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SERVICIOS DE SALUD DE YUCATAN

HOSPITAL GENERAL AGUSTIN O´HORÁN, S.S.Y


DEPARTAMENTO DE INVESTIGACION

PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN

Prevalencia del Delirio en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital General O horan.

Investigador Principal: Dr. José Luis Quiroz Zúñiga

Asesor: Dr. Marco Antonio Cetina Camara.


Jefe del Servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos.

Sede del Proyecto: Hospital General Agustín O´Horan

Mérida, Yucatán, México, 2009.


INDICE

I. Titulo …………………………………………………………………………….
II. Definición del problema ……………………………………………….
III. Marco teórico ………………………………………………………………………..

Aspectos generales …………………………………………………………………


Aspectos históricos. .....................................................................
Tipos de Delirio………………………………………………………………………….
Epidemiologia y factores de riesgo …………………………………………..
Fisiopatología ……………………………………………………………………………..
Neuroanatomía y Neuroimagen ……………………………………
Neurotransmisión y Neuroendocrinologia…………………….
Delirio en la Unidad de Ciudados Intensivos …………………………….
Prevalencia …………………………………………………………………………………
Clasificación del Delirio ……………………………………………………………..
Fisiopatología y factores de riesgo …………………………………………….
Evaluación del Delirio en la Unidad de Terapia Intensiva ………..
Tratamiento ………………………………………………………………………………
No farmacológico …………………………………………………………..
Farmacológico ……………………………………………………………….
IV Justificación ………………………………………………………………………….
Planteamiento del problema
V Hipotesis ……………………………………………………………………………….
VI Objetivo general …………………………………………………………………
VI Tipo de estudio ……………………………………………………………………
VIII Diseño ………………………………………………………………………………….
IX Recursos y Logística …………………………………………………………….
X Anexos ………………………………………………………………………………..
XI Resultados ………………………………………………………………………...
XII Discusión ……………………………………………………………………………
Recomendaciones ………………………………………………………..
XIII Conclusiones ………………………………………………………………………
XIV Referencias bibliográficas …………………………………………………..
I. TITULO:

Prevalencia del Delirio en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital General O horan.
II. DEFINICION DEL PROBLEMA.

Evaluar la prevalencia del Delirio en los pacientes graves durante su internamiento


en la Unidad de Terapia Intensiva.
III. MARCO TEORICO

El delirio o síndrome confusional agudo se define como un síndrome neuropsiquiatrico


multicausal caracterizado por alteraciones en el estado de alerta atención, memoria,
lenguaje, percepción y pensamiento con un curso fluctuante. Es un problema frecuente y
grave en los pacientes hospitalizados; su presencia implica una elevada morbimortalidad,
prolongada estancia intrahospitalaria, la cual repercute en la funcionalidad e incremento
en los costos del internamiento tanto a nivel personal como a nivel institucional. Es un
síndrome de etiología complejo, y a menudo multifactorial, que se presenta con alta
frecuencia en los pacientes ingresados en un hospital general, especialmente a los
pacientes de edad avanzada, en los cuales la incidencia de delirium asciende hasta un 80%
y dentro de este grupo etario aumenta aun mas en los mayores de 85 años.

El delirio habitualmente se infradiagnostica o recibe un abordaje terapéutico


inapropiado o tardío, por la inconsistencia inherente de su definición, en especial en los
pacientes en la UTI, dado la exclusión en la mayoría de los pacientes con ventilación
mecánica. En la mayoría de los casos no se diagnostica en su forma hipoactiva , o puede
clasificarse como depresión o demencia, requiriéndose el empleo de instrumentos
clínicos para su diagnostico, con el fin de lograr la detección temprana y establecer un
tratamiento adecuado por la elevada morbimortalidad y el deterioro clínico cuando se
diagnostica de manera tardía.

Se han desarrollado y validado instrumentos clínicos para diagnosticar certeramente el


delirio (criterios que fueron establecidos desde el DSM III); actualmente contamos con las
siguientes pruebas diagnosticas para delirium: La prueba cognoscitiva del delirium, el
método de evaluación de la confusión para la unidad de Terapia Intensiva (CAM – UCI), la
escala de medición del delirium y la lista del delirium. Aunque en la mayoría de los casos
el delirio se debe a una causa orgánica, sigue siendo origen de muchas interconsultas a los
servicios de Psiquiatría.

Aspectos históricos.

En el siglo I A. C. Celsus utilizo el término delirio por primera vez para describir una
condición mental resultante de diversos contextos biológicos y que se asociaba
frecuentemente con la presencia de fiebre. Sin embargo, fue Hipócrates quien años más
tarde describió, basándose en la medicina fundamentada en la observación, que el delirio
se puede asociar a casos de fiebre, meningitis, traumatismos y neumonía. Sus primeras
descripciones psicopatológicas señalan que esta condición se asociaba con un nivel de
conciencia alterado, además de cambios del patrón del sueño, incapacidad de reconocer
a familiares y agitación psicomotora. Distinguía estos casos de los que se caracterizaban
por la presencia de somnolencia e inmovilidad. Los estados de agitación evolucionan a
estados de somnolencia y viceversa. Una de las peculiaridades de este síndrome ha sido
la gran diversidad de términos con que se ha denominado a través de la historia (delirio
agudo, confusión alucinatoria aguda, delirio oniroiode, confusión mental primitiva, delirio
onírico, reacción dexogena aguda, psicosis tóxicas síndrome confusional agudo) esto,
unido a la clínica caracterizada por una variada alteración de las funciones superiores, ha
contribuido a generar una considerable confusión entre los clínicos. Sin embargo, estos
trastornos se han descrito con características comunes como la presencia de patología
orgánica, en el inicio súbito y fluctuación de la sintomatología, la diferenciación de otros
delirios, la repercusión en el estado general, un periodo de afectación limitado y la
posibilidad de restitución al estado premorbido en un porcentaje alto de los pacientes que
se han visto afectados.

En la segunda mitad del siglo XX, Lipowski establece que los trastornos psíquicos
tienen una correlación con disfunciones cerebrales relacionados con síndromes mentales
con una base orgánica; describe el delirio como un trastorno pasajero que afecta al
funcionamiento cognoscitivo global, al estado de la conciencia, la atención y la actividad
psicomotora, alterando el ciclo sueño vigilia con oscilaciones de la sintomatología en el
transcurso de un mismo día.

Tipos de delirio:

Lipowski describió dos subtipos de delirium conforme a la actividad psicomotora y el


nivel de activación: el subtipo “hiperactivo” (agitado o hiperalerta), y el “hipoactivo”,
(letárgico o hipoalerta). Otros autores incluyen un tercer subtipo “mixto” que comparte
características de los dos anteriores. En la forma hiperactiva es más frecuente la presencia
de alucinaciones e ideas delirantes y todos los subtipos comparten similares niveles de
deterioro cognoscitivo. A continuación describiremos cada una por separado:

a). Forma hiperactiva. Con aumento de la psicomotricidad, hipervigilancia, alucinaciones,


ideas delirantes, lenguaje en volumen y tono aumentados, irritabilidad, heteroagresividad
verbal o física; siendo este tipo el que provoca la mayoría de las interconsultas,
constituyendo aproximadamente el 21.7% de los casos de delirium.
b). Forma hipoactiva. Con disminución en la percepción al medio ambiente, somnolencia,
letargia, mirada fija, lenguaje disminuido en volumen y velocidad; presentándose en el
25.8% aproximadamente; aparentemente de peor pronóstico según reportes,
posiblemente debido a la etiología del mismo o al hecho de que pase desapercibido y no
se trate.

c). Forma mixta. Con características de ambos tipos alternándose en diferentes tiempos;
es la forma más frecuente de presentación, con una frecuencia estimada en el 41.7%.

PREVALENCIA Y CURSO DEL DELIRIUM.

La prevalencia del delirium entre pacientes hospitalizados de diferentes edades


oscila entre 10 y 30% y es el segundo síndrome psiquiátrico más prevalente en el ámbito
hospitalario, después de los trastornos depresivos. La frecuencia varía dependiendo de
las características del paciente, tipo de cuidado, y la sensibilidad del método para su
diagnostico. En especial, los pacientes ingresados a una unidad de Terapia Intensiva, la
frecuencia es entre 60 a 80%, con rango muy semejante para los pacientes sometidos a
ventilación mecánica, esto aunado a una elevada frecuencia de déficits neurológicos
prolongados. Existe un aumento progresivo de aparición del delirium en la población
mayor de 65 años con cifras que oscilan entre el 10 y 40%, grupo en el cual la morbilidad
aumenta por la coexistencia de enfermedades medicas y la frecuencia de complicaciones
graves como aspiración, embolismo pulmonar, así como ulceras por decúbito,
asociándose con una mortalidad entre el 10 y 65%. (1)

Aproximadamente el 51% de los pacientes quirúrgicos desarrollan delirium en el


posoperatorio, el cual es más frecuente en cirugía cardiotorácica, sistema nervioso
central, cadera, o trasplante, así como en pacientes con quemaduras, hemodiálisis, con un
pronóstico de recuperación parcial y desfavorable a largo plazo.

En nuestro país el departamento de Psiquiatría del Hospital de Especialidades del


Centro Médico Nacional Siglo XXI, reporto una incidencia del 14.7%, con alteraciones
cognitivas en 36.6%, alteraciones conductuales en 21%, y cambios afectivos en 20%,
puntualizo la tendencia a confundir el delirium con depresión. En los servicios médicos
descubren más cambios afectivos y en los servicios quirúrgicos detectan más cambios
cognitivos. Se encontró también que hay más alteraciones afectivas en la mujer y, en
contraste, más alteraciones cognitivas en el hombre.
Existe una forma de delirium subclinico o síntomas prodrómicos de delirium, como
son inquietud, irritabilidad, ansiedad, alteraciones del sueño durante los días previos a la
instalación del delirium. Los síntomas prodrómicos pueden evolucionar hacia delirium
franco en 1 a 3 días, denominándose a esta etapa predelirium. La duración del cuadro de
delirium oscila entre menos de una semana y más de dos meses, aunque suele resolverse
en diez a doce días en la mayoría de los casos, sin embargo en la población geriátrica
puede presentarse un curso más prolongado.

La mayoría de los pacientes se recuperan por completo, sin embargo el delirium


puede evolucionar hacia el coma o la muerte, especialmente si no se establece un
diagnostico y tratamiento oportuno.

Factores de riesgo para Delirium.

- Edad (mayores de 70 años).


- Deterioro cognoscitivo previo (especialmente demencia).
- Déficit audición y visión.
- Antecedente de delirium.
- Antecedentes de toxicomanías.
- Pluripatología.
- Polifarmacia.
- Cirugía mayor.
- Alteraciones hidroelectroliticas.
- Aislamiento (mínimo contacto sensorial y social).
- Entorno estresante (Cuidados intensivos, Cuidados intermedios, Urgencias).
- Hipotermia o fiebre
- Inmovilización prolongada.

FISIOPATOLOGIA

El conocimiento de la fisiopatología específica del delirio aun permanece sin ser


dilucidado completamente. Es conocido que la base neurobiológica del delirio está
ampliamente distribuido en el sistema nervioso central. En este sentido, la comprensión
de la complejidad de la fisiología normal de los procesos cognitivos que incluyen a la
atención y a la conciencia, permitirá fundamentar las pautas de las futuras investigaciones
que sigan esclareciendo este problema.

El delirium ocurre ante la presencia de diversas circunstancias: hipoxemia,


hipoglucemia, disminución de aminoácidos cerebrales, mayor permeabilidad de la barrera
hematoencefálica, toxinas, alteraciones en la regulación de la temperatura corporal, daño
a membranas celulares y alteraciones en síntesis, recaptura y metabolismo de los
neurotransmisores.

Las áreas cerebrales que están más involucradas con la función de la alerta y la
conciencia han sido las áreas de mayor interés, de estas el sistema reticular ascendente,
en particular la formación reticular dorsal mesencefálica, con su proyección rostral, es
necesaria para mantener la alerta. La formación reticular es la zona responsable del
aumento o disminución del ritmo de descarga hacia los husos musculares por medio de las
fibras eferentes de sus haces descendentes y, por otra parte, al estimular el sistema
reticular ascendente se produce una activación con aumento en la alerta. La vía
ascendente principal parece ser el fascículo central de la calota, con axones largos de
conducción rápida y colaterales multisinápticos de conducción comparativamente más
lenta y con un predominio de función colinérgica. Estos se proyectan primero en los
núcleos talamicos y en el hipotálamo lateral, los ganglios basales y la base del cerebro.
Fukutani et al en 1993, demostraron la importancia que el tronco cerebral tiene en la
regulación normal de la conciencia y la atención al describir por medio de autopsia, de
casos de delirio, los que presentaban degeneración de la formación reticular, el núcleo del
raphe y el locus coeruleus. Por otro lado, una importante proporción de las neuronas del
raphe, que es parte de la formación reticular son de predominio serotoninergico. Sus
axones tienen conexión con el talamo, hipotálamo, ganglios basales e hipocampo con la
corteza cerebral. Por último, el locus coeruleus, que se localiza en la protuberancia dorsal,
envía proyecciones que liberan noradrenalina en la corteza tálamo, protuberancia, bulbo,
hipocampo y en la corteza cerebelosa.

Neurotransmisión.

Aun es poco lo que se sabe de las alteraciones de la neurotransmisión en los


estados de delirio y, dada la diversidad de alteraciones estructurales y funcionales que los
acompañan es muy poco probable que se trate de la alteración específica de un
neurotransmisor determinado. Si se ha demostrado la participación de algunos
neurotransmisores en la regulación de la alerta y del ciclo sueño - vigilia (acetilcolina,
catecolaminas, serotonina, histamina etc).
La neurotransmisión colinérgica está particularmente implicada en los procesos de
memoria y atención. La acetilcolina está involucrada en el despertar la inducción del
sueño de movimientos oculares rápidos, la atención, la orientación, la memoria, el afecto,
la percepción, el aprendizaje y el procesamiento de la información. La hipótesis de la
desregulación en la vía colinérgica se basa en el hecho de que el delirio se presenta en
respuesta a hipofunciones colinérgicas de cualquier causa y en que las alteraciones
cognoscitivas varian con el nivel de anticolinergicos en plasma. Además se ha demostrado
que los pacientes hospitalizados con delirio presentan mayores niveles de bloqueo
colinérgico que los pacientes sin delirio y que la perdida de la plasticidad muscarínica y
colinérgica aumenta con la edad.

La dopamina interviene en la actividad motora, la atención, el afecto, la


motivación, la memoria, el pensamiento y la percepción. Durante la hipoxemia hay
liberación de dopamina, su actividad puede ser regulada por la serotonina. En un medio
anaerobio no puede llevarse a cabo la conversión de dopamina a noredrenalina con las
con consecuentes concentraciones alteradas de ambos. El aumento de la dopamina se
traduce en los síntomas psicóticos en el delirium, por ello el medicamento electivo lo
constituyen los antipsicoticos, bloqueadores de los receptores D2 de dopamina.

En relación a la serotonina, en su participación en la biología del delirio, dado su


papel relevante en la biología del sueño, en la regulación de la conducta motora, en la
memoria y en la generación de estados alucinatorios. Las neuronas serotoninérgicas del
núcleo del raphe y del hipotálamo son consideradas importantes para la regulación del
sueño, especialmente para la fase REM. Otros estudios han demostrado la relación entre
los metabolitos de 5 – HT y el delirio en pacientes sépticos o con encefalopatía hepática y
tanto en aumento de los metabolitos 5 –HT como en su disminución se ha encontrado
asociaciones con delirio.

El GABA, que es un neurotransmisor implicado en procesos de inhibición de la


actividad neuronal por intermedio de las proyecciones talamocorticales, además de ser un
neurotransmisor inhibidor más importante de todo el sistema nervioso central. El efecto
ansiolítico e hipnótico de las benzodiacepinas y de los barbitúricos esta mediado por
efectos GABA. Por otro lado el glutamato, que tiene función excitatoria, regula los estados
de alerta a través de sus conexiones tálamo corticales.

En resumen, la hipótesis más sostenible para explicar la fisiopatología del delirio


plantea alteraciones de la neurotransmisión que implicarían una hipofunción colinérgica,
con aumento simultáneo de la liberación de dopamina y de serotonina. Así, ante la
presencia de agresiones, la reserva cerebral de cada paciente determinaría la posibilidad
de que la neurotransmisión, que regula diversas funciones de integración ubicadas
fundamentalmente en el hemisferio derecho, se organizase de manera adaptativa y diera
lugar al cuadro clínico del delirio.

EVALUACION DEL DELIRIO EN LA UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS.

La valoración del delirio en el paciente grave además de la evaluación clínica


cotidiana es mediante la escala CAM ICU (Confusion Assessment Method) el cual ha sido
del instrumento más ampliamente usado por parte del equipo multidisciplinario de la UCI.
El ICAM - ICU es un instrumento rápido, valido y reproducible para el diagnostico del
delirio al utilizarlo en la UCI, además de ser útil para la clínica y la investigación, ha sido
escogido para numerosos estudios prospectivos, ahora puestos en marcha en más de siete
países. Esta escala se adapto para aplicarse en pacientes graves que no verbalizan como
una modificación del CAM original. El CAM – ICU es válido y reproducible en la valoración
del delirium con un rango se sensibilidad y especificidad del 85 al 100% y un grado de
confiabilidad de 92 al 96%.

La valoración del delirio con la escala CAM – ICU incorpora cuatro elementos claves
en la CAM original:

1. Cambio en el estado mental o fluctuación de este.


2. Inatención.
3. Pensamiento desorganizado.
4. Nivel de conciencia alterado.

En la práctica clínica es recomendable iniciar la valoración con la escala de sedación,


de estas, la escala de agitación – sedación de Richmond es la que sugiere antes de la
aplicación de la valoración y CAM – ICU. Todos los pacientes que tengan un respuesta
minina con escala RASS (Richmond Agitation – Sedation Scale) de -3 a +4 serán valorados
con la CAM – ICU.

TRATAMIENTO

El primer paso en el manejo del delirio en el paciente grave es el diagnostico


temprano. Una vez que se detecta deberá determinarse la causa y los factores de riesgo
para iniciar el tratamiento. Deberán de identificarse las medidas preventivas una vez
detectados los factores de riesgo. El tratamiento se clasifica en:
- No farmacológico.
- Farmacológico.

NO FARMACOLOGICO

Intervenciones especificas:

- Estimulación cognitiva varias veces al día.


- Protocolo para intensificar y adecuar la relación sueño - vigilia.
- Reorientación.
- Movilización temprana.
- Retiro temprano de catéteres.
- Estimulación visual y auditiva.
- Manejo adecuado del dolor.
- Minimizar en lo posible e ruido y la luz artificial.

Deberá informarse a los familiares de estas alternativas de manejo e instruirlos en


lo relacionado al delirio para que cause ansiedad entre los familiares.

Intervenciones generales:

 Adecuar la sedación
- Evitar sobresedación.
- Interrupción diaria de la sedación.
- Evitar relajantes neuromusculares (obligan a sobresedar).
- Monitoreo de la sedación con una escala.
- Adecuar dosificación y tiempo de aplicación de sedantes.
 Traqueostomia temprana
- Reduce la necesidad de sedación y mejora la capacidad de comunicación y la
movilidad del paciente.
 Optimizar el manejo del dolor
 Diagnostico temprano, profilaxis y tratamiento de los síndromes de abstinencia
(alcohol, nicotina, benzodiacepinas, opioides etc).
FARMACOLOGICO.

En la actualidad no hay medicamentos aprobados por la FDA para el tratamiento


del delirio. Las guías de la SCCM recomiendan el Haloperidol como el medicamento de
elección, recomendación basada en estudios no aleatorizados, series de casos y reportes
anecdóticos. El haloperidol es una butirofena con efecto antimicótico. No suprime el
reflejo respiratorio y actúa como antagonista dopaminergico bloqueando al receptor D2, l
lo que favorece el control de patrones no estructurados de pensamiento, alucinaciones,
además de tener un efecto sedante. Ni el haloperidol u otros agentes similares
(droperidol, clorpromacina, han sido extensamente estudiados en los pacientes graves. Se
recomienda iniciar con dosis bajas por vía intravenosa de haloperidol, 2.5 a 5 mg en
intervalos de 20 a 30 minutos hasta lograr el control de los síntomas. En algunos pacientes
se llegan a requerir dosis muy elevadas y aun infusión continua de 5 hasta 25 mg por hora.
Deberá monitorizarse estrechamente el intervalo QT, pues su prolongación por efecto del
haloperidol puede inducir arritmias ventriculares del tipo de la taquicardia ventricular
helicoidal. En enfermos con delirio hiperactivo grave y en riesgo se recomienda el uso
simultáneo de haloperidol asociado a midazolam o propofol. Los efectos adversos del
haloperidol incluyen hipotensión, distonías agudas efectos extrapiramidales, espasmos
laríngeos, hipertermia maligna, efectos anticolinérgicos y disregulación del metabolismo
de la glucosa y de los lípidos.

En la actualidad se han empleado nuevos antipsicóticos como la Risperidona,


Ciprazidona y la olanzapina, los cuales pueden emplearse para el manejo del delirio. La
razón del porque estos medicamentos pueden superar al haloperidol, especialmente en el
delirio hipoactivo y mixto es teórico, y se centra en que no solamente actúa sobre
receptores dopaminergicos, sino que también modifican la acción de neurotransmisores
como la serotonina, acetilcolina y norepinefrina. Los nuevos antipsicóticos pueden ser una
alternativa eficaz y se recomiendan en los casos que el haloperidol este contraindicado o
presente efectos adversos. La principal limitación de estos fármacos es su ausencia de
disponibilidad parenteral, lo que restringe su uso a los enfermos que toleren la
administración enteral. Se publico el primer estudio comparativo aleatorizado en el
manejo del delirio con neurolépticos en el que se comparo a la olanzapina con el
haloperidol. El estudio incluyo pocos pacientes; ambos medicamentos mostraron una
eficacia similar aunque la olanzapina presento menos efectos secundarios.

En conclusión, son necesarios más estudios que evalúen el papel del tratamiento
farmacológico en el delirio del enfermo crítico.
JUSTIFICACION.

El delirio del enfermo grave es una entidad muy frecuente, infra diagnosticada, y
por lo consiguiente con un reconocimiento tardío y mal abordaje terapéutico, además de
que repercute en la morbimortalidad de los pacientes, prolonga los días de estancia
intrahospitalaria, deteriora la funcionalidad y por último, la repercusión económica que
no se limita al paciente y su familia, sino también a nivel institucional. Por lo anterior es
necesario evaluar su prevalencia en la Unidad de Terapia Intensiva de Hospital General
O’Horan.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

¿Cuál es la prevalencia del Delirium de pacientes ingresados en una Unidad de cuidados


Intensivos de un Hospital General en el periodo comprendido del 1 de julio al 31 de
octubre del 2009?.

HIPOTESIS DEL TRABAJO.

La prevalencia del Delirio es elevada en el enfermo ingresado en la Unidad de


Terapia Intensiva.

HIPOTESIS NULA.

La incidencia del Delirio en la Terapia Intensiva del Hospital O’ Horan es menor que
la reportada en la literatura.

HIPOTESIS ALTERNA.

La incidencia de Delirio en la Terapia Intensiva de Hospital O’Horan es igual a la


reportada en la literatura.
OBJETIVO GENERAL.

Determinar la prevalencia del Delirium de pacientes ingresados en una Unidad de


cuidados Intensivos de un Hospital General en el periodo comprendido del 1 de julio al 31
de octubre del 2009.

OBJETIVOS ESPECIFICOS.

- Valorar con la escala RASS el estado de agitación – sedación del paciente grave.

- Aplicar CAM – ICU para la evaluación del delirio.

- Evaluar los tipos de delirio en la población estudiada.

TIPO DE ESTUDIO

Observacional, Prospectivo, descriptivo.

UNIVERSO DEL ESTUDIO.

Pacientes que ingresen a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Agustín
O ‘ Horan en el periodo comprendido 1 de julio al 31 de octubre del 2009.
CRITERIOS DE SELECCIÓN.

CRITERIOS DE INCLUSION:

- Pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General


Agustin O ‘ Horan mayores de 18 años que no presenten demencia.

- Fecha de ingreso entre el primer día del mes de julio al treinta y uno octubre
del 2009.

- Estancia igual o mayor a 48 horas de internamiento en la Unidad de Cuidados


Intensivos.

- Pacientes manejados con Ventilación Mecánica y sedación.

- Consentimiento escrito del familiar responsable.

CRITERIOS DE EXCLUSION:

- Pacientes menores de 18 años de edad.

- Pacientes con delirio previo al ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos.

- Estancia menor a las 48 horas cumplidas.

- Pacientes de quienes no se tenga el consentimiento escrito del familiar


responsable para la aplicación del instrumento guiado y estructurado para el
diagnostico y medición del delirium.

- Pacientes ingresados a la Unidad de Cuidados Intensivos con sedación que


supere al máximo de 4 en la escala de Ramsay de sedación y que permanezcan
así durante toda su estancia.

CRITERIOS DE ELIMINACION.

- Pacientes que abandonen la unidad antes de aplicar las escalas de medición.

- Pacientes que fallezcan.


METODOS DE SELECCIÓN DE LA MUESTRA.

Pacientes que ingresen a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Agustin
O ‘ Horan.

CLASIFICACION DE LAS VARIABLES.

VARIABLES INDEPENDIENTES.

1. Edad.
2. Sexo.
3. Dictamen de la presencia o ausencia de delirio.
4. Días de estancia hospitalaria.
5. Días de manejo con Ventilación mecánica asistida (VMA).
6. Días de manejo con sedación y tipo de sedante.

VARIABLES DEPENDIENTES.

1. Escala CAM – ICU.


2. Escala RASS.

DEFINICION DE LAS VARIABLES.

EDAD: La referida por el familiar o del expediente clínico al momento de la valoración.

SEXO: Se definirá como hombre o mujer.


DELIRIO: Síndrome neuropsiquiátrico multicausal caracterizado por alteraciones en el
estado de alerta atención, memoria, lenguaje, percepción y pensamiento con un curso
fluctuante. (DSM IV).

DIAS ESTANCIA. Número de días de permanencia en la Unidad de Cuidados Intensivos.

DIAS MANEJO CON VMA: Se refiere al número de días de manejo del paciente con
ventilación mecánica asistida en sus distintas modalidades.
SEDANTE.

MATERIAL Y METODOS.

METODO:

A todos los pacientes que ingresen a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital
General Agustin O ‘ Horan se les aplicara diariamente las escalas CAM – ICU y RASS,
para determinar la presencia de agitación – sedación y delirio.

HOJA RECOLECTORA DE DATOS.

Fecha Nombre Fecha Edad Sexo RASS Delirio Días Días Días Tipo
ingreso ventilacion Estancia sedación sedante

ANALISIS ESTADISTICO:

Se realizara una base de datos con todos los pacientes incluidos en el estudio en el
programa Excel, la cual se descargara posteriormente en el paquete estadístico SSPS.
RECURSOS.

Los recursos de dividirán en humanos, físicos y financieros.

HUMANOS:

Investigador quien aplicara y determinara las escalas CAM – ICU y la escala de agitación
Sedación de Richmond (RASS).

SERVICIOS FISICOS INVOLUCRADOS:

- Unidad de Cuidados Intensivos.


- Enfermería.

RECURSOS FINANCIEROS:

El protocolo de estudio no consume recursos hospitalarios o del enfermo.

LINEAMIENTOS ETICOS

El presente estudio se apega a las consideraciones del Comité Local de Investigación,

asegurando la confidencialidad de los datos. Se requiere carta de consentimiento

informado. (Anexo 2 )
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES

Determinar la Prevalencia del Delirio en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital

General O Horan en un hospital general, en el período comprendido de 1 de julio

a 31 de octubre 2009

ACTIVIDAD MAYO-JUNIO JULIO A NOVIEMBRE DICIEMBRE

2009 OCTUBRE

Realización del

protocolo

Método de

recolección de

datos

Análisis y

resultados

Entrega final
Anexo 2 Carta de Consentimiento Informado.

INVESTIGADOR RESPONSABLE: .

ASESOR: .

Fecha: .

Por medio de la presente yo: , autorizo mi participación o la


de mi familiar, cuyo número de expediente es : .

En el proyecto de investigación titulado “Delirio en la Unidad de Terapia Intensiva del


Hospital General O Horan.” Registrado ante el Comité de Investigación y ética con el
número .
Se me ha informado que el objetivo de este estudio es identificar la prevalencia del delirio.

Entiendo que conservo (o mi familiar conserva) el derecho de retirarme (o retirarlo del estudio)
en cualquier momento que lo considere conveniente, sin que aquello afecte la atención médica
que reciba de la institución. Así mismo, me han dado la seguridad de que no se identificará en las
presentaciones o publicaciones que deriven de este estudio y que los datos serán manejados en
forma confidencial.

. .
Nombre y firma del paciente Nombre y firma del Investigador
ó responsable del mismo.
.

Testigo.

NOMBRE DEL RESPONSABLE


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