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“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:7)
Introducción
En una sociedad llena de muchas presiones en nuestra vida personal, familiar y social, es común
ver que los afanes hacen que los hijos de Dios vivan en la angustia y preocupación en la que
viven aquellos que no tienen a Cristo en el corazón. Se llenan de desesperanza y su fe se ve
menguada por las circunstancias adversas que puede estar manejando, no reflejando el fruto
del Espíritu Santo que como resultado de caminar y depender de Dios debe manifestarse en
nuestra vida. En la vida secular existen muchas teorías para combatirlo, pero como cristianos
sabemos que la única manera de disfrutar de verdadera paz es descansar en nuestro Padre Dios
y en sus maravillosas promesas de Bendición
- Algunos estresores.
El estresor es la situación o evento que causa impacto o impresión en el organismo humano, y
que conduce al estado de estrés. Debemos aprender a identificarlos para estar alerta y no
dejarnos controlar por ellos:
El trafico
Las comidas apresuradas
Temores inquietudes
Responsabilidades
Irritaciones
Trabajos extenuantes
2. Identificando el estrés
Es importante saber identificar los episodios de estrés en nuestra vida para saber cómo
combatirlos y orar efectivamente para poder descansar en Dios. No se trata solo de una oración
instantánea sino de un proceso de confianza que descansa en que Dios tiene el control total de
mi vida y de lo que en ella acontece
- Fase de alarma. Se presenta cuando el organismo se ve expuesto a un estímulo
novedoso, es decir, cuando se tiene que adaptar a una condición nueva. No es fácil
adaptarse a los cambios, pero Dios nos lleva a sentirnos seguros en sus manos
- Fase de resistencia. En esta etapa, el cuerpo repara cualquier daño que haya causado la
tensión. El organismo pierde resistencia ante la mayoría de los demás estímulos porque
está concentrado en esa situación. La Palabra de Dios nos invitar a echar toda nuestra
carga sobre Él, porque tiene especial cuidado de nosotros
- Fase de Agotamiento. La exposición continua a la tensión agota la energía del cuerpo
y afecta algunas capacidades fisiológicas; con ello, sobreviene la fase de agotamiento en
la cual el sujeto suele sucumbir ante las demandas, se reducen al mínimo sus
capacidades de adaptación e interrelación con el medio. Aquí es donde la vida espiritual
comienza a secarse y perder sentido, emocionalmente experimentamos irritabilidad, y
terminamos reaccionando con ira, resentimiento, amargura, etc. haciendo daño a los
que están a nuestro alrededor
- Echando la ansiedad sobre Él. Esto lo puedo lograr cultivando una comunión diaria,
íntima y permanente para que en la oración pueda desahogar mi alma en Su Presencia,
pues cuando no lo hago en la oración terminaré estallando en el diario vivir afectando a
los que tengo cerca, es necesario descargar mi vida en Él
- Él tiene cuidado de mí. Es una declaración de absoluta confianza que viene como
resultado de estar con él y conocerle, sabiendo que su amor incondicional nunca dejara
que tenga falta de ningún bien. Cuanta confianza nos hace falta en lo que nos ha
prometido, la cual, solo se logra en una vida de intimidad y conocimiento de él y Su
palabra
Aplicación teoterápica
Cuando al individuo lo rodean demasiados estresores, el nivel de estrés que experimenta su
organismo puede superar su capacidad de adaptarse, lo cual lo hace vulnerable a sufrir alguna
enfermedad física. El estrés acumulativo y en gran cantidad lleva al derrumbe del organismo. El
problema es que hoy en día nuestra moderna civilización vive en un estado de constante sobre
estimulación de naturaleza sicosocial. El estrés repercute en las tres dimensiones, y la salud
volverá cuando actuemos simultáneamente sobre estos tres niveles. Resultaría ilusorio pensar
que se arreglará todo con un buen régimen alimentario, o mediante el ejercicio, o sólo mediante
la oración, somos un ser integral y sabemos que la sanidad comienza en el espíritu, luego el alma
y el cuerpo.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio.” (2 Timoteo 1:7)
Introducción
Muchos especialistas han desarrollado el modelo de Personalidades Estresadas para combatir
la tensión, con la cual han ayudado a cientos de personas, de manera grupal e individual. Este
modelo se denominada “Personalidades estresadas”. Se usan estos comportamientos, para
enfrentar situaciones, a pesar de que aumentan y no disminuyen el estrés en una situación dada.
Las personalidades estresadas no son QUIEN es usted, sino lo QUE usted hace. Aprenderemos a
identificar si estamos en alguna de estas personalidades y como el Señor nos enseña a
sobreponernos a ellas.
Personalidades estresadas.
Siete patrones de comportamiento y nuevas pautas para cambiarlos:
1. El cronómetro interior. Sin tiempo para decir: Hola, adiós, estoy retrasado
Manifestaciones
Hacer varias cosas a la vez.
Su guerra cotidiana es el reloj
Termina la frase del otro.
Manifestaciones
No sabe decir no.
Experimenta sentimientos de impotencia y decide ser víctima de los demás
Necesita amor de los demás
Manifestaciones
Se enfada cuando tiene qué esperar.
Ve hostilidad donde no lo hay
La ira fluye a través del sarcasmo y el cinismo
Manifestaciones
Cree que la autocrítica es necesaria para la supervivencia
Siempre habrá una voz interior que le dice que hizo mal.
Es perfeccionista
Nuevos comportamientos para reformar al juez crítico. (Filipenses 4:8)
Es necesario comprender que en Cristo Jesús somos aceptos y amados, que no necesitamos ser
duros con nosotros y aceptar nuestras debilidades para fortalecerla en la Presencia de Dios y
nuestras fortalezas para potenciarlas y glorificar a Dios en todo lo que hacemos, Así, las
adversidades solo las veremos como instrumentos para crecer y formarnos
Manifestaciones
Mide la vida a través de los logros
Necesita que constantemente se le reconozca
La ambición ciega del perseverante lo convencerá de que la familia le quita demasiado
tiempo
Manifestaciones
Tiene constantemente pensamientos de preocupación que nunca ni siquiera ocurrirán.
El preocupado padece de insomnio
Siempre espera lo peor.
7. El artista del autoengaño. ¿Por qué digo una cosa y hago otra?
Manifestaciones
Niega la realidad
Niega la existencia de los problemas.
Alienta comportamientos auto destructores.
Aplicación Teoterápica
Debemos entender sobre el origen del estrés, ir a la raíz de lo que lo genera (no solo entender),
para canalizarlo y saber el papel que desempeña. Aprenda a identificar el plan de Dios para su
vida, elija de acuerdo a él, sus metas personales, familiares, empresariales, etc. Cuide de sí
mismo y de los demás.
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:7)
Introducción
Hemos visto que el estrés afecta todas las áreas de nuestro ser, nuestro cuerpo y nuestra alma;
pero existe otro factor que es el más importante de todos: el factor espiritual. Si los seres
humanos fuésemos solamente seres físicos y sicológicos, nuestros problemas no tendrían causas
espirituales, pero debido a que somos seres espirituales, la solución verdadera hemos de hallarla
en esta dimensión de nuestra vida. (1 Tesalonicenses 5:23)
Dios, y solamente él, como diseñador del hombre, sabe cómo éste funciona. (Génesis 1:27). Por
lo tanto, es razonable que, si deseamos aprender a manejar las tensiones, debemos hacer de él
nuestro primer recurso.
La Palabra de Dios nos muestra claramente que la mejor forma de experimentar la paz y el
descanso de Dios es dejar que Cristo sea el control y el control de nuestra vida. Cuando tratamos
de tomar nosotros el control vivimos mucha ansiedad pues existen cosas en nuestra vida que no
podemos controlar, pero cuando le dejamos al Señor Jesús el control de todo, él obrara de
manera perfecta en aquella necesidad que tengamos. Cada día debemos dejar que nuestra
naturaleza humana sea superada por la espiritual que se logra en una comunión íntima y
personal, viendo así el fruto espiritual, emocional y físico
Aplicación teoterápica
Cuando renovamos nuestra mente, y asimilamos el contenido revelacional, tenemos acceso a la
vida abundante en el Espíritu, y muchas tensiones y angustias cesarán. Si el Espíritu Santo toma
el control de nuestra vida, nos comunica los pensamientos de Dios, y nos genera paz y seguridad:
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha
confiado”