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El ego y la esencia
Según grandes teóricos del eneagrama, la condición humana tiene dos
caras: el ego y la esencia. Ambas definen dos extremos de nuestro
pensamiento, conductas y emociones. El ego es aquella parte inconsciente
de nuestro ser encargada de buscar conflictos, provoca distorsiones
mentales que cambian nuestra manera de percibir la realidad y es la base
del sufrimiento personal. En cambio, la esencia es el carácter natural del
individuo, sin adulterar ni distorsionar la realidad. Cuando conectamos
con la esencia somos capaces de vivir libres y sin filtro.
Por norma general, todos actuamos en base al ego de nuestro eneatipo.
Cada personalidad tiene unas distorsiones y un ego característico y, por lo
tanto, cada tipo tendrá que actuar distinto para lograr librarse de los
pensamientos y miedos que nos encadenan. El objetivo del crecimiento
personal y espiritual estará centrado en identificar nuestro ego y conseguir
conectar con la esencia.