Está en la página 1de 70

Relatos indígenas

andinos y amazónicos

PERÚ Ministerio
de Educación
Calle del Comercio Nº 193, San Borja, Lima, Perú. Teléfono: 615-5800, telefax: 223-0325, web:
www.minedu.gob.pe
Relatos indígenas
andinos y amazónicos
Ministerio de Educación

Ministra de Educación
Marilú Doris Martens Cortés

Viceministra de Gestión Pedagógica


Liliana Miranda Molina

Directora General de Educación Básica Alternativa, Intercultural Bilingüe y de Servicios Educativos


en el Ámbito Rural
Elena Antonia Burga Cabrera

Directora de Educación Intercultural Bilingüe


Nora Delgado Díaz

RELATOS INDÍGENAS ANDINOS Y Tiraje: 1000 ejemplares


AMAZÓNICOS
Impreso:
Coordinador de la recopilación Talleres El Higuiron, de Delfín Mauricio
Ricardo Gonzales Estalla Merino Castillo, Av. Arica 552 Interior 126,
Breña, Lima
Cuidado de la edición
James Matos Tuesta © Ministerio de Educación
Calle del Comercio 193, San Borja, Lima
Revisión del texto Perú
Javier Ugaz Aguilar Teléfono: 615-5800
www.minedu.gob.pe
Ilustraciones
Digeibira Este material no se puede reproducir total
ni parcialmente sin el permiso expreso de
Diseño y diagramación los editores
Walter Año Mendoza Impreso en el Perú / Printed in Peru

Enero, 2017
Contenido
Presentación 5
Mapa lingüístico del Perú
Runakunapa paqarisqanmanta Quechua 8
Creación de las personas chanka 8
Muhdúhjáa ííñújima, oovéháñé, míamúnáájpiima píívyene 12
Bora
El origen de la tierra, los alimentos y del hombre 12
Tawantin Ayar wawqikuna Quechua 16
Los cuatro hermanos Ayar Collao 16
‘Inun rara 20
Kakataibo
El antepasado del tigre 20
Kentagetiririra ityomiani maniro 24
Matsigenka
El hombre que cazaba crías de venados 24
Apetpet daktei wettönë’ere 28
Harakbut
El jaguar y la mujer valiente 28
Moenaresa’ 32
Yanesha
El malvado moenaresa’ y el armadillo 32
Inkan noa potani 36
Shipibo
El retiro del inca 36
Sananti shimarianti 40
Ashaninka
La garza pescador 40
Wampis chicham najanarmau 44
wampis
El origen de la lengua wampis 44
Wuipapi 48
Yaminahua
El hombrecillo 48
Hupaykunapa willakuynin Quechua 52
El cuento de las almas central 52
Suwa Ipakjai najaneawagmau 54
Awajún
La conversión de las mujeres Suwa e Ipak 54
Yatiri liqiliqi 58
Aimara
El sabio lequecho 58
Uesnid Matsesampid 60
Matsés
El hombre paujil 60
El Kiatsi Nomatsi- 64
Ira Kiatsi genga 64
Bibliografía
Presentación
El mundo se recrea, se reinventa y se enriquece cada vez que una madre
transmite a sus hijos las palabras que heredó de sus antepasados. Al
hacerlo, transferimos conocimientos, prácticas, saberes y la manera en
que un pueblo desea construir su porvenir a partir de su cosmovisión.
Al enseñar una lengua obsequiamos uno de los bienes más preciados: la
capacidad para comunicarse con más personas.
En el Perú coexiste una multiplicidad de lenguas: algunas originarias o
surgidas en el territorio, otras venidas de ultramar durante la Colonia y
la República y otras producto del desplazamiento de pueblos indígenas
transfronterizos. El estudio elaborado por el Ministerio de Educación en
el 2012 sobre el estado de las lenguas originarias del Perú graficó, una vez
más, la valiosa diversidad de idiomas surgidos con anterioridad a la difusión
del castellano y que se preservan y emplean en el ámbito del territorio
nacional: 47 lenguas originarias vigentes, con diferente grado de vitalidad.
Relatos indígenas andinos y amazónicos es un esfuerzo por ofrecer al
público en general parte de esa diversidad cultural y lingüística que anida
nuestro país y que necesitamos conocer más para empezar a reconocernos
y a valorarnos en nuestras diferencias. Contiene textos cortos escritos en
quince lenguas indígenas con sus respectivas versiones en castellano, que
recorren el universo mágico de los pueblos indígenas u originarios, a partir
de los mitos, leyendas, cuentos y situaciones cotidianas o extraordinarias.
En los últimos años, el Ministerio de Educación ha elaborado más de 600
títulos escritos en 24 lenguas originarias, entre cuadernos de trabajo,
textos de lectura, diccionarios, manuales de escritura, guías de alfabetos
y gramáticas, para uso de los estudiantes, docentes y bibliotecas de aula
de las escuelas interculturales bilingües. Estas escuelas brindan un servicio
educativo a los estudiantes a partir de su cultura, en la lengua originaria y
también en castellano.
Normalización de las lenguas originarias del Perú
La normalización de las lenguas originarias es un proceso que desarrolla el Ministerio de Educación (Minedu)
a través de la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe, perteneciente a la Dirección General de Educación
Básica Alternativa, Intercultural Bilingüe y de Servicios Educativos en el Ámbito Rural (Digeibira), a fin de
contribuir en la mejora de la calidad de vida de los hablantes de las 47 lenguas originarias del Perú, en el
marco de la dotación y consolidación de un sistema de escritura unificada.
En 1985 solamente las lenguas quechua y aimara contaban con alfabetos y normas de escritura oficializados
por el Minedu. En 1999, el Minedu convocó a representantes de la sociedad civil e instituciones académicas a
fin de analizar la situación de los alfabetos y la normalización ortográfica de las lenguas ashaninka, awajún,
shipibo y matsigenka. Como resultado de este encuentro se avanzó en el consenso de los alfabetos y algunas
normas de uso escrito de estas lenguas.
Luego de un intervalo de casi 20 años desde la primera norma de oficialización, se retoma este proceso y
desde el año 2006 hasta la fecha se ha consensuado y oficializado los alfabetos de 37 lenguas originarias.
Entre los principales logros de la normalización se debe destacar el consenso y oficialización de los alfabetos
y de las normas de escritura de manera participativa. Cada alfabeto, consensuado con los representantes
de las comunidades originarias y oficializado por el Minedu, es la base para elaborar materiales educativos
en cada lengua originaria y diversas herramientas pedagógicas y de gestión, en beneficio de estudiantes,
docentes, padres de familia y comunidades. Asimismo, se ha logrado la movilización y el empoderamiento
de los hablantes de estas lenguas para la visibilización, revitalización y desarrollo de su idioma y cultura, así
como la afirmación de su identidad sociocultural, aspecto relevante sobre todo para revertir la situación de
vulnerabilidad de las lenguas originarias en peligro de desaparición.
A continuación se presenta la relación de las lenguas originarias del Perú, las que cuentan con alfabetos
oficializados hasta el año 2016, y las lenguas en proceso de normalización para el 2017 y 2018.

Historia de la normalización de alfabetos de las 47 lenguas originarias del Perú


1985 2006 2007 2008 2009 2010 2011
quechua, harakbut, ese shipibo- ashaninka, kakataibo, jaqaru, shawi nomatsigenga,
aimara eja konibo yine matsigenka, yanesha
awajún
2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018
cashinahua kandozi- matsés, ikitu, maijiki, urarina, ticuna, omagua,
chapra, shiwilu, achuar, arabela, nanti, nahua, chamicuro,
wampis, madija, kuka- bora, yagua, ocaina, kawki, isconahua resígaro, iña-
sharanahua, ma kukamiria kapanawa yaminahua, pari, muniche,
secoya, murui- amahuaca taushiro
muinani,
kakinte
Quechua
Relatos indígenas andinos y amazónicos
sureño

Runakunapa paqarisqanmanta
La creación de las personas

8
Quechua sureño

P achakamaqqa ñas kay


pachatapas, kamaqña
kasqa. Chayraykus huk hatun
P achacamac había creado el
mundo y como parte de este
había hecho un hombre de piedra
runata rumimanta kamaq kasqa. para que sea fuerte y grande. El
Kay runakunaqa ancha hatun hombre, por ser de piedra y tan
kaspataqsi, rumimanta kaspataqsi grande, cuando andaba y se caía
urmaspa yurakunatapas, maltrataba mucho a las plantas
sallqakunatapas waqllichiq kasqa. y animales que vivían con él. Al
Chaysi Pachakamaqqa llakisqa ver esto, Pachacamac caminaba
sapallan, “¿imahinataraq aswan reflexionando en voz alta: “¿Cómo
allin runata rurayman?” nistin podría hacer un hombre mejor?
purisqa. Chaytas huk papacha Porque así terminará con todo”.
uyarisqa, hinaspas kayhinata Una papita que escuchó estas
kutichisqa: “Pachakamaq, ñuqayku reflexiones le dijo: “Nosotros, los
yurakunapas, uywakunapas animales y las plantas, también
chay musuq runa ruraypiqa podemos ayudar en hacer a ese
yanapaykikumanmi” nispa. Chayrí, nuevo hombre que quieres”.
“¿mayhinatataq rurana kanman?”, Pachacamac le respondió: “Y
nispas pachakamaqqa kutichisqa. entonces, ¿cómo podríamos hacer
Kay rimanakuytas huk a ese nuevo hombre?”.
yurakunapas, uywakunapas Algunas plantas y animales
uyarillankutaq. Chaysi “chay escucharon la conversación. “Para
musuq runa kuyuykachaq que ese nuevo hombre tenga
kananpaqqa ñuqayku muqu movilidad y no se caiga tanto,
muqu tulluykuta qusaqku” nispa nosotros vamos a darle nuestro
sarakunapas rimarirqamusqaku. tallo que tiene nudos para sus
“Ñuqaykupas puku sunqu extremidades”, dijeron los carrizos.
tulluykuta makinpaq chakinpaq “Y nosotros vamos a dar nuestra
qusaqku” nispas suquspas cáscara para que sea su cabeza”,
rimarqullantaq. “Ñuqaykuñataq dijo la calabaza. Los camotes
qaraykuta uman kananpaq agregaron: “Para que sus huesos
qusaqku” nispas kalawasa nin. estén cubiertos de carne nosotros
Apichupas “ñuqaykutaq chay vamos a dar nuestro cuerpo”, se
tullunkuna aychawan qatasqa comprometieron. En eso llegaron
kananpaq ukuykuta qusaqku” los bejucos y otras enredaderas,
nispas rimarisqaku. Chayllamansi y dijeron: “Para que ese nuevo
ankukunapas, qimillukunapas hombre mueva con facilidad sus
rikurimusqaku hinaspas nisqaku pies y sus manos nosotros vamos

9
Relatos indígenas andinos y amazónicos

“chay runakunapa chakinkunapas, a dar nuestro cuerpo para sus


makinkunapas kuyuykachaq nervios”. También llegaron las
kananpaqqa ñuqayku kurkuykuta vicuñas y dijeron: “Nosotras vamos
qusaqku ankunkunapaq” nispas a dar nuestra preciada lana para
rimarisqaku. Chayllamansi que su cabeza esté cubierta”.
chayamusqa wikuñakuna hinaspas
“El cuerpo de ese nuevo hombre
“ñuqaykutaq uman sumaq
vamos a cubrir bien bonito con
qatasqa kananpaq millmaykuta
nuestra cáscara”, afirmaron las
chukchanpaq qusaqku” nispa
lúcumas que se sumaron a la
rimarillasqakutaq.
tarea. “Para que ese nuevo hombre
“Chay musuq runapa aychantaqa sea inteligente y reflexivo le vamos
sumaqta qaraykuwan a dar nuestro cerebro”, indicaron
qataykusaqku” nispas lukmapas los picaflores. “Para que ese nuevo
rimarqun. “Ñuqaykutaq chay hombre vea bien, nosotros vamos
musuq runa yupay yachaysapa a poner nuestros ojos”, se sumaron
kananpaq ñutquykuta qusaqku” los halcones y los gavilanes. “Para
nispas qintiqa rimarqamusqa. que ese nuevo hombre hable con
“Allinta rikunanpaq, ñuqaykutaq facilidad, nosotros le vamos a
ñawiykunata churasaqku” dar nuestra lengua”, dijo el zorro.
nispas ankapas killinchapas “Para que cuando hable su boca
yapaykamusqa. “Chay runa allin no se vea hueco, para sus dientes
rimaq kananpaqñataq ñuqa nosotros los maíces daremos
qalluyta qusaq” nispas atuq nuestro mejor grano”, dijeron ellos.
yapaykusqa. “Rimaptinku mana
Cuando ya estaba casi terminado
simin tuqurayananpaq, kirunpaq
el nuevo hombre, aparecieron
ñuqaykupas ruruykuta qusaqku”
también los caracoles y hablaron:
nispas sarapas yapaykamusqa.
“Para las uñas de sus manos y pies,
Yaqa qispisqaña kachkaptinsi nosotros vamos a dar nuestro
churukunapas rikurimusqaku caparazón”. En eso también
hinaspas nisqaku,”chay asomaron las ocas y los ollucos:
runakunapa rukanankuna “Para que ese nuevo hombre
sumaq qatasqa kananpaqñataq tenga testículos y pene nosotros
ñuqaykupas qaraykuta qusaqku vamos a poner nuestro cuerpo”,
chaki sillunpaq maki sillunpaqpas” señalaron las ocas y los ollucos.
nispas churukunapas Ese año hubo poca producción
churapakusqaku. Chayllamansi de olluco y oca, por lo tanto
uqakukunapas lisaskunapas no alcanzó para todos. Por eso,

10
Quechua sureño

rikurimuspa nisqaku “chay musuq algunos quedaron como varones y


runakuna laniyuq runtuyuq otros como mujeres.
kananpaqqa ñuqaykupas
Así, Pachacamac, las plantas y
ukuykuta qusaqku” nispas
los animales hicieron al nuevo
rimarisqaku. Chay wataqa pisis
hombre, poniendo cada uno lo
kasqa uqapas lisaspas chaysi mana
mejor de sí. Cuando ya estaba
lliwpaqchu aypasqa, chayraykus
terminado Pachacamac le dio un
Pachakamaqpa kamasqan
soplo de vida, con eso se levantó y
runakunaqa wakin qari, wakin
empezó habitar la tierra.
warmi qipasqaku.
Chaypis Pachakamaqqa kay runata
qispisqaña kaptin pukuykuq
kasqa kawsayniyuq kananpaq.
Chay punchawmantas runaqa
puriyta qallariq kasqa kay pachapi,
Chayhinatas musuq runataqa
llapallan kawsaykuna, uywakuna
lliw yurakuna ima, kikinkupa
aswan allin kaqninta imanpaqpas
churaspa qispichisqaku.

11
Bora
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Muhdúhjáa ííñújima, oovéháñé,


míamúnáájpiima píívyene
El origen de la tierra, los alimentos
y del hombre

12
Bora

Í hdéuvúvané tsá ííñuji íjkyatúne,


tsanééreváne nújpakyo
íjkyáné allúrí tsamééré naavémú
A ntiguamente no existía la
tierra, solo existía el agua
sobre el cual habitaban espíritus
íkyahíjkyáhi. Aanévané Píívyéjí malignos. Es ahí donde el Creador,
Niimúhé íihnáhó iúújétso para demostrar su soberanía, creó
ípívyejtsó tujkénúéné iiñújí wállé la primera tierra que tenía forma
mujpáñédú nééjií. Aanévané del seno de la mujer; y del pezón
ííñuji mújpañédú nééné tújketu de aquella tierra que tenía forma
pákyoomu, pííca, báñehe, de mamas, nacieron la yuca, el
ííbíihye ijchívyéhi, tsíímávámeíhi. tabaco y la coca.
Aanévané tsúúca páneere óóveta
Cuando todo fruto de la tierra
ípívyéévétsihvu díllómeííbyé
fuere creado, el Creador se llamó
Óóvetájí Niimúhe.
Dios de los Alimentos. Y luego de
Aanévané páneere oovéháñé haber creado todos los alimentos,
imyéénúróne díllómeííbye: se preguntó:
– “Íveenáami óóveta ó meenu - ¿Para qué hice los frutos si
múubárá óóvéityúne? Ó nadie los va a comer? Haré un ser
ípívyéjtsoó míamúnáájpiíkye”, humano.
iñéénemávané ípívyéjtsoobe Dicho esto, creó al primer ser
tujkénúéné míamúnáájpiíkye, humano cuyo nombre fue Dios
Iámé Niimúhe némeííbyeke. de los Animales. Pero esta criatura
Ároobévané tsá dííbyeke no se portó como él quiso, por
cáhcújtsotúne, íllurévané dííbyé el contrario, lo desobedeció.
ehnííñevu iíjtsúcunúmeíñe tsá Creyéndose ser más que el
dibye ájcúnéhjiri dííbyema dibye Creador, no se comunicaba
íhjyúvahíjkyatúne. Áánélliihyévané mediante los frutos con que lo
túwáchuhjácoobe cúúvéné iiñújí aprovisionó. Por esta razón, el
pañévu, tétsihdyu dibye ióóve Creador le dio un puntapié y lo
apááñéré bájúháñé pañe íjkyáne expulsó hacia las oscuras tierras en
néévá. Ahdújucóvané dibye donde se alimenta hasta hoy, de
bájú pañéré íjkyane, áánemáváa frutos silvestres.
ipíívyé ííñújí dííbyekée iájcúroji
Después, el Creador levantó
iwájpolláróne píínévu píkyoobe y volvió la tierra que le había
tétsihdyu májchota itsáhíjkya quedado y la colocó entre el cielo
míamúnáadívu. y la tierra, de la cual provienen
Ááné boonévané úniibye ííñújí todos los alimentos para los seres

13
Relatos indígenas andinos y amazónicos

allúvu, áánetúvané Íwaajácú humanos.


Bañéhé iiñéhi. Aanévané ipáhé Después de esto escupió sobre
idyóíháñúnetu méénuube la tierra y de su esputo brotó el
míamúnáájpí bajcúne, áánetúvané Tabaco de su Sabiduría. Cortando
páálláhotu dócohmúcuube el tallo del tabaco, hizo los huesos
íhyúmií, niñéreváne báñéhé de otro hombre; cogiendo una
haamínetu wáúmíñuube porción de masa de yuca, hizo su
dííbyejpi íjkyaíñe. Áábekévané cabeza; finalmente, envolvió su
íbañéwari uubócuube tsúúca piel con las hojas del tabaco y con
míamúnáajpíjyuco, Núúbúmú el Tabaco de su Sabiduría sopló
Ihchúba, némeííbyeke; aliento de vida, y se transformó en
áábekévané ájcuube páneere un hombre llamado Garza Real.
ítsíeménevu dibye ityéhmeki.
En seguida, le dio toda su creación
Áábekévané, Pííné Ánuméí para que lo administrase. Y este,
Niimúhe, meménuube dibyévané cuando hubo hecho su casa,
ihjya méénútsihvu. Aabévané se llamó Dios Mediador de la
íúmihe méénútsihvu díllómeííbyé Construcción. Y cuando hubo
Píínéé Wákimyéí Niimúhe. hecho su chacra, se denominó
Aabévané wahájchota iíjkyáróne Dios Mediador del Trabajo.
nééhií:
Después de vivir solo por un corto
– “Ó íjkyáiyá tawálleéma”. tiempo, se dijo: “Quisiera tener mi
mujer”.
Áánélliihyévané Píívyéébe néé
dibye baajúriu ikyáátso íwájyú Entonces el Creador le ordenó que
bájkyeri, aane cáráájí pañévú rallase una yuca buena con raíz
ipíkyoone dibye iwátájco de cashapona y colocara la masa
újícóháámiri. Áánemávané neébe: dentro de un nongo y lo cubriera
con hojas de plátano. Luego le
– “Uke tene ´Llíhij` díllócooca botsíi indicó:
ú paayúcuúhi”.
—Cuando te llame “Papá”,
Ahdújucóvané dibye baajúriu entonces lo abrirás.
íwájyú bájkyeri cáátsone,
ááne mááhoba cáráájí pañévú Obedeciendo, ralló una yuca
ipíkyóóne wátájcoobe buena con raíz de cashapona
újícóhaamíneri. y colocó la masa dentro de un
nongo y lo cubrió con hojas de
Áábekévané, “Llíhij” tene plátano. Cuando escuchó que lo
díllónéllií, “Wáhaj” áñújcuúbe. llamó “Papá”, él contestó: “Mamá”.

14
Bora

Aanévané pááyúcutéébé Entonces, fue y abrió el nongo


ájtyumí tsáápille walle dííbyema y vio que se había formado
ípívyeevéne, áállekévané una mujer, a quien le puso el
dílloobe Pííné Májchotájimééwa. nombre de Mujer Mediadora de
Áámútsidítyuváne míamúnáajpi los Alimentos. De esta pareja, se
llíyaaté ííñújí hallúvu. multiplicó la raza humana sobre la
tierra.
Aanévané áyáhréjuco íínuji
míamúnáadívú néénéllií Como la tierra quedaba corta
tállúriácoobe úmewádu íiiñúji. para los seres humanos, Él
Aanévané tsúúca kéémeebe, expandió su tierra en forma de
íjtsiiménémúhaabe mítyane sal silvestre. Cuando envejecía y
llíyaatéébé, ipíívyé iiñújí aumentaba su prole, y cuidaba sin
túútávatúné téhménéllií Píívyéébe perjuicios la tierra de sus orígenes,
níwaavé dibye bóóádu íiiñújí entonces el Creador le ordenó que
iwámóaácoki. Áájí hallúvuváne transformase su tierra en forma de
ájcuube dibye éhnííñevu boa.
illíyaatéki. Árónáacávané Sobre esta tierra, el Creador le dio
neebe paíjyuváré dííbyema potestad de seguir procreándose;
dibye iíhjyúvahíjkya diityéké sin embargo, le dijo que siempre
dibye ityéhmehíjkyaki, áánéllií tendría que comunicarse con
ihjyúvahíjkyaabe paíjyuváré ííbii, él, para que cuidase de ellos. Es
máániuu, úmewaa íjkyánéhjiri. por eso que el hombre siempre
se comunica con él, mediante el
tabaco, la coca y la sal silvestre.

15
Quechua
Relatos indígenas andinos y amazónicos
sureño

Tawantin Ayar wawqikuna


Los cuatro hermanos Ayar

16
Quechua sureño

Q usqu runakunapa
yuyayninpiqa, tawantin Ayar
wawqikunaqa Tamput’uqumantas
S egún la memoria oral de
los cusqueños, los cuatro
hermanos Ayar salieron del lugar
lluqsimusqaku, chayqa kachkan llamado Tambotoco, ubicado en
Paqariqtampu urqupi, Paruru el cerro Pacaritambo, provincia
patmapi Qusqu suyupi. de Paruro, de la región Cusco.
Paykunan karqan: Ayar Manqu Ellos eran: Ayar Manco, el mayor
llapankumanta kurak, yachaysapa, de todos, con gran sapiencia
makinpi quri tawnayuq kaytaqa en su mano llevaba un bastón
kikin Tayta Inti qusqa Mama de oro que le había entregado
Uqllu warmiyuqtaq karqan; Ayar el mismo Padre Sol y tenía por
Kachiqa, kallpasapa, mana sumaq esposa a Mama Ocllo; Ayar Cachi,
niraychu, mana ima manchakuq de carácter rudo, no tan amable,
Mama Qura warmintin; Ayar valiente, con su esposa Mama
Uchutaq waynalla, yuyasapa Cora; Ayar Uchu, un hombre joven
mana ima manchakuq Mama astuto e intrépido, con su esposa
Rawa warmintin; hinallataq, Mama Rahua; y Ayar Auca, que
Ayar Awqaqa phalayuq karqan, tenía alas, era muy desafiante a
sinchi ima sasachakuykuna cualquier peligro, tenía por esposa
atipay munaq, Mama Wakutaq a Mama Huaco.
warmiyuqtaq karqan.
Los cuatro hermanos observaron
Tawa wawqikunaqa que en su pueblo había mucha
llaqtankupi pisi kawsaykunatas necesidad y decidieron buscar
qhawarisqaku, chaysi ayllunku tierras fértiles para el sustento de
llaqtanku ima takyachinankupaq su familia y su pueblo.
sumaq allpakunata maskayta
Cuando viajaban uno tras
churakusqaku.
otro, cada cual seguido de su
Sapanka aylluntinkama qati familia, surgieron las primeras
qatilla purichkaqtinkus, desavenencias. Los tres
sasachakuykuna paqarimuq hermanos, que tenían celos de
kasqa: Ayar Cachi, le ordenan retornar
a la pacarina para traer más
Kimsantin wawqikunaqa Ayar
provisiones, sin embargo, otra
Kachitas qhamisiyaq kasqaku
era la intención. Cuando estuvo
chaysi aswan kawsaykuna
dentro del socavón lo encerraron
apamunanpaq paqarinaman
con una piedra grande, del
kutinanpaq kamachisqaku,
cual, nunca pudo salir. Solo
ichaqa waksi yuyaninkuqa kasqa.

17
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Chay t’uqupi kachkaqtinmi se escuchaban sus gritos que


hatun rumiwan wisq’arqusqaku, sacudían las montañas y agitaba
chaymantas mana hayk’aqpas hasta el cielo.
lluqsiyta atisqachu.
Los tres hermanos siguieron
Qapariyllansi uyarikusqa
el camino y llegaron al cerro
urqukunaraqsi chhawchirikusqa
Huanacaure, allí encontraron
hinallataq hanaq pacharaqsi
un lugar de adoración de un
kuyuykachasqa.
ídolo. Ayar Uchu, sin medir las
Kimsantin wawqikunaqa ñantas consecuencias, se subió encima
puririllankutaq hinallataqsi de la estatuilla y al instante
Wanakawri urquman quedó convertido en piedra.
chayasqaku, chaypiqa huk illa Antes de petrificarse, había
saminchamansi chayasqaku. aconsejado a sus hermanos
Ayar Uchuqa mana imatapas seguir viajando hasta encontrar
qhawarikuspas illa pataman lo que buscaban. Para no olvidar
siqarqusqa chaysi kasqan este hecho, Ayar Manco creó la
pacha rumiman tukurqapusqa. fiesta del warachikuy.
Manaraq rumiyarquchkaptinsi
Por su parte, Ayar Auca, ya
maskasqanku tarinankukama
cerca al Cusco, se elevó con sus
purinankupaq wawqinkunataqa
propias alas al cielo para ir a
rimahatasqa. Chaykuna mana
explorar la zona, cuando llegó a
qunqanapaqtaq Warachikuy
la pampa del Sol, al momento de
raymita Ayar Manqu paqarichiq
posarse se convirtió en piedra.
kasqa.
Y para recordar siempre esta
Qusquman chayachkaspañas hazaña Ayar Manco levantó el
Ayar Awqaqa haqpachamnan Coricancha.
chay chiqaskuna qhawarinan
Quedando solo Ayar Manco,
rayku phalarisqa, Inti pampaman
avanzó más hacia el este, allí
chayaqtinsi, phalahatachkaqtinña
encontró un valle hermoso y
rumiman tukurqapusqa.
fértil. En esta parte se hundió
Chay rurasqa yuyanapaqtaq
su bastón de oro. Junto a sus
Qurikanchata Ayar Manqu
hermanas y en memoria al padre
sayarichiq kasqa.
Sol fundó la ciudad del Cusco,
Sapan Ayar Manqullañas que más tarde se convertiría
qhhipapun, inti lluqsimuna en el centro más grandioso del
chiqasmansi astawan purisqa imperio de los incas llamado
chaypis sumaq ruruq allpata Tahuantinsuyo. Este mito sigue

18
Quechua sureño

tarirqusqa. Kay chiqaspin quri vivo en la memoria de los


tawnan allpaman chinkapusqa. cusqueños.
Panankunawan kuska hinallataq
Tayta intita yuyana rayku
Qusqu llaqtata paqarichiq
kasqa, qhipamanqa kay llaqta
sinchi hatun Tawantinsuyuq
sunqun tukupusqa. Kay mawk’a
willakuymi qusqu runakunap
yuyayninpi kawsachkallan.

19
Kakataibo
Relatos indígenas andinos y amazónicos

‘Inun rara
El antepasado del tigre

20
Kakataibo

A ‘inun rara isa nun rara isa


‘inun këñua. A ka ësaokin
ën papan ë ñuixuankëxa. Uni
D icen que el antepasado del
tigre estaba acabando con
nuestros antepasados. Así me
‘inu kaisa ax ‘iakëxa. ‘Inun rara an contó mi papá. Dicen que ese
kaisa uni, uni chabu ‘ixunbisa, era un tigre hombre. Aunque
ain aintsi këñuruiabi kaisa unin los hombres eran bien grandes,
kupiama ‘ikën. Usaoia kaisa ain i ese antepasado del tigre estaba
bënan ain xëkwë bëaratiabi kaisa matando a toda la gente. Pero
xëtasiabi kaisa abi unin rara uni la gente no se vengaba de él.
këñuruakëxín uni ‘inun. Këñuruia Aunque la gente cerraba sus
okin kaisa unin isa kupiama puertas y tapaba sus casas, ese
nukën ñusin sinankëxín uni isa tigre ya los estaba acabando, pero
këñurukëbëtan: «usaotima ka uni los viejos no se vengaban de él
‘inun ka nun rara këñuia» kixun y más bien estaban pensativos.
kaisa samaxun, pia otankëxun, Cuando ese tigre ya estaba
piapain ‘akëxín. acabando con la gente casi por
completo, nuestros antepasados
‘Anuxun basikinma kwainxunshi
dijeron: “No puede ser así, ese
‘akëma, mëkëxun, samaxun, ‘ati
hombre tigre está acabando con
‘ikëbi kaisa ain aintsi këñuruiabi
nuestros abuelos”, y dietaron e
‘ama ‘ikën, uni chabu ‘ixunbi isa
hicieron sus flechas.
‘aiama okin, kaisa nukën ñusin
sinankëxín: «uni ka këñuruia. Usa Nuestros antepasados no se
‘ain a ‘inu anun ka nukën banin apuraron y no hicieron las cosas
mënionun ka» kitankëxun kaisa de un momento a otro, sino que
kanantankëxun, ain piaotankëx dietaron y más bien pensaron:
kaisa samakëxín. Samatankëxun “La gente se está acabando. Por
kaisa kakëxín: «asa ka, kananuna eso, para matar a ese tigre, hay
nun banin mëan. ‘Ati ka!, ka que preparar nuestro pijuayo”.
uni këñuruiraia, ‘ati ka!» kiax Así conversaron y prepararon
kaisa kwankëxín. «‘inun rara sus flechas, dietando. Después
a ‘ai kwanin.» Kwanxun kaisa de dietar, dijeron: “Está bien,
kaiankëxín. hemos hecho nuestras flechas
de pijuayo. Podemos matar al
Kainxun kaisa kwanxun kainkëxbi
tigre. La gente se está acabando
kaisa, «uiu kwax kara aia» kixun,
ya casi completamente. Hay que
ñachaxun kaisa kainkëxbi kaisa
matarlo”, y se fueron a matar a ese
tsipumiax, tsipunmiu kwanx kaisa
antepasado del tigre. En un lugar
uruakëxín. Urui kaisa uninsa,
alto, se sentaron a esperarlo.

21
Relatos indígenas andinos y amazónicos

tësëxun kwakëx samakamë Esperando y preguntándose por


ëoxun, kwakëx kaisa kainkëx dónde podría venir, vieron que
uruakëxín. Urui kaisa, ain xanux venía de por abajo, que estaba
isa, tsiamainun, ain bënë ax subiendo. El tigre venía delante
rëkwënxun kaisa ain xanu kakëxín: y su mujer detrás. “Ven por acá,
«ënën ka u’, unkin kiru unkin. unkin kiru unkin. Ven por acá, unkin
Ënën ka u’, unkin kiru unkin», kaisa kiru unkin”, le decía el tigre.
kakëxín ain xanu.
El tigre venía hablando y cuando
Kabëtsini isa aia okin kaisa nuestros antepasados vieron que
kakëxín. «Ax ka aia. Usai ‘ikin ka se acercaba, dijeron: “Ahí viene.
ma uni këñuruia. ‘Inunma ka uni Como es así, grande como gente,
‘inun ka» kixun kaisa sinankëxín. está acabando con nuestros
«Asa mema ka nërikitan, uisaira paisanos. No es tigre, es hombre
‘ixun karamina uni usaoi mema tigre”. Así pensaron los hombres.
ka nërikitan» kixun kaisa bëráma “Que se acerque por acá”, decían
bëkasun kaiankëxín. Kainkëx kaisa y se quedaron a esperarlo.
aiaisa, iskëxbi kaisa chaira ‘inu Viendo que ya estaba llegando,
‘iakëxín. Aia kaisa isa aia bëráma le apuntaron con sus flechas y lo
tësëan, aia kaisa ‘akëxín ain xanu mataron.
akëx. Katikamainun isa aia, ‘axun
Mientras nuestros antepasados se
kaisa buankëxín.
iban con el tigre, la mujer del tigre
Kwamainun kaisa ain xanu ax se escapó. Matándolo, nuestros
chiriankëxín, abakëxín. Usamainun viejos terminaron con el que los
kaisa ain bënë a ‘akëxín. Axun estaba acabando. Pero primero
kaisa, isa kwania, usaokëxun han pensado bien y después lo
kaisa an nun rara këñuruiabi, han matado. Después la gente ya
nukën ñusin unin ‘inu ‘akëxín. estaba contenta y pensaba bien.
Anpain kaisa uni ‘upíokin sinani, Nuestros parientes mataron al
an nu këñurukë. «A ka ‘axa» kiax tigre, sin apurarse. Así me contó
kaisa unin ‘upíokin sinani uni mi papá.
kwëankëxín. Usaoxun kaisa ain
Por eso, dicen que por allá, por
aintsi isa kupikinma këñuruiabi,
el río Guayabal, bien adentro,
unin nun rara këñuruiabi, nukën
todavía quedan las crías de ese
ñusin ‘akëxa. Kixun ka ën papan ë
tigre hombre. Diciéndome “de
ñuixuankëxa.
eso no hay que descuidarse”
Usa ‘ain kaisa umi Maxëoka mëu, me contaron. Por allá adentro
umi kaisa uni ‘inun tuabaë ax ‘ikë. está la cría de ese tigre hombre.

22
Kakataibo

«A uisa rara maisama ‘ikë» kixun Explicándome que ese tigre era
ka ë ñuixuankëxa. Usa ‘aish kaisa bien bravo, siempre me contaban
Maxëoka meu, a uni ‘inun tua bakë mis abuelos y mi papá esta
ikën. «A uisa ‘inu nëkë ‘ikën» kixun historia. Así dicen que nuestros
ka ë ñuixuankian. Usaokin kaisa abuelos mataron al tigre.
nun raran ‘inu ‘akëxín.

23
Matsigenka
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Kentagetiririra ityomiani maniro


El hombre que cazaba crías de venados

24
Matsigenka

I timi paniro matsigenka itentaro


ijina kara otsapiaku ENI, inti
ikentagetiri ityomianipage
E n tiempos antiguos vivía un
matsigenka, junto con su
mujer a orillas del río Urubamba,
maniro tera iragumate pashini que solo cazaba crías de venados
poshiniripage. y no cazaba ningún animal de otra
especie. Un día muy temprano
Agaka patiro kutagiteri, iroro
cogió sus flechas y se fue a cazar,
okutaenkatamanakera yaganake
llegó a un lugar muy distante
ichakopite iatake inkenavagetera
y encontró un venadito recién
yagavagetanakero samani
parido, lo recogió y lo mató, luego
ineapaakeri ityomiani maniro
regresó a la casa y le dio a su
ityaenkarira mechotankitsi
mujer para que lo cocinara.
ikentakeri yogamagakeri impo
ipigaa pankotsiku yogonketaa Después de desayunar fue a su
ipapairo ijina ashi onkotakerira. chacra a trabajar y la mujer se
Yagatanakera isekatamanakara quedó a preparar masato y cocinar
iatai itsamaevagetaira; ogari al venadito. De pronto, apareció
ijina opitai otingasevagetaira una mujer vestida de rojo y la
aikiro onkotairira maniro, saludó. La mujer la invitó a pasar
impogina osamanitanakera y le dio una estera para sentarse,
oneiro okenapake paniro tsinane luego le sirvió el masato y ella
ogagutaka kiraari oniapakero lo recibió y lo puso a un lado
tsinane, impo irorori agavakero sin tomarlo. La recién llegada le
opakero shitatsi ashi ompiritakera, preguntó qué estaba cocinando.
aikiro opakotakero shitea; irorori La mujer le contestó que estaba
agakotiro ovikakotiro onampinaku cocinando yuca. Pero la extraña
tera ovikemparo; ovashi mujer seguía insistiéndole con
otsititanakero okogakotakerora: la misma pregunta y ella le
tatoita ponkotake, ogari tsinane respondía diferentes cosas sobre
okantiro onti nonkotake sekatsi, la cocina hasta que, por fin, le dijo:
ogari tsinane pokankitsirira “Estoy cocinando mi venadito”.
ariompatyo okogakotanakerori, Al oír esto, la mujer fue corriendo
irorori otsotenkakaganakero hacia donde estaba la olla
magatiro onkogetirira; impo hirviendo y la empujó diciendo:
ovashi okantiro: inti nonkotake “Pobre mi hijito, ahora mismo lo
nomaniroanikite; iroro okenake llevaré ante su abuelo para que lo
okemakera, ashigamatanakatyo cure”. Luego lo tomó en sus brazos
yovokitakotakara y se fue corriendo hacia el monte.
otatsinkakotakerira okantanakera:

25
Relatos indígenas andinos y amazónicos

ojojoi notomini maika namanakeri Después de que la extraña


ivisariteku irogavintaerira irorori desapareciera en el bosque, llegó
agapanutiri onagontsaatanakerira el marido y su mujer le sirvió
oshigapanutara inkenishiku. masato y también la yuca.
Impogini asamanitanakera El hombre esperaba que le
ipokapai ojime opakotavakeri sirviera el venadito que había
shitea ontiri sekatsi, traído en la mañana. Como
irirori yogiakivetaka no lo hacía le preguntó a su
ompakotavakerimera maniro esposa por el venadito que
yagakitirira, tera ame, iriro había traído en la mañana y ella
ineakera tera ompakoteri le contó que su mamá había
ikantiro yoga maniro nagakitirira venido a llevárselo. Asustado,
inkaara, irorori okantiri opokuti le advirtió: “¡Ahora, alístate,
iriniro agapanatiri, irirori vamos a escaparnos! Porque va
itsarogamatanaketyo ikantiro: a venir una manada de venados
Maika vetsikanakempa, tsame a matarnos”. De inmediato se
shigaiganakera, karatankitsi embarcaron en la canoa, pero
inpokaigakera tovaini maniro apenas se encontraron en medio
irogamagaigakaera, shintsi del río, vieron que venía una
yomateiganaka pitotsiku, manada de venados. El hombre
irirotyo inigankiatakoiganakera le dijo a su mujer: “Ves, si no te
ineagutarityo ipokaigapai tovaini hubiera preguntado a tiempo nos
maniro itsaisevagetapaakatyo; hubieran matado”.
ikantiro ijina; pine, game
Los venados rodearon la casa, pero
nokogakotimpi inkaara
no encontraron nadie. Mientras
shintsi, irogaigakaemetyo
los animales se quedaban en la
intinkarajaigakaera.
vivienda para esperar al hombre
Yogaegiri maniro shintsityo y matarlo en venganza por haber
yonkuatakoigapaakaro cocinado a su cría, el hombre
pankotsi, ikiagigaveta tsompogi navegaba río abajo y se establecía
mamerigitema, impo iriroegi muy lejos del lugar. Nunca más
ipitaigake itimashigakerima regresó a su antigua casa.
matsigenka impigaera ashi
Desde aquel día, el hombre no
irogaigakerira intingarajaigakerira
volvió a cazar crías de venados
inkenkiventaerira itomi
y vivió cuidando a la naturaleza.
yonkotutakerira. Yogari
Respetaba a todos los animales y
matsigenka ituakotanake
se alimentaba solo de lo necesario

26
Matsigenka

kamatitya iavagetakle samani para sobrevivir. Vivió muchos años


ovashi ario itimake tera impigae y, con el correr de los tiempos,
ivankoku. murió al lado de su mujer sin tener
hijos.
Impo yoga matsigenka tera
iragumatae ityomiani maniro,
onti inegintevagetakeri aikiro
ikamagugetakeri maganiro
inkenishipagukunirira;
intagani yogagetaka
ikogakotasanotakarira tovaiti
ipiisarigani ovashi ikamaiganai,
tera intomintaigempa.

27
Harakbut
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Apetpet daktei wettönë’ere


El jaguar y la mujer valiente

28
Harakbut

B orekek a’mbaksikëyäpo
o’watui wätuëre sinönbet
ë’ë, önökyëpo, kënda
U n hombre fue con su esposa y
su bebé a cazar en el monte.
Se internaron allí. Después de
ëmächönkawadn ë’ärönde cazar todo el día, el hombre llegó
o’chaktui bokerek, kënën cansado. Su esposa, que estuvo
watuë’ata o’mbayawadntui e’pu recogiendo bambú seco para
ai, apetpet eï’ë o’chawaypo, önätui leña, había visto huellas de jaguar.
kënën wätuëta, chinökäwë öëpo Cuando le comentó de esto a su
ïnda o’taytui. esposo, él no le dio importancia y
se acostó temprano.
Wettonënäyö tayönkawe öëpo
ta’ak o’chiwadnbedntui sïnön’ere, Esa noche, la mujer no pudo dormir,
kënte apetpet o’chawayupo kënën prendió el fogón y cuidaba a su
watuëta önökodatui. bebé. En eso vio al jaguar y le dijo a
su esposo:
—Apetpet öë, kate öïwai.
—Hay un jaguar, no sé qué animal
—Kate öëta. Önätui bokerek’a.
es realmente.
—Apetpet öë, ¡ämämbo! apetpet
—Debe ser cualquier cosa —le
öë.
respondió su esposo.
—¿Kate?, wadnpi öëta. önätui.
—Hay un jaguar, ¡despierta!, ¡hay
—Apetpet öë. un jaguar!
—¿Kate?, mapi öëta. Önänwatui —¿Qué?, debe ser un tigrillo —le
kënën watue’a. dijo.
Kënta öïdidnätui wettönë’a —Hay un jaguar.
apetpetta. Ta’ak’api e’win’etada,
—¿Qué?, debe ser un añuje —le
mabodnwe öëtui. Këntada o’wiktui
decía su esposo.
wettönë.
La mujer ahuyentó al jaguar. Le
—Apetpet’a böpeapönëwai quemó los pies a su marido para que
mënpapi i’tai, ämämbo. Önätui. despertara pero no se levantaba,
Nöntechi o’ididnätui apetpet’ta, seguía durmiendo. La mujer lloró
e’wichiktada, e’mboketada, desesperada.
ëïsingtada, e’we, mabodnkäwe —El jaguar nos va a comer,
öëtui kënpada wänka öëpo, despiértate —le decía.
e’mbuypada öëtui.
Nuevamente ahuyentó al jaguar. Lo
Këntë öwadntui serätopa pellizcaba, lo mordía, lo quemaba

29
Relatos indígenas andinos y amazónicos

öndikame, wämëy tapotadä para que se levantara, pero todo


e’chiopipak, kënta, a’mbewikikene era en vano, el hombre seguía
önöpuëtui, sinön o’mbewepo durmiendo, parecía estar muerto.
kusipete, a’ya o’wïn’anpo Cerca había un árbol grande que
o’mbewiktui, ïbodnteda e’wadn tenía muchas ramas. La mujer pensó
öwëi a’ya o’mbakpakänpo e’pu subir a ese árbol, alistó sus cosas,
ai këyö o’mbewiktui wëymëyyö. puso a su bebé en su kusipe, prendió
Ta’ak e’kbakaite ihweta apetpet más fogón y subió al árbol. El jaguar
o’chituhtui ta’ak, Apetpetda esperó a que terminara de quemarse
o’petui bokerek’ta, wa’kupën toda la paca, después orinó al fuego.
o’petu’ wakkuru, kënta wakänka, Mató al hombre y se lo comió.
wämïnd, wettönë o’wiktui Comenzó por su cabeza, siguió con
o’chawaypo dottachön be’peapoë el pecho, sus tripas, etc.
önöpuepo, kënta wë’ëi ömäyatupo
Al ver esto, la mujer lloró y pensó
ïnnäda o’chakönwatui.
que sería la siguiente víctima.
Païda o’wiktui wettönë, önätui: El jaguar iba a tomar agua a un
bebedero y retornaba rápidamente.
—Ämämbo önänëä, kënpa
mënkapönë önänë, ¿ka’chapo La pobre mujer, llorando, se
pëëwe ö’ë? lamentaba:
Nöpote mënüe öëtui, mënökpi —Yo te dije que te despertaras, yo
yä’wäpo önöpünwatui, apetpet sabía que esto iba a terminar así.
o’chawaytui, öntachön o’piapönë ¿Por qué no me hiciste caso?
o’chinöpuepo, a’yä o’pedepo Ya era mediodía. “¿A qué hora se
wämeytapote o’wedntui apetpet, irá el jaguar?”, pensaba la mujer. El
mëmönäpeyapo wettonë. jaguar la miraba como diciendo:
Kën wettöne sinön o’chikuhtui “También te comeré”. Después de
kusipete, sinön wikwe o’täetui, que terminó de comer a su esposo,
kën kusipe chimba’a o’chiëntui se echó debajo del árbol donde
apetpetta mënpachi nösik había subido la mujer.
yätayët’apo, o’mämbodntui Desde el árbol, la mujer desató al
apetpet, o’piktui kusipe chimba. bebé de su kusipe. El niño no lloraba.
Bepeapönënda önöpuëtui La madre arrojó una hoja del kusipe
wettönë, a’yä kusipe’mba al jaguar para ver si realmente
o’chimächiënpo, kusipe’dachön estaba dormido. El jaguar se
o’chiëntui, nösik’äda o’taytui despertó y masticó la hoja. La mujer
apetpet, da’kända o’warakpo intentó varias veces hasta que se
terminaron las tres hojas del kusipe.

30
Harakbut

wettönë okkudahtuï, ïnda Por último, le arrojó la última parte


o’kettui, sinön o’towatui, a’suk’a del kusipe, elaborado con topa, y no
kedänkawe ö’ënök okkirokäntui, se despertó. La mujer aprovechó la
ïnpada o’kettuï, ïbodnte ëëdete ocasión para bajar del árbol, saltar
shuwit o’poköndtui, ïnpada de puntillas y correr cargando a
wämöypïda o’mänïnkettui su bebé. Su falda de llanchama le
wïdnpota. impedía avanzar. Se quitó toda la
ropa y corrió desnuda. Cuando ya
kënta apetpet e’tachakandiak, estaba cerca de su casa, pasó un
tadiadik e’yada a’suk o’pikpo colibrí. Eso indicaba que el jaguar
o’koretui, o’wikisöntui watapita, estaba muy cerca. Siguió corriendo
ihwëmön ëënäyö, pëdïkada öëtui sin importarle que sus hermanos
wettönëta. estaban en la casa.
Apetpet bearäkapönë o’mänäpo, El jaguar la había seguido. Habría
biräweada o’mänïnküdnöntui matado a la mujer sino fuera por
kënën wïdnpota, pïyä e’tabakate. la ropa. El jaguar se demoró por
Watuë bekharakne o’mänätui, quedarse a masticar la ropa, gracias
kën ëüktada apetpet awayak’apo, a esto se salvó la mujer.
wäwaywë önëtui.
Cuando la mujer ya estaba en el
patio para entrar a su casa, las garras
del jaguar solo cogieron su espalda.
Luego, el animal huyó. La mujer
llegó desnuda ante sus hermanos,
que se encontraban elaborando
flechas. Les contó que el jaguar
había comido a su esposo. Sus
hermanos buscaron al jaguar para
vengar la muerte del pobre hombre,
pero no lo encontraron.

31
Yanesha
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Moenaresa’
El malvado Moenaresa’ y el armadillo

32
Yanesha

A wathpa’ eñallo’ pátherr


oneñeth ñetho’ sochatse’th
moenaresa’. Ñapa’ esempattso’ch
A ntiguamente entre los
pueblos yanesha existía un
malvado ser. Moenaresa’ llegaba
wena, allempo wenapa’ eñoch cada cierto tiempo a un pueblo
anoswetsapa’ awochxho’ para comerse a los yanesha y
rranawena poepepenro, dejar solo una parejita, como
acheñeneshañapa’ awochxho’ semillero para que procreen hasta
koshame’tet ñamha la próxima visita. Esto ocurría
koyanesharepa’ awochxho después de muchos años hasta
xhanmaxha’tet pampó awoch que en otro pueblo haya dejado
she’raret. Moenaresa’ñapa’ eñoch solo una familia.
ochtapa’ awochxho thomwen Cuando él venía, en la cumbre
allame’tets, tharro’mar ñapa’ se escuchaba un grito terrorífico,
xho’ch chotenan aspeneth, xhoch escalofriante. Entonces, los hombres
ottena ñerra’m xho anomnena y mujeres empezaban a danzar.
mameshapa’ awochxho thomwen Al rato, aterrizaba en el patio
allame’tets. Moenaresa’ con su séquito de
siervos, a quienes ordenaba que le
Allempoñapa’ awochxho traigan carne humana para almorzar.
moeñwenan poeyochresha’ o’ch Los siervos acostumbraban romper
emóthe’twenan acheñenesha’ las cabezas de las personas para
ñethoch rren, ñethpa’ arraño’. llevárselas a Moenaresa’.
Atthekmo’ch pena, allñapa’ allenoch
amo’ch awath serro popoñ anetso, Al transcurrir los años y las
awoch allponmatwerrpa’ awoch xha generaciones, los yanesha vivían
patmoerra acheñenesha’ attheñapa’ preocupados porque se aproximaba
awo’ch allponsheñamha, ñethñapa’ el tiempo de su visita. Algunos
awoch o’t añpa’ allach na’pchach dejaban de comer, de trabajar y de
añpa’ o’ch naññoch nopoerekop, procrear porque decían “no sirve
allothcha’ mererret. Allempoñapa’ de nada hacer todo esto, al final
awoch thaya awerr popoñ anetso Moenaresa’ vendrá y nos comerá
ello nanak bhaxhayo. a todos”. Entonces las personas
Acheñeneshañapa’ awochxho estaban muy pálidas y soñolientas.
alla mererret akopha, Un día apareció una abuelita muy
allempopaxho awoch meterr viejecita de lomo blanco. Era la
shonte’ charpa’ machayothchxho abuelita armadillo Pawena’, la que
rranawena all a’nospoetso, actualmente tiene caparazón blanco,
allempopaxho awochxho quien les dijo: “Este Moenaresa’ no
koshame’tampsapoeñeterr, es persona, es un espíritu malvado,
allempopaxho awochxho yo voy a ayudarlos, voy a cavar
moeñwenanerr poeyochresha’ muchos caminos subterráneos para
desviarlo allí. De esa manera vamos

33
Relatos indígenas andinos y amazónicos

atthoch emóthe’twenan a deshacernos de él.


acheñenesha’.
Muchas veces habían intentado
Parrochña patherr anetsopa’ matarlo sin éxito, no era posible
awo’ meterrerr allponmat char, porque Moenaresa’ podía
acheñeneshapa’ awo’ eñose’rterret convertirse en arcoíris, águila o
o’ werrmocherr moenaresapa’ agua. La viejecita comenzó a cavar
awoxho llekanrrorterret, allempopa’ túneles en distintas direcciones
amoch tama rreneto, xhoch y dimensiones, Demoró muchos
otenet amat yerratset ñamha años. Durante este tiempo, los
ama’t yemhratstapa’ amathe’ es yanesha le proveían de alimentos
sherbenye, esempoch werrerr y un lugar adecuado para dormir
ñeth arrañpa’ o’ch enwerryerr, bien, la abuelita cavó, además, un
ñamha amo’ch tama esesha’ rretso túnel pequeño para el escondite
poellkëñoth, attheñapa’ awo’ attha de las personas. Antes de irse,
wallashe’mayeset. los yanesha le ofrecieron mucha
Allempoñapa’ machayotho’ wapa comida y le obsequiaron regalos en
poesheñarr ponmeshesha’ llollotall, agradecimiento. La abuelita se fue y
awo’ otosanet ñeth serrenepa’ nunca volvió.
amá acheñeyaye, ñetho’marña No tardó mucho tiempo en escuchar
amá erroth aphapoteno, esempo el grito de Moenaresa’. Siguiendo
acheñeneshapa’ awoch otet o’ch el plan, los yanesha empezaron a
e’potetpa’ amoch eshek e’poteto, danzar y después de unas vueltas,
tharro’mar ñeth moenaresapa’ entraron al túnel del escondite. Al
xho’ch poenase’tena ateth ver esto, Moenaresa’ volvió a gritar
ñerram ayon ñamha sa’p ñamha diciendo: “No irán a ningún lado”.
rrera ñethomaro’ña amá erroth Enseguida, ordenó a sus sirvientes
aphapótethe’. traerle carne humana. Después
Ñeth llollothall wapatsapa’ añepato’ de un rato, los siervos regresaron
pawena’ ñeth asho’sh nanak sin nada, los volvió a mandar pero
atesha’, ñañapa’ awo’xho otanet esta vez trajeron a uno de sus
o’ch nemoererrsa o’ch neyenpas compañeros que, por la oscuridad
athoch sechennaterra, atthoch en los túneles, no pudieron
amá allo’na a’kllatenso moenaresa’. reconocer. Finalmente, Moenaresa’
Alllempoñapa’ awoxho eñan decidió ir a buscarlos pero se metió
pats, ñapa’ nanak etsotenan eñe’ por uno de los túneles sin encontrar
patspa’ mameshapa’ awo’ rrore’ch el escondite donde se hallaban las
añekmoeshen ñamha nanak personas.
allpocha’ph, ateth penan ña pa’pon,
allempoña awo’ e’nwepa’ awoxho’ Cuando vieron que no salía,
eñererr koñeth allo’ch e’potet rápidamente los yanesha se
esempoch werrerr moenaresa’. apresuraron a atizar candela en la
Ñetho’ e’nwanerrpa’ awo’ chenkërra. entrada. Para esto llamaron al abuelo

34
Yanesha

Eño’ allponmaterrapa’ awo’xho’ leña. En aquel tiempo llamaban


rrana’wena moenaresa, “leña“ y se aparecía en forma de un
allempoñapa’ awo’xho abuelito muy harapiento. Al llegar
koshame’tampsapoeñeterr el abuelo se procedía a empujarlo.
atthoch moññe’tachet, eño’ Entonces al suelo llegaba una ruma
mamesha she’raretpa’ awoxho’ de leñas secas. Con esto atizaron
esho’trra’tet arrorotho allcha’ la candela. Los yanesha también
e’potet, moenaresa’ñapa’ parro’ llamaron a los vientos para que
ót “amach erra seto”, awo’xho sople la candela hacia los túneles.
moeñwenan poeyochresha o’ch Pasó mucho tiempo hasta que los
emóthe’twenanerr acheñenesha’, siervos de Moenaresa’ sintieran
awo’ nanak cheporra’nena. Tamo’ el efecto del humo y murieran de
awanmañ poeyochreshapa’ asfixia. En los últimos momentos,
amo’ es onteto, attheñapa’ awo Moenaresa’ volvió para salir pero
ñeta moññe’tana’tetpa’ awo el fuego se lo impedía por lo que
emóthe’tanna’tet, atthepa’toch se convirtió en arcoíris: esta forma
nanak cheporrachet moenaresa’, avivó el fuego por la calentura que
attheñapa’ awo attsrremapa’ awo’ posee. Regresó otra vez en forma de
ot ñewa o’ch awen na, awoxho’ águila: su aletear avivó más el fuego,
be’thos ñamha arrorotho, allo’ña ya estaba agonizando. Finalmente,
mopampsetpa’ awo’ athoret tso’ se convirtió en agua para apagar el
alloth bethos. Amo’ awen e’mano fuego, pero tarde fue su reacción: ya
atserr tso allo poerrerra awo estaba muriendo, logró apagar una
pa’nath, poeyochreshapa’ año parte del fuego pero después murió.
moetswawet amos, moenaresa’ñapa’ Al ver esto los yanesha gritaron:
awo’ poerrerra, awo’ poenaswerra “Ehhhhhhh ehhhhhhh… Ahora sí
ayon, allempoñapa’ ñañeño podremos vivir en paz. ¡Ya murió el
atserrtampsatsa, awo’ alla awerr ser malvado!
o’pononeth, allempopa’ awo’xho’
alla werrerr rrera, ata’tame’tayo’
papoepa’ ñañeño wena’tampsatsa,
ello ella werrerr sa’p, allepoñapa’
mamesho’ kashakasharerta
kellmeshpa’ awo’ alla moetsoñenta
ñañapa’ awo’to rroma, ehhhh ehhhh
awo’ rrannarerta acheñenesha’ awo’
kosherret tharro’mar o’ amchechet
moenaresa.

35
Shipibo
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Inkan noa potani


El retiro del inca

36
Shipibo

R eken shipiboronki parokeiba


jakana ikatikanai. liti
jato bekeiba shitakana iki
A ntiguamente los shipibo
vivían al otro lado del río.
Una vez lo cruzaron y llegaron a la
pishki tae chimakayainko. boca del río Pisqui. Allí no vivían
Jain nokoanankana iki tranquilos, siempre se peleaban
pishkibobetan, ikaxbi nokoananax con los pishquibo, a quienes
jakonananyamakana iki, odiaban.
rawikanankana iki, jainoax
Un día en plena pelea llegó un
reteanani peokokana iki
franciscano y se puso en medio
shipibobetan xetebo. Jaskara
de ellos. El hombre, por ser un
ikanaibi paeri jatoiba nokota
extraño, no tenía la aceptación
iki, ikaxbi jato raeti atipayama
de los shipibo. A pesar de esto
iki. Jaskara itaibi panshokobo,
se ganó la confianza con amor
espikobo ¡tan kokoti batashokobo
y cariño. Les regalaba espejos,
menibokin jato raeaka iki.
panes y caramelos que a ellos
Jaskarabo oinax rarokana iki, les gustaba. Luego las personas
mesko jawekiboan jato beparana. se dispersaron, buscando cada
Jainoax jatiribi jonibo bokana iki cual su vida en el medio, bajo
reboki ¡tan chiponki. Bokankebi y alto Ucayali. A estos lugares
paerinin jato nokoribia iki el franciscano fue a buscarlos
jainxon jato tsinkiribixon mesko nuevamente para predicar la
esebo yoiya iki. Jaskatax jakonax palabra de Dios y enseñarles cómo
jati non ibon joi jato yoiya iki. debían vivir tranquilos con su
Jaskara itaibi non reken papan familia.
noa tsinkia iki Masisia jemanko,
Cuando esto sucedió, nuestro
kai inkabetan. Jainxoronki jato
primer padre nos reunió a todos
tsinkixon yokata iki neskaakin:
en Masisea, incluyendo a los
—¡Kai, kai jonibo!, akin. mestizos, y junto a nuestro inca
Jaskaronki noa nishnoshoko saa llamado “Kai inca”, nos dijo así:
irita iki. Ja pekao jakiribi yokaribia
—¡Personas que multiplican, que
iki:
multiplican!
—¡Kai, kai jonibo! Akin aka,
Los shipibo, con voz baja,
nawabores kikin koshin saa
dijeron “sí, sí, sí”. Al no escuchar
irikana iki. Ja pekao inkan jato
la respuesta entusiasta, el inca
neskaakin koshi join yoiribia
nuevamente dijo:
iki-!Mawa mawa jonibo! Akin
aka, jatianpari noa saa irikana iki. —¡Personas que multiplican, que

37
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Jakopironki noa ichama ¡tan multiplican!


mawa mawati ja jonibo. Solamente los mestizos con
entusiasmo dijeron “sí, sí, sí”.
Masisia jemankoronki noa
Después, el inca dijo esta frase:
ipaonike non Inkabetan, jainoax
non Inka kanike taman notsikaini. —¡Personas que mueren, que
Kaxronki joneta iki joxo jonibaon mueren!
ramia. Jaskarakopironki noa
Recién los shipibo dijeron “sí,
baneta iki, westiora papan jawen
sí, sí”. Por eso nosotros somos
bakebo jenebainakeskares.
pocos y morimos a cada rato. Los
Jakopironki iki noa onama, itan
mestizos son numerosos porque
jawebioma. Noaronki onamaresa
respondieron la primera frase
iki chikaroati, xoboati, itan
del inca. Nosotros vivíamos en
kanotiati. Jashokobores noa inkan
Masisea junto a nuestro inca, pero
onama iki.
lamentablemente él se marchó
Jainxon ainbobo onama iki a otro lugar porque le habían
chitonti keneati, mesko jaweki mezquinado el maní. Luego se
atibo. Ramakai jato onamaibi escondió por los maltratos de los
taman notsikaini kanike. litironki mestizos. Por eso nos quedamos
joribanike, jato “tama yokati”. solos, como cuando un padre
Kaitian chibankinbi nokoti deja a sus hijos, desamparados,
atipayamakana iki, jawen solamente nos enseñó a hacer
chii ketebores, ramabi xawe arpones, casas y canoas. A las
ranbebaina, chii ketea koin mujeres les enseñó a hacer
koini, ori kakin oina tawa kerex pampanillas, bordados y otras
akin chitema, jaskara iketian cosas.
chibankin jenekana iki. Moa
Después de mucho tiempo el inca
banekin oinkana ika iki manan
volvió a pedir maní a los shipibo.
bochiki chankata, jainxonronki
Cuando se fue lo siguieron,
jawen meken payan payan aka iki,
pero desafortunadamente no lo
kabanon akin jato aki.
alcanzaron. Solo vieron algunos
rastros e indicios de que había
estado allí, que había atizado
la candela, vieron la charapa
volteada. También encontraron un
cerco de cañabrava bien tupida,
por la que nadie podía pasar. De

38
Shipibo

regreso, vieron al inca de pie en


la cima del cerro moviendo las
manos en señal de despedida.
Debido a todo lo ocurrido,
actualmente ya no contamos con
nuestro inca.

39
Ashaninka
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Sananti shimarianti
La garza pescadora

40
Ashaninka

A kemakobentiri pairani
Sananti, iritake apani
shirampari shimarianti. Osheki
A ntiguamente escuchamos
hablar de la garza, es un
hombre pescador. Le gusta mucho
inebataro iyate ishimata, ir a pescar, lleva su flecha y se va
janakero ichekopite ishiriataro por la orilla río arriba. Así siempre
nija ikenanakero katonko. Ari hace.
ikantaitapintiro.
Un día, una mujer se fue a
Apani kitaeteri jati koya iyate carachamear cargando su
onkamate jetari, anakero oyantiri canasta y su machete para pescar
ejati oyotsirote okenanakero carachamas. No pescó nada, se
oshiriatanakaro nija, onkamate quedó sentada en el pedregal
jetari. Iroka koya te aye jetari, mirando en el río. Luego caminó
arti osaeki mapiporokiki ameni río abajo y vio volar una garza. La
nijaki. Okanta koya anashitanaka mujer le gritó: “Dame tu pescado”,
okenanakero kirinka, ari jaranake y siguió caminando.
sananti sapopopo. Okanta
Al cabo de un rato escuchó un
koya okaimatakotabakeri
sonido en su espalda. “¿A quién
“pimpanakena pishimate”
le estás hablando?”, un hombre
abisanake.
le preguntó. La mujer respondió:
Te osamaniteta okemashitaka “No, nada, le estoy diciendo a la
otapiki sheroriri iñanatapakero garza”. “Ah, ¿sí?, ven, sígueme”.
ikantapakero paitaka La mujer lo siguió. El hombre
“pikaimatakotiri”, akanake koya empezó a pescar y picó bastante
okanti tekatsi nokantashitari pescado. La mujer llenó su
sananti. Arima, tsame poyatena. canasta de tantos pescados que
Okanta koya jati oyatanakeri, irika había.
shirampari imanati shima ikentati.
Luego fue a su casa y se dedicó
Iroka koya ati, otetati oyantiriki
a cocinar y a compartir la
irojatita jaikitake oyantiriteki.
comida con su familia. Pasó
Okanta koya jataje obankoki, un tiempo y se acabaron los
okotsitapairi obakakari pescados. Nuevamente se fue
oshaninka. Iroñaka tsonkanaka a carachamear. Allí encontró al
shima jati oyataje onkamate, hombre que se dedicó a pescar
ari oñapajeri shirampari. y le entregó bastante pescado.
Iroñaka janakero ibankoki, El hombre advirtió a la mujer:
ari ipakero ishimate. Irika “No vayas a comentar”, y la mujer
shirampari ikantakero koya “ero contestó: “Ya”. A su regreso, la

41
Relatos indígenas andinos y amazónicos

pikamantakotana” okanti koya mujer cocinó el pescado. Así


“je”. Piyaja koya, okotsitapairi siempre hacía para conseguir
oshimane. Ari okantaipapintiro pescado.
ami osheki shima.
Un día sus familiares le
Iroñaka oshaninkapaye preguntaron: “¿De dónde sacas
isampitake koya ¿tsika pakerika los pescados?”. La mujer no
shima? Te ake koya, ikisatsatakero. respondió y empezaron a reñirla.
Iroñaka okamantanake okanti Finalmente, dijo: “Me ha dado la
ipakenari Sananti. garza”.
Pashini kitaeteri ojabetaja Al día siguiente la mujer fue
koya tsika isaikira shirampari, donde se encontraba siempre
te oñapayeri oñashitaka apani con el hombre pero no lo
sananti jaranake. Ari osaiki encontró, solo vio una garza que
obashireta koya. se fue volando. Allí se puso triste
la mujer.

42
Ashaninka

43
Wampis
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Wampis chicham najanarmau


El origen de la lengua wampis

44
Wampis

Y aunchukka chikichik
chichamak chicha jakmau,
tawai.
L a historia dice que en tiempos
muy remotos se hablaba una
sola lengua.
Tuma iruntaiñam. chikichik Un día, Etsa, el sol mientras era
tsawantai, Etsa shuar asa, persona, juntó tres variedades
kampatum kawaun etenrau: de loros: parai, kutuir y awarmas,
parain, kutuiran tura awarmasan. convocó a toda la gente en un
Tura pekaa, untan Kanus yantam puerto del río Kanus y les dijo: “La
utuwak chicharuk: “_ yaa shaurak familia que se anime a imitar sin
ju papankua jui enkemak shitiama temor el canto de uno de estos
jakeak ju kawau pekara juna loros, subirá en cuanto pueda a
chichamen nakumkat, nuka nuu una de estas balsas e irá río abajo:
chichaman chichau atatui_, tau”. su lengua será parecida al canto
Papannum kanus yujachu asar del loro”, aseguró. Ir en balsa era
asham wena. el gran temor porque nunca antes
habían navegado por el gran río.
Nuna timatai, awarun atin
aiña pataijai juniak papan unt Luego de escuchar el anuncio,
najanamu tepamunam, tsekenki una familia de los que hoy en día
enkemaiñak awarmasa chichamen serían los hablantes de la lengua
nakumkaru, ashamtsuk. Nunikiar, awajún, se atrevió a imitar sin
shitiama Kanus nunkani jakeku. miedo el canto de awarmas, subió
Tumamtai, Etsa “_awarmasa a una balsa y se fue río abajo del
chichamen nakumkau asa, Kanus. Etsa, que observaba lo
awarmas chicha jau aiña, tamau sucedido, anunció: “Por haber
arumarum_”, tusa “_kusuii_” usukia imitado el canto del loro awarmas,
ishiaku. hablarán de esa misma manera”.
Y diciendo “kusuii” lo sopló para la
Atsan, wampis atintisha, “_warin
eternidad.
nakumkataj_” tuu wena. Tuu
irunas, nekaska parai nakumkami De igual forma, los que serían más
tusar nitiasha pataijai juniar, tarde los wampis, se preguntaban:
papan tepettamaunam tsekenkiar “¿A qué loro imitaremos”. Por fin,
enkemenak, parai chichamen la familia decidió imitar al loro
nakumkaru. Ninikiar nitiasha parai y, a toda prisa, subieron
shitiamawar jakeku. Tumakai, a una balsa. Luego bajaron río
Etsa nui wajau “_parai chichamen abajo del Kanus. Etsa, que estaba
nakumkau asar tuu chichau aiña observando, manifestó: “Por
tamau arumarum”, tusa “_kusuii_” haberse imitado el canto del loro

45
Relatos indígenas andinos y amazónicos

usukia. parai, hablarán de esa forma”. Y


diciendo “kusuii”, lo sopló para la
Nu tumawarmatai, achuar atin
eternidad.
aiña, “_ii kutuir nakumkami_”
tuiña. Tusar, nitiasha antsaran, Los que hoy en día son los achuar
papannum tsekenki enkemenak se dijeron: “Nosotros imitaremos
kutuira chichamen nakumkaru, al kutuir”. Y así, subiendo a la balsa,
Tumawar, shitiama jakenakai Etsa imitaron a kutuir. Luego bajaron
“_kutuira chichamen nakumkaru con destino río abajo del Kanus.
asar tu chichau aiña tamau
Etsa afirmó: “Por imitarse el canto
arumarum_” tusa “_kusuii_“usukia
del kutuir hablarán de la misma
ishiaku.
manera”, y diciendo “kusuii”, lo
Nu tsawanta nui nankamas sopló por la eternidad de la
wantinkau pachim chichamu: lengua.
wampis, achuar tura awarun tura
A partir de ese día, surgieron las
nitiak chichaiña nu chichaman
lenguas awajún, wampis y achuar
chichauk aiña.
para que se comuniquen entre los
integrantes de cada pueblo.

46
Wampis

47
Yaminahua

Wuipapi
El hombrecillo
Yaminahua

W uipapi bia yui. Akia ari


wudiwukia. ¡Nũ bae iwunũ!
Adu wukadi. Wuipapi tsauwaidikia.
Y o te voy a contar la historia
de Wuipapi (el hombrecillo).
Sucedía que la gente estaba
trasladándose por el bosque en
Iwiu, iwi atakea, iwi datiushta
busca de otro terreno.
ĩkũa. “¿Tii, mĩmẽ tsuaki?” “Ẽ kia.“
“¿Mĩ awa ademẽ?” “Ẽwẽ epawi En el monte estaba sentado
wuipapi ea wadiki.” “Ia nãduxũ iki,” Wuipapi, arrimado a un palo
yura sharawãwẽmẽ. Wẽrũtaba. delgado, abrazándolo así. “¿Quién
Askakaidikia katã, awi wetsari eres tú?, ¿cómo te llamas?”, le
ñũkãwuaki: “¿Mĩ awa ademẽ?” preguntaba la gente que pasaba.
“Dashta mã beeki, wuipapi”. Les respondió: “Mi papá me ha
puesto el nombre de Wuipapi”.
Yurawãwẽ winũwuawãĩkãki. Mã
wui chishkuwa wudukia, udikia Y la gente, siendo buena, lo dejó
nã kai. Nãskaspairi idi, adu dia. en paz sin tocarlo. Pasaba otra
“¿Mĩ awa ademẽ?“ “Ẽwẽ epawi persona, le preguntaba su nombre
ea wuipapi wadiki.“ Dukuwede y les decía a los demás que no
ũsãi. “¡Mĩ wuipapi mã iki, ẽ bia toquen al pobrecito Wuipapi.
ũĩnũ, dedu deeyupu!“ ¡Ruj¡ Nãdu Toda la gente pasaba así, pero al
mã weuwa. “¡Tii, kaxechakakiba, último vino un hombre que quería
wutupakekãwãwe!“ Adu molestar a Wuipapi. Le preguntó
iskaiskawaki dedu. Baa. su nombre y, cuando Wuipapi
respondió, el hombre se burló así:
Ãwẽ pia xẽtã ãwẽ weru
“Si eres hombrecillo, ven acá para
wiriwiriwiriwãki. Baa. “A mã raki
verte mejor,” le dijo. “¡Ruj!”, Wuipapi
adu deepakedakanũ. Kee, aira,
se cogió bien de su pantorrilla.
aweskarukuai,“ wadikia awinĩ.
El hombre molestoso le dijo: “¡Ay!,
Askaidu, nãĩa kapai ewekũĩ. Nã
no juegues así, bájate de mí”.
yuduwibishaki, ãnã yuduyabai.
Wuipapi no se bajó. El hombre le
Dikiri wisti shaaka, aka dikiri ewe. hacía cosquillas, pero Wuipapi no
Mã chushtadaikũĩa. “Mã, ẽ dashinũ, se bajó. Le picó en el ojo con su
ea wẽnãmãshta iyui kawẽ.“ Ãwĩ flecha, pero Wuipapi no se bajó.
wuriraiakaidi, awe xexa adu kai.
La mujer del hombre le dijo: “Ya no
Da wuipapi mãasapaiwia. Baa.
va a despegarse de ti, ya vas a vivir
Ãwĩ ĩshkĩ tãmãki, “¡ũĩpu, da mãpĩ!“
así porque eres un tonto”. Así vivía.
Ãnã wuipapi xekeakekawadi. Mã
Quería caminar, pero su pierna
shĩnãpari, “nũ xachu keyubanũ,
pesaba por un lado. Ya no podía
xachu wiiwe.“

49
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Awia xachu ewapa trabajar como antes. Se quedó


shidikũĩ wiiswai achidikia. sucio. Le pidió a su mujer que lo
A mã keyubadaidu, ũĩaidu, ayudara a bañarse y ella lo llevaba
pakewistikãĩdi, “¡Ruj!” Askai a la quebrada.
uxuxuiki, mã dedu xatukũĩa
Quería ahogar al hombrecillo,
teshpekũĩ.
pero no moría. Un día su mujer
cogía carachamas y camarones.
“¡Mira este camarón!”, dijo. Al ver al
animal, Wuipapi se movió al otro
lado. Dándose cuenta de esto, el
hombre pidió a su mujer: “Trae
un cangrejo para que muerda al
hombrecillo”. Su mujer cogió un
cangrejo muy grande. Cuando
Wuipapi vio de cerca que el
cangrejo lo iba morder, se bajó de
la pierna y se fue corriendo.
La parte de la pierna donde el
hombrecillo vivió agarrado, se
hundió y quedó blanca. Por eso, se
dice que los seres humanos tienen
más hundida la pierna debajo de
la pantorrilla.

50
Yaminahua

51
Quechua
Relatos indígenas andinos y amazónicos
central

Hupaykunapa willakuynin
El cuento de las almas

52
Quechua central

U nayshi Chunas markachaw


wamrakuna paqaspa purita
mantsakuyanaq, awilankunashi
H ace mucho tiempo en el
pueblo de Chunas, los niños
y niñas tenían mucho miedo
willapaayaanaq hupaykuna de caminar en las noches, sus
paqaspa puriyanqanta, pullan abuelitas les habían contado que
paqaspitaqa ama yarquyankitsu las almas andaban a esas horas.
niyanaq tsayshi paykunaqa “A partir de la medianoche ya
manaraq paqas pullanman no salgan, ya no caminen, les
chaptin puñukuyaq. decían”. Por este motivo todos
dormían antes de que llegara la
Huk wamrash Pedro hutiyuq kanaq,
medianoche.
payqa hupaykunata riqita munanaq,
tsayshi huk paqas pullanman Un niño de nombre Pedro quería
chaskiptin, llapan wamrakuna conocer las almas, esperó la
puñukuykaayaptin wayinpita puriq llegada de la medianoche y,
yarqunaq, wayinpa waqtanchaw mientras todos los niños y niñas
purikaptin atska yuraq hupaykuna dormían, salió de su casa a
chipikyaypa yuripayanaq. caminar. Andaba por la espalda
Tsayshi payqa mantsakar de su casa, cuando de improviso
parlaytapis pashtatsinaqtsu, aparecieron muchas almas blancas
tsayqa hupaykuna niyaanaq ama brillando. No podía hablar de la
imatapis parlaysu, kikillaykipam impresión y del susto. Las almas
nuqakunata rikaayamashqayki, le dijeron: “¡No hables nada!, solo
qamwan alli kayaashaq mana para ti nos has visto. Seremos
pitapis willapaptiyki, mana allinta buenos contigo si tú no avisas
rurarqa wanunkim, tsaypami a nadie, si haces lo contrario
nuqakuna shayaamushaq ayatanaw ¡morirás! Vendremos para llevarte
apayaanaapaq karu atska nina lejos, hasta el infierno”.
tsariqman.
A partir de esa noche Pedro vivía
Tsay paqaspitash Pedro Wamraqa en silencio, sin contar a nadie que
upalla kawakunaq, pitapis había visto a las almas, aunque
mana willapaypa hupaykunata también se sentía alegre por
rikashqanpaq, itsanqa kushish haberlas conocido.
karqan hupaykunata riqiskir.

53
Awajún
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Suwa Ipakjai najaneawagmau


La conversión de las mujeres Suwa e Ipak

54
Awajún

N unik waiwaitiakua tsawagkia


tuwajame. Kuwashat, waitus un
nuwauch tsawaju, wake besemag
D os mujeres estaban muy tristes
porque la Ardilla se había
llevado su casa. Al amanecer salieron
tsawaju jega jujukmau asa. Nunik despacito de entre las ortigas y
tsawag waitus jiinki, najanum comenzaron a discutir. “¿Qué vamos
a hacer?”. “Ahora, ¿dónde vamos a
nunik nuwi nagkamau kaiji ininitan.
ir”. “¿Por qué no nos convertimos en
Wajukattaji. Yamaish yayai wetatji, algo?, ¿en qué nos convertiremos?”.
tus, tusa nuna tuutu. Untsu, wajig Ellas nombraban muchas cosas.
aishni tus, ashi pachig, Nuwash aish
tusa imatu batsatia tuwajame. Wajig “¿Nos convertiremos cada una en
una piedra grande?”, decía una, pero
asihni, kayash mai muntak aish,
la otra no quería esto, porque decía
tusa tutai Tikich. Atsa tujash atak que cuando hubiera gente, esta iba a
uchi yujastakama tujinak jaa tikima tener dificultad para pasar. “Nosotras
aents najaneuatiya imana taya tusa. estaríamos muy avergonzadas”,
Datsan ipatam amainajama taya decía.
tuwajame. La que iba ser huito se convirtió
Suwa niya najaneaya tuwajame. primero. Ella se paró muy derecha,
Ayatak dakueni wajas nigka. Wiu, diciendo “wiu, wiu, wiu” y comenzó
wiu, wiu, yaki takunak kampujam a crecer hacia arriba y a hacerse
wegak senta akachumamun tsujiak más gruesa. Entonces, del miedo su
cinturón se rompió porque había
putit wajakia tuwajame. Nuniak,
crecido muy alta. Ella lloraba parada.
¡wii! wajakia tuwajame, buutak. Como recién se había convertido
Yaki takunak ishamak imatkaya todavía hablaba. Entonces aconsejó
tuwajame. Yama najaneakug, a su hermana: “Será mejor que tú te
najanea wajasash chichaya quedes de rodillas porque crecer tan
tuwajame. Nuniau asa kain Ipakun, alta da miedo”. Entonces la hermana
chichajak ¡amek kaiju tikishmasam se puso de rodillas. Sentada en sus
juwakta! Junimaitsui, ishamainai, tobillos, creció como arbusto no muy
tama. ¡Ayu! Tus niishka nunisag, alto, y se convirtió en achiote.
tikishmas, apijuumas pujus juwakia Entonces ella también dijo “wiu, wiu,
tuwajame, Ipakshakam tsakatan. wiu” y no creció mucho. Después
empezaron a crecer muchas ramas
Nunik nigka ¡Wiu, wiu, wiu! en el tronco del achiote pero muy
Tikijuchik dukap muuntan tsakatsuk cerca de la tierra.
kanaugtin, kanaukdauju we wajasia
tuwajame, nejek, kapantu we Sus ramas estaban cargadas de
frutos rojos y crecían en racimos. Los
nunumas wajasia tuwajame. Mai dos árboles crecieron así, llenos de
Suwajai imanik wajasia tuwajame. frutos.

55
Aimara
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Yatiri liqiliqi
El sabio lequecho

56
Aimara

A yllunakasanxa maya wali


yatiñani p’alta p’iqini qhana
chupika kayuni yatiriwa utjatayna.
S e dice que en nuestra
comunidad había un sabio
muy inteligente, de cabeza plana
Uka yatirixa uqi puñchuniwa y pies rosados. Este sabio vestía
wali kusisita alayata aynacharu un poncho de color plomo y
thuqhunaqiritayna. Uka yatirixa volaba alegre de arriba hacia
kunati ayllunxa kamachkani abajo. El sabio anunciaba lo que
ukwa warurt’apa taypita iba a suceder en la comunidad
yatiyiritayna. Uka jaqixa “liw, mediante su canto. Este personaje
liw, liw” sasawa warurt’iritayna. cantaba “liw, liw, liw”. Unas
Yaqhipa jaqinakaxa yatiyatapxa personas atendían sus anuncios y
yäqapxiritaynawa, chikatanakasti otras no los tomaban en cuenta.
janiwa yäqapxirikataynati.
En la comunidad vivían dos
Maya ayllunxa paya jaqiwa personas: uno de ellos era un
utjasiritayna: maynïrixa anciano y el otro un joven.
chuymanpacha awkirïtaynawa, Hacían sus chacras siguiendo
maynïriraki wayna. Jupanakaxa su buen criterio y sembraban
amuyataparjamawa yapu papas y otros productos. Llegada
lurapxiritayna. Ch’uqinakampi la cosecha, el anciano obtenía
yaqha achunakampi una gran producción de papas,
yapuchapxiritayna. Yapu mientras que el joven, al escarbar,
apthapiña pachanxa, awkixa walja encontraba pocos productos y de
suma ch’uqinaka llamayutayna, mala calidad. Entonces, el joven
wayna jaqiraki juk’a jani suma agricultor fue a la casa del anciano
ch’uqinakaki llamayutayna. a preguntarle: “¿Por qué mi chacra
Ukhamastii wayna jaqixa no produce bien cada año?”. El
chuymani jaqi thiya saratayna, anciano le respondió: “Escúchame,
ukata akhama jiskht’atayna: yo trabajo la chacra obedeciendo
“¿Kunatsa sapa mara yapujaxa jani al sabio que vive en esta
suma achuqkiti?”. Chuymani jaqixa comunidad. Ese sabio se llama el
akhama sataynawa: “Ist’ita, nayaxa lequecho. Cuando hace su nido
aka aylluna utjiri yatiriparjamawa en las partes altas, dentro del nido
yapuchtha. Uka yatirixa liqiliqi hay bastante pasto, sus huevos
satawa. Kunapachati alaya son de color verde oscuro brilloso
tuqinakaru tapachasi, ukata uka y tienen grandes puntos negros:
tapana walja chhuxllanaka utji, quiere decir que va a ser buen año
ukata k’awnanakapaxa lliphiskiri y lluvioso. En las ocasiones en que
ch’iyara ch’uxñäni, ukata jach’a hace su nido en las partes bajas

57
Relatos indígenas andinos y amazónicos

ch’iyara ch’aqanakanïni ukaxa wali donde se estanca el agua quiere


suma jallu pacha maräniwa saña decir que será un año seco. Si
muni. Ukata kuna pachati aynacha dentro de su nido pone pequeñas
tuqi uma sayirinaka jak’aru piedrecillas, quiere decir que va
tapachasini ukaxa waña maräniwa a ser año de granizada. Cuando
saña muni. Kuna pachati tapapa dentro de su nido pone el pasto
manqharu jisk’a qalanaka uchani llamado ch’ihi va a ser un año
ukaxa chhijchhi maräniwa saña de helada. Además, sus huevos
muni. Kuna pachati tapapa son de color plomo gris y con
manqharu ch’ijinaka uchani pequeños puntos negros. Todo
ukaxa juyphini maräniwa esto hay que observar con mucha
saña muni. Ukhamarusa, kuna atención y de acuerdo a eso
pachati k’awnanakapaxa uqi debemos trabajar nuestra chacra”.
saminakäni, ukata ch’aqanakapasa
Al escuchar el consejo, el joven
jisk’anakakïni, ukaxa janiwa
se puso muy contento y dijo:
suma maräkaniti saña muni. Taqi
“Ahora ya no voy a ser pobre”.
ukanakawa suma amuyumpi
Desde ese día, él y toda la gente
uñch’ukiña, ukatxa ukarjamawa
escuchan el canto del lequecho
yapunakasaxa luraña”.
y lo interpretan para hacer
Uka iwxt’äwi ist’asaxa, wayna todas sus cosas y solucionar sus
jaqixa wali kusisitawa akhama problemas. Para cultivar la chacra
satayna: “Jichhaxa janiwa q’uya miran la forma como el lequecho
wajchaxäti”. Uka urutpachwa uka ha puesto sus huevos. De este
waynampi chikata jaqinakampixa modo obedecen al sabio de la
liqiliqina warurt’atapa isch’ukipxi, comunidad.
ukatxa ukarjamawa wali suma
amuyasina yapuchapxi, ukhamata
jani walinaka sumachapxi.
Yapunaka yapuchañatakixa
kunjamti liqiliqixa k’awnanakapa
kawnki ukwa uñch’ukipxi.
Ukhamatwa aylluna yatiriparuxa
yäqapxi.

58
Aimara

59
Matsés
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Uesnid Matsesampid
El hombre paujil

60
Matsés

Ë ndenquimbo matsesën tied


isambo icpac caundash.
Ad icnubic capuec nidpac
C uentan los matsés que
antiguamente no conocían
la chacra. Un día, mientras iban
caundash, nëish acnu quec. a montear, a cazar animales,
Adec nidquimbi Uesnid uinsho escucharon cantar al paujil. Uno
tantiapac caundash. Adec de los hombres decidió cazarlo,
nidquimbi tëcchinnu quequin preparó su cerbatana, pero el
dadan tantiapac caundash. Adec paujil le dijo: “No me mates”.
nidquimbi aton bushcate bedshun El hombre se quedó inmóvil,
setsenac, ubu tsitëcanenda pasmado porque el paujil habló,
quepac caundash Uesnid. Adsho no lo podía creer. De regreso a
isash dada shëquëquenquio iquec casa, les contó a su madre y a sus
uëcquiash nidpac caundash, hermanos lo que pasó.
Uesnid onquesho isash. Abida
Luego de contar lo sucedido llevó
capec quiash. Adash aucbidi
su mamá y escuchó cantar al
choshon aton titabëta aton
paujil. Al encontrarlo le dijo: “Por
utsibo chuipac caundash ambi
qué no te conviertes en hombre?
isbuedquio.
Mis hijos no tienen padre son
Adash ubi ismecnid cac buanec huerfanitos?, sufrimos mucho
anibëd nidpac caundash. Adec porque nos falta comida.
nidshun abi cuëdec tsadsho issun
Pasadas unas horas, un hombre
anin ¿mibëshë matses uashun cun
enorme apareció en la casa. Las
mado chedo amë nibëdquid nec,
mujeres, asustadas, preguntaron:
menampibo nec? capac caundash.
“¿quien eres?”. El inmenso hombre
Peten mëyadebi capac caundash.
respondió: “Soy a quien pediste
Adtanec chuash iuecpatsëc que se convierta en hombre”.
icnubi matses dada shubu yacno Las mujeres le invitaron comida.
chopac caundash. Adec choshobi Ellas comían tierra asada, era una
chidobon dacuëdquimbi, ¿Tsuda especie de arcilla combinada
mibi nenda? Capac caundash. con cáscara quemada de árbol.
Adsho issun Uesnid dadan, mimbi El paujil convertido en hombre
mibëshë matses uashun cabuedi dijo: “¡Esto no es comida! Ustedes
nebi capac caundash. Adsho están sufriendo; Yo les enseñaré a
issun chidobon pete menepac conocer la chacra y les enseñaré a
caundash. Aidon nidaidbëta cute sembrar yucas y platanos”.
bistsi cabiunquin shëaid muy caid
El paujil los llevó a su chacra, y
pepac caundash. Aden meniac
les enseñó, las mujeres cogió la

61
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Uesnid matsesbuedën nadta pete papaya y empezaron a comer


icpaid peten mëyadequien mibi con toda la cascara y semillas. Y el
nec, mibi pete ismenuna, capac hombre paujil dijo: “¡No esto no se
caundash. come así!, Así tienen que comer”. Y
les enseño a comer,.
Adshun uesnidën aton tiedno
buampac caundash. Adshun Asi es la historia del paugil que les
tied ismiac, dectad cuëstanquin enseñó a conocer la chacra, sacar
ëshëchobi cheuidpac caundash. yuca y a comer todo lo que existe
Adshobi uesnidën ¡aden en la chacra.
chetepenquio nec, naden chete
nec! quequin ismepac caundash.
Aden uesnidën pete ismepac
caundash matses, pachid chedo
chicquin tiedën icquidtedi
petequid.

62
Matsés

63
Nomatsigenga
Relatos indígenas andinos y amazónicos

El Kiatsi
Ira Kiatsi

64
Nomatsigenga

Ora kengabagetokotiri La historia ancestral


Nomatsigengajegi irianti nomatsigenga era revelada y
ira kengabagetanëro contada por personas llamadas
ira jitaigacha “Seripiari” “seripiari”. Ellos eran escogidos por
Matsigenga paigiro pacharo la ciencia de la naturaleza, por los
iriro kara jirai ikogëtaiganake poderes que poseían para adquirir
ira ogotagekerone kara los conocimientos, se preparaban
okantagitetanaka anchatosipage durante mucho tiempo a través
aike kara ingantagekero ikokaigi de la toma de la ayahuasca, del
irogotaige, kara igoigiro ora tabaco y de otras raíces especiales
irogoyamepage tojai manchakori para obtener el valor, la visión, la
aike katagiteri irititobikimaro, fuerza, el poder y el conocimiento
irookemaro tojai komarampi, de ver el pasado, el presente y
pacharoja, aike pasinipage perfilarse para el futuro. Ellos nos
kipigaropage, iragabeimaroka dejaron las historias como parte
aroka kara irogoke irantsantaigë, del mensaje y el conocimiento de
ingamanabakema, irogokero la cosmovisión nomatsigenga.
aitosati ora kantobagantsipage
El kiatsi es uno de los personajes
abisengitsinera pinanta
considerados en la cosmovisión
ikantagetobaka pigamaigemani
nomatsigenga que vive en las
koraketanë kobeengaro. Irirojegi
inmensas y profundas pozas de
aisati komantagetaiganakengitsi
lagunas y ríos, es padre y dueño
kara akantagetaiganaka jirai
de las diferentes especies de peces
agenganeegikë.
que existen en el mundo, es un
“Ira Kiatsi” irianti ser viviente en forma de espíritu
kobeengari itsorokaigi jiarai que aparenta vivir en el agua
nomatsigengajegi, yoneentaigari en una casa que está ubicada
kara igenganeegikë, ijitaigiri debajo del agua. El kiatsi vive en
ira inatagetaigiro nijaapage la parte seca, y cada vez que las
itimatagetaigiro nijamatiapage personas se bañan por la fuerza
kara ponanageta angaare que realizan cuando juegan en
nijapage, iriri irianti iririntageta los pozos de agua, las gotas de
simapage inagetatsi nijaapagekë. agua caen sobre la casa, tiene la
Kara itimaigi ongantengani aiti forma de un bagre con cabellera
ibango, ibangirepage tojaini larga con barbas también largas
irisintoegi. Aro kara pairiraka que les sirve para capturar a las
antatirone nija irotsimëmani personas que se encuentran
kara ingitsokatagetanëti ibango. navegando o nadando en el agua

65
Relatos indígenas andinos y amazónicos

Okantagani aisati piriagitero de su jurisdicción. Tiene muchas


kara itimaigirori irirojegi yotsitita hijas que forman las diferentes
aganigetinta ibango. Ikantarini especies de peces, ellas son las
ogantengani segori igibeitsamai, que capturan a los navegantes
isipipage okibeintsapage, porque quieren tener esposos,
iroronta irongosikankimari ira los hacen ahogar naufragar en
ikogi irongosikatiri kara yotsimiri las balsas, ocasionándoles un
ikaati kara pini ibango, tojaini ahogamiento repentino, da una
irisintoegi irorojegi agataigiri orden a su padre para que tenga
okogika agaige ojime, ongankeri su compañía. Al escuchar el
apa paginari pitinerinta, inganë clamor de sus hijas, forma un gran
ongantengani kero agiri ainta remolino y captura a las personas
itomijegi, aikerooti ogabeiri que ellas desean obtener.
aito kara irajokatomeakimari,
Las personas capturadas llegan
irinigëri iraganëri irikomaranapairi
muertas y, ya en el mundo
iritasongajiri kañatanai aito
submarino, el Kiatsi con el poder
kara imëro irisinto, agërika aito
que posee lo sopla y el muerto
iromekima kero ikengaa ipigaa
recobra su vida y es allí donde le
kara ipañakarori aito intojaigëkotë
entrega a su hija como esposa
itomijegi iriro, aito intimagëkeri
para que inicie la nueva vida al
irikongiri Kiatsi.
lado del suegro Kiatsi.
Kara igenganekë Nomatsigenga,
ira kiatsi tojai itsorokaigiri
kara jirai, iroro yamë
nokomantaigimi paniropage
obirojegi pigontaigemaro
nagengabagitsataneeegi nasi eegi
naro.

66
Nomatsigenga

67
Bibliografía
Autores varios
Duik muunta pujuti augbatbau. Relatos sobre la vida de nuestros
abuelos. Colección literaria y cultural. Libro N° 7. ILV. 1992.

Elvis Walter Panduro Ruiz


Relatos orales bora. Relatos de origen y otras historias del pueblo
bora. DIGEIBIRA. Ministerio de Educación. Lima. 2017.
 
Roberto Zariquiey y Wilton Odicio
Relatos orales kakataibo. Nun baban bëchikën ´unanti
kakataibonën bana. Historias y cuentos kakataibo para que
aprendan nuestros hijos y nuestros nietos. DIGEIBIRA. Ministerio
de Educación. Lima, 2017.
 
Yesica Patiachi Tayori
Relatos orales harakbut. DIGEIBIRA, Ministerio de Educación,
Lima, 2015.

Autores varios
Willakuykuna. Qichwachaw ñawintsaashun. Nuestros relatos 1.
Qichwa. DIGEIBIRA. Ministerio de Educación. Lima, 2016.

También podría gustarte