CIUDADANOS ?
consiste en una serie de técnicas relacionadas entre sí con las que miembros de
un determinado grupo crean una imagen o una idea que favorece sus intereses
particulares.1 Entre estas tácticas destacan las falacias lógicas y la propaganda,
que a menudo implican la supresión de información o de otros puntos de vista a
través de su distorsión, induciendo a otras personas o grupos de personas a que
dejen de escuchar algunos argumentos o, simplemente, desviando su atención a
otra temática o a otro asunto. En Propaganda: The Formation of Men's Attitudes,
Jacques Ellul afirma que la opinión pública solo se puede expresar en canales de
televisión producidos por los medios de comunicación, sin los que no existiría la
propaganda.2 La manipulación de los medios de comunicación se usa en las
relaciones públicas, la propaganda, el marketing, etc, y aunque el objetivo que se
persigue es diferente en cada ámbito, las técnicas empleadas suelen ser muy
parecidas. Como se muestra a continuación, muchos de los métodos modernos de
manipulación de los medios de comunicación se centran en formas de distracción,
basadas en el supuesto de que el público tiene una capacidad de atención
reducida.
Analiza los mensajes ocultos que subyacen en una imagen, de qué manera aparece
disfrazada la información, qué objetos pretende y qué valoración tiene sobre la sociedad, el
hombre, la mujer, la moral, etc.; y en última instancia, el grado de sugerencia que posee
para cada individuo una misma imagen. Estamos, de alguna manera, contextualizando
dicha imagen.
La mente humana está preparada para dudar de lo que oye… pero no de lo que
ve
La imagen televisiva puede engañar con mayor facilidad que la palabra, manipular
con más sutileza, porque la mente humana está preparada para dudar de lo que
oye… pero no de lo que ve. Y porque la pérdida de capacidad de abstracción
dificulta la distinción entre verdad y falsedad. La pantalla ofrece al espectador una
engañosa sensación de que adquiere conocimiento del mundo sin esfuerzo,
recostado en su sofá. Y le impulsa a aceptar argumentos simples, con tal de que
le hagan sentir bien. Los mayores sinsentidos pueden convertirse en verdad
revelada una vez repetidos hasta la saciedad, acompañados de imágenes
sugestivas, impresionantes, si el público carece de una lógica que le permita
resistir semejante avalancha desinformativa.
Desde entonces, las películas no engañan porque todos saben que forman parte
de la ficción. Sin embargo, nadie advirtió al público de que los productos
televisivos son una verdad distorsionada, una parte muy sesgada y
descontextualizada de la realidad. Por ello, demasiados siguen creyendo
esa verdad televisiva a pies juntillas: «el mundo es aquello que sale en la
pequeña pantalla; y lo que no aparece no existe«.
Sin embargo, las imágenes son siempre signos de algo ajeno que incorporan diversos
códigos comunicativos, algunos muy específicos, como el código gráfico o el de relación
compositiva entre los elementos que forman la imagen. Para leer de forma comprensiva y
crítica las imágenes es necesario conocer estos códigos.
Los alumnos pueden leer comprensivamente no solo textos escritos sino también imágenes,
viñetas, fotografías.
Pensar en las imágenes, y en su lectura, implica también pensar en las personas que
observan dichas imágenes: los espectadores.
Se suele creer que la lectura de imágenes es directa, poco codificada y, por lo tanto,
automática para el espectador. Sin embargo, esto no es cierto. No existe ningún tipo de
lectura pasiva, y la lectura de imágenes no es una excepción a esta regla.
A todos los niveles, la lectura de imágenes exige que el espectador se involucre, que ayude
a completar el texto visual. Se puede afirmar entonces que todo lector de imágenes es, en
cierta medida, coautor del texto visual que lee.
En cada ejercicio de lectura es necesario que el cerebro del espectador aporte inferencias y
pensamientos que están condicionados por su entorno cultural, su bagaje intelectual, su
historia personal y sus afectos.
La lectura de imágenes es una actividad muy interesante para practicar con chicos no
alfabetizados o que están transitando las primeras etapas de la lecto-escritura. Síntesis
armónica de dibujo y color, favorecen el vuelo imaginativo y alientan el potencial lector
para crear y vivenciar situaciones de diversa índole.
Funciones
Se destacan:
Los dibujos son infantiles, los rostros tienen rasgos armónicos, dulces, tranquilos.
Los colores son contrastantes pero predominan los pasteles. El uso del color es muy
importante en las ilustraciones infantiles; son aconsejables los colores vivos pero
que la imagen no esté saturada de color. Los colores pueden modificar el estado de
ánimo; algunos colores excitan, otros alegran y algunos entristecen
SI LA TV Y LAS EMPRESAS PUBLICITARIAS PROMOVIERAN SABERES
TENDRIAMOS CIUDADANOS MEJORES
Dentro de cada organización existen elementos propios que proyectan una buena o mala
imagen, estos son:
1.
2. La Conducta, debe guiarse por normas y objetivos que persiga la empresa para
lograr la aceptación de la sociedad y esta debe ser, al mismo tiempo, clara y
responsable para obtener la confianza del público y prestigio de una comunidad.
3. La Credibilidad, ante una comunidad, debe regirse por normas provenientes de la
alta gerencia y junto con el departamento de relaciones públicas alcanzar la imagen
positiva que se desea.
4. Informar, con veracidad, objetividad y claridad los hechos, ya que la información
confusa o incompleta distorsiona el mensaje y se puede perder la confianza del
publico, lo que no es conveniente. La Comunicación, debe ser directa, oportuna y
precisa, indistintamente del medio que se utilice para transmitirla. Cuando la
información es retenida pierde importancia y en consecuencia credibilidad y
eficacia.
5. Los Públicos, internos y externos. La organización debe satisfacer en primer lugar al
interno, para que le sirva de imagen frente al externo, ya que el público interno
difunde con mayor rapidez y eficacia la imagen de la organización ya que goza de
gran credibilidad ante el público externo.
6. Las Políticas, son las normas o pautas propias de la organización; no deben ser
rígidas, ni estáticas, al contrario, deben ir evolucionando con el desarrollo diario de
la organización. Las políticas son los principios que norman la conducta de las
organizaciones. El éxito de las relaciones públicas depende de las políticas de la
organización ya que son el basamento para las programaciones. Es necesario
establecer las políticas con bases flexibles para que se les pueda hacer revisiones
periódicas e introducir correctivos y perfeccionamiento si es necesario.