“La naturaleza de la libertad es determinarse a sí misma” –Paul Tillich.

Esto es, que no puede ser

determinada como algo en específico, sino que se determina a sí misma dependiendo de lo que
quiera la persona que sea.

Los demás valores derivan su valiosidad de ser libres, están en dependencia con la libertad. La
libertad es más que el valor mismo: es la base o la capacidad para el valor.

Cualesquiera valores que el cliente desarrolle, habrán de basarse sobre su experiencia de

autonomía, poder y posibilidades personales.

“En el acto de elegir, en la original espontaneidad de mi libertad, me reconozco por primera vez a
mí mismo en mi verdadera mismidad” –Karl Jaspers. “Ser libre significa ser uno mismo.”

La posibilidad de cambiar incluye también la posibilidad de quedarse uno como está, pero en todo
caso la persona se ha hecho diferente por el hecho de asumir o rechazar el cambio.

La libertad es una paradoja: Capricho es la libertad sin destino, sin los límites, tan esenciales para la
auténtica libertad.

El ser entero del hombre es el que es libre, no una parte de él.

Libertad es posibilidad.

La libertad personal garantiza la capacidad de sostener diferentes posibilidades reflexivamente en

la mente, incluso aunque por el momento no se vea claro en qué sentido tiene uno que moverse.

La libertad implica siempre “posibilidades”.