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)rdenar los territorios: perspectivas críticas desde América Latina/ Alice Beuf & Parrld,1 Rl11 .

ón Avella­

neda (compiladoras). -- Bogotá: Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Sociales, Ediciones

Unian d e s : Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas, Facultad de Artes: IFEA, Contenido
2017.

568 páginas; 17 x 23 cm. - (Tándem)

ISBN 978-958-774-463-7 (versión impresa)

I . Ordenamiento territorial - América Latina l. Beuf, Alice, 1979- Il. Rincón Avellaneda, Maria Patricia,

1955- III. Universidad de los Andes (Colombia). Facultad de Ciencias Sociales IV. Universidad Nacional

de Colombia (Bogotá). Facultad de Ciencias Humanas V. Universidad Nacional de Colombia (Bogotá).

Facultad de Artes VI. Instituto Francés de Estudios A ndinos

CDD 307.14 SBUA

Primera edición: abril del 2017 Instituto Francés de Estudios Andinos

UMIFRE 17, MAEDI/CNRS-USR3337

© Alice Beuf y Patricia Rincón Avellaneda América Latina


XIII INTRODUCCIÓN

(compiladoras) Jirón Batalla deJunín 314, Lima 04, Perú


Alice Beufy Patricia Rincón Avellaneda
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Facultad de Ciencias Sociales

© Universidad Nacional de Colombia, Facultad Alice Beufy Patricia Rincón Avellaneda


de Ciencias Humanas, Facultad de Artes ISBN: 978-958-774-463-7

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PARTE I

PLURALIDAD DE C O N C E P C I O N E S Y U S O S DE L O S TERRITORIOS
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Calle 19 n,? 3 - 10 , oficina 1401 Revisión de pruebas: Tartana Grosch Obregón

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Teléfono: 3394949, ext, 2133 Diagramación interior: Fernanda N ú ñ e z Espinosa El concepto de territorio: de las ambigüedades semánticas

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a las tensiones sociales y políticas
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Edirorial Kimpres s. A. s. Alice Beuf


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Uso del territorio y del lugar: poder del ordenamiento
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Bogotá, D. C. , Colombia Impreso en Colombia - Printed in Colombia y contra-racionalidades

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3
de mayo de 1964.

Reconocimiento de personería jurídica: Resolución 28


'"
Territorio(s), modernidad y geografía de la dominación:
Universidad Nacional de Colombia
del 23 de febrero de 1949, Minjusricia.
.cruro E ditorial , Facultad de Ciencias Humanas
u n a mirada poscolonial
Acreditación institucional de alta calidad, l O allos:
i u dad Universitaria, Edificio de Sociología
Resolución 582 del 9 de enero del 2015, Mineducación.
l loracio Machado Aráoz
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ww w .h uman a s.u n al.edu.co / c e ntroeditoria l Creación de la Universidad Nacional de olombla: ' I e r r i r o r i o s y culturas: la política de territorialización
Ley 66 de 1867
11 1 d { g ·na en la ierra Nevada de Santa Marta
Acreditación instltu lon•I de alta calidad: R«oludón
entro de Divu l g a ci ón y Medios,
Ministcrlal 251 del 9 de abril del 2 0 1 0
Facult ad de A rt e s M,11g,1rit11 Serje
Régimen organlco de I Unlv o,ld•d Na fuua!
Av. Diagonal OA Bis No. 15- 8 asa 5
de olomhla, 1) 11.-111 i l l O d 1991
llo11od, 1 . .. olomblu lt{ ni.1<lro I

Tri fono: 1165000 Jl r, 9 �


"- w � 1 l n r 1 1 1 0 1t C 1 1 1 11 1 1t \l t 1 M 1 1 1 t 1 " 11,N11houC 1 \1 .t J I
I h l 1 1 1 . ' l l.l .d 1 · 1 1 l t o 1 lo: r ·pr ·, ·111.1 1611 • impos] i n del kp.,f� miu ro"

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1111
Ltttun« / /1 � 11/ /1 f,,/i/1111,11/11
YIII

IX


lh-,uadro 2

11
y
1 ,1\ l<>M,1.s las playas de Colombia: un territorio desconocido
"' La carretera B e lén-B rasi l ia y la o cup a c i ón del territorio
en el orJcnamiento territorial

en el s u deste de la A ma z o ní a Legal del Brasil


( :,rlos Armando Cbduez Cerón

Eliseu Pereira de Brito


l'ARTE II

l'I
12
e UN M O D E L O DE ORDENAMIENTO?

El papel territo r ial de las infraestructuras de trans p orte :

5
el caso de la d ob l e calzada en Tunja

Etapas y sentidos del ordenamiento territorial colombiano


Sonia Esperanza Diaz Mdrquez

fabio Zambrano Pantoja

111 13
1 0 1
6
Los grandes proyectos de infraestructura

Ordenamiento del territorio: entre política de. Estado


y s u s efectos en t é rmi n o s de equidad so c ioes p a c ia l

y planes de gobierno
Floridea Di Ciommo

Rodo!fo Espinosa López

I I Recuadro 5

7
Zonas francas: el caso de Mosquera

Efectos del modelo agrario sobre las condiciones alimentarias Luis Antonio Gutiérrez Clauijo

de Colombia

• 7 Re cu a dr o 6
Darío Fajardo

Los dilemas de la integración física en Suramérica:


l , f l 8
de la iniciativa regional URSA al proyecto San Francisco-Mocea

Extractivismo y (des )ordenamiento territorial


Anne-Lucie ]arrier

Horacio Machado Aráoz

1N, PARTE IV
Recuadro 3

LAS POLÍTICAS DE TIERRAS EN LA PERSPECTIVA


Palmicultura en la región del Ariari
D E L ORDENAMIENTO T E R R I T O R I A L
Dnrio Fajardo

14
1 7 1 Recuadro4
'"'
Las tierr as, su concentración y el ordenamiento territorial

Herramientas para la erradicación de los cultivos de coca


Alic« Beuf
Carlos julio Neisa Gonzdlez

.,
15
17y PARTE 111

T i t u l a c i ó n de la propiedad en el P er ú: efectos sociales y territoriales

T E R R I T O R I O S Y PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA
/11/u1 Calderón Cockburn

9
\ I \ 16

Los pr o y ecto s de in f raestr uc t ura y su relación


R d o 1 m.i ru r a l par a la paz
co n 1.:I o r d e n a m i e n t o territor ial
l/r¡,111tlm Reyes
Patri, ia Rincón Avellaneda

17
1,¡ 1 ()

I
h 1 1 m.rliz.u i ó » de t i e r r a s o g a ra n da del dere ch o al t e r r i t o r i o ? :
l n fr . 1 l ' \ l l ' 1 1 l t111,1� p.1r.1 un '\P:t io ro r o

1 1 1 , g m y 1b.1fím d · l.\ pol íri a de r .stitución de ti erras

./ri,,' l.1111 (,'1J111r 01d1J11r · y ( 'r/1,1 M,111/11t l !11/,1��0


,\11 1111 < 1111111,u/11 l>t'��,u/11
18

Dinámicas de mercado de tierras en América Latina y el Caribe: Recuadro 9

concentración y exrranjerización
Proyecto hidroeléctrico El Quimbo: conflicto socioambiental

Adoniram Sanches
juan Carlos Garzón Camucha

353 Recuadro7
Recuadro 10

Zonas de reserva campesina: ¿propuesta viable de ordenamiento "Ninguna decisión sobre nosotros, sin nosotros":

territorial y de desarrollo rural? Análisis a partir del caso la Mesa Ambiental de Cerros Orientales . . .

de la zona de reserva campesina del Valle Cimitarra Ordenando el territorio desde abajo

Mathilde Allain
Marco AureLio Pedraza

357 Recuadro 8
473 REFERENCIAS

Monees de María: hacia la restitución de tierras


Í N D I C E TEMÁTICO
Nelsy Liliana Rodríguez

S17 S O B R E LOS AUTORES


361 PARTE V

LA PARTICIPACIÓN EN EL ORDENAMIENTO

TERRITORIAL: e CONCERTACIÓN O C O N F L I C T O S ?

363 19

Perspectivas teóricas en torno a la participación

y la emancipación en el ordenamiento territorial

Isabel Duque Franco

383 20

La gran minería en Colombia: el boom de los conflictos

socioambienrales

Tatiana Rodríguez Maldonado

407 21

Participación en el nuevo marco de organización territorial

en Ecuador

Santiago Ortiz

411 22

Modelos de gobernanza ambiental local participativa en Nicaragua:

un estudio empírico acerca de la Comisión Ambiental Municipal

de El Cuá

Sandrine Fréguin-Gresh, Frédéric Huybrechs y Francisco J Pérez

Hi 23

Conflicto armado, desplazamiento forzado y producción

de territorialidades de "resistencia" en las comunidades locale

del Urabá y del Bajo Atraco

,fo•/fi11 Rolfand
1

EL CONCEPTO DE TERRITORIO:

DE LAS AMBIGÜEDADES SEMÁNTICAS A LAS

TENSIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

Alice Beuf
5

en los movimientos sociales y en las políticas públicas, llevaría a la reducción de

su carga semántica? De hecho, existe una gran demanda social para esclarecer

el concepto, que se ha manifestado en numerosas publicaciones que intentan

realizar, con diversos enfoques, un balance de los usos de la noción de territorio

(B enedet t i , 2011; Córdoba, 2 0 1 2 ; Delanay, 2005; Di M é o , 2001; E lden , 2010;

Giraut, 2 0 0 8 ; Debarbieux, 2003; Le Berre, 1992; Lévy, 2003; Paasi, 2 0 0 3 ; Faure,

2006; Vanier, 2009). El presente capítulo debe mucho a estos textos.

Esta dificultad se presenta sobre todo en los idiomas romances: español,

Para los políticos, el territorio significa la población y los recursos portugués, francés e italiano. En inglés, territory es una palabra no tan común que

de la misma, y de vez en cuando también el punto de honor de las sigue refiriéndose de manera más unívoca a la acepción más antigua de territorio,

reivindicaciones irredentistas. Para los militares, el territorio corresponde la del latín territorium: un espacio político-administrativo identificado por límites

a las características topográficas que condicionan consideraciones tdcticas o fronteras, dominado y gestionado por una entidad que tiene su legitimidad de

ese mismo control, bien sea un Estado nacional, o un ente territorial de nivel local,
Y estratégicas, así como la distancia o el espacio con los cuales hay

que jugar, y de vez en cuando también los recursos en términos de como los m unicipios . En este idioma, la noción de place ha predominado para

los suministros locales. Para eljurista, el territorio es jurisdicción y referirse a los aspectos socioculturales y la de region se usa preferiblemente para tratar

delimitación. Para el especialista en derecho internacional, es tanto un las dimensiones económicas, amb ien t al es o políticas de los fenómenos espaciales.

atributo como la extensión espacial de la soberanía. Para el geógrafo, es En cam bio, en los idiomas romances, el término territorio se ha vuelto clave para

una porción de espacio encerrada dentro de unos límites, una ubicación y ab or d ar diversas facetas del espacio social. La generalización del uso de ese concepto

unas características internas que deben ser descritos y explicados. es cal que puede ser empleado en ciertos contextos como un sinó ni mo estricto de

espacio -algunos autores pasan de un concepto al otro sin mayor justificación

Para el especialista en geografla política -como yo-, el territorio aparece r e ó r i ca - , de lugar o de "lo local". Este último caso es muy frecuente en economía y

como una noción material y espacial que establece relaciones esenciales ci e n cia política donde "a diferencia de 'espacio', connotado de manera tecnocrática,

entre la política, la gente y el medio ambiente. Bajo un enfoque el término 'territorio' designa un espacio con historia e identidad, lo que puede

puramente analítico, la noción de territorio se estaría disolviendo en una constituir un recurso para el desarrollo local" (Lévy, 2003, p. 907). Así, las "políticas

multitud de conceptos tales como la localización, los recursos naturales, territoriales" aluden a menudo a políticas que se deben implementar a escala local,

las densidades de población, las pautas de los asentamientos, los modos de bien sea como resultantes de procesos de descentralización o como declinación

vida, etc. El aspecto importante del territorio como unidad local de políticas nacionales de corte sectorial. S in embargo, la mayoría de los

en la organización política del espacio, que define las relaciones entre la l icn tíficos sociales buscan mayor precisión en la definición del concepto de territorio.

comunidad y sus habitantes por una parte y entre la comunidad y sus En el origen de la difusión del té rmino territorio a p artir de los años

n o v en t a , p ode m os i denti fi car el giro espacial mencionado en la introducción de


vecinos por otra, ha sido muy poco explorado.

cvt c l i b r o y la revitalización del concepto de territorio en la geografía francófona


]EAN GüITMANN, The Significance ofTerritory, 1973
1,
1·11 los a ñ os oc h e n t a . Des pué s de la obra p ionera de J ean G ot t mann (1973)

Un concepto polisémico

La polisemia y la difusión ahora generalizada del concepto de territorio

),-.111 C c u 1 m , rn n es u n geógrafo francés que huyó del nazismo poco anees de la Segunda
pueden g�nerar suspicacias relativas a la relevancia del término y a su precisión
(,111·11.1 M1111di,tl p .11 .1 los f ü ta d o U n i d o s , d o n d e trabajó y p u b l i c ó la mayor parte de
p.ira rcí,·ri rsc a pro e os relacionados con el espacio geográfi o. En e nsc u ·n ia,
,11 ul11,1 rn 111gl ,. F,1uvo i 1 1 í l u c 1 1 l i , a l o por lm . q 1 0 1 1 c s Je l.1, geografías anglosajona y
1q�u111
{,ilH· p .ir.,{' ¿si la b a n a l i z a c i ó u del on cpro, en la i l l , H k m i . , pl'IO , i m b i (, n 11,111< 11fw1,, dc· lu t'prn .1
1 1
6

El postulado de este texto es que, lejos de disminuir la comprensión del


que resaltamos en el epígrafe, los trabajos de Claude Raffestin (influenciado

. u u cpto de territorio, la pluralidad de sus usos y significados, ahora expresa­


por el pensamiento espacial de Michel Foucault), Joel Bonnemaison, Jean­ 1

dm en muchos ámbitos más allá de la academia, devela una cierta necesidad


Paul Ferrier y Roger Brunet aportaron elementos para otorgar al territorio un

,1 l.is sociedades para caracterizar su geograficidad, su anclaje terrestre y el


significado que profundizara el concepto de espacio. Introdujeron las ideas de 1

t r a m a d o de relaciones sociales que de ello se desprende (Dardel, 1 9 5 2 ) . Por


apropiación del espacio por un grupo social y de imbricación de las construccio­ 111

In i . m r o , sigo a Marie-Vic Ozouf-Marignier que predice un futuro próspero


nes materiales y simbólicas del territorio. Desde la geografía política, Raffestin

1, noción de territorio. Ahora bien, es preciso aclarar los diferentes enfoques


muestra que "el territorio es un espacio informado por la semiosfera" ( 1 9 8 6 , 1 1

p. 1 7 7 ) , es decir, un espacio transformado en territorio por la manera como q • se construyen para abordar el territorio. Pero, sobre to��' se trata �� dar
11

ucnta de los diferentes intereses en juego a la hora de movilizar la n o c i ó n de


cada sociedad arregla un sistema espacial dotándolo de un significado social. 1

riiorio, que no son solamente intelectuales, sino también sociales y políticos.


Desde la geografía cultural, Bonnemaison afirma que "es a través del territorio 11,1

I m usos no-académicos de esta noción deben ser analizados para entender por
que se materializa la relación simbólica entre la cultura y el espacio" (1981,

p. 249). En esta primera generación de autores habría que sumar también 'I"" el concepto de territorio tiene una relevancia y una vigencia tan actuales.

a Roben Sack, quien define la territorialidad humana como "una estrategia

potente para controlar la gente y las cosas al controlar un área" ( 1 9 8 6 , p. 6). Territorio, apropiación e identidades

Entre las acepciones no conceptualizadas que asimilan el territorio al


Estos ejemplos dan una primera aproximación a la polisemia del concepto de

,·,p.icio y las que lo definen de manera jurídico-política a partir de la_ noción


territorio que estamos dilucidando.

dt· wberanía, existe un gradiente de usos según la manera como se entiende la


El enfoque constructivista es ahora dominante en el estudio del territorio

desde las ciencias sociales y políticas. A pesar del debate entre los que privilegian l u c rz a y la exclusividad de la apropiación ejercida sobre el espacio geográ��º·

l : efecto, la noción de apropiación está presente en la mayoría de las definicio­


la experiencia de los individuos según una perspectiva fenomenológica y los 11

lltº\ del territorio -el territorio como "espacio apropiado"-, pero el significado
que buscan identificar las estructuras sociales y espaciales en los procesos de

producción de los territorios, existe un consenso sobre el hecho de que no hay m i s m o de apropiación varía mucho.

La propiedad privada constituye una forma de apropiación políti-


ningún territorio dado. Se criticó fuertemente la idea de una "naturalidad del

1 económica de una porción de la superficie terrestre y está estrechamente


territorio", que proviene de la analogía con la territorialidad de los animales: 0

·1.icionada con la noción de poder y con los conflictos territoriales. Como lo


en ese sentido, la etología nos mostró que el territorio para los animales es el 11

m.mifiesta Stuart Elden ( 2 0 1 0 ) , el derecho de propiedad privada se aplica a


área que domina un individuo o un grupo, a partir del cual saca los recursos

1. t i e r r a (Land,foncier) en cuanto que constituye un recurso escaso que se dis-


para su sobrevivencia y reproducción y que defiende de la invasión de otros. En 1

1 1 ibuye entre agentes sociales con capitales económicos y políticos desiguales.


el pasado, algunos geógrafos desarrollaron posturas naturalizantes, pero se ha

( .itando a H enri Lefebvre, El den m uestra que el an á lisis del espacio social debe
demostrado con contundencia desde entonces la especificidad de la dimensión

más a l l á de las r elaciones de p ropiedad sobre la tierra para interesarse por


social en la construcción de los territorios. Para Marce! Roncayolo, por ejemplo: 11

lm p rocesos p roduc t ivos qu e i m p onen " una forma a la tierra y a la T ierra " , lo

que re q u i e r e un enfoque qu e no se quede en lo económico ( 2 0 1 0 , p. 8 � 6 ) . L a


queda por determinar si se puede establecer un continuum entre las espe­

noción d e a pr op i aci ó n a plicada al territorio es diferente de la q ue se maneja en el


cies, y también si se puede tratar de la misma manera todos los niveles de

·"º de la p ropiedad privada sobre la tierra (p or eso el ordenamiento territorial


la territorialidad, del espacio cercano a las construcciones políticas más 1

� • puede r educir a re gl a m e n tar los usos del suelo permitidos ) . l territorio


E
ambiciosas, y reducir los fenómenos sociales y colectivos, que sustentan 110

., \ qu • la tierra qu e un o posee : en tér m i n os escalares ( g eneral m ente el


la división del espacio y los sentimientos de pertenencia, bien sea a exi­ 1 111,

m i o t•, m ñ s grand· qu e el p re d i o , lo q ue e puede di scut i r , p or ej e m plo ,


gencias biológicas comunes a los seres vivos o a la psicología i n d i v i d u a l . 1 1 , 1111

,·1 d t , l \ O d · tt•riitorios c o l · uvos de i ·na. nmunidaclcs), p ro también


( 1 9 9 0 , p. 183) 1
íl

1
en 1 1 1 1 1 i n o s socia l e s y p ol í ticos , ya que todo t erritorio, incluso en el caso de
1 1 1 , espacios producidos, percibidos, vividos constituyen diferentes dimensio-
L,� terr i t orial i d ades individuales, es un espacio c omp a r t ido c olectivamente.
11<·, del espacio geográfico. En cambio, el territorio es algo más que el espacio
E l t err i torio i n v olucra d imensiones simbólicas e identirarias, a veces afectivas
f\1 ográfico. Según Di M é o :
y existenciales (el territorio es d e donde yo so y). Se define por práct i ca s y re­

presentaciones espaciales, individuales o c olectivas y, según la d e finici ó n de


el territorio se define como la expresión global de lo espacial, lo social y
terr i torio que uno acoja, por técnicas específicas de ge st ión.
lo vivido, como una temporalidad más o menos frágil, como el encuentro
Desde la geografía social, Guy Di Méo ( 2 0 0 1 ) i n t enta co n s t r u ir una de­
del significante y del significado, de lo material y lo inmaterial . . . El terri­
finición sin t é t ica, que recoja los principales enfoques mediante los cuales s e ha
torio podría constituir una suerte de categoría superior para la geografía
abordado el concepto de territorio. Muestra que el terr i tor i o está constitui d o
social y cultural. ( 2 0 0 1 , p. 275)
por varios element os :

• el espacio social, es d ecir, los lugares de la biosfera entrecruzados por las


Profundizando sus análisis, Di M é o aclara otra oposición conceptual,
relaciones sociales y espaciales;
., vaber, aquella entre territorialidad y territorio: si bien la territorialidad se
• el espacio vivido, es decir, la re l ación existencial, s ubjetiva, que el i ndi­
u-íicre al sujeto social, a su espacio vivido y apropiado de manera simbólica,
viduo socializado establece con la Tierra;
el territorio se debe entender como un producto y un objeto. Desde una
• l as ideas d e pertenencia, identidad colectiva, i nserc i ó n de los i n di v iduo s
perspectiva de geografía social, es fundamental la hipótesis según la cual entre
en u no o varios grupos s o ci al es;
por lo menos dos personas o grupos de personas existe siempre un acuerdo,

l as mo d ali d ades d e p artic i ón y control del espacio que garantizan la e spe­
explícito o tácito, sobre la identificación común de lugares ordenados y sig­
cificidad, la permanencia y la reproducción de los grupos que lo ocupan
II ificados de una cierta manera: "por supuesto, es el número, la densidad de
(es decir, l a dimensión política);
(.ilcs acuerdos y la intensidad de su convicción lo que determina la solidez

las formas de ordenamiento por parte de las so ciedades, es decir, el nivel
o la fragilidad, la legibilidad (más o menos borrosa) y la estabilidad de una
simbó l ico que se m anifiesta mediante la producción de formas materiales
I onstrucción territorial" (Di Méo, 2 0 0 1 , p. 276).
emblemáticas, a partir, por ejemplo, de valores pa tri m o nial e s;
Con estos elementos avanzamos en el entendimiento del territorio desde

la i m portancia de la larga duración en la con strucción s i mbóli c a de los
l.1 geografía y la antropología espacial. La noción de apropiación se plantea en el
territorios.
orden simbólico, haciendo muchas referencias a los significados que las sociedades
Así mismo, D i M é o muestra que el territorio involucra tres órdenes de
t e j e n con los lugares que habitan. Asimismo, se recurre al concepto de memoria
la realidad:
I o lectiva (Halbwachs, 1 9 5 0 ) para explicar el rol de las representaciones colectivas

el orden de la m aterialidad (l a manera como la bi osfera registra la acción

en las permanencias del territorio y dar cuenta de la importancia de los lugares


humana);
y del patrimonio material en la definición de las identidades territoriales. Allí se

el orden d e la p si q ue individual (la relación pr e -social e
d los h ombres
evidencia la promoción del territorio como un espacio construido abierto, esencial
con la Tierra);
p,11a las definiciones identitarias, pero integrador. Tal vez suena utópico si nos

y el orden d e las representaciones colectivas, i
soc al es, p olíticas y cul turales .
, d · r i m o s a las modalidades a menudo agresivas con las cuales se movilizo

h i v i ó ri c a r n e n t e la noción de territorio.
De esta manera, Di Méo precisa la diferencia entre el territorio y el
Uno de los puntos de dialogo aquí es precisamente la noción de
espacio geográfico. El espacio geográfico -versus el espacio de la geometría y
i d r 1 1 1 id,id territorial (Guérin-Pace & Guermond , 2 00 6 ) . S i b ien ya no se
de la física- se refiere al espacio de las relaciones ecológicas de los humanos
p11l'd · �mt .n · r se r ia m ente q ue el territorio tiene identidad propia , como solían

con la Tierra, que se transforma según los modelos culturales, políticos y eco­
lw 1 ·1 l o lm geóg r.1íos re gionales , e pien a, p or u n lado , el territorio com o
nómi os y del nivel técnico de las sociedades que lo habitan. En stc s e n t i d o ,
1 1 11 p 1od111101 dl· idrnt idad ·� individuales y co l xrivas y, p or otro, l a m o vili z a ión
l1

10

\ l l l l l i j a s ; se pueden desplazar de varios centenares de kilómetros más al n_orte


e instrumentalización de las identidades para controlar territorios de diversas
,b al sur dependiendo de las precipitaciones anuales que afectan la calidad
formas: electorales, apartheid, resguardos, etc. Las construcciones territoriales 1 1 111
drl pa�roreo. La oposición entre red y territorio permite, entonces� com�arar
pueden constituir estrategias políticas legitimadas en nombre de la defensa de
diversas modalidades de organización del espacio. Se trata de dos d1mens10nes
identidades. Pero, a la vez, la movilización política y social de las identidades
d,· l., espacialidad que se pueden articular y declinar en una pluralidad de
territoriales puede ser utilizada para proyectos excluyentes, cornunitaristas,
111 ,ll iones intermediarias. De cierta manera, la oposición territorio/ red presenta
ern'.cistas o racistas. Así lo vemos: las relaciones entre identidades y territorios, 1
llll'janzas con la oposición teorizada por Jean Gottmann entre circulación
I
a diferentes escalas, siempre son problemáticas, al igual que todo intento de
onografía, que según este autor constituye el principio de la partición del
pro�ectar lo social sobre lo espacial. Es preciso realizar estudios de casos precisos 1 11

1 �p.ll io geográfico. . .
Y cuidadosos para no caer en generalizaciones que reificarían procesos, dinámicas
Ahora bien, la construcción de la oposición conceptual terntono/red se
sociales y tensiones. En esta perspectiva, el aporte de Margarita Serje brinda un
11 ló a final es de l os n oventa e i nicios de los 2000 en un contexto de auge
11111u
estudio empírico muy fino que devela que la alteridad cultural se manifiesta
d l., g obal l i zació n . Re sponde a p reocupaciones de ese momen to h istórico en
1
mediante formas radicalmente diferentes de pensar el territorio. En este caso,
1 1 , 1 el p rin cip i o te r r i torial m sm i o se vio d e b ilit ad o . F rente a l� sup�esta
1 11 1
la identidad se define a través de representaciones específicas no solamente de
1111\rmonfa d e las r edes, los t err ito r i os parecían d isolverse, perder su m tegndad
su territorio, sino de lo que es territorio.
, l .ipacidad para o rganizar el orden social y político. Ex iste, de h echo, una
11
,11v1·"idad de inter pretaciones sob re estos aspectos. Sin e mbargo, las nuevas
Territorios y redes
11 rptualizacion es ac erca d el territorio q ue s e elaboraron en el marco de _los

Asimilar la noción de territorio con la de espacio tiende a disolver 1 111


""" c ríticos de la gl obalización ti enen un p unto en común: convocan ª_revisar

el significado del concepto. Se trata de un uso común, poco científico. Sin 111
1 , , , 1 ,u.:ptual i z a ció n política del t erri t orio como espacio en el cual se eJerce la
1
embargo, algunos autores consideran que el territorio corresponde a un área, a
111111.111fa exclusiva del Estado.
una cierta porción de la superficie terrestre, más o menos claramente delimitada,

en oposición a la red, que sería la otra gran categoría de espacio social. Para
1 , 1 Estado y su territorio
Jacques Lévy (2003), el territorio es "un espacio de 'métrica topográfica'", en
Según P a ul Allies ( 1 9 8 0 ) , la " i nv e n ción del territorio " fue simult á nea
oposición a los espacios de "métrica topológica" que son las redes. Como área,
1 1 , 11vcnción del E s tad o -n a ci ó n durante los siglos XVI-XIX en E uropa . La
1
el territorio se define por el principio de contigüidad, ya que su extensión se
¡ dd Tratado de Paz de Westfalia en 1648 fue un mo m en to clave en este
1 1 1 1 1 1
mide � o r l a distan�ia euclidiana ("métrica topográfica"). La referencia al espacio
, o , pue s to que con la afirm a c i ó n del princi p io de so b eran í a e integri�ad
111111 1
es rad1��mente diferente en el contexto de las redes donde rige el principio de
1t I i 1 1 1 1 1 i.11 se abandonó la concepción feudal egún la cual los monarcas poseian,
s

conectividad: en este caso, la distancia no es euclidiana sino topológica, porque


, 1 1 1 1 i . 1 1 H o qu e p atr i m onio hereditario, las tierras-y también los sujetos-sobre los
lo que cuenta es estar bien conectado. La oposición entre red y territorio así
i\ , l ' J c r d a n su a ut o rid a d. Por lo t anto, el " terri to rio westfaliano" se conc ib e
II 1
definida sirve para caracterizar las modalidades de organización del espacio de
,1, l ' ra muy pre cisa como el esp a ci o sobre el cual se ejerce la so b e r a n í a
111.111
las sociedades. Si la mayoría de los agentes y grupos sociales se definen con
, . i l , es decir, donde imp er an las leyes, donde es v igente un siste m a d a d o
111 11111
relación a un territorio (identitario, económicamente funcional o políticamente
1 , , li In hos. Se trata del enfoque d o m i n ante en la literatura a nglosajona. En ese
controlado), otros se proyectan sobre espacios conformados por la articulación de
1 1 1 1 1 1 1 1 , l'l t e r r i t o r i o s una construcción histórica, relativa Y c o n t i n g c n t '
e qt'.C
1
varios.tipos de lugares (nodos) a distintas escalas. Tal es el caso de las diásporas
1111 , , l ·gitimar I p oder y el contr o l del Estado so b re el pue b l o Y el spacro
o de ciertas sociedades nómadas, como, por ejemplo, los tuaregs en el desierto
1 , 1 , 1 1 . 1 . l�l t · r r i t 0 r i o tiene un nacimiento, u n d es a rro ll o, y a ve es pu xlc
1111 1 1
del Sahara (Retaillé & Waltherr 2 0 1 1 ) . En este último caso, es la movilidad (o
i�i\ d ·,.,parc c r . El tcrrjtor'i na i o n a l no s solo ·I cc>nll'lll'd<>1
1111 1 1 1 11 1 1 0
irculación) la que estructura el espacio social y e nórni o. La áreas d .ntro
,i11o 11 l ll',Hlor d ·I ord -n p o l í t i ·o m o d e r n o . S 1 1 " i n v c n Í1)11" 1 r 1 1 í . 1
11
1111¡1110,
11

d · las u a l .s s · el s p l a z a n los r u a r gs (los l l ' 1 -r i t o r i m l i u u l . u o r i o s " ) 1 1 i , i q u i l ' 1 , ,


12

e internamente regulado y como está permitida la circulación- son


como objetivo, en su momento, sobrepasar los regionalismos y las lógicas

calculadas. El territorio es una representación del concepto emergente


políticas basadas en la etnicidad para unificar comunidades políticas en torno

de espacio como categoría política: apropiado, distribuido, cartografiado,


a nuevas identidades nacionales y definir un equilibrio entre potencias a nivel

calculado, delimitado y controlado . . . . El territorio puede ser concebido


continental.

como una tecnología política. (201 O, p. 8 1 0 )


El paso de un orden político étnico-feudal a un orden político territorial

se hizo con mucha violencia ejercida sobre los pueblos. Si bien el equilibrio
Estas técnicas de gobierno no son exteriores al territorio sino que lo
territorial dio lugar a períodos más o menos largos de paz en ciertos contextos

constituyen como cal. Cartografiándolos se van instituyendo los territorios.


geográficos, el territorio, asociado con la radicalización del nacionalismo,

Y lo mismo pasa con el ordenamiento territorial que nos ocupa en este libro:
constituyó un tema movilizador para muchas guerras. En el contexto colonial,

ordenar es ante todo construir territorios, el mismo ordenamiento participa de


la imposición de fronteras dibujadas por tiza, luego tomadas como "naturales"

los procesos de construcción territorial que no le son preexistentes.


porque seguían las crestas de las montañas o las líneas divisorias de aguas,
Es el territorio del Estado-nación, donde un poder único se ejerce sobre
asociadas con la legitimación de la soberanía en el derecho divino, han

un territorio exclusivo, el que empezó a agrietarse con la intensificación de la


constituido potentes herramientas de dominación que han fijado los pueblos

globalización y la creciente fuerza de los actores transnacionales, hegemón.ico� Y


dentro de "contenedores" artificiales (véase Fals Borda, 2 0 0 0 b ) , los cuales, sin

contra-hegemónicos. Las lecturas relativas al debilitamiento del Estado territorial


embargo, son todavía vigentes en muchos casos. Es decir, que una vez establecida

nacional se hicieron después de una serie de trabajos sobre la globalización


la frontera, aunque sea de manera violenta, esta puede ser paulatinamente
como los de Castells sobre la "sociedad en red". Se pueden identificar varias
apropiada y aceptada o seguir siendo conflictiva: el territorio es un constructo

dimensiones en este proceso, en particular políticas y económicas.


histórico, independientemente de que haya sido creado respetando las dinámicas
En el ámbito de las ciencias políticas y las relaciones internacionales,
socioculturales o no. Para Fals Borda,

Bemand Badie (1995) analiza "el fin de los territorios", es decir, la crisis

del territorio westfaliano que, según él, rompe la relación entre territorio Y
los soberanos modernos, al ignorar estos procesos -ellos sí comprobables

soberanía, esto es, pone en tela de juicio el lugar de las decisiones políticas
y reales- de producción, reproducción y transformación que se desarro­

y estdtégicas, el lugar del poder, así como el orden internacional que se había
llan en los espacios ocupados por los pueblos, han cometido un grave

construido sobre bases territoriales. El territorio regula cada vez menos las
error: han negado la historicidad dinámica del propio Estado y de sus

relaciones internacionales en la medida en que estas dependen ahora de actores


componentes, creando tensiones políticas y sociales que dificultan la

y flujos transnacionales que no se dejan controlar dentro de un territorio Y a


gobernabilidad. (2000b, p. 4)

menudo, incluso, juegan, sacan provecho de la existencia de las fronteras. Badie

identifica el surgimiento de una multitud de referentes espaciales irreductibles


Desde los estudios poscoloniales, la crítica al territorio westfaliano es
,1 los marcos territoriales estatales que, según él, determinan unas "lógicas de
un eje clave de los análisis de las relaciones de dominación, como lo muestra en

espacios": procesos de integraciones regionales y continentales, organismos


esca sección del libro el texto de Horacio Machado.

i n t e r n a c i o n a l e s , universalismo del mercado, separatismos y afirmación de las


Los aportes de Foucault en cuanto a la noción de gobernabilidad permiten
idrntidades a nivel local. Estas lógicas de espacios entran en tensión con
profundizar la definición de territorio, que, según él, puede ser entendido como

l,l\ "lógicas de territorios" que, sin embargo, resisten en el nuevo orden mundial.
un objeto de carácter histórico, conformado a partir de la implementación de
¡> otra parte, las reivindicaciones territoriales sirven más para dividir, excluir
técnicas de gobierno. Retomando estos aspectos, Elden afirma que: 01

(y produ ir genocidios o depuraciones étnicas), que para integrar. Lo que

n H t l ' '> l l .1 qu · hoy en día la territorialidad y el territorio están subordinados a las


las estrategias aplicadas al territorio -en términos de su cartografía, su or­

logtl ·" id · , 1 1 i1.iri,1, y no .11 co n t r a r i o . Para B a d i c , es laro que esca crisis proviene
denamiento, su medida y demarcación, la manera como está norm.1li1;1do
15

<le la imposición a nivel mundial del concepto europeo de territorio como si Frente al auge de las redes, los territorios parecen entrar en crisis. Sin

fuera universal, lo que desconoce que existen otras lecturas del espacio que no embargo, esta cita de Sassen replantea la oposición territorios/redes, al mostrar

se dejan atrapar por él. En el caso colombiano, por ejemplo, son famosas las c órno entran en tensión lógicas reticulares y lógicas territoriales. Las redes de

lecturas del territorio que desarrolló Orlando Fals Borda a lo largo de su obra, l.1 economía global no son abstractas sino que están situadas, "encajadas geo­

en estas criticó las divisiones territoriales que establecieron los departamentos gdficamente" y producidas por los mismos Estados nacionales que han dise-

como principales entidades territoriales internas y promocionó una concepción 1 1 . 1 d o las (des)regulaciones que han permitido el despliegue de la globalización.

"ecológica y sociocultural" de la región ( 1 9 8 8 , p. 3 9 ) , que evolucionó al final 1 .,� relaciones entre lógicas territoriales y lógicas reticulares son así más complejas

de su obra hacia la idea de "bioespacio" (2000b, p. 9 ) . q 1 1 e una mera oposición, que un conflicto entre dos modalidades de organización

de l espacio social y político. Para Sassen ( 2 0 1 0 ) , lo "global" y lo "nacional" no

De la naturaleza del espacio geográfico denominado , 0 1 1 excluyentes, sino que los Estados participan de la intensificación de la glo­

"territorio" a la cuestión de escala de los procesos h . i l i z a c i ó n al producir los marcos normativos que constituyen sus condiciones

En muchas partes del mundo, los análisis críticos de la globalización dr posibilidad y, por otro lado, lo global necesariamente se materializa en un

dejan ver un debilitamiento, e incluso una obsolescencia, de los territorios 1 1 · 1 riiorio que tiene un carácter nacional.

nacionales y de sus organizaciones internas jerárquicas, con m un i ci pio s, Es preciso analizar, más bien, las relaciones entre lógicas territoriales y

departamentos, etc. En la época fordisca, el territorio nacional era el referente loµicas reticulares como dinámicas, tensiones, procesos que se manifiestan de

de la producción y del consumo, y las políticas económicas buscaban articularlos. d r l n c n t e s maneras y a distintas escalas. Algunos autores han acogido para ello

Pero en el marco del régimen de acumulación posfordista (Lipierz, 1 9 9 4 ) , se l.1 dialéctica terricorialización / desterritorialización / rererritorialización que

observa para muchos sectores económicos la integración vertical de la producción h . i h l a sido propuesta por Gilles Deleuze y Feliz Guattari ( 1 97 2 ) para referirse a

a escala mundial. Los mercados de consumidores se definen ahora a esa escala. Se pro esos de decontextualización o recontexcualización en cualquier ámbito del

han incrementado los flujos materiales e inmateriales que conectan los nodos de , onocimiento (el ejemplo utilizado en elAnti-Oedipeera la desterritorialización d ·

la economía mundial, por lo cual la lógica reticular ha ganado mucha importancia l . , p v i q u e por Freud). Aplicado a las relaciones espaciales, este marco conceptual

en los análisis de la nueva geografía económica. Pierre Veltz ( 1 9 9 6 ) describe la I I H o n t r ó un nuevo significado relacionado con la pérdida de territorio, como

economía mundial a partir de la imagen del archipiélago para resaltar a la vez puede ser la puesta en cela de juicio del territorio del Estado nacional frene al

su dispersión, los procesos de integración más allá de los territorios nacionales I I H rcrnento de las redes globales. A diferencia de la noción cercana de desci rro

y la polarización de los flujos en algunos nodos que pueden ser concurrentes ( 1 1 1 ilizada en los casos de desplazamiento forzado y de exilio), la desterrirorializa i611

pero también complementarios. Estos nodos, escas islas del archipiélago, M , d i e r e a procesos profundos que afectan la sociedad en su conjunto ( r n á t¡1H'

corresponden a las metrópolis que concentran las actividades estratégicas que 1 1 NlS particulares, individuales o colectivos). Puede así aludir a la rn o v i l i d . i d

impulsan la globalización, y dentro de las cuales están las "ciudades globales" , lt lm h o m bres, de los bienes y del capital que resulta del debilit am ie nt o de l.1\

estudiadas por Saskia Sassen: 1 ,11 i rc i o n e s físicas en materia de localización empresarial y que se manif ·,1.1

¡1111 el fe n ó meno de la deslocalización de la producción a escala mundial (o d1·

Las ciudades globales son ubicaciones estratégicas para la producción 111 1.1, .1 tividades como los calls centers e incluso cada vez más el diseñ ).

de estas funciones especializadas que ponen en movimiento y hacen En un sent i do más radical, la desrerritorialización fue acogida p r lm q111·

funcionar la economía global. Necesariamente ubicadas en territorios 11 11 en .ipologfa a la movilida d , a la fluidez, como principio emergen te d • oq4.1

nacionales, estas ciudades constituyen las localizaciones organizacionales 11i . 1 1 1 t'l 1 1 vo .ial ( Pa ul Virilio, por ej em p lo ) . De al l í que el concepto d • d •\tt·111

e institucionales para las. más importantes dinámicas de desnacionaliza­ 11111,1'11.1 ión haya s i d o p r o fu n dam e nte cr i ti ca do por otros au ro re qu · vuelven ,1

ción. (Sassen, 2000, p. 374) 111 1,11 1 ,ohrc l.1 importan ia del t e r rito r i o en l a expericn ia humana.
17

16

(hidrocarburos, minería). Por ejemplo, para explotar yacimientos de petróleo

Cada uno de nosotros necesita com , . . .


No en los moldes de u . ' . o recurso básico, temtonalizarse. en el m unic i pi o de Puerto Gaitán (Meta, C o l o mbia), la multinacional Pacific
2
n espacio vital darwinista-ratzeliano que .
Rubiales había delimitado un área de 1.900 km (Campo Rubiales y Campo
ne e suelo e d . , 1mpo-
I omo etermmante de la vida h . .
más 'l . 1 1 . umana, sino en un sentido Quifa) en la cual se encuentran varios caseríos y resguardos indígenas. La había

mu t1p e y re acional, inserto en la dinámica temporal d I d


encerrado y controlaba la entrada de personas ajenas, impidiendo en particular
El dil d e mun o
... gran I ema e este comienzo de milenio n I f, .
el ingreso de representantes del sindicato de los trabajadores del petróleo y de
desterritorialización sino el de la 1 . . . . o es e enómeno de la
la posibilidad . . �u riterritorialidad, la exacerbación de otras organizaciones de defensa de los derechos huma no s . Aquí tenemos con­

-que siempre e x i s t i ó pero nunca en los . 1


testaciones de la soberanía estatal p or grandes grupos privados que se adueñan
ráneos- de tener la viv . . ruve es contempo-
encra de diferentes territorios al mi .
de porciones del territorio nacional de un tamaño inédito, ejerciendo una suerte de
reconstruyendo constan isrno nempo,
cemente el nuestro. (Haesbaert, 2004, p. 16)
privatización del espacio público en el campo o , más b ien, de apropiación del

t e rrit or io para intereses privados.


Lo_s múltiples referentes espaciales de la acción h . P or otro lado, la territorialidad exclusiva del Estado está siendo contestada
se deben interpretar como la dil . , d l . . umana no necesariamente
I ucion e terntorio frente l h
desde adentro por los nuevos focos de poder que se están fortaleciendo a diferentes
re es, sino como la necesidad d d a a egemonía de las
d. . e pensar e manera , 1 . . .
escalas terr i toriales y p o r los nuevos territorios que están apareciendo en el
territorial, tanto en el ámbito , . . mas comp eJa el principio
econormco, social y cultural como políriLCO.
paisaje jurídico-polít i c o . Los procesos de descentralización que han favorecido

el nivel local y el surgimiento de las metrópolis en la escena global (véanse las

La exclusividad en cuesti. 6 n: multiterritorialidad


.1wciaciones de ciudades y las cumbres de alcaldes en eventos como el Foro

y nuevas configuraciones territoriales Urban o Mundial) también cuestionan el monopol io del poder territorial en el

. La mu ¡ np
· ['icación de los referentes territorial 1 . . ,
btado central de nivel nacional. La construcción de nuevos entes territoriales,
tiescalar subyacente de los d b . es y a recomposicion mul-
po eres so re el espacio re I
t'S decir, de nuevos territorios institucionales, ha sido legitimada por la búsqueda
territorio en su acepción poi' . d componen os atributos del
mea Y mo erna en p · ul ¡ .
de ter r itorios "perti n en t es" para la gestión y acción pública, más acordes con
asociadas de soberanía exclusi d 1 ' . ame ar as nociones que le están
. . . va y e ene avarmento de las cal . ial las dinámicas económicas y sociales contemporáneas (Faure & Oouil l et, 2005;

e mumcip10 hacia el Estad ) O h h es as ternron es (desde


l 0 · e ec o, se observan d
l )ffoer, 2006). Ejemplo de ello son los procesos de i n s t i tuciona l izaci ó n de
poder único sobre un territorio 1 . ca a vez menos casos de un
exc usrvo.
.heas metropolitanas y las demás agrupaciones de m u n i c i p i os, departamentos o

�rocesos que suceden al interior del territorio d


1t·giones. Se han multiplicado también los llamados "territorios de proyectos"
necesariamente correspond . e un Estado soberano no
en a procesos nacionales S d
o territorios ad hoc, con la definición de perímetros de diferente índole para
g obales, bajo el impulso d . . e pue e tratar de procesos
I . e actores transnacional .
1nrito ri alizar" la acción púb l ica, esto es, para focalizarla donde se hayan
nacional en la medida en que I E d h es, que tienen lugar a nivel
os sta os an creado ¡ d. · .
ukntificado objetivos priori ta rio s (en nom b r e de la equidad) o estratégicos (en
an dejado vacíos en los . as con iciones jurídicas (o
h marcos normativos) par d.
1 1 o m b r e de la competitividad): zonas francas, operaciones estratégicas, zonas
discutido en el cuarto capítulo d lib a que suce reran. Tal es el caso ,
e este i ro, de las com . d .
' r n j a s " , "barrios sensibles" (Antheaume & Giraut, 2005). En sí mismas, estas
por parte de actores globales 1 1 pras masivas e tierras
. como o son os grandes gru fi .
i l 1 1 d m i c a s de reconfiguraciones territoriales no son ni buenas ni malas, pueden
¡eros o con capitales origin . d 1 , pos nancieros (extran-
arios e pa1s pero fuerte . .
1 1 1 l ' j o r a r la eficienci a de la acción pública como pueden impulsar procesos de
como el grupo de Luis C I S . mente internacionalizados
ar os arrruento Angulo que e , 13 '
en el departamento de Vich d C 1 . ompro .000 hectáreas l 1 , 1 ¡ � m c n 1 a c i ó n terr i tor ial .
d a a en o ombia") Otra . . /\ pesar de las dificultades que puedan existir para determinar las opciones
e la soberanía exclusiva del E t d 1 . contestación importante
s a o son os enclaves con finalidades extractivas
111.\\ Jt1'l,I\ en el uso de los t e rritorios, el recrudecimiento de los conflictos en

1 1 1 1 1 1 1 1 .11 1 t · 1 1 iw1 io no lleva a repensar el tema de la regulación territorial. Un

Debate de control político en la Ca' d R 11 { 1 1 i 1 1 1 1 1 . 1 t t · 1 1 . 1 de rcl!,lll.1 ión 1 ·rritorial s iem p r e es aprovechado por los agentes
( ' ,1\11i l l o (Polo Dcrnocrdrico Ahe 'm
. a )r a .e eprese ntantes; ponen ia . de Wil , 0 1 1 A1 i.1�
r n a u v o • mié rco l e s 5 de j u n i o 2 0 1 . l .
1 1!

[C)

domina�tes para consolidar su posición, en detrimento de los subalternos y de los


1 1 1 1 n c a se implementar on. En otras latit ud es, las reivindicaciones ter r itoriale s

que_no tienen poder, como se ha visto en los procesos de adquisiciones masivas


pueden llegar a procesos de separa t ismo s , irredentismos o secesiones territo­

de tierras en el mundo. La proliferación y las superposiciones de territorios con


u.ilcs, motivados por razones identita r ias, pero también por consideraciones

sus propias normas y lógicas pueden llevar a la fragmentación territorial al


O hvcales cuando un gr u po más rico busca d esoli d ar i zarse del conj u nto social (por

incremento �e las desigualdades si no existe una instancia territorial superior


l')l'mplo, las gated comunities que se a u toi nsti tuyen como m u nicipio en algunos

capaz de arbitrar. Para Dubresson y Jaglin (2005) existen dos polos entre los
cvpacios metropoli t ano s e s ta d o u ni d ense s ).

cuale� se construye la regulación t errito r i al. El p rim e ro es la espacialización,


La temática de las autonomías territoriales ha sido renovada recientemente

definida como la declinación contractualizada de las reglas de acuerdo con las


, · 1 1 Colombia con las reivin d icac i ones para la instit u cion ali zación de zonas de

contin g encias loc ale s : es un dis positivo que preservaría la unidad del marco de
I cvcrva campesina (veáse recuadro de Mathilde Allain). La autonomía territorial

acció� para j�sti�car la diferencia de trato que puedan r e cibir ciertos esp a ci o s
v.t no se j us tifica por cuestiones de identi d a d o de especifici d a d cult u ral, sino

a partir �e �n�c1p_i�s de j usti c ia establecidos en un nivel superi o r. El segundo


prn la preservación de los modos de vida y de los medios de su bsistencia de un

es la te rnto nal1z ac10 n, que implicaría "la m u ltiplicación de los sistemas locales
g1 upo social y p or el rechazo a la migración hacia las ciudades, que era el efecto
de regulación mal o no articulados entre ellos" (p. 345), como es el caso de
I olareral" asumido en las políticas de d e s arrollo rural empresarial hasta ahora
las zonas francas q u e, gestionadas por un sistema de actores autónomos son
(Allain & Beuf, 2 0 1 4 ; Quiroga, 2 0 1 4 ) . El territo r io se ha v u elco un elemento

independientes de las entidades territoriales en las cuales se encuentra�. La


rvcucial de movilización en contra de la avanzada del neolibe r alismo en los
territorialización, así definida, amplificaría la fragmentación, en el sentido en
rvp.rcios rurales. Es inte r esante ver aquí cómo el registro de las reivindicaciones

que el fracci�namiento de los métodos de gestión introduce grandes disparidades


p.1'Ó del registro del acceso a la tierra al del derecho al te r ritorio. Si el acceso a la
en el tratamiento de territorios ya muy desiguales. Estas precisiones invitan a
1 1 1 · 11 . 1 permite sobrevivir, solo el acceso al territorio, por la dinámica colectiva que

t�ne� �lara la diferencia entre territorios a los cuales está siempre asociado el
1 1 1 vol u era, garantiza la preservación de formas de vida y de economía s populares.

�Jerc1e10 de un poder y que, por lo tanto, tienen una capacidad de regulación


Al respecto, Carlos Walter Porto Gonzalves (2006, p. 167) cuenta como en

intern a Y las zonas o perímetros específicos de i n t ervención de la acción pública,


I c¡l)J, en el norte de Bolivia, escuchó po r primera vez a un campesino di c i en d o

que pued�n tener algunas especificidades, pero de ninguna manera competencias


1 1 0 queremos tierra, q u eremos territorio " , y pensó que a partir de este uso no
en matena de regulación territorial.
. uu l é m i c o de la palabra se podía reinventar el territorio en un proyecto contra­

. Otra dimensión importante del proceso de complejización territorial, en


lwgl'mónico. Reinvindicar el derecho al t e rr itorio, profundizando el alcance
particular en las sociedades multiculcurales, es el reconocimiento de autonomías
drl derecho a la ciudad lefebvriano, es ante codo buscar el reconocimiento de
territoriales a los grupos minoritarios que se sienten amenazados en su existencia
1 1 1 1 . , s maneras de vivir, tanto en las ciudades como en el campo, que no son

misma como grupo, por el modelo de desarrollo dominante (González et al., 2 0 1 O;


I t lusivarnente regidas por las lógicas de la sociedad de consumo y de acumulación
S u r a llés, 2009; Ulloa, 2 0 1 0 ) . Estas reivindicaciones territoriales se llevan a cabo
, . i p u a l i s r a . Es defender la existencia de espacios donde se dan estas otras formas

en nombre de una identidad cultural específica, lo que justifica algún nivel de


, 1, relacionarse con los demás y con la Tierra, pero sobre todo es defender la

au ton_omía en la gesti ón de los territorios y de los grupos que los habitan, incluso
1 1 d . 1 de s us habitantes .

•<.:� la implementación de políticas públicas como las de salud (Mazars, 2 0 1 3 ) .


En este contexto de multiplicación de los referentes territoriales, la mayoría

l al es el caso de los resguardos indígenas y de los territorios colectivos de los


d1 .uuores cons u ltados señalan que el reto principal es la articulación de los

.1frodesc��dientes en Colo m bia, aunque estos hayan sido establecidos a partir de


1 1 1 1 t vos territorio s , tanto en el ámbito político, económico, social como culc u r al .
u n a v e r s i ó n edulcorada de la Constitución Política de 1 9 9 1 , pues si bien la Carta
I · x "' l' u na a m p l i a litera t ura sobre el surgimiento de nuevos terri t orio s frente
M a gna reconoció a Colo m bia como país mulcicultu r al y p ro p us o la creación de
I l., obsolescencia del territorio defin id o a partir de la noción de exclusividad.
nuevos entes territoriales, las entidades territoriales indígenas (ET!), estas entidades
I pueden rncn ionar los trabajos sobre la multiter r i t o r ial i da d (Haesbaert,
territoriales, q u e se beneficiaban teóricamente de un aleo grado de autonomía 1
( H H ) , l.1, nu -vas t e rr i t o r i a l i d a d e s (Porto- encalves, 2006), las config urac i ones
21
10

territoriales (Giraut, 2008; Lussault, 2007), las territorialidades superpuestas 1 1 1 : Sassen, 2006). El texto de Márcio Cataia profundiza estos aspectos,
1 1

(Agnew & Oslender, 2010) y la necesidad de compartir la soberanía terri­ t1 . , n d o el aparato conceptual propuesto por Milron Sant�s. . .
1 1 1 11

torial (Vanier, 2006). Todos comparten la idea de pensar la complejidad Nuevas formas de regulación territorial, nuevos ordenamientos �ern�onales,

territorial contemporánea y de brindar las herramientas para rescatar el concepto ,1, 1 , ser inventados para tomar en cuenta roda la complejidad y la diversidad de
1 1 1

de territorio en un sentido a la vez abierto, democrático e integrador, que deje 1,, u - r ri t o r i o s , y también de manera absolutamente pragmática, para que los

atrás los usos excluyentes y guerreristas del mismo. ,1 s planes y políticas tengan en cuenta esa complejidad. Afirmar_ que �l
1 1 1 1 1 1 0

¡ . del Estado sobre su territorio no es exclusivo implica reconocer la existencia


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Nuestro objetivo es teorizar de manera crítica las territorialidades poli­ d, , pluralidad de territorios posiblemente su�erpuesto� que respond�n � los
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morfas producidas por el funcionamiento social, económico, político y 1 1 1 1 1 1 -scs divergentes de grupos sociales con capitales desiguales (econom1cos,

tecnológico de nuestra condición posmoderna, en lugar de rechazar esta I "il '1 icos, sociales, etc.). El ordenamiento territorial tradicional es solo un_� forma

complejidad y de reducirla a algunos dramas singulares de territoriali­ de apropiación territorial. ¿Cómo reconocer la pluralidad, la c�mplepdad .d�
1 1 1 . ,

zación resistentes o a una desterricorialización sin fin. (Tuathail, 1998, 1 , rirorios y a la vez arbitrar entre usos c�ncurrentes d� �n �1smo e��a�io.
1 1 11 1

como es citado en Giraut, 2008, p. 62) 1 1 11 1 1 0 tratar con esta pluralidad sin producir fragmentación, Ill exclusión!

Por ejemplo, la noción de configuración territorial, movilizada en geografía

regional, permite referirse a formas de organizaciones territoriales que combinan

algunos atributos elementales, incluso reticulares, lo que lleva a sobrepasar la

oposición entre redes y territorios (Giraut, 2008).

Una característica que emerge de estos trabajos recientes es que los

territorios no se deberían definir tanto por sus límites como por un principio

identificador presente en su contenido, un principio que les dé sentido. Los

territorios ya no pueden pensarse como contenedores a la manera de las divisiones

administrativas de los Estados nacionales o de las zonificaciones establecidas por

la planeación urbana y regional. La superposición (Agnew & Oslender, 2 0 1 0 )

sería una propiedad de los nuevos territorios, que no buscan "cubrir" la totalidad

del espacio: podría haber superposiciones de escalas territoriales, pero también

superposición de los campos en los cuales se definen los territorios, varias miradas

hacia un mismo espacio, varias dimensiones al considerar un mismo espacio.

A veces los límites precisos de los territorios se podrían desconocer: porque no

serían tan relevantes.

Sin embargo, el drama de nuestros días es cuando estas territorialidades

superpuestas son excluyentes de las demás. La multiplicación contemporánea de

los referentes territoriales ha estado acompañada por el incremento de las disputas,

de los conflictos por el territorio, en los cuales los agentes alegan registros de

racionalidades radicalmente diferentes, que no se pueden jerarquizar o cuya

jerarquización se efectúa bajo la ley del más fuerte más que bajo consideraciones

de justicia social, espacial y ambiental (Cox, 2002; Fernande , 2009; Kol .rs,

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