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CONSIDERACIONES INICIALES SOBRE ALGUNAS FORMAS DE COM UNICA CIÓN DE LA PRÁCTICA DOCENTE Y LA ELABORACIÓN DE ESCRITOS ACADÉMICOS

En la figura 4 aparece el m apa sobre el tem a «La no- dualm ente hacia su conclusión sobre la culpabilid ad de
che», que reelabora el agrupam iento introducido ante- u n a de las partes, pero para que la sentencia esté bien
riorm ente. hecha, sea eficaz y sin contradicciones, la decisión debe
El m apa es u n instrum ento para el aprendizaje rápido estar bien m otivada a priori y la organización del escrito
no sólo útil p ara o rganizar las propias ideas en previsión debe estar com pletam ente delim itada antes d e com enzar
de u na redacción, sino tam bién para en ten d er mejor cual- la construcción de la sentencia. Es interesante n o tar que,
quier escrito. Está com probado que quien utiliza el in- com o el estudiante inexperto, tam bién el juez p u ed e co-
frum ento "m apa" entiende y recuerda m ás fácilmente m enzar a escribir u n texto que en u n m om ento d ad o esté
artículos, libros e incluso lecciones. H a sido utilizado con obligado a in terru m p ir por falta de elem entos a su favor.
éxito en Estados U nidos incluso con niños de la escuela En este caso, el juez debe reconsiderar el caso, tratando
elem ental y con estudiantes con serias dificultades de es- de encontrar otros elem entos para ap o y ar su sentencia
critura (Buckley, 1982). o, incluso, decidir cambiarla.
Com o conclusión, en la figura 5 m ostram os el m apa Los trabajos argum entativos no son m u y diferentes
sobre el tem a «mapa»: el lector p u ed e tener claro el uso de la sentencia del juez: tam bién nosotros debem os tratar
del m apa p ara la com prensión de los escritos a partir de de m ostrar nu estra opinión sobre el p roblem a aunque,
este ejemplo. p o r fortuna, con m enos responsabilidad q u e u n juez. Con
U na característica esencial para el éxito de una redac- frecuencia se piensa que es posible describir solam ente
ción es la unidad. El elem ento unificador de las redac- los térm inos del problem a sin aclararse en n in g ú n senti-
ciones arg um entativas es la idea central del autor, su te- do, pero en realidad p ara el lector es u n placer ver apa-
sis; el e le m e n to u n if ic a d o r d e la s re d a c c io n e s recer nuestra opinión y leer un texto q u e se hace u n itario
descriptivo-narrativas es el punto de vista utilizado en p o r la presencia de u n a tesis.
la descripción y en la narración. Los próxim os dos pá- H em os dicho que u n a tesis es u n a idea guía; para
rrafos se ocupan de estos elem entos unificadores. precisarla mejor, es útil expresarla en u n a frase o en u n
párrafo. Q uien tiene experiencia p u ed e tener clara la tesis
aunque no la haga explícita, pero es m ejor que los prin-
3.2.2 Determinación de la tesis cipiantes p o n g an en claro sus tesis.
Exam inem os de nuevo el tem a del tráfico. S uponga-
Como ejem plo de escritos de tipo arg u m en tativ o pode- m os que el estudiante plantee com o tesis: «C ausas, con-
mos tom ar los editoriales de El País que aparecen bajo secuencias y soluciones p ara el tráfico en las g ra n d es
el título "O pinión". L eyendo uno cualquiera de estos ar- ciu d ad es m odernas», en realidad esta frase no expresa
tículos nos dam os cuenta de que q u ien escribe hace di- u n a tesis: u n texto que sim plem ente en u m erase las cau-
versas consideraciones, todas relacionadas entre sí por sas, las consecuencias y las soluciones, en orden , q u izá
u n a idea principal que es el centro del artículo, la tesis siguiendo el m apa,.sería u n texto correcto y organizado,
del autor. C uanto m ejor es el periodista tanto m ás fácil pero ciertam ente poco interesante, ya q u e sería u n a co-
es d eterm inar la tesis central que nos quiere dem ostrar lección de datos sin u n elem ento unificador. U n artificio
en su escrito. p a ra crear la frase-tesis es tener claro q u e h ay a u n sujeto
C u a n d o esc rib im o s d eb e m o s re a liz a r el cam in o y u n verbo, es decir, una frase com pleta; al expresar u n a
opuesto. Prim ero debem os d eterm in ar la idea que que- idea decim os (predecim os) algo sobre u n sujeto. O tro ar-
rem os defender, nuestra tesis, y sobre ella debem os cons- tificio útil es intentar hacer que la frase-tesis esté prece-
truir el escrito. d id a por «yo pienso que...»; si el nu ev o texto es correcto
El estudiante, todavía inexperto para escribir, no ha- quiere decir que nuestra frase es u n a tesis. En n u estro
bituado a planificar su escrito y a aclarar su tesis antes caso, obtenem os lo siguiente: «Yo pienso q u e causas,
de com enzar el desarrollo del trabajo, con frecuencia es- consecuencias y soluciones del tráfico en las g ran d es ciu-
cribe los p rim eros párrafos sosteniendo u n a idea que lúe- dades m odernas», y entonces hem os creado u n p erío d o
go contradice, sosteniendo u n a diferente que se le ha ocu- incorrecto.
rrido después. Una posible tesis partiendo de n u estro m aterial sobre
Un b u en ejem plo de texto argum entativo es la sen- ' el tráfico p u ed e ser la siguiente:
tencia de u n juez en u n tribunal. Si se interroga a u n juez
sobre la form a en que escribe la sentencia relativa a una El tráfico de las grandes ciudades m o d ern as hace in-
controversia en tre dos personas, oím os decir que, antes sostenible la v ida del ciu dadano p o rq u e le d añ a el
de hacer el escrito con el que argum enta su decisión, ya sistem a nervioso, le hace p erd er tiem po, le esucia la
decidió a quién dará la razón. En su escrito, en el que casa y le crea u n ambierite poco sano. Pero la situa-
define los térm inos del problem a en form a clara y utiliza ción p u ed e ser m ejorada interviniendo drásticam ente
leyes v sentencias anteriores, el juez lleva al lector gra- sobre la ciu d ad (y m arginalm ente sobre los ciu d ad a-

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El MAESTRO Y SU PRÁCTICA DOCENTE. ANTOLOGÍA BÁSICA

nos), po ten ciando los m edios públicos (en particular videncia ejerce sobre estas tiernas criaturas, sino que
el m etro), con struyendo circunvalaciones e im pidien- les pone ante los ojos, junto al placer las miserias de
do el tráfico privado en el centro histórico. la vida, la muerte junto al juego deleitoso, pues la
carretera de castilla es camino del cementerio, y no
Esta tesis acentúa la parte SOLUCIONES del m apa su- es raro que venga a mezclarse al eco de mujeriles car-
brayando, con u n a actitu d tanto com bativa com o opti- cajadas la temorosa canción de clérigos sombríos que
m ista, que la situación del tráfico en las grandes ciudades caminan a la zaga de sinuoso ataúd (Ramón PÉREZde
no es u n p roblem a irresoluble. La que sigue, en cambio, a ya l a . Tinieblas en las cumbres).
es una tesis pesim ista e individualista:
Este texto ofrece u n a descripción del am biente hecha a
El tráfico de m uchas ciudades m odernas es producto, vuelo de pájaro ("Λ la p arte alta de la c iu d a d /') com o
entre otras coasas, de la m ala planificación urbanísti- m irando u n m ap a geográfico o ech an d o u n a m irada de
ca deb id a a la co rru p ció n y a la escada previsión. A conjunto desde u n avión. M ás ad elan te ("N o sólo ea-
m enos que se les destru y a y se las reconstruya, no sas..."), en cam bio, se d a u n a descripción m ás detallada
veo u n a form a válida de m ejorar la situaciórTde estas del barrio. Im aginem os q u e ésta sea la escenografía de
ciudades. Yo, personalm ente, no deseo renunciar a la un film: prim ero se rodaría la escena con la cám ara en u n
co m o d id ad del transporte p riv ad o y cuando p u ed a avión. En la se g u n d a escena, en cam bio, la cám ara se
trata rá de ir a v iv ir a u n sitio pequeño o al campo. colocaría sobre el travelling y se desplazaría con u n mo-
vim iento re g u lar a lo largo del b arrio descrito. El m ism o
lugar es visto al com ienzo con u n g ra n an g u lar y luego
3.2.3 D eterm inación d e l p u n to de vista con u n objetivo de 50.m m . ■ · ■
En otro texto de La ciudad de la-niebla, de Pío ba r o ja ,
Los escritos descrip tivo-narra t ivos no presen tan prefe- se hace u n a descripción desde otro p u n to d e vista:
rentem ente ideas, sino que cu en tan hechos y describen . l

lugares y personas. La estru ctu ra de estos textos no está Estaba con tem p land o d esd e la b o rd a el d esp ertar del
d ad a a p a rtir de u n a idea, la tesis, sino a p artir del punto día. Mi p adre do rm itab a d esp u é s d e m uchas horas
de vista, es decir de la perspectiva desde la cual se m ués- de m areo.
tran hechos y objetos. En las historias com plejas y en las El barco iba dejando u n a gran estela blanca en el
novelas el p u n to de vista tam bién p u ed e cam biar. Dem os m ar, la m áq u in a zu m b ab a en las en trañ as del vapor,
u n ejem plo extraído del p rim er capítulo de Tinieblas en y salían de las chim eneas nubes d e chispas.
1as cumbres de R am ón Pér ez de a y a l a : Era el am anecer; la b ru m a d esp e g ad a de las aguas
form aba u n a cub ierta gris a pocos m etros de altura.
A la p arte alta de la ciudad, de u n lado y otro de la Brillaban a veces en la costa larg as filas d e focos eléc-
carretera de Castilla, escalonadas en u n recuesto, re- tríeos reflejados e n el m ar d e co lo r de acero. Las
fuércense dos callejuelas pinas y pedregosas, en don- gaviotas y los petreles lan zab an su grito estridente
de m o ran de tiem po atrás esas que C ervantes llam ó entre la niebla, ju g u etea b an sobre las olas espum osas
m ujeres cortesanas o, p o r otro nom bre, trabajadoras y levantaban el vuelo h asta p e rd e rse de vista.
o enam oradas; a quienes los gacetilleros, con blando Tras una hora de respirar el aire libre, bajé a la
y am able eufem ism o, dicen palom as torcaces; y el cámara a ver cómo seguía mi padre (Pío ba r o ja , La
vulgo m ujeres a secar, y p o r antonom asia. ciudad de la niebla).
N o sólo casas de m ujeres hay en este barrio de las El am anecer se nos p resen ta a través del ojo de u n
P uertas N uevas, A lta y Baja, sino otras m uchas m an- personaje q u e se desp laza "con u n barco p o r el Táme-
siones, p eq u eñuelas, hum osas y m iserables, m oras de sis.
trabajadores y jornaleros de toda especie, casados en
su m ayoría y con num erosa prole; con lo cual los chi- C ualquier objeto cam bia seg ú n el ojo que lo m ira. Una
eos, que p asan el tiem po al aire libre, loqueando, m o- m esa, p o r ejem plo, p u ed e ser descrita de varias m aneras.
q u ean d o y berreando en el arroyo, reciben desde sus Veámoslas: '-'■ ■
prim eros años perseverante educación ocular y auricu- —el arquitecto ve el estilo, p u ed e e n ten d e r cuándo y
lar; av ézan se a la d esn u d ez fem enina sin velos ni por q u ién ha sido d iseñ ad a
repulgos, escuchan pintoresca fraseología de am or —el carpintero aprecia la técnica del ensam blaje de
m ercenario, y a la ed ad en q u e otros p erm anecen su- la m adera de las p atas e n la superficie del sobre
m idos en lim bos de cándida ignorancia están ellos —el niño se pone a fan tasear sobre las vetas de la
adoctrin ad o s en el vicio, y aú n olvidados de la doc- m adera del sobre en las q u e le p arece 'v er u n rostro son-
trina. Y no p ara aq u í el sabio m agisterio que la Pro- riente

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CONSIDERACIONES INICIALES SOBRE ALGUNAS FORMAS DE CO M UNICA CIÓN DE LA PRÁCTICA DOCENTE Y LA ELABORACIÓN DE ESCRITOS ACADEMICOS

—el am a d e casa q u e d a im presionada p o r la superfi- ejem plo, podem os escribir u n a redacción d iv ertid a desde
cié brillante del sobre d o n d e el polvo se posa de una el p u n to de vista de u n extranjero, h ab itu ad o a u n con-
m anera m u y visible texto en el cual todos sig u en las n o rm as d e tránsito y
—q u ien está alq u ilan d o la casa trata d e evaluar las resp etan a los vigilantes y a la policia, q u e se encuentra
m edidas cm el tráfico caótico de Sevilla. El extranjero se queda
Al describir objetos com plejos h ay tam bién ópticas boquiabierto frente a las perso n as q u e dejan el coche en
«obligadas», relacionadas con el tipo de descripción que u n lu g ar de aparcam iento p ro h ib id o , e n tercera fila, para
se desea. Por ejem plo, p ara describir u n apartam ento hay com prar cigarrillos, dejando d e lad o el hecho de q ue d é
dos tipologías fu n d am en tales, q u e atribuim os respecti- esta form a nadie p u ed e circular. O q u e d a desconcertado
vam ente a u n ag ente inm obiliario y a u n visitante. El frente a q uien discute lev an ta n d o la voz, m aldiciendo y
agente dice: «Es u n herm oso ap artam en to de cuatro ha- alegando excusas frente al vig ilan te q u e le señala u na
bitaciones, 150 m etros cu ad rad os, con dobles servicios clara infracción a las norm as d e tráfico. En este texto, el
d istribuidos en u n largo corredor». El visitante dice: «Se énfasis no está pu esto sobre el tráfico sino sobre el asom -
entra en u n am plio y herm oso vestíbulo, a la direcha en bro del extranjero.
el co rredor Se en cu en tra prim ero la sala, luego el come-
d o r y luego la cocina. D esde la en trad a, el corredor con-
tinúa h asta la otra parte, hacia los dos dorm itorios y los 3.2.4 Esbozo
dos baños». -
En síntesis, p ara hacer u n a descripción lograda de u n Una vez recogido el m aterial, o rg a n iz ad o s los datos, de-
objeto o de u n lu g ar debem os elegir u n a perspectiva; de- cidida la tesis a sostener o el p u n to de vista sobre el cual
p en d e d e n u estra sensibilidad lograr elegir u n p u n to de crear la com posición, antes d e co m en z ar en form a con-
vista interesante, eficaz y quizás inusual. creta con el d esarro llo d eb em o s escribir u n esbozo. A
La estructura de u n texto narrativo que cuenta u na his- través del m apa visualizam os en fo rm a espacial tin re-
toria presenta aspectos similiares a los de la descripción. sum en sintético d e n u estro escrito, a través del esbozo
Tam poco aq u í existe u n a form a «objetiva» de contar, decim os el o rd e n secuencial d e las ideas y d e los argu-
siem pre h ay u n a perspectiva. Im aginem os la descripción m entos que usaresm os e n el escrito.
de u n a b o d a, p a ra la cual existen m uchísim os puntos de Un esbozo está co n stitu id o p o r u n a lista d e elem entos
vista: organizados jerárquicam ente, en la q u e todos los elem en-
—el niño in v itad o y su alegría d e p o d er com er dulces tos del m ism o nivel están alin ead o s verticalm ente sobre
sin lím ites la página y, si se quiere, e stán m arcad o s en form a se-
—el fotógrafo aficionado invitado y su concentración cuencial por letras y n ú m ero s. U n esbozo tiene u na es-
buscando el en cu ad re y el m om ento feliz ("ahora usted tructura de este tipo:
se fíe dem asiado desaforadam ente, de perfil tiene verda-
fieram ente u n a fea nariz") Introducción
—el juez y el fastidio de p asa r delante de la décim a A.
pareja de la tard e y tener q u e m ostrarse alegre com o la a.
ocasión lo requiere 1.
—la esposa q u e reflexiona sobre las consecuencias a 2.
largo plazo de su decisión b.
—la m o d ista in v itada que cu an d o se acerca a besar a 1.
la novia observa las costuras im perfectas d e la m anga y B.
m ide la calidad de la sed a del vestido. a.
U na p u b licid ad televisiva aprovechaba u n contexto b.
nupcial p ara m o strar de cuántas m aneras diferentes se Conclusión
p u ed en m an ch ar las ropas elegantes: el niño que corre
hacia la n o via se cae y se ensucia de barro; otro se vuelca En este esquem a ejem plificador tenem os u n texto que
distraídam ente el helado de chocolate sobre el pantaloncito com ienza con u n a in tro d u cció n y term in a con u n a con-
blanco, otro in v itad o se sienta sobre u n plato lleno de elusion; en el m edio tenem os u n c u e rp o con tres niveles
com ida, etcétera. N in g ú n problem a, ya que después u n de pro fu n d id ad . H ay dos bloques fun d am en tales seña-
detergente lo resuelve todo. La b o d a era relatad a desde lados con lefias m ayúsculas e n o rd e n alfabético: A, B.
el p u n to de vista del d eterg en te q u e se q uería publicitar. C ada bloque está co nstituido, a su vez, p o r dos o tres
T am bién n u estro tem a sobre el tráfico en las ciudades subbloques, en este caso señalados, p o r letras m inúsculas
m odern as se p u e d e desarro llar de form a descriptivo-na- en orden alfabético: a, b, c, etcétera. El tercer nivel está
rrativa adem ás d e hacerlo de form a problem ática. Por indicado por núm eros: 1, 2, etcétera, y sólo lo encontramos

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