión, del desdén
y de la injusticia de sus contemporáneos, el don de su
clarividencia y la audacia de sus revelaciones.

Fue Nariño hombre de guerra y lo fue eminente: así lo


exigían las duras necesidades de la hora luctuosa. Su
campaña del sur, que fue una sucesión de victorias entre
ellas el paso del Juanambú y la épica ascensión de
Tacines, son timbre bastante para una vida y consagración
suficiente para una gloria. Fue hombre de guerra, repito,
más no eso lo relevante de su carácter, ni la definitiva
actuación de su carrera: fue antes que eso y más que eso,
104   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

un revolucionario formidable, un apóstol de principios, un


agitador de ideas, un intelectual de soberana y sutil
mentalidad. Arquetípica personificación de su patria
bogotana en cuanto son las áticas gracias del espíritu y
gentilezas y donaires del carácter, así como también en
sus defectos y errores innegables, Nariño es ante todo un
hombre civil. Debe, por tanto, comprendérsele entre las
personalidades de pensamiento militante que dieron a
nuestra revolución sus rasgos distintivos y aquilataron, aun
en medio de las violencias de la guerra de emancipación y
de las miserias de la civil porfía, las tradiciones legalistas
de nuestro país, que nos distinguen todavía a fuero de
pueblo culto e intelectual entre nuestros hermanos de
América. Tal parece como si en nuestro destino y nuestra
historia estuviesen predeterminadas las modalidades de
nuestro carácter nacional. Fue nuestro conquistador
español, Jiménez de Quesada, un letrado en quien el
cultivo de letras y estudio de leyes no andaban reñidas con
las partes de audaz y esforzado capitán: pronto
establecióse entre nosotros el Gobierno Civil de los
Virreyes en contraposición al militar de los Capitanes
Generales de otras Colonias. Casi todos los soldados
eminentes con que la Nueva Granada contribuyó a la
guerra emancipadora fueron al propio tiempo hombres de
letras: el publicista de Los Derechos del Hombre, Cabal, de
quien dijo Bello:

"Llorado de las Ciencias, De Popayán llorado."

García Rovira "El Estudiante de Derecho", Santander "El


Hombre de las Leyes", etc. Pero nuestros verdaderos
prohombres son los civiles. A esa luz aparece el perfil
catoniano del Adversario, vigorosamente delineado ante el
Precursor no menos grande que él y como él

105 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

representativo de un principio y de un sistema. Camilo


Torres, la otra grande personalidad de los orígenes de la
República, severo e inmaculado, realza, en efecto, con su
carácter y su actitud, el relieve histórico de su rival, como
en el drama shakesperiano la virtud de Bruto acentúa la
grandeza de César. Un pueblo que en la iniciación trágica,
en las tormentas del primer momento, exhibe tales figuras
como exponentes geniales de la raza, puede sentirse
orgulloso y debe estarlo, que nunca será entidad
desdeñable en el concierto de las naciones, aquella dentro
de la cual es posible la aparición simultánea de tales
espíritus.

Destácanse en la carrera de Nariño, toda ella retemplada


por la acción y aquilatada por el ideal, ciertos rasgos
supremos, como cimas blancas en la alta cordillera: esos
rasgos, de un temple de alma antigua y de una
magnanimidad vencedora de toda flaqueza de venganza u
odio, esculpen para todos los tiempos la verdadera efigie,
la real excelsitud de su alma en donde la necesaria sombra
de culpa o de error, lote de toda vida, no alcanzan a
amenguar ni el encubrimiento de cénit, ni la irradiación
generosa de calor y de luz. Cuando después de las
perpetuamente infructuosas jornadas de nuestra primera
guerra civil tiene para Baraya, su adversario, abiertos
brazos de compañero y para Niño, su enemigo, corazón
más abierto aún, de hermano; cuando recibe afable y gentil
al individuo enviado para asesinarle y le entrega todas las
llaves de la casa "para que no pueda huir después de
muerta su víctima". No, yo no mataré a Nariño, balbuce el
asesino, conmovido por tanta generosidad y tanto valor: "
Sentaos entonces, dícele aquél, y hablemos de estas
cosas de la Patria"; cuando condena duramente la
conducta del matador de Asin, como César la del
106   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

Pompeyo, y se expone por el resentimiento de su


subalterno a la traición y a la muerte; cuando entrando con
su Ejército vencedor, pero hambreado, en Popayán,
prefiere el descontento y la privación de los suyos antes
que se toque un átomo de la propiedad de sus enemigos;
cuando ante el amotinado populacho que pide a gritos en
Pasto la cabeza del prisionero, sale indefenso y grita: "Aquí
tenéis a Cariño." ¿No son éstos, por ventura, ecos no
atenuados de aquella voz cuya resonancia llena los
ámbitos de la antigüedad: "Soldado, te atreverás a matar a
Cayo Mario?"

Fue de los que consagran su vida entera a la realización


de un ideal de deber ciudadano y de justicia social; de los
que marchan, férvida y luminosa el alma, sin detenerse y
sin vacilar: de los que ofrendan, en sobrehumano
renunciamiento, todas las energías del alma y todas las
dulzuras de la vida al propósito supremo de su misión; de
los fuertes cuya actividad formidable es un ejemplo y un
reproche a las generaciones contaminadas de pesimismo,
de depresión o de egolatría; esa grandeza esencial para
cuya estatura nada importan el éxito ni el triunfo, que
emerge por sí misma, a pesar del infortunio, del
vencimiento y de la persecución, como una roca ingente de
en medio de la onda de pequeñez y vulgaridad que nos
asedia, nos lleva a reiterar, delante de esta estatua, lo
reversible y eterno de la ley moral, lo augusto del sacrificio,
el imperativo categórico del deber, lo fecundo del
desinterés, todas las grandes realidades de la conciencia
humana, cuya afirmación suprema establece que
solamente la justicia de los hombres puede fundar la
libertad de los pueblos!

107 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

No desconozco sus faltas, ni las excuso: ellas son el fondo


de sombra necesario para que se destaque, en toda su
fuerza y con toda su pureza, el mágico toque de luz de los
cuadros de Rembrandt. Será siempre lamentable, empero,
ver a una personalidad superior empeñada por la fuerza
mayor de las circunstancias, en porfías cuya intrínseca
miseria excluye de ellas toda posibilidad de grandeza
moral; pero si el prócer entra un momento en el descenso
obscuro de la onda de su vida, es para reaccionar luego
levantarse con su actitud verdaderamente nacional y
procera de 1814 y restaurar después de modo definitivo,
ennoblecida por la renunciación y purificada por el
infortunio, la magnitud integral de su carácter histórico.

Entre todas las grandezas tiene este Edipo americano, cual


ningún otro, la del infortunio que nimba la frente de los
predestinados de la fatalidad con un halo misterioso y
terrible que dilatan las sombras del sepulcro. En toda
marcha ascensional hay un abnegado que sucumbe y el
afortunado que llega: el que siembra la planta y el que
recoge el fruto: el Moisés que muere en el desierto y el
Josué que entra en la tierra de promisión: el que merece
triunfar y el que triunfa. Un lauro para el vencedor, una
lágrima para el vencido!, pero no: alguna vez la Equidad
suprema corrige el error del destino ciego, y la posteridad
glorifica a los que sucumben. Victis honos, honor a los
vencidos! Nariño fue el gran vencido de nuestra historia, el
sempiterno proscrito y algunas de las persecuciones de
que fue víctima constituyen la más elocuente revelación del
extravío de los partidos y la inaudita crueldad de las
pasiones políticas. Cuando ante el Senado se pretende
convertir los títulos de su gloria en estigma de ignominia,
se le enrostra su desgracia como un crimen y de sus
padecimientos por la patria se forman indignas
108   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

acusaciones para proscribirlo de la República; cuando por


eliminar al Hombre superior y por tanto rival temible no se
vacila en deshonrarlo y deshonrar a Colombia en uno de
sus hijos más preclaros, se le confirmó sin saberlo y sin
quererlo uno de los timbres que mayor realce dan a su
figura ante los espíritus de elección de la incorruptible
posteridad. Fue entonces cuando pronunció su admirable
Defensa ante el Senado que resuena entre los anales de
nuestra elocuencia como el Tequendama en las montañas.
El ambicioso vulgar ve en el hombre de intrínseco valer su
natural adversario y le señala necesariamente, a los
dardos enherbolados de la animadversión. Ser, pues,
calumniada, excluido, proscrito, insultado, es una
distinción, es un honor, es casi un magisterio: es ser
señalado por la medianía para representar el mérito, por la
ruindad para representar la elevación, por el abuso para
representar el derecho, por el crimen para representar la
virtud. Quien concitó los rayos de arriba, era bien que
atrajese los lodos de abajo: ese odio es una nueva
consagración, sin él su relieve histórico no sería completo;
faltaría un codo a su estatura.

Por una suerte de preparación intuitiva de la conciencia


pública, el más perseguido y olvidado de nuestros próceres
recibe hoy la mejor rememoración. Este concurso
brillantísimo de distinguidas damas — grácil teoría de
hermosuras que marcha a un propósito de exaltación del
alma colombiana, en homenaje patriótico del cual sería
difícil encontrar el precedente ni buscar la imitación—. Esta
apoteosis, digna del héroe que ante todo fue gentil y
apuesto caballero y modelo de honor y de virtudes
privadas, esta inmensa reunión del pueblo nunca antes
vista entre nosotros, esta férvida unánime elación del alma
colectiva, este estremecimiento que ha circulado como un
109 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

espasmo eléctrico por la inmensa concurrencia en el


instante en que se ha descubierto el bronce vivificado por
el ya ilustre genio de Greber; este entusiasmo delirante y
atronador, este diluvio de flores y este concierto de
aplausos y de himnos, más que la glorificación de un
hombre, es la glorificación de Colombia misma en su
representativo genial y auténtico, es la afirmación suprema
del concepto de solidaridad compatricia, su símbolo y su
ideal.

La fiesta es digna de nuestra historia y de nuestra sociedad


y nunca como ahora se ha cumplido mejor aquel concepto
de que el insulto de hoy del primer sufragio para la Estatua
de mañana. Hemos tardado un siglo para esta reparación,
pero alta será como aquella flor maravillosa de la India que
tarda cien años en brotar, pero que una vez abierta no
muere jamás. Nariño, como el trágico griego, ha podido
escribir en la obra de su existencia esta altiva dedicatoria:
Al Tiempo.

La estatua está erigida ya; el bronce inmutable desde su


augusta serenidad al tráfago de nuestra vida y la vana
agitación de nuestros días: en su plasmante síntesis
personificadora, en su alta significación emblemática, es
como una sugestión de perenne elocuencia, como una
enseñanza austera que el arte esculpe ante el sol de la
plaza pública. Es la milagrosa evocación, en la línea y en el
contorno, que hace concurrir a nuestra vida, como un
ejemplo, como un reproche, como una lección lo excelso
del carácter y lo heroico de la actitud del grande hombre
desaparecido. La efigie del ciudadano que tuvo para su
ciudad natal una especie de amor apasionado de amante,
se yergue por fin, como una perpetua resurrección del
héroe, como una visión del infinito ante el vasto horizonte

110   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

de la Sabana. Alta y melancólica la frente, dominadora de


los tiempos, tendida en vaga ensoñación la mirada hacia el
hogar de sus predilecciones; descubriendo inerme pero
decidido el pecho a sus enemigos a quienes nunca supo
temer ni odiar; firme y tranquilo ante el hervor tumultuario
como cuando gritó a las multitudes que pedían su cabeza:
"Yo soy Nariño"; en un gesto de sublime desafío a la
injusticia de los hados y a las pavuras de la Muerte. La
arrogancia del héroe y la tristeza del vencido armonizan
felizmente en este bronce que más que la glorificación de
un hombre, representa la rehabilitación de un pueblo, el
símbolo y el ideal de la patria misma: la efigie veneranda
visible desde muy lejos será desde hoy el numen
prestigioso de la ciudad... Yo saludo al prócer esclarecido
en nombre de las inquietas generaciones presentes; lo
saludo porque tuvo la triple virtud de ciudadano, de patriota
y de hombre; porque tuvo el genio que hace a los hombres
grandes y el infortunio que los hace excelsos; porque fue
un espíritu de valor, de nobleza y de generosidad; porque
aun en el fondo de su calabozo de Cádiz, aun después de
la inaudita acusación ante el Senado, nunca dudó de
Colombia ni de los colombianos; porque tuvo la virtud
humana de cerrar su corazón al desaliento y la virtud sobre
humana de extirpar de él todo dejo de amargura o de
rencor; porque después de tantos anhelos, de tantos
esfuerzos, de tantas luchas y de tantos infortunios, murió
con la sonrisa en los labios y en el alma el himno sin
palabras de la renunciación, concentrando su espíritu
egregio en esa indefinible expresión que el escultor
sorprendió en sus labios y que ante el certamen de
nuestras miserias no sabemos si sea un gesto de
admonición o de piedad; que ante el esfuerzo de nuestro
resurgir parece alentarnos con el supremo ejemplo de su

111 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

espíritu y de su vida a ascender sin vacilaciones ni dudas,


adelante por sobre los vórtices, el áspero Tacines de la
rehabilitación nacional.

He dicho72.

A la inauguración del monumento de la plaza de Nariño, en


Bogotá, el inolvidable 20 de Julio de 1910, concurrió
llevando coronas de laurel banderas colombianas y flores,
una procesión de más de dos mil damas de lo más
distinguido de la sociedad bogotana. Este homenaje
extraordinario jue organizado por la señora Soledad Acosta
de Samper, autora de una Bibliografía de Nariño. En pos
de las damas iban diez mil niñas de las escuelas públicas,
vestidas de blanco y con los colores nacionales, portadoras
de flores para arrojarle al Prócer al compás del himno
nacional- después de todas las Universidades, todas la
Academias, todos los colegios y escuelas, los gremios de
artistas y de obreros, cuantos cupieron en la anchurosa
plaza, que pueden calcularse en treinta mil personas.

                                                                 
72
 Torres, Carlos Arturo, Discursos, página 55 s.s. 

112   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

 
 
BIBLIOGRAFÍA 
 

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Colombia, editorial Minerva, S.A., Bogotá, 1935,
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113 

 
C A R L O S   A R T U R O   T  O R R E S   P E Ñ A I  

TORRES, Carlos Arturo, El Nuevo Tiempo, Bogotá, 1902-


1903.

PIRENNE, Jacques, Historia Universal, volumen VI,


Barcelona, editorial Éxito. 1973.

OCAMPO, López Javier, en Historia de Colombia, Salvat


editores, Bogotá, 1986, volumen VI.

114   

 
Vida, Época, Pensamiento
 

Este libro se termino de editar en agosto de 2010,


conforme acta del comité editorial y autorización de la
Academia Boyacense de Historia conformándose su comité
de publicaciones por los académicos Enrique Medina
Flórez, Javier Ocampo López y Jaime Julio Chaparro Galán.
Por el departamento de Comunicaciones Como resultado
del proyecto liderado por el autor y cursado en el Centro
de Investigaciones Jurídicas y Socio-Jurídicas de la
Universidad Santo Tomas, Seccional Tunja

Calle 19 No 11- 64 Sede Tunja


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Línea Gratuita 018000 932340

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Academia Boyacense de Historia

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