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Jueces 9

La infidelidad del pueblo de Dios afecta toda la nación

Seguimos en nuestra serie en Jueces, Fidelidad al Señor.


Semana pasada vimos como lamentablemente Gedeón termina
sus días. Gedeón terminó de manera muy triste, el pueblo lo
exaltó por la liberación de Madián que habían recibido. En lugar
de atribuir a Dios el pueblo atribuyó a Gedeón y en consecuencia
quisieron levantarlo como rey v.22. Él rehusó públicamente ser
levantado como rey, pero vivió/actuó como un rey, tomo
riquezas del pueblo, tomo preeminencia sobre ellos, y tuvo
muchas mujeres y muchos hijos. Cayó en idolatría con su
familia. Además de las mujeres que tuvo, llegó a tener también
a una concubina de los cananeos con quien tuvo un hijo a quien
puso por nombre Abimelec, que significa, mi padre es rey.
En los 40 años que vivió Gedeón el pueblo tuvo paz, pero tras la
muerte de Gedeón volvieron a hacer lo malo a los ojos del Señor
v.33, y se olvidaron del Señor. Y no mostraron bondad hacia la
familia de Gedeón quien fue usado por Dios en la liberación de
la opresión de los madianitas.
Cuando dice que se olvidaron del Señor, no está sugiriendo que
Israel olvidó la identidad de Yahweh, ni siquiera que ya no podían
enumerar a los enemigos de quienes Yahweh los había
rescatado. Significa que lo que ellos sabían de Yahweh no ejercía
control sobre ellos, no tenía control sobre la fidelidad de ellos a
Jehová. Todavía podían responder a las preguntas del catecismo
sobre Yahvé, pero ese conocimiento no determinaba su
compromiso. Todo conocimiento objetiva e intelectual que ellos
tenían sobre Yahvé, no les impedía adoptar a Baal-berith como
su dios.
Un segundo aspecto de la decadencia fue que no mostraron
gratitud para con Gedeón y su casa, lo que culminará con el
consentimiento y la financiación de la muerte de sus hijos.
Un aspecto lamentable que se ve entre el pueblo de Dios, que
frecuentemente muestran más habilidad usando la crítica que
dando gracias a los padres, pastores, a los educadores, aquellos
que han trabajado para guiarlos en la gracia y sabiduría de Dios.
Nosotros llegamos casi a la mitad del libro de Jueces, de 12
jueces ya hemos mirado a 5 de ellos, y el personaje que miramos
en esta mañana no es un juez, sino un hombre que se presenta
como candidato a rey y es recibido, apoyado y elegido por el
pueblo, que fue un desastre.
La historia de la humanidad revela que ha habido tanto lideres
buenos cuanto lideres malos. Cuando un pueblo es gobernado
por un líder perverso el pueblo sufre. Cuando es guiado por uno
que tiene temor de Dios, el pueblo vive una vida tranquila y
sosegada con toda piedad y dignidad 1 Tim. 2:2
Las escrituras muestran líderes, reyes que temieron al Señor y
anduvieron en Sus caminos, que fueron de bendición para la
nación, así como lo contrario también sucedió. David, Ezequías,
Josías. Acabe, Manasés, Sedequías. Elegir entre uno y otro…
Nosotros adentramos en un año de elecciones, y la corrida hacia
el poder ya ha comenzado. El deseo de gobernar una nación
seduce a muchos hombres y mujeres aun en nuestros días.
Y no es difícil darse cuenta de que hay algunos que sean peores
que otros que no son buenos.
No nos faltará oportunidad para hablar acerca del tema durante
el año con el propósito de hacernos consientes de la
responsabilidad que pesa sobre cada creyente en cuanto al
levantar lideres no solo adentro de la iglesia como también
afuera.
Cuando la iglesia hace caso omiso y cierra los ojos siendo
indiferente en cuanto la expresión de defensa de los valores de
Dios, lideres malos con motivaciones perversas ocupan el
gobierno de las naciones y toda la nación sufre las
consecuencias.
Lo que hemos visto hasta acá nos transmite la idea del libro que
cuando uno decide hacer las cosas como bien parece a sus ojos,
cuando uno ignora a Dios y piensa que es capaz de tomar
decisiones sin llevar en cuenta El Creador y Sus propósitos,
termina como nuestros primeros padres, ellos deciden que
quieren ser como Dios, ser adorados, reinar hacer lo que a ellos
le antoja, independiente de Dios, lo que termina en pecado, en
muerte, en separación de la comunión con Dios. El libro de los
jueces nos muestra cómo todos los hombres, incluso los
"mejores" de Dios, son tentados a sentarse en el trono de Dios,
aunque no lo admitan. Gideon no vivió para ver el impacto de su
desvío en medio de su generación.
Pero por otro lado en Jueces vemos la gracia y la misericordia
de Dios que levanta hombres caídos, y los usa para salvar un
pueblo caído que vive en medio de un mundo caído. Todo eso
para mostrar nuestra necesidad de un Salvador perfecto, que
vendría para reinar sobre la vida de los suyos, Jesucristo.
El desvío de Gedeón de la sana doctrina hace con que el pueblo
adopte un dios hibrido, Baal-berit, cuyo significado es Señor de
la alianza, un sincretismo, una mezcla de baalismo con judaísmo.
Una religión que usaba un lenguaje bíblico, con valores bíblicos,
pero lleno de paganismo. Cuanto más ellos amaban a Baal, más
se olvidaban de Yahvé y más odiaban a la familia del "que
contendía con baal". En este cap. 9, nadie odia a Gideon más
que su hijo ilegítimo, que quiere ser como él, rey, no importa lo
que tenga que hacer para llegar al poder.
El cap. 9 puede ser divido en 3 partes, el ascenso de Abimelec
al poder 1-6, la sentencia proferida sobre su vida y sobre los
moradores de Siquem de 7-21 y por último la ejecución del juicio
de Dios sobre ellos del 22-57.
Preguntas:
¿Cuál es mi responsabilidad en la elección de lideres adentro y
afuera de la iglesia? ¿Qué criterios uso para hacerlo?
¿Cuán a serio llevo las advertencias de Dios sobre Sus juicios?
¿Me doy cuenta de que la ausencia de consecuencia de la maldad
no significa ausencia de juicio, de que el juicio vendrá tarde o
temprano?
Algunas lecciones que podemos aprender acerca de la infidelidad
al Señor en esta mañana, que este no es el camino, que no vale
la pena, que las consecuencias acompañan los hechos.

1- La infidelidad corrompe la elección de liderazgo sobre el


pueblo de Dios – 1-6
Tanto político como espiritual.
Todo el contexto de la historia está alrededor de ciudad de
Siquem, que pertenecía a la tribu de Manases. Una ciudad que
estaba entre el monte Gerizim y el Monte Ebal.
Esta ciudad que fue lugar de bendición en el pasado, en este
tiempo será la protagonista de mucha maldad. En Siquem fue
donde Abraham se detuvo por primera vez y Dios le apareció y
le hizo la promesa de dar esta tierra a su descendencia y allí
Abraham hizo un altar y adoró al Señor. Gen. 12:6-7
También fue en Siquem donde Josué antes de su muerte, renovó
la alianza del pueblo con Dios, llamándoles a un compromiso,
entregándoles la copia de la ley, y hicieron un monumento como
testigo del compromiso de ellos. Jos. 24
Pero ahora encontramos que Abimelec hijo de Jerobaal fue a
Siquem a los parientes de su madre y les dijo a ellos y a todos
del clan de la familia de su madre: v. 2 "Decid a oídos de todos
los jefes de Siquem: "¿Qué os conviene más, que los setenta
hijos de Jerobaal se enseñoreen de vosotros, o que uno se
enseñoree de vosotros? Recuerden también que yo soy tu hueso
y tu carne".
V. 3 Y los parientes de su madre dijeron todas estas palabras a
oídos de todos los jefes de Siquem, y sus corazones se inclinaron
a seguir a Abimelec, porque decían: "Él es nuestro hermano".
V. 4 Y le dieron setenta monedas de plata de la casa de Baal-
berit, con las cuales Abimelec contrató a unos hombres
despreciables y temerarios que le seguían. Maleantes sin
escrúpulo, ociosos y vagabundos.
V. 5 Y fue a la casa de su padre en Ofra, y mató a sus hermanos
los hijos de Jerobaal, setenta hombres, sobre una sola piedra.
Pero Jotam, el hijo menor de Jerobaal, se quedó, porque se
escondió.
V. 6 Y se reunieron todos los jefes de Siquem, y todo Bet-milo,
y fueron y pusieron a Abimelec por rey, junto a la encina de la
columna en Siquem.
Los primeros vs. muestran que ellos ignoraran que quien reinaba
sobre ellos era Dios, y no usan ningún criterio de Dios para la
elección del gobernante. Deut. 17
En esta historia vemos la corrupción tanto de Abimelec como de
los siquemitas. Al final todos pagaron por su injusticia e
impiedad.
Había en el corazón de Abimelec un deseo de ser grande, de
tener el poder, aunque que tuviera que eliminar a sus hermanos.
"Piensen en lo que es mejor para ustedes": ¿Es mejor ser
gobernado por una familia de 70 combatientes de Baal de otra
ciudad Ofra, o por un muchacho como yo que adora a los Baales?
Por otro lado, el pueblo en lugar de frenarlo y decir que no era
así entre el pueblo de Dios, ellos toman parte de una manera
que financian la subida de Abimelec al poder con plata del templo
pagano.
Aplic.: Lo que aprendemos es que todo liderazgo que no
reconoce a Dios y no se somete a Dios sufrirá las consecuencias
de sus acciones. Segundo el pueblo que no reconoce a Dios como
Su Rey y no elige sus líderes según los principios justos de la
palabra de Dios es un pueblo que sufrirá las consecuencias de
sus elecciones injustas o de su indiferencia en las manos de estos
líderes.
Tercero, los falsos lideres que se levantan en las iglesias son
personas que no afrontan directamente a Dios y a Su palabra,
ellos dicen lo que la gente quiere oír, y al final el pueblo termina
por adorar a un dios hibrido, que no es El Dios único y verdadero.

2- La infidelidad al Señor recibe sentencia de juicio - 7-21


La parábola de Jotam
Hay un silencio de Dios en el cap. 9, pero no una ausencia. Dios
jamás se ausenta de la historia de la humanidad.
Dios levanta a Jotam el hijo menor de Gedeón, uno de los
setenta que escapo de la matanza. El hombre de Jotam significa
Jehová es perfecto/integro. Jotam aprendió lo que era correcto
de Gideon. Como su padre, era débil y pequeño. Como su padre,
se levanta cuando es impopular y peligroso. Y como su padre,
es una herramienta para el juicio de Dios. Mientras celebran la
coronación del rey Abimelec Jotam se levanta en el monte
Gerizim. De allí profiere la sentencia de Dios en forma de
parábola, para mostrar que Dios no ignora los hechos que
suceden en la tierra, y que Él hace justicia.
El mismo lugar donde un día fue proferido mensaje de bendición
ahora es un lugar de sentencia. En el mismo pulpito que se
predica gracia, se predica juicio.
La sentencia viene en forma de parábola. Y la parábola dice que
los arboles buscaban ungir un rey sobre ellos. Y buscan a 3
candidatos, el olivo, la higuera y la vid. Eran los arboles más
nobles y fructíferas en Canaán. Eran las más útiles y de mayor
valor comercial. Y una tras otras rechaza la invitación de reinar.
Entonces los arboles se vuelven hacia la zarza, eran arbusto de
espinas de 50 a 60 centímetros de altura. Eran los arboles más
inútiles de todos. No daban frutos, no hacía sombra ni servía
para leña. Solo servían de combustible para las quemadas que
provocaban quemadas en tiempos de sequía. Para eso que
servía. Quemaban a todo por adelante incluso los árboles que la
invitaban para reinar sobre ellos. Las zarzas eran una terrible
amenaza para los judíos y para los cananeos cuando levantaban
incendios. Y por ahí nos queda claro el sentido de la parábola
que es explicada por Jotam en el v. 16-20.
v. 16 si… no lo hicieron… así que gócense con Abimelec y él con
ustedes…
Y Jotam les dijo que Abimelec será una zarza para Israel: se
consumirán y serán consumidos los unos por los otros... con
fuego.
El pueblo de Siquem es como los árboles que invitan a Abimelec
la zarza, para reinar sobre ellos. Y se iban terminar destruyendo
entre sí.
Aplic. El liderazgo que no teme a Dios siempre conduce a la
destrucción. La toma de decisiones infieles siempre lleva a la
destrucción. La falta de arrepentimiento siempre conduce a la
destrucción.
v. 21 - la sentencia fue pronunciada y Jotam se fue a Beer y
permaneció allí.
ahora cuando vendrá el juicio…

3- La infidelidad sufrirá el juicio de Dios – 22-57


A veces puede parecer que Dios está callado y ausente, pero no,
Él siempre está presente y actuando. El hecho que no parezca
no significa que no esté actuando. Un gobierno perverso puede
durar 3 años en el caso de Abimelec, o 15 en el caso de otros
gobiernos. Pero Dios traerá Su juicio tarde o temprano, a Su
tiempo, pero no fallará. La sentencia proferida ahora es
ejecutada, no en el primer año, ni en el segundo, pero después
de 3 años.
Dios envía un espíritu maligno, y los vs. 56-57 explican que así
Dios pagó a cada uno de ellos conformé había sido anunciado
por Jotam.
22-25- Dios envía un espíritu maligno entre ellos. ¿Qué hace
Dios? Dios no es malo, pero Dios usa aun las cosas malas para
cumplir Sus propósitos soberanos, haciendo que los hombres
prueben de su propia corrupción.
Lo que encontramos es que hubo traición en el reinado y se
rompió la alianza de ellos.
v. 25, vemos que un grupo levanta, una insurgencia, una
rebelión. Abandonan la fidelidad partidaria. Ahora todo esto
sucedió por causa del juicio de Dios sobre ellos. V. 24
26-33- encontramos otro grupo guiado por Gaal otro candidato
de otro partido que había alcanzado la confianza de ellos. Él se
levanta y celebra con ellos una fiesta en el templo de baal y
menospreció a Abimelec delante de ellos 27-29.
v. 30. Pero Zebul gobernador de la ciudad informó a Abimelec
para que viniera en emboscada y eliminara los oponentes. Así se
dio. V. 32-40
Pero Abimelec en los 42-45 mató a los habitantes de Siquem que
le habían levantado como rey, algunos de sus propios parientes.
V. 46-49, Los que sobraran y se escondieron en la torre de la
ciudad, mil personas fueron muertos allí en el templo lo que es
irónico. El dios que financió el gobierno de Abimelec no pudo
librarlos de su mano.
Se acuerdan de la parábola, de la sentencia, Siquem está
recibiendo el juicio de Dios. Abimelec hace algo más que silenciar
a los insurgentes, se asegura de que nadie vuelva a desafiarlo.
Se asegura de destruir las vidas de hombres, mujeres y niños,
aquellos que una vez lo amaron, lo siguieron e incluso lo
financiaron... Esto es lo que un hombre abusivo cegado por la
auto ambición hará cuando sea desafiado. Destruirá
reputaciones, familias, cualquier cosa y todo sólo para mantener
el gobierno.
v. 50, pero va más allá de Siquem, entra en Tebes, otra ciudad
con el mismo furor. Parece que su propósito era dejar claro que
cualquier otra ciudad que se levante contra él sufrirá lo mismo.
Pero en este momento no cuidó su cabeza, y una mujer lanza
una piedra y le rompe la cabeza. Para no quedar avergonzado le
pide a su escudero que lo mate, pues deshonroso que se diga:
Una mujer lo mató… 54
Cada uno vuelve a su casa, y Dios condena la maldad de ellos.
Ellos se volvieron en sus propios opresores y fueron juzgado por
Dios.
Conclusión: Primero, los pecados de los hombres a menudo
tienen consecuencias duraderas. La falta de liderazgo en
nuestros hogares, en nuestras iglesias y en la sociedad llevan un
impacto generacional. La falta de criterio o la omisión en levantar
lideres tanto en la iglesia como en la sociedad genera opresión
y sufrimiento.
Debemos tener cuidado al escoger líderes de entre los hombres
pecadores, no exige mucho para que un liderazgo se convierta
en un mal liderazgo. No encontraremos líderes perfectos, ni
adentro ni afuera de la iglesia. Pero los de afuera, deben
demostrar algún temor de Dios, entre uno que se levanta
abiertamente contra Dios y sus preceptos y otro que demuestre
algún temor de Dios, uno debe considerar. ¿Pero si mienten?
Dios les pagará por su maldad.
Para los lideres de la iglesia tenemos clara instrucción tanto 1
Tim. 3, como en Tito 1, que características deben presentar.
Ignorar estos preceptos es entregar la iglesia a la adoración a
baal-berit.
Segundo - Dios es soberano. Sobre toda la historia, incluso en
los tiempos más sombríos y difíciles Él sigue reinando y obrando
para cumplir Sus propósitos. La maldad presente en el mundo
es fruto de la corrupción del ser humano. El pecado que domina
a los hombres es el mismo pecado que hace que la maldad afecte
las diferentes esferas de la vida del ser humano. No es la
ausencia de Dios y de Su bondad, sino que es la corrupción del
hombre. Los sufrimientos de la humanidad son consecuencias
del pecado de reina en el cuerpo mortal.
Tercero - Los hombres malos son juzgados por un Dios bueno
y justo. Y todos los hombres son malos; todos han pecado y
están destituidos de la gloria de Dios. Por mucho "bueno" que
uno crea que sea, su maldad se manifiesta a diario, contra Dios
y contra su prójimo. Dios cumple sus promesas de bendecir y
castigar. Sus bendiciones y sus juicios tienen efectos tanto ahora
como en la eternidad.
Para los de Siquem y Abimelec, fue la destrucción y la
humillación, pensando que podrían actuar ignorando a Dios
sufrieron un juicio en aquellos días y eternamente.
Para el pueblo de Dios, vemos Su gracia y misericordia en 10:1-
3, para salvarlos momentáneamente de ellos mismos,
mostrándoles que necesitaban de un Salvador Perfecto que les
diera vida eterna.
Es lo que nos enseña las escrituras, que aquellos que a través
del evangelio reconocen sus pecados y se arrepienten de ellos
clamando a Dios por la salvación que viene de Cristo, serán
perdonados, gozaran ahora de las bendiciones de Dios, pero
sobre todo tienen la certeza de la vida eterna, de la liberación
del castigo eterno. Dios no les pagará la maldad que hacen, ni
hará volver su maldad sobre sus cabezas, porque lo hizo en
Cristo, Él pagó una vez por siempre por nuestros pecados.
El nos salva de la irá de Dios y de la condenación eterna.

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