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Universidad de Buenos Aires

El paralelismo
como arquitectura
del relato en
Borges
Trabajo praá ctico

Teoríáa y anaá lisis literario

Profesora titular: Silvia Delfino

Profesora ayudante de caá tedra: Alejandra Brocatto

Araceli Noelia Alonso


DNI: 38.071.737
05/05/2018
Entre el amplio abanico de temas borgeanos, uno de los más recurrentes resulta
ser el de la repetición. Es por ello que a lo largo del presente trabajo se intentará abordar
cómo este recurso se expresa en “El milagro secreto”1 por medio de paralelismos. Para
demostrarlo, a continuación se expondrá la manera en la que tres elementos
mencionados en el primer párrafo del cuento operan a modo de correlato de la historia
marco. Dichos elementos son el tablero de ajedrez, Vindicación de la eternidad y Los
enemigos.

El tablero de ajedrez y el destino

En el primer párrafo del cuento se hace mención de un sueño en el que el


protagonista forma parte de una disputa ajedrecística entre dos familias hostiles que
compiten por un premio ya olvidado. Esta referencia que parece carecer de
importancia, puede ser interpretada como una representación de lo que le sucede al
protagonista a lo largo del relato, y como tal, expresa una especie de duplicación o
paralelismo, al cual puede arrojar un poco de luz un poema de Borges titulado
“Ajedrez”, que a pesar de haber sido publicado dieciséis años después de Artificios,
aborda la misma temática que “El milagro secreto”:

“en su grave rincón, los jugadores

rigen las lentas piezas. El tablero

los demora hasta el alba en su severo

ámbito en que se odian dos colores”2.

En el poema se describe una situación similar a la de Hladík: nos encontramos


con ajedrecistas que mueven las piezas de su tablero. Sin embargo, a diferencia del
cuento, “Ajedrez” no se limita a la descripción de este cuadro, puesto que quienes
manipulan las piezas “no saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino” 3.
Bajo la lectura del poema, se puede entender esta primera escena en la torre secreta
como un paralelismo que adopta forma de metáfora: Hladík, en su primer sueño
dispone de un marco de acción: gobierna sobre las piezas. No obstante, al despertar y
en la medida en la que avanza el relato, pasa a convertirse en la pieza de otro tablero,
ya que se descubrirá que el protagonista del cuento no goza de libre albedrío, sino que
por el contrario, su vida es controlada por un dios, tal como le sucede al sujeto del
1
BORGES, Jorge Luis (2013) “El milagro secreto”, en Cuentos completos, Buenos Aires: De Bolsillo
2
BORGES, Jorge Luis, (2008): “Ajedrez” en Obra poética, 2, Madrid: Alianza Editorial, p. 16
3
Ibid., p. 16.
2
poema, quien al igual que Hladík se encuentra apresado, solo que en un sentido
figurado: “también el jugador es prisionero/ (…) de otro tablero 4”. A diferencia del
poema, el autor de Los enemigos entiende que existe un dios superior a él, capaz de
controlar su destino, mientras que el sujeto de “Ajedrez” no es consciente de la
privación de la libertad a la que es sometido. De cualquiera manera, la situación de
ambos es análoga en el sentido de que sus destinos dependen de fuerzas superiores, y la
imagen del ajedrez se repite a modo de metáfora.

Por otra parte, si se analizan las últimas líneas del primer párrafo, se observará
cómo cada movimiento de Hladík tiene su correlato en la realidad del soñador. El hecho
de que la narración comience con la presencia de contrincantes puede relacionarse
rápidamente con la oposición más evidente del relato marco: así como hay dos familias
enfrentadas, Hladík se enfrenta a la Gestapo, o en términos más generales, los nazis se
enfrentan a los judíos. De cualquier manera, es posible hilar aún más fino, ya que el
narrador en un momento comenta lo siguiente: “en los relojes resonaba la hora de la
impostergable jugada”5. El reloj es un elemento que vuelve a nombrarse minutos antes
de que Hladík sea asesinado: “el sargento miró el reloj: eran las ocho y cuarenta y
cuatro minutos. Había que esperar que dieran las nueve” 6. En ese primer párrafo
también se hace uso del término “jugada” como metáfora, ya que los movimientos de
Hladík no dejan de ser una jugada premeditada por Dios. Y por último, en esa misma
oración se utiliza el adjetivo “impostergable”, lo cual también se condice con lo
sucedido en el relato marco: la muerte/jugada del protagonista/pieza es inevitable
porque debe cumplir con el destino/movimiento que se le ha asignado dentro del
vida/tablero, tal como le sucede al jugador de “Ajedrez”. La siguiente frase de ese
primer párrafo dice: “el soñador corría por las arenas de un desierto lluvioso” 7. La
lluvia, al igual que el reloj, es un elemento que vuelve a aparecer momentos antes de la
ejecución: “el día se nubló (…) una pesada gota de lluvia rozó una de las sienes de
Hladík”8. El protagonista está reviviendo el sueño. La escena del ajedrez le adelanta al
lector la desesperación que vivirá Hladík momentos antes de su muerte: “el soñador
corría (…) y no lograba recordar las figuras ni las leyes del ajedrez” 9. El narrador en

4
Ibid., p.17
5
BORGES, Cuentos completos, op.cit, p.200
6
Ibid., p.205
7
Ibid., p.200
8
Ibid., p.205
9
Ibid., p.200
3
ninguno momento dice que el Hladík del sueño intentase escapar, por el contrario,
explícitamente sostiene que quien corre es el soñador, o sea, el Hladík real. Desde el
primer párrafo del cuento, el lector sabe que quien sueña está escapando de una fuerza.
El sueño es en cierta medida premonitorio para Hladík al mismo tiempo, que una pista
para el lector.

El tablero es el primer correlato, y de hecho, el más sutil. Aquí se deja en claro


que el jugador es a la pieza como Dios al hombre. Sin embargo, Borges irá más allá de
eso: el hacedor de obras también es a su producción como Dios al hombre y ello se
puede comprobar más explícitamente en la producción literaria de Hladík, es decir, en
la composición de Los enemigos.

Vindicación de la eternidad como paralelismo

Antes de analizar la pieza teatral del protagonista, es conveniente detenerse en el


hecho de que una de sus obras se titule Vindicación de la eternidad, lo cual no es casual,
dado que nuevamente estaríamos frente a este tópico del hacedor que se duplica en su
producción. Tal como lo sostiene Donald L. Shaw, “Hladík (…) tiene cierto parecido
con su creador. Su Vindicación de la eternidad trae a la memoria Historia de la
eternidad de Borges”10. En esta obra, Borges realiza una labor similar a la del
protagonista de “El milagro secreto”. Mientras Hladík en su primer volumen “historia
las diversas eternidades que han ideado los hombres, desde el inmóvil Ser de
Parménides hasta el pasado modificable de Hinton” 11, y en el segundo “niega (con
Francis Bradley) que todos los hechos del universo integran una serie temporal” 12,
Borges se ocupa del tiempo y de su negación, examinando dos concepciones
contrapuestas de eternidad: la alejandrina y la cristiana. Hladík tiene una doble valencia:
a) es una pieza del tablero de Dios; b) es una duplicación de su otro dios, es decir, de su
demiurgo, el mismo Borges. Incluso es posible pensar tal como lo sostiene Sarah
Rogers, que Hladík es un homenaje a Kafka: “Hladík lives on the Zeltergasse. Kafka
lives on the same street at ‘Six-Haus’ (number two) from 1888 to 1889”13. Por lo tanto,
aquí estaríamos en presencia de otra duplicación.

10
SHAW, Donald L. (1989) “El milagro secreto”, en GORDON, Samuel (ed.): El tiempo en el cuento
hispanoamericano, UNAM México, 1989, p. 90.
11
BORGES, Cuentos completos, Op. cit., p.202
12
Ibid., p.202
13
ROGER, Sarah R., (2017) “From ‘El jardín de los senderos que se bifurcan’ to ‘El milagro secreto’ en
Borges and Kafka, Oxford University Press, Nueva York, p. 106.
4
Sin embargo, los paralelismos no terminan aquí porque Vindicación de la
eternidad no es simplemente una duplicación de Historia de la eternidad o una
representación de Kafka. Ello sería señalar una mera relación entre el contenido del
cuento y la realidad extraliteraria, cuando los vínculos más importantes son las que se
establecen entre los mismos elementos literarios. Una de esas relaciones es,
precisamente, que el contenido de la obra de Hladík se reflejará en la vida de su creador,
ya que este vivirá en carne propia aquello que desarrolla en su escritura: así como el
protagonista reflexiona sobre la manera en la que funciona el tiempo, él mismo va a
experimentar, (psíquicamente), cómo operan sus leyes. Por lo que aquí estaríamos en
presencia de otro paralelismo/reflejo.

Independientemente de los espejos, Vindicación de la eternidad/Historia de la


eternidad y el contenido de la obra/realidad psíquica, es importante hacerse la siguiente
pregunta: ¿por qué alguien que historia llamaría “vindicación” a su obra? Se debe tener
en cuenta lo siguiente: a) Hladík en el primer tomo no realiza una vindicación, sino que
simplemente expone concepciones filosóficas sobre el tiempo; b) en el segundo tomo
tampoco realiza una vindicación de la eternidad porque, en realidad, encuentra
argumentos para justificar la inexistencia de la misma. Por lo tanto, ¿cuándo se realiza
una verdadera vindicación de la eternidad? Ciertamente, no en su obra filosófica. La
respuesta a esta pregunta se encuentra en la mente de Hladík, en donde al solicitar una
extensión de su tiempo en la tierra, efectivamente realizará una defensa. Como sostiene
Donald L. Shaw a la hora de analizar “El milagro secreto”, “si cada instante es
autónomo, cada instante encierra potencialmente la eternidad” 14. Por lo tanto, al intentar
extender su tiempo en la tierra, Hladík finalmente realizará una vindicación de la
eternidad, o por lo menos, de una potencial eternidad. Los dichos de Shaw pueden ser
confirmados cuando el protagonista piensa “mientras dure esta noche (y seis noches
más) soy invulnerable, inmortal”15. La inmortalidad es un sinónimo de la eternidad:
mientras se vive, se cree en la ilusión de la perpetuidad. Hladík solicita y al solicitar,
vindicar, reivindica y por lo tanto, defiende lo que le pertenece: más tiempo en la tierra.
Mientras dure ese año el protagonista será invulnerable, inmortal, y por ende,
potencialmente eterno.

14
SHAW, Op.cit., p.89
15
BORGES, Cuentos completos, Op.cit. p.202
5
En síntesis, Vindicación de la eternidad puede ser puede analizada desde
múltiples aristas: a) puede ser entendida como duplicación de Historia de la eternidad;
b) puede ser considerada como una duplicación de la realidad del protagonista en la
medida en la que el contenido metafísico de la obra se refleja en la psiquis de Hladík,
puesto que experimenta mentalmente el funcionamiento del tiempo; c) teniendo en
cuenta que la palabra “vindicación” es sinónima de “defensa”, habría una vindicación
de la eternidad por medio de la prórroga que Hladík le solicita a Dios16.

Los enemigos como puesta en abismo

Finalmente, resta analizar los paralelismos más explícitos, y estos son los que se
establecen entre la realidad de Hladík y su pieza teatral Los enemigos, en donde las
correspondencias son tan evidentes, que es posible rotular este relato enmarcado como
una puesta en abismo. Los paralelismos entre el relato marco y la pieza teatral son
cuatro: a) el enfrentamiento entre el protagonista y un grupo; b) el enfrentamiento entre
el protagonista y un enemigo en particular; c) la alteración temporal; d) el problema de
la identidad.

El primer paralelismo es quizás el más claro de todos: si ya en el sueño de


Hladík existía una rivalidad entre las familias hostiles, esa hostilidad se arrastrará a la
realidad del protagonista y de allí a la obra teatral. En el siguiente pasaje se narra cómo
es la captura del protagonista:

“El diecinueve, las autoridades recibieron una denuncia; el mismo diecinueve,


al atardecer, Jaromir Hladík fue arrestado. Lo condujeron a un cuartel aséptico
y blanco, en la ribera opuesta del Moldau. No pudo levantar uno solo de los
cargos de la Gestapo”17.

Mientras tanto, el lector se encontrará con que Roemerstadt, el personaje


principal de Los enemigos, experimenta una situación análoga, cuando descubre que se
encuentra rodeado de traidores: “Todos exageradamente lo halagan, pero es notorio (…)
que son enemigos secretos, conjurados para perderlo”18.

Seguidamente, las fuerzas opositoras se transformarán en sujetos individuales.


En la historia marco, ese rol será representado por Julius Rothe, la autoridad en cuyas

16
Por otra parte, habrá una segunda vindicación/rectificación: su segunda defensa Hladík la llevará a
cabo mediante la escritura de Los enemigos, pieza teatral a través de la cual planea redimirse de un
pasado lánguido y equívoco.
17
Ibid., p.201
18
Ibid., p.203
6
manos se encuentra su destino. Este personaje, de hecho, será aquel que adelante su
ejecución y por lo tanto, su mayor antagonista. Por su parte, Roemerstadt también
deberá vérselas con un enemigo en particular que resulta ser Jaroslav Kubin,quien
habría enloquecido y creería ser Roemarstadt. Hasta aquí las correspondencias son más
que claras. Pero los paralelismos no terminan aquí, ya que seguidamente ocurrirá una
distorsión de la temporalidad:

“Alguien hace notar que no ha atardecido: el reloj da las siete, en los altos
cristales reverbera el sol occidental (…) Aparece el primer interlocutor y repite
las palabras que pronunció en la primera escena del primer acto.”

El tiempo se torna circular, las escenas vuelven a repetirse, o en otras palabras, el


mismo episodio se torna eterno, por lo que se estaría estableciendo un paralelismo con
el relato marco en donde se abordar exactamente la misma temática: la distorsión
temporal, que para el protagonista de Los enemigos se manifestará por medio de la
circularidad del tiempo, mientras que Hladík vivirá la alteración temporal a través del
congelamiento del mismo. De cualquiera manera, tanto uno como otro personaje
experimentan la eternidad. Seguidamente, en la pieza teatral se presenta una gran
revelación: “el espectador entiende que Roemerstadt es el miserable Jaroslav Kubin” 19.
He aquí el cuarto paralelismo: la identidad. En el relato marco representa un problema
de carácter existencial, ya que al dirigirse a Dios exclama: “si de algún modo existo, si
no soy una de tus repeticiones y erratas, existo como autor de Los enemigos”. Mientras
tanto, en Los enemigos, el mismo problema se presenta de la mano del recurso del
doble, ya que “el espectador entiende que Roemerstadt es el miserable Jaroslav
Kubin20”. Para Roemerstadt/Kubin la circularidad significará un trastorno mental 21: “es
el delirio circular que interminablemente vive y revive Kubin”22.

En conclusión, a lo largo de este trabajo, pudo observarse cómo el tablero de


ajedrez, Vindicación de la eternidad y Los enemigos, de manera gradual, (puesto que se
parte desde los paralelismos más sutiles para proseguir con otros cada vez más
explícitos, funcionan a modo de correlato de la historia marco.

19
Ibid., p.
20
Cabe mencionar que así como Borges se duplica en Hladík, este último se duplicará en
Roemerstadt/Kubin puesto que el nombre de Kubin es Jaroslav, y el apellido materno de Hladík es
Jaroslavski.
21
A diferencia de Los enemigos, la experiencia de Hladík no es el resultado de una perturbación mental,
sino que el protagonista experimenta un hecho sobrenatural. La alteración temporal en el relato marco
es vivida como un hecho fantástico.
22
Ibid., p.203
7
Bibliografía:

-BORGES, Jorge Luis (2013) “El milagro secreto”, en Cuentos completos, Buenos
Aires: Debolsillo pp. 200-207
-BORGES, Jorge Luis, (2008): “Ajedrez” en Obra poética, 2, Madrid: Alianza Editorial
pp. 16-17
-ROGER, Sarah R., (2017) “From ‘El jardín de los senderos que se bifurcan’ to ‘El
milagro secreto’ en Borges and Kafka, Oxford University Press, Nueva York, pp. 101-
112

8
-SHAW, Donald L. (1989) “El milagro secreto”, en GORDON, Samuel (ed.): El tiempo
en el cuento hispanoamericano, UNAM México, 1989, pp. 89-94

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