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Los 20 Dulces Mexicanos Más Populares

Por: Alcides González


Fuente: https://tipsparatuviaje.com/dulces-mexicanos/

Te invitamos a acompañarnos por el paseo más delicioso que te puedas


imaginar. Uno para conocer los 20 dulces mexicanos más apetecidos.
1. Palanquetas

Las conocidas palanquetas son muy fáciles de preparar. Se hace un caramelo


espeso a base de azúcar, piloncillo o miel de abejas. Se agregan cacahuates y
luego la mezcla se coloca sobre un papel con una película de mantequilla o
de grasa vegetal. Una vez que se ha reposado y endurecido, se cortan las
palanquetas al tamaño deseado. También pueden prepararse con semillas de
calabaza. Las palanquetas son barras energéticas con todo el sabor
tradicional mexicano.
2. Glorias

Existe la certeza de que este dulce leonés a base de leche quemada fue
inventado por Doña Natalia Medina Núñez en los años 1930 en la localidad
de Linares. De lo que no existe seguridad es de dónde proviene el nombre.
Una versión señala que salió de la expresión «sabe a gloria» y otra que Gloria
es el nombre de una nieta de la señora Medina. De cualquier forma, son
exquisitas y nunca faltan en los mercados y en las dulcerías mexicanas.
Aunque pueden hacerse con leche de vaca, la receta original es con leche de
cabra.
3. Ate

Este dulce michoacano fue llevado a México por los frailes franciscanos en la
época del virreinato. Se prepara con la pulpa de un fruto cocido, como
membrillo, guayaba, o pera, la cual es vuelta a cocinar directamente con
azúcar y agua en una cacerola de cobre. Cuando la mezcla empieza a
desprender su delicioso aroma y alcanza la textura deseada ya está lista para
licuar y colocar en moldes. El Ate de Morelia tiene denominación de origen
en la capital michoacana. También se hacen con mango, calabaza, zapote,
manzana, tejocote y otras frutas.
4. Muéganos

Se cree que fueron preparados por primera vez en 1905 en San Martín
Texmelucan, Puebla, aunque Huamantla, Tlaxcala, también se atribuye la
paternidad de los muéganos. Se mezcla harina de trigo con agua, manteca y
anís hasta formar una masa uniforme. Se forman bolitas, cubitos o
rectangulitos, los cuales se hornean hasta cocinarlos. Se prepara una miel con
agua, piloncillo y canela, con la que se bañan los muéganos. Los que son de
forma plana pueden ser recubiertos con trozos de obleas.
5. Cocada

Es el dulce más popular de las costas de México y del Caribe, donde crecen
abundantes los cocoteros. Se extrae la nuez del coco, dura pero todavía
fresca, se le retira la película marrón con un pelador y se ralla. A continuación
se prepara un caramelo con agua y azúcar y cuando alcanza el punto de
hebra se le agrega el coco rallado y se deja hervir unos minutos. Luego se
añade leche lentamente mientras se remueve y yemas de huevo disueltas en
un poco de leche fría, dejando al fuego unos minutos más. Se vierte la mezcla
en un platón y se cortan las porciones al tamaño deseado.
6. Alegrías

El amaranto, una planta de semillas comestibles, se cultiva abundantemente


en México desde la época prehispánica, cuando ya era alimento y elemento
ceremonial. El amaranto es la base de las deliciosas alegrías mexicanas. Se
prepara un caramelo con azúcar, miel y agua y cuando alcanza el punto de
hebra se añaden a la cacerola las semillas de amaranto tostadas. La mezcla es
colocada en unos moldes en forma de redonda y se prensan con círculos de
madera. Cuando se endurecen, se extraen y se dejan reposar. En el centro se
les pone un poco de miel y alguna nuez.
7. Cascaritas de naranja

Este dulce es típico de muchos pueblos mexicanos y surgió para no


desperdiciar las cáscaras de naranja. Para 3 naranjas, las cáscaras se cortan
en tiras, se dejan remojando por una noche, se cocinan en agua hirviendo por
media hora y se escurren. Se mezclan 2 tazas de azúcar con media taza de
miel de maíz y media taza de agua y se hace un almíbar en el que se cocinan
las cáscaras a fuego lento por 40 minutos. Finalmente se riega una taza de
azúcar sobre una superficie y se ponen las cáscaras hasta que queden bien
impregnadas
8. Frutas cristalizadas

Son elaboradas en todo México y constituyen la especialidad de Santa Cruz


Acalpixca, pueblo cercano a Xochimilco. La fruta entera o troceada se remoja
por lo menos un día en agua con cal viva y luego se le da un primer hervido.
Se vuelve a hervir en un almíbar de azúcar o de piloncillo y se deja secar al
aire libre para que endurezca. Se comen directamente y también se utilizan
como componente de otros postres. Se hacen de muchas frutas y de algunas
verduras, como higo, manzana, nopal, camote y calabaza.
9. Borrachitos

Su nombre proviene del agradable toque de licor que llevan y constituyen


una marca registrada de propiedad intelectual en México. Son dulces
envinados de harina, fruta y leche, muy cremosos interiormente y
espolvoreados con azúcar. Fueron hechos inicialmente en México por las
religiosas de Santa Rosa y Santa Clara y servían como obsequios para
agradecer a las personas que prestaban ayuda a los conventos. Entre las
frutas más utilizadas están la piña, el limón y la fresa.
10. Limones con coco

Para armar este exquisito dulce hay que elaborar sus dos componentes por
separado. Se prepara el coco de manera parecida al que se utiliza para la
cocada. La nuez de coco se ralla y se cocina a fuego lento con agua, azúcar y
leche. Los limones se abren sin separar las dos mitades y las cáscaras se
cristalizan según el procedimiento de las frutas cristalizadas. Finalmente se
rellena el limón con el dulce de coco rallado. Utilizando azúcar blanca para
los almíbares se alcanza el bonito contraste entre el blanco del coco y el
verde o amarillo del limón.
11. Obleas

Estas galletas grandes y finas son muy populares en México, Colombia y otros
países latinoamericanos. Miden unos 20 centímetros de diámetro y su grosor
es de aproximadamente un milímetro. Sobre la fina lámina redonda de harina
de trigo se coloca una delgada capa de dulce (miel, dulce de leche, piloncillo)
y se dobla para comer. En Colombia son muy comunes las de arequipe.
Pueden alcanzar vistosos colores empleando un colorante artificial o natural.
12. Macarrones

Suena como si fuera una pasta italiana pero es un delicioso dulce mexicano.
Es un sencillo dulce de leche azucarada cuya apariencia recuerda al
macarrón. Para un litro de leche, se pone a hervir ésta con 900 gramos de
azúcar y una raja de canela. Cuando la cocción permita ver el fondo de la
cacerola al remover, se retira del fuego y se bate hasta formar una pasta. La
pasta se vierte con una manga de pastelería sobre una tabla espolvoreada de
azúcar y finalmente se cortan los «macarrones» al tamaño deseado.
13. Dulce de tamarindo

El tamarindo es una fruta tropical con una pulpa sumamente ácida, muy
utilizada como ingrediente en la cocina hindú. En México es muy popular el
agua de tamarindo, así como el dulce. Simplemente, la pulpa del tamarindo
es endulzada al gusto. Por supuesto que los mexicanos también tienen sus
versiones picantes con chile en polvo y otros ingredientes. Se vende en
pequeñas esferas, bolsitas, casuelitas, vasitos plásticos y otras
presentaciones.
14. Rollos de guayaba

Este dulce es originario de Guanajuato y también recibe el nombre de


guayabate. La pulpa de la guayaba es puesta a cocer en un poco de agua y
tras reposar se tritura con la mano o con una herramienta manual hasta
uniformar. La pasta se vuelve a llevar al fuego con azúcar y agua y cuando
vuelve a alcanzar la consistencia pastosa se deja enfriar. Se vierte sobre una
tabla espolvoreada con azúcar y se riega hasta formar una capa de un
centímetro de espesor. Tras secarse, se añade más azúcar y se enrolla.
15. Jamoncillo

Este rico dulce de leche con semillas es originario de Axochiapan, Morelos,


aunque se ha popularizado en casi todo México. Usualmente se utilizan
semillas de calabaza, piñones o nueces. Para una preparación que parta de
un litro de leche, se calienta ésta en una cacerola de cobre hasta hervor. Se
añaden 2,5 tazas de azúcar y se cocina a fuego lento hasta que se vea el
fondo de la cacerola. Se bate vigorosamente y si se desea, se añade un
colorante. Se coloca la mezcla en los moldes de la forma deseada, se ponen
las semillas y se compacta con las manos.
16. Dulce de camote

El camote, tubérculo de sabor ligeramente dulce, forma parte de la


gastronomía mexicana desde hace 8 milenios. Se cree que el dulce de camote
es originario del territorio del actual estado de Puebla. Se lavan los camotes y
se le quita la cáscara, aunque mucha gente prefiere dejársela. Se trocean al
gusto y se ponen a cocinar a fuego lento con agua, jugo de naranja, piloncillo
rallado, cáscara de limón y una raja de canela. Cuando se ablandan y se secan
lo suficiente manteniendo su almíbar ya están listos.
17. Tortitas de Santa Clara

Las religiosas españolas de la colonia, insignes dulceras, tenían que


arreglárselas en Hispanoamérica con los ingredientes del entorno. Las monjas
de Santa Clara inventaron en Puebla el dulce de pepitas de calabaza y luego
lo combinaron con una galleta para crear sus tradicionales tortitas. La galleta
de harina de trigo se rellena o se recubre con un dulce espeso preparado con
semillas de calabaza molidas, azúcar, agua y leche.
18. Dulce de papaya con queso

El dulce de papaya es muy popular en Latinoamérica. La papaya tierna se


pela, se le retiran las pepitas, se trocea y se pone a remojar por medio día en
agua de cal o de bicarbonato de soda. Se lava varias veces hasta quitar la cal
o el bicarbonato y se prepara un almíbar espeso con agua y azúcar. Los trozos
de papaya se cocinan a fuego lento hasta que se ablanden y hasta que el
caramelo alcance la textura deseada. Se sirven en raciones bañaditas en
almíbar y se comen con queso.
19. Alfajor de coco

El más conocido tiene un agradable color blanco y rosa. Se licúan 4 tazas de


coco rallado con una taza de leche evaporada. Se coloca una taza de azúcar
blanca en una cacerola y se vierte la mezcla anterior cocinando a fuego lento
y removiendo hasta que se vea el fondo de la olla. Se separa una parte, que
se tiñe con un colorante rosa. Finalmente se hace en capas superpuestas de
distinto color.
20. Cajeta de Celaya

La cajeta es una de las celayenses más conocidas. Es un dulce a base de leche


de cabra y azúcar morena o piloncillo, que recibió ese nombre por las cajas
de madera en que se guardaba y para diferenciarlo del dulce de leche de vaca
tradicional. Se ha hecho tan conocido, que las versiones industriales llevan
una porción de leche de vaca, que es más barata. Si quieres una cajeta
auténtica come una de elaboración artesanal, preferentemente de Celaya.

Lamentamos que este dulce paseo haya terminado ¡Esperamos que los hayas
disfrutado!
Fuente: https://tipsparatuviaje.com/dulces-mexicanos/

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