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NIVELES DE MONTAJE EN EL CINE DOCUMENTAL

Por Ernesto Ardito

Tras esta introducción nos integraremos aún mas al universo del montaje de no-ficción
presentando 3 piezas que considero claves para el documental de autor: La idea o
concepto, la emoción y la información. Estos tres niveles de montaje deben interactuar
entre ellos, retroalimentarse y arrojar un discurso complejo pero efectivo. Por separado
son un llano mediocre para la argumentación visual. Pero juntos le dan a la escena las
coordenadas adecuadas para intentar llegar en lo profundo del espíritu y la mente del
espectador. Sacudir así a estos dos elementos biológicos, de tal modo que también
interactuen entre si, dando como resultado un impacto documental que sea realmente
movilizador.

1-En la línea de la información tenemos lo que respecta al plano del "que es lo que
sucede, cuando, donde, como y quizás porque". Pero este último, "el porque pasa todo lo
que vemos", se recomienda que lo procese el espectador, como estrategia más efectiva.
Un espectador inteligente, al que le atribuimos un rol pasivo, siente que le mienten.
Nuestro homo videns, precisa activar su propia conclusión para dar verosimilitud al relato.
Y en esto el montaje debe desarrollar interesantes, maduras y vanguardistas estrategias.
Por otra parte si deseamos que la conclusión la elabore nuestro espectador, debemos
evitar cualquier error de decir mas de lo necesario, y así caer en el verticalismo
discursivo.
Sabemos que la objetividad no existe, pero un tratamiento discursivo válido es que el
espectador se pueda aproximar a todas las subjetividades y puntos de vista sobre el
conflicto principal del film, para luego elaborar su propio punto de vista. Esto es un
discurso democrático, en donde personajes, autor y espectador participan en la
elaboración del concepto. EN otros tiempos el espectador era más ingenuo al relato de los
recursos audiovisuales. En cambio hoy, dado el consumo constante del mismo, ya no. Así
es que desarrolla un rechazo absoluto a todo aquel que quiere imponer una idea o
ideología dándola procesada didácticamente.

Pero este efecto se puede aislar de la coyuntura temporal y de los componentes políticos.
Por ejemplo, no es lo mismo el marxismo desde Eisenstein, que desde un panfleto
partidario sobre el capitalismo producido por el Partido Comunista. SI bien los dos pueden
haber estado producidos en el mismo momento bajo el mismo eje partidario e ideológico,
el montaje cinematográfico aplicado por Einsestein en las escaleras de Odessa, provoca
que desde el drama, el concepto político sea asimilado sólidamente por la mayor parte de
los espectadores que lo observan. Pero si a continuación, le proyectamos un film de
propaganda con un locutor en off, agresivo y prepotente que le expone su visión sobre las
atrocidades del capitalismo, sin dar respiro a la propia interpretación de la audiencia,
finalizando con una arenga. Esta obviamente, lo termina rechazando. Salvo que tengan
afinidad partidaria y se aplaudan entre ellos mismos.

Lamentablemente Hollywood lo entendió muy bien, y se robó de la vanguardia rusa el


modelo comunicacional de Eisenstein, aplicándolo para el desarrollo de su industria
cinematográfica, pero para dar vida a la ideología dominante. Los documentales que
produjo USA para instalar el Plan Marshall en Europa, son el mejor ejemplo de esto, y a
mi juicio, el comienzo de todo. EL modo de montaje de ideas allí utilizado, fue un
experimento tan efectivo, que hasta el día de hoy se continua aplicando y funciona.
Se tratan de 23 cortometrajes documentales producidos e impulsados por la
Administración del Plan Marshall entre 1948 y 1953, para "educar" a la desvastada
Europa en las bondades de la libertad, el consumo, la producción y el libre mercado.
Estos muestran una Europa que renace de la destrucción. Con el plan gestado en 1947
por los Estados Unidos se pretendía propagar la idea de una Europa libre y democrática,
adherida al modelo norteamericano de consumo masivo.

2- Así vamos al otro nivel, el del concepto. Las aplicaciones técnicas y artísticas en el
montaje para desarrollar una idea o concepto se lo llama Montaje Ideológico.
El mismo esta conformado por la yuxtaposición de 2 imágenes que no necesariamente
tienen vinculación directa por continuidad de acción o de espacio tiempo entre sí, pero
que juntas provocan un concepto o una idea. El montaje por sucesión de hechos en una
escena, es reemplazado por el montaje por sucesión de ideas, en una integración
orgánica hacia la idea general del film, ya sea su tesis o su hipótesis.
Así como tenemos un tema general, también tenemos varios subtemas dentro de la
estructura narrativa, los cuales se integran dramáticamente al gran tema del film. En este
sentido el montaje ideológico participa en la estructura de la misma forma, aportando
ideas centrales y/o secundarias. Primarias y/o complejas. Desde el conflicto interno de los
personajes, de su conflicto con el entorno, o con los que lo rodean. O como descripción
subjetiva del contexto en que están operando los conflictos de los personajes.
El sentido es poder integrar el montaje ideológico al montaje informativo o narrativo (aquel
que hace avanzar el relato) , y a su vez estos estar influenciados por un montaje de corte
emotivo para potenciar las ideas y la comprensión con las emociones. En este sentido.
Tendremos dentro de una misma escena varios niveles de narración, siendo que el
público no necesariamente los tiene que reconocer. Su utilización sutil y armoniosa al
relato, hará que estas formas pasen lo más desapercibida posible; y el espectador se deje
llevar por las ideas y el drama en forma mucho más atenta, apasionada y reflexiva. Si una
sobresale demasiado, genera un ruido narrativo que atenta contra la optimización
receptiva buscada, a través de las formas expresivas. Las proporciones de esta receta sin
particulares a cada relato y estilo.
Ya Eisenstein entendía que la utilización sola del montaje de ideas hacia tedioso el
seguimiento dramático del film. Ya que todo se abstraía a la yuxtaposición generadora de
conceptos y no avanzaba la historia propiamente dicha. En este sentido, puede ser a
veces el vicio de algunos documentales de corte político, no tener en cuenta el interés del
espectador hacia el relato como lo tenía eisenstein. Pero encuentro en el trabajo
interactivo de estos niveles: idea-información-emoción; una solución posible y desafiante.
Muchas veces el montaje ideológico está muy concentrado en conceptos que son
entendidos solamente en determinado contexto, es decir, por un grupo o comunidad, por
un sector social; o en un contexto temporal determinado.
Así como recomiendo la utilización de niveles, también analizar la complejidad del
concepto en función del público adonde se desea llegar es fundamental. Si buscamos la
masividad de la recepción, debemos tomar ciertas precauciones para la exposición
conceptual, y así evitar la marginación del film a elites que lejanas están de operar en el
mundo cotidiano y transformarlo. Esto no significa bajar el nivel educativo o ideológico,
sino sumergirlo en el magma de valores universales, con la posibilidad de ser
comprendidos en todo territorio, en toda época.

3- El montaje de emociones.
Hace 5 años la película Raymundo, que codirigí junto a Virna Molina, fue el film de
apertura del seminario anual Robert Flaherty en el Estado de New York. Luego de la
proyección se dio una discusión muy seria. Y uno de los participantes criticaba el film,
argumentando que no podía entender como un film marxista, que debería contener
formas apropiadas a estas ideas, como la sobriedad y neutralidad discursiva, estaba
totalmente cargado de emociones. Siendo que ese es el lenguaje de Hollywood y de la
industria. Y Virna para el festejo de muchos responde -Pero desde cuando Hollywood es
el propietario de nuestras emociones? En Latinoamérica, el marxismo, sin restarle su
carácter científico, lo vivimos de otra manera.

Las emociones son inherentes al ser humano, y un discurso las debe contener. Pero
sabemos que una idea que se apropia solo de lo emotivo para que el espectador la
asimile, la está utilizando como estrategia engañosa. La historia de la propaganda y la
publicidad ya nos apabulló de estos ejemplos: Fascismo-Religión- Consumo. Es una línea
muy delgada que se puede traspasar por un error de montaje y no por una falta de ética.
El ejemplo tabú es el llanto. ¿Cuándo se debe cortar y porque, a un personaje que se
emociona y llora ante cámaras?

Cuando el público es consciente de que se lo está utilizando emocionalmente, reacciona


con violencia y negación ante el film. Se siente, justificadamente, utilizado.

Entonces un montaje de emociones busca, desde sus recursos propios, predisponer y


generar una apertura sensible en el espectador para que asimile desde terrenos más
profundos e identitarios, lo informativo y conceptual. Cada plano que se agrega va
cargando este sentimiento hasta un clímax. Un hombre llega a su casa tras perder su
trabajo. Se sienta solo en una silla y mira para abajo. Su gesto es siempre el mismo. Pero
desde las miradas de su mujer y sus hijos, desde este silencio orgánico, incómodo y
desde objetos que nos muestren el carácter de sus urgencias económicas; generaremos
una atmósfera que emocionará al espectador. Esta situación es la que permite la
predisposición de la audiencia, para poder generar una idea demandante de solución ante
ese conflicto. Así, en complicidad, espectador y autor, la irán encontrando o madurando
a lo largo del film, o no.

Muchas veces se utiliza la música para potenciar sentimientos. Cuidado con esto, porque
podemos generar un resultado empalagoso que nos devuelve el rechazo y el efecto
contrario. Si filmamos la realidad, lo más conveniente es encontrar los elementos
expresivos en ella misma. Los sonidos, las músicas ambientes, etc. Pero en lo personal
no soy muy ortodoxo al respecto, suelo utilizar música, inclusive para ingresar al universo
psicológico de los personajes pero teniendo en cuenta esta frontera de saturación del
recurso, como peligro dado.

El conflicto del abuso de la emoción no solo está vinculado a la tristeza, sino también a la
euforia. Trabajar con la arenga de un dirigente, tratando de que el espectador absorba
desde su espectro sensitivo, intuitivo o instintivo; una posición política es engañarlo dado
que el documentalista debe utilizar todos los mecanismos de investigación por los cuales
logre hacer evolucionar o refutar su hipótesis, para devolver un análisis político más
complejo, con una observación reflexiva, y no ser solo un puente mediático para la
propaganda. El espectador sin reflexión o análisis político científico, es utilizado desde la
herramienta del montaje de emociones eufóricas o cooptadoras. Esto se traslada también
a los mecanismos de propaganda religiosos o a las publicidades del mercado de
consumo, como se mencionó anteriormente.

Existe en el mundo del documentalismo, mas precisamente en los documentalistas como


personas, cierto pudor a explorar en las emociones, pues es un lugar en donde el autor
queda totalmente expuesto, por lo que muchos evitan este nivel de lenguaje,
conteniéndose en lo seguro y "serio", lo informativo y conceptual. Nosotros hemos
hablado de las emociones como algo naturalizado en un relato documental, pero son muy
pocos los que la aplican. Error magnánimo de comunicación, ya que los sentimientos nos
atraviesan desde que tenemos nariz. No comprender esta subjetividad del espectador, es
no crear un discurso audiovisual pensando en potenciar la recepción del tema o
hipótesis.
Por esto las posiciones contrarias a la utilización de este nivel se justifican solamente en
el carácter negativo de la misma, en su consecuencia manipuladora. Pero esto sólo se da
cuando realmente se está buscando eso, cuando el autor carece de horizontes éticos de
honestidad con la audiencia. O simplemente cuando está mal utilizado y no se sabe
encuadrarlo en sus limites dentro del montaje, lléndose de las manos al realizador, y
superando o distorsionando el efecto que se espera causar en el espectador.

Así tenemos nuestras 3 claves: información-concepto y emoción. Pero es de la


combinación proporcional de estas tres en una escena, secuencia y estructura general del
film, que encontraremos los mejores resultados comunicacionales y expresivos. Por
separado corren mas peligro de fallar, pero juntas se retroalimentan y disparan los
resultados deseados. Las podemos idear en nuestras cabezas, pero cobraran vida en el
toma a toma del montaje.

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