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Flores Fernández Irma Abril

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Diferencias entre afonía y disfonía


La afonía y la disfonía son conceptos que a pesar de que aluden a
significados distintos, en la cotidianidad confundimos, malentendemos y por
consecuencia empleamos incorrectamente. El presente texto pretende
esclarecer las diferencias entre estos términos. Para realizarlo se comenzará con
una breve revisión de ambos conceptos desde la perspectiva de diferentes
autores, agregando información que se considere relevante como causas,
cuidados, entre otros, así como mis propios comentarios personales cuando le
considere pertinente, finalizaré con una breve conclusión personal.

Definiciones de disfonía

La disfonía, según Fernández, Becerra y Ruiz, es un cambio en el tono de


la voz, percibido por el paciente y su entorno, que se produce por una mala
vibración de una o ambas cuerdas vocales. La disfonía nos indica alteración en
la función fonatoria de la laringe pero de manera no específica por lo que es
indispensable el diagnóstico final de su causa para orientarnos sobre la gravedad
de la alteración y las acciones que se llevarán a cabo. Las patologías causantes
de disfonía, en su gran mayoría, no son cuadros que requieran asistencia
urgente, excepto aquellas que se acompañen de disnea aguda alta.

Por otro lado la Sociedad Española de Medicinas de Familia y Comunitaria


define la disfonía como la dificultad para producir sonidos al hablar o un cambio
en el tono o calidad de la voz. La voz puede sonar débil, chillona o ronca
(ronquera).

Saavedra y Akaki, mencionan al respecto lo siguiente: “La disfonía se


manifiesta con alteraciones en la producción o calidad de la voz, tono o volumen
que altera la comunicación y que tiene implicaciones en la calidad de vida”.

Según Fernández, Becerra y Ruiz los tipos de Los tipos de voces


disfónicas que se pueden apreciar son las siguientes:

1. Voz apagada: cierre glótico ineficaz.


2. Voz sofocada: buena vibración glótica, pero mala resonancia debido a
una tumoración que ocupa el vestíbulo laríngeo.
3. Voz ronca: en cualquier afección glótica de forma inespecífica.
4. Voz leñosa: voz con timbre áspero, que se atribuye al cáncer glótico.
5. Voz bitonal: debida a una vibración anómala de las cuerdas causada
por una parálisis recurrencial o la presencia de una tumóración glótica que se
interponga de forma inconstante en el cierre vocal.
6. Voz eunucoide: voz anormalmente aguda en hombre adulto.
7. Voz quebrada: se atribuye en el anciano a una falta de tono del músculo
interaritenoideo.
8. Fatiga vocal: aparece por la noche en los profesionales de la voz.
9. Voz a sacudidas: no tiene su origen en un trastorno laríngeo, sino en
alteraciones neurológicas, como síndromes bulbares, pseudobulbares o
parkinsonismos.
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10. Voz áfona: ausencia completa de voz. Puede tener su origen en una
causa orgánica, pero en la práctica clínica es muy frecuente la afonía psicógena,
donde la voz se convierte en un susurro

He puesto en negrita la voz 3 y la 8 puesto que como profesionales de la


voz son con las que nos encontraremos de manera más recurrente, quizá incluso
con la 7 dependiendo de la población con la que trabajemos. Las otras
afortunadamente no son tan comunes sin embargo un breve acercamiento a su
reconocimiento no hará daño. A su vez me gustaría reparar sobre la número 10
llamada voz “áfona”, personalmente considero que esta no debería pertenecer a
una lista de voces “disfónicas” ya que en principio afonía y disfonía son términos
que se utilizan para nombrar afecciones diferentes, siendo la afonía la pérdida
total de la voz mientras que la disfonía se considera alteración de la voz, sin
embargo yo lo cito tal cual está en el manual. A continuación incluiré breves
definiciones sobre la afonía, mismas que respaldarán este último punto:

Definiciones de afonía

Según Gillie, la afonía es un síntoma, definido médicamente como una


pérdida más o menos completa de la voz, causada por una lesión o una
parálisis del órgano de fonación. La afonía, de a (privado de) y phoné (voz)
se presenta como una pérdida vocal de rápida aparición, repetitiva,
periódica o crónica. Cuando no se impone de manera brutal, muy a menudo
viene precedida por una disfonía. Existe también una afonía llamada “psicógena”
sobre la cual no ahondaremos.

La Sociedad Española de Medicinas de Familia y Comunitaria define la


afonía como la pérdida total de la voz.

Encontramos una definición similar con Mercé quien dice que la afonía se
define como la pérdida total de la voz y su origen puede ser físico, como un
traumatismo, o psíquico (por ejemplo, un cuadro histérico).

Ahora bien, existen una gran variedad de causas que pueden dar lugar a
problemas de voz, siendo la mayoría de carácter leve, con tendencia a resolverse
en un corto período de tiempo. Solamente les nombraré para evitar hacer más
extenso el archivo: laringitis, nódulos y pólipos vocales, tabaco y reflujo
gastroesofágico por mencionar algunos.

Algunas medidas que nos pueden ayudar a la pronta recuperación


cuando enfrentamos afonía o disfonía y en general para el buen uso de la voz,
son las siguientes:

No fumar.
Beber agua a sorbos con frecuencia.
Evitar alcohol, bebidas frías, aire seco, picante, productos irritantes.
Reduzca las situaciones de agotamiento.
Hablar pausadamente en intensidad moderada
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No carraspear ni aclarar la voz.


No hablar por encima de ambientes ruidosos.
Entre otras.

En conclusión, es claro que la disfonía se refiere a un cambio en la calidad


de la voz (tono, timbre o intensidad) que puede ser por mal uso o un trastorno, y
es a lo que las personas comúnmente conocen como ronquera; mientras que la
afonía se refiere a la pérdida total de la voz el cual puede tener un origen físico
o psíquico y esta pérdida de voz puede ser parcial o completa. Para prevenir
ambas lo saludable es llevar hábitos de higiene vocal como los comentados
arriba. Una vez que los presentemos lo pertinente es acudir a un médico
especializado que nos ayude a resolver nuestro problema de la mejor manera
posible para evitar futuras lesiones en nuestro aparato fonador.

Referencias

Fernández, M., Becerra, J. y Ruiz, R. Disfonía, manejo en la práctica


clínica. Recuperado de
http://www.medynet.com/usuarios/jraguilar/Manual%20de%20urgencias
%20y%20Emergencias/disfonia.pdf

Sociedad Española de Medicinas de Familia y comunitaria. Guía Práctica


de la Salud. Recuperado de:
https://www.semfyc.es/wp-content/uploads/2016/07/02_07.pdf

Saavedra, A.y Akaki M. Guía de práctica clínica de disfonía basada en


evidencia. Recuperado de:
http://www.medigraphic.com/pdfs/anaotomex/aom-2014/aom143h.pdf

Gillie, C. De la afonía como “a” fonía. De la voz perdida como objetivo


perdido. Recuperado de:
http://www.clairegillie.com/19.CGillie_De_la_voz_perdida%20.pdf

Piera, Mercé. Trastornos de la voz. Recuperado de:


http://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-
trastornos-voz-13077360

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