Débora Pérez

11-6 PBA
Las ventajas y desventajas de ser un ansioso social

El ser humano por naturaleza es social, esto significa que tiene que estar en constante interacción
con otros seres humanos para complementarse. Pero entre toda la población mundial, se
encuentra un grupo de personas que; solo con pensar en estas interacciones, puede sufrir de
ataques de pánico y ansiedad entre otros síntomas como sudoración, aceleración del pulso,
enrojecimiento del rostro, temblores entre las señales más comunes. Este grupo de personas
sufren de ansiedad o fobia social.

No es sencilla de identificar ya que es confundida con la timidez, pero a diferencia de ésta, el

trastorno de ansiedad social involucra la sensación de vomitar, rigidez en las extremidades y el
no poder pronunciar palabra alguna ante una situación social como una fiesta, una reunión de
trabajo, incluso en lugares públicos con mucha gente. Este tipo de situaciones causa estrés al
poseedor del trastorno, afectándolo de forma física y emocional.

Entre las desventajas de la fobia, está el conjunto de emociones y pensamientos que el individuo
tiene en una fracción de segundo solo con que una persona lo salude, pregunte por la hora o su
ubicación actual. El poco desarrollo de las habilidades sociales, influye en el desarrollo del
trastorno del cual aún se desconoce su origen. Esto lleva a la persona a pasar sola durante largos
períodos de tiempo. La mayoría con mentes ociosas que no dejan de pensar en lo que podrían
hacer cuando un extraño les habla sin entrar en pánico o el deseo de desaparecer del lugar. Los
grupos de apoyo, la psicoterapia, consumo de medicamentos para el control de la ansiedad
apoyan a en muchos casos, pero no en su totalidad. El sujeto experimenta dudas existenciales
que pueden provocar depresión y el consumo de pastillas antidepresivas y en casos extremos
hasta el suicidio.

Pero, no todo tiene que ser tragedia en las vidas de estas personas. Parte de ellos se sienten
cómodos con el trastorno, ya sea porque han aprendido a manejar con la ansiedad o simplemente
el no tener interacción social no es significativo en su desarrollo personal. Como ejemplo de esto
es la cantante británica Adele. En sus inicios como cantante, sufría de pánico escénico y ansiedad
al presentarse ante el público, que la llevó a un periodo de depresión y bloqueo artístico. Junto
con la ayuda de sus familiares y los pocos amigos que tenía, logró salir a delante y manejar los
síntomas físicos de la fobia, hoy en día es una de las cantantes reconocidas internacionalmente
con la mayor cifra de recaudación en sus conciertos. Los individuos con este trastorno tienden a
desarrollar mejor sus habilidades artísticas. Y la característica más ventajosa de este trastorno;
por muy cliché que parezca, es el conocer a otras personas que lidien con la fobia, ya que entre
dos personas que saben por lo que pasa cada una día a día en su entorno escolar o laboral, se
llega a crear vínculos amistosos y cariñosos en donde el apoyo mutuo juega un papel esencial en
el proceso de superación de sus poco desarrolladas capacidades sociales.

La ansiedad social tiende a desarrollarse en la adolescencia, donde los efectos de esta pueden
llegar a definir el carácter del individuo cuando este llegue a una edad madura. En el momento
en el que la fobia se diagnostica, debe ser tratada para que esta no tenga efectos negativos en la
vida emocional de la persona. Pero no podemos descartar que, aunque los extrovertidos dominan
el mundo, los introvertidos crean mundos.