LA SALVACIÓN

VIENE
DE LOS JUDÍOS
Viernes, 21 de abril de 2006
Austin, Texas, Estados Unidos

Rev. William Soto Santiago, Ph.D.

 NOTAS

NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión; y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta Conferencia, puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para propósitos
personales de estudio, hasta que sea publicado
formalmente.
22 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
reverendo Juan Ramos, para que les indique hacia dónde
caminar, hacia dónde están los vestidores de ropa y las ropas
bautismales para colocarse las ropas bautismales y ser
bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos.
Los que están en otras naciones también pueden ser
bautizados en agua en estos momentos, pues allá también hay
bautisterios, hay ropas bautismales y ministros que les
bautizarán.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos.
“LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS.”
LA SALVACIÓN
VIENE DE LOS JUDÍOS
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
Viernes, 21 de abril de 2006
Austin, Texas, Estados Unidos
uy buenas noches, amables amigos y hermanos
M presentes; es un privilegio y bendición grande estar con
ustedes en esta ocasión aquí presentes, y con ustedes que están
a través de internet o del satélite.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto,
sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y nos abra las
Escrituras, que nos hable, nos enseñe Su Palabra en esta
ocasión. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Para esta ocasión leemos el pasaje de San Juan, capítulo 4,
verso 19 en adelante (esta es la conversación de Jesucristo con
la mujer samaritana):
“Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís
que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni
en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo
que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad;
porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren.
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en
verdad es necesario que adoren.
Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el
Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
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Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos
permita entenderla. En el Nombre del Señor Jesucristo.
Amén.
Nuestro tema es: “LA SALVACIÓN VIENE DE LOS
JUDÍOS.”
El Dios eterno Creador de los Cielos y de la Tierra ha
estado a través de los milenios manifestándose en la Tierra, y
muchas personas han deseado conocerle y adorarle; y muchas
personas conforme a su propio entendimiento han tratado de
encontrar a Dios y de adorar a Dios a la manera de cada
persona.
Pero el Dios eterno Creador de los Cielos y de la Tierra se
reveló al pueblo hebreo cuando le habló al Profeta Moisés, y
Moisés le habló al pueblo hebreo.
Por consiguiente el único pueblo que tuvo la revelación
divina del Dios único y verdadero ha sido el pueblo hebreo; y
por esa causa es que ustedes encuentran en toda la trayectoria
desde Adán hasta Jesús, al Dios eterno tratando con ellos
desde Adán hasta Jesús, y usted encuentra que ha sido
adorado por esa descendencia de Adán que viene a través de
Set, los cuales han tenido el conocimiento del Dios verdadero.
Tenemos a Matusalén, tenemos también a Enoc, el cual
caminó con Dios y Dios se lo llevó para no ver muerte;
tenemos a Matusalén el hombre que más duró, duró 969 años,
edad que cada persona desearía vivir.
Pero no importa que usted viva poco o mucho, lo
importante es una sola cosa: conocer al Dios de Abraham, de
Isaac y de Jacob que es el único Dios verdadero, y lo demás
son inventos humanos.
Ahora, encontramos que el mismo Jesús decía: “Buscad
primeramente el Reino de Dios y Su justicia.” Por lo tanto es
importante conocer al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob
LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS 21
diciendo el verso 46 y 47:
“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y
partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y
sencillez de corazón,
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el
Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser
salvos.”
Los que han de ser salvos son añadidos a la Iglesia del
Señor Jesucristo cuando escuchan la predicación del
Evangelio de Cristo, y reciben a Cristo como Salvador y son
bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y
Cristo los bautiza con Espíritu Santo y Fuego y produce el
nuevo nacimiento en esas personas; y así son añadidos a la
Iglesia del Señor Jesucristo, han nacido del Agua y del
Espíritu, de la predicación del Evangelio de Cristo y del
Espíritu Santo, y son añadidos a la Familia de Dios, a la Casa
de Dios.
Así como cuando nace un bebé en la casa, fue añadido un
bebé, un hijo a la familia. Así mismo a la Familia de Dios es
añadido en cada ocasión un hijo o una hija cuando la persona
recibe a Cristo, es bautizado en agua en Su Nombre y recibe
el Espíritu Santo, la persona ha nacido de nuevo, ha nacido y
ha entrado al Reino de Dios, es una nueva criatura en Cristo
Jesús.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua, y que
Jesucristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y
produzca en ustedes el nuevo nacimiento. En el Nombre del
Señor Jesucristo. Amén.
Y a vuestros familiares Cristo los traiga a Sus Pies y les
dé también la salvación y Vida eterna, para que estén con
ustedes en el Reino eterno de Jesucristo viviendo por toda la
eternidad.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos. Dejo al
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como nuestro único y suficiente Salvador.
En el bautismo en agua la persona se identifica con Cristo
en Su muerte, sepultura y resurrección. El bautismo en agua
es topológico, el agua no quita el pecado, es Jesucristo con Su
Sangre, el cual nos limpia de todo pecado.
Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua lo más
pronto posible, ¿Cuándo me pueden bautizar?” Pregunto al
reverendo Juan Ramos si hay agua: Hay agua, hay bautisterio;
por lo tanto, bien pueden ser bautizados en estos momentos en
agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y que Jesucristo les
bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el
nuevo nacimiento.
Miren aquí, para que tengan un cuadro claro, en el libro de
los Hechos, cuando San Pedro predicó el Día de Pentecostés
en la mañana, dice en el capítulo 2, verso 36 en adelante del
libro de los Hechos, dice, en el libro de San Pedro, dice:
“Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a
este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho
Señor y Cristo.
Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro
y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos,
y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor
nuestro Dios llamare.
Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba,
diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados;
y se añadieron aquel día como tres mil personas.”
Como tres mil personas creyeron, fueron bautizados ese día
y fueron añadidos a la Iglesia del Señor Jesucristo. Sigue
LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS 5
y entrar a Su Reino, al Reino de Dios.
A través del Profeta Moisés Dios le habló al pueblo hebreo
y le estableció la forma para adorar a Dios, y por eso es que el
pueblo hebreo antes de salir de Egipto sacrificó un corderito
de un año (cada familia) y lo colocó asado en su hogar, y la
sangre la colocó sobre el dintel y los postes de las puertas de
sus hogares como señal. Era una señal para Dios porque
durante la noche de la pascua, Dios pasaría por Egipto y
traería el juicio divino sobre Egipto y morirían todos los
primogénitos que estaban en Egipto, comenzando desde el
hijo primogénito del faraón.
Pero hubo una forma de escapar de ese juicio divino, era
por medio del sacrificio de ese cordero pascual y su sangre
aplicada en el dintel de los postes de los hogares hebreos, y el
cordero asado dentro de esos hogares siendo comido por ellos
durante la noche de la pascua; y ese era todo el secreto para
escapar del juicio divino que caería sobre la Tierra en aquella
noche de la pascua. En la víspera de la pascua fue sacrificado
el cordero y durante la noche vendría el juicio.
Y ahora, el pueblo hebreo tuvo la relevación divina de
cómo escapar cada primogénito del pueblo hebreo de la ira de
Dios, del juicio divino, de la muerte que vendría, por lo tanto
escaparía cada hogar hebreo del luto; no tendrían luto sino
alegría.
Pero para los egipcios que no tenían la revelación divina
del único Dios verdadero, no tenían por consiguiente la forma
de salvación para sus hijos primogénitos; la salvación para los
primogénitos venía ¿de dónde? De los judíos, los judíos la
tenían (la salvación) por medio del sacrificio de ese cordero
pascual; el cordero pascual estaba ¿dónde? Entre los judíos.
Toda persona que quisiera escapar, todo primogénito para
escapar tenía que recibir esa revelación ¿de dónde? De los
judíos, para obtener esa bendición de escapar del juicio
6 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
divino.
Ese cordero pascual tipificaba al Mesías Príncipe que está
prometido que vendría para morir por los pecados del pueblo,
Él salvaría a Su pueblo de sus pecados, Él (el Mesías) por
consiguiente siendo tipificado en el cordero pascual y también
en el macho cabrío de la expiación, es la única forma de
salvación para los hebreos y para todo ser humano.
Por consiguiente la salvación que viene de los judíos a
través del Mesías Príncipe, el Mesías Príncipe tiene que venir
¿de dónde? De los judíos, para morir como el sacrificio de
expiación por los pecados del pueblo, tanto del pueblo hebreo
como de todo ser humano.
La salvación no puede venir de otra nación, sino de los
judíos. Las naciones, diferentes naciones tienen diferentes
religiones, pero la salvación viene de los judíos, y por
consiguiente el Mesías tenía que ser de los judíos. No podía
ser el Mesías Príncipe que moriría como el Sacrificio de
Expiación por los pecados del pueblo, el cual tomaría los
pecados del pueblo, se haría mortal y moriría como el
Sacrificio de Expiación de los pecados del pueblo para quitar
el pecado del pueblo y del ser humano.
Por lo tanto, el Mesías sería judío y sería el Salvador de
Israel y de todo ser humano. El ser humano no puede buscar
la salvación en otra cosa, excepto en el Mesías Príncipe que
moriría como el Sacrificio de Expiación por los pecados del
pueblo. Aun el nombre del Mesías tendría que ver con
“salvación.”
Por esa causa es que el Ángel Gabriel le dijo a José en una
ocasión, y también a la virgen María, que el niño que nacería
sería llamado: “Hijo de Dios.” Y le dijo que le pusieran por
nombre “Jesús.” Y Jesús significa: “Salvador.” ¿Por qué?
Porque la salvación viene de los judíos, y por consiguiente el
Mesías, que es el Salvador, vendría de los judíos y tendría un
LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS 19
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! Amén y amén.
Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros
pecados porque ustedes escucharon la predicación del
Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en vuestra alma y lo
han recibido como único y suficiente Salvador, pues Él dijo:
“El que creyere y fuere bautizado será salvo.”
Ustedes me dirán: “Ya creí de todo corazón y recibí a
Cristo como mi único y suficiente Salvador, pero me falta ser
bautizado en agua en Su Nombre, para identificarme con
Jesucristo en Su muerte, sepultura y resurrección.”
Cuando la persona recibe a Cristo muere al mundo; y
cuando el ministro sumerge a la persona en las aguas
bautismales, tipológicamente la persona está siendo sepultada,
ha sido sepultada; y cuando el ministro lo levanta de las aguas
bautismales, la persona tipológicamente ha resucitado,
resucita a una nueva vida, a la Vida eterna con Jesucristo en
Su Reino eterno.
Y por consiguiente ha cumplido el tipo y figura en el
bautismo en agua, ha cumplido el tipo y figura de la
identificación de la persona con Cristo en Su muerte, sepultura
y resurrección, pues estábamos en Cristo cuando Él vino a la
Tierra, y cuando Él murió estábamos con Él; y cuando Él fue
sepultado estábamos con Él; y cuando Él fue levantado,
resucitado, estábamos con Él; también cuando Él subió al
Cielo, también estábamos con Él.
Así como en un grano de trigo está una planta de trigo con
muchos granos de trigo, y donde quiera que usted va con ese
grano de trigo, va la planta de trigo que está potencialmente en
ese grano de trigo. Y usted y yo estábamos en Jesucristo
potencialmente en donde quiera que Él estaba; pero ahora
hemos sido manifestados en esta Tierra y lo hemos recibido
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deseamos mirarnos), y nos vamos a ver siempre jovencitos,
pasen 50 años, 100 años, 500 años, mil años, 1'000.000 de
años, siempre nos veremos jovencitos.
Gracias a Dios porque la salvación nos ha venido de los
judíos, nos ha venido a través de Jesucristo, que es nuestro
Salvador; aun su nombre: “Jesús,” significa: “Salvador.”
Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies
de Cristo. Todos vamos a levantar nuestras manos al Cielo, a
Cristo; los que están en otras naciones también, y los que han
venido a los Pies de Cristo en estos momentos. Repitan
conmigo la oración que estaré haciendo por ustedes. Con
nuestros ojos cerrados todos.
Señor Jesucristo, he escuchado la predicación de Tu
Evangelio, ha nacido Tu fe en mi corazón; creo en Ti con
todo mi corazón, creo en Tu Primera Venida, creo en Tu
muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de la
Expiación por mis pecados, creo en Tu Nombre como el
único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que
podemos ser salvos. Reconozco que soy pecador y necesito
un Salvador, reconozco que Tú eres mi único y suficiente
Salvador. Doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo
como mi único y suficiente Salvador.
Salva mi alma, Te lo ruego, Señor Jesucristo. Me entrego
a Ti en alma, espíritu y cuerpo, sálvame Señor; perdona mis
pecados y con Tu Sangre límpiame de todo pecado, y
bautízame con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea
bautizado en agua en Tu Nombre, y sea así producido en mí
el nuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino eterno a la
Vida eterna, quiero vivir Contigo por toda la eternidad.
Salva mi alma, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso
Señor Jesucristo. Amén y amén.
Y con nuestras manos levantadas al Cielo a Cristo todos
decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS 7
nombre de salvación: “Jesús,” que significa: “Salvador.”
Y ahora, la bendición para todas las naciones vendría de la
simiente de Abraham, porque dice la Escritura: “Y en tu
simiente serán benditas todas las naciones.” San Pablo
explicando en Gálatas, capítulo 3, lo que significa: “Y en tu
simiente serán benditas todas las naciones.” Dice: “No dice:
y en tus simientes.” Recuerden que simiente significa:
“Descendencia, hijo.”
“Y en tu simiente, en tu descendencia, en tu hijo.” Por eso
el Mesías sería también reconocido como Hijo de Abraham,
o sea, descendiente de Abraham. “Y en tu simiente,” porque
la bendición de Abraham pasaría a los gentiles. ¿Pero cómo
pasaría a los gentiles? Vean, aquí dice San Pablo en Gálatas,
capítulo 3, verso 13 en adelante:
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por
nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que
es colgado en un madero),
para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham
alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la
promesa del Espíritu.
Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque
sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le
añade.
Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su
simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de
muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.”
Y ahora, Cristo, el Mesías, es la simiente de Abraham, el
descendiente de Abraham a través del cual la bendición de
Abraham pasaría a los gentiles, para así alcanzar la bendición
por la fe, alcanzar por la fe la bendición de la promesa del
Espíritu Santo, y por consiguiente obtener el nuevo
nacimiento y entrar al Reino de Dios; porque Cristo dijo a
Nicodemo en San Juan, capítulo 3, verso 1 al 6: “De cierto, de
8 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
cierto te digo, que el que no naciere del Agua y del Espíritu,
no puede entrar al Reino de Dios.”
Por lo tanto, para entrar al Reino de Dios, la persona recibe
por la fe al Mesías Príncipe que es descendiente de Abraham
y por consiguiente es un hebreo nacido en Belén de Judea de
una mujer virgen, como fue prometido en Isaías, capítulo 7,
verso 14, donde dice: “Porque la virgen concebirá, y dará a
luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel (que traducido es
Dios con nosotros).”
Por lo tanto, una virgen judía descendiente del rey David
sería el instrumento a través de la cual nacería el Mesías
Príncipe y por consiguiente vendría a través de ese Mesías
Príncipe la bendición, la salvación a los gentiles.
Los gentiles no pueden recibir la bendición de Abraham,
a menos que sea a través de Jesucristo el Hijo de Abraham, o
sea, el descendiente de Abraham y descendiente del rey David,
porque la salvación viene ¿de dónde? De los judíos.
¿Y por qué no podía venir de otra nación, por qué no podía
venir de los descendientes de Esaú? Porque Esaú perdió la
bendición cuando vendió la Primogenitura a Jacob, por lo
tanto la bendición de Abraham pasó a Jacob y no a Esaú, Esaú
menospreció la bendición de Dios, la Bendición de la
Primogenitura y perdió todas esas riquezas espirituales y
físicas también.
Si Esaú no vendía la Bendición de la Primogenitura, le
tocaba una doble porción de la herencia y le tocaba todo el
territorio de Israel, le tocaba tener como capital a Jerusalén;
todo eso para él y su descendencia, y el Mesías Príncipe tenía
que ser un descendiente de Esaú, pero todo eso lo perdió
cuando vendió la primogenitura a Jacob, y Jacob se quedó con
toda esa bendición de Abraham para pasarla a su
descendencia, y de la descendencia de Jacob vendría la
salvación para Israel y para todas las naciones.
LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS 17
accidente muere el cuerpo físico.
Pero mientras tenemos el cuerpo físico, tenemos
oportunidad de recibir la Vida eterna a través de Jesucristo,
recibimos la Vida eterna para nuestra alma, y Él cuando Su
Reino lo materialice, cuando lo establezca físicamente, ahí
tendremos un nuevo cuerpo joven, eterno, inmortal,
incorruptible y glorificado como Su cuerpo glorificado, y así
ya estaremos físicamente restaurados en y a la Vida eterna.
Por cuanto la salvación viene de los judíos, se ha estado
predicando el Evangelio de salvación y Vida eterna a través y
en el Nombre del Señor Jesucristo, un Judío nacido en Belén
de Judea, pero en Él estaba Dios en toda Su plenitud, para
llevar a cabo la Obra de Redención del ser humano.
Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo los que
faltan por venir aquí presentes y los que están a través de
internet o del satélite en otras naciones, para que queden
incluidos en esta oración que estaré haciendo.
Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que
han venido a los Pies de nuestro amado Señor Jesucristo.
Es Vida eterna lo que todos deseamos. Por eso es que a
medida que le pasan los años a la persona; y una vez al día por
lo menos uno se ve en el espejo, ya sea para rasurarse
(afeitarse), y las mujeres para arreglarse, y a medida que pasan
los años, pasan 10 años y ya dice:“Ya se me nota un poquito
que tengo más de 15 años.” Cuando ya llega a los 40, dice:
“Ya se nota que no soy un jovencito o una jovencita.” Cuando
llega a los 50, y cuando llega a los 60, dice: “Ya se nota que
tengo unos cuantos años.” Y algunos cuando pasan de los 60
ó 70, dicen: “Ya se nota que mi tiempo en la Tierra está
terminando.”
Por eso necesitamos tener asegurado nuestro futuro eterno
con Cristo nuestro Salvador. Cuando Él nos dé el nuevo
cuerpo, nos miraremos en el espejo todos los días (si
16 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
moriría? Y continuó viviendo, ¿cómo es eso, qué significa
eso? “Ese día morirás.” Y siguió viviendo. Pero ese día murió,
murió a la Vida eterna y solamente le quedó vida terrenal, vida
temporal. ¿Ven? Porque Adán tenía Vida eterna pero murió a
esa Vida eterna, y vino a ser mortal para vivir solamente 930
años, que fue lo que le duró la vida terrenal.
Tenemos que asegurar nuestro futuro eterno, tenemos que
asegurarnos en la Vida eterna, para poder vivir eternamente en
el Reino de Dios, y solamente a través de Cristo, el Segundo
Adán, es que podemos ser restaurados a la Vida eterna, para
así estar seguros que después de esta vida terrenal vamos a
vivir eternamente en el Reino de Dios con nuestro amado
Señor Jesucristo.
Por medio del primer Adán vino la muerte al ser humano,
y por medio del Segundo Adán, que es Cristo, vino la Vida
eterna al ser humano; por medio del primer Adán, como
descendientes del primer Adán, hemos obtenido esta vida
terrenal que nos dura muy poco.
En los tiempos de Adán, de Set, de Enoc, de Matusalén, de
Noé, los años que vivía el ser humano eran 900 años, 800
años, 700 años, 600 años, 500 años, y así por el estilo.
Y ahora, al ser humano se le ha acortado su vida, y da
mucho trabajo llegar a cien años. Pero no hay ningún
problema, lo importante es que sean pocos o sean muchos los
años que usted viva en la Tierra, en estos cuerpos mortales,
usted tenga asegurado su futuro eterno con Cristo en Su Reino
eterno, para que así usted esté consciente de que tiene Vida
eterna acá en su alma, y que usted va a vivir con Cristo en Su
Reino, y Él le va a dar un cuerpo nuevo y eterno.
Por lo tanto, tenemos que estar seguros de lo que será
nuestro futuro eterno. No podemos confiar en este futuro
terrenal de nuestro cuerpo terrenal, porque la vida en el cuerpo
terrenal es muy corta; y algunas veces es tan corta que de un
LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS 9
Así sería como pasaría la bendición de Abraham a los
gentiles por medio del Mesías Príncipe, un descendiente judío,
porque tenía que ser así, porque la bendición pasó a Jacob y
de Jacob a sus descendientes, y así se formaron también las
tribus de Israel a través de los descendientes de los hijos de
Jacob.
Ahora vean, cuando una persona menosprecia la bendición
de Dios, pierde todo lo que Dios tiene para esa persona, pero
la bendición no se pierde, la pierde la persona, esa bendición
pasa a otra persona. Por lo tanto, tenemos que estar bien
agarrados de Dios y de la bendición de Dios sin menospreciar
esa bendición.
Tenemos que, esa bendición de Abraham que viene de los
judíos a través de Jesucristo, atesorarla bien acá en nuestra
alma; esa bendición viene a través de Jesucristo, es la
bendición de salvación y Vida eterna para todo ser humano,
para que así la persona pueda al escuchar la predicación del
Evangelio de Jesucristo, obtener la fe de Cristo en su corazón,
en su alma, y creer en Cristo de todo corazón, y dar testimonio
público de su fe en Cristo, reconociendo que la persona es
pecadora y que necesita un Salvador, un pariente Redentor el
cual es Jesucristo, y reconocer que la muerte de Cristo es el
Sacrificio de Expiación por nuestros pecados, y que solamente
hay un Nombre de salvación bajo el Cielo dado a los hombres
que es Señor Jesucristo; el mismo nombre Jesús significa
Salvador.
Por lo tanto, no hay otro nombre bajo el Cielo en el cual
podamos ser salvos, es en el Nombre de un descendiente de
Abraham y del rey David, un judío nacido en Belén de Judea;
judío conforme al nacimiento físico y nacido a través de una
virgen Judía. Todo esto ha sido así porque la salvación viene
¿de dónde? De los judíos.
Por eso fue que la Venida del Mesías Príncipe, la Venida
10 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
de Emanuel que traducido es Dios con nosotros, el Verbo que
era con Dios y era Dios y se hizo carne, tenía que hacerse
carne ¿en dónde? En medio de los judíos como un
descendiente de la tribu de Judá y descendiente del rey David,
para poder traer la salvación no solamente al pueblo hebreo
sino a todas las naciones, para que millones de seres humanos
puedan obtener la salvación y Vida eterna, puedan nacer del
Agua y del Espíritu para poder adorar a Dios en espíritu y en
verdad.
Ninguna persona puede adorar a Dios si no ha nacido del
Agua y del Espíritu. “Dios libertó al pueblo hebreo para que
le sirviera,” dice en el Éxodo, capítulo 4, versos 22 al 24, dice:
“Israel es mi hijo, mi primogénito, y dirás a faraón, deja ir a
mi pueblo, para que me sirva.”
¿Para qué liberta Dios a la persona? Para que le sirva.
¿Para qué libertó Dios al pueblo hebreo? Para que le sirviera,
y por consiguiente para que le adorara en espíritu y en verdad;
por lo tanto tiene que tener la persona la verdad, y Jesucristo
dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida.” Por lo tanto,
Cristo es la Verdad divina, y tener a Cristo es tener la verdad:
“Yo soy el camino, la verdad, y la vida; y nadie viene al
Padre, sino por mí.”
¿Cómo es que algunas personas pueden adorar a Dios sin
creer en Cristo? Eso es imposible, es una adoración que
piensan que le están ofreciendo a Dios, pero esa no es la
adoración que llega a Dios, la adoración correcta es en
Espíritu y en verdad, y ya no es necesario ir a Jerusalén para
adorar a Dios, Cristo dijo: “La hora viene, y la hora es cuando
los verdaderos adoradores adoraran al Padre en Espíritu y en
verdad.”
Y también dijo que la hora vendría cuando no adorarían al
Padre ni en Jerusalén, ni en el Monte allá de Samaria sino en
Espíritu y en verdad; por lo tanto no importa dónde la persona
LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS 15
suficiente Salvador
Recuerden que recibir a Cristo como Salvador es un asunto
de Vida eterna; es Vida eterna lo que Cristo le otorga a la
persona que lo recibe como único y suficiente Salvador.
Dios nos ha dado Vida eterna y esta vida está en Su Hijo
Jesucristo, por consiguiente para recibir la Vida eterna hay
que recibir a Cristo, porque la Vida eterna está en Jesucristo.
Él dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, y nadie
viene al Padre sino por mí.” [San Juan 14:6]
Es a través de Jesucristo que podemos llegar a Dios, es a
través de Jesucristo que podemos recibir la salvación, es a
través de Jesucristo que podemos recibir la Vida eterna, es a
través de Jesucristo que podemos asegurar nuestro futuro
eterno para vivir eternamente con Cristo en Su Reino, es a
través de Jesucristo que podemos entrar al Reino de Dios. No
hay otra forma, y es a través de Jesucristo que podemos adorar
a Dios en Espíritu y en verdad.
Dios tiene mucho pueblo aquí en la ciudad de Austin,
Texas, y en todo el Estado de Texas (o Tejas, como también
se le conoce por los latinos), y en toda la nación americana, y
los está llamando en este tiempo. Y si oyes hoy Su Voz, no
endurezcas tu corazón, Él te está llamando para darte Vida
eterna.
Cristo dijo: “El que oye mi palabra, y cree al que me
envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha
pasado de muerte a vida.” [San Juan 5:24]
El ser humano desde que pecó murió, pues Dios dijo: “El
día que pecares, morirás, ese día morirás.” [Génesis 2:17]
Algunas personas al ver que Adán y Eva luego que pecaron,
luego Adán continuó viviendo, y él vivió 930 años, y luego
murió (930 años).
Ahora, ¿no había dicho Dios que el día que él comiera, que
Adán comiera del árbol de ciencia del bien y del mal, ese día
14 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
y descendiente de Abraham, para traer la bendición de
Abraham a los hebreos y también a los gentiles, y así pasar esa
bendición a los gentiles y los gentiles tener la oportunidad
como individuos de recibir la bendición del Espíritu Santo y
obtener el nuevo nacimiento, y obtener así un cuerpo angelical
de la sexta dimensión para adorar a Dios en Espíritu y en
verdad.
Conforme a la verdad del Evangelio de Cristo, que nos
habla de Cristo y nos muestra que Jesucristo es el Salvador del
ser humano, y que Su muerte en la Cruz del Calvario es el
Sacrificio de Expiación por nuestros pecados. ¿Ven?
Tenemos que adorar a Dios en Espíritu y en verdad, usted
tiene que estar en la Verdad divina para poder adorar a Dios,
usted tiene que nacer de nuevo para poder entrar al Reino de
Dios y en el Reino de Dios adorar al único Dios verdadero.
La salvación viene de los judíos, y viene de los judíos a
través de Jesucristo, porque Él es nuestra salvación, Él es el
Salvador y nos da salvación y Vida eterna, y así nos asegura
nuestro futuro eterno en Su Reino eterno, para vivir con Él por
toda la eternidad.
Yo he recibido la salvación y Vida eterna a través del
Señor Jesucristo, el cual vino a la Tierra y murió en la Cruz
del Calvario. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también.
Si hay alguna persona que todavía no ha recibido la
salvación a través de Jesucristo, lo puede hacer en estos
momentos y yo oraré por usted, puede dar testimonio público
de su fe en Cristo, pues ya ha nacido la fe de Cristo en su alma
al escuchar la predicación del Evangelio de Cristo, y puede
pasar acá al frente para dar testimonio público de Cristo y yo
oraré por usted, para que Cristo le reciba en Su Reino.
Vamos a dar unos minutos para que puedan venir acá al
frente las personas que han experimentado el nacimiento de la
fe en Cristo y no habían recibido a Cristo como su único y
LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS 11
se encuentre, puede adorar a Dios en Espíritu y en verdad.
Cristo dijo: “Donde estén dos o tres reunidos en mi
Nombre, ahí, allí estaré yo.” [San Mateo 18:20] Por lo tanto,
Cristo estará donde estén dos ó tres reunidos en el Nombre del
Señor Jesucristo, y por consiguiente ahí estará la verdad,
Cristo, ahí estará el Salvador, Jesucristo en Espíritu Santo,
porque Él estaría en Espíritu Santo en medio de Su pueblo, y
los verdaderos adoradores son las personas nacidas de nuevo
que tienen el Espíritu Santo para adorar en Espíritu a Dios.
La adoración a Dios es en Espíritu, por lo tanto en Espíritu
y en verdad; y todo eso ha venido, ¿de dónde? De los judíos,
porque los gentiles adoraban muchos dioses, no sabían adorar
al único, al eterno Creador de los Cielos y de la Tierra; el
único pueblo que tenía la revelación divina del único Dios era
el pueblo hebreo, y por consiguiente era el único pueblo que
tenía el verdadero orden de adoración al Eterno Dios Creador
de los Cielos y de la Tierra.
Y el orden de adoración bajo el Nuevo Pacto ha pasado de
los judíos a los gentiles para adorar a Dios en Espíritu y en
verdad en el Nombre del Salvador, en el Nombre del Señor
Jesucristo, por eso el Apóstol Pablo decía: “Y todo lo que
hagáis, ya sea de palabras o de hechos hacédlo todo en el
Nombre de Jesucristo.” [Colosenses 3:17]
Es en el Nombre del Señor Jesucristo que se adora a Dios
y Dios recibe esa adoración, tiene que estar el Nombre del
Mesías Príncipe, tiene que estar el Nombre del que es la
Verdad, tiene que estar el Nombre del que es el Salvador, para
así Dios aceptar, recibir esa adoración que le es ofrecida.
Bajo el Nuevo Pacto, la Iglesia del Señor Jesucristo desde
el Día de Pentecostés ha estado adorando a Dios en Espíritu
y en Verdad.
En el templo que construyó el rey Salomón en Jerusalén se
adoraba a Dios, Dios allí colocó Su Nombre, pero ya ese
12 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
templo no está; y el templo que estaba en los días de Jesús,
que fue construido por el rey Herodes tampoco está, pues lo
destruyó el general Romano Tito con su ejército en el año 70
de la Era Cristiana o Era o Edad Común.
No hay un Templo para Dios allí en Jerusalén donde estaba
el templo que construyó Salomón y el que estaba en los días
de Jesús que había sido construido por el rey Herodes.
Por lo tanto, no hay un templo dónde sacrificar el macho
cabrío de expiación para la reconciliación del pueblo hebreo
con Dios.
Todos esos sacrificios del Antiguo Testamento, pues
corresponden al pacto antiguo, pero ahora Dios dijo que haría
un Nuevo Pacto con la casa de Israel y la casa de Judá; y bajo
el Nuevo Pacto el Sacrificio de Expiación por los pecados del
ser humano es el Sacrificio del Mesías Príncipe en la Cruz del
Calvario, es la muerte de Jesucristo en la Cruz del Calvario.
Por eso Él tenía que morir, Él tenía que morir llevando
nuestros pecados para así realizar el Sacrificio de Expiación
por nuestros pecados para reconciliarnos con Dios.
Y cada persona que escucha la predicación del Evangelio
de Cristo, nace la fe de Cristo en su alma y recibe a Cristo
como su único y suficiente Salvador dando así testimonio
público de su fe en Cristo, obtiene el perdón de sus pecados,
es limpio de todo pecado con la Sangre de Cristo, es bautizado
en agua en el Nombre del Señor Jesucristo y Cristo lo bautiza
con Espíritu Santo y Fuego y produce en la persona el nuevo
nacimiento, y así la persona queda reconciliada con Dios,
queda dentro del Nuevo Pacto y queda cubierta con la Sangre
de Cristo, la Sangre del Nuevo Pacto, y por consiguiente esa
persona ha entrado al Reino de Dios, que es el Reino de
Jesucristo nuestro Salvador, el cual está en la esfera espiritual.
Y en ese Reino están todas las grandes bendiciones de Dios
para mí. ¿Y para quién más? Para cada uno de ustedes
LA SALVACIÓN VIENE DE LOS JUDÍOS 13
también.
En ese Reino también vendrán bendiciones físicas para los
creyentes en Cristo; en la parte física hay grandes bendiciones
para nuestra vida terrenal, y habrá una bendición tan grande
que es la transformación de nuestro cuerpo (para los que
estemos vivos) si permanecemos vivos hasta que Cristo
complete Su Iglesia, y para los muertos creyentes en Cristo la
resurrección en cuerpos glorificados. Todo eso está prometido
en la Escritura.
Recuerden que la Biblia es una herencia hebrea que ha
recibido también la Iglesia del Señor Jesucristo, pero la ha
recibido ¿de dónde? De los judíos, porque la salvación viene
de los judíos.
Y le damos gracias a Dios por el pueblo hebreo, le damos
gracias a Dios por los judíos y por la bendición tan grande que
Dios nos ha dado a través de los judíos, al Mesías Príncipe
que nos ha dado la salvación y Vida eterna.
Oramos por el pueblo hebreo, oramos por la paz para
Jerusalén y para todo Israel, y oramos a Dios para que Dios
restaure el Reino a Israel, restaure el Reino de David pronto,
para que Israel como nación tenga la paz imperecedera, la cual
el Mesías Príncipe le dará, y entonces Jerusalén tendrá la paz
para todos los judíos y para todas las naciones, porque la paz
para las naciones, para todos los pueblos como naciones
también viene de los judíos, y todo eso está bajo el Nuevo
Pacto.
Cuando Dios comience a tratar con el pueblo hebreo como
nación y luego con las naciones gentiles como naciones,
vendrá la paz de Israel, de los judíos, no solamente para los
hebreos sino para las naciones gentiles, porque la salvación
viene de los judíos.
Por lo tanto, la salvación y Vida eterna es a través de un
hombre nacido en medio de los judíos, descendiente de David