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18-D
AUTO
En Barcelona a, 21.01.19
ANTECEDENTES DE HECHO
FUNDAMENTOS DE DERECHO
I.-EL HECHO
II.-EL DERECHO
Si bien en un momento inicial la doctrina discutió los límites de la violencia utilizada por
el sujeto activo como medio para realizar la conducta, en la actualidad es pacífica la
aceptación de todo comportamiento que, “per se”, como “vis compulsiva” sea idóneo
para alcanzar el fin típico, e integrar el núcleo del tipo.
Las dos conductas típicas, impedir o compeler están dirigidas a un hacer y han de
tener, en sí mismas consideradas, eficacia suficiente para logar la finalidad de la
acción.
b) Referencia jurisprudencial
c) El concurso
Cuestión especial es la relativa al concurso del delito de coacciones con otras figures
delictivas, en este supuesto con el delito contra la administración de justicia. El
concurso dejará ser de leyes, si concurre con otras formas de violencia típica que no
inciden en la libertad. No siendo así se impondrá el concurso de leyes, por el principio
de consunción; ello sucederá cuando concurra un delito específico que implique para
su realización la afectación de la libertad del sujeto pasivo.
El núcleo del tipo penal del art. 464.1 consiste en realizar conductas, con violencia o
intimidación (la violencia equivale a la fuerza física. La intimidación es el anuncio de un
mal) que, por sí mismas, tengan idoneidad, en el ámbito de la imputación objetiva,
para influir en los sujetos pasivos cualificados que el tipo menciona, y ello sea
conocido y querido por el sujeto activo.
El art. 464.2, contempla las represalias contra los sujetos pasivos que se mencionan
en el tipo, por su actuación en un proceso judicial.
e) Referencia jurisprudencial
Frente a ello hemos de decir lo siguiente: 1.º El delito que se tipifica en el referido
artículo 464 es un delito de carácter público y no privado por sancionarse en él
acciones tendentes a la obstrucción de la Justicia mediante acciones violentas o
intimidatorias o actos atentatorios contra la vida, integridad, etc., o bien dirigidas a
influir directa o indirectamente en quien sea denunciante, parte o imputado en un
procedimiento para que modifique su actuación procesal, o bien con intención de
represalia contra las personas citadas por su actuación en un procedimiento. 2.º Es
decir, el precepto distingue en sus dos apartados el ánimo de «influir» y el ánimo de
«venganza», por lo que en este segundo supuesto no es necesario que la víctima de
las acciones violentas forme parte en ese momento del proceso, bastando que haya
sido denunciante del hecho que le dio origen. Esto es lo que sucede en el presente
caso en el que el tipo delictivo aplicado y objeto de condena fue el comprendido en el
apartado 2º del referido artículo 464 por las acciones violentas de los encausados
contra el inicialmente denunciante, al que causaron determinadas lesiones, con ánimo
claro y evidente de venganza por haber realizado la denuncia, siendo indiferente, por
tanto, que después se mostrara o no parte en el procedimiento incoado. Tribunal
Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, Sentencia 467/2001 de 24 Mar. 2001, Rec.
1762/1999.
Esta referencia jurisprudencial trae aquí a colación los elementos del tipo penal y los
comportamientos que fueron subsumidos en el tipo: todos ellos distintos al aquí
considerado.
Esta apreciación vendría apoyada en la frase del art. 464.2, donde se dice, sin
perjuicio de la pena que corresponda a la infracción de que tales hechos sean
constitutivos; expresión que no se recoge en el art. 464.1.
g) Referencia jurisprudencial
En la reciente jurisprudencia de audiencia, aparecen dos posiciones: así por ejemplo,
la S. A.P. de Córdoba, Secc.2, de 15.02.18, la frase “que quite la denuncia, si no ya
veréis”, fue tipificada solo como delito contra la administración de justicia. La S de la
AP de Navarra, sec.1, de 9.05.18, la expresión “estáis muertos” fue calificada en el
mismo sentido.
Si el ámbito normativo contempla la totalidad del desvalor del acto y del resultado, el
comportamiento, en sí mismo típico, de la represalia, queda subsumido en el mismo
tipo penal, como acompañante hecho típico. Si, por su entidad el desvalor del acto,
supera el ámbito de prohibición normativo, entonces se estará en la figura concursal
del delito ideal, en caso contrario se tratará de un concurso de normas, debiendo de
prevaler el tipo penal especifico que es el delito de obstrucción a la justicia, por el
principio de consunción, porque la realización de este tipo penal, contempla la lesión a
la libertad, en este caso, del testigo, y es por tal condición, que se afecta, también a la
administración de justicia, contemplando el tipo penal, dentro de los límites de
valoración de la norma, ambos bienes jurídicos.
Aquí ha de significarse que no existe ningún referente para poder decir que Josep
Huguet conocía, que en las causas abiertas xxxxxx tenía la condición de testigo o de
testigo protegido y que la redifusión del twitter, tenía como evento final, la de
perjudicar a la testigo en tal condición.
Referencia jurisprudencial
El auto del TS de 8.11.2018, también referido al delito de odio, valora un twitter, señala
que “La función jurisdiccional consiste, en estos casos, en valorar, atendido las
circunstancias concurrentes esto es, si la conducta que se enjuicia constituye el
ejercicio legítimo del derecho fundamental a la libertad de expresión(...)” se concluye
que el twitter examinado (Los 9 maestros catalanes de la infamia con fotografías,
nombres, trabajos y actividades de 9 personas ) es libertad de expresión y se inadmite
la querella.
En el mismo sentido el auto del TS de Andalucía de fecha 10.01.19, con
independencia de la veracidad twitter estima que ha de prevalecer la libertad de
expresión.
Como es bien sabido las informaciones de la red, ofrecen diferentes maneras de ver,
que coexisten en una sociedad. Las mismas no son objeto, a diferencia de los medios
de comunicación, de ninguna selección previa. Los internautas disponen de una fuerza
desigual, en atención a su número. La información que se difunde contribuye a la
formación de la identidad numérica, en atención a una comunidad de ideas, de valores
o de prácticas; expresan preocupaciones cotidianas, y movilizan a los ciudadanos
frente a cuestiones de interés general. Dependerá de cada internauta abrir sus fuentes
de información a argumentos contradictorios, a fin de examinar la aproximación
racional a la realidad factual de la información que se recibe, para que sirva de
referencia en el debate público.
El TEDH, define internet como uno de los principales medios para el ejercicio de la
libertad de recibir y comunicar información o ideas, garantizado en el art. 10 de la
Convención (Cenguz et autres c. Turquie. S. 1.12.2015).
En este último punto, en un supuesto fáctico distinto, se dice que el hecho no puede
ser considerado independientemente del contexto histórico y social. (PETA
Deustschland c. Allemagne nº 43481 S. de 8.11.2012)
En el presente caso no concurren tales límites, toda vez que lo que el twitter contiene,
como ya se ha repetido, se puede, fácilmente, obtener en internet, sin que el twitter,
en cuestión, aporte ningún dato relevante, que pudiera ser estimado como un bien
escaso, capaz de poner en marcha una dinámica atentatoria contra la libertad.
Que tiene la condición de testigo es, en este momento, un hecho conocido y así se
indica en la denuncia.
Cosa distinta es la de conocer si JOSEP HUGUET, cuando redistribuye el Twitter,
conocía tal condición, y dirigía su acción al evento final de perturbar la tranquilidad y
seguridad de la testigo, superando los límites de la mera información.
JOSEP HUGUET ya ha dicho que desconocía tal extremo, cuando realizó la acción.
Razón por la cual, el retraso que sufriría la tramitación de la causa con tal solicitud, no
se vería compensado por la utilidad procesal de la misma; por ello no se estima
procedente.
V.-RESOLUCION A ADOPTAR
Contra esta resolución cabe interponer recurso de reforma, en el término de tres días
y/o apelación en el término de cinco días, ante este mismo órgano judicial.
Así lo acuerda, manda y firma el Ilmo.Sr.Dr. D. Juan Emilio Vilá Mayo, Magistrado-
Juez del Juzgado de Instrucción nº 22. Doy fe.