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La segunda ley de la termodinámica enuncia que la entropía del universo va en aumento.

Entiéndase por entropía al grado de “desorden” de un sistema, partícula o fenómeno,


también se relaciona con la cantidad de energía no utilizable de estos, cuyo caso
hablaremos luego. Según estas dos definiciones las cosas en el mundo físico gobernadas
por estas leyes tienden al desorden ya que el sentido natural del universo es liberar energía,
que se logra rompiendo el orden. Tómese el ejemplo cuando deja caer un vaso de vidrio,
como es de esperarse éste se romperá en varios pedazos, por qué? Porque éste buscará el
estado de mayor desorden liberando la mayor cantidad de energía posible. Puede notar
cómo sus audífonos perfectamente ordenados tienden a enredarse increíblemente, esto
debido a que el sistema buscó el mayor desorden posible. Lo mismo ocurre con el agua
cuando se derrama, se esparcirá lo más que pueda en vez de hacer un charco de forma
regular. Hablemos respecto a la cantidad de energía no utilizable que nos faltó aclarar, lo
haremos ligándolo al por qué las estrellas mueren. Pensemos en la estrella de nuestro
sistema solar, utiliza dos átomos de hidrógeno para crear un átomo de helio. Este proceso
crea una enorme cantidad de energía que es liberada al exterior y percibida por nosotros
como calor, rayos UV, rayos de luz y demás. Básicamente su combustible es el hidrógeno
para emitir energía, como lo es la leña para mantener el fuego. Bueno uno puede pensar
que podría unir dos átomos de helio para crear un átomo de litio. Y así sucesivamente. De
esta manera el sol tendría mucha más vida ya que poseería mucho más combustible del
que cuenta. Sucede que no es así, dos átomos de helio no emiten la cantidad de energía
suficiente para poder unir otros dos átomos de helio. Lo que sí sucede con el hidrógeno,
que al unirse liberan suficiente energía para unir otros dos átomos de hidrógeno y así
sucesivamente en un proceso ininterrumpido. Por lo que al quedar helio es un átomo que no
sirve, energía no utilizable, y suele abandonar la corteza solar para dirigirse al núcleo. Al
igual que cuando uno rompe el vaso y queda inutilizable, cuando uno quema un papel y
queda inutilizable, suponiendo que nadie sepa desatar nudos tus audífonos también
quedarían inutilizables. En el universo las cosas tienden a liberar energía para pasar a
estados de desorden, que es el proceso natural, haciendo que la entropía del universo
aumente.

Cuando un niño crece, le enseñan qué es lo bueno y qué es lo malo, al margen de las cosas
que sean buenas o las que sean malas un niño nace con la aparente inclinación a hacer lo
malo. Por eso es más común ver a padres diciéndoles eso está mal, no lo hagas, que ver a
padres mencionando lo bien que hicieron. En el adulto el caso no se aleja, es mucho más
fácil ser “malo”, ser impuntual, irresponsable, flojo, sucio y demás cosas. Es más fácil decir
una mentira que la verdad por así decirlo. Parece ser que el estado natural de nuestros
valores es no ser bueno o socialmente correcto. Por eso mismo cuesta trabajo ser bueno, ir
a trabajar, hacer los deberes, levantarse temprano y demás. Porque no es quizás el estado
natural de las cosas. Cuando uno tiene una relación lo más fácil es discutir que estar de
acuerdo, ya que estar de acuerdo requiere un esfuerzo, lo que va en contra de lo natural. El
hombre busca compañía, suele estar mejor con sus semejantes que solo, qué motiva al
hombre a realizar ello? Qué tiene que ver la entropía? Aunque todos hagan caos
satisfaciendo las leyes de la entropía, lo harían juntos. Existe una fuerza en la unidad que
parece desafiar esta ley, claro no somos átomos sin emociones, entonces nuestra fuerza
son las emociones. Éstas no siguen leyes y sin embargo casi gobiernan o modelan nuestra
vida, futuro, presente. Quizá nuestras emociones tengan algo de entropía al variar nuestros
estados de ánimo, pero no todos van de lo tranquilo a loco de manera más natural,
haciendo que esta ley no se cumpla del todo. Una vez más en el imperio de estas
emociones, nuestras emociones, no hay ley física que valga.

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