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Eneagrama:
• Qué es el Eneagrama
• Las Nueve Pasiones
• El Símbolo
• Miedos y Deseos
• Movimientos
• Las Tríadas
• Niveles de Desarrollo
• Virtudes
• Eneatipos y el Amor
Símbolos:
• El Misterio del Triángulo
• Luz y Oscuridad en el Eneagrama
• Enea-elementos
• Ars Brevis
¿Qué es el Eneagrama?
La palabra Eneagrama procede del griego y hace referencia a una figura circular con nueve puntos en su
circunferencia. Es un diagrama que se ha utilizado tanto para crear mapas de los procesos cósmicos, como de la
psique humana.
Se desconoce con exactitud su origen y se cree que podría tener cerca de 2000 años. Este sistema recoge la
sabiduría de corrientes espirituales y religiosas, en especial de la filosofía sufí.
La introducción de este símbolo en Occidente se acredita al filósofo de origen armenio George I. Gurdjief (1877-1949).
Más tarde el boliviano Oscar Ichazo lo trae a América, en donde se empieza a desarrollar como teoría psicológica y
posteriormente es transmitido al resto del mundo por el siquiatra chileno Claudio Naranjo.
El Eneagrama de la Personalidad es el más conocido de los eneagramas: es un sistema tipológico que contempla
nueve tipos de personalidad básicos o matices de la naturaleza humana, que conforman una totalidad.
"De acuerdo con la filosofía sufí los seres humanos tienen nueve expresiones diferentes, los nueve puntos
representan todo el arcoiris que da forma a la plenitud de la creación humana. Nueve maneras de ser, nueve tipos que
se interrelacionan y crean nuevas formas de energía, sombra y color, como en un prisma los matices son variados, así
las diversas variaciones de energía, color y sombra que perfilan a cada tipo de personalidad." [Verónica Poujol]
El Eneagrama no es una corriente doctrinal en sí, sino que es una herramientas útil en la práctica de cualquier camino
espiritual o terapéutico: es un mapa de autoconocimiento.
ENEATIPOS
El eneagrama de la personalidad establece nueve tipos de carácter diferentes o Eneatipos a los que
denomina según la pasión principal que subyace a cada uno. De esta pasión principal se derivan el resto
de rasgos satélites que conforman toda nuestra personalidad y, aunque todos tenemos un poco de cada
una de las pasiones, hay una que es básica, como la piedra angular sobre la que se asienta el resto de
nuestra estructura.
El conocimiento profundo de nuestra pasión principal es lo que nos ayudará a encontrar “el camino de
vuelta a casa”, a nuestro ser completo y sin limitaciones.
El eneagrama de la personalidad parte de la idea de que el ser humano posee una naturaleza pura o
Esencia, que olvida en la infancia temprana al encontrarse con un mundo condicionado, en que "debe ser"
de cierta manera para poder obtener el bienestar perdido.
Esta "naturaleza adquirida" que construimos corresponde a nuestro EGO que es el conjunto de estrategias
adaptativas que utilizamos para “defender” nuestra vida y crear una identidad que sustituya a la que hemos
olvidado. Con el tiempo estas estrategias acabarán conformando nuestro carácter, y nos identificaremos a
tal punto que diremos "yo soy así" para justificar nuestro rígido actuar.
"El nacimiento pues, no es más que el paso de un estado de Amor Incondicional donde la
dicha es absoluta sin ninguna necesidad de la que preocuparse, a un mundo de amor
condicionado donde la satisfacción de las necesidades más básicas queda fuera de nuestro
control." [M. José Salmerón]
Cada persona utiliza las características de su temperamento innato de la mejor manera que sabe para
adaptarse y sobrevivir a las dificultades de los primeros años de vida. En el proceso de adaptación a este
mundo nos vamos desconectando de nuestra esencia y este vacío, este no saber quiénes somos en
realidad, es lo que intentaremos corregir fabricando nuestra personalidad egótica.
FORMA DE TRABAJO
Para los iniciados en el tema, es necesario recalcar que no existen tipos de personalidad mejores que
otros. Cada uno de ellos tiene virtudes subyacentes, miedos, deseos y fijaciones. A simple vista, en las
descripciones de cada Eneatipo abundan los "defectos" y puede resultar desagradable verse a sí mismo de
esa manera. Pero no olvidemos que estamos hablando de nuestro EGO o "falso yo", la máscara que
usamos frente a los demás para obtener lo que deseamos.
Trabajar con el eneagrama nos permite reconciliarnos con nosotros mismos, con nuestros aspectos más
sombríos. Entender por qué actuamos como actuamos, por qué sufrimos ante ciertas situaciones, por qué
"siempre nos pasa lo mismo". Las respuestas seguramente estarán en nuestra infancia, y la forma en que
reaccionamos es la estructura que siempre hemos usado para defendernos.
El eneagrama nos permite mejorar nuestras relaciones humanas, ser más tolerante con el resto de las
personas y con nosotros mismos.
¿COMO COMENZAR?
Una buena forma de comenzar es leyendo las descripciones de cada eneatipo. Comparar nuestra
personalidad con lo que allí aparece limpiamente, sin manipulación de por medio. Descubrir a simple vista
con cuál o cuáles eneatipos nos identificamos. Descubrir si el hacer, el sentir o el actuar nos motiva
mayormente en nuestra vida. Detectar nuestras mayores dificultades.
Existen varios test a los cuales se puede acudir como guía, pero ninguno de ellos es infalible. La mejor
alternativa sigue siendo la auto-observación y/o la asistencia a algún taller vivencial.
Es conveniente hacer una serie de aclaraciones para los recién iniciados en este tema. Lo primero es que
no hay números o eneatipos “mejores” que otros. Todos suponen un sufrimiento y limitación para la
persona que pertenece a un determinado número o tipo.
En segundo lugar, dentro de los rasgos descritos hay algunos que pertenecen más a la “máscara” (la parte
más superficial de la personalidad) del sujeto y son apreciables por el observador externo (p.ej. la
charlatanería del siete o la hiperactividad del tres ) y otros que pertenecen al “ser inferior” o aspectos más
profundos de la personalidad y que rara vez salen al exterior, e incluso no son reconocidos por el propio
sujeto (p.ej. la ira del uno o la soberbia de los dos...).
Y por último, aclarar que cada número tiene a su vez unas cualidades superiores o Virtudes, de las que
no vamos a comentar nada por ahora, y que surgen tras el trabajo de autoconocimiento y de
desidentificación de nuestros rasgos de personalidad. (Ver Virtudes)
Tipo Uno. LA IRA
Se trata de una ira muy reprimida y elaborada, trasformada en crítica, exigencia y juicio, tanto a uno mismo
como a los demás. Las personas que pertenecen a este tipo no son abiertamente coléricas sino todo lo
contrario, muy controladas, perfeccionistas, utilizan la virtud como forma de poder. Se sienten ética y
moralmente superiores al resto. Son poseedores de la verdad. Persiguen altos ideales a los que se
entregan concienzudamente. Son rígidos, poco espontáneos y fríos al contacto.
Entendida como incapacidad de reconocer el propio sufrimiento. Son personas que niegan sus
necesidades y se vuelcan generosamente en satisfacer las necesidades de los demás. Esto los hace
sentirse superiores al resto. En su interior son muy orgullosos y prepotentes. Son muy seguros de sí
mismos, brillantes, serviciales, complacientes, con una gran intuición para saber qué es lo que los demás
necesitan. Son muy empáticos, emocionales y seductores. Les gusta disfrutar de los placeres y que no
limiten su idea de libertad. Se prostituyen por amor y se rodean de desvalidos. Manipulan con la emoción,
pueden ser muy histriónicos.
O apego a la propia imagen. Supone una identificación con la parte más superficial de la personalidad, la
máscara, negando aspectos más profundos y espirituales, por lo que en su interior existe un gran vacío. Es
un tipo eficiente, capaz y pragmático. Es ambicioso, competitivo, muy preocupado por la imagen social de
éxito. Encantador y atractivo, actúa según se espera en cada situación de forma camaleónica. Es muy
activo, trabajador, puede tener problemas de adicción al trabajo. Vive en la falsedad y en la superficialidad.
Tienen mucha ansiedad y angustia, necesitan acaparar la atención del entorno.
Es la tendencia a compararse siempre con los demás y salir perdiendo. Los cuatro no son capaces de
apreciar sus virtudes y cualidades y creen que lo mejor está fuera. Esto los lleva a la insatisfacción y queja
frecuente. Son hipersensibles muy en contacto con su mundo interno emocional. Se sienten especiales y
diferentes, poseedores de una capacidad de apasionamiento y emotividad más profunda de lo normal. Son
muy intuitivos, creativos, graciosos, refinados e intensos, sobretodo en cuanto a demostración de
sentimientos de tristeza. En su interior se sienten vulgares, defectuosos y con una autoestima muy baja.
Sufren muchísimo y tienden a autocompadecerse. Buscan que los quieran provocando lástima, por lo que
se suelen rodear de “salvadores”.
Es el miedo a quedarse sin nada y a depender demasiado del mundo, se sienten muy vulnerables. Tienen
miedo también a que se invada su espacio o intimidad por lo que tienden al aislamiento social. Acumulador
de conocimientos, sobre todo los específicos de una materia concreta. Observan el mundo con su mente
analítica pero sin implicarse. Introvertidos, poco expresivos y emocionales; ariscos y desconfiados. Son
tacaños en lo material y en lo personal, pero cuando dan, son auténticos (no manipulan).
Tipo Seis. LA COBARDÍA
Falta de orientación interna que provoca duda crónica y mucha ansiedad. En su interior se sienten
asfixiados por el miedo: a equivocarse, a expresarse...que puede llegar a paralizarlos. Se distraen
imaginando desgracias o contratiempos para estar así preparados ante cualquier eventualidad. Es el tipo
civilizado y trabajador, cumplidor del deber, respetuoso con las normas. Son personas grises, poco
conflictivas, aunque el subtipo sexual puede ser muy asertivo, desafiante y rebelde (contrafóbico). Son
fieles a sus relaciones y a la autoridad y defensores de los débiles. Buscan ambientes donde las reglas
estén bien establecidas, con figuras de autoridad claras.
Es una necesidad de mantener abiertas todas las opciones. Más que un exceso de cantidad de una sola
cosa es una tendencia a probarlo todo en la búsqueda constante del máximo placer. Tienen una mente
planificadora y pueden vivir en la fantasía de múltiples proyectos que luego no lleven a cabo. En su interior
existe mucho miedo a aburrirse porque el aburrimiento significa empezar a conectar con el dolor. Son
alegres, extrovertidos y polifacéticos. Son charlatanes compulsivos, embaucadores, seducen con sus
palabras y su viva inteligencia. Muy manipuladores y promiscuos. Cuando conectan con el dolor y la culpa
se hunden. Son maníaco-depresivos. Les gusta rodearse de gente “fascinante”, anticonvencional (como
ellos) que mantenga su nivel de entretenimiento.
Es la intensidad en todas las acciones y emociones, no sólo en el ámbito sexual. Viven con gran
apasionamiento cualquier situación placentera (comida, bebida, sexo...) y no placentera (enfrentamientos,
disputas, etc). Son agresivos, seguros de sí mismos, dominantes. Pueden tener una actitud intimidatoria
tendente a la humillación y a la infravaloración de los demás. Son rebeldes, luchadores, impulsivos,
exhibicionistas, fanfarrones. Existe un predominio de la acción sobre el pensamiento o el intelecto. Tienen
poca conciencia de su mundo interior, toda la energía está al servicio de no conectar con la culpa y el
sentimiento de indefensión y dependencia que subyace en este carácter.
Es la resistencia a profundizar en uno mismo. Este tipo vive anestesiado con respecto a sí mismo,
desconectado de sus propias emociones y pensamientos, intentando mantener inconsciente todo lo que
pueda despertarlo de su narcotización existencial. Es el tipo adaptado, conformista y bondadoso,
aparentemente tranquilo. Tiene dificultad para las confrontaciones directas y suele transigir demasiado o
minimizar los conflictos por mantener la paz. No está en contacto con sus propias necesidades y suelen
vivir la vida a través de la de otros, volcándose en proyectos ajenos.
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El Símbolo del Eneagrama
La palabra eneagrama proviene del griego “ennea”, nueve, y “grama”, figura. Eneagrama es tanto el
nombre del sistema como del símbolo que lo representa: nueve puntos de una circunferencia unidos
entre sí por líneas. El símbolo no es casual sino que expresa gráficamente las características principales
de este sistema.
El CIRCULO, simboliza la totalidad y la unicidad, indica su perspectiva del ser humano como un todo,
completo en sí mismo y también la idea de que Dios es uno.
"Cada uno nace con ciertas disposiciones innatas y una confianza esencial en lo que nos
rodea. Cuando nos sentimos Uno con el mundo, actuamos con inocencia y no
experimentamos contradicciones entre nuestros pensamientos, los instintos y las emociones.
Dado que no hemos establecido límites, todo el potencial del mundo es nuestro.
Según la teoría psicológica del eneagrama, para sobrevivir, inevitablemente afectado por las
presiones de la situación familiar que lo rodea, el niño marca fronteras con objeto de
proteger y defender su esencia. Desde entonces nos encontramos divididos. El saber
quiénes somos realmente nos acerca más a la unidad, por ende al equilibrio psíquico y
emocional." [Verónica Poujol]
El TRIANGULO, según Gurdjieff representa la Ley del Tres: todo lo que existe es el resultado de tres
fuerzas: una positiva, otra negativa y una neutra, que coincide también con el concepto de trinidad de la
mayoría de las tradiciones espirituales. Simboliza las tres unidades presentes en todo proceso creador: un
elemento oponente, complementario y conciliador (como el propio átomo: electrón, protón, neutrón).
Son numerosas las simbologías atribuidas a este elemento geométrico tan simple pero
evidentemente muy adorado. Cuando pensamos en él pensamos en el número 3, y es ahí
entonces donde surgen tríadas como: pasado, presente y futuro; nacimiento, madurez y
muerte; sal, sulfuro y mercurio (en la alquimia antigua). Este símbolo nos da la idea de un
todo completo.
La HEXADA, corresponde a la figura que se forma por las líneas que unen los puntos en la secuencia 1-4-
2-8-5-7, que simboliza lo que Gurdjieff llamó la ley del Siete: es la forma en la que cualquier cosa cambia y
evoluciona en el tiempo. Los días de la semana , la tabla periódica y la escala musical siguen esta ley.
"La héxada, también dentro de círculo, indica el fluir, el movimiento constante de todas las
cosas que conforman el universo. Nada permanece, todo se transforma. El hombre parte
esencial de esta ley universal, percibe, procesa y responde a su entorno; entender cómo y
porqué lo hace de cierta manera le permite no sólo su propia comprensión, sino también la
de todo el contexto de las relaciones humanas. Estudiar el eneagrama y observar la realidad
de lo que descubre es conectarlo en un instrumento sensible a través del cual fluye la vida
en uno mismo y en los demás." [Verónica Poujol]
El símbolo expresa el carácter dinámico de este sistema. Esto lo diferencia del resto de las clasificaciones
tipológicas existentes, que en su mayoría etiquetan a la persona ignorando los procesos de transformación.
Es la única escuela caracteriólogica que se plantea de dónde viene cada tipo, hacia dónde se mueve según
el estado de tensión o relajación en el que se encuentre y qué trampas impiden el movimiento hacia el
crecimiento personal y la salud (relaciones psicodinámicas). Existen además relaciones de simetría,
polaridad, y contigüidad con el resto de los caracteres.
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Este miedo irrumpe en la Esencia, en el sentimiento de unidad y Consciencia del Ser, rompiendo la
armonía. Las tres áreas quedan desintegradas y desconectadas, quedando un vacío entre mi auténtica
identidad (mi Esencia) y la nueva. Me olvido de quién soy. La pérdida de nuestra auténtica identidad
provoca frustración y rabia, que producen culpa y miedo.
Para contrarrestar ese miedo nos fabricamos una personalidad con diferentes rasgos y estrategias
dependiendo del ambiente y de las características genéticas de cada persona. Estas estrategias acabarán
limitando nuestro campo total de acción y reacción, dando lugar a una personalidad constreñida y rígida
con la que nos identificamos ,“yo soy así”. Al ir identificándonos con esta personalidad adquirida, nos
iremos desconectando más de nuestra Esencia lo cual producirá más miedo, que a su vez dará lugar a
unos rasgos aún más acentuados, en un círculo vicioso que se autoalimenta.
Según el eneagrama cada tipo tiene un miedo básico o una “versión personalizada” del miedo inicial.
Para contrarrestar estos miedos y calmar la ansiedad que producen surgen una serie de deseos, que
cuando se convierten en nuestro único objetivo dan lugar a las pasiones. Al mismo tiempo nuestro campo
vital queda sesgado, sólo nos interesa aquello que creemos que puede satisfacer nuestro deseo y
neutralizar nuestro miedo. Esto da lugar a que tendamos a fijarnos sólo en aquello que nos interesa, es
decir, tenemos una percepción distorsionada de la realidad.
Tipo Uno. Deseo de perfección y virtud. Degenera en perfeccionismo obsesivo e intensa autocrítica, se
fijan principalmente en lo que no concuerda con su idea de virtud y perfección para poder criticarlo y
corregirlo.
Tipo Dos. Deseo de ser amado. Degenera en prostitución emocional y generosidad compulsiva, Se fijan en
lo que los demás necesitan para satisfacerlos y así sentirse indispensables para los demás y superiores.
Tipo Tres. Deseo de ser valioso y útil. Degenera en fingimiento y falsedad, en actividad frenética. Se fijan
en lo que está bien visto dentro de su ámbito social y se amoldan a ello para conseguir aceptación y
admiración.
Tipo Cuatro. Deseo de tener una identidad propia, de ser él mismo. Degenera en especialismo o
necesidad de sentirse especial y diferente. Para ello potencian sus emociones y se hacen los inaccesibles.
Ponen su atención en todo lo bueno que tienen otros y en lo malo que tienen ellos.
Tipo Cinco. Deseo de ser autosuficiente física, psíquica y emocionalmente. Degenera en afán por
acumular, sobre todo conocimientos, en desapego emocional y social. Están alerta con respecto a la
posibilidad de depender demasiado de personas o cosas y de que lo limiten.
Tipo Ocho. Deseo de protegerse frente al mundo. Degenera en comportamiento combativo, desafiante y
antisocial. Intentan desviar su atención de cualquier información que amenace su sentimiento de poder.
Tipo Nueve. Deseo de paz y estabilidad. Degenera en sobreadaptación, resignación y pereza mental.
Están pendientes de las necesidades de los demás y se olvidan de sí mismos.
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Movimientos en el Eneagrama
Se dice que todos los movimientos en el Eneagrama son válidos. Este sistema tipológico no encasilla a las
personas, sino que les muestra las posibilidades que tienen de salir de su propia rigidez.
Existen movimientos dentro del propio eneatipo, que van desde la sanidad hasta la crisis neurótica (véase
Niveles de Desarrollo). Mientras más sana está una persona, más cerca se encuentra de su integración.
Por el contrario, mientras más egocéntrica tiende a caer más fácilmente en desintegración.
Estos movimientos por supuesto no son obligatorios ni siempre conscientes, estamos ante una
herramienta, la cual podemos elegir usar o desechar dependiendo de las circunstancias.
RELACIONES PSICODINAMICAS
Esta dirección supone situaciones extremas o de crisis en que "por gravedad" caemos a la parte malsana
del eneatipo siguiente, perdiendo el control de nosotros mismos.
La secuencia 1-7-5-8-2-4-1 y 6-9-3-6, es el conjunto de rasgos que adopta cada tipo cuando está en una
situación segura o cuando ha alcanzado el estado de salud. Es lo que se conoce como “salida sana” o
dirección de integración. Por ejemplo, la salida sana del Cuatro es el Uno o ser capaz de estar presentes
en la realidad y comprometerse con ella abandonando fantasías e idealizaciones, actuando de forma
organizada en vez de reaccionando de forma subjetiva. Por supuesto el Cuatro sano adquiere las
características del Uno sano.
Relaciones de simetría superior-inferior
Se dice que los caracteres de la parte superior (Nueve, en el grado máximo, Ocho, Siete, Tres, Dos y Uno)
son los que están menos conectados con su interioridad y los que parecen más felices. Los de la mitad
inferior (Seis, Cinco y Cuatro) están más conectados con su mundo interno y aparecen más tristes o
insatisfechos.
Relaciones de contigüidad
Dan lugar a las ALAS, así cada tipo puede poseer características de los números contiguos a él, y según
las que predominen dará lugar a una variante u otra. Por ejemplo, no es lo mismo un Seis ala Cinco, que es
serio e introvertido, que un Seis ala Siete que es más hablador y divertido. No es lo mismo un Cuatro ala
Tres orientado a mostrar una imagen exitosa y a lograr triunfos, que un Cuatro ala Cinco más encerrado en
sí mismo y observador de la realidad. Así es para cada eneatipo y sus alas contiguas.
Existe una relación de complementariedad con el eneatipo que tenemos frente al nuestro: la neurosis de
aquel en cierta medida nos nutre. Veamos algunas observaciones:
1-6
El Eneatipo 1 no duda de tener la razón y se percibe superior a los demás. El 6 duda constantemente y
pone el rol de la autoridad en otros.
9-4 y 5
El Eneatipo 9 no toca la profundidad psíquica, se mantiene con la idea de que "todo está bien", se orientan
hacia afuera. Los tipos 4 y 5 exageran la profundidad, abrazan el vacío de la existencia. Compartir la
diferencia es una manera de equilibrar. (ver Luz y Oscuridad en el Eneagrama)
5-2
El ego 5 se orienta demasiado hacia adentro y no comparte lo que tiene. El 2 está demasiado "hacia fuera",
entrega incluso aquello que no posee. El 5 busca estar solo, mientras que el 2 busca acompañar.
3-8
El Eneatipo 3 no muestra su ser real, mientras al 8 no le importa jugar roles ni cumplir con papeles
asignados, puesto que no repara en lo que otros piensan de él. El 8 que va hacia su opuesto aprende a
contactarse con las emociones del otro.
7-4
El 7 no toca sentimiento, huye. El 4 se hunde en el sentimiento y se pierde. El 7 superficial, hablador y
alegre. El 4 profundo, introvertido y triste.
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Las Tríadas
Los vértices del triángulo formado por los número 9-6-3 también representan los tres centros en
los que se divide la psique humana según el eneagrama: instinto (9), pensamiento (6) y
sentimiento (3). Los nueve tipos de personalidad se agrupan así en tres tríadas según el
"componente de la psique menos capaz de funcionar libremente"
Formada por los tipos ocho, nueve y uno. Falta de sentido de identidad corporal. La pasión básica es la
IRA. "Intentan usar su voluntad para influir en el mundo sin dejarse influir por él".Temen ser dominados o
explotados. Se vuelcan en la acción para desconectar del aquí y ahora, se resisten al presente. Son
instintivos y viscerales. "PIENSAN QUE SIENTEN" pero en realidad "HACEN".
Formada por los números dos, tres y cuatro. Su pasión básica es la CARENCIA. Han perdido el contacto
con su verdadera naturaleza emocional, no se sienten amados ni dignos de ser amados. Creen que tienen
que hacerse valer para que los quieran, por lo que dependen del apoyo y la aprobación de los demás.
Tienen una forma de sentir falseada, inauténtica. Crean una imagen de sí mismos con la que se identifican.
Están orientados hacia el pasado. "HACEN QUE PIENSAN" pero en realidad, "SIENTEN".
Formada por los números cinco, seis y siete. La pasión principal es el MIEDO. Tienen una mente que no
para de elucubrar, planear, pronosticar, dudar... Les falta orientación interna, lo que les genera mucha
ansiedad e inseguridad con respecto a lo que les va a pasar o qué es lo que tienen que hacer, sus
pensamientos están enfocados hacia el futuro. "SIENTEN QUE HACEN" pero en realidad, "PIENSAN".
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Niveles de Desarrollo
Al estudiar el Eneagrama de la Personalidad nos encontramos con que la mayoría de los materiales y
textos centran su visión en las características del Ego o actitudes malsanas de cada personalidad. Muchas
personas se alejan de estas descripciones porque no aceptan verse a sí mismos como envidiosos,
orgullosos, etc. Lo que encontramos no nos gusta ya que EL NOMBRE DE MI PASIÓN ES LO QUE
MENOS ME IDENTIFICA...ES JUSTAMENTE LO QUE NIEGO (Mercurio).
El trabajo consiste entonces en observarnos sin manipulaciones, en reconciliarnos con nuestra sombra o
con aquello que queremos ocultar de nuestra personalidad. Abrazar el Ego para luego intentar movernos en
otras direcciones y recuperar nuestras Cualidades Esenciales.
Según Riso, existen diferentes NIveles de Desarrollo en cada Eneatipo. Es así como una persona en
determinado momento puede estar actuando desde sus rasgos más sanos, hasta sus rasgos promedios o
malsanos. Este Continuum de Rasgos indica que mientras más sano es el estado de la personalidad, más cerca
estamos de nuestra integración. Por el contrario, mientras más malsanas son nuestras actitudes, estamos más
cerca de movernos en la dirección de desintegración.
A continuación va una descripción de estos Niveles para los eneatipos conductuales, emocionales e
intelectuales, alternando con una explicación de cada franja.
FRANJA SANA: Representa los más altos funcionamientos del tipo. La identidad del ego se expresa de
forma más beneficiosa, equilibrada, madura y funcional. Aunque la mayoría experimentamos alguna que otra
vez funcionar desde esta franja, el medio no apoya este tipo de comportamiento y se suele volver a la franja
media. Permanecer sanos exige la intención, presente y despierta, de cultivar y fortalecer la percepción
consciente.
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Todos los movimientos en el Eneagrama son válidos, sobretodo si apuntan a las características
sanas de cada eneatipo (movimientos dentro de los niveles de nuestro eneatipo, movimientos de
integración o desintegración, movimiento hacia los opuestos o hacia las alas).
Son la conciencia del Eneagrama: están inspirados por los principios en vez de estar limitados por las
reglas. Son puntuales y generalmente madrugadores. Su estilo es absolutista, imperioso que puede ser
atrevido, decidido y vigoroso y servir para abordar valientemente cuestiones virtuosas.
Buscan la serenidad el corazón mediante las afirmaciones de lo que hay de bueno en ellos y en los demás
y en las cosas, cuando son conscientes que hay diversas formas de hacer las cosas, cuando transforman
la cólera en energía positiva, cuando tienen paciencia y aprecian los pequeños esfuerzos, cuando
aprenden a reírse, valoran la importancia de las cosas objetivamente, se consuelan con la idea de que la
salvación del mundo no depende de ellos y confían en la providencia de Dios y conviven creativamente con
las limitaciones e imperfecciones.
Fomentan la claridad y la fiabilidad. Su elemento clave es la objetividad. Poseen una gran capacidad para
la sensatez y la moderación. Son personas de principios fuertes y de mucha energía orientados a la acción.
Prestan atención al significado de los actos. Buscan las verdades eternas y confían en ellas. Son
visionarios con miras claras de lo correcto y el modo de alcanzarlo.
Colaboradores generosos que hacen que los demás den lo mejor de sí mismos. Buscan activamente el
bienestar de los demás nutriéndolos, estimulándolos y capacitándolos para crecer y descubrir sus propias
fortalezas. Amistosos, francos, llenos de entusiasmo y de alabanzas para los demás. Amables, decididos,
cariñosos, comprometidos, auxiliadores.
La caridad desinteresada es su virtud característica; procuran hacer el bien con generosidad ayudando a
los demás en beneficio de ellos, sin ego o el pensamiento de obtener alguna recompensa.
Su itinerario de crecimiento practicando la humildad incluye aceptar sus propias limitaciones, reconocer sus
motivaciones, identificar necesidades reprimidas, aprender a ser más que hacer, quererse a sí mismos y
dejarse querer por los demás sin ceder a la necesidad de comprar su afecto, alegrarse cuando los otros
obtienen méritos por su cuenta y encontrar espacios para estar a solas.
La humildad los libera e implica verse cómo son, ver sus aportaciones tal cómo son y sin fiarse de las
adulaciones de los demás. Su comunicación se caracteriza por la facilidad con que tienden a dar consejos.
Están especializados en hacer derretir los corazones duros, los grandes egos y posturas enconadas.
Son incentivados, responsables, orientados a las metas, constantes, organizados, entusiastas. Son
personas generalmente extrovertidas, enérgicas, vibrantes y con un ritmo de vida de alta velocidad. Su
lenguaje no verbal es vivo, entusiasta y cautivador, utilizan los gestos y comportamientos adecuados para
suscitar atención y ganarse la simpatía y confianza
Son colaboradores competitivos; son jugadores de equipo pero aspirantes a superestrellas; son líderes que
se rebelan a la jerarquía burocrática. Tienen tendencia a la acción; son pragmáticos y saben cómo
funcionan las cosas y qué hace falta para que algo funcione.
El itinerario de crecimiento para alcanzar su virtud, la Verdad, incluye ser transparentes, prestar más
atención a los sentimientos, ser más conscientes de las máscaras que usa para manipular, no permitir que
la eficacia sea el único criterio para valorar situaciones y afrontar con humildad el fracaso.
Sensibles, estéticos, refinados, intrépidos, audaces, profundos. Generalmente muestran exteriormente los
estados de animo que los embargan, no fingen.
Se caracterizan por descubrir y apreciar la belleza donde esté, por una especial sensibilidad a las vivencias
interiores, y por una capacidad intuitiva que les permite captar lo que los demás sienten y piensan. Su
aspecto puede ser imponente, exuberante, armonioso, rico, considerado, artístico, elegante.
Son los filósofos del Eneagrama, los que aman el conocimiento. Atesoran secretos como datos científicos,
procedimientos técnicos, políticas de departamento o los puntos flacos de la competencia. Son generosos,
contenidos y pensativos y sus dones tienen un valor verdadero porque no los reparten
indiscriminadamente. Excelentes analistas, seleccionadores de datos y expertos.
Son personas profundamente reservadas y sensibles. Imaginativos, audaces y ágiles dentro del mundo de
su mente. Tienen un sentido humorístico de la vida, perciben lo absurdo de las cosas y son capaces de
visualizar el futuro.
La comunicación por ordenador es su ideal. Les gusta viajar, conocer culturas diferentes, estudiar idiomas,
participar en cursos y conferencias y toda clase de títulos en los diferentes campos del saber.
El itinerario de crecimiento consiste en dejar de cultivar su desinterés con actitudes como compartir propios
conocimientos, no suponer que son mejores porque piensan de manera superior, dedicar tiempo a los
demás, tomar iniciativas, implicarse en la acción y con los demás, esforzarse por trabajar en equipo, dejar
que la vida sea maestra y mantenerse en contacto con la propia corporeidad.
Son de los tipos físicamente más atractivos del Eneagrama con un elemento sexual seductor; y si no lo son
poseen un contacto ocular, una sonrisa hechicera y contagiosa, claves corporales subliminales, una
encantadora picardía infantil y un simpático sentido del humor. Son leales a sus amigos y fieles a sus
responsabilidades.
Su virtud es la valentía convirtiéndolos en luchadores que siempre se levantan y vuelven a intentar. Poseen
la admirable cualidad de seguir su propio camino con determinación, paciencia y persistencia.
Pueden cultivar la Sobriedad mediante la práctica de actitudes como valorar cada momento, llevar adelante
los compromisos adquiridos, escuchar al que sufre, saber discernir prudentemente las prioridades, no
imponer el propio ritmo, amar y celebrar la vida pero no a expensas del lado oscuro de su existencia,
aceptar la enfermedad y las cruces cotidianas y experimentar el silencio y la reflexión.
La gratitud es también una virtud característica, se dan cuenta que tienen más que su cuota de bendiciones
y están agradecidos por ellas. Son mercaderes de sueños y planificadores de grandes ideas. Les gusta
ganarse la vida con su habilidad y su ingenio y les agrada exhibirla.
Son idealistas puestos, en la mayoría de los casos, al servicio de la comunidad y del planeta
Activos, responsables, soberanos, poderosos, llenos de energía. Tienen encanto fuerte y llano y suelen
contar con un amplio sentido del humor. Están dispuestos a ejercer impacto sobre el entorno y sobre los
sucesos; luchan por sus proyectos y desean marcar una huella en el ambiente. Se indignan cuando ven
maltratar a personas indefensas y su máximo placer es enfrentar a los opresores. Tienen una generosidad
de corazón que les permite trascender su propio interés.
La sencillez es su virtud y el itinerario de crecimiento incluye dejar que el niño que llevan dentro se exprese,
aprender a ser queridos, expresar su aspecto tierno, ser más sensibles, convencerse que nadie es
autosuficiente, no pretender imponer su verdad, adaptarse a las personas y ser pacientes con el prójimo.
Son capaces de expresar opiniones diferentes y de destacarse abiertamente, aun a riesgo de quedarse
solos y de enfrentarse a todo el mundo cuando creen firmemente en algo. Su carácter directo puede ser
una gran fuerza beneficiosa.
Simpáticos, accesibles, firmes, fiables, calurosos, la sal de la tierra. Son los más tolerantes del Eneagrama,
se sintonizan mucho con las intenciones, creencias y necesidades del prójimo. Están dotados de un sano
respeto a las tradiciones. Su desprendimiento y su sensibilidad ante los puntos de vista de las demás
personas, los convierte en artífices naturales de mediación, del asesoramiento, del consenso y del
apaciguamiento.
Son personas dotadas de una voluntad enorme. Su tono de voz es sereno, reflexivo y libre de aquellas
emociones que podrían agrietar las relaciones; a menudo se comunican por medio del humor lo cual los
hace muy atractivos. Son flexibles y adaptables; crean tiempo y espacio para los otros
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Las siguientes descripciones corresponden a la forma en que los eneatipos enfrentan el amor de pareja.
UNO: EL PERFECCIONISTA
Los Uno perfeccionan y repasan la ética de sus relaciones ("¿cuáles son nuestras responsabilidades?,
¿qué estamos aprendiendo?, ¿qué significa tener una relación correcta? "). Son cuidadosos para
recordar detalles, hablan respetuosamente, piden permiso.
Los Unos necesitan tener la razón. Cuentan por lo menos con dos maneras correctas de hacer las cosas.
Admiten el error inmediatamente. Para ellos, admitir limpia el aire y previene el resentimiento. Si la relación
desarrolla un aspecto negativo, los Uno piensan que todo está acabado. Las relaciones parecen ser negro
o blanco.
Una vez que se sienten en confianza y convencidos, los Unos se entregan. Son extremadamente leales.
Valoran la familia. Viven el placer con mucha culpabilidad.
DOS: EL DONANTE
Quieren ser la figura central en la vida del otro ("Yo no te necesito, pero tú dependes de mí"). Usan las
quejas y culpabilidades como tácticas de manipulación. Ejercen el control mientras parece que sirven al
otro.
Los Dos pelean por su libertad, se sienten invadidos por su tendencia a satisfacer al otro. "Yo me encargo
de tus necesidades, qué hay de mí?. Hazte cargo de ti mismo!! "
Su énfasis en las relaciones los hace vulnerables al rechazo y a la pérdida. Los Dos necesitan ser
tranquilizados respecto a que los aman a pesar de que no resuelven todas las necesidades del otro.
Esperan grandes emociones. La cólera y la histeria son señales de necesidades no satisfechas. Su risa
histérica, la hiperactividades y el flirteo cubren la inseguridad acerca de sus propias necesidades. A los Dos
le gustan los triángulos, le atraen los hombres grandiosos o musas inspiradoras mientras son envueltos en
romances más disponibles. No rechazan los riesgos.
TRES: EL EJECUTANTE
Los Tres se sienten amados por sus logros, no por lo que realmente son. Consideran una relación como
"una tarea importante" que construir. Esperan el aprecio de su pareja para dar una imagen y estilo ganador.
Los Tres tienen la tendencia a "actuar" las emociones, a que la actividad reemplace los afectos, y adoptar
el papel del amante perfecto con una guión de cosas agradables que decir. Retrasan la intimidad para no
verse incomodado con la expresión de sentimientos. Cuando emergen las sensaciones verdaderas, los
Tres pueden enfrentarse a un dilema: "¿Estoy haciendo lo correcto?, estoy haciéndolo bien?, dime lo que
debo sentir".
Son intolerantes con las "emociones oscuras". Si los Tres se responsabilizan por personas de sentimientos
negativos, buscan soluciones rápidas para aliviar el dolor.
Se vuelven extremadamente ansiosos cuando las actividades se suspenden y los sentimientos toman
fuerza. El corazón del Tres está en su trabajo. Necesitan un gran impulso de su pareja para dejarlo de lado.
CUATRO: EL ROMANTICO
Tienen la sensación de que algo les falta. Los demás tienen aquello que ellos perdieron. Se focalizan en la
calidad de los sentimientos de las relaciones de otras personas. Se preocupan: "ellos tienen, yo no".
Les atrae lo distante y lo inalcanzable, ponen su atención en lo perdido: el amante fantasma, el amigo
distante, el sueño no realizado. Los Cuatro recuerdan dulcemente a la gente del pasado y se focalizan en
los amantes y las experiencias por venir. Su atención en las oportunidades actuales son débiles e
intermitentes.
Tienen el hábito de descentrar la atención. Se focalizan en los aspectos negativos de la persona presente y
en lo positivo desde la seguridad que les ofrece la distancia. Esta manera de prestar atención refuerza en
los Cuatro las sensaciones de abandono y de la pérdida, pero también se presta para la sensibilidad hacia
los estados emocionales del otro y su capacidad de apoyo cuando los demás sufren dolor.
Para los Cuatro es la búsqueda no la felicidad lo que importa. Son impacientes con los sentimientos planos
y ordinarios ("seguro que es más que eso"). Intensifican las relaciones a través del sabotaje, el
sufrimiento y los actos dramáticos.
No involucrarse es la postura emocional habitual de los cinco. Debido a que los Cinco retrasan sus
reacciones, sus sentimientos pueden emerger cuando están solos. Ellos encuentran intimidad en su
ensueño privado. La gran dulzura pueden desarrollarla sin la necesidad de palabras o del contacto personal
prolongado.
Sus ciclos de retiro los pueden conducir a las sensaciones del aislamiento y al deseo de hacer que el otro
los impulse hacia fuera. Se bloquean entre el deseo del contacto y el deseo de alejarse.
La intimidad puede estimular la separación. Les resulta significante la frase "puedo seguir sin ti".
Mantienen a su pareja separada de otros aspectos de su vida.
Los Cinco emocionalmente unidos pueden llegar a ser ferozmente posesivos. Su pareja puede sentirse
como su "cuerda de salvación emocional". Sus parejas pueden recibir mucho apoyo cuando los Cinco se
sienten libres de obligaciones personales y no son forzados a responder.
SEIS: EL INDECISO
Los Seis cuestionan las intenciones del otro: sospechan del respeto, se preguntan lo que realmente piensa,
desvaloran el romance. Los Seis quieren una reafirmación para superar sus dudas."¿Me amarás
siempre?", no hay respuesta correcta para esto: una respuesta positiva conduce a la duda de su
sinceridad, se requieren otros reforzamientos.
Los Seis identifican los aspectos problemáticos de la relación, y éstos se convierten en su foco de atención.
Proyectan su descontento personal, por ejemplo, con su capacidad para "ver" que a su pareja le atraen
otras personas.
Los Seis encuentran espantoso despertar sus propios deseos y demostrar que son vulnerables a lo que los
otros hacen. Ellos prefieren asistir a los otros para lograr sus metas, son capaces de hacer grandes
sacrificios.
Los Seis necesitan reafirmarse. Buscan pistas para resolver los comportamientos del otro
Un Seis puede ser un aliado leal, especialmente fuerte en una relación de "nosotros contra el mundo". Un
partidario devoto.
SIETE: EL EPICUREO
Los Siete fluyen. Ellos quieren ir y venir al encuentro de la gente y de los buenos sentimientos, para
regresar cuando el flujo los traiga de vuelta nuevamente. Se enfurecen cuando este fluir es interrumpido
Un compañero ideal para un Siete es aquel que lo adore y le brinde su compañía mientras él pasa un buen
rato. Desean altos niveles del estímulo, de aventura, y múltiples opciones de actividad. Tienen gran
dificultad de permanecer con sensaciones negativas.
Los Siete necesitan parejas que sean un reflejo de su propia y engrandecida imagen. Se sienten bien
cuando son admirados. Ridiculizan a los demás o son despectivos cuando son puestos en un lugar inferior
del que merecen.
Son sensibles al aburrimiento o a la rutina en las relaciones. Son muy agudos para detectar las limitaciones
cuando son llamados al compromiso. Pueden vivir confiados en una relación por décadas, pero mantenerse
inquietos con el concepto. Los compromisos a largo plazo son un proceso y una aventura.
Los Siete tienen un acercamiento multidimensional hacia la intimidad. Se sienten fascinados por sus
variados aspectos. Ellos desean hacer muchas cosas diferentes y cumplir con todas las fantasías.
OCHO: EL JEFE
Los Ocho disfrutan de las profundas experiencias sexuales y están dispuestos a confrontar intensidades
con su compañero. Disfrutan luchando, con el sexo, la aventura y todo lo que sea mantenerse en contacto.
Su vida lujuriosa y deseo de estímulos implica muchas horas y fuerte entretención. Mucho, demasiado y
muy ruidoso. Si algo es bueno quieren más. Tienen tendencia a los excesos: todo o nada.
Episodios de estricto control son seguidos por la desobediencia, así los Ocho demuestran su poder.
Primero ellos hacen las reglas y luego las rompen para estimular el interés cuando el aburrimiento impera.
El Ocho necesita controlar y por lo tanto, intentará predecir las intenciones del otro. Su miedo de ser
controlado se desplaza hacia el control del espacio físico, de los horarios, del territorio, de los objetos
personales.
Debido a que los Ocho no toleran la ambigüedad o la carencia de información, cualquier descuido pequeño
lo pueden considerar una traición de la confianza. Pueden sentir que han sido pasados por alto o que los
han dejado fuera de una decisión.
Los Ocho no permiten que otros los lastimen. Si son lastimados, manipulan las circunstancias para que el
otro se retracte. Son vengativos para disimular su propia vulnerabilidad.
NUEVE: EL MEDIADOR
Es difícil separar a un Nueve una vez que se une a su pareja. Sus relaciones pueden continuar por muchos
años más allá del punto natural de separación. Para ellos es difícil superar la memoria de sus antiguas
relaciones de modo que las nuevas se desarrollen.
Los Nueve desvían su atención de las sensaciones para preocuparse de cosas no esenciales. Buscan
alternativas para prevenir discusiones. Son a menudo lacónicos y no comunican lo que sienten ("dejemos
que lo no dicho se mantenga así").
Los Nueve siguen patrones habituales y se preocupan por lo trivial en vez de focalizarse en la relación
("montones de pequeñas cosas que hacer"). Gastan su energía en lo "mecánico de vivir juntos": las
reparaciones de la casa, pagar las cuentas, etc. La pareja de un Nueve es el agente activo para el cambio.
Los Nueve dicen lo que el otro quiere escuchar. Eso no significa que estén de acuerdo con el otro. Es difícil
que un Nueve diga que NO, porque las necesidades del otro suenan más fuerte que las propias.
Los Nueve fantasean con encuentros con compañeros ideales con lo que inician una nueva vida. Cuando
las cosas van mal culpan al otro.
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Símbolos
Los Libros Masones lo llaman Delta Resplandeciente y relacionan su forma con la delta griega capital que
era un triángulo isóceles con 108 grados en el ápice y 36 grados en los 2 ángulos inferiores. Este triángulo
correspondía al Número de Oro. Cada uno de los triángulos está relacionado, para ellos, con un elemento
terrestre: el equilátero (3 lados de igual longitud) a la tierra, el del ángulo hacia la derecha al agua, el
escaleno al aire y el isóceles (la base es mayor que los lados) al fuego. También para ellos significa
duración (la línea base) siendo los otros dos lados la oscuridad y la luz. De ésta forma se origina la triada
cósmica.
Son numerosas las simbologías atribuidas a este elemento geométrico tan simple pero evidentemente muy
adorado. Cuando pensamos en él pensamos en el número 3, y es así entonces donde surgen tríadas
como: pasado, presente y futuro; nacimiento, madurez y muerte; sal, sulfuro y mercurio (en la
alquimia antigua). Este símbolo nos da la idea de un todo completo.
La filosofía clásica nos muestra que el número 3 simboliza armonía, balance, terminación y realización. Los
babilonios clasificaban sus divinidades en tríos.
En la numerología el 3 es el triángulo y viceversa. Para ella y la geometría mística, ambos -tanto número
como forma triangular- representan el ciclo natural de la vida (descenso del alma al cuerpo al nacer, vida,
retorno del alma a su lugar inicial al morir). Podemos relacionar la Trinidad Divina con esto también.
En otros términos un triángulo también significa una mente organizada y eficiente. Es geométricamente
estable pero también supone dirección y un sentido o propósito. Formas equiláteras significan proporción,
Dios (religión judía) y armonía.
Por último, no debemos olvidarnos que el triángulo es la forma de los lados de la pirámides que a su vez
son prismas, como el que vemos en la carátula del The Dark Side Of The Moon, si bien nos parece un
objeto plano no tridimensional. La luz blanca que lo atraviesa podría ser la de un proyector o la del sol, y
ésta última era simbolizada por los mayas por un...triángulo.
"Para 'Dark side…' (Thorgerson y Powell) optaron por dos patrones abstractos: la
representación gráfica de la onda sonora de un latido de corazón, que ocupa –con las
letras– el encarte interior, y la archiconocida imagen del prisma (con su reverso en la
contraportada). La onda hace referencia al ritmo del latido que corre subterráneo por todas
las piezas y a la temática de irracionalidad y locura (el lado oscuro de la mente) que domina
el álbum."
Los triángulos también están relacionados con la fertilidad. Los mayas reunían los rayos solares y el maíz
bajo el símbolo nombrado. Así mismo el triángulo invertido hace referencia al agua y los órganos sexuales
femeninos, mientras que el otro se refiere al fuego y a los órganos sexuales masculinos. También se hace
referencia a que los humanos (hombres y
mujeres) provienen de la división de un triángulo en dos de un ángulo de 90 grados. La estrella de David
supone conocimiento y sabiduría.
El Yantra hindú es una clase de mandala empleada por el tantrismo y cuyas imágenes son
exclusivamente geométricas (el círculo representa la unidad, un punto, el todo, el cuadrado,
lo terrestre y material, el triángulo, principios masculino y femenino); ya no utilizan a las
deidades en su forma completa sino sólo representan su esencia. Por ejemplo, para
representar a la diosa madre (la Shakti) se utiliza un triángulo rojo con la punta hacia abajo,
es el símbolo de su femineidad; más aún, simboliza una parte de la diosa (la vulva) que es
su esencia, el principio femenino. Shiva, que es su pareja, se representa con un triángulo
blanco con la punta hacia arriba. Cuando se representa su unión el resultado es una estrella
de seis puntas (como la estrella de David). Estas imágenes triangulares se ven
habitualmente rodeadas por el círculo que las sacraliza y realza.
Si los Pink Floyd, Storm Thorgerson e Hipgnosis han pensado en todo esto, nos es básicamente
desconocido. Podemos sí en cambio opinar que han elegido todo un símbolo simple pero místico, tan
antiguo como tan moderno y que supone la totalidad. Así como la cara
del prisma en el álbum citado es equilátero o sea perfecto, del mismo modo podemos pensar de este álbum
como algo que no les será fácil de olvidar a las futuras generaciones de amantes de la buena música.
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La idea de representar el eneagrama como un símbolo luminoso, surgió del estudio y observación de dos
teorías complementarias.
La primera es la ley física de descomposición de la luz blanca a través de un prisma. Tal como aparece
representado en la carátula del disco El Lado Oscuro de la Luna - de Pink Floyd - el prisma de cristal es el
cuerpo geométrico que permite mostrar la luz en todo su amplio espectro. La oscuridad eclipsando la fuente
de luz es el concepto más importante de las letras de este album.
La segunda teoría surge del artículo "El Hueco Oscuro del Eneagrama" de Judith Searle, publicado en
1997. Aquí se plantea la hipótesis de que el espacio vacío que queda entre los puntos Cuatro y Cinco
corresponde al vacío existencial, representado por la oscuridad absoluta. En contraposición, el punto
Nueve corresponde a la inundación de luz blanca.
Entonces, el problema de diseño a resolver consistía en conciliar ambas teorías para lograr una sola
imagen sintética, manteniendo por supuesto el diagrama básico del Eneagrama.
Las preguntas a responder eran: ¿qué color de luz corresponde a cada eneatipo?, ¿cuál sería la
representación de la oposición luz-sombra?.
"Así como la luz es inconcebible sin la oscuridad y el sonido es inconcebible sin el silencio, así la vida - en
sus nueve aspectos básicos como está trazada por el Eneagrama - es inconcebible sin la muerte". (Judith
Searle)
El eneagrama es un símbolo que describe la energía y el movimiento de la misma en el universo, por tanto
es capaz de describir todo aquello que tiene vida.
En el centro del círculo estaría la esencia, desde donde nace el resto del eneagrama como una danza
alrededor de este eje. El primer triángulo representa la Ley de la Creación con sus tres fuerzas
fundamentales: la fuerza activa, la fuerza pasiva y la fuerza neutra; instinto, sentimientos y pensamiento.
Luego aparece la héxada o Ley de Orden, que representa las fases por las que atraviesa todo proceso en
la naturaleza. Llama la atención los puntos que aparecen unidos o relacionados psicodinámicamente ( 1-4-
2-8-5-7-1), quedando entre los vértices 4 y 5 un gran espacio vacío. Esta configuración le otorga al
eneagrama una clara falta de simetría entre la mitad superior y la inferior. ¿Por qué?
En el interesante artículo de Judith Searle [1], a este espacio se le denomina "el hueco oscuro del
eneagrama", recibiendo también otras denominaciones como: el vacío existencial, el silencio, la oscuridad,
el abismo, la muerte.
La autora sugiere que los eneatipos Cuatro y Cinco tienen como ala el vacío existencial. Recordemos que
estos eneatipos son especialmente vulnerables a la pérdida de identidad o a la "pérdida del sí mismo" (ver
Miedos y Deseos Básicos).
El miedo a la muerte y al vacío nos angustia a tal punto como seres humanos, que cada uno de nosotros se
inventa una identidad o estrategia para sortear esta sensación y oponerse a la nada. En directa oposición al
hueco oscuro del eneagrama, está el eneatipo Nueve que combina las estrategias del resto de los
eneatipos para negar los aspectos negativos de la vida.
Searle hace dos interesantes analogías para explicar la complementariedad entre el eneatipo Nueve y el
vacío, éstas son: sonido/ silencio y luz/ oscuridad.
"Cada uno de los puntos del Uno al Ocho posee una visión sesgada de la realidad (como si viese la
realidad iluminada por la luz de un color particular, de manera tal que no sea posible, para cualquiera de
estos puntos, ver la realidad en su verdadero aspecto). Directamente opuesta a la oscuridad absoluta del
hueco está la luz blanca del Nueve que combina todos los colores de los otros ocho puntos. El Nueve se
deslumbra tanto que la imagen de la realidad se disuelve en la luz y no puede enfocarse claramente. Así
que la visión de la verdad para el Nueve, a la larga está tan distorsionada como lo está para los otros ocho
tipos."
Si representamos la oscuridad penetrando desde la zona inferior del eneagrama - como un corredor de
intercambio entre el exterior y el interior- y la luz como un rayo que se potencia desde la zona central hasta
la cúspide (punto Nueve), la pregunta que queda sin responder es: ¿qué color del espectro corresponde a
cada eneatipo?
Siguiendo con la analogía luz-oscuridad, aplicaremos la teoría del color al eneagrama. Puesto que el
eneagrama nos ilustra los procesos de la vida, entonces tiene que ser capaz también de clarificar las leyes
del círculo del color.
Para poder percibir el color es necesaria una fuente luminosa. Sin luz no hay percepción visual. En 1704
Newton usó un prima de cristal para analizar el fenómeno de los colores y estableció el hecho sorprendente
pero irrefutable de que la luz blanca del sol, estaba compuesta por una serie de colores diferentes como se
observa en el arcoiris. Este conjunto de rayos se denomia espectro.
Si disponemos el espectro en forma circular y dividimos al círculo en tres, aparecen ante nosotros los
colores primarios y secundarios, además de la héxada que contiene colores combinados.
Para obtener la luz blanca nuevamente, pensemos en tres focos de luz de color (naranjo, verde y violeta:
modelo RGB) apuntando sobre una superficie blanca en la oscuridad. En la zona donde los tres haces se
superponen se forma la luz blanca. Esta mezcla aditiva permite recuperar la luz desde la oscuridad.
Para lograr el diseño final de la figura del eneagrama, aplicamos los haces de luz de acuerdo a esta mezcla
aditiva. Las cualidades de cada color aparecen muy bien explicadas en el siguiente cuadro:
De acuerdo con la filosofía sufí los seres humanos tienen nueve expresiones diferentes, los nueve puntos
representan todo el arcoiris que da forma a la plenitud de la creación humana. Como en un prisma los
matices son variados, así las diversas calidades de energía, color y sombra perfilan cada tipo de
personalidad y sus interrelaciones.
Ya sabemos que no hay eneatipos mejores que otros. Todos implican un color de luz, una virtud y una
pasión que vivir. Reunidos en el símbolo eneagrámico, cada punto es parte fundamental de un Todo
luminoso.
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Enea-elementos
Ultimamente las caracterologías han alcanzado un auge insospechado. Al parecer todo el mundo quiere
saber a cuál grupo tipológico pertenece (él y los demás). Este afán debe surgir de un intento por
entenderse mejor y para predecir conductas.
La primera caracterología fue ideada por astrólogos orientales, con su clasificación de acuerdo a los Cuatro
Elementos. Luego vienen las de tradiciones sufis -el Eneagrama-, las de la medicina griega y
posteriormente las de la psicología y psiquiatría modernas.
El sistema más antiguo de tipología que conocemos es el ideado por los astrólogos orientales. Ellos
clasificaron el carácter en términos de cuatro trígonos, correspondientes a los cuatro elementos agua, aire,
tierra y fuego. En el horóscopo, por ejemplo, el trígono del aire consiste en los signos del zodíaco Acuario,
Géminis y Libra; el trígono del fuego está compuesto por Aries, Leo y Sagitario. Según esta visión, quien
nace bajo estos signos comparte su naturaleza aérea o fogosa y tiene un temperamento y destino acorde a
ella; igual cosa sucede con los signos de agua y tierra.
Este sistema sobrevive en forma modificada hasta la astrología actual. Se consideran signos activos los de
fuego y aire, y signos pasivos los de tierra y agua:
AGUA: Frescura, pureza, flexibilidad y adaptación, rodeo los obstáculos, sigo la senda del menor esfuerzo,
fluyo.
No existe una correspondencia matemática entre la tipología de los cuatro elementos y el Eneagrama,
puesto que este último se forma a partir de leyes distintas (ver El Símbolo). Podríamos especular y
relacionarlo con el gnosticismo de los primeros siglos cristianos, que nos dejó la división de los caracteres
humanos en tres categorías jerárquicas: el hombre hílico, de Hyle, materia; el psíquico de Psique, alma, y
el pneumático, de Pneuma, espíritu.
Laa tipologías son un gran campo para indagar, sin olvidar que un universo comienza ahí donde un espacio
es escindido o dividido. Ese acto es nuestro primer intento por distinguir cosas diferentes en un mundo
donde los límites pueden ser marcados donde queramos - y desde luego que las caracterologías también
no se escapan a su inexorable arbitrariedad.
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Arsbrevis
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