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36 - y 47 - Seccion 1 Cap Galende (1) y Cap Laufer Cabrera PDF
36 - y 47 - Seccion 1 Cap Galende (1) y Cap Laufer Cabrera PDF
Revista MPD
121 El litigio de reforma estructural como herramienta para la
implementación de la Ley Nacional de Salud Mental: el caso
Melchor Romero y la protección de los grupos vulnerables
Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)
131 La necesidad de contar con un abogado defensor y la inmediata
implementación de todas las leyes de salud mental sancionadas
APUSSAM
Sección III. Experiencias Internacionales
137 Peligrosidad ¿Intervención estatal en expansión?
Maria João Antunes
149 Internamiento e inimputabilidad en el derecho penal peruano:
statu quo y crítica
Julio Rodríguez Vásquez
163 Prácticas coercitivas en la atención a personas con padecimiento
o discapacidad mental
Francisco Torres-González
175 Construyendo un sistema de justicia penal incluyente: las barreras
en el acceso a la justicia para las personas con discapacidad
intelectual y psicosocial en México
Documenta. Análisis y acción para la justicia social a.c.
Sección IV. Entrevistas
191 La experiencia de Alfredo Kraut
Por Mariano Laufer Cabrera
197 La experiencia de María Graciela Iglesias
Por Mariano Laufer Cabrera
Editorial
Revista MPD
3
Sección I
Emiliano Galende
Como consecuencia de la ratificación de
Psicoanalista, Coordinador del Doctorado la Convención sobre los Derechos de las Per-
Internacional del Departamento de Salud sonas con Discapacidad de la ONU (CDPD),
Comunitaria, Universidad Nacional de Lanús. la sanción de la Ley Nacional de Salud Mental
Alfredo Jorge Kraut (Nº 26.657) y su Decreto reglamentario Nº
603/13 y, recientemente, del Código Civil y
Abogado, ex Secretario General y de Gestión, Comercial de la Nación, se debe destacar la
Corte Suprema de Justicia de la Nación. nueva relación entre el Estado y los pacientes
con sufrimiento mental bajo tratamiento psi-
quiátrico, en la que se distingue la actuación
de la Unidad de Letrados del artículo 22 de la
Ley Nacional de Salud Mental. Asegurar la in-
tervención de un abogado defensor gratuito a
quienes han sufrido una internación involun-
taria en un hospital psiquiátrico no solo brin-
da al paciente el apoyo imprescindible para el
ejercicio real de sus derechos, sino que tam-
bién establece la presencia del Estado como
regulador del poder del psiquiatra y como ga-
rante de condiciones de dignidad e igualdad
ciudadana para el sujeto bajo su atención.
Para comprender con mayor profundidad
el valor de esta intervención del Estado en la
regulación del poder del especialista y en la
defensa del paciente a fin de preservar sus de-
rechos ciudadanos y humanos, vale recordar
la situación que se pretende transformar con
esta intervención.
Desde comienzos del siglo XIX, la psiquia-
tría se constituye según dos premisas centrales,
Revista MPD § 7
Emiliano Galende y Alfredo Jorge Kraut
la primera de carácter político, la segunda de radicalmente esta relación del Estado con el
orden ideológico y epistemológico. La políti- sufriente psíquico, y se propone integrarlo
ca consiste en apartar al loco de la sociedad y, doblemente. Por un lado, en el plano social,
para ello, instaura un orden jurídico especial, preserva su integración, para lo cual el Esta-
que delega en el médico especialista la función do no solo debe cuidar que el paciente per-
judicial de privación de libertad sin proceso, manezca integrado a la comunidad mientras
sin defensa y sin plazos de vigencia. Desde la realiza su tratamiento, sino que debe proveer
ley de 1838, conocida como Ley Esquirol, los la asistencia jurídica que asegure el ejercicio
psiquiatras y directores de los manicomios dis- de los derechos cuando el paciente no pue-
pusieron de los cuerpos y de las vidas de las de hacerlo por sí mismo. Por otro lado, tam-
personas diagnosticadas como “enfermo men- bién el desafío que asume la Ley de Salud
tal”; su certificado –como sentencia– ligaba Mental es fundar una nueva práctica y nue-
locura, peligrosidad para sí o terceros como vos servicios, que se acompañarán con un
fundamentos del aislamiento en internación. conocimiento diferente sobre el sufrimiento
Esta legislación se extendió a todos los países mental. Así, se borra la dupla ideológica de
de Occidente y sigue vigente como legislación locura=peligrosidad, y se restablece la necesi-
de base hasta hace poco tiempo. dad de una comprensión más científica, más
La segunda, ideológica, consistió en apar- racional y más verdadera, lo que funda una
tar a la locura de la razón humana. Se con- disciplina que reconoce su ignorancia acerca
suma, así, una doble exclusión del sujeto de estas formas del desvío de la razón y, por
sufriente, excluido de la vida en común, ex- lo mismo, no reemplaza la ignorancia por el
cluido de la razón, fuera de la norma social y ejercicio de su autoridad.
fuera de lo normal y, por lo mismo, incapaz Perfectible, como lo es todo, el sistema se
de utilizar la palabra para alegar en defensa de complementa con lo dispuesto por el nuevo Có-
su condición de sujeto. digo Civil y Comercial de la Nación, en cuanto
Frente al panorama descripto, se debe se- consagra la internación como un derecho, al
ñalar que el hecho de que el ordenamiento igual que reconoce en cabeza de las personas
nacional haya acogido a la Convención sobre con discapacidad, internadas o no, el goce de los
los Derechos de las Personas con discapaci- derechos humanos y sus extensiones.
dad significó un gran avance y cambio de eje ¿Acaso los derechos humanos no son in-
en el modo de abordar el tratamiento de las herentes al hombre sin importar condición
enfermedades mentales. La visión dinámica, alguna? Claro que sí: la reforma viene a tu-
responsable e inclusiva que se evidencia des- telar a personas especialmente vulnerables,
de su Preámbulo al reconocer “que la disca- buscando el equilibrio y el verdadero respeto
pacidad es un concepto que evoluciona y que de la dignidad humana, y tomando a la nor-
resulta de la interacción entre las personas ma como herramienta para el alcance de la
con deficiencias y las barreras debidas a la ac- efectiva vigencia de los derechos reconocidos.
titud y al entorno que evitan su participación ¿Cómo lo hace? Alejándose del modelo
plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de nefasto que describiéramos al comenzar estas
condiciones con las demás”, alentó a vislum- líneas: la reforma pone cerrojos en pos de la
brar que el sistema de aislamiento, reforzado tutela de la libertad. Bien jurídico del que solo
legalmente, implicaba el desconocimiento de podrán ser privados los sufrientes mentales
obligaciones internacionalmente asumidas. cuando se den las circunstancias excepciona-
En este contexto, la ley 26.657 transforma les allí descriptas (medida terapéutica restric-
8 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
Revista MPD § 9
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
Revista MPD § 11
Mariano Laufer Cabrera
II. El nuevo paradigma asentado en los Es así, que la LNSM codifica derechos
derechos humanos humanos de las personas con padecimientos
mentales:
II.1. Derechos y garantías en la LNSM • Reafirma la condición de sujeto de dere-
chos de las personas con padecimientos
Con el voto unánime de la Cámara de Se- mentales, su autonomía y su capacidad
nadores, el 25 de noviembre de 2010 fue san- para tomar decisiones respecto de lo que
cionada la Ley Nacional de Salud Mental Nº les sucede.
26.657 (LNSM)1. Participaron del debate re- • Reconoce el derecho a recibir atención
ferentes del campo de la salud mental y de los integral de la salud mental, mediante
derechos humanos, asociaciones de familia- abordajes respetuosos del derecho a la
res y de usuarios, autoridades gubernamen- integración en la comunidad, que tien-
tales, legisladores y jueces, instituciones de dan a mantener los lazos sociales, fami-
salud, referentes internacionales, e investiga- liares y laborales.
dores y docentes de universidades públicas2. • Aclara el derecho a que los tratamientos
La movilización social que se generó alre- en salud mental sean guiados por el dere-
dedor de esta ley se explica porque la norma- cho a la rehabilitación de la persona, y en
tiva aprobada significa una transformación el marco de abordajes interdisciplinarios.
del paradigma (CELS-MDRI 2007), al poner • Establece el derecho de las personas con
el foco principal en el sujeto y sus derechos. A padecimientos mentales a vivir en su
partir de la nueva ley, se define la salud men- comunidad, lo que significa la desinsti-
tal bajo el prisma de los derechos humanos, tucionalización de la salud mental me-
como “un proceso determinado por compo- diante la prohibición de la creación de
nentes históricos, socio-económicos, cultura- nuevos manicomios, la adaptación de los
les, biológicos y psicológicos, cuya preserva- efectores existentes, la promoción de la
ción y mejoramiento implica una dinámica atención primaria de la salud y la aten-
de construcción social vinculada a la concre- ción en dispositivos comunitarios, inclu-
ción de los derechos humanos y sociales de yendo los hospitales generales.
toda persona” (art. 3 LNSM). • Preserva el derecho a que toda presta-
ción sea provista luego de que la persona
otorgue su consentimiento libre e infor-
mado, con respeto de la voluntad y per-
sonalidad jurídica de la persona usuaria.
1 La ley 26.657 fue promulgada el 2 de diciembre de 2010 • Implica el derecho a no ser objeto de inves-
y reglamentada por Decreto 603/13, el 28 de mayo de 2013. tigaciones clínicas ni de tratamientos expe-
2 Participaron, entre otros, la Dirección Nacional de Sa- rimentales sin consentimiento fehaciente.
lud Mental y Adicciones del Ministerio de Salud de la Na- • Establece que la internación debe ser con-
ción, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, siderada como un recurso terapéutico ex-
el INADI, la Organización Panamericana de la Salud
(OPS), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), cepcional y por el menor tiempo posible, y
la Red de Familiares, Usuarios, Voluntarios, Estudiantes restringe las internaciones coactivas a su-
y Profesionales (Red FUV), la Red por los Derechos de puestos excepcionales en que se verifique
las Personas con Discapacidad (REDI), la Asamblea Per- una situación de “riesgo cierto e inminen-
manente de Usuarios de los Servicios de Salud Mental te” debidamente constatado y acreditado
(APUSSAM), la Asociación por los Derechos en Salud
Mental (ADESAM), etc. por un equipo interdisciplinario de salud.
12 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
• Reserva para la justicia el rol de contralor sil 3, y por la Corte Suprema de Justicia de la
y garante de los derechos de las personas Nación (CSJN), en materia de salud mental
con padecimientos mentales, de manera y adicciones, a través de los fallos “Tufano”4,
activa, periódica, y desde el comienzo de “R.M.J.”5 y “Arriola”6, orientó también el con-
la internación. tenido de la LNSM. La CSJN ya había inter-
• Garantiza el debido proceso, incluyen- pelado, a través de estos fallos, a los poderes
do especialmente el derecho a contar con legislativo y ejecutivo, para que se avance en
asistencia legal gratuita desde el inicio del el rediseño de normas y políticas públicas de
procedimiento de internación involuntaria, salud mental, de acuerdo a los estándares in-
lo que incumbe de forma directa a los ser- ternacionales de derechos humanos.
vicios de defensa pública en todo el país. En efecto, en estos precedentes judiciales
se introducen cuatro conceptos clave, que
II.2. Estándares internacionales y ante- han sido reconocidos luego por la LNSM:
cedentes jurisprudenciales i) Colectivo con debilidad jurídica estruc-
tural. Las personas con padecimiento
La LNSM incorpora innovaciones técni- mental conforman un colectivo social en
cas que la enmarcan en los estándares inter- particular situación de “vulnerabilidad,
nacionales de salud mental y de derechos hu- fragilidad, impotencia y abandono”, lo
manos, que el Estado argentino está obligado que crea verdaderos “grupos de riesgo” en
a cumplir, debido a los compromisos asumi- cuanto al pleno y libre goce de los dere-
dos al suscribir tratados y otros instrumentos chos fundamentales, debido a la “debili-
de derecho internacional. dad jurídica estructural que sufren”.
Así, la ley se basa en los “Principios de Sa- ii) Sujetos de derechos. Las personas institu-
lud Mental de la ONU” (1991), que forman cionalizadas por razones de salud mental
parte de la nueva normativa. La “Declaración resultan “sujetos titulares de derechos
de Caracas” (OPS/OMS 1990) y los “Princi- fundamentales”, respecto de los cuales “la
pios de Brasilia rectores para el desarrollo de regla debe ser el reconocimiento, ejercicio
la atención en Salud Mental en las Américas” y salvaguardia especial de esos derechos”,
(OPS/OMS 2005) se mencionan como orien- destacando “la necesidad de establecer
tadores de políticas públicas (art. 2 LNSM). una protección normativa eficaz”.
Además, el abordaje comunitario de la sa- iii) La internación como factor de riesgo y vul-
lud mental que plantea la LNSM se enmarca en nerabilidad. Las personas con discapacidad
el modelo social de la discapacidad adoptado que viven o son sometidas a tratamientos
en 2006 por la Convención sobre los Derechos en instituciones psiquiátricas “son parti-
de las Personas con Discapacidad (CDPD), ra- cularmente vulnerables a la tortura u otras
tificada en Argentina en el año 2008 por me-
dio de la ley Nº 26.378, y elevada al rango de
instrumento con jerarquía constitucional en el 3 Corte IDH, Ximenes Lopes v. Brasil. Sentencia del 4 de
año 2014, por medio de la ley Nº 27.044. julio de 2006. Serie C Nº149
Por su parte, la doctrina sentada por la 4 CSJN, “Tufano, R.A. s/ internación”, rta. 27/12/05,
Corte Interamericana de Derechos Humanos Fallos 328:4832.
(Corte IDH) en el caso Ximenes Lopes v. Bra- 5 CSJN, “R., M. J. s/ insania”, rta. 19/02/08, Fallos 331:211.
6 CSJN, “Arriola, S. y otros s/ causa nº 9080”, rta.
25/08/2009, Fallos 332:1963.
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Mariano Laufer Cabrera
formas de trato cruel, inhumano o degra- que una internación involuntaria, coactiva o
dante”. La vulnerabilidad intrínseca de las forzosa, aun por razones de “preservación de
personas con discapacidades mentales “es la salud mental”, es en efecto una restricción
agravada por el alto grado de intimidad de la libertad.8
que caracteriza los tratamientos de las en- En el mismo sentido, la LNSM encuadra
fermedades psiquiátricas que torna a esas la internación involuntaria como una priva-
personas más susceptibles a tratos abusivos ción de libertad, colocando al Poder Judicial
cuando son sometidos a internación”. en rol de garante último de esa situación, y
iv) Protección especial y estricta vigilancia. asignándole el deber de controlar para evitar
La situación de vulnerabilidad que se detenciones arbitrarias. Así, se le impone al
reconoce a las personas internadas de- juez el deber de examinar que dichas medidas
termina que el Estado deba garantizar, a respeten los recaudos de legalidad, proporcio-
través de todos los agentes involucrados, nalidad y razonabilidad exigidos para toda
una protección especial y una estricta restricción de un derecho humano.
vigilancia, con la obligación de asegurar Con la sanción de la LNSM se establece
que en toda institución pública o privada como único justificativo para una internación
se preserve el derecho de las personas in- coactiva, la existencia -comprobada y funda-
ternadas a recibir un tratamiento digno, da por un equipo interdisciplinario de salud-
humano y profesional. de una “situación de riesgo cierto e inminente
Con posterioridad, y como se desarrolla- para sí o para terceros”, y que la internación
rá luego, el nuevo Código Civil y Comercial involuntaria se trate del último recurso tera-
de la Nación ratificó y profundizó los postu- péutico disponible, aplicado en forma restric-
lados de la LNSM en cuanto al tratamiento tiva y excepcional, por el tiempo más breve
jurídico de las situaciones que involucren a posible, para impedir el daño.9
personas con padecimientos mentales, en es- En este sentido, la ley clasifica la internación
pecial las internaciones y las restricciones a involuntaria como una medida restrictiva, de-
la capacidad jurídica. biendo el juez controlar puntualmente que: i)
14 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
se trate siempre de un acto terapéutico debida- como agente garante del control externo, acti-
mente justificado; ii) se aplique como un último vo y periódico de la internación, ejercido con
recurso, con carácter excepcional, sólo si no son inmediatez y en el marco del plazo razonable
posibles los abordajes sanitarios ambulatorios; (Laufer Cabrera 2011, 189-202).
iii) se indique como la alternativa terapéutica
más conveniente, y menos restrictiva posible; IV. El cambio de rol asignado a la De-
iv) se prescriba con la posibilidad de mantener fensa Pública por la CDPD y la LNSM
la comunicación con el exterior, los vínculos
afectivos, y los lazos sociales; v) sea producto La CDPD exige el deber de garantizar a
de la decisión de un equipo interdisciplinario; todas las personas con discapacidad igual pro-
vi) no se utilice como respuesta a problemas tección legal, por lo que las exigencias del de-
habitacionales o como modo de “cronificación”; bido proceso y el derecho de defensa en juicio,
vii) y, fundamentalmente, se aplique si y sólo si válidos para todos los demás procesos admi-
se está en presencia de una situación de riesgo nistrativos o judiciales, deben aplicarse tam-
cierto e inminente para sí o para terceros.10 bién en el control judicial de una internación.
Es así que puede definirse el rol del juez, Para delinear adecuadamente el rol de la
en estos casos, como garante del contralor le- defensa en estos ámbitos, se deberán tener en
gal inmediato de la internación, medida que cuenta instrumentos internacionales que con-
constituye un acto sanitario. tienen indicaciones al respecto, como la propia
Ello así, por cuanto la nueva ley define – CDPD (arts. 2, 3, 4, 5, 12, 13 y 14), la Conven-
como ya se dijo- que toda internación invo- ción Americana sobre Derechos Humanos
luntaria siempre es excepcional y debe adop- (arts. 8 y 25), los “Principios de Salud Mental
tarse sólo en una situación de emergencia, lo de la ONU” (principios 1, 18 y 19), y las Reglas
que autoriza a proceder rápidamente por par- de Brasilia sobre acceso a la justicia de las per-
te del personal sanitario (sin requerir orden sonas en condición de vulnerabilidad11.
judicial), para no generar omisiones que per- La LNSM también produce innovacio-
judiquen la salud del afectado. En esos casos, nes en la intervención que corresponde a la
se impone la obligación al efector sanitario Defensa Pública. En este sentido, en su art. 3
de dar inmediato aviso al juez (y a la Defensa aclara que “se debe partir de la presunción de
Pública y al Órgano de Revisión), que contro- capacidad de todas las personas”, en línea con
lará la procedencia de la medida. el art. 12 de la CDPD, en cuanto al trato de
En consecuencia, queda claro que la la persona con discapacidad como sujeto ple-
LNSM reformula el rol clásico del Poder Ju- no de derecho, con capacidad jurídica y, por
dicial en esta temática, aplicando para ello la ende, con la posibilidad de tomar decisiones
doctrina sentada por la CSJN (“Tufano” y “R., autónomas y, así, manifestar voluntad, deseos,
M.J.”), y delineando el perfil requerido de juez preferencias y mandatos al defensor que deba
asistirlo jurídicamente.
10 El criterio de riesgo cierto e inminente para sí o para ter-
ceros, como única causal válida para proceder a una inter- 11 Ver en especial reglas 8, 29, 30, 31, 33, 38, 40, 41,
nación coactiva, fue especificado en el art. 20 del Decreto 51, 53, 54, 58, 59, 63 y 64. Las Reglas de Brasilia fue-
603/13, reglamentario de la LNSM, al establecer: “entién- ron adoptadas en 2008 en la XIV Cumbre Judicial
dese por riesgo cierto e inminente a aquella contingencia o Iberoamericana. La CSJN, a través de la Acordada Nº
proximidad de un daño que ya es conocido como verdade- 5/2009, resolvió “adherir a las Reglas de Brasilia”, esta-
ro, seguro e indubitable que amenace o cause perjuicio a la bleciendo que “deberán ser seguidas –en cuanto resulte
vida o integridad física de la persona o terceros.” procedente- como guía en los asuntos a que se refieren”.
Revista MPD § 15
Mariano Laufer Cabrera
Otro artículo de la LNSM a tener en cuenta rantía básica inherente al debido proceso. Pero,
para completar el perfil de defensa requerido ¿cuál sería la forma de asegurar la prestación
es el 7, que establece un catálogo de derechos de este tipo de defensa pública? Pues bien,
mínimos, entre los que se cuenta el derecho brindando el servicio a través de una defensa
de la persona a ser informada de manera ade- técnica de la persona en su calidad de sujeto
cuada y comprensible de los derechos que le de derecho, de forma gratuita y por personal
asisten (inc. j), el derecho a poder tomar de- idóneo y especializado, con la formación y ca-
cisiones (inc. k) y el derecho a ser reconocido pacitación necesarias para la tarea.
como un sujeto de derecho (inc. l). Para lograr dicho cometido, en muchos de
Es así, que la LNSM, como derivación estos casos será necesario contar con el apoyo
razonada del derecho internacional de los de equipos interdisciplinarios, conformados
derechos humanos y del modelo social de por psicólogos, psiquiatras, trabajadores so-
la discapacidad, obliga a la Defensa Pública ciales, intérpretes u otras disciplinas, que co-
a abandonar el paradigma tutelar de protec- laboren con la tarea del defensor y ayuden a
ción con el que nació el hoy derogado Código comprender más fielmente la voluntad de la
Civil hace más de 150 años12. persona asistida jurídicamente.
Debe así, repensarse y cuestionarse la ac- Como he dicho en otro trabajo, dada la com-
tuación enmarcada en figuras como la del plejidad que suponen los problemas de padeci-
“buen padre de familia” que viene del derecho miento subjetivo, estos requieren un abordaje
romano, o inspirada en los “intereses genera- interdisciplinario. Por ello, la constitución del
les de la sociedad”, tendientes a proteger a la equipo interdisciplinario, como apoyo a la de-
persona con discapacidad “contra sí misma” y fensa, permite comprender mejor la compleji-
evitarle los “males” que pudiese provocarle la dad de cada una de las situaciones, a partir de
relación con el mundo exterior. la articulación de distintos saberes y prácticas
El derecho internacional nos obliga a (Barcala y Laufer Cabrera 2015, 79-87).
abandonar el modelo de sustitución de la Queda claro que la defensa debería asumirse
voluntad de la persona asistida y de repre- y ejercerse siguiendo la voluntad de la persona
sentación en todas sus decisiones. El nuevo asistida jurídicamente, sin conflicto de intereses,
paradigma obliga a perfilar y basar la actua- sin injerencia indebida y sin responder a inte-
ción de la Defensa Pública en el respeto de: reses contrapuestos o genéricos que aparten la
i) la persona con discapacidad como sujeto defensa de los intereses individuales del sujeto.
pleno de derecho; ii) el ejercicio de la capaci- Otro recaudo a satisfacer por el defensor
dad jurídica en todos los casos; iii) el sistema es el de informar debidamente a la persona
de la toma de decisiones propias, con apoyos sobre las características del proceso que está
en casos de requerirlo voluntariamente; iv) el atravesando y los derechos de que dispone.
principio de la dignidad del riesgo y el dere- El defensor deberá, además, facilitar a la
cho a equivocarse; v) la autonomía personal; persona el goce del derecho al recurso judicial
vi) la voz, la voluntad, las preferencias y los -a través del patrocinio jurídico pertinente-,
deseos de la persona. contra decisiones que no comparta, vincula-
En definitiva, la Defensa Pública debe ase- das al tratamiento o la internación. Ello, más
gurar el derecho de la persona a ser oída, ga- allá de las opiniones que el defensor pueda te-
ner respecto de la conveniencia de esa decisión
sobre la salud de la persona, teniendo en cuen-
12 El Código Civil Argentino, hoy derogado, se sancio-
nó mediante la Ley Nº 340, en el año 1869. ta que quien asume el papel de decisor final es
16 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
el juez, y que el principal derecho tutelado por tades en materia de supervisión y control de
la defensa en estos casos es, precisamente, el los tratamientos en salud mental. El Órgano
derecho a ser oído, a la defensa en juicio, y el funciona en el ámbito del MPD desde octubre
acceso a la justicia (CELS 2009, 359-394; Lau- de 2013 y está integrado por instituciones pú-
fer Cabrera 2011, 189-202). blicas, agrupaciones de usuarios y familiares y
organismos de derechos humanos.14
V. El rol asumido por el MPD en el cam- Finalmente, una de las innovaciones más
bio de paradigma en salud mental originales de la LNSM es el rol que se asigna
a la Defensa Pública como actor de contralor
Algunos años antes de la sanción de la de las internaciones, de acuerdo al nuevo pa-
LNSM, el MPD ya había comenzado a desa- radigma explicitado en el acápite anterior.
rrollar acciones específicas para la defensa de Es así, que, a partir de la LNSM, toda per-
los derechos humanos en los establecimien- sona internada sin su consentimiento por ra-
tos de internación psiquiátrica. zones de salud mental, tiene derecho a contar
Es así, que en el año 2007 se creó en el ám- con un abogado que procure hacer efectivos
bito de la DGN la “Comisión de seguimiento sus requerimientos y voluntad.
del tratamiento institucional neuropsiquiá- La LNSM establece en su artículo 22:
trico” (Res. DGN 421/07), con el objetivo de
“coordinar las tareas tendentes a verificar las La persona internada involuntariamente
condiciones generales de internación de pa- o su representante legal, tiene derecho a
cientes psiquiátricos”. designar un abogado. Si no lo hiciera, el
A partir de la sanción de la LNSM, a fines Estado debe proporcionarle uno desde el
del año 2010, la DGN desplegó una serie de momento de la internación. El defensor
acciones para promover la implementación podrá oponerse a la internación y solicitar
de la ley. la externación en cualquier momento. El
Por un lado, y dado que la LNSM dero- juzgado deberá permitir al defensor el con-
gó en forma expresa la antigua ley 22.914 e trol de las actuaciones en todo momento.
introdujo modificaciones al Código Civil, fue
necesario generar nuevas guías para la mejor Son funciones de la defensa: velar por el
actuación de los Defensores de Menores e respeto de los derechos de las personas inter-
Incapaces en los procesos que afectan a per- nadas; ejercer el contralor de la legalidad de
sonas con padecimiento mental, que se plas- su internación y patrocinar sus intereses en
maron en la “Guía de Buenas Prácticas en la
Implementación de la Ley Nacional de Salud 14 Este organismo se puso en funcionamiento luego
Mental Nº 26.657”13. del Decreto Reglamentario 603/13 de la LNSM. La
Por otro lado, con el objetivo de resguardar conformación actual (desde fines del año 2015) del
los derechos de este colectivo en especial si- Órgano de Revisión de Salud Mental es: Defensoría
tuación de vulnerabilidad, la LNSM dispuso la General de la Nación, Secretaría de Derechos Huma-
nos de la Nación, Ministerio de Salud de la Nación,
creación de un Órgano de Revisión “con el ob- CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), REDI
jeto de proteger los derechos humanos de los (Red por los Derechos de las Personas con Discapaci-
usuarios de los servicios de salud mental” (cf. dad), y AASM (Asociación Argentina de Salud Men-
art. 38 Ley 26.657), que posee amplias facul- tal). Para más información sobre las funciones de este
organismo, ver el artículo de Gabriela Spinelli en esta
Revista, “El rol del Órgano de Revisión en la preven-
13 Aprobada por Res. DGN 422/11, del 15 de abril de 2011. ción del maltrato en centros de salud mental”.
Revista MPD § 17
Mariano Laufer Cabrera
estos procesos, siempre en base a la voluntad nos, la igualdad real en vez de la igualdad abs-
expresada por quien está en situación de in- tracta, el paradigma de la no discriminación,
ternación involuntaria15. el respeto por una sociedad multicultural, y la
En pos de avanzar, concretamente, en la relevancia de los derechos colectivos.
igualación de derechos para aquellas personas El CCC deberá interpretarse teniendo a la
en especial situación de vulnerabilidad, la DGN vista la LNSM y la CDPD, para lograr una apli-
creó la Unidad de Letrados de Salud Mental (art. cación adecuada y armonizada con lo que exige
22 Ley 26.657), que comenzó a funcionar hace el derecho internacional de los derechos huma-
casi 5 años y, a través de la cual, ya se defendió a nos, en materia de salud mental y discapacidad.
casi 12.000 personas, habiendo colaborado para El CCC detalla el instituto de la interna-
que la gran mayoría de ellas sean externadas o ción involuntaria en el art. 41, lo que implica
derivadas con su consentimiento a ámbitos de un claro avance respecto de la vieja regulación.
tratamiento menos restrictivos16. La redacción original de la norma posibilitaba
casos de internaciones arbitrarias, dado que
VI. Innovaciones en salud mental desde incluía causales para la internación excesiva-
el nuevo Código Civil17 mente generales, ambiguas y estigmatizantes
(por ejemplo, se habilitaba el alojamiento for-
En 2014 -pasados casi 150 años de la san- zoso del “demente” que afectase “la tranqui-
ción del Código Civil de Vélez Sarsfield- se lidad pública”), e insuficientes garantías de
aprobó el nuevo Código Civil y Comercial de la debido proceso y derecho de defensa (no se
Nación (CCC)18 que, entre otros aspectos valo- garantizaba adecuadamente el derecho a una
rativos, asume en su exposición de motivos la audiencia judicial en un plazo razonable, ni el
identidad cultural latinoamericana, la consti- derecho a ser representado por un defensor
tucionalización del derecho privado para darle que respete fielmente su voluntad, ni el dere-
coherencia con el sistema de derechos huma- cho a la revisión periódica de las decisiones
acerca de su internación) (CELS-MDRI 2007,
15 Las competencias de la defensa técnica quedaron 95-107; REDI-RI 2010, 22, 33 y 35).
especificadas en un primer momento por el Decreto Varias de estas cuestiones se superaron
603/13, reglamentario de la ley Nº 26.657. Posterior- normativamente cuando entró en vigor la
mente, la Ley Orgánica del Ministerio Público de la De-
fensa (27.149), en su artículo 47, precisó las facultades
LNSM, que –como se explicara previamen-
de los integrantes del Ministerio Público que ejerzan la te- encuadró la internación forzosa como una
defensa prevista en el art. 22 de la ley Nº 26.657. medida para resguardar el derecho a la salud,
16 Para más información sobre el trabajo desarrollado
pero, al mismo tiempo, como una restricción
desde el año 2011 por esta área, ver en esta Revista el de la libertad ambulatoria. Con esta ley se
artículo “La experiencia de la Unidad de Letrados de ubica al juez en el rol de garante de esa situa-
Salud Mental: 5 años, 12 mil defensas, y la amplificación ción, debiendo examinar que las internacio-
del derecho a ser oído en las internaciones forzosas”. nes involuntarias respeten los recaudos de
17 Este acápite se basa en lo expresado en el trabajo pre- legalidad, proporcionalidad y razonabilidad.
vio “Salud Mental y Código Civil Argentino en el Siglo El nuevo CCC recepta estos parámetros.
XXI: cambio cultural, interdisciplina, capacidad jurídica, En primer lugar, por cuanto refiere que la in-
internación. De cómo las prácticas modifican las visio-
nes y las visiones las prácticas” (Amendolaro et ál 2015). ternación sin consentimiento de una perso-
na “procede sólo si se cumplen los recaudos
18 Aprobado por ley Nº 26.994 (BO 8-10-2014), vigente previstos en la legislación especial”, haciendo
desde el 1 de agosto de 2015, cf. texto art. 7º modif. por
ley Nº 27.077 (BO 19-12-2014). referencia a la LNSM.
18 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
Revista MPD § 19
Mariano Laufer Cabrera
20 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
Barcala, Alejandra y Mariano Laufer Ca- REDI (Red por los Derechos de las Perso-
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27/12/05, Fallos 328:4832.
Revista MPD § 21
CSJN, “R., M. J. s/ insania”, rta. 19/02/08,
Fallos 331:211.
Revista MPD § 23
María Florencia Hegglin
24 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
no, sobre las medidas de seguridad impuestas imponer no sólo penas, sino también medidas
por declaración de inimputabilidad y juicio de seguridad. Es la versión que se condice con
de peligrosidad en los términos del art. 34, el texto legal, que exige que la persona haya sido
inc. 1 del CP que, como veremos, no pueden declarada inimputable por razones vinculadas a
identificarse con la restricción de libertad que su discapacidad y que, a su vez, haya sido con-
menciona el art. 77 del CPPN. siderada peligrosa para sí o para terceros (De la
Fuente 1998, Ziffer 2008, Cesano s/f).
II. El estado de la discusión en el dere- En esta línea se inscribe la postura de la Cor-
cho penal argentino sobre la inconstitu- te Suprema de Justicia de la Nación que confir-
cionalidad de las medidas de seguridad mó la validez de las medidas de seguridad en el
del art. 34, inc. 1 del CP4 fallo “A.G.J.” del 13 de noviembre de 20125.
En cambio, otro sector de la doctrina plan-
En los últimos años, en el derecho penal tea la inconstitucionalidad de las medidas de
argentino se han alzado voces críticas que pre- seguridad por su condición de medida de ca-
sentan las contradicciones del sistema de me- rácter penal contraria a los principios de lega-
didas de seguridad, regulado en el art. 34, inc. lidad y de culpabilidad. Desde este enfoque, la
1 del CP, con principios fundamentales del sis- única respuesta posible del derecho punitivo
tema convencional de derechos humanos. es la pena. En tal sentido, se sostiene que
Como advierte Caride (2013, 155-178), se
ha instalado una polémica sobre la posibilidad […] declarar la inimputabilidad del sujeto
de que el Estado reaccione, a través de su es- porque no pudo comprender la criminali-
tructura penal, frente a una persona que ha sido dad de su acto o no pudo dirigirse conforme
declarada inimputable del delito de cuya comi- esa comprensión responde a la idea de reco-
sión venía acusada. Se discute la razonabilidad nocer la diferencia que existe entre las per-
del sistema penal que mantiene a la persona sonas y, consecuentemente, a no aplicar un
que fue absuelta de delito –por estricta aplica- castigo a quien no puede exigírsele un com-
ción del principio de culpabilidad por el acto y portamiento conforme a derecho. Luego, no
el principio de igualdad- en un sistema puniti- puede imponerse a esta misma persona una
vo, que puede resultar –agrego- más severo que sanción penal, llámese pena o medida de se-
el que le hubiese correspondido de haber sido guridad (Hegglin 2006, 298-299)6.
condenado a una pena de prisión. Se trata de
una discusión que aún no tiene definición y en En su lugar, se propone que, tras la decla-
la que se han adoptado diversas posturas. ración de inimputabilidad, la situación de la
Así, quienes sostienen que es posible la inter- persona con discapacidad sea evaluada directa-
vención penal, propugnan un sistema conocido mente desde el marco normativo que regula la
como doble vía en el que el derecho penal puede situación de las personas con discapacidad psi-
cosocial, sin darle trascendencia a la acusación
penal que sobre esa persona haya mediado.
4 Los argumentos que se presentarán a continuación se
encuentran desarrollados en un anterior trabajo, bajo
el título “Las medidas de seguridad en el sistema penal 5 Un análisis crítico de este fallo, desde la perspectiva
argentino: su contradicción con principios fundamen- de la Ley Nacional de Salud Mental, cfr. Plazas (2013).
tales del derecho penal y de la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad” que se en- 6 En la misma línea, ya se habían pronunciado Zaffa-
cuentra actualmente en prensa, para ser publicado por roni et ál (2000, 925-926), Marum y Arce (1997, 306),
la Organización Documenta de México. Martínez (2010) y Caride (2013, 155-178).
Revista MPD § 25
María Florencia Hegglin
Desde esta postura, la mirada se centra en posición de motivos, se apuntó que las me-
el reconocimiento de los derechos fundamen- didas de seguridad debían desaparecer del
tales de las personas en situación de especial sistema penal, en tanto significaban un cas-
vulnerabilidad y en la internación y la prisión tigo. Sin embargo, fueron mantenidas con al-
como intervenciones arbitrarias (Marum y gunos cambios insustanciales. Así, dejaron de
Arce 1997, 306). Y se sumaron, además, cues- ser fundadas en la peligrosidad de la persona
tionamientos a la peligrosidad como funda- para ser fundadas en la “agresividad” y le im-
mento de una restricción de libertad coactiva, pusieron un límite de duración.
por su manifiesta oposición con el límite de Sobre las razones para mantener estas me-
la dignidad humana que impide considerar didas que, como ellos reconocieron, dejan en
a la persona como un mero medio, como un evidencia “la contradicción teórica que provo-
objeto o como algo que se pueda eliminar o can en un derecho penal de acto, pues implican,
“neutralizar” de cualquier manera para salva- al menos en su aspecto punitivo, la sanción de
guardar a la sociedad del supuesto peligro que una pena sin culpabilidad”8, expusieron:
representa, como así también propuestas a fo-
calizar la discusión sobre el juicio de inimpu- La Comisión ha discutido la posibilidad de
tabilidad (Hegglin 2006, 298-299). suprimir esta regulación, en atención a la
Esta postura ha sido receptada en nume- contradicción señalada y a la nueva legislación
rosos fallos de la Ciudad de Buenos Aires7. psiquiátrica, como también a los importantes
Esta discusión no ha sido ignorada en los cambios de perspectiva que ésta introduce,
escasos intentos de reforma del Código Penal en particular a la desmanicomialización de
de 1921, todavía vigente. Por el contrario, en los pacientes. No obstante, han prevalecido
el último anteproyecto de reforma, en la ex- razones prácticas y el temor a dejar un vacío
que pueda dar lugar a escándalo mediático. Se
7 Cfr. Cámara Nacional de Casación Penal, Sala III, “An- ha tenido en cuenta que es innegable que en
tuña, Guillermo Javier s/recurso de casación”, voto mi- buena medida esta legislación psiquiátrica es
noritario de Ledesma, rta 13/09/10; Cámara Nacional de aún un programa que llevará algunos años
Casación Penal, Sala I, “Gómez, Gustavo Daniel s/recur- hasta verse convertido en realidad, no sólo
so de casación”, rta 13/04/10; Cámara Nacional de Casa-
ción Penal, Sala II, “Brois Montani, Jonathan Christian s/ por razones de infraestructura, sino también
rec. de casación”, reg. Nº 18.759, rta 22/06/11, voto de los por la necesidad de un cambio en la propia
jueces Yacobucci y Madueño; Cámara Nacional de Casa- cultura profesional y judicial. Se ha conside-
ción Penal, Sala IV, “Ruiz, Marcelo s/recurso de casación”, rado que dar todo esto por hecho, ignoran-
reg. Nº 14.309.4, rta 20/12/10, votos de los jueces Diez do los datos de la realidad, puede resultar
Ojeda y González Palazzo; Cámara Nacional de Casación
Penal, Sala I, Causa Nº 13.809, “Menéndez, Ariel Roberto riesgoso en varios sentidos, pues tampoco la
s/recurso de casación”, rta 7/12/10, voto de los jueces Ma- justicia civil tiene práctica en las decisiones
dueño y Rodríguez Basavilbaso; Cámara Criminal y Co- de esta naturaleza y, además, no podemos ig-
rreccional de la Capital Federal, Sala VI, Causa Nº 1799- norar que el texto regirá en todo el territorio,
2012, “CBJ s/medida de seguridad”, rta 28/11/12, voto de con organizaciones judiciales dispares9.
los jueces Lucini y Filozof; Cámara Criminal y Correccio-
nal de la Capital Federal, Sala V, Causa Nº 39.452 “A.R.G.
s/medida de seguridad”, rta 16/06/10, voto de los jueces 8 Anteproyecto de Código Penal de la Nación, 21 de
Mirta López González y Pociello Argerich; Cámara Na- marzo de 2015, pág. 126, Infojus. Disponible en http://
cional de Casación en lo Criminal y Correccional de la www.infojus.gob.ar/docs-f/anteproyecto/anteproyecto-
Capital Federal, Sala II, “Incidente de excarcelación en codigo-penal.pdf
autos Hugo Alberto Mosqueda s/robo”, reg. Nº 393/2015,
rta 02/09/15, voto de los jueces Niño, Días y Mahiques. 9 Ibidem.
26 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
10 Este fallo se encuentra comentado por mí, en He- 11 Corte IDH, Caso Ximenes Lopes v. Brasil. Sentencia
gglin (2009, 19-42). de 4 de julio de 2006. Serie C Nº 149.
Revista MPD § 27
María Florencia Hegglin
28 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
El mismo art. 34 establece que las causales psicosocial si el equipo interdisciplinario tra-
de inimputabilidad deben referirse al hecho tante advierte que se encuentra en situación
por el cual viene acusado, sin que pueda esta- de riesgo cierto o inminente, y siempre que
blecerse en función de un determinado diag- el juez que controla la internación, tras escu-
nóstico de padecimiento mental una declara- char a la persona y a su abogado, coincida en
ción de inimputabilidad genérica. la configuración del mencionado presupues-
En tercer lugar, corresponde destacar que to (artículos 20, 21 y 22); en la misma lógica,
el cese de la medida de seguridad y la exter- establece que “el alta, externación o permisos
nación de la persona o eventual derivación a de salida son facultad del equipo de salud que
una institución más adecuada a su problemá- no requieren autorización del juez” (artículo
tica depende de una decisión judicial, previo 23). Distinta es la situación que enfrentan las
dictamen de peritos (un psiquiatra y un psi- personas con discapacidad en el sistema pe-
cólogo) que indique que la persona dejó de nal, cuyos permisos de salida, externaciones o
ser peligrosa para sí o para terceros (art. 34, derivaciones deben esperar el dictamen favo-
inc. 1 del Código Penal y art. 23 de la Ley Na- rable del Cuerpo Médico Forense y del juez,
cional de Salud Mental), consolidándose, así, siempre que ellos se acuerden de supervisar el
un tratamiento jurídico más severo para las control de la medida.
personas con discapacidad psicosocial que el Las penosas condiciones en que se cum-
de por sí ya se admite para las demás personas plen las medidas de seguridad, por el solo
con discapacidad. Por lo demás, las medidas hecho de cumplirse en una unidad peniten-
de seguridad, en tanto no están condiciona- ciaria, deberían extremar las exigencias y los
das en su cese al dictamen favorable del equi- controles en los planes de externación que
po interdisciplinario tratante sino al criterio los equipos tratantes deberían realizar; por
judicial, no cumplen la condición de “recurso el contrario, se suman exigencias y dilaciones
terapéutico de carácter restrictivo” que “sólo manifiestamente improcedentes desde el de-
puede llevarse a cabo cuando aporta mayores recho a permanecer en libertad y del recono-
beneficios terapéuticos que el resto de las in- cimiento de su salud mental.
tervenciones realizables en su entorno fami- Sobre el punto, en el ámbito de la provin-
liar o social” (artículo 14 de la LNSM). cia de Buenos Aires, los organismos de moni-
En efecto, como se expuso, la Ley Nacio- toreo advierten que:
nal de Salud Mental admite la internación in-
voluntaria de una persona con discapacidad (Las personas con padecimiento mental)
son depositadas en unidades penitencia-
“nosotros sabemos que Villalba mató a Fernández”, a lo rias neuropsiquiátricas, las cuales –según
cual los investigadores les habían preguntado “¿cómo lo hemos constatado a lo largo de muchos
saben? ¿Ustedes los vieron pelear?”, y ellos respondie- años- no mantienen diferencias sustancia-
ron “Nosotros no los vimos, pero en la plaza los árboles les que las distingan del resto de las unida-
hablan”. Villalba murió en el pabellón psiquiátrirco de la des penitenciarias. En estas unidades se ha
Unidad, mientras yo preparaba la tercera apelación ante
la Corte Suprema de Justicia de la Nación cuestionan- constatado el mismo circuito de deterioro
do la medida de seguridad, por afectar el principio de subjetivo que en el resto de las unidades,
inocencia. Cfr. resolución dictada en la causa “Villalba, con la diferencia de que lo aplica sobre po-
Octavio s/ homicidio”, Juzgado de Instrucción Nº 40, blación con padecimiento mental y, por lo
resolución del 19/3/2007; Cámara Criminal y Correc- tanto, las consecuencias en las personas re-
cional, Sala I, causa 31.068, resolución del 13 de abril de
2007. En el mismo sentido, cfr. Caride (2013, 166 y ss). visten otra particularidad de mayor grave-
Revista MPD § 29
María Florencia Hegglin
dad aun (…) Se constató que las condicio- de análisis y reflexión sobre las consecuencias
nes materiales y el régimen de vida (mala que, en el sistema penal, ha de generar el nue-
alimentación, falta de abrigo, maltrato del vo enfoque social (no médico ni científico) no
personal penitenciario, hacinamiento, des- discriminador de la persona con discapaci-
vinculación familiar, uso del aislamiento dad psicosocial que la Convención impone14.
como sanción) propician la aparición de
brotes o excitación psicomotriz de las dete- III. Antecedentes del caso
nidas culminando con la aplicación sobre
ellas de psicofármacos inyectables o cha- Si bien, como iremos precisando, el caso
leco químico, previa reducción violenta y que presento no está justamente asociado a
sujeción mecánica con grilletes en la cama, una medida de seguridad por declaración de
deteriorándose rápidamente el cuadro clí- inimputabilidad del art. 34, inc. 1 del Código
nico de las personas detenidas13. Penal sino a una restricción de libertad im-
puesta como consecuencia de la suspensión
En ese contexto, estos organismos desta- del proceso por discapacidad psicosocial del
can la situación de la población que se en- imputado, entiendo que haber relevado la dis-
cuentra sin criterio para estar en una unidad cusión actual sobre las medidas de seguridad
psiquiátrica, que queda largo tiempo “a la es- permite tomar cabal comprensión de la grave-
pera de una respuesta judicial”. Las mismas dad de haberle impuesto este tipo de medida,
condiciones de detención y la demora en la así como anticipar su incorrección jurídica.
resolución de su medida comprometen cual- La imposición de una medida de seguri-
quier posibilidad de libertad y la protección dad a una persona que fue absuelta por decla-
de su salud mental. ración de inimputabilidad genera cuestiona-
A estas críticas formuladas desde el dere- mientos desde el principio de culpabilidad y
cho penal y los derechos humanos, corres- de legalidad y, por su carácter indefinido, crí-
ponderá sumar las que deberán surgir de con- ticas desde el principio de proporcionalidad.
frontar el sistema de medidas de seguridad También se ha llamado la atención sobre su
con el paradigma de la Convención sobre los apartamiento del derecho a la salud y de los
Derechos de las Personas con Discapacidad. derechos humanos que prioriza la Ley Nacio-
Nada se ha dicho todavía en el sistema penal nal de Salud Mental.
argentino sobre la CDPD. Los operadores y Estas críticas se potencian si hablamos de
académicos del derecho penal en esta materia una medida de seguridad impuesta tras una
todavía no la han aplicado, pese a que se trata resolución de suspensión del proceso penal o
de una convención con jerarquía constitucio- de sobreseimiento por igual motivo, sin nor-
nal y que impone una nueva perspectiva de ma que la habilite y en afectación al derecho
análisis. Es esperable y deseable que su con- a ser oído, al principio de inocencia y al dere-
solidación como instrumento internacional cho de defensa. Una medida que justificó su
impacte directamente en las futuras discusio- restricción de libertad en un ámbito carcela-
nes del derecho penal y genere una instancia rio, sin permitirle discutir no sólo si debía o
13 Informe anual de la Comisión Provincial por la Me- 14 Sobre el enfoque social de la discapacidad y la CDPD,
moria de la Provincia de Buenos Aires, 2015. Disponible cfr. Rosales (2012, 8-36), Palacios (2008, 472) y CorteI-
en http://www.comisionporlamemoria.org/comite/infor- DH, Caso Furlan y familiares v. Argentina. Sentencia de
mes/anuales/ANEXO%20II%20Informe_anual_2015.pdf 31 de agosto de 2012. Serie C No 246..
30 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
Revista MPD § 31
María Florencia Hegglin
con HIV y hepatitis)”, (iii) se trataba de una civil estaba en lo correcto, pero insistió en no
persona afectada en su salud mental encua- asumir la competencia de control de la medi-
drando, por consiguiente, en los parámetros de da que ellos mismos habían adoptado y le dio
la ley Nº 26.657 en cuanto sus derechos, y por intervención al Juzgado de Ejecución Penal. El
último, advertía (iv) que “en sus condiciones juez de Ejecución rechazó su intervención, con
actuales de tratamiento psiquiátrico en estado buenas razones, tras advertir que la interna-
de privación de libertad debería considerarse ción que se había ordenado en función de lo
seriamente su situación a la luz de lo previsto previsto en el art. 77 del CPPN no tenía ningu-
en el art. 33 de la ley Nº 24.660 (…) ya que sus na vinculación con las medidas de seguridad,
patologías actuales (en donde predomina el a las que hacen referencia los arts. 511 a 514
deterioro y no la descompensación) exigen ser del CPPN, que justificaran su competencia. El
atendidas en un medio apto para resocializarlo TOC 6 insistió en declinar su competencia y
y facilitarle una óptima posibilidad de recupe- trabó contienda, la que fue resuelta por la Sala
ración, no meramente de manera declarativa, I de la Cámara Federal de Casación Penal, el
si no de modo efectivo”. día 18 de septiembre de 2012, otorgándosele la
Luego, el TOC 6 convocó a una audiencia razón al juez de Ejecución.
en la que participaron el Fiscal, el abogado Mientras tanto, el proceso de deterioro de
particular, los médicos forenses y los peritos su salud física y mental fue avanzando con-
de parte, donde se habrían pedido precisio- forme había advertido el Dr. Castex. Así, los
nes a los peritos sobre sus conclusiones en los profesionales de la salud que trataban diaria-
informes. Sobre esta audiencia, debo señalar mente a Acosta en su unidad de detención ad-
que se realizó sin convocar ni oír al principal vertían al TOC 6 que (i) Acosta se encontraba
interesado, el señor Acosta. en condiciones psicofísicas de egresar del Com-
A continuación, el 13 de abril de 2012, el plejo Pentinenciario, (ii) que Acosta podía
TOC 6 suspendió el trámite y dispuso una “me- continuar “con su tratamiento en un disposi-
dida de seguridad” hasta tanto cesaran las ra- tivo de internación psiquiátrico que resultara
zones de peligrosidad para sí y para terceros; menos restrictivo de su libertad”, (iii) que pa-
en ese mismo acto hicieron cesar la detención decía su ansiedad y sufrimiento ante el temor
en carácter de prisión preventiva, la que a esas de no poder recuperar los vínculos en liber-
alturas ya registraba más de dos años. tad con su grupo familiar, teniendo en cuenta
A partir de allí empezó un nuevo periplo que seguía en detención de forma indefinida.
para Acosta, dirigido a determinar qué juez El 7 de mayo de 2013, más de un año después
debía controlar la medida de seguridad que de que se suspendiera el trámite y se impusiera
se cumplía en la Unidad Penitenciaria Nº 1, la medida de seguridad, el TOC 6 ordenó un
Ezeiza, en el HPC ala norte Prisma. Prime- nuevo examen para evaluar su capacidad pro-
ro, el TOC 6 dispuso que la medida debía ser cesal para estar en juicio. Los peritos del CMF
controlada por el juez titular del Juzgado Civil mantuvieron su criterio de incapacidad para
que, para entonces, ya había resuelto su inha- afrontar el debate y en cuanto a la peligrosidad,
bilitación en los términos del art. 152 bis inciso sólo destacaron riesgo de autogresión.
1, sin haber modificado su situación jurídica. El 15 de julio de 2014, un año y dos meses
El Juzgado Civil rechazó su intervención por después de la anterior evaluación, los jueces
cuanto el TOC 6 había impuesto una medida del TOC 6 ordenaron otro examen para eva-
de carácter penal, que debía ser controlada por luar la continuidad del proceso y de la medida
un juez penal. El TOC 6 admitió que el juez de seguridad. Los médicos forenses insistie-
32 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
ron en la posibilidad de Acosta de estar en Ezeiza, Acosta toma, por primera vez, contacto
juicio y resaltaron que el riesgo que presentaría personal con un juez, a quien le pidió su liber-
sería prevalentemente para sí y, eventualmen- tad y le informó sobre sus problemas de salud
te, para terceros. y la necesidad de mantener el vínculo con sus
Tras ello, los jueces no revisaron la dispo- hijos en un establecimiento menos intrusivo.
sición adoptada, ni siquiera revisaron sus pre- Y en respuesta, el 25 de junio de 2015, se
supuestos. Estos estudios se practicaron sin dispuso un nuevo examen por las autorida-
adoptar ningún criterio sobre la continuidad des del Cuerpo Médico Forense. La defensa
de la medida y del proceso, pese a que habían –para entonces ya se había designado defensa
transcurrido 2 años y 8 meses desde la resolu- oficial- propuso puntos de pericia vincula-
ción judicial anterior. dos al agravamiento de su salud como con-
Mientras tanto, los jueces del TOC 6 se- secuencia de la continuidad indefinida de
guían recibiendo los informes producidos por su encarcelamiento en una unidad peniten-
los médicos tratantes del SPF. Estos informes ciaria, que el equipo Prisma del CPF 1 había
advertían al tribunal sobre la continuidad del estado señalando. En ese examen, el Cuerpo
deterioro cognitivo, sobre la situación de in- Médico Forense concluyó, una vez más, que
certidumbre y desesperanza de Acosta, con las facultades mentales de Acosta no encua-
expresa recomendación de una internación draban en los parámetros de normalidad
menos restrictiva de su libertad, para con- (trastorno psicótico, deterioro cognitivo y
cluir ya en julio de 2014 que todo este cuadro trastorno de personalidad con compromiso
de situación de encarcelamiento indefinido le orgánico –neumopatías y nefropatías), que su
generaba graves repercusiones sobre su estado situación estaba comprendida en el art. 77, y
de salud mental y física, vinculando estos pro- que era irreversible. También, mencionó que
fesionales el empeoramiento a nivel psiquiátri- su peligrosidad se encontraba atenuada por
co con el empeoramiento a nivel clínico. el tratamiento que realizaba en condiciones
El 23 diciembre de 2014, dos años y diez de internación, sin perjuicio de que en los
meses después de la primera resolución de sus- fundamentos del informe habían descartado
pensión del proceso y de imposición de la me- cualquier forma de agresividad.
dida, y casi cinco años después de haber sido Ante ello, la defensa solicitó el sobresei-
detenido, los jueces del TOC 6 resolvieron re- miento y el cese de la medida de seguridad.
visar la situación judicial y la medida de segu- Invocó, no solo la falta de peligrosidad y agre-
ridad. Y pese a las advertencias de los médicos sividad señalada en los informes, sino ade-
tratantes, decidieron mantener suspendido el más la aplicación de la Ley Nacional de Salud
trámite de la causa y la medida de seguridad. Mental (arts. 14, 16, 20 y 21).
Invocaron el riesgo que presentaría para sí y, El Fiscal adhirió al pedido de sobresei-
eventualmente, para terceros y omitieron toda miento, pero solicitó que siguiera encarcelado
referencia a los informes de Prisma que daban en el Complejo Penitenciario Federal Nro. 1.
cuenta de su avanzado y progresivo deterio- Finalmente, el 7 de octubre de 2015, los
ro provocado por la angustia de un encarce- jueces resolvieron, tras trece años de proceso:
lamiento indefenido. Esta resolución, al igual
que la anterior, no fue precedida por un cono- “I) sobreseer a Hernán Gabriel Acosta del
cimiento personal por parte de los jueces. delito de robo agravado por haber sido
Seis meses después, el 23 de junio de 2015, cometido con perforación o fractura de
en una visita de los jueces de Ejecución al CPF puerta o ventana de un lugar habitado, en
Revista MPD § 33
María Florencia Hegglin
concurso real con lesiones graves, que con- y sin que Acosta hubiera tomado contacto
curren idealmente con resistencia a la auto- con un juez, en contradicción con princi-
ridad (…) y en orden al delito de homicidio pios constitucionales fundamentales de todo
calificado (…), II) mantener, como medida ciudadano argentino, que generó, además,
de seguridad terapéutica, la internación responsabilidad internacional del Estado en
psiquiátrica de Hernán Gabriel Acosta en tanto a través de sus representantes provocó
el Servicio Psiquiátrico del Complejo Peni- que su salud física y mental se hubiera dete-
tenciario Federal Nº 1 (Ezeiza) hasta tanto riorado severamente.
cesen las razones de peligrosidad por sí y Basta ver las líneas de tiempo que corres-
para terceros que justifiquen dicha inter- ponden a cada uno de los períodos de deten-
nación. III) dar inmediata intervención al ción, para resumir la gravedad de lo ocurrido.
Juzgado Nacional de Ejecución Penal que (ver cuadro 1 y 2)
corresponde por turno (…)”. Contra esa última resolución del TOC 6,
del 7 de octubre de 2015, la Defensoría ante
El sobreseimiento no se fundó en un jui- los Tribunales Orales en lo Criminal de la Ca-
cio de inimputabilidad por el hecho come- pital Federal Nº 16 interpuso recurso de ca-
tido sino, pura y exclusivamente, en una in- sación, cuyos agravios mantuve, amplié y de-
capacidad procesal para estar en juicio que sarrollé en la audiencia del art. 468 del CPPN
impedía, en resguardo del derecho de defen- ante la Cámara Nacional de Casación Penal
sa, continuar con el proceso penal en los tér- en la que intervine como Defensora Pública
minos del art. 77 del CPPN. Oficial de Acosta.
Se mantuvo, así, una medida de seguridad A continuación, voy a presentar los ar-
que supuso la continuidad de un período de gumentos desarrollados en esa audiencia, en
detención de 11 años y 5 años, sin condena tanto críticas realizadas a la última resolución
Cuadro 1
Prisión preventiva M. de S.
art. 77 CPPN
2002 2004 2006 2008
34 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
Cuadro 2
Prisión preventiva M. de S. M. de S.
(art. 77 CPPN) (art. ????)
2010 2012 2014 2016
que mantuvo la medida de seguridad tras dic- IV.1. El carácter punitivo de la medida
tar el sobreseimiento de Acosta. Sin perjuicio de seguridad
de ello, y en tanto esa medida de seguridad no
se impuso por primera vez en esa resolución En primer lugar, debe destacarse que la re-
cuestionada sino que reconocía un antece- solución cuestionada en el recurso de casación
dente de más de once años de abusos y arbi- supuso mantener una medida de seguridad
trariedades, muchas de estas críticas se exten- restrictiva de la libertad que, por definición, es
dieron a la medida impuesta previo a dictar el coactiva y, en tanto ejercicio del ius puniendi
sobreseimiento y sobre la base de lo dispuesto estatal, es punitiva. Está claro que la confor-
en el art. 77 del CPPN y a la equivocada lectu- midad del destinatario no es presupuesto de la
ra que de esa norma hizo el TOC 6 a lo largo aplicación de una medida de seguridad, lo que
de esos once años de privación de libertad en equivale a decir que el Estado las impone por la
un establecimiento penitenciario, en cumpli- fuerza y, por más que el tribunal haya preten-
miento de una medida de seguridad absolu- dido enmascararla bajo el título de “medida de
tamente contraria a la ley, a la CN y a todos seguridad terapéutica”, este título nada le quita
los pactos internacionales, entre ellos y muy a su condición de castigo.
particularmente, a la Convención sobre los La imposición de esa medida de seguri-
Derechos de las Personas con Discapacidad. dad, en su condición de restricción de la li-
bertad de carácter penal, permitió a las au-
IV. Críticas a la resolución que dictó un toridades judiciales mantener a Acosta en
sobreseimiento por incapacidad procesal una unidad penitenciaria con todo lo que
para estar en juicio e impuso una medida esta clase de restricción de la libertad supone
de seguridad. Críticas a la medida de se- para una persona, y en donde, como advierte
guridad, sin resolución de sobreseimien- Ferrajoli (1989, 782) se consuma una doble
to, que se cumplió durante once años, tras violencia institucional: cárcel más manico-
suspender el proceso (art. 77 del CPPN) mio. Quienes conocemos como operadores
Revista MPD § 35
María Florencia Hegglin
judiciales, internos o familiares el ala norte la salud física y mental de Acosta, que formu-
del Hospital Penitenciario Central (HPC) del laba el equipo tratante, fueron desoídas frente
Complejo Penitenciario Federal Nº 1, donde a las conclusiones del Cuerpo Médico Forense
funciona Prisma, sabemos perfectamente que en las que se señalaba “riesgo prevalentemente
entre ese sector y los demás sectores del Com- para sí y, eventualmente, para terceros” o “peli-
plejo Penitenciario no hay diferencias. Todos grosidad atenuada por el tratamiento que rea-
los internos y los familiares tienen regladas lizaba en condiciones de internación”.
sus vidas a las condiciones que impone el
Servicio Penitenciario Federal, desde las ac- IV.2. Falta de adecuación de la medida
tividades, las requisas y el régimen de visitas de seguridad con la LNSM
donde la seguridad se antepone a lo sanitario.
Si bien ese módulo cuenta con un servicio En segundo lugar, también se llamó la aten-
de atención en salud mental personalizado ción sobre la falta de adecuación de la restric-
(Prisma), la atención prestada siempre está ción de libertad impuesta con posterioridad al
sujeta a las reglas del Servicio Penitenciario sobreseimiento, pero, también, antes mientras
Federal. Por lo demás, debe tenerse presen- el proceso se mantuvo suspendido en los tér-
te, como muestra de que ese módulo no deja, minos del art. 77 del CPPN, con las disposicio-
bajo ningún punto de vista, de ser una cár- nes de la Ley Nacional de Salud Mental.
cel, que allí conviven todas las personas con Esta ley no sólo prevé que la internación
padecimiento mental, hayan sido condena- deba ser considerada como un recurso tera-
dos, estén procesados con prisión preventiva, péutico excepcional y de carácter restrictivo,
cuenten con un proceso penal suspendido o que sólo puede llevarse a cabo cuando aporte
hayan sido declarados inimputables con me- mayores beneficios terapéuticos que el resto
didas de seguridad, o hayan sido sobreseídos de las intervenciones (arts. 14 y 20), sino que,
por otra causal y se haya dispuesto una medi- además, en esa línea, prevé la posibilidad de
da de seguridad no reglada, como se le había que las personas internadas coactivamente
impuesto a Acosta. puedan gozar de permisos de salida, de deri-
Más allá del lugar donde se cumple la me- vación o externación por sola disposición del
dida de seguridad, lo cierto es que el carácter equipo tratante, sin necesidad de contar para
punitivo surge de forma palmaria de los presu- ello de una autorización judicial (art. 23). Y
puestos tenidos en cuenta por el tribunal a la esta disposición debió regir la internación de
hora de evaluar su imposición. En efecto, a la Acosta, aun cuando se cumpliese en una cár-
hora de considerar su necesidad, siempre se cel y bajo el título “medida de seguridad”.
priorizaron razones preventivas sobre el dere- Si bien la Ley Nacional de Salud Mental
cho a la salud de la persona afectada. El dere- no fue evaluada en la resolución impugnada
cho a la salud, que es reconocido en el art. 12 –el tribunal no la consideró, pese a los recla-
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y mos de la defensa-, se suele invocar su art. 23
Políticos como “el derecho de toda persona al como argumento para excluir a las medidas
disfrute del más alto nivel posible de salud fí- de seguridad de las disposiciones de la ley. Sin
sica y mental”, fue desconocido abiertamente, embargo, debe atenderse –como se expuso-
anteponiéndose supuestos motivos preventi- que esa norma no excluye a las medidas de
vos que tampoco estaban debidamente funda- seguridad del conjunto de derechos que prevé
dos ni surgían de las constancias de la causa. en resguardo de las personas con discapaci-
Las advertencias sobre el deterioro que sufría dad que sufren un proceso de internación. Ese
36 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
artículo sólo “exceptúa” de las regulaciones a suspensión del trámite del proceso impedirá
“las internaciones realizadas en el marco de lo la declaración indagatoria o el juicio, según
previsto en el artículo 34 del Código Penal”. el momento en que se ordene, sin perjuicio
En definitiva, la única medida de segu- de que se averigüe el hecho o se prosiga aquel
ridad que la Ley Nacional de Salud Mental contra los demás imputados. Si curare el im-
excluye del régimen general, que deja la ex- putado, proseguirá la causa a su respecto.
ternación o derivación a criterio del equipo En esta norma, el legislador reguló la si-
tratante, es la única posible conforme nuestro tuación del imputado que no cuenta con con-
CP: la medida de seguridad del art. 34 del CP. diciones psicosociales para afrontar la acusa-
En consecuencia, la “medida de seguridad” ción, pero lo hizo en exclusiva referencia al
impuesta por el tribunal sobre la base de una supuesto de incapacidad que sobreviene al
norma de carácter procesal, como es el art. 77 inicio del proceso.
del CPPN (que tampoco se refiere, como vere- Por otro lado, corresponde señalar que el
mos, a la posibilidad de aplicar una “medida art. 77 no se refiere a la misma capacidad de
de seguridad”) y, luego, sin base normativa, comprensión que se menciona en el art. 76 del
al dictar el sobreseimiento, debió regirse por CPPN. El art. 76 se refiere a la capacidad de
las disposiciones de la Ley Nacional de Salud comprender la criminalidad del acto, que pre-
Mental. Desde el 10 de diciembre del 2010 en supone el juicio de imputabilidad; el art. 77,
adelante en que se sancionó la ley, el criterio de por su parte, se refiere a la capacidad procesal
derivación y externación que los profesionales para estar en juicio, pero con expresa men-
de la salud de Prisma informaron al tribunal ción de la incapacidad sobreviniente, esta es,
debió regir la solución del caso, conforme una la incapacidad procesal que sobreviene al ini-
lectura respetuosa de la legalidad y del derecho cio del proceso. El imputado inicia el proceso
a libertad (arts. 7. 2 y 3 de la Convención Ame- en condiciones, pero durante su desarrollo
ricana sobre los Derechos Humanos). Lejos de deja de estar en condiciones de afrontarlo.
ello, el tribunal directamente lo ignoró. En ese sentido, conviene precisar de qué se
está hablando cuando la ley se refiere a “incapa-
IV.3. Afectación al principio de legali- cidad mental del imputado” (art. 77 del CPPN)
dad. El estándar de la CSJN y la doctrina procesal, a la “incapacidad proce-
sal para estar en juicio” (Maier 1996, 202)15.
En el Código Procesal Penal de la Nación Sobre el punto, Castex destaca que:
hay una única norma que regula el supuesto
en que el imputado no cuenta con condiciones La capacidad de un imputado para estar en
psicosociales para afrontar a la acusación en un juicio, inquiere sobre el ahora en el inicio
juicio oral, y lo hace de un modo insuficiente y del proceso, mientras que la determinación
contradictorio con otras normas del sistema. de la culpabilidad o inculpabilidad por ra-
El art. 77 regula que, si durante el pro- zones psíquicas remite necesariamente en
ceso sobreviniere la incapacidad mental del el pasado, a la conducta que, enrostrada,
imputado, el tribunal suspenderá la tramita- funda el procedimiento (Castex 2007, 24).
ción de la causa y, si su estado lo tornare pe-
ligroso para sí o para los terceros, ordenará
la internación de aquel en un establecimiento
adecuado, cuyo director informará trimes- 15 Maier señala que “la capacidad para estar en juicio, esto
es, la capacidad para ser imputado en un procedimiento
tralmente sobre el estado del enfermo. La penal, representa universalmente un presupuesto procesal”.
Revista MPD § 37
María Florencia Hegglin
Así, pues, no se trata de determinar la im- acusado haya participado, y una declaración
putabilidad penal de una persona (si tiene o de inimputabilidad. Para ello, será necesario
no capacidad de culpabilidad en relación con además que el acusado pueda controvertir la
el hecho investigado). Se trata de averiguar si acusación y desarrollar su defensa.
la persona acusada está en condiciones de ser La Corte Suprema de Justicia de la Nación,
sometida a investigación o enjuiciamiento, con en el fallo “RMJ” y ya desde antes, en el fallo
independencia de si en el momento de reali- “Tufano” del 27 de diciembre de 2005, ha de-
zarse el hecho investigado esa persona era o no jado debidamente establecido que las personas
imputable; en definitiva, si cuenta o no con las con padecimientos mentales, especialmente
condiciones definidas como “capacidad de au- cuando son recluidos coactivamente sin dis-
todefensa” o, lo que en el derecho anglosajón tinción del motivo de su internación, son titu-
se conoce como, “competence to stand trial” lares de un conjunto de derechos fundamenta-
(Grima Lizandra 2010, 67-84). O, en otras les, como el derecho a la vida y a la salud, a la
palabras, si cuentas con los medios y las con- defensa y al respeto de la dignidad, a la liber-
diciones necesarias para ejercer su defensa en tad, al debido proceso, entre tantos otros.
paridad de condiciones con los acusadores16. Conforme advirtió la Corte Suprema, es-
Ahora bien, el art. 77 del CPPN prevé que el tas reglas deben ser observadas, con mayor
juez o tribunal no sólo se encuentran facultados razón, en los procesos en los que se plantea
para suspender el trámite, sino que, además, se una internación psiquiátrica coactiva en vir-
encuentran autorizados a imponer una interna- tud del estado de vulnerabilidad, fragilidad,
ción “si su estado lo tornare peligroso para sí o impotencia y abandono en el cual se encuen-
para terceros”. Una interpretación constitucio- tran frecuentemente quienes son sometidos a
nal del texto, sólo habilita la imposición de una tratamientos de esta índole, erigiéndose, por
medida de internación encauzada bajo las pau- ende, como esencial el control por parte de
tas de internación y externación del sistema civil los magistrados en que aquélla se desarrolla17.
y de la Ley Nacional de Salud Mental. Más recientemente, en el fallo “Antuña”,
En efecto, como se expuso en el capítulo volvió a sostener que:
precedente, desde el principio de legalidad, la
única medida de seguridad posible (aunque La garantía del debido proceso que rige
también discutible desde su constitucionali- para toda privación de libertad en virtud
dad) es aquella prevista en el art. 34, inc. 1 del del art. 18 de la CN adquiere un vigor espe-
CP que reconoce una resolución judicial en la cial cuando la razón que motiva el encierro
que se haya demostrado la comisión de un he- es la incapacidad psíquica de la persona de
cho típico y antijurídico, en cuya ejecución el cuya libertad se dispone18.
16 Por una cuestión de espacio, no voy a desarrollar el Insistió en que toda internación, sea de
tema, pero entiendo que una interpretación del art. 77 origen civil o penal, debe ser evaluada en rela-
adecuada a la CDPD no debe ceñir el análisis al diagnós- ción con su oportunidad, limitación temporal
tico de discapacidad, sino que debe atender a la persona y
a su contexto. Hay personas con discapacidad psicosocial y condiciones de ejecución.
que pueden afrontar un juicio, dándosele herramientas
de accesibilidad que faciliten su participación y la posi- 17 CSJN, “Tufano Ricardo s/internación”, rta 27/12/2005,
bilidad de discutir la acusación, pero otras que no, ya sea Fallos 328:4832, considerando 4.
porque no se le proveyeron esas herramientas o porque,
aún en ese caso, no están en condiciones de afrontar su 18 CSJN, “Antuña Guillermo Javier s/ causa nº 12.434”,
defensa en paridad con los órganos del Estado. rta 13/11/2012. Fallos 335:2228.
38 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
En ese mismo fallo, la CSJN, aun cuando y en resguardo del derecho de defensa, que la
reconoció la legitimidad de las medidas de persona cometió un injusto penal y que por
seguridad previstas para personas con pa- éste, sino hubiera sido declarado inimputable,
decimientos mentales, sólo reconoció la le- habría podido ser objeto de una pena privati-
gitimidad de las medidas de seguridad para va de libertad.
personas declaradas inimputables por haber En el caso comentado, la medida de se-
cometido un “ataque ilícito”. guridad no fue consecuencia de una decla-
Además, en miras de restringir su aplica- ración de inimputabilidad por el hecho co-
ción, en este mismo fallo la Corte fijó pautas metido, ni tampoco se impuso tras haberse
para asegurar una limitación temporal, pero determinado que Acosta cometió alguno
además para acotar su imposición a los casos de los hechos imputados, que esos hechos
en que se haya demostrado: superaban el control de tipicidad y antijuri-
dicidad, ni que hubiese actuado por alguna
Con los estándares probatorios y de contra- otra excusa que lo hiciera inimputable. Me-
dicción propios del proceso penal de que el nos aún se analizó, si en el caso no habría
imputado ha cometido un ataque ilícito, que merecido una pena en suspenso teniendo en
no ha obrado en virtud de alguna justifica- cuenta que estuvo más de 11 años privado
ción o excusa y que por él habría podido ser de su libertad, sin contar con antecedentes
objeto de una pena privativa de la libertad si penales; incluso, aun cuando hubiera sido
no hubiera sido incapaz de culpabilidad. En condenado a una pena de efectivo cumpli-
ausencia de una determinación así, no esta- miento por el delito de homicidio simple, ya
ría justificado someter al incapaz a la mayor había agotado el mínimo de ocho años de
severidad que distingue al régimen penal de prisión que por ese delito se establece.
medidas de seguridad19. En resumen, la medida de seguridad im-
puesta tras el sobreseimiento contradijo el
Tal como se estableció en “Tufano” y principio de legalidad (art. 18 CN, 9 de la
“RMJ”, estas exigencias marcan la necesi- CADH y 15 del PIDCyP) y las disposiciones
dad de asegurar un reconocimiento pleno a del art. 7.2 y 7.3. de la CADH, en tanto se
las garantías constitucionales de las perso- impuso una medida penal restrictiva de la
nas que padecen una discapacidad psíquica libertad que no se encuentra regulada en el
y que se encuentran sometidas a proceso, Código Penal.
con la consecuente obligación de analizar, Pero la medida de seguridad que antece-
en el caso concreto, los presupuestos del art. dió al sobreseimiento, también contradijo
34, inc. 1 del CP. Conforme el criterio de la los principios citados en tanto tampoco se
Corte, la única medida de seguridad que ha encuentra regulada en la legislación penal; y
sido reafirmada por la CSJN, con restriccio- si su imposición estuvo dirigida a asegurar
nes y limitaciones, es la medida de seguridad la realización de un proceso, que paradóji-
prevista en el art. 34, inciso 1 del CP cuando camente se encontraba suspendido; en su
se declaró la inimputabilidad de la persona condición de medida cautelar de 11 años y 5
previo haberse demostrado, además, que en meses, se apartó además de las exigencias de
cumplimiento de las reglas del contradictorio, proporcionalidad que deben respetar las me-
didas cautelares (arts. 7.2 y 7.3 de la CADH).
19 Dictamen del PGN, cuyos fundamentos y conclusiones
comparten los jueces Lorenzetti, Fayt, Maqueda y Zaffaroni.
Revista MPD § 39
María Florencia Hegglin
40 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
dad penitenciaria, en las mismas condiciones La afectación al derecho a ser oído fue evi-
que de haber sido condenada. dente y la discriminación por discapacidad,
Como vimos, la Corte Suprema, exigió en también. Nadie dudaría en descalificar una pena
“Antuña” que, previo a imponer una medida impuesta (no ya tras un sobreseimiento o sin jui-
de seguridad (art. 34, inciso 1 CP), se analice cio) sin que el Juez tome contacto con el imputa-
do; sin embargo, nadie dudó, en este proceso, en
[…] con los estándares probatorios y de mantener una medida de seguridad de 11 años y
contradicción propios del proceso penal 5 meses de duración, sin siquiera conocerlo21.
que el imputado ha cometido un ataque ilí-
cito, que no ha obrado en virtud de alguna 21 Tiempo atrás, en España, se dio una discusión pare-
justificación o excusa y que por él habría cida en la que el profesor Enrique Bacigalupo participó
podido ser objeto de una pena privativa como Juez del Tribunal Supremo Español, en defensa de
de la libertad si no hubiera sido incapaz los derechos de las personas con padecimiento mental a
quienes, sin poder ejercer el derecho de defensa, se les
de culpabilidad. En ausencia de una de- suspendía el proceso y se les aplicaba una medida de
terminación así –dijo la CSJN- no estaría seguridad. Vale señalar que, en ese país, a diferencia de
justificado someter al incapaz a la mayor nuestro CPPN, la solución legislativa incluye, expresa-
severidad que distingue al régimen penal mente, la posibilidad de imponer una medida de seguri-
de medidas de seguridad20. dad de carácter penal fundada en la peligrosidad del suje-
to, a aquellas personas respecto de las cuales se suspendió
el trámite por falta de capacidad procesal. La Ley de En-
Volviendo a nuestro caso, advertimos que, si juiciamiento Criminal remite a la medida de seguridad
bien el proceso penal se suspendió en resguardo prevista como consecuencia de una declaración de inim-
supuestamente del derecho de defensa, paradó- putabilidad (cfr. Art. 383-1 de la Ley de Enjuiciamiento
jicamente, medió una ostensible afectación a ese Criminal, y Grima Lizandra 2010). En esa discusión, el
Juez Bacigalupo coincidió con los demás jueces en que
derecho, como al derecho a ser oído y, funda- “la celebración del juicio dado el estado del proceso de
mentalmente, al principio de inocencia. discapacidad en que el imputado se encontraba le había
En 13 años que duró su proceso, el señor colocado en una posición de absoluta inferioridad e in-
Acosta nunca tomó contacto con los jueces del defensión para afrontar un juicio de tan extraordinaria
Tribunal que le impusieron, durante 11 años importancia para el mismo –acusado de un delito de ase-
sinato, había dado 28 puñaladas a la víctima- lo que ha
y 5 meses, una medida de seguridad. No hay supuesto clara y terminantemente infracción al derecho
referencia en las distintas resoluciones sobre de tutela efectiva en el ejercicio de su derecho a defender-
manifestaciones de Acosta. Se escuchó a abo- se y consecuentemente a no sufrir indefensión, así como
gados, fiscales y peritos, pero jamás se entre- su derecho a un juicio justo.” Agregaron que, también,
vistó a Acosta, en una evidente demostración se había quebrantado el principio de igualdad de armas.
Y tras ello, impugnó las medidas de seguridad impuesta
de discriminación por su discapacidad psico- en consecuencia, para lo cual señaló que las medidas de
social. Él recién fue recibido por un juez el día seguridad son consecuencias penales que exigen constatar
de su audiencia, en abril de 2016, en la Sala no sólo si el acusado presenta peligrosidad que justifique
1 de la Cámara Nacional de Casación Penal, la medida, sino, además, con carácter previo, si es autor
donde contestó preguntas de los jueces sobre de una acción típica y antijurídica. Ello sólo puede demos-
trarse en un juicio celebrado con todas las garantías. En
sus condiciones de vida en la unidad, sobre el resumen, resulta imposible realizar el juicio por falta de
estado de su salud, su tratamiento y su familia. capacidad procesal del imputado, pero tampoco resulta
posible la imposición de una medida de seguridad, pues-
to que, para su aplicación, resulta imprescindible la reali-
20 Dictamen del PGN, cuyos fundamentos y conclu- zación de un juicio en el que se demuestre la materialidad
siones comparten los jueces Lorenzetti, Fayt, Maqueda del hecho y la participación del imputado en su ejecución
y Zaffaroni. (Cfr. STS 2265/1993, publicado en el centro de docu-
Revista MPD § 41
María Florencia Hegglin
42 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
esta consecuencia jurídico penal, sino razones rosos informes médicos obrantes en la cau-
preventivas estrictamente vinculadas a la dis- sa, lo que dejaba en evidencia el cinismo del
capacidad mental y, en esas condiciones, es tribunal al calificar la restricción de libertad
evidente que la medida de seguridad contradice como una “medida de seguridad terapéutica”;
abiertamente los términos de la CDPD, en tanto (iv) la situación integral de Hernán Acosta
prohíbe toda restricción de la libertad fundada en tanto persona que requería un tratamien-
en la discapacidad (art. 14.2 de la CDPD). to psicofísico adecuado a la problemática de
Por ello, las medidas de seguridad son hoy HIV, hepatitis, sirrosis y sucesivos cuadros
duramente cuestionadas por el Comité sobre infecciosos que sufría, lo que exigía, desde el
los Derechos de las Personas con Discapaci- derecho a la salud, la obligación del Tribunal
dad, en los últimos informes de países24, en de ponderar alternativas adecuadas a su esta-
los que, directamente, se recomienda la eli- do de salud; (v) los vínculos familiares que se
minación de las medidas de seguridad que habían mantenido a lo largo de todo su encar-
involucran restricción de libertad compulsi- celamiento; su grupo familiar integrado por
va en instituciones psiquiátricas, con expresa su madre, su padre y sus dos hijos lo habían
advertencia y preocupación sobre la indeter- acompañado durante todo su tiempo en pri-
minación temporal que las caracteriza y la fal- sión; (vi) los informes elaborados, no ya por los
ta de garantías procesales en el sistema penal médicos tratantes sino por los profesionales del
que las aplica y regula. CMF y los peritos de parte. En esos informes,
no se invocaba un estado de peligrosidad que
IV.6. Arbitrariedad de la resolución. Falta exigiera permanecer bajo el régimen de segu-
de tratamiento de argumentos conducentes ridad de una medida de seguridad penal, sino
que en las conclusiones los médicos referían
Por último, destaqué la arbitrariedad de la “un deteriorio cognitivo y un trastorno de
resolución cuestionada por cuanto los jueces personalidad con intercurrencias somáticas
habían mantenido la medida de seguridad sin severas (nefropatía y neumopatía)” y a ello,
ponderar (i) los cuestionamientos introdu- agregaban que “su peligrosidad atenuada por
cidos por la defensa en su pedido de sobre- el tratamiento que realiza en condiciones de
seimiento y cese de la medida de seguridad; internación”, a lo que debe sumarse que en el
(ii) que esta medida de seguridad se venía cuerpo del informe se precisaba que “no se
aplicando hacía 6 años ininterrumpidamente, detectan (detectaban) signos y/o síntomas de
y hacía 11 años si considerábamos el tiempo agresividad en el monto del examen”. En re-
anterior y, además, de manera indefinida, lo sumen, no se describe una situación de riesgo
que la transformaba en una medida no sólo o peligrosidad cierta e inminente que justi-
lesiva de los principios mencionados, sino ficara una medida restrictiva de su libertad,
además desproporcionada si ponderamos sólo se hablaba de peligrosidad atenuada por
que había superado con creces la pena míni- el tratamiento que realiza en internación, lo
ma de la figura básica de homicidio; (iii) que que eventualmente podía motivar un nuevo
esa medida de seguridad había contribuido examen del equipo interdisciplinario de un
en el agravamiento de sus condiciones físicas hospital general o del Hospital Borda para
y mentales, teniendo en cuenta los nume- que, en los términos del art. 21 de la LNSM,
se evaluara una internación en algunos de
esos hospitales y bajo el control de interna-
24 CRPD/C/ECU/CO/1, Ecuador, del 27/10/2014, pár. 28,
CRPD/C/BEL/CO/1, Bélgica del 28/10/14, pár. 28. ción de la justicia civil; (vii) tampoco se pon-
Revista MPD § 43
María Florencia Hegglin
deraron los lineamientos fijados por la LNSM, damente tomados en cuenta los alegatos de
que habían sido introducidos en el pedido de las partes y que el conjunto de pruebas ha
cese, los que debían ser evaluados a la hora de sido analizado. Asimismo, la motivación de-
ponderar la pertinencia de continuar con la muestra a las partes que éstas han sido oídas
medida de seguridad restrictiva de la libertad y, en aquellos casos en que las decisiones son
por razones de salud mental. recurribles, les proporciona la posibilidad de
Esta falta de tratamiento de argumentos criticar la resolución y lograr un nuevo exa-
conducentes hacía de la resolución, una re- men de la cuestión ante las instancias supe-
solución arbitraria. La falta de tratamiento de riores. Por todo ello, el deber de motivación
aspectos conducentes para la evaluación de la es una de las “debidas garantías” incluidas
medida de seguridad configuraba una afecta- en el artículo 8.1 de la Convención para
ción al derecho de defensa, en cuanto incluye salvaguardar el derecho a un debido proce-
el derecho de obtener una resolución fundada so”. (sin destacar en el original).
que aborde los planteos formulados.
Por todo ello, el fallo era inválido a la luz de
la jurisprudencia de Fallos: 328:121, en la que IV.7. Petitorio final
el máximo Tribunal de garantías se refiriera a
la necesidad de dar respuesta a todas las alega- En definitiva, solicité que se casara la re-
ciones conducentes de la defensa. Esa doctrina solución impugnada en los puntos contro-
está en línea con la jurisprudencia interameri- vertidos (puntos I y II de la resolución) y se
cana sobre el deber de motivación y su relación dispusiera el inmediato cese de la medida de
con el derecho a ser oído (art. 8.1 CADH). En seguridad, debiéndose disponer el traslado de
efecto, la ausencia de respuesta a lo argumen- Hernán Acosta al Hospital Pirovano, siguien-
tado por esta parte es la prueba cabal de la falta do las recomendaciones del equipo tratante del
material de atención a lo argüido. equipo Prisma del CPF 1, conforme el último
Al respecto, vale la pena rememorar que la informe que en esa audiencia acompañé, para
Corte Interamericana de Derechos Humanos un adecuada evaluación interdisciplinaria en
en la sentencia Tristán Donoso v. Panamá25, la que se evaluara la posibilidad de una inter-
reiterando la doctrina sentada en Apitz Bar- nación en los términos del art. 20 de la LNSM.
bera26, sostuvo que:
V. La resolución dictada por la Sala 1
153. El Tribunal ha resaltado que las deci- de la Cámara Nacional de Casación en
siones que adopten los órganos internos, los Criminal y Correccional de la Ca-
que puedan afectar derechos humanos, pital Federal27
deben estar debidamente fundamentadas,
pues de lo contrario serían decisiones arbi- El 24 de mayo de 2016 la Sala 1 de la Cá-
trarias. En este sentido, la argumentación mara Nacional de Casación en lo Criminal y
de un fallo debe mostrar que han sido debi- Correccional de la Capital Federal, integrada
en esa oportunidad por los jueces Garrigós de
25 Corte IDH, Tristán Donoso v. Panamá. Sentencia de
27 de enero de 2009. Serie C Nº 193.
27 La audiencia oral y pública ante la Cámara, donde se
26 Corte IDH, Caso Apitz Barbera y otros (“Corte Pri- desarrollaron los argumentos expuestos, se celebró el día
mera de lo Contencioso Administrativo”) vs. Venezuela. 21 de abril de 2016. La resolución se dictó el día 24 de
Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C Nº 182. mayo y se encuentra registrada bajo el número 391/2016.
44 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
Rébori, Bruzzone y García, resolvió “I.) CASAR Entonces, y sin perjuicio de la ausencia de
los puntos dispositivos II y III del auto decisorio jurisdicción ya apuntada, cualquier me-
(…) en cuanto fueron materia de recurso, sin dida de seguridad que ahora se preten-
costas (…)”; II.) ENCOMENDAR al Tribunal da mantener con remisión al artículo 34,
Oral en lo Criminal Nro. 6 que arbitre los me- inciso 1 del CP, lo es sin cauce legal, por
dios necesarios para que Hernán Gabriel Acosta cuanto el supuesto liberatorio no es aquél
sea trasladado al Hospital General de Agudos, que comprende esta posibilidad (art. 336,
Dr. Ignacio Pirovano, en el término de veinti- inc. 5, CPPN). Es que la razón que lleva al
cuatro (24) horas, a partir de lo cual cesará la in- mencionado a requerir este tipo de asisten-
tervención de la justicia penal (ley 26.657) (…)”. cia médica, no deriva de un conflicto con
En sus considerandos, la jueza Garrigós de la ley penal.
Rébori expresó:
El juez Bruzzone adhirió a la solución pro-
[…] advierto que la controversia es en par- puesta por la jueza Garrigós de Rébori.
te similar en las que me tocó intervenir El juez García, por su parte, dijo:
como jueza de la Cámara Nacional de Ape-
laciones en lo Criminal y Correccional28. […] La cuestion a decidir es, en rigor, si
A mi modo de ver, desde el momento en existe base legal para que el tribunal oral
que adquirió firmeza la decisión median- dispusiese mantener la internación de Her-
te la cual se sobreseyó al imputado, cesó la nán Gabriel Acosta en una división psi-
jurisdicción del juez penal y, en consecuen- quiátrica del Servicio Penitenciario Federal
cia, en casos como el presente, correspon- y la respuesta es negativa.
de dar intervención a la justicia civil, que, Toda internación en una institución psi-
además, por razones de especificidad, es la quiátrica cerrada, de la que la persona
que mejor podrá evaluar y tomar las medi- internada no puede salir por su propia
das más eficaces para contribuir a revertir voluntad es una restricción de la libertad
el cuadro de Acosta. física que sólo puede ser dispuesta si existe
Digo que es en parte similar, pues en este una ley que la autorice, si ésta persigue una
caso la incapacidad del acusado es sobrevi- finalidad legítima, si se presenta el supues-
niente e irreversible. Véase, que la desvin- to de hecho definido en esa ley, y en la me-
culacion dispuesta lo fue en los términos dida estrictamente necesaria exigida por la
del inciso 1 del art. 336 del ordenamiento finalidad legítima perseguida por esa ley.
procesal, es decir, porque “…la acción pe- Rigen el caso el art 19 CN, y los artículos
nal se ha extinguido…”. 7.1 7.2 CADH y 9.1 PIDCP (…).
Sobre este punto, no puedo dejar de aten- En la decisión no se cita ninguna disposi-
der que el artículo 335 del mencionado or- ción legal que autorice a prolongar la inter-
denamiento expresamente dispone que “el nación de Hernán Gabriel Acosta.
sobreseimiento cierra definitiva e irrevoca- A este respecto destaco que, puesta que se
blemente el proceso con relación al impu- ha seguido una vía sustantiva sobre la per-
tado a cuyo favor se dicta…”. secución penal que no implica declaración
de inimputabilidad, la decisión no podría
apoyarse en el art. 34, inciso 1, párrafo se-
28 CCC causa Nº 41.318 (10.745/2010) “Arebalo, Mila- gundo, CP. Tampoco podría apoyarse en
gros Elizabeth”, Sala V, del 18/5/2001, CCC 24.233/2012,
Sala VI, del 12/11/2013. el art. 77 CPPN, sobre cuya base se había
Revista MPD § 45
María Florencia Hegglin
46 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
intervención penal, en contra del mandato del dicciones y falencias del sistema de medidas de
art. 14 de la Convención sobre los Derechos seguridad. Buenos Aires: Ed. Del Puerto.
de las Personas con Discapacidad, que impone
al Estado argentino el deber de asegurar “que Hegglin, María Florencia. 2009. “El caso
las personas con discapacidad, en igualdad de ‘Ximenes Lopes vs. Brasil’: leading case de la
condiciones con las demás: 1. Disfruten del de- Corte Interamericana en materia de derechos
recho a la libertad y seguridad de la persona; fundamentales de los enfermos mentales pri-
2. No se vean privadas de su libertad ilegal o vados de libertad”. En: Derecho Internacional
arbitrariamente y que cualquier privación de de los Derechos Humanos. Análisis de los están-
libertad sea de conformidad con la ley, y que dares del sistema interamericano, 19-42. Bue-
la existencia de una discapacidad no justifique, nos Aires: Ministerio Público de la Defensa.
en ningún caso, una privación de la libertad”. Disponible en http://www.mpd.gov.ar/pdf/
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Sentencia de 4 de julio de 2006. Serie C No. 149. “CBJ s/medida de seguridad”, rta 28/11/12,
voto de los jueces Lucini y Filozof.
Corte IDH, Caso Tristán Donoso v. Panamá.
Sentencia de 27 de enero de 2009. Serie C No. 193. Cámara Nacional de Casación en lo Cri-
minal y Correccional de la Capital Federal,
Corte IDH, Caso Apitz Barbera y otros Sala II, “Incidente de excarcelación en au-
(Corte Primera de lo Contencioso Administra- tos Hugo Alberto Mosqueda s/robo”, reg. Nº
tivo) vs. Venezuela. Sentencia de 5 de agosto 393/2015, rta 02/09/15, voto de los jueces
de 2008. Serie C No. 182. Niño, Días y Mahiques.
48 § Revista MPD
Derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial
Revista MPD § 49
Sección II
Experiencias Nacionales
Revista MPD § 53
Mariano Laufer Cabrera y Facundo Capurro Robles
1 La ley Nº 26.657 fue promulgada el 2 de diciembre 3 Res. DGN Nº 558/11 y 841/11. De esta manera, bajo la
de 2010 y reglamentada por Decreto Nº 603/13, el 28 órbita de los Defensores Públicos Curadores continúan
de mayo de 2013. las internaciones existentes con anterioridad a la crea-
ción de la Unidad, y aquellas en que la persona se en-
2 Las competencias de la defensa técnica quedaron es- cuentra bajo un proceso de determinación del ejercicio
tablecidas en un primer momento por el Decreto Nº de su capacidad jurídica. Asimismo, mediante Res. DGN
603/13, reglamentario de la ley Nº 26.657. Posterior- Nº 1451/11 y 516/12 se creó la Unidad de Letrados de
mente, la nueva Ley Orgánica del Ministerio Público de Personas Menores de Edad art. 22 Ley Nº 26.657 (para
la Defensa (27.149), en su artículo 47, delimitó las facul- internaciones de personas menores de 18 años de edad).
54 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
Revista MPD § 55
Mariano Laufer Cabrera y Facundo Capurro Robles
56 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
Gráfico 1
12
10
8
6
4
2
0
2011 2012 2013 2014 2015
Revista MPD § 57
Mariano Laufer Cabrera y Facundo Capurro Robles
para evaluar la red de apoyo con la que se cuen- la Unidad directamente desde los servicios
ta para obtener la externación. En los restantes y sólo el 12,2% lo hicieron vía judicial; y hay
casos, ello no se realiza porque la persona se un 1,3 % que llega por otros medios (llama-
retira antes de esta intervención, o por expreso dos telefónicos, averiguación directa en las
pedido de los/as asistidos/as. La mayoría de es- instituciones, etc.). Dicha tendencia se man-
tas acciones se realizan en procesos de diálogo tuvo, observándose que durante el año 2015
que, si bien en ocasiones involucran opiniones aproximadamente el 88% de las notificacio-
y miradas diversas, funcionan como instancias nes llegaron directamente de los efectores de
de construcción de acuerdos, articulación y co- salud, el 10% a través de los juzgados y el 2%
laboración recíproca con los equipos tratantes. por otros medios. (ver gráfico 2)
Como ya se señaló, en una gran cantidad
III.1.4. Resultados del abordaje inmediato de situaciones se genera un debate sobre el
tratamiento a seguir y, a partir de lograr in-
La inmediatez en la intervención de la corporar la voz de la persona internada, se
Unidad se debe a que el abordaje rápido per- modifica el enfoque terapéutico. Sin embar-
mite lograr: go, como las necesidades de las personas van
• Transmisión al defendido/a de los dere- variando con el tiempo, es necesario un con-
chos y garantías que goza en el proceso y tacto directo y continuo.
cómo puede ejercerlos. Un dato que ilustra este abordaje es el pro-
• Fiscalización temprana y adecuación de medio de contactos con personas defendidas
la medicación utilizada. que se realizan cada semana: en total, entre
• Concreción rápida de demandas y peti- abogados/as y equipo interdisciplinario se
ciones formuladas por la persona. entrevista personalmente a más del 65% del
• Mantenimiento del contacto con el en- total de asistidos semanales por la Unidad. Al
torno familiar. 35% restante su abogado/a los contacta perso-
• Permisos de visitas, paseos y llamados nalmente, como máximo, en los 15 días sub-
telefónicos. siguientes a la última entrevista, aun cuando
• Adopción de un plan de externación no demanden gestiones puntuales.
para evitar una prolongación innecesaria En las visitas a las instituciones se realizan
de la internación. entrevistas con las personas internadas y el
• Prevención de contenciones físicas, su equipo tratante, y el relevamiento de la histo-
control y cese inmediato. ria clínica. Además de esto, en el 59% de los
La inmediatez como premisa a partir de la casos es necesario hacer peticiones concretas
cual se aborda el trabajo de la Unidad es posible ante los equipos tratantes o personal de la ins-
gracias a que la mayoría de las notificaciones titución vinculadas al tratamiento y que son
de internación involuntaria recibidas provie- solicitadas por las personas defendidas en el
nen directamente de las clínicas y hospitales; momento. De este porcentaje, el 43% son pedi-
mientras que en un pequeño porcentaje son dos directos relacionados con lograr una pron-
comunicadas únicamente desde los juzgados. ta externación de la persona y su inclusión
En el año 2012, aproximadamente el 72% en dispositivos ambulatorios. El 57% restante
del total de las notificaciones llegaban direc- consisten en peticiones relacionadas a mejoras
tamente de los efectores de salud y un 28% o cambios en las condiciones de internación5.
exclusivamente de parte de los juzgados. En
el período 2013 a 2014, el 86,5% llegaron a 5 Para la elaboración de estas estadísticas se tomaron
58 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
Gráfico 2
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
2012 Oct. 2013 2015 2012 Oct. 2013 2015
- Mar. - Mar.
2014 2014
Revista MPD § 59
Mariano Laufer Cabrera y Facundo Capurro Robles
latorios y se requieren sistemas de apoyo co- Profe) suelen estar internadas en clínicas pri-
munitarios alternativos a la internación, que vadas de salud mental, sanatorios, comunida-
no fueron creados hasta ahora. des terapéuticas y gerontopsiquiátricos.
Si se tiene en cuenta que, de la asignación
de presupuesto destinado a salud mental en III.3. Resultados extrajudiciales y actua-
CABA, el 77% está destinado al funcionamiento ción judicial
de los hospitales monovalentes (ACIJ 2015, 25),
se visualiza una de las causas de la carencia de Las intervenciones de la Unidad inten-
recursos de salud mental con base comunitaria. tan resolver las cuestiones suscitadas en el
Desde la Unidad, se intentan obtener marco de una internación involuntaria, a
vacantes en los pocos programas de exter- través de procesos de diálogo con los equi-
nación que existen: Programa de Exter- pos tratantes, las familias de los/as usua-
nación Asistida para la Integración Social rios/as y con actos defensivos en las sedes
(PREASIS)7, Atención Domiciliaria Psiquiá- de las instituciones.
trica-psicológica-social y Psiquiátrica-psico- En los años 2012 y 2013, en solo el 3%
lógica-social Infantil en situaciones de crisis aproximadamente de los casos ingresados en
(AdoP-AdoPi)8, acompañantes terapéuticos cada período, se llegó a la instancia de soli-
y vacantes en los hogares de la Coordinación citar la externación por vía judicial. En 2014
de Discapacidad de la Dirección General de dicho porcentaje se redujo a menos del 1%
Emergencia Inmediata y de la Dirección de (21 casos), llegando en 2015 a una cifra cer-
Tercera Edad de la ciudad. cana al 0,5% (12 casos)9.
Para generar condiciones de apoyo a la ex- La disminución es un indicador positi-
ternación, se gestionan –con el acuerdo de la vo para la Unidad, ya que el diálogo y coo-
persona internada- subsidios habitacionales, peración con los equipos tratantes resulta
pensiones, beneficios sociales, certificados de un camino más efectivo para lograr cam-
discapacidad y la afiliación a PAMI o a Incluir bios en las prácticas institucionales hacia el
Salud (ex PROFE), el programa de cobertura modelo establecido por la LNSM; por eso,
médico-asistencial del Ministerio de Salud de solo cuando se consideran agotadas estas
la Nación para personas con discapacidad. instancias y siempre como último recurso,
se interponen recursos judiciales directos
III.2.2. Instituciones privadas de externación.
Las personas que cuentan con obra social, III.3.1. La labor judicial
servicio de medicina prepaga, PAMI o son
beneficiarias del programa Incluir Salud (ex La Unidad interviene cotidianamente ante
los 24 Juzgados Nacionales de Primera Ins-
7 Ver: www.buenosaires.gob.ar/bweb/search?keys =sali- tancia en lo Civil con competencia en asuntos
da &q=bweb/search&facet_area= desarrollo_social de familia, así como ante la Cámara Civil.
Consultado: 24 de junio de 2016. Tras el contacto directo con las personas
8 AdoP- AdoPi es un programa para dar respuesta a pa- defendidas, y para aquellos casos en los que
cientes y sus grupos familiares en situación de crisis, que las gestiones en la institución de salud no
por su complejidad requieren temporalmente una aten-
ción domiciliaria intensiva en salud mental. Ver: www.
buenosaires.gob.ar/areas/salud/s_mental/programas/ 9 Estos porcentajes se miden en función de los casos
adop.php. Consultado: 24 de junio de 2016. ingresados durante el período de referencia.
60 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
puedan brindar una solución, el cuerpo de de las personas internadas difiere de la es-
abogados se aboca a la canalización de las tructura tutelar imperante en los antiguos
demandas por vía judicial. Habida cuenta de procesos judiciales cuyo objeto procesal era
que los tiempos judiciales siempre serán más la “protección” de la persona.
laxos que la inmediatez del equipo tratante, se A esto se suma que los planteos que se rea-
maneja esta opción cuando las posibilidades lizan demandan ser resueltos en tiempos bre-
de acuerdo con estos últimos hayan sido in- ves, dado que puede variar la situación fáctica
fructuosas o bien, cuando la comunicación se y tornar abstracta la intervención judicial.
hubiera visto impedida por distintos motivos. Esto requiere incorporar una nueva lógica de
Desde el inicio del funcionamiento de la celeridad e inmediatez y oficiosidad en el fue-
Unidad en agosto de 2011 y hasta diciembre ro de familia, lo cual ha sido ratificado por el
de 2015, la cifra total de peticiones judiciales nuevo Código Civil.
de externación representa menos del 2% del A partir de los deseos y necesidades de la
total de los casos. persona y siempre con su autorización expre-
Esto quiere decir que en casi el total de los sa, la defensa lleva adelante planteos judicia-
casos (98% aproximadamente), las peticiones les que tienden, entre otros, a lidiar con las
de tratamientos menos restrictivos se hace de siguientes situaciones:
modo extrajudicial. • La provisión de dispositivos y recursos
De los casos en que se solicitó judicial- necesarios para hacer efectivo el derecho
mente la externación, el 42% se resolvió en el a la atención en el marco comunitario.
marco de la tramitación del expediente o por • Lograr el traslado desde un lugar de in-
orden judicial. A su vez, en el 57,3 % la mis- ternación a otro en donde se cuenta con
ma se resolvió favorablemente por otras vías mayor apoyo y contención.
(por ej. por acuerdo con los equipos tratantes, • Evitar traslados a otros dispositivos de
familiares, entidades responsables de brindar internación por la oposición expresa de
cobertura). Sólo en un caso se rechazó el pe- los usuarios.
dido judicial de externación (0,7%)10. • Realizar el control directo por parte de la
Las presentaciones realizadas en el fuero persona defendida y su abogado/a sobre
civil demuestran algunas singularidades, en las condiciones de internación.
tanto se trata de personas que se encuentran • Evitar tratamientos alteradores o irre-
privadas de su libertad debido a la realización versibles que no cuentan con la expresa
de un tratamiento de salud, sumado a que el conformidad de la persona.
marco jurídico es muy reciente e impone un • Lograr el cese de medidas restrictivas que
nuevo paradigma, con las tensiones, conflic- pueden lesionar derechos fundamentales.
tos y desencuentros que conlleva toda adap- • Garantizar un tratamiento activo y que
tación de viejas a nuevas prácticas. contemple las singularidades y subjetivi-
Estas circunstancias hacen que las pre- dad de la persona.
sentaciones de la Unidad de Letrados re- • Contar con intervenciones profesionales
quieran un desarrollo dinámico y abierto periódicas y constantes.
por parte de los operadores judiciales. La • Estos planteos se realizan una vez que se
nueva concepción de autonomía y voluntad agotó la instancia extrajudicial y, como
ya se señaló, la mayoría de las veces con
respuesta judicial favorable.
10 Por razones de edición se realiza el corte en no-
viembre de 2015.
Revista MPD § 61
Mariano Laufer Cabrera y Facundo Capurro Robles
62 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
Ello se debe a que los nuevos cambios nor- tizar el ejercicio del derecho a la participa-
mativos habilitaron a ejercer el derecho al su- ción política (CRPD/C/ARG/Q/1/Add.1,
fragio activo a las personas internadas a causa párr. 249) u otras soluciones alternativas
de un padecimiento mental, siempre que este [CDPD 2012, párr. 47 y 48].
derecho no haya sido restringido expresa-
mente vía sentencia judicial11. Las acciones emprendidas por la Unidad
En concordancia con dicha normativa, el respecto de este tema, incluyeron:
Comité de los Derechos de las Personas con • Solicitudes de información a las institu-
Discapacidad señaló en sus Observaciones ciones de salud mental: se solicitó a los
Finales sobre Argentina del año 2012: centros de salud en donde se alojan los
asistidos de la Unidad información sobre
[…] su reconocimiento al Estado parte por las acciones emprendidas para garanti-
la derogación de las disposiciones del Có- zar este derecho. Dichas solicitudes tu-
digo Electoral que impedían ejercer el de- vieron respuesta dispar, ya que algunas
recho al voto a “sordomudos que no sepan instituciones privadas refirieron que no
hacerse entender por escrito” y a personas es su tarea “arbitrar operativos o servi-
con discapacidad psicosocial e intelectual cios asistenciales a los fines electorales”
que “se encuentren recluidos en estableci- y otras aseveraron que informarían a los
mientos públicos”. usuarios sobre esta posibilidad. Otras co-
municaron la realización de acciones po-
Sin embargo, el Comité manifestó su sitivas (revisar documentación y estado
preocupación por “la falta de medidas ade- de empadronamiento, brindar informa-
cuadas para garantizar la accesibilidad elec- ción sobre el proceso, contacto con los
toral a las personas con discapacidad que se familiares y apoyos).
encuentran institucionalizadas para que pue- • Peticiones ante los Juzgados a cargo del
dan salir a votar” y recomendó al Estado que: control de internación: la Unidad reali-
zó peticiones judiciales a los 24 Juzgados
[…]Continúe sus esfuerzos para garantizar Nacionales en lo Civil de Familia. Antes
el acceso a las urnas electorales de las per- de las P.A.S.O. se realizaron 323 peticio-
sonas con discapacidad institucionalizadas nes, lo que representa más del 90% de
mediante, por ejemplo, el diseño e imple- los casos activos con los que se contaba
mentación de un plan nacional para garan- los días previos a las elecciones. Por otro
lado, previamente a las elecciones lleva-
11 En este sentido, el plexo normativo conformado por das a cabo el 27 de octubre de 2013, la
el art. 3 del Código Nacional Electoral (modificado por Unidad realizó 295 presentaciones judi-
ley Nº 26.571); art. 37 de la Constitución Nacional, arts. ciales, es decir por casi el 80% de sus de-
3 y 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Po- fendidos en ese momento. La mayoría de
líticos (PIDCP); arts. 1, 2, 3 incs. a), b), c), d), e) y f), 4 los juzgados acogieron favorablemente la
incs. a), b), c) y d), 5, 9, 12, 19, 29 de la Convención sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD); petición, pero muchos omitieron impri-
artículos, 5, 7 incs. i), j), l), n) de la ley Nº 26.657 (LNSM) mir la celeridad que el trámite requería.
y Dto. PEN Nº 603/13, habilitó a ejercer el derecho al su- Con la experiencia de las elecciones
fragio activo a todas aquellas personas que se encuentran P.A.S.O., se llevaron adelante reuniones con
alojadas en centros de internación a causa de un padeci- autoridades de la CABA a fin de explorar
miento mental, siempre que el mismo no haya sido res-
tringido expresamente mediante sentencia judicial. acuerdos institucionales que permitan sortear
Revista MPD § 63
Mariano Laufer Cabrera y Facundo Capurro Robles
los obstáculos que impidieron a muchos asis- el “Manual de Buenas Prácticas en el acceso a
tidos de esta Unidad ejercer en forma efectiva la justicia para garantizar el derecho al voto de
su derecho al voto, en particular, la falta de las personas con discapacidad intelectual y psi-
acompañamiento y medios de traslado en el cosocial” en el cual se efectúan diversas reco-
momento del acto eleccionario. mendaciones para superar dichos obstáculos.
Como producto de esta articulación, la En las elecciones presidenciales generales
Defensoría del Pueblo de la CABA creó el del año 2015, la Unidad volvió a llevar adelan-
Programa “Yo quiero votar”12 mediante el te acciones. Así se realizó un taller destinado a
cual, en un trabajo en red entre la Unidad personas internadas en el Hospital Borda, con
de Letrados, el Programa de Observación la finalidad de brindar información acerca de
Electoral y el Observatorio de Derechos Po- los derechos que les asisten vinculados con la
líticos y Electorales (ambos de la Defensoría participación política, al que concurrieron 50
del Pueblo de la CABA), se brindó acompa- usuarios. Toda la jornada fue trasmitida en
ñamiento a varios asistidos de la Unidad que directo por Radio La Colifata. Además, en el
expresaron su deseo de votar y no contaban Hospital Moyano, la Unidad participó de otra
con red socio-familiar de apoyo para concu- jornada de capacitación de la que participaron
rrir a las elecciones generales. Mediante di- 30 mujeres internadas, quienes realizaron el
cho programa, se dispusieron móviles de la simulacro del ejercicio del voto y fueron infor-
Defensoría de CABA que concurrieron a los madas sobre sus lugares de votación. El taller
hospitales Borda, Moyano y Alvear, y garanti- se realizó en conjunto con el Servicio Social del
zaron su traslado hasta la mesa de votación. A establecimiento y, finalmente, se logró concre-
su vez, desde la Unidad de Letrados se brindó tar que veinte de las defendidas por la Unidad
acompañamiento y asesoramiento jurídico a contaran con la posibilidad de salir a ejercer su
los asistidos el día de la votación. derecho al sufragio. Siete de esas mujeres, que
De la información que pudo recabarse requerían asistencia para el traslado a los cen-
luego de las elecciones P.A.S.O., el 13% de los tros de votación y no contaban con referentes
defendidos de la Unidad concurrió a votar, familiares, fueron acompañadas por integran-
mientras que, en las elecciones legislativas ge- tes de la Unidad de Letrados con el soporte lo-
nerales, aproximadamente un 18% de los asis- gístico provisto por el Consejo Nacional de las
tidos de la Unidad concurrió efectivamente a Mujeres, quienes proveyeron los móviles, las
la votación. Según la información que pudo conductoras y la especificidad de una acción
relevarse, aproximadamente otro 13% de las enmarcada en los objetivos de ese organismo:
personas internadas en instituciones de sa- contribuir con la superación de las diversas
lud mental de la CABA, que fueron asistidas formas de discriminación hacia las mujeres y
por la dependencia, podrían haber ejercido promover las condiciones sociales que les ga-
este derecho, pero no lo hicieron por carecer ranticen el ejercicio pleno de sus derechos.
de los apoyos estatales y sociales adecuados Las acciones mencionadas resultaron de
(DGN 2014, 127-139). vital importancia para pensar en reforzarlas
En articulación con actores estatales y de la de cara a los próximos actos eleccionarios,
sociedad civil, la DGN elaboró en el año 2014 pero fundamentalmente a fin de dar visibi-
lidad a los obstáculos con que se encuentra
este grupo de personas en especial situación
12 El programa fue creado por Disposición Nº 102/13 de vulnerabilidad, al momento de ejercer su
de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Ai-
res, el 23/10/13. derecho al sufragio.
64 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
V. Intervenciones con grupos en espe- como única referencia familiar para una
cial situación de vulnerabilidad estrategia de externación.
• Mujeres que son madres y atraviesan
Las personas internadas en forma invo- problemas sociales graves, profundiza-
luntaria por motivos de salud mental suelen dos por intervenciones desde distintas
encontrarse no sólo afectadas por un pa- dependencias públicas orientadas a des-
decimiento psíquico sino que, en muchas vincularlas de sus hijos e hijas contra su
ocasiones, se ven atravesadas por múltiples voluntad, bajo la evaluación de que no
dificultades en sus vidas que confluyen y reúnen las condiciones necesarias para
complejizan cada internación. continuar a cargo de su cuidado.
Dada esta multiplicidad de dimensiones, • Desvinculación de la mujer de sus hijos e
la Unidad de Letrados coordina acciones hijas como consecuencia de su estado de
con diferentes programas y comisiones de la salud mental, y determinación del estado
DGN y de otros organismos del Estado para de preadoptabilidad de las niñas y niños
brindar una prestación integral del servicio sin haber escuchado a la madre sobre
de Defensa Pública. sus deseos, decisiones y posibilidades de
En especial, en este apartado se da cuen- construir y sostener una familia.
ta de las intervenciones que se realizan ante Ante estas situaciones, la Unidad de Le-
ciertas vulneraciones de derechos que afectan trados asesora a las mujeres defendidas so-
específicamente a tres poblaciones (mujeres, bre sus derechos en juego, a qué fueros acu-
migrantes y adultos mayores). dir y ante qué organismos gubernamentales
y no gubernamentales realizar consultas,
V.1. Violencias contra las mujeres denuncias o peticionar patrocinio jurídico
gratuito. En forma simultánea, se trabaja de
La violencia de género es una de las manera articulada con los efectores de salud
vulneraciones de derechos humanos que acerca de cómo vehiculizar las denuncias de
afectan a la salud y que motivan la interna- la manera adecuada, y se analizan y definen
ción de mujeres en instituciones de salud otras intervenciones posibles.
mental. Pueden reconocerse cinco situa- Además, se proporcionan los medios para
ciones recurrentes: requerir el asesoramiento y/o la intervención
• Tentativas de suicidio, a partir de discu- de la Comisión sobre temáticas de Género de
siones o separaciones con parejas que la DGN, de la Oficina de Violencia Doméstica
ejercen violencia física, psicológica y/o (OVD) de la CSJN, y de la Brigada Móvil de
patrimonial; en contrapartida, casi nin- Atención a Víctimas de Violencia Familiar del
guna de estas parejas, con mayor poder y Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
ejercicio de violencia dentro del vínculo, de la Nación.
realiza tratamiento psicoterapéutico.
• Internaciones en las que no se verifica V.1.1. Prohibición de acercamiento y otras
una situación de riesgo cierto e inminen- medidas
te, sino marcadas posiciones de vulnera-
bilidad respecto del núcleo familiar. En algunos casos, el cuadro agudo que
• Fuerte dependencia afectiva, psíquica y desencadena la internación por salud mental
económica del agresor, al que no están tiene relación directa con una situación de
dispuestas a denunciar y que aparece violencia de género, sea por parte de la pa-
Revista MPD § 65
Mariano Laufer Cabrera y Facundo Capurro Robles
reja, padre, padrastro u otro familiar varón. documentación, en el marco del Convenio de
En estos casos, la defensa canaliza medidas Cooperación y Asistencia Técnica celebrado
de protección como la prohibición de acer- entre la Defensoría del Pueblo de la CABA
camiento, u otras posibles, en la causa judi- y la DGN, se suscribió un “Convenio Espe-
cial sobre control de internación, pues resulta cífico” (Res. DGN N° 422/13). Fruto de esta
indispensable para coadyuvar con el plan de articulación, se iniciaron las gestiones para la
externación, evitar el contacto con su agresor regularización migratoria de defendidas y de-
en la internación y en el momento del alta. fendidos de la Unidad.
El cumplimiento del Convenio fue eva-
V.2. Atención a migrantes luado como altamente satisfactorio por el
Defensor del Pueblo de CABA, quien consi-
Alrededor del 5% del total de personas deró que ese acuerdo “se ha configurado en
internadas por salud mental en contra de su un puente de acceso al ejercicio de derechos
voluntad, que son defendidas por la Unidad y por parte de la población migrante que se
que se encuentran en hospitales públicos de la encuentra atravesando una internación in-
CABA, son extranjeras. voluntaria” (DGN 2015, 160).
La condición de migrante, en especial
cuando la documentación de estadía en la Ar- V.2.2. Externación
gentina no está aún terminada, se configura
en un obstáculo para la obtención de apoyos Un ejemplo del despliegue de estrategias
socio-económicos necesarios en las estrate- respecto de este grupo es el realizado cuan-
gias de externación e inclusión social. La falta do se informa a la Unidad de la internación
de documentación (pasaporte, DNI y radica- involuntaria de una persona migrante que
ción en el país), la situación de permanencia residía hace años en el país, pero no poseía
irregular, la necesidad de trabajar en condi- vínculos sólidos con sus familiares y care-
ciones informales y la carencia de vínculos en cía de cualquier otra red de apoyo. En ar-
Argentina contribuyen a agravar la vulnerabi- ticulación con la Defensoría del Pueblo de
lidad psicosocial de una persona. En especial, la CABA, la Unidad de Letrados avanzó en
en aquellos casos en que los años de residen- construir una estrategia de externación para
cia en el país no son suficientes para acceder esa usuaria, que se comunicaba únicamente
al cobro de una pensión no contributiva, que en su lengua de origen.
pueda ayudar a la subsistencia diaria. En primer lugar, a través de la Secretaría
En estos casos, la intervención de la Uni- General de Política Institucional de la DGN
dad incluye solicitudes para la obtención de se logró contratar un traductor para las en-
pasaportes, salvoconductos, certificados de trevistas. En segundo lugar, se realizaron di-
nacionalidad y gestión de pasajes ante el con- versas solicitudes –tanto judiciales como ex-
sulado o embajada respectiva. O bien, trámi- trajudiciales- para lograr ubicar a su familia y
tes en la Dirección Nacional de Migraciones comprometerla en el proceso de externación,
para la habilitación de salidas del país o radi- lo que llevó a que abonen una cuota alimen-
caciones, según el caso. taria similar al monto de una pensión asisten-
cial. En tercer lugar, en acuerdo con el equipo
V.2.1. Convenios y estrategias tratante, se gestionó la admisión de la usuaria
en un dispositivo intermedio -el Programa de
Con el objetivo de facilitar gestiones de Externación Asistida (PREASIS) de la CABA-
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Mariano Laufer Cabrera y Facundo Capurro Robles
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Experiencias Nacionales
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ticulación entre los marcos normativos y los usuario y su familia en el proceso de la cura
modos de abordaje de la complejidad de las o rehabilitación, y al consentimiento para su
problemáticas de las personas con sufrimien- tratamiento o las decisiones de internación
to psicosocial para garantizar la protección de (Galende 1997).
sus derechos fundamentales. El espíritu de la Ley N° 26.657 recoge esta
ética y exhorta a los organismos estatales a
II. La Ley Nacional de Salud mental: las que asuman la responsabilidad de la ejecu-
tensiones vigentes ción de políticas públicas referidas al campo
de la salud mental. De este modo, promueve
En diciembre de 2010, la sanción de la Ley cambios profundos que avanzan hacia una
Nacional N° 26.657 significó una ruptura con el perspectiva de derechos e implican modifica-
paradigma tutelar en el campo de la salud men- ciones en el sistema de salud.
tal, y el reconocimiento como sujetos de dere- Históricamente, en el campo de análisis,
chos de todas las personas, cualquiera sea su el nivel de protección de las personas con su-
edad o el padecimiento mental que atraviesen. frimiento psicosocial era bajo y sus derechos
La norma apunta a efectivizar y consoli- frecuentemente vulnerados. Así lo testimonia
dar un cambio de los principios vigentes en el informe del CELS-MDRI (2007), que do-
el campo de la salud mental en nuestro país, cumenta violaciones a los derechos huma-
estableciendo responsabilidades políticas y nos cometidas contra personas asiladas en
sociales que promueven el efectivo acceso al instituciones psiquiátricas argentinas. Dicho
ejercicio de los derechos. Por lo tanto, impul- informe señala, además, como asignaturas
sa la transformación de las prácticas y los mo- pendientes en nuestro país, la problemáti-
delos de intervención destinados al cuidado ca de la internación psiquiátrica forzosa y la
de la salud mental. vulneración de los derechos humanos de las
Es oportuno recordar, que la Ley de Salud personas con sufrimiento psíquico que se
Mental suscitó profundas discusiones entre hallan discriminadas y desamparadas dentro
diversos actores con diferentes posiciones po- de la sociedad. Asimismo, subraya que debe
líticas, ideológicas y económicas, ya que mo- ser parte de la agenda pública la creación de
difica la relación de poder vigente entre las alternativas que reviertan la situación de se-
teorías y los dispositivos clínicos positivistas gregación que presentan las personas en los
y los que promueven prácticas comunitarias asilos psiquiátricos.
de promoción de la salud. Estas diferentes A partir de la promulgación de la Ley
posiciones responden a dos éticas contra- Nacional de Salud Mental se generaron li-
puestas que visibilizan el contraste entre los neamientos políticos para la promoción de
efectos de psiquiatrización de la pobreza que procesos alternativos y sustitutivos del espa-
produce el hospital psiquiátrico, basada en el cio manicomial en el país. Sin embargo, existe
ejercicio del poder, por un lado; y la ética de una tensión aún no resuelta entre las legisla-
integración comunitaria que quita valoración ciones específicas que regulan el campo, y el
psicopatológica a la desventaja social y a los nivel de gestión de políticas y programas, y
sufrimientos, por el otro. Ésta última da lugar respuestas institucionales implementadas.
central a la palabra como medio terapéuti- En el caso específico de la CABA, en los
co, al cuidado y al restablecimiento del lazo últimos años, se suman a estas tensiones im-
social a través de estrategias de intervención portantes retrocesos en las políticas imple-
de base comunitaria, a la participación del mentadas y los programas organizados en el
72 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
marco de la Ley de Salud Mental N° 448, que privadas de la CABA, como por un equipo
llevan a poner en evidencia ciertas resisten- interdisciplinario de apoyo a la defensa téc-
cias al cumplimiento de la legislación nacio- nica conformado por psicólogos/as, médicos/
nal (Luciani Conde et ál, 2012). as psiquiatras y trabajadores/as sociales2. La
labor conjunta de los abogados/as y el equi-
III. Unidad de Letrados artículo 22: un po interdisciplinario se realiza con un claro
actor social emergente en el campo de la posicionamiento ético alejado del paradigma
salud mental tutelar, que incluye el respeto por la voluntad
y las preferencias de cada sujeto, y materializa
A partir de la sanción de esta nueva Ley, y el derecho a ser oído de las personas en espe-
con el objeto de asegurar el pleno goce de la cial situación de vulnerabilidad.
protección de la salud mental amparada por los Este posicionamiento evita la naturaliza-
instrumentos internacionales de derechos hu- ción de los discursos objetalizantes y estigma-
manos, la Defensora General de la Nación, Ste- tizantes provenientes de muchosrofesionales
lla Maris Martínez, creó por Resolución DGN que trabajan en las instituciones de interna-
N° 558/11 un nuevo dispositivo: la Unidad de ción, y promueve el remplazo y la transfor-
Letrados artículo 221 (en adelante, la Unidad). mación de algunas prácticas cuya existencia
Destinado a actuar en la CABA, el orga- aún se mantienen en ciertas instituciones3.
nismo tiene como propósito mejorar el nivel Es dable remarcar que una tarea central de
de protección de los derechos y materializar la Unidad es evitar el aislamiento, los méto-
el acceso a la justicia de personas con sufri- dos forzados de tratamiento en los contextos
miento psicosocial. de asistencia a la salud mental, las restriccio-
La Unidad brinda un servicio de defensa nes físicas prolongadas, la utilización de me-
técnica para todas las personas internadas dicación forzada o electroshock, el miedo y
en forma involuntaria por razones de salud la ansiedad provocada por la internación in-
mental. Al mismo tiempo, garantiza el acceso definida, la segregación de las personas con
gratuito, universal e igualitario a los servicios padecimiento psíquico de la familia y la co-
sanitarios para el tratamiento y la rehabilita- munidad; acciones que de acuerdo a la citada
ción, y efectiviza el derecho de las personas relatoría constituyen un trato cruel, inhuma-
con sufrimiento psíquico para ser escucha- no o degradante.
das, contribuyendo a su externación e inte- De este modo, asume una posición activa,
gración comunitaria. comprometida en la adecuación del sistema de
Es interesante remarcar que la Unidad está protección por parte del Estado a las comple-
integrada, tanto por abogados y abogadas que jas problemáticas de un grupo con alto nivel
intervienen en las internaciones involunta-
rias en instituciones psiquiátricas públicas y 2 El equipo interdisciplinario está conformado por las
médicas psiquiatras Lucila Gurman, Daniela Domín-
guez y Yanina Leoni; los trabajadores/as sociales Ale-
1 Ley 26.657, artículo Nº 22: “La persona internada in- jandro Grillo, Mariano Devic, Eva Amorín; y los psicó-
voluntariamente o su representante legal, tiene derecho logos/as Lucía Rodríguez y Lucio Laffite.
a designar un abogado. Si no lo hiciera, el Estado debe
proporcionarle uno desde el momento de la interna- 3 Prácticas que, según se desprende del “Informe del Rela-
ción. El defensor podrá oponerse a la internación y so- tor especial sobre la tortura y otros tratos crueles, inhuma-
licitar la externación en cualquier momento. El juzgado nos o degradantes” (Consejo de Derechos Humanos de la
deberá permitir al defensor el control de las actuaciones ONU, 2013), se podrían encuadrar en dichas definiciones,
en todo momento”. en tanto son prácticas abusivas de asistencia a la salud.
Revista MPD § 73
Alejandra Barcala
de vulnerabilidad: las personas con sufrimiento trol social a los fines de perpetuar el encierro
psicosocial. Por ello, se instituye como un actor institucional. Esto requiere de un proceso de
central del paradigma que pone freno a la he- transformación institucional que, sólo en al-
gemonía psiquiátrica y da cuerpo al avance, en gunos casos, se viene realizando.
materia legal, que obliga al Estado a garantizar Al garantizar a las personas el goce de sus
el derecho a la protección integral de la salud derechos mientras dura la internación psi-
mental desde una perspectiva de derechos. quiátrica, oponerse a la misma o solicitar la
externación de acuerdo a la voluntad de sus
IV. El impacto de la intervención de la defendidos, así como controlar las actuaciones
Unidad en la adecuación de las prác- e impulsar que las internaciones sean lo más
ticas en salud mental a los estándares breves posible, los abogados y las abogadas de-
internacionales fensoras de la Unidad producen en la dinámi-
ca de las instituciones psiquiátricas un cambio
A más de cinco años de creada la Unidad, sustantivo que las obliga a un proceso de adap-
es posible observar que, al mismo tiempo que tación de su praxis a la nueva normativa.
brinda la defensa técnica de las personas in- En este sentido, las visitas periódicas
ternadas en forma involuntaria en institucio- realizadas a las personas que se encuentran
nes psiquiátricas, su implementación genera internadas involuntariamente en las distin-
importantes efectos en la transformación de tas instituciones, en conjunto con el asesora-
las prácticas y comportamientos particula- miento y acompañamiento del equipo inter-
res e institucionales de los servicios de salud disciplinario, inaugura un nuevo modo de
mental, tanto del subsector público como en expresión de las instituciones jurídico admi-
el privado y de obras sociales en la CABA. nistrativas en el campo de la salud mental; y
Los servicios de salud mental no fueron se convierten en posibilitadores de transfor-
concebidos desde la lógica de derechos, sino maciones de las condiciones de las prácticas
que han sido pensados históricamente bajo el institucionales, ya que van incidiendo en los
paradigma asistencialista basado en el mo- procesos de adecuación institucionales a los
delo médico hegemónico. Actualmente, ello estándares de derechos humanos.
pone en tensión dos lógicas contrapuestas: un De este modo, la Unidad, al mismo tiem-
modelo de atención reproductor de la lógica po que se ocupa de la defensa individual de
asilar tutelar, y un paradigma de garantía de cada una de las personas internadas involun-
derechos. Además, la complejidad de la orga- tariamente en la CABA, contribuye al esta-
nización interna de las instituciones hace que, blecimiento de prácticas sociales sanitarias
en su interior, convivan prácticas y modelos en las instituciones de encierro. Este doble
contradictorios de acuerdo con las diversas rol funcional es fundante de una práctica
percepciones, intereses y visiones de los ac- instituyente que colabora a la movilización
tores acerca de los sujetos. En este escenario y transformación del modelo de cuidados de
coexisten desde concepciones asistencialistas salud mental vigente.
basadas en la beneficencia hasta prácticas de Al intervenir a los fines de evitar las in-
control que tratan de evitar supuestos efectos ternaciones prolongadas, el trabajo realiza-
perjudiciales futuros a través de la protección. do evita que un sujeto quede confinado en
Estas últimas son las que mayor preocupa- un manicomio y que la internación invisi-
ción deben generar, en virtud de que tienen bilice su existencia, lo que constituye una
como eje las ideas de peligrosidad y de con- muerte simbólica.
74 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
En muchos casos, las personas son reteni- Por ello, el trabajo de la Unidad toma ma-
das en el hospital y las clínicas psiquiátricas yor relevancia al restituirles a las personas
debido a la ausencia de dispositivos alternati- internadas involuntariamente el derecho a
vos al encierro que aborden el problema des- ser escuchados y tomar conocimiento de sus
de una perspectiva de salud mental comuni- necesidades y expresiones deseantes, al cons-
taria, que incluya el fortalecimiento y apoyo truir un nuevo modo vincular con ellas, se
a la familia y la inclusión social. La práctica crea un momento fundante de reconocimien-
cotidiana del equipo de trabajo evita natura- to subjetivo que instaura al otro como seme-
lizar que las expresiones de sufrimiento psí- jante. Participamos, de esta manera, de una
quico se encuadren como enfermedades ob- nueva construcción de un saber-hacer soste-
jetivadas, y que su único destino posible sea nido desde un posicionamiento ético. Se trata
la internación y el encierro. de un movimiento que reinstala la función
del Estado en tanto defensa de los derechos
V. El acceso a la justicia de personas con de los ciudadanos.
vulnerabilidad psicosocial y las marcas Entonces, si la eficacia simbólica de un
en la subjetividad discurso se mide por su potencia de produc-
ción de subjetividad, es decir, por su capaci-
Si bien el Estado argentino había recono- dad de constituir a un sujeto alrededor de un
cido en diversos instrumentos internaciona- conjunto de normas y valores que son los que
les el derecho a la salud mental y, particu- rigen la vida social (Duschatzky, 2000), las
larmente, existía un marco regulatorio de la prácticas discursivas de quienes integramos
CABA, en la práctica se producían constantes la Unidad respecto de los usuarios/as de ser-
y graves violaciones a los derechos humanos. vicios de salud mental, colabora con la cons-
Inclusive, en los últimos años se profundiza- trucción de una subjetividad que habilita una
ba un proceso de medicalización y patologi- concepción del sujeto que, en lugar de obje-
zación del sufrimiento psíquico y se ampliaba talizarlo, promueve procesos de subjetivación
la intervención institucionalizante. y modificaciones en las representaciones que
En ese sentido, Silvia Bleichmar (2002) tienen de sí mismos.
plantea que, a partir de la década de 1990, la En este sentido, es necesario resaltar el vín-
ausencia del Estado en su obligación de asegu- culo generado por las visitas periódicas de los
rar la protección de los derechos de las perso- abogados/as a sus asistidos/as y el valor de la
nas con padecimiento mental los somete a un entrega de su tarjeta que les deja un testimo-
sentimiento de desvalimiento similar al que se nio escrito de la presencia de un profesional
observa en la infancia, y que da lugar a la más que va a ejercer su defensa y a quien pueden
profunda de las angustias. Según la citada au- recurrir durante la internación involuntaria.
tora, se trata de una sensación de “des-auxilio”, A la asistencia y apoyo legal, se suman el
“des-ayuda”, de sentir que el otro, del cual de- encuentro y la escucha de los integrantes del
penden los cuidados básicos, no responde al equipo interdisciplinario en lo referido a la
llamado y deja al ser sometido no sólo al terror historización del padecimiento y el análisis
sino también a la desolación profunda de no del contexto de la persona. Esto establece un
ser oído. A tal punto, que la situación puede movimiento, también constituyente de reco-
devenir en marasmo, un dejarse morir por nocimiento y rescate subjetivo del otro, que
desesperanza, por el abandono de toda pers- lo reconoce en tanto sujeto deseante y sujeto
pectiva de reencuentro con el objeto de auxilio. de derechos, y posibilita la inclusión de estas
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76 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
como apoyo a la defensa formaliza una matriz familiares, y acordamos una estrategia en co-
de trabajo que permite comprender mejor la mún que articula el trabajo en salud y el efec-
complejidad de cada una de las situaciones tivo acceso de las personas al ejercicio de sus
de los usuarios/as a partir de la articulación derechos. Así, se pone en marcha un proceso
de distintos saberes y prácticas. Ello aporta la de subjetivación que permite -mediante la co-
construcción de elementos teóricos que per- responsabilidad de todos los actores- la rein-
miten contribuir al mejor desempeño de la serción, la inclusión y el diseño de un proyecto
defensa técnica de las personas asistidas. para aquellos sujetos que, en condiciones de
Las múltiples tareas que realizamos pro- vulnerabilidad, arrojados a los márgenes, recu-
mueven el cuestionamiento de los saberes he- peran la categoría de semejante y el reconoci-
gemónicos, las tecnologías de normalización miento de sus posibilidades y derechos.
a través del control de los cuerpos, la relación Este desafío conjunto de promover inter-
entre el poder disciplinario y la reorganiza- venciones que puedan contrarrestar las re-
ción de los campos del saber que determinan presentaciones que lo instituido reproduce
los discursos, las prácticas, las intervenciones, y cristaliza, al tiempo que vehiculizar otra
y las respuestas institucionales públicas y pri- mirada sobre las personas internadas, cons-
vadas que naturalizan el encierro y cronifican tituye la tarea central, cotidiana, silenciosa y
las internaciones. Nos proponemos, por el comprometida del equipo interdisciplinario,
contrario, desnaturalizar la justificación de la en tanto favorece procesos de autonomía y re-
internación psiquiátrica prolongada y forzosa conocimiento del otro, y evidencia de mane-
como único recurso posible frente al padeci- ra trascendental que la vigencia y garantía de
miento psíquico. derechos constituye subjetividad. Esta tarea
Pretendemos actuar como un articula- no deja de estar frecuentemente atravesada
dor entre el enfoque de derechos y la lógica por tensiones y conflictos.
de la mayoría de los servicios, tal como están En ocasiones, debemos intervenir en los
concebidos actualmente, los cuales incluyen momentos en los que surgen sentimientos
dos concepciones de subjetividad diferentes. de sobreimplicación afectiva, impotencia y
Y uno de los objetivos de nuestra tarea coti- frustración suscitados por la complejidad in-
diana es posibilitar condiciones para generar herente a los padecimientos psíquicos graves,
un diálogo que admita las tensiones entre dos sobre todo en un contexto de pobreza. Esta
campos, entendiendo que, si bien se trata aún tarea se enmarca dentro de un sistema sani-
de tensiones irreductibles, se pueden cons- tario fragmentado, donde la ausencia de polí-
truir intermediaciones que posibiliten un ticas específicas en salud mental en la CABA
proceso de comunicación e intercambio cuyo no sólo no favorece el proceso de reinserción
accionar produzca una transformación que social de personas con altas de internación
favorezca a los y las usuarias. que permanecen en la institución por causas
En muchos casos, sobre todo en institucio- sociales, sino que además son funcionales a
nes privadas, intervenimos en el momento de los procesos de exclusión.
fractura de comunicación entre los servicios En estos casos, es frecuente que para po-
de salud y los usuarios para tender a restituir sibilitar externaciones, articulando la dimen-
el derecho a ser escuchado de estas personas. sión singular de la subjetividad de cada usua-
Cuando esto ocurre, asumimos en conjunto rio internado involuntariamente y la compleja
el abordaje de la complejidad de la dimen- dimensión social e institucional, nos ocupe-
sión subjetiva y de las dimensiones sociales y mos de generar las condiciones necesarias
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78 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
rar las condiciones de vida de los sectores con Luciani Conde, L; Barcala, A.; López Casa-
mayores niveles de vulnerabilidad psicosocial riego, V.; Laino, C.; Bazzano, M.; Pambukdjian,
social, los cambios son muy lentos. M.; Czerniecki, S. 2012. “Enfoque de derechos
Por ende, se requiere de decisiones políticas y prácticas profesionales: conocimiento de la
en el campo de la salud mental que posibiliten legislación vigente y su utilización por profe-
la creación de programas y dispositivos inclu- sionales de salud mental de la Ciudad de Bue-
sivos, alternativos a la segregación de las per- nos Aires”. En Revista Salud Mental y Comuni-
sonas y que, acordes con la legislación vigente, dad, 1(2). Ediciones de la UNLa.
favorezcan prácticas sociales que al reflexionar
permanentemente sobre sí mismas permitan Manonni, M. 1996. ¿Qué ha sido de nues-
mejores condiciones de producción de subje- tros niños locos? Las palabras tienen peso están
tividad. Esto supone, además de la articulación vivas. Buenos Aires: Nueva Visión.
de políticas integradas, de la participación y
compromiso de todos los actores involucrados Stolkiner, A. 2005. “Salud Mental y Globali-
en la reconstrucción del entramado colectivo zación: estrategias posibles en la Argentina hoy”.
con el objeto de revertir la tendencia a la estig- Ponencia presentada en las IX Jornadas Nacio-
matización, discriminación, exclusión social e nales de Salud Mental. I Jornadas Provinciales
internación psiquiátrica, y de garantizar el ple- de Psicología. Posadas. Misiones, Argentina.
no goce de los derechos de todas las personas
con sufrimiento psicosocial. Documentos de
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Bleichmar, S. 2005. La subjetividad en ries-
go. Buenos Aires: Topía.
Revista MPD § 79
Experiencias Nacionales
Revista MPD § 81
María Laura Folgar
cada NNyA procurando su externación, sea derechos y su efectivización. El desafío será re-
el regreso al domicilio familiar o al disposi- pensar la intervención con NNyA en situación
tivo adecuado, depende de las particularida- de calle, ya no solo desde una perspectiva de
des que lo rodean. Nuestra intervención cesa salud sino desde una perspectiva de derechos.
cuando cesó la internación del NNyA en los
términos de la normativa citada. II. Los NNyA en situación de calle en
En este artículo pretendo abordar la parti- C.A.B.A.
cular situación que atraviesan aquellos NNyA
que se encuentran en situación de calle. Es Chicos en situación de calle es la expre-
decir, niños, niñas y jóvenes que tienen supri- sión que se utiliza para llamar a los niños, ni-
midos –al menos temporalmente- varios de ñas y jóvenes que pasan sus días en las calles.
sus derechos, y que circulan por las institu- Las investigaciones sobre el tema evidencian
ciones y la calle, por el fuero penal y el civil, que la mayoría de ellos tienen un hogar, una
incrementando el deterioro psicofísico que dirección y una referencia, es decir, no “per-
importa la sumatoria de vulnerabilidades, sin tenecen” a la calle sino a una sociedad que los
que se logre desubicarlos del lugar en que se excluye o les niega sus derechos. Muchas ve-
encuentran. Estos NNyA ponen en jaque el ces se utiliza la expresión “chicos de la calle”
discurso de los derechos. El amplio corpus pero se recomienda no usarla porque profun-
iure que existe relativo a la infancia, a la salud diza la discriminación que ya existe e induce
mental, del consumo problemático e incluso a pensar que “ser de la calle” es una condición
de la “situación de calle”3 en particular, no “natural inmodificable”, en lugar de ser adver-
hace más que dar cuenta del abismo existente tida como una condición que puede y debe
entre el sujeto real y su condición jurídica. ser modificada (Unicef 2006).
A toda la Unidad conmueve, día a día, Mary Bellof (2009), comentando el fallo
ver como estos NNyA circulan en el circuito, de la Corte IDH de los “Niños de la calle” des-
retroalimentando un sistema de exclusión, taca que:
acompañado por su detrimento psicofísico.
Cada vez que el NNyA llega a una nueva in- […] “niños de la calle”, como construcción
ternación, procurando por lo general -por lo problemática, estaba desapareciendo y co-
menos así nos manifiestan- sortear la proble- menzando a instalar un enfoque orientado
mática en la que se encuentra sumergido, poco a de-construir al “niño de la calle” como
–y en algunos casos nada- permanecen en los un niño que, eventualmente, como cual-
dispositivos que debieran brindarle tratamien- quier otro niño sobretodo perteneciente a
to integral; volviendo a la situación calle, hasta sectores en situación de desventaja social y
reingresar en una nueva internación. económica, puede tener dificultades con el
Poner sobre el tapete este circuito es un ejercicio de sus derechos.
paso tendiente a visibilizarlos y a superar la
brecha o tensión entre la proclamación de estos Por otra parte, respecto de los NNyA en
situación de calle se ha dicho que:
y 516/12; Ley 26.061 y su dec. 415/06.
[…] por la profunda distancia en que se
3 Cabe citar CDN, Ley 26.061 y Dec. 415/06; Ley 114 encuentran de las normas que rigen nues-
CABA; Ley 26.657; Dec. 603/13; CDPD; Ley CABA tras condiciones dominantes, han repre-
2318/07; Ley 448; Ley 3706/10; Ley 26.934, Res. Sedro-
nar 266/14, entre otra normativa. sentado todo lo que la niñez y la juventud
82 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
Revista MPD § 83
María Laura Folgar
84 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
presta voluntariedad para el tratamiento. Al nes Unidas (2016) ha señalado que las inter-
respecto, vale aclarar lo siguiente: venciones para reducir la demanda de drogas
son eficaces si se basan en medidas de eficacia
la reducción de daños se refiere a las políti- demostrada, como las orientadas a minimizar
cas, programas y prácticas que se proponen las consecuencias adversas del uso indebido
aminorar los efectos sociales, económicos de drogas en los ámbitos social y de la salud
y sobre la salud asociados con el consumo pública, entre las que figuran programas ade-
de drogas legales e ilegales, sin necesa- cuados de distribución de agujas y jeringui-
riamente reducir el consumo. El objetivo llas, la terapia de sustitución de opiáceos, la
es reducir o modificar las consecuencias terapia antirretroviral y otras intervenciones
en lugar de la conducta de consumir, y es pertinentes destinadas a prevenir la transmi-
un complemento a las intervenciones de sión del VIH, la hepatitis viral y otras enfer-
prevención y tratamiento. Se enfoca en medades de transmisión sanguínea relaciona-
cambiar la manera en que los individuos das con el consumo de drogas. En cambio, el
usan drogas y el medio ambiente en donde internamiento obligatorio en centros de trata-
consumen, partiendo de la idea de que en miento del abuso de drogas dificulta la ya pro-
algunos grupos de personas el consumo de blemática vida de las personas que consumen
sustancias psicoactivas continuará a pesar drogas y las que sufren drogodependencia, en
de los esfuerzos preventivos y terapéuticos. particular las más jóvenes y vulnerables9.
La reducción de daños se propone dismi- Ahora bien, retomando el circuito que atra-
nuir los riesgos inherentes a la adquisición viesan estos NNyA, una vez derivados a Casa
de drogas en el mercado ilegal, al uso y a Faro o a Casa Puerto10, según los registros de
la abstinencia, y atenuar las consecuencias esta Unidad, en general los NNyA hacen aban-
negativas en la salud del consumidor, en dono del tratamiento el mismo día que ingre-
su relación con la familia, con la ley, o en san o a los pocos días. Existen pocas “ALTAS”
su vida laboral, interpersonal o desarrollo –casi todas son “altas por abandono”- y, gene-
educativo (OEA 2013). ralmente, una vez que se retiran los NNyA no
realizan tratamiento ambulatorio.
Según se ha explicado, estas estrategias: Aquí, enfrentamos el primer problema:
más allá de haber reducido los efectos de la
… incorporan para la asistencia el criterio droga durante el corto período de interna-
de umbral de baja exigencia o mínimo de ción, lo cierto es que resulta por lo menos ob-
exigencia y (…) valora positivamente los servable que muy pocos, por no decir ningu-
logros intermedios y considera, en todo no, de los NNyA que ingresan a la comunidad
caso, que la abstinencia puede llegar a ser tenga adherencia al tratamiento que ofrecen.
un punto de llegada. Se orienta a posibili- Es decir, estando en un establecimiento de sa-
tar la accesibilidad de los ciudadanos que
padecen consumos problemáticos y/o toxi-
comanías y/o adicciones a los dispositivos 9 Esta intervención fue objetada recientemente por el
terapéuticos, tanto sociales como de los actual titular de SEDRONAR quien refirió que “la re-
ducción de daños es una recomendación desde una mi-
servicios de salud… (Paveto 2010). rada muy limitada.” (Román 2016).
Por su parte, en favor de este paradigma, 10 Señalo estos dos dispositivos porque esta Unidad no
tiene intervención en las comunidades cuyo domicilio
el Informe Mundial sobre Drogas de Nacio- es en extraña jurisdicción.
Revista MPD § 85
María Laura Folgar
lud no reciben el tratamiento integral que re- incluso con alguna discapacidad, y varios de
quieren y ello se traduce en una oportunidad ellos en conflicto con la ley penal. Súmese la
perdida. Nótese que la no realización/conti- discriminación, exclusión y estigma que pesa
nuidad de tratamiento en estos casos impli- sobre estos NNyA11, y que a medida que crecen
ca –según se advierte de la experiencia de la y que más tiempo permanecen en situación de
Unidad- regresar a los contextos señalados en calle, los niños y adolescentes consumen más
los puntos II y III. drogas, además de los riesgos y carencias a los
Otra de las observaciones que se puede que se ven expuestos.
realizar a ambas instituciones es que cuando Por ello, entiendo que debe plantearse
el NNyA no desea continuar el tratamiento se una revisión en profundidad del dispositivo
le abre la puerta y con posterioridad se hace la terapéutico que actualmente ofrece el sec-
denuncia “de abandono de tratamiento y bús- tor público a estos NNyA. Claramente, debe
queda de paradero” en la comisaría cercana. brindarse mayor contención para lograr
Esto implica, en general, que el NNoA vuelve adherencia al tratamiento12. Dada la com-
a la situación de calle, por ello resulta por lo plejidad de la situación que atraviesan estos
menos cuestionable cuando no se arbitran las NNyA debe trabajarse desde una perspectiva
medidas pertinentes para que acceda a una territorial, combinando el fortalecimiento del
alternativa diferente de resguardo, exponién- vínculo familiar y las redes comunitarias.
dolo nuevamente a la calle y a los riesgos que Desde su ingreso al dispositivo, es nece-
le son inherentes. sario trabajar pensando en la externación del
Por lo expuesto, por las constantes rein- NNoA con otra alternativa más digna que la
ternaciones de estos NNyA, incluso en los calle -teniendo en cuenta que la pobreza y la
mismos dispositivos cuyo tratamiento han circunstancia de que niños se encuentren en
abandonado una y otra vez, y su regreso a si- situación de calle no justifican la instituciona-
tuación de calle, es que entiendo a este circui- lización-, motivo por el cual debe trabajarse
to como una “puerta giratoria”. la autonomía, facilitándole una red de con-
V. La necesidad de un cambio en el
abordaje 11 Según Irene Vasilachis de Gialdino (2003), a los chicos
de la calle se los califica como niños ligados a la miseria
“niños mendigos”, “niños en situación de conflicto con la
En el contexto previamente descripto, que- ley”, “niños abandonados”, “niños explotados”, “niños en
da claro que el abordaje actual es insuficiente y riesgo” o “niños de máximo riesgo social”; se los asocia
deficitario para el tipo de problemática de los con las “enfermedades”, “mugre”, “prostitución”, “delin-
jóvenes que ingresan a las citadas comunidades. cuencia”, “hambre”, “pobreza” “mal trato”, “carencias”, “ren-
En efecto, son NNyA, en formación y cre- cor”, “bronca”, “angustia”, “presos” o “detenidos”. Práctica-
mente no se les atribuyen cualidades positivas a los niños
cimiento, con sus derechos vulnerados. No que trabajan y/o viven en la calle. Aun para aquellos que
solo se trata de la necesidad de realizar un viven en ella desde niños, la calle es definida de manera
tratamiento adecuado (derecho a la salud); se negativa considerando que la situación de estar en ella es,
trata de niños en situación de calle (derecho a entre otras, “denigrante”, “degradante”, “desesperante”.
la vivienda), sin escolarización (derecho a la 12 Debe tenerse en cuenta que “sin proyecto que los
educación) y sin DNI (derecho a la identidad), incluya en un horizonte futuro no encuentran en sí
entre otros. Además, muchos de ellos están en mismos la motivación y las fuerzas suficientes para des-
situación de pobreza; sin continente familiar o vincularse de las drogas, en general la determinación y
la motivación que les requería sostener el proceso no
referentes afectivos o sin representante legal; parecía estar a su alcance” (García Silva 2014, 127).
86 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
tención y herramientas que les permita em- tica desde un lugar de verdadera protección
poderarse y restablecer verdaderamente sus integral. No solo se requieren políticas públi-
derechos básicos13. cas, también se requiere un rol más activo en
Si bien existen programas tendientes a la la defensa de los derechos de estos NNyA y
externación de estos NNyA14, algunos de ellos en la exigencia en su cumplimiento y la inter-
no resultan ser una herramienta verdadera- vención del Poder Judicial ante el incumpli-
mente eficaz (por falta de recursos humanos miento de las acciones positivas a cargo del
y materiales que permitan sostener una es- Poder Ejecutivo.
trategia; por estrictos criterios de admisión; En efecto, deviene necesario trabajar en la
por falta de apertura de las instituciones a tra- promoción de todos los derechos y la inclu-
bajar con programas externos; entre otras). sión social de estos NNyA, poniendo en mar-
Además, otro factor a considerar es que estos cha –o exigiendo la creación– aquellos pro-
jóvenes abandonan la comunidad con una gramas o recursos destinados a garantizar los
rapidez que requiere tener a disposición los derechos de los niños. El norte debe ser acer-
recursos para que comiencen a trabajar de car el discurso de los derechos a la realidad.
manera inmediata, extremo que no siempre Debo aquí aclarar que no es mi intención
–por no decir casi nunca- coincide con los judicializar la pobreza. Debo además destacar
tiempos de la administración local. Con aire que estos NNyA ya se encuentran en un ex-
esperanzador, destaco que existe actualmente pediente judicial, con intervención de un juez
un proyecto de Ley (S-1691/16) cuyo objeti- civil, un Defensor de Menores e Incapaces, la
vo es crear un Plan de Ingreso Integral para defensa del art. 22 de la Ley 26.657, el CDN-
acompañar a los jóvenes en proceso de tran- NyA; y si no tiene representantes legales tam-
sición del sistema de protección de derechos bién estará el Defensor Tutor, y eventualmen-
a la vida autónoma. te si entró en conflicto con la ley penal –que
sucede en varios casos- también la SENNAF,
VI. La necesidad de un cambio en la in- el juez y defensor penal correspondiente.
tervención de los operadores judiciales He aquí una lista de operadores judiciales
y de la administración local y nacional, a la
Atendiendo a la intervención que corres- que podemos incluir los profesionales de la
ponde a la Unidad en el marco del expediente salud, que pueden coadyuvar a revertir la si-
judicial para el control de la internación psi- tuación de extrema vulnerabilidad en que se
quiátrica, no puedo más que concluir que se encuentran estos NNyA. Pero para ello será
advierte la necesidad de abordar la problemá- necesario que se mire más allá del “objeto” del
expediente judicial, en todos los fueros. Re-
sulta fundamental que todos los operadores
13 En “Hacia una teoría general de la calle”, Kurt Shaw
(2002) propone herramientas para salir de la calle. trabajemos de manera conjunta en pos de res-
tablecer los derechos de estos NNyA.
14 Por ejemplo, el Sistema Sostén dependiente de la Pro- Específicamente, y considerando que la
curación de la provincia de Buenos Aires, la Fundación
Doncel (www.doncel.org.ar), la Asociación Civil Casona defensa pública debe “garantizar el acceso a
de Barriletes (https://lacasona.org.ar). Cabe señalar que la justicia en tanto derecho humano funda-
el Sistema Sostén (Ley 11.852), según informó la Coor- mental es, a la vez, el medio que permite res-
dinadora María Alegre a la Unidad, actualmente brinda tablecer el ejercicio de aquellos derechos que
acompañamiento a 200 jóvenes con domicilio en provin-
cia de Buenos Aires, cuentan con solo 11 acompañantes y
una beca de $900 para cada joven, que puede duplicarse.
Revista MPD § 87
María Laura Folgar
hubiesen sido desconocidos o vulnerados”15, entiendo necesario revisar las prácticas actua-
y la profusa normativa aplicable a salud men- les, dar una nueva mirada, ofrecer una defen-
tal y niñez que brega por estos derechos, sin sa orientada a sortear el abismo existente, por
perjuicio de las incumbencias de los distintos un lado, entre la realidad de estos niños en
organismos, desde este Ministerio Público situación de calle con consumo problemáti-
debemos peticionar en resguardo de los dere- co, y por el otro, entre el discurso jurídico que
chos fundamentales de los NNyA. brega por su sano desarrollo.
Particularmente el nuevo Código Civil,
en el art. 103, impone al Ministerio Publi- VII. A modo de conclusión
co un rol más activo, “reforzado y resigni-
ficado conforme a un enfoque de derechos Los llamados chicos en la calle en la Ciu-
humanos, constituye una pieza clave en el dad de Buenos Aires representan la cara más
“plus de protección” destinado a los vulne- visible de una situación social que se sustenta,
rables” (Yuba 2015, 358). indudablemente, en la más absoluta injusticia
Como indican las Reglas de Brasilia, el (Dirección General de Niñez y Adolescencia
sistema judicial debe ser un instrumento de la Ciudad de Buenos Aires 2006)
para la defensa efectiva de los derechos de Repensar el abordaje deviene imprescin-
las personas en condición de vulnerabili- dible, como así también políticas públicas que
dad. Por ello, frente a la entidad de vulne- ofrezcan reales soluciones que permitan el
ración de derechos descripta, sea por acción desarrollo integral y una verdadera atención
u omisión, debe exigirse lo propio al Poder e inclusión a los NNyA en situación de calle.
Judicial que intervenga para señalar a los A los positivos cambios normativos hace
otros poderes del Estado la conducta debida falta acompañarlos con nuevas prácticas judi-
(Abramovich, Courtis 2002, 135). ciales. Visibilizarlo con este artículo, entien-
Es que los derechos económicos, sociales do, es un primer paso para trabajar en pos de
o culturales, a la luz del principio de efectivi- una niñez con más derechos.
dad del art. 29 de la Ley 26.061, no son solo
una nómina de derechos o simples recono- Bibliografía
cimientos, sino que debe exigirse al Estado
acciones positivas “en su carácter del princi- Abramovich, Víctor y Christian Courtis.
pal ‘removedor’ de obstáculos de cualquier 2002. Los derechos sociales como derechos exi-
índole que impidan el pleno goce y ejerci- gibles. Madrid: Ed. Trotta.
cio de los derechos de las personas en pos
de su efectivo desarrollo como tales”. (Gil Auditoría General de la Ciudad de Bue-
Domínguez, Fama, Herrera 2012). Ya en el nos Aires. 2012. “Atención Clínica y social
fallo “Niños de la Calle” la CIDH fijó como de las adicciones en servicios del sistema de
estándar que el Estado debe garantizar con- Salud. Período 2010”. Consultado: 20 de ju-
diciones de vida dignas16. nio de 2016. http://www.agcba.gov.ar/docs/
En consecuencia, bajo estos lineamientos, inf-20120711_1277---Atencion-Clinica-y-So-
cial-de-las-Adicciones-del-Sistema-de-la-S.pdf
15 Cf. Res. DGN 1305/11.
Bellof, Mary. 2009. “Fortalezas y debilida-
16 Cf. Corte IDH, Caso de los “Niños de la Calle” (Villa- des del litigio estratégico para el fortalecimien-
grán Morales y otros) v Guatemala. Sentencia del 19 de
noviembre de 1999. Serie C. Nº 63. to de los estándares internacionales y regiona-
88 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
les de protección a la niñez en América Latina”. Fama y Marisa Herrera. 2012. Ley de Protec-
En: La cultura penal: Homenaje al Profesor Ed- ción Integral de NNyA. Derecho Constitucio-
mundo Hendler. Buenos Aires: Ed. Didot. nal de Familia. Buenos Aires: Ed. Ediar.
Revista MPD § 89
María Laura Folgar
Jurisprudencia internacional
Documentos de
organismos internacionales
90 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
Revista MPD § 91
Gabriela Spinelli
Entre los mecanismos que la ley pre- Desde esa perspectiva, la supervisión y el
vió para garantizar la efectiva protección de monitoreo son clave para asegurar la protec-
los derechos de las personas usuarias de los ción de los derechos humanos de las personas
servicios de salud mental, en particular de internadas en las instituciones. Así, numerosos
aquellas privadas de libertad en instituciones instrumentos internacionales recomiendan la
psiquiátricas, así como para prevenir y erra- necesidad de contar con organismos indepen-
dicar las violaciones de derechos humanos a dientes que revisen los criterios y las condicio-
las que este grupo ha estado históricamente nes de las internaciones por salud mental.
sometido, se destaca −entre otros− el Órgano Entre ellos, la CDPD requiere que los Es-
de Revisión Nacional (ORN) con amplias fa- tados parte prevengan todas las formas de
cultades en materia de supervisión y control “explotación, violencia y abuso” asegurando
de los tratamientos en salud mental. el monitoreo efectivo de todos las institucio-
En este trabajo, nos proponemos analizar nes y programas que provean servicios a las
brevemente el rol del ORN en la prevención personas con discapacidades, mediante auto-
y protección de derechos humanos de las ridades independientes3.
personas usuarias de servicios de salud men- De igual manera, los Principios de Salud
tal, en particular, en la prevención del mal- Mental determinan que deberá establecerse
trato en instituciones monovalentes de salud un órgano de revisión imparcial e indepen-
mental y las principales acciones llevadas a diente para examinar las internaciones, y que
cabo en ese sentido. este órgano debería ser asesorado por profe-
sionales de la salud mental independientes.
II. Antecedentes de la creación del Ór- Además, estipulan la necesidad de establecer
gano de Revisión de Salud Mental mecanismos para inspeccionar las institucio-
nes psiquiátricas, presentar, investigar y resol-
Ya en la Declaración de Caracas, adoptada ver quejas y establecer procedimientos disci-
por la Conferencia para la Reestructuración plinarios o judiciales apropiados para casos de
de la Atención Psiquiátrica en América Latina conducta profesional indebida o de violación
en 1990, los ministros y ministras de salud de de los derechos de los pacientes4.
los países de la Región habían reconocido que También, la CIDH le recomendó a los Esta-
el hospital psiquiátrico crea condiciones des- dos que apoyen la creación de organismos que
favorables que ponen en peligro los derechos supervisen el cumplimiento con las normas de
humanos y civiles de las personas usuarias de derechos humanos en todas las instituciones y
los servicios de salud mental y, en consecuen- servicios de atención psiquiátrica en cuya con-
cia, recomendaron una reestructuración de la formación deben incluirse a los usuarios, sus
atención psiquiátrica ligada a la atención pri-
maria de la salud, donde los recursos, cuidados
y tratamiento provistos deben, entre otras cues- ganización Mundial de la Salud/Organización Paname-
ricana de la Salud (OMS/OPS), Caracas, Venezuela, 14
tiones, salvaguardar, invariablemente, la digni- de noviembre de 1990.
dad personal y los derechos humanos y civiles2.
3 CDPD, art. 16, inciso 3º.
4 Principios para la protección de los enfermos menta-
2 Declaración de Caracas. Adoptada por aclamación les y el mejoramiento de la atención de la salud mental.
por la Conferencia Regional para la Reestructuración Adoptados por la Asamblea General (ONU) en su re-
de la Atención Psiquiátrica en América Latina dentro solución 46/119, de 17 de diciembre de 1991. Anexo,
de los Sistemas Locales de Salud, convocada por la Or- principios 17 y 22.
92 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
familiares, los representantes de los usuarios y (OMS)8, quien destaca que la legislación de
los trabajadores de la salud mental5. salud mental más moderna contiene garan-
De acuerdo con el Relator Especial sobre el tías legales que establecen la creación de ór-
Derecho a la Salud de ONU, las personas con ganos de revisión para proteger los derechos
discapacidad psicosocial deben contar con humanos de las personas usuarias de los ser-
mecanismos de vigilancia y rendición de cuen- vicios de salud mental.
tas que sean eficaces, transparentes y accesi- Otro organismo que mostró preocupación
bles. El incremento del monitoreo, sostiene el por la puesta en funcionamiento del ORN fue
relator, es una de las medidas más urgentes que el Sub Comité de Prevención de la Tortura
deberán adoptar muchos Estados para facilitar (SPT) quien, como resultado de la visita que
la realización efectiva del derecho a la salud de realizaró a nuestro país, en el marco del Pro-
las personas con discapacidad mental6. tocolo Facultativo de la Convención contra
En el informe Vidas arrasadas (CELS, la Tortura (OPCAT) −que fue ratificado por
2008), que documentó violaciones a los de- Argentina en 2004−, recomendó celeridad
rechos perpetrados contra las, aproximada- en la conformación del “órgano de revisión”
mente, 25.000 personas que −al momento competente para monitorear el estatuto de las
de su realización− estaban detenidas7 en las internaciones en centros monovalentes9.
instituciones psiquiátricas argentinas, se for- En cumplimiento de los compromisos in-
mularon diversas recomendaciones tendien- ternacionales asumidos, y siguiendo las re-
tes a evitar esas graves violaciones de dere- comendaciones de los diversos organismos
chos humanos. Entre ellas, se incluyó la de precedentemente referidos, la Argentina
sancionar una ley nacional de salud mental sanciona la Ley Nacional de Salud Mental
que, entre otras garantías, asegure el derecho que crea el ORN, donde se reconoce, por un
a la revisión periódica por un órgano de revi- lado, el derecho de las personas usuarias de
sión independiente e imparcial de las interna- servicios de salud mental a la supervisión
ciones involuntarias. periódica de las internaciones y, por otro,
La importancia de un organismo de vi- se le atribuye a ese organismo la función de
gilancia independiente, también fue señala- supervisar las condiciones en las que se de-
da por la Organización Mundial de la Salud sarrollan esas internaciones.
Revista MPD § 93
Gabriela Spinelli
12 Los representantes titular y suplente del MPD ante el 16 Arts. 17, 21, 24, 25, 29, 30.
ORN fueron designados por Resolución DGN Nº 1372/13. 17 Arts. 7, incs. j) y m); 31 y 39.
13 María Graciela Iglesias fue designada como Secreta- 18 Arts. 7 inc. h); 40 inc. c); 21, 24, 25, 26 y 40 inc. l).
ria Ejecutiva del ORN por Resolución DGN Nº 797/13.
19 Arts. 7 inc. h) y 18.
14 La conformación del primer período de funciona-
miento del ORN fue aprobada por Resolución SE Nº 20 Arts. 40 inc. d) y 30.
1/13 publicada en el BO 21-11-2013 y, por Resolución 21 Art. 40 inc. l).
Nº 18/15, se aprobó la segunda integración que fue pu-
blicada en el BO Nº 33.263. 22 Art. 40 inc a) y b).
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Experiencias Nacionales
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Gabriela Spinelli
Estado argentino que informe sobre la adop- tos por la LNSM para la protección de los
ción de tales medidas40. derechos humanos de las personas con pa-
La respuesta brindada por el Estado argen- decimientos en su salud mental, había in-
tino al punto 14 de la Lista de Cuestiones fue cidido en la prevención del maltrato en los
exigua e insuficiente. En efecto, se limitó a res- centros de salud mental.
ponder que el Decreto Reglamentario 603/13 Consideramos que la puesta en funciona-
implicó la protección de los derechos de las miento del ORN ha sido, sin duda, un avance
personas con padecimiento mental y, si bien es en ese sentido. El cierre de las salas de aisla-
cierto que dicho decreto fue un claro avance miento, la suspensión de obras que fortalecían
normativo que debe ser fortalecido y preserva- los manicomios, el dictado de recomendaciones
do en su vigencia jurídica, lo cierto es que no generales vinculadas con la investigación de las
se brindaron datos concretos de la problemáti- muertes ocurridas en contextos de encierro por
ca señalada por el Comité, ni se mencionaron salud mental y con la abolición del electroshock,
cuáles pudieron haber sido las medidas adop- así como la intervención en casos individuales
tadas para intentar resolver la cuestión. que, no sin dificultades, han ofrecido alternati-
Ese déficit fue señalado en el informe alter- vas concretas que deslegitiman la internación
nativo presentado por el Ministerio Publico psiquiátrica forzada como único recurso posi-
de la Defensa41, donde se le sugirió al Comité ble frente al padecimiento psíquico, dan cuenta
que -en la temática- le recomiende al Estado de algunos incipientes pero importantes logros
argentino que: adopte medidas tendientes a en la protección de los derechos humanos de las
prevenir posibles actos de malos tratos en es- personas con padecimiento en su salud mental,
tablecimientos de salud mental, en particular en particular de aquellas internadas.
mediante el fortalecimiento de la vigencia, A su vez, la presencia de los organismos de
aplicación, e implementación efectiva de la control genera un movimiento que sacude el
LNSM y su Decreto Reglamentario 603/2013 status quo de las instituciones asilares y mo-
y el fortalecimiento de la labor, y la obligato- torizan transformaciones que van incidiendo
riedad del cumplimiento de los dictámenes en los procesos de adecuación institucional a
del ORN, contribuyendo además a la creación los estándares de derechos humanos.
de órganos de revisión en cada provincia. En ese sentido, la progresiva transforma-
ción de las políticas públicas en salud mental,
VI. Algunas palabras finales centradas en la segregación en instituciones
manicomiales como principal respuesta, en
A partir del desarrollo de las funciones parte depende de la intervención del ORN
del ORN y de las acciones implementadas, así como de otros organismos, tales como la
nos propusimos analizar de qué modo la Unidad de Letrados (Art. 22 Ley 26.657) con-
creación de uno de los mecanismos previs- templados en la LNSM.
Entendemos que la intervención del ORN
contribuye, por un lado, a modificar patrones
40 ONU. Comité de Derechos Humanos. Lista de cues- estructurales de violaciones de derechos hu-
tiones previa a la presentación del quinto informe pe- manos en el ámbito de los servicios de salud
riódico de la Argentina, CCPR/C/ARG/QPR/5, 28 de
abril de 2014, p 4. mental, pero, al mismo tiempo, propende a
uniformar el control y propiciar que las ju-
41 Informe alternativo del MPD. Examen del Estado risdicciones monitoreen en sus ámbitos de
argentino ante el Comité de DDHH ONU (5to ciclo).
Buenos Aires, Argentina, 27 de mayo de 2016. (42-43) competencia la plena efectividad de la LNSM
98 § Revista MPD
Experiencias Nacionales
que configura uno de los pilares del sistema la Promoción y Protección de los Derechos de
de protección de derechos humanos. las Personas con Discapacidad Mental, 111º
Sin embargo, la complejidad del proceso de período extraordinario de sesiones, del 4 de
cambio propuesto por la LNSM y por el Siste- abril de 2001.
ma de Derecho Internacional de Derechos Hu-
manos demanda una férrea decisión política Comité de Derechos Humanos, Observacio-
de transformación del sistema de salud men- nes finales del Comité de Derechos Humanos so-
tal y el compromiso de todos los operadores y bre Argentina, 98º período de sesiones (ONU),
operadores involucrados en la temática. CCPR/C/ARG/CO/4, 31 de marzo de 2010.
Revista MPD § 99
Gabriela Spinelli
misión de Derechos Humanos (ONU) 61º pe- Órgano Nacional de Revisión. Infor-
ríodo de sesiones, Tema 10. me de Gestión Anual 2014. Disponible en
www.mpd.gov.ar/pdf/Resolucion%20SE%20
Relator Especial sobre la tortura y otros 05%202015.pdf
tratos o penas crueles, inhumanos o degra-
dantes, Manfred Nowak, Informe A/63/175,
Asamblea General (ONU), 63º período de se-
siones, 28 de julio de 2008.
III. El proceso de normalización-invi- el texto del art. 34 inc. 1 es con suma fre-
sibilización de las personas con disca- cuencia desposeído de su riqueza y reinter-
pacidad intelectual en el ámbito de la pretado, como si la culpabilidad se redujera
justicia penal únicamente a una variable psiquiátrica (si
hay demencia no hay crimen), de la misma
A pesar de la sobre representación seña- forma que lo realizaba el antiguo Código Pe-
lada en trabajos internacionales, en el ámbito nal Francés o el art. 10 inc. 1 del Código Pe-
de nuestra justicia penal, las PCD intelectual nal Chileno (Mercurio 2013)5.
atraviesan por un proceso de normalización La fórmula mixta de la inimputabilidad
que trae aparejado la invisibilización y la vul- requiere una interrelación indivisible entre
neración de sus derechos. las causas psiquiátricas (alteración morbosa,
Para que dicho proceso sea llevado adelante, insuficiencias de las facultades, estados de
el discurso psiquiátrico forense se erige como el inconsciencia), las consecuencias psicológi-
pilar fundamental de la normalización. cas (incapacidad para comprender la crimi-
En el ámbito de la justicia penal, el discur- nalidad del acto o dirigir sus acciones) y la
so psiquiátrico forense se mantiene estático, valoración jurídica.
vetusto, anquilosado y poco permeable a los Es decir, la concepción mixta de la inim-
cambios de paradigmas de salud mental. A putabilidad no se agota en la presencia de una
diferencia de lo que ocurre en la justicia civil alteración psicopatológica. La enfermedad
con la reciente promulgación del Código Ci- mental no lleva per se a la inimputabilidad,
vil y su mirada sobre las PCD y las adicciones, sino que se requiere que haya impedido la
por ejemplo, en el sistema penal conceptos capacidad para comprender o dirigir sus ac-
como enajenación, alineación mental, iodio- ciones en un momento puntual, empero todo
cia, imbecilia, torpeza mental, infradotado, ello debe ser valorado por el juez.
pueden hallarse en diferentes textos específi- Sin embargo, la concepción alienista
cos de la temática, y en la práctica cotidiana sobre la inimputabilidad continúa vigen-
del poder penal. te, tanto en la cátedra como en el foro. Ello
Así, en el caso específico de la DI, cuando conlleva a no pocas situaciones conflictivas,
uno analiza su relación con la justicia crimi- toda vez que los estándares de enfermedad
nal observa que cuando se hace referencia, mental suelen ser modificados y transforma-
en el apartado biológico del art. 34 inc. 1 del dos según las demandas y necesidades del
Código Penal, al grupo de las insuficiencias sistema jurídico que las solicite.
de las facultades, estas suelen restringirse A modo de ejemplo, en la actualidad, y
en forma arbitraria a los cuadros modera- en forma similar a lo que sucedía con el vie-
dos o graves del retraso mental. A modo de jo Código Civil, en casos de sujetos con una
ejemplo: “están aquí, todas las enfermedades adicción, si el juez estima que en el ejercicio
englobadas dentro de los retardos mentales pleno de su capacidad puede resultar un daño
moderados (antes imbecilidad), graves y a su persona o a sus bienes puede decidir res-
profundos (antes idiocia)”, dejando por fue- tringirla (art. 32 del Código Civil). Sin embar-
ra a los cuadros leves: “No incluye el retardo
mental leve u oligofrenia leve (antes debili-
dad mental) …” (Zazzali 2006, 150). 5 Art. 10. Están exentos de responsabilidad criminal: 1°.
Si bien en Argentina, el legislador optó El loco o demente, a no ser que haya obrado en un inter-
valo lúcido, y el que, por cualquier causa independiente
por una fórmula mixta de inimputabilidad, de su voluntad, se halla privado totalmente de razón.
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Documentos de
organismos nacionales
Marcelo A. Budich
Abogado (UBA), Especialista en Derecho I. Introducción
Procesal Civil (UBA), Integrante de la Secreta-
La entrada en vigencia del Código Civil y
ria Ejecutiva del Órgano de Revisión de la Ley
Comercial de la Nación -en adelante CCyC-
Nacional de Salud Mental Nº 26.657 (Defen- ha traído una necesaria mirada de derechos
soría General de la Nación) humanos a institutos que históricamente no
Anabella Ferraiuolo la tenían en la tradición liberal de nuestro
país. Es por eso que los autores se han refe-
Abogada (UBA), Especialista en Derecho rido al proceso de “constitucionalización del
Procesal Civil (UBA), Integrante de la Secreta- derecho privado” (Herrera 2014). Entre las
ria Ejecutiva del Órgano de Revisión de la Ley principales modificaciones de dicho cuerpo
Nacional de Salud Mental Nº 26.657 (Defen- normativo encontramos las reglas referidas a
soría General de la Nación) capacidad civil de las personas.
Así, en los artículos 31 a 50 del CCyC se
encuentra la sección denominada “Restric-
ciones a la Capacidad”, donde se han incor-
porado muchos de los lineamientos estable-
cidos en la Convención sobre los Derechos
de las Personas con Discapacidad (dotada
con jerarquía constitucional mediante ley Nº
27.044) -en adelante CDPD-, y en la Ley Na-
cional de Salud Mental -en adelante LNSM-.
Pese a ello, la tan ansiada reforma civil no
ha venido acompañada con una reforma al
Código Procesal Civil y Comercial de la Na-
ción -en adelante CPCCN- lo cual hubiera
sido deseable. Si bien es potestad de cada pro-
vincia el dictado de los respectivos códigos
de forma (Constitución Nacional, arts. 121 y
75 inc. 12), entendemos que una reforma al directamente el goce de los bienes de la
CPCCN (el cual se utiliza en el ámbito de la vida, sino que establece las formas de las
CABA) resulta -en la actualidad- imperiosa. actividades que deben realizarse para ob-
Debe tenerse en cuenta que muchos artícu- tener del Estado la garantía de aquel goce
los del CPCCN hacen referencia a artículos del (Calamandrei 1962, 367).
Código Civil derogado, o directamente se con-
traponen con lo estipulado en el CCyC vigente. Siguiendo esa misma línea, se ha afirma-
En relación con la materia que especí- do que:
ficamente nos ocupa, el CPCCN contiene
preceptos contrarios a la CDPD y a la LNSM […] la existencia misma del derecho pro-
-además de al propio CCyC- ya que arrastra cesal está condicionada por la preexisten-
la antigua concepción que se tenía respecto cia del llamado derecho material o sus-
de la capacidad jurídica de las personas con tantivo; así como es posible concebir un
algún tipo de padecimiento mental. derecho civil, mercantil o administrativo,
A raíz de ello, en los procesos sobre deter- sin derecho procesal, no es en cambio fac-
minación de la capacidad (tal es la denomina- tible imaginar un derecho procesal aisla-
ción actual) los jueces, defensores, abogados, do, que no venga referido a aquellos otros
y demás operadores jurídicos en general, se derechos (Moreno 1955).
encuentran en la dificultad de tener que se-
guir utilizando preceptos de un código de De esta forma -y como lo muestran dichas
procedimientos desactualizado -y en algunos definiciones- el objetivo del derecho procesal
casos, contrario a las normas de fondo- lo que se desnaturaliza si sus normas no se encuen-
genera un sinfín de inconvenientes durante el tran ajustadas al derecho sustantivo que -jus-
devenir de los procesos judiciales. tamente- debe regular.
Incluso, algunos institutos normados ac- Otra cuestión importante a remarcar es
tualmente en el CCyC (como la revisión de que muchas veces los límites entre el derecho
sentencia prevista por el art. 40) ni siquiera se de fondo y de forma se entremezclan. Así, el
encuentran regulados en el CPCCN, por lo que CCyC ha normado algunas cuestiones neta-
no se cuenta con reglas procedimentales con- mente procesales, tales como plazos, audien-
cretas para su implementación, quedando ello cias, medidas cautelares, cuestiones sobre
a merced de los criterios discrecionales de los competencia, entre otras (el art. 33 alude a
distintos juzgados (Muñoz Genestoux 2015). la legitimación activa para iniciar el proceso,
Como ya lo han marcado los grandes el art. 34 a medidas cautelares, el art. 35 a la
maestros del derecho procesal, dicha rama entrevista personal con el juez, el art. 36 a la
del derecho: competencia del tribunal, etc.). Con ello se
ha pretendido marcar pisos mínimos de ac-
[…] en contraposición al derecho sus- tuación procedimental a nivel nacional. No
tancial […] se encuentra calificado como resulta ocioso recordar que la Corte Supre-
instrumental o también como formal; ma de Justicia de la Nación, ya desde el pre-
instrumental, en cuanto la observan- cedente “Bernabé Correa” tiene dicho que el
cia del derecho procesal no es fin en sí Congreso Nacional está habilitado para dictar
mismo, sino que sirve como medio para normas de “procedimiento” en relación con el
observar el derecho sustancial; formal, derecho común, aplicables por los tribunales
en cuanto el derecho procesal no regula locales -sin perjuicio de ser una atribución re-
servada a las provincias según el artículo 121 la práctica- generaba innumerable cantidad de
de la Constitución Nacional- cuando fuesen vulneración de derechos fundamentales.
necesarias “[…] con el fin de asegurar la efec- A modo ilustrativo, destacamos que el
tividad e inmediato ejercicio de los derechos CPCCN no prescribe el traslado de la deman-
que consagra la legislación de fondo”1. da -al iniciarse el proceso- a la persona.
Es por esta relación entre el derecho Teniendo en cuenta que el CCyC específi-
de fondo y forma que debemos tener pre- camente establece (art. 36) que: “La persona en
sente permanentemente la jerarquía de las cuyo interés se lleva adelante el proceso es par-
normas jurídicas. En este sentido, siempre te y puede aportar todas las pruebas que hacen
deben interpretarse las normas del CPCCN a su defensa”, resulta fundamental que quien
a la luz de la Constitución Nacional, de la será protagonista del expediente se notifique
CDPD, de la LNSM y del CCyC; y nunca de su inicio, a fin de que tenga la posibilidad
al revés, ya que ello conllevaría a invertir de oponerse, o expresar todo lo que considere
literalmente la pirámide jurídica. pertinente a fin de que -en definitiva- se vea
En base a todo lo expuesto, en el presen- garantizado su derecho a defensa en juicio. Re-
te trabajo señalaremos aquellas cuestiones cordemos que el CCyC establece que la perso-
en las que -desde nuestra óptica- se contra- na debe contar con asistencia letrada durante
ponen las normas de forma del CPCCN con el proceso, la cual debe ser proporcionada por
las normas de fondo vigentes (nacionales e el Estado si la persona no cuenta con medios
internacionales). económicos (arts 31 inc. “e” y 36).
Finalmente, debemos referir que si bien Sin perjuicio de ello, no debe olvidarse que
el presente trabajo se realizó sobre la base de deberá celebrarse una audiencia con la per-
lo normado en el CPCCN, pueden realizarse sona antes de dictar “resolución alguna” (art.
apreciaciones semejantes para los restantes 35 del CCyC), por lo que previo a disponer la
códigos procesales provinciales, los cuales apertura a prueba de las actuaciones debería
conservan -cada uno desde su coyuntura- la necesariamente fijarse una audiencia.
antigua mirada en la materia. Dicho artículo establece también que el juez
debe garantizar la inmediatez con el interesado
II. Participación de la persona en el pro- durante el proceso, asegurando la accesibilidad
ceso. Garantía de contar con patrocinio y los ajustes razonables del procedimiento de
letrado. Audiencias. Accesibilidad acuerdo con la situación de aquel.
Recordemos que la CDPD define en su art.
El CPCCN prácticamente no regula la 2 a los “ajustes razonables” como:
participación de la persona que eventual-
mente podría ver su capacidad jurídica res- […] las modificaciones y adaptaciones ne-
tringida en el proceso. Las únicas referencias cesarias y adecuadas que no impongan una
aparecen en los arts. 626 inc. 3 in fine, 627, carga desproporcionada o indebida, cuan-
632, 633, y 635. do se requieran en un caso particular, para
Ello obedece a la idea tutelar que se tenía garantizar a las personas con discapacidad
respecto de este tipo de procesos, en los que no el goce o ejercicio, en igualdad de condi-
se consideraba a la persona “parte”, lo cual -en ciones con las demás, de todos los derechos
humanos y libertades fundamentales […].
1 CSJN, “Bernabé Correa c/ Barros”, rta 22/06/1923.
Fallos 138:157. Ello implica -en lo que atañe al proceso-
que el juez debe adoptar todas las medidas acceso a la justicia de las personas en con-
necesarias a fin de garantizar la accesibilidad dición de vulnerabilidad […]”.
y participación de la persona durante la ins-
tancia judicial, teniendo especialmente en En cuanto a la necesidad de celebrar au-
cuenta su situación. Piénsese, por ejemplo, diencias en la cual el juez tenga contacto con
que la persona puede tener movilidad redu- la persona que podría requerir apoyos, existe
cida, comunicación no verbal, o encontrarse una clara contraposición entre el CPCCN y el
realizando tratamiento durante el horario CCyC. Mientras que el art. 633 del CPCCN
judicial. Todas estas cuestiones deben ser te- dispone que: “[…] si las particularidades del
nidas en cuenta por el juzgador a fin de que caso lo aconsejen el juez hará comparecer al
la existencia del proceso modifique en la presunto demente a su presencia o se trasla-
menor medida posible la vida y rutinas de dará a su domicilio o lugar de internación”; el
la persona. En caso que aquella se encuentre art. 35 del CCyC establece que el juez “debe”
imposibilitada de movilizarse, o que ello no entrevistarlo personalmente.
sea recomendable por indicación médica, co- De esta forma, el CCyC ha procurado ase-
rresponde que sea el juez quien se apersone gurar que los magistrados tengan contacto
en el domicilio (o institución) a los fines de la personal con las personas sometidas a este
realización de las audiencias, garantizándose tipo de procesos, lo cual -a rigor de verdad-
la accesibilidad establecida en la norma. no solía suceder con mucha frecuencia antes
Recordemos que las “Reglas de Brasilia so- de la reforma del CCyC.
bre Acceso a la Justicia de las Personas en Con- Este contacto personal resulta sumamente
dición de Vulnerabilidad” establecen que los importante, ya que ello tiende a humanizar
procedimientos judiciales se deben adecuar el proceso, y visibilizar a las personas como
a las nuevas exigencias, flexibilizando sus re- tales. El contacto personal es una expresión
querimientos formales a fin de lograr los ob- del principio de inmediatez que debe primar
jetivos tenidos en mira en las normas. entre el juez y el individuo en cuyo beneficio
De esta forma, dentro de la sección 4° del se ha iniciado el expediente.
capítulo 2 (Revisión de los procedimientos y los El objetivo de este encuentro es que el juez
requisitos procesales como forma de facilitar el indague sobre los intereses, preferencias y vo-
acceso a la Justicia), la regla 33 establece que: luntad de la persona, en un lenguaje accesible.
A dichos fines, el juzgador debería despojarse
“Se revisarán las reglas de procedimiento -aquí más que nunca- de visiones paternalistas
para facilitar el acceso de las personas en y asistencialistas que obedecen a un modelo ya
condición de vulnerabilidad, adoptando superado. El momento de la audiencia resulta
aquellas medidas de organización y de crucial para indagar acerca de los apoyos que
gestión judicial que resulten conducen- podría necesitar la persona para ejercer deter-
tes a tal fin”. minados actos jurídicos (y si verdaderamente
necesita dichos apoyos formales), recabando
Asimismo, la regla 34 establece que: su opinión y preferencias al respecto.
mándose que el denunciante podrá aportar IV. Desaparición de la figura del “cura-
“únicamente” las pruebas que acrediten los dor provisorio”
hechos invocados y la persona las que hagan
a la defensa de su capacidad. El artículo 626 inc.1 del CPCCN estable-
Por su parte, el art. 36 del CCyC prescribe ce que una de las primeras medidas que debe
que la persona “[…] puede aportar todas las adoptar el juez en el expediente es la designa-
pruebas que hacen a su defensa”. Asimismo, el ción de un “curador provisional”.
art. 710 del CCyC establece que “Los procesos La figura del “curador provisional” (tam-
de familia se rigen por los principios de liber- bién llamado “provisorio” o “ad litem”) se
tad, amplitud y flexibilidad de la prueba […]”. encontraba contemplada en el art. 147 del
Como se observará, el CCyC ha modificado antiguo Código Civil, y su función princi-
el criterio en materia probatoria del CPCCN, pal era representar a la persona durante el
pasando de un criterio restrictivo a uno amplio. juicio de incapacidad.
De esta forma se procuró otorgar mayor El CCyC elimina dicha figura y en su
flexibilidad probatoria, en especial a la per- reemplazo promueve que la persona cuente
sona que podría ver limitada su capacidad con patrocinio letrado durante el proceso.
jurídica, a fin de que pueda ejercer apropia- Ello tiene lógica dentro de la nueva mirada
damente su defensa. Ello es corolario de la del CCyC, ya que en la práctica el antiguo
impronta contradictoria que el CCyC le otor- “curador provisorio” solía acompañar el curso
ga a los procesos sobre determinación de la del expediente, y buscar una suerte de “ver-
capacidad jurídica. dad objetiva” en lugar de defender los deseos
Pese a lo expuesto, cabe referir que la eva- e intereses de la persona.
luación interdisciplinaria (a la cual nos referire- Por el contrario, el CCyC propicia que
mos en forma amplia en el apartado 5) continúa quien podría ver su capacidad restringida
siendo la principal medida de prueba en este cuente con un verdadero defensor técnico, y
tipo de procesos. En virtud de ello, cabe recor- que este abogado base su actuación en la vo-
dar que dentro de las garantías procesales esta- luntad y deseos de aquel.
blecidas en los “Principios para la Protección A ello corresponde agregar, como ya he-
de los Enfermos mentales y el Mejoramiento mos expresado en otra oportunidad (Budich
de la Atención de la Salud Mental” (ONU, Res. 2015), que la asistencia letrada establecida
46/119, del 17 de diciembre de 1991; e incorpo- en el CCyC debe existir durante todas y cada
rados a la LNSM) expresamente se prevé que: una de las etapas del proceso, es decir, desde
el inicio del juicio hasta las eventuales revisio-
El paciente y su defensor podrán solicitar y nes de la sentencia (o el cese de sus efectos).
presentar en cualquier audiencia un dicta- Además, el CCyC establece que el abogado de
men independiente sobre su salud mental y la persona debe estar presente en todas las au-
cualesquiera otros informes y pruebas ora- diencias que se celebren (art. 35).
les, escritas y de otra índole que sean per- Ya no se trata de buscar una “verdad ob-
tinentes y admisibles (Principio 18, inc. 3). jetiva”, sino de dar cumplimiento con las ga-
rantías constitucionales de defensa en juicio y
De ello se colige que, sin perjuicio de la debido proceso, las cuales -con la excusa tute-
evaluación que se ordene en el proceso, la lar- en muchos casos no se respetaban en los
persona o su defensor podrán presentar una juicios sobre capacidad.
evaluación independiente. Siguiendo esta línea de ideas, debemos refe-
rir que el “curador” mencionado en el art. 34 del en caso que “la demencia apareciere notoria e
CCyC tampoco es asimilable al antiguo “cura- indudable” (definición por demás ambigua).
dor provisorio” sino que es una figura más cer- Como a lo largo de todo el proceso -por
cana al antiguo curador “a los bienes” (ad bona). aplicación del modelo social de la discapa-
Además, dicho art. 34 del CCyC permite cidad- la mirada no debe estar puesta en la
la designación de apoyos durante el proceso, existencia de una enfermedad (notoria o no),
tanto para cuestiones patrimoniales como sino en las barreras y apoyos necesarios para
personales. Se trataría de una suerte de “apo- realizar actos jurídicos. Asimismo, siempre
yos provisorios” pero, a diferencia de la an- deberá escucharse a la persona, quien -recor-
tigua figura del “curador provisorio”, ellos no demos- resulta ser parte en el proceso, y debe
representan a la persona durante el proceso. ser oída previo a cualquier resolución que se
Respecto de la aparición del abogado de- adopte (art. 31 inc. e, 35, y 36 del CCyC).
fensor en lugar del curador provisorio, la doc- Por su parte el CCyC ha regulado las me-
trina ha expresado -siguiendo esta línea- que: didas cautelares en el art. 34, trayendo como
novedad la posibilidad de que el juez designe
La figura difiere claramente de la función redes de apoyo a fin de garantizar los dere-
reconocida tradicionalmente al curador chos personales y patrimoniales de la persona
ad litem -quién actúa en función de ob- antes del dictado de la sentencia.
tener la sentencia que, en su entender y Una medida cautelar en tiempo y forma
conforme el mejor interés de la persona, puede evitar situaciones que -por el paso del
satisfaga en mejor medida sus intereses, tiempo- difícilmente puedan resolverse pos-
pudiendo pronunciarse en favor de la teriormente con la sentencia.
restricción de la capacidad de la persona, Teniendo en cuenta lo antedicho, coin-
aunque esta se oponga-. El abogado, en cidimos con lo referido por la doctrina en
cambio, debe seguir como cualquier letra- cuanto a que:
do patrocinante los intereses y deseos de
la persona, en el marco del ejercicio profe- Los actos objeto de la medida cautelar
sional y según las reglas del art. 31 CCyC deben encontrarse expresamente con-
(Herrera 2015, 97-98). signados, no pudiendo el juez dictar una
medida que exceda los límites de la protec-
En el ámbito de la Justicia Nacional en lo ción que específicamente requiere la per-
Civil, en caso que la persona no haya designa- sona, pudiendo darse el absurdo de que la
do un abogado, corresponde que el juez nom- cautelar fuese más amplia que la eventual
bre a un Defensor Público Curador del Minis- sentencia a dictar. Lo contrario atentaría
terio Publico de la Defensa (art. 46 inc. a de la contra el carácter restrictivo que impregna
ley 27.149), a fin de cumplir dicha función. a toda medida cautelar e importaría la in-
observancia del art. 19 de la Constitución
V. Medidas cautelares Nacional como pauta general rectora. Ello
se basa no solo en los términos del art. 34
Recordemos que, en la materia que nos del CCiv. y Com., sino también en la pre-
ocupa, las medidas cautelares se encuentran sunción de capacidad general de ejercicio
reguladas en el art. 629 del CPCCN -el cual de la persona humana, conforme expresa
remite al artículo 148 del antiguo Código Ci- el art. 31, inc. a). (Pagano 2016, 157).
vil- y otorga al juez la potestad de dictarlas
había sido introducida en nuestro ordena- del art. 635 del CPCCN, a los fines de la reha-
miento por el art. 152 ter del antiguo Códi- bilitación, repitiendo pasos procesales que ya
go Civil (mediante la LNSM), la redacción han sido realizados durante la revisión (eva-
del CCyC ha aclarado algunas cuestiones. El luación interdisciplinaria, audiencias, etc), y
CPCCN nada dice en este punto ya que se por lo tanto, generando un dispendio jurisdic-
trata de un instituto jurídico que no existía cional innecesario. Ello ha sido entendido de
en nuestro ordenamiento. esta forma por la mayoría de la jurisprudencia
Con respecto a la “rehabilitación” previs- en el fuero nacional y también en las XXV Jor-
ta por el art. 635 del CPCCN (debiera decir- nadas Nacionales de Derecho Civil.
se “restitución plena de la capacidad civil” o Siguiendo esta línea de pensamiento, la
“cese de los efectos de la sentencia”), vale de- doctrina ha expresado que:
cir que ella ha sido mantenida por el CCyC,
aunque con algunas modificaciones. Así, el La norma reformada, en cambio, regula un
art. 47 del CCyC establece -nuevamente- la concreto derecho de revisión, a resultas del
necesidad de la realización de un informe in- cual, por supuesto, puede derivar la rehabili-
terdisciplinario (en contraposición al examen tación de la persona […] (Herrera 2015, 105).
de tres médicos psiquiatras o legistas requeri-
dos por el art. 635 del CPCCN).
Por lo tanto, actualmente co-existen en VIII. Inhabilitación
nuestro ordenamiento: 1) La revisión de sen-
tencia; y 2) La rehabilitación. Con la entrada en vigencia del CCyC se ha
Corresponde aclarar que se trata de dos producido un cambio fundamental en relación
institutos bien diferentes, cuyos fines son con la inhabilitación, quedando limitada a los
distintos; a saber: una revisión periódica de casos de prodigalidad, ya que todos los demás
la situación de la persona a fin de adecuar la supuestos serán comprendidos por el régimen
sentencia a la situación y necesidades actuales de apoyos. Es a la luz de esta modificación que
de la persona; o la petición ante la jurisdic- deben interpretarse las normas del CPCCN,
ción del cese de toda restricción jurídica y el por lo que únicamente mantendrán validez los
consiguiente archivo de las actuaciones. artículos referidos a situaciones de prodigali-
Habiendo aclarado este punto, cabe referir dad (art. 637 quater y 637 quinter CPCCN), los
que -en determinados casos- el art. 40 (revi- cuales -igualmente- deben ser interpretados de
sión) y el art. 47 (procedimiento para el cese) acuerdo con las normas de fondo vigentes y, en
del CCyC deben ser interpretados de manera una eventual reforma procesal, ser modificados.
armoniosa. Es decir, que si en el transcurso Los supuestos previstos por el CPCCN
de la revisión de sentencia se detectara que en el art. 637 bis (“alcoholistas habituales,
la existencia de las restricciones a la capaci- toxicómanos y disminuidos”) deben enten-
dad -y el régimen de apoyos- ya no resultan derse inaplicables para la inhabilitación y
necesarios, y cumplidos todos los requisitos en todo caso (más allá de que el vocabula-
pertinentes, no existe óbice para que el juez rio ya no resulta adecuado) será aplicable
dicte el cese de los efectos de la sentencia (re- la figura de capacidad restringida. Ello se
habilitación) en la etapa revisoria. encuentra previsto por el art. 32 del CCyC
Adoptar el temperamento contrario impli- cuando hace referencia a la existencia de
caría la necesidad de iniciar -una vez finalizada “…una adicción o una alteración mental
la revisión- un nuevo proceso en los términos permanente o prolongada…”.
Sin perjuicio de ello, la doctrina especiali- tencia, Chaco, los días 19 y 20 de noviembre.
zada ha entendido que “[…] serán de aplica-
ción las normas sobre incapacidad o capaci- Budich, Marcelo A., Mariana Caramia
dad restringida en la medida en que no sean y Rosalía Muñoz Genestoux. 2015. “La Re-
incompatibles” (Olmo 2015, 93). visión de Sentencia como Garantía para la
Persona cuya Capacidad Jurídica fue Restrin-
IX. Conclusiones gida”. Revista de Derecho de Familia. 71. Edi-
torial Abeledo Perrot.
A modo de consideración final, y sobre
la base de todas las cuestiones desarrolladas, Calamandrei, Piero. 1962. Instituciones de
entendemos que las reformas de fondo acon- derecho procesal civil. T. 1, Buenos Aires: Edi-
tecidas en materia de capacidad civil en la Re- ciones Jurídicas Europa-América.
pública Argentina durante los últimos años
-principalmente a partir de la incorporación a Herrera, Marisa. 2014. “Principales Cambios
la legislación nacional de la CDPD (y su pos- en las Relaciones de Familia en el Nuevo Código
terior incorporación a la Constitución Nacio- Civil y Comercial de la Nación”. Sistema Argen-
nal), la sanción de la LNSM, y la entrada en tino de Información Jurídica (www.saij.gob.ar).
vigencia del CCyC- obligan a repensar una Consultado: 29 de junio de 2016. http://www.saij.
reforma integral del CPCCN, que incluya los gob.ar/marisa-herrera-principales-cambios-re-
aspectos aquí desarrollados, de modo tal que laciones-familia-nuevo-codigo-civil-comercial-
exista una relación armónica entre las normas nacion-dacf140723-2014-10-02/123456789-
sustantivas y adjetivas en nuestro ordenamien- 0abc-defg3270-41fcanirtcod
to. Ello a fin de no perjudicar a las personas so-
metidas a un proceso sobre determinación de Herrera, Marisa, Gustavo Carmelo y Se-
capacidad jurídica por falta de normas proce- bastián Picasso. 2015. Código Civil y Comer-
sales actualizadas que se encuentren a la altura cial de la Nación Comentado. Buenos Aires:
de las normas de fondo -nacionales e interna- Editorial Infojus.
cionales- vigentes en la actualidad. Sin perjui-
cio de ello, mientras dicha reforma no suceda, Iglesias, María Graciela. 2014. “La capaci-
proponemos una interpretación integral del dad jurídica. El modelo de «apoyo» en la toma
sistema jurídico y, por sobre todo, respetuosa de decisiones”. En: Hacia un nuevo concepto
de la jerarquía de las normas, teniendo siempre de capacidad jurídica, coordinado por Otilia
presente que el derecho de forma deberá ceder Zito Fontan. Buenos Aires: Editorial Ad-Hoc.
ante el derecho de fondo, e interpretarse a la
luz de este último. Jornadas Nacionales de Derecho Civil.
2015. Comisión Nro. 1 “Nuevas Reglas Refe-
Bibliografía ridas al Régimen de Capacidad de la Persona
Humana”. Conclusión número 28. Resisten-
Budich, Marcelo A., Anabella Ferraiuolo y cia, Chaco, 1, 2 y 3 de octubre. Consultado:
Rosalía Muñoz Genestoux. 2015. “La Importan- 10 de junio de 2016. http://jndcbahiablan-
cia de la Defensa Técnica en los Procesos de De- ca2015.com/wp-content/uploads/2015/10/
terminación de la Capacidad Jurídica”. Ponencia CONCLUSIONES-01.pdf
presentada en las Jornadas Nacionales de la De-
fensa Pública, realizadas en la ciudad de Resis- Kemelmajer de Carlucci, Aida. 2015. “Pró-
Jurisprudencia nacional
1 Desde el CELS entendemos al litigio estratégico como 4 “… en este aspecto, y a efectos de garantizar la eficacia
recurso y herramienta fundamental para un programa de dichos controles, estimo conveniente el dictado de una
de expansión de derechos y de incidencia en políticas de medida cautelar distinta a la peticionada (Conf. art. 204
derechos humanos. CPCCBA), toda vez que, en atención a la gravedad de la
2 En nuestro escrito de demanda delimitamos a los situación constatada en autos, conferir el control a la mis-
miembros que conforman la clase afectada de la siguiente ma autoridad que lo detenta actualmente, constituye un
manera: “…La presente acción persigue la tutela de inte- contrasentido y una medida de dudosa utilidad, motivo
reses individuales homogéneos de todas aquellas perso- por el cual, se habrá de designar a un equipo interdisci-
nas con padecimientos mentales privadas de la libertad plinario de profesionales con incumbencias en las áreas
en “Melchor Romero”, cuya protección legal se ampara de medicina clínica, psiquiatría, psicología y trabajo so-
en la Convención Sobre los Derechos de las Personas con cial, los cuales serán seleccionados de un listado que a
Discapacidad de Naciones Unidas (CDPD) y la LNSM. tal efecto habrá de requerirse a los respectivos Colegios
Profesionales y Facultades pertenecientes a la Universi-
3 “…A diferencia de la sociedad antigua, en la que se prescin- dad Nacional de La Plata…”, medida cautelar dictada por
día de las personas con discapacidad, en la Edad Media ocu- el Juzgado en lo Contencioso Admi-nistrativo Nº 1 Dpto.
paban un sitio: el de los marginados…” (Palacios 2008, 56). Jud. La Plata, ordenado el 27 de noviembre de 2014.
vicen los programas o planes específicos para donde serían abordadas dos cuestiones en
abordar el debido tratamiento de los internos particular8: la eficacia del Protocolo de Au-
del Hospital…”5. sencias sin Aviso, y la construcción de in-
Más allá de la exhortación formal practi- dicadores que permitiesen confeccionar un
cada, transcurrieron meses sin un sólo avance registro de población, como condición para
a favor del colectivo afectado, circunstancia evaluar el estado en el que se encuentra cada
que atenta de forma manifiesta contra el acce- uno para lograr su pronta externación.
so irrestricto a la justicia en plazos razonables En ambos casos, las herramientas reflejan
y profundiza las condiciones de vulnerabi- problemas metodológicos, pero también, po-
lidad6. Cabe destacar, sin embargo, que he- nen en evidencia lógicas y conceptos todavía
mos advertido algunos cambios a partir de la sujetos al viejo paradigma manicomial.
puesta en marcha de una instancia de diálogo
para avanzar en la modificación de las lesivas IV. Obstáculos a sortear en el marco de
conductas denunciadas7. los litigios de reforma estructural
los derechos humanos del grupo, justifica la los restantes poderes las modificaciones nece-
colectivización del proceso, máxime teniendo sarias13. En cambio, otros, en una posición más
en cuenta el fuerte interés estatal en la protec- intermedia, prefieren la conformación de me-
ción de grupos históricamente relegados y/o sas de diálogo entre las partes que integran la
débilmente protegidos11. litis14 para que se generen los consensos y se
Si bien tanto la acción de clase como, tam- modifiquen las estructuras, sin que sea nece-
bién, el litigio de interés público, fueron ma- saria la orden directa del Poder Judicial. Esta
yormente desarrollados en ordenamientos del última opción ha sido conocida como “Mo-
Common Law, principalmente en los Estados delo Deliberativo para la toma de decisiones
Unidos, lo cierto es que de manera paulatina remediales” (Sturm citada en Basch 2010, 12).
han sido incorporados en ordenamientos de En apoyo a esta variable, parte de la doc-
tradición continental europea y la República trina sostiene que el método “dialogal” dota
Argentina no fue la excepción12. de mayor legitimidad a la sentencia definiti-
Las posturas doctrinarias especializadas va, toda vez que no es el judicante quien ter-
en la materia ofrecen ciertos matices en lo que mina ordenando qué hacer, sino que dirige
respecta a los límites en las funciones del Po- el proceso limitándose a conformar espacios
der Judicial y las órdenes que esté dispuesto de diálogo entre las partes, más allá de juzgar
a impartirle a los restantes poderes. Algunos, las responsabilidades que a cada órgano del
postulan que sea el mismo magistrado, a través Estado le corresponda por haber omitido re-
de un proceso “experimental”, quien ordene a solver la cuestión previamente. Por su parte,
posiciones a favor de una postura más activis-
ta, afirman que, un proceso basado en la sola
lectivo -, amerita el tratamiento de las cuestiones comu-
nes, en una vía procesal única…” (Salgado 2011a, 42-43).
búsqueda de diálogo entre las partes, importa
una manifiesta renuncia del Poder Judicial a
11 “…Como tercer elemento es exigible que el interés indi- ejercer su deber de control y resguardo de los
vidual considerado aisladamente, no justifique la promo-
ción de una demanda, con lo cual podría verse afectado el derechos reconocidos constitucionalmente15.
acceso a la justicia. Sin perjuicio de ello, como se anticipó,
la acción resultará de todos modos procedente en aquellos 13 “…Public law litigation: civil rights advocacy seeking
supuestos en los que cobran preeminencia otros aspectos to restructure public agencies has changed course over
referidos a materias tales como el ambiente, el consumo o the last three decades. It has moved away from remedial
la salud o afectan a grupos que tradicionalmente han sido intervention modeled on command-and-control bureau-
postergados, o en su caso, débilmente protegidos. En esas cracy toward a kind of intervention that can be called “ex-
circunstancias, la naturaleza de esos derechos excede el in- perimentalist.” Instead of top-down, fixed-rule regimes,
terés de cada parte, y al mismo tiempo, pone en evidencia the experimentalist approach emphasizes ongoing stake-
la presencia de un fuerte interés estatal para su protección, holder negotiation, continuously revised performance
entendido como el de la sociedad en su conjunto. En tal measures, and transparency…” (Sabel 2004).
sentido, los artículos 41, 42 y 43, párrafo segundo, de la
Constitución Nacional brindan una pauta en la línea ex- 14 “…many critics argued that even effective judicial inter-
puesta…”, CSJN en autos “Halabi, Ernesto c/ PEN s/ Am- vention of this kind was often illegitimate. They emphasi-
paro”, consid. 13 de la mayoría. zed that these cases did not fit easily into traditional no-
tions of the judicial role or the separation of powers…”
12 A partir de la última reforma constitucional, se reco- (Sabel 2004). Esta postura sostiene que el juez activista
nocieron los derechos de incidencia colectiva y los de- debe tener especial precaución con las órdenes que dicta a
rechos económicos, sociales y culturales. De esta forma, los restantes poderes a los efectos de evitar inmiscuirse en
cada vez fueron más utilizados para la defensa de dere- esferas que no son propias de su competencia.
chos fundamentales en protección de grupos que histó-
ricamente las administraciones centrales desatendieron, 15 “…La diferente situación en la que ambas partes se
entre ellos, los usuarios del servicio de salud mental. sientan a negociar ha sido vista por Fiss como un obstá-
Las organizaciones de derechos humanos pendiente17. Más allá de esto, el juez intervi-
han impulsado varios procesos de reforma es- niente tiene herramientas que el código de
tructural16, sin embargo, existen inconvenien- forma le ofrece para guiar un proceso evitando
tes serios para su consolidación como herra- innecesarias dilaciones. Así, ante la reticencia
mienta efectiva de protección debido, entre a la entrega de prueba, el magistrado debiera
otras razones, a la ausencia de normativa pro- aplicar sanciones u ordenar medidas para me-
cesal que regule la materia, la actitud de los jor proveer, que terminen por aclarar los he-
jueces que deben guiar este tipo de proceso, y chos controvertidos. Sin embargo, hasta tanto
las actitudes que adoptan las distintas partes no se sancionen las conductas indebidas, el
en el proceso. En los puntos siguientes, ahon- modelo dialogal continuará encontrando in-
daremos en algunos de los obstáculos que se salvables obstáculos, transformándose en un
nos han presentado: mero proceso ritual y desvirtuando su finali-
dad, circunstancia que atenta contra el acceso
IV.1. El necesario cambio de lógica en las irrestricto a la justicia en plazos razonables.
defensas técnicas
IV.2. El control de la mesa de trabajo y
Las autoridades demandadas utilizan es- la implementación del “auxiliar del juez”
trategias de respuesta y defensa que no se
condicen con los procesos de reforma es- Es notorio el cambio que ha logrado la
tructural, lo que agrava aún más el delicado mesa de trabajo permanente que funciona en
estado de las víctimas y, en el caso que nos el ámbito del Hospital, instancia donde se han
ocupa en este artículo, la situación de vulne- generado importantes consensos en armonía
raciones múltiples con la que deben convivir con la LNSM. Sin embargo, este no es un es-
todas las personas alojadas en el Romero. pacio conformado para el mero intercambio
En estos supuestos, debemos asumir que de ideas, sino que se ha implementado en
un proceso con fines distintos necesariamente búsqueda de soluciones concretas que deben
demandará normas procesales acordes, deu- poder implementarse en forma rápida y ope-
da legislativa que la Corte Suprema nacional rativa. Por ello, no deben soslayarse determi-
ordenó cancelar hace años pero que aún está nadas cuestiones que hacen a la administra-
ción de un caso de tamaña envergadura18.
Uno de los principales problemas que ria, por ejemplo-; y advierta sobre los límites
encontramos es la falta de control judicial a las posibilidades de transar determinadas
sobre los avances y retrocesos que, día a día, cuestiones vinculadas a las características del
se manifiestan en el ámbito del diálogo entre derecho colectivo vulnerado20, entre otras.
las partes. Este problema no se debe exclusi- Esta designación, además, armoniza con
vamente a una falencia del Poder Judicial ar- el modelo dialogal propuesto por el magistra-
gentino, ya que también se ha presentado en do, evitando así ser él mismo quien tenga que
otros sistemas donde han surgido soluciones resolver, ordenando determinado accionar.
innovadoras, por ejemplo, la designación del
“auxiliar del juez” o “special master”19. IV.3. Negocios procesales sobre los he-
De esta forma, el juez podría asignarle a chos controvertidos
éste determinadas funciones que permitan
sustanciar el proceso ágilmente, sin que ello Otro factor a superar, se vincula con la de-
se traduzca en una delegación de las faculta- terminación de los hechos que dan sustento al
des jurisdiccionales. A su vez, estaría al tanto reclamo judicial. Con una marcada perspec-
de todas las novedades que surgieran, sin que tiva adversarial, el código de forma establece
su presencia sea necesaria en cada oportuni- que la parte demandada deberá oponer ne-
dad donde la mesa de trabajo se reúna. gativas generales y particulares de los hechos
La designación de un auxiliar en el mar- denunciados por la actora, delimitándose, así,
co de este proceso sería beneficioso para que: las controversias fácticas entre las partes que
transmita los avances logrados en cada reu- merecerán ser debidamente probadas21.
nión de la mesa de trabajo permanente; ase-
sore en cuestiones que dificultan el armado 20 “…Cuando la pretensión se dirige a limpiar el curso
de consensos -cuestiones de índole probato- de un río, la clase o grupo involucrado será aunado por
un objeto indivisible en el cual confluyen los intereses o
expectativas de un número indeterminable de personas,
puntual. Lo que se ha denominado el “caseflow manage- cuyo uso, goce y disposición corresponde a todos ellos de
ment”, o cómo manejar los casos a través de la gestión manera conjunta, sin que alguno pueda excluir a los de-
del tribunal. En esta visión se han de estudiar las normas más o apropiarse del bien comunitario. A esta especie la
procesales y administrativas que se refieren al órgano ju- denominaremos derechos, prerrogativas o intereses difu-
dicial como entidad de administración de recursos hu- sos o colectivos de carácter indivisible…” (Salgado 2011a,
manos y materiales y, asimismo, en directa vinculación 42). En casos donde se encuentre en pugna un derecho
con el proceso judicial, en la perspectiva de un “proceso colectivo propiamente dicho -indivisible- será imposible,
administrativo” compuesto por objetivos, actividades, al menos por ahora, renunciar parcialmente o transarlo
plazos y flujos de trabajo…” (Berizonce 2006, 42). por cuanto la prerrogativa no le pertenece a un individuo
en particular, sino a un colectivo. Por ello, ninguna per-
19 “…La Rule 53.a.1 prevé la facultad de las Cortes de sona que se arrogue su defensa se encontraría habilitada
designar un master en diversas situaciones. Entre ellas para materializar renuncias a derechos indisponibles.
contempla la necesidad de atender procedimientos ante-
riores o posteriores al juicio (trial) cuando el tribunal u 21 Art. 356 del Código Procesal Civil y Comercial de
otros jueces de la jurisdicción no puedan hacerlo con efi- la Nación (CPCCN): En la contestación opondrá el
cacia y en tiempo adecuado -Rule 53.a.1.C-. Entre las ta- demandado todas las excepciones o defensas de que
reas que han sido encargadas a la figura durante la etapa intente valerse. Deberá, además: 1) Reconocer o negar
posterior al juicio se destacan las negociaciones de acuer- categóricamente cada uno de los hechos expuestos en la
dos conciliatorios, la realización de investigaciones y la demanda, la autenticidad de los documentos acompa-
administración de organizaciones (28). Este último rol es ñados que se le atribuyeren y la recepción de las cartas
particularmente recomendado cuando el caso involucra y telegramas a él dirigidos cuyas copias se acompañen.
una orden compleja y la parte obligada ha demostrado Su silencio, sus respuestas evasivas, o la negativa mera-
ser reticente en su cumplimiento…” (Verbic 2008). mente general podrán estimarse como reconocimiento
La causa Romero no ha sido la excep- vechoso para que las partes ofrezcan la prue-
ción a la regla, pues la accionada ha negado ba en su poder. De esta forma, se conviene
todos y cada uno de los hechos que hemos una plataforma fáctica común que suplante
denunciado. En esta línea, a los efectos de la típica producción probatoria de los he-
acotar la etapa de producción probatoria, chos controvertidos. Para ello, es necesario
creemos necesario explotar mecanismos al- que se aseguren dos cuestiones:
ternativos y, para ello, la opción de generar a. Idoneidad del representante adecua-
ciertos “negocios procesales” en el ámbito do24: Esta figura es trascendental en materia
de la mesa de trabajo puede ofrecer solu- de procesos colectivos al ser la encargada de
ciones interesantes. Someramente descrip- ejercer la representación de una forma tal
tos, los negocios procesales son acuerdos que el mismo afectado no hubiera podido
celebrados entre las partes que integran -o ejercerla mejor. Así, habilitando la defensa
integrarán- una litis, a los efectos de “ges- a través de una persona idónea, el sistema
tionar” determinadas cuestiones que hacen judicial permite que la sentencia colectiva
al desenvolvimiento del litigio22. sea oponible a personas que no formaron
Tomando como base el sistema del “dis- parte del litigio pero que contaron con una
covery” estadounidense23, el ámbito de la defensa que resolvió en beneficio del colec-
mesa permanente de trabajo podría ser pro- tivo afectado25.
En síntesis, la importancia que la figura re-
viste, requiere extremar los controles sobre su
de la verdad de los hechos pertinentes y lícitos a que se accionar para evitar que se generen conflic-
refieran. En cuanto a los documentos se los tendrá por tos de interés (Klonoff 2007, 62) que puedan
reconocidos o recibidos, según el caso.
22 “…Por un lado, está su utilización tradicional como
instrumento de resolución del litigio, favorecida enorme- 24 “…El adecuado representante es un sujeto que gestio-
mente por el derecho contemporáneo a través de los mo- na en forma vigorosa los derechos de todos los miem-
dos alternativos de resolución de conflictos, especialmente bros, como si aquéllos hubieran estado presentes en el
la conciliación y la mediación, de los que no hablaré aquí litigio. La calidad de su desempeño deberá ser tal que, de
puesto que este aspecto de la contractualización es bas- haber ejercido los ausentes su defensa en forma persona,
tante conocido11. Y, por otro lado, la técnica contractual no podrían haberlo hecho de mejor manera. De esa suer-
se desarrolla en dos direcciones más modernas: primero, te, si ello ocurre, todos los ingresantes de la clase, presen-
antes del litigio, las partes recurren cada vez más a la con- tes o ausentes, podrán verse vinculados por la eficacia de
vención como instrumento de anticipación convencional la cosa juzgada de ese proceso…”, (Salgado 2011b, 194).
del reglamento de sus discrepancias (I); por otra parte, una
vez surgida la controversia, el recurso al contrato se opera 25 “...For many years, legal historians placed the origin of
en el propio seno de la institución judicial como un instru- class actions in seventeenth century England. In their te-
mento de gestión del proceso…” (Cadiet 2012). lling, class actions were born as something called the “Bill
of Peace” that enabled multiple plain-tiffs or defendants
23 “…As an initial matter, the judge should consider to resolver common questions in a single legal action
what information will be needed from the parties to brought in the Courts of Chan-cery. However, when the
determine whether the litigation should proceed as a number of plaintiffs was so large that it was not practical
derivative action or class action. In cases that do not to require them all to come forward (physically and lega-
raise class issues, the parties are subject to Rule 26 dis- lly), the court allowed representative plaintiffs to present
closures and the court should further ascertain at the the case for all potential plaintiffs, present or absent. The
initial pretrial conference the scope of discovery likely representative plaintiffs were required to show that they
to be sought by the parties and tailor a discovery sche- adequately reflected the interests of the entire group be-
dule accordingly. Additional reciprocal pre-discovery cause the judgment would be binding on all plain-tiffs,
disclosures may expedite and reduce the amount of dis- whether or not they were actually involved in the procee-
covery needed…”, en Federal Justice Center (2004, 553). dings...”, (Hensler 2000, 10).
terminar por perjudicar a los miembros que mandado, de común acuerdo, presenten al
conforman el colectivo afectado26. juez la demanda y su respectiva contestación
b. Exhaustivo control sobre los avances en forma conjunta, ofreciendo la prueba den-
de la mesa permanente de trabajo: En con- tro del mismo escrito (Conf. art. 336 CPCCN
sonancia con lo sostenido en apartados pre- y art. 335 CPCCBA).
vios, vemos cómo la figura del auxiliar del
juez cobra relevancia nuevamente. Es que, V. Conclusiones finales
ante la sustanciación de conflictos de tamaña
envergadura, es probable que el juez a cargo Las primeras etapas sorteadas en el am-
no se encuentre en condiciones de evaluar pe- paro colectivo interpuesto han requerido va-
riódicamente las novedades que se presentan rios meses de sustanciación, lo que se tradu-
en el expediente ya que, por obvias razones, ce –inevitablemente- en el recrudecimiento
tampoco debe restarle atención a las demás de las condiciones por las que presentamos
causas que tramitan ante sus estrados. la acción de amparo. Si bien es cierto que se
La designación de un auxiliar permitiría han logrado ciertos avances, hasta ahora no
controlar los detalles del acuerdo sobre la plata- se han materializado en beneficio de los afec-
forma fáctica al que pudieren arribar las partes tados. Esta dilación indebida atenta contra la
en el ámbito de las mesas de diálogo. De lograr- tutela judicial efectiva consagrada constitu-
lo, no haría falta sustanciar todas las medidas de cionalmente (Conf. art. 15 Constitución de
prueba ofrecidas sobre los hechos controverti- la Provincia de Buenos Aires), circunstancia
dos y, en cambio, desde los inicios del proceso, no menor que bien podría derivar en una res-
se podría avanzar con una posición en común ponsabilidad internacional del Estado argen-
sobre los hechos acontecidos para pasar rápi- tino por obstaculizar el acceso irrestricto a la
damente a la búsqueda de soluciones; objetivo justicia de grupos vulnerables.
último del reclamo interpuesto. La ausencia de normativa que regule ade-
La propuesta cobra fuerza si tenemos en cuadamente al proceso colectivo, a su vez,
cuenta que el código de forma ofrece una agrava aún más el problema al permitirles un
solución análoga, al permitir que actor y de- amplio margen de discreción a los magistra-
dos encargados de resolver. Ya sea a través de
una postura más o menos activista, es necesa-
26 En caso de surgir algún problema, deberá ser remo- rio que los judicantes no permitan actividad
vido y designarse a otro con capacidad suficiente para procesal que no se condiga con los fines pro-
que no se desvirtúe su cometido. “… Courts have taken pios del litigio de reforma estructural.
a variety of approaches to addressing inadequacy of
class representatives and class counsel. If an adequa- Reiteramos la necesidad de evaluar las
cy problem arises before a class action is certified, the soluciones aplicadas por ordenamientos ju-
court may either deny class certification or permit the rídicos foráneos a los problemas que hoy se
substitution of and adequate representative or adequate presentan dentro de nuestro sistema, no para
counsel. Alternatively, the court may narrow the class to copiar institutos que probablemente no fun-
encompass only those individuals who would be ade-
quately represented. If an adequacy problem arises after cionen, sino para entender sus lógicas y ver si
certification, the court may likewise allow substitution es posible que se incorporen armónicamente
of new representatives or counsel, narrow the class, or, dentro de nuestro sistema. En esta línea, tan-
in extreme cases, decertify the class. In no event should to la designación del auxiliar judicial como
a court allow the case to proceed in the absence of at la posibilidad de transar sobre la plataforma
least adequate representative and one adequate attorney
for each subclass in the case…”, (Klonoff 2007, 72). fáctica, permitirían un adecuado control so-
bre los avances logrados en el marco de la judicial en el litigio de derecho público en Ar-
mesa de trabajo y una agilización en la sus- gentina”. Trabajo presentado en el Seminario
tanciación de procesos complejos que, de por en Latinoamérica de Teoría Constitucional y
sí, consumen mucho más tiempo del espe- Política (SELA). Disponible en: http://digital-
rado, más aún si tenemos en cuenta que no commons.law.yale.edu/yls_sela/45
hace falta practicar reformas normativas para
hacer uso de las herramientas propuestas. Berizonce, Roberto O. 2006. “La adminis-
Para finalizar, reafirmamos que ante vio- tración de justicia en Argentina”. En: Admi-
laciones sistemáticas a los derechos humanos nis-tración de Justicia en Iberoamérica y sis-
–en este caso, sobre personas con padeci- temas judiciales comparados, coordinado por
mientos mentales-, el litigio de reforma es- José Ovalle Favela. México: UNAM. Instituto
tructural se presenta como una herramienta de Investigaciones Jurídicas. Disponible en
de transformación en sintonía para acom- http://bibliohistorico.juridicas.unam.mx/li-
pasar el arduo proceso de implementación bros/4/1978/5.pdf.
de la Ley Nacional de Salud Mental. No obs-
tante, entendemos que estará a la altura de las Cadiet, Loïc. 2012. “Los acuerdos procesa-
circunstancias, siempre y cuando los actores les en derecho francés: situación actual de la
involucrados dejen de lado excesivas posturas contractualización del proceso y de la justicia
rigoristas y, en cambio, asuman defensas que en Francia”. Revista de Derecho Procesal Bue-
no agraven, aún más, la situación de los dere- nos Aires: 521-555. Disponible en ISSN 2191-
chos humanos en pugna. 1339 – www.civilprocedurereview.com.
El Hospital Melchor Romero ha transitado
desafortunados procesos de transformación. CELS. 2008. La lucha por el derecho: litigio
Estamos ante una oportunidad única de gene- estratégico y derechos humanos. Buenos Aires:
rar un cambio real, genuino y profundo desde Ed. Siglo Veintiuno.
una perspectiva interdisciplinaria e intersecto-
rial que, sobre la base del respeto pleno a los Delamata, Gabriela; César Garavito, Diego
derechos de las personas alojadas, dé curso al Morales y Julieta Rossi. 2016. “Derechos so-
tan ansiado proceso de desmanicomialización. ciales y procesos colectivos: algunas variables
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Documentos de
organismos internacionales
APUSSAM I. Introducción
Asamblea Permanente de Usuari@s de los
Servicios de Salud Mental* Estas no son historias contadas porque
sí, porque no tenemos nada mejor que ha-
cer o decir, o porque nos complacemos con
algún tipo de narrativa policial por pura di-
versión... Este es un claro ejemplo de cómo,
historias entrelazadas vividas por diferen-
tes usuarios, hacen una experiencia de vida
que nos es común a todos... Historias de
abuso, golpes de puño y patadas, encierro
forzado, sobremedicación, mala alimenta-
ción, amenazas… Y demás… Entre noso-
tros ha habido amas de casa, verduleros,
carniceros, vecinos, filósofos, ingenieros,
analistas de sistemas, físicos recibidos del
Instituto Balseiro, publicistas, técnicos
electricistas, abogados, artistas de fama,
cantantes de fama, actores-payaso de pro-
fesión, restauradores de arte sacro, taxistas,
militares, biólogos, extranjeros, escritores,
y una extensa lista de personas de todas las
clases sociales… Esta no es una historia de
* La APUSSAM se reúne todos los primeros y terce- entretenimiento, ni un pasatiempo formal,
ros jueves de cada mes a las 15 hs en la sede del CELS, esto es verdad, pura y absoluta realidad, tan
Piedras 547, CABA. Más información en: http://asam- llanamente como puede ser contada… Por
bleadeusuariosdesaludmental.blogspot.com.ar/, en Fa-
cebook: Apussam Asamblea de Usuarios, o escribir a eso nosotros, por eso nuestra voz… A cual-
asambleausm@gmail.com quiera, en cualquier momento de su vida,
por la razón que sea, le puede tocar vivir tragado todo, por si de las otras dosis escu-
nuestras mismas experiencias… Y terminar pía algo...
donde nosotros terminamos… Me alojaron en un lugar llamado: “ADMI-
Y cuando eso sucede se pierden trabajos, SIÓN” … Con guardia en la salida, barrotes y
familia, hijos, afectos, propiedades, el propio puerta reforzada…
respeto, el amor por nosotros mismos y, en Vi gente atada a las camas, personas ba-
definitiva, se pierden todos los derechos hu- beándose, otras sostenerse a las paredes y
manos. Los pocos familiares que aún los quie- algunos llorando, y gritando, y pidiendo por
ren y pueden acompañarlos y ayudarlos, y us- favor los dejen salir de este lugar…
tedes mismos, van a estar esperando porque Entre ellos estuve yo…
haya quien alce la voz por ustedes… por sus Si realmente tengo una enfermedad:
derechos… por eso… Nosotros… ¡QUIERO CURARME!!!!
Me trajeron las autoridades policiales en Me pregunto: ¿Qué es todo este maltrato…?
un auto, algunos llegan en otros vehículos ¿Estoy esperando un abogado…? ¿Alguien
blancos de igual sirena… en mi defensa…? ¿Alguien vendrá a corrobo-
Me retuvieron los documentos… Dos per- rar que estoy loco…? Y si necesito atención:
sonas de guardapolvo blanco me interrogaron ¿Podré negarme a las prácticas médicas que
tan amablemente como ellos suelen hacerlo en me desagradan porque ya las he probado an-
estos casos, en presencia de un fornido enfer- tes…? Y si lo hago: ¿Me golpearán…? ¿Me
mero y un guardia de vigilancia, y al cabo de atarán a la cama…? ¿Quién es ese horroroso
un rato de anotar y consultar entre ellos, me personaje con delantal y cara de Torquemada
dieron a leer un escrito judicial en el que una que me mira como diciendo: “Sos mío…”?
jueza expresaba el siguiente párrafo: “Sugiero Estar internado no es placentero, sea cual
la inmediata internación de: Mi persona…” fuere el motivo de la internación…
…. Acto seguido me comunican: “Tenemos Si a eso le sumamos que uno está retenido
ORDEN de internarte…” A lo que yo aterrado en contra de su voluntad, en un manicomio
contesté: “La jueza SUGIERE la internación, y sometido a recibir golpes, sobremedicacio-
no la ordena… Y más aterrado aún, desespera- nes y otras formas de torturas, sobre todo las
do, y tratando de aferrarme a lo poco que aún psicológicas, más precisamente en el mismo
me quedaba de dignidad y libertad, dije: “Si me lugar en el que te encierran para curarte de
internan a la fuerza, los voy a demandar por eso mismo, de padecimientos mentales… psi-
privación ilegítima de libertad…” Aunque yo cológicos… psiquiátricos…
no tenía ni idea de cómo hacer eso… Al mo- Y me doy cuenta ahora, con las nuevas leyes,
mento trato de marcharme del consultorio… del hecho de que contar con la posibilidad de
Entonces ellos me retienen a la fuerza, entre tener un abogado defensor que nos apoye, que
todos, me inyectan alguna droga, y de inme- vele por nuestros derechos y escuche nuestras
diato me hacen firmar unos papeles de cons- necesidades, nos brinda una sensación de pro-
tancia de “Internación consentida…” tección que nunca antes habíamos experimen-
Solicitaron mis medios de comunicación, tado… Lo que no es poco… No lo duden…
tanto mi celular, como mi computadora per- Una sensación de igualdad desconocida
sonal… Y mi radio… hasta ahora…
Además de la droga que inyectaron en mi Es sentir que no estamos solos en esos mo-
cuerpo... Me dieron otras, vía oral… mentos dolorosos… Que alguien nos guía en
Revisaron mi boca para ver que hubiera la oscuridad, que podemos saber cuáles son
Experiencias Internacionales
cución. La limitación en este caso del dere- como consecuencia de una condena dictada
cho a la libertad, consagrado en el artículo 2, por un tribunal competente. Sin perjuicio de
N°2, segunda parte, de la Ley Fundamental, que la medida de seguridad prevista en el §
no violaba el principio de proporcionalidad; 66, en sí misma, no contradice ese artículo de
el principio de prohibición de la aplicación la Convención. Por otro lado, se afirmó que
retroactiva de la ley penal, previsto en el artí- se aplicó retroactivamente la ley que abolió el
culo 103, N°2, de la Ley Fundamental no rige límite máximo de duración de la medida de
para las medidas de seguridad, ya que éstas, al seguridad, contra lo dispuesto en el artículo
contrario de las penas, no tienen como presu- 7° de la Convención, según el cual no puede
puesto de aplicación la culpabilidad del agen- ser impuesta una pena más grave que la apli-
te; el deber estatal de protección de los ciu- cable al momento en que la infracción fue co-
dadanos contra injerencias en su vida, salud metida. La eliminación del límite máximo de
y libertad sexual supera al derecho del con- duración de la medida de seguridad, aplicán-
denado de ser liberado una vez transcurridos dose la ley nueva a los casos en que la sanción
los 10 años, motivo por el cual resulta propor- está en ejecución, equivale a la imposición
cional la aplicación retroactiva de la ley nue- de una pena más grave que la aplicable en el
va que eliminaba este límite máximo de dura- momento en que la infracción fue cometida,
ción, no dejando desprotegidas expectativas resultando una violación del principio de le-
legítimas (artículo 2°, N°2, en consonancia galidad. Tanto más, cuando la ejecución de la
con el artículo 20, N°3, de la Ley Fundamen- medida de seguridad se diferenciaba poco de
tal); la protección de la dignidad de la perso- la ejecución de la pena3.
na humana, consagrada en el artículo 1, N°1,
de la Ley Fundamental, no impone la fijación 2. En 1996, en Francia, el señor B.B. fue
de un límite máximo de duración de la priva- condenado a una pena de 10 años de prisión
ción de la libertad por razones de seguridad, por haber cometido crímenes sexuales contra
cuando ella es necesaria para hacer frente a la menores de 15 años. La ejecución de la san-
peligrosidad constante de la persona2. ción terminó en el año 2000.
El condenado recurrió, entonces, ante el El 9 de marzo de 2004 fue creado, por vía
Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El de una modificación al Código Procesal Penal,
17 de diciembre, el Tribunal de Estrasburgo un registro judicial automático de autores de
concluyó, por unanimidad, que se violaron crímenes sexuales y de crímenes violentos, que
dos artículos, el 5, N°1, párrafo a), y el 7, Nº1, entró en vigencia el 30 de junio de 20054. El
de la Convención Europea de Derechos Hu- 2 de marzo de 2004, el Consejo Constitucio-
manos. Según el Tribunal, no podía ser es- nal había decidido que la obligación de dar a
tablecida conexión alguna entre la condena conocer periódicamente el domicilio o resi-
de 1986 y la continuidad de la ejecución de dencia no es una sanción, pero sí una medida
la medida de seguridad 10 años después de
ser iniciada. Había, por eso, una violación del
derecho a la libertad, consagrado en el artí- 3 Cf. Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH),
culo 5, N° 1, inciso a), que establece que la Caso M. v. Alemania, (N° 19.359/04), Sentencia de 17 de
diciembre de 2009, disponible en http://hudoc.echr.coe.int
persona sólo puede ser privada de la libertad
4 Cf. Ley N° 2004-204 que crea el fichier judiciare na-
tional automatisé des auteurs d´infractions sexuells ou
2 Cf. BVerfG, 2 BvR 2029/01, disponible en www.bun- violentes, agregando los artículos 706-53-1 a 706-53-12
desverfassungsgericht.de del Código Procesal Penal.
El fallo del Tribunal de Karlsruhe, lejos del con la ley fundamental, sin declaración de
fallo de 2004, fue reconocido en dos frentes nulidad, el Tribunal dio un plazo al legisla-
muy distintos: llevó a cabo una interpretación dor (hasta mayo de 2013) para proceder a las
de la Ley Fundamental abierta al derecho in- modificaciones necesarias (Gomes Canotil-
ternacional, a la Convención Europea de los ho 2003, 1018; Medeiros 1999, 676-766). La
Derechos Humanos y a la jurisprudencia del ley federal del 5 de diciembre de 2012 entró
Tribunal Europeo; y trazó límites al denomi- en vigor el 1 de junio de 2013, con la desig-
nado derecho penal de la peligrosidad. nación sugestiva de Gesetz zur Bundesrechtli-
chen Umsetzung des Abstandsgebotes im Recht
5.1. Al decidir que, a pesar de que las der Sicherungsverwahrung, donde se eviden-
normas de la Convención Europea de Dere- cia la exigencia de que, en el derecho de las
chos Humanos están subordinadas a las de medidas de seguridad, se cumpla el mandato
la Ley Fundamental, y que éstas deben ser constitucional de diferenciación (diferencia-
interpretadas con aquella apertura, con el ción de las medidas de seguridad de las pe-
límite de no resultar tal interpretación una nas, en particular de la pena de prisión).
disminución de la protección constitucional
de los derechos fundamentales; la decisión 6. Cuando la solución dualista de apli-
de 2011 se inscribe en una nueva era del cación acumulativa de pena y medida de
constitucionalismo europeo, que el Tribu- seguridad privativa de la libertad al agente
nal de Estrasburgo aplaudió expresamente imputado por la comisión de un mismo he-
en decisiones ulteriores, por ser reveladora cho parecía desvanecerse, en un retorno a un
de que los tribunales de cada país protegen a derecho penal solamente penal, la noticia de
los derechos fundamentales no solamente a la comisión de delitos de determinada natu-
nivel nacional, sino también a nivel europeo raleza hizo eco en la opinión pública condu-
(Michaelsen 2012, 148-167; Borja Jiménez ciendo a una respuesta política que, de in-
2015, 186)11. La decisión se inscribe, así, en mediato, pretendió “apaciguar a las víctimas
la problemática de la protección multinivel y tranquilizar a la opinión pública” (Delmas-
de los derechos fundamentales, particular- Marty 2013, 17-28).
mente, en la forma en que los diversos tribu- Cuando el compromiso alcanzado entre la
nales la han enmarcado y en la evolución de escuela clásica y la escuela positivista parecía
tal encuadramiento (Medeiros 2015, 347). tener los días contados —sistemas sanciona-
torios como el francés o el portugués fueron
5.2. La decisión del tribunal de Karlsruhe persistiendo en la respuesta sancionatoria
cuestionó, en general, las normas sobre las monista y otros, como el brasilero, abando-
medidas de seguridad aplicables a agentes naron al sistema del doble binario12—, el de-
imputables, con fundamento en su peligro- recho penal de la peligrosidad resurge en Eu-
sidad criminal. Pronunciando una sentencia ropa a partir de mediados de los años noventa
de mera declaración de incompatibilidad del siglo pasado (Albrecht 2011, 431 y ss; Mi-
chaelsen 2012, 150 y ss; Acale Sánchez 2013,
141 y ss; Rinceanu 2013, 160 y ss; Gimbernat del cual se esperan respuestas político-crimi-
Ordeig 2015, 20 y ss). nales fundadas, pasó a ofrecernos respuestas
Las noticias transmitidas por los medios de que son apenas políticamente correctas, “po-
comunicación de secuestros y de abusos sexua- lítico-criminalmente correctas”, asumiendo a
les de niños, algunos seguidos de homicidio, ge- ese efecto, muchas veces, el papel de creador
neró una demanda subjetiva de seguridad por de la opinión pública. Y “lo que más preocu-
parte de la sociedad, muchas veces debida más pa es este desconcierto, este populismo, esta
a una “presión mediática” que a la propia reali- incapacidad de ubicarse por encima del rugir
dad. “Criminalidad y miedo a la criminalidad feroz con que las masas, en todos los tiempos
marcan la contemporaneidad” y pasaron a te- y en todas las circunstancias, siempre claman
ner eco en una “política criminal de seguridad” por una justicia que huele a sangre, pudrición
(Miranda Rodrigues 2003, 207 y ss). y vouyerismo” (De Faria Costa 2015, 8).
La legislación penal fue tornándose más
severa, por obra del populismo punitivo y de 6.1 En Alemania, son reveladoras del nue-
una percepción distorsionada de la inseguri- vo derecho penal de la peligrosidad, la ley del
dad en la comunidad, motivada por los me- 26 de enero de 1998 contra delitos sexuales y
dios de comunicación social. De otro ángulo, otros delitos peligrosos que eliminó el límite
puede afirmarse que la repercusión en la co- máximo de duración de la medida de segu-
munidad por la práctica de crímenes de cierta ridad de internación, aplicándose retroacti-
naturaleza y gravedad fue llevando al derecho vamente, y que tornó más fácil la imposición
penal de tutela de bienes jurídicos hacia un de la medida en casos de crímenes violentos
derecho penal de protección de las víctimas13. contra la integridad física y libertad sexual;
De las víctimas de los agresores sexuales, en la ley del 21 de agosto de 2002 que introdu-
general, y de los abusadores sexuales de niños, jo en el Código Penal la medida de seguridad
en especial, y más recientemente, de los terro- bajo reserva, para aquellos casos en que, al
ristas y de los agresores en contexto domésti- momento de la condena, existan dudas sobre
co, llevando el derecho penal del hecho, a un la peligrosidad del agente, difiriéndose por
“derecho penal de autores”. El poder político, ello la decisión para que la tome la autori-
dad de ejecución luego de cumplida la pena
(§ 66a – Vorbehalt der Unterbringung in der
13 Con referencia al derecho penal brasilero reciente, Sicherungsverwahrung); y la ley del 23 de ju-
nótese que la Ley N° 13.104, del 9 de marzo de 2015, lio de 2004 que introdujo en aquel Código la
prevé que el homicidio contra la mujer por razones de medida de seguridad retroactiva, a posterio-
su condición de sexo femenino (femicidio) pase a ser
homicidio calificado (artículo 121.°, §2.°, VI, del Có- ri, que es ordenada después de la condena
digo Penal) y pase a integrar el elenco de los crímenes a una pena y de la ejecución de esa sanción,
atroces (crimes hediondos); y que la Ley N° 13.142, del y con referencia al crimen cometido y a la
6 de julio de 2015, prevé alteraciones respecto al ho- peligrosidad del agente. (§66b – Nachtra-
micidio calificado, la lesión corporal y al elenco de los gliche Anordung der Unterbringung in der
crímenes atroces (artículo 121, § 2°, VII, y 129, §12, del
Código Penal y 1 de la Ley N° 8.072, del 25 de julio de Sicherungsverwahrung)14.
1990), cuando la víctima sea cierta autoridad o agente,
integrantes del sistema penitenciario y de la Fuerza Na-
cional de Seguridad Pública, en ejercicio de la función o 14 Sobre esta evolución legislativa, Rinceanu (2013,
con motivo de ella, o el crimen sea contra su cónyuge, 166) y Borja Jiménez (2015, 175 y ss) y, también, los §§
conviviente o pariente consanguíneo hasta el tercer gra- 1 a 6 y 9 y s., I. A., de la decisión de BVerfG, 2 BVR
do, en razón de esa condición. 2365/09, del 4 de mayo de 2011.
catálogos de los derechos, libertades y garan- en cierta medida, desde el punto de vista de la
tías relevando, así, toda la carga axiológico- diferenciación entre una y otra sanción.
normativa que le está subyacente”21. Por otro lado, el afán punitivo del po-
La problemática de la aplicación de la der político lo enceguece de tal forma que
ley penal en el tiempo, cuando la sanción no le permite ver las categorías dogmáticas
en cuestión es la medida de seguridad, tie- a partir de las cuales debe tener lugar la in-
ne que ver, en el fondo, con la crítica, ya tervención penal. Solo una ceguera de este
antigua, de que el régimen legal de esta tipo —generosamente no usamos la palabra
sanción es, muchas veces, revelador de una ignorancia—, explica que la imposición de
burla de etiquetas. Entre muchos méritos medidas de seguridad a agentes imputables,
de la decisión del Tribunal Constitucional junto con la pena, pueda fundarse no ex-
alemán de mayo de 2011, debe destacarse clusivamente en la peligrosidad criminal del
la afirmación del imperativo constitucional agente, sino en el tipo de delito por él prac-
de diferenciación (verfassungsrechtlichen ticado (crimen contra la libertad y la auto-
Abstandsgebot) entre pena y medida de se- determinación sexual de los niños, o crimen
guridad, y la exigencia, de ahí resultante, de de terrorismo, por ejemplo), conduciendo,
una diferenciación efectiva entre una y otra verdaderamente, a un derecho penal de la
también en la fase de ejecución, para que no seguridad22. ¡Que podrá, incluso, llegar al
haya una burla de etiquetas. punto de modificar la inimputabilidad penal
en razón de la edad, en función del tipo de
8. Merced de una cierta indiferenciación delito cometido por el agente!23
entre penas y medidas de seguridad, espe- Otro ejemplo de intervención legislati-
cialmente en lo que concierne a los límites de va al margen de categorías dogmáticas, es
cada una, el derecho penal que se ha estado el del registro judicial automático de au-
consolidando apela a una idea de peligrosidad tores de crímenes sexuales y de crímenes
criminal que ha arrastrado dudas en cuanto a violentos, en vigor en Francia desde 2005.
la naturaleza jurídica de las medidas restric- Este ejemplo, también permite introducir
tivas de los derechos del ciudadano. ¿Pena o la cuestión de saber si, en rigor, estamos
medida de seguridad? Esa es la cuestión. Hay apenas ante una medida administrativa de
que saber, por ejemplo, si la sanción española policía, tal como decidió el Consejo Consti-
de la libertad vigilada es verdaderamente una tucional y el Tribunal Europeo de Derechos
pena o si es una medida de seguridad (Rin- Humanos. Es un retorno a la discusión so-
ceanu 2013, Borja Jiménez 2015). El dilema bre las fronteras entre el derecho adminis-
es que la indiferenciación resultó, en parte, trativo y el derecho penal, y sobre la natu-
de todo un movimiento político-criminal que raleza jurídica de la medida de seguridad
buscaba aproximar la medida de seguridad a (Antunes 2002, 81 y ss).
la pena, en un esfuerzo de revestir la estruc-
tura y la aplicación de medidas de seguridad
de garantías conformes a la idea de Estado de 22 Cancio Meliá (2011, 6) destaca la importancia del tipo
derecho (Antunes 2003, 93 y ss). Lo que se fue de crimen en detraimiento de la peligrosidad del agente.
ganando en aproximación, fue perdiéndose, 23 En este sentido, la Propuesta de Enmienda de la Consti-
tución de la República Federativa de Brasil N°115, de 2015,
relativa al artículo 228°, al bajar de 18 para 16 la edad de
21 Cf. Sentencia del Tribunal Constitucional N° inimputabilidad penal “en casos de crímenes atroces, ho-
183/2008, disponible en www.tribunalconstitucional.pt micidio doloso y lesión corporal seguida de muerte”.
Albrecht, Hans-Jörg. 2011. “Sicherheit und De Faria Costa, José. 2015. Beccaria e o Di-
Prävention in strafrechtlichen Sanktionen- reito Penal. Portugal: Coimbra Editora.
systemen. Eine kriminologische, komparative
Untersuchung”. En: Wegsperren? Freiheitsen- Delmas-Marty, Mireille. 2013. “Deshu-
tziehende Massnahmen gegen gefährliche, stra- manización del derecho penal”. En: Securita-
frenchtlich verantworliche (Rückfall-) Täter im rismo y Derecho Penal. Por un Derecho penal
internationalen Vergleich, editor Hans-Georg humanista, editores Luis Arroyo Zapatero,
Koch, 431-489. Berlin: Duncker y Humblot. Mireille Delmas-Marty, Jean Danet y María
Acale Sánchez, 17-28. Cuenca: Ediciones de
Antunes, Maria João. 2002. Medida de Se- la Universidad de Castilla-La Mancha.
gurança de Internamento e Facto de Inimpu-
tável em Razão de Anomalia Psíquica. Coim- Ferrari, Eduardo Reale. 2001. “Medidas
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mocrático de Direito”. San Pablo: Revista dos
Antunes, Maria João. 2003. “Discussão em Tribunais. 92 y ss.
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zão de anomalia psíquica”. Revista Brasileira Gimbernat Ordeig, Enrique. 2015. “Pró-
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Antunes, Maria João y Cláudia Cruz Santos. tugal: Editora Almedina.
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artigo 176.º do Código Penal (Pornografia de digna y arbitraria”. El Mundo. 2 de abril de
menores)”. En: Comentário Conimbricense do 2015. http://www.elmundo.es/opinion/2015/
Código Penal, Parte Especial, Tomo I, Dir. Jorge 04/01/551c391122601d4f6f8b4577.html
de Figueiredo Dias. Coimbra: Coimbra Editora.
Martínez Mora, Gema. 2015. Alternativas
Borja Jiménez, Emiliano. 2015. “Peligro- jurídicas al tratamiento penal de la delincuen-
sidad postcondena, intervención punitiva y cia habitual. España: J.M. Bosch Editor.
el internamiento solo cumplirá con una fina- la Corte Suprema de Justicia de Perú de la si-
lidad aseguradora o neutralizante (Jescheck y guiente forma:
Weigend 2003, 92; Maurach 1995, 864; Stran-
tenwerth 2000, 42; Mir Puig 2011, 93). En […] uno de los fundamentos de las me-
esta tendencia, Hegglin indica que desde los didas de seguridad radica en que existen
años ochenta se ha producido un viraje desde sujetos que no ofrecen la fiabilidad cog-
un derecho penal terapéutico, caracterizado nitiva para ser tratados como personas en
por medidas de seguridad orientadas a lograr derecho, o como sujetos que no muestran
prioritariamente la curación del sujeto, a un en conjunto una línea de vida que permita
derecho penal cuya finalidad es la neutraliza- concluir que serán fieles al derecho, en este
ción del “peligroso” (2006, 186). sentido, la necesidad de heteroadministrar,
En la jurisprudencia peruana, este vira- implica que la persona portadora de dere-
je se ha producido de manera aislada y de la chos y deberes incumple de manera obs-
mano de la tesis propuesta por Jakobs, quien tinada determinados deberes, por lo que,
considera a la medida de seguridad de inter- ya no puede ser tratada como tal ni igual
nación como una institución que cumple con que a los demás, no significando ello que se
la finalidad de eliminar peligros (1996, 41). genere una discriminación, sino que se le
Y es que al ser el inimputable alguien que no priva de derechos para neutralizarla como
tiene la capacidad para expresar o comunicar fuente de peligro, esto es, “heteroadminis-
la negación de la norma, no podemos decir tración de la existencia que se produce en
que existe el deber de restablecer la norma el caso de internamiento en un hospital
(35). Por tanto, la medida de seguridad, a psiquiátrico, un centro de deshabituación
diferencia de la pena, no se encuentra en el o en custodia de seguridad.4
plano comunicativo, sino en el plano fáctico.
En este escenario, Jakobs indica lo siguiente: En síntesis, si bien la postura mayoritaria
en el Perú aboga por la doble finalidad cura-
[…] la medida de seguridad compensa tiva-neutralizadora, existe una tendencia a
la pérdida de libertad interna del autor que la medida de seguridad de internamiento
y ha de justificarse precisamente a cau- tenga por finalidad inocuizar a los individuos
sa de dicha pérdida: quien ya no domina “anormales”, considerados fuentes de peligro
en absoluto su libertad interna, dirigida por el Derecho.
por la propia determinación ética (como
ocurre con los enfermos mentales) […] II.2.2. La peligrosidad y la individualización
no puede pretender la libertad social de la medida de seguridad de internación
completa (1996, 35)
La individualización judicial es el proceso
Así, la medida de seguridad no se basa a través del cual el juez determina la clase de
en deberes propios de una persona en socie- medida de seguridad que se va aplicar y la du-
dad, sino que es un ejercicio de coacción ante ración de la misma (Rodríguez 2016, 12). De
personas que no comunican con sus actos. acuerdo al statu quo, el principal criterio para
En esta línea, la medida de seguridad des-
personaliza y se basa en la necesidad social
de eliminar fuentes de peligro (Jakobs 2009, 4 R.N. 2375-2009. Ejecutoria suprema emitida por la
Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia
8). Estos argumentos han sido recogidos por de Perú el 26 de enero de 2010.
Cuadro 3
El modelo social implica un avance trans-
cendental frente al modelo rehabilitador y al
modelo de prescindencia. El primero se carac-
Persona con dispacidad psicoso- teriza por considerar que la “anormalidad” de
cial o intelectual comete delito la persona es el problema y que, por lo tanto,
es necesario recurrir a un tratamiento médico
que normalice a la persona, aun cuando esto
implique sustituir su voluntad (Palacios 2008,
12-13). Y es que el modelo rehabilitador tiene
Su deficiencia lo hace incapaz de como premisa que existen seres “normales” y
controlar su comportamiento y
de entender la norma
seres “anormales”, los primeros tienen ciertas
(inmputable) características (razonar, sentir, comunicarse)
que los transforman en individuos capaces
de decidir sobre sus vidas; los segundos, care-
cen de ellas, por lo que no tendrán capacidad
Su incapacidad de controlar su de decidir autónomamente sobre sus vidas
comportamiento y entender la (Cuenca Gómez s/f, 5). Por su parte, el modelo
norma lo hace peligroso de prescindencia considera que la “anormali-
dad” de la persona la transforma en un indivi-
duo que no merece vivir en sociedad o que no
cumple con las características necesarias para
hacerlo, por lo que deberá ser eliminada o ais-
Se aplica la medida de lada. A diferencia de estas visiones, el modelo
seguridad de internamiento a social mira a la persona con deficiencias como
las personas con deficiencias un sujeto de derechos y con capacidad de de-
psicosociales e intelectuales cidir sobre su vida, que se enfrenta a distintas
que cometen un delito barreras creadas por la sociedad; barreras que
finalmente lo discapacitan.
El modelo social ha sido reconocido por
la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad (en adelante la
de las personas”, la discapacidad involucra Convención). Este instrumento fue ratifica-
“los factores sociales que restringen, limitan do por el Perú y entró en vigor el 3 de mayo
o impiden a las personas con diversidad fun- de 2008. Así, la Convención se transforma
cional, vivir una vida en sociedad” (Palacios en un instrumento que contiene normas de
2008, 123). Dentro de las deficiencias se en- rango constitucional que, por lo tanto, debe-
cuentran las psicosociales, que suponen ca- rán ser un parámetro de interpretación de
pacidades de pensar y gestionar aspectos so- las normas penales.
ciales y emocionales de manera distinta a la Hemos señalado antes que, a diferencia del
de la mayoría de personas (Rodríguez 2016, modelo rehabilitador, el modelo social consi-
6) y las intelectuales, que hacen referencia al dera que las personas con discapacidad tienen
desarrollo de la inteligencia y las funciones derecho a decidir sobre sus vidas. Esta idea ha
cognitivas de manera diferente al estándar de sido ampliamente respaldada por la Conven-
normalidad fijado socialmente. ción. Así, en el artículo 3 se reconoce el prin-
tuida11. Este mismo año, el Comité recomendó dad? Desde nuestra perspectiva, este fin cae en
que el internamiento en instituciones de salud lo que Ferrajoli llama una “falacia naturalista”,
mental debe enmarcarse dentro de servicios toda vez que se afirma que la medida de segu-
que estén sobre la base del consentimiento de ridad de internamiento debe tener una finali-
la persona12. Igualmente, el Relator Especial so- dad de neutralizar fuentes de peligro solo por
bre tortura y otros tratos o penas crueles, inhu- el hecho de que, lamentablmente, esto sucede
manas o degradantes del Consejo de Derechos en la realidad (65). Por otro lado, el fin asume
Humanos de las Naciones Unidas indicó que que las personas con deficiencias psicosociales
la finalidad terapeútica del internamiento sin e intelectuales pueden ser tratadas como un
consentimiento es un peligro para los derechos objeto y, por lo tanto, ser eliminadas o segrega-
de las personas con deficiencias psicosociales, das en aras de proteger a la mayoría; ubicándo-
independientemente de las alegaciones de bue- se evidentemente en el modelo de prescinden-
nas intenciones o de necesidad médica que se cia de la discapacidad (66). Y es que el motivo
puedan realizar13. Finalmente, y de manera de esta argumentación parte de considerar que
específica, el Comité ha manifestado reciente- la dignidad humana solo le pertenece a aque-
mente su desconformidad con las medidas de llas personas que tienen determinada capaci-
seguridad de internamiento que conlleven tra- dad de razonar, sentir y comunicarse (De Asis
tamiento médico-psiquiátrico forzado. De este 2013, 44). Sin embargo, como ya se dijo an-
modo, el Comité ha recomendado “eliminar tes, el artículo 3 de la Convención reconoce la
las medidas de seguridad que implican forzo- dignidad de estas personas. Palacios y Bariffi
samente tratamiento médico-psiquiátrico en señalan que este reconocimiento implica que
internamiento” y “velar por que se presten las personas en situación de discapacidad son
todos los servicios de salud mental con el con- fines en sí mismas y no objetos (2007, 74). Esto
sentimiento libre e informado de la persona queda finalmente confirmado con el artículo
afectada”14. De lo antes dicho se deprende que, 12.1, toda vez que el reconocimiento como
desde la Convención y el modelo social, el fin persona equivale a decir que las personas con
“terapéutico” que permite la medida de segu- discapacidad no pueden ser tratatas como ob-
ridad de internamiento en un centro de salud jetos (Quinn 2010, s/p). En esta misma línea,
mental es inválido (Rodríguez 2016, 64) Hegglin indica lo siguiente:
¿Es, entonces, el fin neutralizador el legí-
timo para fundamentar la medida de seguri- […] el límite de la dignidad humana re-
conocido en el artículo 10.1 de la Cons-
titución Española (en el caso del Perú el
11 Comité de los derechos de las personas con discapa- artículo 1 de la Constitución) impide con-
cidad. CRPD/C/DNK/CO/1, párr.34.
siderar a la persona como un mero medio,
12 Comité de los derechos de las personas con disca- como un objeto o como algo que se puede
pacidad. CRPD/C/BEL/CO/1, párr.29. En un sentido eliminar o neutralizar de cualquier manera
similar: Comité de los derechos de las personas con dis-
capacidad. CRPD/C/ECU/CO/1, párr.28-29.
para salvaguardar a la sociedad del peligro
que aquélla representa (2006, 298)
13 Informe del Relator Especial sobre tortura y otros
tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes del
Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Ahora bien, ¿qué sucede con la peligrosi-
A/HRC/22/53 párr. 32. dad? La peligrosidad es un criterio de indivi-
dualización que responde al fin de neutraliza-
14 Comité de los derechos de las personas con discapa-
cidad. CRPD/C/ECU/CO/1, párr.29. ción. Y es que, si lo que se quiere es neutralizar,
es necesario contar con un mecanismo o con- De Asis, Rafael. 2013. Sobre la discapaci-
cepto que permita saber quiénes requieren ser dad y derechos humanos. Madrid: Dykinson.
neutralizados. Este criterio es la peligrosidad.
Sin embargo, una vez demostrado que este fin Ferrajoli, Luigi. 2001. Derecho y razón. Teoría
es ilegítimo de acuerdo a la Convención, resul- del garantismo penal. Madrid: Editorial Trotta.
ta coherente afirmar que la peligrosidad, como
criterio de individualización de la medida de Freund, Georg. 2014. Peligros y Peligrosi-
seguridad de internamiento, debe ser erradica- dad en el Derecho penal y en el Derecho de las
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el informe inicial de Austria. CRPD/C/AUS/ SPN. 07/10/11.
CO/1, 2013.
Tribunal Constitucional del Perú. Exp. Nº
Comité de los Derechos de las Personas 0346-2008-PHC/TC. 26/08/10.
con Discapacidad. Observaciones finales so-
bre el informe inicial de Dinamarca. CRPD/C/
DNK/CO/1, 2014.
Francisco Torres-González
Catedrático acreditado de Psiquiatría, Comi- I. Introducción
sionado de la UGR para la Red MARISTAN
Coerción es, en esencia, cualquier me-
(Programa ALFA-UE), Investigador sénior
dida lícita o ilícita que se adopta contra la
de CIBERSAM- Universidad de Granada, libertad de una persona y mediante la cual se
Departamento de Psiquiatría. Facultad de la obliga a hacer, o dejar de hacer, algo con-
Medicina. Universidad de Granada. trario a su voluntad.
Si nos circunscribimos al padecimiento
mental, las medidas de coerción no son otra
cosa que procedimientos de restricción de la
libertad y/o autonomía de la persona con pa-
decimiento mental, que deben ser dirigidas
por un exclusivo criterio clínico a beneficio
de la persona, para asegurar su adecuado cui-
dado, garantizar su seguridad y la de los que
la rodean y atienden.
tal que eran vistas como poseídas o desviadas, o para evitar que se produzcan daño físico a sí
por lo que había que confinarles. mismos o a terceros; del otro lado, están los que
El difícil equilibrio entre la protección y afirman que las medidas coercitivas cuestionan
seguridad de algunas personas con padeci- la ética de los tratamientos psiquiátricos y deben
miento mental y el respeto a su libertad para prohibirse. Hasta tiempos recientes, el debate se
poder elegir su tratamiento ha suscitado un centraba en términos filosóficos, éticos o lega-
profundo debate en la práctica psiquiátrica les, sin datos empíricos sobre las consecuencias
desde la llegada de la Ilustración y el enfoque de su práctica.
“moral”, inspirado por médicos como William Cuando se pretendió profundizar en el de-
Cullen (1710-1790), cuando se comenzó a re- bate, se encontró con que la mayoría de los da-
ducir el rigor de tales medidas. No obstante, tos disponibles no satisfacían el conocimiento
la consideración del padecimiento mental sobre un problema tan poliédrico. Tampoco
como un desajuste de las pasiones continua- se había explorado de forma sistemática la di-
ba justificando la necesidad de su utilización. mensión subjetiva mediante estudios cualita-
Como decía Cullen: tivos; ni existían instrumentos validados para
medir la coerción percibida por las personas
Restringir la ira y violencia de las perso- con padecimiento mental o sus familiares. La
nas con enfermedad mental es siempre efectividad de las medidas tampoco había sido
necesario para prevenir que se hieran ellos evaluada, ni si tenían algunas consecuencias
mismos o que dañen a otros; pero tal res- sobre los sujetos que las recibían de cara a la
tricción debe de ser también considerada evolución de sus síntomas o de la posterior ad-
como un remedio. Las pasiones de la ira se herencia al tratamiento. No había respuesta a
vuelven más violentas a causa de la indul- preguntas como si se producían efectos físicos
gencia […] (Scull 1981) o psicológicos negativos a corto y medio plazo
en los sujetos que las sufrían.
Algo después, Philippe Pinel (1745-1826) Y, por último, el marco normativo. ¿Existía
protagonizó la ruptura de las cadenas y abolió una base legal que regulase tales intervencio-
su uso en el hospital de Bicêtre y de la Salpé- nes? ¿Su aplicación se sustentaba en premisas
trière en París. Junto a su discípulo Jean Étien- claras? ¿Se seguía algún tipo de protocolo?
ne Esquirol (1772-1840) iniciaron la trans- ¿Había algún procedimiento estándar de re-
formación del modelo custodial que había gistro y documentación? ¿Eran conocidas las
dominado hasta entonces el tratamiento del posibles contraindicaciones?
padecimiento mental. Pinel y su escuela, 200 En la década de los 90 surgieron nuevos
años antes, sentaron las bases de los procedi- estudios, tanto en Estados Unidos (Crenshaw
mientos terapéuticos que se aplicaban en las 1997) como en Europa (Kaltiala-Heino 1997)
instituciones cerradas. Procedimientos que in- que aportaron información sobre la efectivi-
cluían, también, medidas restrictivas como el dad y las consecuencias de la aplicación de
aislamiento y la contención mecánica, subra- medidas de coerción en distintos contextos
yando el balance entre custodia y derechos, y clínicos (salas de urgencia, unidades de hos-
aboliendo su empleo con fines punitivos. pitalización de psiquiatría en hospitales gene-
Este debate sigue estando muy presente en la rales, hospitales psiquiátricos monovalentes
práctica clínica. Están quienes consideran inevi- y otras instituciones). Dentro de esta línea se
table ejercer algún tipo de imposición para con-
seguir que los internados acepten el tratamiento
dad de que otros tomen decisiones por ella, El otro testimonio validado por el mencio-
privándola así de un derecho tan fundamen- nado estudio es la existencia de una importan-
tal como el de decidir. te variabilidad internacional de las disposicio-
Internar a una persona sin su consenti- nes legales sobre cómo obtener la autorización
miento en una institución, sea asilar o psi- judicial para un internamiento. No podemos
quiátrica, es una práctica centenaria pero no detenernos en una pormenorizada atención a
exenta de viva polémica por su trascendencia esta variabilidad. Pero sí podemos comentar
tanto jurídica como clínica. Obviando entrar cuál fue la “queja” más frecuente entre los ex-
en la polémica y aceptando que la internación pertos convocados: la burocracia y consiguien-
involuntaria se hace precisa en determinados te lentitud de los procedimientos. Fue notorio
casos, lo importante es considerar cómo pro- que la forma procedimental más rápida resultó
ceder bajo el estricto cumplimiento de los de- ser la española, ágil y con calidad garantista3.
rechos humanos de la persona. Sin embargo, el hecho de ser sólo un artículo
Debería entenderse que la privación del injertado en una norma procedimental del de-
derecho a la libertad de una persona sólo recho civil le confiere una debilidad intrínseca.
debiera ser potestad de la autoridad judi- Es por ello que, a requerimiento del Tribunal
cial. Emitiendo una orden al amparo de un Constitucional4, está elaborándose en su lugar
legítimo código penal o, bien, autorizando una ley específica que sea aprobada por una
a que terceros la restrinjan con la única in- mayoría cualificada del Parlamento. Código
tención de proteger los derechos de la per- que regularía la posible privación del derecho
sona en cuestión. En el segundo supuesto se fundamental a la libertad.
trataría de una protección tutelar y temporal En la mayoría de los países, se constató
por parte del juez del derecho a la salud de una tasa relativa de internamientos no con-
la persona. El juez, así, se instituye en tutor o sentidos difícil de justificar, quizá debido al
curador de la persona transitoriamente pri- uso de caminos ilegales para soslayar la falta
vada de la libertad de decidir. de agilidad en las normas. En el caso de Espa-
El estudio EUNOMIA analizó las diferen- ña, donde el procedimiento establecido es la
cias entre las regulaciones legales del interna- autorización previa, se recurre con demasiada
miento no consentido de los 12 países partici- frecuencia al internamiento urgente previsto
pantes, y nos ofrece una ventana al panorama para situaciones especiales en las que primero
internacional (Kallert 2006). En diez de los se interna y después se solicita la autorización
países participantes se requería la autoriza- judicial. Este viciado uso de la norma, previs-
ción judicial para legalizar un internamien- ta para la excepción, genera un abultado nú-
to involuntario. Sólo en dos de ellos, Reino mero de falsos voluntarios e involuntarios, lo
Unido e Israel, la implicación judicial no era que contamina la posibilidad de objetivar el
precisa y la observación de las garantías de uso de las modalidades de internamiento.
las personas afectadas recaía en una comisión Tanto los criterios recomendados por los
técnica. Podemos considerar, pues, que aún organismos internacionales, como por la ma-
con modalidades procedimentales disímiles, yoría de las normativas nacionales, instruyen
se mantiene el principio de la autoridad ju-
dicial como garante último del derecho a ser 3 Ley de Enjuiciamiento Civil Nº 1 (BOE 07-01-2000).
libre. Es también el caso de Argentina2. España. Artículo 763.1.
4 Tribunal Constitucional. Sentencia 132/2010 (BOE
2 Ley de Salud Mental Nº 26.657 (BO 03-12-2010). 02-12-2010). España.
que, durante todo el internamiento, en espe- parte de estos casos se producen porque la
cial desde el momento de la acogida en la uni- persona no seguía tratamiento alguno y había
dad, el respeto a la dignidad de la persona con abandonado el contacto con los servicios.
padecimiento mental ha de presidir todas las La intervención de urgencia en la comuni-
actuaciones. Por ejemplo, tiene el derecho a dad convoca la presencia de profesionales de
ser llamada por su propio nombre. origen diverso, sobre todo de sanitarios y de
En el momento del internamiento se le cuerpos policiales, por lo que se hace preciso
informará, además, sobre las razones del in- hablar de su coordinación.
ternamiento y el tratamiento, de las reglas de Ante estas intervenciones, la optimización
funcionamiento de la unidad, del personal de de los recursos disponibles se hace imprescin-
la misma, de las actividades que se desarro- dible. Entre ellos, la formación continua de los
llan y de los procedimientos de quejas y re- profesionales implicados, sanitarios, fuerzas de
cursos. Todo ello en el marco de una atmósfe- seguridad, personal que atiende las llamadas
ra verbal y no verbal de acogida positiva, que de emergencia, choferes, etc., quienes debie-
facilite establecer la relación terapéutica. ran ser objeto de capacitación y entrenamiento
En el caso de personas mayores que pue- específicos en emergencias relacionadas con la
den estar afectadas de un deterioro cogniti- salud mental. Mención especial requieren los
vo o demencia, debe confirmarse el grado de profesionales implicados en técnicas de inmo-
competencia para decidir por sí mismo so- vilización y traslado involuntario, quienes de-
bre su estado de salud. En caso de que haya ben emplear para este tipo de intervenciones
consentimiento, pero se dude de la capacidad material homologado, del que debe existir una
para otorgarlo, deberá solicitarse autorización relación en los protocolos de actuación.
judicial, siguiendo las normativas nacionales. Los protocolos tienen que definir con
Durante el internamiento deben garanti- claridad cómo se debe proceder, y deben ser
zarse los derechos de la persona con padeci- renovados de forma regular. Por ejemplo, al
miento mental a comunicarse con abogados tratarse de emergencias de salud, la coordi-
y representantes. También a recibir visitas de nación de las intervenciones debe ser respon-
amigos y familiares, así como poder enviar y sabilidad del profesional sanitario, siendo de
recibir correspondencia. Salvo con abogados apoyo el papel de la policía. Para realizar los
y representantes, las comunicaciones podrán traslados, también se requiere elaborar proto-
ser restringidas de forma justificada, aunque colos de procedimiento.
durante el menor tiempo posible. El primer abordaje ha de ser siempre ver-
bal, paulatino y tendente a relajar a la persona
b. Emergencia en la comunidad, reduc- y ganar su confianza, contando para ello, si
ción y traslado no consentido al hospital fuera preciso, con la colaboración de allega-
dos o de profesionales sanitarios de su con-
Hay casos minoritarios que parten de una fianza. Sólo cuando éste resulte infructuoso, y
emergencia psiquiátrica en la comunidad. En la comunicación y empatía con la persona no
el propio domicilio de la persona con padeci- consigan resultados para su aquiescencia al
miento mental o en otro lugar. Suelen tener internamiento, podrán utilizarse los medios
una conspicua notoriedad, al menos entre el coercitivos más adecuados, siguiendo el prin-
vecindario, y con estigmatizante frecuencia cipio de menor restricción.
en los medios de comunicación, sobre todo, La intervención debe estar regida por la
cuando se acompañan de violencia. La mayor salvaguarda de la seguridad de la persona con
El entorno en el que tenga lugar la aplica- ción mecánica, entre la institución hospi-
ción de esta medida coercitiva debe garantizar talaria y los familiares de la persona con
la preservación de la intimidad y la tranqui- padecimiento mental, se debe recurrir al
lidad de la persona. Tal actuación debe tener Juzgado para solicitar la decisión que éste
lugar en las proximidades de donde se coor- estime oportuna.
dina la enfermería, a fin de garantizar una rá-
pida intervención en caso de necesidad. d. El tratamiento forzoso por falta de con-
El personal interviniente debe asegurarse sentimiento
con antelación de que alrededor no existan
instrumentos o decoraciones potencialmente Se debe entender como tratamiento, no
peligrosos, ni que el personal actuante porte sólo el farmacológico, sino el conjunto de me-
anillos, pendientes, etc. didas terapéuticas clínicas y sociales que confi-
También debe procurarse que, duran- guran un plan de tratamiento individualizado.
te las maniobras de contención, no estén Esta modalidad de coerción se justifica
presentes otras personas con padecimiento si se constata la existencia de graves riesgos
mental. Si lo estuvieran, debe informárseles para sí, para terceros o por un grave ries-
sobre lo que acontece y proceder a entablar go de deterioro de la salud. Sin embargo,
un diálogo acerca de ello. no debe usarse por el mero hecho de que
En los casos de sujeción mecánica, debe la persona ya está internada sin su consen-
garantizarse la presencia de personal sanita- timiento y con autorización judicial. Para
rio suficiente, un mínimo de cinco personas. aplicarla, es preciso verificar, de nuevo, la
Una de ellas sujetará la cabeza y las otras cua- falta de capacidad natural de la persona con
tro atenderán a las extremidades. La sujeción padecimiento mental (“competencia”) para
forma parte de las tareas del personal sanita- rechazar el tratamiento. Algunas normati-
rio, por lo que la presencia de personal de se- vas requieren una adicional autorización
guridad debiera ser limitada al máximo para judicial; otras no, siguiendo el aforismo es-
reducir la intimidación. pañol de que quien autoriza la mayor (in-
El material a emplear, por ejemplo, tipo ternamiento compulsivo) autoriza la menor
de cama y correas para la sujeción, debe es- (tratamiento forzoso).
tar homologado. Cuando de medicación involuntaria se
Debe definirse la existencia de un solo coor- trate, será administrada conforme al tra-
dinador de las actuaciones y que, en la medida tamiento indicado y apropiado al proceso
de lo posible, éstas estén consensuadas por los clínico de la persona; nunca con fines coer-
miembros del equipo sanitario. El empleo de citivos per se. Siendo imprescindible, la re-
la sujeción mecánica requiere la evaluación visión diaria de la medicación involuntaria
médica periódica. Esta se efectuará, al menos, prescrita. En la aplicación de esta medida ha
cada sesenta minutos comprobando: estado de de existir una intención clara de convertirla
la sujeción, condiciones ambientales, situación en voluntaria lo antes posible.
general de la persona, su hidratación, constan- En algunos países, como el Reino Unido,
tes clínicas básicas, necesidades fisiológicas, está expresamente prohibido el tratamiento
necesidades terapéuticas y cualquier otra que, forzoso y no es inusual encontrar personas
el caso y momento, requieran. con padecimiento mental, internadas invo-
Y, por último, conviene señalar que, en luntarias que permanecen hospitalizadas
el supuesto de discrepancias sobre la suje- sin recibir tratamiento.
En el estudio con grupos focales, hecho El empleo de otro tipo de medidas restric-
para el Ministerio de Sanidad de España, tivas, diferentes de las consideradas, pero que
participó una persona diagnosticada de comporten una limitación de la movilidad de
trastorno bipolar, quien había sido objeto de una persona con padecimiento mental, como
varios internamientos en los que había sufri- salidas a espacios exteriores o participación en
do algunos episodios de sujeción física y de actividades, deben justificarse y aplicarse de
contención química. Los recordaba de ma- forma individualizada. Estas mismas conside-
nera lúcida y crítica. Consideraba que aque- raciones debieran extrapolarse a los supuestos
llas coerciones habían estado justificadas y de limitación de comunicaciones y visitas. En
sólo pedía que si volviese a pasar por una si- todo caso, el empleo de otras restricciones no
tuación similar preferiría siempre la sujeción debe nunca constituir un castigo, salvo que
física al cóctel químico. formalmente esté integrado en terapias de base
La contención química sólo puede utilizarse cognitivo-conductual y se esté aplicando en la
cuando haya una indicación clínica indubita- unidad; o, en determinadas circunstancias, por
da, y puede tener un carácter previo, posterior el bienestar temporal del usuario6.
o independiente de la contención mecánica.
Debe utilizarse, siempre, bajo vigilancia mé-
dica intensiva mientras dure la sedación. Las aislamiento de las personas con padecimientos menta-
les, ya sea limitando visitas, llamados, correspondencia
pautas de los fármacos utilizados deben ajus- o cualquier otro contacto con el exterior, son contrarias
tarse a la literatura científica y en los consensos al deber de promover el mantenimiento de vínculos.
de práctica clínica basados en la misma. Las restricciones deben ser excepcionales, debidamente
En ningún caso podrá ser utilizada la con- fundadas por el equipo interdisciplinario, y deberán ser
tención química como forma de castigo ni informadas al juez competente. Cuando existan restric-
ciones precisas de carácter terapéutico que recaigan sobre
debe ser anunciada como amenaza. algún familiar o referente afectivo, deberá asegurarse el
acompañamiento a través de otras personas teniendo en
f. El aislamiento en una pieza para sepa- cuenta la voluntad del interesado. Nunca alcanzarán al
rarlo del entorno abogado defensor, y podrán ser revisadas judicialmen-
te. Las restricciones referidas no son en desmedro de la
obligación de la institución de brindar información, in-
La medida de aislamiento se utilizará pre- corporar a la familia y referentes afectivos a las instancias
ferentemente para separar a la persona en terapéuticas e informar sobre las prestaciones que brinda,
cuestión, del entorno de otras personas con facilitando el acceso al conocimiento de las instalaciones
padecimiento mental, en caso de agresión e insumos que se le ofrecen a la persona. Se deberá pro-
previa a alguno de ellos o a miembros del per- mover que aquellas personas que carezcan de familiares o
referentes, afectivos en condiciones de acompañar el pro-
sonal. Se debe llevar a cabo en una pieza indi- ceso de tratamiento, puedan contar con referentes comu-
vidual, cumpliendo los estándares generales nitarios. Para ello, la Autoridad de Aplicación identifica-
de otras medidas coercitivas: supervisión y rá, apoyará y promoverá la organización de asociaciones
documentación sobre la práctica ejecutada5. de familiares y voluntarios que ofrezcan acompañamien-
to. No será admitida la utilización de salas de aislamiento.
Las instituciones deberán disponer de telefonía gratuita
para uso de las personas internadas”.
5 Nota de Editor: En Argentina esta medida está prohibi-
da a través del art. 14 del Decreto 603/13 reglamentario 6 Nota del Editor: En Argentina, el art. 12 del Decreto
de la Ley Nacional de Salud Mental que establece: “Las 603/13 reglamentario de la Ley Nacional de Salud Mental
normas de internación o tratamiento que motiven el establece que: “Debe entenderse que no sólo la prescrip-
y/o intelectual se le acusa de haber cometi- tados deben comprometerse a asegurar que
do un delito, puede ser detenida, procesada las personas con discapacidad tengan acceso
y sentenciada como inimputable, es decir, a la justicia en igualdad de condiciones que
un individuo que al momento de cometer el las demás y gozando de las mismas garantías
hecho no tiene “la capacidad de comprender judiciales. Para tal efecto, se exige la realiza-
el carácter ilícito de aquél o de conducirse de ción de ajustes adecuados al procedimiento a
acuerdo con esa comprensión, en virtud de través de los cuales se logre la participación
padecer trastorno mental o desarrollo inte- plena de las personas con discapacidad en los
lectual retardado”1. procesos judiciales.
Bajo esta perspectiva, el sistema de justicia Lo anterior nos obliga a realizar una ex-
ha justificado la violación de los derechos hu- haustiva revisión de la legislación, las políticas
manos de las personas con discapacidad, espe- y los programas del sistema de justicia penal
cíficamente el reconocimiento de su capacidad con el objetivo de transformarlo en un sistema
jurídica, el derecho a un debido proceso, su basado en el respeto de los derechos humanos
igualdad ante la ley y el acceso a la justicia en de todos los individuos. No es exagerado afir-
igualdad de condiciones que los demás. mar que, en ocasiones, las legislaciones consti-
Frente a este contexto, la ratificación en el tuyen verdaderos obstáculos para la inclusión
año 2007 de la Convención de las Naciones de las personas con discapacidad.
Unidas sobre los Derechos de las Personas con Sin embargo, la armonización legislativa no
Discapacidad (CDPD) por parte del Estado es suficiente cuando en la práctica los operado-
mexicano obliga a un cambio de paradigma res del sistema de justicia siguen promoviendo
profundo que elimine las múltiples formas de una visión de la discapacidad como una enfer-
discriminación. Este cambio implica el aban- medad e impulsando acciones paternalistas y
dono de una perspectiva que ve a la persona discriminatorias que privan de toda autonomía
con discapacidad como un objeto que requiere y dignidad a las personas con discapacidad. En
tratamiento y curación, por un enfoque en el ese sentido, resulta urgente trabajar por la sen-
que se le reconoce como titular de derechos y sibilización y capacitación de los operadores
obligaciones. No solo eso, la ratificación de la del sistema de justicia sobre los derechos de las
Convención obliga a los Estados a “adoptar to- personas con discapacidad.
das las medidas pertinentes para modificar o
derogar leyes, reglamentos, costumbres y prác- II. Panorama de la discapacidad psico-
ticas que constituyan discriminación contra social e intelectual en México
las personas con discapacidad y que interfieran
en el ejercicio efectivo de sus derechos”2. Según las estadísticas más recientes de la
En el ámbito particular del acceso a la Organización Mundial de la Salud, las perso-
justicia, la Convención establece que los Es- nas con trastornos mentales representan una
proporción significativa de la población mun-
1 Código Penal Federal de México, Artículo 15, Frac- dial3. Los datos del Instituto Nacional de Es-
ción VII, última reforma publicada el 17 de junio de tadística, Geografía e Informática señalan que
2016. Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/
LeyesBiblio/ref/cpf.htm
3 Organización Mundial de la Salud. “Mental health and
2 Convención sobre los Derechos de las Personas con development: targeting people with mental health condi-
Discapacidad (CDPD), adoptada por la Asamblea Ge- tions as a vulnerable group”, Suiza, 2010. Disponible en:
neral (ONU) el 24 de enero de 2007 y ratificada por el http://www.who.int/mental_health/policy/mhtargeting/
Estado mexicano el 17 de diciembre del 2007. development_targeting_mh_summary.pdf
en México más de cinco millones de personas Por otro lado, el presupuesto asignado a la
viven con discapacidad, de las cuales 8,5% tie- atención de salud mental representa únicamen-
nen discapacidad intelectual y psicosocial45. te el 2% del presupuesto de salud nacional, del
Para valorar estas cifras es importante cual el 80% se destina a la atención que propor-
tener en consideración que la discapacidad cionan los hospitales psiquiátricos. Este porcen-
psicosocial frecuentemente no es reportada taje es mucho menor que en países como Egipto
debido a que se asocia con diversos estigmas. (9%), Chile (4,1%) y Rumania (3%). Al respec-
Además, existen estimaciones que refieren to, la OMS ha señalado que la proporción del
que un importante número de las personas presupuesto general destinada a salud mental
con discapacidad psicosocial en la Ciudad de debería estar comprendida entre el 5% y el 15%,
México viven en las calles y otro porcentaje y sugiere que los países que estén por debajo del
está en las prisiones6. En ese sentido los nú- 2% aumenten considerablemente su gasto en
meros reportados pueden subestimar la inci- salud mental9. Con ello no queremos decir que
dencia de estas discapacidades7. se trate únicamente de incrementar los recur-
Acerca de los servicios de salud mental en sos, sino de invertirlos en servicios y apoyos que
México, durante 2011 había 46 hospitales psi- garanticen una atención a la salud mental inte-
quiátricos, de los cuales 33 son administrados gral, participativa, preventiva, continua y en la
por el gobierno y 13 por entidades privadas, que se garantice el derecho de las personas con
y también se registraron 544 establecimien- discapacidad a vivir en comunidad10 11.
tos ambulatorios, la mayoría de los cuales son
Centros de Atención Primaria en Adicciones8. III. La discapacidad psicosocial e inte-
lectual en el sistema de justicia penal
4 INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010, Cuestio-
nario ampliado. Estados Unidos Mexicanos/Población Una de las consecuencias de la falta de po-
con discapacidad. líticas de inclusión, de la disponibilidad y acce-
5 Es importante aclarar que el INEGI no utiliza los tér-
minos discapacidad intelectual y psicosocial. Su clasifi- try_reports/who_aims_report_mexico_es.pdf
cación se basa en limitaciones para realizar ciertas acti-
vidades: 1) Caminar y moverse; 2) Ver; 3) Escuchar; 4) 9 Organización Mundial de la Salud. “Atlas Recursos de
Hablar o comunicarse; 5) Atender el cuidado personal; Salud Mental en el Mundo”. Ginebra, 2001. Disponible
6) Poner atención o aprender; 7) Discapacidad mental. en: http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/66983/1/
En este caso dentro de discapacidad mental se incluye WHO_NMH_MSD_MDP_01.1_spa.pdf
no sólo a personas con alguna discapacidad psicosocial 10 Declaración de Caracas. Conferencia Regional para
sino también a individuos con discapacidad intelectual, la Reestructuración de la Atención Psiquiátrica dentro
por ejemplo, Síndrome de Down. de los Sistemas Locales de Salud. Caracas, 1990.
6 Personal de Servicios de Atención Psiquiátrica de la Se- 11 En el caso específico de México, en 2014 el Comité
cretaría de Salud Federal, comunicación personal durante de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Perso-
la mesa de trabajo sobre salud mental en el sistema peni- nas con Discapacidad llamó su atención sobre la falta de
tenciario organizada por Documenta en agosto del 2013. servicios comunitarios de salud mental y recomendó al
7 Organización Mundial de la Salud. “Scaling up care for Estado asegurar una adecuada provisión de los mismos.
Mental, Neurological and Substance Use Disorders. Men- Asimismo, subrayó la necesidad urgente de establecer
tal health Gap Action Program”. Ginebra, 2008. Disponi- una estrategia de desinstitucionalización de las personas
ble en: http://www.who.int/mental_health/mhGAP/en/ con discapacidad con plazos concretos y seguimiento de
sus resultados. Comité de Derechos de Personas con Dis-
8 OMS et al. 2011. “Informe sobre el sistema de salud capacidad, Observaciones finales sobre el informe inicial
mental en México”. México, OPS/OMS. Disponible en: de México, 27 de octubre 2014. Disponible en: http://
http://www.who.int/mental_health/who_aims_coun- www.hchr.org.mx/images/doc_pub/G1419180.pdf
Cuadro 1
Fuente: Dirección Estadística de la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDM)
busca criminalizar y segregar a las personas zado por las autoridades- que se encontraban
que se alejan de los parámetros de “normali- en prisión en 2012, los cinco padecimientos
dad” establecidos por la sociedad. más frecuentes eran: (ver cuadro 2).
En cuanto al tipo de delito por los que las
“El término de limpieza social, bajo el dis- personas inimputables son detenidas y senten-
curso de limpiar las calles de la delincuen- ciadas, encontramos que una proporción muy
cia, se ha dirigido a todos aquellos grupos grande está en prisión por delitos no graves
sociales que causan una mala imagen, es como el robo y, en muchas ocasiones, por ar-
decir, a los sectores de la población menos tículos cuyo valor es menor a seis dólares. Así
favorecida, considerada indeseable para la lo demuestra la siguiente gráfica (ver gráfico1).
sociedad y para el Estado”13. Esta información da cuenta de que existe
una ventana muy grande dentro del sistema
Con respecto a los diagnósticos de las de justicia penal para hacer uso de los me-
personas en prisión con alguna discapacidad canismos de la justicia restaurativa. El he-
psicosocial y/o intelectual, la información es- cho de que la gran mayoría de las personas
tadística que pudimos obtener da cuenta de declaradas inimputables estén en prisión
que prevalecen la dependencia a múltiples por delitos menores, aunado a la situación
sustancias, la esquizofrenia paranoide y los de sobrepoblación y hacinamiento del sis-
trastornos depresivos. De los datos obtenidos tema penitenciario, arroja luz sobre la im-
para la capital del país se desprende que de portancia de desarrollar políticas y progra-
1.112 pacientes psiquiátricos – término utili- mas que puedan ser utilizados para reducir
Cuadro 2
Padecimiento Frecuencia
Esquizofrenia 132
Trastorno disocial 79
Gráfico 1
Otros delitos 18
Daño a la propiedad 2
Violencia familiar 10
Otros robos 24
Robo a casa habitación 2
Robo de objetos 15
Robo a negocio 31
Robo a transeúnte en vía pública 19
Portación de arma u objetos para agredir 8
Lesiones 6
Homicidio 6
Delitos sexuales 11
0 5 10 15 20 25 30 35
2014
El carácter discriminatorio se refleja, in- Estos recuentos evidencian que las distin-
cluso, en la terminología empleada en las tas autoridades que entran en contacto direc-
legislaciones penales que utilizan términos to con las personas con discapacidad intelec-
como “idiota”, “imbécil” o “incapaz”17 y en las tual y psicosocial en el ámbito penal, tienen
percepciones de los operadores del sistema de perspectivas que influyen de manera negativa
justicia y de salud como se demuestra en los en las actitudes y en el trato hacia las personas
siguientes testimonios: con discapacidad.
Resulta indudable que el sistema de justi-
Tengo años de trabajar con enfermos cia penal todavía no ha incorporado la pers-
mentales, y creo que lo que hay que hacer pectiva del modelo social de la discapacidad
es protegerlos18. promovido por la CDPD, a pesar de las obli-
gaciones contraídas por el Estado en ese sen-
16 Entrevista con psiquiatra y perito de los Servicios
de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud, 19 Entrevista con defensor público, agosto de 2014.
agosto de 2014.
20 Entrevista con defensor público, agosto de 2014.
17 El artículo 97 del Código Penal del Estado de Tlaxca-
la señalaba, hasta 2009, que los locos, idiotas, imbéciles 21 Entrevista con funcionario del Instituto para la Inte-
o los que sufren cualquiera otra debilidad, enfermedad gración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad,
o anomalía mental serían recluidos en manicomios. marzo de 2014.
18 Entrevista con psiquiatra, marzo de 2014. 22 Entrevista con psiquiatra, agosto de 2014.
tido. Así, es necesario trabajar para eliminar, a un debido proceso y a las garantías que son
por lo menos, los siguientes prejuicios, dado aplicables a todo acusado. En los litigios que ha
que éstos justifican prácticas discriminatorias llevado Documenta de personas con discapaci-
en el sistema de justicia: dad psicosocial e intelectual ha quedado claro
a) La discapacidad es una enfermedad. Al que en el sistema de justicia mexicano las limi-
continuar considerando que la discapacidad taciones en la capacidad mental implican la ne-
es una enfermedad, los servidores públicos gación de su capacidad jurídica y de una serie
adoptan una perspectiva asistencialista y pa- de derechos básicos como: 1) elegir libremente
ternalista que privilegia la protección sobre a su defensa, 2) la posibilidad de rendir su de-
el reconocimiento de la autonomía y capaci- claración y de ejercitar contradicción respecto
dad del sujeto. de las acusaciones sostenidas en su contra, 3) la
b) Las personas con discapacidad no son posibilidad de apelar a la sentencia, entre otros.
parte de su proceso penal para su propio be- Lo anterior da cuenta de que en la legisla-
neficio. Esta idea equivocada conlleva a la ción actual se sigue confundiendo la capaci-
negación de la capacidad jurídica de los in- dad mental, definida como la aptitud de una
dividuos con discapacidad y ello, a su vez, se persona para adoptar decisiones, con el con-
traduce en que no son tomadas en cuenta sus cepto de capacidad jurídica que es la capaci-
declaraciones, no se les reconocen las firmas, dad de ser titular de derechos y obligaciones,
no se les permite elegir a su propia defensa, y de poder ejercerlos. Esta confusión tiene
entre otras violaciones al debido proceso. como principal consecuencia que, cuando
c) Las personas con discapacidad psicoso- se considera que una persona tiene una “de-
cial e intelectual que han cometido un ilícito ficiencia” para adoptar decisiones por con-
representan un peligro para la sociedad y por secuencia de una discapacidad intelectual o
ello deben ser segregadas. El derecho penal psicosocial, se le anula su capacidad jurídica
para inimputables no se sanciona por el acto, y su voluntad es traspasada a un tercero para
se sanciona por el peligro que representa el que sea éste quien tome las decisiones.
sujeto, hecho que implica una discriminación A este respecto, el Comité de las Naciones
en razón de la discapacidad. No solo eso, la Unidas sobre los Derechos de las Personas
respuesta penal que se le da a estos sujetos con Discapacidad ha sustentado que:
conlleva usualmente tratamiento médico psi-
quiátrico forzoso en internamiento, lo cual La capacidad jurídica y la capacidad men-
violenta el derecho a la integridad, libertad y tal son conceptos distintos. La capacidad
seguridad personales. jurídica es la capacidad de ser titular de
derechos y obligaciones (capacidad legal)
V. La discriminación en la legislación y y de ejercer esos derechos y obligaciones
en la práctica judicial (legitimación para actuar). Es la clave para
acceder a una participación verdadera en
Más allá de las percepciones en torno a la la sociedad. La capacidad mental se refiere
discapacidad, es también importante señalar a la aptitud de una persona para adoptar
que la legislación y las prácticas judiciales decisiones, que naturalmente varía de una
constituyen barreras en el acceso a la justicia persona a otra y puede ser diferente para
para las personas con discapacidad. una persona determinada en función de
En la práctica, la declaración de inimputa- muchos factores, entre ellos factores am-
bilidad se traduce en la negación del derecho bientales y sociales.
nisterio Público solicitan la realización de un las diligencias judiciales y/o audiencias que se
dictamen pericial psicológico y/o psiquiátrico. llevan a cabo durante el proceso. En los ex-
La mayoría de las peticiones realizadas por el pedientes es común encontrar las siguientes
Ministerio Público a los peritos se realizan de resoluciones de los jueces: “En la audiencia
la siguiente forma: “Evalúe para diagnóstico y deberán comparecer las partes con excepción
tratamiento correspondiente, así como tam- del inimputable”.
bién determinen si es una persona apta para En otro caso que Documenta acompañó,
rendir su declaración sobre los hechos que se al interponer el recurso de apelación en con-
le imputan; es decir, determinen si es una per- tra de la sentencia de primera instancia, la
sona capaz de entender y comprender”. sala penal del tribunal que conoció del caso
El resultado de estos dictámenes de carác- no permitió que Adán estuviera presente en
ter médico es decisivo para determinar si la su audiencia. Lo anterior, ya que de acuerdo
persona es inimputable y, en consecuencia, si al secretario de Acuerdos:
es apta para rendir su declaración sobre los
hechos. Son estos dictámenes los que sirven Ellos ni entienden, son incapaces y es un
de base, no solo para negar el derecho a rendir inimputable, no puede estar presente en su
su declaración, sino también para justificar su audiencia. Además, no puedo pedir que lo
privación de la libertad y la ministración de trasladen porque es peligroso y por prote-
un tratamiento médico en reclusión. gerlo no hay que traerlo. ¿Qué tal que los
En ninguno de los casos que Documenta otros [internos] que traigan le hacen algo?
ha representado, se ha permitido la declara- ¿O qué tal si él les hace algo?.
ción de la persona con discapacidad y única-
mente se ha tomado en cuenta el testimonio de Aunado a lo anterior, hemos documenta-
los policías y denunciantes. Con esta práctica do que, en la mayoría de los casos, las per-
se niega el derecho que tiene toda persona a ser sonas declaradas inimputables nunca ven su
oído en juicio, derecho reconocido en la nor- expediente, no saben qué contiene su averi-
mativa vigente y con carácter constitucional. guación previa, no saben qué delito están en-
frentando y nunca hablaron con su defensa.
En el sistema tradicional, nuestro proceso
para inimputables señala una violación sus- V.3. La posibilidad de apelar la sentencia
tancial cuando la persona llega ante un juez,
porque se brinca lo de tomar la declaración El Código Procesal Penal del Distrito Fe-
preparatoria, así se habla de que solo se cer- deral establece que la sentencia definitiva es
tifica el estado en el que se encuentra la per- una resolución que debe ser notificada per-
sona y el defensor solo tiene que firmar23. sonalmente a la persona involucrada y a su
defensa, y explica cómo debe realizarse esta
Así, la forma en la que se limita la posibili- notificación y las consecuencias legales de no
dad de actuación de las personas con discapa- hacerlo. Sin embargo, en el caso de las perso-
cidad durante su proceso penal es alarmante. nas inimputables, la práctica judicial aceptable
Además de no permitírseles declarar y dar su es solo notificar al defensor y no así a la perso-
versión de los hechos, tampoco se les permite na con discapacidad; por ello, la interposición
ni participar ni estar presentes en ninguna de del recurso de apelación queda exclusivamente
en manos del defensor y, en consecuencia, la
23 Entrevista a defensor de oficio, agosto de 2014. mayoría de dichas sentencias no son apeladas,
hecho que deja a los inimputables sin un recur- so adquiere relevancia en el caso de Arturo y
so efectivo para acceder a la justicia. de todas las personas declaradas inimputa-
Conocimos el caso de Arturo dos años bles. El Estado mexicano, al negar la capaci-
después de dictada la sentencia de primera dad jurídica de los inimputables, incumple
instancia. Durante el proceso, no lo dejaron con su obligación de garantizar la igualdad de
nombrar una defensa de su elección, por lo condiciones y la no discriminación.
que ésta quedó en manos del defensor públi-
co, quien no recurrió la sentencia por medio VI. Reflexiones finales: promoviendo
del recurso de apelación. Si bien el recurso los ajustes razonables para garantizar el
existe, hay que decir que no es efectivo para acceso a la justicia
los inimputables, como Arturo, dado que les
es negada la posibilidad de acceder de facto a Las ideas aquí vertidas constituyen solo
éste y ello los coloca en un cuadro de denega- un primer acercamiento a un tema complejo:
ción de justicia. La negligencia por parte del ¿cómo garantizar que las personas con disca-
defensor público de no interponer el recurso pacidad psicosocial e intelectual tengan acce-
de apelación ni de informarle a Arturo sobre so a la justicia en igualdad de condiciones que
el mismo, lo dejó en estado de indefensión. las demás? Para responder a esta pregunta, y
Al respecto, es importante señalar, como diseñar las políticas y programas acordes, es
lo ha establecido la Corte Interamericana de fundamental propiciar la participación de las
Derechos Humanos, que no basta con que el personas con discapacidad. En ese sentido, la
recurso exista, es decir, que esté contenido primera reflexión es que se deben establecer
en la legislación del Estado, o con que sea los mecanismos para garantizar su partici-
formalmente admisible24. No pueden con- pación, por ejemplo, en la creación de foros
siderarse efectivos los recursos que, por las de consulta para reformar la legislación, en la
condiciones generales del país o incluso por identificación y eliminación de obstáculos y
las circunstancias de un caso dado, resulten barreras en el sistema de justicia, y en la ela-
ilusorios. Y, de acuerdo a esta jurispruden- boración de programas y sistemas de apoyos
cia, son ilusorios aquellos recursos que, en la y ajustes durante el proceso penal.
práctica o por cualquier otra situación que En términos de la legislación, resulta ur-
configure un cuadro de denegación de justi- gente iniciar un diálogo y debate con legisla-
cia por cualquier causa, no permitan al pre- dores, operadores del sistema de justicia, fun-
sunto lesionado el acceso al recurso judicial. cionarios de otros sectores gubernamentales,
La jurisprudencia de esta Corte ha sido personas con discapacidad, organizaciones
enfática al señalar que el derecho de impug- de la sociedad civil, academia y especialis-
nar el fallo busca proteger el derecho de de- tas para replantear la inimputabilidad y las
fensa, en la medida en que otorga la posibi- medidas de seguridad, y buscar alternativas
lidad de interponer un recurso para evitar basadas en el respeto de los derechos de las
que quede firme una decisión adoptada en un personas con discapacidad, su dignidad, au-
procedimiento viciado y que contiene errores tonomía y la igualdad que debe existir en el
que ocasionarán un perjuicio indebido a los acceso a la justicia. Sabemos que no hay res-
intereses del justiciable. puestas rápidas y sencillas, dado que ello in-
La posibilidad real de interponer un recur- volucra revisar los institucionales penales, las
teorías de las penas y la culpabilidad, pero
24 Corte IDH, OC 09/87, párr. 23 esta tarea es impostergable.
Entrevistas
el tiempo de la “Declaración de Caracas” post Hasta que llega un caso que es “Tufano”
Trieste. En aquella época escribí varios artícu- (2005) y luego otro, “RMJ” (2007). La senten-
los, dicté conferencias, fui a congresos, conocí cia del “Caso Tufano”, con todo acierto, opta
manicomios de esta Ciudad y de otras provin- por atribuir la competencia al juzgado del lu-
cias (Santiago del Estero, Mendoza, Córdoba, gar donde se encuentra ubicado el centro de
Santa Fe). Se avizoraban tiempos de cambio. internación, sea público o privado. Pero, ade-
más, el Tribunal establece que los pacientes
MLC: ¿Cómo fue el proceso por el cual llevó institucionalizados, en especial cuando son
la materia Salud Mental a la Facultad de De- recluidos coactivamente –sin hacer distinción
recho de la UBA? ¿Cuál fue la reacción de los sobre la razón que motivó su internación-,
alumnos al enterarse de un tema que no existía son titulares de un conjunto de derechos fun-
en la Facultad? damentales, como el derecho a la vida y a la
AJK: Empezamos a dar clase en un docto- salud, a la defensa y al respeto de la dignidad,
rado en la Universidad Nacional de Lanús y a la libertad, al debido proceso, entre tantos
surgió que era importante introducir el tema otros derechos fundamentales (ahora consa-
en el grado de la UBA, cuyo rector era Atilio grados en el Código Civil y Comercial).
Alterini. Fue una experiencia muy linda. En
cada curso se integraba lo teórico, doctrina- MLC: ¿Cómo ha vivido, desde su experien-
rio y jurisprudencial con la práctica concreta: cia, la relación entre abogados que se dedican a
los alumnos conocieron los manicomios de la esta temática y el sector de la salud, psiquiatras
ciudad de Buenos Aires, la entonces terrible y psicólogos?
Unidad 20, Colonia Montes de Oca, Estévez, AJK: Hubo muchos profesionales de la salud
entre otros. También invitamos al Frente de mental que se comprometieron con la temáti-
Artistas del Borda, a La Colifata, etc. Las clases ca transformadora que venía de Trieste (cierre
miraban la realidad, la sentían. En la Facultad del manicomio San Giovanni a fines de los 70)
nunca ves un obrero, un dirigente gremial, un y que se concretó en la experiencia de Río Negro
preso, un fallido, una mesa de operaciones, un (cierre del hospital de Allen en 1991). Pero hubo
accidentado. Sólo la teoría. La idea fue que en muchos otros grupos, defensores del modelo
Salud Mental sí conocieran a los protagonistas, manicomial o del electroshock, que no tolera-
sus padecimientos, la falta de juridicidad. ron que el derecho y la ley se inmiscuyan pre-
Di la materia hasta el año 2005, pero tendiendo cambiar el modelo.
en ese momento yo estaba en la Corte y se Las cosas que se ven en los manicomios son
complicaba mucho. terribles, dolorosas. Y la justicia, en general, ha
sido complaciente. Como dice una doctrina
MLC: ¿Cuáles cree que son los principales norteamericana, receptada en nuestro país:
aportes de la Corte Suprema de Justicia en el “La Constitución termina en la puerta de la
tema de Salud Mental? institución total” (al decir de Goffman).
AJK: Este tema, desde la perspectiva de
los derechos fundamentales y su violación, MLC: ¿Cuál ha sido el avance en la Argen-
no existía en la Corte. Sí había planteos sobre tina respecto de los derechos de las personas
cuestiones de competencia, cuando dos jue- internadas, según su experiencia?
ces que entendían en insanias se declaraban AJK: Se ha tomado más conciencia de
incompetentes y la Corte resolvía cuál era el que estas personas tienen derechos. No di-
juez que debía intervenir. ría que hubo un cambio generalizado, pero
sí experiencias concretas como la ley 2.440 muy progresista, casi única en el mundo, que
del año 1991 de la provincia de Río Negro, centra su atención en los derechos y garan-
donde cerraron el hospital psiquiátrico. Lue- tías que gozan las personas que sufren pade-
go hubo otras leyes provinciales que impli- cimientos mentales. E incorpora a los equipos
caron avances, la propia Ley de Salud Mental interdisciplinarios. Actualmente se encuentra
de la Ciudad de Buenos Aires, la 448 del año en plena actividad la Unidad de Letrados art.
2000. Hubo toda una concientización, se- 22 Ley 26.657, creada por la Defensoría Gene-
minarios, reuniones. Yo considero que hay ral de la Nación, y el Órgano de Revisión, cuyo
avances y retrocesos. Y hay un fuerte com- objeto es proteger los derechos humanos de los
bate para derogar la Ley de Salud Mental. usuarios de los servicios de salud mental.
Claramente hay todo un sector corporativo
muy fuerte que quiere seguir “psiquiatrizan- MLC: Desde su rol en la Corte, ¿qué pue-
do” la justicia. Porque para los jueces ha sido de contarnos sobre el proceso de reforma del
usualmente más cómodo repetir lo que dice Código Civil, en cuanto al tema de capaci-
el forense. Con pocos renglones se internaba dad jurídica e internaciones por salud men-
a cualquiera o se declaraba incapaz a cual- tal? ¿Qué balance hace sobre lo que quedó en
quiera, en ciertos casos. Por eso creo que con el Código y qué consejos podría dar para una
la nueva ley y el nuevo Código Civil, esto irá correcta implementación?
cambiando. Indudablemente, a nivel norma- AJK: En primer término, aclaro que mi rol
tivo hay avances. en la Corte nada tuvo que ver con la participa-
ción como colaboradores en la redacción del
MLC: Respecto de los jueces y los defenso- Código. En concreto, para avanzar nos reuni-
res, ¿cuál cree que es el rol que podrían cumplir mos con colegas de instituciones especializa-
para que lo normativo pase a ser real, para que das y otros actores, y fuimos elevando distintos
los derechos de las personas se respeten? proyectos a la comisión redactora. Fue un tra-
AJK: Yo creo que de este sistema judicial bajo tener que compatibilizar tantas posturas.
depende mucho que haya una transforma- Los artículos que regulan la capacidad
ción. Hay muchos fallos que aplican el nuevo jurídica y la internación son sumamente
Código Civil que son sumamente compro- avanzados. Se reconocen explícitamente los
metidos. Por supuesto, pasa por la educación, derechos fundamentales de las personas con
que la sociedad esté concientizada, perder el padecimientos mentales y, para mí, refuerza
miedo a la locura, que exista acceso a la justi- la Ley Nacional de Salud Mental. Es más, de
cia, esa es la clave. Porque nosotros sabemos hecho, supedita la Ley de Salud Mental al Có-
que el acceso a la justicia de personas vulnera- digo Civil y a la Constitución.
bles es algo muy complicado y la justicia tiene Con la cuestión de la capacidad se pudo
un rol, incluso docente, muy fuerte. avanzar: se presume la capacidad, las limitacio-
nes son excepcionales, se incorpora el trabajo de
MLC: ¿Y cuál cree que ha sido el principal los equipos interdisciplinarios, se prevé la parti-
avance de la Ley Nacional de Salud Mental? cipación en el proceso y, fundamentalmente, se
¿Para qué nos sirve? consagra el sistema de apoyos para el ejercicio
AJK: A los jueces les da un fundamento de la capacidad. Estoy recibiendo muchísimos
para tomar decisiones, le da legalidad al siste- fallos en los que los jueces están aplicando las
ma, da todo un procedimiento, reglas, incor- nuevas herramientas que trae el Código.
pora los principios de salud mental. Es una ley En síntesis, puedo afirmar que el Có-
¿Qué cambio de perspectiva nota en el rol que intentar avanzar en esa dirección? ¿En qué po-
debe asumir la Defensa Pública en el tema? demos colaborar desde la Defensa Pública y el
MGI: El mayor avance lo tiene la perso- Poder Judicial?
na, en la medida en que tiene el poder de MGI: Personalmente, creo que es posible
ser escuchada, y puede tener opinión y de- con decisiones claras que permitan la apertu-
cisión. En cuanto a mi consideración, tener ra de prácticas y con la aplicación de ajustes
una defensa técnica –acorde con el art. 18 razonables en el sistema de atención sanitaria
de la Constitución Nacional–, modifica los e intersectorial. Los obstáculos están dados
procesos. No es una intervención funcional por dos siglos de prácticas y sistemas tutela-
dirigida al proceso sino una defensa a la res, las coberturas, los dispositivos sustituti-
persona, de acuerdo a la realización de su vos, los ajustes razonables en materia laboral,
derecho. Este es el cambio mayor: acceder educación, política, etc. Es necesario estable-
a las garantías constitucionales en un mis- cer la distribución de un recurso que, muchas
mo pie de igualdad que los demás. El Poder veces, no significa más sino mejor distribu-
Judicial está cambiando, pero aún persisten ción acorde con los presupuestos de la ley, sin
barreras conceptuales que permiten distin- que intervengan intereses predominantes de
tas interpretaciones, por ejemplo, al separar ningún sector.
el discurso médico de la manifestación in- Creo que muchas veces no pasa por la es-
tegral de la persona. O barreras procesales pecialidad sino por creer y estar convencidos
que muchas veces condicionan la forma de de que todos tenemos derecho a vivir en la
las resoluciones. El Poder Judicial, en su comunidad, que nadie debe nacer para reco-
función social, tiene hoy tres ejes que ope- rrer su vida en distintas instituciones en las
rativizar en estos temas, los artículos 1 y que muchas veces se coloca en un diagnóstico
2 del Código Civil (fallar de acuerdo a la aquellas condiciones de una vida expuesta a
Constitución y a los tratados internaciones la vulnerabilidad social.
de derechos humanos), 51 y 52 (la dignidad En mi opinión, los obstáculos se dan tam-
como presupuesto de proporcionalidad) bién en la fragmentación, en que cada sector
y el 706 (el acceso efectivo a la justicia de se convence que hace lo que debe y eso evita la
colectivos vulnerables). Eso se compadece interpelación hacia adentro. La intersectoria-
con los principios del derecho de familia lidad y el convencimiento de que las estructu-
donde uno principalísimo es la inmediatez, ras que se levantan son herramientas para la
según mi experiencia pasada y actual. La inclusión puestas al servicio de la población
Defensa Pública es el andamiaje que otorga a la que están dirigidas, aliviarían muchas de
a las personas la entrada para el ejercicio de las dificultades existentes.
derechos y cada intervención que asegure La Defensa Pública es y representa la pared
el control de legalidad se transforma en la donde se apoyan las personas, en tanto prota-
llave de las restantes garantías, donde la li- gonista exclusivo de esta reforma. La cercanía
bertad es la primera. de la Defensa Pública con las personas, el de-
recho y la realidad, provoca con sus interven-
MLC: ¿Cree que es posible la reforma del ciones la solidez del cambio que propone la
sistema de salud manicomial y el pasaje hacia aplicación de los derechos consagrados y que
un sistema de salud mental comunitario? ¿Qué conforman el bloque internacional de orden
obstáculos identifica? ¿Qué cambios requiere y público del art. 75 inc.22 de la Constitución
en qué actores? ¿Qué consejos nos daría para Nacional y, en el caso de la Justicia Civil, la