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LOS SONIDOS VOCALES: LA VOZ SANADORA

Teresa Rodríguez

E l sistema de sonidos Kotodama que desarrollamos aquí me fue transmitido por Alain Baudet,

experto en Qigong, alquimia taoísta y aikido. Según Baudet, este método parece provenir de
enseñanzas herméticas sintoístas destinadas al crecimiento espiritual y derivadas del budismo Chan.
"Koto" podría traducirse como Tao y "dama" como alma o sustancia encarnada, pues originalmente se
creía que al vocalizar el sonido y las palabras que provenían del mundo espiritual su significado podía
concretarse en la materia. El creador del aikido, Moriei Ueshiba, utilizaba estas "palabras del alma" en
su método. El trabajo con los sonidos kotodama se diferencia de otros sistemas, pero su esencia es la
misma: equilibrar y unificar el universo interior para desarrollar el espíritu y seguir el Tao.

El ser humano es un ser social y ha tenido siempre el impulso de


comunicarse. Antes de adquirir su facultad para articular un lenguaje, se comunicaba a través del gesto y de
un sistema de sonidos vocales. Estos sonidos, como en el reino animal, servían para transmitir todo tipo de
mensajes. Con la evolución humana, se desarrollan los diversos métodos de lenguaje verbal y no verbal. Se
perfeccionan el canto, la música, la danza, la representación teatral y también las distintas lenguas. La voz es
el instrumento del hombre. La utiliza a solas o acompañada por la música y la danza para narrar historias,
adquirir fuerza y valor antes de ir a la guerra o a una partida de caza, expresar las emociones y los
sentimientos, conectarse con los espíritus, sanar... A través de la voz, uno puede unificarse con su cuerpo,
con los seres y las cosas que le rodean y desarrollar su potencia y su lado espiritual.

Según el diccionario de María Moliner, la definición de sonido es: “vibración de un cuerpo que transmitida por
el aire es capaz de impresionar el oido”. En cuanto a vocal, tomaremos dos de sus sentidos. Por una parte,
significa “de la voz” y por otra cada una de las letras vocales. En el sistema de sonidos terapéuticos que voy a
exponer a continuación, se trabaja mediante la voz la vibración que proporcionan los sonidos de las letras
vocales. Cada letra vocal está asociada a un sistema de órganos vitales y cada sistema de órganos
corresponde a un elemento dentro de la teoría de los Cinco Elementos de la medicina tradicional china.
Observando la intensidad, limpieza y longitud en la emisión de las letras vocales, puede ser posible descubrir
el estado de la energía que tienen los sistemas asociados a ellas en el momento presente.

Los sonidos, vocales o no, son un medio poderoso para equilibrar todo nuestro ser. Al utilizar la voz
practicamos también con la respiración, que es la fuerza de la vida, lo que nos mantiene vivos. La respiración
es el nexo que une al cuerpo físico con los sentimientos y las emociones. Si se practica con consciencia es
una vía de acceso al espíritu, puesto que nos ayuda a encontrar la calma mental y el silencio interno que
necesitamos para seguir creciendo.

LOS ELEMENTOS DEL SONIDO VOCAL


En el trabajo con los sonidos, a mi entender, hay cuatro factores
primordiales. El primero es el factor físico, constituído por todos los mecanismos fisiológicos que hacen
posible tanto el hecho de respirar como la emisión de sonidos. El segundo es el aire en el sentido de soplo, de
vehículo para su transmisión. El tercero es el sonido en sí mismo, la vibración que se propaga. El cuarto es el
aliento vital, como fuerza de vida que proporciona intensidad, ritmo y color al sonido que se emite.

El factor físico

El cuerpo físico es la parte del ser donde la materia está más condensada. Lo llamamos estructura porque es
un armazón sólido, que se puede ver y tocar, que proporciona la base, el apoyo y el punto de partida para
comprender el entrenamiento con la energía (Qigong).

El cuerpo nos proporciona los mecanismos físicos para que el


sonido y su emisión sean posibles. Aparte del aparato respiratorio es necesario prestar atención al diafragma
como el gran fuelle regulador de la respiración, que relaciona la cavidad del pecho con la del vientre. Si el
músculo tiene tensiones o bloqueos, no podemos llevar bien el aire a la parte baja de los pulmones. Así el
intercambio de oxígeno no se produce a niveles óptimos y la sangre no puede renovarse todo lo necesario
para nutrir bien a las células del cuerpo, con lo que disponemos de menos energía vital. Las tensiones del
diafragma afectan también a las envolturas musculares de los órganos vitales que están ligadas a él,
repercuten sobre los órganos y alteran las emociones, resultando difícil calmar la mente.

Entonces, atendiendo al nivel físico, es importante como trabajo previo a los sonidos terapéuticos realizar
ejercicios de respiraciones estáticas o dinámicas encaminados a movilizar y relajar el diafragma. De este
modo la comunicación entre la parte superior y la inferior mejorará, aumentará nuestra capacidad pulmonar,
podremos distender los tejidos a niveles profundos y facilitaremos la calma mental. El paso siguiente es emitir
los sonidos varias veces en la posición de sentados, para “calentar” la voz y luego abordarlos haciendo la
forma.

El aire como soplo


El aire es la sustancia gaseosa que nos envuelve. En este caso,
es también el soporte para la emisión del sonido, su vehículo. La cantidad de aire que podemos inhalar y
expeler va a depender de nuestra capacidad pulmonar y de lo desbloqueado que esté nuestro diafragma. En
el trabajo con los sonidos tratamos de dosificar el aire todo lo posible para modularlo y conseguir mantener la
vibración al máximo. Al entrenarnos, es importante evitar forzar la respiración. El aire debe entrar y salir de
manera relajada. Gradualmente se irán expandiendo los límites de nuestra capacidad pulmonar de forma
natural.

El sonido

En esta práctica utilizamos la capacidad vibratoria del sonido de nuestra voz para tomar contacto con nuestro
interior, relajarnos y liberar los nudos tanto físicos como emocionales que podamos tener. Cuando emitimos
un sonido, esa vibración parte de nuestro interior, lo cual nos influencia de una manera muy fuerte. Al recibir la
vibración de cualquier otro sonido también se produce un efecto que variará en cuanto a intensidad y signo
(positivo o negativo) dependiendo de la armonía y del volumen con que se emita. El sonido llega hasta el
cerebro para ser interpretado, pero a su vez ejerce directamente su influjo en el ritmo y la actividad de
nuestras células. Por ejemplo, un sonido armonioso a un volumen adecuado nos ayuda a generar un estado
de paz interior, pero un nivel alto de ruido donde dormimos impedirá la disminución del ritmo de actividad de
las células. Esto evitará que nos relajemos y podamos descansar profundamente. Como las células no llegan
a regenerarse todo lo que deberían durante el período de sueño, se va acentuando un desgaste de la fuerza
vital cada vez mayor, hasta el punto de levantarnos ya cansados.

Cuando emitamos el sonido, aparte de lo bien o mal que cantemos


normalmente, debemos observar si es armonioso y limpio o no. Esto nos dará información sobre el buen
funcionamiento del órgano que estemos trabajando. Es necesario encontrar dentro de nuestra escala aquella
frecuencia que nos permita conectar con la vibración de cada órgano vital, eligiendo el tono que nos despierte
más sensación en la zona donde se sitúa el órgano que trabajamos. Al principio tendremos que probar mucho
y permanecer a la escucha de los efectos que se produzcan. Deberíamos practicar sin esperar ningún
resultado en concreto y observarnos de la manera más neutral posible. Es importante la sinceridad con uno
mismo a la hora de definir las percepciones. Cada órgano vital está asociado a una emoción concreta. El
trabajo con los sonidos terapéuticos puede ayudarnos a contemplar y a sanar el estado de nuestras
emociones. A través de la respiración y la vibración de los sonidos es posible alcanzar una condición interior
de serenidad y bienestar.

El aliento vital
El sentido de aliento vital que voy a utilizar es el de alma como impulso que nos infunde la vida y el desarrollo.
Esto implica una idea de movimiento, cambio, crecimiento y renovación continuos que aplicamos a todos los
planos de la existencia.

Una vez mi profesor de medicina china me dijo que la respiración


era como el aire que penetra la superficie de un lago y lo mueve. Sin este movimiento el agua del lago se
estancaría y nada podría vivir en él. Nosotros, formados por un 70% de agua, representamos el lago, y el aire
que nos mueve es el aliento, cuya fuerza vital pone en marcha los mecanismos necesarios para asegurar la
nutrición y el buen funcionamiento corporal, es decir, para que el agua del lago no se estanque. La fotografía
de Alexander Lauterwasser muestra cómo el sonido traza patrones de movimientos sobre una gota de agua
vista por el microscopio. Sonido es movimiento, movimiento es sonido. Como ha demostrado científicamente
el Dr. Masaru Emoto, ambos repercuten en el estado de nuestras aguas internas.

Puesto que el aliento es movimiento, marca una pauta. Estamos animados por millones de ritmos diferentes.
Somos como una gran orquesta, donde el ritmo de cada instrumento está al servicio de su sección (cuerda,
viento, etc.) y a su vez cada sección está al servicio de toda la orquesta. Según las teorías de la osteopatía, si
nos ponemos a escuchar este ritmo podemos averiguar cuál es su pauta, seguirla y corregirla si algo no
funciona bien.

La respiración también influye en el ritmo de los latidos del corazón y por extensión, en el de todo el cuerpo.
Calmando la respiración, alargándola sin forzarla, dejándola que llegue a todos nuestros rincones, podremos
inducir un estado de relajación profunda desde el que es posible abrir la puerta que conduce hacia el espíritu.

LOS SONIDOS VOCALES Y SUS CORRESPONDENCIAS

 EL SONIDO “A”

Movimiento Madera.

En el plano físico, actúa sobre el sistema del hígado y la vesícula biliar. En la personalidad, trabaja sobre la
creatividad, la intrepidez, la visión, la capacidad de organización y la toma de decisiones. En la psique
representa ir más allá de los sentidos físicos y desarrollar la intuición. En el plano espiritual, este sonido nos
ayuda a despertar y nos proporciona una orientación.

 EL SONIDO “E”

Movimiento Metal.

En el plano físico, actúa sobre el sistema de los pulmones y el intestino grueso. En la personalidad trabaja
sobre las capacidades internas de discernimiento, equilibrio, justicia y desapego, ayudando a desarrollar la
habilidad de saber el momento justo de la acción. En la psique representa el equilibrio entre los sentidos
físicos y psíquicos. En el plano espiritual se tienen percepciones pero se conservan los pies en la tierra.
 EL SONIDO “I”

Movimiento Fuego.

En el plano físico actúa sobre el sistema del corazón, intestino delgado, pericardio y triple calentador. En la
personalidad trabaja sobre el amor, la expresividad, el altruismo, la alegría, la fe. En el plano psíquico
representa el desarrollo de las capacidades superiores del hombre, que lo unifican con todos los seres, de la
fuerza que uno tiene para trascender, para actuar más allá de todo condicionamiento, respondiendo al
espíritu, al corazón. En el plano espiritual ayuda a la apertura del corazón y los centros superiores, y a la
fusión con las fuerzas del universo.

 EL SONIDO “O”

Movimiento Agua.

En el plano físico actúa sobre el sistema del riñón y la vejiga. En la personalidad trabaja sobre la valentía, el
coraje, la fuerza de voluntad y la capacidad creativa. En la psique representa el conocimiento del conjunto de
las memorias físicas y psíquicas. Es la energía vital, sexual, que se hace consciente y se propulsa a través del
Canal Central hacia el cerebro. En el plano espiritual representa la sublimación de los instintos.

 EL SONIDO “U”

Movimiento Tierra.

En el plano físico actúa sobre el sistema del bazo/páncreas y el estómago. En la personalidad, actúa sobre la
serenidad, la búsqueda de nutrición, la compasión, la empatía y el sentido del humor. En el plano psíquico
potencia la claridad de pensamiento y el poder de enraizamiento. En el plano espiritual, representa las
capacidades y sentidos físicos. Es la encarnación del verbo, nuestra carne.

¿CÓMO SE EMITE EL SONIDO?

Se prepara el cuerpo ocupando la mente en sentir el peso corporal, incorporando al mismo tiempo todas las
sensaciones de relajación y de contacto con el suelo. Si alguna parte del cuerpo nos molesta, la aceptaremos
e incluiremos en ese mapa de sensaciones, igualando su información con la del resto del sistema. Instalamos
la postura conscientes de la gravedad terrestre y su fuerza descendente, al mismo tiempo que ocurrirá una
tonificación suave y ascendente en el canal central y la columna vertebral.

Al inspirar se toma poca cantidad de aire al tiempo que se ahueca ligeramente la zona lumbar, para dejar que
el aire llegue hasta ella y la redondee. Al emitir el sonido se siente cómo el diafragma desciende y se activan
sus pilares en la zona lumbar. El sonido debe salir sin forzarlo, desde la zona de los riñones y el bajo vientre.
Se dosifica suavemente.

LA SECUENCIA DE SONIDOS: AIE OU

En este sistema, esta combinación de sonidos o mantra es la principal forma de conectar al hombre con su
espiritualidad. Se cree que estaba relacionada con las artes marciales. En esta creencia, cada vocal generaba
un patrón de la energía:

 A: energía en expansión.
 E: apertura de todo el sistema energético y energía en retracción.
 I: apertura y ascenso.
 O: energía hacia los riñones y descenso.
 U: centro.
TRABAJO SENTADOS

Nos sentamos en el suelo con las piernas cruzadas y la espalda


recta, las manos relajadas en la posición que mejor nos permita estar inmóviles el mayor tiempo posible. Si
estamos sentados en una silla, nos situaremos hacia el borde, con la espalda despegada del respaldo, y las
rodillas y pies paralelos, separados a la anchura de las caderas. Llevamos la consciencia a relajarnos en la
postura y aquietar la mente. Sentimos nuestro peso corporal y las superficies que contactan el suelo y el
asiento de la silla si hemos elegido practicar ahí. La secuencia de sonidos se trabaja de la siguiente manera:

Se inspira antes de cada serie de sonidos. La primera serie es AIE. Se toma aire y luego se emite la
segunda, OU. Para OU, retener el diafragma en la O y soltarlo en la U. La U es el sonido de la tierra y debería
trabajarse con mucha relajación.

Se trabaja la secuencia al menos cinco veces consecutivas y se para. Entonces, nos observamos. ¿Qué
emoción o sentimiento brota en medio del vacío?

TRABAJO DE PIE

Posición de partida: pies juntos, las manos unidas en posición de plegaria a la altura del pecho, las rodillas
ligeramente flexionadas.

Sonido A
Las
manos suben juntas por el eje central y al acabar la emisión del sonido están en la cima de la cabeza en la
posición de la flor del loto (unidas por el pulgar y meñique, y el canto externo e interno de la mano. El resto de
los dedos se abre como los pétalos de una flor). Hacemos una respiración natural y colocamos las palmas
hacia fuera, formando un triángulo con la unión de los índices y los pulgares.

Sonido E

Abrimos
los brazos hasta que se quedan en cruz, redondedados, como si sujetásemos un gran balón. Las palmas
miran hacia fuera. El pulgar apunta hacia arriba. Hacemos una respiración natural.

Sonido I
Cerramos
los brazos hasta la posición de abrazar el árbol. Al acabar la emisión del sonido, las manos se unen por los
meñiques frente a la línea central del cuerpo, con las palmas hacia arriba, pero sin pegarse al cuerpo.
Respiración natural.

Sonido O

Mientras
se emite el sonido aproximamos las manos hacia la línea media del cuerpo y luego las vamos deslizando en
línea recta hacia los costados, con los dedos meñiques casi en contacto con el cuerpo. Los dedos quedan
enfrentados y las palmas siguen hacia arriba. La altura de las manos corresponde con los riñones. Al acabar
el sonido, las palmas girarán hacia el suelo con los pulgares a la altura de Da Bao (6º espacio intercostal). La
zona entre pulgar e índice o fauces del tigre, está en contacto con los costados.

Sonido U
Los
brazos descienden un poco en esta posición y se deslizan hacia delante, como si avanzasen por un tablero.

Enlace con el punto de partida: las manos, con las palmas hacia el suelo, trazan un semicírculo hacia el
exterior y luego giran, pasando por Daimai hasta unirse en la línea media del cuerpo en posición de
plegaria.

Teresa Rodríguez es diplomada en Medicina Tradicional China y profesora de Qigong. Dirige grupos en
España, Francia, Italia y Chile dedicados al Camino de la Mujer. Creadora de Tao Danzaes bailarina en
contextos meditativos y conciertos por la paz.
danza.tao@gmail.com www.taodanza.com

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