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1. La existencia de una autoridad (supranacional, nacional, regional o local) que actúa como agente
principal.
2. Unos fines y/u objetivos cuyo logro se persigue.
3. El carácter deliberado de las acciones que la citada autoridad desarrolla en el terreno económico.
4. La existencia de unos instrumentos o medios que pueden ser manipulados para alcanzar los fines
propuestos.
0.1 TAXONOMÍA DE LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS (TAXONOMÍA = CLASIFICACIÓN)
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pretenden modificar ni los fundamentos ni la estructura institucional de la economía, sino
más bien amortiguar los desequilibrios.
MUCHAS DE LAS 2. POLÍTICAS CUALITATIVAS → cambios estructurales en la economía,
POLÍTICAS
CUALITATIVAS aunque sin afectar a los aspectos esenciales de la organización
EQUIVALDRÍAN A
LAS POLÍTICAS DE económico-social (nuevas la nacionalización de la banca, ya que esta
ORDENACIÓN.
medida sí afectaría al funcionamiento
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• FINES GENERALES → principios rectores de la política económica recogidos en la CE: derecho a una
vivienda, a un trabajo digno, a la igualdad, etc.
• OBJETIVOS ECONÓMICO-SOCIALES → son la concreción de esos fines generales, que implican una
cuantificación de lo que se pretenderá lograr.
No confundir con «variables intermedias» y, menos todavía, con los «instrumentos», que son aquellas variables
que pueden alterarse mediante una decisión de las autoridades.
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No siempre es posible cuantificar los objetivos de política económica. En determinados casos, dicha
cuantificación podría tener incluso escaso significado (redistribución de la renta, algo que se podría medir
mediante complicados indicadores estadísticos).
Cuando el seguimiento estadístico de los objetivos es posible y de más fácil lectura (mayoría de los casos), la
cuantificación de los objetivos a lograr puede llevarse a cabo mediante:
El «pluralismo» de objetivos suele generar problemas al implementar las PE, produciendo conflictos entre
objetivos. Esto obliga a priorizar objetivos, lo que implica alcanzar un tradeof, entre los objetivos que
realmente se desean conseguir y las metas (targets) que se considera que es posible lograr. En base a esa
combinación de objetivos se diseña la PE más adecuada.
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mercado y mayor protección de los productos nacionales ante las importaciones, o desempleo e inflación
–curva de Philips).
2. RELACIONES DE COMPLEMENTARIEDAD
El logro de un objetivo supone la posibilidad de mejorar simultáneamente
el segundo (crecimiento económico y creación de empleo).
Pero, por otra parte, los avances tecnológicos permiten lograr aumentos
en la producción de una empresa sin que aumente el empleo, o incluso
haciendo que merme.
• Los objetivos a corto plazo son bastante incompatibles entre sí. Pero también pueden existir
conflictos entre los objetivos a corto y a largo plazo (mantener empleo industrial –cp- y
reestructurar sectores productivos –mp/lp-).
• Compatibilidad entre los objetivos a l/p, aunque no lo son con los objetivos a c/p.
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La respuesta es sí. De no respetarse los equilibrios básicos (Producción-Renta-Gasto), antes o después
surgirán desequilibrios en términos de incremento de los precios, aumento del desequilibrio de la balanza
de pagos o elevación del déficit presupuestario.
• PUNTO DE VISTA ECONÓMICO → No se puede repartir sin crear, ni se puede repartir más de lo que
se crea. Y para crear o generar riqueza hay que asignar eficientemente los recursos, ser competitivo
y que la productividad crezca.
• PUNTO DE VISTA SOCIAL → Una sociedad debe avanzar hacia una mayor igualdad de oportunidades
entre todos sus ciudadanos, e incluso hacia una mayor equidad en términos de ingresos.
La elección final que se adopte tendrá que ser fundamentalmente de carácter político.
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Pueden afectar a los salarios y a otras rentas (alquileres, dividendos,...). Pueden
POLÍTICA DE RENTAS consistir en una imposición gubernamental, o pueden ser consecuencia de
(incorporada, a veces, en el pactos y acuerdos entre las partes implicadas, como ocurre cuando empresarios
grupo anterior) y sindicatos alcanzan acuerdos que favorecen la estabilidad y, a veces, una mejor
distribución de la renta.
Reformas agrarias, nacionalizaciones y privatizaciones, y hasta las reformas
CAMBIOS INSTITUCIONALES educativas. Se supone que se orientan a producir cambios cualitativos en la
economía.
1. Los efectos de casi todos los instrumentos no recaen sobre un único objetivo, sino que actúan sobre
varios de ellos simultáneamente, aunque con distinta intensidad. Esto plantea problemas a la hora de
elegir qué instrumentos son los más adecuados si se desean alcanzar varios objetivos a la vez, como
suele ocurrir en todas las PE. Esto conlleva a un trade-of entre los objetivos deseados, pero también
como consecuencia de los efectos directos e indirectos de los distintos instrumentos.
2. Aunque los instrumentos no deberían considerarse nunca como fines, en la práctica los políticos suelen
presentarlos como fines u objetivos de su política económica (una reforma tributaria). Esto es un error.
Un instrumento se dirige siempre hacia un objetivo que debe quedar claramente especificado, para
que pueda valorarse la adecuación entre medios y fines, y poder medir más tarde los resultados
alcanzados.
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1. Enfrentando las relaciones entre objetivos e instrumentos desde una óptica lógicomatemática
(teniendo en cuenta las interrelaciones formales que pueden existir entre todos los objetivos e
instrumentos y tratando de clarificar algunas «reglas» básicas de la PE). Esta línea, denominada
también de política económica cuantitativa, se ha desarrollado gracias a la econometría (sin muy
buenos resultados).
2. La segunda vía, más descriptiva que analítica, consiste en presentar un modelo muy simplificado que
posibilita comprender las relaciones entre fines generales, objetivos e instrumentos, por una parte, y las
interrelaciones entre los distintos tipos de políticas (instrumentales y sectoriales), por otra, tal y como se
muestra en el esquema del profesor Jané Solá:
• FINES GENERALES (libertad, igualdad, justicia, orden, etc...). Las PE que se relacionan directamente con
estos fines pueden calificarse como políticas de ordenación. Son acciones encaminadas a mantener el
orden económico elegido y las reglas de funcionamiento de la economía en general. Claro
componente «político», pues responderán a los fines que tienen un mayor contenido ético-político,
definidos en la constitución de cada país.
• OBJETIVOS BÁSICOS DE LA POLÍTICA ECONÓMICA (estabilidad de precios, empleo, crecimiento
económico, equilibrio externo...). ¿Cómo llevar a cabo estos objetivos?: mediante políticas finalistas:
POLÍTICAS FINALISTAS (política de crecimiento, política de estabilización, o política de empleo). Estas
políticas tienen como medio otras POLÍTICAS ESPECÍFICAS, que se clasifican en:
POLÍTICAS INSTRUMENTALES: se identifican con las distintas familias de instrumentos
(monetarios, fiscales, de tipo de cambio y comerciales...). Se caracterizan por su
horizontalidad (afectan a todos los sectores productivos).
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1. AUTARQUÍA Y ESTABILIZACIÓN
1
3. Crecimiento muy inferior al Aunque en la década de los cuarenta el crecimiento fue muy lento, entre 1950 y
de los años 60 1958 el crecimiento fue significativo.
Si desde el punto de vista del crecimiento (al menos en la década de los 50) los resultados no son censurables, ¿por
qué es criticable la autarquía?
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2. Convertibilidad de las divisas entre sí.
3. Iniciación del Mercado Común.
B. ESTABILIZACIÓN (1959-1960)
• La liberalización en la importación de mercancías fue intensa, pero cauta, debido al carácter proteccionista
del arancel de 1960.
• Para la fijación de aranceles el criterio principal fue la igualación de precios internacionales y nacionales.
• El Plan de Estabilización no implicó ninguna «liberalización política ni democrática», pero económicamente
fue una importante aunque parcial operación liberalizadora. En este sentido, el Plan no se enfrentó con otras
reformas estructurales e institucionales: o En los mercados de factores, o en el sector financiero es muy
posible que el intervencionismo aumentara: se mantuvo la rigidez laboral, no se introdujeron los sindicatos
libres, ni el derecho a la huelga, no se realizó una reforma fiscal, etc.
A continuación se analizan los efectos de las medidas del Plan en un modelo trisectorial:
• Sector a) es el que compite con importaciones.
• Sector b) es el de bienes y servicios exportables.
• Sector c) el de bienes y servicios no comercializables internacionalmente.
El Plan implicó un incremento de recursos para los tres sectores por el efecto crecimiento, pero el sector
más favorecido fue el b), debido al trasvase de recursos desde a) y c) hacia b) que supuso la devaluación y la
reducción de la protección.
El efecto sobre a) es más complejo, y habría que bajar al nivel de subsectores. Dado lo intenso de la
devaluación, a menudo sus consecuencias fueron mayores que la disminución del proteccionismo.
Existieron muchos subsectores perjudicados, especialmente los menos competitivos internacionalmente,
con mayor protección y más intensa reducción de la misma.
En teoría, perjudicó a c), aunque hay que tener en cuenta que existen subsectores de servicios muy influidos
por el tipo de cambio y que la construcción se benefició, dentro de sus ciclos particulares, de los efectos
dinámicos del crecimiento, de los fuertes movimientos internos de emigración y del turismo.
1.2 CRECIMIENTO Y CRISIS
C. CRECIMIENTO (1961-1973)
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La economía española creció rápidamente en esta etapa (al 6,6% en media anual acumulativa). Si al PIB de 1960 le
damos el valor 100, el de 1974 llega a 250,6. Si en 1959 el PIB per cápita equivalía al 58% del de la UE, en 1975 ese
porcentaje había llegado al 79%.
• En relación con la importación de mercancías, tuvo lugar un cambio gradual pero intenso, desde los métodos de
control directo (contingentes, bilateralismo y comercio de Estado) al empleo del arancel. Esta política
liberalizadora se vio mitigada por lo elevado de la protección: aunque el arancel medio inicial (que era alto)
claramente va a ir descendiendo de una manera progresiva (pasando del 16,5% en 1960 al 9,5% en 1970 y al
6,8% en 1974); durante el mismo tiempo el ajuste fiscal en frontera (Impuesto de Compensación de
Gravámenes Interiores o ICGI) tiene una tendencia creciente (hasta el año 1967).
• La protección efectiva arancelaria disminuye desde el 53,4% en 1962 al 26,5% en 1968. La protección efectiva
puramente arancelaria era más reducida, pero su desviación típica era muy alta, lo que demuestra las
distorsiones creadas por el arancel dentro del sector de bienes sustitutivos de importaciones.
• Los aranceles provocan una protección efectiva negativa en las exportaciones. Sin embargo, puede que el
tráfico de perfeccionamiento, la subvención oculta en la desgravación fiscal y la política de fomento de las
exportaciones lograran eliminar o reducir sensiblemente la protección efectiva negativa de la exportación.
• El sector b) sale claramente beneficiado con el conjunto de la política de devaluación/estabilización/
liberalización de 1959-1960 y de los años posteriores durante la fase 1961-1974.
• El resultado final es que las exportaciones crecieron durante este período el doble que la producción (14%
frente al 7%).
Los Planes de Desarrollo tuvieron poco que ver con el desarrollo de nuestra economía. Políticamente, hubo Planes
de Desarrollo porque había desarrollo y el gobierno quería «apuntarse» más directamente el «éxito político».
Económicamente, la causalidad inversa no es fácil de establecer. La razón del crecimiento fue la apertura al exterior
dentro de una Europa y un mundo en crecimiento.
Ante una crisis distinta, España fue diferente, debido entre otras cosas a:
• La incertidumbre existente ante el cambio político que implicó el final del franquismo.
• La naturaleza del modelo de crecimiento de 1960 a 1974 había sido energéticointensivo y petróleo-
intensivo. En 1973 España era comparativamente más vulnerable que la media de la OCDE en términos
productivos.
• Las peculiaridades del mercado de trabajo español . El camino hacia la igualdad y la libertad de la transición
implica la subida de salarios y mayores prestaciones de la Seguridad Social. Por esta razón, y
simultáneamente al shock del petróleo, España sufre otro shock, relativamente más intenso y también desde
la oferta, a través de los costes laborales. Así, en los setenta, hasta el inicio del segundo shock petrolífero de
1979, el coste del trabajo crece más rápidamente que el coste de la energía, lo que supone un
encarecimiento relativo del trabajo incluso en relación con la energía. El «precio empresarial» se compone
del precio de mercado salario y Seguridad Social más un posible elemento psicológico debido al cambio de
las «reglas del juego» con las que estaba operando el empresario. Ese elemento psicológico fue importante
en esta fase a causa del nuevo clima laboral (libertad de sindicación y huelga, conflictividad, disminución de
la disciplina laboral, etc.). El rápido crecimiento del precio empresarial influyó de manera importante en la
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sustitución de mano de obra por capital, llevando a la economía a una relación capital-trabajo superior a la
que la correspondería de acuerdo con su dotación relativa de factores, con el consiguiente desempleo del
factor trabajo.
• La manera en que reaccionó la política económica española . Hasta 1977 no se hace frente a la crisis. Al
contrario, se intenta poner en práctica una política «compensatoria» con unos efectos especialmente
graves.
Debido a la distinta intensidad energética de los diferentes sectores, ante una crisis proveniente de la oferta con una
brutal subida del coste de la energía, la economía necesita realizar numerosos ajustes sectoriales o microeconómicos
sobre el sector privado para adaptarse a la nueva situación. Para ello, aparte de contar con la flexibilidad adecuada, es
necesario transmitir rápidamente la información de la nueva situación de costes a todos los agentes a través del
mecanismo de los precios.
En España ocurrió lo contrario. En la primera parte de la crisis se puso en práctica una política
compensatoria que impidió el traslado a los precios internos del impacto de las subidas del coste del
petróleo, que quedaban parcialmente absorbidas con cargo a los recursos públicos (el Estado estaba
«subvencionando» el consumo de productos petrolíferos). Pero lo más grave de esta situación no fue la
pérdida de recaudación fiscal, sino que retrasó el necesario ajuste a la crisis.
Mientras que en la OCDE cae el ratio energía/PIB, en España, en donde ya eran más altos, siguen
incrementándose durante la crisis (nos hacemos más intensivos en energía), lo que nos hará todavía más
vulnerables a la nueva crisis de 1979-1980.
o Se incrementó el proteccionismo (el arancel medio se eleva desde el 6,8% en 1974 al 8,2% en 1976 y
el comercio liberalizado se reduce desde el 85% en 1974 al 78% en 1977).
o La devaluación de 1976 fue tímida y sin credibilidad, al no ir acompañada de las necesarias medidas
restrictivas para que no repercutieran en la inflación (la política fiscal como la monetaria tenían en
ese momento un sesgo expansivo). De hecho, esta devaluación fue absorbida por el crecimiento de
los precios internos en pocos meses.
1.2 POLÍTICA ECONÓMICA DE UCD (1977-1982)
El rasgo básico fue el carácter pactado de la política económica (un pacto entre patronal y sindicatos era entonces
difícil, por el carácter naciente de ambos tipos de organizaciones).
Los Pactos de la Moncloa tienen una orientación parecida al Plan de Estabilización, pero son bastante más amplios al
afectar a más materias. Su piedra angular, la política de rentas pactada, no estaba presente en el Plan de 1959.
Políticas estabilizadoras:
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• Se acompaña la devaluación de la peseta (1977) con una política monetaria restrictiva (carácter
estabilizador). Instrumento → control del agregado monetario M3 (objetivo intermedio) en lugar de
controlar los tipos de interés, y se inicia el uso de bandas para fijar el objetivo de crecimiento anual de la
oferta monetaria.
Con los Pactos de la Moncloa la inflación se redujo del 30% al 16% y la balanza básica experimentó un fuerte
superávit.
El coste más importante de los Pactos fue el incremento del paro bastante mayor del previsto.
En el enfoque trisectorial, el efecto sobre los tres sectores de los Pactos de la Moncloa (que implicó una
estabilización junto a una devaluación y una reducción del proteccionismo) sería en términos cualitativos similar al
del Plan de Estabilización: implicó un trasvase de recursos hacia el sector b).
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previsiones tienen que ser revisadas a la baja. Aunque en términos relativos el impacto fuera menor que la crisis de
1973, en términos absolutos fue mayor.
El retraso ocasionado en el ajuste a la primera crisis tiene al menos dos consecuencias importantes en la segunda:
Sin embargo, en esta ocasión no coincidió con un shock adicional desde los costes del factor trabajo y sobre todo
no se cometió el error de aplazar el ajuste a la crisis. De esta manera, las autoridades trasladaron de manera
inmediata el incremento de los costes del petróleo a los precios internos (se hizo en 4 días).
En los años posteriores a la crisis, se puede decir que la política económica centrista pasa por un período más liberal
(con el PEG o Programa Económico del Gobierno de 1979) y por otro más keynesiano (que se intensifica en 1982).
En estos años, en general, se mantiene el esquema política de rentas – política monetaria iniciado con los Pactos de
la Moncloa y se profundiza en la reforma de los mercados de factores productivos.
• Se lleva a cabo una política fiscal más expansiva, incrementándose las transferencias de rentas e intentando
luchar contra el paro sobre todo en 1982 mediante incrementos en términos reales de la inversión pública.
Esta política acabó implicando un déficit público que a partir de 1980 supera al de la OCDE.
• La política monetaria tendría una tarea estabilizadora (junto a la política de rentas), en parte compensadora
de los efectos creados por la política fiscal. En cualquier caso, el sesgo de la política monetaria no fue muy
restrictivo en esa época (la oferta monetaria, M3, crece ligeramente por encima del PIB nominal).
• En relación con la política de rentas, se firman los AMI (Acuerdo Marco Interconfederal) para 1980 y 1981 y
el ANE (Acuerdo Nacional sobre Empleo) para 1982. En estos acuerdos, a diferencia de lo sucedido en los
Pactos de la Moncloa, ya participan los interlocutores sociales (CEOE, UGT y USO en los AMI, a los que se
añaden CCOO y el Gobierno en el ANE).
• Se continúa con la liberalización del sistema financiero (fomento de la competencia bancaria, liberalización
de los tipos de interés). Se crea un sistema de supervisión y el Fondo de Garantía de Depósitos como
instrumentos para evitar que la crisis económica se viese multiplicada por una crisis financiera.
• Se aprueba el Estatuto de los Trabajadores, vinculado a la política de rentas a través del primer AMI.
• Se aprueba el Plan Energético Nacional, uno de cuyos principios es el de una política de precios realista
(que traspasara a precios las oscilaciones del coste del crudo).
• El Decreto-ley Bayón inicia la política micro y sectorial de reconversión industrial, que luego continuará
Solchaga.
La valoración de la política económica de UCD puede ser, en general, positiva (lo peor, el paro).
Con el PSOE, se «endurece» la política de rentas pactada y se utiliza el objetivo de inflación diciembre sobre
diciembre y no la inflación media, como había ocurrido con UCD.
Si la subida salarial coincide con la inflación esperada a final del año, durante once meses la subida salarial es menor
que la de los precios, y sólo al final, en el último mes, se iguala. Con el nuevo enfoque del PSOE, sólo en el fin del año se
mantiene el poder adquisitivo de los salarios, que se reduce en media anual.
DEMANDA:
En resumen, hay elementos parecidos en política de rentas, monetaria y fiscal, pero con diferencias, especialmente
en esta última.
• En 1986 España ingresa en la CEE → se acelera el desmantelamiento del proteccionismo. Tras un periodo
transitorio desaparecen los aranceles con el resto de los socios comunitarios. Además, España aplicará ante
terceros países la llamada Tarifa Exterior Común, que en término medio resultaba más reducida que la española.
En 1993 comienza la formación del Mercado Único, entre cuyos objetivos se encontraba el conseguir la libre
circulación de capitales. España liberaliza plenamente los movimientos de capital no sólo con los países de la UE,
sino también con el resto del mundo.
A partir de 1989 la política fiscal se vuelve más expansiva, debido a razones relacionadas con la Public Choice (el
éxito de la huelga general de diciembre de 1988 trajo consigo una fuerte demanda de incremento del gasto público y
el último trimestre de 1989 se celebraban elecciones generales, aunque no sean éstas las únicas razones).
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Esta política fiscal expansiva, junto a una política monetaria restrictiva (para luchar contra la inflación), en un
período en el que la demanda interna estaba creciendo de una manera muy intensa, originan el llamado «modelo
de los dos déficit»: el exterior y el del sector público.
MODELO DE LOS DOS DÉFICITS
El DÉFICIT PÚBLICO empieza a crecer a partir de 1990 y se vuelve impredecible por el bajo grado de
cumplimiento de los presupuestos.
La financiación de este déficit, junto con la política monetaria restrictiva, originan una elevación de los tipos de
interés que en un contexto de pertenencia a un sistema de tipo de cambio fijo, el SME, provocó una fuerte
entrada de capitales con la consiguiente apreciación de la peseta (durante estos años la peseta fue la moneda
más fuerte del SME, permaneciendo en la parte alta de la banda).
La apreciación de la peseta (unida al mantenimiento de un diferencial de inflación) implicó la pérdida de
competitividad de nuestros productos, ocasionando una ralentización de nuestras exportaciones y una
aceleración de las importaciones.
Como resultado, la balanza de pagos por cuenta corriente experimentó un elevado déficit (DÉFICIT EXTERIOR).
A partir de 1989 el déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente se dispara, alcanzando un 3,7% en 1990
(récord dentro de la OCDE).
La recesión de los años 1992-1993 va a ser más profunda que en la UE por los desequilibrios. Es además una de las
más severas (aunque no de las más largas) que ha sufrido la economía española.
En 1992 el Gobierno aprueba el Programa de Convergencia, que definía las líneas básicas de la política económica
para el período 1992-1996 (con previsiones diferentes a las incluidas en los presupuestos, aprobados sólo unos
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meses antes). Algunas de las medidas de PE que contenía van a ser incumplidas en cuestión de meses. En 1994 se
presentó una Actualización del Programa de Convergencia (1994-1997).
En el cuadro 1 se representa la evolución de los cinco criterios de convergencia de Maastricht desde 1991 hasta 1997
(año que se tuvo en cuenta para el «examen» de acceso al euro realizado en la primavera de 1998). Para cada uno de
los criterios de convergencia, se ha representado en la última columna si se cumple el criterio (signo positivo) o si se
incumple (signo negativo).
• En el período 1991-1993 no se realizan avances en la convergencia. Por el contrario (a excepción del de los
tipos de interés), todos los criterios empeoran.
• En 1994 se aprueba una Actualización al Programa de Convergencia (dada la disparidad entre sus objetivos y
la realidad), que contenía las nuevas previsiones y objetivos hasta al año 1997. Este nuevo programa se
realiza sobre unas previsiones macroeconómicas algo más realistas, pero presentaba el inconveniente de
retrasar los ajustes para los últimos años de su vigencia (1996 y 1997). De esta forma, el déficit previsto para
1995 era casi del 5,9%, lo que suponía el doble del límite de Maastricht. En 1994 se consigue avanzar en la
convergencia en prácticamente todos los criterios (a excepción de la deuda).
• En 1995 (último año del PSOE) es un año perdido para la convergencia porque se produce un retroceso en
los cinco criterios (debido a la devaluación mencionada). El resultado de 1995 supone que, en relación con
los criterios de convergencia, España se encontraba peor que en el momento en que se aprobó el Tratado de
Maastricht en 1991. Entre esas fechas se produce un empeoramiento en cuatro de los cinco criterios de
convergencia y sólo tiene lugar un avance muy ligero en uno de ellos (el de los tipos de interés).
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Durante los últimos meses de 2007 y todo 2008 el deterioro en la calidad de los activos y la pérdida
continua de confianza en las instituciones se trasmitieron con rapidez, extendiéndose a otros países como
una crisis económica, sistémica y global. Los efectos aceleradores cruzados entre variables financieras y
reales ejercieron su influencia, deteriorando rápidamente los balances de familias y empresas, lo que
produjo la contracción del consumo, del empleo, de los precios patrimoniales, del nivel de actividad y, en
síntesis, del PIB.
En España se superponían a estos efectos negativos importados otra crisis propia, de agotamiento del
modelo de crecimiento anterior, con un sistema financiero y bancario en el que se mezclaban, junto a
instituciones solventes, otras extremadamente débiles, que además mantenían fuertes exposiciones al
sector inmobiliario.
En 2010 la crisis de deuda soberana, especialmente centrada en los países periféricos de la UE, sumó sus
efectos a los de las crisis financiera y económica. Para la resolución de esta preocupante situación, la
política monetaria jugaría un papel fundamental, tanto en la Eurozona como en España.
Los diseñadores de la política económica, y sobre todo de la política monetaria europea, tardaron en
diseñar y poner en práctica las medidas adecuadas y el uso de los instrumentos precisos.
Para que las políticas de estabilización europeas sean eficaces es necesario contar con un adecuado nivel
de coordinación entre políticas monetarias y fiscales (aún queda mucho por hacer).
La Unión Económica y Monetaria (UME), es desde hace años una realidad en la que se encuentra
integrada España. Para la economía española, la inclusión en la Eurozona y el cumplimiento de los
criterios de convergencia supusieron un impulso notable, una exigencia de alto grado de madurez en la
gestión de su política económica, y representan una fortaleza para el futuro.
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En 1988, dos años después de la incorporación de España, la Comisión Europea creó un Comité encargado de fijar el
calendario de la unión monetaria. En 1989, avanzado el proyecto de su puesta en práctica, se decidió establecer
ésta en tres etapas:
ETAPAS EN LA CREACIÓN DE LA UEM
Primera etapa. Liberalización del movimiento de capitales. Tratado de la UE (Maastricht).
1990-1993
Segunda etapa. Se crea el Instituto Monetario Europeo, IME.
1994-1998
Tercera etapa. Se establece el sistema de tipos de cambio irrevocables entre los miembros participantes en la unión
1999-Actualidad monetaria, ya bajo la responsabilidad del BCE.
• Se liberalizaron los movimientos de capitales entre los Estados miembros del SME. También se avanzó en la
coordinación de las políticas monetarias de los respectivos bancos centrales, que debían procurar armonizar sus
actuaciones en torno a la consecución de la estabilidad de precios.
• Se definieron los contenidos de los programas de convergencia económica que deberían cumplir los países para
su integración.
• Se dotó de mayores responsabilidades al comité de gobernadores de los bancos centrales de los Estados
miembros de la UE, consolidándose con ello la cooperación monetaria.
• Tratado Refundido de la CEE se reformó y amplió en 1992 para dar cabida a los nuevos contenidos, políticos y
económicos, dando lugar al llamado Tratado de la UE (Tratado de Maastricht), que sería ratificado por los
Estados en noviembre de 1993. El nuevo Tratado incluía el Protocolo sobre el Sistema Europeo de Bancos
Centrales, SEBC, y del BCE, así como el Protocolo sobre el IME.
• En enero de 1994 se crea el IME, institución «puente» hasta la constitución del BCE en 1998. El IME no tenía
atribuida la competencia de política monetaria, que seguía residiendo en los bancos centrales de los países
miembros, pero sí la realización de los trabajos preparativos para la implantación de la moneda y la política
monetaria común.
• En 1995, se decidió que la nueva moneda se denominaría «euro».
• En 1997, el Consejo Europeo aprobó el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UME, cuyas exigencias fueron
cumplidas por Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Finlandia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal y
España, Todos estos países se comprometieron a la adopción de la moneda única en 1999, al tiempo que se
decidió establecer el tipo de conversión irrevocable de la paridad de cada moneda frente al euro, tomando como
referencia el ecu y fijando la equivalencia de ecu = 1 euro.
• En 1998 se constituyó el BCE, que, junto con los bancos centrales de dichos países, formó el Eurosistema. En
este momento se liquidó el IME.
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• Incorporación de nuevos países al Eurosistema: Grecia (2001), Eslovenia (2007); Malta y Chipre (2008),
Eslovaquia (2009) y Estonia (2011). Todos estos países han debido cumplir los criterios de convergencia
establecidos en el Tratado de la Unión
• Desde enero de 2002 había comenzado la circulación física del euro, produciendo algunos efectos inflacionistas
en algunos países como España.
• Se diferencia la Eurozona del Sistema Europeo de Bancos Centrales, SEBC, formado por el BCE y los países
miembros de la UE, estén o no incluidos en el Eurosistema y, por tanto, hayan adoptado o no el euro.
• El BCE, con sede en Frankfurt, tiene personalidad jurídica propia, es un organismo independiente y sus
funciones dimanan del Tratado Europeo y de sus propios estatutos.
• Las decisiones del BCE obligan a personas físicas y jurídicas y Estados de la Eurozona, y prevalecen sobre la
normativa y disposiciones nacionales.
• El Consejo de Gobierno del BCE es el órgano rector de más alta capacidad de decisión del Eurosistema y adopta
las medidas de política monetaria en función de la coyuntura por la que atraviesa en cada momento la Eurozona.
Reúne a los gobernadores de los bancos centrales nacionales que han adoptado la moneda única y forman parte
del Eurosistema.
• Una vez tomadas las decisiones de política monetaria, los bancos centrales nacionales son los encargados de
implementarlas, de forma descentralizada, pero coordinada.
• El capital social del BCE es propiedad de los bancos centrales integrados en el Eurosistema y de aquellos Estados
miembros de la Unión que, no habiendo adoptado aún el euro como moneda única, son parte del SEBC (en
función del peso de la población de cada país).
• Con periodicidad anual, el BCE rinde cuentas de sus actividades y de sus decisiones de política monetaria al
Parlamento Europeo y al Consejo de la Comunidad Europea. El Tribunal de Cuentas Europeo debe examinar la
eficacia operativa del BCE.
• El BCE autoriza la emisión de billetes, y sólo él y los bancos centrales de la Eurozona pueden emitirlos en base a
un protocolo acordado y muy preciso. Además realiza operaciones de cambio de divisas y vela por el buen
funcionamiento del sistema de pagos de la Eurozona.
EL BANCO DE ESPAÑA
El BdE aplica en España la política monetaria, y participa en su diseño en el Consejo de Gobierno del BCE y en los
distintos Comités Operativos. Para ello, el BdE está dotado de la necesaria capacidad técnica y de independencia
frente al ciclo político.
2. En Europa → La Junta Europea de Riesgo Sistémico, JERS, que surgió a partir del Informe De Larosiére
(recomendaciones para mejorar el marco de estabilidad financiera a escala europea). El JERS vigila y analiza
para evitar las crisis.
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PRINCIPALES FUNCIONES DEL JERS:
La vigilancia de la solvencia de los emisores soberanos europeos.
En 2011, la JERS El análisis de las dificultades de las entidades de crédito para conseguir
estaba ya financiación.
operativa y su El seguimiento de las debilidades en la senda de crecimiento y generación
secretaría se
de PIB de los Estados miembros.
encontraba en
el BCE
• EL MEDE (2011). El Consejo Europeo creó el Mecanismo Europeo de Estabilidad, MEDE, como organismo
permanente de gestión de crisis. MEDE → gestión financiera de las crisis.
FINALIDAD DEL MEDE
Prestar ayuda financiera en forma de préstamos a los países de la Eurozona que lo soliciten, con la
condición de que la situación de sus economías suponga un riesgo a la estabilidad financiera de la zona y
a la fortaleza del euro.
La contraprestación del país que solicite la ayuda (rescate) será someterse a un exigente y estricto
programa de ajuste bajo la supervisión de la Comisión Europea, del FMI y del BCE ( conocido como
Troika).
El MEDE facilita liquidez al país en apuros hasta que recupere la posibilidad de financiarse a través de la
emisión de deuda soberana en razonables condiciones de coste, tras haber ajustado su economía.
El papel del BCE en este proceso de rescate del MEDE, consiste en analizar la sostenibilidad de la deuda
soberana, diseñar y hacer el seguimiento de los programas de recuperación y superación de crisis y ejercer como
agente de pagos.
Todo el proceso deberá detallarse en un Convenio de Cooperación o Memorándum de Entendimiento, MOU. El
MEDE se nutre de los fondos aportados por los países de la Eurozona y mediante la emisión de valores, no de
acciones, siendo el principal mecanismo de gestión de crisis con que cuenta la Eurozona.
• LA UNIÓN BANCARIA (2012). Está formada por los países de la Eurozona y el BCE.
PILARES BÁSICOS DE LA UNIÓN BANCARIA
1. La supervisión microprudencial de las entidades más importantes (entidades sistémicas).
2. La constitución de un fondo único de garantía de depósitos.
3. La creación de un fondo de resolución bancaria para entidades con dificultades insuperables de
supervivencia.
La política monetaria debe procurar la estabilidad macroeconómica, evitar recesiones y conseguir la estabilidad de
precios. Cuando el producto real está por debajo del potencial y el
«output gap» (𝑃𝐼�𝑜𝑏𝑠𝑒𝑟𝑣𝑎𝑑𝑜 −𝑃𝐼�𝑝𝑜𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎�) se hace más negativo, las medidas monetarias deben ser expansivas (y al
revés en caso contrario), utilizando para ello las dos herramientas más potentes con que cuenta la política
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monetaria: el tipo de interés y la cantidad de dinero del sistema, que aumenta o disminuye mediante operaciones
de inyección o detracción de liquidez realizadas por los bancos centrales. Estas actuaciones son siempre más
rápidas que las de la política fiscal.
Desde el punto de vista teórico, y para cuantificar las actuaciones de inyección o de detracción de recursos, se suelen
utilizar instrumentos como la ecuación de Fisher (para ayudar a fijar las cantidades de dinero) o la regla de Taylor
(para encontrar el tipo de interés interbancario preciso, considerando el «output gap» y la inflación).
El problema de la Eurozona es que hay 17 Estados soberanos con distintas prioridades. Y lo que es más grave, existen
primas de riesgo y niveles de solvencia muy dispares.
El Tratado de la Unión Europea especifica que el objetivo primordial de la política monetaria única es la estabilidad
de precios (<2%). Este nivel, positivo pero reducido, se justifica porque proporciona una protección frente a la
deflación al tiempo que garantiza la capacidad adquisitiva.
LOS OBJETIVOS DE OTROS BANCOS CENTRALES
Además del objetivo de la estabilidad de precios, la FED (o el Banco de Japón) persigue un crecimiento económico
sostenible, sin prioridad de lo primero sobre lo segundo.
El Banco Central de Nueva Zelanda fue primero en destacar la prioridad del objetivo de inflación.
Ahora coexisten ambos modelos sin que se pueda esgrimir un argumento teórico definitivo a favor de uno u otro.
• Análisis económico (PIB, mercados de trabajo, formación de los costes, utilización de la capacidad
productiva, evolución del tipo de cambio, balanza de pagos, etc.).
• Análisis monetario (con la premisa de que inflación y crecimiento monetario están estrechamente
relacionadas en el m/p y l/p).
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Actualmente, el instrumento básico de política monetaria es la modificación del tipo de interés, a través del tipo
oficial del BCE, lo que afecta a los tipos a corto, a largo, a los precios de los activos financieros y a las expectativas.
Todo ello afecta de forma crucial a la eficacia de la política monetaria a corto plazo.
Las operaciones de mercado abierto se realizan mediante transacciones orientadas a inyectar o drenar liquidez. Son
efectuadas por los Bancos Centrales nacionales y pueden ser:
• Operaciones de financiación a través de subastas semanales con tipo fijo de interés mínimo.
• Operaciones de financiación a través de subasta mensual y vencimiento a tres meses.
• Operaciones de ajuste, mediante subastas rápidas y sin periodicidad.
• Operaciones estructurales, para actuar sobre la liquidez no coyuntural y que tampoco tienen
periodicidad establecida.
En síntesis, las modalidades de operaciones de mercado abierto contemplan operaciones temporales (con vencimiento a una
semana o a tres meses), operaciones simples (compra o venta de un activo a su vencimiento), emisión de certificados de deuda,
swaps de divisas (compra o venta de euros al contado contra una divisa, al tiempo que se vende o compra a plazo) y captación
de depósitos a plazo fijo, ampliando o restringiendo las ventanas de liquidez según el momento.
2. FACILIDADES PERMANENTES
• Facilidad marginal de crédito → el BCE presta a los bancos dinero por un plazo de 24 horas. Para conseguir
el dinero, el banco debe depositar unas garantías y aceptar un tipo de penalización superior al tipo de
mercado.
• facilidad de depósito → las entidades colocan liquidez en el BCE por un plazo de 24 horas a un tipo
remunerado inferior al tipo de mercado.
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3. LAS RESERVAS MÍNIMAS OBLIGATORIAS:
Consisten en que las entidades de crédito mantengan en su cuenta en el BCE una media diaria no inferior al 1% de
determinados pasivos a corto, fundamentalmente depósitos a la vista, depósitos a menos de 2 años o disposiciones
con preaviso. Las reservas mínimas obligatorias también pueden denominarse coeficientes de caja o de reservas.
Estas reservas mínimas son remuneradas a las entidades de crédito al tipo de interés de referencia.
EL TIPO DE INTERÉS:
1. El tipo oficial central , fijado por el BCE y que sirve de orientación básica a la política monetaria. Este tipo
también se utiliza en las subastas de las operaciones principales de financiación:
• Como tipo fijo en las subastas a tipo de interés fijo.
• Como tipo mínimo en las subastas a tipo de interés variable.
El BCE también fija el tipo de interés de la facilidad marginal de crédito y el de la facilidad de depósito, que
suele situarse 75 puntos básicos (0,75%) por encima y por debajo respectivamente, del tipo oficial central.
2. El mercado interbancario del euro a un día , EONIA (Euro Overnight Index Average), que no está fijado por el
BCE, sino por el mercado. El EONIA es la media ponderada de la retribución de los depósitos no garantizados
con la que han cerrado operaciones las cincuenta entidades de crédito más activas del mercado.
3. El EURIBOR (European Interbank Ofered Rate), que es el tipo al que las entidades de crédito están dispuestas a
prestarse dinero entre sí, y que es calculado por la Federación Bancaria Europea, con información facilitada
también por las entidades más activas que han realizado operaciones desde una semana hasta un año .
El interbancario, que entre 1987 y 1988 había llegado a situarse en el 18%, pasó en 1998 al 5% y en 2004-2005 a
niveles del 3%, para posicionarse el EONIA en 2007, en plena crisis financiera del verano de aquel año, a niveles del
4%. Después, la convergencia a la baja de los tipos en España ha sido una positiva realidad.
En 2002 continuó la atonía económica en la Eurozona, lo que contribuyó a crear un entorno volátil y de marcada
debilidad en algunos mercados considerados de referencia.
La introducción física del euro en enero de aquel año supuso un repunte inflacionista, que se sumaba a los efectos
derivados de los altos precios del petróleo (especialmente visibles en España), pero que no produjo reacción del BCE
sobre los tipos de interés.
Al tiempo, junto con la bajada de tipos se había producido un aumento de la cantidad de dinero �� como
consecuencia del entorno de volatilidad existente, que hizo aumentar la preferencia por los activos más líquidos.
Así, durante 2003, 2004 y 2005 continuaría la política de tipos bajos en la Eurozona, a la espera de la confirmación
de los indicios de recuperación económica. Durante estos años se produjeron un par de repuntes de la economía de
la Eurozona que no se llegaron a consolidar.
Por tanto, entre 2000 y 2005 la política monetaria había sido claramente expansiva, manteniendo tipos de interés
decrecientes y reducidos. Esta situación de tipos bajos propició en España el incremento espectacular en la
demanda de crédito.
EL ESTALLIDO DE LA CRISIS:
Los activos financieros de alto riesgo se dispersaron mundialmente desde EE.UU. Cuando se produjeron los impagos,
se sucedieron quiebras de compañías financieras, además de una pérdida de confianza en las calificaciones de
riesgo, extensión de la incertidumbre, drástica disminución de la liquidez, notable aumento en la aversión al riesgo y
paralela contracción del crédito, situación que se fue extendiendo de un mercado a otro, lo que produjo la reacción
inmediata de los bancos centrales y, más concretamente, de la FED, del Banco Central de Japón, Inglaterra, Australia,
Corea, Suecia, Suiza, Canadá y del BCE.
El dólar aceleró su deterioro frente al euro, persistiendo durante meses las mayores primas de riesgos y la falta de
fluidez en los mercados interbancarios, que empezaron a tener dudas sobre la solvencia de diversos activos e
instituciones, al tiempo que procuraban mantener la liquidez propia. Además se produjo una fuerte demanda en el
interbancario a más de una semana que quedó insatisfecha por la ausencia de oferta, lo que aumentó la
preocupación general sobre la duración y efectos de la crisis y colaboró a propagar su extensión.
La pronta reacción de los bancos centrales, confirmó cierta confianza en el funcionamiento de la política monetaria.
Los bancos centrales, entre agosto y finales de 2007, inyectaron importantes cantidades de liquidez al sistema para
evitar una profunda y extensa crisis de crédito, y procedieron a replantearse la política de tipos.
En el mes de marzo y junio del 2007, el BCE actuó con gran prudencia manteniendo el tipo al 4% durante varios
meses, continuando con las inyecciones de liquidez.
El impacto sobre el sistema financiero español fue a corto plazo relativamente reducido, sobre todo comparado
con los efectos mucho más profundos que sufrieron otros países de la Eurozona, pero lo peor para el sistema
financiero español estaba por llegar.
El año 2008 estuvo marcado por severas tensiones financieras en todo el mundo y por una caída de la actividad
económica, si bien en Europa al menos las expectativas de inflación permanecieron ancladas en el objetivo del BCE,
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lo que permitió situar el tipo de interés en el 1%, al tiempo que se facilitaba liquidez a plazos de vencimiento más
largo (1 año).
Pero a la vez, la situación presupuestaria de los países de la Eurozona, especialmente los periféricos, estaba
empeorando, lo que debería haber constituido una alerta temprana de la crisis de deuda soberana que se
avecinaba. Como consecuencia de ella se produjo la intervención de Irlanda y Portugal, al tiempo que persistía
desde hacía años la escandalosa situación de Grecia (a este grupo de países problemáticos se añadía Chipre en
2013).
Se crea el JERS para atender la supervisión macroprudencial. También se aprueban medidas no convencionales.
En la segunda parte del año 2009, los diferenciales entre bonos soberanos (prima de riesgo) obligaron a anunciar por
parte del BCE nuevas compras de deuda en el mercado secundario a fin de no limitar la financiación de los países o
la utilización de los bonos como garantía. Para neutralizar efectos inflacionistas, el BCE esterilizaba los importes de
compra de bonos mediante retiradas de liquidez en el mercado monetario.
Durante 2011 continuaron las medidas no convencionales, subastas a tipo fijo con adjudicación plena, operaciones
de financiación a plazo más largo, ampliación de activos de garantías y reducción del coeficiente de reservas al 1%,
con el fin último de no limitar la liquidez y así estimular el crédito a empresas y familias.
La imprescindible interrelación entre la política monetaria y fiscal conduce a principios de 2012 al pacto
presupuestario para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas de la Eurozona, reflejado en el Tratado de
Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la Unión Económica y Monetaria. A finales de 2011 y comienzos de
2012, el BCE abrió nuevas ventanas de liquidez mediante la oferta de préstamos hasta tres años al tipo de
referencia. La operación se formalizó en subastas especiales, ampliamente utilizadas por los bancos españoles, que,
sin embargo, aprovecharon estos recursos para su recapitulación, dotación de provisiones o compra de deuda
pública española, antes que para aumentar el crédito a familias y empresas.
La evolución a la baja del tipo de interés continuó en 2012 alcanzando niveles del 0,75%, lo que situó la facilidad de
crédito en el 1,5% y la de depósito, en el 0%. Hasta finales de 2012 y principios de 2013 no comenzó a reducirse la
prima de riesgo española, situándose en torno a los 350 puntos, alejando la posibilidad de un rescate.
En 2009 se creó el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para apoyar e intervenir a las instituciones
necesitadas de capital, y sanear su balance para garantizar su viabilidad. El foco de atención primordial del FROB
giraba en torno a las cajas de ahorro, cuyo número se había reducido a menos de la mitad, en un proceso complejo.
En la Eurozona se procedió en 2010 a realizar unos simulacros sobre el balance de las instituciones financieras,
pruebas de esfuerzo o «stress test» en escenarios complejos.
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PRIMER STRESS TEST (2010)
España sometió a examen a la totalidad de las cajas de ahorro y a los bancos cotizados al objeto de resolver
las dudas de prestamistas internacionales, analistas o inversores.
El ejercicio se realizó para varios países bajo la supervisión de la Autoridad Bancaria Europea, EBA, en la que
participa el BdE.
El ejercicio no consiguió disipar las dudas sobre el sistema financiero español. Ante esta situación, fue
necesario acudir a otro ejercicio de «stress test» en 2012.
El resultado determinó que el 64% del sistema no requería más capital que aquel del que cada entidad
demostró ser capaz de disponer por sí misma, en tanto que el resto debería recapitalizarse.
Para facilitar los recursos necesarios, se fijó un mecanismo por parte de las autoridades europeas que
consistía en trasferir recursos al FROB, que a su vez los trasladaría a las instituciones, al tiempo que éstas
realizaban un fuerte proceso de ajuste interno, se concentraban en su negocio básico, reducían la red de
sucursales y la plantilla y trasmitían activos dañados a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la
Reestructuración Bancaria, SAREB.
EL SAREB:
Se puso en funcionamiento a finales de 2012 con el propósito de reunir y gestionar los activos inmobiliarios de los
bancos que necesitaban la recapitalización con fondos europeos y en línea con las exigencias del MOU.
El objetivo de la SAREB es gestionar los activos dañados de las instituciones para proceder a su desinversión
ordenada durante un periodo de 15 años, plazo máximo para el que se creó la nueva sociedad, con
obtención de beneficios.
Con la intervención de las instituciones financieras dañadas, la puesta en funcionamiento del FROB, la realización de
los «stress test», la firma del MOU y la creación de la SAREB, se han establecido las bases para el saneamiento del
sistema financiero español, asegurando su solidez al objeto de neutralizar la desconfianza, potenciar la eficacia de la
política monetaria y facilitar la vuelta del crédito.
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• Los economistas clásicos buscaban lograr el desarrollo económico en base a la denominada «regla de oro»
del equilibrio presupuestario anual.
• Con Keynes el objetivo era lograr un nivel de la actividad económica que permitiera el pleno empleo de los
recursos disponibles.
Los problemas derivados de la acción discrecional de los gobiernos (como retardos), unidos a la desconfianza de los
liberales en este sentido, dio lugar al nacimiento en 1947 de la ideología presupuestaria denominada «presupuesto
de estabilización automática», asociada al Comité de Desarrollo Económico de los Estados Unidos. En 1949, recibiría
la adhesión de un conjunto de economistas de diversas tendencias en el denominado «Manifiesto de Princeton».
El automatismo resultó insuficiente para lograr el equilibrio económico global, pero permitió apreciar el gran peso
que el componente discrecional tenía sobre la economía, inspirando a muchos economistas neoliberales ( Escuela de
Chicago) en múltiples propuestas radicalmente opuestas a la intervención de los poderes públicos con pretensiones
estabilizadores. Estas propuestas consistían en que la acción presupuestaria debía ser neutral respecto a la
coyuntura. Esta ideología nació en los trabajos del Consejo de Asesores Económicos del Presidente de Estados
Unidos en los 70:
El objetivo de la política estabilizadora, además de moderar las oscilaciones cíclicas de la economía, era
colaborar junto con la política monetaria al logro y mantenimiento del PIB potencial (el que en cada
momento puede alcanzarse utilizando plenamente los recursos existentes sin que la inflación se acelere).
Un comportamiento público es neutral cuando el saldo de las cuentas públicas del año reproduce las condiciones de un
ejercicio que se considera «ejemplar» por la elevada proximidad entre el PIB efectivo y el PIB potencial.
Nace en Alemania el denominado «presupuesto neutral» como un intento de separar los componentes neutral y
beligerante del saldo presupuestario.
3.2.1 OBJETIVOS
La política de estabilización suele concretarse en cuatro diferentes fines:
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2. Permitir un crecimiento estable a largo plazo de la economía.
3. Contener el crecimiento de los precios dentro de unos límites tolerables.
4. Lograr un equilibrio en la balanza de pagos (relaciones económicas con el RM).
El problema es que la utilización de un instrumento presupuestario para el logro de una determinada finalidad
puede interferir y dañar otros fines planteados.
El Tratado de Maastricht (1992) estableció dos exigencias fiscales para acceder a la UME:
Con el fin de asegurar los criterios de convergencia fijados en Maastricht tras el ingreso en la UME, las políticas
fiscales nacionales deberían encuadrarse en el denominado Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) aprobado en la
Cumbre de Ámsterdam (1997).
PILARES DEL PACTO DE ESTABILIDAD Y CRECIMIENTO:
1. El principio de supervisión multilateral de las situaciones presupuestarias.
Los Estados miembros de la zona del euro deben presentar un programa de estabilidad que contenga los objetivos de
la hacienda pública a medio plazo y que se actualice cada año.
2. El procedimiento de déficit excesivo.
Se inicia si el déficit de un Estado miembro supera el 3% del PIB. Si el Consejo constata un déficit excesivo, envía
recomendaciones al Estado miembro en cuestión para que adopte medidas pertinentes. Si el Estado miembro no se
ajusta a estas recomendaciones, el Consejo puede imponerle sanciones, primero en forma de un depósito sin intereses
en favor de la Comunidad y que posteriormente se convierten en multa si en los dos años siguientes no se corrige el
déficit excesivo.
En 2005 se aprobó, a instancia de Francia y Alemania, la Reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, para
garantizar un mayor margen de gasto público como medida para salir de los problemas económicos (aquellos
gobiernos con déficit excesivos pueden evitar sanciones temporalmente si demuestran que el gasto tiene un
objetivo válido).
Este proceso de reforma se completa con la aprobación por todos los países de la UE, excepto Reino Unido y la
República Checa, del Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria
(2012). Los países firmantes se comprometen con la estabilidad de las cuentas públicas (equilibrio o con superávit).
A nivel nacional se produce la reforma del artículo 135 de la Constitución Española en 2011 (LO 2/2012 de
Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera) con tres reglas fiscales:
Instrumentos de PF → partidas de ingresos (impuestos) y gastos públicos, que pueden ser utilizados en mayor o
menor medida para lograr los objetivos de estabilidad que se pretenden.
3.3 LA MEDICIÓN DE LOS EFECTOS DE LA POLÍTICA FISCAL
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En España ha aumentado el
déficit presupuestario
consecuencia de la crisis de
2007.
1) SALDO EFECTIVO (superávit o déficit). Es el saldo de la cuenta de capital en la variante relativa a la necesidad de
financiación según las Cuentas Nacionales. Este concepto, que incluye los gastos por intereses de la deuda
pública, expresa la situación superavitaria o deficitaria de las AA.PP., una vez que éstas han hecho frente a los
gastos corrientes y de capital. Se trata de la medida más utilizada en las comparaciones internacionales de la
actuación económica de las AA.PP. en términos de CN.
2) SALDO PRIMARIO. Se obtiene eliminando del saldo efectivo los intereses de la deuda pública. En este contexto,
los intereses se conciben como un gasto derivado de la deuda acumulada en el pasado. Esta medida se utiliza en
las comparaciones internacionales como indicador del grado de disciplina o sostenibilidad de la política
presupuestaria.
3) CAPACIDAD O NECESIDAD DE ENDEUDAMIENTO (o variación de pasivos financieros). Se obtiene sumando a la
necesidad de financiación (o restando de la capacidad de financiación) la variación neta de activos financieros.
Este concepto de saldo presupuestario trata de complementar a la definición de saldo efectivo, ya que
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suministra información adicional para conocer la verdadera situación financiera de las AA.PP., que puede verse
afectada por endeudamientos no procedentes del saldo de operaciones financieras.
4) SALDO CÍCLICO. También denominado «componente automático», mide la respuesta automática de los ingresos
y gastos a las fluctuaciones económicas. Cuando la economía se encuentra en una fase expansiva, los ingresos
fiscales aumentan (impuestos proporcionales y progresivos), y el gasto público disminuye (prestaciones por
desempleo).
5) SALDO DISCRECIONAL. Es la parte del saldo efectivo que refleja ingresos y gastos expresamente decididos por la
autoridad presupuestaria competente. Es, por tanto, la diferencia entre el saldo efectivo y el cíclico.
6) SALDO ESTRUCTURAL. Es el saldo que permanece aunque la economía alcanzara una hipotética situación de
plena ocupación.
7) SALDO OCASIONAL. Es la parte del saldo discrecional que no es estructural, es decir, ni permanente ni básico.
Deriva de decisiones que no implican variación en las normas tributarias.
Es muy útil descomponer el saldo efectivo en los componentes cíclico, ocasional y estructural para mostrar la
dificultad que tiene la reducción del déficit público:
• La reducción del componente cíclico se efectúa por sí sola cuando la coyuntura económica mejora.
• La reducción del déficit ocasional e incluso su conversión en superávit son relativamente más fáciles con
medidas de emergencia no profundas.
• La reducción del componente estructural exige medidas que afecten a elementos más permanentes en la
composición de ingresos y gastos públicos.
3.4 CRITERIOS DE ADECUACIÓN COYUNTURAL DEL SALDO PRESUPUESTARIO
No existe un criterio único sobre cuál debe ser el saldo presupuestario más adecuado a la situación económica. Aquí
se destacan 3 criterios distintos:
Persigue un saldo nulo en la actividad presupuestaria de las AAPP. A nivel europeo se ha acometido una profunda
reforma en este sentido al aprobarse el Tratado de Estabilidad Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica
y Monetaria, en el que los países firmantes se comprometen de forma inequívoca con la estabilidad de las cuentas
públicas al acordar mantener una situación de equilibrio o con superávit.
El problema de este criterio es que el mantenimiento de un saldo presupuestario nulo puede ejercer una acción
procíclica.
En teoría se podría combinar el criterio del equilibrio con una moderada acción estabilizadora mediante fórmulas de
equilibrio a lo largo del ciclo. El peligro de esta medida es que sólo se cumpla la actuación deficitaria expansiva y no
la superavitaria contractiva, conduciendo a situaciones patrimoniales comprometidas para las AAPP y, sobre todo, a
indeseables presiones sobre la demanda agregada en épocas de expansión económica.
Por ello, en 2006 se introdujo la idea de adecuación de la estabilidad presupuestaria al ciclo económico (y no al
año), de modo que la estabilidad se mediría a partir de entonces en términos cíclicos y no anuales.
Para mantener una tendencia reductora del déficit público y de la tasa de endeudamiento son necesarias reformas
que reduzcan el déficit estructural de forma permanente, ya que de esta forma se facilita la contención del déficit
efectivo de cada año, con independencia de la coyuntura por la que atraviese la economía del país.
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2. EL SALDO PRESUPUESTARIO NEUTRAL
Sus fundamentos teóricos fueron establecidos por el Consejo de Asesores Económicos de la República Federal
Alemana en 1967, aunque comenzó a utilizarse años más tarde (1970).
El saldo neutral adopta como patrón de referencia un año con una situación de pleno empleo (o cercana), y permite
comparar el saldo presupuestario efectivo en cualquier año con el saldo del año de referencia. Si las
administraciones públicas ajustasen su saldo efectivo a ese valor neutral, puede afirmarse que el sector público no
impediría ni estimularía, con su actividad financiera, que la economía alcanzara el pleno empleo.
Para evaluar el comportamiento estabilizador de la política fiscal, hemos de conocer en qué medida los ingresos y
gastos públicos evitan una acusada disparidad entre el crecimiento efectivo y el potencial del PIB, sin generar ni
estimular tensiones inflacionistas. Para ello, la forma de valorar esa contribución es comparar el comportamiento
público real con el que se daría en un ejercicio económico en el que la economía estuviera próxima a un equilibrio
con pleno empleo.
Para conseguir un saldo presupuestario neutral se elige un año base con pleno empleo y estabilidad de precios.
• Los «gastos neutrales» son los resultantes de aplicar a la producción potencial de cada año las proporciones
gasto/producción potencial de ese año base.
• Los «ingresos neutrales» son los resultantes de aplicar a la producción efectiva de cada año las proporciones
ingreso/producción del año base.
Todo presupuesto efectivo que se desvíe de las cifras estimadas del presupuesto neutral indicará la existencia, en el
periodo considerado, de una política fiscal expansiva o contractiva, situación que mide o refleja lo que se denomina
«saldo beligerante».
El «saldo neutral», al establecer los gastos neutrales respecto al PIB potencial y los ingresos respecto al PIB efectivo,
genera un efecto estimulante de la coyuntura. En ese sentido estricto, no es neutral, aunque a efectos prácticos
pueda considerarse como tal.
Se aplica en las situaciones en que existe un déficit público efectivo, y postula como principio básico que un saldo
público es neutral financieramente siempre que no implique una elevación de la tasa de endeudamiento público
sobre el PIB. El saldo presupuestario efectivo aceptable, según este criterio, se obtendría sumando algebraicamente
al saldo primario de equilibrio los intereses efectivos de la deuda pública. La tasa de endeudamiento del sector
público (�) se relaciona con el tipo de interés (�), la tasa de crecimiento del PIB (�) y el déficit primario, es decir,
excluidos los intereses (�), según la siguiente expresión:
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prima de riesgo se mide en diferenciales de porcentaje, o más frecuentemente, en « puntos básicos» (pb)
(5%=500pb).
La prima de riesgo que se maneja actualmente a diario es la que mide el diferencial de rentabilidad entre el bono a
10 años de Alemania y España.
Cada inversor determinará cuál es la prima de riesgo específica que le compensa por asumir el riesgo de crédito de
un emisor, y la prima de riesgo de mercado refleja la opinión conjunta de todos los inversores. Normalmente, los
inversores se apoyan en la opinión de las agencias de rating, cuyas calificaciones (en una escala ordinal de «C» a
«AAA») reflejan probabilidades de riesgo de impago fundamentadas en una base estadística histórica de miles de
emisores de bonos durante 100 o más años.
Un bono calificado en la categoría «BBB» tiene una probabilidad histórica de impago del 1% en un horizonte de 5 años,
mientras que un bono en una categoría inferior de «BB» tiene un riesgo de impago histórico del 6,3% en el mismo
horizonte de 5 años. Este diferencial de riesgo de crédito o de impago es el principal componente de la prima de riesgo.
Cuanto mayor sea el volumen de deuda y menor el crecimiento económico, mayor será la financiación, lo que
afectará negativamente a la prima de riesgo. Hay otros factores importantes, como la actitud del BCE respecto a
compras de deuda soberana en los mercados secundarios, la obtención de ayuda del Fondo de Rescate, etc.
1) Existe una propensión permanente al déficit. En todos los años el saldo efectivo es negativo y, por tanto, implica
una actuación expansiva que no siempre está justificada.
2) La tendencia al déficit es universal en todas las instancias de gobierno, aunque se hace más marcada en las
haciendas autonómicas.
3) El mayor componente del déficit es el desahorro público, que demuestra el fracaso de los gestores de la política
económica para cubrir los gastos corrientes con ingresos corrientes.
4) El aumento de los activos financieros públicos eleva sustancialmente la necesidad de endeudamiento respecto
al déficit en sentido estricto (es posible que bajo esos activos financieros se escondan subvenciones y ayudas a
empresas públicas poco viables).
5) El Estado del Bienestar es soportado por la mitad del gasto público.
6) La mayor parte de los ingresos y gastos públicos corresponden a compromisos fijados por las leyes y
obligaciones internacionales. La capacidad anual de alteración del contenido presupuestario se ve en la práctica
muy mermado.
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7) La mayor parte del déficit tiene una naturaleza discrecional cuyo ingrediente básico es de naturaleza
permanente o estructural.
8) El peso de los estabilizadores automáticos es muy reducido en comparación con el componente estructural.
9) En la divergencia entre el déficit primario y efectivo, destaca la importancia de los pagos por intereses, por la
denominada crisis de la deuda soberana.
10) Al ser el tipo de interés real de la deuda muy superior a la tasa de crecimiento del PIB en términos reales, cabe
decir que el sector público español no cumple con el criterio de sostenibilidad de la deuda pública. Necesita
superávits primarios para alcanzar el equilibrio presupuestario. Tampoco cumple el criterio de neutralidad, ya
que el saldo neutral (sobre un patrón de crecimiento potencial, aunque deficitario a partir de 2009) es muy
inferior al déficit efectivo, lo que reitera una acción expansiva desmedida fruto de la incapacidad de control del
gasto público.
El comportamiento presupuestario del sector público en España apunta hacia un déficit universal, permanente y
excesivo derivado de un elevado gasto social y de un sistema fiscal insuficiente, que presenta un alto
componente estructural que se corresponde con un grado igualmente elevado de gasto comprometido,
difícilmente ajustable a las necesidades coyunturales de cada ejercicio.
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Europeización:
La europeización consiste en el proceso de cambio en las políticas, preferencias e instituciones nacionales originado
por la presión que supone la adaptación a la UE.
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Métodos de europeización:
1. Método clásico Monnet de centralización de la formulación de políticas (por ejemplo, la política comercial
de la UE, muy centralizada e insitucionalizada).
2. Método abierto de coordinación adoptado en el Consejo Europeo de Lisboa (2000), que consiste en la
definición de directrices y el establecimiento de benchmarks o referencias con el fin de adoptar las mejores
prácticas en el seno de los EM, sin ningún tipo de coerción o sanción formal.
Además de la europeización, también se ha producido un proceso de «sustitución de políticas», que es una forma
de llenar los vacíos que deja la convergencia de la política exterior y que no pueden ser reconducidos mediante la
transferencia de políticas. La sustitución de políticas surge de la necesidad de asumir los compromisos externos,
heredados de la historia o la geografía, y se ha producido frecuentemente mediante instrumentos económicos no
comerciales. Las áreas con un grado bajo de europeización (como la política de ayuda al desarrollo, de inmigración,
de inversión exterior o de difusión cultural, para las que no existe política común de la UE) proporcionan
oportunidades para la sustitución de políticas.
El mejor exponente del proceso de europeización en las políticas económicas exteriores lo constituye la política
comercial común, cuya evolución refleja tanto los fenómenos de convergencia y de transferencia de políticas como
el de sustitución de las mismas.
4.3 LA POLÍTICA COMERCIAL DE LA UE
La política comercial constituye uno de los núcleos del proceso de integración económica desde los orígenes del
proyecto europeo. Como resultado, la UE se ha convertido en una de las mayores potencias comerciales del mundo,
siendo el mayor importador y exportador mundial de bienes.
Su marco institucional se define en el artículo 113 del Tratado de la Comunidad Económica Europea (1957),
modificado por el artículo 133 del Tratado de Niza (2001) y éste, a su vez, por el artículo 207 del Tratado de Lisboa
(2008).
LA POLÍTICA COMERCIAL COMÚN ATAÑE A: El Tratado de Lisboa ha ampliado las
Las modificaciones arancelarias. competencias de la UE en materia de política
La celebración de acuerdos arancelarios y comerciales relativos a los comercial al introducir por vez primera los
intercambios de mercancías y de servicios. intercambios de servicios, los aspectos comerciales
Los aspectos comerciales de la propiedad intelectual e industrial. de la propiedad intelectual e industrial y las
Las inversiones extranjeras directas. inversiones extranjeras directas. Otra novedad del
La uniformización de las medidas de liberalización. Tratado de Lisboa es que engloba la política
comercial en el marco de los principios y objetivos
La política de exportación.
de la acción exterior de la UE (necesidad de una
Las medidas de protección comercial, entre ellas las que deban adoptarse
mayor coherencia en las políticas exteriores de la
en caso de dumping y subvenciones.
Unión).
La Comisión fija las prioridades de la UE en base a las directivas del Consejo de Ministros, propone y negocia en
nombre de los EM. Luego, la Comisión presenta sus recomendaciones al Consejo y posteriormente se ocupa de
aplicarlas.
Pero es el Consejo el que adopta las grandes decisiones de política comercial por mayoría cualificada, en codecisión
con el Parlamento.
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Tratado de Lisboa → el Parlamento y el Consejo los que adoptan las medidas que definen el marco de aplicación de
la política comercial común (antes sólo Consejo).
La UE también concede subvenciones a la exportación (productos agrícolas) relativamente elevadas, aunque con
tendencia a la baja.
En el plano multilateral, la UE es uno de los participantes más activos en las negociaciones de la OMC. En el plano
regional, la UE sigue ampliando sus zonas de comercio preferencial.
TIPOS DE ACUERDOS:
1. Multilaterales (OMC).
2. Preferenciales recíprocos (bilaterales).
3. Preferenciales no recíprocos (unilaterales).
La Ronda Doha, iniciada en 2001, es la última de las rondas de negociaciones comerciales de la OMC, y abarca
mercancías, servicios y propiedad intelectual. Con el fin de avanzar hacia una mayor liberalización del comercio
internacional e integrar a los países en desarrollo, la Ronda Doha propone una importante reforma del sistema de
comercio internacional (aranceles, normas comerciales, prácticas de concesión de licencias e impuestos nacionales).
PRIORIDADES COMUNITARIAS EN LAS NEGOCIACIONES DE DOHA:
1. La mejora del acceso a los mercados para los productos no agrícolas y los servicios, ofreciendo mayor
flexibilidad a los países en desarrollo.
2. Una liberalización limitada de la agricultura.
3. Establecimiento de un sistema transparente basado en normas que regule el comercio y la inversión
mundiales.
4. Atender las necesidades de los países en desarrollo y prestarles asistencia para capacitar a sus
representantes.
• Comercio agrícola → la UE ofreció eliminar para 2013 las subvenciones a la exportación, aumentar el acceso
a los mercados y reducir las ayudas internas. También propuso que los países desarrollados disminuyeran los
aranceles entre un 35% y un 60%, y que los países en desarrollo los redujeran en dos tercios de lo
establecido para los países desarrollados. La posición de la UE en materia de liberalización agrícola es cauta
y defensiva, a diferencia de lo que ocurre con manufacturas y servicios.
• Manufacturas → el objetivo de la UE es reducir las crestas y la progresividad arancelarias, flexibilidad para
los países en desarrollo en su desarme arancelario y una mejora del tratamiento a los Países Menos
Adelantados (PMA).
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• Servicios → los objetivos fueron la eliminación de los obstáculos al comercio, el establecimiento de un
marco normativo más transparente y no discriminatorio, la preservación de los servicios públicos y ayudar a
los países en desarrollo para que se beneficien del comercio de servicios.
La falta de acuerdo y el rechazo de los países en desarrollo, al considerar que los términos de la negociación no les
eran favorables, han impedido que la Ronda culmine con éxito (2012), lo que puede propiciar una profundización y
extensión de los acuerdos regionales.
Conllevan una liberalización recíproca, aunque en casi todos los casos sea asimétrica, puesto que suelen firmarse
con países de menor desarrollo que cuentan con períodos de transición más largos; es decir, la UE liberaliza más y
más rápido que sus socios.
ASPECTOS QUE ABARCAN LOS ACUERDOS PREFERENCIALES:
• Armonización técnica.
• Protección de los derechos de propiedad intelectual.
• Liberalización de los flujos de capital.
• Cooperación en materia de política de competencia.
• Contratos públicos.
• Instrumentos de defensa comercial.
• Mecanismos de solución de diferencias.
Consisten en un conjunto de acuerdos por los que la UE concede preferencias comerciales a una gran variedad de
productos de 176 países y territorios en desarrollo sin exigir concesiones reciprocas por su parte. Abarcan el
régimen comercial del Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) de la UE y el Acuerdo de Cotonú.
Además del objetivo tradicional de otorgar acceso preferencial al mercado comunitario a los países en
desarrollo que no tienen acuerdos comerciales preferenciales recíprocos, el nuevo SPG tiene por objeto
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promover el desarrollo sostenible y la gobernanza en países vulnerables, y pretende ser más justo
priorizando el acceso preferencial a aquellos países con menor cuota en las importaciones comunitarias.
1. SPG general. Todos los países admisibles se benefician del «régimen general», que clasifica los productos
en sensibles o no sensibles para la economía de la UE (agrícola, calzado y textil son los más sensibles, es
decir, con menos preferencias).
2. SPG+. Proporciona beneficios adicionales a los países que aplican la normativa internacional
medioambiental, laboral y de buen gobierno
3. Iniciativa EBA (Everything But Arms). “Todo menos armas”. Se trata de un régimen especial para los PMA
(países menos adelantados), que otorga acceso libre de derechos y de contingentes a los mercados de la
UE para todos los productos, salvo armas y municiones.
El sistema incluye instrumentos de defensa comercial antidumping y antisubsidios, así como una cláusula de
salvaguardia que permite a la UE suspender las preferencias cuando las importaciones de un producto causen
graves dificultades a productos comunitarios.
Sucede al acuerdo de Lomé y rige las relaciones comerciales de la UE con los países de África, el Caribe y el Pacífico
(ACP).
PILARES DEL ACUERDO DE COTONÚ
1. Una dimensión política.
2. Una mayor participación de los beneficiarios.
3. Centrar la cooperación en la reducción de la pobreza.
4. La creación de nuevas asociaciones económicas y comerciales.
5. Una cooperación financiera mejorada.
Liberalización comercial: después de un breve período transitorio, España tuvo que adoptar el arancel aduanero
común, mucho más bajo que el español, y eliminar los aranceles y barreras no arancelarias frente a la CEE ( la carga
del ajuste arancelario recayó sobre la economía española, por tener aranceles más altos ). El largo período de
transición aplicado a las exportaciones agrícolas no pudo ser compensado por completo por la Política Agraria
Común (PAC), ya que ésta estaba enfocada hacia la agricultura continental europea, no hacia la mediterránea.
Relaciones de España con América Latina. La convergencia implicaba adoptar las preferencias comerciales de la UE.
La adopción de las políticas comercial y de cooperación al desarrollo de la UE significaba, en parte, que España
renunciaba a su diplomacia económica bilateral tradicional. Más aún, España «importaba» la política exterior
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francesa y británica hacia sus antiguas colonias, a la vez que perdía instrumentos económicos para expresar sus
preferencias en política exterior.
Ampliación de la UE hacia el Este. España debe aceptar las preferencias exteriores de los EM centroeuropeos (sobre
todo Alemania) respecto a su vecindad oriental. España ha reaccionado transfiriendo sus prioridades externas a la
UE, pero justificando sus objetivos en términos del interés general comunitario.
Relaciones entre la UE y América Latina. Cuando firmó su adhesión, España obtuvo el compromiso de
compatibilizarla con sus intereses en Latinoamérica. Posteriormente, las razones para que la UE adoptara un papel
más activo en América Latina fueron justificadas por la necesidad de apoyar su desarrollo y las transiciones
democráticas, equilibrando la influencia de EE.UU., pero también por la conveniencia de expandir los intereses
económicos comunitarios en la región.
Por el contrario, en agricultura se ha producido una convergencia proteccionista. Las disputas agrícolas con los
países latinoamericanos y mediterráneos han erosionado la capacidad española de transferir con mayor éxito su
agenda exterior a la UE. Mientras que la modernización ha reducido rápidamente el peso demográfico y económico
del sector agrario español, su poder político se ha mantenido, en parte debido al proceso de europeización
experimentado por sus actores. El Ministerio de Agricultura se ha convertido en un grupo de presión que trata de
influir en las instituciones europeas para lograr beneficios para el sector, en vez de aplicar las reformas necesarias.
Los intereses económicos de los agricultores han terminado influyendo en la agenda exterior española y europea.
Países Socios Mediterráneos (PSM). Los principales intereses económicos residen en el Magreb, principalmente en
Marruecos, un socio comercial natural y significativo receptor de flujos españoles de inversión directa extranjera
(IDC), origen y país de tránsito de corrientes migratorias hacia España, y competidor aparente en productos agrícolas
mediterráneos. Argelia es el principal proveedor de gas natural y receptor de inversiones españolas. Pero los
intereses nacionales españoles en el Mediterráneo son percibidos principalmente como una cuestión de seguridad
(terrorismo, narcotráfico, inmigración irregular, conflictos subregionales e incluso la propia integridad territorial).
En contraste con el caso latinoamericano, donde había poco espacio para una convergencia positiva, en el
Mediterráneo la convergencia ha sido facilitada por la existencia de intereses comunes con otros EM
mediterráneos, principalmente Francia e Italia. España se ha sumado a las iniciativas en la región, como la Política
de Vecindad o la propuesta francesa de una Unión Mediterránea.
La europeización de las políticas agrícolas ha llevado a una lógica proteccionista que obstaculiza las exportaciones
agrícolas de los PSM a los mercados europeos.
Para muchos autores éste es un error de cálculo a largo plazo, por dos motivos:
1. La importancia de las relaciones hispanomagrebíes trasciende las cuestiones económicas, pues el desarrollo y
democratización de la región son críticos para España.
2. Porque en el largo plazo las complementariedades productivas agrícolas, pero también industriales y en
servicios, superan a los costes de la competencia, que se dan en el corto plazo y cuya magnitud es muy
reducida para la economía española.
El modelo utilizado para tratar con los países mediterráneos por España ha sido la transferencia de problemas (más
que la transferencia de políticas). En el caso de Marruecos, España traspasó sus problemas con este país a la UE. Los
tratados de pesca y las cuotas exentas de arancel para las exportaciones agrícolas marroquíes fueron acordados por
Bruselas, mejorando la posición negociadora española, y trasladando la responsabilidad a la UE.
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El principal coste de la europeización de las políticas económicas exteriores españolas ha sido la pérdida de
autonomía.
Debido a que la política comercial de la UE está muy institucionalizada, España ha profundizado en su estrategia de
sustitución de políticas para ganar flexibilidad. Es decir, España tuvo que volver a los instrumentos nacionales para
compensar la «desviación de políticas». El ejemplo más claro de este mecanismo lo constituye la sustitución de las
preferencias comerciales por instrumentos como el apoyo a los flujos de IDE, la ayuda al desarrollo, las relaciones
culturales o la política de inmigración.
La adopción de la política
comercial de la UE ha provocado
una reorientación geográfica del
comercio español, y los cambios
más drásticos se producen en la
reducción del comercio bilateral
con EE.UU. y Oriente Medio, la
caída de las importaciones de
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América Latina y África Subsahariana y el aumento de las importaciones de los países asiáticos en desarrollo.
Aunque los intercambios con las regiones preferenciales de la UE no han alcanzado la importancia que tienen para
ésta, España ha convergido hacia los patrones comunitarios en prácticamente todos los casos, salvo el del Magreb.
4.5 CONCLUSIONES
La incorporación de España a la UE ha provocado cambios en muchas de las políticas económicas españolas. Esto es
especialmente cierto en las políticas económicas exteriores de un país como el nuestro, con un presupuesto limitado
y una agenda exterior muy amplia y no siempre coincidente con la de los restantes EM.
Sin embargo, pese a las divergencias con la política exterior de la UE, España ha desarrollado una estrategia activa
basada en contribuir a la formulación de políticas exteriores comunitarias consistentes con los intereses españoles,
en vez de adoptar de forma pasiva el marco de las relaciones exteriores de la UE. Esta estrategia se ha materializado
en la convergencia hacia la política comercial comunitaria y la transferencia de los intereses españoles a la UE, lo que
se constata en los cambios en la estructura geográfica del comercio español y su relativa proximidad al patrón
comunitario, con las excepciones fundamentales de América Latina y el Magreb.
Con todo, dado que la política comercial común está muy institucionalizada, la capacidad española para proyectar
sus preferencias a la UE es limitada, y la divergencia de su política comercial es prácticamente imposible. Para este
tipo de casos, la sustitución de políticas ha sido un mecanismo complementario para preservar esas preferencias
mediante otros instrumentos no tan institucionalizados (como la política de desarrollo o la cooperación económica)
o que no lo están en absoluto (caso de la política migratoria).
• Principales regiones cuyo PIB p. c. supera la media europea → Madrid, Navarra y País Vasco.
• Principales regiones cuyo PIB p. c. está por debajo de la media europea → Extremadura, Andalucía, Castilla
La Mancha, Murcia y Galicia.
Los datos desagregados por regiones muestran que durante la primera mitad de la década de los 2000 se produjo
una ligera reducción de las disparidades interregionales existentes, que en gran medida se debió al mayor
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crecimiento relativo de gran parte de las regiones españolas más atrasadas (ahora denominadas regiones de
«Convergencia» y regiones phasing out). Pero a partir de 2005 esta dinámica se estanca para dar paso después a un
proceso de divergencia, que incluso es más acentuado cuando se compara la relación entre las regiones cuyo PIB p.
c. es el más alto y aquellas cuyo PIB p. c. es el más bajo del país.
La evolución de la dispersión (desviación típica de los logaritmos del PIB p. c. de cada región) permite mostrar
claramente que las disparidades regionales en PIB p. c. se reducen hasta 2005, luego se estancan para
posteriormente incrementarse en 2010 en un proceso ascendente (debido sobre todo a los efectos de la crisis).
No todas las CC.AA. participaron de igual forma en el avance hacia la convergencia, ni tampoco tuvieron un mismo
comportamiento respecto a la evolución nacional:
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Una de las características más destacables que muestra la evolución de las regiones españolas desde la óptica
económica y demográfica es la capacidad de compatibilizar simultáneamente dos procesos aparentemente
contrarios:
• ¿Cómo lograr el objetivo? → lograr un crecimiento duradero y sostenible que posibilite la convergencia con
el promedio comunitario en términos de PIB p. c.
• Ejes estratégicos para lograr los objetivos (enfoque maximalista y disperso, ya que no deja ninguna zona del
territorio sin propuestas):
o La consolidación del crecimiento de regiones con mayor dinamismo. o Frenar el declive de la
Cornisa Cantábrica e impulsar su crecimiento. o Impulsar a Andalucía y Murcia, incorporándolas al
Eje Mediterráneo.
o Reforzar al resto de regiones, mediante inversiones en infraestructuras, diversificando su estructura
productiva y potenciando sus sectores más competitivos. o Dedicación de una especial atención a
las áreas rurales.
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A pesar del carácter maximalista de los ejes, las prioridades instrumentales eran bastante más concretas y
concentradas, ya que en el periodo 1989-93 se centraban en tres frentes básicos:
a) Infraestructuras, con preferencia en favor de las de transporte, e incluyendo también otras igualmente
necesarias (recursos hidráulicos, infraestructuras agrarias, etc.).
b) Equipamientos sociales, particularmente en educación, sanidad y vivienda.
c) Incentivos y promoción de actividades productivas.
En una siguiente fase (1994-1999), las presiones de la Comisión hicieron que se produjera una clara reorientación
estratégica de la política regional española, incrementándose los fondos destinados al desarrollo del tejido
productivo y en la valorización de recursos humanos. En esta fase, se precisaron aún más que antes las prioridades
para corregir el criticado acentuado carácter maximalista de la estrategia.
La programación comunitaria 2000-2006 se caracterizó por dos aspectos que enfrentó los intereses de los posibles
beneficiarios de estas intervenciones estructurales:
Creciente influencia de la UE en la formulación de la política regional de cada país miembro. En el caso de España,
los objetivos para las regiones Objetivo 1 fueron:
1) Favorecer el proceso de convergencia real de las regiones de menor nivel de renta a través del logro de una
serie de objetivos intermedios: fomentar la competitividad empresarial y territorial, facilitar el ajuste
estructural y el desarrollo del tejido productivo y mejorar el aprovechamiento del crecimiento endógeno y
de las ventajas comparativas sectoriales.
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2) Favorecer la creación de empleo, mediante una mejora en las condiciones de empleabilidad y en la igualdad
de oportunidades.
Pese a la fuerte resistencia de la Comisión, la política regional española seguía apostando claramente por la
inversión en infraestructuras físicas, aunque con un énfasis algo inferior debido a la fuerte resistencia de la
Comisión a aceptar las peticiones españolas iniciales (extensión del AVE, puertos, aeropuertos, nuevas autovías).
Las prioridades de la Comisión fueron potenciar la dedicación al medio ambiente y las medidas para el desarrollo
de la Sociedad del Conocimiento, que ganaron un notable peso respecto al periodo de programación anterior.
Durante este periodo se endurecieron las negociaciones de la PRC, y las disputas se basaron en dos acontecimientos:
1) La ampliación de la UE a 27 países.
2) La decisión de congelar los recursos destinados a la PRC y la política agraria.
A pesar de todo, se logró la reconciliación de posiciones enfrentadas: los países que habían sido beneficiarios de los
fondos estructurales, entre ellos España, no querían ver reducido el importe de sus fondos al ingresar los 12 nuevos
países con un menor nivel de desarrollo; y, por otro lado, los países más ricos ( contribuyentes netos) pugnaban por
reducir su aportación.
NOVEDADES DE LA POLÍTICA REGIONAL COMUNITARIA DURANTE EL PERIODO 2007-2013:
1) Programación más estratégica y centrada en las prioridades de la UE27.
2) Una mayor concentración temática y presupuestaria.
3) Una mayor descentralización y simplificación de la burocracia.
4) Protagonismo de la Comisión en la elección de los elementos estratégicos de la PRC.
5) Se deja en manos de las autoridades nacionales y regionales la gestión de los programas operativos (PO) y
la selección de las operaciones.
6) La figura clave de los Marcos de Referencia Estratégicos Nacionales (MREN), sustitutos de los antiguos
MAC’s, que aseguran la sujeción de las políticas regionales nacionales a las orientaciones básicas
establecidas desde Bruselas.
En esta fase se han de priorizar los objetivos de la denominada Estrategia Renovada de Lisboa (ERL): impulsar la
investigación y el desarrollo tecnológico, la innovación y el espíritu empresarial y la sociedad de la información
entre los más importantes. Todo ello se refuerza con la obligatoriedad de reservar para dichos objetivos un
porcentaje de los fondos estructurales recibidos (earmarking):
Adicionalmente, puede destacarse el tratamiento preferente y singular que se concede a las regiones ultraperiféricas
(entre ellas, Canarias) y, sobre todo, la más que destacada simplificación del cuadro instrumental de la PRC.
1) Plan Nacional de Reformas (2005) → conjunto de políticas destinadas a modernizar la economía y adecuar
los sistemas sociales a la globalización.
2) «Regionalización de la Estrategia de Lisboa» → introducir la ERL en todas las acciones estructurales de la
política regional, lo que suponía un relanzamiento de la misma en el nuevo período de programación 2007-
2013.
Los objetivos de la ERL son difíciles de cumplir debido a que a menudo sobrepasan la dimensión financiera atribuida
a las intervenciones estructurales en España.
En síntesis, la reformulación que supone en el nuevo diseño de la PRC y su orientación hacia los parámetros de
competitividad que propugna la ERL significa, implícitamente, el reconocimiento de un modelo económico de
desarrollo que trata de combinar el dinamismo de mercado, la cohesión social y la responsabilidad
medioambiental.
5.4 LAS PROPUESTAS DE LA COMISIÓN EUROPEA PARA LA POLÍTICA REGIONAL Y DE
COHESIÓN DE LA UE 2014-2020: PRINCIPALES ASPECTOS Y NOVEDADES
Las propuestas elaboradas por la Comisión Europea en relación con la política regional y de cohesión a desarrollar en
el período 2014-2020 persiguen:
Cumplir los objetivos de la Estrategia Europa 2020 (crecimiento inteligente, sostenible e integrador).
Enfoque en los resultados.
Maximizar el impacto de la financiación de la UE.
• Concentración temática. Los fondos se asignan a un menú de objetivos temáticos (TIC, Investigación e
Innovación, empleo, etc.).
• Concentración de recursos. Dotaciones mínimas en las áreas prioritarias, teniendo en cuenta el nivel de
desarrollo de las regiones.
o Fondo Social Europeo (FSE): Destinar al menos 20% para la inclusión social y mayor énfasis en la
lucha contra el desempleo juvenil.
o Fondo Cohesión: Apoyo a los Estados miembros con PNB/cápita inferior al 90% de la media UE-27.
Inversión en medio ambiente y transporte.
• Refuerzo de la efectividad y rendimiento. Para ello se introducen nuevas disposiciones de condicionalidad
ex ante y ex post que los Estados miembros deberán cumplir para recibir los fondos aprobados o también
adicionales (bonus de eficacia).
• Refuerzo de la cohesión territorial o Mayor peso al desarrollo urbano sostenible (FEDER).
o Creación de plataforma de desarrollo urbano: redes de trabajo entre ciudades e intercambios de
política urbana.
o Acciones innovadoras en desarrollo urbano sostenible: con límite del 0,2% de la financiación anual.
o Apoyo a áreas con características naturales o demográficas específicas:
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dotación adicional (regiones ultraperiféricas y poco pobladas).
• Simplificación de la ejecución → supondrá introducir normas armonizadas sobre admisibilidad y duración,
un mayor uso de costes simplificados y la vinculación de los pagos con los resultados, que contempla la
realización de un cierre anual obligatorio de los gastos y que los pagos a cuenta reembolsen el 90% durante
el año fiscal, mientras que el 10% restante se desembolsará al momento de la liquidación anual.
Todas las regiones serán beneficiarías de los fondos FEDER y FSE; sin embargo, se establece una distinción entre tres
tipos de regiones: menos desarrolladas, en transición y más desarrolladas, para la asignación de los fondos en
función del nivel del PIB.
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¿EL PESO DEL SECTOR PRIMARIO EN LA ECONOMÍA ESPAÑOLA ES ALTO O BAJO EN COMPARACIÓN CON NUESTRO
ENTORNO ECONÓMICO DE REFERENCIA?
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• VAB agrario europeo. España es el tercer país europeo tras Francia e Italia.
• VAB agrario nacional. De los países «grandes» de la UE (Alemania. Reino Unido. Francia, Italia y España),
España es en donde más aporta el sector agrario a la economía nacional, un 1,9% del PIB.
• Empleo. Las diferencias en la aportación al PIB son debidas, más que al volumen de empleo ( que oscila entre
entre 600.000 y 800.000 trabajadores), a la productividad. Grecia y Portugal tienen casi el 9% de su
población ocupada en el sector primario, lo que indica una elevada ineficiencia de dicho sector.
• Productividad laboral relativa respecto a la media de cada país. Por encima de la media de la UE-15 (40,0)
se encontrarían Países Bajos, Francia, Dinamarca, España y Bélgica, por lo que el sector agrario español se
encontraría entre los más eficientes de Europa.
• Subsidios recibidos de la UE medidos en relación con el VAB. España es el tercer país menos subsidiado de
la UE-15 en términos relativos, si bien, en términos absolutos, España ocupa la tercera posición en fondos
recibidos tras Francia y Alemania.
• Superficie media por explotación. Respecto a los grandes países europeos excepto Italia (Francia, Alemania
o el Reino Unido), el tamaño medio de la explotación española oscila entre un tercio y la mitad, lo que limita
las posibilidades de inversión y, por consiguiente, de incrementar la rentabilidad de las explotaciones.
• Superficie de regadío. Sólo los países mediterráneos, los más secos de la Unión, superan el millón de
hectáreas, encabezados por los más de tres millones existentes en España. En Grecia se riega cerca del 40%
de la tierra cultivada, en Italia, cerca del 30%, y en España, cerca del 20%.
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Como puede verse en la tabla, la parte
fundamental de la producción agraria son los
cultivos y la producción animal. En la UE el
primero acumula el 52,2% del valor, mientras que
en España el peso de los cultivos es superior,
llegando hasta el 60,3%.
Sin embargo, lo que denota la especialización
agraria española es la participación de la
producción española en la comunitaria. Por
ejemplo, en frutas España produce el 27% de las
de la UE, alcanzando el 66% en aceitunas, el 50%
en cítricos, el 41 % en melocotones o el 25% en
uvas.
El trigo, sin embargo, ha perdido importancia
relativa en España y en la actualidad la producción
española tan sólo representa un 4% de la
producción agraria nacional y un 6,1% de la
producción comunitaria.
España mantiene la hegemonía en el aceite de
oliva, con un 46.5% de la producción europea, por
delante del 34% de Italia, mientras que en vino
ocupa el tercer lugar, con un 7% de la producción
comunitaria, muy alejado del 51% de Francia y del
23% italiano. La producción española de verduras frescas representa un 16,5% de la comunitaria, incluyendo un 21% de la producción
europea de tomates.
A pesar del paulatino descenso de importancia del sector primario en la economía nacional, la agricultura española
es una de las más potentes de Europa, con unos niveles de productividad relativa por encima de la media europea y
muy especializada en frutas, verduras frescas y aceite de oliva, en donde domina claramente. Además, el conjunto
de la producción agraria española tiene un VAB relativamente alto, superior al de la media comunitaria, por lo que la
participación del sector agrario español en el producto agrario total de la UE es superior en términos de VAB
(13,9%) que en valor de la producción (10,5%).
A pesar de esta posición dominante en Europa, el sector primario español tiene importantes problemas:
PROBLEMAS DEL SECTOR PRIMARIO ESPAÑOL
Pérdida de rentabilidad en algunos sub sectores debida a los bajos rendimientos de la tierra (lo que obliga
a dejar en barbecho una parte significativa de la superficie cultivada).
Imposibilidad de realizar nuevas transformaciones en regadío debido a la escasez de agua y a los costes
de las infraestructuras.
Creciente competencia internacional en los mercados agrarios.
Descenso de los precios percibidos (sobre todo en las pequeñas explotaciones).
Nuevos requerimientos tecnológicos y de calidad para una población envejecida.
Falta de tradición cooperativista.
6.3 LA POLÍTICA AGRARIA COMÚN: OBJETIVOS E INSTRUMENTOS
La PAC es la 2ª de las políticas comunes aprobadas en el Tratado de Roma (1957). Tras la Política Comercial, es la
principal política de gasto de la UE. Hoy se le reconocen a la agricultura nuevas funciones no productivas →
Multifuncionalidad → valores ambientales, sociales y culturales.
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OBJETIVOS DE LA PAC: PILARES DE LA PAC:
1 Incrementar la productividad agraria. 1. Apoyo a la producción agraria.
. Garantizar un nivel de vida equitativo a la población agraria. 2. Desarrollo rural.
2 Estabilizar los precios en los mercados agrarios.
. Asegurar el abastecimiento de alimentos (obsoleto).
3 Asegurar precios razonables a los consumidores (obsoleto).
.
4
.
5
.
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LA PROPUESTA DE REFORMA DE LA PAC
Con la negociación para la aprobación del Marco Financiero Multianual 2014-2020 de la UE se abre una nueva etapa
de reformas para la PAC.
PRINCIPALES FACTORES QUE DETERMINARÁN LA CONFIGURACIÓN DE LA NUEVA PAC:
1. LAS RESTRICCIONES • La PAC es el principal componente del gasto comunitario, alcanzando hasta un 70% del
PRESUPUESTARIAS presupuesto total de la UE en los años ochenta (actualmente 40%).
debido a la crisis • Una cuestión importante en este contexto es la decisión relativa al mantenimiento o
económica que no del cheque británico (descuento a la aportación de UK a la UE debido a la elevada
comenzó en 2007. aportación británica al presupuesto de la UE y los escasos fondos recibidos de la PAC,
dado el escaso peso del sector agrario de UK).
2. LAS NEGOCIACIONES Los acuerdos de la Ronda Doha implicarán un acusado descenso de aranceles en los
MULTILATERALES, productos agrarios y, en consecuencia, un incremento de la competencia exterior en los
especialmente en la mercados agrícolas comunitarios.
OMC.
3. LOS PROPIOS Las luchas internas entre Estados, regiones y organizaciones sectoriales para acaparar los
INTERESES mayores recursos posibles de la PAC continuarán, encabezadas por una Francia agrarista
NACIONALES, defendiendo la PAC, frente a una Alemania apostando por la renacionalización (o
REGIONALES O cofinanciación nacional) de la política agraria y un Reino Unido preocupado por su
SECTORIALES dentro «cheque».
de la UE.
La política del agua española en el siglo XX se ocupaba casi exclusivamente de almacenar (presas y embalses) y
transportar (trasvases) agua para usarla como recurso productivo en las actividades económicas.
Los orígenes de esta política podemos encontrarlos en las ideas regeneracionistas de Joaquín Costa, cuando tras el
desastre de 1898 se pretendía «regenerar» el país mediante el incremento de la productividad del campo, cuestión
que se pensaba que sólo podía lograrse por medio de la conversión al regadío de amplias extensiones de tierra
mediante la construcción de infraestructuras hidráulicas que permitiesen la redistribución espacial (trasvases) y
temporal (embalses) de las aguas. Y ésta ha sido, con pequeños matices (hidroelectricidad), la esencia de la política
de aguas en España durante todo el siglo XX.
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Esta política del agua ha alentado una utilización muy elevada de los recursos hídricos del país. España es el segundo
país de la UE en intensidad de uso de los recursos hídricos renovables a largo plazo, detrayendo anualmente un 30%
de dichos recursos. Esta utilización intensiva del agua en actividades productivas ha provocado un importante
deterioro de los ecosistemas asociados, hasta el punto de poder calificar la gestión del agua en nuestro país como
insostenible desde un punto de vista ambiental.
Pero la gestión del agua no sólo es insostenible desde un punto de vista ambiental, sino que también lo es desde un
punto de vista económico.
INSOSTENIBILIDAD DE LA GESTIÓN DEL AGUA DESDE UN PUNTO DE VISTA ECONÓMICO:
• La agricultura representa entre el 70 y el 80% del consumo total de agua, pero aporta menos de un 2% del PIB
de la economía española.
• Los usos agrícolas compiten con los turísticos, sobre todo en las zonas costeras, pero mientras que el turismo
aporta directamente cerca del 6% del PIB y más del 10% sumando los efectos directos e indirectos, consume
menos de un 1% del agua total.
• La utilización del agua sigue y sustenta a los patrones insostenibles de urbanización acelerada, especialmente en
las zonas costeras, concentrando población y actividad económica en un espacio físico muy limitado.
• La dinámica actual de expansión del regadío en el Levante español fomenta una espiral de insostenibilidad en la
que el gran perdedor son los recursos naturales locales. A pesar de la intensidad del uso del agua que antes
hemos señalado, en el periodo 2002-2010 la superficie total de regadío en nuestro país ha aumentado un 4%.
LA ESPIRAL DE INSOSTENIBILIDAD DE LA GESTIÓN DEL AGUA. El deseo de incrementar el regadío por motivos
económicos presiona a los políticos para captar agua de otros territorios, y éstos, en su intento de mantenerse en el
poder, fomentan las expectativas de acceso a nuevos recursos hídricos, lo que provoca, a su vez, unas inversiones
preparatorias en regadío. Cuando esas expectativas se frustran (por motivos políticos o climáticos), los agricultores se
ven obligados a recurrir, aunque sea ilegalmente, a las aguas subterráneas para no perder las inversiones incurridas,
sobreexplotando los acuíferos y desecando ríos y humedales. Cuando ya no se puede extraer más agua de los
acuíferos, la única opción que les queda a los agricultores para no perder la inversión realizada es presionar a los
políticos para que capten nuevos recursos externos, retroalimentando la espiral de insostenibilidad.
• Objetivo general → establecer un marco para proteger el estado ecológico de las aguas (superficiales, de
transición, costeras y subterráneas), de forma que se garantice un suministro de agua suficiente en buen
estado mediante su uso sostenible.
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• Objetivo operativo → consecución para 2015 del «buen estado ecológico» de las aguas superficiales y
subterráneas.
INSTRUMENTOS APROBADOS EN LA DMA PARA RACIONALIZAR EL USO DEL AGUA:
• La aplicación del principio de recuperación íntegra de todos los costes incurridos para suministrar el
servicio, incluyendo los medioambientales, de acuerdo con el principio «quien contamina paga», y los
costes del recurso.
• El uso de una política de precios que incentive la utilización eficiente del agua.
• La eliminación de los subsidios cruzados entre los diversos usos del agua.
Como en el precio no están incluidas las externalidades ambientales ni los costes del recurso , y además puede
haber subvenciones, el agua suele ser muy barata, por lo que el hecho de ponerle un precio que cubra todos los
costes, incluyendo los ambientales, es un fuerte incentivo para utilizarla de forma más eficiente. Por otra parte, en
muchas ocasiones los usuarios urbanos han financiado parte de los costes de los usuarios agrícolas, lo que originaba
distorsiones en la asignación del recurso. El hecho de que cada usuario pague lo que le corresponde es un poderoso
incentivo para economizar su consumo.
En materia de aguas, España se divide en 18 demarcaciones hidrográficas, que pueden contener una o más cuencas
fluviales, dependiendo de su tamaño.
• Cada demarcación es gestionada por un único organismo de cuenca, pero respetando siempre el principio
de unidad de cuenca, que implica que cada cuenca fluvial debe ser gestionada íntegramente como un todo
indivisible.
• Además, de acuerdo con el principio de la unidad del ciclo hidrológico, la gestión de las aguas subterráneas
se debe hacer de manera conjunta con las superficiales, las de transición y las costeras en cada una de las
demarcaciones hidrográficas.
• En las demarcaciones intercomunitarias (demarcaciones hidrográficas que discurren por más de una
comunidad autónoma), las competencias son asumidas por las Confederaciones Hidrográficas (CC.HH.), que
son organismos autónomos del Estado dependientes del ministerio con competencias en materia de agua.
• En las demarcaciones intracomunitarias, las competencias son de las CC.AA.
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En el ámbito nacional, el objetivo de la política del agua a lo largo de todo el siglo XX ha sido incrementar las
disponibilidades de agua para los diferentes usos económicos, especialmente la agricultura y la producción de
hidroelectricidad, mediante la construcción de gran número de embalses, canales y trasvases intercuencas.
La Ley de Aguas vigente fue aprobada en 1999, y reformada en 2003 para adaptarla a la DMA europea. En ella se
atribuyen al Estado las competencias en materia de planificación hidrológica.
En España la política del agua ha estado subordinada a la del resto de sectores de la economía, sobre todo a la
agricultura. Una vez desaparecido el Ministerio de Medio Ambiente, al incorporarlo al de Agricultura, la gestión del
agua ha quedado totalmente subordinada a este sector productivo, tanto en la forma como en el fondo.
En el ámbito nacional, el principal instrumento utilizado por la política del agua es la planificación hidrológica,
proceso que se lleva a cabo en dos niveles: el de demarcación hidrográfica y el nacional:
1. Las CC.HH. y las CC.AA. se encargan de elaborar los planes hidrológicos de cuenca para cada una de las
demarcaciones hidrográficas. Se planifica la forma de satisfacer las necesidades y usos venideros del agua.
2. El Ministerio con competencia en materia de aguas elabora el PHN como culminación del proceso,
coordinando las actuaciones en las distintas demarcaciones hidrográficas. Al PHN le corresponde autorizar la
realización de trasvases intercuencas, siendo éstos el principal origen de gran parte de la polémica existente
en materia de política del agua desde principios de los 90 (recordar el trasvase del Ebro).
Tras las elecciones generales de 2004, el trasvase del Ebro fue derogado, siendo sustituido por el Programa A.G.U.A.
(Actuaciones para la Gestión y la Utilización del Agua). La principal novedad de este programa es la utilización de la
desalación como alternativa al recurso tradicional de los trasvases, debido a la reducción de sus costes y la
localización del impacto ambiental de las desaladoras en el lugar de explotación.
6.6 CONCLUSIONES
• La agricultura española y la europea pasan por un período de incertidumbre hasta que se concrete la
reforma de la PAC, que parece apostar por retribuir la multifuncionalidad, especialmente desde el punto de
vista ambiental.
• Es una amenaza de gran calado para el status quo del sector, pero también una oportunidad para ganar en
legitimidad convirtiendo al sector realmente en conservador del medio ambiente rural.
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• Desde el punto de vista del agua, la reforma de la PAC es positiva, ya que una gestión agraria más sostenible
repercutiría inmediatamente en la gestión del agua. Además, una reforma de la PAC acertada también le
permitiría ganar credibilidad a la UE, al ser la principal partida del presupuesto europeo.
• La aplicación de la DMA, la reforma de la PAC y, sobre todo, la crisis económica puede suponer el impulso
que faltaba para que comience a cambiar la política del agua en España, invariable durante más de un siglo.
No obstante, dicha política está muy arraigada y los cambios son lentos, y su politización es una de las
principales barreras a superar. España ya ha sido condenada por la UE por retrasos en el cumplimiento de la
DMA.
• La desalación es una solución para incrementar las disponibilidades de agua para actividades productivas.
• Quizás la crisis económica sea el principal aliado de una nueva política del agua en nuestro país, toda vez que
con sus restricciones presupuestarias impide, o al menos retrasa, la construcción de nuevas y caras
infraestructuras hidráulicas.
A pesar de la crisis, las políticas medioambientales han seguido desarrollándose en el último quinquenio e incluso
han surgido propuestas prácticas que destacan su importancia para los procesos de salida de la crisis y de
consolidación fiscal, como el impulso de la economía «verde» o de los impuestos ecológicos.
7.2 FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LA POLÍTICA ECONÓMICA MEDIOAMBIENTAL
El medio ambiente está relacionado con el proceso económico mediante 2 funciones básicas:
a) LA ECONOMÍA AMBIENTAL, que utiliza el instrumental analítico propio de la teoría económica convencional.
b) LA ECONOMÍA ECOLÓGICA, con una perspectiva multidisciplinar, persigue la sostenibilidad a largo plazo.
Los objetivos de equidad intergeneracional y en el denominado «economía de la sostenibilidad» se
encuadran este enfoque.
La teoría de la política medioambiental se basa en la economía ambiental. Dicho enfoque es el que siguen los
planteamientos de Baumol y Oates (1988) y Pearce y Turner (1995).
IDEA CENTRAL DEL ENFOQUE DE LA ECONOMÍA AMBIENTAL:
La contaminación ambiental es un ejemplo paradigmático de externalidad negativa y, por tanto, un caso específico
de fallo del mercado. En esa situación el óptimo privado que determina el mercado no coincide con el óptimo
social.
El funcionamiento de un mercado con costes externos genera un óptimo privado en el que el precio es menor y la
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cantidad de equilibrio mayor que en el óptimo social.
Las medidas para reducir las externalidades negativas (internalizarlas) que plantea la teoría económica se basan en
los planteamientos de Pigou (1920) y de Coase (1960).
• COASE: → se trata de un problema de naturaleza recíproca, por lo que en ausencia de costes de transacción y
con un sistema de derechos de propiedad delimitado, es posible alcanzar el óptimo social mediante un
proceso de negociación entre las partes afectadas (contaminador y contaminado). En este análisis de Coase no
necesariamente debe internalizar los costes externos el contaminador, sino que eso dependerá de quién
disponga de los derechos de propiedad sobre el recurso afectado y de los costes relativos de los agentes
participantes en el proceso negociador. El funcionamiento de los mercados de permisos negociables de
emisión tiene sus raíces teóricas en este razonamiento, que normalmente se conoce como Teorema de Coase.
Los instrumentos de política medioambiental son una combinación de normas e incentivos económicos basados en
los desarrollos teóricos de Pigou y Coase.
1. Cambio climático
2. Naturaleza y biodiversidad
3. Medio ambiente y salud
4. Gestión de recursos naturales y residuos.
• La política de cambio climático merece una atención especial dentro de la política medioambiental de la UE, ya
que ha sido la propia Unión la que ha ratificado el Protocolo de Kioto (2002) y ha establecido un reparto de
objetivos entre sus Estados miembros. En 2003 se establecieron las regulaciones necesarias para la creación de
un sistema de comercio de emisiones que constituye un pilar básico de la política de cambio climático de la
Unión y de sus Estados miembros.
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• La política medioambiental «común» está orientada a lograr un elevado nivel de protección y se basa en el
principio «quien contamina paga». Los países miembros deben adaptar la normativa y reglamentos de la
política medioambiental común. Incluso pueden endurecer y hacer más restrictivas sus propias políticas
medioambientales.
• El papel de la UE se complementa con programas de gasto y con la participación en tratados internacionales y de
cooperación medioambientales
GRANDES OBJETIVOS DE LA POLÍTICA Para ello, la política medioambiental se centra en los siguientes
MEDIOAMBIENTAL ESPAÑOLA: aspectos:
a) Biodiversidad.
1. La conservación de los recursos naturales 2.
b) Calidad y evaluación ambiental.
El control de la contaminación.
c) Cambio climático.
d) Costas y medio marino.
La Constitución española recoge también, de una forma genérica, el reparto de competencias en materia de política
medioambiental entre el Estado, las CCAA y los EELL.
CUANTIFICACIÓN DE OBJETIVOS. Para cuantificar los objetivos, se hace uso de los cuatro siguientes indicadores de
sostenibilidad ambiental:
1. AHORRO AJUSTADO NETO → tasa de ahorro de una economía corregida por las inversiones en capital humano,
el agotamiento de los recursos naturales y el daño provocado por la contaminación, expresado en porcentaje del
Ingreso Nacional Bruto (INB). Una cifra positiva indica una trayectoria de sostenibilidad mientras que una cifra
negativa implica que la economía sigue una trayectoria no sostenible. España tiene buenos resultados (por
encima de la media OCDE).
2. SALDO ECOLÓGICO → diferencia entre la huella ecológica y la biocapacidad de un país. Un saldo ecológico
positivo determina una trayectoria de sostenibilidad ambiental, mientras que un déficit ecológico implica una
evolución no sostenible en términos ambientales. Tanto en España como en el resto de países OCDE hay déficit
ecológico.
La huella ecológica mide la superficie biológicamente productiva que necesita cada habitante para desarrollar
sus actividades de consumo de bienes y servicios y de generación de residuos. Se mide en hectáreas globales
per cápita.
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La biocapacidad es el número de hectáreas biológicamente productivas de un país.
3. ÍNDICE DE DESEMPEÑO ECOLÓGICO → mide la situación medioambiental de un país utilizando indicadores de
consumo de recursos naturales y de emisión de contaminantes, y su impacto sobre la salud humana y los
ecosistemas. Se trata de una evaluación de los objetivos de sostenibilidad ambiental incluidos en la Declaración
del Milenio de la ONU del año 2000. Su resultado se expresa mediante un valor comprendido entre 0 y 100,
siendo el valor 100 el cumplimiento total de los objetivos ambientales. España tiene una evolución favorable,
pero lejos de los indicadores de los países nórdicos, Suiza y Nueva Zelanda, próximos o superiores a 90.
4. OBJETIVO DE REDUCCIÓN DE EMISIONES DE GEI → establecido para España en el seno de la UE y dentro del
proceso de reparto de los objetivos globales del Protocolo de Kioto es de un aumento máximo del 15 por ciento
con respecto a las emisiones de GEI de 1990.
La normativa medioambiental existente en España está altamente descentralizada del Estado hacia niveles
supranacionales y hacia los niveles autonómico y local. Los organismos supranacionales establecen convenios y
tratados internacionales sobre medio ambiente que afectan normalmente a problemas ambientales globales (como
el cambio climático) y que son firmados y ratificados por España. La política de mandato y control de España es una
adaptación de las políticas establecidas en la UE.
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7.5.2 TRIBUTOS AMBIENTALES
España participa en la política internacional contra el cambio climático iniciada con la firma del Protocolo de Kioto
(1997) siguiendo las directrices establecidas en el seno de la UE. El objetivo establecido para España es de un
aumento máximo de las emisiones de GEI en el periodo 2008-2012 del 15% con respecto a las emisiones del
periodo base de 1990. España ha adaptado las directivas comunitarias sobre comercio de emisiones, desarrollando
los correspondientes planes nacionales de asignación de derechos, y está participando en proyectos de los
mecanismos de desarrollo limpio (MDL) por medio de diferentes fondos de carbono, en colaboración con
instituciones financieras internacionales (Banco Mundial).
Desde la aprobación de la Directiva de la Unión Europea sobre Comercio de Emisiones, en 2003, en España se han
elaborado los planes nacionales de asignación de emisiones para los períodos 2005-2007 (PNA I) y 2008-2012 (PNA
II). En dichos planes se asignaron los derechos de emisión de GEI a las instalaciones afectadas por el Protocolo de
Kioto.
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En la actualidad, podríamos mantener que el objetivo de la política industrial sería el de contribuir a incrementar la
competitividad del sector industrial en un entorno cada vez más abierto y competitivo, en el que las políticas de
fomento de innovaciones jugarían un papel esencial.
TIPOS DE MEDIDAS DE POLÍTICA INDUSTRIAL
POLÍTICAS • Se refieren al apoyo y promoción de sectores económicos específicos (en España →
VERTICALES siderurgia o la construcción naval).
Apoyo a sectores • Caso extremo → apoyo de una empresa específica (por ejemplo, para promocionar un
«campeón nacional» o para evitar la quiebra de alguna empresa con gran impacto local
o regional).
• En ocasiones, el objetivo puede ser el de «elegir sectores ganadores» (sectores de
futuro) mientras que otras veces puede consistir en «sostener sectores perdedores»
(para evitar su cierre).
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POLÍTICAS Se refieren al fomento de actividades económicas concretas (y no de sectores) con
HORIZONTALES independencia del sector en el que se realicen. Como ejemplos podemos citar: la
Apoyo a actividades investigación, la innovación, la calidad, el diseño, la internacionalización, la formación, etc.
En la práctica, ambos tipos de medidas conviven simultáneamente, aunque en las últimas décadas, el peso de las
políticas verticales ha ido disminuyendo, mientras que se iba incrementando el apoyo a las políticas horizontales.
Otro debate se refiere a que las políticas horizontales pueden resultar excesivamente costosas para generar efectos
significativos ya que, si no se alcanza una mínima masa crítica, se corre el riesgo de desperdiciar recursos debido a
que sus efectos serían casi inapreciables.
Existe una opinión generalizada de contar con al menos una de las políticas horizontales: la política de innovación
tecnológica, debido a las importantes externalidades positivas que pueden generar estas actividades y su
importante contribución a incrementar el crecimiento potencial a largo plazo de la economía.
Según Riess y Välilä (2006), «la bella y la bestia» de la política industrial son, respectivamente:
ACTIVIDAD PROTAGONISMO
INVESTIGACIÓN BÁSICA (Y Agencias
de investigación pública.
TAMBIÉN APLICADA ) Universidades.
DESARROLLO E Empresas .
INNOVACIÓN Emprendedores .
Estos modelos han evolucionado de manera que se incluyen ciclos de retroalimentación en todas sus etapas
(interacciones hacía adelante y hacia atrás). De este modo, se difuminaría la relación estrictamente lineal entre
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investigación e innovación enfatizando la incertidumbre de las actividades de I+D+i y los continuos procesos de
prueba y error que suponen avances y retrocesos.
La industria española se comporta peor que la europea en el periodo de expansión ( pierde 3,6 puntos frente a 2,2),
pero se comporta ligeramente mejor en los años de crisis (2008-2010), en los que pierde 1,4 puntos frente a 1,5 en
la UE.
La industria española es un sector con un alto grado de apertura en prácticamente todos sus subsectores ya que no
existen aranceles industriales dentro de la UE y la tarifa exterior común tiene unos niveles relativamente bajos para
este sector.
En lo que se refiere a la situación de las actividades de I+D y de innovación, la economía española se encuentra por
debajo de la media de la UE, pero mientras que se han experimentado grandes avances en I+D, la progresión en la
innovación ha sido más lenta.
Gasto en I+D.
INVESTIGACIÓN + DESARROLLO (I+D)
• Años 80-90. España contaba a principios de los 80 con un gasto en I+D que suponía el 0,41% del
PIB y acaba el siglo cerca del 0,9% (UE = 1,86%).
• 2000-2007 (expansión) → importante convergencia. En 2007 los gastos de I+D habían ascendido
hasta el 1,27% del PIB (UE=1,85%).
• 2008-2014 (crisis). Aunque el gasto en I+D como porcentaje del PIB se sigue incrementando
ligeramente hasta el 1,33%, en 2011 lo hace a un ritmo inferior que en la UE, ya que éste asciende
hasta el 2,03% en 2011.
Resultados. El sistema español de I+D genera por unidad de gasto muchas menos patentes que la
media de la UE pero, al mismo tiempo, más artículos científicos. Este hecho no delataría una
ineficiencia del sistema español (ningún país produce más de uno de estos dos output sin producir
menos del otro), sino una especialización de nuestro sistema de ciencia y tecnología mucho más
orientado a las publicaciones y mucho menos a las patentes (debido al menor peso de las empresas en
la ejecución y financiación del I+D que en la media de la UE).
España se encuentra muy retrasada en relación con la mayor parte de los países europeos en lo
INNOVACIÓN (i)
relativo a innovación, ocupando el lugar 21 de 34 países europeos, siendo superada en este campo
por países como Portugal, Chipre o la República Checa. En relación con los países de la UE15, España
se situaría en el penúltimo lugar, superando únicamente a Grecia. La evolución reciente tampoco ha
sido muy favorable, ya que entre el año 2004 y el 2011 España experimentó un ligero retroceso en la
convergencia (pasando del 76,7% al 75,3% de la media de la UE).
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Escasa dimensión media de la empresa industrial española con respecto a la UE, tanto en número de
grandes empresas como en trabajadores empleados, lo que explicaría:
su escasa inversión comparada en I+D.
su menor actividad innovadora.
su escasa especialización en sectores de alta tecnología.
Escaso gasto empresarial en I+D (55% frente al 64% en UE, o 71% en USA). Un resultado
especialmente llamativo es el de la escasa «producción» de patentes.
Menor actividad innovadora de las empresas (22% de las pymes españolas frente al 30,3% de la UE).
La cifra de negocios que las empresas españolas destinaron a actividades de innovación fue el 0,46%,
frente al 0,71% de la UE.
Baja especialización en sectores de alta tecnología. Esta característica podría ser una consecuencia de
las anteriores pero también una causa. Es decir, la escasa actividad investigadora e innovadora de la
empresa española hace que la especialización en sectores de alta tecnología sea comparativamente
más costosa pero, al mismo tiempo, estar menos especializados en estos sectores implica que cuando
agregamos las cifras medias de inversiones en I+D las actividades de innovación sean más reducidas.
Así, en 2007 los sectores de alta tecnología en España tenían una importancia relativa que rondaba la
mitad de la que tenían en Europa.
• Primera fase (años 1982-1986) → reconversión industrial → una clara política vertical de ayuda a sectores
«perdedores». Su objetivo consistía en recuperar la competitividad de los sectores industriales más
afectados por la crisis del petróleo (siderurgia, construcción naval, electrodomésticos, fertilizantes,
componentes electrónicos, textil, etc.), y los instrumentos eran el ajuste de la capacidad de producción y
empleo y la realización de inversiones para incorporar mejoras tecnológicas.
• Segunda fase (1986-1996). Entrada en la CEE (1986). La normativa comunitaria elimina instrumentos como
la política arancelaria (en manos comunitarias) o las ayudas públicas a empresas y sectores. Sólo permite
ayudas que no distorsionen la competencia ni el mercado interior, como algunas políticas horizontales
(I+D+i). De este modo, la política industrial española va a poner en marcha (o intensificar) diferentes
políticas de carácter horizontal como:
a) Apoyo a la innovación tecnológica.
b) Promoción de la calidad industrial.
c) Promoción del diseño industrial y la moda (¿?).
d) Promover la cooperación en algunos campos entre empresas.
e) Adaptar la industria a las exigencias medioambientales de la UE.
En este período, la empresa pública industrial tenía una presencia muy significativa en importantes sectores
industriales españoles (eléctrico, hidrocarburos, astilleros, bienes de equipo, electrónica) y algunos los
dominaba por completo (aluminio o altos hornos). Las privatizaciones de grandes empresas industriales para
asegurar su viabilidad fueron escasas: SEAT (1986), Enfersa (1989), ENASA (1991).
En el área de la política tecnológica, en 1986 se aprobó la Ley de la Ciencia, que estableció el Plan Nacional
de I+D, con carácter plurianual, como el instrumento básico para impulsar estas actividades. Desde
entonces, se sucedieron seis planes, el último en 2011, año en que se aprueba la nueva Ley de Ciencia.
Estos planes supusieron un importante impulso a la I+D aunque tuvieron menor incidencia sobre la
innovación.
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B. POLÍTICA INDUSTRIAL Y TECNOLÓGICA DEL PRIMER GOBIERNO DEL PP (1996-2004)
• Para beneficiar a la industria, en este periodo se trata de alcanzar la estabilidad macroeconómica, y una
flexibilidad microeconómica. Con este enfoque, los instrumentos «tradicionales» de la política industrial
pierden importancia. La política de privatizaciones que se va a poner en marcha en el campo industrial
supone la práctica desaparición de la empresa pública como instrumento ya que se privatizan las grandes
empresas industriales: Aceralia (1997), Inespal (1997), Repsol (1997), Endesa (1998), CASA (2000), Indra
(1999), Tabacalera (1998), etc.
Mediante la política de privatizaciones, el Estado renuncia a la intervención directa a través de la empresa pública
pasando a actuar únicamente como regulador de los mercados.
• En cuanto a la política industrial, continúan las actuaciones horizontales y verticales:
• Por otra parte, se refuerza el apoyo a la I+D+i industrial, que se quiere convertir en una de las líneas
prioritarias del Ministerio de Industria. Uno de los objetivos era cambiar el foco hacia las actividades
innovadoras. En el año 2000 a crear el Ministerio de Ciencia y Tecnología, agrupando en un único
departamento todos los organismos públicos con competencias en esta materia, con el claro objetivo de
mejorar la coordinación e incrementar la eficacia de estas políticas.
• Se aprueba una nueva legislación fiscal que incrementa las desgravaciones fiscales para las actividades de
I+D de las empresas y también amplia el concepto de I+D a efectos de las deducciones e incluye el concepto
de innovación tecnológica como actividades con derecho a la desgravación fiscal. A pesar de las ventajas
fiscales, pocas empresas se han acogido a esta normativa debido a la excesiva carga burocrática y, sobre
todo, la elevada discrecionalidad de la Administración para determinar lo que es gasto deducible y lo que no
(lo que genera incertidumbre en las empresas).
• El Ministerio de Industria desaparece, distribuyéndose sus funciones entre tres ministerios: el de Economía,
el de Hacienda y el de Ciencia y Tecnología. De esta forma, la política industrial quedaba diluida dentro del
resto de la política económica, lo cual podría tener algunos efectos positivos, como fomentar un trato
igualitario a los diferentes sectores disminuyendo el poder de grupos de presión sectoriales o disminuir el
sesgo intervencionista que tradicionalmente se adjudicaba a la política industrial al incluirla en un Ministerio
horizontal.
Las repercusiones prácticas de la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología fueron escasas (en muchos
casos se reubicaron organismos de investigación bajo unas siglas en lugar de otras). Sin continuidad en la
siguiente legislatura.
• A partir de 1997 cobra importancia la política de créditos (con lo que se refuerza el principio de riesgos
compartidos) para apoyar la I+D frente a la de las subvenciones. A diferencia de las subvenciones, los
créditos no entran en el cálculo del déficit.
1. Incrementar la CAPACIDAD
INNOVADORA de las empresas y los
entornos industriales.
2. Generar RENDIMIENTOS CRECIENTES,
para lo cual se proponen dos vías
fundamentales:
a. El aprovechamiento de las ventajas derivadas de la escala o dimensión
empresarial (para grandes empresas).
b. El fortalecimiento de los rendimientos crecientes unidos a la
concentración espacial de actividades (para pymes agrupadas en
distritos industriales).
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PRINCIPALES INSTRUMENTOS DE LA PI → están relacionados con la política tecnológica y de
innovación, que a su vez se divide en:
o Política de I+D para grandes empresas. Uso de programas como el CENIT (Consorcio Estratégicos
Nacionales en Investigación Tecnológica) o el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial),
con el fin de:
1. Incrementar la capacidad innovadora.
2. Incrementar la generación de rendimientos crecientes (mediante el aprovechamiento de las
ventajas derivadas de la dimensión empresarial)
o Políticas de innovación para pymes (por distritos industriales). Estos distritos se caracterizan por una
concentración territorial de un gran número de pymes orientadas al mismo sector industrial
(intercambio de información y de recursos humanos).
Para ello, se llevan a cabo actividades como:
a) Fomento de Agrupaciones de Empresas Innovadoras (AEI) → fortalecer el desarrollo, la
consolidación y la creación de distritos industriales a través de la potenciación de procesos
innovadores.
b) Apoyo a los Centros Tecnológicos para incrementar la capacidad innovadora de las pymes.
c) Reducción de las cuotas empresariales a la Seguridad Social a las pymes para trabajadores
involucrados en actividades de I+D. De igual modo, estas políticas de innovación centradas
en las Pymes incidirían en los dos subobjetivos (capacidad innovadora de las empresas y
generación de rendimientos crecientes).
• Las repercusiones prácticas de este esquema de política industrial han sido relativamente escasas y se vieron
muy afectadas por la crisis de 2007. Además, podría entrar en conflicto con los objetivos de otras políticas
(defensa de la competencia).
• Adicionalmente, la política industrial sigue manteniendo la rémora de determinadas políticas sectoriales
que absorben la mayor parte de sus recursos en apoyo a sectores con escaso futuro, como la minería del
carbón.
• En términos cuantitativos, el gasto en I+D como porcentaje del PIB sigue creciendo en este período, pasando
del 1,05% en 2003 al 1,33% en 2011 (lejos de las previsiones del Gobierno). En los dos últimos años de este
periodo (2010 y 2011) las restricciones presupuestarias afectan de lleno a las partidas destinadas al I+D.
• Al final de este periodo se aprueba la nueva Ley 14/2011, de Ciencia, Tecnología e Innovación, que todavía a
comienzos de 2013 se encontraba en fase de desarrollo.
• En 2010 se aprueba el Plan Integral de Política Industrial 2020 (PIN-2020), con un marcado sesgo sectorial.
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PEEC (Grado de Economíía) 2018/19
• El Ministro de Industria señaló la importancia de ACTUACIONES NO ESTRICTAMENTE INDUSTRIALES, como
la estabilidad presupuestaria en el conjunto de las administraciones, la reforma financiera, la reforma
laboral, la unidad de mercado, etc.
• En lo que se refiere al sector industrial, identifica como objetivo el que la industria recupere parte de su
peso en el PIB adaptándose a la situación financiera actual.
• La nueva política industrial «no será un política industrial dirigista» sino que se llevará a cabo en un
contexto más liberal.
• No obstante, entre las tres principales vías de actuación de la política industrial se sigue encontrando la de
«apoyar a los distintos sectores industriales». La diferencia con el Plan integral es que no se habla de
sectores «estratégicos» sino de «sectores concretos en los cuales va a incidir el apoyo singular del
departamento».
LÍNEAS DE ACTUACIÓN
1. Mejorar la competitividad de la industria
2. Apoyar el emprendimiento y a la pyme → Internacionalización.
• Por su parte, la política de ciencia y tecnología se integra ahora dentro del recién creado Ministerio de
Economía y Competitividad a través de la Secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación.
Los otros grandes objetivos del nuevo gobierno serían «conseguir que el capital humano sea una pieza clave
para la competitividad», para lo que se va a fomentar «la penetración de los profesionales con
cualificaciones científico-técnicas en el sector productivo...», y reforzar «la presencia de nuestros
investigadores y empresas en los programas internacionales» aprovechando los instrumentos de la UE.
MEDIDAS A PONER EN PRÁCTICA:
Mayor colaboración CDTI-ICEX para internacionalización.
Consolidación de comunidad científica y técnica profesionalizada.
Actualización del sistema de incentivos fiscales relacionados con I+D.
Desarrollo de la Ley de Ciencia y puesta en marcha de la Agencia Estatal de Investigación.
• Objetivo: que el gasto total en I+D sea del 2% en el PIB en el año 2020, del cual el 1,2% ha de corresponder
al sector privado.
De este modo, el principal objetivo de la política industrial y tecnológica, en las últimas etapas, ha sido el de
contribuir al incremento de la competitividad de la industria en un entorno abierto y competitivo. Sin embargo,
todavía siguen teniendo un importante peso algunas políticas (apoyo de sectores en declive o el fomento de
«sectores estratégicos») que no encajarían dentro de este objetivo y que responden a una lógica diferente.
Por otra parte, ya hemos comentado que las políticas de I+D y, sobre todo, de fomento de la capacidad innovadora
de las empresas se han constituido en elementos clave de la política industrial.
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PEEC (Grado de Economíía) 2018/19
Para finalizar el capítulo, señalar que los resultados de las diferentes políticas horizontales (sobre calidad,
innovación, etc.) no se observan, normalmente, en el corto plazo, ya que necesitan tiempo para que las empresas
interioricen nuevas pautas de comportamiento. Por ello, reseñar la importancia de que tanto los instrumentos como
los objetivos de las diferentes políticas estén bien definidos, sean claros y públicos, así como que gocen de una
relativa estabilidad en el tiempo. De esta manera, se contribuiría a que los agentes económicos fijasen sus
expectativas interiorizando los nuevos esquemas de incentivos.
9.0 INTRODUCCIÓN
Según el Tratado de Lisboa (2007) las materias energéticas siguen comprendidas entre las competencias no
transferidas de los estados miembros, y cada uno continúa desarrollando su propia política energética en función de
las necesidades y recursos nacionales, y de los factores geoestratégicos que les afectan.
Se hace necesaria la interacción entre las políticas medioambiental y energética, que deben ser complementarias
Protocolo de Kioto (1997). El cumplimiento de los compromisos medioambientales depende críticamente del
establecimiento de una política energética eficaz en la UE.
El principal motivo que está movilizando a los países miembros en la dirección de una política energética común es
la creciente dependencia de las importaciones para abastecer sus necesidades. Esta situación explica el cambio de
actitud de muchos gobiernos que han comenzado a ver las ventajas de actuar conjuntamente para garantizar esa
seguridad.
9.1 LA POLÍTICA ENERGÉTICA EN EL ÁMBITO DE LA UE
DEMANDA. Desde el 2000, la demanda mundial de energía se ha incrementado de forma estable a medida que
aumenta la población y crecen las economías (sobre todo China e India). Desde 2009, el consumo de los países en
desarrollo ha superado al de los países de la OCDE (53% del total mundial). Fuentes de energía primaria (energy-mix)
con más peso:
1. Petróleo.
2. Carbón, fundamentalmente por la
influencia de la región de Asia-Pacifico, que
tiene una proporción de consumo de carbón.
3. Gas natural. Oriente Medio.
4. Nuclear. UE
5. Renovables. Latinoamérica.
OFERTA.
Petróleo y gas. Son menos frecuentes los descubrimientos importantes de yacimientos de petróleo o gas, pero
han seguido produciéndose, sobre todo en el sector gasista (Brasil y Argentina), y los avances en la explotación
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de fuentes no convencionales de estas fuentes de energía («shale oil» y «shale gas») están abriendo
perspectivas que podrían cambiar a medio plazo el panorama energético.
Energía nuclear. El debate nuclear ha resurgido en casi todos los países (accidente de Fukushima en 2011).
Energía renovable. Al ritmo actual de evolución, no puede confiarse en que sean capaces de resolver
aisladamente el problema medioambiental a la vez que garantizan el abastecimiento energético.
Tasa de producción disponible: Un signo positivo implica un superávit de energía que podrá ser utilizado
para la exportación. Un signo negativo supone un déficit de energía:
El carbón ocupa el tercer lugar de importancia en el «mix» energético, a pesar de ser el combustible más
perjudicado por las medidas actuales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero ( debido a su
carácter más contaminante). Muchos países no desean prescindir de él por motivos económicos y de seguridad
energética.
Un 12% de la energía primaria se obtiene a partir de la energía nuclear, pero las posiciones de los países miembros
en este tema son muy divergentes. De los 25 miembros actuales, diez nunca han utilizado energía nuclear y siete
han dejado de emplearla o han decidido no reemplazar los reactores que vayan quedando obsoletos ( Bélgica,
Alemania, Holanda, Suiza, Austria, Italia y España). Los ocho países restantes son partidarios de este tipo de energía
(Francia, Gran Bretaña, Finlandia, República Checa, Eslovaquia, Lituania, Hungría y Eslovaquía), pero sólo Francia y
Finlandia planean construir nuevas centrales nucleares. La UE se ha limitado a aconsejar un debate sobre la
cuestión, teniendo en cuenta que actualmente la energía nuclear proporciona aproximadamente una tercera parte
de las necesidades de electricidad de la UE y es la fuente de energía «limpia» más importante.
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PEEC (Grado de Economíía) 2018/19
Las energías renovables, aunque crecen, no llegan al 9% del consumo total de energía primaria (para el 2010 el
objetivo era el 12%). La UE tiene como objetivo que las energías renovables representen el 20% de la oferta de
energía primaria en 2020.
• Libro Verde sobre la estrategia europea para conseguir una energía sostenible, competitiva y segura (2006).
Recomienda una política energética común.
• En lo que respecta a las relaciones exteriores en el ámbito de la energía, la UE propone una mejora en la
coordinación de las políticas nacionales con el fin de asegurar una política exterior coherente, estratégica y
centrada en dos objetivos:
1. El buen funcionamiento de los mercados. Los mercados no pueden enfrentarse en solitario a los
problemas geopolíticos que están en el origen de los problemas de seguridad energética, por lo que
existe un acuerdo generalizado sobre la necesidad de reservar un papel insustituible para gobiernos
y reguladores.
2. La diversificación de la procedencia de las fuentes de energía (tanto de su origen geográfico como
de las rutas de transporte).
En este sentido, la política energética común se concibe como una estrategia económica apoyada en
consideraciones geoestratégicas y de seguridad.
• 2007 la Comisión publicó «Una política energética para Europa», propuesta basada en el Libro Verde. El
documento plantea un objetivo conocido como «20/20/20».
El objetivo estratégico 20/20/20 es conseguir que en 2020 la UE haya reducido al menos un 20% de las
emisiones de gases de efecto invernadero. Para alcanzar esa meta, la Comisión propone mejorar la eficiencia
energética en un 20%, aumentar la participación de las energías renovables hasta un 20% del consumo total
de energía, como ya se ha mencionado, y conseguir que el biocombustible llegue a suponer el 10% del total
de energía utilizada en transportes.
• El «Tercer paquete», formado por la tercera tanda de normas aprobadas por la UE con el propósito de
impulsar el Mercado Interior de la Energía, fue un hito importante de la legislación comunitaria en materia
energética.
2010 publicación de la Comunicación Europa 2020. Una estrategia para un crecimiento inteligente,
sostenible e integrador, en la que se proponían cinco objetivos cuantificables para el año 2020, que se
consideran interrelacionados y que deberían traducirse en objetivos nacionales. Entre ellos se incluye de
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PEEC (Grado de Economíía) 2018/19
nuevo el conocido objetivo «20/20/20» en materia de clima y energía, aunque se hacía referencia a un
incremento hasta el 30% en la reducción de emisiones si se dieran las condiciones necesarias.
9.2 POLÍTICA ENERGÉTICA EN ESPAÑA
• Años 60 → Inexistente.
• Años 70 → Se aplicó de manera muy dispersa y precipitada (subida petróleo).
• Años 80 → Carácter reglamentista y monopolizado.
• Años 90 → Se centró en el impulso de la competencia, con el incentivo de las directivas comunitarias,
preocupadas por el libre mercado y el medio ambiente.
• >2000 → Apertura de los mercados energéticos, búsqueda de eficiencia y del aumento de la contribución de
las energías renovables al «energy mix» español.
El panorama energético español de los últimos años se ha caracterizado por el fuerte crecimiento de la demanda
energética, la mayor dependencia energética exterior con respecto a la media de la UE27 y el aumento de las
energías renovables en el «mix» energético, especialmente de la energía eólica y solar.
1. Asegurar el abastecimiento de energía, mediante el impulso del ahorro y la eficiencia energética, lo que
permitirá reducir la dependencia exterior y aumentar la diversificación de fuentes y orígenes (hacia países
con un menor riesgo geopolítico).
2. Cumplir con los objetivos medioambientales marcados por la UE (Protocolo de Kioto).
Problema → ambos objetivos no siempre son complementarios. Por un lado, las medidas para reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero (GEI) disminuyen la dependencia energética porque fomentan fuentes de energía
autóctonas, pero, por otro, el recurso más intenso a energías renovables implica un aumento en la vulnerabilidad del
aprovisionamiento eléctrico debido a la variabilidad de producción relacionada con los factores meteorológicos.
Posibles estrategias:
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• Sustitución del gas y del petróleo por energías renovables → sirve simultáneamente para reducir las
emisiones de GEI y aumentar la seguridad energética, ya que disminuye la dependencia de combustibles con
reservas limitadas y de zonas geográficas con elevado riesgo geopolítico.
• Sustitución del carbón por energías renovables → un uso más intenso de carbón no permitiría alcanzar los
objetivos de reducción de GEI, aunque por otra parte es una fuente que puede resultar útil ( desde el punto
de vista de la seguridad en el abastecimiento),
• Energía nuclear → sería una solución para el abastecimiento y para cumplir los objetivos medioambientales.
El problema es el rechazo de la sociedad, así como el largo periodo de maduración de estas inversiones.
Para mejorar la seguridad de abastecimiento energético, los Estados miembros de la UE suelen recurrir a acuerdos
bilaterales con los países productores y de tránsito. España tiene acuerdos bilaterales y contratos de abastecimiento
a largo plazo con la mayoría de sus proveedores, como Argelia, Egipto, Rusia, Noruega, etc.
Las medidas principales de estos planes se desarrollan en el sector industrial, transporte, edificación, servicios
públicos, equipamiento residencial y ofimática, servicios públicos y transformación de energía.
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La Ley de 1997 introdujo la separación jurídica entre actividades reguladas (transporte y distribución) y no
reguladas (generación y comercialización) y, sobre todo, la distinción entre el suministro ordinario de electricidad y
el llamado «Régimen especial» de producción eléctrica, que es el procedente de las nuevas energías renovables y
de la cogeneración. La ley estableció que los productores bajo el régimen especial ( renovables) tendrían acceso
preferente a la red de transporte y recibirían unos precios con primas que mejoraban ampliamente las condiciones
económicas de los precios pagados a las empresas suministradoras del régimen ordinario. Estas primas han supuesto
un sobrecoste de la energía eléctrica que no ha sido trasladado a las tarifas, por lo que se estima que entre 2000 y
2010 se ha generado un déficit tarifario próximo a los 25.000 millones de euros.
Al final de la última legislatura del gobierno socialista se aprobó un nuevo Plan de Acción Nacional de Energías
Renovables 2011-2020 (PANER), que revisaba las medidas incluidas en el PER 2005-2010. España establecía como
objetivo final el 20,8% de la participación de las energías renovables en el consumo final de energía primaria para el
año 2020. También se fijó en un 10% el objetivo de participación de los biocombustibles en el sector del transporte,
y en un 38,1% el objetivo de generación bruta de electricidad mediante energías renovables. Sin embargo, en 2010
el déficit tarifario había alcanzado una dimensión insostenible, por lo que el gobierno se vio obligado a modificar el
sistema de incentivos para las energías renovables, especialmente la fotovoltaica, y detener el crecimiento del
déficit (a costa de la seguridad jurídica de los inversores).
2012 → Reforma del sector energético que iba dirigida a dar solución al déficit de tarifa, pero se ha traducido sobre
todo en una reforma de la estructura impositiva sobre el sector que no parece resolver el problema.
D. AUMENTO DE LA CONECTIVIDAD
España, dado su bajo nivel de interconexiones con el resto de Europa, es considerada una «isla energética» en el
entorno internacional. Este aislamiento acentúa el problema de la dependencia energética exterior, que, como ya se
ha comentado, supera la media de la UE27.
Para aumentar la conectividad española se están desarrollando proyectos tanto de gas como de electricidad:
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PEEC (Grado de Economíía) 2018/19
10.1 INTRODUCCIÓN
• Infraestructuras económicas → conjunto de equipamientos que sirven de apoyo directo a las actividades
productivas (abastecimiento de agua y energía, servicios de telecomunicaciones y transporte, depuración de
residuos,...).
• Infraestructuras sociales → incluyen los centros educativos, sanitarios, asistenciales, culturales, de
seguridad...
• Las infraestructuras son un factor determinante del crecimiento económico, incrementan la productividad
del trabajo, rebajan los costes privados y aumentan el rendimiento de la inversión privada. Influyen en la
localización de empresas. Son importantes en la política de desarrollo regional (las infraestructuras de
transporte se configuran como un input más en la función de producción de las empresas junto con los
bienes de equipo o los trabajadores).
• La inversión en infraestructuras puede ser irrelevante o incluso negativa para el crecimiento (cuando la
reducción de los costes de transporte en una región se traduce en la sustitución de la producción propia por
productos importados). La dotación de infraestructuras también puede considerarse no positiva cuando
provoca un efecto desplazamiento en el sector productivo (conforme aumenta la dotación de
infraestructuras de una economía, el empresario ya no se ve obligado a ubicarse junto a los mercados de
materias primas o de consumo, sino que puede escoger la localización óptima para su actividad).
En general, los policy-makers consideran que un aumento de la dotación de infraestructuras en un área concreta
tiene consecuencias positivas inmediatas sobre los costes de las empresas.
Aprobado por el PP, tuvo como objetivo converger con los países más avanzados de la UE en el stock de
infraestructuras, lo que suponía un esfuerzo inversor importante, por su intensidad y su duración. El PI se articulaba
en 4 programas de actuación:
ACTUACIONES PREVISTAS EN EL PLAN DE INFRAESTRUCTURAS 2006-2007 (PI)
1. PROGRAMAS • Ampliación de la red viaria de alta capacidad desde los 8.000 kilómetros hasta los
DE 13.000 kilómetros.
AUTOVÍAS Y • Actuación sobre los tramos de cierre de la red de autopistas y autovías existentes.
AUTOPISTAS • Intervención en tramos con elevada intensidad de tráfico.
• Desarrollo de nuevos itinerarios que doten a la red de carreteras de una estructura mallada y
que contribuyan a su integración en la red transeuropea de carreteras. Se concede un papel
determinante a las actuaciones de conservación y explotación, a las actuaciones en medio urbano y
al acondicionamiento de las autovías de primera generación para adaptarlas a los estándares de
calidad y mejorar la seguridad vial.
2. PROGRAMAS • Construir una red ferroviaria de alta velocidad > 7.200 kilómetros en el año 2010.
DE • Reducir los tiempos de viaje desde las capitales de provincia a menos de 4 horas desde Madrid y a menos de
FERROCARRILE 6 horas y 50 minutos desde Barcelona.
• Incrementar la demanda de viajes en ferrocarril de 10 a 30 millones de viajeros en larga distancia y de 24 a
S
38 millones en servicios regionales.
3. PROGRAMAS • La ampliación de los aeropuertos de Madrid y Barcelona.
DE • La potenciación de los aeropuertos turísticos.
AEROPUERTOS • La adecuación de la capacidad a la demanda del resto de aeropuertos de la red.
• La modernización de los sistemas de navegación aérea.
4. PROGRAMAS • La modernización de los puertos conforme a la demanda a m/p y l/p.
DE PUERTOS • La mejora de los puertos como intercambiadores modales, con mejores conexiones viarias y ferroviarias.
• La potenciación de los puertos como plataformas logísticas.
• La mejora de las relaciones puerto-ciudad.
La inversión total prevista en el PI para el periodo 2000-2006 ascendía a 192.323 millones de euros, de los que
114.192 millones de euros eran inversiones públicas, gestionadas por el Ministerio y por las empresas públicas
dependientes del mismo como el Ente Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), Aeropuertos Españoles y
Navegación Aérea (AENA) y Puertos del Estado.
Objetivos del PI (orientados hacia el transporte):
• Modernización y culminación de la red viaria de alta capacidad (autopistas y autovías).
• Construcción y gestión de la red ferroviaria de alta velocidad.
• Adecuar la capacidad de los principales aeropuertos y puertos a la demanda.
Aprobado por el PSOE en 2005, representa un importante esfuerzo de dotación de infraestructuras con inversiones
que ascienden a casi 250.000 millones de euros.
OBJETIVOS GENERALES DEL PEIT
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1. Mejorar la eficiencia del sistema (calidad) y atender las necesidades de movilidad de las personas y los
flujos de mercancías. Los principales instrumentos a utilizar serian:
Desarrollar un sistema integrado de transporte, complementando y coordinando los distintos
modos y las infraestructuras.
Optimizar el uso y la gestión de las infraestructuras existentes.
Impulsar política de conservación y mantenimiento de las infraestructuras.
2. Fortalecer la cohesión social y territorial:
Asegurando unas condiciones de accesibilidad equitativas al conjunto del territorio y en particular
a la España no peninsular.
Identificando los beneficiarios potenciales de la política de infraestructura y transportes evitando
transferencias regresivas de renta.
3. Contribuir a la sostenibilidad general del sistema mediante el cumplimiento de los compromisos
internacionales de la normativa europea en materia ambiental, en particular en cuanto a las emisiones
de gases de efecto invernadero (GEI).
4. Impulsar el desarrollo económico y la competitividad, mediante:
Potenciación del papel de las áreas urbanas y metropolitanas españolas.
Refuerzo de las relaciones transfronterizas.
Fomento de los programas de I+D+i y los avances tecnológicos aplicados a la gestión y explotación
de infraestructuras y servicios de transporte.
Aprobado por el PP, se plantea como un instrumento para superar la crisis y recuperar el crecimiento económico.
PRINCIPIOS BÁSICOS DEL PITVI
Postular un enfoque integrado que abarque el conjunto del sistema de transporte.
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PEEC (Grado de Economíía) 2018/19
Adecuar las infraestructuras y la prestación de servicios a la demanda real de la sociedad garantizando la
movilidad de todos los ciudadanos mediante las Obligaciones de Servicio Público (OSP).
Desarrollar las redes de transporte españolas considerando su inclusión y funcionalidad dentro de las redes
transeuropeas.
Profundizar en la liberalización y apertura al mercado de la gestión de infraestructuras y servicios del
transporte.
Potenciar una creciente participación del sector privado en la financiación y desarrollo del sistema de
transporte.
Revisar y reforzar la evaluación de proyectos e inversiones, incorporando mecanismos de análisis coste-
beneficio y previsiones de rentabilidad económica y financiera.
1. Programa de regulación, control y supervisión. Permite desarrollar y aplicar las políticas establecidas en
cada uno de los modos de transporte.
2. Programa de gestión y prestación de servicios. Persigue promover un uso eficiente del transporte con un
mejor aprovechamiento de la red existente. Uso del principio de sostenibilidad económica.
3. Programa de actuación inversora. Se centra en el equilibrio y optimización del conjunto del sistema
manteniendo los estándares de calidad y seguridad de los servicios prestados. Busca completar los grandes
ejes estructurantes y los itinerarios de la red, el refuerzo de las conexiones intermodales y la dotación de
determinadas infraestructuras estratégicas (por ejemplo, conexiones transfronterizas).
La financiación programada para el PITVI 2012-2024, contempla varios escenarios adaptados a la evolución
macroeconómica. Establece la inversión en infraestructuras como un porcentaje del PIB. La Inversiones en
Infraestructuras y Transporte se autofinanciarán:
De forma creciente.
Mediante recursos generados por las entidades que prestan los servicios.
Priorizando un enfoque de mercado.
Alcanzando el 60% del esfuerzo inversor.
Sector privado → 16%. Fondos europeos a través de FEDER, Red Europea de Transp., BEI, …
En algunos países europeos, el sector privado está participando en la construcción de escuelas, prisiones, puertos,
aeropuertos, metros, depuradoras u hospitales. En este caso el gestor de la infraestructura puede cobrar
directamente de los usuarios por los servicios que provee o del gobierno (por estudiante). La participación privada
reduce el riesgo para el sector público.
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PEEC (Grado de Economíía) 2018/19
RAZONES QUE JUSTIFICAN LA INVERSIÓN PRIVADA EN INFRAESTRUCTURAS PÚBLICAS:
• No se contabiliza en las cuentas públicas y, por lo tanto, no contribuye a aumentar el déficit fiscal o la deuda
pública.
• Puede mejorar la eficiencia ya que cuenta con mayores incentivos para evitar retrasos y sobrecostes en la
construcción de infraestructuras.
• Facilita el desarrollo de proyectos de rentabilidad económica; sin presencia privada, la rentabilidad política se
puede convertir en el factor de decisión.
• Si la rentabilidad del gestor privado está ligada al nivel o satisfacción de la demanda, la empresa tendrá un
incentivo adicional para centrar su gestión en el beneficio del usuario.
La política de infraestructuras articulada tiene que conciliar las dos vertientes siguientes:
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La crisis económica ha supuesto el retroceso progresivo del precio de la vivienda, el ajuste de la actividad en el
sector de la construcción, la menor demanda de viviendas, el aumento del stock de viviendas terminadas y no
vendidas y la necesidad de actuaciones regulatorias concretas y urgentes en el entorno inmobiliario ( por ejemplo, la
creación de la Sociedad de Gestión de Activos para la Reestructuración Bancaria, SAREB).
Las principales actuaciones en materia de vivienda desarrolladas en los últimos años se vinculan al Plan de Vivienda
2005-2008, el Plan Estatal de Vivienda y Rehabilitación 20092012 y el Plan de Vivienda 2013-2016.
• La vivienda protegida debe ser un instrumento de satisfacción de las necesidades de los ciudadanos que no
pueden acceder a los mercados de vivienda libre.
• Debe buscarse un mayor equilibrio entre las formas de tenencia, fomentando el alquiler hacia una
equiparación con la propiedad y promoviendo la movilización del parque de viviendas desocupadas para el
alquiler.
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PEEC (Grado de Economíía) 2018/19
• Adaptar el tipo de viviendas a las nuevas formas de vida, a las actuales estructuras familiares y a las
demandas de accesibilidad de mayores y personas con discapacidad.
1. Promoción de viviendas protegidas para alquiler, para venta y para alojamiento de colectivos especialmente
vulnerables.
2. Ayudas a demandantes de vivienda (inquilinos y adquirentes de nueva vivienda).
3. Áreas de rehabilitación integral y renovación urbana (centros históricos, centros urbanos, barrios
degradados, municipios rurales y otros programas de ayuda para la erradicación del chabolismo).
4. Ayudas RENOVE a la rehabilitación y eficiencia energética.
5. Ayudas para adquisición y urbanización de suelo para vivienda protegida.
6. Ayudas a la gestión de los Planes de Vivienda e información al ciudadano.
Se basa en el mandato constitucional de promover el disfrute de una vivienda digna y adecuada apoyándose en dos
directrices:
En materia de alquiler de vivienda, la Ley de Medidas de Flexibilización y Fomento del Mercado de Alquiler de
Viviendas pretende reforzar la libertad de pactos entre las partes, garantizando un equilibrio de derechos y
deberes entre arrendador y arrendatario; reducir el tiempo de prórroga obligatoria y el de comunicación del
desistimiento del arrendatario; mejorar la seguridad jurídica y la regulación del proceso de desahucio, y, además,
incorporar medidas de carácter fiscal para incentivar el mercado de alquiler.
El turismo representa en España más de un 10% en producción y un 12% en empleo, así como un saldo anual
favorable de alrededor de los 30.000 millones € en la balanza de pagos.
La intervención de los poderes públicos sobre el turismo casi nunca se realiza de forma exclusiva y
específica sobre el sector (PET «pura»), sino como consecuencia de otras políticas instrumentales (fiscal,
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PEEC (Grado de Economíía) 2018/19
por ejemplo) o sectoriales (urbanismo) sobre la economía, que inducen importantes efectos también
sobre el turismo (PET «derivada»).
Recuerda: Políticas sectoriales: agrícola, industrial, transportes, educación, vivienda, etc.
Políticas instrumentales: fiscal, monetaria, económica exterior, laboral, etc.
PET DERIVADAS Son mucho más numerosas, aunque, al no estar dirigidas por consideraciones turísticas, su
análisis desde dicho punto de vista es muy complicado. De hecho, el uso de PET «derivadas» no
tiene por qué implicar necesariamente un impacto favorable sobre el turismo (la construcción
de una carretera puede afectar negativamente a un paraje natural).
PET PURAS Se llevan a cabo en función de objetivos estrictamente turísticos. Algunas de sus principales
medidas son las siguientes:
La planificación turística (a nivel nacional, autonómico y local).
La investigación y la innovación turísticas, así como la formación y preparación de los
recursos humanos.
Las tareas de promoción y publicidad.
Las medidas fiscales de apoyo al sector: inversiones en infraestructuras turísticas,
subvenciones a la rehabilitación, etc.
• Europa → principio de subsidiariedad: se deja a los Estados dirigir todas las competencias turísticas, y sólo si
los objetivos no se pueden alcanzar, la Unión intervendría (no existe una verdadera política turística común
europea).
• Gobierno Central → aunque se han derivado competencias hacia las CCAA, el Estado puede intervenir en:
planificación, fomento, promoción, innovación, formación de recursos humanos, etc.
• CC.AA. → tienen transferidas la práctica totalidad de las competencias que antes tenía el Estado. El proceso
se inició a comienzos de la década de los 80 y finalizó completamente en 1984.
• Corporaciones Locales (CC.LL.) → proveer las infraestructuras básicas, mantener y desarrollar los elementos
del patrimonio histórico-cultural del lugar y regular los usos del suelo a través del planeamiento urbano y la
concesión de licencias.
12.2 LOS PROBLEMAS MÁS RELEVANTES Y ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE ELLOS
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Evolución del modelo turístico español → «las tres C»: cantidad, competencia y calidad:
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Por ello, la PET ha de enfrentarse al turismo de masas para mejorarlo con otras tres letras, «las 3R»: RENOVAR,
REPENSAR y REINVENTAR, procurando compatibilizarlo con el entorno natural, y que comprenda actividades
complementarias a las clásicas. A pesar de todo, el turismo de masas va a seguir existiendo, y todavía tiene mucho
recorrido e importancia econ.
1. Su acusada estacionalidad.
2. El bajo gasto medio por turista (clase media-baja del turista extranjero).
3. El agotamiento generalizado de la gran mayoría de los productos turísticos ya muy maduros de sol y playa,
que sólo en un pequeño porcentaje se están esforzando por ir orientándose hacia un turismo más dinámico
y sostenible.
A pesar de ello las previsiones son buenas. Se cree que para 2020 el turismo será el sector más importante de la
economía y el más competitivo y sostenible, aumentando el gasto medio de los turistas e incrementándose así los
ingresos totales. Asimismo, se espera que disminuya la estacionalidad con productos capaces de operar todo el año,
abriéndose a nuevos destinos y cambiando la excesiva madurez de muchos de ellos al incorporar las nuevas
tendencias del mercado, para así conseguir una demanda efectiva y duradera.
Y ello sin olvidar el necesario e irrenunciable liderazgo público que debe darse, y debe continuar existiendo,
emanando de las políticas turísticas («puras», sobre todo), resaltando aquellas comunidades autónomas que
prioricen las iniciativas públicas más avanzadas.
Ver el análisis DAFO del PNIT de 2012, donde el sector privado se convierte en uno de los cinco pilares básicos sobre
los que se articula la PET, y también en una fortaleza del destino España.
• I Plan Marco de Competitividad del Turismo Español, FUTURES (1992-1995), que significó el diseño de un
nuevo esquema de cooperación entre el Estado y las CC.AA., detallado en cinco ambiciosos y rigurosos
planes: Coordinación, Modernización,
Nuevos Productos, Promoción, Marketing y Comercialización, y el Plan de Excelencia Turística.
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• II Plan FUTURES (1996-1999), esta vez con ocho planes: Cooperación e Internacionalización, Coordinación,
Calidad, Formación, Tecnificación e Innovación, Nuevos Productos, Destinos Turísticos e I+D.
• Planes de Excelencia (1992 y 1996): creados ya en el Plan Futures I, tenían como objetivo inicial los destinos
maduros de litoral, muy deteriorados la mayoría de ellos (urbanismo, servicios públicos, contaminación,
zonas verdes, etc.), mediante la cooperación entre Estado, CC.AA. y CC.LL.
• Planes de Dinamización (1996-2000), complementos de los de Excelencia pero pensados y dirigidos
precisamente para destinos emergentes y que están en fase de desarrollo turístico.
• Plan Integral de Calidad del Turismo Español, PICTE (2000-2006), que se concibió para sustituir a los Planes
FUTURES (insistencia en la competitividad y en el precio más bajo), convirtiendo ahora a la calidad en el eje
estratégico de actuación sobre la oferta turística española.
Tiene el problema de que, al haberse elaborado justo antes de la crisis (2007), es demasiado optimista con las
perspectivas económicas.
A pesar de ello, es un excelente ejemplo de esa horizontalidad que tiene la PET. Es un instrumento bastante claro,
concreto y completo que establece un diagnóstico del sector en torno a cuatro apartados, con sus fortalezas y
debilidades:
2. Destinos: elevada calidad y atractivo de los recursos, y excelentes equipamientos e infraestructuras. Falta
planificación territorial y elevada concentración y estacionalidad de la oferta.
3. Oferta y productos; amplitud de oferta y variedad y calidad de productos, con una elevada dependencia de
alemanes, británicos y franceses y débil posicionamiento en los segmentos de poder adquisitivo alto.
4. Modelos de gestión y recursos humanos, con carencias (en descenso) en el nivel de cualificación personal,
fragmentación de los diferentes niveles administrativos públicos y pequeño tamaño de muchas empresas
privadas.
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Metas del Plan:
Hoja de ruta con 6 ejes, 28 medidas y 104 acciones. Al no ser coercitivo, la efectividad del PNIT (igual que el Plan
2020), estará siempre limitada a la voluntariedad de los agentes implicados (sobre todo CC.AA. y CC.LL.).
Los 6 ejes son: Marca España, Cliente, Oferta y destinos, Alineamiento, Conocimiento y Talento.
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1. Prioritarias: son las medidas más importantes y beneficiosas, y las que menor esfuerzo implican.
2. Estratégicas: son similares a las anteriores, pero requieren mucho más esfuerzo.
3. De mejora rápida: tienen menor impacto pero son, sin embargo, fáciles de acometer.
4. De mejora continua: también tienen un impacto limitado, y una gran dificultad, con lo que serán las que se
dejen para el final.
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12.4 LA POLÍTICA TURÍSTICA COMO «PARIENTE POBRE» DE LA POLÍTICA ECONÓMICA.
En relación con el apoyo fiscal al turismo, cabría realizar las siguientes consideraciones:
Además, los datos de PIB (como los que se calculan en las CST) no se pueden comparar directamente con datos del
Valor Añadido Bruto (VAB) por sectores (como se calcula en la Contabilidad Nacional).
Como este VAB suele representar un 90% del PIB (siendo el 10% restante impuestos), en la parte derecha de la
tabla 4 se ha descontado un 10% a la aportación a la economía nacional, para homogeneizar esta variable turística
con el resto de las ramas de actividad de la Contabilidad Nacional, de forma que los datos sean comparables.
Por lo tanto, esas cifras que hablan de un 10% en la aportación del turismo a la producción y al empleo no
dejan de ser una especie de «mito», ya que dicha cifra se refiere a la unión de los efectos directos e
indirectos que no debe ser utilizada para la comparación con otros sectores (comparación que sólo ha de
realizarse en base a los efectos directos).
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Gastos fiscales dedicados a los principales sectores y subsectores económicos:
• El enorme peso del gasto fiscal en agricultura (57%) y la enorme desproporción con su VAB (2,6%).
• Turismo, comercio y pymes, con un 16,4% del total del gasto, representa tres veces y media menos que la
agricultura (57%), eso sin tener en cuenta que el gasto en turismo es compartido con comercio y pymes.
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